CC-BY-SA-2.0, FlickrJair Bolsonaro, presidente de Brasil.. Crisis de confianza
En Brasil, la decisión del presidente Jair Bolsonaro de destituir al director de Petrobras marca un fuerte cambio de rumbo de las políticas favorables al mercado y señala una posible presión sobre las empresas estatales de servicios públicos. Y en México, una controvertida iniciativa del presidente Andrés Manuel López Obrador para beneficiar a CFE, a expensas del sector privado, es otro golpe a la confianza de los inversores y pone en riesgo el acuerdo comercial T-MEC.
Bolsonaro argumenta que la política de combustible de la empresa solo agrada a los mercados financieros y a grupos selectos en Brasil y debería cambiarse como parte de un esfuerzo por reducir los precios de la gasolina y el diésel. Hay que tener en cuenta que, según las reglas vigentes, los precios más altos de las materias primas y un real brasileño (BRL) más débil exigen aumentos en los precios internos del combustible.
Bolsonaro podría sentirse presionado para eludir la regla, lo que eventualmente conducirá a menores ganancias para la petrolera estatal Petrobras, ya que su índice de aprobación se desplomó al 32,9% en febrero, desde el 41,2% en octubre, según una encuesta publicada por la asociación de transporte CNT. Esto también podría explicar por qué prometió abordar los precios de la electricidad próximamente.
Mientras tanto, se están fraguando más estímulos fiscales en Brasil, ya que el gobierno está planeando una extensión del programa de transferencias de efectivo a través de una enmienda constitucional. Hacerlo sin contramedidas profundizaría las preocupaciones sobre la estabilidad financiera y aumentaría las expectativas de inflación (el pronóstico promedio para la inflación de precios al consumidor del IPCA a fines de este año aumentó al 3,8% desde el 3,6%, según la última encuesta semanal FOCUS).
En México, la semana pasada se discutió en la Cámara de Diputados un plan para darle prioridad a la generadora estatal CFE para despachar electricidad generada con hidrocarburos, cambiando así el orden existente que favorece la energía renovable solar y eólica producida por empresas privadas. Posteriormente pasará al Senado para su confirmación. El partido gobernante, MORENA, y sus aliados tienen mayoría en ambas cámaras del Congreso, por lo que una aprobación total es muy probable.
La iniciativa tiene cuatro implicaciones importantes. Primero, pone en peligro más de 9.000 millones de dólares en proyectos de energía limpia adjudicados al sector privado en 2016-2017 como parte de la Reforma Energética de la anterior administración. Pero la carga para las finanzas del gobierno podría ser materialmente mayor, como lo demuestra la cancelación del Aeropuerto Internacional de Nuevo México (NAIM) en 2019.
Segundo, el acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC) se pone en riesgo y podría traducirse potencialmente en juicios perjudiciales de otros países.
Tercero, eliminar el incentivo para que el sistema compre la electricidad más barata destruye la eficiencia derivada de la competencia entre productores. Esto podría traducirse en tarifas más altas para los consumidores y potencialmente obligar al gobierno a otorgar subsidios más altos.
Y cuarto, el cambio de reglas y cancelación de contratos de forma unilateral continúa dañando la confianza de los inversores. La inversión extranjera directa (IED) disminuyó un 12% el año pasado y la inversión fija bruta ha registrado 22 meses consecutivos en territorio negativo.
Sugerimos a los inversores que se mantengan al margen cuando se trata de activos brasileños. En renta fija, continuamos viendo mejores oportunidades en bonos soberanos mexicanos dentro de la región. Y en renta variable de mercados emergentes, recomendamos invertir en acciones chinas.
Tribuna de opinión de Esteban Polidura, director de Asesoría y Productos para las Américas en Julius Baer.
Pixabay CC0 Public Domain. Burkina Faso, Islas Caimán, Marruecos y Senegal se unen a la lista de países deficientes en materia de PBCyFT
El Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI o, en su denominación inglesa, Financial Action Task Force, FATF) ha publicado la actualización trimestral de la lista de jurisdicciones de alto riesgo que presentan carencias graves en prevención del blanqueo de capitales y de la financiación del terrorismo (PBCyFT).
A esta lista de “alto riesgo” se han incluido, respecto a la última publicada en diciembre de 2020, cuatro nuevas jurisdicciones: Burkina Faso, Islas Caimán, Marruecos y Senegal. Por lo tanto, estos países deberán implantar mejoras en sus sistemas de prevención.
Tras esta actualización, el listado actualizado de países de alto riesgo que presentan deficiencias estratégicas, según el GAFI, es el siguiente: Albania, Barbados, Birmania, Botsuana, Burkina Faso, Camboya, Corea del Norte (call for action), Ghana, Irán (call for action), Islas Caimán, Jamaica, Marruecos, Mauricio, Nicaragua, Pakistán, Panamá, Senegal, Siria, Uganda, Yemen y Zimbabue.
Desde esta institución intergubernamental e internacional se trabaja para desarrollar y que se apliquen medidas para proteger el sistema financiero internacional de los riesgos, continuos e importantes, que supone las actividades de blanqueo de capitales, entre otros aspectos
Foto cedidaJenna Barnard, co-responsable de renta fija estratégica en Janus Henderson Investors. Jenna Barnard, co-responsable de renta fija estratégica en Janus Henderson Investors
A comienzos de este año, a nivel macroeconómico, el consenso de la narrativa del mercado de renta fija se ha centrado en la reflación. Así, el conjunto de los gestores de activos ha tenido que decidir si se encontraba ante el principio o el final de un entorno de reflación. En la opinión de Jenna Barnard, co-responsable de renta fija estratégica en Janus Henderson Investors, es claro que nos encontramos más cerca del final que del principio y que esto puede crear en los próximos meses una fantástica oportunidad para añadir duración en el núcleo de la exposición a bonos de las carteras de renta fija flexibles.
Si bien las búsquedas en Google de la palabra “reflación” suelen incrementar en los meses de enero que siguen a un periodo de recesión, -tal y como sucedió en 2009 tras la Crisis Financiera Global o en 2017 con la pequeña recesión sufrida por los mercados emergentes-, este año se han incrementado exponencialmente, mostrando un consenso sin precedentes en la narrativa del mercado. Los motivos por los que los analistas de mercado se han centrado en un entorno de reflación son múltiples: la llegada de la vacuna, la reapertura de las economías y el efecto base de unos niveles de inflación y crecimiento muy bajos en marzo y abril del 2020. No obstante, según la visión de Jenna Barnard, cuando se examinan los detalles de este entorno de reflación, los datos son poco convincentes y la inflación que se verá en los próximos meses será modesta y transitoria.
Ratificando la opinión del consenso, el índice del sentimiento alcista del consenso sobre bonos del Tesoro estadounidense se encuentra en cerca de sus mínimos históricos. De forma similar, el dólar también muestra unos niveles extremos de sentimiento bajista. En contrapartida, los activos que en principio podrían beneficiarse en este tipo de entorno, como la deuda corporativa y de mercados emergentes, en particular, la deuda denominada en divisa local, y las áreas más value del segmento cíclico de la renta variable han experimentado un rally.
Las perspectivas de inflación
Para finales de 2021, en Janus Henderson esperan volatilidad en el nivel de precios, pero no inflación. Este movimiento es en gran parte consecuencia del efecto de base por unos precios de las materias primas muy bajos en la pasada primavera, de la reversión de recortes en los impuestos al consumo (principalmente recortes en el IVA) que tuvieron lugar en varios países, por ejemplo, en Alemania y Reino Unido, así como de la introducción del coste de las emisiones de carbono en Europa. El resultado neto es que se dará un cierto repunte en la inflación de los próximos meses.
Este tipo de volatilidad en los precios ya se ha dado con anterioridad. Los bancos centrales y los inversores en deuda saben que es transitoria. Las perspectivas de inflación para este año y el siguiente se mantienen muy acalladas. El repunte esperado será relativamente modesto en relación con la experiencia similar que se dio en 2011 tras la Crisis Financiera Global. En Estados Unidos, la inflación general debería situarse alrededor del 3% durante los meses de abril y mayo. Mientras que, en Europa y Reino Unido, debería alcanzar un 2%. Estas cifras se podrían comparar con las de 2011, en las que el pico de la inflación llegó a alcanzar un 5% en Reino Unido, un 4% en Estados Unidos y un 3% en Europa.
Si se examinan los procesos de reapertura de las economías y el impacto que estos puedan tener en la inflación, de nuevo, las perspectivas se perciben más deflacionarias que inflacionarias. Esto podría sorprender a algunos inversores, pero, en realidad, la cesta de bienes que está experimentando una inflación relativamente alta en consecuencia de las disrupciones provocadas por el COVID-19 (como el precio de los vehículos de segunda mano o el mobiliario en los hogares) no representa una parte significativa del índice de precios al consumo como sí lo hacen otros productos que experimentan una mayor presión deflacionaria (como el precio de los billetes de avión).
En su análisis, Janus Henderson compara la tasa de cambio en el crecimiento y la tasa de inflación medida año a año en Estados Unidos frente a la tasa de rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años. Los rendimientos de los bonos a 10 años tienden a seguir lo ocurrido en la tasa de cambio. Ésta debería alcanzar un pico en la primavera de este año y mostrar un declive a partir del tercer trimestre del año. Por eso, cabría esperar que la tasa de rendimiento de los bonos a 10 años alcance un pico al mismo tiempo que la tasa de cambio, mostrando una excelente oportunidad para añadir duración a la cartera.
Gran parte de la inflación anticipada está ya reflejada en los precios de los bonos estadounidenses y australianos. Sin embargo, esto no se está viendo en los bonos europeos ni en los británicos que casi no se han movido. En Estados Unidos, las expectativas de inflación que se deducen del mercado de deuda marcan un 2,2% anual en los próximos 10 años, un nivel muy cercano a las expectativas de 2018. Asimismo, los mercados de deuda están descontando que el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años (medido por la tasa forward del bono de 5 años en 5 años) subirá y tocará un máximo cercano al 2%, quedando por debajo del anterior máximo del mercado, situado en un 2,5%.
Frente aquellos inversores que creen que nos encontramos al principio de un ciclo reflacionario y que las medidas tomadas para paliar los efectos del COVID-19 traerán el resurgimiento de la inflación en el medio plazo, Jenna defiende que los movimientos en las masas monetarias M2 y M2+, junto con los préstamos bancarios comerciales, siguen contrayéndose tras el pico alcanzando en el segundo trimestre de 2020. Como ejemplo, Jenna citó a Bank of America. La entidad anunció en sus resultados un incremento en los depósitos y una disminución del 4% en su libro de préstamos.
La experta sostiene que, si estuviéramos adentrándonos en un ciclo inflacionario en el medio plazo, la habilidad de crear inflación y de incrementar la velocidad del dinero estaría determinada por el sector privado bancario. Los bancos necesitarían estar prestando una mayor cantidad de dinero, incrementando su libro de préstamos para que este escenario pueda darse.
Si bien los bancos centrales están mostrando su voluntad para crear inflación, no se ha visto un incremento de los préstamos bancarios ni en Europa ni en Reino Unido en los últimos diez años. Y en Estados Unidos se podría decir que las empresas están mostrando una tendencia de desapalancamiento en sus balances, tal y como anunciaron Levis y McDonalds durante la comunicación de sus resultados.
En consecuencia, en Janus Henderson se mantienen estructuralmente alcistas en los bonos del gobierno y dan la bienvenida a la narrativa de un entorno de reflación como una oportunidad para disminuir el riesgo y añadir duración a la cartera.
Puede acceder a todas las perspectivas de inversión de Janus Henderson a través de estelink
Carla Sánchez es el nuevo fichaje de Creuza Advisors, firma independiente de asesoramiento a clientes particulares y distribución internacional con sede en Lima. Se incorporará al equipo de Nicolás Lasarte y Bruno de la Torre como Senior Sales, con el objetivo de cubrir los mercados institucionales de Colombia, Perú, Chile y US Offshore.
Sánchez es Licenciada en Económicas por la Universidad del Pacifíco y MBA por el Tuck School of Business. Asimismo, cuenta con una larga experiencia como analista en instituciones de primer nivel en el Perú, desarrollando los últimos años de su carrera en Prima AFP como analista de riesgos senior, primero, de Renta Fija y, posteriormente, de Fondos Alternativos. Durante su estancia académica en EE.UU. realizÓ también el Sumer Associate Program en JP Morgan Wealth Management.
Nicolas Lasarte, socio y head de distribución insititucional en Creuza Advisors, señala que: “la incorporación de Carla es un paso muy importante en nuestro objetivo de seguir mejorando la calidad del servicio que ofrecemos al mercado desde un punto de vista técnico, manteniendo, siempre, nuestros valores de máximo esfuerzo y dedicación a las necesidades de nuestros clientes. Además, su notable curriculum pero, sobre todo, sus excelentes valores como persona, van a ser un gran aporte, no sólo, a nuestro equipo de distribución sino a la totalidad de la familia Creuza”.
Creuza Advisors es un asesor patrimonial con más de 13 años de track record. En el año 2017, abrió, como negocio independiente al de asesoramiento, su división de distribución institucional y en la actualidad cuenta con la representación de Groupama AM, SKY Harbor, Capital Four, Goldpoint Partners, Napier Park Global Capital, Lighthouse Partners y W Capital.
En lo que fueron las vacaciones más largas desde el secundario, leí cinco libros. En consonancia con la propia naturaleza del extraño 2020 – en que el mundo se detuvo -, aprendí la importancia de desacelerar y simplificar, y de tomar pausas (breaks, dirían los estadounidenses). Pausar para hacer ejercicio, para tomar vacaciones y descansar. Y recuperé el placer de leer libros que no están relacionados con mi trabajo.
El primero de esta serie de libros es La Pausa, del galardonado periodista argentino Hugo Alconada Mon.
Es un libro ágil y de fácil lectura, que busca identificar los cambios que impone la pandemia, invita a pensar cómo será el mundo y cómo cambiarán nuestras vidas a partir de esta crisis. Lo hace a través del diálogo con 25 de los grandes referentes de nuestro tiempo – entre otros, Yuval Noah Harari, Daron Acemoglu, Isabel Allende, Ai Weiwei, Fernando Henrique Cardoso, Ellen Johnson Sirleaf y Fernando Savater.
Algunos resaltaron aspectos negativos y preocupantes que trajo la pandemia. Alertaron por el avance de ciertos Estados sobre las libertades individuales. Sobre el riesgo que cedamos derechos, garantías y libertades por el miedo que sentimos y el riesgo que corremos, y que luego resulte muy difícil de revertir. El peligro de una distopía totalitaria.
También las dificultades a las que nos enfrentamos, como el aumento de la pobreza y del desempleo, de la creciente desigualdad social. Una ¨catástrofe¨ de la que acaso no nos recuperemos por mucho tiempo, y que alcanza a millones de personas en desesperante situación social, económica y psicológica.
La pandemia ha revelado la importancia de contar con una red social más fuerte, de una mejor salud pública, de una mayor capacidad del Estado para coordinar acciones en tiempos de emergencia, y una mejor cooperación internacional. Y también dejó en descubierto la forma inadecuada de actuar de muchas instituciones.
La crisis también abre oportunidades. La oportunidad de reajustar nuestros valores. De abrir nuestras vidas a las realidades de otros. De resaltar la importancia de la solidaridad, generosidad y templanza y de los líderes comunitarios. La oportunidad de construir una mayor cooperación internacional y otra forma de globalización más fructífera, de fortalecer los sistemas sanitarios y apoyar a la ciencia.
Una crisis de esta magnitud, multi-dimensional y de enorme complejidad invita a miradas diversas y complementarias como la de las personas entrevistadas en este libro.
Que esta crisis pase lo más rápido posible y que sus lecciones permanezcan con nosotros.
(Gracias Cecilia Camors por la recomendación del libro)
Bárbara Mainzer es presidenta de la CFA Society Uruguay
Morgan Stanley contrató a Gabriel Patrich como Executive Director para su oficina en la ciudad de Coral Gables en Florida.
El advisor fue registrado en Finra por Morgan Stanley proveniente de Wells Fargo el día 2 de marzo, según su perfil de Brokercheck.
La llegada de Patrich se da luego de un extenso proceso en el que varias compañías se disputan los equipos que se han ido liberando luego de que Wells Fargo anunciara el cierre de su sección de wealth management para el negocio Offshore.
Por ejemplo, esta semana también se conoció el pase de Mauricio Sánchez como Branch Manager en Miami. Según fuentes de la industria, se espera que haya más fichajes de Morgan Stanley a profesionales provenientes de Wells Fargo.
Patrich tiene más de 20 años trabajando en wealth management. Comenzó en el 2000 como Managing Director en en la sección del Banco de Boston en Miami, donde estuvo siete años hasta pasar a Santander Internacional en la misma ciudad.
En el banco español, Patrich cumplió funciones durante más de 13 años como Executive Banker hasta septiembre de 2020 cuando pasó a Wells Fargo junto a un equipo de banqueros especializados en Argentina, informó Funds Society.
El asesor financiero tiene un Master in Business Administration por The Wharton School, según su perfil de Linkedin.
Alfonso Eyzaguirre asumirá como CEO de J.P. Morgan para Latinoamérica y Canadá y jefe de Banca de Inversión para América Latina, ha anunciado J.P Morgan a través de un comunicado.
Eyzaguirre se desempeña como presidente de J.P. Morgan Chile y Director de la Banca de Inversión desde el 2013. En este cargo supervisa todas las actividades corporativas y de banca de inversión y gestión de activos y patrimonio en Chile.
En su nuevo cargo, reemplazará a Martin Marron, recientemente nombrado CEO de Banca Privada Internacional de J.P. Morgan. Eyzaguirre se trasladará a Nueva York y se integrará al comité directivo global de la Banca Corporativa y de Inversión, una de las principales líneas de negocios de la firma. El ejecutivo asumirá su cargo de inmediato y, mantendrá sus responsabilidades en Chile por un periodo de transición mientras se designa su reemplazante.
Con más de 30 años de trayectoria en la industria, 25 de ellos en J.P. Morgan, Eyzaguirre cuenta con una gran experiencia y conocimiento de las regiones que tendrá a su cargo. Es miembro del equipo directivo de J.P. Morgan para América Latina y Canadá y de varios otros foros de negocios, riesgo y control en toda la región. Destaca por el impulso al desarrollo profesional de sus equipos y ha sido mentor de talento durante muchos años. También ha sido impulsor de muchas de las iniciativas de Diversidad e Inclusión de la firma en la región.
En su nuevo cargo de CEO reportará a Daniel Pinto, Co-President and Chief Operating Officer of JPMorgan Chase and CEO of the Corporate & Investment Bank y a Mary Erdoes, CEO of JPMorgan Chase’s Asset & Wealth Management business. En los temas de Banca de Inversión para América Latina, reportará a Jim Casey y Viswas Raghavan.
Pixabay CC0 Public Domain. Carmignac Existe la posibilidad real de que se produzca un cambio de paradigma en los mercados
Tipos de interés a la baja, bancos centrales todopoderosos, inflación cero y crecimiento débil. ¿Está el entorno de mercado de la última década al borde de un cambio importante? Carmignac piensa que, a día de hoy, existe la posibilidad real de que se produzca un cambio de paradigma en los mercados, en particular en Estados Unidos, impulsado por una subida de los tipos de interés, fomentada a su vez por una mayor inflación. En este contexto, la gestora francesa sugiere reducir el perfil de riesgo, apostar por el alfa del crédito en renta fija, y reforzar posiciones orientadas a la reapertura de las economías y en empresas con un crecimiento de los beneficios claramente visibles.
En su actualización sobre visión macro y de mercado ‘BrightTALK: A regime change?‘, el director general y miembro del Comité Estratégico de Inversión de Carmignac, Didier Saint-Georges, comenzó su intervención preguntándose cómo abordar los posibles desenlaces de una “situación sin precedentes”. La magnitud de la inyección financiera de ambos bancos centrales y de gobiernos, la disponibilidad de liquidez libre, los paquetes de estímulos presupuestarios y las esperanzas de reapertura de la economía, han fomentado el optimismo generalizado entre los inversores. Sin embargo, advirtió Didier Saint-Georges, el rápido ajuste de los mercados a una recuperación mundial, patente en todas las economías desarrolladas, podría generar un “sobrecalentamiento”.
Para analizar las consecuencias de este fenómeno, Didier Saint-George se centró en los Estados Unidos, donde las perspectivas de un cambio de paradigma son más sólidas. En un marco de coyuntura bullish, una decepción entorno a las buenas expectativas de crecimiento, sumado a un elevado aumento de la inflación, mayor que en Europa, podrían suponer grandes obstáculos a la recuperación.
A pesar del estímulo fiscal, la conmoción económica ha dejado “profundas cicatrices” en varios sectores de la economía americana, apuntó Didier Saint-Georges; mientras, las pymes albergan escasas expectativas de crecimiento económico y aumento de la demanda, por lo que están recortando sus intenciones de inversión en inmovilizado ante el temor a un incremento de los impuestos y normativas. Asimismo, los paquetes de estímulo de gran envergadura que se esperan implantar pronto, al menos en Estados Unidos, podrían contribuir a elevar la inflación a medio plazo.
En este sentido, Didier Saint-Georges cuestionó la idoneidad del gasto público, a través de deuda e impuestos, o de ciertos paquetes de apoyo de grandes dimensiones como herramientas para generar un crecimiento sostenible.
La unión de un crecimiento económico lento y de cierta inflación impulsada por costes podría resultar a medio plazo en una “estanflación”, apuntó Didier Saint-Georges, con efectos poco favorables para los bonos y los mercados bursátiles.
Reducción del riesgo y mantenimiento de estrategia Barbell
En vista de unos mercados con niveles técnicos elevados, Carmignac ha optado por reducir el perfil de riesgo de manera generalizada en la mayoría de sus fondos. Además, la gestora priorizará un enfoque Barbell, con el que se posiciona a favor de un posible inicio de un cambio de paradigma.
En renta fija, Carmignac concentrará la gestión de riesgos en Estados Unidos, donde sucederá “gran parte de la acción”, apuntó Didier Saint-Georges. Si los tipos estadounidenses inician una tendencia alcista, es probable que los europeos adopten lentamente el mismo camino. Mientras en Europa, que experimenta una coyuntura modesta pero estable en términos generales, la gestora identifica oportunidades en el alfa del crédito como principal catalizador de la rentabilidad.
En opinión de Carmignac, China se beneficiará de una reapertura económica para después ralentizarse en el marco de la recuperación mundial. Con un riesgo reducido de sobrecalentamiento y uno de los tipos reales más elevados del mundo, la gestora valora al gigante asiático como un buen destino tanto en renta fija como variable. Allí adoptará una marcada posición en títulos que registran beneficios elevados.
En esta línea, Didier Saint-Georges destacó la importancia de ser selectivos con los valores de crecimiento en renta variable en un contexto de inflación creciente. Así, Carmignac recomienda apostar por aquellas empresas que muestren unverdadero crecimiento visible, no especulativo, a medio plazo como motor de rentabilidad.
Las conferencias web BrightTalk son organizadas por los gestores de fondos y los miembros del Comité de Inversión de Carmignac. En ellas se ofrece información actualizada sobre perspectivas de mercado, estrategias y procesos de inversión.
Pixabay CC0 Public DomainAutor: Pexels. BNP Paribas AM toma una participación mayoritaria en Dynamic Credit, firma especializada en préstamos
Pese al evento estrella de 2020, la pandemia del coronavirus, los fondos soberanos lograron un crecimiento en sus activos bajo gestión del 8%, en comparación con el año pasado, alcanzando más de 9 billones de dólares (trillions en inglés). No solo aumentan sus activos, también lo hace el número de vehículos: en total hay 95 fondos soberanos de, al menos, 67 países, dos más que en 2019.
Según los datos recoge el último Informe de fondos soberanos 2020, elaborado por el Center for the Governance of Change de IE University, en colaboración con ICEX-Invest in Spain, esta clase de inversión sigue siendo clave para las economías mundiales y los mercados financieros internacionales. Para contextualizar la relevancia y tamaño de estos vehículos de inversión, basta una comparación: los diez primeros fondos soberanos tienen el mismo tamaño que la cuarta economía del mundo.
En este sentido, los principales polos siguen siendo similares a los destacados en la anterior edición del informe. Noruega, Oriente Medio, China y el sudeste asiático son los principales ejes y pesos entre los fondos soberanos. Aunque, según indican los autores del informe, destaca el creciente interés por la creación de estos vehículos de inversión en Latinoamérica y África, en particular en aquellos países cuya economía está muy ligada a los recursos naturales.
Sobre el balance de 2020, Rodrigo Madrazo, director general de COFIDES, apunta que los fondos soberanos han tenido “la suerte de los campeones”, tanto en el último año como en lo que llevamos de 2021.
“2020 ha sido un año malo. Los fondos soberanos han reducido la inversión realizada y por otro lado, la mayoría de las entidades financieras ha hecho deterioros importantes en la valoración de sus activos. En este contexto, ellos han alcanzado los 9,3 billones de dólares en activos bajo gestión, y esto se debe a una disfunción sistémica: la desconexión total entre la economía real y los mercados financieros. Mientras el crecimiento global ha sido del -3%, los mercados de bonos y de acciones se han disparado, beneficiando a los fondos soberanos cuyas carteras han tenido una buena exposición a esta clase de activos. Esto les ha favorecido y provocado que la valuación de sus activos haya aumentado”, explica Madrazo.
Radiografía de 2020
“La industria de los fondos soberanos ha mantenido el rumbo de largo plazo en medio de las grandes turbulencias internacionales y domésticas del año de la pandemia. Se mantiene la inversión en fuentes de energía alternativa, empresas de alimentación innovadoras, tecnológicas y proyectos de biotecnología”, explica Javier Capapé, director del Sovereign Wealth Research del IE Center for the Governance of Change de IE University y editor del informe.
Según destaca Capapé, lo más relevante es que los fondos soberanos continuaron apostando por las infraestructuras en materia energética (gas natural) y de transporte, y por el inmobiliario industrial, acelerado por las restricciones de movilidad y el crecimiento del consumo electrónico y el teletrabajo. “Sin embargo, la crisis ha mostrado su cara más dura en la caída del valor total de las operaciones y también en el freno en el número de fondos que participan en operaciones de venture capital. No todos los fondos han podido mantener esas apuestas de riesgo cuando sus economías pasaban por apuros que han necesitado su atención y capital. Fueron creados, muchos de ellos, como “rainy-day funds” y la tormenta sanitaria, económica y financiera está siendo fuerte”, matiza.
En el segmento tecnológico destacan las inversiones en empresas de alimentación sostenible, la búsqueda de fuentes de energía alternativa, el sector educativo (sobre todo el apartado de educación a distancia) y las empresas de fintech (pagos y neobancos, principalmente). Pierden peso las inversiones en soluciones de movilidad (muy invertidas en los últimos años). Los fondos soberanos participaron de manera prioritaria en empresas de biotecnología, muchas aún desconocidas y otras tan conocidas hoy por el desarrollo de vacunas frente al virus como BioNTech, CureVac o el proyecto detrás de la vacuna rusa, Sputnik V.
Con respecto al año anterior, el informe señala que las dosis de cambio en la inversión soberana se conjugan con la continuidad. Por destinos geográficos muestra una estabilidad excepcional, con inversiones por encima de la decena en Estados Unidos, China, Reino Unido e India respecto al número de operaciones de inversión. Si se analiza el valor de las inversiones, sin embargo, aparecen dos países menos habituales en la parte alta de la tabla: Emiratos Árabes Unidos, por el mega-deal que cerró GIC junto a otros socios para gestionar los gasoductos de ADNOC, y México, por la adquisición conjunta de GIC y Abertis de un paquete accionarial de control en uno de los mayores operadores de autopistas del país.
Inversión sostenible y sofisticación: divergencias
Hay tres factores que no han cambiado en el universo de los fondos soberanos durante el último año: tienen un horizonte de inversión a largo plazo, destacan por tener un papel estabilizador para las economías y apuestan por la inversión sostenible. Pero, según los expertos que han elaborado el informe, hay una cierta divergencia entre esta clase de inversores. 2020 ha puesto en evidencia que hay fondos que están participando muy activamente en la transición hacia una economía más sostenible, mientras que otros siguen algo más anclados en el modelo actual.
Aunque el matiz es muy tenue, Susana Malcorra, decana de School of Global and Public Affairs de IE University, lo ha explicado así durante la presentación del informe: “Los fondos soberanos están apoyando la transición que ha acelerado la pandemia, una transición que es desigual. Algunos fondos siguen invirtiendo en energías como el gas natural frente a otras que se han orientado hacia las energías renovables. Lo que observamos es que el mundo está cambiado, pero hay una gran incertidumbre hacia dónde está cambiando. Esto ha hecho que algunos fondos soberanos se hayan adelantado y estén haciendo una apuesta muy clara, por ejemplo a través de proyectos de venture capital. Por otro lado, los que ya invertían en la transición hacia la sostenibilidad no se han movido, aunque sí han invertido más”.
En este sentido Malcorra matiza que, en general, no hay consenso sobre dónde invertir, pero sí se puede identificar dos ideas clave entre los fondos soberanos. “Algunos se están centrando más en los compromisos y el activismo accionarial, y otros en realizar desinversiones, saliendo de aquellas empresas que consideran que no están en áreas relevantes para la sostenibilidad o la ESG”, añade.
La segunda de las divergencias que apuntan los expertos es sobre sus capacidades. Según señala Capapé, quien prefiere hablar de “heterogeneidad”, los fondos soberanos han ido en dos direcciones: “Aquellos fondos que se han sofisticado más en sus operaciones e inversiones, e incluso cuentan con equipos de gestión especializados o los han ampliado; y luego hay un bloque que se ha alejado de las operaciones más complejas”.
Apuesta por el venture capital
Según las conclusiones del informe, las inversiones en venture capital siguen siendo importantes en número de operaciones, pero la pandemia deja datos reveladores en el 2020. Tan solo seis fondos consiguieron mantener su presencia en rondas de inversión de venture capital en este año complejo. Esta concentración contrasta con los 10 fondos distintos que participaron en rondas de financiación en 2019 o los 14 fondos soberanos que lo hicieron en 2018. Solo los fondos con equipos propios y una estrategia estructurada mostraron esta fortaleza. Destacan en este campo, un año más, los fondos de Singapur (Temasek y GIC) acompañados de cerca por el emiratí Mubadala, cuya estrategia descrita en el Informe anterior, empieza a dar resultados.
Además, el informe analiza la evolución de los sectores más dañados por la pandemia y aquellos que salen beneficiados por los cambios estructurales que la emergencia mundial ha acelerado. “La crisis ha levantado nuevas barreras regulatorias en países receptores habituales de inversión y plantea dudas sobre el desarrollo futuro de las cadenas globales de valor, en particular en sectores estratégicos como la energía o la salud”, apunta el documento.
Otros sectores, como el inmobiliario logístico, se muestran especialmente atractivos para los fondos soberanos dada la fortaleza presente y futura del comercio electrónico. De hecho, los grandes operadores logísticos en Europa y Estados Unidos cuentan con alianzas estratégicas o están controlados por fondos soberanos de China, Abu Dabi o Singapur. Este segmento supera al de oficinas y hoteles, como el nicho de inversión inmobiliaria más frecuente y valioso.
Por último, geográficamente, el informe incide en dos regiones más: China y América Latina. El apartado A fondo de este año se centra en China Investment Corporation, su evolución desde su fundación y los retos actuales: enfocarse en la economía doméstica o buscar oportunidades rentables en mercados maduros donde la regulación y la competencia son exigentes. En América Latina, la prudencia macroeconómica ha permitido el uso de 13.000 millones de dólares en recursos para paliar los efectos de la crisis en la región y apoyar los programas fiscales y de ayuda directos implementados por los gobiernos. Destacan Perú, Colombia y Chile, en sus aportaciones.
Puede consultar el informe completo en el siguiente link.
Foto cedidaYves Perrier, CEO de Amundi.. Amundi crea Amundi Technology, una nueva línea de negocio dedicada a productos y servicios tecnológicos
Amundi ha anunciado la creación de una nueva línea de negocio, Amundi Technology, destinada a acelerar y ampliar la venta de soluciones tecnológicas para gestores de activos y otros actores del sector del ahorro.
Según explica la gestora, Amundi Technology ofrece un software basado en la nube que se beneficia de los recursos tecnológicos de Amundi y de un “profundo conocimiento de los problemas cada vez más complejos a los que se enfrentan las compañías de gestión de activos”.
En este sentido la gestora ha desarrollado su servicio Alto, que es un sistema de gestión de carteras desarrollado por Amundi, que abarca toda la cadena de valor de la gestión de activos. La plataforma integrada y multifuncional cubre el análisis y la simulación de carteras basados en el IBOR, la reserva y la ejecución de órdenes, compliance, middle office, riesgos, performace e informes. Además, su sistema se beneficia de un modelo de arquitectura abierta con actualizaciones e innovaciones continuas, utilizando tecnologías innovadoras (Machine Learning, Inteligencia Artificial, programación de usuario final, etc.). Esta plataforma está disponible en una nube privada para gestores de activos, compañías de seguros, fondos de pensiones y family offices, en combinación con servicios.
Para articular su oferta en torno a este sistema de gestión, Amundi ha creado tres áreas de servicio y producto: Alto Investment, una plataforma flexible que cubre todo el espectro de necesidades del sector de la gestión de activos; Alto Wealth and Distribution, ofrece una gama de soluciones de asesoramiento y gestión de carteras discrecionales para bancos privados y minoristas; y Alto Employee Savings & Retirement, una plataforma de gestión consolidada de “front” a “back”, dedicada al ahorro para la jubilación.
Según destacan desde Amundi, esta completa oferta «front-to-back» se basa en su experiencia y habilidades tecnológicas, con 700 expertos repartidos en dos plataformas (Dublín y París) y equipos ubicados en 19 países, incluyendo los principales centros de Amundi en Europa, Asia y América. Por lo tanto, explican que Amundi Technology se beneficiará de la reconocida capacidad de Amundi para implementar software y transformar modelos operativos, ya sea para sus propias necesidades -como sucedió con las fusiones de Amundi (adquisición de Pioneer Investments, integración de Sabadell AM en España, creación de la joint venture Amundi BOC1 en China)- o para clientes externos. Hasta la fecha, las soluciones de Amundi ya se han implementado en 24 clientes de Europa y Asia, incluidos 11 en 2020.
La gestora considera que los gestores de activos y los actores del sector del ahorro necesitan responder a las necesidades de los clientes y revisar su infraestructura tecnológica. “La crisis del COVID-19 ha acentuado aún más estos retos. Por lo tanto, Amundi Technology apoya a los clientes a través de esta transformación tecnológica, al tiempo que se beneficia de soluciones preconfiguradas basadas en tecnologías de primer nivel, complementadas con servicios a la carta», explican. Y señalan que su objetivo es que esta nueva línea de negocio genere unos ingresos de 150 millones de euros en cinco años y que sea un “nuevo motor de crecimiento para el Grupo Amundi”.
“La tecnología es un factor clave de diferenciación y desarrollo para las instituciones financieras. Amundi ha tenido un fuerte crecimiento en los últimos diez años gracias a esta firme creencia, invirtiendo continuamente en talento e infraestructura. Por ello, nos hemos comprometido a crear una línea de negocio dedicada a los gestores de activos, a los inversores institucionales y a todos aquellos que forman parte del sector del ahorro”, ha declarado Yves Perrier, CEO de Amundi.
Por su parte, Guillaume Lesage, director de Operaciones de Amundi, ha añadido: «La gama Alto se beneficia de un know-how único adquirido en los últimos diez años. Amundi ha desarrollado una herramienta 100% de código abierto que es una de las soluciones más innovadoras para los gestores de activos y todos los actores del sector del ahorro. Gracias a la gran capacidad de nuestros 700 profesionales en I+D, podemos garantizar una entrega rápida y segura de los proyectos y un servicio de alta calidad a largo plazo. Amundi Technology pretende ser el socio digital a largo plazo de las instituciones financieras».