Foto cedidaJeremy Humphries, nuevo responsable de Inversiones Cuantitativas de Mediolanum International Funds.. Mediolanum International Funds nombra a Jeremy Humphries responsable de Inversiones Cuantitativas
Mediolanum International Funds Limited (MIFL) ha anunciado el nombramiento de Jeremy Humphries para el cargo de responsable de Inversiones Cuantitativas. Ubicado en Dublín, Jeremy dependerá directamente de Brian O’Reilly, director de Estrategia de Mercado de la entidad.
Según explican desde la firma, Humphries será el responsable de diseñar y gestionar nuevas estrategias cuantitativas, al tiempo que garantizará que la investigación y el análisis cuantitativo de la firma se integren en toda la gama de productos de MIFL, ampliando su filosofía de inversión. Se trata de un puesto de nueva creación con el que MIFL busca expandir sus capacidades internas de gestión de renta variable y planea ampliar el equipo cuantitativo a medio plazo.
“Estamos encantados con la incorporación de Jeremy. Se une a nosotros en un momento importante para nuestra actividad, en el que buscamos añadir estrategias cuantitativas a nuestras capacidades internas de gestión de activos junto con nuestros equipos de gestión activa de renta variable y renta fija. Jeremy cuenta con una larga trayectoria en firmas de inversión altamente cualificadas y nos ayudará a aprovechar los activos que gestionamos internamente, lo cual es una prioridad estratégica para el negocio”, ha señalado Brian O’Reilly, responsable de Estrategia de Mercado de MIFL.
Jeremy Humphries cuenta con más de quince años de experiencia en la industria de la gestión de activos. Recientemente ha trabajado para Davy Global Fund Management en Dublín como gestor de carteras. Previamente, Jeremy formó del equipo de Productos de Renta Variable Cuantitativa de Schroders en Londres durante cinco años, gestionando 45.000 millones de dólares a través de varias estrategias – incluyendo value, quality, ESG, mercados emergentes y estrategias de renta variable con reparto de dividendos.
Por su parte, Jeremy Humphries, responsable de Inversiones Cuantitativas de MIFL, ha declarado: “»Estoy muy contento de unirme a MIFL para dirigir el equipo de Inversión Cuantitativa. La firma está creciendo rápidamente, ha realizado importantes fichajes, y cuenta con la infraestructura y las capacidades tecnológicas más avanzadas del mercado. La ambición de MIFL es inigualable y estoy deseando seguir construyendo sobre el éxito que Brian y el equipo de inversiones han logrado hasta la fecha».
Según indican, MIFL tiene previsto incorporar a más profesionales de renta variable en su estrategia de inversión cuantitativa. Si bien la gestora continúa manteniendo asociaciones con gestoras best-in-class de renta variable a través de su enfoque multigestión, la firma quiere complementar esta estrategia mediante el desarrollo de sus competencias internas con el objetivo de que al menos un tercio de los activos bajo gestión esté bajo gestión interna.
Foto cedidaJohn William Olsen, gestor del fondo M&G (Lux) Positive Impact.. John William Olsen: “Hay un viento de cola a largo plazo para las soluciones medioambientales y sociales”
Para John William Olsen, gestor del fondo M&G (Lux) Positive Impact, todas las inversiones tienen un impacto sobre las personas y el entorno. Ahora que el inversor es consciente de ello, considera que las gestoras tienen una gran oportunidad para impulsar la ISR. En esta entrevista, el gestor analiza cómo están afrontando este reto y cómo se concreta en la estrategia que gestiona.
¿Por qué cree que la inversión de impacto se ha convertido en una forma sencilla para que los inversores inviertan de forma sostenible?
La inversión de impacto implica establecer objetivos de impacto junto con objetivos de rentabilidad financiera, y cuantificar y medir estos a lo largo del periodo de inversión. Definir el impacto que se desea (o no) y construir una cartera para cumplir los objetivos permite a los inversores buscar tanto la rentabilidad financiera como alinear el capital con objetivos más amplios. De este modo, los clientes pueden poner su dinero a trabajar con un propósito.
Normalmente cuando se piensa en fondos de impacto lo relacionamos con fondos de renta variable. ¿Por qué parece ser un tipo de estrategia que encaja mejor en esta clase de activos? ¿Hay espacio para una mayor presencia de la renta fija y activos alternativos en los fondos de impacto?
Todas las partes de la cadena de inversión tienen un papel que desempeñar en lo que respecta a la inversión de impacto: desde el capital catalizador, como la financiación combinada, hasta los activos privados y, a continuación, el capital cotizado y el crédito. Algunos gestores de activos, como M&G, pueden jugar en toda esa esfera, con un enfoque de financiación de impacto de principio a fin.
La inversión de impacto está creciendo rápidamente. Las últimas encuestas de la Global Impact Investing Network estiman que el tamaño del mercado es de 715.000 millones de dólares, con un 36% del capital de impacto invertido en deuda privada y un 16% en capital privado. Aunque la mayoría de los activos de impacto se encuentran en estas dos clases de activos, la inversión de impacto en el capital público, los activos reales y la deuda pública está en aumento. Pero tanto si se trata de inversiones en activos privados en fase inicial como de inversiones públicas cotizadas, hay algunos principios cruciales para la inversión de impacto que todos los inversores deberían respetar: intencionalidad, adicionalidad, materialidad, y medibilidad.
En este sentido, ¿qué es lo más relevante?
Toda inversión de impacto debe realizarse con el propósito de obtener resultados positivos que apoyen los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. La inversión debe contribuir positivamente a la resolución de un reto, invirtiendo en empresas que aporten algo nuevo, innovador y adicional para abordar ese reto. También es fundamental analizar cómo la inversión repercute materialmente en el resultado que se pretende generar. Y, por último, pero no menos importante, la medición es crucial.
En el contexto actual, y de cara a 2022, ¿qué papel pueden jugar y qué lugar van a ocupar las estrategias de impacto en la cartera de los inversores? ¿Por qué?
Queda mucho camino por recorrer en la orientación hacia una sociedad más sostenible y equitativa pero, aunque hay obstáculos e incertidumbres, hay una sensación palpable de esperanza mientras seguimos saliendo de la crisis del COVID-19. Los próximos nueve años dependen de si los líderes políticos, las empresas y los inversores pueden ayudar a impulsar el cambio para recuperarse de una manera resistente y equitativa, rediseñando el futuro y haciendo todo lo posible para alcanzar la fecha límite de la ONU para 2030. Una población cada vez más comprometida de ciudadanos preocupados también tiene un papel fundamental a la hora de adoptar un cambio de comportamiento y hacer que estos otros actores rindan cuentas. El mundo se ha comprometido a «reconstruir mejor» y debemos cumplir esa promesa. Creemos que las estrategias de inversión que abordan estos retos no harán más que ganar en importancia.
Tomando como referencia el fondo M&G – M&G (Lux) Positive Impact, vemos que invierte en unas seis áreas: ¿Por qué han elegido estas áreas?
El fondo adopta el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas e invierte en empresas centradas en seis áreas clave, que se corresponden con los ODS. Estas son: acción climática; soluciones medioambientales; economía circular; mejor salud, salvar vidas; mejor trabajo y educación; e inclusión social. Los ODS proporcionan un marco sólido y exceptuado para determinar las áreas de impacto material, y ayudan a enmarcar la medición de cómo se están logrando esos impactos positivos. Se calcula que, para 2030, la aportación de capital a los ODS podría suponer una oportunidad de inversión de 12 billones de dólares.
¿Cómo es el proceso de elección de los valores de estas áreas?
En cuanto a la construcción de la cartera, la selección comienza con un universo global de más de 4.000 valores, que se examinan inicialmente en función de criterios de liquidez mínima y de capitalización bursátil, y se excluyen las empresas que no son capaces de producir impactos positivos demostrables en la sociedad. A partir de este grupo de valores restante, el equipo selecciona una lista de vigilancia de unas 150 empresas con impacto que pueden comprarse si el momento y el precio son adecuados. Estas empresas se analizan según el “enfoque III» del equipo, que examina el caso de inversión, la intencionalidad y el impacto de una empresa para evaluar su idoneidad para el fondo. Como parte de este análisis, se puntúa a las empresas en función de estas credenciales III, y se requiere que los resultados sean superiores a la media para ser considerados dentro de la lista de vigilancia, así como el acuerdo consensuado de los méritos de una empresa por parte de todo el equipo de Positive Impact
Entiendo que las áreas en las que invierte el fondo tendrán en común que son megatendencias o, al menos, parte del crecimiento secular. ¿Qué perspectivas tienen sobre ellas?
Creemos que hay un viento de cola a largo plazo para las soluciones medioambientales y sociales. En el aspecto social, la pandemia ha puesto de relieve una serie de retos de desarrollo y ha puesto de relieve la necesidad de intensificar los esfuerzos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. En cuanto al medio ambiente, hemos asistido a un aumento de la atención prestada a la consecución de un nivel cero de emisiones y a un incremento de los «acuerdos verdes» en todo el mundo. Creemos que las empresas que ofrecen soluciones que ayudan a abordar los mayores retos sociales del mundo están bien posicionadas para las futuras décadas de crecimiento.
Siguiendo con este fondo como ejemplo, ¿cómo medís el impacto del fondo? ¿Muestra interés por esta información el inversor?
La «mensurabilidad» es uno de los principios centrales de la inversión de impacto y una característica clave para nuestros clientes; también es uno de los aspectos más desafiantes en el fondo. Esto es especialmente cierto para los inversores de impacto en los mercados de valores públicos, donde el impacto tiende a ser menos directo que en los mercados privados, por lo que la medición puede ser menos clara.
Nos centramos en el impacto concreto de cada empresa, evaluando cómo sus actividades empresariales se ajustan a los retos específicos de impacto social que hemos identificado como necesitados de inversión y susceptibles de ser invertidos por los inversores de capital público. Ponemos a prueba el propósito o la declaración de la misión de la empresa, preguntando: ¿El impacto positivo forma parte realmente del ADN de la empresa y es una parte demostrable de su estrategia corporativa? ¿O se trata sólo de buenas relaciones públicas? Evaluamos si las acciones de la empresa demuestran una clara alineación con ese propósito, y sopesamos los impactos positivos frente a los negativos, en particular excluyendo cualquier empresa cuyas actividades representen un impacto abrumadoramente negativo que contrarreste cualquier impacto positivo que pueda producir.
Comenzamos con una evaluación cualitativa de la actividad de una empresa: ¿Qué está haciendo para abordar un reto de impacto concreto y qué parte de su actividad está alineada con ese reto? Aunque esta evaluación es cualitativa, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas han proporcionado un marco más cuantitativo para los inversores, y nosotros relacionamos la actividad de cada empresa con estos objetivos. Es importante que utilicemos los 169 objetivos subyacentes para dar un mayor enfoque a este análisis.
Por último, ¿cuáles son los principales cambios que han hecho en el fondo en este último año?
Más allá de nuestro enfoque inicial III, hemos empezado a examinar los impactos de nuestras empresas a través de la lente desarrollada por el Proyecto de Gestión del Impacto (IMP), un foro para la creación de un consenso mundial sobre cómo medir y gestionar los impactos (el proyecto se convirtió en la Plataforma de Gestión del Impacto de mayor alcance este año). Esta lente se denomina «cinco dimensiones del impacto», y creemos que encaja perfectamente con nuestro propio marco III, y proporciona un medio adicional para comprender el alcance del impacto generado por nuestras empresas participadas.
¿Cómo se está preparando el fondo de cara a 2022?
Hemos orientado aún más la cartera hacia las empresas “infraatendidas» y «subatendidas», para ayudar a garantizar que los impactos que se producen son realmente adicionales y materiales, al tiempo que dirigimos la cartera hacia las empresas «C», según el sistema de clasificación «ABC» de IMP+ACT: las inversiones «A» actúan para evitar daños; las «B» benefician a las partes interesadas; y las «C» contribuyen a las soluciones. Esperamos que este cambio continúe el próximo año y los siguientes.
Pixabay CC0 Public Domain. ¿Cuánto tiempo durará el juego de la espera de los bancos centrales?
Nicolas Forest, responsable mundial de Renta fija de Candriam, y Céline Deroux, responsable senior de Estrategia de Renta Fija de Bonos Mundiales de la gestora, se cuestionan si son compatibles los objetivos de los bancos centrales con la estabilidad financiera en un entorno de mayor inflación.
En su opinión, tras los recientes cambios estratégicos en las políticas monetarias y las audaces respuestas para combatir la pandemia, las autoridades también están equilibrando las desigualdades derivadas de la política de flexibilización cuantitativa y su papel en la lucha contra el cambio climático. “La inflación mundial sigue siendo elevada debido a los cuellos de botella en la cadena de suministro y a la escasez de mano de obra. Dado que las presiones sobre los precios no cesan, los mercados de renta fija se han tornado más restrictivos y ya han puesto a prueba la capacidad de reacción de los bancos centrales de los países desarrollados. En concreto, Australia eliminó el límite de rendimiento que aplicaba sobre los bonos a tres años”, señalan.
Para comprender el mercado, Forest y Deroux recuerdan que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos tiene un doble mandato: esto es, la estabilidad de los precios y el pleno empleo. Hace un año, la Fed también adoptó un objetivo de inflación media flexible del 2% (FAIT, por sus siglas en inglés), que debe concordar con un mercado laboral plenamente participativo. Por tanto, la Fed puede aceptar un exceso de inflación mientras no se haya alcanzado el pleno empleo.
“En sus últimos comunicados, la institución ha reconocido que la inflación está por encima de su objetivo del 2%, pero ha calificado el exceso como transitorio, con un nivel más cercano al 2,2 % a finales de 2022. Mientras la economía estadounidense prosigue su recuperación, el banco central ha anunciado una política de normalización que consiste en reducir sus compras de activos por valor de 120.000 millones de dólares mensuales en 15 000 millones de dólares en noviembre y diciembre, con el objetivo de interrumpir las compras de bonos hacia finales del segundo trimestre de 2022. Según el gráfico de puntos (dot plot) del FOMC, las subidas de tipos deberían llegar cuando finalice el Tapering, ya que la economía estadounidense aún está lejos del pleno empleo (la participación de la población activa no ha repuntado, en parte debido a los programas de jubilación anticipada)”, resumen sobre cuál es la situación actual.
Ahora bien, ¿cuál es el resultado? Para los expertos de Candriam, tras el aumento del 6,2% interanual de los precios al consumo en noviembre, los inversores parecen ahora estar descontando aumentos de los tipos de interés por parte de la Fed antes y de forma más agresiva de lo que la institución está comunicando actualmente. “Nuestra opinión es que la Fed podría proceder a dos subidas de tipos durante el segundo semestre de 2022. Aún queda por ver cómo gestionará la Fed su balance, actualmente con una envergadura excesiva. La reducción activa de su balance podría tener lugar antes, durante o después de las primeras subidas de tipos. Por el momento, este tema no se ha abordado, pero sin duda formará parte de las futuras decisiones en materia de política monetaria, ya que podría complementar el arsenal de la Fed en su camino hacia la normalización”, afirman ambos.
El BCE: objetivo de inflación simétrica y factores climáticos
Si miramos a Europa, explican que el Banco Central Europeo (BCE) ha adoptado un objetivo de inflación simétrica y ha reforzado sus directrices a futuro. Además, la institución incluirá factores climáticos en su evaluación de la política monetaria. El BCE espera una inflación superior a corto plazo, que disminuirá durante 2022 antes de caer por debajo del objetivo del 2% en 2023. En cuanto a las compras de activos, el Programa PEPP, por valor de 1875 millones de euros, se mantendrá a un ritmo más lento y finalizará en marzo de 2022. A esto le seguirá un programa de compras de activos más flexible.
“Al igual que en EE.UU., las expectativas de un aumento del IPC europeo en torno al 4% han dado lugar a especulaciones sobre una posible subida de tipos en 2022. Esta opción ha sido ampliamente descartada por Christine Lagarde durante el último comunicado sobre decisiones de política monetaria del BCE”, añaden.
En este contexto, Forest y Deroux destacan que los mercados emergentes se desmarcan de los desarrollados: “Este enfoque paciente de los bancos centrales de los países desarrollados contrasta de forma notoria con las recientes acciones de los bancos centrales de los países emergentes. Por ejemplo, Brasil ha subido los tipos 575 puntos básicos (pb) desde principios de 2021, especialmente mediante una subida de 150 pb en octubre, su mayor movimiento en una sola reunión de los últimos 20 años”.
Por un lado, advierte de que los bancos centrales de los países desarrollados corren el riesgo de quedar rezagados, en cuyo caso podrían tener que actuar de forma agresiva si las expectativas de inflación se desanclan. Según su análisis, “la inflación representa ahora el principal motivo de preocupación para las empresas, mientras que los consumidores sufren los efectos de la subida de precios”. A lo cual añaden: “También hay que vigilar muy de cerca las presiones salariales, ya que podrían generar un bucle que podría convertir la inflación a corto plazo en una característica más permanente. Por otro lado, una respuesta agresiva a una inflación (potencialmente) transitoria podría poner en peligro la recuperación económica y precipitar una ralentización brusca en un contexto de aumento del endeudamiento tanto público como de los consumidores a escala mundial”.
En conclusión, los expertos de Candriam insisten en que los factores que impulsan la subida de los precios —en particular, los cuellos de botella en la cadena de suministro— deberían persistir durante un par de meses, mientras el envite del sector energético añade incertidumbre a la trayectoria del crecimiento. “En este contexto, la nueva capacidad de reacción de los bancos centrales se pondrá rápidamente a prueba. Únicamente el tiempo dirá si su paciencia se ha visto recompensada con un crecimiento resiliente y estabilidad financiera”, concluyen.
Pixabay CC0 Public Domain. Generali Global Infrastructure roza los 6.000 millones de euros en compromisos de inversores institucionales
Generali Global Infrastructure, gestora especializada en deuda de infraestructuras, ha anunciado uno de sus principales hitos desde su fundación en 2018: haber alcanzado casi los 6.000 millones de euros en compromisos de inversores institucionales. Con sede en París, la gestora centra su oferta en estrategias y soluciones de inversión innovadoras en los sectores de la transición energética, la movilidad verde, la transición digital y las infraestructuras sociales.
Un ejemplo de su propuesta de valor es, por ejemplo en 2020, el lanzamiento de dos fondos temáticos con compartimentos separados de deuda y de capital, para apoyar la recuperación europea invirtiendo principalmente en los ámbitos de la energía y la transición digital. El objetivo es alcanzar los 1.500 millones de euros de capital, con 700 millones de euros ya recaudados y parcialmente invertidos.
Además, la gestora deficiente su apuesta por la recuperación de las economías europeas. “Generali Global Infrastructure se diferencia por sus estrategias de inversión que, a través de una rigurosa selección de activos, pretende ofrecer una rentabilidad estable y predecible. Desde su creación, el equipo ha atraído cerca de 6.000 millones de euros de compromisos de capital y ha desplegado una cartera de unos 50 activos en Europa y Norteamérica. La fuerte capacidad de originación y el amplio alcance de las inversiones de Generali Global Infrastructure han sido claves para construir carteras resistentes y asegurar rendimientos atractivos para los inversores”, destacan desde la firma.
Actualmente, gestiona cerca de una docena de fondos, incluido un fondo de deuda de infraestructuras senior con un patrimonio de más de 2.000 millones de euros en junio de 2021. Este fondo ya está invertido en más del 75%, logrando un alto nivel de diversificación en los principales mercados europeos y en sectores clave como las telecomunicaciones, las energías renovables, la movilidad verde y los servicios públicos.
“Generali Global Infrastructure es ahora uno de los gestores de activos de deuda de infraestructuras más activos de Europa. Con un equipo fuertemente comprometido con la inversión responsable, nos centramos en la creación de valor a través de infraestructuras básicas y esenciales, acelerando así la transformación sostenible de nuestras economías y sociedades. Estamos especialmente orgullosos de la confianza depositada en nosotros por los inversores y de nuestra pertenencia a la plataforma de empresas de gestión de activos Generali Investments. Con el apoyo de planes de inversión europeos y estrategias de inversión adaptadas e innovadoras, estamos seguros y decididos a continuar el crecimiento activo de nuestra empresa”, ha destacado Philippe Benaroya, socio fundador y consejero delegado de Generali Global Infrastructure.
Las políticas instauradas por el gobierno para atender a estas tres amplias categorías –COVID, consumo y crédito– ayudan a explicar la situación actual de China, y es probable que den forma a la trayectoria del país en el corto plazo. En el largo plazo, China busca hacer evolucionar su economía a través de la innovación, enhebrando la aguja entre los beneficios empresariales y la protección del bienestar de su gente.
Así, Jennifer James, administradora de cartera de mercados de crédito en Janus Henderson Investors, explica que la mera escala y el desafío que implica hacer evolucionar una economía de ese tamaño es inconmensurable, ningún otro país tiene la habilidad ni la ambición de emprender lo que está haciendo China. No obstante, estos esfuerzos pueden tener efectos indeseados. De hecho, es probable que las sacudidas simultáneas de las políticas aplicadas en diferentes sectores que hemos visto hasta ahora hayan acelerado lo que de otro modo hubiera sido una ralentización natural de la economía, erosionando la confianza de los consumidores y contribuyendo a la inestabilidad de los mercados.
COVID-19
China ha seguido una estrategia de tolerancia cero con respecto al COVID-19. Áreas metropolitanas enteras se han confinado luego de la detección de casos. Se ha indicado que no habrá cambios a esta estrategia hasta alcanzar un objetivo de vacunación del 80-85%1. La actividad manufacturera no ha sido protegida de esta estrategia, y se han impuesto restricciones severas al centro industrial de Guangdong. Este tipo de enfoque, que asfixia inmediatamente la actividad económica para volver a encenderla como un interruptor cuando los casos bajan, es disruptivo. Y esto se debe a que a menudo es más fácil detener la actividad que reiniciarla. El aumento desmedido de las tarifas de fletes es indicativo de la congestión causada por la intolerancia de China ante el COVID-19, que incluyó el cierre de Ningbo-Zhoushan, el tercer puerto más activo del mundo, supuestamente por la aparición de un caso.
Consumo
El consumo minorista chino se mantiene débil. Ha caído muy por debajo de las expectativas de mejora después del levantamiento de las restricciones. La evidencia de recuperación ha sido insignificante: el crecimiento de las ventas minoristas post-covid en China están todavía muy por debajo de la tasa de crecimiento del 8%2 pre-pandémica, según lo registrado en diciembre de 2019.
Es posible que este consumo anémico refleje que la carga más pesada de los efectos económicos del COVID-19 haya recaído sobre los hombros de los más susceptibles. Los salarios bajos representan el 40%2 de la población y los datos del mercado laboral sugieren que su ingreso no ha aumentado a la par de otras profesiones más lucrativas, como la tecnología o los servicios financieros.
En modo similar, las tasas de ahorros de hogares, que crecieron en respuesta a los confinamientos del COVID-19, no han sido utilizadas para alimentar una recuperación basada en el consumo a medida que se reabrió la economía. Esto podría ser un reflejo de la disrupción y la incertidumbre resultantes del enfoque de covid-cero, que impone restricciones súbitas que dificultan el planeamiento de gastos de entretenimiento. Asimismo, podría indicar que los consumidores se mantienen cautelosos antes sus futuras perspectivas de empleo.
Crédito
Otro factor que potencialmente pesa sobre el gasto de los consumidores son las severas medidas del gobierno con respecto a las propiedades. El gobierno ha declarado que no quiere que el mercado inmobiliario sea especulativo. La propiedad tiene un significado social en China, representando el 23,3% de PBI3. Las políticas implementadas para estabilizar el mercado de vivienda han comenzado a dar frutos, más allá de que parezcan exageradas y estén enfriando esta máquina de crecimiento.
Ya hemos visto cómo los riesgos de la ralentización del sector inmobiliario, combinados con medidas gubernamentales más estrictas sobre los niveles de deuda, se manifestaron en los problemas de Evergrande, el gigante desarrollador inmobiliario chino. Es probable que el riesgo sistémico de la saga de Evergrande sea bajo porque los bancos tienen una exposición directa limitada a los créditos para viviendas y es posible que China contenga cualquier caída antes de que se torne excesiva. No obstante, el apoyo probablemente se dirija más hacia los compradores de viviendas que al salvataje de empresas per se, de modo que los mercados de capital y crédito podrían absorber algunas de las pérdidas Podemos ver la reacción en los mercados de crédito, con diferenciales de crédito cada vez más marcados. Hasta ahora, el contagio más allá de las fronteras de China ha sido limitado, y el mercado emergente más amplio y los diferenciales de grado de inversión apenas han mostrado cambios leves.
Los intentos de atacar los altos niveles de deuda forman parte de un impulso general para controlar el crecimiento del crédito. Se han implementado importantes acciones políticas para apoyar la agenda de ajuste de crédito del gobierno, que incluyen2:
The People’s Bank of China (PBoC) ajusta el crédito para propiedades (un financiamiento abarcativo de fideicomisos y bonos para desarrolladores e hipotecas de consumidores).
El Ministerio de Finanzas impone controles más estrictos tanto a los vehículos de financiamiento de los gobiernos locales como a la emisión de bonos. El Consejo de Estado también justificó el incumplimiento de los vehículos de financiamiento de estos gobiernos.
El ajuste del financiamiento de fideicomisos y de banca en la sombra por parte de la Comisión Regulatoria de Banca y Seguros de China (CBIRC), con una reducción de objetivo de 1 billón de yuanes en 2021.
China ha tenido décadas de un crecimiento impresionante alimentado por deuda. El aumento de deuda como porcentaje del producto bruto interno (GDP) tiene una relación positiva con el PBI per cápita en China. El riesgo para el resto del mundo es que el deseo de China de reducir el apalancamiento produzca un crecimiento interno más lento con efectos colaterales en el crecimiento mundial.
Anotaciones:
1 Fuente: Deutsche Bank, Exit Strategy Policy Tracker, octubre de 2021
2 Fuente: Barclays Research, Special Topic: China, Policy Evolution, septiembre de 2021
3 Fuente: Goldman Sachs Economics Research, China Data Insights: How big is China’s property sector, octubre de 2021
Glosario:
Desapalancamiento: Una compañía que reduce su empréstito/deuda como proporción de su hoja de balance. Dentro de un fondo de inversión, se refiere al fondo que reduce su nivel de apalancamiento.
PBI: Producto Bruto Interno: una medida del tamaño de la economía.
Riesgo sistémico: El riesgo de un cambio crítico o dañino al sistema financiero en general, que podría afectar a todos los mercados y clases de activos.
Alto rendimiento: Un bono con una calificación crediticia más baja que un bono investment grade. A veces se le denomina bono sub-investment grade. Estos bonos conllevan un mayor riesgo de que el emisor incurra en incumplimiento de pagos, por lo que normalmente se emiten con un cupón (pago de intereses) más alto para compensar el riesgo adicional.
Grado de inversión: Un bono normalmente emitido por gobiernos o empresas que se perciben con un riesgo relativamente bajo de incumplimiento de pagos, por lo que reciben una calificación crediticia más alta de las agencias de calificación.
Diferencial: la diferencia de rendimiento entre un bono (o un grupo de bonos en un índice) y la tasa libre de riesgo, los bonos de corto plazo del Tesoro de EE. UU. Se expresa normalmente en puntos básicos (100 puntos básicos = 1%)
Diferencial-cero: El diferencial de cero volatilidad es el diferencial que se debe agregar a cada tasa de interés al contado en la curva de rendimiento del Tesoro de EE. UU. para hacer el que valor actual de los flujos de efectivo del bono sea igual al precio del bono.
Curva de rendimiento: Un gráfico que muestra los rendimientos de bonos de calidad similar versus sus vencimientos. En una curva de rendimiento normal/ascendente, los rendimientos de los bonos con vencimientos más largos son mayores que los de vencimientos más cortos.
Solo para uso fuera de US o con profesionales de US dando servicio a personas no US
Con fines promocionales
No disponible para distribución propia
Información importante:
Los puntos de vista que aquí figuran corresponden a la fecha de publicación. Se ofrecen exclusivamente con fines informativos y no deben considerarse ni utilizarse como asesoramiento de inversión, jurídico o fiscal ni como oferta de venta, solicitud de una oferta de compra o recomendación para comprar, vender o mantener ningún valor, estrategia de inversión o sector de mercado. Nada de lo incluido en el presente material debe considerarse una prestación directa o indirecta de servicios de gestión de inversión específicos para los requisitos de ningún cliente. Las opiniones y los ejemplos se ofrecen a efectos ilustrativos de temas más generales, no son indicativos de ninguna intención de operar, pueden variar y podrían no reflejar los puntos de vista de otros miembros de la organización. No se pretende indicar o dar a entender que cualquier ilustración/ejemplo mencionado forma parte o formó parte en algún momento de ninguna cartera. Las previsiones no pueden garantizarse y no es seguro que la información proporcionada sea completa o puntual, ni hay garantía con respecto a los resultados que se obtengan de su uso. A no ser que se indique lo contrario, Janus Henderson Investors es la fuente de los datos y confía razonablemente en la información y los datos facilitados por terceros. Las rentabilidades pasadas no garantizan resultados futuros. La inversión conlleva riesgo, incluida la posible pérdida de capital y la fluctuación del valor.
No todos los productos o servicios están disponibles en todas las jurisdicciones. El presente material o la información contenida en él podrían estar restringidos por ley y no podrán reproducirse ni mencionarse sin autorización expresa por escrito, ni utilizarse en ninguna jurisdicción o en circunstancias en que su uso resulte ilícito. Janus Henderson no es responsable de cualquier distribución ilícita del presente material a terceros, en parte o su totalidad. El contenido de este material no ha sido aprobado ni respaldado por ningún organismo regulador.
Janus Henderson Investors es el nombre bajo el cual las entidades que se indican ofrecen productos y servicios de inversión en las siguientes jurisdicciones: (a) En Europa, Janus Capital International Limited (n.º de registro 3594615), Henderson Global Investors Limited (n.º de registro 906355), Henderson Investment Funds Limited (n.º de registro 2678531), Henderson Equity Partners Limited (n.º de registro 2606646), (cada una de ellas registrada en Inglaterra y Gales en 201 Bishopsgate, Londres EC2M 3AE y regulada por la Autoridad de Conducta Financiera) y Henderson Management S.A. (n.º de registro B22848, en 2 Rue de Bitbourg, L-1273, Luxemburgo y regulada por la Commission de Surveillance du Secteur Financier) ofrecen productos y servicios de inversión; (b) En EE. UU., los asesores de inversión registrados ante la SEC filiales de Janus Henderson Group plc; (c) En Canadá, a través de Janus Capital Management LLC, solo para inversores institucionales de determinadas jurisdicciones; (d) En Singapur, Janus Henderson Investors (Singapore) Limited (número de registro de la sociedad: 199700782N). Este anuncio o publicación no ha sido revisado por la Autoridad Monetaria de Singapur; (e) En Hong Kong, Janus Henderson Investors Hong Kong Limited. Este material no ha sido revisado por la Comisión de Valores y Futuros de Hong Kong («SFC»); (f) En Taiwán (República de China), Janus Henderson Investors Taiwan Limited (con funcionamiento independiente), Suite 45 A-1, Taipei 101 Tower, No. 7, Sec. 5, Xin Yi Road, Taipéi (110). Tel.: (02) 8101-1001. Número de licencia SICE autorizada 023, emitida en 2018 por la Comisión de Supervisión Financiera; «(g) En Corea del Sur, Janus Henderson Investors Limited (Singapur), exclusivamente para Inversores profesionales cualificados (según se definen en la Ley de servicios de inversión financiera y mercados de capitales y sus subreglamentos); (h) En Japón, Janus Henderson Investors (Japan) Limited, regulada por la Agencia de Servicios Financieros y registrada como Entidad de servicios financieros que realiza actividades de gestión de inversión, asesoramiento de inversión y actividad de agencia y actividades de instrumentos financieros de tipo II; (i) En Australia y Nueva Zelanda, por Janus Henderson Investors (Australia) Limited ABN 47 124 279 518 y sus entidades relacionadas, incluida Janus Henderson Investors (Australia) Institutional Funds Management Limited (ABN 16 165 119 531, AFSL 444266) y Janus Henderson Investors (Australia) Funds Management Limited (ABN 43 164 177 244, AFSL 444268); (j) En Oriente Medio, Janus Capital International Limited, regulada por la Autoridad de Servicios Financieros de Dubái como Oficina de representación. No se realizarán transacciones en Oriente Medio y cualquier consulta deberá dirigirse a Janus Henderson. Las llamadas telefónicas podrán ser grabadas para nuestra mutua protección, para mejorar el servicio al cliente y a efectos de mantenimiento de registros reglamentario.
Fuera de EE. UU: Para uso exclusivo de inversores institucionales, profesionales, cualificados y sofisticados, distribuidores cualificados, inversores y clientes comerciales, según se definen en la jurisdicción aplicable. Prohibida su visualización o distribución al público. Con fines promocionales.
Thornburg Investment Management, (2021). Enchufados a las oportunidades del vehículo eléctrico. Funds Society AMÉRICAS, septiembre 2021 (nº28), págs. 32- 34.
. Thornburg Investment Management, (2021). Enchufados a las oportunidades del vehículo eléctrico. Funds Society AMÉRICAS, septiembre 2021 (nº28), págs. 32- 34.
Actualmente, la electrificación del transporte es una de las principales tendencias de la industria del automóvil, que afecta directamente a los principales fabricantes y proveedores del ecosistema de los vehículos eléctricos.
Los vehículos eléctricos y los sistemas avanzados de asistencia al conductor (denominados ADAS) están experimentando una rápida adopción impulsada por la combinación de las políticas gubernamentales, las preferencias de los consumidores, los retos climáticos y la innovación disruptiva, que ha mejorado la calidad y el acceso general a estos productos. Estos factores están contribuyendo a un cambio de tendencia y favoreciendo el sólido crecimiento de los vehículos eléctricos en el futuro.
Thornburg estima que las nuevas ventas mundiales de vehículos eléctricos pueden alcanzar entre los 30 y 50 millones de unidades en 2030
Thornburg estima que las nuevas ventas mundiales de vehículos eléctricos pueden alcanzar entre los 30 y 50 millones de unidades en 2030, lo que supone una importante oportunidad para los fabricantes tradicionales de equipos originales (OEM), así como para una amplia gama de industrias y sectores que están involucradas en la cadena de suministro de vehículos eléctricos. En este sentido, identificamos dos catalizadores que apoyarán esta trayectoria de crecimiento.
Catalizador número 1: Las mejoras en la eficacia de las baterías
Los avances tecnológicos en la composición química de los cátodos utilizados en el diseño de las celdas de las baterías han reducido el coste y mejorado su rendimiento. Durante la última década, los costes de las baterías han descendido en más de un 18% al año, gracias al aumento de la fabricación en escala y a las mejoras en la química de los cátodos; mientras que la autonomía media de conducción ha aumentado de 84 millas a 256 millas por carga, entre 2010 y 2020.
Los metales básicos de las baterías son el litio y el níquel o el cobalto, aunque también se usan otros para su fabricación, como el aluminio, el manganeso, el cobre, el magnesio y el hierro. El empleo de todos los materiales, que son claves para los cátodos, debería crecer de forma significativa, pero la combinación química que finalmente se imponga tendrá un impacto enorme en la actividad minera y en los proveedores de minerales. Se estima que los minerales verdes que no dependen de la química de las baterías, como el litio y el cobre, experimenten una mayor demanda para 2030, con una proyección de 2,25 millones y más de 2,5 millones de toneladas métricas, respectivamente.
Una transición hacia cátodos con mayor contenido en níquel
En las dos últimas décadas, la combinación química más popular en la fabricación de cátodos fuera de China ha sido “la batería de bajo contenido en níquel”, compuesta por un 40% de níquel, un 30% de cobalto y un 30% de manganeso. La tendencia ha sido sustituir el níquel por el cobalto y el manganeso, más caros y con problemas éticos. Las baterías con más níquel también presentan una mayor densidad de potencia y autonomía. Dado que los costes de los insumos son significativamente menores y la densidad de potencia es mucho mayor, las baterías de níquel superior deberían sustituir a las de níquel inferior a mediados de la década de…
Puede acceder al articulo completo a través deeste link.
Dotada de 450 obras de artistas internacionales, la colección de arte de Balanz se destaca en el mundo financiero latinoamericano por su alcance y ambición. Lo que empezó como una operación de diversificación financiera se ha convertido en algo más profundo: una seña de identidad para la corredora de bolsa argentina, que literalmente convive con el arte.
Balanz está a punto de lanzar la plataforma web de su colección para darla a conocer al mundo. Además, se está terminando un libro que describirá los hitos de la formación del acervo, con entrevistas a artistas y curadores. Como dice Juliana Fontalva, curadora y manager de la colección, están empezando una nueva fase, la fase de difusión.
Los trabajadores de Balanz conviven con el arte de la forma más literal: unas 250 obras de las 450 que componen la colección están expuestas en los locales de la empresa financiera, en las salas de reunión, puestos de trabajo o pasillos. La presencia de los cuadros y esculturas es una costumbre y la presencia cotidiana del arte, un incentivo para los miembros del equipo. “Ahora queremos sacar un poco la colección de la oficina y darnos mayor visibilidad como la institución que somos”, explica Fontalva.
Balanz existe desde 2002 y lleva más de 13 años invirtiendo en arte, algo que no solo tiene que ver con la compra de obras, sino también con la restauración, conservación, logística y seguros. Fontalva explica que hoy en día, la colección es sin ninguna duda un activo financiero para la empresa. “Tenemos claras las cifras y valores de todas las obras, pero no tenemos su valor de mercado. Vendemos muy poco, serán 10 obras al año como mucho”, dice la curadora.
Arte contemporáneo y una búsqueda existencialista
La colección empezó siendo eminentemente Argentina y con los años se fue abriendo a Latinoamérica, especialmente Cuba, Colombia y Brasil. Pero actualmente, el acervo es internacional. “Hoy en día nos definimos como una colección internacional. Tenemos artistas de todo el mundo, recientemente compramos obras de un artista japonés, en ese sentido no tenemos límites y de hecho ahora mismo estamos invirtiendo más en arte internacional que hace unos años”, dice Fontalva.
Claudio Porcel, actual CEO del Grupo Balanz, fue el verdadero precursor de la iniciativa junto a una de las socias, Isabel Pita, quien llevó su afición al arte en un nivel experto. Junto con Fontalva, visitan y recorren ferias de artes, se impregnan del medio y finalmente, son Porcel y Pita (financistas después de todo) quienes negocian las adquisiciones. “Los cuatro socios crearon la compañía con un espíritu de ser siempre los primeros, tratar siempre de mejorar y entenderse, empujar los límites para llegar a la excelencia en un camino de autoconocimiento. Entonces, la colección empieza buscando a los artistas que consideran importantes, mientras abre la agenda a ciertas temáticas que tienen que ver con la aventura, el existencialismo, el cuestionamiento general del mundo… Es una colección que siempre se está preguntando que es este mundo en el que vivimos y quién soy yo adentro de es mundo”, explica…
Puede acceder al articulo completo a través de este link.
Pixabay CC0 Public DomainAustin Distel. Austin Distel
Según el Estudio Global del Inversor de Schroders los inversores están recurriendo a inversiones de alto riesgo en medio de la pandemia. Los resultados del estudio de inversión minorista más importante de Schroders, en el que se encuestó a más de 23.000 inversores, que invertirán 10.000 euros o más en los próximos 12 meses y que realizaron cambios en sus inversiones en los últimos diez años, de 33 lugares de todo el mundo, revelaron que el 37% de las personas estaban más dispuestas a invertir en activos de alto riesgo, porcentaje que aumentó al 44% en el grupo de edad de 18 a 37 años.
El análisis indica que, aunque muchas personas se sienten obligadas a asumir mayores riesgos para compensar la incertidumbre provocada por el COVID-19 y las preocupaciones causadas por el aumento de la inflación, esto afecta aún más a los inversores más jóvenes.
Mientras que un 44% de los inversores argentinos cree que ahorrará más, aunque un 46% afirma que invertirá más en activos de bajo riesgo, cuando el confinamiento producido por el COVID-19 finalice. Por su parte, en Brasil, un 59% de los encuestados se mostró dispuesta a realizar inversiones de alto riesgo.
«El conocimiento de los inversores brasileños está creciendo y, con una mayor comprensión de las opciones de diversificación que tienen a su disposición, pueden explorar diferentes productos financieros, en diferentes clases de activos y sectores, que proporcionan mejores oportunidades de retorno», explica Daniel Celano, CFA, CEO de Schroders Brasil.
«La diversificación es fundamental para conseguir una cartera más resistente en medio de los retos de un mundo más complejo e incierto. Cabe destacar que algunas clases de activos que resultan menos familiares para el inversor pueden aumentar la percepción del riesgo de las inversiones.»
A su vez, los inversores en Chile se han decantado por una mayor diversificación. «La incertidumbre del escenario sociopolítico que hemos atravesado en los últimos años, ha provocado un cambio en la forma de invertir. El chileno se dio cuenta de que estaba muy concentrado en el país, y decidió asignar progresivamente mayores activos en el extranjero. Esta creciente diversificación de las carteras es una práctica muy saludable en términos de mitigación del riesgo», menciona Alex Toledo, Country Head de Schroders en Chile.
En cuanto a la inversión sostenible, la tendencia indica un crecimiento constante hacia una mayor presencia de este tipo de activos en las carteras. El 58% de los inversionistas chilenos considera que la evidencia disponible demuestra que tienen un mejor desempeño y mayor rentabilidad que aquellos que no consideran los factores relacionados con la sustentabilidad.
«Existe una correlación entre una mayor educación financiera y la valoración hacia los factores ASG. Quienes tienen un alto conocimiento de las inversiones, revisan más a menudo sus ahorros y su rentabilidad. En ese sentido, tienen en cuenta la evidencia empírica», señala Toledo.
Relación entre edad y riesgo por regiones
Al comparar entre continentes, el 59% de los inversores de Asia eran más propensos a realizar inversiones de alto riesgo, por delante de los de las regiones de América (53%) y Europa (49%).
Los resultados indican que muchas personas se sienten obligadas a asumir más riesgos para compensar la incertidumbre y la preocupación por el aumento de la inflación, y que esto es aún más cierto entre los inversores más jóvenes.
Además, la mitad de los inversores de los grupos más jóvenes, de 18 a 37 años y de 38 a 50 años, esperan una rentabilidad superior al 10%, una proporción significativamente superior a la media global del 9%.
En Brasil, el nivel medio mínimo de rendimiento que la gente desea recibir en sus inversiones es del 11,2%. Mientras que los inversores argentinos, por su parte, esperan en lo largo de los próximos cinco años, obtener una rentabilidad total anual media (ingresos y crecimiento del capital) del 15%, que es superior a la mundial (11,3%) y a la estadounidense (12,5%).
Ante la hipótesis de que la tasa de interés sea nula o negativa, el 57% de los inversores de todo el mundo con edades comprendidas entre los 18 y los 37 años afirmó que realizaría inversiones de alto riesgo en busca de rentabilidad, mientras que sólo el 17% sería más propenso a gastar y menos a ahorrar.
Esto es así a pesar de que el 68% de este grupo de edad afirma que los resultados de sus inversiones afectan a su salud mental, porcentaje que en Argentina baja hasta el 63% y en Brasil se sitúa ligeramente por encima, con un 72%. Además, el 26% de los encuestados en Brasil dijo que ahora son más propensos a gastar que a ahorrar para las inversiones, en comparación con el 22% de la media mundial. Esta relación se invierte cuando se trata del grupo de 71 años o más, ya que el 40% de ellos es más propenso a gastar que a ahorrar.
Nuevos sectores
Profundizando en este escenario, más de la mitad de los encuestados, alrededor del 53%, afirmó que realizaría inversiones de mayor riesgo en busca de rentabilidad, mientras que un tercio, un 33%, buscaría invertir en criptodivisas.
Así, un mayor número de personas invierten ahora en activos que antes consideraban demasiado arriesgados. En concreto, los sectores nuevos y emergentes se encuentran entre los tres primeros tipos de inversiones que la gente ha realizado por primera vez en el último año. Los valores relacionados con los vehículos eléctricos ocupan el primer lugar, con un 24%, los fondos de biotecnología o farmacéuticos el segundo, con un 23%, mientras que los valores de Internet y tecnología, así como las criptodivisas, ocupan conjuntamente la tercera posición, con un 22%. Los inversores más abiertos a invertir en activos de alto riesgo también están más interesados en los valores de Internet y tecnología, por delante de los fondos inmobiliarios.
Bajo este panorama, el inversor argentino es más propenso a pasar a una cartera cripto, ya que el 52% pasaría a invertir en Bitcoin, Ethereum y Litecoin, entre otras criptos. En ese sentido, Pablo Albina, Country Head Argentina & Uruguay y Head of Investment Latin America de Schroders,afirma que la pandemia movió cimientos muy arraigados y forjaron al inversor argentino a tomar mayor riesgo en búsqueda de mayor rendimiento. Esto lo demuestra la gran adopción del mundo cripto por parte de los argentinos, que es muy por encima de la media global.
“Desde el estallido del COVID-19, 82% de los inversores argentinos han pasado más tiempo pensando en su bienestar financiero y tratando de reorganizar sus finanzas personales. Una cifra que está en continuo ascenso, aunque el 63% de las personas esté de acuerdo en el rendimiento de sus inversiones tiene un impacto en su salud mental”, destaca Pablo Albina.
De forma similar, los inversores chilenos mostraron una clara tendencia hacia los activos relacionados con la tecnología: durante 2021 el 58% invirtió en empresas tecnológicas o de Internet, y el 52% en criptodivisas. «Las tecnologías se vieron muy favorecidas por la pandemia y aunque se ajustaron después de la apertura, siguen presentando rendimientos atractivos, ya que es un soporte clave en el comercio, la conectividad y los diferentes servicios», corrobora Toledo.
En Brasil, las criptomonedas, con un 26%, las acciones o fondos que se centran en sectores de internet y tecnología, con un 22%, y las acciones o fondos que invierten en vehículos eléctricos, con un 21%, se situaron entre los tres tipos de inversiones más importantes que los inversores brasileños realizaron por primer vez en el año pasado. Los inversores que se declaran expertas o con conocimientos avanzados en la materia seleccionaron más opciones entre diferentes clases de activos o sectores, lo que generó una mayor representación porcentual en relación con cada clase de activos o sector.
«Esto es probablemente el resultado de que este grupo se siente más cómodo negociando en diferentes clases de activos y mercados. Comparativamente, el grupo de principiantes o intermedios registró un ratio de selección proporcional menor. Esto indica que sus carteras están generalmente menos diversificadas entre las clases de activos, lo que significa que tienden a ceñirse a lo que entienden», añade Celano.
Por su parte, Lesley-Ann Morgan, Head of Multi-Asset Strategy de Schroders, coincide en señalar que muchas personas consideran que ahora tienen que asumir mayores riesgos en busca de rentabilidad, tras la pandemia. “Es probable que las difíciles condiciones económicas del año pasado hayan influido en ello. En un entorno de bajos tipos de interés, no es de extrañar que las opciones de inversión más arriesgadas sean más atractivas, especialmente para los inversores más jóvenes. Los inversores también se han visto estimulados a buscar una gama más amplia de clases de activos”.
«En general, estos resultados muestran que la proporción de inversores abiertos a asumir un mayor riesgo ha aumentado, pero como la mayoría de las personas declaran que el rendimiento de sus inversiones también tiene un impacto en su salud mental, deberían asegurarse de que el riesgo se aborda con precaución», subraya.
Un dato muy alentador, a medida que nos acercamos a 2022, es el marcado aumento de la tasa de vacunación en los mercados emergentes, incluso a pesar del riesgo que aún pueden significar variantes nuevas como Ómicron. Si bien esto ha contribuido a sustentar el crecimiento económico, es probable, en la opinión de los expertos de Schroders, que no se repita en 2022.
El crecimiento general en los mercados emergentes empezará a moderarse, y esto es bien sabido por los mercados, que se han ajustado de manera acorde durante 2021. Efectivamente, cabe la posibilidad de que los mercados emergentes den una sorpresa positiva el año próximo.
Los gestores de carteras de mercados emergentes de Schroders siguen de cerca las perspectivas inflacionarias y un posible punto de inflexión. También buscan un punto de inflexión en términos de crecimiento económico en China.
El riesgo geopolítico es un área que debe supervisarse continuamente. Además, hay varias elecciones clave; desde Corea del Sur en marzo, hasta la elección presidencial de Brasil en octubre.
Las economías de los mercados emergentes
David Rees, economista sénior en mercados emergentes
La amenaza de variantes nuevas significa un riesgo constante a tener en cuenta, como lo muestra la incertidumbre en torno a Ómicron, y puede provocar un cambio muy drástico de las perspectivas. Sin embargo, la amplia mayoría de los mercados emergentes está en proceso de vacunar a gran parte de su población en los próximos meses. Esto podría ser claramente beneficioso para la recuperación continua de la actividad económica. Mejores resultados en materia de covid serían una buena noticia para los mercados emergentes y, en particular, beneficiarían a las economías basadas en servicios; especialmente, las que dependen mucho del turismo.
De todos modos, no hay manera de evitar la disminución del crecimiento económico en los mercados emergentes en 2022. Muchas economías ya han retornado a sus niveles prepandemia y esto, naturalmente, hace que sea más difícil sostener tasas de crecimiento por encima de la tendencia. En 2021, los niveles de crecimiento se han visto beneficiados por la base baja de comparación del año pasado, lo que prácticamente garantiza un ritmo más lento de expansión en 2022. Si analizamos más allá de estos tecnicismos, encontraremos otros motivos fundamentales para prever una disminución del crecimiento.
El empeoramiento de las proyecciones de crecimiento de los mercados desarrollados significa que es probable que la demanda de productos manufacturados baje en el curso de este año. El comercio mundial es un factor de impulso importante para el crecimiento de los mercados emergentes y, si bien un mayor nivel de reposición de inventario de las empresas durante la pospandemia puede brindar apoyo en el corto plazo, es probable que las altísimas tasas de crecimiento de las exportaciones registradas en 2021 no puedan sostenerse. En general, esto es negativo para las economías pequeñas y abiertas de los mercados emergentes de Asia, partes de Europa Central y Oriental, y México.
Las perspectivas más bajas para China pueden afectar a determinados ME. Por ejemplo, si la actividad moderada del sector de bienes raíces se traduce en menor demanda de commodities, como los metales industriales, esto impactaría en las exportaciones de las economías de Latinoamérica y el África subsahariana.
En los ME, una política fiscal y monetaria más estricta tendrá un peso cada vez mayor en el crecimiento. El fuerte aumento de la inflación en los ME, que sofocó a muchos mercados emergentes en 2021 y obligó a los bancos centrales a realizar aumentos bruscos de las tasas de interés, debería aquietarse. Sin embargo, la suba de tasas suele impactar en la actividad de seis a nueve meses después. Combinado con un posible recorte fiscal, a medida que los gobiernos intentan reparar el daño causado por la pandemia en los presupuestos, el endurecimiento de la política tiene grandes chances de ser muy contraproducente para la actividad. En última instancia, esto puede significar que los bancos centrales no apliquen todo el endurecimiento que ahora se está aplicando en los mercados, lo que abre una ventana de oportunidad para los inversores en los mercados locales.
En consecuencia, esperamos que el crecimiento del PBI en los mercados emergentes se reduzca del 6,5 % esperado en 2021, a cerca del 4,5 % en 2022. Si estamos en lo cierto, es poco probable que los mercados emergentes experimenten un crecimiento mayor que el de algunos mercados desarrollados. Aunque esto no debería tomar totalmente por sorpresa a los inversores, en general, una prima de crecimiento tan limitada plantea un escenario delicado para los mercados.
Renta variable de los ME
Tom Wilson, responsable de renta variable de mercados emergentes
El estímulo global que se implementó como respuesta a la pandemia está despareciendo, y a ello se suma un menor crecimiento de la liquidez y la inminente reducción de estímulos en los Estados Unidos. La anticipación de políticas monetarias más estrictas le ha puesto mayor presión al dólar estadounidense, lo que complica las condiciones financieras del mundo emergente. Los cuellos de botella, la disrupción del mercado laboral, el aumento del precio de la energía y la recuperación económica poscovid también han causado una inflación más persistente que la esperada, lo que ha venido impulsando el temor a una estanflación.
Ha habido una continua normalización a nivel global, sustentada por la distribución de vacunas y los altos niveles de inmunidad poscontagio. El nivel de penetración de las vacunas en los mercados emergentes ha alcanzado el de los mercados desarrollados, mientras que algunos estudios, inclusive en la India, muestran niveles elevados de inmunidad natural por la infección postcovid. En líneas generales, esto debería traducirse en menores restricciones a la actividad en el futuro, lo que permitiría abordar los cuellos de botella y reducir la disrupción en fabricación y logística en 2022.
En tanto, el retiro de estímulos y la desaparición de la demanda creciente deberían reducir la presión inflacionaria y calmar el temor a una estanflación. Por supuesto, las variantes nuevas suponen un riesgo constante, en especial, si evaden a las vacunas actuales y generan un aumento de las tasas de mortalidad, y pueden cambiar sustancialmente las perspectivas.
El endurecimiento de la política de la Fed puede suponer viento en contra constante, pero los mercados emergentes son más resilientes que en el último ciclo de aumento de tasas de la Fed, como lo muestran los siguientes gráficos. Las cuentas externas suelen estar en orden, el ingreso de capital reciente ha sido menos especulativo que en 2013, las divisas de los mercados emergentes se ven baratas en general y los rendimientos de la deuda local de los mercados emergentes son relativamente atractivos.
La reducida disponibilidad de crédito en China se está sintiendo. Las condiciones económicas están empeorando debido a un impulso crediticio negativo, el cambio de 12 meses en préstamos nuevos como un porcentaje del PBI y una amplia acción regulatoria. Esta última ha generado incertidumbre en el mercado y ha tenido un impacto económico directo a través del sector de bienes raíces. Esperamos que la política se vuelva más estimulante y el impulso crediticio toque fondo y se recupere. También consideramos que el alboroto regulatorio puede haber alcanzado su pico máximo.
El impulso crediticio suele verse reflejado en la actividad económica en un plazo de nueve meses, como lo muestra el siguiente gráfico, lo que sugiere que la economía china seguirá siendo débil hasta mediados del año próximo. Sin embargo, en el segundo semestre de 2022, es posible que mejoren las perspectivas macroeconómicas para China. Aunque la ganancia de las empresas se verá afectada por la desaceleración económica de este año, los mercados tienen visión de futuro y pueden comenzar a pensar en una recuperación.
Riesgos para 2022
Los riesgos clave para las perspectivas incluyen la geopolítica, las variantes nuevas de COVID-19, capaces de evadir a las vacunas, el escenario inflacionario que demuestra no ser transitorio y la futura senda hacia la regulación en China. El último punto refleja los objetivos de “prosperidad común” del Gobierno, en términos de abordaje de la inequidad y mejora de la movilidad social. El ritmo de las nuevas iniciativas parece haber bajado, pero seguimos supervisando la situación de cerca, en especial, de cara a la reunión del Congreso Nacional del Partido Comunista en el cuarto trimestre del año que viene.
Valoraciones
En total, las valoraciones de los mercados emergentes no son baratas en relación con su historial. Sin embargo, esto esconde variaciones considerables en términos de países, sectores, acciones y tipos de inversión. También hay cierta incertidumbre sobre las ganancias de las empresas el año próximo, que surge de las presiones del crecimiento económico, alimentadas por el endurecimiento de la política monetaria. Sin embargo, en comparación con los Estados Unidos, las valoraciones se ven más atractivas, mientras que diversas divisas de los mercados emergentes lucen cada vez más baratas.
Hacia 2022, es posible que comencemos a ver un escenario más positivo. La política monetaria ha anticipado mayor inflación, y las tasas reales lucen atractivas. Si la presión inflacionaria disminuye, podría haber lugar para una relajación de la política monetaria. En tanto, cabe la posibilidad de que la economía china empiece a mejorar.
Países a los que debemos seguir
En términos de nuestra preferencia actual del mercado, mantenemos una visión menos favorable de China aunque hemos reducido nuestra escala de infraponderación en los últimos meses. A pesar de que seguimos viendo una promesa a largo plazo en la India, sustentada por el avance de las reformas, las valoraciones caras continúan moderando nuestro apetito.
En cambio, nos gustan los mercados emergentes de Polonia y Hungría, en Europa Oriental, donde el crecimiento económico es sólido y las valoraciones son razonables. Rusia es el mercado que preferimos, debido a las valoraciones baratas y a que se beneficia de precios de commodities más altos. Los riesgos geopolíticos persisten, y dadas las tensiones con el Oeste en reciente aumento, estamos supervisando la situación de cerca.
Brasil también puede ser una oportunidad en 2022, ya que las valoraciones reflejan un riesgo político elevado, y un punto de inflexión en la inflación puede dar lugar a la flexibilización monetaria en la última parte del año próximo. Continuamos, modestamente, sobreponderando el mercado de Corea, dada la amplia selección de oportunidades accionarias y las valoraciones atractivas.
La deuda de los mercados emergentes
James Barrineau, responsable de estrategia global de deuda de mercados emergentes
El lanzamiento oficial del programa de reducción de estímulos de la Fed es un cierre adecuado para un año en que los inversores de la deuda de los mercados emergentes lucharon poderosamente contra los recuerdos del berrinche del mercado de 2013. Esta vez, no creemos que los inversores esperen dos años de vacas flacas, como de 2013 a 2015, dado que la Fed sigue un formato similar.
Si bien los inversores podrían temer las consecuencias de una suba de tasas de interés en los Estados Unidos, los mercados son mecanismos “informacionalmente eficientes” y todo es tomado en cuenta. Como muestra el siguiente gráfico, el inicio del último ciclo de aumentos de diciembre de 2015 coincidió con una recuperación de los rendimientos del mercado local para los inversores que duró dos años. Este ciclo (desde los comentarios sobre “tapering”, o la reducción de estímulos, pasando a la efectiva reducción, hasta el despegue de las tasas) va camino a ser mucho más corto, lo que sugiere que se ha tenido en consideración un alto porcentaje del sufrimiento.
El dólar es un 18 % más alto que al inicio del ciclo anterior. Los bancos centrales de los mercados emergentes han estado subiendo las tasas de manera preventiva durante muchos meses, lo que amplió la diferencia en las tasas nominales con el mundo desarrollado. Además, las divisas, en líneas generales, nunca recuperaron por completo sus niveles de valoración reales previos al primer ciclo de reducción de estímulos. Las valoraciones son mucho más esperanzadoras hoy.
Si la inflación se modera y vuelve a acercarse a los niveles deseados por los bancos centrales en 2022, las perspectivas para los inversores de deuda de los mercados emergentes en divisa local podrían ser muy buenas. Durante el transcurso de este año, el rendimiento del mercado local de DME, medido por el índice global diversificado de deuda pública para mercados emergentes (GBI-EM), aumentó del 4,2 % al 5,65 %, a medida que los ciclos de aumento avanzaron. El diferencial, o diferencia en rendimiento, de los bonos del Tesoro de igual duración ha aumentado a poco más de 430 puntos básicos.
Los bancos centrales con mayor credibilidad, como los de Rusia y México, probablemente sean los primeros en poner un freno a los aumentos. Otros, en Europa Central y Brasil, se tomarán más meses en controlar las tendencias inflacionarias. Los países asiáticos tienen una credibilidad más parecida a la de los mercados desarrollados que otras regiones de mercados emergentes; además, si bien los rendimientos locales son más bajos, la volatilidad de la divisa también es mucho más moderada. Durante el transcurso de 2022, esperamos que casi toda la clase de activos haya completado ciclos de aumentos y quede con tasas de interés reales muy superiores a las de los mercados desarrollados; tal vez, con el surgimiento de ciclos de recorte de tasas.
Las divisas tendrán que cooperar con una visión optimista de las tasas para que la mayoría de los inversores se sientan atraídos. La estabilidad del renminbi de China, donde las tasas reales, es decir el neto de la inflación, son las más positivas de la clase de activos, indica que las tasas positivas son un gran atractivo a pesar de la importante cantidad de emisiones soberanas. También preferimos a Malasia e Indonesia en la región por el mismo motivo. El rublo ruso luce casi a prueba de balas, con fuertes cuentas externas. En Latinoamérica, se destaca México, debido a la proximidad con los Estados Unidos y la ausencia de presión fiscal.
Respecto de la deuda en dólares, las perspectivas son menos esperanzadoras. En la deuda de mercados emergentes de grado de inversión, el diferencial de rendimiento comparado con los bonos del Tesoro de los Estados Unidos es históricamente bajo; sin embargo, aún ofrece un pick-up modesto en comparación con la deuda de mercados desarrollados con similar calificación, que ha logrado estabilidad. Los diferenciales de bonos de mercados emergentes de alto rendimiento son más atractivos que los de alto rendimiento estadounidenses, pero no cuentan con un entorno operativo estable. Ser activo y adoptar un enfoque selectivo es clave. Algunos créditos de baja calificación lucharán contra los requisitos de financiamiento y la necesidad de endurecimiento de las políticas fiscales (muchos mercados de la frontera y de África subsahariana). Otros podrían no ser candidatos al default, pero lucharán contra las políticas tendientes a recuperar la sostenibilidad de la deuda a medida que el crecimiento y el gasto bajan.
Pixabay CC0 Public DomainWoodley Wonderworks. Woodley Wonderworks
Los principales temas que se trataron durante la COP26 se centraron en que la comunidad internacional ayudará a diseñar y ofrecer un futuro más sostenible tanto para las personas como para el planeta. Pero, según explica Jared Cook, especialista de inversión en renta fija en AXA IM, mientras que las medidas que están tomando los países desarrollados han sido objeto de un gran escrutinio, podría decirse que se ha prestado menos atención al avance -y la financiación- de la sostenibilidad en los mercados emergentes.
Por supuesto, todas las miradas están puestas en China, el mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo, responsable de alrededor del 30% de las emisiones mundiales de CO₂. En septiembre de 2020, el presidente de China, Xi Jinping, se comprometió a lograr la neutralidad en materia de carbono para 2060, lo que significa que las emisiones de carbono del país se compensarían financiando una cantidad equivalente de reducción de carbono en otros lugares.
China también ha anunciado recientemente planes para reducir su dependencia de los combustibles fósiles por debajo del 20% para 2060, una declaración ambiciosa dado que el año pasado el carbón representó casi el 60% del uso energético del país (1). En consonancia con estos objetivos, China es ahora el principal productor y exportador de tecnologías de energías renovables, lo que demuestra su firme compromiso con la sostenibilidad (2).
Fuera de China, otros mercados emergentes están dando grandes pasos en cuanto a políticas medioambientales. Por ejemplo, Brasil lleva casi 50 años añadiendo etanol a su combustible para reducir la dependencia de la gasolina, y en 2020 el consumo medio nacional de biocombustible fue de 0,72 barriles equivalentes de petróleo (boe, por sus siglas en inglés) por persona, considerablemente superior a la media mundial de 0,08 barriles equivalentes de petróleo por persona (3). Además, alrededor del 84% de la electricidad de Brasil proviene de fuentes renovables, una de las proporciones más altas a nivel mundial (4).
Por su parte, Costa Rica ha llevado a cabo un enorme programa de reforestación, aumentando la cobertura forestal hasta el 60% del país, frente al 40% de hace sólo 30 años (5). Con una abundancia de energía solar y eólica para aprovechar, Chile también tiene una amplia capacidad de energía renovable.
En 2020, el país se fijó el objetivo de convertirse en uno de los principales productores y exportadores de hidrógeno verde (hidrógeno producido a partir de energías renovables), una iniciativa clave para lograr el objetivo de reducir el consumo mundial de combustibles fósiles.
Otras regiones están menos avanzadas en sus políticas de sostenibilidad, siendo África un ejemplo en el que aún queda mucho por hacer. Sin embargo, esto también significa que hay enormes oportunidades para un impacto medioambiental positivo. El Programa Africano de Estímulo Verde, lanzado en 2021, está diseñado para apoyar la respuesta de recuperación del continente a los devastadores impactos socioeconómicos y ambientales de la pandemia del COVID-19 de una manera más verde y sostenible. Al mismo tiempo, dado que un gran porcentaje de la mano de obra de África está empleada en la agricultura, existe una importante necesidad de apoyo para mejorar la productividad agrícola, lo que a su vez podría conducir a una mayor seguridad alimentaria. Además, millones de personas en el continente siguen sin agua potable, otra área clave que debe ser abordada.
Crecimiento de los bonos verdes
El desarrollo del mercado de bonos verdes es una clara muestra del compromiso de los mercados emergentes con el cambio climático, ya que la deuda se emite con la intención de utilizar los ingresos para financiar proyectos sostenibles. En 2020, se emitieron unos 40.000 millones de dólares en bonos verdes en los mercados emergentes, lo que supone un aumento del 20% respecto al año anterior. Desde 2012, 43 países de mercados emergentes han emitido bonos verdes, lo que supone 226.000 millones de dólares de emisión total. Aunque el mercado de bonos verdes todavía constituye sólo el 5,5% del total del crédito de los mercados emergentes, se está expandiendo rápidamente, con 100.000 millones de dólares de emisión anual prevista para 2023 (6). China sigue siendo el mayor emisor de bonos verdes en los mercados emergentes, pero India, Chile y Brasil también han sido grandes impulsores de este mercado en crecimiento en los últimos años.
Siguen existiendo obstáculos
Sin embargo, los países con mercados emergentes todavía tienen que superar obstáculos para aplicar políticas sostenibles. Por ejemplo, muchos países en desarrollo carecen actualmente de la tecnología necesaria para adoptar las energías renovables y/o de la riqueza para desarrollarlas, mientras que las naciones más pobres tienen necesidades más básicas que atender. Además, dada la heterogeneidad de los mercados emergentes, es difícil aplicar un modelo único para todos. Por ejemplo, la orografía de Brasil dificulta la implantación de trenes eléctricos, mientras que la falta de infraestructuras en Colombia supone un reto para la adopción de tecnología sostenible.
Por un lado, los países de mercados emergentes son algunos de los mayores emisores de carbono, lo que refleja su rápido crecimiento económico reciente, a menudo combinado con fuentes de energía más baratas e intensivas en carbono. Pero, por otro lado, las emisiones de carbono per cápita son significativamente mayores en los mercados desarrollados, y la gran mayoría del presupuesto de carbono ha sido utilizado históricamente por las naciones desarrolladas, en particular la Unión Europea (UE) y los Estados Unidos (7).
En AXA IM creen que la puesta en marcha de programas de descarbonización no debe ir en detrimento del futuro crecimiento económico de los países con mercados emergentes, y las naciones desarrolladas tienen la responsabilidad de ayudar a financiar la sostenibilidad en los mercados emergentes. Por ejemplo, pueden proporcionar ayuda financiera y tecnología para permitir una aplicación más rápida de las políticas medioambientales, reconociendo que será necesario un esfuerzo de colaboración para luchar contra el cambio climático. El acuerdo alcanzado en la COP26 para que Estados Unidos, la Unión Europea y otros países desarrollados ayuden a financiar la transición de Sudáfrica hacia el abandono del carbón es un paso positivo que podría servir de modelo para otros países y otros proyectos.
Las convicciones de AXA IM
Los factores medioambientales, sociales y de gobernanza (ASG) son una consideración clave a la hora de dirigir el capital hacia los mercados emergentes. Las estrategias de deuda de mercados emergentes de la gestora se adhieren a las políticas de exclusión sectorial de AXA IM, lo que significa que no invierten, por ejemplo, en empresas que producen armas controvertidas, materias primas agrícolas como el aceite de palma.
Dentro de las estrategias de renta fija emergente también se aplica la política de Normas ESG de AXA IM, que también excluye ciertas áreas como el tabaco, así como la metodología de puntación ESG. El objetivo es que las estrategias de deuda de mercados emergentes tengan una puntuación ESG superior a la de su índice de referencia o a la de su universo, fomentando una inclinación hacia inversiones con una alta calidad ESG.
Durante los últimos 20 años, muchos países de mercados emergentes han sido considerados en gran medida como exportadores de materias primas, con economías construidas sobre sus reservas naturales de petróleo, gas y metales. Como tal, el sector energético ha representado normalmente una asignación significativa en las estrategias de deuda de mercados emergentes. Sin embargo, el equipo gestor de las estrategias de renta fija emergente ha ido reduciendo su exposición a estos activos en favor de otros sectores más orientados al consumo que en AXA IM creen que ofrecen una mayor sostenibilidad. También se han centrado en las oportunidades de energía renovables en América Latina y Asia.
Además, en AXA IM han tratado de reducir la huella de carbono de sus estrategias de deuda de mercados emergentes. Para ello, han reducido su exposición a sectores con altas emisiones de carbono, como los productores de acero y proteínas y las empresas de servicios públicos.
La gestora también ha reforzado su política de inversión en el sector del petróleo y el gas, con nuevas exclusiones para mitigar los impactos adversos de la industria sobre el medio ambiente. Dentro de las estrategias de renta fija de los mercados emergentes, han reducido la exposición a los productores de petróleo, en particular a los que son empresas estatales, que además de ser intensivos en carbono son potencialmente menos abiertos al compromiso.
En AXA IM creen que las cuestiones de desarrollo sostenible son una preocupación importante para los inversores en deuda de mercados emergentes. Al combinar los factores ASG con los criterios financieros tradicionales, pretenden no sólo crear estrategias de inversión más estables con una rentabilidad potencialmente superior a largo plazo, sino también ayudar a los países de mercados emergentes a desempeñar su papel en la financiación de un futuro más sostenible para el planeta.
Anotaciones:
(1) China reducirá el uso de combustibles fósiles por debajo del 20% en 2060 | China | The Guardian
(2) Diario de China, marzo de 2021
(3) BP Statistical Review of World Energy 2021
(4) Nuestro mundo en datos 2020
(5) Earth.org, octubre de 2021
(6) IFC 2020
(7) Citigroup, octubre de 2021
Descargo de responsabilidad
Este documento tiene únicamente fines informativos y no constituye un estudio de inversión o un análisis financiero relativo a las operaciones con instrumentos financieros según la Directiva FMI (2014/65/UE), ni constituye por parte de AXA Investment Managers o sus empresas afiliadas una oferta de compra o venta de inversiones, productos o servicios, y no debe considerarse como una solicitud o asesoramiento de inversión, jurídico o fiscal, una recomendación de estrategia de inversión o una recomendación personalizada de compra o venta de valores.
Debido a su simplificación, este documento es parcial y las opiniones, estimaciones y previsiones que contiene son subjetivas y están sujetas a cambios sin previo aviso. No se garantiza que las previsiones realizadas se cumplan. Los datos, las cifras, las declaraciones, los análisis, las predicciones y el resto de la información contenida en este documento se facilitan sobre la base de nuestro estado de conocimiento en el momento de su elaboración. Aunque se ha puesto todo el cuidado posible, no se ofrece ninguna declaración o garantía (incluida la responsabilidad frente a terceros), expresa o implícita, sobre la exactitud, fiabilidad o integridad de la información contenida en este documento. La confianza en la información contenida en este material queda a la entera discreción del destinatario. Este material no contiene información suficiente para respaldar una decisión de inversión.