Latam Financial Services firma un nuevo acuerdo de distribución con M&G para Argentina Offshore y Uruguay

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Foto cedidaMaría José Lenguas. ,,

Latam Financial Services, empresa de servicios financieros basada en Uruguay, ha firmado un acuerdo de distribución con M&G para los mercados de Argentina Offshore y Uruguay, informaron en un comunicado.

“M&G Investments es una gestora de activos global con sede en Londres que desde 1931 ayuda a sus clientes a prosperar rentabilizando sus inversiones, lo que, a su vez, genera puestos de trabajo, viviendas e infraestructuras clave en la economía real. Sus soluciones de inversión abarcan la renta variable, la renta fija, las estrategias multiactivos, los activos líquidos, la deuda privada, las infraestructuras y los activos inmobiliarios”, señala la nota.

María José Lenguas será encargada de gestionar las relaciones y la distribución de la firma, y con este fin se incorpora al equipo de Latam Financial Services. María José tiene más de 15 de años de trayectoria en la industria habiéndose desempeñado anteriormente en grandes firmas como Citi, Merrill Lynch entre otras.

Latam Financial Services es un distribuidor externo dedicado exclusivamente a brindar asesoría estratégica y mayorista tercerizada a firmas de gestión de activos.

“Nuestra experiencia como asesores financieros que trabajan para diferentes bancos nos ha ayudado a desarrollar relaciones importantes con las principales instituciones financieras y otros actores minoristas en la región, y nos ha brindado experiencia de primera mano sobre cómo las firmas de administración de activos manejan sus esfuerzos comerciales, pero lo más importante, sobre cómo los asesores financieros reaccionan a ellos”, señala la presentación corporativa de la firma.

Los inversionistas deberán acostumbrarse a los shocks de crecimiento positivo en EE.UU.

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La llegada de la pandemia en 2020 obligó a los gobiernos a tomar medidas restrictivas lo que llevó a una crisis económica mundial y EE.UU. no fue ajeno a eso. Todo lo contrario. Más allá de los intentos del ahora expresidente Donald Trump de mantener la actividad, los estados cerraron sus negocios y la recesión llegó de inmediato. 

En un principio, la distorsión de los datos se manifestó de forma negativa. En cambio, el año 2021 se caracterizará por el fenómeno contrario, ya que la economía estadounidense registrará su mayor crecimiento anual en una generación, dice el análisis del CIO de Julius Baer, Yves Bonzon. 

En este sentido, el efecto combinado del ahorro involuntario, que probablemente será gastado en parte tras la reapertura de la economía, y el efecto patrimonial positivo motivado por el aumento de los precios de los activos dará lugar, con toda probabilidad, a un crecimiento bastante fuerte del PIB durante al menos dos o tres trimestres, a partir del segundo semestre. 

“Las previsiones del departamento de investigación de Julius Baer estiman el crecimiento del PIB real de EE.UU. en 5,8%, con potencial para una revisión al alza”, dice el informe firmado por Bonzon.

Es interesante señalar que la actual generación de inversionistas está acostumbrada a los shocks de crecimiento negativo, pero jamás ha conocido uno positivo. 

Bien es cierto que los mercados ya han descontado en parte esta aceleración del crecimiento. Sin embargo, cuando se produzca realmente, habrá que observar con atención la reacción de los gobiernos y los bancos centrales. En cualquier caso, creemos que las fuerzas estructurales existentes antes de la pandemia seguirán actuando una vez que se haya completado la normalización de las economías avanzadas. En efecto, entendemos que el comportamiento del sector privado (hogares y empresas) en Estados Unidos y Europa seguirá condicionando la velocidad de circulación del dinero, debido a una preferencia estructural por el ahorro.

Por otro lado, Chief Economist, de Julius Baer, David Kohl, el segundo gran estímulo fiscal en EE.UU. durante la pandemia de COVID-19 impulsará el crecimiento más allá de su potencial en 2021. 

El plan de rescate está tomando forma y promete impulsar el crecimiento en EE.UU. a su nivel más alto en 37 años. Después de no recibir apoyo bipartidista en el Congreso, que hubiera sido necesario para aprobar la legislación en un proceso ordinario, los demócratas del Congreso están presionando por aprobar mediante un proyecto de ley de reconciliación, lo que permitiría la aprobación de la legislación con la escasa mayoría que tienen los demócratas en ambas cámaras del Congreso. 

Se espera que la recuperación económica más rápida y la inflación harán que el rendimiento de los bonos del Tesoro de EE.UU. a 10 años aumente, por lo que se revisó la previsión de tres meses a 1.55% desde 1.35% y el pronóstico de 12 meses marginalmente a 1.7% desde 1.65%.

El ahorro de los hogares será otra palanca para este año. Durante el año pasado, los hogares estadounidenses se enriquecieron en unos 12 trillones de dólares y ahorraron 1,6 trillones de dólares más que en 2019, dice un informe de ODDO BHF

“A diferencia de una recesión normal, no fue un shock negativo de ingresos o de riqueza lo que llevó a los consumidores a recortar sus gasto, sino una restricción externa, el coronavirus. Con el aumento de la campaña de vacunación debería ser posible aflojar las restricciones sanitarias en un breve espacio de tiempo y, por tanto, liberar la demanda previamente reprimida. Para los hogares al margen del mercado laboral, sigue siendo útil a corto plazo un mayor apoyo fiscal”, analizó Bruno Cavalier, economista en jefe de ODDO BHF

Además, en 2020, el año de la peor crisis desde la posguerra, la renta disponible de los hogares no ha disminuido. Incluso ha aumentado más rápido que si simplemente se hubiera prolongado la tendencia anterior a la pandemia. Este es el efecto de los estímulos. Al mismo tiempo, el gasto de los consumidores se vio limitado por diversas restricciones. El resultado es que la tasa de ahorro está muy por encima del nivel normal. 

Por otro lado, la riqueza neta de los hogares creció un 10,3%, lo que equivale a unos 12 trillones de dólares. Desde el tercer trimestre de 2019 hasta el tercer trimestre de 2020, los activos del 50% de los hogares estadounidenses menos ricos han aumentado más bruscamente que los de todas las demás categorías. 

Esto se debe a dos razones. Por un lado, el efecto riqueza se debe en gran medida a la revalorización de los activos inmobiliarios, que representan el 52% de la cartera para el 50% inferior frente a solo el 17% para el decil superior. Por otro lado, hay una desaceleración del endeudamiento de los hogares.

En el discurso de esta semana ante el Economic Club de Nueva York, Jay Powell reiteró su reciente mensaje de que la Fed no tiene prisa por repensar su postura sobre las tasas de interés o su programa de compra de activos. 

Powell básicamente reiteró la orientación general que se introdujo en el nuevo marco de política monetaria de la Fed el año pasado. Esta estrategia cambió las prioridades de política de la Fed para poner más énfasis en lograr que la economía estadounidense vuelva al pleno empleo y menos en endurecer la política monetaria para prevenir el aumento de la inflación. 

Se trata de una Fed paciente y dócil, que no planea subir las tasas hasta que se haya alcanzado el pleno empleo y no espera reducir las compras de activos hasta que se haya logrado un «progreso sustancial adicional» hacia este objetivo, dijo Paul O’Connor, responsable de Multiactivos en Janus Henderson.

Muchas cosas han cambiado desde que la Fed introdujo su nuevo marco de política el verano pasado. Si bien en ese entonces no había un camino claro para salir de la pandemia y la confianza en la economía mundial era baja, la opinión de consenso en ambos frentes ha mejorado significativamente en los últimos meses. 

El rápido desarrollo y lanzamiento de vacunas ha reforzado la confianza en la recuperación estadounidense en forma de «v» que se espera que aumente durante este año y hasta el 2022, agrega el análisis de Janus Henderson. 

Si bien una pregunta clave en los mercados financieros el año pasado fue si los bancos centrales podrían hacer lo suficiente para respaldar la recuperación, algunos están comenzando a preguntarse si la Fed está haciendo demasiado, dada la reapertura anticipada de mediados de año y la escala del estímulo fiscal que ahora viene de la nueva administración estadounidense.

Si bien las proyecciones de consenso para la inflación de EE. UU. han aumentado en los últimos meses, incluso los pronosticadores más optimistas no ven que la Fed alcance su objetivo de manera sostenible aquí hasta alrededor de 2023, agrega el estudio de O’Connor. Además, ni la dinámica fiscal ni el impulso de crecimiento más amplio son tan positivos en otras economías importantes están en los Estados Unidos. 

Las previsiones de consenso para la inflación del IPC de 2021 en China, la eurozona y Japón son del 1,5%, 1% y 0% respectivamente y tienen una tendencia a la baja. Los datos publicados esta semana mostraron la última impresión del IPC de China en -0,3%, cerca de un mínimo de 10 años.

Entonces, a pesar de la combinación sin precedentes de una política fiscal estadounidense supercargada y una Fed altamente acomodaticia, el balance de la evidencia aún sugiere que es pronto para preocuparse por el riesgo de sobrecalentamiento de la economía estadounidense

El enorme estímulo fiscal de Estados Unidos impulsará la recuperación este año y el próximo, pero aún parece poco probable que cree el tipo de presiones inflacionarias que obligarán a una Fed paciente a repensar de manera significativa sus planes. Ese parece ser el mensaje que envió el banco central esta semana, concluye el análisis de Janus Henderson.

 

Santander Chile emite su primer bono sostenible para financiar al segmento Pyme mujer

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Pixabay CC0 Public Domain. Santander Chile emite su primer bono sostenible para financiar al segmento Pyme mujer

Santander Chile colocó su primer bono sostenible incorporando criterios ESG (environmental, social, y governance, por sus siglas en inglés), enfocándose en el segmento Pyme mujer. El instrumento se colocó de forma privada a un inversionista japonés con la asesoría de Daiwa Securities Capital Markets, por un monto de 50 millones de dólares a un plazo de tres años y con una tasa de 0,71%. El objetivo de la transacción es refinanciar o financiar nuevas operaciones de crédito a pequeñas y medianas empresas lideradas por mujeres.

Esta cartera tiene un tamaño aproximado de 380 millones de dólares, por lo que el acceso a este tipo de financiamientos se hace indispensable para continuar promoviendo la inclusión financiera de las mujeres en Chile. Con este nuevo instrumento, Santander busca contribuir al fortalecimiento y crecimiento de los negocios operados por mujeres, siguiendo la tendencia de los principales mercados desarrollados, y en línea con su propósito de ayudar al progreso de las personas y las empresas.

Para Miguel Mata, gerente general de Santander, “la colocación de nuestro primer instrumento de deuda sostenible va en línea con la estrategia que está realizando el Banco a nivel global en materias

ESG y refleja nuestra sólida posición de liderazgo en índices de sostenibilidad como Dow Jones, Vigeo Eiris, MSCI, FTSE4Good y S&P IPSA ESG. El resultado de la operación evidencia también la excelente recepción de parte de los inversionistas internacionales, aun en los tiempos de alta incertidumbre que estamos enfrentando”.

Con esta nueva acción, Santander Chile responde con hechos concretos a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) impulsados por las Naciones Unidas. En efecto, en 2019 la entidad definió 10 compromisos para adherir a los ODS, entre ellos, el ayudar a más personas a progresar y disfrutar de los beneficios del crecimiento con inclusión financiera, a través del acceso a productos y servicios de este tipo y mejorando su conocimiento en esta materia mediante la educación. Para esto, la entidad tiene como objetivo global la inclusión financiera de 10 millones de personas entre 2019 y 2025.

T. Rowe Price y la gestora internacional que más vendió a las AFPs chilenas en 2020 se unen a la lista de Amafore

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Wikimedia CommonsFoto: GeorgeLouis. Foto:

En la segunda actualización sobre los vehículos en los que las afores pueden invertir de 2021, seis fondos se unieron a la lista. Estrenándose en la misma están Baillie Gifford, con dos fondos y T. Rowe Associates, que junto con GAM, JPMorgan AM y Natixis, hacen que la lista completa incluya ya a 113 fondos.

Estos son:

  • Amundi AM con 18 fondos
  • Schroders IM con nueve fondos
  • BlackRock con ocho fondos
  • AllianceBernstein  con siete fondos
  • NinetyOne (antes Investec AM) con siete fondos
  • Henderson Global Investors con cinco fondos
  • Jupiter AM con cinco fondos
  • Morgan Stanley IM con cinco fondos
  • Vanguard con cinco fondos
  • GAM con cuatro fondos
  • Goldman Sachs Asset Management con cuatro fondos
  • Natixis IM  con cuatro fondos
  • Pictet AM  con cuatro fondos
  • UBS Asset Management con cuatro fondos
  • Wellington Management con cuatro fondos
  • AXA IM con tres fondos
  • JPMorgan Investment Funds con tres fondos
  • NNIP con tres fondos
  • Baillie Gifford con dos fondos
  • Columbia Threadneedle Investments con dos fondos
  • Franklin Templeton con dos fondos
  • BNP Paribas con un fondo
  • Fidelity International con un fondo
  • PIMCO con un fondo
  • T. Rowe Associates con un fondo
  • UTI AM con un fondo

T. Rowe Price es una gestora estadounidense con más de 1,1 billones de dólares en activos (trillion en inglés) mientras que  Baillie Gifford, es una firma independiente con sede en Edimburgo con más de 100 años de historia y unos activos bajo gestión de 323.750 millones de dólares. Además, ha sido la gestora internacional que más vendió a las AFPs chilenas durante 2020.

En el caso de ETFs, se sumaron vehículos de First Trust, iShares  y KraneShares, siendo 34 las gestoras partcipantes entre 346 opciones.

La lista completa se compone por:

  • iShares con 170
  • Vanguard con 53
  • StateStreet con 33
  • DWS con 25
  • WisdomTree con 18
  • First Trust con 13
  • Amundi AM con 11
  • Franklin Templeton con cuatro
  • GlobalX con cuatro
  • PIMCO con tres
  • BBVA con dos
  • JohnHancock con dos
  • KraneShares con dos
  • Invesco con uno
  • JPMorgan con uno
  • Nikko con uno
  • ProShares con uno
  • SherpaCapital con uno
  • VanEck con uno

Disrupciones en 2021 y más allá

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Foto cedida. Mark Hawtin, director de inversiones de GAM Investments

Echar la vista atrás al inicio de 2020 es un ejercicio surrealista. El año arrancó con gran optimismo, tras un 2019 excelente (en el que S&P 500 había subido un 29% y el Nasdaq un 38%). Los mercados estaban enfocados en el avance que suponía el acuerdo comercial entre EE. UU. y China. Además, parecía que en Europa también habría acuerdo sobre el Brexit. En cuestión de semanas, las noticias de un virus devastador en China acabaron con el optimismo. Sin embargo, aunque la noticia acaparaba los titulares en todo el mundo, la opinión mayoritaria era que se trataba de otro SARS u otra gripe aviar y cuyos efectos se circunscribirían a Asia. Nadie podía haber imaginado que, en dos meses, una tercera parte de la población estaría confinada, sin poder salir de sus casas. Desde el punto de vista de los responsables de custodiar los activos de clientes, 2020 fue un año de cambios profundos. 

Lo que empezó como un virus en China terminó siendo el tema dominante del año, no solo por acaparar los titulares y liderar el gráfico “El año en búsquedas 2020”, sino también por determinar la política monetaria y fiscal global, acelerar al máximo la adopción tecnológica y castigar a muchos sectores. Solo en dólares estadounidenses, la masa monetaria se incrementó un 40%. La depreciación de la moneda fiduciaria desde la crisis financiera global resulta bastante sorprendente.

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Cuando se hizo evidente que la “tasa R” de el COVID-19 era suficientemente alta para declararla pandemia, con una elevada tasa de mortalidad, los inversores empezaron a temer que el impacto iría mucho más allá de la interrupción de las cadenas de suministro chinas y que podría provocar trastornos generalizados. En consecuencia, a finales de febrero empezó una ola de ventas en los mercados, ante las noticias de la propagación del virus a nuevos países. Uno tras otro, los países empezaron a confinar a sus ciudadanos. A finales de marzo, no solo la práctica totalidad de Asia estaba confinada, sino que también buena parte de Europa, y EE. UU. siguió sus pasos. Al cundir el pánico y la preocupación, los mercados se hundieron desde los máximos registrados en febrero: el S&P 500 cayó un 34% y el Nasdaq un 28%. Ambos índices se desplomaron un 12% el 16 de marzo, la mayor caída en un día desde 1987.

Aunque la ola de ventas del mercado fue generalizada, las pérdidas se centraron en sectores que se verían enormemente perjudicados por la pandemia y los consiguientes confinamientos. Los viajes y el comercio minorista se llevaron la peor parte. Los gobiernos y los bancos centrales pasaron a la acción, rebajando los tipos de interés y adoptando una expansión cuantitativa y una política fiscal de estímulo. Este enorme estímulo monetario y política monetaria flexible no tienen precedentes y alentaron uno de los mayores ciclos alcistas de la historia. Desde sus mínimos registrados en marzo, el índice S&P 500 y el Nasdaq subieron un 68% y un 84%, respectivamente. Como gestores de carteras concentradas, determinar qué valores en concreto generarán más alfa para el cliente resulta en cierto modo complicado cuando la intervención de los bancos centrales trata de salvar a todos. 

La exuberancia trae consigo comportamientos irracionales y este repunte reflacionista no fue una excepción. Todo el mundo quería “jugar”. Los inversores particulares se tomaron especialmente la revancha, lo que recuerda al auge de las puntocom de hace unos 20 años. Como los confinamientos obligaron a la gente a quedarse en casa y los grandes eventos deportivos se cancelaron en todo el planeta, la gente buscó nuevas formas de ocio. En EE. UU. en particular, los casinos cerraron, el juego en Internet está prohibido en muchos estados y, además, los contribuyentes recibieron cheques de estímulo de hasta 1.200 dólares. Juntos, estos factores convirtieron la bolsa en el mayor casino del planeta. Dave Portnoy, consejero delegado (CEO) de Barstool Sports y mesías de los inversores particulares (con 1,8 millones de seguidores en Twitter), resumió la situación con estas palabras: “Es la combinación de no haber deportes ―por lo que no se puede apostar― y de no poder salir a la calle. Hay mucha gente delante de sus ordenadores que normalmente no pueden dedicarse al day trading (negociación intradía). Para los jugadores, la inversión se parece mucho”. Durante este periodo, los volúmenes de negociación se multiplicaron. De una media diaria bastante razonable de 2 millones de operaciones diarias en los últimos cuatro años, las operaciones diarias se triplicaron a más de 6 millones.

La prueba más clara de ello es el rápido crecimiento registrado por Robinhood, una conocida aplicación de negociación de valores sin comisiones que permite a los inversores operar con fracciones de valores. En el primer trimestre de 2020, Robinhood anunció un aumento de 3 millones de nuevas cuentas (una tasa de crecimiento del 30%), hasta un total de 13 millones de cuentas. Un crecimiento que coincidió con los mínimos registrados por los mercados y el comienzo del plan de cheques de estímulo. A diferencia de otras plataformas de negociación en Internet, como Fidelity y TD Ameritrade (que también registraron un rápido crecimiento, Fidelity con 1,2 millones de nuevas cuentas entre marzo y mayo, y TD Ameritrade con un incremento de las nuevas cuentas del 249% en el primer trimestre), el inversor de Robinhood presenta un perfil de crecimiento mucho más joven. La edad media del inversor de Robinhood es de 31 años, un grupo social que tradicionalmente han dado la espalda a la bolsa. Estos nuevos inversores han traído consigo un enfoque de inversión/negociación totalmente diferente, movido por el altavoz de las redes sociales, con poca (o nula) consideración a la valoración o incluso al análisis fundamental.

Los diez valores en los que más invierten los inversores de Robinhood (diciembre de 2020)

1. Apple
2. Tesla
3. Ford
4. General Electric
5. Microsoft
6. American Airlines Group
7. Nio
8. Amazon
9. Disney
10. Delta Air Lines

En cambio, muchos inversores institucionales se quedaron al margen, sopesando los estremecedores datos económicos y centrándose en el pesimismo y la desolación de las predicciones. En consecuencia, muchos de esos inversores se perdieron gran parte de las ganancias, aunque queda por ver lo que sucederá cuando la realidad (o, más bien, el análisis fundamental y una valoración realista) golpee a algunos de esos valores. 2020 también fue el año de las ofertas públicas de venta (OPV), de lo cual ya hablamos en un artículo reciente.

El COVID-19, catalizador de un mundo digital acelerado: Digital 4.0

Con la propagación de el COVID-19 por todo el mundo y la imposición de confinamientos por parte de los gobiernos, empresas enteras se vieron obligadas a teletrabajar en cuestión de días. Esto puso de manifiesto una gran cantidad de desafíos técnicos que había que superar. En el pasado, el cambio de una estructura de trabajo de toda la plantilla en oficinas centralizadas al teletrabajo habría supuesto una tarea informática descomunal, de meses de planificación y múltiples pruebas beta, muy probablemente departamento a departamento, hasta su implantación en toda la empresa. Un lujo que el COVID-19 no ofreció. En su lugar, los grandes cambios tuvieron que producirse en cuestión de días. Las empresas tuvieron que cerciorarse de que su tecnología podía soportar el trabajo remoto de todos sus empleados y el COVID-19 terminó siendo el impulso para la mayor prueba beta de teletrabajo de la historia. Nuestro propio sector no fue una excepción, aunque procuramos no sacar demasiadas conclusiones de nuestra experiencia personal. Antes de el COVID-19, muchas empresas habían “entrado de puntillas en las aguas” de la transformación digital, si bien la crisis convirtió esta en su máxima prioridad y en objeto de debate de sus consejos de administración. Empresas que no consideraban prioritario “lo digital” se dieron cuenta, de repente, de que tenían que ser una parte fundamental de su futura estrategia para sobrevivir.

La nube es un elemento central de esta temática. El teletrabajo y la capacidad para ampliar sistemas rápidamente no sería posible sin ella. De igual modo, la adopción de aplicaciones de software como servicio (SaaS) permitió escalar a las empresas de forma rápida y eficaz, sin tener que hacer grandes inversiones en bienes de equipo. Lo que comenzaron siendo inversiones de emergencia para garantizar que las empresas podían mantener su operativa se ha transformado en una reevaluación del futuro y un planteamiento de cambios permanentes por parte de los directivos. Antes de 2020, el teletrabajo era un lujo y un concepto reducido. De cara a 2021 y más allá, se convertirá en algo más o menos normal. Según una encuesta de Deutsche Bank, cuando pase el COVID-19, el 57% de los profesionales de los mercados financieros teletrabajará entre uno y tres días a la semana. De forma similar, de acuerdo con Hitachi Capital, el 55% de los trabajadores de los sectores inmobiliario y de la construcción deseaban más oportunidades de teletrabajo después del confinamiento, mencionando como principal motivo evitar los desplazamientos. Un estudio de Gartner realizado en abril indicó que el 74% de las empresas tenían previsto aprobar el teletrabajo de al menos algunos empleados de forma permanente. Este cambio de actitud y de comportamiento hace mayor hincapié en la necesidad de transformaciones digitales. Como resultado, la demanda de herramientas y aplicaciones en la nube no hará sino aumentar.

¿Y ahora qué? Tendencias disruptivas para 2021 y más allá

De cara a 2021, ya podemos vislumbrar “el principio del fin” de esta crisis. Aunque muchos de los ganadores de 2020 están creciendo ahora más que antes de la pandemia, muchos de ellos no constituyen necesariamente las mejores oportunidades para los inversores en 2021. En su lugar, algunas de las empresas menos apreciadas de 2020 brindan buenas oportunidades para cuando se eliminen las restricciones relacionadas con el COVID-19. Durante casi todo el año 2020, los viajes (tanto de placer como de negocios) se paralizaron casi totalmente y, como es lógico, las compañías de viajes se vieron perjudicadas. Datos de encuestas recientes indican que lo primero que la gente quiere hacer una vez que termine la crisis es viajar, especialmente por placer, lo que implica una enorme demanda latente. Sin embargo, al mismo tiempo, según las previsiones de consenso, el sector de los viajes no se recuperará del todo hasta dentro de unos años. Esta diferencia entre las previsiones de recuperación y la demanda contenida ofrece oportunidades para los inversores.

En la primera mitad del año, viajar al extranjero resultó sumamente complicado e incluso se evitaron los viajes dentro del propio país. El impacto en este sector fue mucho mayor que cualquier otro efecto del pasado, con un desplome de la capacidad de asientos de las compañías aéreas.

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Las previsiones mayoritarias indicaban que la recuperación del sector de los viajes sería lenta y duradera, y que los ingresos no volverían a los niveles de 2019 hasta dentro de varios años. Esto nos parecía un claro desajuste entre las previsiones mayoritarias y las evidentes prioridades de los consumidores de acuerdo con las encuestas. Además de esta oportunidad cíclica, hay en juego oportunidades estructurales durante varios años. Pasamos de un mundo con miles de millones de dispositivos (Digital 3.0) a otro con billones de dispositivos (el Internet de las cosas y Digital 4.0). Aunque el concepto del Internet de las cosas no es nuevo, nos encontramos en un punto de inflexión en el que está despegando de verdad. Se trata de un acontecimiento que ahora resulta posible gracias a los avances en la inteligencia artificial, la capacidad para tratar, utilizar y almacenar datos, así como el despliegue del 5G.

Ante el incremento de la digitalización y el creciente número de dispositivos y aplicaciones digitalizados, especialmente dentro de las empresas, la cantidad de datos generados se ha disparado y sigue creciendo a mayor ritmo que nunca. En 2015, había 584 interacciones de datos por persona conectada al día, cifra que se espera se multiplique más que por ocho de aquí a 2025 (hasta 4.909 interacciones por persona conectada al día). Puede que el tema de la digitalización lleve ya mucho tiempo con nosotros, pero todavía estamos en sus primeras fases: en EE. UU., el PIB digital como porcentaje del PIB total sigue siendo apenas un 5%. Esta temática se está desarrollando en numerosos planos, sobre todo en la salud, el transporte, la robótica y la automatización del trabajo del conocimiento.

La nube es un elemento central de Digital 4.0 y las oportunidades futuras siguen siendo enormes (la penetración de la nube sigue siendo inferior al 10%). El año 2020 se considerará el punto de inflexión, en el que la transformación digital, en muchos casos forzada por la pandemia, se convirtió en la prioridad número uno. Sin embargo, en 2021 y los años posteriores vendrá la verdadera implementación, lo que pondrá de manifiesto el cambio generalizado de actitud para priorizar la tecnología. Según un informe de McKinsey, se estima que la tecnología “desplazará” unos 400 millones de empleos a tiempo completo de aquí a 2030. Ya en este momento, el 50% de las actividades laborales actuales pueden automatizarse adaptando la tecnología disponible y, por consiguiente, los trabajadores tendrán que adaptarse para sobrevivir. La lucha por la supervivencia de las empresas en 2020 ha aumentado los esfuerzos por reducir costes y mejorar la productividad. De cara al resto de 2021, las presiones para digitalizarse para lograr el teletrabajo pleno disminuirán ligeramente. Sin embargo, serán sustituidas por la necesidad de utilizar tecnología como forma de reducir costes.

2021: ¿y ahora qué?

Desde el punto de vista de la inversión, generar alfa para el cliente en 2020 consistía en acertar con los ganadores de el COVID-19 y, a lo largo del año, pasarse a los ganadores tras el COVID-19 y enfocarse en los beneficiarios de la próxima ola de disrupción (Digital 4.0).

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La hoja de ruta de Digital 4.0 descrita anteriormente muestra que la siguiente fase de adopción en las tecnologías disruptivas conlleva bien el Internet de las cosas, el 5G, los datos o la inteligencia artificial, o bien una combinación de todos ellos. Estos son los motores de lo que creemos que ofrecerá las mayores oportunidades para los próximos 5 a 10 años. Mientras que Digital 3.0 fue el ciclo de la plataforma, Digital 4.0 es un ciclo de creación de datos y uso para ventajas competitivas. La conectividad de todas las cosas, cada vez más en tiempo real, promoverá el cambio en sectores que aún no han registrado los niveles más fuertes de disrupción, entre los que se incluyen la automatización del trabajo del conocimiento, la salud, el transporte, la industria y las tecnofinanzas.

Como conclusión, recordemos a todos la necesidad de ser imparciales en este sentido. El mundo del crecimiento disruptivo tiene mucho de bombo sobre ciertos valores. En cambio, el éxito de los inversores fiduciarios depende de un análisis detallado e imparcial a la hora de generar alfa para los clientes.

 

Columna de Mark Hawtin, director de inversiones en GAM Investments.  

 

Haga clic aquí para descargar una copia completa de “El estratega disruptivo”.

 

Información legal importante
La información que figura en el presente documento se ofrece a título exclusivamente informativo y no se considera asesoramiento de inversión. Las opiniones y análisis incluidas en este documento pueden variar y reflejan el punto de vista de GAM en el contexto económico actual. No se asumirá ninguna responsabilidad por la precisión y exhaustividad de la información. La rentabilidad histórica no constituye una indicación de las tendencias actuales o futuras. Los instrumentos financieros mencionados se ofrecen exclusivamente como ejemplo y no deben considerarse una oferta directa, recomendación de inversión o asesoramiento de inversión. La mención de un valor no constituye una recomendación para comprar o vender dicho valor. Los valores mencionados se han seleccionado del universo de valores correspondiente a los gestores de las carteras para ayudar al lector a entender mejor las temas expuestos. Los valores incluidos no figuran necesariamente en las carteras ni constituyen recomendaciones por parte de los gestores de carteras.

 

 

 

BNP Paribas AM nombra a Sandro Pierri para el cargo de Deputy CEO

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Foto cedidaSandro Pierri, Deputy CEO y director de Global Client Group de BPN Paribas AM.. BNP Paribas AM nombra a Sandro Pierri para el cargo de Deputy CEO

Paribas Asset Management ha anunciado el nombramiento de Sandro Pierri como Deputy CEO, efectivo desde el pasado 1 de enero de 2021. Pierri estará ubicado en la sede de Londres y reportará a Frédéric Janbon, CEO de BNP Paribas Asset Management. 

Según señala la gestora, Pierri mantiene además su función de director de Global Client Group de la gestora que ha desempeñado desde 2017. “Me siento honrado por haber recibido esta nueva responsabilidad y por la confianza depositada en mí para contribuir más ampliamente al desarrollo de nuestra empresa”, ha señalado Sandro Pierri como nuevo Deputy CEO de BNP Paribas Asset Management

A raíz de este nombramiento, Frédéric Janbon, CEO de BNP Paribas Asset Management, ha destacado que «Sandro ha transformado nuestro Global Client Group en una plataforma de ventas para BNP Paribas Asset Management. Al ampliar sus responsabilidades, Sandro aportará su inestimable experiencia a proyectos transversales adicionales. Este nombramiento refleja la amplitud de su contribución a nuestra compañía y su compromiso con el desarrollo de nuestra cultura y valores en beneficio de nuestros clientes». 

“La experiencia y labor de Sandro han sido clave para seguir desarrollando el fantástico tándem entre ventas, marketing y atención al cliente. Los equipos de inversión están alineados con nuestro centro de sostenibilidad y ambos trabajan a pleno pulmón. Junto a ellos, Frédéric, Sandro y sus equipos somos conscientes de que ser una gestora sostenible es una carrera de fondo y ahora no es momento para levantar el pie del acelerador; estamos terminando la primera etapa. La confianza de nuestros clientes con sus inversiones nos anima muchísimo, pues estamos haciendo lo que dijimos que haríamos y percibimos su satisfacción”, ha señalado Sol Hurtado de Mendoza, directora general de BNP Paribas Asset Management para España y Portugal.  

Sandro Pierri cuenta con más de 30 años de experiencia en la industria de gestión de activos. Se incorporó a BNP Paribas Asset Management en 2017 como director del Global Client Group («GCG»), su equipo global de ventas y marketing, y ha realizado una notable contribución a la implantación del plan de crecimiento de la gestora, posicionándolo como un actor clave que ofrece soluciones de inversión de alto valor añadido para ahorradores particulares, empresas e instituciones. Sandro comenzó su carrera en 1989 como gestor en San Paolo Fondi y se trasladó a BNL Gestioni en 1992, antes de unirse a ING Investment Management en Italia en 1994, donde desempeñó varios cargos comerciales. Entre 2002 y 2003 fue Director General del negocio minorista italiano del Grupo ING. Tras la adquisición por parte de UniCredit/Pioneer de la actividad italiana de ING, se incorporó a Pioneer Investments, la división de gestión de activos de UniCredit, en 2004. Durante diez años desempeñó diversos cargos comerciales y de dirección, incluyendo el de CEO en 2012. Sandro es licenciado en Economía por la Università degli Studi Torino, Italia.

Schroders incorpora a Natalie Howard y Sophie van Oosterom a su negocio inmobiliario de activos privados

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Foto cedidaDe izquierda a derecha, Natalie Howard, nueva directora de deuda inmobiliaria de Schroders, y Sophie van Oosterom, directora global de inmobiliario de la gestora.. Schroders incorpora a Natalie Howard y Sophie van Oosterom a su negocio inmobiliario de activos privados

Schroders continúa reforzando su negocio de activos privados con el anuncio de dos nuevas incorporaciones, la de Sophie van Oosterom como directora global de inmobiliario, y la de Natalie Howard como directora de deuda inmobiliaria.

Según explica la gestora, Sophie van Oosterom se encargará de supervisar el crecimiento del negocio inmobiliario directo e indirecto de Schroders. Anteriormente, ocupaba el puesto de directora general y consejera delegada para EMEA de CBRE Global Investors, encargándose de la supervisión de todas las operaciones, la estrategia y la rentabilidad de las inversiones, así como la suscripción y el desarrollo de programas en la región. 

Sophie también ha sido miembro del Comité Ejecutivo Global y del Comité de Inversión Global de CBRE Global Investors y presidenta del Comité Ejecutivo Europeo y del Comité de Inversión Europeo. Sophie comenzó su carrera inmobiliaria y financiera en 1996. Antes de incorporarse a CBRE Global Investors, fue directora general y responsable para Europa de la gestión de activos de los fondos de capital privado de Lehman Brothers Real Estate Partners (ahora Silverpeak Real Estate Partners), que llegó a contar con unos 20.000 millones de dólares de activos bajo gestión. 

Sobre la incorporación de Sophie, Georg Wunderlin, director global de Activos Privados de Schroders, ha declarado:»Sophie cuenta con una trayectoria inigualable en la creación de negocios inmobiliarios de éxito y, ahora que empezamos el año 2021, es fantástico tenerla a bordo para que nos ayude a consolidar nuestra plataforma inmobiliaria y de activos privados».

Respecto a la incorporación de Natalie Howard, esta profesional entra a formar parte del equipo de activos privados de Schroders como directora de deuda inmobiliaria. Ubicada en Londres, Natalie se encargará de crear una plataforma de deuda inmobiliaria de servicio integral que ofrezca a los clientes una completa gama de inversiones por riesgo y rentabilidad en todo el espectro de la deuda inmobiliaria

Según señala la gestora, la plataforma incluirá la creación y concesión de préstamos, la suscripción y la gestión de activos en Reino Unido y Europa continental, abarcando todos los tipos de préstamos senior, así como deuda de alto rendimiento e intermedia. Natalie, quien reportará a Sophie van Oosterom, directora global de Bienes Inmobiliarios de Schroders, cuenta con una amplia experiencia en los mercados de capitales de deuda, en la concesión de préstamos en balance y en la gestión de fondos, adquirida a través de puestos de responsabilidad en organizaciones como DRC Capital, AgFe, Lehman Brothers, Barclays Capital y Morgan Stanley.

«Natalie aporta a Schroders Real Estate más de 30 años de experiencia y un excelente historial en estrategias de deuda inmobiliaria comercial en los mercados británico y europeo. Se trata de una contratación estratégicamente importante para nosotros, ya que buscamos aprovechar nuestra sólida experiencia en el sector inmobiliario para ofrecer un servicio integral a nuestra base de clientes. Las estrategias de deuda inmobiliaria complementan nuestra oferta actual, mientras que nuestra presencia local en los principales mercados europeos nos posiciona fuertemente para la búsqueda, suscripción y obtención de resultados para nuestros clientes», ha destacado Sophie van Oosterom, directora global de bienes inmobiliarios de Schroders, sobre la incorporación de Natalie.

Por su parte, la propia Natalie Howard, responsable de deuda inmobiliaria de Schroders, ha declarado: “La deuda inmobiliaria se ha convertido en una clase de activo consolidada, habiendo crecido en popularidad entre las compañías de seguros, los fondos de pensiones y los gestores de activos que buscan diversificar sus carteras inmobiliarias y de renta fija.  Estoy encantada de unirme al equipo del negocio inmobiliario de Schroders. En esta nueva función, me centraré en desarrollar la capacidad integral de Schroders en el área de deuda inmobiliaria para satisfacer las necesidades cambiantes de los clientes».   

Schroder Real Estate forma parte del negocio de Activos Privados de Schroders, que es una prioridad estratégica clave para la firma. Esta división incluye capital privado, infraestructuras, microfinanzas e inversiones de impacto, valores vinculados a seguros y crédito titulizado, y cuenta con un total de 45.300 millones de libras esterlinas (a 30 de junio de 2020) en activos bajo gestión.

Pictet AM amplía su gama de multiactivos con una estrategia que invierte en mercados emergentes

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Foto cedidaMarco Piersimoni y Shaniel Ramjee, gestor del nuevo fondo Pictet Emerging Markets Multi Asset.. Pictet AM amplía gama de fondos multiactivos con una estrategia en mercados emergentes

Pictet Asset Management ha ampliado su gama de fondos multiactivo con el lanzamiento de Pictet Emerging Markets Multi Asset, domiciliado en Luxemburgo bajo normativa UCITS, siendo de valoración y liquidez diarias. 

Según explica la gestora, el fondo no sigue ningún índice y tiene como objetivo maximizar la potencial rentabilidad de los mercados emergentes a largo plazo y a escala global, procurando al mismo tiempo controlar las correcciones típicas de estos mercados, limitando el riesgo de caídas. 

En este sentido, la estrategia realizar una asignación de activos que “elimina la presión del inversor respecto a tener que determinar cómo, cuándo y dónde invertir en estos mercados, incluyendo renta variable, deuda pública, crédito, materias primas, activos inmobiliarios, mercados monetarios y divisas. Para ello, cuenta con una asignación estratégica y lleva a cabo variaciones tácticas en función del estado en el ciclo, en tres temas clave: tecnología, consumo y materias primas”, explica Pictet AM. 

La estrategia está gestionada conjuntamente por Marco Piersimoni y Shaniel Ramjee, quienes cuentan con la experiencia de Pictet AM en inversión multiactivos, en que gestiona 29.800 millones de dólares. Según indica la gestora, el nuevo fondo ya ha captado más de 50 millones de dólares en una breve campaña previa al lanzamiento.

“Los mercados emergentes ofrecen a largo plazo mejores rentabilidades. No obstante, pueden sufrir mayores niveles de volatilidad, lo que dificulta la toma de decisiones de asignación de activos a los inversores.  Nuestra nueva estrategia pretende eliminar la tensión de este proceso, tomando las decisiones y facilitando la generación de rentabilidades más estables a lo largo de todo el ciclo económico”, señala Olivier Ginguené, director de inversiones de la unidad Multiactivos e Inversión Cuantitativa de Pictet AM.

La gestora apunta que los mercados emergentes tiene un atractivo relevante. Según estima, el PIB en Asia ex Japón puede crecer en 2021 un 8,9 %, seguido de Europa, Medio Oriente y África con 4,9% y América Latina 3,9 %. “Además las economías emergentes son históricamente más del doble de sensibles a la recuperación del comercio mundial”, puntualiza.

El caso es que los inversores desean acceder al mayor potencial de crecimiento de los mercados emergentes, pero el universo es complejo y su volatilidad puede ser considerable. De ahí la ventaja de una solución de asignación de activos única que ofrezca tal exposición pero que minimice el riesgo de caídas.

Las emisiones de los gobiernos, la regulación y la transición energética impulsan el mercado de bonos verdes

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Pixabay CC0 Public Domain. El compromiso de los gobiernos, la regulación y la transición energética impulsan el mercado de bonos verdes

Según apuntan los expertos, el mercado de bonos verdes superará probablemente la marca del billón de dólares en 2021. Muestra de su fuerte ritmo de crecimiento es que los bonos sostenibles representaron un 6,1% de la emisión de deuda global en el tercer trimestre de 2020, según los datos de Moody’s. Las gestoras consideran que este tipo de activo representa una herramienta muy apropiada para canalizar inversiones hacia las necesidades de financiación de la transición energética, entre otros aspectos. 

Uno de los motores de este mercado siguen siendo los propios gobiernos y su compromiso con la sostenibilidad. Según explica Johann Plé, Green Bonds Strategy Manager de AXA Investment Managers, en total, 26 países tienen ahora, o están a punto de tener, un compromiso de cero emisiones netas establecido por ley y muchos otros están debatiéndolo. Pero sólo 11 han lanzado ya bonos verdes soberanos. 

“Esperamos que esta cifra aumente a medida que cada vez más países pongan en práctica su compromiso. Hay un fuerte impulso. Después de que Alemania, Hungría, Suecia y Holanda lanzaran los suyos en 2020, Italia, España y el Reino Unido ya se han comprometido para 2021 y, sin duda, es probable que muchos otros lo hagan. Además, en Europa, aunque la región ya está a la cabeza en cuanto a emisiones, es probable que el mercado siga creciendo, dado que el 30% del Fondo de Recuperación de la UE se dedicará a la transición energética”, apunta Plé. 

Para Bertrand Rocher, portfolio manager en Mirova (gestora afiliada a Natixis IM), este año, “la demanda crecerá a un ritmo aún más rápido, ya que en los últimos meses se han observado signos crecientes de que una mayor proporción de inversores de América del Norte, Asia o el sur de Europa manifiestan su interés por estos instrumentos. Este año podría acabar siendo igual que 2020 para los bonos verdes: un paso más en la creación de un mercado profundo y amplio dedicado a las inversiones en una economía más sostenible”. Además, añade que “algunos países emergentes también podrían dar el salto, lo que les permitiría ganar más visibilidad en los mercados”.

Al compromiso de los gobiernos, desde JP Morgan Asset Management, añaden como clave la presión regulatoria. Según señalaba en sus perspectivas para 2021, es esperable que la demanda de bonos verdes se mantenga gracias al respaldo de los incentivos introducidos por medio de la regulación. “Bancos centrales, como el BCE, que cada vez en mayor medida consideran el cambio climático como parte de su mandato, también están debatiendo el papel de los bonos verdes en sus operaciones generales de política monetaria, lo que puede conferir una ventaja relativa en cuanto a precios a los bonos verdes frente a otros bonos con calificaciones y vencimientos similares”, apunta en su documento de perspectivas de inversión para 2021.

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En opinión de NN Investment Partners, la finalización de la primera versión de la nueva Taxonomía de la UE y de la Norma de Bonos Verdes de la UE tendrá un impacto positivo a largo plazo en la integridad y la transparencia del mercado de bonos verdes de la UE y actuará como modelo para la regulación en otras regiones, ya que normalizará y profesionalizará el mercado de bonos verdes, que está madurando rápidamente.

«Estas nuevas normativas anuncian lo que podría ser una década decisiva para la mitigación del cambio climático, con Europa liderando el camino a través de su objetivo de ser neutra en carbono para 2050. La ESG y las finanzas verdes están convirtiéndose en una tendencia real. La pandemia también ha creado un impulso positivo, ya que muchos países necesitan claramente más financiación, y con las ambiciones verdes más fuertes que nunca, el mercado de bonos verdes se verá como una gran oportunidad», apunta Jovita Razauskaite,  Portfolio Manager Green Bond de NN IP.

El otro gran motor es justamente su finalidad: la transición energética a la que dan paso. Las estimaciones que hace Bertrand Rocher, portfolio manager en Mirova (gestora afiliada a Natixis IM) estima que las las nuevas emisiones de bonos verdes podrían superar el récord de 550.000 millones de dólares en 202,  “si las empresas farmacéuticas que producen las vacunas cumplen sus promesas», señala el experto.

En esta movilización de capital hacia la transformación, las compañías y sectores privados también forman parte. Según apunta Plé, en cuanto al crédito, hemos visto que una vez que un nuevo emisor de un nuevo sector se une al mercado, allana el camino para que otros lo sigan. Esto es alentador para sectores como el automotriz, las telecomunicaciones o el inmobiliario, con un enorme potencial para nuevas emisiones verdes. Además, los emisores existentes representan actualmente una parte mayor en términos de valor de mercado que en número. El saldo de emisores del sector automovilístico europeo puede representar sólo el 16% del número total de emisores, pero su valor de mercado se aproxima al 50% del sector. Como resultado, estos emisores tienden a acudir al mercado con mayor frecuencia o con un mayor volumen de emisión, lo que debería proporcionar un apoyo adicional. Este nivel de diversificación que hemos identificado en el mercado también se refleja en los proyectos financiados por los propios bonos verdes. Estos proyectos se están alejando progresivamente de la energía renovable hacia otras formas de reducir el consumo de energía, como el transporte limpio y el desarrollo de edificios verdes”, añade el experto de AXA IM.

Segín destacan desde Insight Investment, parte de BNY Mellon Investment Management y una de las principales gestoras mundiales de activos y riesgos, el sector financiero, con 121.000 millones de dólares, lideró las emisiones del sector empresarial y se convirtió en el primero de este conjunto en superar la marca de 100.000 millones de dólares de emisión anual. Las empresas de servicios públicos siguieron aumentando su volumen de emisión, con 57.000 millones de dólares, un 18% más que en 2019. Otros sectores retrocedieron: un 50% en productos básicos de consumo y un 35% en energía. 

Liderazgo de los bonos verdes

Según los datos de Insight Investment, en 2020 se incorporó al mercado un récord de 500.000 millones de dólares en emisiones de bonos de impacto, lo que supone un aumento del 60% respecto a los 313.000 millones de dólares emitidos en 2019. Los bonos verdes siguieron siendo la mayor categoría de bonos de impacto, con el 53% de las emisiones, pero el aumento de los bonos sociales fue sorprendente, marcando un aumento de casi nueve veces a 161 mil millones de dólares en el COVID-19. 

La emisión de bonos vinculados a la sostenibilidad aumentó un 67% respecto a 2019. Insight anticipa una emisión total de bonos de impacto similar para 2021, aunque con menores volúmenes en las emisiones sociales, compensados por los aumentos en otros ámbitos, en particular la deuda soberana y el crecimiento constante en los sectores corporativos.

«En términos más generales, los inversores en renta fija podrían considerar hasta qué punto están actuando para influir en la estructura de las nuevas emisiones. Las empresas pueden ser receptivas a la participación directa y a la retroalimentación. Además, para los propietarios de activos, como los fondos de pensiones, la naturaleza de la inversión en renta fija requiere la gestión a largo plazo de las cuestiones de sostenibilidad. Hay una gran oportunidad para incorporar objetivos de impacto en los mandatos», concluye Joshua Kendall, gestor de Insight, parte de BNY Mellon Investment Management.

Lombard Odier amplía su colaboración con Plastic Bank para seguir reduciendo el plástico en los océanos

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Pixabay CC0 Public Domain. Lombard Odier amplía su colaboración con Plastic Bank para trabajar por un modelo económico más sostenible

El grupo Lombard Odier ha anunciado la ampliación de su colaboración con Plastic Bank, con una nueva solución diseñada para financiar programas educativos en países subdesarrollados. Esta nueva línea de trabajo completa su objetivo de reducir la presencia de plásticos en los océanos. Esta iniciativa refleja el creciente interés de los clientes por invertir de forma que se consiga un impacto real en el mundo y se obtengan rendimientos financieros.

En la cooperación inicial con Plastic Bank, una empresa social comprometida con la eliminación del plástico en los océanos, que se anunció en julio de 2020, Lombard Odier financió la recogida de más de 788,5 toneladas de plástico en Haití y Egipto. En esta siguiente fase, Lombard Odier apoyará directamente a los niños de las comunidades que recolectan los plásticos con becas educativas para la matrícula y el material escolar, a la vez que seguirá generando un impacto medioambiental, social y económico con Plastic Bank. En total, Lombard Odier proporcionará becas a más de 3.500 niños, al mismo tiempo que evitará que el equivalente a más de 16,5 millones de botellas de plástico de un solo uso llegue a los océanos del mundo. 

Stephane Monier, CIO de Lombard Odier Private Bank, comentó: “En la empresa creemos en la necesidad urgente de un rediseño fundamental de nuestro modelo económico, que actualmente es insostenible. Debemos evolucionar y hacer la transición hacia una alternativa más sostenible y regenerativa, un futuro basado en un modelo circular, esbelto, inclusivo y limpio (CLIC – Circular, Lean, Inclusive and Clean). Nuestra asociación con Plastic Bank apoya directamente este objetivo, a través de la minimización de los residuos y la contaminación de los océanos, así como a la creación de una sociedad justa y segura a través de un mayor acceso a la educación para todos”. 

David Katz, fundador y consejero delegado de Plastic Bank, añadió: “Plastic Bank está potenciando la economía regenerativa mediante la construcción de ecosistemas de reciclaje éticos que eliminan el plástico de los océanos y mejoran la vida de los recolectores. Nuestra continua asociación con Lombard Odier representa una oportunidad para que las instituciones financieras y sus clientes inviertan en el avance educativo de las comunidades vulnerables y en un impacto duradero en el medio ambiente para las generaciones venideras”.