Cuatro gráficos que explican por qué la economía de EEUU es tan resiliente

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La economía estadounidense se encuentra en una encrucijada. Están apareciendo grietas y el crecimiento se está ralentizando, ya que las políticas arancelarias lastran la contratación y frenan el gasto de los consumidores. Por otro lado, la inteligencia artificial generativa (IA) está impulsando un aumento de la productividad. La pregunta es: ¿puede la IA llenar las grietas de la economía estadounidense?

Los obstáculos derivados de las restricciones comerciales son reales, pero los impulsos de la IA podrían ser aún más poderosos. Prevemos que el crecimiento del PIB se ralentizará hasta el 1 % o menos en la segunda mitad de 2025, pero no auguramos una recesión. De hecho, la megatendencia de la IA podría convertirse en un impulso estructural y acelerar el crecimiento en 2026 y 2027.

Las inversiones en IA han superado a las de la era puntocom

Gráfico 1

Las empresas tecnológicas han invertido cientos de miles de millones de dólares en IA, a pesar de las preocupaciones sobre el rendimiento futuro de su inversión.

La mayor parte de ese gasto se ha destinado a la construcción de centros de datos que consumen mucha electricidad. El auge ha beneficiado a determinadas empresas de semiconductores, industriales y de generación de energía. Por ejemplo, Modine Manufacturing, que construye sistemas de gestión de la temperatura utilizados en estos centros, ha visto cómo sus acciones subían un 22,1 % este año hasta el 26 de agosto. Los acuerdos de Constellation Energy con los gigantes tecnológicos Meta y Microsoft para suministrar energía nuclear a los centros de datos han contribuido a impulsar sus acciones un 41,5 % durante el mismo periodo.

Por supuesto, todo ese gasto plantea la pregunta: ¿Nos dirigimos hacia una crisis que rivalice con la debacle tecnológica del año 2000? No descartaría un «invierno de la IA«, pero la revolución de los ordenadores personales y de Internet de la década de 1990 es diferente de la historia tecnológica actual. La primera se centró en el hardware, la conectividad, las redes y la información, mientras que la IA se centra en la extracción del conocimiento acumulado. Y, a diferencia de la burbuja puntocom, las empresas actuales disponen de abundante liquidez y obtienen sólidos beneficios. Las valoraciones varían mucho, por lo que un análisis profundo y fundamental puede ayudar a separar a los ganadores de los perdedores.

En última instancia, es posible que los mayores ganadores del ciclo de gasto en IA aún no existan. Los primeros pioneros, como Cisco, construyeron la infraestructura de Internet que dio lugar a empresas como Netflix, Amazon y Google. La construcción de la infraestructura de IA actual podría allanar el camino para que florezca una nueva generación de empresas.

Los aumentos repentinos de la productividad son poco frecuentes, y este es uno de ellos

Gráfico 2

Los grandes aumentos de la productividad son poco frecuentes en las economías desarrolladas. En EEUU se necesitaron años para que los ordenadores personales e Internet proporcionaran aumentos sustanciales de la productividad. Creo que la IA puede haber marcado el comienzo de una nueva era de productividad excepcional.

Producir más por hora permite a las empresas mantener o aumentar sus beneficios, incluso cuando aumentan los salarios y los gastos. Una alta tasa de crecimiento de la productividad ha proporcionado durante mucho tiempo a Estados Unidos una ventaja estructural y contribuye a su condición de líder económico. En comparación con muchas economías desarrolladas, Estados Unidos es líder en productividad.

Creemos que la productividad de EEUU podría casi duplicarse hasta alcanzar una tasa anual del 4 % en los próximos cinco años. Este aumento es constructivo para el PIB e incluso podría ayudar a moderar la inflación.

Aunque preocupa que los cuellos de botella de la IA puedan frenar el potencial de productividad, tenemos la esperanza de que los avances ayuden a resolver estos problemas. Los costes de implementación de los modelos de lenguaje grandes (LLM) son un 90 % más baratos que hace dos años.

En la conferencia anual de economistas celebrada este verano en Dublín, observamos un aumento significativo en el número de personas que aplican la IA a su flujo de trabajo. Esta historia coincide con el uso que Capital Group hace de la IA: está muy extendida y ha supuesto un ahorro de costes y tiempo superior a las expectativas iniciales. Como resultado, estamos dedicando más recursos a la formación de los empleados y a la IA agencial, que requiere una supervisión humana mínima.

Los mercados laborales se están reconfigurando para el futuro

Gráfico 3

Desde las máquinas de coser hasta los automóviles, las nuevas tecnologías han transformado los mercados laborales. El impacto de los ordenadores personales en los mercados laborales nos recuerda que las innovaciones tecnológicas han creado puestos de trabajo nuevos, más numerosos y, a menudo, mejor remunerados tras un periodo inicial de desplazamiento laboral.

Según un informe de McKinsey & Company, entre 1970 y 2015, los ordenadores personales destruyeron 3,5 millones de puestos de trabajo en EEUU, relacionados en su mayoría con la mecanografía, la contabilidad y la auditoría. Durante ese mismo periodo, los ordenadores personales también crearon 19,3 millones de puestos de trabajo, lo que supuso un aumento neto de 15,8 millones.

Es probable que la IA no sea diferente, y estamos siendo testigos de algunos desplazamientos laborales. No es casualidad que los despidos se concentren en las empresas tecnológicas que invierten fuertemente en IA. Muchas se centran en preservar los márgenes de beneficio y varias contrataron en exceso durante la pandemia. Al mismo tiempo, se encuentran inmersas en una guerra de ofertas para contratar investigadores y desarrolladores de IA.

Los economistas están empezando a incluir la IA en los modelos económicos y se han centrado en las ganancias de eficiencia para comprender el impacto en los mercados laborales. Es importante separar las tareas de los puestos de trabajo: la IA permite en última instancia a los trabajadores centrarse en otras actividades de mayor valor y ampliar sus funciones actuales.

Por supuesto, no podemos ignorar el hecho de que los aranceles y la incertidumbre que los rodea han provocado despidos y congelaciones de la contratación. Los próximos meses podrían arrojar más luz sobre la trayectoria de los mercados laborales, pero por ahora no vemos indicios de un malestar generalizado.

Las señales apuntan a una desaceleración, no a una recesión

Gráfico 4

Hay muchos motivos para preocuparse por la economía estadounidense. La inflación ha subido, la creación de empleo ha bajado y el PIB se está debilitando. Creemos que estas son señales de una desaceleración económica a mitad de ciclo, más que de una recesión.

Eso no significa que no vaya a haber dificultades, sobre todo porque aún no se han materializado todos los efectos de los aranceles del presidente Trump. Además, las valoraciones del mercado de valores son elevadas, por lo que cualquier perturbación podría cambiar el panorama. Una desaceleración económica suele dejar poco margen para el error.

No obstante, los vientos favorables de la IA seguirán impulsando las inversiones y llenando las grietas de la economía estadounidense. Los beneficios de las empresas también se han mantenido en general, y algunas han informado de un gasto de consumo saludable, especialmente entre los clientes con mayores ingresos. El director financiero de Disney, Hugh Johnston, declaró recientemente que a sus consumidores les iba muy bien. Por último, es posible que la Reserva Federal reanude pronto su ciclo de recortes de tipos, lo que podría reducir los costes de financiación y ayudar a sacar a la economía de una mala racha.

Inversión en ciberseguridad: una oportunidad de crecimiento en la era digital

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Vivimos en un mundo cada vez más conectado, donde la digitalización es la base de nuestras vidas. Desde nuestras casas inteligentes y vehículos con sistemas de asistencia, hasta el almacenamiento de datos en la nube y las aplicaciones que utilizamos para trabajar y comunicarnos, la tecnología forma parte esencial de nuestro día a día. En este contexto, la ciberseguridad juega un papel fundamental para proteger lo que más importa: nuestra información, que las empresas sigan operando sin problemas y que la sociedad siga funcionando con normalidad.

Lejos de ser solo una barrera frente a amenazas, la ciberseguridad es un sector que impulsa la innovación tecnológica y la transformación digital. Permite que empresas operen con confianza y que nuevas tecnologías puedan implementarse sin comprometer la seguridad ni la privacidad. Por eso, el crecimiento de este sector es imparable y se está convirtiendo en uno de los grandes pilares económicos y tecnológicos de los próximos años.

Factores que impulsan el crecimiento de la ciberseguridad

Varias tendencias están acelerando esta expansión. En primer lugar, la digitalización y la conectividad han alcanzado niveles sin precedentes. Actualmente, ya hay más de 20.000 millones de dispositivos conectados a internet (desde electrodomésticos hasta sensores industriales) y se espera que esta cifra siga creciendo. Cada uno de estos dispositivos puede ser una puerta de entrada para ciberdelincuentes, por lo que la demanda de soluciones de seguridad es constante.

En segundo lugar, el contexto geopolítico añade un componente estratégico a la ciberseguridad. Los conflictos entre países y la competencia global se trasladan cada vez más al ciberespacio, con ataques que van más allá de la interrupción de servicios: afectan infraestructuras críticas, propiedad intelectual y seguridad nacional. Por ello, tanto gobiernos como empresas están invirtiendo en su protección digital.

Además, la aparición de nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial y la automatización, está transformando el panorama de la ciberseguridad. Si bien estas herramientas pueden ser utilizadas para diseñar ataques más sofisticados, también ofrecen nuevas formas de defensa, permitiendo detectar y responder a las amenazas con mayor rapidez y eficacia.

Finalmente, la regulación y la legislación en materia de protección de datos y seguridad digital son cada vez más estrictas. Esto obliga a empresas de todos los sectores a implementar medidas sólidas y a invertir más recursos para cumplir con estas normativas, lo que a su vez impulsa la demanda de servicios y productos especializados en ciberseguridad.

Oportunidades de inversión en un sector en auge

El conjunto de estas dinámicas está dando lugar a un mercado en constante crecimiento. Según estudios recientes, el gasto global en soluciones de ciberseguridad superará los 200.000 millones de dólares en el corto plazo y se espera que crezca a un ritmo anual cercano al 12,6% durante los próximos años, hasta 2030. Esta demanda creciente no solo implica una mayor inversión en productos tecnológicos, sino también la aparición de nuevas empresas especializadas, startups innovadoras y grandes compañías que amplían sus capacidades en esta área. Además, los avances en inteligencia artificial aplicada a la ciberseguridad están permitiendo desarrollar soluciones que detectan amenazas en tiempo real, gestionan riesgos y protegen infraestructuras cada vez más complejas.

Por tanto, este crecimiento sostenido convierte al sector en una oportunidad atractiva para inversores que buscan exposición a una industria con fuerte potencial de desarrollo y solidez ante ciclos económicos adversos.

El fondo Allianz Cyber Security, lanzado en 2021, está especialmente diseñado para ofrecer exposición a empresas líderes en este mercado, con foco en compañías de mediana capitalización que destacan por su innovación y capacidad de expansión. Su objetivo es identificar negocios con ventajas competitivas claras y un sólido potencial a largo plazo. De este modo, Allianz Cyber Security permite a los inversores posicionarse en un sector estratégico que, además de proteger el mundo digital, ofrece oportunidades reales de rentabilidad.

 

Artículo escrito por Erik Swords, gestor del fondo Allianz Cyber Security en Allianz GI.

Tras la guerra comercial, es hora de evaluar una nueva era para el comercio y la cooperación mundiales

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A medida que se calma la última oleada de aranceles y parece que la mayoría de los aranceles anunciados están destinados a perdurar en lugar de ser «invitaciones a negociar» (con Suiza y la India como principales excepciones), es hora de resumir el nuevo orden mundial comercial, económico y geopolítico que está surgiendo de las cenizas del antiguo.

Para ser claros, seguiremos viendo cambios, amenazas y «acuerdos» en el futuro, pero parece que ahora nos encontramos en un periodo algo análogo al otoño de 2021, cuando el pánico inicial por la pandemia de COVID-19 dio paso a una perspectiva más pragmática. Aunque se seguían vigilando de cerca el número de casos, las tasas de hospitalización y la eficacia de las vacunas —al igual que hoy se siguen vigilando los aranceles recíprocos, los aranceles sectoriales y las promesas de inversión—, la conversación ya no estaba dominada por un único tema y los inversores podían tener una visión más general del entorno en desarrollo.

¿Trump ganó?

Puede ser difícil de admitir, pero el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, parece haber logrado lo que pocos creían posible: imponer aranceles enormemente desequilibrados sin apenas represalias. Es un «resultado» de 15 % a 0 %, incluso en el caso de los «mejores acuerdos», como los firmados con Japón o la Unión Europea, y además recibió titulares impresionantes como incentivo adicional. (Dicho esto, no está claro si las inversiones de 600 000 millones de dólares y los 750 000 millones de dólares en energía acordados con la UE, por ejemplo, serán diferentes en su ejecución a los términos acordados con China en el primer mandato de Trump, que simplemente nunca se materializaron. Si se llevaran a cabo, las inversiones a esta escala en una economía que ya funciona casi a plena capacidad podrían ser menos eficientes y más inflacionistas).

Al amenazar con tipos tan altos que probablemente habrían empujado a los propios Estados Unidos y a varios de sus socios comerciales a la recesión (especialmente en el caso de represalias generalizadas), al mezclar el comercio con muchas cuestiones no relacionadas —sobre todo, por ejemplo, el contexto de seguridad de la UE o Japón— y al eliminar uno a uno a sus oponentes comerciales, que no lograron coordinarse en un dilema del prisionero de manual, Trump logró reordenar unilateralmente las reglas del comercio mundial.

Los mercados financieros se rebelaron inicialmente y le obligaron a cambiar de rumbo el 9 de abril. Sin embargo, durante la pausa de 90 días que siguió, la probabilidad de una recesión y de inestabilidad financiera en Estados Unidos pareció disminuir. Salvo un breve episodio con China, no hubo represalias significativas por parte de los socios comerciales. Fundamentalmente, el «Big Beautiful Bill» se aprobó en una forma más favorable para el mercado de lo que se temía inicialmente, menos irresponsable desde el punto de vista fiscal y sin riesgos para la estabilidad financiera, como sanciones a los titulares extranjeros de activos estadounidenses. Aunque sigue habiendo preocupación por el impacto a largo plazo del aumento de la deuda estadounidense, los mercados se han vuelto más optimistas con respecto a los aranceles estadounidenses. En lugar de una probabilidad al 50 % de recesión, los inversores volvieron a reevaluar el crecimiento estadounidense, que podría descender un 1,5 % en los próximos dos o tres años, pero amortiguado por un estímulo de aproximadamente un 1 % procedente del proyecto de ley, financiado en parte por los ingresos arancelarios, en un contexto de inflación que aumentará aproximadamente un 2 % durante el mismo periodo.

¿Estados Unidos ha salido perdiendo?

Aunque se trata de una gran victoria política para Trump, la economía estadounidense y, en especial, su motor principal, el consumidor estadounidense, podrían ser los grandes perdedores de este nuevo acuerdo comercial. Podría decirse que las decisiones políticas tomadas por Estados Unidos en los últimos cuatro meses han supuesto un esfuerzo de redistribución de la riqueza de los estadounidenses comunes y corrientes hacia los estadounidenses ricos y las grandes empresas. Son los consumidores estadounidenses, y predominantemente la parte más pobre de la población, con altas tasas de consumo, quienes pagarán en mayor medida los aranceles, principalmente en forma de una mayor inflación a largo plazo. En muchos casos, también renunciarán al acceso a la asistencia sanitaria, mientras que los ricos se beneficiarán de una reducción permanente de los impuestos de sociedades. Las medidas populares, como las exenciones fiscales para las propinas, no cambian significativamente esta ecuación, sino que son más bien simbólicas en proporción.

Con la publicación el 1 de agosto de los datos sobre nóminas, y especialmente las revisiones de los dos meses anteriores, también parece que el daño económico de cuatro meses de grave incertidumbre ha sido mayor de lo que se suponía. La caída de la tasa de crecimiento del mercado laboral es significativa si se sitúa en su contexto histórico (Anexo 1). El crecimiento del empleo en Estados Unidos rara vez ha caído tan bajo —a unos 35 000 nuevos puestos de trabajo al mes, según las estimaciones— sin entrar en territorio negativo y significar una recesión.

Estos datos se suman al crecimiento algo débil del PIB en el segundo trimestre. Si bien la cifra general se mantuvo en una tasa anualizada del +3 %, esto se debió principalmente a distorsiones en el calendario de importaciones y exportaciones. El crecimiento del «PIB básico» de las ventas finales a compradores privados nacionales ha experimentado un descenso continuo durante tres trimestres. Su último valor fue del +1,2 % anualizado, lo que también es un nivel que rara vez se alcanza, salvo en el preludio de una recesión (gráfico 2). Las excepciones recientes, en las que el crecimiento del PIB subyacente cayó por debajo del 1,2 % pero no hubo recesión, se produjeron en 2022 y a finales de 2018, que fueron momentos difíciles para los activos de riesgo.

¿Ha perdido Estados Unidos aliados?

Aunque el régimen arancelario de Trump evolucionara, sus repercusiones podrían sentirse durante algún tiempo. El carácter unilateral de los «acuerdos» y la humillación sufrida por los líderes nacionales plantean la pregunta de cuáles serán las consecuencias económicas de la paz comercial a largo plazo.

Las lecciones aprendidas en los últimos cuatro meses permanecerán en la memoria de los socios comerciales de Trump, lo que, como mínimo, fomentará el deseo de reducir la exposición y la dependencia de los Estados Unidos. Quizás también traten de unirse a otros y busquen venganza. Transformar un mundo en el que la mayoría de los actores clave eran aliados comprometidos de los Estados Unidos en uno habitado por antagonistas, en solo cuatro meses, sería una pérdida asombrosa de poder blando.

Los ataques contra aliados en el extranjero también han ido acompañados de una campaña interna contra las instituciones independientes. Trump despidió al director de la Oficina de Estadísticas Laborales después de que el informe sobre el empleo de julio revelara que el crecimiento del empleo se había estancado. También ha atacado a la Reserva Federal (Fed). Estas incursiones corren el riesgo de erosionar aún más la confianza de los mercados financieros y las instituciones de Estados Unidos.

Esto nos lleva a una pregunta clave, que se hace urgente debido a este deterioro a largo plazo: si Estados Unidos se acercara a una recesión, ¿con qué arsenal cuenta para combatirla? La ratio deuda/PIB se sitúa en el 120% y el déficit presupuestario ha sido del -6 % anual, mientras que la inflación está expuesta a una presión alcista inusual debido a los aranceles, incluso en un escenario de desaceleración. Los responsables políticos estadounidenses podrían enfrentarse a dos opciones poco envidiables: una austeridad estricta que prolongaría la duración y la gravedad de la desaceleración, o dejar que la inflación supere el objetivo mientras se monetizan los estímulos fiscales. La segunda opción, que requeriría una Fed más complaciente que la actual, podría abrir la puerta a una estanflación a largo plazo.

Tras un repunte a corto plazo, podría ser prudente adoptar un enfoque selectivo con respecto a EE. UU.

Si los datos macroeconómicos de EE. UU. siguen siendo, como mínimo, ambiguos a corto plazo, las acciones mundiales y quizá incluso las estadounidenses podrían beneficiarse. Además de la disminución de la incertidumbre, existen factores positivos en muchas regiones, como el crecimiento de los beneficios empresariales, los estímulos fiscales alemanes y los vientos favorables de la política monetaria.

Sin embargo, a medio plazo, podría haber argumentos más sólidos para adoptar una posición más selectiva con respecto a EE. UU., tanto en renta variable como en divisas. Los inversores de EE. UU. y de todo el mundo siguen sobreponderando los activos estadounidenses, especialmente la renta variable, y estas acciones siguen cotizando con valoraciones elevadas, no solo en las empresas innovadoras en crecimiento, sino en todos los sectores. Esto supone un punto de partida incómodo. Una desaceleración de la economía estadounidense, sin un margen fiscal suficiente para adoptar las medidas adecuadas, sería un escenario difícil de gestionar.

A corto plazo, parece que la apuesta de Trump por los aranceles no ha afectado a las perspectivas de los activos de riesgo. A largo plazo, al poner fin a un periodo de liberalización e integración comercial mundial que ha durado décadas, es posible que haya introducido una serie de riesgos complejos que los inversores tendrán que sortear en los próximos años.

 

 

Artículo escrito por Andreas de Maria Campos, jefe de equipo de Asignación Activa Minorista y director de Investigación de asignación de Renta Variable en Allianz GI.

Kushal Kshirsagar se une a Chicago Atlantic procedente de BlackRock

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Chicago Atlantic ha anunciado el nombramiento de Kushal Kshirsagar como managing partner de Private Wealth Solutions. 

Kshirsagar llega procedente de BlackRock y será responsable de llevar las estrategias de mercados privados de Chicago Atlantic a los inversores particulares y sus asesores, dice la información de la empresa.

Anteriormente, Kshirsagar desempeñó diversas funciones en las divisiones de Estrategias Multiactivos, Asesoramiento Patrimonial Estadounidense e iShares de BlackRock, entre las que se incluyen las de portfolio manager de los Modelos de Renta Estadounidenses de BlackRock, estratega principal de Carteras UHNW para Asesoramiento Patrimonial Estadounidense y Responsable de Estrategia y Desarrollo de Negocio para iShares en Asia. Antes de BlackRock, Kshirsagar trabajó en UBS, Credit Suisse y Vanguard y se doctoró en Finanzas por la UNC – Chapel Hill.

«Me atrajo la combinación única de experiencia en suscripción, rigor analítico, trayectoria demostrada y espíritu emprendedor de Chicago Atlantic. En un mercado abarrotado de estrategias de crédito privado indiferenciadas que participan en las mismas operaciones de club respaldadas por patrocinadores, Chicago Atlantic destaca por su experiencia en sectores y mercados en los que existen razones estructurales para una oferta insuficiente de capital», afirmó Kshirsagar.

 

Los indicios de desaceleración en el crecimiento van acumulándose en EE.UU.

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Foto de Artur Aldyrkhanov en Unsplash

Septiembre ha comenzado haciendo honor a las pautas estacionales de comportamiento que históricamente viene mostrando el S&P 500, y que han sido contrarias a los intereses de los accionistas, sobre todo en este mes que comienza. Tras el susto de los primeros días de agosto, todo parecía alinearse para que este año se rompiesen las estadísticas: un aluvión de datos macro mejores de lo esperado – y las palabras de Jerome Powell- aliviaron las preocupaciones que el repunte en la tasa de paro implicaba para la longevidad de este ciclo económico.

Sin embargo, con el dato más importante de la semana, la creación de empleo, por debajo de lo previsto, las encuestas del sector industrial (PMI e ISM) también volvieron a despertar las dudas entre los que compran la tesis de una Fed salvadora que regale a los inversores el aterrizaje suave.

Aunque el ISM rebotó tímidamente en agosto, de 46,8 a 47,2, y el subíndice de empleo se mantuvo razonablemente estable, el dato quedó por debajo de las expectativas de 47,5 (en zona de contracción de actividad) y prolongó una racha de cinco meses de contracción.

La producción disminuyó a un ritmo más rápido (de 45,9 a 44,8) y tanto los nuevos pedidos para consumo doméstico, como los nuevos pedidos de exportación, “cancelados”, se contrajeron fuertemente (-2,8 puntos a 44,6 y -0,4 puntos a 48,6, respectivamente). Esto, unido a una notable acumulación en los inventarios (+5,8 puntos, hasta 50,3), impulsó a la baja el ratio pedidos/inventarios que suele anticipar la evolución del del ISM en 1-3 meses.

Visto con perspectiva, el ISM es un indicio más del proceso de ralentización económica que viene atisbándose en Estados Unidos y no es positivo para las optimistas expectativas en crecimiento de beneficios por acción, ni tampoco para el mercado de crédito. La actualización del Libro Beige esta semana nos deja la misma impresión, con 9 de los 12 distritos que participan en su confección (solo eran 5 en la entrega del pasado mes de julio) comunicando un crecimiento estancado o en declive.

En el sector servicios, en apariencia, la situación es más estable si atendemos al resultado del indicador agregado (ISM Servicios), que en agosto experimentó un ligero alza (+0,1) y se mantuvo por encima del umbral de 50 (51,5). No obstante, los comentarios entre los encuestados relativos a «pedidos cancelados» o “disminución en ventas” (los altos costes de los alimentos están afectando la demanda de los clientes) son cada vez más frecuentes. Esto es importante porque, si bien es cierto que en el caso del sector terciario la evolución en nuevos pedidos a nivel local es tranquilizadora, los de exportación cayeron casi 8 puntos, situándose cerca de la contracción (50,9), como también lo hizo el subíndice de libro de pedidos (marcando un mínimo de 12 meses de 43,7 en agosto).

La demanda de mano de obra en servicios representa la parte más importante de las nóminas en EE. UU. y el subíndice en el sondeo ISM Servicios muestra que se ha estancado (50,2), después del empuje que tradicionalmente se produce durante las vacaciones de verano.

La pérdida de inercia en el mercado de trabajo, algo de lo que venimos hablando ya varios meses y que el Libro Beige vuelve a destacar como punto preocupante, queda también expuesta en la actualización de los índices JOLTS.

Las ofertas de trabajo en EE.UU. disminuyeron de 7,91 millones (revisados a la baja) a 7,67 millones en julio, el nivel más bajo desde 2021 y muy por debajo de las expectativas de 8,1 millones y de los 12 que veíamos en 2022. Así, la proporción de puestos pendientes de cubrir por desempleado queda 1:1, cuando en 2022 era de 2:1, lo que muestra, en línea con la inercia positiva en peticiones acumuladas de paro, que aquellos que pierden su trabajo (la tasa de despidos subió 0,1% hasta el 1,1 %) lo están teniendo bastante más complicado para encontrar uno nuevo.

El porcentaje de vacantes sobre empleados se acerca peligrosamente al segmento de aceleración en paro que muestra la curva Beveridge cuando esta métrica alcanza el umbral del 4,5% (estamos ahora en 4,6% y venimos de 4,9% el mes pasado). Esta disminución en la oferta de empleo queda corroborada por fuentes alternativas, como LinkUp, por ejemplo, que calcula un porcentaje de caída en anuncios de empleo desde los máximos de 2022 muy similar al que se desprende de las cifras JOLTS.

De acuerdo con este análisis del gobernador de la Fed Christopher Waller, si el porcentaje de vacantes continúa descendiendo, la tesis de un aterrizaje suave quedaría invalidada. Recordemos que la demanda de trabajo sube por las escaleras en entornos de expansión, pero se tira por la ventana cuando el ciclo pasa a su fase de ralentización.

Con todo ello, el dato de nóminas conocido el viernes podría inclinar la balanza hacia un recorte de un 0,5% en los tipos oficiales en la reunión de septiembre de la Reserva Federal.

A favor, el empeoramiento en la creación de empleo, que es ahora la preocupación principal de Jerome Powell, y la proximidad de las elecciones presidenciales que reducen su margen de maniobra incrementando a la vez la incertidumbre. En contra, sobre todo, el temor a un repunte de la inflación. Las expectativas a largo plazo están estables, pero en zona de máximos, y podrían desplazarse al alza si la Fed es excesivamente agresiva y la inflación subyacente (IPC y PCE) permanece alejada aún del objetivo del 2%. Adicionalmente, una maniobra de este calado podría asustar a los inversores, que pasarían a descontar con más firmeza el escenario de ralentización.

El mercado no da por hecho una rebaja de 50 puntos básicos, pero va animándose y apuesta por un ajuste de -1,1% en los fed funds de aquí a final de 2024. Aunque el ritmo natural de recortes para la Fed es de 0,25% por trimestre, el ~40% de probabilidades que la curva asigna a que sean 0,5% en esta ocasión parece razonable dadas las circunstancias. No obstante, que Powell relaje en los 12 próximos meses la tensión en política monetaria 2x por encima de la velocidad de crucero habitual (los futuros descuentan ~230pbs de caída en tipos de aquí a septiembre 2025), no parece factible fuera del contexto de una recesión.

Los datos macro que hasta esta semana hemos ido conociendo y que daban apoyo a la tesis de aterrizaje suave, el balance positivo resultante del periodo de publicación de resultados del segundo trimestre y el inminente inicio de un ciclo de recorte de tipos han permitido al mercado sostener máximos, pero cada vez con más volatilidad.

No obstante, los indicios de desaceleración en el crecimiento van acumulándose y un PER de 21x sobre expectativas de crecimiento en BPA entre 11%-15% no deja mucho margen para el error.

Ignacio Juliá, nuevo CEO de Santander España

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Banco Santander ha decidido nombrar consejero delegado de Santander España a Ignacio Juliá, hasta la fecha CEO de ING para España y Portugal. Juliá sustituirá a Ángel Rivera en el cargo a partir del 1 de octubre, una vez obtenidas todas las aprobaciones regulatorias. Su nombramiento ayudará a acelerar el proceso de transformación del modelo de negocio para dar mejor servicio al cliente y, al mismo tiempo, generar mayor crecimiento y eficiencia.

Ignacio Juliá ha sido uno de los protagonistas de la trayectoria de ING desde su lanzamiento como primer banco digital en España en 1999. CEO de ING para España y Portugal desde 2021, antes fue director financiero y de riesgos y responsable de negocio minorista, puesto desde el que, junto al consejero delegado de esa entidad, impulsó los cambios que permitieron a ING pasar de ser un banco orientado al producto a una entidad centrada en el cliente a través de los canales digitales. Además de su trayectoria en España, Ignacio Juliá desarrolló parte de su carrera profesional en Polonia, donde también dirigió el negocio de banca minorista. En 2016, fue nombrado responsable global de banca minorista de ING, cargo que compaginó con el de director global de innovación.

Ángel Rivera deja el grupo

Ángel Rivera se incorporó al grupo en abril de 2013 como responsable de la distribución en la red de oficinas en España. Fue, además, director general de la división de banca comercial del grupo entre 2015 y 2017 y desempeñó un papel clave en la transformación comercial del banco en México. En 2020, se incorporó de nuevo a Santander España, donde lleva casi dos años como CEO después de haber sido el responsable de banca comercial en España.

Ángel Rivera, que permanecerá en el banco hasta final de año para apoyar en la transición, deja el grupo con el objetivo de desarrollar su carrera profesional en otros ámbitos del mundo de la empresa, tras más de 30 años en el sector financiero y superadas las metas que se le plantearon cuando fue nombrado CEO de Santander España, con más de un millón de clientes captados y crecimiento recurrente y rentable.

Ana Botín, presidenta de Banco Santander, señala: «Estamos encantados de anunciar la incorporación de Ignacio Juliá como consejero delegado de Santander España. Es un profesional joven, de gran experiencia en el modelo de banco que queremos ser. Estoy convencida de que su experiencia y su perfil nos ayudará a acelerar la implantación de las plataformas globales y a impulsar el crecimiento de Santander España. Quiero agradecer a Ángel Rivera por su contribución en su larga trayectoria en el grupo y por su liderazgo en Santander España, que nos ha permitido avanzar en la construcción de un banco más orientado al cliente y más responsable”.

El BCE da su visto bueno a la operación de BBVA y Banco Sabadell

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Foto cedidaCiudad del BBVA en Madrid (España).

La propuesta de OPA de BBVA a Sabadell sigue los trámites habituales, en términos de autorizaciones por parte de los reguladores bancarios, antes de ser votada por los accionistas. Ayer fue el Banco Central Europeo (BCE) quien emitió su aprobación (no oposición) a la operación. 

Desde la entidad explican que la referida «no oposición» del BCE es un requisito previo para que la Comisión Nacional del Mercado de Valores autorice la Oferta a efectos de lo dispuesto en el artículo 26.2 del Real Decreto 1066/2007, de 27 de julio, sobre el régimen de las ofertas públicas de adquisición de valores . En palabras del presidente de BBVA, Carlos Torres Vila, el visto bueno del regulador europeo supone “un nuevo hito muy relevante que subraya, además, la solidez y solvencia de este proyecto”. Según ha recordado Torres Vila, “la unión de Banco Sabadell y BBVA crea una entidad más fuerte y rentable, que tendrá una capacidad adicional de concesión de crédito a familias y empresas de 5.000 millones de euros al año”. 

Al igual que ocurría al inicio de la semana con el pronunciamiento a favor de la autoridad británica de regulación prudencial (Prudential Regulation Authority o PRA, por sus siglas en inglés), esta autorización es una de las condiciones a las que estaba sujeta la oferta de compra a los accionistas de Banco Sabadell y un paso necesario para completar la misma. Según ha reconocido el presidente de BBVA, esperan recibir el resto de autorizaciones según el calendario previsto y “avanzar en el proyecto más atractivo de la banca europea”.

Según explica Carola Saldias Castillo, analista de bancos de Scope Ratings, la no oposición recibida de parte del BCE a la oferta de compra de Banco de Sabadell por parte de BBVA completa un importante objetivo para BBVA, ya que confirma la validez y el potencial de la operación. «El fortalecimiento del modelo de negocios y el posicionamiento en el mercado español que generararía la transacción, tanto para BBVA como para Banco de Sabadell, se consolida como una alternativa de valor para el sistema bancario en general, así como también para clientes y accionistas», apunta Saldias.

Por su parte, el Banco Sabadell no se ha pronunciado oficialmente, aunque algunas fuentes del sector apuntan que la entidad considera que estas aprobaciones eran esperadas. Tras ella, aún queda el turno de la CNMV -quien por ahora solo ha admitido a trámite la OPA- y la CNMC.

Real Madrid: la marca de fútbol más valiosa y fuerte del mundo

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La marca Real Madrid, con un valor de 1.700 millones de euros, se vuelve a posicionar como líder en el ranking Football 50 2024 de Brand Finance, consultora independiente experta en valor de marca. Esta clasificación anual identifica cuáles son las marcas de clubes de fútbol más valiosas y fuertes del mundo y, según los resultados de su última edición, el Real Madrid no es solo la marca de club de fútbol más fuerte -título que ya poseía en 2023-, sino también la más valiosa del mundo. 

El último informe de Brand Finance sobre las marcas más valiosas del fútbol mundial revela un panorama variado pero prometedor para los clubes españoles. En un entorno altamente competitivo, algunos clubes han demostrado un crecimiento notable, consolidando su posición en la élite global del fútbol. El Real Madrid CF se corona nuevamente como la marca más valiosa del mundo, liderando no solo entre los equipos españoles, sino a nivel global. El club ha experimentado un impresionante crecimiento del 16% en su valor de marca, alcanzando los 1.700 millones de euros.

Además, su índice de fortaleza de marca (BSI) de 96.26 reafirma su posición dominante. El Real Madrid ha mantenido su relevancia gracias a lucrativos acuerdos de patrocinio, como el de Adidas, y a la renovación del Estadio Santiago Bernabéu, lo que promete mejorar significativamente sus ingresos comerciales. En el ámbito de la sostenibilidad, el club ha implementado diversas iniciativas para reducir su huella de carbono.

Por su parte, el FC Barcelona, por su parte, mantiene una sólida presencia en el tercer puesto global, con un valor de marca de 1.500 de euros millones y un crecimiento del 12%. A pesar de los desafíos financieros recientes, el Barcelona ha mantenido importantes acuerdos de patrocinio, incluyendo su asociación con Spotify, y avanza en el proyecto Espai Barça, enfocado en la eficiencia energética y la sostenibilidad ambiental del Camp Nou.

El Club Atlético de Madrid, aunque ha descendido una posición hasta el 13º puesto, sigue siendo el tercer club español más valioso, con EUR519 millones. El Atlético ha consolidado su posición con acuerdos sólidos de patrocinio y un estadio, el Wanda Metropolitano, reconocido por su diseño sostenible y eficiencia energética.

El Athletic de Bilbao ha sido la sorpresa positiva, ascendiendo 9 posiciones hasta el puesto 35, con un valor de 125millones de euros y un crecimiento del 11%. Sin embargo, otros clubes españoles han enfrentado desafíos, como el Sevilla FC, que cayó 7 posiciones hasta el puesto 32, y el Real Betis, que retrocedió 5 posiciones al puesto 39. El Valencia CF logró mantenerse relativamente estable, bajando solo una posición al puesto 48, aunque su valor de marca decreció un 11%. Finalmente, Villarreal CF experimentó la caída más pronunciada entre los clubes españoles, descendiendo 14 posiciones hasta el puesto 50, con una disminución del 32% en su valor de marca.

“Existen dudas sobre si los clubes españoles podrán seguir el ritmo del Real Madrid. El fichaje de Kylian Mbappé por parte del Real Madrid, junto con la presencia de los favoritos al Balón de Oro, Jude Bellingham y Vinicius Júnior, consolida aún más su dominio. La pregunta sigue siendo si estas grandes estrellas podrán beneficiar al equipo o crear un choque entre grandes jugadores” comenta Pilar Alonso Ulloa, Managing Director Iberia (España, Portugal) y Sudamérica de Brand Finance.

La Premier League inglesa tiene la mayor cantidad de clubes (17) que aparecen en el ranking Top 50, así como el valor más alto de cualquier liga, con 8.100 millones de euros frente a los 4.500 millones de LALIGA en segundo lugar. Seis de estos clubes figuran en el top 10, con el Manchester United FC (valor de marca aumentado un 3% hasta 1.400 millones) y el Liverpool FC (valor de marca aumentado un 1,5% hasta 1.400 millones) manteniendo las posiciones 4ª y 5ª respectivamente. El Arsenal FC, el Tottenham Hotspur FC y el Chelsea FC mantienen los puestos 8º, 9º y 10º, respectivamente.

El gigante francés Paris Saint-Germain FC (PSG) (valor de marca aumentado un 7% hasta 1.200 millones de euros) ha caído una posición en general, situándose en el 7º puesto, con el club alemán FC Bayern Munich (valor de marca aumentado un 12% hasta 1.200 millones) adelantándose ligeramente en el 6º. Cabe destacar que se espera que la marcha de las superestrellas mundiales Messi, Neymar y Mbappé afecte a las perspectivas comerciales del club, lo que podría llevar a una reducción de las ventas de merchandising, una disminución de los valores de patrocinio y un posible declive en el compromiso de los aficionados internacionales. Dicho esto, el fuerte rendimiento del PSG en el campo sigue impulsando su reputación global, subrayado por un aumento considerable en su puntuación BSI hasta 86.2/100.

El club de fútbol alemán Bayer 04 Leverkusen (valor de marca aumentado un 72% hasta 333,6 millones de euros) experimentó el mayor aumento de valor de marca en la tabla, así como un significativo aumento de 9 puntos en su índice de fuerza de marca hasta 70,5%. El club alcanzó hitos históricos en 2024, ganando su primer título de la Bundesliga y la Copa de Alemania. Estos logros han impulsado la imagen de marca del club, obteniendo altas puntuaciones por ser ambicioso, jugar un fútbol emocionante y tener una base de aficionados apasionada. El club también obtiene una alta puntuación por estar bien gestionado, reforzado por el liderazgo del ex futbolista Xabi Alonso. El club jugará en la Champions League el próximo año, lo que impulsará aún más su exposición e ingresos, y ayudará a consolidar un período legendario en la historia del club.

Así se transforma M&G para ser una organización más ágil y eficiente

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Foto cedidaAndrea Rossi, CEO del Grupo.

M&G sigue avanzando en la consecución de las tres prioridades estratégicas que se ha marcado: fortaleza financiera, simplificación y crecimiento. Así lo ha manifestado durante la presentación de los resultados del primer semestre del año, durante la cual ha reconocido “avances significativos en la transformación de M&G, centrándonos en nuestras prioridades estratégicas”, durante estos últimos 18 meses. 

“A pesar de un entorno de mercado desafiante en la primera mitad del año, hemos presentado otro desempeño financiero sólido, con un beneficio operativo ajustado y una generación de capital que casi igualan los excelentes resultados del año pasado. Nuestra agenda de simplificación avanza a buen ritmo, logrando unos ahorros de costes de 121 millones de libras esterlinas hasta el momento. Hemos avanzado considerablemente en todos nuestros objetivos financieros y, reflejando nuestro historial de cumplimiento y nuestro compromiso con resultados sólidos para los accionistas, ahora anunciamos mejoras en nuestras metas de generación de capital y ahorro de costos”, señala Andrea Rossi, CEO del Grupo.

Según explica Rossi, la firma sigue impulsando sus prioridades estratégicas, “combinando las operaciones de Vida y Patrimonios para acelerar nuestro plan de crecimiento en el mercado minorista del Reino Unido. “También vemos oportunidades de crecimiento en nuestra presencia internacional y en la ampliación de nuestra oferta de productos”, señala. 

La transformación de M&G

Dentro del balance que hace la firma de esta primera mitad del año, destaca que han logrado un buen impulso en su programa de Transformación y que están en el “punto medio” de este medio de tres años para “crear una organización más ágil y eficiente”. Para lo cual, “continuamos mejorando nuestra capacidad para dar respuesta a los clientes, reducir costes y liderar crecimiento”, afirman. 

Según sus resultados, en el primer semestre de 2024, lograron reducir los un 4% en comparación con el mismo periodo de 2023, “compensando con creces las presiones inflacionarias y liberando recursos para apoyar la inversión en iniciativas de crecimiento, gracias a los ahorros de costos de 121 millones de libras desde el lanzamiento del programa a principios de 2023”, matizan. 

Tras una revisión estratégica y siguiendo su compromiso con la disciplina operativa, explican que han decidido enfocar y racionalizar su estrategia de Patrimonios, combinando las operaciones de Vida y Patrimonios bajo el liderazgo de Clive Bolton. “Con este cambio, nos enfocaremos mejor en atender al mercado minorista del Reino Unido, complementando PruFund con soluciones de seguros de vida, reduciendo duplicaciones y mejorando la eficiencia”, comentan. 

Respecto a su plan para reducir costes, explica que han aumentado su objetivo de 200 millones de libras a 220 millones para 2025, gracias a los progresos que han hecho hasta ahora. “Este aumento en el objetivo excluye cualquier beneficio adicional derivado de la racionalización de nuestro modelo operativo anunciado en el marco de la presentación de los resultados semestrales. 

Crecimiento y perspectivas

La gestora considera que está “navegando con éxito en un entorno macroeconómico desafiante”. “Hemos logrado un desempeño sólido mientras posicionamos al Grupo para un crecimiento sostenible a largo plazo, con un enfoque en modelos de negocio ligeros en capital en las áreas de Gestión de Activos y Seguros de Vida”, destacan. 

Según argumenta, la firma está bien posicionada para enfrentar el actual clima económico incierto debido a su modelo de negocio diversificado, presencia internacional, productos y servicios atractivos, capacidades de inversión y experiencia. “El progreso logrado en los primeros seis meses del año respalda nuestra confianza continua en cumplir con nuestras prioridades estratégicas y objetivos financieros, ya que seguimos enfocados en transformar a M&G para ofrecer excelentes resultados a nuestros clientes y accionistas”, señalan. 

En este sentido, la gestora ha reiterado que sus prioridades son claras: “Mantener nuestra solidez financiera, construir sobre el progreso ya alcanzado en la simplificación del negocio, y lograr un crecimiento rentable en el Reino Unido e internacionalmente”.

La búsqueda de escala continúa impulsando la consolidación entre los gestores de patrimonios

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La consolidación sigue siendo una tendencia muy viva en toda la industria financiera. Según el último informe de Cerulli Associates sobre este sector, titulado «Consolidación de gestores de patrimonios: analizando los factores detrás de un entorno de acuerdos de M&A», la búsqueda de escalas y el objetivo de estar presente en la mayor parte de la cadena de valor del asesoramiento están impulsando la actividad de fusiones y adquisiciones en toda la industria. La consultora considera que este tendencia generará un entorno más competitivo para las gestoras.

El imperativo de volverse más grande y más rentable ha gobernado gran parte de la actividad de M&A intensificada que ha estado en marcha en la industria de gestión de activos y patrimonios durante más de una década, resultando en un entorno dominado por actores clave. Según Cerulli, las cinco principales firmas de gestión patrimonial controlan el 57% de los activos bajo gestión de los corredores/dealers (B/D) y el 32% de los asesores de B/D, mientras que las 25 principales firmas de B/D y sus diversos afiliados controlan el 92% de los AUM y el 79% de los asesores.

Los gestores de patrimonios se centran cada vez más en proporcionar una gestión de patrimonios verdaderamente integral, persiguiendo M&A para fortalecer capacidades y capturar más de la cadena de valor. Aunque aumentar la participación en la cartera del cliente ha sido un objetivo esquivo de la industria durante décadas, Cerulli observa una considerable oportunidad de consolidación entre los inversores acaudalados. Según la investigación, el 57% de los hogares asesorados preferiría consolidar sus activos financieros en una sola institución; sin embargo, solo el 32% usa el mismo proveedor para servicios de gestión de efectivo e inversión.

“A raíz de una fusión o adquisición, las empresas rara vez emergen como máquinas bien engrasadas que ofrecen capacidades y ofertas de servicios de primera clase. La integración vertical de sistemas tecnológicos, la migración de cuentas de clientes y los cambios en la cultura laboral son todos puntos de dolor potenciales cuando una organización se reestructura. A medida que las firmas de gestión de patrimonios entran en nuevos segmentos a través de la adquisición, deben tener un plan para la transición de los clientes a modelos de servicio que satisfagan sus necesidades”, afirma Bing Waldert, Maning Director de Cerulli.

Según la firma, ahora más que nunca, la due diligencia es un paso que debe desarrollarse completamente. “Los acuerdos que tienen sentido en papel pueden resultar ser cuentos con moraleja cuando los adquirentes calculan mal el impacto de fusionar operaciones”, dice Waldert. “En un entorno de gestión de patrimonios donde los asesores y los activos están en movimiento más que nunca, existe un potencial incrementado de que un acuerdo pueda tener ramificaciones negativas para la retención de asesores”, concluye Waldert.