El Ahorro Voluntario del SAR es propulsado por PensionISSSTE; ¿Solventará el problema de las pensiones ínfimas?
| Por Gabriela Huerta | 0 Comentarios

El Ahorro Voluntario (AV) del SAR se nutre en gran medida con el Solidario (AS) de los trabajadores del Estado. Según datos del regulador al cierre de agosto, PensionISSSTE, séptima administradora en activos netos, concentraba 21.711 millones de pesos, el 25,71% del AV del sistema; estaba casi a la par de XXI Banorte, primera en activos (3,55 veces más), que conjuntaba 22.234 millones, el 26,33% del AV total.
Ahorro Voluntario medio: 1.851 pesos por cuenta
El Monto acumulado de AV es llamativo. Al disgregar la información la lectura es diferente y concluyente. Véase la tabla.
- El AS en PensionISSSTE constituía el 10,34% de las Aportaciones Obligatorias (AO) de sus afiliados. Apréciese su ventaja sobre las proporciones de AV en XXI Banorte (2,98%) y SURA (2,34%), segundo y tercer lugar, y sobre las de Coppel (0,56%) y Azteca (0,27%), penúltimo y último.
- Un dato relevante es la cantidad media por cuenta, el AV por persona, considerando cuentas registradas; se asume que los no registrados no hacen contribuciones complementarias. En PensionISSSTE era de 13.583 pesos, tendiente a ser impulsor (falta ver si decisivo) de la tasa de reemplazo. La segunda y tercera media individual más altas, lejos de la primera, eran la de Profuturo, con 3.842 pesos, y la de SURA, con 3.000. En la parte baja, Coppel, con 129 pesos, y Azteca, con 67.
- La cantidad media por afiliado registrado del SAR de 1,851 pesos, es evidente que no mueve la aguja de la pensión esperada. Al ritmo actual, dentro de 20 años, cuando comience el retiro de la primera generación de cotizantes exclusivos del sistema, la media por cuenta sería de alrededor de 6.000 a 7.000 pesos, irrelevante aún en términos de tasa de reemplazo, sin influencia como para elevar la pensión a cifras dignas.
- El AV total, de 84.440 millones de pesos, llamativo en términos absolutos, era todavía mínimo en relación al AO: 2,34%.
¿A qué se debe la alta contribución voluntaria de los del PensionISSSTE?
A los incentivos de sus derechos laborales: el empleado que ha inyectado de manera voluntaria hasta 2% más de su salario a su cuenta individual, ha sido premiado por la dependencia o entidad federal en que labore hasta con 6,5% adicional. Así, su aportación no obligatoria se eleva a 8,5%. O sea que es el Estado (nosotros, vía impuestos) quien en realidad carga con la mayor parte del AS. En descargo de los burócratas se reconoce su esfuerzo meritorio pues su cuota individual de AO, 6,125%, casi iguala a la tripartita (Estado + trabajador + patrón) de los inscritos al IMSS. Con la cuota patronal de 5,175%, su AO es de 11,3% y con su prestación se maximiza al 19,8% de su sueldo. Este porcentaje sí está alineado a las sugerencias internacionales y se considera suficiente para producir pensiones dignas.
Una lección: el mero hecho de que el burócrata aporte 6,125% ineludible (hasta 8,125% con el 2% voluntario), es prueba de que sí, los asalariados de la iniciativa privada pueden (y deben) hacer AO superiores al raquítico 1,125% vigente. No hay razón para postergarlo.
Ahorro Voluntario, considerable en monto. Crecimiento con tendencia al equilibrio
El crecimiento del AV se estabiliza. Su porcentaje de incremento anual ha disminuido a partir de 2014 para consolidarse entre 25% y 29%. De incrementos en torno a 60% y 80% entre 2011 y 2013, ha pasado a máximo de 43% en 2015, y a mínimo de 25% en abril de 2019, según cifras de Consar. Es natural, ya que al partir de cero en 2010, los incrementos en los primeros años se perciben como proporcionalmente mayúsculos. Sería comprensible que sus variaciones sucesivas fuesen menores a 20%.
¿El Ahorro Voluntario solventará el problema de pensiones ínfimas?
No. En lo absoluto. Influirá para elevar la pensión de los trabajadores al servicio del Estado, siempre que su vida laboral mayoritaria transcurra ahí y ejerzan la opción de AS en forma regular. Pero será irrelevante para los de la iniciativa privada, salvo casos puntuales. ¿Entonces no tiene caso hacer aportaciones voluntarias? Tiene caso. Hay que hacerlas y lo más cuantiosas posible. Dada la baja tasa de contribución obligatoria, es la única alternativa para tratar de aumentar, aunque sea en poca medida, la tasa esperada de reemplazo.
Cada vez hay más canales y esquemas para facilitar el depósito de AV –el “cómo”–, mas no hay incentivos ya no digamos como los de los burócratas, ni siquiera alicientes o complementos menores –el “de dónde”– que propicien el AV consuetudinario y sostenido. Además, está visto por la experiencia en países maduros, en teoría con mayor cultura financiera, que no es habitual que el grueso de los asalariados ahorre.
Columna de Arturo Rueda