Atribuido a Juan Rodríguez Juárez, Retrato del virrey Fernando de Alencastre Noroña y Silva, duque de Linares ca. 1711-1716 Gobierno de la Ciudad de México, Secretaría de Cultura de la Ciudad de México y Salón de Cabildos. El Met de Nueva York recibe la exposición Painted en México, 1700-1790: Pinxit Mexici
Compromiso Social Citibanamex, a través de Fomento Cultural Banamex, presentará la exposición Painted en México, 1700-1790: Pinxit Mexici en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.
Luego de ser vista por más de 160.000 personas en el Palacio de Cultura Citibanamex – Palacio de Iturbide, en la Ciudad de México, y por 95.000 en el Los Angeles County Museum of Art (LACMA), esta muestra continúa su recurrido por uno de los museos más importantes del mundo: The Metropolitan Museum of Art de Nueva York, donde estará abierta al público del 24 de abril al 22 de julio de 2018.
Painted in Mexico, 1700-1790: Pinxit Mexici reúne más de un centenar de obras, muchas inéditas o restauradas para la exposición, provenientes de colecciones públicas y privadas de México, Estados Unidos, España, Malta y Portugal. La muestra se divide en siete núcleos temáticos y tiene por objetivo revalorar, de manera amplia y a profundidad, la relevancia de la pintura novohispana del siglo XVIII.
La curaduría estuvo a cargo de Ilona Katzew, curadora y jefa del Departamento de Arte Latinoamericano del LACMA y por los curadores y autores invitados: Jaime Cuadriello, de la Universidad Nacional Autónoma de México; Paula Mues Orts, de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH); y Luisa Elena Alcalá, de la Universidad Autónoma de Madrid.
Además, la muestra se acompaña de una publicación bilingüe, coeditada por Los Angeles County Museum of Art y Fomento Cultural Banamex. A través de más de 500 páginas, el libro reúne la investigación realizada por el equipo curatorial y se ilustra con imágenes de las obras que integran la exposición, además de obras inéditas, fotografiadas por primera vez.
Este proyecto expositivo y editorial ha recibido las mejores críticas en medios de prensa nacionales e internacionales; según el diario Los Angeles Times: “es un notable logro curatorial, una de las exposiciones más memorables del año”, mientras que el New York Times incluyó la publicación en su lista de los mejores libros de arte del año.
Cándida Fernández de Calderón, directora de Fomento Cultural Banamex comentó: “Painted in Mexico forma parte de una serie de proyectos expositivos y editoriales que buscan rescatar y promover la pintura producida en el México virreinal. Por más de 20 años, este objetivo se ha materializado en múltiples exposiciones, tanto en México como en los museos más importantes del mundo, como la Real Academia de San Fernando y el Museo del Prado en Madrid, el Louvre en París, el LACMA en Los Ángeles y ahora, el Met de Nueva York, que tras recibirnos el año pasado con la primera exposición monográfica en Estados Unidos de un artista novohispano: Cristóbal de Villalpando, continúa hoy promoviendo el estudio de la pintura novohispana y su aporte en la historia del arte mexicano y occidental.”
Andrés Albo Márquez, director de Compromiso Social Citibanamex, comentó: “En Citibanamex nos enorgullece formar parte de este excepcional proyecto que combina la tradición del Banco Nacional de México por preservar y promover el patrimonio cultural mexicano y la presencia global de Citi, llevando lo mejor de México al mundo.”
Painted in Mexico, 1700-1790: Pinxit Mexici es organizada por Los Angeles County Museum of Art (LACMA) y Fomento Cultural Banamex, A.C., con el apoyo de Citibanamex y de Fundación Diez Morodo, A.C., y la colaboración de la Secretaría de Cultura de México.
La muestra estará abierta hasta el 22 de julio en la galería 999 del Met de Nueva York, ubicado en el número 1000 de la Quinta Avenida de esa ciudad.
The Trump National Doral is the setting in which Funds Society celebrated its fifth Investment & Golf Summit on April 12th and 13th . Nine Proposals in Equities, Debt, Convertibles and Multi-Assets from the Investment & Golf Summit 2018 Organized by Funds Society in Miami
Janus Henderson, Thornburg, Vontobel, GAM, RWC, AXA IM, Schroders, Columbia Threadneedle y MFS: son las gestoras que están siendo protagonistas de la quinta edición del Investment & Golf Summit 2018, organizado por Funds Society y que se celebra en Miami los días 12 y 13 de abril en el campo de golf Blue Monster, en el Trump National Doral. Mientras en la segunda jornada el golf será el protagonista, a lo largo del primer día las gestoras han acaparado la atención de los en torno a 80 selectores de fondos, asesores financieros, banqueros privados y profesionales involucrados en la toma de decisiones de inversión para el cliente no residente en EE.UU. y que han asistido a las conferencias.
El jueves, las gestoras presentaron sus mejores ideas para un entorno más volátil y en el que las miradas están puestas en la inflación estadounidense y el ritmo de subidas de tipos de la Fed. Un contexto en el que pueden obtenerse rentabilidades con estrategias tanto en renta variable (global, europea, emergente…), como en renta fija (high yield dinámico, bonos convertibles, MBS, deuda emergente…) y multiactivos. En renta variable, las ideas llegaron de la mano de Janus Henderson, Columbia Threadneedle Investments y Thornburg, con estrategias respectivas en bolsa china, smallcaps, y bolsa global.
En acciones emergentes, Charlie Awdry, gestor de Janus Henderson, repasó lo que pueden esperar los inversores en 2018 y dónde cree que se encuentran las mejores oportunidades en la renta variable china. El gestor se mostró crítico con la eliminación del límite presidencial de dos mandatos –que reduce la distinción entre el Partido Comunista y el Estado-, pero resaltó que, en política, no todo es negativo en el país, apuntando al foco del presidente Xi en reducir la desigualdad y los riesgos financieros, y sobre todo, a las reformas (tanto en el ámbito social como económico, que llevarán a una mayor consolidación en algunas industrias pesadas del país). Y sobre todo, explicó que las reformas en las SOEs (las empresas en las que el Estado tiene una participación mayor al 50%) serán positivas para los accionistas: “Las reformas en las SOEs empezarán a provocar mejores decisiones de asignación de capital, incluyendo mayores dividendos”.
El gestor también señaló cómo el país ha pasado de tener el foco en el crecimiento, a ponerlo en las reformas, la lucha contra la corrupción (mejorando la eficiencia en los negocios) y, desde al año pasado, el desapalancamiento, de forma que la deuda será menor que en el pasado. Y también el crecimiento: Awdry habló de ciclos económicos más cortos y un pico actualmente, vaticinando un crecimiento algo más bajo tras el verano, pero sin llegar a un hard landing y que podría remontar a finales de año. Como factor positivo, señaló una mejor relación entre el dólar y el renmimbi más favorable que en el pasado, y habló de tres riesgos adicionales: las guerras comerciales (habrá más fricciones y competencia, que obligarán a mayores negociaciones con EE.UU.), Corea del Norte y Taiwán.
Pero, más allá del contexto económico y político, destacó las oportunidades que ofrecen algunas compañías chinas: “Muchos piensan que las firmas no son buenas, por su carácter estatal o por su baja calidad, pero hay espacios muy interesantes para invertir”, destacó, señalando el segmento de Internet, donde el país es muy innovador. En su fondo, su posición principal es Alibaba, listada en Nueva York, con un altísimo porcentaje de cuota de mercado en el espacio del e-commerce, y la segunda Tencent, listada en Hong Kong (con datos que invitan a la inversión como el hecho de que un tercio de sus usuarios pasan más de 4 horas diarias en la aplicación). El problema de algunos valores que representan la nueva China (de tecnología, salud o consumo) es su precio, de forma que su cartera actualmente se divide a partes iguales entre estos segmentos y los más característicos de la vieja China (energía, materiales, industrias, bancos o utilities), más baratos actualmente. De hecho, el gestor defendió la gran oportunidad en las acciones H de los bancos del país (y también en algunas compañías en manos del estado), que compró en el segundo trimestre del año pasado por la mejora en sus fundamentales, por las atractivas valoraciones y, de forma táctica, por los dividendos anuales del 5%-6% que ofrecen.
Su fondo de renta variable china trata de buscar las mejores oportunidades en tres mercados: el de Hong Kong (donde ve las valoraciones atractivas y que ocupa dos tercios de su cartera), acciones A (que aún ofrecen descuento y suponen algo menos del 20% de la cartera) y acciones chinas listadas en EE.UU. (ahora, con valoraciones menos atractivas y un pico en el mercado, lo que hace sugerir que es momento de vender y razón por la que han reducido sus posiciones). Sobre las acciones A, el gestor señaló el atractivo de la liberalización de los mercados chinos y el potencial que supone que MSCI se disponga a incluir estas acciones en los índices de bolsa emergente próximamente. Como oportunidad, también el hecho de que las posiciones de los inversores están por debajo de los niveles de 2013. “China es una apuesta muy interesante en este momento: es un mercado volátil pero hay oportunidades. Nuestra estrategia es dejar atrás la beta y pensar cada vez más en la selección de valores y en la generación de alfa”, concluía el gestor.
Oportunidades en smallcaps
Siguiendo con las oportunidades en renta variable, la ponencia de Mark Heslop, gestor de small caps en el equipo de renta variable europea deColumbia Threadneedle Investments y de la estrategia Globlal Smaller Companies –lanzada hace cuatro años-, se centró en el potencial de las compañías de pequeña capitalización. La historia muestra que estas firmas pueden proporcionar mayores retornos y un crecimiento más rápido que las empresas de gran capitalización y las razones son varias: en primer lugar, la proporción de negocios en los que los gestores son también los dueños de la empresa es mayor en el segmento de smallcaps, lo que conlleva que, cuando toman decisiones de inversión, lo hacen con un horizonte de más largo plazo. “Muchas large caps se gestionan con la vista puesta en los resultados del siguiente trimestre y no se centran tanto en la creación de valor a medio y largo plazo”. Además, las firmas más pequeñas tienen “la humildad y la flexibilidad” para cambiar de negocio si ven oportunidades, en comparación con las grandes. “Son razones que justifican el crecimiento más rápido de las smallcaps y espero que esta tendencia continúe”, decía el gestor. Como motivos adicionales para su atractivo, un mayor universo de inversión, y con mayores niveles de ineficiencia o una menor cobertura de estos valores son factores que suponen grandes oportunidades para generar alfa dentro de este segmento.
Y también desde un punto de vista cuantitativo –rentabilidad ajustada al riesgo- ofrecen atractivo: “Algunos dicen que las smallcaps son un activo con mucho riesgo pero no es así, y puede ser el mismo que al invertir en large caps. Por un poco más de volatilidad, se puede obtener el doble de retornos”, indicaba el gestor, que señalaba que si a 20 años los retornos de las grandes firmas han sido del 4,1% con un 15,2% de volatilidad, los de las smallcaps han sido del 7,7% con una volatilidad del 17,6%.
La estrategia de la gestora en este segmento es bottom-up y está centrada en la calidad de las compañías, pero también en el crecimiento (siempre que ese crecimiento cree valor para el accionista). Debido a su filosofía de inversión, la cartera cuenta con infraponderaciones y sobreponderaciones estructurales, en función de dónde encuentran firmas con alta calidad y buenas dinámicas de crecimiento: sobreponderan industriales, un buen área para encontrar estas firmas, mientras al otro lado cuesta encontrar nombres con estas características en financieras o utilities, y en general, en segmentos muy regulados. Por regiones, la sobreponderación es para Europa sin Reino Unido.
Más allá de las pequeñas compañías, en bolsa global, Josh Yafa, director de Client Portfolio Management deThornburg Investment Management, habló de las oportunidades en el activo, en su caso también enfocando la inversión desde una perspectiva totalmente bottom-up, aunque sin perder de vista la situación macroeconómica, el análisis sobre el ciclo económico y las valoraciones. De hecho, el gestor habló de un contexto económico positivo, con los PMIs globales en expansión en el primer trimestre del año, ratios de desempleo por debajo de la media de 1990-2017 y otros indicadores que muestran que nos encontramos en un periodo de expansión económica.
Sobre las valoraciones de la renta variable, destacó que están ligeramente por debajo de las de finales de 2006 (aunque por encima de las de finales de 2008), y resaltó un factor positivo: la ratio de deuda neta/ebitda, tanto a finales de 2008 como de 2006 en el entorno de 4,7 veces, se encuentra ahora en 1,8 veces, un factor positivo. El gestor habló también de un mundo en el que, tras la retirada de los estímulos de los bancos centrados, habrá más diferenciación en los mercados, lo que beneficiará a los gestores activos y destacó también el hecho de que, según los flujos hacia fondos y ETFs, los inversores siguen mostrando preferencia por bonos que por acciones.
En este entorno, Thournburg busca diferenciarse de otras compañías: con sede en Santa Fe (Nuevo México), construye carteras de alta convicción (su cartera de renta variable global cuenta con 30-40 nombres). “En Thornburg adoptamos un enfoque disciplinado en la construcción de carteras, guiados más por convicciones que por convenciones. En lugar de utilizar puntos de referencia como punto de partida, aplicamos una gestión flexible y activa para buscar los mejores resultados para nuestros clientes”, añadía Yafa.
Con un punto de vista centrado en las rentas, la entidad presentó también su estrategia de renta variable global que no solo busca la apreciación del capital sino también invertir en firmas dispuestas a pagar dividendos, así como una tercera estrategia multiactivo, compuesta por renta variable –con unos 50 nombres con una rentabilidad por dividendo del 3%- y renta fija (Investment Income Builder), y que invierte de forma global. “Las empresas que proporcionan una mayor ratio de payout suelen también acabar ofreciendo un mayor crecimiento de beneficios”, destacaba el experto. La estrategia, flexible en cuanto a exposición geográfica y sectores, está posicionada sobre todo en segmentos como financieras y firmas de telecomunicaciones y cuenta con baja exposición en firmas muy reguladas como utilities.
Aún oportunidades en renta fija
En renta fija todavía hay oportunidades, a pesar del entorno complicado por las dinámicas de normalización monetaria. Gestoras como Vontobel, GAM, AXA IM o Shroders, ofrecieron sus ideas centradas en obtener rentas con un enfoque global, en el valor que todavía hay en el high yield en EE.UU., en la deuda emergente o en la oportunidad en los MBS.
Centrado en la obtención de rentas, y con su estrategia de Strategic Income -que tiene como objetivo proporcionar un nivel atractivo de ingresos con el crecimiento del capital como segundo objetivo-, Mark Holman, CEO y gestor de TwentyFour, boutique de Vontobel AM, presentó su estrategia, que combina las mejores fuentes de rentas en el segmento de deuda de todo el mundo en una cartera sin restricciones y sin apalancamiento, gestionada de forma independiente a los índices, con una gestión activa de los riesgos de tipos y de crédito y centrada en el valor relativo y en la liquidez. “2018 será un año duro para la renta fija: hay un 85% del mercado que no me gusta pero aún hay un 15% que sí”, comentó.
Si tuviera que comprar un bono hoy, sería en crédito (no en el espacio de la deuda pública) y, dado que el ciclo y las valoraciones están maduras, tendría que ser de alta calidad y bien analizado, para evitar los riesgos de default. Además, tendría una baja duración para evitar el riesgo de tipos de interés, pero no demasiado bajo, para poder obtener ganancias del “roll down”. Y sería en la divisa del país de origen, debido a que actualmente dicho riesgo es demasiado alto. Un bono así sobreviviría a condiciones de mercado complicadas, resumía el experto. Porque este año es un año para la cautela, y su fondo está mejor posicionado para afrontarlo (cuenta con una menor duración que el índice, de 2,72 frente a casi 7, y un yield mucho mayor, del 5,24% frente al 2,11%).
Dentro de ese 15% del mercado donde el gestor ve valor, por geografías señala que hay más oportunidades fuera de EE.UU. –“una economía cerca del fin de ciclo”- que dentro, y tiene fuertes posiciones en Europa (29%) y sobre todo en Reino Unido (más de un 30%), donde aprovecha la prima en las yields a raíz del Brexit. Norteamérica ocupa un 21% de la cartera y el restante 18% está sobre todo en bonos públicos australianos, “seguros porque el país no está en una dinámica de subida de tipos”. Por rating, está dispuesto a tomar riesgo de crédito pero evitando el segmento CCC, donde se concentran muchos defaults, y el B, mientras se posiciona en las áreas BBB y BB, más seguras y con buenas rentabilidades. Por sectores, apuesta sobre todo en bancos… y es que el gestor ve principalmente oportunidades en tres segmentos: CLOs europeos, deuda bancaria subordinada y deuda corporativa emergente en divisa fuerte (esta última beneficiada de la recuperación global coordinada que empezó el año pasado). “El sector bancario nunca ha estado tan sano como ahora, cuenta con más capital que nunca antes”, señala al experto.
A evitar en 2018, señala el riesgo de tipos de interés, los sectores donde el BCE centró su programa de compras, la deuda pública europea (sobre todo los Bunds alemanes), los Gilts británicos, el crédito con grado de inversión de largas duraciones y el segmento CCC mientras está dispuesto a tomar riesgo en crédito, a aprovechar las ganancias del «roll down» (favoreciendo valores en la parte de la curva de 3 a 4 años), historias con potencial de subida de rating y la prima del Brexit. En general, su consigna es que es un año para afrontar riesgo de crédito (el fin de ciclo está lejos, y 2017 mostró un escenario de recuperación financiera global), pero cuidando las valoraciones (los mercados están caros, aunque la situación está justificada por los fuertes fundamentales, la recuperación económica y el soporte técnico). Por eso su estrategia es reducir gradualmente este riesgo según avance el ciclo y centrarse en buscar valor relativo por geografías, sectores y compañías.
Estrategia en MBS y ABS
La idea de GAM para sacar rentabilidad a este entorno se centra en títulos respaldados por hipotecas y activos (MBS y ABS). Tom Mansley, Investment Director deGAM Investments y especialista en el análisis y la gestión de estos títulos, defendió cómo estos vehículos pueden ofrecer una propuesta de renta fija diferenciada para los inversores. Una estrategia que surge de la necesidad de dar respuesta a dos problemas recientes: uno es la correlación, pues si bien en los últimos años los mercados han estado muy correlacionados de forma positiva, la situación podría cambiar: “Buscamos algo que proporcione diversificación en las carteras de renta fija”. Y el segundo es la falta de rentas e ingresos líquidos al invertir en el activo. Como respuesta a estas preocupaciones, la entidad ha construido una cartera que invierte en bonos respaldados por hipotecas en EE.UU., un mercado que ha venido creciendo en emisiones en los últimos años, aunque con diferentes dinámicas en función de si se trata de MBS de agencias –con la mayoría de emisiones y considerados de menor riesgo-, de CMBS o RMBS emitidos por otras entidades.
Con la estrategia, que precisamente ha ido incrementando las posiciones en estos últimos valores que no tienen garantía gubernamental gracias a sus atractivas valoraciones, la idea es ofrecer retornos en la parte media de un dígito, con muy baja volatilidad: “No es un mercado demasiado excitante, pero en un contexto en el que muchos activos financieros están caros, podemos ofrecer esos retornos con muy baja volatilidad –por debajo de la del índice y también del high yield- y correlación”, y siempre con la idea de ganar dinero (en 2013 en el contexto de Taper Tantrum, con el mercado de bonos a la baja, su estrategia subió). A esa baja volatilidad ayuda el hecho de que los inversores no son minoristas, sino institucionales: según el experto, los fondos de pensiones y aseguradoras se sienten muy cómodos con el activo, porque el crédito es “muy sólido”.
Y es sólido porque el mercado inmobiliario en EE.UU. atraviesa un momento dulce: la ratio de viviendas vacías se sitúa ya en niveles históricamente normales, en el entorno del 1,5%; la oferta de venta de viviendas existentes se sitúa por debajo de los niveles medios (de forma que en tres meses se venderían todas); el número de viviendas bajo construcción también está por debajo de niveles normales (en torno a 500.000); la ratio de posesión de una vivienda es menor a la de los niveles previos a la crisis y se sitúa en torno a la media de las últimas décadas del 64%… estos factores, junto a la mayor capacidad de pagar una vivienda, sirven de base para una apreciación en el precio de la misma. “El índice que compara los ingresos medios con el pago medio de una hipoteca, y que mide cómo de fácil es pagarla teniendo en cuenta esos ingresos, muestra que las generaciones actuales pueden comprar una casa más barata que sus padres” –midiendo la relación entre el precio y sus ingresos-, tanto porque el precio está más bajo como por el crecimiento de sus ingresos, características totalmente opuestas a las de hace unos años.
High yield con dinamismo
Aunque algunos prefieren alternativas en renta fija, algunos otros siguen apostando por los segmentos más clásicos, como AXA IM, que puso en valor las oportunidades de invertir en deuda high yield desde una perspectiva dinámica. Robert Schumacher, Chief US Strategist y Client Portfolio Manager de Fixed Income en AXA Investment Managers, explicó por qué aún es un buen momento para apostar por el high yield, desmontando tópicos que hacen a algunos inversores estar fuera del activo. “Si el argumento para no invertir en high yield en EE.UU. es que el ciclo está llegando a su final, se pueden perder una gran oportunidad de obtener rentas”, decía. En primer lugar, porque nadie puede saber cuándo va a durar un ciclo –y no está claro que éste vaya a acabar pronto-, y también porque, aunque fuera cierto, la labor de los gestores es, al igual que en otros activos como la renta variable, buscar ineficiencias en esos entornos. “El argumento para no invertir no puede ser ése”, decía. En su opinión, además, “los ciclos no mueren de viejos sino por errores políticos”.
Según la entidad, el momento sigue siendo bueno para el activo, y puede ser una atractiva alternativa para aquellos reacios a invertir en renta variable pero que busquen retornos correlacionados con las acciones con una volatilidad más baja.
La estrategia de high yield estadounidense de la gestora cuenta con posiciones concentradas en nombres de gran convicción, con la selección de crédito como principal fuente de alfa, una volatilidad en línea con el mercado (pero mayores retornos) y con la posibilidad de utilizar apalancamiento derivado del uso de CDS (hasta el 150%) –con el objetivo de mejorar los retornos en mercados neutrales y alcistas-. Sin embargo, matizan desde la entidad, no es una estrategia distressed ni de mercado neutral o con exposiciones negativas. El año pasado, batió al mercado gracias a la selección de valores en deuda y también a las posiciones en CDS –que no son los principales catalizadores de los retornos, pero también son una fuente para lograrlos-; en 2016 también lo hizo, a pesar de estar infraponderado en energía y con limitada exposición a emisores de materias primas muy baratos cuyos precios rebotaron con fuerza. Desde su lanzamiento ha logrado limitar las caídas en mercados difíciles y ofrecer alfa en periodos de retornos positivos.
También en renta fija, la apuesta de Schrodersse centra en deuda emergente. John Mensack, Senior Investment Director de mercados emergentes en la gestora, se mostró muy constructivo con el activo: “La deuda emergente es una clase de activo principal y en la que los inversores están infrainvertidos”, y que ya representa el 18% del mercado de bonos negociados. Además, considerando el crecimiento de las emisiones de deuda pública en divisa local y de bonos corporativos en divisa fuerte, los índices tradicionales se quedan obsoletos, de forma que la inversión en el activo “merece una aproximación más sofisticada; es momento de ser más sofisticados”. Además, en siete de los últimos 10 años, la diferencia entre las rentabilidades de los segmentos de deuda más y menos rentables ha sido mayor al 7%: de ahí la importancia de buscar a un profesional que invierta únicamente donde está el valor y se aleje de áreas que están caras.
Y ésa es precisamente la perspectiva de Schroders, que combina en su estrategia deuda soberana en divisa fuerte, deuda soberana en divisa local y crédito en divisa fuerte, un sector este último en el que ve grandes oportunidades mientras está menos expuesta, por ejemplo, al segundo: “La deuda en divisa local suele ofrecer 100 puntos básicos más de rentabilidad que aquella en divisa fuerte, pero ahora solo hay 30 de diferencia -6,1% frente a un 5,8%-, por lo que no tiene sentido sobreponderar la divisa ahora. Hay buenas historias como Suráfrica o Indonesia, pero cuando vemos estos casos de valor relativo tendemos a infraponderar las áreas que vemos más caras, como ocurre ahora con las divisas locales”. De hecho, menos de un tercio de su cartera está expuesto a deuda soberana en divisa local (un 27%), mientras el resto es deuda en hard currency -la deuda corporativa pesa un 28% y la pública en divisa fuerte, un 40%-. En cualquier caso, la idea es tener en torno a un tercio de la cartera en divisa local, que funciona mejor que las estrategias 50/50.
Lo contrario ocurre con la deuda corporativa en moneda fuerte, donde ve oportunidades, con más del doble de rentabilidades por el mismo nivel de riesgo en duración que el crédito estadounidense, y centrándose en “grandes campeones nacionales” que pueden conseguir subidas de rating y que principalmente están en el segmento investment grade. En general, las posiciones del fondo de Schroders son bajas en riesgo de tipos de interés, sobrepondera riesgo de crédito –porque los países lo están haciendo bien y el crédito mejorando- e infrapondera el riesgo de divisas debido a los bajos diferenciales (y altas valoraciones de la deuda en divisa local).
Todo, en una estrategia que ofrece mayor diversificación (gracias a una menor volatilidad y un mayor set de oportunidades), una mejor oportunidad para obtener income de forma global con buena calidad crediticia y baja correlación con los bonos del Tesoro estadounidense, lo que reduce el riesgo de tipos de interés (en concreto, un 24% de correlación, de forma que las subidas de tipos de la Fed no condicionarán la cartera). Sobre el dólar, el experto defendió que, en el actual nivel o más bajo –algo que podría ocurrir, en su opinión por el deterioro de algunos datos en EE.UU. que hará que los inversores busquen oportunidades en otros mercados, como los emergentes-, sería positivo para su estrategia. “En el periodo de Taper Tantrum el dólar subió mucho pero esa realidad ya ha quedado atrás y creemos en una moderada debilidad del mismo”, apostillaba Mensack.
La oportunidad en convertibles
A medio camino entre la renta fija y la variable, los convertibles también son una buena idea en este entorno, según RWC. Davide Basile, responsable del equipo de estrategias de bonos convertibles y gestor de RWC Partners, explicó los beneficios del activo, capaz de capturar una gran parte de las subidas en renta variable (con entre la mitad y un tercio de su volatilidad) y ofrecer a la vez protección bajista. “Hoy se combinan un mundo extraño con el crecimiento global y los convertibles ofrecen lo mejor de los dos mundos: una apreciación cuando hay subidas en los mercados con la seguridad de un bono”, comentaron desde la gestora, con un enfoque centrado en entender tanto la parte de crédito como de equity del activo, “entender cada nombre, los diferentes componentes, cómo se mueven…»
“El activo cuenta con un aliado adicional en este entorno: el aumento de la volatilidad. Así, desde finales de 2016 y durante 2017, y debido a la baja volatilidad, los convertibles han participado menos en la subida de la renta variable, pero eso podría cambiar. “Cuando la volatilidad es más alta, también participan más en los retornos de la renta variable gracias a la exposición a la opcionalidad, así que en estos escenarios tienden a hacerlo mejor, frente a las acciones”, explicaban los expertos. Y además un entorno más volátil favorece también las emisiones de convertibles.
Por sus características, los expertos recomiendan este activo, más que como sustitutivo de las acciones, como alternativa a un mercado de deuda con los spreads ya muy ajustados -y con menos potencial de estrechamiento- y riesgo de subida de tipos. En este segmento, serían un “buen lugar de diversificación, pues tienden a tener duraciones más bajas” y proteger así de esas subidas. “Hace unos años los convertibles ofrecían menores retornos que la deuda corporativa, algo explicable por el coste de la opción, pero ahora el nivel de income que ofrecen es comparable, así que, si estás cómodo con las características de los convertibles, podrían servir como sustitutivos de la renta fija, para obtener un nivel de rentas similar”. Incluso en una cartera multiactivo, su introducción no suele suponer sorpresas en términos de volatilidad, y aporta beneficios de diversificación.
Multiactivos: la diversificación necesaria
Y los expertos coinciden en que el entorno hace necesaria una diversificación de las carteras, algo que consiguen sin duda las estrategias multiactivo. En el evento, MFS fue la gestora que presentó una estrategia de este tipo para lograr diversificación y un mejor rendimiento ajustado al riesgo, en un entorno de menores tipos y en el que, para lograr los mismos resultados que hace 20 años, es necesaria una mayor diversificación y tomar más riesgo. La estrategia de la gestora cuenta con una asignación histórica de aproximadamente un 60% en acciones y un 40% en renta fija, lo que facilita el trabajo de los gestores, según explicó Gary C. Hampton, CFA, especialista de producto de MFS Investment Management. “La combinación de acciones y bonos en una cartera de multiactivos ofrece a los inversores diversificación y la oportunidad de lograr un mejor rendimiento ajustado al riesgo”, explicó.
Así, la parte de renta variable se centra en invertir en compañías globales y grandes negocios, seleccionados desde una perspectiva de valor (han de ser negocios globales, sostenibles durante años, que generen flujos de caja, con fuertes balances y que estén bien gestionados por buenos equipos, contando también con atractivas valoraciones). Así, su perspectiva de buscar firmas de alta calidad con atractivas valoraciones se diferencia claramente de los llamados gestores “deep value”, que buscan firmas muy infravaloradas, pero que podrían pertenecer a industrias en situaciones difíciles o tener problemas que justifiquen esos bajos precios.
En renta fija, el fondo emplea un enfoque top-down en el proceso de selección de países y divisas, invirtiendo generalmente en deuda con grado de inversión. “La correlación entre el high yield y las acciones en mercados bajistas es muy alta por lo que pensamos que la mezcla de renta variable con deuda investment grade es una mejor mezcla para momentos de corrección”, explicaba Hampton, recordando que en 2008, cuando el mercado cayó un 40%, el fondo solo bajó un 15%. Esta perspectiva tiende a provocar sobreponderaciones, en la parte de renta variable, en sectores como consumo básico, e infraponderación en tecnología mientras en renta fija se sobrepondera crédito corporativo y se infrapondera por ejemplo deuda pública estadounidense.
La gestora también presentó su fondo MFS Meridian Funds-Prudent Capital Fund, con una exposición a renta variable global de entre el 50% y el 90%, a crédito global de entre el 10% y el 30% y de hasta el 40% en liquidez, una cartera concentrada en la que la clave es preservar el capital.
CC-BY-SA-2.0, FlickrPhoto: Rick Harris. How to Keep Today's Wealth Management Client Happy?
El mundo está siendo testigo de cambios tectónicos en lo que a riqueza se refiere. Para seguir siendo competitivos y cumplir las nuevas expectativas del cliente, los wealth managers deben desarrollar estrategias para conectar con una base de clientes, que en los próximos años estará definida por esta brecha digital.
Al mismo tiempo, los wealth managers deben decidir qué tecnologías les ayudarán a realizar su trabajo de manera más efectiva y cuáles no valen la inversión de aprendizaje e implementación. Para comprender este proceso, Forbes Insights y Thomson Reuters encuestó a 200 wealth managers de América del Norte, Europa y Asia Pacífico.
La primera conclusión que se extrae del estudio es que cuando se trata de mantener a los clientes, los gestores tienen siempre en cuenta 3 factores: la capacidad de brindar asesoramiento más allá de la cartera, conectar con la próxima generación y el uso de herramientas digitales para la comunicación. Todos ellos, recuerda el estudio, son factores relacionados con el valor, la relevancia y la confianza.
Valor
Los asesores explicaron que los consejos que dan y el tiempo que pasan con los clientes juegan un papel importante en la retención. Además, no dan por sentada la lealtad del cliente y la duración de la relación no es tan importante como otros factores.
Por último, muchos contestaron sentirse presionados para demostrar constantemente que pueden agregar valor ayudando a los clientes a mantenerse en el camino correcto para alcanzar sus objetivos.
Relevancia
Casi un tercio de los asesores actuales alcanzará la edad de jubilación en la próxima década y muchos creen que la escasez de talentos tendrá un mayor impacto en la industria de gestión patrimonial que las tarifas, la economía o las regulaciones en los próximos tres años. Reclutar asesores más jóvenes y atraer clientes más jóvenes también es una preocupación clave para las firmas de gestión patrimonial.
Confianza
La confianza está en el núcleo del wealth management. Los asesores mencionaron en la encuesta que la confianza es un factor clave en la retención de clientes. Naturalmente, los clientes esperan que se les mantenga informados, y existen medios digitales para automatizar gran parte de esa información.
Pero los clientes también esperan transparencia en la forma en que se compensa a los asesores, la forma en que verifican las posibles recomendaciones y por qué compran y venden cuando lo hacen. El concepto de confianza adquiere un nuevo significado en una era de transparencia.
La era digital
Los asesores también mencionaron el uso de tecnologías digitales para la comunicación como una forma de mantener contentos a los clientes. Una encuesta a individuos HNW realizada por Deloitte en 2016 sugería que muchos clientes están de acuerdo: el 63% de los encuestados afirmó que las plataformas on-line son el componente clave de la satisfacción con la firma de su asesor.
Las respuestas a lo largo de la encuesta de Forbes Insights y Thomson Reuters sugieren que muchos asesores tienen problemas en este campo. El 57% no está seguro de que sus clientes estén satisfechos con el nivel y la sofisticación de las capacidades digitales que ofrecen, y el 50% dice que proporcionar una experiencia digital más sofisticada es un desafío para su empresa.
Pixabay CC0 Public DomainWalkerssk. China’s Risks on the Road to a Modern Economy
Hoy en día existen tres potencias diferenciadas que dominan sus respectivas regiones en términos de comercio y crecimiento: Estados Unidos, la eurozona y China. Las dos primeras, Estados Unidos y la eurozona, son claras, pero la última, China, despierta cierta incertidumbre entre los inversores y los gestores, que vigilan su economía.
Debido al tamaño de su economía, China sigue siendo clave a nivel global, no solo para los mercados emergentes. Según el consenso de mercado, China será un agente fundamental en el actual crecimiento global sincronizado, aunque los analistas advierten de que puede frenar su ritmo.
Entre sus principales riesgos se encuentra el alto nivel de endeudamiento que tiene, tanto público como privado. Las empresas estatales combinan un alto nivel de apalancamiento y una baja productividad en sectores donde el exceso de capacidad es extremo. “A raíz de la crisis financiera mundial, el crédito a las entidades no financieras ha pasado del 100% del PIB al 165% en la actualidad. Esta inyección masiva de crédito impulsada por el gobierno ha estimulado la economía y explica en gran medida el sólido comportamiento económico de los últimos diez años. El alto nivel de endeudamiento y la baja productividad se consideran actualmente un riesgo”, explica Yves Longchamp, Head of Research of Ethenea Independent Investors.
Y su principal reto el dar el salto a una economía moderna, una senda que ya ha iniciado, tras el Congreso Nacional del Partido Comunista de China en octubre de 2017. “La implementación del programa de reformas estructurales se convirtió nuevamente en una prioridad. El objetivo de las autoridades chinas consiste en dirigir el crecimiento hacia la calidad y no únicamente hacia la cantidad. Esto implicará un reequilibrio que se espera reduzca las industrias tradicionales como el acero a favor de nuevas actividades como autos eléctricos y alta tecnología. En los próximos meses, se espera que este ajuste estratégico conduzca a una ligera desaceleración económica, como lo sugiere la reciente desaceleración del gasto público y el endurecimiento de las condiciones monetarias. Si la desaceleración se vuelve demasiado marcada, las autoridades públicas tienen los recursos necesarios para ajustar rápidamente el enfoque”, explican desde Banque de Luxembourg Investments.
Oportunidades y riesgos
En opinión de Longchamp, China vive en perpetua transición. Dentro de las reformas que se plantea el país hay tres que son muy interesantes para los inversores, según Longchamp: “La reestructuración y el fortalecimiento de las empresas estatales, el desapalancamiento del sistema financiero y la ralentización de la inflación de los precios de la vivienda; y la erradicación de la pobreza y la mejora de la calidad del crecimiento”.
Estos tres objetivos son nacionales y tienen por finalidad determinar las principales debilidades económicas y la fragilidad del sistema financiero, así como mejorar el bienestar de los ciudadanos chinos. Además, se suma el deseo del gobierno chino de controlar y reorganizar algunos sectores, como el industrial y el inmobiliario. Por lo tanto, son unas reformas que podrían abrir oportundiades en sectores muy concretos, como el financiero, el industrial o el inmobiliario.
Ahora bien, las gestoras se muestran cautas respecto a China. Para la firma Flossbach von Storch identifica al gigante asiático como uno de los potenciales factores de riesgos dentro del mercado de renta variable, dado el ritmo de endeudamiento del país. “A pesar de ello, confiamos en que el gobierno central de China tiene músculo para contrarrestar los efectos en el caso de una recesión o crisis”, matizan desde la gestora.
Pixabay CC0 Public DomainBen_Kerckx. Las perspectivas sobre el alza de tipos y la inflación llevan al bono del Tesoro estadounidense a 10 años a romper la barrera del 3%
Por primera vez en cuatro años, el nivel de rendimiento del bono del Tesoro estadounidense a 10 años ha llegado al 3%, una barrera psicológica que hace temer un recalentamiento de la economía norteamericana y la vuelta de la volatilidad al mercado. El atractivo de la renta fija estadounidense sube y la consecuencia directa más inmediata, como se ha visto en las dos últimas jornadas bursátiles, es que la renta variable sufre.
Ahora bien, ¿a qué se debe esta subida? Según explica Eugene Philalithis, gestor del Fidelity Global Multi Asset Income Fund, “los rendimientos han subido durante las últimas semanas al calor de la revalorización del petróleo, cuyo relato ha comenzado a cambiar. Ahora, la industria del esquisto de Estados Unidos comienza a sufrir limitaciones de capacidad y algunos dudan de que pueda cubrir el crecimiento de la demanda”.
En su opinión, si el petróleo se mantiene en 70 dólares por barril, “entonces podríamos ver cómo la inflación general supera los objetivos de los bancos centrales en los mercados desarrollados, llegando incluso a niveles próximos al objetivo en la zona euro”, matiza.
Para otras gestoras, el motivo de esta escalada de rentabilidad es la percepción del mercado de que haya tres subidas de tipos por parte de la Reserva Federal (Fed); así como los ya citados mayores riesgos de inflación. “Cualquier evidencia que apoyase la tesis de una subida de la inflación, por ejemplo este viernes cuando se anuncie el Price Deflator trimestral, puede contribuir a incrementar esta rentabilidad por encima del 3%. El anuncio trimestral de refinanciación del Tesoro Estadounidense, y en concreto las noticias relacionadas con donde en la curva se incrementará el tamaño de las subastas, es probable que tengan mucho más relevante que las que se produzcan tras la reunión FOMC de los gobernadores de la Fed”, apunta Sol Hurtado de Mendoza, directora general de BNP Paribas Asset Management en España.
Opinión que también comparten desde NN IP. Según argumenta Pieter Jansen, estratega senior de multiactivos de NN IP, “el reciente aumento del rendimiento de Estados Unidos a 10 años se debe particularmente a las mayores expectativas de tasas de la Fed para los próximos años. Además de eso, también hemos visto un aumento en las expectativas de inflación a más largo plazo, que también ha respaldado los rendimientos nominales. A más largo plazo, seguimos esperando un aumento continuo y gradual del rendimiento de los Estados Unidos al 10% a medida que avanzamos en la normalización de la política monetaria mundial”.
Otras lecturas
Desde Carmignac apoyan una tesis diferente para explicar este alza del rendimiento. Según Didier Saint-Georges, miembro del Comité de Inversión de Carmignac, el aumento no se debe ni a la inflación ni al sobre calentamiento de la economía. “Se deben a un cambio importante en el equilibrio de la oferta y la demanda. El Tesoro de los Estados Unidos necesita refinanciar cantidades masivas de letras a corto plazo, el aumento del déficit presupuestario aumenta los problemas de los bonos a largo plazo, y ya no hay un banco central dispuesto a comprar a cualquier precio. Los mercados están pasando de tener que lidiar con un exceso de ahorro a un exceso de emisión”.
En este sentido Saint-Georges considera que los rendimientos de Estados Unidos podrían seguir aumentando y “contaminar” los rendimientos mundiales; “lo que no sentaría nada bien a los mercados ya que el ciclo económico está en su punto máximo”, advierte.
En cambio los analistas de Legg Mason quitan importancia a esta subida y destacan “lo realmente aplanada que ha estado la curva de rendimiento para los bonos durante los últimos años”. En su opinión, “una posible causa es el leve aumento del margen de crédito de los bonos corporativos globales de Estados Unidos”.
Según explican desde Legg Mason, detrás de esta subida podría cuestionarse si la calidad crediticia de las empresas podría estar erosionándose silenciosamente. “Esto sería algo sorprendente si tenemos en cuenta lo generalizado que está la deuda high yield corporativa estadounidense, con una temporada de ganancias corporativas sólidas. Ante todo, consideramos que esto no es motivo para afirmar que se aproxime una recesión en Estados Unidos o en el mercado de bonos”, aclaran desde la gestora.
Por último, Benjamin Melman, director de Asignación de Activos y Deuda Soberana en Edmond de Rothschild Asset Management, explica esta escalada poniendo el foco en los swap. “El aumento de los diferenciales de swap a corto plazo ha desempeñado un papel. Por muchas razones, la liquidez se está secando en cierto modo mientras se manifiestan las tensiones vistas sobre el diferencial Ted. Si este nivel más elevado en los tipos de swap está aquí para quedarse, como sospechamos, los rendimientos del gobierno tienen que ser también más elevados para atraer a los inversores, teniendo en cuenta que el déficit público de Estados Unidos está aumentando y que se está reduciendo el balance de la Fed”, argumenta Melman.
¿Oportunidad?
Para Chris Gannatti, director de análisis de Wisdom Tree, muchos ven en el 3,05% un nivel técnico importante y una resistencia clave. «Si se rompe, tiene el potencial de ir sustancialmente más alto. Una de las consecuencias inmediatas más interesantes de este movimiento es un yen japones que ahora cotiza entre 109 y 110 dólares. Este ha sido un gran movimiento, y muchos pueden no darse cuenta de que en un mes, las acciones de Japón han aumentado más del 7% frentre al índice S&P 500», apunta.
En opinión de Philalithis, con unos rendimientos en el 3%, “ los bonos del Tesoro de Estados Unidos son atractivos para los inversores, que deberían estar estudiando cómo diseñar exposiciones defensivas para proteger sus carteras. En el 3%, los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años están descontando nuevas subidas de tipos de la Reserva Federal y también un poco de prima de inflación”.
Desde BlackRock, consideran que en este escenario los activos de riesgos pueden funcionar bien. “Nos preocuparía más que las tasas aumentaran sin relación con las perspectivas de crecimiento, como un catalizador ante los temores de los bancos centrales por la inflación. Eso probablemente se reflejaría en un aumento en el término premium, o el extra de rendimiento que los inversores exigen a los bonos a largo plazo”, apuntan.
En este sentido, las gestoras han reaccionado y cambiado sus posiciones en la cartera para protegerse. Según explica Markus Allenspach, jefe de análisis de renta fija de Julius Baer, “hemos cambiado nuestro enfoque en los valores protegidos por la inflación del Tesoro para beneficiarnos de las perspectivas de una creciente presión inflacionaria. El mercado monetario y los instrumentos de tasa variable también capearán la tormenta que se está gestando en el mercado de bonos”.
Esta situación, según Melman, de Edmond de Rothschild Asset Management, podría alargarse. “Si consideramos que los rendimientos de Estados Unidos deberían subir un poco más, ya no estamos infraponderados en deuda gubernamental estadounidense. De hecho, si las ganancias de capital siguen pareciendo pobres, supone diversificación para una cartera en caso de que se dé un escenario deflacionista adverso”, concluye.
De cara al segundo trimestre del año, Erick Muller, responsable de estrategia de Muzinich&Co, señala que habrá que observar cómo se desarrollará la presión inflacionaria interna en la economía de los Estados Unidos para controlar la evolución del bono y posicionar las carteras.
“Hemos posicionado nuestras carteras con una duración generalmente más corta que las normas del mercado en los últimos meses, teniendo en cuenta el riesgo de mayores rendimientos en los Estados Unidos. Paralelamente, la exposición crediticia estaba compensando la pérdida de rendimiento. Mantenemos un enfoque cauteloso sobre la volatilidad del mercado, pero confiamos en los fundamentos sólidos que vemos en el lado macro y micro; con un apalancamiento aún contenido en el mercado de crédito corporativo y con un suministro neto en bonos corporativos que es más bajo ahora que en comparación con 2017”, señalan.
Por último Frank Dixmier, director global de renta fija de Allianz Global Investors, destaca que, pese al nerviosismo actual del mercado, hay que ser juicioso. “Cualquier corrección adicional entre las tasas a largo plazo brindará la oportunidad de aumentar la duración de la cartera. Por lo tanto, el 3% o más parece ser un nivel atractivo», concluye.
Nicolas Walewski, fundador de Alken AM. . Alken AM entra en la gestión de renta fija de la mano de Antony Vallee
Alken Asset Management, boutique creada en 2005 por Nicolas Walewski y especializada en renta variable europea y productos de retorno absoluto, ha decidido dar el salto a la inversión de renta fija. En un comunicado a sus inversores, la firma ha manifestado que “tras 12 años de éxito gestionando renta variable europea, nos estamos preparando para entrar en la gestión de renta fija”.
Como parte de esta preparación, la gestora Alken AM ha confirmado la incorporación y el nombramiento de Antony Vallee, que se unirá a la firma como socio y jefe de renta fija. Vallee se incorporará el próximo 4 de mayo y será el encargado de liderar esta parte del negocio. Según ha señalado la gestora, a finales de este año presentará su primera solución de inversión en renta fija.
Vallee, que cuenta con más de 20 daños de experiencia en la gestión de carteras de deuda, se une a Alken AM procedente de JP Morgan, donde ha sido director del grupo de Bonos Convertibles y Capital Estructurado. Con anterioridad ha ocupado diversos cargos directivos en Systeia Capital y HSBC Asset Management.
Según ha explicado la gestora, el equipo de renta variable europea liderado por Nicolas Walewski y Marc Festa se mantendrá sin cambios y “continuará centrándose en ofrecer un rendimiento superior en las estrategias europeas que implementa”.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: CityofStPete. Geopolítica y su impacto real en los mercados
Ahora que los focos vuelven a posarse en la geopolítica, a los inversores les convendría evaluar sus efectos sobre un ciclo económico mundial de por sí bastante maduro y un ciclo de mercado aún más prolongado en la mayoría de índices de renta variable y renta fija. En un sentido, la geopolítica explica el reciente periodo de volatilidad en los mercados pero podría afirmarse que resulta engañoso ya que sugiere, en mi opinión, una escasa comprensión de los factores que han impulsado las rentabilidades durante los últimos años.
Si se acepta que las políticas monetarias ultraexpansivas han sostenido en gran medida los precios de los activos, entonces el mayor miedo no debería ser una desaceleración económica propiciada en parte por el aumento de las tensiones geopolíticas o una guerra comercial entre EE.UU. y China a golpe de represalias. Lo que de verdad debería preocupar es principalmente una economía boyante (y una tasa de inflación de los precios) que sigue excediendo las expectativas descontadas en el mercado de renta fija.
Aunque siempre existe el riesgo de caer en la complacencia cuando se escribe sobre geopolítica, podría ser útil examinar detenidamente las metas o intenciones que se esconden detrás de algunos de los sucesos que han sido más determinantes en las reflexiones de los inversores.
Empecemos con el discurso beligerante desplegado por la administración Trump en relación con los aranceles a las importaciones, dirigido principalmente contra China, pero que también podría afectar a Europa y otros socios comerciales. Resulta difícil no creer que todo obedece a un fin político.
Elecciones legislativas en EE.UU.
En el contexto general de la economía estadounidense, incluso un nuevo florecimiento de los sectores que se consideran más afectados por el dumping exterior apenas incidiría en la evolución global. Sin embargo, con las elecciones legislativas en el horizonte, Trump querrá asegurarse el voto de unas clases trabajadoras que corre el riesgo de perder después de que su iniciativa más “exitosa” hasta la fecha –la reforma fiscal– haya beneficiado a Wall Street mucho más que al ciudadano de a pie.
Como otros han tenido ocasión de comprobar durante los últimos años, poner el foco en los intereses nacionales ha procurado votos, pero dar marcha atrás a 30 años de globalización es mucho más complejo y doloroso en la práctica. Es muy probable que todo esto tenga muchas menos consecuencias para las perspectivas económicas mundiales de lo que algunos temen actualmente.
Y cuando pensamos en los recientes ataques aéreos en Siria también se podría afirmar que la meta se limita, a falta de una palabra mejor, a contener el uso de armas químicas, en lugar de plantear una postura más decidida contra el régimen de al-Assad. Por lo tanto, en estos momentos parece que esta acción es una cuestión muy localizada.
Consecuencias
Se podría elaborar una lista de sucesos geopolíticos que han ocurrido durante los últimos años sin que el crecimiento económico dejara de recuperarse. El hecho de que el sistema financiero mundial se encuentre mucho mejor capitalizado y menos interconectado debería limitar la fuerza con la que estos acontecimientos geopolíticos desencadenan “ondas de choque” económicas, como hicieron en el periodo inmediatamente posterior a la crisis financiera.
Sin embargo, el hecho de adoptar esta postura más favorable sobre la coyuntura geopolítica no debería animar a los inversores a salir al mercado a comprar alegremente. Si estoy en lo cierto y las consecuencias económicas de los titulares recientes serán menos graves de lo que se cree, entonces los bancos centrales tendrán difícil no responder endureciendo las condiciones de liquidez y, por consiguiente, provocando una mayor diferenciación entre los precios de los activos. En este escenario cabe esperar que las aguas estén revueltas, no que suba la marea y, con ella, todos los barcos.
Debido al excedente de liquidez en el sistema, es poco probable que veamos un mercado bajista prolongado, pero la volatilidad que hemos sufrido desde comienzos de 2018 podría quedarse con nosotros. Como hemos visto con los ejemplos recientes de Facebook, WPP y los efectos del elevado volumen de operaciones corporativas en muchos sectores del mercado, las acciones tienen más probabilidades de moverse al calor de acontecimientos específicos que de la coyuntura geopolítica o macroeconómica general.
En la mayoría de los entornos de mercado suele ser así, pero resulta muy fácil olvidarlo cuando hemos vivido un periodo prolongado en el que la norma ha sido lo contrario.
Paras Anand es director de inversiones en renta variable europea de Fidelity.
Pixabay CC0 Public DomainQuangpraha. Pocas expectativas de cambio ante la reunión de hoy del Banco Central Europeo
Nueva cita en la agenda para el Banco Central Europeo (BCE). El mercado espera que, en la reunión de hoy, el BCE no haga cambios sustanciales en su política monetaria ni en su orientación a futuro, ni para mostrarse más laxo ni para endurecer sus medidas.
En opinión de Franck Dixmier, director de renta fija de Allianz Global Investors, hay varias razones para que la institución bancaria mantenga la situación actual. “Las últimas cifras económicas y encuestas empresariales fuera de la Unión Europea (UE) han sido menos optimistas que las publicadas a principios de año. Además, la inflación general de la zona euro es moderada, hasta el 1,4% anual en marzo, y la inflación subyacente se ha mantenido en niveles bajos, un 1% por ciento en marzo por tercer mes consecutivo. En total, estos factores deberían reforzar el enfoque conservador del BCE para la normalización gradual de su política monetaria”, apunta.
Además, existe una creciente preocupación por la incertidumbre provocada por las tendencias cada vez más proteccionistas de Estados Unidos. Benoît Coeuré, miembro de la Junta Ejecutiva del BCE, destacó recientemente el impacto potencialmente negativo del proteccionismo estadounidense en el crecimiento global a largo plazo. “Esta es otra señal de que es menos probable que el BCE haga cambios en este momento”, señala Dixmier.
Una opinión que también comparten en Nomura, cuyos analistas mantienen que no esperan cambios respecto a la futura política monetaria del Banco Central Europeo (BCE). Piensan que Mario Draghi optará por mantener su tono más prudente con respecto a la normalización monetaria y la política de subidas de tipos de interés.
“Los datos de ayer con la información del PMI de Abril en Francia y Alemania, al igual que en Japón, demuestran que nuestra visión de que no se deben exagerar los riesgos a la baja de las perspectivas de crecimiento regional y global. En cuanto a la política monetaria, se espera que Draghi sea preguntado sobre la duración del programa de compra de deuda (QE) así como a cerca del calendario y tamaño de las futuras subidas de tipos”, explican desde Nomura, que consideran que hasta junio el BCE no dará mucha más información al respecto.
En concreto, desde Nomura esperan un anuncio en junio de una reducción gradual de las compras de deuda desde 30.000 millones en septiembre a 15.000 millones en octubre, y luego a cero en noviembre. “Luego barajan una primera alza de 15 puntos básicos en los tipos de interés en marzo de 2019 seguida de más aumentos acumulados de 50 puntos básicos en todas las tasas de interés entre el segundo y el cuarto trimestre de 2019”, afirman.
Para Adrian Hilton, director de divisas de Columbia Threadneedle Investments, lo más interesante de hoy será la conferencia de prensa posterior a la reunión. “Será una oportunidad para que Mario Draghi aborde la reciente desaceleración de los datos económicos europeos. Después del sólido desempeño del año pasado, parece que la actividad puede haberse desacelerado en el primer trimestre. Esto se debe en parte al ciclo de inventario, pero también a las interrupciones causadas por el mal tiempo en el norte de Europa y las disputas industriales en Alemania”, señala.
Euro fuerte y sin inflación
Para el equipo de inversiones de imdi funds, el gran objetivo de Draghi mañana será contener el euro. Según afirman, “creemos que en la rueda de prensa posterior a la reunión Mario Draghi se afanará en enfriar las expectativas de los inversores respecto a los movimientos futuros del BCE”.
En su opinión, a la sombra de una incómoda fortaleza del euro, “su máximo objetivo será contener la evolución de la divisa comunitaria y, en esta línea, el presidente de la autoridad monetaria hablará de sobre reacción del mercado ante ciertas informaciones conocidas. Los mensajes lanzados desde el BCE, junto al acuerdo político alcanzado en Estados Unidos, deberían servir para contener la cotización del euro frente al dólar durante los próximos días”, explican desde imdi funds.
El segundo elemento sobre el que se escudará el BCE para argumentar que se mantiene igual es la inflación y unos datos económicos algo más flojos de lo esperado. Según explica Hervé Chatot, gestor de multiactivos de La Française, “las condiciones financieras se han endurecido, los riesgos políticos se han incrementado derivados de las preocupaciones de una guerra comercial. Sin embargo, las previsiones del BCE sobre la inflación son bajas y los miembros del BCE podrían tener más confianza sobre la trayectoria de la inflación. La normalización de la política monetaria debería ser gradual. Esperamos ver el final del programa QE para finales de año y la primera subida de la tipo de depósito en el segundo trimestre”.
Ante este panorama, para Adrien Pichoud, economista jefe de SYZ AM, lo bueno es que los mercados podrían disipar cualquier tentación del BCE por forzar o apresurar la normalización de la política monetaria. Sobre todo cuando “la inflación de la zona euro tiende a la baja, y que otros bancos centrales europeos tendrán que aguardar un poco más para retirar sus políticas ultra acomodaticia”, matiza Pichoud.
Otras gestoras, como UBS WM esperan con ganas que suban los tipos por las oportunidades que también podrían tarer. “Creemos que las primas de riesgo de la deuda de España, Italia y Portugal reflejan adecuadamente los estados respectivos de sus finanzas públicas, de su evolución económica y sus riesgos políticos. Pero el previsto final de la expansión monetaria del BCE podría provocar un incremento moderado de las rentabilidades de la deuda en los próximos seis a doce meses, con los bonos italianos probablemente comportándose mejor que sus otros dos vecinos del sur. Las primas de riesgo volverán a evolucionar en sintonía con las dinámicas económicas y fiscales de cada país una vez que acabe la expansión cuantitativa”, señalan desde la firma.
Foto: Haanala 76 CC0. Las regtech reducirán los presupuestos de compliance en la industria de gestión de activos
Los gestores de activos volverán a dedicar gran parte de 2018 a la adopción de nuevos requisitos regulatorios. Con esto vienen asociados aumentos en los costes de operación. Sin embargo, la adopción de las regtech (regulatory + technology) hará que el proceso sea más rentable, de acuerdo con GlobalData, una compañía líder de datos y análisis.
En 2018, el sector de gestión patrimonial enfrentará otra ola de cambios regulatorios que apuntan a hacer que la industria sea más transparente y restablecer la confianza del consumidor. En Europa, MiFID II entró en vigor en enero de 2018 y el Reglamento general de protección de datos entrará en vigencia a partir de mayo. La industria de servicios financieros de los Estados Unidos se está preparando para la Regla Fiduciaria, que entrará en vigor en 2019. En general, a partir de enero de 2018 todos los países que firmaron el acuerdo de la OCDE sobre intercambio automático de información deben cumplir ahora plenamente con la Norma Común de Informes, compartiendo información sobre las cuentas de sus residentes.
La regulación ha pesado fuertemente en los costos operativos de los administradores de activos en los últimos años. Wealth of Opportunities II, un informe conjunto de la British Banking Association y la Wealth Management Association, confirma que los costes de operación aumentaron constantemente hasta 2015, principalmente debido a un mayor gasto para cubrir los requisitos de compliance.
La encuesta mundial de GlobalData de 2017 descubrió que el 75,3% de los gestores de activos a nivel mundial consideran que los cambios regulatorios locales son una gran preocupación para sus negocios.
Para Silvana Amparbeng, analista de Gestión Patrimonial en GlobalData, «las dos asociaciones estiman que las inversiones en tecnología han sido beneficiosas, ayudando a la industria a reducir sus costos generales en un 3% durante 2016 en comparación con 2015. Esto es especialmente cierto para los costos de compliance. Según los datos de nuestra encuesta, más de la mitad de los administradores de patrimonio creen que la cooperación con Regtech reducirá estos costos».
Según la encuesta, Asia Pacífico es la región que está más dispuesta a implementar soluciones regtech en el futuro, mientras que Norteamérica es menos entusiasta. «Sin embargo, teniendo en cuenta el año ocupado en términos de cambios regulatorios, los gestores de patrimonios harían bien en considerar asociarse con empresas de regtech. Los jugadores más pequeños con recursos limitados para dedicarse al cumplimiento encontrarán que la externalización de estas tareas es particularmente rentable», concluye Amparbeng.
Photo: Trump annopuncing new tariffs. Don’t Buy the Hype Just Yet
A juzgar por las reacciones del mercado, las conversaciones sobre guerras comerciales parecen ser tan peligrosas como las guerras comerciales propiamente dicho. Sólo con la introducción de algunos pocos aranceles y la posibilidad de que se impongan muchos más, los mercados globales han experimentado una buena ración de volatilidad en las últimas semanas. Aunque la guerra comercial ha sido una guerra de palabras hasta ahora, ha conseguido refrescar la memoria de los inversores sobre la relevancia histórica que han tenido los aranceles.
El concepto de política proteccionista no es nuevo y GFG Capital cree que el reciente comportamiento del mercado es un buen indicador de que los inversores no han olvidado lo que nos trajo la última guerra comercial iniciada por Estados Unidos.
La Ley Arancelaria Smoot Hawley de 1930 envió a la economía global al desplome, ya que los socios comerciales de Estados Unidos impusieron también aranceles en respuesta a la medida estadounidense, que no solo no hicieron nada para sacar a las economías de la depresión, sino que hicieron casi todo lo posible para agravar los problemas.
Para 1933, las importaciones de EE.UU. disminuyeron un 66%, mientras que las exportaciones disminuyeron un 61%. A escala mundial, el comercio mundial disminuyó en un 66% en 5 años antes de que llegara la Ley de acuerdos comerciales de 1934. Claramente, no es algo que la mayoría de los inversores olvidará con demasiada facilidad. Y parece que no, pero ahora es Washington quien necesita que le refresquen la memoria.
Creemos que el mercado empezó el año sabiendo que el comercio iba a ser un punto clave de la agenda de la administración de Trump. Aunque muchos podrían haber considerado esto como ‘riesgos geopolíticos’, no creemos que los riesgos geopolíticos generalmente tengan un verdadero impacto en el mercado. Si pensamos en situaciones como la Guerra Fría o incluso tan recientes como las tensiones con Corea del Norte, lo que estaba en juego no tenía implicaciones económicas directas. Lo que ha hecho que estas discusiones transfronterizas y tensiones sean diferentes es el impacto directo que estas discusiones y cuestiones tienen sobre el economía global.
Principales perjudicados
Desde GFG Capital creemos que quienes corren riesgo son algunos de los principales beneficiados de la historia de crecimiento global. Por lo tanto, no solo creemos que estas posibles víctimas de los aranceles planteados por Estados Unidos harán todo lo posible para evitar que se repita 1930 e intentarán mover su influencia para detener la medida.
El objetivo más notable ha sido China. Lo que ha llegado de Pekín en contestación a la administración de Trump ha sido una respuesta calculada y medida. El presidente Xi tiene la potencia de fuego necesaria para infligir tanto dolor como sea necesario a Estados Unidos.
El primer arancel de China tuvo una naturaleza mucho más quirúrgica de lo esperado. Se dirigió a industrias específicas con implicaciones directas para la base nacional de votantes de Trump. La decisión de China de crear su propio acuerdo TPP fue una muestra de poder que también le brindará beneficios a largo plazo. Por lo tanto, no nos sorprendería ver que Estados Unidos y China intenten negociar, pero estamos realmente aliviados. Creemos que China está pensando a largo plazo, y cualquier cosa que ponga en peligro eso no les interesa.
Comprender la telaraña del debate comercial tampoco es una tarea fácil. La cadena de suministro global es una red profundamente enredada en la que no todas las empresas informan de sus inputs o sus ingresos geográficos. Del 48% de las empresas del S&P que revelan esta información, el 43% de las ventas se generaron en el extranjero en 2016.
La energía, la tecnología y los materiales son los tres sectores más expuestos a nivel mundial dentro del índice. Si uno piensa que van a desenredar este desastre para encontrar a los pocos ganadores claros, buena suerte.
Esta es la razón por la que la oleada de ventas en las acciones tecnológicas se está exagerando. Si no fuera por este miedo a los aranceles globales como telón de fondo, entonces la rotación del sector estaría avanzando un poco más rápido. Esta volatilidad es lo que los inversores deberían esperar, pero los mercados alcistas saludables se desarrollan junto con una rotación de sectores. Sin ella, los mercados se estancan y la salud se pone en tela de juicio.
Eduardo Gruener, es co-fundador del family office GFG Capital.