Carlos Moyá, ex número uno del ranking de la ATP de tenis, ha repasado sus inversiones desde el inicio de su carrera profesional en el mundo del tenis. “Siempre tuve claro que la vida del deportista se termina, si todo va bien en el primer tercio de la vida, y quedan dos tercios por vivir con familia, gastos y demás”. El extenista ha señalado que desde joven tuvo inversiones inmobiliarias y también en bolsa de Estados Unidos para crear un colchón de cara a su retiro profesional.
El día después de la final del Mutua Madrid Open, Pedro Escudero, fundador y CEO de la gestora Doma Perpetual (DPM), reunió a un grupo de invitados para un coloquio sobre deporte e inversión. En este evento, Moyá destacó que es un gran apasionado de las finanzas y considera que es importante para los jóvenes talentos del tenis saber invertir desde el principio los beneficios que obtienen en su carrera profesional.
También desveló que cuenta con una persona de confianza en Estados Unidos que le asesora sobre las inversiones a realizar. «Tengo a alguien en Estados Unidos que me comenta, me dirige, me propone», asegura, para después compara su situación previa, ya que, con anterioridad, aseguro que «mi familia me dirigía y pronto tuve inversiones inmobiliarias en Mallorca». Su filosofía en materia de finanzas es «confiar en los mejores» y reconoce que asume «los momentos malos, en los que hay que tener sangre fría».
En definitiva, se calificó como un inversor «de largo plazo». «No hay una carrera exitosa al 100%. La clave es tener un plan claro y confiar en él, incluso en momentos difíciles», afirmó el ex número 1 mundial.
Pedro Escudero, extenista de la quinta de Moyá, Albert Costa, Marat Safin y otros, se retiró del tenis muy pronto por una lesión y se marchó hace tres décadas a Estados Unidos para dedicarse a las finanzas. En el encuentro, compartió su filosofía de inversión a largo plazo: “El ahorro bien invertido genera interesantes retornos a largo plazo que pueden aportar seguridad y calidad de vida”.
Escudero compartió su filosofía de inversión a largo plazo, comparándola con la estrategia en el tenis. “No me preocupa el corto plazo o el intradía. Si confías en una empresa sólida, hay que mantener la estrategia aunque el mercado caiga. Es como un partido: si tu plan no funciona, ajustas, pero no abandonas”, dijo. También destacó la importancia de la fortaleza mental para soportar situaciones difíciles en las bolsas como las caídas de las últimas semanas.
La importancia de la educación financiera
Escudero se interesó por las inquietudes financieras de los tenistas jóvenes, punto en el que Moyá reconoció que los jugadores noveles no tienen en mente invertir su primer millón. También lamentó que en España no haya tanta cultura financiera como en Estados Unidos, así como que la percepción que se tiene de los mercados bursátiles siga siendo de un casino en el que «a la larga pierdes». Desde su punto de vista, «es importante que, con 20 años, se invierta en algo y confiar en el interés compuesto».
Su visión es muy contraria. «Yo no soy un experto, pero me ha gustado leer y confío en mi asesor en Estados Unidos», declaró para después reconocer que sigue a Warren Buffett.
La confianza de Moyá en el largo plazo le animó a minimizar los efectos que tendrá la incertidumbre provocada por las políticas arancelarias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. «Creo en los números», aseguró y reiteró su confianza en la renta variable estadounidense a largo plazo.
Una fiscalidad compleja para los tenistas
La charla abordó también la compleja estructura financiera de los tenistas de élite. Moyá explicó que los ingresos de un jugador top incluyen premios, patrocinios y contratos de marketing, pero los impuestos y gastos son significativos. “Un tenista que genere, por ejemplo, 10 millones de euros al año, podría pagar más de la mitad en gastos, incluyendo equipo, entrenadores y marketing. Se estructura todo como una empresa donde el jugador es el dueño”, detalló.
Pedro Escudero, CEO y CIO de Doma Perpetual, es un destacado empresario e inversor originario de Galicia, cuya trayectoria profesional refleja un equilibrio entre el rigor académico, la experiencia deportiva y el liderazgo en el sector de las finanzas internacionales.
Su carrera se ha forjado en momentos históricos clave, con una presencia única en los eventos más trascendentes de Wall Street, lo que le ha permitido desarrollar una perspectiva estratégica y una capacidad de adaptación excepcionales. Escudero ha vivido las grandes crisis económicas, desde la burbuja de las puntocom hasta la crisis financiera global de 2008, y ha aprovechado cada experiencia para consolidarse como un referente en la gestión de activos y la inversión a largo plazo. Su enfoque en los resultados duraderos refleja una mentalidad que, más allá de la rentabilidad inmediata, se centra en crear valor real y perdurable. Escudero representa una historia de reinvención, esfuerzo y visión estratégica, aplicando los aprendizajes adquiridos en el deporte a cada aspecto de su vida profesional.