JPMorgan Chase acordó este martes pagar una multa de 250 millones de dólares después de que la OCC (Office of the Comptroller of the Currency), del Departamento del Tesoro descubriera un «patrón de mala conducta» en su división de gestión de activos y patrimonio.
La OCC dijo en un comunicado que los controles de gestión de riesgos del banco con sede en Nueva York eran «deficientes» y que la empresa no podía evitar «conflictos de intereses» en el negocio y lo obliga a pagar la multa.
“El Banco deberá efectuar el pago de una multa civil en dinero por el monto total de doscientos cincuenta millones de dólares, los cuales serán pagados a la ejecución de esta orden”, dice el documento.
“Durante varios años, el banco mantuvo un marco de gestión y control débil para sus actividades fiduciarias y tenía un programa de auditoría insuficiente y controles internos inadecuados sobre esas actividades”, agrega la orden de consentimiento.
Si bien en la orden no se mencionaba que las acciones de las filiales hubieran causado daños financieros a sus clientes, la compañía no admitió ni negó las acusaciones.
Por otro lado, la OCC aclaró que JPMorgan ya solucionó las deficiencias que provocaron la sanción.
«Estamos comprometidos a ofrecer los mejores controles en su clase en todo nuestro negocio, y hemos invertido significativamente y mejorado nuestra plataforma de controles durante los últimos años para abordar los problemas identificados», dijo un portavoz del banco, consigna CNBC.
Esta es la la segunda vez en dos meses que el banco acuerda pagar a los reguladores estadounidenses como sanción por cómo realiza sus negocios.
A fines de septiembre, JPMorgan acordó pagar 920 millones de dólares para resolver las investigaciones de tres agencias federales sobre su papel en la manipulación de los mercados globales de metales y bonos del Tesoro de Estados Unidos, indica la cadena televisiva.
Pixabay CC0 Public Domain. Credit Suisse AM registra una rentabilidad superior al índice de referencia GRESB ESG.
En la evaluación anual sobre criterios medioambientales, sociales y de gobernanza corporativa (ESG) del Global Real Estate Sustainability Benchmark (GRESB), Credit Suisse Asset Management superó al mercado en las 14 soluciones inmobiliarias participantes, por lo que será distinguido como «líder del sector mundial» y «líder del sector europeo» en la categoría de inmuebles ya existentes y en la de promociones inmobiliarias.
Desde Credit Suisse Asset Management Global Real Estate explican que se proponen integrar los criterios ESG en sus soluciones de inversión inmobiliaria en toda la cadena de valor y en todo el ciclo de vida de las propiedades inmobiliarias. Asimismo, busca la neutralidad en emisiones de carbono de su cartera inmobiliaria mediante una descarbonización activa y la reducción sistemática de emisiones de CO2 que afectan al clima. «Los resultados actuales del índice de referencia GRESB ESG confirman la posición de liderazgo en el mercado de activos inmobiliarios mundiales en todas las clases de activos en el área de ESG», señalan desde la firma.
En este sentido, explican que la evaluación y optimización sistemáticas de los resultados en materia de sostenibilidad son componentes esenciales de su estrategia de sostenibilidad. En consecuencia, 14 vehículos de inversión inmobiliaria del segmento core/core plus (abiertos), que totalizan unos 33.000 millones de francos suizos, han participado en el test de comparación ESG del índice de referencia de sostenibilidad de activos inmobiliarios mundiales (GRESB).
Foto cedida. Tomas Espinosa nombrado gerente de Multifamily office en Fynsa
Tomás Espinosa ha sido nombrado gerente de Multifamily Office de Fynsa, tras el anuncio de la alianza de Fynsa y EFG. Espinosa, ya estuvo vinculado a EFG Bank en el pasado, habiéndose desempeñado como gerente de Inversiones y Distribución de EFG Bank, desde noviembre de 2015 a noviembre de 2019, cargo que dejó para fundar TeoAnalytics.
Espinosa, ingeniero comercial de la Universidad Católica de Chile y MBA en UCLA, cuenta con una amplia experiencia en la industria financiera y de asset management chilena. Durante más de 20 años ha ocupado cargos de responsabilidad en distintos tipos de entidades financieras, nacionales e internacionales, entre las que, además de su cargo en EFG Bank, destacan: Regional Manager para Latam en Allfunds bank desde agosto de 2010 hasta enero de 2013, Regional Manager de Amundi Pioneer entre el 2004 y 2007 y Portfolio Manager de AFP Cuprum entre los años 2002 y 2004.
En un importante paso para el mercado de inversiones, FYNSA acordó una alianza con el equipo de EFG Chile, que pasó a ser parte del grupo FYNSA, reforzando su liderazgo como boutique financiera y de inversiones en Chile y Perú.
La asociación con el equipo en Chile de EFG combina la solidez y calidad de servicio de FYNSA con las capacidades internacionales y productos del grupo suizo EFG.
Los criterios ESG están pasado de ser un tema de inversión a una estrategia, mientras los inversiones se siguen interrogando sobre cuáles son las mejores formas de participar en este movimiento global. Para saber cómo los inversores minoristas e institucionales en otras partes del mundo están integrando ESG en sus programas, DWS abre un debate sobre inversión responsable.
El 2 de diciembre de 2020 a las 10:30 am ET, los especialistas de DWS serán los protagonistas de un nuevo Virtual Investment Summit organizado por Funds Society. Durante el cuentro se brindará información sobre qué están haciendo los inversores a nivel global y por qué se están agregando los factores ESG como parte del proceso de asignación de activos.
La presentación correrá a cargo de Robert Bush, Research Institute-Americas de DWS, y de Steffen Kutcher, Specialist-Investment & ESG Advisory.
Robert Bush es director de DWS Research, instituto donde se centra en la investigación de inversiones estratégicas. Antes de unirse, fue profesor asistente en Columbia Business School. Trabajó como economista en el Tesoro del Reino Unido y también tiene experiencia como operador de bonos, materias primas y acciones. Ha publicado en el Journal of Investing, Journal of Index Investing y, próximamente, en el Journal of ESG and Impact Investing.
Bush tiene una Licenciatura en Clásicos de University College London; Diplomado en Contabilidad y Finanzas de la London School of Economics; MBA en Finanzas y Economía de Columbia Business School; Maestría en Estadística Aplicada de la Universidad de Oxford; Certificado de gestión de inversiones (IMC); Gerente de Riesgo Financiero (FRM); Analista de gestión de inversiones certificado (CIMA)
Steffen Kutscher es responsable de análisis y soluciones de inversión ESG. En estrecha colaboración con los inversores, les ayuda a establecer sus políticas y objetivos ESG individuales, los traduce en su asignación de activos y diseña soluciones a medida para todas las clases de activos. Como reflejo de la naturaleza cambiante de las políticas de ESG y los requisitos regulatorios, apoya continuamente a los inversores en la adaptación y mejora de su estrategia de ESG a través de actualizaciones y conocimientos sobre cambios regulatorios, temas de ESG y calificaciones y señales de ESG disponibles.
Antes de su puesto actual, Kutscher formó parte del equipo de Soluciones para clientes. Diseñó soluciones de inversión a medida que incluyen ALM, asignación estratégica de activos, gestión de riesgos, estrategias estructuradas y cuantitativas. Se unió a DWS en 2012 trabajando en el equipo de Overlay, estructurando riesgos y overlay tácticos para clientes institucionales. Tiene licenciaturas en matemáticas y economía.
Pixabay CC0 Public Domain. CEPAL llama a construir nuevos pactos y coaliciones para cambiar el estilo de desarrollo en América Latina
La Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de las Naciones Unidas, Alicia Bárcena, ha hecho un llamamiento a redoblar los esfuerzos para generar en la región nuevos pactos y coaliciones que permitan reconstruir mejor tras la crisis del coronavirus y transformar nuestras sociedades con igualdad y sostenibilidad.
Así lo ha asegurado durante un seminario virtual de alto nivel organizado por la Pontificia Comisión para América Latina (CAL), la Pontificia Academia de Ciencias Sociales (PASS), del Vaticano, y el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).
“En la CEPAL estamos convencidos de que, si se construyen las coaliciones y se alcanzan los pactos necesarios, recuperando la política como instrumento, con liderazgos transformadores que sepan escuchar y examinar errores y modificar conductas, se podrá lograr un cambio en el estilo de desarrollo que la actual coyuntura nos exige”, subrayó la alta funcionaria de la ONU en el webinar América Latina: Iglesia, Papa Francisco y escenarios de la pandemia, que contó con la participación especial del Papa Francisco mediante un mensaje por video.
La primera jornada del evento, que se prolongó hasta el 20 de noviembre, contó también con la participación del cardenal Marc Ouellet, presidente de la CAL; monseñor Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de la PASS; monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, presidente del CELAM; y Carlos Afonso Nobre, premio Nobel de la Paz en 2007.
El COVID-19 ha puesto en evidencia los problemas e injusticias en Latinoamérica
Asimismo, el Papa Francisco subrayó que la pandemia del COVID-19 ha amplificado y puesto en mayor evidencia los problemas y las injusticias socioeconómicas que ya afectaban gravemente a Latinoamérica, con mayor dureza a los más pobres.
“No todos cuentan con los recursos necesarios para llevar adelante las mínimas medidas de protección contra la pandemia. Esto nos tiene que alarmar: ¿todos tienen techo seguro? ¿Acceso al agua? ¿Tienen recursos para higienizar los ambientes? ¿Trabajo estable? La pandemia hizo aún más visibles nuestras vulnerabilidades preexistentes”, señaló.
El Papa Francisco agregó que la pandemia ha tenido efectos devastadores que se seguirán viviendo por mucho tiempo, sobre todo en las economías, que requieren atención solidaria y propuestas creativas para alivianar el peso de la crisis.
“En el reino de Dios el pan llega a todos y sobra. Y la organización social se basa en contribuir, compartir y distribuir. No en el poseer, excluir y acumular. Todos estamos llamados a realizar nuestro trabajo y misión con responsabilidad, con transparencia y honestidad”, advirtió el Papa.
Asimismo, señaló que, junto con la pandemia, América Latina sufre por la falta de tierra, de techo y de trabajo. “Esto requiere una respuesta generosa y una atención inmediata. La profundidad de la crisis reclama una clase dirigente a la altura para buscar soluciones viables”, dijo el Papa.
Buscando una recuperación transformadora
En su intervención, Alicia Bárcena recordó que la CEPAL presentó hace pocas semanas a los 33 países de América Latina y el Caribe un conjunto de propuestas de política expresadas en el documento Construir un nuevo futuro: una recuperación transformadora con igualdad y sostenibilidad, durante su trigésimo octavo período de sesiones. El objetivo es concretar una recuperación transformadora del modelo de desarrollo de América Latina y el Caribe en consonancia con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
“Es una invitación que llama a repensar nuestros estilos de vida, nuestras relaciones, la organización de nuestras sociedades y sobre todo el sentido de nuestra existencia y a recuperar, tal como dice la Encíclica Fratelli Tutti, la pasión compartida por una comunidad de pertenencia y de solidaridad. La esperanza es audaz, y si alguien cree que solo se trata de hacer funcionar mejor lo que ya hacíamos, o que el único mensaje es que debemos mejorar los sistemas y reglas existentes, está negando la realidad”, señaló Bárcena.
Además, recordó que la región de América Latina y el Caribe ha sido de las más golpeada por la pandemia del mundo en desarrollo y que, además, enfrenta su peor crisis económica en cien años, con enormes efectos y consecuencias sanitarias, económicas, ambientales, sociales y políticas. La caída de la actividad económica será de un 9,1%, acompañada de una contracción del comercio regional del 14% e intrarregional del 11%.
Según CEPAL, los niveles de desocupación alcanzarán a 47 millones de personas y una informalidad de más del 54%. Además, CEPAL estima para 2020 un aumento del número de personas en situación de pobreza de 45,4 millones, alcanzando un total de 231 millones (37,3% de la población) y un incremento de 28,5 millones en el número de personas en situación de pobreza extrema, alcanzando los 96,2 millones (15,5% de la población).
“El COVID-19 ha evidenciado y magnificado los problemas estructurales del modelo de desarrollo en América Latina y el Caribe: desigualdades entrecruzadas, crecimiento mediocre, baja productividad, insuficiente diversificación de exportaciones, muy poco espacio fiscal y alto deterioro ambiental”, añade Bárcena.
Las siete propuestas de la CEPAL
La secretaria ejecutiva de la CEPAL indicó que la Comisión ha puesto sobre la mesa siete propuestas concretas para conectar la emergencia con la recuperación: extender el ingreso básico de emergencia por 12 meses a toda la población en pobreza, ampliar los plazos y períodos de gracia en los créditos a MiPymes y proteger la relación laboral de los trabajadores, crear una canasta básica digital para garantizar la inclusión digital de 40 millones de hogares que no están conectados.
Además, elaborar políticas fiscales y monetarias expansivas que sostengan un período más largo de gasto con instrumentos no convencionales nacionales e internacionales, motivar la solidaridad internacional para aliviar la deuda en el Caribe y el pago de intereses en Centroamérica y crear fondos subregionales de resiliencia, desarrollar planes de recuperación e inversión en torno a sectores dinamizadores con creación de empleo, sustentados en acción climática, sostenibilidad ambiental y construir pactos políticos para acordar de una vez por todas el cierre de brechas y alcanzar regímenes universales de salud y protección social.
“Necesitamos pactos que deben ser construidos con la amplia participación de muchos actores, que, mediante el diálogo y liderazgos transformadores, permitan avanzar hacia consensos para universalizar la protección social y la salud, y reorientar el desarrollo sobre la base de la igualdad con políticas fiscales redistributivas, industriales y ambientales para la sostenibilidad”, señaló la secretaria ejecutiva de CEPAL.
“Queremos otro futuro y en él la igualdad es un factor clave del crecimiento. Con nuestro reciente documento estamos concretando la urgencia de crecer para igualar e igualar para crecer. En él planteamos audazmente que es posible eliminar la pobreza hacia 2030 y reducir la desigualdad elevando el empleo y disminuyendo la huella ambiental, pero se requieren acciones decisivas hoy y un cambio de rumbo, explicó Bárcena.
Para ello, la experta apunta que se debe crecer a una tasa de, al menos, un 4% al año y realizar una fuerte redistribución del ingreso (de hasta 3% del PIB anual). Este crecimiento solo será posible, según Bárcena, si se supera la restricción externa al crecimiento mediante una competitividad auténtica basada en el desarrollo de capacidades humanas y tecnológicas nacionales.
Asimismo, Bárcena advirtió que la solidaridad regional e internacional será fundamental para reconstruir mejor, y que se precisan nuevas formas de gobernanza mundial para proveer colectivamente de bienes públicos globales, como la salud universal (una vacuna contra el coronavirus para todos), la seguridad climática y la protección de la atmósfera, la estabilidad financiera y la paz y los derechos humanos.
Según ha explicado la entidad, la unificación de la marca se aplicará de manera gradual en todos los mercados donde el Grupo Crèdit Andorrà está presente y se prescindirá de las designaciones locales: Banco Alcalá (España), Banque de Patrimoines Privés (Luxemburgo), Beta Capital Wealth Management (EE.UU.) y Crèdit Andorrà (Andorra).
En este sentido explica que la nueva marca única responde a la voluntad de hacer frente a la estrategia de futuro del grupo financiero, que pasa por la consolidación y el crecimiento focalizado en las plazas financieras internacionales, y el liderazgo en el mercado andorrano, donde la entidad es pionera en innovación y servicios al cliente. El grupo financiero basa su actividad en una oferta de valor centrada en la especialización, la capacidad de servicio al cliente, la vocación de ser pioneros tanto en la oferta de productos como en tecnología y transformación digital, y el compromiso social.
Cornella ha explicado que la nueva marca “sintetiza nuestros orígenes y los principios estratégicos que nos han posicionado como líderes en Andorra. A la vez, transmite los valores de empatía y proximidad hacia nuestros clientes, pionerismo, capacidad de servicio y compromiso social que buscamos en nuestra oferta de valor como banco responsable y con visión de futuro. La nueva marca nos acerca todavía más a la nueva economía de la que queremos formar parte, basada en la innovación y el emprendimiento, valores, por otra parte, que nos definen como país y sociedad”.
Alianzas estratégicas, especialización y transformación digital
La entidad destaca que la transformación digital es uno de los pilares de crecimiento futuro. La entidad fue el primer banco andorrano en ofrecer el pago móvil y cuenta con un servicio de asesoramiento en fondos de inversión 100% digital (Merkaat) para sus clientes de Andorra y España. El objetivo es seguir reforzando el desarrollo de soluciones innovadoras como banco pionero.
El volumen de negocio del Grupo Crèdit Andorrà se situó en los 17.054 millones de euros (+10,51%) a cierre de 2019, cuando la entidad alcanzó un beneficio de 46,24 millones de euros (+28,45%). Cuenta con una ratio de solvencia regulatoria del 16,79% (la CET1 regulatoria se situó en el 15,13%). El grupo tiene 900 empleados a escala global.l cambio de marca se llevará a cabo previa realización, ante las autoridades supervisoras competentes, de todas aquellas comunicaciones y demás trámites que, con carácter general, resulten necesarios, incluyendo, en su caso, la obtención de las autorizaciones que puedan ser preceptivas.
En la actualidad, la entidad en España dispone de un modelo de negocio consolidado, y una elevada solvencia y liquidez. Tiene oficinas en Madrid, Barcelona y Valencia, y un volumen de activos bajo gestión que supera los 2.300 millones de euros, experimentando un fuerte crecimiento durante el 2020.
El cambio climático causará un daño enorme a las economías, especialmente en el mundo emergente. Para finales de siglo, si no hacemos nada más para frenar el aumento de la temperatura global, la población en China podría ser un 25% más pobre que si no hubiera más cambio climático. En el caso de Brasil y la India, es probable que el déficit supere el 60%, según el modelo de un equipo de economistas ambientales de la Smith School de la Universidad de Oxford en un nuevo informe patrocinado por Pictet Asset Management.
A nivel mundial, ese déficit podría llegar a unos 500 billones de dólares estadounidenses; en el peor de los casos, casi la mitad de la producción económica potencial del mundo se perdería para finales de siglo en comparación con el potencial en ausencia de un mayor calentamiento global. Pero este impacto no se distribuirá de manera uniforme. Algunas de las economías emergentes más grandes del mundo corren mayor riesgo, especialmente si dejan el trabajo pesado de desacelerar el cambio climático en manos del mundo desarrollado y hacen poco por sí mismos. Vulnerables al aumento del nivel del mar, la sequía y los fenómenos meteorológicos extremos, estos países deben tomar medidas para limitar el cambio climático.
Afortunadamente, reconocen cada vez más que el esfuerzo valdrá la pena. En todo el mundo, la gente es consciente de los desafíos que presenta el cambio climático, entendiendo que conduce a una pérdida de biodiversidad, más inundaciones, tierras agrícolas áridas, incendios forestales y similares. Y así, los gobiernos se ven obligados a actuar. Afortunadamente, esto ahora hace que el peor de los casos sea relativamente improbable.
Pero el simple hecho de ceñirse a las políticas actuales tampoco es suficiente. La pérdida de PIB potencial per cápita sería menor, pero no mucho. En el mejor de los casos, la pérdida de PIB potencial per cápita podría reducirse del 46% al 32%. Y eso sin tener en cuenta los efectos en cascada imposibles de predecir en los que pequeños cambios incrementales conducen a un resultado repentino catastrófico.
Pero si los países actuaran colectivamente, podrían constituir una parte significativa de esa producción perdida. Eso significa acción por parte de países desarrollados y en desarrollo.
El escenario de las «políticas actuales» del equipo de Oxford es que el calentamiento global estaría unos 2,8 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales si los esfuerzos se limitaran a los países más ricos, habiendo ocurrido ya un grado de ese calentamiento. Si ese aumento de temperatura se reduce a 1,6 grados bajo un ambicioso programa que incluye economías emergentes, las pérdidas potenciales podrían reducirse a una cuarta parte o menos.
Y en este momento, existe una oportunidad única para que los países, ricos y pobres, hagan un progreso radical hacia la limitación de la probabilidad de un cambio climático catastrófico. La pandemia de COVID-19 ha sido un gran impacto global. Las medidas de salud pública, como los bloqueos, han generado enormes costos financieros. Los gobiernos respondieron rápidamente y han comprometido grandes sumas de dinero para la recuperación económica. En muchos casos tiene sentido desde el punto de vista financiero que este gasto se oriente hacia medidas que mitiguen el cambio climático.
Puede leer más sobre el informe de Oxford-Smith en este link.
Salvo que se indique lo contrario, todos los datos de esta página provienen del informe Cambio climático y mercados emergentes después de COVID-19, octubre de 2020.
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Pixabay CC0 Public Domain. Bonos verdes: una brecha que comienza a cerrarse entre Europa, China y Estados Unidos
Pese a lo tortuoso que está siendo 2020, también encontramos buenas noticias. Según los datos de Bloomberg, la emisión global de bonos verdes ha aumentado a más de 270.000 millones de dólares en este año, superando la cifra registrada en 2019 y marcando un nuevo récord.
Esta proliferación de emisiones proviene tanto de gobiernos como de empresas privadas que ven esta clase de activo financiero un aliado para financiar sus proyectos ecológicos y ofrecer una rentabilidad atractiva. Esta tendencia al crecimiento continuará el próximo año. Por ejemplo, la Unión Europea impulsará el mercado de bonos verdes cuando comience a vender los 225.000 millones de euros en valores ligados a su fondo de recuperación frente a la pandemia. Además, esto le convertirá en el mayor emisión del mundo el próximo año.
“No me sorprende que se haya alcanzado este umbral. Este es un umbral que Mirova ha argumentado que el mercado alcanzaría y superaría. En nuestra opinión, la crisis del COVID-19 ha retrasado el momento en el que se alcanzaría el umbral, pero no podría descarrilar el objetivo en sí. Creemos que el mercado de bonos verdes seguirá creciendo rápidamente en los próximos años. Creemos que el mercado de bonos verdes se acelerará en 2021 con las perspectivas de que la Unión Europea emita una cantidad significativa de ellos”, ha destacado Bertrand Rocher, gestor de cartera de Mirova, gestora afiliada de Natixis IM.
En opinión de Rocher, hay una combinación de elementos que han impulsado el mercado durante la última década: mayores volúmenes, mayor diversificación en términos de industrias y geografías, mejores clasificaciones y un marco más sólido. “De hecho, vemos que los inversores y los emisores están entendiendo, que los bonos verdes abordan un problema real. Al invertir en un bono verde, el capital recaudado se utiliza para proyectos que pueden identificarse como de propósito claro y que se utilizan para beneficiar a todos los agentes económicos. Adicionalmente, parece que los modelos de negocio de muchas empresas están dando vueltas en U espectaculares y, como consecuencia, algunas industrias tradicionalmente con menos rendimiento suelen estar al mando de los planes de transformación de sostenibilidad más ambiciosos”, añade.
Lo que es relevante es que en mitad de la peor crisis desde la II Guerra Mundial, los bonos verdes no se han visto significativamente afectados por el COVID-19, ni en términos de emisores ni de rendimiento. “A pesar de la crisis y la pandemia, 2020 podría ser un año récord para la emisión de bonos verdes. El CBI reporta un promedio de emisiones mensuales cercanas a los 20.000 millones de dólares hasta septiembre. En la primera mitad de 2020, el número total de emisores de bonos verdes superó el hito de los 1.000, llegando a 1.056. Los emisores subsoberanos representaron la mayor parte de la emisión total, en su mayoría de entidades respaldadas por el gobierno. En lo que va de 2020, la mayoría de los ingresos de los bonos verdes se invirtieron en energía, transporte y edificios. Otros usos admisibles de los ingresos son el agua, los desechos, el uso de la tierra y los recursos marinos, la industria y la tecnología de la información y las comunicaciones”, destacan desde Lyxor AM.
¿Qué impulsará el mercado?
Otro elemento que impulsará este mercado, y en el que coinciden todos los analistas, es la futura Administración Biden. Según explica Johann Plé, gestor de carteras en AXA Investment Managers, “los planes del nuevo presidente electo de EE.UU. para progresar en el uso de energía limpia en áreas como el transporte, la generación de electricidad y la construcción en los próximos cuatro años, junto con su promesa de firmar el respaldo al Acuerdo de París en el primer día de su presidencia, tendrán un efecto sísmico en el mercado de bonos verdes. Este acto podría conducir a un reequilibrio más amplio entre el mercado de EE.UU. y su homólogo europeo”, apunta Plé.
Actualmente, las emisiones de bonos verdes en dólares solo representan el 23% del mercado de bonos verdes, en comparación con casi el 33% a finales de 2017. Con una capitalización de unos 70.000 millones de dólares, los bonos verdes investment grade emitidos en dólares siguen siendo una parte muy pequeña del mercado de crédito de investment grade de los Estados Unidos. Mientras que los bonos verdes emitidos en euros han crecido exponencialmente hasta pesar más de 140.000 millones de dólares y representan hoy en día el 5% del mercado europeo de crédito investment grade.
Por ello, Plé considera que una mayor apuesta por parte de EE.UU. sería un gran cambio para el mercado global de bonos verdes. “Creemos que podría representar el paso final para consolidar el mercado mundial de bonos verdes como una alternativa creíble a la de los bonos globales tradicionales. El despliegue propuesto de su promesa de inversión podría muy probablemente ser financiado en parte por los bonos verdes”, afirma.
Mercados emergentes
Para Rocher, un fenómeno similar se puede esperar de China en materia de bonos verdes de cara al próximo año. “En general, lo importante es entender que los emisores chinos y estadounidenses están cerrando la brecha con respecto a sus pares europeos. Están alcanzando a estos últimos no solo en cuanto a volúmenes, sino también en cuanto a la calidad de los marcos de los bonos verdes que emiten. En Mirova, a menudo alabamos las ventajas de la cooperación frente a la competencia salvaje, pero si los emisores de todas esas regiones de todo el mundo pudieran mantener una especie de rivalidad en términos de emisión de bonos verdes, entonces el impacto posterior para todo el planeta es un resultado bienvenido”.
En este sentido, China no es el único mercado emergente que está moviéndose hacia esta clase de activo sostenible de renta fija. Por ejemplo, Egipto acaba de unirse a esta tendencia y ha emitido su primer bono verde soberano. Se trata de una emisión de 750 millones de dólares a cinco años con cuyo importe se financiarán una serie de proyectos sostenibles en el país, como, por ejemplo, la construcción de una planta de tratamiento de aguas residuales al este de Alejandría. Pero no son el único ejemplo. En junio de este año el gobierno indonesio emitió un sukuk verde (bono islámico) de 2.500 millones de dólares, en lo que ha sido su tercera incursión en el mercado de la deuda sostenible.
Las empresas de mercados emergentes han seguido los pasos de sus gobiernos. En septiembre, la Compañía Eléctrica Saudita, que es propiedad del gobierno en un 80% y tiene el monopolio de la transmisión de electricidad en el país, recaudó 1.300 millones de dólares con un sukuk verde, el primero de este tipo en el país. Y, ese mismo mes, el Banco Nacional de Qatar se convirtió en la primera empresa en emitir un bono verde en el país, recaudando 600 millones de dólares.
Pixabay CC0 Public Domain. Mediolanum International Funds amplía su gama ESG con un fondo de impacto de renta variable global
Mediolanum International Funds Limited (MIFL), plataforma europea de gestión de activos del Grupo Mediolanum, ha anunciado el lanzamiento de Mediolanum Best Brands Global Impact Fund, ampliando su gama ESG.
Según explica la firma, el objetivo del fondo es lograr un crecimiento del capital a largo plazo al mismo tiempo que contribuye a un mundo más sostenible e inclusivo, invirtiendo en una cartera diversificada de valores de renta variable globales a través de un enfoque activo multigestor.
Inicialmente, las gestoras del fondo serán Baillie Gifford y Federated Hermes. Ambas firmas son ampliamente reconocidas por su experiencia en el campo de la inversión de impacto, proporcionando exposición a temáticas de impacto y objetivos de desarrollo sostenible además de diversificación geográfica, de capitalización y sectorial. El fondo invertirá en compañías cuyos productos y servicios proporcionen soluciones a los desafíos globales en lugar de simplemente invertir en empresas que adopten prácticas comerciales responsables o excluir a las compañías con efectos perjudiciales.
En su búsqueda de lograr un cambio positivo, Mediolanum ha establecido cuatro temas de impacto que ayudan al equipo a articular cómo están abordando las compañías los desafíos globales: la inclusión social y educación, las necesidades medioambientales y de recursos; la salud y calidad de vida; y la base de la pirámide (dar respuesta a las necesidades de los 4.000 millones de personas más pobres del mundo).
Como ha explicado Christophe Jaubert, Chief Investment Officer & Head of Research Multi-management de MIFL, “el objetivo final de este fondo es marcar una diferencia positiva, tanto para nuestros clientes como para la sociedad en su conjunto, combinando la inversión de impacto con nuestro deber fiduciario de generar rendimientos atractivos ajustados al riesgo a largo plazo. Buscamos continuamente ofrecer a nuestros clientes carteras óptimas y diversificadas que capturen las mejores oportunidades de rentabilidad sostenible, y este fondo representa una evolución de los fondos líderes del mercado”.
En opinión de Jaubert, “a medida que los mercados continúan padeciendo los continuos efectos de la pandemia global, los inversores buscan cada vez más asignar activos a apoyar una recuperación más ecológica. Teniendo en cuenta el feedback de los clientes, hemos aprovechado nuestra amplia experiencia para crear un producto de inversión de impacto a la medida de la próxima generación».
El fondo está respaldado por Med³®, el proceso de inversión propiedad de Mediolanum International Funds, diseñado específicamente para gestionar las soluciones de inversión para particulares. Según matizan desde la firma, el proceso se ha actualizado recientemente para reforzar la integración de criterios ESG al tener en cuenta la evolución del contexto normativo y político de las finanzas sostenibles, sobre todo la taxonomía de la UE y los ODS de Naciones Unidas. El fondo forma parte de la gama de fondos Mediolanum Best Brands, un fondo paraguas UCITS de derecho irlandés.
Este fondo estará disponible en España a través de los Family Bankers® de Banco Mediolanum, la red de asesores financieros de la entidad
Pixabay CC0 Public Domain. ETFs sostenibles: la revolución ilumina la gestión pasiva
¿A alguien le queda duda de que la inversión ESG también se puede abordar a través de ETFs? Según la última encuesta elaborada por Cerulli Associates, el objetivo por minimizar el impacto medioambiental ha hecho más popular el uso de ETFs con criterios ESG. De hecho, según la firma, el 86% de los creadores de estos productos en Europa reconoce que esta tendencia continuará.
En este sentido, la encuesta de Cerulli Associates indica que el uso de productos que siguen una política de exclusión y de negative screening son menos populares entre los emisores de ETFs, ya que solo 54% y el 46% de los encuestados esperan que la demanda de estos enfoques aumente en los próximos 12 o 24 meses, respectivamente.
Por ahora los datos muestran el fuerte crecimiento de estos productos dentro de la industria. A finales de agosto de 2020, los activos europeos de ETF ESG alcanzaron 49.700 millones de euros (58.300 millones de dólares), lo que supone un incremento del 69,1% desde finales de 2019, según los datos de Broadridge. Por tipo de activos en los que invierten, los ETFs ESG de renta variable representaron 40.400 millones de euros del total y los ETFs ESG de renta fija 9.300 millones de euros.
«En 2019, los ETFs ESG domiciliados en Europa recaudaron un total de 16.100 millones de euros de nuevas inversiones netas. Con flujos netos de 19.100 millones de euros en los primeros ocho meses de 2020, ya se han superado las cifras totales del año pasado», señala Fabrizio Zumbo, director adjunto de análisis de gestión de activos europeos en Cerulli.
Según destaca Zumbo, en marzo, durante el momento más duro de la pandemia, el mercado europeo de ETFs experimentó 25.000 millones de euros de salidas netas, “pero los inversores siguieron apostando por ETFs de ESG, que registraron 700 millones de euros de entradas netas durante el mes”. En su opinión, aunque estos productos siguen representando una pequeña proporción del ecosistema europeo de ETFs, “se espera que en el futuro capten más la atención de los inversores y los gestores de activos, ya deberán de seguir el ritmo de la evolución de las demandas de los clientes».
Desde Cerulli Associates destacan que, durante la primera mitad de 2020, diversos emisores de ETFs lanzaron propuestas innovadoras en el espacio de los ESG. Según su consideración, el mercado europeo está liderando la incorporación de los factores ESG en las inversiones. Además, destaca que la taxonomía de la UE sobre las finanzas sostenibles y el desarrollo del resto de la legislación europea fortalecerá aún más el impulso de la inversión ESG. «Los gestores e inversores también están empezando a reconocer el efecto positivo que las consideraciones ESG pueden tener en el rendimiento de las inversiones», afirma Zumbo.