Las acciones con dividendos crecientes podrían ofrecer protección contra la inflación
| Por Cecilia Prieto | 0 Comentarios

Bajo nuestro punto de vista, los dividendos son uno de los factores más importantes que impulsan los mercados de renta variable, y esta afirmación refleja las convicciones que he forjado desde 2008.
Desde entonces, he dedicado mi carrera profesional a la inversión en dividendos y cómo poder capitalizarla al máximo. Y mis convicciones han superado la prueba de 15 años de práctica marcados por muchos desafíos, así como dos crisis en los mercados financieros: la crisis financiera de 2008 y la pandemia de 2020-2021. Ante el retorno de la inflación, esta estrategia podría revelar sus buenos resultados y sus cualidades de protección.
A menudo me preguntan, y con razón, por qué es adecuado centrarse en las compañías que reparten dividendos: porque, al contrario de la idea preconcebida, los dividendos no incrementan el patrimonio de los accionistas. En igualdad de condiciones, el precio de una acción debería disminuir en proporción al cupón pagado cuando se recorta.
El motivo principal por esto, es que las compañías se esfuerzan por reinvertir todos sus beneficios de manera óptima y que también es difícil identificar los proyectos adecuados sin cometer equivocaciones.
Consideramos que, con el paso del tiempo, las compañías se vuelven menos disciplinadas. Cometen errores y se exponen a proyectos que ofrecen poca o ninguna remuneración, o que incluso provocan pérdidas. Esto acaba suponiendo una desventaja para sus accionistas. Sin embargo, en mi opinión, las compañías que tienen como fin repartir dividendos, normalmente mantienen un control más estricto de sus gastos e intentan elegir los proyectos con mayor cautela.
Pese a ello, preferimos los dividendos crecientes a los dividendos elevados. Estos últimos pueden dejar entrever los problemas de una empresa en dificultades, excesivamente endeudada o que experimenta un cambio crítico.
La tasa media de dividendos de nuestra estrategia se sitúa en una horquilla media de entre el 3% y el 4%, pero nosotros aspiramos a que ofrezcan un crecimiento potencial anual de entre el 5% y el 10%*.
Siempre he gestionado esta estrategia en un contexto de estabilidad o de caída de los índices de precios al consumo. Pero, con la vuelta de la inflación, esta estrategia parece demostrar ahora su eficacia. Creo que solo los dividendos crecientes tienen el potencial de ofrecer rentabilidades positivas reales. Los dividendos altos son tentadores a primera vista, pero a mi parecer, no son capaces de crecer, por lo que no protegen frente a la inflación.
Para garantizar que los activos no pierdan valor, desde mi punto de vista hay que invertir en buenos valores, pero también en compañías cuya tasa de crecimiento de dividendo sea igual o superior a la tasa de inflación.
Nuestro planteamiento debería seguir dando resultados en los próximos años, siempre que se seleccionen los valores adecuados. Ese es el desafío al que nos enfrentamos. Para conseguirlo, un buen punto de partida es echar la vista atrás para identificar las juntas y los consejos directivos que se toman en serio el crecimiento de los dividendos.
Sin embargo, esta política debe mantenerse integrada en el futuro de estas empresas en cuestión. Y operamos teniendo esto en cuenta, centrándonos en las compañías que consideramos más prometedoras en los próximos diez años.
EE.UU. supone la mayor parte de nuestro universo de inversión, a pesar de que Wall Street se asocia más con los grandes valores de crecimiento (growth). Cientos de acciones estadounidenses son aptas para invertir en dividendos. También disponemos de una reserva considerable en Europa occidental, Australia y Canadá. En Japón, tras unos años difíciles, las perspectivas van mejorando.
Encontramos las empresas que mejor cumplen nuestros criterios en los sectores más defensivos, especialmente en bienes de consumo cotidiano y sector salud.
En sectores más cíclicos, seleccionar valores resulta un poco más difícil, pero podemos encontrar sectores interesantes como por ejemplo el de transporte tecnológico o el de semiconductores.
Tribuna de Stuart Rhodes, gestor de M&G Investments.