CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Jeffs. ¿Pondrá la tecnología digital fin a las sucursales? El 50% de los bancos minoristas globales cree que sí
El estudio, “Banca Minorista: En Tech confiamos”, reveló que los bancos identifican la amenaza de las firmas tecnológicas que operan en el sector de los servicios financieros como mucho más grande actualmente que hace un año atrás. Más de 200 ejecutivos globales de la banca minorista fueron entrevistados, la mayoría de los encuestados estimaron que la banca minorista será plenamente automatizada dentro de los cinco años.
Sus preocupaciones incluyen una dramática caída en el uso de dinero en efectivo en la calle para el 2020, siendo las firmas de Fintech a quienes se recurra para realizar la mayor parte de los pagos, y la realización de préstamos persona a persona (peer to peer), a través de las plataformas bancarias.
El estudio continúa diciendo que los bancos están haciendo a la tecnología parte de su oferta e invirtiendo en digitalización con el propósito de responder a la amenaza técnica.
El proveedor de software bancario Temenos dijo que las amenazas a la banca son procedentes de empresas como Google con su Android Pay y por parte de Apple, Apple Pay; asimismo por préstamos Peer to Peer y por empresas de fintech que están operando en el sector de Wealth Management.
El estudio identificó tres áreas principales que la banca minorista debe cambiar para poder sobrevivir en los próximos años.
Un 36% dijo que el cambio de la sucursal bancaria fue clave, mientras que el 35% y el 31% destacaron la necesidad de conseguir el talento adecuado y modernizar su tecnología, respectivamente.
El CEO de Temenos, David Arnott, dijo: «Nuestro estudio muestra que los bancos han despertado con claridad a la amenaza que presentan las empresas de fintech para sus negocios. El año pasado, se encontró que los temas regulatorios y de compliance se comenzaban a alejar como amenazas. Este año podemos ver que esa tendencia se ha acelerado. La respuesta de los bancos es buscar la manera de vencer a las fintechs en su propio juego. Esto puede ser asociándose o cooperando con proveedores de servicios, o invirtiendo en sus propias plataformas digitales.»
CC-BY-SA-2.0, FlickrPhoto: Lucas Hayas. Fading Fears, Growing Risk Appetite?
Durante meses, el mercado ha temido una recesión en Estados Unidos. Un temor alimentado por la debilidad de la economía global, la caída de los precios de la energía –que ha provocado un marcado descenso en el gasto de capital en varios sectores clave del mercado- y el endurecimiento de las condiciones financieras. Estas preocupaciones han comenzado a remitir en las últimas semanas y hemos asistido a cierta estabilización de los precios del petróleo, una menor presión en el mercado de deuda high yield y una disminución de la volatilidad. Si bien el crecimiento económico de Estados Unidos está lejos de ser robusto, ha conseguido mantener sus niveles medios posteriores a la crisis de en torno al 2%.
Teniendo en cuenta la cantidad de miedo que se ha infiltrado en las expectativas del mercado en los últimos meses, estos modestos signos de mejora podrían ayudar de cara al futuro a revitalizar el apetito del mercado por los activos de riesgo. Incluso con el lento crecimiento visto a finales de 2015 y los precios del petróleo hundidos, si nos fijamos en el sector de la energía, los márgenes de beneficio en realidad se expandieron en el cuarto trimestre.
Dado que los costes de producción, tales como el precio de la energía y otras materias primas han caído y si los tipos de interés se mantienen bajos, es probable que muchas empresas del sector consigan ampliar los márgenes de beneficio. A las empresas de consumo discrecional, como las de tecnología o de telecomunicaciones, no les va a costar mucho recuperar niveles de beneficio. El consenso de este año es de un crecimiento de beneficio del 2% -3%. Pero en mi opinión, un repunte modesto en las ventas podría hacer que esta cifra se expanda hasta un 6%.
¿El poder de las compras se desata?
¿De dónde va a venir el repunte en las ventas? Del poder adquisitivo del consumidor en Estados Unidos gracias al aumento moderado de los salarios, así como la caída de los precios de la gasolina, la calefacción del hogar, los costes de refrigeración y de los precios de la ropa. Desde hace unos meses, esos ahorros han estado escondidos. Pero la historia nos dice que cuando los consumidores se sienten seguros de que las bajadas de los precios (por ejemplo, energía) van a mantenerse, tienden a gastar más. Estamos viendo destellos de esperanza en que los consumidores estén empezando a reasignar algunos de estos ahorros a más consumo, lo que es probable que estimule modestamente la fabricación y el sector servicios.
También estamos viendo otras señales de un cambio de tendencia. Los envíos de contenedores y el transporte de mercancías por carretera están subiendo. Algunos indicadores de carga aérea también lo hacen ya. El gasto en los sectores de tecnología y telecomunicaciones del S&P 500 ha comenzado a mejorar. Tomados en conjunto, todas estas cifras apuntan a una posible mejora de la demanda final.
Todo indica a que la economía de Estados Unidos no se va a desintegrar en una recesión a corto plazo. Es más probable que vaya a mantener el patrón de lento crecimiento de los últimos años. En este contexto, es probable que la Reserva Federal vea poco peligro en tropezar con la curva de la inflación, por lo que las subidas de tipos deberían ser graduales. Este es un contexto donde los inversores, en función de su edad y la tolerancia al riesgo, podrían considerar añadir a su cartera algunos de los activos de mayor riesgo que ofrece el mercado.
James Swanson es estratega jefe de MFS Investment Management.
CC-BY-SA-2.0, FlickrPhoto: Michael Davis-Burchat. Don't Let the Name Fool You
Durante los últimos meses, he estado viajando con el propósito expreso de analizar de cerca la bolsa doméstica de acciones de clase A de China. Aunque muchos profesionales de la inversión normalmente usan las funciones de una pantalla para seleccionar posibles posiciones de la cartera en sectores específicos, cuando se trata de compañías que cotizan en la bolsa de China continental, hay que mantener la cautela.
En los últimos años, muchas empresas chinas, y especialmente las que cotizan en los mercados domésticos de China, han estado utilizando su capital, ya sea en efectivo o en acciones, para hacer adquisiciones. Algunas empresas están expandiendo sus operaciones en cadenas de valor específicas (ya sea hacia arriba o hacia abajo), otros están añadiendo más productos u ofertas de servicio y algunos incluso están entrando en sectores completamente diferentes del suyo. En unos pocos casos extremos, las empresas se han transformado mediante la venta de sus negocios originales y han resurgido en un nuevo sector. En el ínterin, estas compañías pueden seguir manteniendo su antigua marca.
Yo mismo me he reunido recientemente con varias empresas que han hecho adquisiciones en los últimos dos años. En mis conversaciones con los equipos de gestión, he podido profundizar en los motivos que han impulsado las recientes compras. Debido a la desaceleración económica, las empresas que operaban en las industrias tradicionales, tales como el sector inmobiliario y de fabricación, se han encontrado con serias dificultades. Así que la expansión hacia zonas económicas de mayor valor agregado es una decisión atractiva.
En este proceso, los accionistas principales o los directivos pueden decidir estratégicamente cambiar y entrar en nuevos sectores con el fin de aprovechar otros factores de crecimiento o darle la vuelta completamente a la empresa. Debido a la falta de talento y el tiempo necesario para desarrollar conocimientos sobre nuevas áreas de la economía, una empresa en esta situación también puede optar por adquirir un jugador fuerte ya asentado en el nuevo sector.
Este tipo de diversificación y transformación de negocios tiene sentido. En muchos casos, las empresas pueden o bien aprovechar los recursos actuales para crear sinergias con los nuevos negocios, o si se aventuran en un área con la que no están familiarizados, pueden pagar un precio razonable por comprar una compañía ya asentada con un buen historial y luego permitir que el equipo de gestión de la adquirida tenga una participación parcial. Pero si estas empresas no cambian, no pueden sobrevivir simplemente aplicando sus viejas estrategias de negocio. En otras palabras, no tienen más remedio que adaptarse.
Por otro lado, también hay empresas que hacen adquisiciones en zonas «calientes» como la informática, la salud o los medios de comunicación. Las adquisiciones se hacen a veces por el simple hecho de tener la exposición a este tipo de industrias a pesar de la falta de planes concretos para el desarrollo en el sector. Una empresa también puede hacer tantas adquisiciones en un solo año que la integración se vuelve problemática. En casi todos los casos, existen cláusulas de garantía de beneficio en los contratos de compra, y si las firmas adquiridas son incapaces de cumplir con los objetivos, se imponen sanciones.
Como inversores a largo plazo, nuestro trabajo es identificar aquellas empresas con equipos de gestión sólidos que tienen objetivos claros en sus adquisiciones, que intentar ampliar su negocio a nuevas áreas de crecimiento y evitan conceptos de moda que respalde su cotización a corto plazo. A medida que los inversores chinos se vuelven más maduros, con el tiempo se verán recompensadas sólo las empresas que logren crecimiento de los beneficios a largo plazo al realizar este tipo de adquisiciones.
Photo: Proclos . Bill Gross: "Investors Cannot Make Money When Money Yields Nothing"
En su último pronóstico mensual, correspondiente al mes de marzo de 2016, Bill Gross menciona que las tasas de interés negativas son reales, pero que los inversores parecen pensar que tienen una similitud con la paradoja de Zenón que les permitirá ganar dinero, de lo contrario ¿por qué un inversor compraría un valor que ofrece puntos básicos menos y otorga una pérdida garantizada?
El gurú de bonos indica que «las tasas de interés en cero o negativas descomponen modelos de negocio capitalistas relacionados con la banca, seguros, fondos de pensiones, y en última instancia a los pequeños ahorradores». Y aunque en las condiciones actuales «no pueden ganar nada!… Muchos de ellos están utilizando un poco de la paradoja de Zenón para convencerse de que no tendrán una pérdida determinada en la madurez».
Pero, tal como menciona Gross, algún inversor tiene que cruzar la línea de llegada/madurez, incluso si los rendimientos son negativos perpetuamente, lo que significa que el «mercado» en realidad pierde dinero. Y esto también se aplica a los bonos high yield e incluso las acciones: «Todos los activos financieros son, en última instancia, basados en el tipo de interés a corto plazo, lo que significa que si un inversor de renta fija pierde dinero, a continuación, un inversor en bolsa ganará mucho, mucho menos de lo que históricamente asumió o tal vez incluso podría perder dinero». La realidad, según Gross, es que los bancos centrales se están quedando sin tiempo. Sus políticas que consisten en alivio cuantitativo con tasas de interés artificialmente bajas o inclusive negativas deben de reactivar las economías globales o los modelos de negocios capitalistas basadas en ellos y para ellos, empezarán a caer.
Según él los EE.UU. necesitan, en 2017, crecer 4-5%, mientras que la zona euro 2-3%, Japón 1-2%, y China 5-6%, para que los bancos centrales pueden normalizar los tipos o «las ganancias de capital y las expectativas de futuras ganancias se convertirán en pandas gigantes – muy raros e ineficientes en la reproducción… Los inversores no pueden hacer dinero cuando el dinero retorna nada», concluye.
Puede leer la perspectiva completa en el siguiente link.
CC-BY-SA-2.0, Flickr. Are Investors Too Complacent About US Inflation?
La baja inflación ha sido una espina en la política de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y sigue siendo la pieza más difícil de encajar en el rompecabezas de subidas de tipos del organismo. La decisión de elevar los tipos de interés en diciembre se basó en un crecimiento constante del mercado laboral de Estados Unidos y la suposición de que esto finalmente alimentaría una mayor inflación. Sin embargo, las flojas perspectivas para la inflación han sido una razón clave para retrasar las expectativas del mercado de que este año se produzcan nuevas subidas de tipos de interés.
Sin embargo la inflación ha dado recientemente señales de estímulo. La inflación subyacente de la Fed aumentó un 1,7% en un año, situándose en un nivel cercano a su objetivo del 2%. Esto ha pillado por sorpresa a los inversores y pone en tela de juicio la opinión de consenso de que es probable que la inflación se mantenga por debajo del objetivo de la Fed durante un periodo prolongado. Dado que los precios de las materias primas forman la base de la medición, nos preguntamos: ¿Están siendo los inversores demasiado complacientes con la inflación de Estados Unidos?
Al mirar los factores clave que impulsan la inflación de Estados Unidos, podemos ver que los inputs externos (principalmente el precio del petróleo y el dólar) han tenido un impacto significativamente negativo en las cifras de la inflación de los últimos 18-24 meses (Grafico 1). Esto no es una gran sorpresa, ya que en ese periodo de tiempo, hemos visto caer el precio del crudo Brent de alrededor de 100 dólares por barril en los que cotizaba a mediados de 2014 a 40 dólares por barril en la actualidad. También el dólar se ha apreciado considerablemente frente la mayoría de las principales monedas. Pero la parte más interesante es el grado en que estos factores transitorios han sido apreciados implícitamente en las estimaciones de inflación de cara al futuro, y cómo se han pasado por alto los drivers más persistentes de la inflación (que han estado operando de una manera más normal).
El Banco de la Reserva Federal de St. Louis intentó recientemente cuantificar la malformación de los precios en las expectativas de inflación mediante la extracción de las expectativas implícitas de los futuros precios del petróleo a partir del punto de equilibrio de las tasas de inflación. Suponiendo que los elementos no energéticos de la canasta que forman el IPC se encuentran en niveles históricamente normales, las expectativas de inflación son tan bajas que implican que el precio del petróleo podría llegar a cero en 2019, una suposición completamente irreal en sí misma. Este ejercicio ilustra que si los elementos básicos que componen la cesta del IPC siguen siendo sólidos, los precios de la energía tienen que permanecer en niveles bajos de cara al futuro para cumplir con las expectativas actuales.
Si la lógica de este análisis se invierte y tomamos un punto de vista en el que los precios de la energía se estabilizan, o incluso suben en línea con la curva hacia adelante, hay que plantearse una cuestión más pertinente: que el mercado está esperando niveles casi inexistentes para el IPC no energético durante el próximo año. Si consideramos un escenario en el que la economía de Estados Unidos no caiga en recesión, es difícil creer que estas expectativas vayan a materializarse.
Es evidente que un nivel de inflación más alto depende del ritmo que los precios del petróleo adopten durante el próximo año. Aunque es probable que el precio del petróleo sea volátil a corto plazo, creemos que analizar una serie de escenarios plausibles puede ser útil para comprender el rango de posibles resultados que pueden arrojar los niveles de inflación. En Investec hemos considerado cinco posibles escenarios que van desde que los precios del petróleo toquen mínimos y reboten a que marquen el nivel de 60 dólares por barril a finales de año, según el consenso de mercado.
Llevando esto un paso más allá hemos calculado cuáles serán las contribuciones anuales utilizando estas estimaciones del precio del petróleo, los factores de ponderación de energía y la elasticidad histórica entre el IPC de energía y el precio del petróleo. En el gráfico 2 se observa que la fuerte contribución negativa de la energía tiene lazos con la fuerte caída de los precios del petróleo de la que fuimos testigos al final de 2014 y principios de 2015. Este efecto negativo disminuyó a medida que los precios del petróleo se estabilizaron y comenzaron a recuperarse. Podemos ver que es probable que a finales de 2016 los precios de la energía podrían contribuir positivamente al IPC, incluso en los escenarios más conservadores.
Si bien el caso central es que las tasas de inflación siguen siendo contenidas, es ingenuo ignorar el potencial riesgo de que el mercado se vea sorprendido por unos niveles de inflación más altos. Nuestros modelos de predicción inmediata sugieren que la inflación y los salarios serán firmes de cara al futuro y nuestro equipo de materias primas cree que la sólida demanda de petróleo y un descenso importante en el suministro proporcionarán respaldo a los precios del crudo. Si hay una recuperación de los precios del petróleo más sostenida, en línea con las previsiones de nuestro equipo de materias primas que sitúan el precio en torno a los 60 dólares por barril, existe un riesgo significativo de que la inflación podría incluso sobrepasar al alza las previsiones. Se trata de un viento a favor par el que ni el mercado de renta fija, ni el de renta variable o el de las divisas están preparados.
Philip Saunders es co-responsable de Multiactivos de Investec.
Robert Hackney, senior MD de First Eagle Investment Management que asesora al First Eagle Amundi International Fund - foto cedida. Ganar más, perdiendo menos: la estrategia puramente value de Amundi First Eagle
Roberty Hackney es senior managing director de First Eagle Investment Management que asesora al First Eagle Amundi International Fund, un fondo con 20 años de antigüedad que tiene un volumen de activos bajo gestión de 6.455,42 millones de dólares. En esta entrevista explica en detalle cuál es su filosofía de inversión.
Este fondo se presenta con el lema “Ganar más, perdiendo menos”, pero, ¿cuál es realmente la filosofía de su estrategia?
First Eagle sigue la filosofía de inversión de Ben Graham, padre del Value Investing, recogidas en su libro El inversor inteligente. Un inversor debe buscar oportunidades para hacer crecer su patrimonio, pero sobre todo para preservarlo. Si un inversor está cómodo invirtiendo en una empresa cuyo valor intrínseco es más alto que su cotización en bolsa, puede estar seguro de que está minimizando el riesgo de pérdida del capital.
El concepto de “margen de seguridad” de Graham hace referencia a que tiene que haber una diferencia entre el valor intrínseco de una acción y su precio en el mercado y cuando existe un importante descuento respecto al primero, es cuando hay que comprar. A la inversión hay que acercarse analizando el valor de una empresa según sus fundamentales, su capacidad de generar cash flow y así poder llegar a detectar las compañías que están sobrevaloradas para alejarse de ellas. Es en este momento cuando el lema ‘ganar más, perdiendo menos’ adquiere todo su sentido porque cuando las burbujas de lo sobrevalorado estallan es cuando nuestro fondo gana más. Esto es así porque pierde menos que los índices en los que las partidas con más peso suelen ser de compañías populares sobrevaloradas.
La única manera de comprar a un precio barato es invirtiendo en empresas poco populares. Graham pensaba que podemos encontrar valor en empresas poco deseadas y poco queridas, como puede pasar actualmente en el sector de la energía, que tienen poco atractivo para la mayoría de los gestores, pero que sin embargo en los últimos seis meses son las que hemos añadido a nuestra cartera.
En resumen, la filosofía del fondo es seleccionar empresas por su valor intrínseco y sus fundamentales, evitando así grandes pérdidas que no puedan llegar a recuperarse.
¿Qué porcentaje de liquidez existe actualmente en la cartera?
Nosotros utilizamos la liquidez como una partida residual a la espera de encontrar buenas oportunidades, difiriendo la capacidad de compra, para así tener la oportunidad de comprar cuando realmente piensas que debes hacerlo. Cuando el mercado está barato tenemos poca liquidez en las carteras y a la inversa. Actualmente contamos con un 15% en cash. Históricamente esta partida ha sido del 10% y el momento en el que fue más elevada -llegando al 27%- fue en el segundo trimestre del año 2014.
¿Y de oro?
Llevámos un año y medio comprando y la idea es mantener siempre un 10% de peso en nuestra cartera, que es lo que tenemos ahora, y lo utilizamos como un potencial activo de cobertura contra la bajada del mercado y las posibles adversidades financieras y políticas. Durante los años 2008-2011 el valor del oro se incrementó muchísimo más rápido que el valor de las acciones, como resultado tuvimos que vender oro para no pasar del 10%. En 2012 el valor del oro empezó a retroceder y el de las acciones a subir y por lo tanto tuvimos que empezar a comprar para mantener ese porcentaje.
El oro no tienen ningún papel en la economía global. No tiene ningún uso industrial e intrínsecamente o no tiene valor o es incalculable, dependiendo del contexto mundial, puesto que los humanos lo han utilizado como moneda de cambio, pero a lo largo de la historia ha sido el espejo del mundo de las finanzas y el barómetro de la confianza de los inversores. En 1999, con una situación económica global casi perfecta, el oro cotizaba a 300 dólares la onza, en 2016 cotiza a 1.200 dólares, llegando a alcanzar en el momento más convulso a nivel mundial los 1.800 dólares la onza.
La cartera se construye buscando el balance y la protección entre las diferentes partidas de los portafolios minimizando, por tanto, la exposición al riesgo.
¿Existen buenas oportunidades de compra en un mercado en corrección?
Sí, existen buenas oportunidades en el sector de la energía y compañías petrolíferas, algunos ejemplos son Suncorp Energy e Imperial Oil, Ltd., ambas, compañías canadienses, o Phillips 66. Se trata de empresas con balances sanos que apenas tienen deuda y sobrevivirán. Necesitamos la energía y el petróleo y si nuestro horizonte de inversión es a largo plazo, podemos mantener tranquilamente estas compañías en cartera.
También vemos otras oportunidades en mercados como el de Hong Kong, en el que empresas de real estate tienen largo recorrido como consecuencia de que los temores y el colapso del mercado chino desplazan la actividad y el desarrollo a este mercado. Nuestra estrategia está muy interesada en compañías holdings como Jardine Matheson, Investor AB o Pargesa. Generalmente suelen ser compañías controladas por familias que tienen una filosofía que encaja perfectamente con la nuestra.
Uno de los sectores que no es usual para esta estrategia es el sector bancario. No tenemos ningún banco europeo, puesto que están muy endeudados y es difícil valorar independientemente sus activos. Tenemos en cartera un par de bancos estadounidenses, uno es U.S. Bancorp y el otro BB&T.
Probablemente hemos pasado un período largo en el que las acciones “growth” han tenido mejor comportamiento que las “value”. ¿Qué tiene que pasar para que el mercado vuelva a basarse en los fundamentales?
Cuando el mercado es alcista y crece aceleradamente, nosotros consideramos que es momento de tomar posiciones en liquidez y en oro, quedando por lo tanto por debajo del mercado. Pero sabemos que esos períodos no son eternos y que suelen acabar cayendo bruscamente, y será entonces cuando volvamos a comprar. Los humanos reaccionamos al miedo y los mercados son una gran escuela de lo irracional y pueden permanecer siendo irracionales más tiempo de lo que nosotros podemos seguir siendo solventes. Por ejemplo, uno puede pensar que Amazon está sobrevalorada pero nunca sabrá cuándo puede llegar la corrección o si ésta va a llegar. Por esa razón nosotros no nos ponemos cortos.
¿Cómo ve usted las valoraciones actuales?
Actualmente en partes del mercado existen compañías con valoraciones muy atractivas como algunos segmentos del sector global de real estate o empresas con algo de exposición a la industria del petróleo pero que no son productores de esta materia prima, que tienen precios muy atractivos y son las que estamos buscando para comprar. Las valoraciones que no nos acaban de gustar son las del sector de social media o de nuevas tecnologías, pues ya no se encuentran ajustadas en precio y no nos interesan.
¿Considera que el aumento de ETFs genéricos y por factores de inversión ha podido afectar a su estilo de inversión?
A corto plazo, la proliferación de ETFs que replican índices han incrementado dramáticamente la volatilidad en los mercados, el spread es más amplio y los precios no se ajustan a la realidad, pero a largo plazo el efecto es positivo para los gestores selectivos que saben lo que quieren comprar, pues les permite adquirir compañías con valores artificialmente bajos. Nuestra filosofía es que si quieres combatir al mercado, es imposible conseguirlo siguiendo el índice, hay que dejar de fijarse en la pantalla y buscar el valor intrínseco de las compañías.
Foto: Borja López-Mancisidor . Borja López-Mancisidor se incorpora al equipo de Capital Strategies Partners
Capital Strategies Partners, agencia de valores independiente, ha incorporado a su equipo a Borja López-Mancisidor quien, tras más de 10 años de experiencia en el sector financiero, se centrará en el desarrollo de negocio para gestoras en España como Mainfirst Asset Management y GabelliFunds, entre otras.
Previamente López-Mancisidor ha trabajado como responsable de ventas institucionales en Gesconsult SGIIC, en el que se responsabilizó de la comercialización de fondos de inversión entre clientes institucionales así como del diseño e implementación del lanzamiento de planes de pensiones y de vehículos de inversión masterfeeder funds en Luxemburgo, entre otras funciones. Asimismo, como asesor de patrimonios de Santander PrivateBanking y gestor de clientes institucionales de Banco Banif. Es miembro de European Financial Planning Association (EFPA), licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Autónoma de Madrid.
Con esta incorporación, Capital Strategies Partners afianza su proceso de consolidación y crecimiento a través de la incorporación de nuevo talento. La firma cuenta con más de 16 años de experiencia ofreciendo servicios de distribución de productos financieros, demostrando capacidad de cross-selling y soluciones llave en mano para aquellas gestoras sin presencia local.
Foto: Jonhattan, FLickr, Creative Commons. Con tipos de interés cercanos a negativo, aumenta el atractivo de los mercados emergentes asiáticos
“Para el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Japón, la reacción inicial al experimento de la tasa de interés negativa no ha funcionado como planeaban. La idea de empujar los costes de los préstamos por debajo de cero es contraria a la teoría económica racional. Además de desalentar la idea de que el valor futuro del dinero debería ser mayor que el neto para preservar valor, estas políticas dañan a los bancos porque es poco probable que los costes se trasladen a los depositantes, reduciendo la rentabilidad de la concesión de préstamos”.
Para Christopher Chu, gestor y a nalista de mercados asiáticos de Union Bancaire Privée (UBP), los factores mencionados arriba han lastrado los mercados durante gran parte de 2016. “La presión del mercado se deriva de la menguante confianza de que los bancos centrales de los mercados desarrollados tengan las herramientas para compensar la presión deflacionista. Sin embargo, existe, en nuestra opinión, una brecha entre las capacidades de los bancos centrales y las expectativas del mercado. Los bancos centrales son prestamistas de último recurso, implementando políticas que de por sí solas no resucitan la economía pero que promueven parámetros que conducen al crecimiento”, explica.
En su opinión, además de cuantificar la credibilidad de los bancos centrales, los inversores deberían también incorporar dos consideraciones adicionales: las dinámicas económicas y los beneficios potenciales de otro año de bajos precios energéticos. Estas tres cualidades están presentes en la mayor parte del mercado de Asia emergente, dice.
“A lo largo del sudeste asiático, los bancos centrales continúan aplicando estrategias tan independientes como prudentes para asegurar la estabilidad económica. El presidente del Banco de Reservas de la India, Raghuram Rajan, busca reconstruir las reservas extranjeras para mantener niveles de inflación manejables. El Banco de Indonesia ha recortado las tasas de interés bianualmente para fomentar el crecimiento. El presidente titular del Banco Central de Filipinas, Amando Tetango, ha sido instrumental en el control de los precios de los activos físicos, mientras que al gobernador del Banco Negara de Malasia Zeti Akhtar Aziz se le atribuye garantizar la autonomía del banco de cara al futuro”, explica.
Con el apoyo de bancos centrales “sensatos”, dice, las perspectivas de crecimiento de la economía asiática se mantienen alentadoras. “Si bien se expande en menor medida que en años anteriores, la economía regional continúa demostrando resistencia debido a la demanda doméstica. En 2015, India y Filipinas crecieron un 7,1% y un 5,7% respectivamente, como principales beneficiarios de la caída de los precios del petróleo. Indonesia creció un 4,7% recurriendo a mejoras en el déficit de las cuentas actual. Malasia, un productor neto de commodities, creció un 4,9% debido a que el consumo privado compenso la caída en los precios de la energía”, recuerda.
Ademas, apunta, los hogares de clase media en toda Asia se benefician de los reducidos precios del petróleo debido a que la región es un importador neto de energía. “Esta fragilidad del petróleo global debería permitir a los bancos centrales de la región un mayor margen de maniobra para sostener la economía. Los movimientos reales y positivos de las tasas de interés son más efectivos para estimular la demanda, y por ende los inversores deberían preferir los mercados donde los bancos centrales operan en un contexto económico favorable. No debería ser una sorpresa que entre las correcciones de principios de año puestas en marcha por los bancos centrales de países desarrollados como resultado de unas políticas que iban demasiado lejos, las acciones de la ASEAN hayan dado los mayores beneficios. Con el apoyo de las divisas, que se fortalecen respecto al dólar, los inversores están mirando hacia el sudeste asiático a medida que el comercio intrarregional aumenta y que la baja exposición a los ciclos de comercio internacional se convierten en un valor en medio de la volatilidad”, apostilla Chu.
Foto See-ming Lee. Las empresas japonesas están descubriendo ahora al accionista
Desde el comienzo del año, las bolsas chinas han registrado una corrección a la baja con repercusiones mundiales, cuyas ondas de choque se han dejado sentir también en Japón. Pero precisamente en este país, caracterizado por una recesión prolongada y un peligroso envejecimiento de su población, existen grandes oportunidades de inversión. Steve Glod, gestor del fondo BL-Equities Japan, explica brevemente en esta entrevista su visión sobre las reformas llevadas a cabo en Japón y sus resultados.
¿Cuál es el entorno actual del mercado en Japón?
En las últimas décadas, Japón ha pasado por periodos difíciles, ya que el país ha entrado en recesión en múltiples ocasiones. Entre una recesión y otra siempre ha habido buenos esfuerzos, pero nunca se ha llegado realmente a registrar una recuperación duradera. Sin embargo, el entorno de mercado actual ha mejorado significativamente y sus bases parecen más sólidas que en el pasado. Esto se debe especialmente al programa de reformas económicas estructurales («Abenomics») puesto en marcha por el primer ministro, Shinzo Abe, tras su victoria en las elecciones de finales de 2012, con el fin de lograr una recuperación económica sostenible.
Abe entendía que las reformas estructurales eran absolutamente necesarias para que las empresas pudieran seguir creciendo. Actualmente, el mercado laboral japonés se caracteriza por una tasa de desempleo sumamente baja, mientras que la mentalidad de los trabajadores también está cambiando: hasta ahora estos eran fieles de por vida a su empresa, mientras que actualmente los contratos temporales van cobrando peso. Esta mejora del entorno estructural y el tipo de cambio actualmente bajo del yen benefician especialmente a las empresas de calidad –como son las exportadoras–, por lo que en 2016 se esperan unos beneficios récord.
Habla usted de empresas de calidad. ¿Podría contarnos algo más cerca de estas empresas?
Según el mercado, son empresas de calidad aquellas que se caracterizan por una alta rentabilidad sobre recursos propios, unos márgenes elevados y, por tanto, un abundante flujo de caja libre. Nosotros vamos un paso más allá y definimos las empresas de calidad como aquellas que poseen una ventaja competitiva clara. Además, estas empresas pertenecen a sectores que ofrecen perspectivas de crecimiento a largo plazo y sus temáticas de inversión auguran un éxito sostenible. Y ese es precisamente el enfoque de inversión que seguimos en BLI – Banque de Luxembourg Investments. Por lo que respecta a mi fondo, diferencio entre empresas exportadoras, que obtienen sus beneficios principalmente en el extranjero, y empresas que operan en el mercado nacional. Ambos tipos de empresas están representados en la cartera de BL-Equities Japan con un porcentaje de aproximadamente el 50% cada una. Mi trabajo como gestor de fondos consiste en comprar a buen precio empresas de calidad que ocupan nichos de mercado específicos con potencial de crecimiento.
En nuestra cartera figuran también algunas empresas que se ven favorecidas por el envejecimiento cada vez mayor de la población, como por ejemplo la compañía farmacéutica Santen Pharmaceutical, uno de los líderes mundiales en medicamentos para ciertas enfermedades oculares. Debido a la enorme fortaleza del yen en el pasado, las empresas exportadoras clásicas se vieron incluso obligadas a desarrollar y defender una ventaja tecnológica, para poder competir con las empresas asiáticas de menor coste. Así, en nuestra cartera figuran por ejemplo proveedores de ordenadores tablets y smartphones, especialmente Samsung y Apple, cuyos productos tienen un gran potencial de crecimiento.
Otro ejemplo característico de empresa de calidad es Shimano, una conocida multinacional con importantes ventajas competitivas que fabrica componentes y accesorios para bicicletas, y que cuenta con una gran lealtad de los clientes. Esto significa que, por lo que respecta a los componentes, los fabricantes de bicicletas en realidad no pueden evitar recurrir a la marca Shimano. Este éxito no es casual, ya que durante años la empresa ha invertido considerablemente en el desarrollo; cada año se registran aproximadamente 100 nuevas patentes, de nuevos componentes y, en algunos casos, de mejoras de componentes existentes.
Como resultado, Shimano posee en la actualidad una cuota de mercado del 70%, por lo que a los competidores les resulta prácticamente imposible ofrecer alternativas rentables con un nivel técnico igual de elevado. A su vez, esto genera unos elevados rendimientos y buenas perspectivas de crecimiento. A ello hay que añadir que la clase media de los países emergentes va en aumento y demanda más bicicletas. Por su parte, las ciudades europeas se están reforzando sus sistemas de bicicletas públicas para reducir la congestión del tráfico. Lo que muchos no saben es que desde hace varios años Shimano ofrece además productos para el remo y que es también un proveedor líder de accesorios de pesca.
¿Qué peculiaridad destacaría del mercado japonés?
Japón es un mercado temático con algunas tendencias a corto plazo, justo lo contrario a nuestro enfoque de inversión, que se centra en el largo plazo y no en las tendencias del mercado. Así, 2013 fue el año de los valores exportadores, de las empresas cíclicas y de las acciones financieras e inmobiliarias. En los dos últimos años, la inversión se centró más en el tema de la mejora del gobierno corporativo, es decir, la gestión de las empresas. Y algo que está relacionado con esto, el objetivo de repartir mayores dividendos a los accionistas. En Japón, hasta ahora las empresas han sido bastante conservadoras, pues apenas han hecho hincapié en los beneficios. Hay empresas que se mantuvieron con vida casi artificialmente, a fin de evitar su quiebra y, con ello, la supresión de puestos de trabajo.
Mientras tanto, se comprende aunque muy lentamente, que es más razonable emplear la mano de obra ya de por sí escasa de forma más razonable –Japón destaca por su pleno empleo– y fortalecer la situación económica del país. Esta transformación se traduce en medidas en aras de una mayor transparencia y comunicación al exterior, lo que se refleja por ejemplo en la creación de departamentos de relaciones con los inversores. En otras palabras: las empresas japonesas están descubriendo ahora al accionista. Este cambio de tendencia nos complace, pues son sobre todo las empresas de calidad las que implementan estas mejoras. Si nos fijamos en los valores japoneses que mejor se han comportado, las empresas de calidad destacan especialmente por delante de las empresas de crecimiento. Las empresas con un elevado nivel de endeudamiento y las empresas de valor, han mostrado un pésimo comportamiento.
¿Se refleja también en la rentabilidad de BL-Equities Japan?
En 2014 y 2015, el fondo registró un buen nivel de rentabilidad. Sin embargo, 2013 fue más complicado para nosotros, ya que ese año los títulos financieros e inmobiliarios, valores que excluimos desde el principio en nuestro enfoque de inversión debido a su escasa transparencia, se vieron beneficiados. No obstante, volvemos a insistir en que nuestra metodología de inversión se orienta al largo plazo y, en ocasiones, los inversores también tienen que asumir algún año negativo con respecto al índice de referencia, como sucedió en 2013. Sin embargo, en un ciclo de mercado a largo plazo, estoy convencido de que el enfoque basado en incluir en cartera empresas de calidad a buen precio dará sus frutos, tanto por lo que respecta a la rentabilidad absoluta como a la relativa.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: 2008 Summer Olympic US Army. Los fondos captaron 451.000 millones menos en 2015 que en el ejercicio anterior
Morningstar publicó su cuarto informe anual sobre flujos globales que examina los flujos sobre fondos de inversión y ETFs a nivel mundial. Con 949.000 millones de dólares los flujos en 2015 fueron notablemente más bajos que los 1,4 billones de dólares que captaron los fondos a nivel global en 2014. La industria de fondos estadounidense consiguió flujos netos por valor de 263.000 millones de dólares, por debajo de la cifra de 580.000 millones de dólares del 2014.
“2015 trajo una creciente incertidumbre para los mercados en todo el mundo, debido a los cambios en las políticas monetarias de los Estados Unidos y de Europa, la desaceleración del crecimiento económico a nivel global, y la caída de los precios de las materias primas, especialmente el petróleo. En consecuencia, las entradas netas de dinero fueron menores en 2015 que 2014, y el patrimonio total disminuyó debido a las rentabilidades negativas de los mercados mundiales”, comentó Alina Lamy, analista de mercados senior de Morningstar.
“Aunque los fondos domiciliados en los Estados Unidos atrajeron los mayores flujos en 2014, en 2015 vimos unos menores flujos, pero más uniformemente distribuidos en todas las regiones. Los fondos de renta variable lideraron sobre el resto de las categorías a nivel mundial en términos de entradas anuales, aunque los flujos netos de 305.000 millones de dólares en 2015 fueron menores que los 476.000 millones de dólares recogidos en 2014 en este tipo de fondos”.
Puntos clave del Informe anual de flujos globales de Morningstar:
En notable contraste con las de las tendencias observadas en 2014, los fondos mixtos recolectaron 171.000 millones de dólares, superando las entradas de 132.000 millones de dólares para los fondos de renta fija, convirtiéndose en la segunda categoría global con los mayores flujos a nivel mundial.
Los fondos alternativos disfrutaron de un segundo año de crecimiento orgánico de dos dígitos, la tasa más alta entre las categorías globales, impulsado por unos inversores que buscan opciones para diversificar y conseguir rentabilidades consistentes en un entorno de incertidumbre tanto para la renta variable como para la renta fija.
Vanguard mantuvo su posición de líder indiscutible en la industria de los fondos, sostenido e impulsado por la creciente popularidad de las estrategias de fondos índice. La mayoría de los 251.000 millones de dólares que consiguió la entidad fueron a para a sus fondos de gestión pasiva. Sus fondos de gestión activa disfrutaron también de entradas, con unos 15.000 millones de dólares. Entre los proveedores de fondos de gestión activa, Fidelity y JP Morgan fueron los que obtuvieron los mayores flujos en 2015, con 57.000 millones y 23.000 millones de dólares, respectivamente.
Para todas las principales regiones, el porcentaje de activos en fondos pasivos de renta variable fue superior al porcentaje de activos en fondos pasivos de renta fija, y de todas las regiones Estados Unidos fue la que tuvo el mayor porcentaje de activos pasivos. En ninguna otra región la diferencia entre gestión activa y gestión pasiva fue tan pronunciada como en los Estados Unidos, donde los fondos activos sufrieron salidas en 2015 mientras que los fondos pasivos atrajeron flujos por valor de unos 400.000 millones de dólares.
El patrimonio total en ETFs se sitúo cerca de los 3 billones de dólares a finales de año. Mientras que los ETFs de renta variable constituyen la gran mayoría de los activos, los de renta fija y alternativas disfrutaron de un sólido crecimiento. Estados Unidos acapara el mayor volumen de ETFs a nivel mundial.
El informe de flujos globales de Morningstar se basa en activos comunicados por más de 3.800 gestoras de 82 países. El informe analiza más de 92.000 carteras de fondos que engloban a más de 22.000 clases e incluye una visión global y cuatro secciones específicas para cada región: Estados Unidos, Europa, Australia y Latinoamérica. Morningstar estima los flujos netos a partir de los datos de patrimonio de rentabilidades.