Foto cedida. Investec hace público sus planes para la salida a bolsa de Ninety One
Investec ha hecho pública su intención de que Ninety One comience a cotizar en las bolsas de Londres y de Johannesburgo. Esta operación sigue a su anuncio el 29 de noviembre de 2019 de su decisión de independizarse de su matriz y pasar a funcionar como gestora de activos independiente desde marzo de este año bajo el nombre de Ninety One.
La firma ha anunciado hoy su voluntad de hacer una oferta pública inicial (IPO) sobre Ninety One y también ha publicado el documento de registro, que se ha presentado para su aprobación a la FCA británica. A la espera de que lleguen las pertinentes aprobaciones, la gestora ha solicitado la admisión de las acciones de Ninety One en el segmento de cotización premium de la Lista Oficial de la FCA y la negociación en el mercado principal de la LSE; así como la cotización entrante secundaria y la admisión a la negociación de las acciones de Ninety One en la Junta Principal de la JSE y, en el caso de Ninety One Limited, la cotización primaria y la admisión a la negociación de las acciones de Ninety One Limited en la Junta Principal de la JSE.
Según detalla el documento que la gestora ha registrado en la Bolsa de Londres, en el que se resume la operación, la oferta de acciones de Ninety One será vendida por Investec. Además, los responsables de la firma consideran que la oferta pública de Ninety One y su admisión en la bolsa de valores posicionarán al grupo para poder seguir desarrollándose, “permitiendo a Ninety One operar como un negocio independiente, beneficiando a sus clientes y empleados”, señala el documento.
Las primeras estimaciones señalan que, aproximadamente, el 15% de las acciones de Ninety One quedarán bajo la propiedad de Investec, el 55% serán para los accionistas de Investec, el 20% estará en manos del personal de la firma y el 10% pertenecerá a inversores institucionales.
«El anuncio de hoy es un hito importante para el Grupo Investec. La escisión y la salida a bolsa de un Ninety One totalmente independiente es un paso importante en el programa del Grupo Investec para simplificar y posicionar tanto a Ninety One como al Banco Investec para un crecimiento a largo plazo». Este anuncio precede a la votación de los accionistas sobre la escisión y la cotización, prevista para el 10 de febrero de 2020″, han señalado Fani Titi y Hendrik du Toit, co-directores generales de Investec.
Nuevo nombre: Ninety One
Esta escisión de Investec y su nuevo nombre, Ninety One, no cambia el hecho de que sea una de las gestoras independientes más grandes del mercado, que actualmente gestiona 121.000 millones de libras esterlinas (a 30 de septiembre de 2019) y cuenta con 1.600 empleados en todo el mundo.
Según explican desde la firma, su propuesta de inversión se seguirá centrando en ofrecer a los clientes “una gama de estrategias diferenciadas, gestionadas por sus equipos de inversión especializados, que proporcionan acceso a una amplia gama de clases de activos y regiones a nivel mundial”. Fundada como una empresa de gestión de activos sudafricana centrada en los mercados emergentes, Ninety One Group opera e invierte actualmente a nivel mundial y ha establecido un historial de crecimiento a largo plazo, lo que refleja una capacidad de resistencia para crecer a través de los ciclos del mercado tanto en las inversiones de los mercados emergentes como en los establecidos.
En la actualidad, Ninety One Group presta servicios a su base de clientes a través de cinco equipos regionales (conocidos como Grupos de Clientes): África, el Reino Unido, Asia-Pacífico, América y Europa. Los clientes son atendidos a través de dos canales de distribución: institucional y asesor. Entre los clientes institucionales figuran algunos de los mayores fondos de pensiones de los sectores público y privado del mundo, fondos soberanos, aseguradoras, empresas, fundaciones y bancos centrales, mientras que entre los clientes asesores figuran grandes grupos minoristas, gestores de patrimonio, bancos privados e intermediarios que prestan servicios a inversores particulares.
Pixabay CC0 Public Domain. BNY Mellon IM lanza un fondo global de bonos convertibles gestionado por Insight Investment
BNY Mellon Investment Management ha anunciado el lanzamiento de BNY Mellon Absolute Return Global Convertible Fund, un subfondo de la gama de fondos irlandeses de BNY Mellon Global Funds. La cartera de este nuevo vehículo de inversión está compuesta por bonos convertibles y coberturas dinámicas en renta variable, y estará gestionado por Insight Investment.
El fondo tiene como objetivo explotar las anomalías de valoración para generar rentabilidades ajustadas al riesgo a través de la inversión en una cartera concentrada. La selección de títulos se lleva a cabo mediante un enfoque temático top-down ligado a los ciclos macroeconómicos mundiales y a las disrupciones estructurales, combinado con un detallado análisis bottom-up de sectores y empresas.
El vehículo está cogestionado por Frank Campana y James Doolin, gestores de cartera senior en Insight. “Nuestro enfoque persigue explotar las anomalías de precios ligadas a los factores que influyen en el precio de los bonos convertibles, como son su sensibilidad a la renta variable y la volatilidad. Tratamos de aislarlos a través de una cartera global diversificada con posiciones largas en bonos convertibles cubiertas de manera dinámica con las acciones subyacentes”, asegura Campana.
El fondo está registrado para su comercialización en Austria, Bélgica, Dinamarca, Alemania, Francia, Finlandia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Noruega, España, Suecia, Suiza y Reino Unido y está dirigido a inversores profesionales y asesores.
“Nos complace ofrecer a nuestros inversores una estrategia UCITS que plantea una forma distinta de obtener potenciales rentabilidades positivas con una volatilidad limitada y una baja correlación con las principales clases de activos. Tanto Frank Campana como James Doolin cuentan con una gran experiencia gestionando este tipo de activos, así como con un impresionante historial que abarca dos décadas”, subraya Sasha Evers, director general de BNY Mellon IM para Iberia y América Latina.
Asimismo, Campana ha hecho hincapié en la evolución del mercado de bonos convertibles, que registra unos volúmenes de oferta constantes y cuenta con una base de inversores cada vez más diversa. “Esta situación, junto con la volatilidad potencial que se avecina, teniendo en cuenta el momento del ciclo económico y de crédito en el que nos encontramos, podrían dar lugar a un amplio conjunto de oportunidades para el fondo”, afirma el gestor.
Pixabay CC0 Public Domain. ¿Fin del Brexit?: un “bye, bye” a la Unión Europea que aún tiene por delante 11 meses de negociación comercial
A las doce y un minuto de la noche de hoy, el Reino Unido habrá salido de la Unión Europea, tras medio siglo de historia compartida. Un proceso que ha costado tres años y medio en materializarse y que no será realmente efectivo hasta el 31 de diciembre de este año, ya que ahora comienza es una fase de transición durante la que se negociarán los tratados económicos y comerciales con los que el Reino Unido se relacionará con la Unión Europea y sus países.
Por ello, a partir del sábado, el Reino Unido ya no tendrá ningún miembro en el Parlamento Europeo, pero sí permanecerá en la unión aduanera y el mercado único de la UE hasta el final del período de transición. El Reino Unido también seguirá involucrado en unos 40 acuerdos comerciales que la UE tiene con otros países. “El Reino Unido ya no puede optar por permanecer en la UE revocando el artículo 50, que es el mecanismo por el cual los países salen de la UE. Puede comenzar a negociar acuerdos comerciales con otros países, aunque los nuevos acuerdos no pueden aplicarse hasta que el Reino Unido abandone la unión aduanera europea”, matiza Azad Zangana, economista y estratega senior de Schroders.
Según los expertos, la fase de negociación de los acuerdos comerciales será la parte más complicada. «El Reino Unido tiene que establecer un acuerdo comercial con su mayor socio comercial, la UE, antes de que termine el periodo de transición. Normalmente, esto lleva años de negociación. Si el acuerdo no se alcanza, o se extiende, aún podríamos enfrentarnos a un Brexit duro. El Reino Unido también tiene que negociar acuerdos comerciales con otros países y, una vez más, no es una tarea sencilla. Como no se conocen cuáles serán las reglas del comercio, es difícil para las empresas hacer planes para el futuro, lo que probablemente pesa sobre el crecimiento. Europa ya ha advertido al Reino Unido que, si sus normas difieren demasiado de las de la UE, tendrán menos acceso al mercado europeo. Esto incluye la fiscalidad de las empresas, las ayudas estatales, las normas ambientales y las leyes laborales. Europa también advirtió al Reino Unido que tienen que hacer controles de los bienes que van a Irlanda del Norte desde Gran Bretaña después del Brexit – como se aceptó en el acuerdo de retirada – a pesar de que el Johnson sigue diciendo que no habrá controles», explica Donny Kranson, gestor de renta variable europea de Quality Growth (Vontobel AM).
Por su parte, Gregory Venizelos, senior Credit Strategist at Research and Core Investments en AXA Investment Managers, añade que “el punto clave será junio, cuando se decidirá si el plazo que hay hasta finales de este año para establecer todos los acuerdos comerciales será suficiente o si será necesaria una nueva prórroga más allá del 31 de diciembre de 2020. En principio, y tal como ha mostrado Boris Johnson, primer ministro británico, su intención es estar totalmente desvinculado de la Unión Europea el 1 de enero de 2021, pero es complicado. Hay que tener en cuenta que el acuerdo de libre comercio se tardó en hacer casi una década, y ahora estamos ante once meses para pactar todo. Además, creo que uno de los puntos más sensibles será el tema de la pesca y el dominio de las aguas para esta actividad”.
Después de tanto debatir sobre si Brexit duro o blanco, se podría decir que la situación a día de hoy presenta menos incertidumbre y volatilidad de lo que en un primer momento se valoró tras la llegada de Johnson. “Si se evita una salida precipitada veremos una apreciación de la libra frente a la mayoría de sus principales pares durante el resto de 2020. Esperamos que se alcance un acuerdo antes de que finalice el período de transición, que se cierra el 31 de diciembre de 2020, o más probablemente, que los conservadores cedan en el último momento y pidan un aplazamiento. En nuestra opinión, evitar una salida precipitada debería conducir a una apreciación de la libra frente a la mayoría de sus principales pares durante el resto de 2020”, señalan los analistas de Ebury que, a pesar del retroceso experimentado por la libra en el último mes, se muestra optimista con respecto a la divisa.
El papel del Banco de Inglaterra
Durante estos tres años y medio, el Brexit ha sido un motivo de riesgo y volatilidad para el mercado, lo que ha afectado a la libra y a los activos británicos. Por eso será muy relevante los próximos meses y los términos de los nuevos acuerdos comerciales que se pacten. “Tal y como están las cosas, el Reino Unido va en camino de un duro Brexit. Para el Reino Unido, el mejor acuerdo comercial debería ofrecer un comercio libre de aranceles y cuotas. En cambio, el peor de los escenarios sería que el país terminase el periodo de transición sin un acuerdo, por lo que las relaciones comerciales con la UE estarían sujetos a los términos de la World Trade Organization (WTO)”, explican desde Deutsche Bank.
Aunque hoy sea uno día que pasará a la historia, como también lo fue el día del referéndum (23 de junio de 2016), parece que el camino del Brexit no ha terminado y habrá que seguir esperando para ver qué consecuencias tiene. Por ahora, uno de los temas que ha captado la atención de los analistas es el papel del Banco de Inglaterra. En su reunión de ayer decidió mantener los tipos de interés en vez de rebajarlos, como esperaban algunos analistas ya que esto habría suavizado el periodo de transición que ahora se inicia.
Los expertos del banco privado suizo Julius Baer apuntan que incluso un acuerdo comercial significaría un Brexit bastante duro, ya que comprendería solo el libre comercio de bienes y causaría interrupciones en los servicios. Así, puesto que es muy probable que el resultado de la salida del Reino Unido de la UE termine en el escenario menos complicado posible, esta causará “consecuencias económicas y posiblemente provocará que el Banco de Inglaterra reduzca los tipos de interés”. Las únicas opciones que quedan, si hubiera hecho ese recorte de enero, sería recurrir a la flexibilización cuantitativa nuevamente (QE), o romper con el límite del 0,5%, que enviaría señales alarmantes sobre el estado del país a los mercados. De este modo, la recuperación de la estabilidad de la libra esterlina parece haberse agotado y probablemente de pasos hacia “una volatilidad creciente”, señalan estos expertos, ya que muchas cuestiones sobre esta materia siguen sin resolverse.
Según explica Philippe Waechter, director de Investigación Económica de Ostrum AM (afiliada a Natixis IM), “el encuentro del banco central británico reflejará dos dinámicas contradictorias. La primera, relacionada con el riesgo asociado al Brexit y su entrada en vigor este viernes día 31; unos tipos más bajos suavizarían la transición. Por otra parte, los últimos datos del mercado laboral, tanto en lo que se refiere al empleo como a los salarios reales, sustentan la idea de no hacer cambios en la política monetaria, que es lo que, en definitiva, esperamos”.
Para ver el papel que finalmente el Banco de Inglaterra va a jugar, probablemente habrá que esperar a finales de marzo cuando Andrew Bailey sustituirá a Mark Carney como gobernador del Banco de Inglaterra el 16 de marzo, y diez días después presidirá su primera reunión al frente del organismo. “Este encuentro será seguido de cerca para escrutar cualquier signo de respuesta del BoE tanto al Brexit como a los presupuestos generales. No creemos que el cambio de gobernador suponga un cambio dramático en la política del Banco de Inglaterra. Por supuesto, el Comité de Política Monetaria tendrá en cuenta, tanto el Brexit como los presupuesto. Sin embargo, las evaluaciones detalladas del estado de la economía del Reino Unido se publicarán probablemente en el Informe de Política Monetaria trimestral de mayo. Será la primera oportunidad del Banco tras el Brexit para exponer el análisis y las proyecciones que utiliza cuando considera la posibilidad de hacer cambios en los tipos de interés”, explica Zangana.
Renta variable del Reino Unido
Mientras, muchas gestoras siguen defendiendo que es un buen momento para comprar renta variable del Reino Unido, en parte por lo atractivo de sus valoraciones. En opinión de Maya Bhandari, gestora de carteras de multiactivos de Columbia Threadneedle, este tipo de activo ha recuperado el favor de los inversores. “Si bien las acciones del Reino Unido participaron de la revalorización generalizada el año pasado, su avance en comparación con el de otros mercados fue lo suficientemente moderado para que la diferencia entre los PER a un año se ampliara en casi dos puntos frente a Europa y en tres puntos y medio en comparación con la renta variable mundial, más del doble de las medias históricas y cotas extremas de los 15 últimos años. Las posiciones infraponderadas de los inversores también parecen extremas, a pesar del leve aumento en los flujos de los ETFs después de las elecciones”, explica.
Según su valoración, esto no quiere decir que las perspectivas para el Reino Unido estén garantizadas, sino que son mucho menos inciertas que hace uno o dos meses. “Siguen existiendo riesgos respecto del destino final del Brexit: con una abultada mayoría del Partido Conservador, de hecho puede haber aumentado la probabilidad de que el acuerdo comercial sea magro al tiempo que se ha reducido la perspectiva favorable de un acuerdo que conservara las ventajas de la estrecha coordinación. Cualquier acuerdo o, incluso, la prórroga de los acuerdos transitorios también requiere la aprobación por parte de todos los Estados miembros de la UE. Sin embargo, como contraste, se han desvanecido los riesgos de aumento del impuesto de sociedades, nacionalización y una mayor carga regulatoria que prometió el Gobierno liderado por Corbyn. Y, evidentemente, el Reino Unido es también un mercado defensivo en esencia, con buenos dividendos que siguen intactos”. Por eso desde Columbia Threadneedle defiende que el mercado británico ofrece una atractiva prima de riesgo, en su propio contexto y, especialmente, en comparación con otros mercados.
En 2018, los bancos centrales de todo el mundo adoptaron medidas para normalizar los tipos de interés, a través de subidas de los tipos oficiales y la retirada de los programas de expansión cuantitativa. No obstante, según indica el Grupo de Soluciones de Inversión de MFS Investment Management, pronto dieron un golpe de timón y volvieron a mostrar un sesgo acomodaticio en 2019 como consecuencia del deterioro del crecimiento mundial, el comienzo del conflicto comercial y la caída de la inflación hasta situarse muy por debajo de los objetivos fijados.
De necesitarse nuevos estímulos en 2020, los bancos centrales podrían encontrarse con escasas opciones, habida cuenta de los reducidos tipos oficiales de hoy en día y de sus ya abultados balances. Dado el limitado margen de maniobra en términos de política monetaria, los bancos centrales podrían tener que pasar el testigo a las autoridades fiscales para alentar el crecimiento.
De hecho, en Japón, en respuesta a la ralentización del crecimiento, exacerbada por un aumento del impuesto nacional sobre las ventas, ya se han adoptado medidas para incrementar el gasto fiscal. Ahora bien, un considerable desembolso fiscal adicional podría resultar complicado, puesto que el endeudamiento público ya se sitúa muy por encima de la media en muchas de las economías principales.
Aunque los últimos recortes de tipos acometidos por la Reserva Federal estadounidense (que se definieron como «ajustes de mitad de ciclo») fueron suficientes para prolongar el ciclo económico en Estados Unidos, las autoridades monetarias solo tienen a su disposición un puñado de recortes adicionales en caso de deterioro de la economía. Además, mientras que otros bancos centrales han experimentado con los tipos negativos, la Fed se muestra reacia a tomar ese camino, y la eficacia de dicha medida sigue suscitando dudas.
El Banco Central Europeo, ante la continua debilidad económica e incertidumbre en relación con el «brexit», rebajó los tipos hasta situarlos en cotas aún más negativas, reanudó el programa de expansión cuantitativa y puso a disposición de los bancos europeos niveles extraordinarios de liquidez. El Banco de Japón fijó los tipos oficiales en terreno negativo y emprendió un programa de control de la curva de tipos, aunque siguió atravesando dificultades para estimular el crecimiento o alentar la inflación de manera sostenible.
Repercusiones para la inversión en 2020
Los rendimientos de la deuda pública se mantendrán probablemente en niveles reducidos, dadas las expectativas de un débil crecimiento mundial, una átona inflación y la amenaza potencial de nuevos rifirrafes comerciales. Si bien la actitud acomodaticia de los bancos centrales y las benévolas perspectivas de crecimiento generan un entorno muy propicio para determinados bonos corporativos de elevada calidad (elegidos con criterio selectivo), los inversores deberían examinar cuidadosamente las valoraciones.
La desaceleración del crecimiento en China no solo gira en torno al comercio
La economía china ha crecido significativamente en la última década, en términos tanto absolutos como relativos, y su tamaño se ha duplicado con creces, pasando del 8% del PIB mundial al 13%. Sin embargo, la tasa de crecimiento de China parece estar ralentizándose conforme afronta los nuevos desafíos que plantea una economía mucho más grande e integrada a escala mundial. Si bien las tensiones comerciales han repercutido, a todas luces, en la desaceleración, otros factores internos también han contribuido considerablemente a reducir el ritmo de crecimiento de la segunda economía más grande del mundo.
China emprendió un significativo programa de desapalancamiento, ya que las restricciones de crédito en 2018 se tradujeron en un menor crecimiento a finales de 2018 y principios de 2019. La política actual parece centrarse más en la asignación eficiente de crédito que en el volumen de crédito per se. Este entorno crediticio relativamente restrictivo ha imperado en un momento en el que China normalmente habría inyectado bastante crédito en la economía con el fin de contrarrestar los efectos de la guerra comercial. Esta clara ruptura con las prácticas del pasado sugiere que las autoridades políticas están dispuestas a aceptar una menor tasa de crecimiento en un esfuerzo por desinflar (o, al menor, no inflar más) lo que muchos consideran una burbuja crediticia china. En consecuencia, el enorme sector manufacturero de China se está viendo sometido a presión por el marcado descenso de los flujos comerciales a escala internacional. Al mantener el crecimiento del crédito bajo control, China ha procurado no inyectar más apalancamiento en los ya sobrecalentados sectores inmobiliario y de infraestructuras.
Repercusiones para la inversión en 2020
Una nueva desaceleración del crecimiento en China podría tener profundas repercusiones para las entidades exportadoras que dependen demasiado de China como socio comercial, mientras que los países y las compañías que presentan una gama bien diversificada de socios comerciales navegarán, a buen seguro, por aguas más tranquilas.
La inversión ASG, una práctica generalizada
El interés en los asuntos ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG), así como su visibilidad han aumentado a un ritmo constante en los últimos años, y en MFS IM anticipan que los criterios ASG cobrarán cada vez más importancia para los inversores, sobre todo en Estados Unidos, donde algunos inversores y reguladores no llevan tanto camino recorrido como sus homólogos en Europa.
Los términos «integración» e «importancia relativa» se popularizaron en 2019, al alcanzarse varios hitos destacados; en efecto, la emisión de bonos verdes alcanzó la cota del billón de dólares, se ha asistido a la introducción de la mesa redonda del cambio climático de Estados Unidos, y un mayor número de inversores institucionales situaron los factores ASG entre sus metas prioritarias.
De cara a 2020, los temas de gestión responsable y transparencia probablemente adquirirán impulso, ya que los inversores tratan de arrojar luz sobre asuntos que todavía suscitan confusión, como la terminología, el proceso frente al producto, el valor frente a los principios y la participación activa frente a la exclusión. También se prevé que vaya en aumento la necesidad de que todas las partes interesadas aporten mayor transparencia, incluidos los gobiernos, las autoridades reguladoras, los consejos de administración y los beneficiarios. Determinados actos legislativos de envergadura en la Unión Europea obligarán a los gestores de inversiones a comunicar sus actividades de gestión responsable y sus resultados. Irónicamente, una evaluación objetiva del impacto de la integración ASG resultará difícil precisamente por dicha integración. Todavía se desconoce cómo la industria inversora solucionará este escollo.
Repercusiones para la inversión en 2020
Los inversores recibirán más información sobre los criterios ASG de las empresas, los gestores de inversiones y las partes interesadas conexas, y deberían estar preparados para ello. No obstante, resulta indispensable protegerse frente al denominado «ecopostureo» y cerciorarse de que los esfuerzos ASG son auténticos. Los inversores deben esforzarse por comprender el cambiante entorno jurídico y reglamentario.
A escala mundial, se debe estar atentos a los siguientes hitos importantes: la taxonomía de la Unión Europea, el Grupo de Trabajo sobre Divulgación de Información Financiera relacionada con el Clima, la Directiva de derechos de los accionistas II y un nuevo código de buenas prácticas («Stewardship Code») en el Reino Unido. Conforme se desarrollan estos y otros temas macroeconómicos y del mercado a lo largo del año, y al igual que en cualquier entorno de mercado, en MFS están firmemente convencidos de que los inversores deberían optar por carteras diversificadas en una variedad de clases de activos y asegurarse de que sus carteras se ajustan adecuadamente a sus horizontes de inversión, sus objetivos de inversión y sus perfiles de tolerancia al riesgo.
Pixabay CC0 Public Domain. Amundi amplía su oferta ISR con su primer fondo de bonos sociales
Según los datos que muestra el informe Money Monitor 2019, elaborado por Lyxor ETF Research, 2019 fue un año histórico para el mercado de ETFs, y en particular para los de renta fija. Como novedad, este documento ha logrado monitorizar los flujos que llegan a los ETFs desde fondos de gestión activa, y explicar las principales tendencias que marcaron el año.
En 2019, por primera vez, los ETFs europeos han reunido un récord de 100.800 millones de euros, con lo que el total de activos asciende a 870.000 millones de euros, lo que significa un 40% más en comparación con 2018. La firma explica que “esto es el resultado de un crecimiento acelerado en Europa durante los últimos cinco años, en comparación con el crecimiento en el mercado estadounidense más maduro: 20% más frente al 19% registrado en Estados Unidos”.
Los cálculos del documento indican que los ETFs representan ya el 7% del total de los activos de los fondos europeos, frente al 6% que suponían en 2018. Mientras que los ETFs de renta variable representan el 69% del mercado, los de renta fija el 27% y los de materias primas el 3%, mientras que el resto corresponde a las demás clases de activos.
Renta fija vs renta variable
Para Lyxor ETF, el 2019 fue sin duda el año de la renta fija, ya que los flujos de entrada alcanzaron los 54.000 millones de euros, con lo que el total de activos se elevó a 234.000 millones de euros frente a los 152.000 millones de euros de 2018. “Los inversores europeos se volcaron en las oportunidades de mayor rendimiento (bonos corporativos, bonos del gobierno de EE.UU., bonos de mercados emergentes, High Yield) y la diversificación geográfica fue clave, sobre todo fuera de Europa. Aunque el segmento de ETF de renta fija ha tardado varios años en despegar, la tendencia observada en los últimos 5 años parece sólida y resistente, con una media de 26.000 millones de euros de entradas anuales”, explican.
En cambio, fue un año irregular y de contrastes para renta variable. Los mercados de renta variable europeos se vieron afectados por las crecientes incertidumbres macroeconómicas. Hubo la amenaza de no acuerdo con el Brexit en la primera mitad, pero en la segunda mitad se produjo un fuerte repunte gracias al alivio de las tensiones comerciales. En este sentido, los ETFs se beneficiaron del rebote, reuniendo 46.000 millones de euros, mientras que los fondos de renta variable activos tuvieron salidas de 43.000 millones de euros. La renta variable británica fue un ejemplo interesante de la rotación de fondos open-ended a los ETF. Y los ETF Smart Beta también han experimentado un crecimiento récord, con una un flujo acumulado de 9.400 millones de euros el año pasado. Los flujos se destinaron principalmente a las estrategias de generación de ingresos, de Value y de volatilidad mínima/varianza mínima.
“En el contexto de Brexit, observamos flujos muy fuertes hacia los ETFs de renta variable del Reino Unido a finales de 2019, por un total de 7.100 millones de euros en los últimos 4 meses. Estos flujos no se han observado en los fondos activos. Un año récord para los ETFs ESG y Smart Beta Los cambios regulatorios y la creciente necesidad de vehículos de inversión sostenibles en todo el espectro de inversores han alimentado un auge en el segmento del ESG, que ha acumulado una cifra récord de 16.500 millones de euros de nuevos activos netos el año pasado, elevando el total de activos bajo gestión a 30.500 millones de euros”, señalan.
Para Vincent Denoiseux, director de investigación y soluciones de ETF de Lyxor Asset Management, «la cuota de mercado de los ETFs ha aumentado de forma constante durante las dos últimas décadas, lo que subraya la creciente adopción entre los inversores europeos. Con esta publicación enriquecida que incluye los flujos hacia los fondos activos, nuestro objetivo en Lyxor es ayudar a los inversores a obtener una imagen aún más detallada de las tendencias en juego en la industria y de la asignación de flujos entre la gestión activa y la pasiva».
Los datos de este informe se basan en el análisis de los flujos de 47.000 fondos y ETFs. Según la gestora, el documento ofrece una visión completa de las principales tendencias y factores de impulso de la industria europea de gestión de activos.
Pixabay CC0 Public Domain. Banque SYZ se une a la iniciativa de reforestación de BNP Paribas, en colaboración con Reforest’Action, que une sus ofertas de inversión sostenibles con la plantación de árboles en todo el planeta.
Banque SYZ se ha unido a la iniciativa de reforestación de BNP Paribas, en colaboración con Reforest’Action, que propone vincular su oferta de inversión sostenible con la plantación de árboles en todo el planeta. La iniciativa es una combinación dinámica de efectivo, renta fija y renta variable que se extrae de algunos de los mejores fondos de inversión colectiva del ámbito medioambiental y temático, mientras apoya la restauración de los bosques.
“Nos enorgullece poder decir que, junto con sus inversores, Banque SYZ ha plantado 23.294 árboles en Indonesia, Madagascar, España y Portugal”, ha explicado Carole Millet, gestora de patrimonio en el grupo SYZ. Por cada 1.000 euros que se inviertan de forma responsable, se plantará un árbol. Además, como parte de su compromiso con las inversiones sostenibles, Banque SYZ plantará otro árbol por cada uno financiado por un cliente.
“En SYZ, hace tiempo que comprendimos la conexión que existe entre los valores y la creación de valor. Esta es la razón por la que estamos trabajando para integrar los criterios ESG en nuestra actividad y por la que nos estamos esforzando para participar activamente en la gestión de las empresas en las que invertimos. Invertir en ESG es un movimiento imposible de ignorar. Estamos convencidos de que combina principios de una inversión sólida con la oportunidad de tener un impacto positivo sobre el planeta”, ha añadido Nicolas Syz, director de banca privada de SYZ.
En la lista de los mejores asesores financieros de los Estados Unidos, realizada por Forbes, en Nueva York dentro de las categorías de HNW y private wealth, el sur de Texas, y Los Ángeles, tres firmas se colocaron a la cabeza en cuanto a asesores destacados. De los 40 mencionados, 12 son de UBS, nueve de Merrill Lynch y siete de Morgan Stanley.
Para la ciudad de Nueva York y el mercado HNW, 202 asesores fueron seleccionados. En primer lugar se encuentra Jason Katz de UBS, seguido de Gerstein Fisher, con su RIA. y John Olson de Merrill Lynch. En el top 10 hay cinco asesores de UBS, dos de Morgan Stanley, dos independientes y Olson de Merrill Lynch.
Para el mercado Private Wealth de Nueva York, destacaron a 146 asesores, con Brian C Pfeifler de Morgan Stanley en primer lugar seguido de Christopher Errico de UBS y Lyon Polk de Morgan Stanley. En este mercado UBS y Morgan Stanley empatan con tres asesores dentro del top.
En el Sur de Texas, 97 asesores lograron entrar a la lista. En primer lugar quedó Nestor Vicknair de Merrill Lynch, en segundo Scott Tiras de Ameriprise y en tercero Bonner Barnes de Corda Investment Management. En esta ocasión Merrill Lynch lideró la tabla con cuatro asesores en el top 10, UBS le siguió con tres y Ameriprise con dos.
En Los Ángeles, 152 asesores fueron destacados por Forbes. Randy Conner de Churchill Management Group lideró la lista, seguido de dos asesores de Merrill Lynch, Richard Jones y Reza Zafari. En el top 10 hay cuatro asesores de Merrill Lynch, dos de Morgan Stanley, y uno de UBS, Wells Fargo, Churchill y Evoke Wealth.
El ranking 2020 de Forbes de los mejores asesores por estado, desarrollado por SHOOK Research, destaca a 4.000 asesores en los Estados Unidos, los cuales fueron nominados por sus empresas, y luego investigados, entrevistados y asignados a un ranking dentro de sus respectivos estados. En conjunto, administran activos por más de 4 billones de dólares (trillion en inglés).
Paula Volent y Sandy Rattray, fotos cedidas. MSCI aumenta su Consejo de Administración con la inclusión de Paula Volent y Sandy Rattray
Paula Volent y Sandy C. Rattray serán los dos nuevos miembros independientes al Consejo de Administración de MSCI a partir del 26 de febrero de 2020. Estos nombramientos elevan el número de miembros de diez a doce.
“Estamos increíblemente emocionados de darles la bienvenida a nuestra junta a Paula y Sandy, quienes tienen una amplia experiencia en la industria de inversión. Su experiencia global y en diversas clases de activos y tendencias emergentes de la industria, incluida la innovación tecnológica, fortalecerá aún más la amplitud de talento de nuestra Junta”, dijo Henry A. Fernández, presidente y director ejecutivo de MSCI.
Paula Volent es actualmente vicepresidenta sénior de inversiones y directora de inversiones en Bowdoin College, un cargo que ha desempeñado desde 2006. Anteriormente se desempeñó como vicepresidenta de inversiones en Bowdoin College de 2002 a 2006, y tesorera asociada en Bowdoin College de 2000 a 2002.
Antes de unirse a Bowdoin College en 2000, Volent se desempeñó como asociada senior en la Oficina de Inversiones de Yale. Tiene una Maestría en Administración de Empresas de la Yale School of Management, una Maestría en Artes del Instituto de Bellas Artes de la Universidad de Nueva York y una Licenciatura en Artes de la Universidad de Nueva Hampshire.
Sandy C. Rattray es el director de Inversiones de Man Group, un cargo que ha ocupado desde 2017. Anteriormente se desempeñó como director ejecutivo de Man AHL de 2013 a 2017, y director de Inversiones de Man Systematic Strategies de 2010 a 2013.
Antes de ocupar dichos cargos, ocupó varios otros puestos de liderazgo senior en Man Group. Antes de unirse a GLG Partners, que más tarde fue adquirida por Man Group, en 2007, pasó 15 años en Goldman Sachs, donde ocupó varios cargos, incluido el de director y jefe del Grupo de Estrategia Fundamental. Rattray también forma parte del Consejo Asesor de MSCI. Tiene una Maestría en Ciencias Naturales y Economía de la Universidad de Cambridge y una Licencia Especial de la Universidad Libre de Bruselas.
Pixabay CC0 Public Domain. Si quieres retornos, asume más riesgos
Desde el punto de vista de un inversor en renta fija, 2019 fue mucho más emocionante de lo esperado. Hace un año asumíamos que la Fed ejecutaría otras dos subidas de tipos y que el BCE rebajaría unos cuantos puntos básicos su tipo de depósito negativo. Las cosas fueron bien distintas: El presidente de la Fed, Jerome Powell, redujo los tipos tres veces, y el BCE aflojó la política de forma significativa.
El cambio de rumbo de la Fed resultó ser explosivo en los mercados. La rebaja de la tensión política también pudo ser un factor, al dejar de empeorar la disputa comercial entre EE.UU. y China. Los resultados fueron claros: subidas en los mercados de bonos y acciones, impulsadas, más que nada, por una política monetaria relajada.
Pero tras este año dramático y sorprendente la pregunta es qué puede pasar en 2020. Después de tomar lo que podría considerarse un importante paso preventivo para evitar la debilidad económica, la Fed puede ser ahora más dependiente de los datos. Dada la evolución económica que esperamos, es probable que esto signifique que los tipos de interés permanecerán estáticos en EE.UU. y probablemente también en Europa, aunque no descartamos completamente movimientos al alza o a la baja.
Un aumento significativo de la inflación en EE.UU., que podría ser generado por aranceles (más altos) sobre las importaciones chinas, llevaría a un aumento de los tipos. Un recorte o recortes de los tipos podría seguir a otros signos de debilidad económica. Y los riesgos a la baja están ahí.
Los líderes corporativos están nerviosos. Si se detienen en las inversiones de capital y el ímpetu fiscal se desvanece -como es de esperar-, el crecimiento puede sufrir. Los comicios que se acercan no harán dudar a la Fed, ya ha actuado en años electorales en varias ocasiones en el pasado. Sin embargo, la propia campaña podría causar grandes fluctuaciones en el mercado.
En general, el entorno de bajos tipos de interés parece listo para continuar. Los bancos centrales probablemente continúen brindando apoyo a través de sus renovados programas de compras y no esperamos una recesión, ni una escalada en la disputa comercial entre EE.UU. y China, ni un Brexit duro. Tampoco esperamos que los rendimientos de los bonos gubernamentales vuelvan a sus mínimos de 2019. Cualquiera que desee generar retornos en 2020 debe estar preparado para asumir riesgos.
¿Qué puede significar esto concretamente para las distintas regiones y tipos de bonos? Esperamos poco de los bonos gubernamentales. En Europa y Japón, prevemos que los rendimientos totales se aproximen a cero; después de todo, ya no deberíamos esperar que los precios de los bonos suban como lo hicieron en 2019. Incluso los del Tesoro estadounidense solo parecen atractivos para los inversores en dólares.
Sin embargo, los mercados emergentes, donde creemos que el rendimiento total de los bonos gubernamentales podría superar el 5% en dólares, se están volviendo más interesantes. Se están beneficiando de los tipos de interés más bajos de EE.UU. y de la perspectiva de que el dólar no se fortalezca más. Además, sus bancos centrales todavía tienen margen de maniobra para apoyar las economías si es necesario.
Grado de inversión frente a high yield
Los bonos corporativos con grado de inversión de Europa y EE.UU. se han movido de manera similar: prácticamente nada. En high yield, sin embargo, ha habido algunos movimientos astutos a medida que los inversores se diferencian más.
Para los bonos corporativos, un crecimiento económico moderado y una baja inflación son beneficiosos: no hay alternativa a ellos dado que los rendimientos de los bonos gubernamentales son bajos o incluso negativos; y el miedo a perder oportunidades hace que los inversores sigan acudiendo a ellos con la esperanza de otro repunte de los bonos.
Ajustados al riesgo, actualmente consideramos que los bonos corporativos en euros con grado de inversión son particularmente atractivos. Además, vemos oportunidades en otros sub-segmentos, como en el high yield europeo, en Estados Unidos y en mercados emergentes. Los bonos europeos deberían ser respaldados por las compras del BCE, mientras que en EE.UU. las preocupaciones previas sobre la calidad de los balances no se han visto confirmadas.
En cualquier caso, no ha tenido un lugar el paso de los bonos BBB al segmento high yield. Lo que vemos desde el verano, sin embargo, es una ampliación de la brecha entre los bonos high yield con calificaciones más bajas (CCC) y aquellos con mejor rating. Esto se debe a la representación desproporcionada de los títulos energéticos en el high yield estadounidense y a que los bonos emitidos por empresas con modelos de negocio difíciles (por ejemplo, la venta minorista clásica) se están rechazando más que en el pasado. Esperamos que el diferencial entre los emisores aumente todavía más.
Somos conscientes de que nuestros pronósticos de rendimiento son poco emocionantes. Sin embargo, coinciden con nuestras perspectivas económicas y políticas para 2020. Sabemos que las elecciones presidenciales en EE.UU., el Brexit o incluso puntos calientes de la política como Irán o Hong Kong pueden hacer que nuestro escenario central no se produzca. Pero, como refleja el gráfico, históricamente, solo en épocas de política monetaria restrictiva o de una inflación en fuerte aumento, los bonos gubernamentales estadounidenses han registrado rendimientos negativos. Tampoco esperamos que eso suceda.
Tribuna de Joern Wasmund, jefe de renta fija en DWS
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Citi presentó este jueves su Citi Wealth Builder, una plataforma de inversión digital de bajo costo con portafolios administrados profesionalmente. La nueva herramienta de asesoramiento digital está impulsada por Jemstep, una subsidiaria de Invesco.
«Citi Wealth Builder facilita el que los clientes comiencen a invertir para que puedan alcanzar el siguiente nivel de su viaje financiero», dijo John Cummings, director de Citi U.S. Consumer Wealth Management. «Es parte del enfoque holístico de Citi para la gestión bancaria y patrimonial. En solo unos minutos, los clientes pueden comenzar a construir una base sólida en los años venideros”.
Simon Roy, presidente y CEO de Jemstep agregó: «Jemstep se enorgullece de asociarse con Citi para proporcionar asesoramiento de riqueza personalizado y basado en objetivos a sus clientes. Hemos trabajado estrechamente con Citi para configurar la plataforma de asesoramiento digital de Jemstep para proporcionar una experiencia de cliente convincente que respalde la propuesta de valor única de Citi, las capacidades de entrega omnicanal y los sólidos requisitos operativos y de cumplimiento».
Para utilizar la plataforma se necesita una inversión inicial de 1.500 dólares. Citi Wealth Builder conecta rápidamente a los clientes con uno de las seis portafolios disponibles, dependiendo de sus respuestas a preguntas que van desde su nivel de comodidad con la volatilidad del mercado hasta sus objetivos de jubilación y cuánto han ahorrado hasta la fecha. Los clientes pueden ajustar sus niveles de inversión con una vista en tiempo real de cómo esos cambios pueden afectar sus objetivos.
Una vez que la cuenta está abierta, Citi Wealth Builder la toma desde allí, monitoreando y reequilibrando automáticamente las carteras diversificadas de ETF que son diseñadas y administradas por expertos en inversión. En caso de que los clientes sean considerados Citi Priority y Citigold, no hay comisión de asesoramiento, mientras que en caso de no serlo, la comisión es de 0,55%.