Geopolítica, inflación y la Administración Trump: puntos calientes del segundo semestre

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Tras una semana de ataques israelíes contra instalaciones nucleares iraníes y otros objetivos, Estados Unidos entró en el conflicto el sábado, atacando las instalaciones nucleares de Fordow, Natanz e Isfahan en Irán con bombas. La situación está evolucionando rápidamente y las consecuencias finales siguen siendo inciertas, por lo que las gestoras internacionales no pierden el foco sobre los riesgos geopolíticos de cara a la segunda mitad de año. “Sin una escalada del conflicto, la incertidumbre persistente y los costes energéticos estructuralmente más altos ya tienen de por sí el potencial de ralentizar el crecimiento económico y elevar la inflación”, reconoce Samy Chaar, Chief Economist y CIO Switzerland de Bank Lombard Odier.

La semana comienza con el precio del Brent cotizando cerca de los 78,5 dólares por barril y el West Texas Intermediate (WTI) en torno a los 75,3 y 75,4 dólares por barril. Se trata del máximo en los últimos cincos meses y se debe a la tensión en esta región y a la clara amenaza de Irán de cerrar el estrecho de Ormuz, por donde pasa el 20% del suministro del petróleo mundial. En opinión de Javier Molina, analista de Mercados de eToro, en menos de 48 horas, las amenazas se convirtieron en acción y  lo que parecía una fase más de tensión localizada se ha transformado en un punto de inflexión, con un mensaje que nos deja claro que la estabilidad energética y geopolítica global vuelve a estar en juego. «Aun así, los mercados mantienen un comportamiento que empieza a parecer condicionado. Un día caen por miedo, al siguiente rebotan por esperanza. Como si todo se resolviera por sí solo. Pero esta vez, algunas señales invitan a una lectura más prudente. El petróleo ha subido más de un 30% respecto a su media de 12 meses, y la historia es clara pues, cuando esto ocurre, suele ir seguido de recesión en Estados Unidos salvo contadas excepciones. En 2022, los ahorros “postpandemia” amortiguaron el golpe. Hoy ese colchón ya no existe», señala.

Desde Neuberger Berman reconocen que todavía hay que evaluar alcance total del impacto en el programa nuclear iraní, y es posible que las autoridades iraníes intenten minimizar los daños percibidos o ajustar su enfoque estratégico. «La respuesta inicial del mercado de capitales a los primeros ataques israelíes fue relativamente moderada la semana pasada. Entre el 13 y el 20 de junio, el índice MSCI ACWI cayó menos del 2 %, con los tipos de interés y los principales movimientos de divisas permaneciendo en gran medida estables. Sin embargo, con la participación directa de Estados Unidos, han aumentado las preocupaciones sobre una posible escalada y los efectos potenciales en los mercados energéticos. La interpretación del mercado podría variar entre temores a un retroceso del crecimiento —estableciendo paralelismos con la Guerra del Golfo—, preocupaciones por una mayor inflación debido al aumento de los precios del petróleo, o incluso un optimismo cauteloso si los esfuerzos diplomáticos llevan a Irán a moderar sus ambiciones nucleares, aunque ese resultado aún parece lejano», reconocen los expertos de la firma de inversión.

¿De tensiones a conflicto abierto?

En opinión de George Brown, economista sénior de Schroders, aunque los precios del petróleo son sensibles a este tipo de conflictos, como en anteriores acontecimientos similares, la subida inicial de los precios se moderó durante las horas siguientes a la escalada. “Si el crudo Brent se asentara en 75 dólares por barril, implicaría que la inflación energética del G7 se situaría ligeramente por encima del 5% durante el próximo año. ¿Llevaría esto a una presión inflacionista más amplia? Probablemente no. Nuestras investigaciones sugieren que cada subida del 10% de los precios del petróleo añade sólo un 0,1% a la inflación subyacente”, apunta Brown. 

Ante la intensificación del conflicto, Gilles Moëc, economista jefe de AXA IM, considera que, a corto plazo, la reacción del mercado dependerá de la magnitud de la respuesta de Teherán. «Las primeras señales del mercado el domingo por la noche apuntaban a un ligero fortalecimiento del dólar. Queremos observar más allá de esta reacción instintiva y ver si se mantiene el patrón de la semana pasada, cuando los activos estadounidenses no se beneficiaron del habitual comportamiento de refugio seguro. Esto podría deberse, en parte, a las preocupaciones del mercado sobre la postura política general de Estados Unidos», señala.

En este contexto, Moëc señala que, desde un punto de vista puramente macrofinanciero, vigilarán en los próximos días si se observa algún comportamiento de “refugio seguro” a favor del dólar y los activos estadounidenses sin riesgo. El economista también comenta sobre el impacto de los precios del petróleo en esta crisis en, ya que “más allá del efecto de una prima de riesgo negativa inducida por políticas, también podría influir el alza del precio del petróleo, que afecta solo marginalmente a la inflación subyacente pero aumenta la probabilidad de una desaceleración económica en EE. UU. más adelante este año, lo que podría interpretarse como un aumento de las probabilidades de que la Fed retome los recortes, lo que presionaría al dólar.”.

Por último, Razan Nasser y Peter Botoucharov, analistas de crédito de T. Rowe Price, advierten de que los mercados de renta fija regionales son demasiado complacientes y los precios actuales no reflejan adecuadamente los riesgos. “Con los riesgos sesgados a la baja, los mercados de bonos regionales de Oriente Medio están siendo demasiado complacientes, en nuestra opinión. Es poco probable que el conflicto se resuelva a corto plazo. A los precios actuales, creemos que no se está compensando adecuadamente a los inversores. Por ejemplo, la deuda pública local y el crédito israelíes se enfrentan a un mayor riesgo geopolítico, a un posible deterioro de las finanzas públicas y a mayores necesidades de financiación. En general, el entorno sigue siendo muy incierto. Seguimos vigilando la evolución de la situación para evaluar las implicaciones para los mercados financieros”, aclaran Nasser y Botoucharov.

Inflación, bancos centrales y crecimiento

La inflación, los bancos centrales y sus políticas monetarias son el otro gran foco que las gestoras internacionales están analizando en sus perspectivas. En opinión de PIMCO, los bancos centrales han logrado controlar la inflación y que no tardarán en empezar a bajar sus tipos de interés. “Los bancos centrales de mercados desarrollados han empezado a bajar tipos, pero los temas del aterrizaje suave de la economía mundial, la excepcionalidad de EE.UU. y la desinflación se están viendo cuestionados por las crecientes tensiones comerciales”, explican. 

Para PIMCO, aunque los aranceles aumenten a corto plazo, inflación regresará al nivel objetivo de la Fed en su horizonte secular, y anticipa que la Fed recortará los tipos hasta situarlos en un nivel neutral (en torno al 3%) y que los bajará mucho más en caso de recesión, hasta cero si es necesario. Fuera de EE.UU., considera que las principales economías desarrolladas se enfrentan a claros desafíos en términos de crecimiento, mientras que los países de mercados emergentes se ven respaldados por una gestión prudente de la deuda, pero también influidos por los cambios que experimentan el comercio mundial y las políticas de los mercados desarrollados.

En Europa, tampoco es previsible que la inflación regrese al 1% en el que se instaló antes de la pandemia, debido a la desglobalización y al repunte de las expectativas de inflación, aunque sí es probable que se sitúe por debajo del objetivo del 2% fijado por el Banco Central Europeo (BCE). Los tipos de interés de equilibrio probablemente se mantendrán bajos y por debajo del nivel nominal actual de alrededor del 2%. Mientras que en China, las presiones deflacionarias y las limitaciones estructurales sugieren que el crecimiento seguirá una trayectoria más lenta”, añaden. 

Una visión que también comparten otras gestoras. “A diferencia de lo que ocurrió durante la desaceleración anterior, ni la respuesta proactiva de la Fed ni una relajación de las condiciones del crédito en el extremo largo de la curva podrán amortiguar esta mala racha. De hecho, la persistencia de la inflación por encima del objetivo obligará a la Fed a mostrarse anormalmente reactiva. Por otra parte, las amenazas de Trump sobre su independencia hacen prever que el presidente de la Fed, Jerome Powell, se inclinará por retrasar más la próxima bajada de tipos”, añade Raphaël Gallardo, economista jefe de Carmignac

En opinión de Gallardo, a falta de alternativas creíbles, los bancos centrales están volviendo al oro. “Estimamos que esta tendencia se verá ampliada por el desplazamiento de los fondos soberanos hacia otras materias primas estratégicas, que no son directamente ‘monetizables’ como el oro, pero que se pueden almacenar y ofrecen un seguro geopolítico en un mundo más inestable. Hablamos del petróleo, el cobre, el litio, etc”, afirma.

Sobre el BCE el economista jefe de Carmignac considera que, a pesar del riesgo de que la inflación se sitúe por debajo del objetivo como consecuencia de una cuádruple conmoción (fortaleza del euro, deflación de la energía, aranceles y desviación del comercio), el Banco Central Europeo (BCE) mostró en la reunión de junio su aversión a poner a prueba el rango de tipos neutrales. “Seguimos considerando que habrá otro recorte de tipos en septiembre, pero el listón para la relajación monetaria se ha elevado”, concluye.

Administración Trump

Las gestoras esperan que, a lo largo de los próximos meses se aclare el panorama respecto a la política comercial de EE.UU. y a las principales políticas de la Administración Trump. “Si 2024 fue el año de las elecciones, 2025 es el año del cambio político. Los aranceles han sacudido los mercados y han dejado claro que el riesgo geopolítico debe tenerse en cuenta en las decisiones de inversión. Las tensiones interestatales han aumentado, las normas internacionales de conducta se han debilitado y la mecha para la escalada se ha acortado”, apunta Ali Dibadj, CEO de Janus Henderson.

Desde Carmignac, Gallardo señala que existe el riesgo de que Trump proponga soluciones que en realidad agravan los problemas. “En primer lugar, los aranceles y el freno a la inmigración son conmociones estanflacionarias que debilitan la senda presupuestaria y hacen aún más exigente la valoración de la renta variable estadounidense. En segundo lugar, los nuevos recortes fiscales son supuestamente temporales o están financiados por recortes de gastos que se espera que comiencen después de que concluya el mandato de Trump”, resume. 

Según su visión, en consecuencia, esto ha convencido a los tenedores de bonos extranjeros de que se ha abandonado toda prudencia presupuestaria. “En tercer lugar, los intentos de coaccionar a los socios comerciales para que reevalúen sus monedas frente al dólar en unas tensas conversaciones comerciales son una invitación a los inversores extranjeros a que se deshagan de sus activos estadounidenses o cubran el riesgo de divisas”, añade.  Y, por último, advierte de que “la infame Sección 899 añadida al proyecto de ley presupuestaria suena a declaración de guerra de capitales al resto del mundo, lo que significa que los demás países no podrán defenderse del poder de mercado abusivo ejercido por los gigantes corporativos estadounidenses”. 

Desde PIMCO consideran que, aunque la batalla legal sobre los aranceles estadounidenses podría acabar suavizando la guerra comercial, las tensiones comerciales persistirán. Según su visión, la incertidumbre sobre el desenlace de la política comercial y las alianzas mundiales en materia de seguridad ha elevado los riesgos bajistas para el crecimiento mundial.

“En ausencia de represalias sostenidas contra EE.UU., la guerra comercial reduce en gran medida la demanda de exportaciones para gran parte del mundo, con el consiguiente impacto desinflacionario. La redistribución del superávit comercial de China entre el resto del mundo supone una clara fuente de riesgo desinflacionario. Por el contrario, los riesgos inflacionarios han aumentado en EE.UU., al menos a corto plazo, al igual que la probabilidad de divergencias entre la política monetaria estadounidense y las de otros países”, explican.

Además, señalan que pese a la depreciación que ha sufrido recientemente, es casi imposible que el dólar estadounidense pierda su estatus de moneda de reserva mundial dominante en nuestro horizonte secular, “en parte por la falta de alternativas realistas en los mercados de divisas, de deuda en moneda extranjera y de préstamos bancarios”.

Alejandro Arévalo, de Pictet AM, defendió la oportunidad de los corporativos emergentes en Montevideo

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Alejandro Arévalo durante su presentación el pasado 16 de junio en Montevideo (Funds Society)

Alejandro Arévalo, Co-Head Emerging Markets Corporates de Pictet AM, desplegó ante los inversores uruguayos el mapa de los mercados emergentes durante un desayuno en el Hotel Le Bibló de Montevideo. Asia, Oriente Medio y Latinoamérica… en una clase de activo sensible a las crisis del mundo pero que, según datos a mayo de 2025, viene generando un 8,9% de ganancia en dólares, según MSCI.

La oportunidad que representa la deuda emergente corporativa se sostiene con varios argumentos que fueron desgranados por Arévalo: los datos fundamentales de las empresas son buenos, así como su tasa de default, que es baja; se pueden comprar bonos corporativos de buena calidad baratos ya que las empresas de los países emergentes tienen su calificación limitada al rating del país, algo que no refleja la realidad; Estados Unidos está en el ojo de la tormenta y es el momento de diversificar.

Mirar un fondo de emergentes es mirar al mundo, y el experto de Pictet piensa que China tendrá este año un crecimiento del 4%, con inversiones internas en tecnología, energías renovables y autoabastecimiento.

El gobierno de Pekín se está mostrando especialmente paciente frente a la administración de Donald Trump en EE.UU., llevando a cabo negociaciones que, según Arévalo, no evitarán que el mundo tenga un futuro con aranceles más altos.

En medio del triste invierno montevideano, en el Hotel Le Bibló se habló de zapatos, con el aumento de la fabricación en Brasil con destino a China, y también de minas de oro en Uzbekistán, país donde está invirtiendo actualmente la gestora.

La estrategia de Pictet Asset Management

Alejandro Arévalo lleva cinco meses en Pictet AM, después de una larga trayectoria en los mercados emergentes. El experto explicó que la gestora tiene ante todo un enfoque regional para abordar la clase de activo: “No queremos ser un ETF”, explicó, así que la filosofía de inversión es selectiva para las compañías, con un análisis fundamental de las valoraciones que busca encontrar las empresas más baratas en relación con su verdadero potencial.

Las estrategias que Pictet son conservadoras, defensivas, con el objetivo de que “no caigan como una piedra cuando se desploma el mercado”. Los fondos no usan derivados ni bonos perpetuos y limitan su universo a compañías que tienen más de 300 millones de dólares de capital.

Después de tres décadas de estancamiento, la generación de energía nuclear está en auge

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Pexels, Wolfgang Weiser

Tras décadas de estancamiento, se prevé que el suministro mundial de energía nuclear aumente significativamente en los próximos años, según un informe de Brian Lee y Carly Davenport, analistas de Goldman Sachs Research.

«Para 2040, nuestros analistas pronostican que la capacidad mundial de generación nuclear aumentará de 378 gigavatios (GW) a 575 GW, lo que representa un aumento de la participación de la energía nuclear en la matriz eléctrica mundial de aproximadamente el 9% al 12%», dice la nota.

El aumento previsto de la capacidad de generación coincide con un aumento del apoyo a la energía nuclear a nivel mundial y un repunte de la inversión en generación nuclear. En mayo, el presidente Donald Trump firmó órdenes ejecutivas para acelerar la adopción de la energía nuclear en EE.UU., con el objetivo de expandir la energía nuclear de los aproximadamente 100 GW actuales a 400 GW para 2050. Mientras tanto, China planea construir 150 reactores nucleares en los próximos 15 años, con el objetivo de alcanzar los 200 GW de generación de energía nuclear para 2035. En la última reunión de la COP29, celebrada en noviembre de 2024, 31 países se comprometieron a avanzar hacia el objetivo de triplicar la generación nuclear mundial para 2050.

La inversión mundial en generación de energía nuclear también está aumentando: la inversión creció a una tasa anual compuesta del 14% entre 2020 y 2024, tras casi cinco años sin crecimiento del gasto.

“Esto se ha producido tras la mejora del apoyo político a nivel mundial, subrayada por la creciente demanda de energía y alternativas con menores emisiones en un mundo que está retirando centrales de carbón a un ritmo mucho mayor que el de la construcción de nuevas”, escriben Lee y Davenport en el informe del equipo.

Los reactores nucleares necesitan uranio como combustible. Según Goldman Sachs, «a medida que se pongan en funcionamiento más centrales y se prolongue la vida útil de los reactores existentes, el equipo prevé un aumento de la demanda de uranio en los próximos años, lo que probablemente impulsará el precio del metal».

En total, el equipo pronostica un déficit de suministro de uranio de aproximadamente 17.500 toneladas para 2030. “Prevemos que este déficit aumentará a aproximadamente 100.000 toneladas para 2045, a medida que entren en funcionamiento nuevos reactores”, escriben Lee y Davenport.

Nahuel Aristmuño se incorpora al equipo de Balanz Uruguay

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Foto cedidaNahuel Aristmuño

El equipo de Balanz en Uruguay tiene un nuevo integrante: Nahuel Aristmuño, sales trader en el departamento a cargo de Felipe Herrán (Head of Sales & Trading).

Aristmuño se incorporó a la firma en junio, en momentos de expansión para Balanz, que la semana pasada anunció en un comunicado la finalización de la operación por la adquisición del 100% del paquete accionario de Corporación de Inversiones Uruguay Sociedad de Bolsa S.A. Con esta operación, la empresa se amplía su capacidad operativa, incorporando las licencias de Agente de Valores, Gestor de Portafolios y Corredor de Bolsa.

Nahuel Aristmuño Carassale trabajó anteriormente en Nobilis, ejerciendo durante más de 5 años los cargos de sales trader, analista de inversiones y controller financiero.

«Finaliza una etapa marcada por un gran aprendizaje y el valioso conocimiento adquirido junto a destacados profesionales a lo largo de estos años. Me entusiasma comenzar este nuevo desafío, con el objetivo de seguir aportando y desarrollándome en un entorno dinámico y con proyección internacional, dentro de una compañía con una sólida y reconocida trayectoria en Argentina, y con un gran potencial de crecimiento en Uruguay, como lo es Balanz», dijo Aristmuño a Funds Society.

En 2025 Balanz alcanzó los 10.000 millones de dólares en activos bajo administración. Cuenta con más de 20 años de trayectoria en el mercado de capitales, con presencia en Argentina, Estados Unidos, Reino Unido, Panamá y Uruguay, y cuenta con más de 1.000.000 de clientes.

Agustina Foa asume como CFO de BYMA Bolsas y Mercados Argentinos

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LinkedInAgustina Foa Torres

Después de una carrera de más de seis años Agustina Foa Torres ha sido ascendida a CFO de BYMA Bolsas y Mercados Argentinos S.A., según anunció en su perfil de Linkedin.

Desde 2022, Foa Torres es Managing Partner de BYMA Ventures, el fondo de Corporate Venture Capital de la entidad que invierte en startups tecnológicas que potencian el mercado de capitales. Contadora y analista de finanzas corporativas, anteriormente había liderado el sector de Innovación de BYMA y durante más de tres años había trabajado en el sector de Estrategia y Productos.

«Lidero la estrategia financiera de BYMA, con foco en crecimiento sostenible, eficiencia y generación de valor. Por otro lado, impulso la estrategia de datos (ingeniería, gobierno y analytics) para evolucionar hacia una cultura data-driven y potenciar la toma de decisiones basada en información de calidad. Gestiono los equipos de procesos y transformación digital para optimizar la operación, mejorar la productividad y acelerar la innovación. Soy Managing Partner de BYMA Ventures con el objetivo de impulsar la innovación abierta y fortalecer el ecosistema del mercado de capitales», anuncia Agustina Foa Torres en su perfil de Linkedin.

BYMA (Bolsas y Mercados Argentinos S.A.) es la principal bolsa de valores de Argentina. Nació en 2017 como resultado de la modernización del Mercado de Valores de Buenos Aires (MERVAL), integrando en una sola entidad las funciones clave del mercado de capitales: listado, negociación, compensación, liquidación, custodia y posnegociación. Ofrece una plataforma para la compra y venta de instrumentos financieros como acciones, bonos, CEDEARs, futuros y opciones. A través de su participación mayoritaria en Caja de Valores S.A., centraliza el registro y custodia de títulos, garantizando transparencia y seguridad en las operaciones.

Además, BYMA elabora y publica índices clave del mercado argentino, como el S&P Merval —el principal indicador de acciones locales—, en alianza con S&P Dow Jones.

El MSCI de Mercados Emergentes superó a sus pares en medio de dudas sobre EE.UU.

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La ciudad de Tianjin en una imagen de archivo
Pixabay CC0 Public Domain. Diez mensajes clave sobre las perspectivas de inversión para 2022

Después de varios meses trepidantes, los datos duros empieza a llegar y en un reciente informe MSCI anunció que su índice de Mercados Emergentes superó a los universos más amplios, con una ganancia del 8,9 % en dólares en lo que va de año hasta el 30 de mayo, frente al 5,2 % del Índice MSCI Mundial y el 1,1 % del Índice MSCI USA.

Estos datos muestran un mayor interés de los inversores en la renta variable de mercados emergentes y un posicionamiento táctico en un contexto de mayor volatilidad, según el informe titulado “Mercados Emergentes en un Mundo Más Allá del excepcionalismo estadounidense”, firmado por los analistas Dinank Chitkara y Anshul Kamra.

Bonos del Tesoro y dólar: ruptura de una correlación histórica

En un párrafo y de manera sencilla, MSCI anuncia un cambio tectónico en las finanzas mundiales: “El aumento de los rendimientos de los bonos del Tesoro estuvo acompañado de un dólar más débil, lo que marcó una ruptura en el patrón de su correlación histórica. Este punto de inflexión podría indicar el fin de las entradas de capital históricamente altas en los mercados bursátiles estadounidenses”, dice el informe.

Históricamente, el mercado cambiario ha afectado con frecuencia la rentabilidad de los inversores internacionales en mercados emergentes. Un dólar estadounidense fuerte ha tendido a elevar el coste de las materias primas cotizadas en dólares, a incrementar los costes del servicio de la deuda para los emisores de mercados emergentes con pasivos en dólares estadounidenses y, en general, a reducir el atractivo de los activos de estos mercados.

Al 30 de mayo de 2025, la volatilidad de las divisas de los mercados emergentes, según el Índice MSCI de Divisas de Mercados Emergentes, se encontraba en su nivel más bajo en varias décadas, en consonancia con fundamentos macroeconómicos más sólidos de estos mercados, mayores reservas de divisas y menores déficits. El dólar estadounidense se ha debilitado un 5,5% en lo que va de año, hasta mayo, según MSCI.

La oportunidad de los bonos corporativos emergentes

Un indicador clave de la mejora de los fundamentos de los mercados emergentes ha sido el aumento constante de las calificaciones de los bonos corporativos de mercados emergentes tras la pandemia de COVID-19, posiblemente debido a que algunos países emergentes adoptaron respuestas políticas más mesuradas que sus homólogos de mercados desarrollados.

Al 30 de mayo de 2025, la renta variable estadounidense cotizaba a más de 21 veces los beneficios futuros, en comparación con 12 veces para la renta variable de mercados emergentes, uno de los diferenciales de valoración más amplios de las últimas dos décadas

Los expertos de MSCI explican que, además de las bajas valoraciones de las empresas de mercados emergentes y la mejora de sus calificaciones crediticias, sus fuentes de ingresos no dependen en gran medida de Estados Unidos o China. Utilizando los datos de Exposición Económica del MSCI, muchas empresas de mercados emergentes generaron una parte significativa de sus ingresos a nivel nacional o en otros países emergentes, lo que crea un potencial amortiguador ante la incertidumbre arancelaria.

Pero los analistas de MSCI se guardan de cualquier triunfalismo, porque los riesgos persisten en el universo de los países emergentes. Para los inversores en renta variable emergente, los riesgos a nivel de país siguen generando dispersión del rendimiento, y aunque la calidad crediticia ha mejorado, las calificaciones promedio de los bonos aún están por debajo de las de los mercados desarrollados. La renta variable de mercados emergentes, además, sigue siendo sensible a las condiciones externas, incluyendo los cambios en la política comercial de EE.UU., la desaceleración del crecimiento mundial y la dinámica cambiaria.

“Puede que el viento esté cambiando, pero persisten las nubes en el horizonte”, concluye el informe.

Los LPs demandan informes más detallados sobre el rendimiento de las inversiones en mercados privados

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CSC encargó una investigación global entre profesionales senior de fondos, GPs y LPs que operan en Europa, Reino Unido, Norteamérica y Asia-Pacífico para comprender mejor sus aspiraciones y retos para 2025 y a más largo plazo. CSC es proveedor mundial de soluciones de administración de empresas y cumplimiento normativo a gestores de fondos alternativos y participantes en los mercados de capitales.

El estudio encontró un mercado que se posiciona para el crecimiento, pero consciente de la necesidad de invertir, no sólo para el crecimiento, sino también en nuevas regiones, tecnología y un mejor servicio basado en datos. En definitiva, el estudio desvela que los LPs quieren un servicio mejorado que dé prioridad a la transparencia, la elaboración de informes y la puntualidad de los datos. También, que muchos GPs lo saben y están tratando de satisfacer esta demanda. «El papel que pueden desempeñar las subcontratas inteligentes y tecnológicas se considera fundamental», señala el estudio.

El sentimiento en torno a la captación de fondos es mayoritariamente positivo entre los GPs: el 52% de los encuestados cree que el entorno mejorará «significativamente» en los próximos 24 meses.
Además, la encuesta desvela que el sentimiento hacia la deuda privada también es elevado (41%). Eso sí, los datos recogen que existe cierta cautela en torno a determinadas clases de activos, como las estrategias de buyout y los fondos de fondos.

A escala mundial, el growth equity se percibe positivamente, con un 70% de los gestores que piensan favorablemente sobre esta clase de activo. El growth equity es el activo más favorecido en Asia-Pacífico, con un 72% de los GPs que afirman que se diversificarán con su incorporación en las carteras. La deuda privada ocupa el segundo lugar, con un 57%.

De cara al futuro, el growth equity sigue gozando de gran popularidad entre los GPs, ya que dos tercios (66%) tienen previsto diversificar aún más en esta clase de activo. Esto podría incluir la expansión de las operaciones existentes a nuevas ubicaciones, la adopción de nuevas estructuras de fondos o el aumento de sus asignaciones de inversión.

El venture capital ocupa el segundo lugar, con un 53%, justo por delante del sector inmobiliario (51%), lo que podría indicar una actitud más positiva hacia este sector tras varios años difíciles.

Satisfacer las demandas de datos de los LPs

Los GPs, según el estudio de CSC, se están preparando para una avalancha de informes por parte de los LPs. En particular, información diaria y a la carta para áreas como los plazos del valor liquidativo y el rendimiento de la cartera.

Los LPs buscan informes más detallados sobre el rendimiento, incluidos los datos a nivel de inversión. Esta intensa demanda de mejores datos e informes no es nueva: el estudio anterior de la firma reveló que más de un tercio (34%) de los GPs espera tener que ofrecer datos diarios sobre el rendimiento de la cartera. Los gestores de carteras tampoco se quedaron atrás: casi el 35% de los encuestados afirmaron que esperan recibir información en tiempo real sobre el rendimiento de sus carteras en los próximos tres años.

Tecnología, personal y externalización: los tres pilares del éxito

La tecnología y el personal son las dos principales áreas de interés para los médicos de cabecera. En tercer lugar se sitúa la externalización de más funciones. La contratación y el mantenimiento de empleados de alta calidad se considera un reto importante para los GPs: dos quintas partes (39%) lo sitúan en primer lugar de cuatro opciones en un horizonte de tres años. El cumplimiento de los requisitos normativos ocupa el segundo lugar (25%), junto con mantenerse al día en tecnología punta (25%).

La mitad (50%) de los GPs tiene previsto invertir en inteligencia artificial (IA). A nivel regional, el 68% de los encuestados en el Reino Unido y Europa quieren invertir en este tipo de tecnología, casi el doble de los que desean subcontratar (39%), lo que indica que las habilidades tecnológicas para los empleados internos podrían estar en gran demanda.

La tecnología ocupa el primer lugar entre los CEOs y CFOs en cuanto a lo que probablemente tendrá un impacto más significativo en las responsabilidades diarias de los GPs. Es el área de habilidades que se espera que tenga una mayor demanda en los próximos tres años en términos de talento interno y experiencia por parte de los GP, por delante de las operaciones, las relaciones con los inversores y la contabilidad.

La tecnología del portal del inversor se clasificó globalmente como la mayor frustración entre los LPs a la hora de trabajar con los GPs (35%). Le siguió de cerca la información puntual y precisa, votada por el 27%. La automatización es esencial para los GPs, según señala el estudio, pero el panorama es desigual y no están claras las formas de beneficiarse de ella.

La tecnología ha seguido siendo un tema importante de la industria durante muchos años: como era de esperar, ha sido un tema de conversación importante en informes anteriores. En 2023, cuando la firma preguntó a los LPs qué influiría positivamente en su opinión sobre los GPs de fondos, el mayor número (89%) respondió que la funcionalidad de autoservicio.

Memoria de un cuarto de siglo: cuánto han tardado los mercados en recuperarse ante cada crisis financiera

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El primer cuarto del siglo XXI ha tenido periodos de crecimiento financiero robusto, alternados por otros con profundas crisis financieras de diferente tipología y, en determinados casos, provocadas por eventos inesperados (cisnes negros).

Creand Wealth Management, entidad especializada en banca privada, aborda cuál ha sido el comportamiento de los mercados financieros tras esos periodos de crisis, con el objetivo de analizar cuánto tiempo tardaron en recuperarse y ver el impacto de esas crisis en el desarrollo de las bolsas en el medio y largo plazo.

La burbuja de las puntocom (1999-2000)

La crisis de la burbuja de las puntocom se refiere al periodo entre el final de siglo XX y el inicio del XXI, donde compañías cuyo negocio estaba basado en los avances tecnológicos experimentaron un crecimiento muy rápido, que provocó problemas derivados del desconocimiento sobre esos nuevos modelos de negocio y un cálculo erróneo sobre las expectativas de generación de beneficios. 

Esta crisis dio lugar a la quiebra masiva de empresas tecnológicas y una reducción de empleos relacionados con el sector, con una caída de más del 82% en el Nasdaq-100, el índice bursátil de Estados Unidos que recoge a los 100 valores de las compañías tecnológicas más importantes, en el periodo transcurrido entre el 27 de marzo de 2000 y el 9 de octubre de 2002. El índice tardó en recuperarse 15 años, aunque el crecimiento experimentado a partir de 2015 le ha permitido incrementar un 405% su valor en bolsa en la última década. 

La crisis financiera global (2007-2008)

Se trata de la crisis financiera más grave desde la Gran Depresión de 1929, provocada por una situación donde confluyeron el exceso de crédito y la laxitud para otorgar hipotecas a personas con bajo perfil crediticio (subprime). Se multiplicaron las deudas hipotecarias, provocando una avalancha de ejecuciones hipotecarias que terminó por empujar a la quiebra a entidades sistémicas, como el caso de Lehman Brothers en septiembre de 2008. Esta situación derivó en una crisis de confianza global y una paralización del crédito concedido, tanto a empresas como a particulares. 

Esta crisis provocó una caída sostenida en los mercados financieros a nivel global, que se prolongó hasta el año 2010. Si tomamos como referencia el índice MSCI World, un amplio índice de renta variable global que representa el rendimiento de la renta variable de mediana y gran capitalización, los mercados tardaron en alcanzar los máximos previos a la crisis casi seis años (febrero de 2013).

La deuda soberana europea y la crisis del euro (2010-2012)

El aumento de los niveles de deuda pública y privada en todo el mundo, para estimular el crecimiento y rescatar entidades tras la gran crisis financiera, propició un caldo de cultivo que desembocó en una crisis de la deuda soberana, del sistema bancario y del sistema económico de la Unión Europea. Este escenario desencadenó una ola de caídas en la calificación crediticia de la deuda gubernamental de varios Estados europeos.

El impacto fue especialmente significativo en países como España, Italia, Portugal y Grecia, cuyos niveles crónicos de déficits se agravaron ante la falta de control. La pérdida de confianza en estos mercados provocó una venta de deuda de países con mayor exposición al riesgo y un incremento de la prima de riesgo que desembocó en una pérdida generalizada de confianza. 

Si tomamos como referencia la evolución de los principales índices de España e Italia, las dos economías más importantes de la zona euro que sufrieron el impacto de la crisis de la deuda, observamos que, en España, el Ibex no ha vuelto a alcanzar niveles de 11.900 puntos hasta enero de 2025, pese a que ya venía de una racha bajista por la crisis de 2007, cuando había logrado alcanzar los máximos históricos, situándose en los 15.945 puntos en noviembre de 2007.

En el caso de Italia, su índice de referencia, el FTSE MIB, arrastró una caída del 72% desde el 18 de mayo de 2007 hasta el 9 de marzo de 2009. Tras una leve recuperación durante ese ejercicio, tardó en recuperar los niveles alcanzados en septiembre de 2009 (23.900) casi nueve años, en abril del 2018.

La caída de los mercados por la pandemia de COVID-19 (2020)

La pandemia mundial ocasionada por el COVID-19 es otro ejemplo de cisne negro para los mercados. Afectó de forma inesperada a todo el planeta a principios del año 2020, y provocó confinamientos y cierres nunca antes vistos a nivel mundial. Tomando como referencia el MSCI World, en solo dos meses, los mercados cayeron un 34%, de febrero a marzo del 2020, fruto del nerviosismo y la parálisis de la actividad económica. De hecho, dos de las cinco mayores caídas en bolsa de la historia se sufrieron casi consecutivamente durante los primeros días de la crisis sanitaria, el 12/03/20 (-9,9%) y el 16/03/20 (-9,9%).

Pese a esa caída cercana al 20%, entre enero y marzo de 2020, la recuperación también fue muy rápida. Los mercados ya habían recuperado los niveles prepandemia en el mes de diciembre de ese mismo año y, a partir de ese momento, las bolsas han experimentado un robusto crecimiento, empujadas por el impulso de las grandes empresas tecnológicas.

El impacto de la inflación global y las políticas monetarias restrictivas (2021-2025)

Tras la pandemia de COVID-19, la economía a nivel mundial se enfrentó a un escenario de incremento del precio de la energía, estímulos fiscales nunca antes vistos y una crisis en la cadena de suministros que provocó un aumento significativo de la inflación global. La subida de precios, junto a las políticas monetarias restrictivas por parte de los principales bancos centrales, plantearon algunos retos para la economía: minimizar el encarecimiento del crédito y la caída de inversiones y consumo, la volatilidad de los mercados y el riesgo de estancamiento de la economía. 

No obstante, el impacto fue limitado en los mercados. Según el MSCI World, desde el máximo histórico alcanzado en diciembre de 2021 hasta ese momento, donde los mercados venían con una inercia alcista empujados por la recuperación progresiva de la normalidad post-COVID-19, las bolsas tardaron en recuperarse 26 meses (febrero 2024) y, a partir de ese momento, han experimentado un crecimiento sostenido. 

La vuelta de Donald Trump a la presidencia de EE.UU. (2025)

El potencial de crecimiento de las bolsas en estos últimos años, principalmente al abrigo del impulso de las empresas tecnológicas, se ha visto paralizado tras la llegada de Donald Trump a la presidencia de EE.UU., en su segundo mandato. Su agresiva política arancelaria ha provocado caídas superiores al 10% en los mercados financieros a nivel global. El MSCI World cayó un 11,29% y recuperó niveles anteriores al anuncio (3.668 puntos) el 1 de mayo de 2025. En especial, los mercados sufrieron grandes caídas tras el denominado Día de la Liberación, el pasado 2 de abril, cuando Trump anunció su paquete arancelario masivo. No obstante, todavía es pronto para ver el impacto en el corto y medio plazo y cómo será la recuperación de las bolsas. 

Paciencia, disciplina y diversificación

En un entorno financiero que está en constante cambio y evolución, los cisnes negros, esas sorpresas impredecibles que pueden alterar drásticamente los mercados, siempre estarán presentes. Desde crisis económicas hasta pandemias globales, los eventos que parecen lejanos e improbables pueden ocurrir en cualquier momento y afectar a la estabilidad de los activos y desafiar las estrategias tradicionales. Sin embargo, la historia enseña una lección fundamental: la paciencia y la disciplina, junto con una adecuada diversificación, son las claves para sobrevivir y prosperar en tiempos de incertidumbre.

Mantenerse invertido durante las caídas pronunciadas, lejos de ser una estrategia arriesgada, es en realidad una de las decisiones más prudentes que un inversor puede tomar. Juan Litrán, analista en Creand Family Office, explica que “las correcciones del mercado, por más dolorosas que puedan parecer en el corto plazo, han sido históricamente el caldo de cultivo para las oportunidades de largo plazo. Los cisnes negros, aunque desafiantes, también traen consigo una recalibración del mercado que, para aquellos que se mantienen fieles a sus estrategias de inversión diversificada, ofrece rentabilidades significativas cuando se supera la volatilidad”. 

Por otro lado, la diversificación, lejos de ser solo una técnica para mitigar riesgos, se convierte en un salvavidas ante la incertidumbre global. Según Litrán, “al distribuir el riesgo a través de diferentes clases de activos, sectores y geografías, los inversores no solo protegen su cartera ante los imprevistos, sino que también se posicionan para captar el crecimiento cuando el mercado se recupera”. 

Así, lo que hoy parece un cisne negro, con el paso del tiempo, puede percibirse como una oportunidad. “Por eso resulta fundamental que los inversores no se dejen llevar por las emociones o el pánico que los alejen de su objetivo a largo plazo. La inversión requiere de visión, disciplina y, sobre todo, de una estrategia bien diversificada que resista la prueba del tiempo, incluso en los momentos más turbulentos”, añade Litrán.

Conflicto Israel-Irán y el riesgo petrolero: impactos económicos y geopolíticos

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La escalada bélica entre Israel e Irán tiene implicaciones significativas para el mercado global del petróleo. A pesar de que hasta ahora los ataques israelíes se han centrado principalmente en instalaciones militares e infraestructura nuclear, la extensión del conflicto hacia áreas petrolíferas, particularmente si afecta también a la producción iraquí, podría retirar del mercado cerca de 5 millones de barriles diarios.

Esto representaría una reducción crítica, considerando que la capacidad excedentaria de la OPEP+Rusia, estimada en unos 7,5 millones de barriles diarios, se reduciría en casi un 70%.

Este escenario aumenta notablemente el riesgo de un shock significativo en la oferta global, que podría empujar nuevamente el precio del barril hacia la referencia psicológica de los 100 dólares.

Estrategias políticas y escenarios probables

Aunque el escenario más plausible es que Irán busque preservar lo que resta de sus capacidades nucleares y eventualmente decida regresar a la mesa de negociaciones con Estados Unidos, la posición actual del gobierno estadounidense de Trump, caracterizada por su relativa pasividad y permisividad hacia Israel, abre la posibilidad a una intensificación del conflicto.

Israel podría ver en la debilidad actual de Irán —resultado del daño infligido a aliados clave como Hamás, Hezbollah y el antiguo régimen de Asad en Siria— una oportunidad única para neutralizar permanentemente la amenaza nuclear iraní.

Analistas políticos incluso sugieren que Trump podría haber facilitado deliberadamente este escenario, con el objetivo de forzar una resolución definitiva de la cuestión nuclear iraní. Sin embargo, una escalada extrema implicaría inevitablemente represalias por parte de Irán, especialmente si percibe en peligro la supervivencia del régimen del ayatolá Alí Jamenei.

Una posible respuesta iraní podría incluir ataques a instalaciones petroleras saudíes o el bloqueo del estratégico estrecho de Ormuz, por donde transitan entre 18 y 20 millones de barriles diarios de crudo y productos refinados. Tal situación forzaría a EE.UU. a reconsiderar su estrategia, balanceando la eliminación del riesgo nuclear con el mantenimiento de cierta estabilidad regional bajo el actual régimen iraní.

Consecuencias económicas y financieras

Un fuerte choque en la oferta petrolera incrementaría significativamente los costes energéticos globales y frenaría el crecimiento económico mundial. El impacto sería especialmente agudo para economías muy dependientes del petróleo importado, como Europa y China. La desaceleración en China sería particularmente preocupante, dado su papel crucial en el actual contexto económico global y su interés estratégico en evitar una escalada de tensiones en Oriente Medio.

Estados Unidos, por su parte, gozaría de una posición relativamente más favorable gracias a su independencia energética conseguida en la última década. No obstante, tampoco sería inmune a los efectos secundarios de una desaceleración global profunda. La percepción del dólar estadounidense como activo refugio podría fortalecerse en este contexto, favoreciendo relativamente a los activos denominados en dólares, en especial bonos del Tesoro y renta variable estadounidense, frente a otras regiones más vulnerables.

Reacción y percepción del mercado

En los últimos días, los indicadores de riesgo del mercado parecen haber descontado que el pico máximo del conflicto ya ocurrió, reflejado en movimientos relativamente controlados en activos clave. La rentabilidad del bono del Tesoro estadounidense ha experimentado un leve incremento, mientras el dólar y el oro muestran tendencias bajistas. Por otro lado, los índices bursátiles han mantenido una sorprendente estabilidad, aparentemente desestimando la gravedad del riesgo potencial.

Esta tranquilidad aparente podría estar sustentada en la reducción de la intensidad del uso del petróleo en la producción global respecto a décadas anteriores, y en la creencia de que la capacidad excedentaria restante, aunque limitada, podría cubrir parcialmente el déficit generado por una interrupción temporal del suministro iraní e iraquí.

Riesgos de complacencia en los mercados

No obstante, la estabilidad actual podría estar ignorando factores críticos. Una interrupción sostenida del suministro desde Oriente Medio sería difícilmente gestionable sin generar tensiones significativas en los precios del crudo, dada la limitada capacidad excedentaria real de la OPEP+Rusia en un escenario de conflicto prolongado.

Además, una escalada real podría generar efectos de segunda ronda importantes, como presiones inflacionarias significativas que obligarían a los bancos centrales a mantener políticas monetarias restrictivas por más tiempo, desacelerando aún más la economía global.

Conclusión y perspectiva

El conflicto entre Israel e Irán tiene el potencial de desencadenar un shock económico global significativo, cuyo impacto exacto dependerá en gran medida de la duración y la profundidad del conflicto, así como de la capacidad de respuesta de los actores clave en el mercado energético internacional.

La incertidumbre prevaleciente exige un seguimiento muy estrecho de los acontecimientos en Oriente Medio. La complacencia observada hasta ahora en los mercados podría verse rápidamente revertida en caso de una escalada adicional, poniendo nuevamente en relieve la importancia crítica de la región para la estabilidad económica global.

Para los inversores, mantener posiciones defensivas y diversificadas, especialmente con activos refugio, podría ser una estrategia prudente mientras se esclarece la evolución del conflicto y sus implicaciones geopolíticas y económicas.

En este contexto, el oro es un activo interesante. A pesar de su excelente comportamiento desde 2023, nuestro modelo de valoración muestra una ligera desviación sobre su precio teórico.

 

Desde el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania en 2023, el oro se ha convertido en un activo estratégico. Desde entonces, países como Rusia, Turquía, India o China han aumentado la tenencia de oro en sus reservas, diversificando desde el dólar estadounidense.

El porcentaje de las reservas internacionales invertidas en oro ha pasado del 20% al 24%, y sigue subiendo. El margen para que esta sea una fuente estructural de demanda es evidente si tenemos en cuenta las diferencias en posicionamiento por país. China solo tiene invertido un 7% del total de sus depósitos de divisa extranjera, por lo que las compras de oro desde este país pueden actuar como soporte a su precio. Además, hay que tener en cuenta que aproximadamente el 60% de la demanda del metal precioso proviene de bancos centrales e inversiones financieras, y que el apetito de los primeros por esta materia prima es bastante insensible a sus fluctuaciones en precio porque no persiguen un rendimiento económico.

M&G se encomienda a Europa y los mercados privados para crecer

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Foto cedidaDe izquierda a derecha: Andrea Rossi, CEO de M&G plc; Joseph Pinto, CEO de M&G Investments y Micaela Forelli, CEO de M&G Europe Asset Management Operations

M&G celebró esta semana en Londres su European Media Day 2025, en el que ofreció las principales guías de actuación de la compañía. Los CEOs de la firma comentaron la estrategia corporativa en un contexto de mercado desafiante. El objetivo es posicionarse como un líder europeo en los mercados privados.

Andrea Rossi, CEO de M&G plc, arrancó su exposición con contundencia: “Hay un renacimiento de Europa; la gente quiere invertir en Europa”, señaló, para explicar después que el panorama en el Viejo Continente “se ve más estable” y con ánimo de inversión. Es decir, un escenario supone “una oportunidad para el asset management”, con jugadores que quieren “ganar tamaño” e interés por muchos asset managers por “especializarse en activos privados”. Entre ellos, la propia M&G, sobre todo en los segmentos de infraestructuras y real estate.

Para Joseph Pinto, CEO de M&G Investments, “el tamaño importa si se quiere ser un gestor pasivo”. Pero admitió que el objetivo de la firma no es tener gran tamaño, sino que “generar alfa es la clave”. Reiteró el foco en los activos privados, donde ve potencial para crecer. Sobre todo, Europa, donde observa una tendencia para llegar a tasas de financiación de compañías a través de deuda privada y así alcanzar el nivel de Estados Unidos, donde “tres cuartas partes de las empresas cuentan con un préstamo otorgado por un fondo privado”, mientras que en Europa “los bancos aún tienen un papel fuerte” en la financiación de las compañías. Por sectores, ve oportunidades en infraestructuras, donde ve una “demanda asegurada” y en defensa.

Por su parte, Micaela Forelli, CEO de M&G Europe Asset Management Operations, adelantó que están considerando lanzar algunos ELTIFs activos, y admite que algunos clientes han contactado con ellos para solicitarles una guía sobre cómo utilizar estos vehículos y para recibir formación para determinados equipos. De tal manera, que sus funciones no se limitan a comercializar productos, sino que abarcan otro tipo de servicios educativos. Asimismo, Forelli apuntó que los ELTIF son un buen instrumento “para llegar a más audiencia” a la que antes no se era accesible. Aquí recordó que, para que todo siga adelante, “la regulación debe ser clara para nosotros pero también entendible para el inversor”.

En un ejercicio predictivo a cinco años vista, Rossi reiteró que “estamos en la hora dorada para el asset management y para la gestión activa”, con el aval de buenos performance, necesidad de dinero por parte de los gobiernos y la necesidad de los jubilados de poner a trabajar sus ahorros en un escenario de prolongación de la esperanza de vida. Pinto también refrendó su optimismo con respecto a Europa y cree que se necesita el apoyo de los inversores y la industria de gestión de activos puede «jugar un rol clave». Asimismo, Forelli destacó el futuro trasvase de liquidez en manos de los particulares hacia la inversión para la jubilación.

También hubo menciones a acuerdos futuros. Rossi explicó que el acuerdo con Dai-ichi supone que la firma nipona invertirá en estrategias europeas y que M&G contará con oportunidades de distribución en Japón. «Es una oportunidad para crecer», aseguró y no descartó que se realicen nuevos acuerdos en el futuro si tienen sentido. Con todo, de momento se van a centrar en llevar a cabo el pacto firmado con Dai-ichi.