La SEC ha propuesto una nueva norma y enmiendas a la Investment Adviser Act de 1940 para agregar controles ante la subcontratación de determinados servicios y funciones.
«La subcontratación quedará prohibida si no se lleva a cabo la debida diligencia y la supervisión de los proveedores de servicios», dice el comunicado de la SEC.
«Los asesores de inversión registrados -más de 15.000 en total- desempeñan un papel fundamental en nuestra economía, asesorando a más de 60 millones de cuentas con activos combinados bajo gestión de más de 100 billones de dólares (trillions, según la contabilidad anglosajona)», dijo el presidente de la SEC, Gary Gensler.
La propuesta exigirá a los asesores que satisfagan determinados elementos de diligencia debida antes de contratar a un proveedor de servicios que vaya a realizar determinados servicios o funciones de asesoramiento, y que posteriormente lleven a cabo una supervisión periódica del rendimiento del proveedor de servicios.
La norma se aplicaría a los asesores que subcontratan determinadas «funciones cubiertas», que incluyen aquellos servicios o funciones que son necesarios para prestar servicios de asesoramiento de conformidad con la legislación federal sobre valores y que, si no se realizan o se realizan de forma negligente, tendrían un impacto negativo importante para los clientes.
Además, se exigirá a los asesores que lleven a cabo la debida diligencia y la supervisión de todos los terceros encargados del mantenimiento de registros y que obtengan garantías razonables de que éstos cumplan determinadas normas.
Por último, los asesores serán obligados a “mantener libros y registros relacionados con las obligaciones de supervisión de la nueva norma y comunicar información de tipo censal sobre los proveedores de servicios cubiertos por la norma”, agrega el comunicado.
Gensler, por su parte, aclaró que aunque los asesores han utilizado proveedores de servicios de terceros durante décadas, “su creciente uso ha llevado al personal a hacer varias recomendaciones para garantizar que los asesores que los utilizan sigan cumpliendo sus obligaciones con el público inversor”.
La autoridad valoró que un asesor de inversiones puede subcontrata el trabajo a terceros para reducir los costos, pero advirtió que eso “no cambia las obligaciones básicas del asesor con sus clientes”.
A medida que la demanda del sector de la gestión de activos ha crecido y las necesidades de los clientes se han vuelto más complejas, muchos asesores han contratado a proveedores de servicios de terceros para realizar determinadas funciones o servicios, muchos de los cuales son necesarios para que un asesor preste sus servicios de asesoramiento de conformidad con la legislación federal sobre valores.
Estas funciones pueden incluir el suministro de directrices de inversión, la gestión de carteras, los modelos relacionados con el asesoramiento de inversión, los índices o los servicios o programas informáticos de negociación. La subcontratación puede beneficiar a los asesores y a sus clientes, pero éstos podrían verse muy perjudicados cuando un asesor subcontrata una función o un servicio sin la debida supervisión del asesor, concluyó Gensler.
Tras unas semanas de espera, Credit Suisse ha desvelado su nueva estrategia de transformación, compuesta por “una serie de acciones decisivas”, tal y como las ha denominado en su comunicado, para “crear un banco más sencillo, más centrado y más estable, construido en torno a las necesidades de los clientes”.
El anuncio se produce tras una revisión estratégica llevada a cabo por el Consejo de Administración y el Comité Ejecutivo, que ha dado como resultado una reestructuración radical del Banco de Inversión, una transformación acelerada de los costes y un capital reforzado y reasignado, todo ello con el fin de crear un nuevo Credit Suisse. Según ha insistido, la entidad está adoptando amplias medidas para ofrecer un nuevo modelo de negocio más integrado, con el objetivo de crear valor para los accionistas. “El banco se basará en sus franquicias líderes de Wealth Management y Swiss Bank, con fuertes capacidades de producto en Asset Management y Markets”, ha indicado.
Así, de cara a los próximos años, Credit Suisse abordará varios objetivos. En primer lugar espera reestructurar radicalmente el Banco de Inversión para reducir significativamente los Activos Ponderados por Riesgo (APR), además acelerará la reducción de costes para recordar un 15% hasta 2025 y trabajará en un acuerdo marco con Apollo Global Management y PIMCO para transferir una parte importante de su grupo de productos titulizados y otros negocios de financiación relacionados.
Por último, también ha anunciado la reacción de una Unidad No Básica (NCU), para acelerar la reducción de los negocios y mercados no estratégicos y de baja rentabilidad, con el fin de liberar capital; y lanzado la propuesta de realizar dos ampliaciones de capital para seguir reforzando la base de capital del Grupo y apoyar su nueva orientación estratégica.
Según explica en su comunicado, el banco tiene como objetivo un ratio CET del Grupo antes de la reforma de Basilea III de al menos el 13% a lo largo de la transformación, y un ratio CET del Grupo antes de la reforma de Basilea III de más del 13,5% a finales de 2025. Por ello, la entidad ha anunciado su intención de captar capital con unos ingresos brutos de, aproximadamente, 4.000 millones de CHF mediante la emisión de nuevas acciones a inversores cualificados, incluido el Saudi National Bank, que se ha comprometido a invertir hasta 1.500 millones de CHF para alcanzar una participación de hasta el 9,9%, y mediante una oferta de derechos para los actuales accionistas, sujeta a la aprobación en la Junta General Extraordinaria (EGM) del 23 de noviembre de 2022.
“Se espera que estas medidas se traduzcan en una diversificación de la base accionarial del banco y aumenten el ratio CET del Grupo desde el 12,6% en el tercer trimestre de 2022 hasta un ratio pro forma del 14%”, indican desde la entidad.
Además, el banco estima que los gastos de reestructuración, el deterioro de los programas informáticos y los bienes inmuebles en relación con la transformación ascenderán a 2.900 millones de francos suizos durante el periodo comprendido entre el cuatro trimestre de 2022 y 2024. En este sentido, matiza que la transformación se financiará mediante desinversiones, salidas, las acciones de capital anunciadas hoy y los recursos existentes.
“A lo largo de 166 años, Credit Suisse ha construido una franquicia potente y respetada, pero reconocemos que en los últimos años nos hemos desenfocado. Durante varios meses, el Consejo de Administración, junto con el Consejo Ejecutivo, ha estado evaluando nuestra dirección futura y, al hacerlo, creemos que no hemos dejado ninguna piedra sin remover. Hoy anunciamos el resultado de ese proceso: una estrategia radical y un plan de ejecución claro para crear un banco más fuerte, más resistente y más eficiente, con una base firme, centrada en nuestros clientes y sus necesidades. Al mismo tiempo, seguiremos absolutamente centrados en impulsar nuestra transformación cultural, al tiempo que trabajamos para seguir mejorando nuestros procesos de gestión y control de riesgos en todo el banco. Estoy convencido de que este es el plan para el éxito, ayudando a reconstruir la confianza y el orgullo en el nuevo Credit Suisse, al tiempo que realizamos valor y creamos rendimientos sostenibles para nuestros accionistas”, ha declarado Axel P. Lehmann, presidente del Consejo de Administración de Credit Suisse.
Por su parte, Ulrich Körner, CEO de Credit Suisse, ha afirmado: “Este es un momento histórico para Credit Suisse. Estamos reestructurando radicalmente la Banca de Inversión para contribuir a crear un nuevo banco más sencillo, más estable y con un modelo de negocio más centrado en las necesidades de los clientes. Nuestro nuevo modelo integrado, con nuestra franquicia de Wealth Management, un fuerte banco suizo y capacidades en Asset Management en su núcleo, está diseñado para permitirnos ofrecer una propuesta única y convincente para los clientes y colegas, al tiempo que nos dirigimos al crecimiento orgánico y a la generación de capital para los accionistas. El nuevo Consejo de Administración está centrado en restablecer la confianza a través de la ejecución implacable y responsable de nuestra nueva estrategia, en la que la gestión del riesgo sigue siendo el núcleo de todo lo que hacemos”.
Prioridades estratégicas
Sobre la reestructuración del Banco de Inversión, la entidad explica que su objetivo es ir dando pasos para centrarse en áreas más relacionadas con sus negocios principales en las que tiene una ventaja competitiva. Según indica, “esto implicará la transformación del perfil de riesgo del Banco de Inversión y el objetivo de reducir los APR en, aproximadamente, un 40% para 2025 mediante acciones estratégicas en cuatro áreas”.
La primera de esas áreas será el negocio de Markets, que incluirá los aspectos más fuertes y relevantes de las nuevas capacidades de negociación de Credit Suisse. “Sin dejar de estar plenamente comprometido con el servicio a los clientes institucionales, sus capacidades líderes en productos para inversores de activos cruzados, así como en renta variable, divisas y acceso a los tipos de interés, se alinearán estrechamente con las franquicias de Wealth Management y Swiss Bank”, indican. En este sentido, explican que “esto permitirá a Credit Suisse ofrecer soluciones a medida a los clientes y diferenciarse de otros gestores de patrimonio puros”. Además, la entidad espera que estos cambios permitan reforzar la posición de este negocio como proveedor de soluciones para terceros gestores de patrimonio.
En segundo lugar, el negocio de Markets también apoyará al recién creado CS First Boston. “Las actividades de asesoramiento y mercados de capitales del Banco de Inversiones darán lugar, tras un periodo de transición, a la creación de CS First Boston, una empresa con una cultura de asociación que creemos será competitiva y atractiva para los inversores de referencia, los empleados y los clientes emprendedores. Basándose en su rica herencia en los mercados de asesoramiento y de capitales, se espera que CS First Boston sea más global y más amplia que las boutiques, pero más centrada que los actores del bulge bracket. El futuro CS First Boston prevé atraer capital de terceros, así como una asociación preferente a largo plazo con el nuevo Credit Suisse”, ha señalado Credit Suisse en su comunicado.
Otra de las medidas más relevantes que ha anunciado la entidad es la creación de la Unidad de Liberación de Capital (CRU), que comprenderá una NCU y el negocio de Productos Titularizados del Grupo. Según explica, el objetivo es liberar capital mediante la liquidación de negocios no estratégicos, de baja rentabilidad y alto riesgo. Se espera que la NCU incluya el resto de los servicios primarios, los préstamos no relacionados con la gestión de la salud en los Mercados Emergentes, la presencia del banco en determinados países y determinadas actividades europeas de préstamos y mercados de capitales.
Por último, Credit Suisse ha firmado un acuerdo marco y de exclusividad para transferir una parte significativa de su Grupo de Productos Titularizados (SPG) a un grupo de inversores liderado por Apollo Global Management. Según los términos de la transacción propuesta, los vehículos de inversión afiliados gestionados por Apollo y PIMCO adquirirían la mayoría de los activos de SPG de Credit Suisse y otros negocios de financiación relacionados de Credit Suisse. Además, “celebrarían un acuerdo de gestión de inversiones para gestionar los activos residuales en nombre de Credit Suisse, contratarían al equipo de SPG a la nueva plataforma y recibirían ciertos servicios continuos de Credit Suisse con el fin de mantener una experiencia fluida y de alto contacto para los clientes”, aclaran desde la entidad.
En el comunicado se indica que la transacción propuesta en el acuerdo marco está sujeta a la firma de la documentación vinculante final, que se prevé durante el cuatro trimestre de 2022. Además, el cierre de la transacción propuesta estaría sujeto a las condiciones habituales de cierre y a las aprobaciones regulatorias y se espera que ocurra durante el primer semestre de 2023.
Últimos nombramientos
Junto con este plan estratégico, la entidad también ha comunicado algunos nombramientos. Por ejemplo, Michael Klein dejará el Consejo de Administración, al que se incorporó en 2018, para actuar como asesor del CEO del Grupo, Ulrich Körner, ayudando a lanzar CS First Boston. Está previsto que sea nombrado CEO designado de CS First Boston, incorporándose en 2023 y pendiente de las aprobaciones regulatorias.
Durante este periodo de transición, David Miller continuará en su actual función de director global de Banca de Inversión y Mercados de Capitales, reportando directamente al CEO del Grupo, Ulrich Körner, y apoyando el establecimiento de CS First Boston como un banco independiente.
Además, Mike J. Ebert y Ken Pang han sido nombrados codirectores del negocio de mercados, con efecto a partir del 1 de noviembre de 2022. Según indican desde Credit Suisse, dependerán directamente del consejero delegado del Grupo, Ulrich Körner. Además, Christian Meissner, que ha sido director general del Banco de Inversión y miembro del Consejo Ejecutivo, ha decidido dejar el banco, con efecto inmediato. Por su parte, Louise Kitchen ha sido nombrada Directora de CRU, con efecto a partir del 1 de noviembre de 2022, dependiendo directamente de Dixit Joshi,director financiero.
A raíz de estos cambios, Körner ha declarado: “Estoy encantado de felicitar a Michael, Mike y Ken por sus respectivos nombramientos. Al mismo tiempo, me gustaría dar la bienvenida a Louise a Credit Suisse y agradecer a David su continuo apoyo. Michael aporta una visión y una estimada trayectoria y estoy encantado de que haya aceptado ocupar este puesto esencial. Michael desempeñará un importante papel de liderazgo en Credit Suisse y en el futuro de CS First Boston. Todos estos nombramientos aportan una gran experiencia a nuestra transformación. Poseen un profundo conocimiento del sector y estoy deseando trabajar más estrechamente con todos ellos. Al mismo tiempo, me gustaría agradecer a Christian su contribución y desearle todo lo mejor en sus futuras actividades”.
Morningstar ha publicado hoy su estudio inaugural Global Investor Portfolio Study, que examina cómo los inversores individuales de 14 mercados construyen sus carteras. El estudio revela que existe una gran divergencia en las preferencias de las carteras según la ubicación geográfica del inversor. “Nuestro documento sobre la construcción de carteras muestra que no existe el inversor medio. A medida que los inversores de todo el mundo demandan carteras más personalizadas, es importante entender los factores que impulsan los comportamientos de inversión para mejorar la experiencia inversora y potenciar el éxito financiero de los inversores”, señala Wing Chan, autor principal del estudio y Head of Manager Research para Europa y Asia Pacífico.
El estudio analiza cómo los procedimientos del mercado local, la cultura de inversión, la preparación financiera para una fase de jubilación segura y la normativa afectan a las necesidades financieras de los inversores a nivel global y a la propensión al riesgo en sus carteras. También tiene en cuenta la disponibilidad de productos financieros, la forma en que los inversores abordan la construcción de carteras, la asignación general de activos de las carteras y la magnitud del sesgo del mercado nacional, cuando la exposición geográfica de una cartera está sesgada hacia el mercado nacional del inversor.
Por ejemplo, el estudio revela que los inversores son más propensos a asumir riesgos en sus carteras cuando empiezan a invertir a una edad temprana. Según Morningstar, esto se observa en los mercados con una mayor prevalencia de planes de jubilación de aportación definida, donde los inversores tienden a crear o adherirse a crear carteras más agresivas con una mayor ponderación de la renta variable y una menor exposición a la renta fija y al efectivo. “Esto incluye mercados como Australia, Nueva Zelanda, el Reino Unido y los Estados Unidos”, matizan.
En cambio, destaca que en mercados como Francia, Alemania y Japón, que cuentan con regímenes de prestación definida y, en algunos casos, están respaldados por un sistema integral de asistencia sanitaria y seguridad social, hay menos incentivos para que los inversores tomen sus propias decisiones de planificación financiera. En consecuencia, aclaran, estos inversores tienden a tener carteras conservadoras.
“El sector inmobiliario constituye la mayor parte de la riqueza de activos no financieros a nivel mundial y es la principal razón por la que los inversores se endeudan de forma significativa, especialmente en mercados altamente endeudados como Australia, Canadá, China, Hong Kong y Nueva Zelanda”, indican las conclusiones del informe.
Además, apuntan que el sesgo del mercado doméstico prevalece en todos los mercados, aunque a menudo hay factores adicionales que van más allá de las razones tradicionales como la familiaridad, la accesibilidad y la evitación del riesgo cambiario. “Entre ellos se encuentran el tamaño de los mercados nacionales de acciones y bonos, los controles de capital y las ventajas fiscales”, añaden.
También han quedado reflejados algunos comportamientos concretos. Según el estudio, los inversores estadounidenses suelen tener un gran apetito por el riesgo, ya que los hogares de este país son los que menos dinero en efectivo y depósitos tienen. Los inversores japoneses, sin embargo, representan el grupo más conservador, con más del 50% de los activos de los hogares en efectivo o depósitos, a pesar de más de dos décadas de tipos de interés casi nulos.
Otro dato significativo es que mientras que la inversión sostenible es más popular en Europa, está ganando interés en Australia, Nueva Zelanda y América del Norte, las cuestiones ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) todavía no se han convertido en consideraciones principales cuando los inversores construyen carteras en Asia. “En Estados Unidos, la sostenibilidad desempeña un papel secundario en la selección de inversiones, pero las consideraciones ESG parecen ser especialmente importantes para los inversores más jóvenes”, señala el informe en sus conclusiones.
Por último, avisa de que las criptomonedas ya se incluyen en las carteras de todo el mundo, pero siguen siendo utilizadas por una minoría de inversores, con una fuerte concentración entre los inversores más jóvenes. “Los inversores más favorables a las criptodivisas se encuentran en Singapur, que alberga varias empresas prominentes de criptodivisas, Hong Kong y Canadá, con más del 14% de los activos asignados”, afirman.
Foto cedidaJonathan Graas, nuevo gestor senior de Decalia.
Decalia, gestora de activos con sede en Suiza, ha anunciado la contratación de Jonathan Graas como gestor de carteras senior para reforzar su proceso de inversión y capacidades ESG en las inversiones de renta variable. Grass, que se incorpora desde Degroof Petercam Asset Management (DPAM), se unirá al equipo de inversión de Sustainable Society Fund y gestionará de forma conjunta el Decalia Circular Economy Fund.
“Para proseguir con su expansión, Decalia continúa invirtiendo en sus profesionales, habiendo contratado el año pasado a Alexander Roose como director de renta variable y a Quirien Lemey como gestor de carteras senior, ambos procedentes de DPAM, para gestionar Decalia Sustainable Society Fund. Por consiguiente, Jonathan Graas se reencuentra con sus anteriores compañeros un año más tarde”, ha señalado Rodolfo De Benedetti, socio y director de estrategia de producto de Decalia.
Desde la gestora destacan que Jonathan Graas es un gestor de carteras basadas en análisis fundamental y ESG, con un historial demostrado en acciones temáticas globales. Anteriormente, Jonathan fue el gestor de cartera principal de un fondo sostenible estadounidense y cogestor de dos fondos de temática sostenible (con activos combinados de más de 4.000 millones de euros). Además, tiene un máster en matemáticas aplicadas de la Universidad Católica de Lovaina y un máster en finanzas internacionales de la HEC Paris.
“Analista sectorial de profesión, Jonathan Graas fue formado por Alexander Roose y Quirien Lemey para ser gestor de carteras, por lo que encaja perfectamente en nuestro equipo de inversión temática y refuerza nuestro proceso de inversión”, ha añadido Xavier Guillon, socio y director de Decalia Funds. Antes de su incorporación a la gestora, Alexander Roose y Quirien Lemey llevaban más de diez años gestionando juntos fondos sostenibles. Juntos, cofundaron y gestionaron con éxito una estrategia multitemática, DPAM Equities NEWGEMS Sustainable.
“Esta serie de nuevas contrataciones comenzó con la llegada de Roberto Magnatantini como gestor de cartera principal de Decalia Silver Generation/ Eternity a finales de 2020, que complementó al equipo temático global con su experiencia en el sector salud. Roberto contaba con más de 20 años de experiencia en la gestión de fondos temáticos y de renta variable mundial. Antes de incorporarse a la firma, Roberto Magnatantini fue director de renta variable mundial en SYZ Asset Management, donde pasó 12 años gestionando dos estrategias de la franquicia de fondos OYSTER”, explican desde la gestora.
Benjamin Louvet, gestor especialista en materias primas de la gestora francesa OFI AM, afirma que el mercado de metales ofrece muy poca visibilidad a corto plazo, pero conserva intacto su potencial alcista en el medio y largo plazo. Según explica, el motivo es claro: la elevada demanda de metales para la transición energética, que en el largo plazo provocará alteraciones en el equilibrio entre oferta y demanda, generará subidas de precios.
Para Louvet, la evolución de la industria metalúrgica es difícil de predecir, a causa de la incertidumbre sobre cuál será la evolución de la economía en el corto plazo. Incertidumbre que se sustenta en una serie de factores, como por ejemplo en la posible recesión mundial. «Los cambios en la política monetaria, y la determinación de la Fed de contener la inflación mediante una nueva subida de los tipos de interés, alimentan los temores de una recesión mundial. Europa parece que será la región más afectada, y algunas casas como JP Morgan estiman que las posibilidades de recesión en EEUU superan el 50%. Una caída en el crecimiento afectaría necesariamente al consumo de metales a corto plazo, lo que explica la reciente tendencia a la baja de los precios», afirma.
Otro de estos factores lo protagoniza China, y sus dudas sobre su futuro crecimiento, y su peso en el mercado. «China ha sido un importador neto de zinc durante más de 10 años, aunque este año se ha convertido en exportador neto. Si la actividad económica repunta, el impacto en el consumo y el precio de los metales será palpable, porque la economía china consume aproximadamente el 50% de todos los metales producidos en el mundo en las etapas de normalidad. Además, la política de COVID-Zero ha afectado al crecimiento económico del país, repercutiendo en un menor consumo de metales. Las medidas tomadas por las autoridades han logrado cierta recuperación, pero las restricciones al consumo de electricidad en algunas provincias debido a la sequía son un factor perjudicial para el precio de los metales», explica el gestor de OFI AM.
Por último, señala que las diferentes etapas del ciclo económico también pasará en el mercado de metales. En su opinión, Europa y EE.UU. se encuentran en fases diferentes del ciclo económico, a causa de la crisis energética que afecta a Europa. «Esta diferencia ha provocado un mayor endureciendo monetario en Estados Unidos, lo que repercute en el tipo de cambio euro/dólar situando al dólar en paridad con el euro. Ello tiene consecuencias en las materias primas, porque el comercio internacional de materias primas se realiza en dólares», menciona.
Expectativas mercado metales
La crisis energética europea, según el gestor de OFI AM, amenaza el crecimiento económico de la zona, lo que podría afectar al consumo de metales. Pero el aumento de los precios de la energía, especialmente el gas, también está restringiendo la producción de metales refinados. Por ejemplo, las compañías Glencore a finales del año pasado, y Nyrstar recientemente, han cerrado parte de su capacidad de refinado de zinc, por la subida excesiva de los costes. Y, por su parte, Alcoa y Norsk Hydro han hecho lo mismo en el sector del aluminio, y otras compañías podrían seguir sus pasos, porque los márgenes de los productores son muy bajos.
Sin embargo, considera que, por ahora, el mercado está más pendiente del crecimiento económico que de las consecuencias de la paralización de las fundiciones. Y ello a pesar de que las plantas seguirán cerradas varios meses, incluso algunas podrían no reabrir nunca. Por esos, el gestor sostiene que cuando la actividad económica vuelva a despegar o la transición energética se consolide, la falta de recursos que ya se detectó en 2021, que provocó que el precio de algunos metales se disparara, podría ser aún peor en 2022.
«En el caso de un próximo invierno crudo, o si las relaciones con el gobierno ruso empeoran, el precio del gas podría obligar a cerrar otras capacidades tanto en Europa como fuera del continente. El suministro de gas licuado es limitado, por lo que la parte que va a los países europeos obliga a otros países a prescindir del mismo», advierte.
Según el gestor, es probable que los precios del gas continúen elevados, al menos hasta que finalice la guerra en Ucrania, y estima que, si el conflicto se prolonga, Europa podría tener que limitar sus importaciones de metales desde Rusia, uno de los mayores productores de aluminio, níquel, platino y paladio. «En cualquier caso, las existencias de metales siguen siendo bajas y las previsiones de precios a futuro continúan sugiriendo presiones en la oferta en los próximos meses. Además, los precios de algunos metales se encuentran actualmente en niveles muy defensivos, por lo que el potencial a la baja en precios es poco probable». añade.
Su conclusión
Para Louvet, la visibilidad en el mercado de los metales a corto plazo es escasa, y no se pueden descartar nuevas caídas en los precios de los metales, sobre todo tras comprobar el tono agresivo de la última reunión Jackson Hole, entre el 25 y el 27 de agosto; a lo que se añade la reducción de la capacidad de producción de metales.
«Sin embargo, la creciente demanda de energías verdes puede impulsar el precio de algunos metales claves para la transición energética. En China, el crecimiento de la demanda de vehículos eléctricos, energías renovables y redes desde principios de año ha compensado con creces el déficit de consumo provocado por la ralentización del sector inmobiliario. Por tanto, las decisiones de política monetaria podrían seguir afectando a los precios a corto plazo, pero en el medio plazo, el potencial alcista del mercado sigue intacto e incluso se verá reforzado por los cierres de plantas productoras provocados por la actual crisis energética», concluye el gestor de OFI AM.
Si echamos la vista atrás, hace un año estábamos en un punto muy diferente. Según la decimotercera edición del “Allianz Global Wealth Report” de Allianz, 2021 fue el último año de la antigua «nueva normalidad», caracterizado con mercados bursátiles alcistas e impulsados por la política monetaria.
En 2021, los hogares se beneficiaron de ello por tercer año consecutivo y los activos financieros globales crecieron dos dígitos, alcanzando los 233 billones de euros, registrando un crecimiento del 10,4 %. De hecho, en estos últimos tres años, la riqueza privada aumentó en 60 billones de euros, lo equivale a agregar dos eurozonas a la cesta financiera mundial.
Según las conclusiones del informe, el principal motor de crecimiento fue el auge del mercado de valores, que contribuyó con alrededor de dos tercios al crecimiento de la riqueza en 2021, aunque el nuevo ahorro también se mantuvo elevados. A pesar de registrar una caída de un 19% en 2021, con 4,8 billones de euros, se situaron un 40% por encima del nivel observado en 2019.
La composición del ahorro también cambió ligeramente: la participación de los depósitos bancarios cayó, aunque, con un 63,2%, siguieron siendo la clase de activos preferida por los ahorradores. Por otro lado, el documento indica que los valores, así como los seguros y las pensiones gozaron de un favor creciente entre los ahorradores, pero su participación en el nuevo ahorro fue mucho menor, con un 15,5 % y un 17,4 %, respectivamente.
Punto de inflexión En cambio, 2022 marca un punto de inflexión. Según el informe, la guerra en Ucrania apagó la recuperación posterior al COVID-19 y puso al mundo patas arriba: una fuerte inflación; la energía y los alimentos escasean y el endurecimiento monetario presiona a las economías y los mercados. La riqueza de los hogares se resentirá. Las previsiones apuntan a que los activos financieros mundiales disminuyan más del 2% en 2022, la primera destrucción significativa de la riqueza financiera desde la Gran Crisis Financiera (GFC), en 2008. En términos reales, los hogares perderán una décima parte de su riqueza. Pero a diferencia de la GFC, a la que siguió un cambio relativamente rápido, en esta ocasión la perspectiva a medio plazo también es bastante sombría: se espera que el crecimiento nominal medio de los activos financieros sea del 4,6% hasta 2025, frente al 10,4% de los tres años precedentes. “2021 pone fin a una era. Los últimos tres años fueron extraordinarios. Hubo una bonanza para la mayoría de los ahorradores. No solo 2022 sino los próximos años serán diferentes. La crisis del coste de vida pone a prueba el contrato social. Los gobernantes se enfrentan al enorme desafío de dominar la crisis energética, asegurar la transformación ecológica y estimular el crecimiento mientras la política monetaria frena con fuerza. Ya no hay lugar para errores de política. La clave del éxito serán las medidas innovadoras y específicas a nivel nacional y la unidad europea a nivel supranacional”, afirma Ludovic Subran, economista jefe de Allianz.
Después de un año de tramitación, la Ley Fintech finalmente fue aprobada por el Congreso chileno este mes. Y con ella, según destacaron desde la auditora KPMG en un comunicado de prensa, trae consigo oportunidades y desafíos.
En principio, indicaron, la ley incluye nuevos actores al perímetro regulatorio de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) y la Unidad de Análisis Financiero (UAF), como el “crowdfunding” y las plataformas de transacciones financieras (incluyendo criptomonedas).
También dicta las reglas del sistema de finanzas abiertas, donde los usuarios serán dueños de su información financiera, y será obligatorio para las instituciones compartir tales datos, siempre con la aprobación previa del consumidor.
Uno de los puntos que se discutió en el Senado fue la antigüedad de la información que podrá ser intercambiada, definiéndose que ésta no podrá tener más de cinco años. “Dicha norma busca poner un límite temporal, en relación a la información de las transacciones de los usuarios que podrá ser manejada por el Sistema de Finanzas Abiertas”, explicó Edmundo Varas, director de global de Legal Services de KPMG Chile.
Según señaló, tiene como fundamento la protección de los datos personales y la titularidad de estos mismos por parte del usuario. “En todo caso, no podemos olvidar que esta normativa podría cambiar en el futuro, considerando el proyecto de ley sobre tratamiento de datos personales”, agregó.
Respecto a los impactos que podría tener la nueva ley para las empresas, Varas comentó en la nota de prensa que, “aunque en una primera instancia los bancos e instituciones financieras vieron a las fintech como competidores, ahora están cambiando su percepción, considerándolas como complementarias a sus actividades”. Un ejemplo de esto es el acuerdo marco para captura de datos suscrito entre la ABIF, Banco Estado y la asociación gremial FinteChile.
Otro de los ámbitos que destacó el abogado son las oportunidades de negocios que estarían vislumbrando las empresas financieras con la nueva ley, ya que “a través del desarrollo de un Sistema de Finanzas Abiertas y en base al intercambio de información de sus clientes, se abren nuevos caminos para crear productos personalizados, así como realizar una correcta evaluación de riesgo”.
El mayor desafío de la nueva ley será la adaptación, según el profesional. “Es importante saber que sólo podrán prestar los servicios las instituciones registradas en el Registro de Prestadores de Servicios Financieros que será administración por la CMF”, indicó en el comunicado, para lo cual las fintech deberán cumplir una serie de requisitos.
El proyecto de ley ya fue aprobado por el Congreso y pasará a trámite de promulgación. Posteriormente, será publicada en el Diario Oficial. Si bien esto podría darse en un corto plazo, es importante tener en cuenta que la vigencia de algunas de sus normas dependerá de la normativa que dicte la Comisión para el Mercado Financiero, además de aquella emitida por el Banco Central de Chile.
La rama chilena del Banco Itaú y la aseguradora francesa BNP Paribas Cardif anunciaron la firma de un acuerdo exclusividad entre ambas compañías. La alianza es para la comercialización de una diversa gama de pólizas enfocadas en ofrecer distintas alternativas de protección.
Según informaron a través de un comunicado, el acuerpo –que tiene un plazo de diez años a contar del 14 de octubre de 2022– funcionará a través de la intermediación de Itaú Corredores de Seguros, por medio de la cual Itaú Chile distribuirá productos de BNP Paribas para distintas líneas de productos.
“La aceleración vendrá de la co-creación de un ecosistema de protección único en el mercado local, que sea de referencia regional, con el objetivo de brindar a los clientes una oferta de valor potenciada”, precisó el gerente corporativo de banca minorista de la firma de matriz brasileña, Julian Acuña Moreno.
En cuanto al mercado local, el ejecutivo señaló que presentarán una oferta de valor segmentada, apoyada por lo que describen como un “ecosistema tecnológico”, con herramientas y habilitadores digitales.
Unicorn Strategic Partners (UnicornSP) e iCapital anunciaron este miércoles una asociación exclusiva para distribuir inversiones de alternativos de private market y hedge fund a los asesores financieros en América Latina y distribuidores EE.UU. para no residentes.
UnicornSP actuará como socio de distribución local y especialista en productos para presentar los fondos disponibles en la plataforma insignia de iCapital a los wealth managers de la región, según un comunicado al que accedió Funds Society.
UnicornSP incorporará nuevas contrataciones senior dedicadas por completo a los mercados privados a sus equipos en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Uruguay y Estados Unidos.
Por otro lado, iCapital proporcionará a UnicornSP apoyo de producto a través de su equipo interno de investigación y diligencia, y un conjunto de herramientas educativas a medida.
«Este es un nuevo capítulo para Unicorn Strategic Partners y sus clientes. Subraya nuestro compromiso de ofrecer a los gestores de patrimonio y a sus clientes un acceso más amplio a una serie de oportunidades de inversión diversas», dijo David Ayastuy, managing partner de UnicornSP.
Según Ayastuy, la asociación con iCapital, potencia la capacidad “para satisfacer la creciente demanda de los inversores de alto patrimonio de estrategias de mercado privado y de fondos de cobertura, y apoyar mejor los resultados deseados de sus carteras».
UnicornSP presta servicios a clientes que incluyen bancos privados, corredores de bolsa, asesores independientes registrados, multifamily offices y administradores de activos externos en todos los mercados de América Latina e intermediarios financieros para no residentes en el negocio de EE.UU.
«Estamos encantados de reforzar nuestra presencia en el mercado latinoamericano en asociación con Unicorn Strategic Partners», dijo Marco Bizzozero, Director de Internacional de iCapital.
Bizzozero también hizo hincapié en la “importancia estratégica” que tiene América Latina para iCapital.
“Esta asociación representa nuestro compromiso con los gestores de patrimonios de la región al proporcionarles las soluciones de inversión en mercados privados y fondos de cobertura pertinentes, la experiencia y la educación para ayudarles a alcanzar los objetivos de inversión de sus clientes», concluyó.
Con una inflación en la zona euro del 10%, le toca de nuevo al Banco Central Europeo (BCE) mover ficha en su reunión de este jueves. Desde su última reunión en septiembre, poco ha cambiado en el contexto: la inflación sigue aumentando, la crisis energética persiste y las tensiones geopolíticas también. Por ahora, los expertos y el mercado dan por segura una subida de tipos de interés del 0,75% BCE en su reunión de este jueves.
Por ejemplo, los analistas de Nomura prevén que en la próxima reunión del mes de octubre el BCE eleve los tres tipos de interés clave en 75 puntos básicos (pb), llevando el tipo de interés de la facilidad de depósito al 1,50%. Y pronostican que a eso le seguirá una nueva subida de 75 pb en diciembre. De cara a 2023, cambian su previsión y estiman que el BCE subirá los tipos en 50 pb puntos básicos en febrero, frente a los 25 pb que habían pronosticado inicialmente.
“Esperamos que el BCE vaya más lejos en sus subidas en febrero de 2023 con el objetivo de reducir la inflación subyacente y consideramos probable que suba los tipos 25 puntos básicos en cada una de las reuniones de marzo, mayo y junio de 2023, llevando el tipo de interés de la facilidad de depósito al 3,50%”, matizan.
Sin embargo, según Frederick Ducrozet, director de análisis macroeconómico de Pictet WM, los más agresivos han argumentado que 1% sería ir demasiado lejos, pero que menos de 0,75% destruiría su credibilidad. “Parece haber fuerte consenso respecto a otra subida de 0,5% en diciembre, para llegar al 2% a fin de año, nivel que el economista jefe Philip Lane describe como rango superior de estimaciones del tipo de interés neutral (nivel no estimulante ni restrictivo para la actividad económica), aunque algunos super halcones respaldan el 3% que descuenta el mercado”, explica Ducrozet.
Mabrouk Chetouane, jefe de Estrategia Global de Mercados de Natixis Investment Managers, es de lo que piensa que en esta reunión se subirán 75 puntos básicos, pero cree que el BCE va a tener que aumentar su tasa de refinanciamiento a 3% a finales de año ya que un nivel más bajo es creíble ante la dinámica inflacionaria actual. “Las presiones inflacionarias se están ampliando en todas las economías de Europa y las expectativas de precios más elevados han ganado más injerencia en los procesos de toma de decisiones de los agentes económicos. Si bien el escenario macroeconómico altamente volátil justifica el enfoque de reunión por reunión del banco central, el BCE deberá aclarar esta hoja de ruta. Hacia el año 2023, el BCE deberá elegir entre preservar la estabilidad financiera y combatir a la inflación en un contexto de riesgo elevado, particularmente en términos de crecimiento económico. El ejercicio promete ser algo delicado”, argumenta.
Según resume Konstantin Veit, gestor de carteras en PIMCO, el mercado prevé una subida de tipos de 140 puntos básicos a finales de este año y otros 100 puntos básicos durante el primer semestre del año que viene. “Sigue existiendo una gran incertidumbre en cuanto al tipo de interés neutral para la zona euro, pero todo lo que esté entre el 1,25% y el 2% en términos nominales parece plausible. Por lo tanto, los precios actuales del mercado sugieren un territorio algo restrictivo para el BCE, con un tipo de interés máximo del 3,15% a mediados del próximo año”, aclara Veit.
En su opinión, el tipo de interés final fijado por el mercado parece razonable teniendo en cuenta la información actual, “la gran incertidumbre en torno a la dinámica de la inflación y en relación con otras jurisdicciones de mercados desarrollados importantes, como el Reino Unido o los Estados Unidos”, advierte. Veit considera que se dejará claro que una configuración neutral de la política podría no ser apropiada en todas las condiciones, “especialmente si se enfrenta a una alta inflación puntual que amenace con desanclar las expectativas de inflación a medio plazo o si el impacto de la guerra y la pandemia sobre la capacidad productiva de la economía resulta ser mayor y más duradero de lo esperado”.
¿En un aprieto?
En opinión de Franck Dixmier, director de inversiones global de Renta Fija de Allianz Global Investors, la situación del BCE es cada vez más incómoda, con vientos en contra que dificultan su tarea. “El cumplimiento de su mandato le obliga a subir los tipos tanto como sea necesario para llevar la inflación a una senda compatible con su objetivo de estabilidad de precios. Pero la combinación de políticas en la zona del euro apenas ayuda: los planes gubernamentales de apoyo al poder adquisitivo y a la demanda están fomentando el aumento de los precios”, argumenta.
Sin duda, la institución monetaria es consciente de la alta probabilidad de tiene la economía comunitaria de entrar en recesión, sobre todo ante el actual shock energético, lo que pone al BCE en una situación complicada con respecto a su ciclo de subida de tipos, según Lale Akoner, estratega de mercado sénior en BNY Mellon Investment Management. “Con la subida de esta semana y otra prevista en diciembre, el BCE se está dando margen para hacer una pausa a principios de 2023, cuando los efectos a largo plazo de la crisis del gas y el petróleo rusos serán más evidentes, sobre todo si el Viejo Continente sufre un invierno particularmente frío y se resiente por una aplicación deficiente de los topes al precio de la energía minorista que fomente la demanda de energía e intervenciones fiscales poco acertadas que no logren afianzar la confianza de los inversores en los países periféricos de la eurozona”.
En opinión de Gilles Moëc, economista jefe en AXA Investment Managers,el BCE se ha puesto en una posición un poco delicada al argumentar que está tomando decisiones «reunión por reunión», mientras que en la práctica da fuertes indicaciones sobre los próximos pasos. Considera que hay dos fuerzas que están alimentando la actitud agresiva del BCE: la política fiscal y la estila de la Fed.
“La decisión de Berlín de desencadenar otro estímulo significativo para proteger su economía contra el coste persistentemente alto de la energía, si bien puede frenar la inflación en los próximos meses, también puede convencer al BCE de que debe hacer más de su parte para reducir la demanda. En segundo lugar, creemos que la “atracción gravitacional” de la Fed sigue ejerciendo una influencia significativa sobre el BCE, ante el riesgo de permitir otra depreciación del euro, ahora que ha quedado claro que Estados Unidos no está dispuesto a tratar de frenar el dólar”, argumenta.
Los otros mensajes de la reunión
Además, según Martin Wolburg, economista senior en Generali Investments, la presidenta Lagarde aprovechará la reunión para dejar claro que se avecinan nuevas subidas de tipos y dar más pistas sobre su hoja de ruta. “Con el tipo de depósito en el 1,5%, se alcanzará el llamado rango de política neutral, entre el 1% y el 2%. Esperamos que haya indicios de que la reducción de los balances y el desmantelamiento de las compras realizadas en el marco del Programa de Adquisición de Activos también entren en juego. Además, dado que la inflación probablemente haya alcanzado su punto máximo (septiembre/octubre) y que la zona del euro ya se encuentra en recesión, la justificación de nuevas subidas a gran escala pierde algo de sustento. En definitiva, el BCE volverá a hacer hincapié en la dependencia de los datos, al tiempo que mantendrá el modo de endurecimiento. En diciembre, cuando actualice sus proyecciones macroeconómicas, hará una evaluación más exhaustiva de la política económica”, afirma Wolburg.
Más allá de la subida que se anuncie, Dixmier considera que en la reunión de mañana será interesante escuchar a la presidenta del BCE, Christine Lagarde, sobre la reducción del balance del banco central. “De hecho, la reunión de los gobernadores debería darles la oportunidad de empezar a discutir el endurecimiento cuantitativo (Quantitative Tightening – QT). Se espera que Christine Lagarde reafirme que el QT no comenzará hasta el final del ciclo de subidas de tipos, sin dar detalles sobre el calendario. Este enfoque no es consensuado, ya que el presidente del Bundersbank, Joachim Nagel, ya ha expresado su deseo de reducir el balance cuanto antes. Esto es algo que los mercados lo observarán con interés”, añade.
En este sentido, Kevin Thozet, miembro del comité de inversión de Carmignac, coincide y no ve tan claro cómo el BCE abordará los 8.700.000 millones de euros que componen su balance ni qué dirá al respecto en su reunión de mañana. “Teniendo en cuenta que otros grandes bancos centrales han empezado a vender bonos, y que las directrices del BCE estipulan que el tamaño del balance se abordará mucho después de la primera subida de tipos, la lógica dictaría que el BCE debería afrontar el primer ajuste cuantitativo de su historia. Sin embargo, dada la violencia de los recientes movimientos en los mercados de tipos de interés y su desconexión con los fundamentos económicos, el uso de este instrumento de política monetaria podría ser más problemático que beneficioso. Por lo tanto, habrá que preparar cuidadosamente su uso”, comenta.
Para Ulrike Kastens, Economist Europe para DWS, para entender la gestión que el BCE puede hacer de su balance es necesario distinguir entre dos cuestiones. Según explica, por un lado, está la cartera de bonos del BCE, cuyo tamaño se mantiene sin cambios gracias a las continuas reinversiones y que “es poco probable que se tome una decisión al respecto en la reunión de octubre, sobre todo teniendo en cuenta la volatilidad del mercado de bonos”. En cambio, argumenta Kastens, es probable que la reunión de octubre se centre en los depósitos de los bancos en el BCE.
“Mientras tanto, alrededor de 4.700 mil millones de euros se encuentran en la facilidad de depósito y generar intereses, lo que proporciona a los bancos unos ingresos por intereses de entre 30.000 y 40.000 millones de euros. Esperamos que el BCE pueda limitar esto ofreciendo condiciones menos generosas en las subastas a largo plazo, lo que podría llevar a un reembolso más rápido en estas subastas a medio plazo. Con todo, el enfoque de la política monetaria sigue siendo el aumento de los tipos de interés como instrumento de dirección más importante para la orientación de la política monetaria. El fin de la reinversión, por otra parte, es probable que se produzca con bastante cautela en 2023”, concluye.
Por último, Peter Goves, analista de renta fija de MFS Investment Management, también ve posible que Lagarde insista en que el BCE responde a los datos con decisiones tomadas reunión por reunión, en lugar de una orientación estricta en cuanto a tiempo o estado. «Además, es muy probable que el BCE ajuste los precios de los TLTRO y que se confirmen las orientaciones relativas al PEPP (programa de compras de emergencia frente a la pandemia) y las reinversiones del APP (programa de compras de activos). Es probable que en la conferencia de prensa se planteen preguntas sobre el endurecimiento cuantitativo (QT) en el futuro», afirma Goves.