Donald Trump no está simulando. Está reescribiendo las reglas del vínculo internacional, poniendo a Estados Unidos en primer lugar, exigiendo condiciones comerciales equitativas y privilegiando la fortaleza nacional por encima de la cooperación global.
- Los aranceles no son amenazas, sino herramientas. Las importaciones provenientes de China y otros países enfrentan mayores costos si no cumplen con las nuevas condiciones. El objetivo: equiparar el terreno de juego.
- La globalización no ha desaparecido, pero ahora es condicional. Trump no rechaza el comercio, pero exige reciprocidad, equilibrio y beneficios concretos para Estados Unidos.
- Incluso los aliados están bajo presión. Los socios tradicionales deben aceptar nuevas condiciones, no como señal de hostilidad, sino en nombre de una mayor equidad.
- Las industrias estratégicas se han convertido en frentes clave. Tecnología, energía y semiconductores ya no son solo sectores económicos; se consideran activos de carácter nacional.
Durante décadas, el comercio global generó ingresos en dólares que luego se reciclaron en bonos del Tesoro estadounidense. Ese sistema se está desarmando. Los países están diversificando sus reservas, comprando oro y activos reales en lugar de financiar a gobiernos que ya no consideran plenamente confiables.
La transformación es real y se está acelerando
- Disminución de la demanda por deuda estadounidense.
- Debilitamiento del dólar.
- Fuerte aumento del interés por activos tangibles.
Los países están reduciendo su dependencia de EE. UU.: su economía, sus instituciones y su moneda.
Oro, India y Bitcoin ganan terreno
El S&P 500 opera nuevamente cerca de máximos históricos. El oro retrocedió levemente tras superar los 3.400 dólares. Sin embargo, un rebote no debe confundirse con un piso. Si una cartera tuvo un mal desempeño durante la última caída, el mercado ofrece una segunda oportunidad para diversificar.
El oro no es una operación táctica. Es una tendencia estructural
- El oro alcanzó un récord histórico de 3.400 dólares a inicios de mayo.
- Acumula una subida cercana al 30% en lo que va del año y del 45% interanual.
- La oferta permanece estable, mientras la demanda crece.
- La desdolarización global se acelera.
En un contexto de creciente escepticismo sobre el valor de las monedas fiduciarias, el oro se consolida como un activo central.
Aprovechando la baja del petróleo
El precio del crudo cayó con fuerza—el WTI tocó los 57 dólares el 5 de mayo—ante temores de recesión y una flexibilización de los recortes de producción por parte de la OPEP+.
Arabia Saudita aplica una estrategia: imponer disciplina dentro de la OPEP, limitar el crecimiento de la producción en EE. UU. y preservar su capacidad de influencia.
La caída fue utilizada como una oportunidad para incrementar la exposición al petróleo, anticipando un reequilibrio entre oferta y demanda.
EE.UU. está caro. Las oportunidades están afuera
Las acciones estadounidenses rebotaron, pero sus valuaciones lucen exigentes, especialmente en un contexto de riesgo de recesión. En contraste, los mercados internacionales comienzan a captar el interés de los inversores:
- Acciones de países desarrollados: +15% en el año.
- Mercados emergentes: +7% en el año.
- Acciones de EE. UU.: estancadas o levemente negativas.
¿Por qué? Valoraciones más baratas, aumento del estímulo fiscal, dólar más débil, y más historias de crecimiento independiente.
Se está consolidando una economía multipolar. El crecimiento global ya no depende exclusivamente de lo que ocurra en Washington o la Reserva Federal. La mirada del inversor debe expandirse más allá de EE. UU.
La exposición a acciones internacionales se ha incrementado de manera sostenida durante el año, y la tendencia continuará. Las condiciones son favorables, las valuaciones son atractivas y la diversificación aporta beneficios reales.
Bitcoin retrocede: ¿Por qué?
Bitcoin cayó de un máximo de 107.000 dólares a un mínimo de 77.000 dólares en tan sólo unas semanas. Las carteras inactivas vendieron con fuerza. Las instituciones se retiraron en medio de la incertidumbre macroeconómica. El pirateo de Bybit (1.500 millones de dólares) desestabilizó el mercado. El entorno general de aversión al riesgo pesó sobre las criptomonedas.
Pero seamos claros: se trata de un retroceso, no de una ruptura. La tesis a largo plazo de Bitcoin permanece intacta: este tipo de volatilidad es una característica, no un defecto.
Renta fija: señales a monitorear
El mercado de bonos emite señales silenciosas pero significativas.
- Entre diciembre y febrero, bancos centrales extranjeros vendieron 86.000 millones de dólares en bonos estadounidenses.
- Durante la corrección de abril en las acciones, los bonos del Tesoro también cayeron, lo que sugiere que los refugios tradicionales ya no funcionan como antes.
El riesgo no es solo de crédito, sino de duración. Si la curva de rendimientos continúa empinándose, los bonos de largo plazo podrían enfrentar nuevas presiones. Las primas por plazo en aumento y la venta de actores internacionales agravan ese escenario.
Estrategia recomendada en este contexto:
- Priorizar calidad frente a rendimiento.
- Evitar exposición excesiva a duración larga.
- No subestimar la volatilidad de tasas.
Lo que funcionaba antes ya no garantiza resultados
El repunte del mercado puede resultar engañoso. El dólar se debilita, el oro lidera los rendimientos, el mercado de crédito muestra signos de tensión, el liderazgo económico se descentraliza. Estamos transitando de una era dominada por la política monetaria a una centrada en el estímulo fiscal, del multilateralismo a los bloques regionales, y de la hegemonía estadounidense hacia modelos de autosuficiencia económica.
Nuestra perspectiva
- El oro debe ocupar al menos un 5% en las carteras.
- Las acciones internacionales están infra representadas y con valuaciones atractivas.
- En renta fija, la cautela es clave: preservar el capital prima sobre la búsqueda de rendimiento.
El sistema anterior no solo está evolucionando. Está desarmándose. Y uno nuevo empieza a tomar forma. Es momento de gestionar el riesgo con decisión y diversificar con estrategia.
Tribuna de David Schassler, director de soluciones en multi-activos de Van Eck.
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