Renta variable: el activo estrella para el resurgimiento europeo

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Renta variable resurgimiento europeo
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Mientras lee estas líneas, dejará de estar pendiente de las redes sociales y puede que se pierda un nuevo anuncio de Donald Trump, presidente de EE.UU., que provoque un seísmo de signo indeterminado en los mercados o vuelva a cambiar las reglas del comercio mundial. Es un riesgo, pero le invitamos a asumirlo. Sobre todo porque hablamos de oportunidades: en mitad de la incertidumbre y las políticas cambiantes, los inversores miran de nuevo al Viejo Continente, obligado a reaccionar ante el desafío MAGA (Make America Great Again) con armas en forma de estímulos fiscales, gasto en defensa, políticas procrecimiento, política monetaria acomodaticia y unión ante los retos, algo que, más allá de las connotaciones políticas, algunos han bautizado como MEGA (Make Europe Great Again). Aunque no pierden de vista el impacto de las políticas al otro lado del Atlántico, las gestoras internacionales consideran que los activos europeos tienen recorrido, y se centran sobre todo en la renta variable de estilo value y de calidad, sin ignorar la renta fija, con un enfoque fundamental, flexible y la gestión activa como bandera.

El mundo es hoy un lugar muy diferente al que describimos a finales de año, cuando hablábamos de perspectivas para 2025. La nueva Administración Trump y su escenografía han cambiado el sentimiento del mercado, las expectativas macro, las reglas comerciales y las relaciones internacionales. Forzada a reaccionar, Europa parece haber despertado, resurgido de su letargo, tratando de no quedar atrás en el tablero de juego, aunque el tiempo dirá si se convertirá en un Ave Fénix o en un viejo Grifo guardián de su caducada hegemonía mundial.

A principios de año, con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, muchos inversores esperaban un repunte de los mercados similar al de los primeros días de su mandato en 2017. Sin embargo, las bolsas estadounidenses retrocedieron, mientras las europeas han repuntado.

Los inversores buscan alternativas al mercado americano, ante las altas valoraciones, la incertidumbre creada por el presidente y las divergencias en política monetaria y las perspectivas inflacionistas. Además Europa, en respuesta a las tensiones geopolíticas, está ajustando su política fiscal con el fin de impulsar el crecimiento estructural. Todo ello ha generado un repunte generalizado de la renta variable en la región.

“Al comenzar 2025, ya se percibía un movimiento de rotación desde los mercados estadounidenses hacia los no estadounidenses, así como cambios de estilo a favor del value cíclico y defensivo. El reciente impulso de los mercados europeos ha estado respaldado por la mejora de los datos económicos y unas perspectivas de beneficios más sólidas. La reciente creación de un fondo de infraestructuras en Alemania por valor de 500.000 millones de euros, junto con la propuesta de la Comisión Europea de destinar 800.000 millones de euros a financiación en defensa, así como las iniciativas para revisar los límites institucionales de la UE, son señales positivas para el crecimiento económico de cara al futuro”, explica Jeffrey Morrison, Institutional Portfolio Manager de MFS IM.

De los estímulos…

Tras el anuncio de estos planes de estímulo, las perspectivas de las firmas de inversión sobre el potencial de la economía europea han mejorado. “Hemos revisado al alza nuestras previsiones de crecimiento para Europa, impulsadas por el ambicioso programa fiscal de Alemania, el aumento del gasto en defensa a nivel de la UE y la posibilidad de un alto el fuego en Ucrania. Existen riesgos al alza para el crecimiento, especialmente si el gasto alemán se ejecuta de forma más agresiva de lo que contemplamos en nuestro escenario base. Además, una resolución permanente del conflicto en Ucrania, en lugar del ‘frágil’ alto el fuego que anticipamos, también sería un factor positivo para el crecimiento”, afirma Pablo Bernal, director de Vanguard en España.

Según la visión de Raúl Fernández, director de Distribución de Amundi Iberia, aunque el crecimiento en la Eurozona se presenta moderado a corto, existen fundamentales que pueden impulsar una recuperación a medio plazo. “El aumento de los ingresos reales, la reducción de tipos de interés del BCE y la fortaleza de los ahorros de los hogares son factores que favorecen la demanda interna. Además, el plan del gobierno alemán para incrementar la inversión pública y flexibilizar las restricciones de endeudamiento

para el gasto en defensa puede convertirse, a partir de 2026, en un catalizador que genere un estímulo fiscal anual de entre el 1,5% y el 2% del PIB. No obstante, reconocemos que la Thomas Krämer (Wellington Management) considera que los mercados europeos están experimentando un cambio de régimen similar al vivido en 2000 y 2008 posible imposición de nuevos aranceles por parte de Estados Unidos, la incertidumbre política inherente al proceso de formación de la nueva coalición en Alemania y las tensiones geopolíticas podrían limitar estos efectos positivos”, advierte.

En cambio, para David Zahn, Head of European Fixed Income de Franklin Templeton, el crecimiento económico en la zona del euro sigue siendo débil, ya que la esperada recuperación impulsada por el consumo aún no se ha materializado. “En 2025, las perspectivas de la región se ven aún más empañadas por una administración estadounidense perturbadora, que provoca una mayor incertidumbre que pesa sobre la confianza de los consumidores y los inversores. Las perspectivas a corto plazo para la zona del euro parecen sombrías y los expertos del BCE siguen revisando a la baja sus previsiones de crecimiento para reflejar esta situación”, añade.

Por su parte, Francesco Sedati, gestor y Head of Equities en Eurizon, ve el entorno actual como un escenario lleno de luces y sombras: “En general somos constructivos, en un entorno muy incierto en el que los aranceles y la posible ralentización de la economía estadounidense podrían tener un impacto negativo en el crecimiento. Centrándonos en lo positivo, nos gustaría destacar el apoyo de los bancos centrales, el plan de rearme anunciado por Alemania y la esperanza de un resultado benigno de los aranceles a través de la negociación, así como el fin de la guerra de Ucrania. En cambio, el debilitamiento del dólar podría convertirse en un factor adverso en el segundo semestre de 2025, pero hasta cierto punto podría ser un mal menor si Europa puede mantener un crecimiento del PIB mejor que el de Estados Unidos”, explica.

Pese a los riesgos, también hay firmas que nunca dudaron de Europa. Matt Burdett, director de Renta Variable en Thornburg Investment Management, explica que hace tres años muchos inversores salieron precipitadamente de Europa tras el estallido del conflicto entre Rusia y Ucrania. “Nosotros no lo hicimos. Al contrario, analizamos las oportunidades que surgieron y encontramos muchas fuentes de beneficios corporativos con valoraciones atractivas, que a nuestro juicio apoyaban una expansión de múltiplos y, en última instancia, un buen comportamiento bursátil. Aunque seguimos viendo un horizonte de crecimiento de beneficios sólidos y valoraciones corporativas atractivas en Europa, también somos muy sensibles al riesgo de que el mercado empiece a sobrecalentarse. Las acciones europeas, finalmente, han vuelto a estar de moda”, afirma Burdett.…

… a la guerra comercial

Si el primer golpe que hizo despertar a Europa fue el cambio en las relaciones internacionales y la mayor tensión geopolítica, el segundo y definitivo ha sido la guerra comercial emprendida por la Administración Trump. “Aunque los aranceles afectarán sobre todo a los consumidores estadounidenses, a Europa debería irle mejor, especialmente si la Comisión Europea firma acuerdos comerciales con otros países. La eliminación del freno de la deuda alemana y el anuncio de planes de apoyo por parte de la Unión Europea también deberían apuntalar las bolsas europeas”, afirma Sebastien Senegas, Head de Iberia y Latam en Edmond de Rothschild AM.

Teniendo en cuenta este contexto de guerra comercial, Robert Schramm-Fuchs, gestor de carteras en el equipo de Renta variable europea de Janus Henderson, considera que al mirar hacia la segunda mitad del año es importante evaluar dónde estamos ahora en el ciclo económico subyacente y cómo los gobiernos de Europa y otros países del mundo responden a la política de EE.UU. “Si bien la inflación actual parece estar bajo control, las expectativas a largo plazo siguen siendo elevadas en comparación con los objetivos del banco central. El riesgo de guerras arancelarias, combinado con políticas de inmigración estadounidenses potencialmente más estrictas, también podría exportar una nueva ronda de presiones inflacionarias, debilitando la confianza económica en Europa. Como consecuencia, el actual ciclo de flexibilización de la política monetaria puede no progresar tan rápido como se esperaba anteriormente, a menos que el crecimiento se desacelere notablemente”, reconoce.

En su opinión, los aranceles son solo un elemento del reordenamiento económico global que busca la nueva administración estadounidense. “Creemos que su objetivo principal es conectar la política económica y militar, al igual que China, que incluye presionar a Europa para que compre más productos estadounidenses, comprometerse a comprar nuevos bonos del Tesoro de EE.UU. con vencimientos ultralargos o volver a comprometerse con el dólar estadounidense como la principal moneda de reserva para el mundo occidental”, afirma el experto. Y cree que puede haber una ventaja para Europa, “al menos en términos de mejorar la confianza de los inversores, con la posibilidad de paz en Ucrania, la desregulación de varias industrias y un estímulo fiscal centrado en el ámbito nacional para acelerar el crecimiento económico”.

Oportunidad pero también reto. Según la visión de Morrison, justamente uno de los principales riesgos a corto plazo son las tensiones comerciales: “La posible imposición de aranceles por parte de EE.UU. podría debilitar las exportaciones europeas, afectando a los beneficios empresariales y a los mercados bursátiles. La incertidumbre geopolítica también representa un riesgo, con los conflictos en curso en Ucrania y Oriente Medio que podrían alterar los mercados de materias primas y las cadenas de suministro. Además, Europa arrastra varios retos estructurales, como la carga regulatoria o las barreras internas al comercio, que lastran la competitividad y productividad de la región”, explica.

En esa línea negativa también se pronuncia Fernández: “La incertidumbre respecto a los nuevos aranceles anunciados por Donald Trump y su aplicación están suscitando temores entre empresas y consumidores que podrían pesar sobre el crecimiento económico a medio y largo plazo, al tiempo que tienen un efecto sobre la inflación”.

Rotación hacia la renta variable europea

En opinión de Grant Cheng, gestor del fondo Allianz European Equity Dividend, en Allianz Global Investors, los inversores globales están dirigiendo cada vez más su atención hacia Europa, al reducir su exposición históricamente elevada a la renta variable estadounidense. “Este cambio está impulsado por una combinación de factores: políticas fiscales de apoyo, una perspectiva de inflación más favorable y atractivas oportunidades de rentabilidad por dividendo en Europa. Europa se está beneficiando de un sólido gasto público, especialmente en defensa (es decir, el ‘rearme de Europa’) e infraestructuras, particularmente en Alemania, ahora que existe una mayor flexibilidad en la regla del freno de la deuda”, matiza el gestor.

De hecho, argumenta que en EE.UU. los aranceles y la incertidumbre sobre la economía y la política gubernamental están frenando el crecimiento. Sin embargo, cree que algunas decisiones del nuevo gobierno podrían comprometer el estatus de “valor seguro” del país, lo que de nuevo favorece a Europa. “Mantenemos un optimismo prudente sobre ciertos mercados de renta variable, en un entorno donde es probable que se produzcan momentos de volatilidad. Vemos valor en una posición larga en Europa, así como oportunidades en China e India”, señala Cheng.

Para Thomas Krämer, Investment Director en Wellington Management, los mercados europeos están experimentando un cambio de régimen similar al vivido en 2000 y 2008. “Acelerado por los acontecimientos geopolíticos y las decisiones políticas en Europa, este cambio de régimen afectará significativamente a la renta variable europea. Durante más de una década, Europa experimentó una escasa demanda interna, baja inflación y bajos tipos de interés. En el nuevo régimen, creemos que la demanda interna debería ser más fuerte, la inflación y los tipos de interés serán probablemente estructuralmente más altos, aumentará la intervención política y las valoraciones de las acciones volverán a importar”, afirma.

Para algunas gestoras, estamos ante un viaje que lleva del mítico Make American Great Again (MAGA) a Make Europe Great Again (MEGA). Según explica Richard Halle, gestor del fondo M&G (Lux) European Strategic Value Fund, uno de los motivos por los que los inversores redirigieron su atención de EE.UU. hacia Europa a comienzos de este año fue la enorme diferencia de valoración que se había abierto entre ambos mercados. “Históricamente, las acciones europeas han cotizado con descuento respecto a sus homólogas estadounidenses, pero la reelección de Donald Trump en noviembre de 2024 llevó a los ya sobrevalorados mercados estadounidenses a nuevos máximos, ampliando el descuento de valoración de Europa hasta niveles rara vez vistos”, señala.

En M&G consideran que no se trata solo de las valoraciones, ni del agotamiento del llamado “excepcionalismo estadounidense”, sino que los cambios macroeconómicos fundamentales que se han puesto en marcha en el Viejo Continente podrían reforzar sus perspectivas a largo plazo. “La agitación provocada por los aranceles domina actualmente los titulares y existe un alto grado de incertidumbre sobre lo que depara el futuro. Sin embargo, cuando el polvo se asiente y la nueva era del comercio mundial se aclare, los inversores podrían recordar las tendencias que ya estaban ganando impulso antes de Trump, en particular el resurgimiento de las acciones europeas. Con un amplio descuento de valoración respecto al mercado estadounidense y el potencial de impulsores fundamentales, a largo plazo creemos que el futuro de la región es prometedor. A pesar de los riesgos que suponen los aranceles, una posible recesión y la guerra en Ucrania, creemos que hoy es posible construir una historia positiva sobre Europa, y somos especialmente optimistas respecto a que el próximo capítulo de la región ofrecerá muchas oportunidades para los inversores en valor”, argumenta Halle.

En busca de oportunidades

Dentro de esa rotación, ¿dónde están las oportunidades? Sedati, desde Eurizon, ve oportunidades claras en el sector industrial en general -no solo en defensa-, ya que podría seguir mejorando con el apoyo de los planes fiscales y las tendencias estructurales. “Del mismo modo, los bancos también podrían seguir beneficiándose de un entorno de tipos que, a estos niveles, les permite obtener buenos ingresos. Potencialmente, las oportunidades más interesantes podrían encontrarse en sectores que se perciben como perdedores en cuanto a los aranceles, pero que podrían beneficiarse de una negociación exitosa con EE.UU. como, por ejemplo, los automóviles, las bebidas o el lujo”, indica el gestor de Eurizon.

Para Krämer, de Wellington Management, los principales ganadores en el nuevo régimen serán las áreas del mercado que fueron descuidadas en el régimen anterior, “en particular, las empresas de pequeña y mediana capitalización con un enfoque nacional, que se beneficiarán del aumento del gasto fiscal y las tasas estructuralmente más altas, especialmente en áreas como infraestructura, defensa y finanzas”.

Por su parte, Schramm-Fuchs pone el foco en aquellas compañías que permiten o están posicionadas para beneficiarse de la desglobalización. “Áreas como la automatización industrial, la digitalización, la electrificación y los materiales de construcción son las que tienen potencial para prosperar, mientras que los grandes operadores tradicionales en sectores como la elaboración de cerveza, la restauración y el software empresarial podrían ver reforzadas sus posiciones ya dominantes a medida que el fin del dinero prácticamente ‘gratis’ atenúe la amenaza de disrupción por parte de empresas emergentes no rentables. Europa ofrece oportunidades para acceder a estos temas, y los inversores pueden aprovechar el hecho de que alberga a muchos grandes campeones mundiales que cotizan a lo que consideramos valoraciones razonables”, argumenta el gestor de Janus Henderson.

Calidad y value

Eurizon y Janus Henderson coinciden en apostar por la renta variable, pero ambas firmas advierten de que la clave está en la selección de valores. “Creo que una estrategia que combine el análisis de temas globales y sectoriales con el análisis fundamental ascendente de las empresas puede ayudar a identificar aquellas firmas con los argumentos más sólidos para el clima de inversión actual”, añade Schramm-Fuchs, que cree clave “un riguroso análisis fundamental de las empresas para identificar sectores en desuso con buenos precios y acciones que se acercan a un punto de inflexión para la recuperación, u oportunidad, en un plazo razonable”.

En la calidad de los valores también insisten desde MFS IM. Según el análisis que hace Morrison, el contexto macro favorece el rendimiento de acciones de beta elevada con sólidos beneficios y buen momentum, especialmente en sectores como tecnología, industriales, materiales y consumo discrecional. “Dicho esto, el entorno actual puede provocar un giro temporal hacia acciones con características propias de etapas más tardías del ciclo, como mayores rendimientos por dividendo, alta rentabilidad y modelos de negocio sostenibles. Estas cualidades se encuentran habitualmente en sectores como salud, bienes de consumo básicos, utilities y energía”, indica el gestor.

Para el responsable de Renta Variable de Thornburg Investment Management, el mercado está reconociendo el potencial del value en Europa, así como de algunos sectores y capitalizaciones. “Europa ofrece una inclinación hacia el value frente al growth, que predomina en EE.UU., donde el sector tecnológico está mostrando signos de agotamiento debido a las dudas sobre el retorno de la inversión en gasto de capital y las valoraciones exigentes. Por el contrario, Europa ofrece una oportunidad a largo plazo, ya que la revalorización favorece no solo al estilo value frente al growth, sino también a los sectores cíclicos frente a los defensivos, y a las compañías de pequeña y mediana capitalización —junto con las de gran capitalización— frente a las firmas megacapitalizadas. Por sectores, vemos mejor posicionados a los recursos básicos ligados a infraestructuras y construcción, así como a bancos y aseguradoras”, sostiene Burdett.

Una visión que también comparte Fernández desde Amundi: “Creemos que el estilo value en Europa ofrece aún un descuento sobre el growth. Además, tiene un sesgo procíclico y debería poder beneficiarse de una recuperación económica y unos tipos de interés más bajos. Por otro lado, los episodios de volatilidad en el mercado pueden ofrecer oportunidades para los gestores que seleccionan activamente compañías que cotizan por debajo de su valor intrínseco”, defiende.

Por último, desde Allianz GI, Cheng añade que “las carteras bien diversificadas geográficamente son clave y destaca que, ante la volatilidad esperada de los tipos de interés, el entorno requiere un enfoque selectivo que implique un análisis detallado y específico de cada título”.

Sin olvidar la renta fija

La renta variable es la gran propuesta de las gestoras internacionales, pero no la única. La renta fija europea también ha ganado atractivo gracias a la política que está siguiendo el Banco Central Europeo (BCE). Según el análisis que hace el responsable de deuda europea de Franklin Templeton, no podemos olvidar que sus actuaciones son adecuadas y beneficiosas para los inversores en bonos.

“La continua reducción de los tipos de interés favorece a los bonos europeos en general, y especialmente a los situados en el extremo corto de la curva de rendimientos, donde los tipos bajan más rápidamente. Dado que es probable que tanto los tipos de interés como la inflación disminuyan en Europa este año, nuestras perspectivas para la renta fija europea siguen siendo favorables”, argumenta Zahn. Según su previsión, el BCE necesitará ser más flexible debido a la debilidad económica de la región, por lo que cree que el creciente diferencial es positivo para los inversores en renta fija europea, a pesar de los riesgos políticos superiores a la media en Alemania y Francia.

“En los mercados de renta fija, el aumento del gasto alemán y europeo significa que parece probable que se emita más deuda. Esto indica la probabilidad de un aumento estructural de los rendimientos de los bonos europeos a medio plazo. Desde principios de marzo, el rendimiento del Bund a 10 años ha pasado del 2,41% al 2,87%. Sin embargo, el alcance del apoyo de la UE o intergubernamental al aumento del gasto en defensa sigue siendo incierto. Por eso es difícil ofrecer perspectivas sólidas sobre lo que está por venir. A medio plazo, podríamos prever unos rendimientos del Bund a 10 años de entre el 3% y el 3,5%, pero seguiremos de cerca la evolución del mercado”, matiza Zahn.

Desde Vanguard, Bernal explica que dado el nivel relativamente alto de los rendimientos iniciales y la escasa prima de riesgo de la renta variable global, siguen recomendando una mayor exposición a la renta fija en carteras multiactivo. “Aunque los diferenciales del crédito global se mantienen bastante ajustados, seguimos pensando que la prima de riesgo que ofrece es razonable. Los bonos corporativos en euros ofrecen actualmente mejor valor que los estadounidenses. Sin embargo, dado el contexto de incertidumbre del mercado, encontramos oportunidades y diversificación en el crédito global, adoptando un enfoque de gestión activa”, apunta el Country Head Spain de la gestora.

Aunque su principal apuesta es la renta variable, desde Allianz GI reconocen que el actual cambio de sentimiento del mercado y de los inversores tiene implicaciones para los bonos soberanos. “Nuestra mayor convicción está en los Gilts británicos. En general, mantenemos una ligera sobreexposición a la duración en Reino Unido y la zona del euro. Creemos que los diferenciales de grado de inversión cuentan con el respaldo del carry y el momentum”, explica la gestora.

No obstante, la gestora espera que se produzca un empinamiento de la curva de tipos en Europa, debido a los grandes planes de gasto en defensa en Alemania y otros países, cuyos efectos tardarán en materializarse. “Las perspectivas para los Gilts son favorables y están basadas en las valoraciones y en las expectativas del mercado sobre la política de los bancos centrales. En Reino Unido, a diferencia de lo que ocurre en la zona euro o en Canadá, los posibles recortes de tipos no están totalmente descontados. A raíz del reciente buen desempeño de los bonos del gobierno británico, hemos recogido parcialmente beneficios en esta clase de activo. En nuestra opinión, no resultaría adecuado buscar un exceso de riesgo en los mercados de crédito”, matiza la firma de inversión.

Para John Taylor, responsable de Renta Fija europea de AllianceBernstein, tanto los bonos soberanos como el crédito tienen un papel importante en las carteras, especialmente ahora, dada la creciente volatilidad. Según su visión, los inversores aún disponen de demasiado efectivo sin invertir y han demostrado una disposición persistente a posicionarse en los mercados de crédito ante cualquier aumento en los diferenciales o rendimientos.

“Hay muchas industrias que no se verán directamente afectadas por los aranceles, aunque sí se verán impactadas indirectamente por unas perspectivas de crecimiento general más lentas, como los bancos o las empresas de servicios; creemos que estas superarán al mercado en general a partir de ahora. Además, el high yield ofrece rendimientos atractivos en términos absolutos frente a la media de los últimos 15 años, y sigue siendo un mercado de mayor calidad si se compara con el estadounidense”, afirma Taylor.

Más allá de los activos tradicionales, el responsable de Iberia y Latam en Edmond de Rothschild AM pone el foco en los activos privados, que han ganado peso en las carteras de los inversores. En su opinión, el sector inmobiliario, tras un 2024 tranquilo, muestra señales de recuperación, especialmente en Suiza. Senegas ve oportunidades en los temas transversales de la logística local y la deuda privada inmobiliaria. “También prevemos un primer se mestre de 2025 más activo en private equity mid cap, particularmente gracias a la bajada de los tipos de interés en Europa”, indica.

La gestión activa gana protagonismo

A la hora de analizar cómo abordar las oportunidades en este entorno macroeconómico volátil, Morrison defiende que los inversores deberían buscar estrategias capaces de gestionar la incertidumbre y los riesgos de forma eficaz. “Este es el momento en que la gestión activa puede destacar. En nuestra opinión, la forma más adecuada para lograr estos objetivos es con una estrategia europea de renta variable basada en análisis combinado, que permite a los inversores aprovechar la baja correlación y las características complementarias de los enfoques del análisis fundamental y cuantitativo. El análisis fundamental ayuda a identificar empresas de alta calidad con balances sólidos, beneficios estables y ventajas competitivas, algo clave en periodos de incertidumbre”, argumenta.

Desde Wellington Management no olvidan que la rápida evolución del entorno geopolítico hace probable que las perspectivas económicas globales se vean negativamente afectadas por el aumento de los aranceles y la tendencia general a la desglobalización. “La mayor volatilidad y la dispersión en los mercados de renta variable ofrecen oportunidades atractivas para los inversores activos capaces de evaluar las oportunidades desde una perspectiva bottom-up y de cara al futuro, con un enfoque a más largo plazo en mente. Las exposiciones pasivas podrían no captar estas oportunidades, ya que están intrínsecamente sesgadas hacia la capitalización bursátil y, por tanto, hacia el éxito del pasado”, concluye Krämer en su defensa de la gestión activa.

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Nalba Advisors refuerza su vertical en consultoría de sostenibilidad con el fichaje de Xavier Saltó como director de descarbonización

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Nalba Advisors sostenibilidad descarbonización
Foto cedidaXavier Saltó, nuevo director de descarbonización de Nalba Advisors.

Nalba Advisors, firma de consultoría estratégica especializada en banca, pagos y sostenibilidad, ha incorporado a Xavier Saltó como nuevo director de descarbonización. Un profesional con amplia trayectoria nacional e internacional en transición energética, eficiencia y sostenibilidad aplicada al negocio. Con esta incorporación, la compañía refuerza su apuesta por una sostenibilidad enfocada a la generación de valor real para el negocio, basada en la monetización de los activos y oportunidades energéticas mediante la eficiencia, la rentabilidad y la ventaja competitiva. Además, lo hace en un momento clave para el cumplimiento regulatorio, la evolución tecnológica y la búsqueda de rentabilidad en la transformación verde.

«La sostenibilidad es también una oportunidad de negocio. Nuestro objetivo es acompañar a las organizaciones en la transformación de sus operaciones para hacerlas más eficientes, más rentables y, por supuesto, con menor impacto ambiental. Eso es descarbonizar con sentido estratégico«, señala Xavier Saltó, director de descarbonización de Nalba Advisors.

Sólida formación y experiencia con grandes entidades y proyectos globales

Ingeniero industrial por la Universidad Politècnica de Catalunya, Saltó cuenta con un Máster en Energía y Gestión de las Energías Renovables y otro en BIM Management por la Universidad de Barcelona. Su perfil se ha ido completando con una sólida formación en inversión socialmente responsable, economía circular y desarrollo sostenible, adquirida en instituciones como el Instituto de Estudios Bursátiles y la Universidad de Copenhague. También cuenta con acreditaciones en inversión sostenible, EFPA ESG además de LEED y BREEAM en construcción sostenible, y ha sido certificado como experto en cambio climático por la Generalitat de Catalunya.

A lo largo de su carrera, ha desarrollado estrategias de descarbonización, cálculo de huella de carbono y análisis de riesgos físicos y de transición para entidades financieras, aseguradoras, gestoras de activos y organizaciones públicas. Ha trabajado para clientes como BBVA, Bankinter, Caixabank, Unicaja Banco, Ibercaja, Banca March, CESCE o el Ministerio para la Transición Ecológica, y ha colaborado con el programa Medio Ambiente de la ONU y liderado, proyectos internacionales de eficiencia energética y políticas públicas en países como Perú. Asimismo, ha participado en conferencias internacionales y ha sido reconocido en distintos foros del ámbito de la sostenibilidad y la arquitectura.

Compromiso de Nalba con un modelo de sostenibilidad aplicado al negocio

Además, el nombramiento de Xavier Saltó se produce en un momento de gran dinamismo en el ámbito de la sostenibilidad. La entrada en vigor de normativas como la Directiva de Reporte de Sostenibilidad Corporativa (CSRD) o la Taxonomía verde está obligando a grandes empresas y entidades financieras a integrar la sostenibilidad en su gestión estratégica. Así, la elaboración de planes de descarbonización, la medición de riesgos climáticos o el cumplimiento de requisitos de transparencia ya no son opcionales, sino una exigencia regulatoria y de mercado.

«Estamos construyendo un modelo de consultoría en sostenibilidad que huye de los discursos vacíos y se centra en generar impacto medible en el negocio. Xavi aporta una visión técnica y estratégica de altísimo valor, y estamos convencidos de que su incorporación nos ayudará a escalar nuestro impacto y acompañar mejor a nuestros clientes en este proceso«, afirma Pedro Rodríguez, socio de Nalba Advisors.

Con esta incorporación, Nalba Advisors da un paso adelante en su posicionamiento como socio estratégico para organizaciones que buscan transformar su modelo operativo de forma eficiente, rentable y sostenible. Saltó liderará un área clave en la firma, trabajando junto a un equipo multidisciplinar que combina capacidades en estrategia, riesgos, energía y gobernanza, con el objetivo de ofrecer un enfoque integral a los retos actuales de sostenibilidad.

“Trump ofrece un espectáculo cómico sin estrategia económica”: Bernardos contra el liderazgo del presidente estadounidense, que Agnese defiende como “creador de un nuevo paradigma”

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Trump espectáculo económico sin estrategia
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En un contexto de incertidumbre global, con tensiones geopolíticas crecientes, políticas proteccionistas y nuevos modelos de liderazgo que sacuden los cimientos del orden económico tradicional, el Instituto de Estudios Financieros (IEF) y la Barcelona Finance School (BFS) han organizado el acto “Mind the Gap: dos posiciones delante de un escenario económico incierto”. La cita, celebrada en el espacio Portal Eixample en Barcelona, ha congregado a un centenar de asistentes del ámbito económico, académico y mediático.

El debate, moderado por Ferran Teixes, director general del IEF y de la BFS, ha tenido como protagonistas a dos economistas de prestigio, pero con visiones marcadamente opuestas: Gonzalo Bernardos, profesor titular de Economía en la Universidad de Barcelona y consultor económico e inmobiliario, y Pablo Agnese, profesor de la UIC Barcelona y colaborador de la BFS.

Trump, Milei y los nuevos liderazgos

Uno de los temas centrales fue el impacto global del regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos. Para Bernardos, el liderazgo del republicano representa un peligro para el equilibrio internacional: “Nunca hemos tenido a alguien tan inconsciente y con tan poca idea de economía. Es un espectáculo cómico”, afirmó con rotundidad. En su opinión, la falta de estrategia de Trump perjudica gravemente a China, pero también a Europa, al tiempo que genera un nuevo escenario de incertidumbre global.

Agnese, en cambio, defendió una visión más pragmática: “Mal vamos si seguimos pensando que Trump y Milei son unos locos. Esa es la broma fácil. Representan un tipo distinto de liderazgo que puede dar resultados”. Según él, se está produciendo un cambio de paradigma, con un giro hacia modelos más disruptivos y eficaces: “Trump está atacando directamente el gasto público y está fabricando una nueva realidad. Es más listo de lo que parece”.

Impacto económico en Europa y España

Ambos expertos coincidieron en que Europa atraviesa un momento delicado, pero sus diagnósticos fueron divergentes. Bernardos fue muy crítico con el legado de Angela Merkel, especialmente por el cierre de centrales nucleares y la dependencia energética de terceros países: “Europa se ha convertido en un parque temático. No pinta nada. Dependemos militarmente de EE.UU. y económicamente de Asia. El neoliberalismo ha fracasado rotundamente aquí”, sentenció.

Desde una visión más constructiva, Agnese recordó que Europa solo genera el 7% de las emisiones globales y que la presión medioambiental recae ahora sobre países en desarrollo: “Es normal que India o China contaminen más. Nosotros ya lo hicimos. Ahora les toca crecer”.

En cuanto a España, Bernardos destacó que el país podría salir reforzado de la guerra comercial de EE.UU. contra China y Europa: Exportamos poco a EE.UU., solo un 4,8%, así que no nos afectará mucho. Al contrario, al no exportar tanto, aumentará la demanda interna y eso moverá nuestra economía”. También remarcó que “es un momento excelente para los inversores en bolsa”.

Mercado laboral y subsidios: un modelo en revisión

El debate sobre el mercado laboral también reveló posiciones enfrentadas. Bernardos criticó la falta de motivación para trabajar en algunos sectores y propuso una revisión drástica de los subsidios: “O se trabaja o se acaban los subsidios. El absentismo laboral es bestial. Quienes están tirando del carro son los inmigrantes. Gracias a ellos la economía se sostiene”.

Agnese, más centrado en la productividad, apuntó: “En España hay unos 10 millones de inmigrantes. No es ni bueno ni malo. No son el motor de la economía. Lo que hace falta es incentivar la productividad, esa es la clave”.

Políticas monetarias, mercado inmobiliario y sanidad

En el ámbito de las políticas monetarias y el mercado inmobiliario, Bernardos insistió en la necesidad de redistribuir la renta: “El neoliberalismo empobrece a muchos para enriquecer a unos pocos. No todos tienen las mismas oportunidades”. Aunque criticó el “boom” inmobiliario, fue optimista respecto al futuro del sector: “La política inmobiliaria va a mejorar en los próximos años”.

Sobre la sanidad, Bernardos defendió con vehemencia el modelo español: “Nuestra sanidad pública y privada salva muchísimas vidas. En EE.UU., curarse cuesta una fortuna. Allí, la salud es un negocio”. Agnese, por su parte, puso en valor los avances científicos en territorio estadounidense: “Muchos de los grandes avances en medicina se producen en EE.UU. y acaban beneficiando a Europa”.

Argentina y el giro liberal

Finalmente, Agnese defendió las políticas de Javier Milei en Argentina, señalando que ya se están viendo efectos positivos: “La inflación ha desaparecido en comparación con el año pasado, la pobreza ha disminuido y ya no hay presión monetaria. El cambio de paradigma ha dado frutos”.

Conclusión: contraste necesario

“Mind the Gap” demostró que la divergencia de ideas no solo es saludable, sino necesaria para entender un mundo en constante transformación. Teixes cerraba el acto subrayando: “Este tipo de debates nos ayudan a pensar en múltiples direcciones. No hay una única verdad, y el reto es saber moverse entre las incertidumbres”.

En definitiva, el evento ha ofrecido una panorámica poliédrica y enriquecedora de la economía actual, y ha reafirmado el papel del IEF y la Barcelona Finance School como referentes en el análisis económico en Cataluña y España.

Deutsche Bank España nombra a Borja Martos responsable de Bank for Entrepreneurs

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Deutsche Bank Borja Martos Bank for Entrepreneurs
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Deutsche Bank España ha nombrado a Borja Martos nuevo responsable de Bank For Entrepreneurs, el área que engloba tanto Business Banking como Banca Privada y Wealth Management, y un pilar clave dentro de la estrategia de crecimiento de la entidad. Según explica la entidad, compatibilizará este cargo con su responsabilidad al frente del área de Banca Privada & Wealth Management que lidera desde el año 2018.

Además, señalan que su nombramiento permitirá reforzar aún más la colaboración entre los equipos de Wealth Management, Private Banking y Business Banking para seguir impulsando la creación de valor para las familias empresarias de nuestro país. De este modo, Mar López, responsable de Business Banking, reportará a Borja en su nuevo rol al frente de Bank for Entrepreneurs, y liderarán la ejecución de la estrategia dirigida a empresas y altos patrimonios del país.

“Este nombramiento es un paso natural dentro de la estrategia de negocio, pues servirá para crear sinergias entre las distintas áreas que componen nuestro Private Bank para ofrecer un servicio integral a nuestros clientes. La dilatada experiencia de Borja Martos será además diferencial para atender las necesidades particulares y corporativas de las familias empresarias”, ha afirmado Susana Valero, responsable de Private Bank de Deutsche Bank España.

Banco Sabadell consolida su modelo de banca privada y supera los 66.000 millones de euros de volumen de negocio

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Foto cedidaXavier Blanquet (der.) al recibir el premio.

Banco Sabadell avanza con éxito en la consolidación de su modelo de banca privada desplegado hace ya dos años, superando los 66.000 millones de volumen de negocio a cierre de abril de 2025, un 33% más desde el despliegue de la estrategia. SabadellUrquijo, la unidad especializada en este segmento, se afianza como uno de los referentes del sector con más de 130.000 clientes (+40%) que muestran su confianza con incrementos de sus activos bajo gestión. 

El subdirector general de Banco Sabadell y director de Negocio de Sabadell Urquijo Banca Privada, Xavier Blanquet, ha subrayado que “en los dos últimos años se ha transformado por completo la propuesta de valor, pero se ha mantenido la esencia de Banco Sabadell: la vocación de servicio al cliente. Tras estos años de fuerte crecimiento tanto en número de clientes como en volumen de negocio, nuestro foco continúa estando en la mejora continua de todos y cada uno de los aspectos que conforman la propuesta de valor. La satisfacción de los clientes y sus recomendaciones son las que nos harán crecer”.

La propuesta ha supuesto un hito significativo en la evolución de la gestión patrimonial de la entidad basada en la personalización y una oferta de productos especializada. Su principal valor reside en la estrecha colaboración entre las distintas redes del banco (comercial, empresas y privada), que permite identificar oportunidades y atender de forma integral las necesidades de los clientes. Esta coordinación se complementa con una oferta desarrollada por el equipo especialistas del banco, aunando innovación y personalización en la oferta de productos y servicios.  

Para Banco Sabadell también es fundamental el acompañamiento desde la cercanía y la confianza a clientes por parte de los banqueros, lo que está siendo reconocido a través de unos niveles de experiencia del cliente medidos con Net Promoter Score (NPS) y por el grado de satisfacción con el gestor.

Entre los productos más destacados y demandados de banca privada figuran los fondos de inversión y las carteras de gestión discrecional, junto con estructurados, productos de seguros y la oferta en activos alternativos. Los acuerdos con Amundi y Zurich juegan un papel principal para poder contar con una oferta atractiva y competitiva.

Un modelo de banca privada reconocida en los Global Private Banker Awards 2025

Impulsada por los sólidos resultados de los últimos ejercicios y la fortaleza de su estrategia, el negocio de Banca Privada de Banco Sabadell ha sido reconocido, por segundo año consecutivo, en los Global Private Banker Awards 2025, con cuatro galardones: Private Banker of the Year–Europe, Best Private Bank for Multi-Asset Products, Best Discretionary & Advisory Service Offering–Overall y Outstanding Client Experience in Wealth Management–Overall.

Los premios, organizados por Global Private Banker, medio de referencia en el ámbito financiero internacional, distinguen a las instituciones que han destacado a nivel global por su excelencia en la gestión patrimonial, la innovación en productos y la calidad del servicio al cliente. La ceremonia de entrega tuvo lugar ayer en Singapur y reunió a las principales firmas de banca privada del mundo en una cita que reconoce las mejores prácticas del sector.

Xavier Blanquet, banquero privado del año en Europa

Uno de los reconocimientos más destacados ha sido el de Private Banker of the Year – Europe, concedido a Xavier Blanquet, subdirector general y director de Negocio de Banca Privada. El jurado ha valorado su capacidad de impulsar el crecimiento del negocio, consolidar una estrategia centrada en el cliente y garantizar un asesoramiento de alto valor añadido.

Por su parte, la distinción como Best Private Bank for Multi-Asset Products (Mejor banca privada en productos multiactivo) pone en valor una oferta que combina fondos de inversión, carteras asesoradas, productos estructurados, seguros de ahorro y asesoramiento personalizado. Esta estrategia ha contribuido a aumentar la rentabilidad de los clientes e instituciones, incrementando los activos bajo gestión y optimizando la experiencia del cliente. 

En paralelo, la entidad ha sido reconocida con el premio a Best Discretionary & Advisory Service Offering – Overall (Mejor oferta global de servicios discrecionales y de asesoramiento), gracias a un modelo especializado que ha logrado un Net Promoter Score (NPS) del 38% en 2024 y una captación de nuevos clientes basada mayoritariamente en recomendaciones personales (86%).

El cuarto reconocimiento, Outstanding Client Experience in Wealth Management – Overall (Mejor experiencia global de cliente en gestión patrimonial), destaca la apuesta de la entidad por la mejora continua del servicio y la transformación digital. 

Estos avances conseguidos en Banco Sabadell se reflejan en unos niveles récord de satisfacción: en abril de 2025, el índice de recomendación de clientes (NPS) alcanzó un 45%, superando en siete puntos el cierre del año anterior, mientras que la valoración global del servicio (SGG) se situó en 9,3 sobre 10. Además, el 81,4 % de los clientes puntuó a la entidad con un 9 o un 10, destacando especialmente el trato, la calidad del servicio y la personalización como los principales motivos de recomendación.

Entre otros premiados en esta edición se encuentran también JP Morgan, Citi, Bank of America, Bank of Singapur, Barclays, BNP Paribas, Deutsche Bank o HSBC. 

 

Mirabaud renueva su compromiso con el Centro Pompidou de París y apoya la extraordinaria exposición de Wolfgang Tillmans

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Mirabaud ha anunciado la renovación de su colaboración con el Centre Pompidou de París por tres años más. Iniciada en 2022, ahora apoya su última exposición, dedicada a Wolfgang Tillmans, antes del cierre del histórico edifício por renovación.

El artista alemán, único ganador del Premio Turner de fotografía, ocupará los 6.000 metros cuadrados de la antigua Bibliothèque publique d’information (Bpi) en la 2ª planta, despojada de su mobiliario. Esta extraordinaria exposición consistirá en una instalación a gran escala que explora varias décadas de creación fotográfica –combinando fotos, vídeos, sonidos, textos y performances– marcada por un enfoque decididamente libre, experimental y comprometido. 

En la frontera entre las eras analógica y digital, Wolfgang Tillmans nunca ha dejado de ampliar los límites de lo visible. Capta la fragilidad, a veces bella, a veces inquietante, del mundo físico, al tiempo que produce imágenes sin cámara que celebran la pureza (y la impureza) de la materia fotosensible en los albores de su obsolescencia. El artista ha creado un universo estético que hunde sus raíces en sus primeras observaciones astronómicas y en la contracultura de principios de los noventa. Esta exploración ha alimentado su búsqueda de formas contemporáneas de humanismo y convivencia, una búsqueda cuya influencia se extiende más allá del arte contemporáneo. 

“Estamos encantados de apoyar esta exposición dedicada a una figura fundamental del arte contemporáneo internacional y a uno de los artistas de nuestra colección que apreciamos desde hace mucho tiempo. Esta exposición pionera, la mayor jamás organizada en Francia sobre el artista, será más que una ‘retrospectiva’, será un manifiesto”, afirma Lionel Aeschlimann, socio director senior del Grupo Mirabaud

Stéphane Jaouen, director de Mirabaud Wealth Management en Francia, añade: “Nos sentimos honrados y emocionados de apoyar la última exposición del Centro Pompidou que tendrá lugar justo antes de que este emblemático centro de cultura y aprendizaje cierre por renovación. La obra de Wolfgang Tillmans encarna una libertad de visión, una búsqueda constante de sentido y una apertura al mundo que resuenan profundamente con nuestros valores”.

Para seguir contribuyendo a la reputación del Centro Pompidou, incluso durante su renovación, Mirabaud ha ampliado su colaboración durante tres años más. Así, apoyará una exposición al año entre 2025 y 2027, presentada en las principales instituciones culturales de París, como el Louvre y el Grand Palais. 

“El arte contemporáneo desempeña un papel esencial en nuestra sociedad al invitarnos a reevaluar el mundo y cuestionarnos a nosotros mismos. Esta idea está en el corazón de nuestro compromiso con el arte contemporáneo, ya que nos incita a ver más allá de las apariencias y a explorar nuevas perspectivas”, explica Lionel Aeschlimann. “Queremos apoyar exposiciones que marquen la historia del arte para que sean accesibles al público más amplio posible”, añade.

Fundado en 1819, Mirabaud es un grupo bancario y financiero de alcance internacional que, desde hace varias décadas, se compromete activamente a promover el arte contemporáneo. El Grupo apoya a los artistas mediante la adquisición de obras para su colección, pero también a instituciones, galerías y otros espacios de exposición, con una lógica de compartir con el mayor número posible de personas. Además del Centro Pompidou, Mirabaud es uno de los miembros fundadores y socio histórico del Museo de Arte Moderno y Contemporáneo (MAMCO) de Ginebra, y también patrocina numerosas otras instituciones en todo el mundo, como el Museo de Bellas Artes de Montreal, la Fundación Bechtler en Uster, el Quartier des Bains y el festival Geneva Lux en Ginebra, así como la Fundación Cerezales en España.

EBN Banco crea Cartera liquidez, una cartera de fondos para optimizar la liquidez frente a las cuentas corrientes

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En un entorno de tipos a la baja debido a la política monetaria puesta en marcha por los principales bancos centrales, EBN Banco ha creado un nuevo producto denominado Cartera liquidez diseñado para optimizar la liquidez de sus clientes de una forma fiable, eficiente y fiscalmente ventajosa.

Este producto consiste en una cartera diversificada de varios fondos de inversión que permite obtener una rentabilidad superior a una cuenta corriente remunerada y que se puede liquidar de forma rápida, sin ningún tipo de gasto de cancelación.

El pronóstico de rentabilidad actual anualizada es del 2,35%. Desde el inicio de la normalización de los tipos de interés en la Euro Zona (julio dec 2022) la cartera de liquidez habría obtenido una rentabilidad acumulada del 9,7% (3,7% en términos anualizados), destacando su mínima volatilidad (+0,15% anualizado).

“Es una opción muy atractiva para aquellos clientes que quieren tener liquidez sin perder patrimonio. Nuestra Cartera liquidez tiene un riesgo muy limitado debido a su alta diversificación entre emisores, vencimientos y geografías”, señala Manuel Puente Gascón, director de Estrategia de EBN Banco. 

Otra de sus ventajas es su fiscalidad más favorable, dado que la inversión en fondos permite diferir la tributación hasta el momento del reembolso, a diferencia de los intereses de cuentas corrientes que tributan anualmente.

Nuevos productos de ahorro

Ante la caída de tipos, EBN Banco ha lanzado en los últimos tiempos nuevos productos que permitan a sus clientes una mayor rentabilidad, pero siempre desde una perspectiva de ahorro conservador. Este es el caso de sus depósitos combinados (imposición a plazo fijo y fondos de inversión) y la variante de combinados estructurados, las notas estructuradas garantizadas, el acceso al mercado secundario de renta fija, depósitos en dólares o depósitos a largo plazo.

El camino de espejos de las finanzas sostenibles

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La inversión sostenible ha recorrido un largo camino en la última década, convirtiéndose en un componente fundamental de la estrategia empresarial y financiera global. Sin embargo, en los últimos años, el entorno geopolítico, las tensiones regulatorias y el creciente escepticismo social ante los resultados de algunos fondos sostenibles debido a los efectos económicos de la guerra de Ucrania –inflación, costes energéticos y tipos de interés- han desafiado su avance. ¿Está en riesgo ese avance? ¿Hay una creciente brecha entre Estados Unidos y Europa? ¿La sostenibilidad está dejando de ser una convicción estratégica para algunos? ¿Estamos ante un problema de narrativas antiostenibilidad?

El contexto geopolítico y el auge del sentimiento anti-ESG: una dualidad transatlántica en las finanzas sostenibles

Desde 2022, hemos presenciado un giro político y cultural en torno a las inversiones sostenibles, especialmente en Estados Unidos. El auge del movimiento anti-ESG, liderado por sectores políticos conservadores, ha generado no solo una campaña mediática de desprestigio, sino también una batería de medidas legales y regulatorias: investigaciones antimonopolio, demandas judiciales y leyes estatales contra la incorporación de criterios sostenibles en las decisiones de inversión. El resultado ha sido un clima de desconfianza, greenhushing (autocensura de compromisos sostenibles) y litigiosidad creciente que intenta poner en cuestión la conexión entre los criterios ESG y el deber fiduciario.

Mientras tanto, en Europa, el debate se centra en otro ángulo: los costes administrativos, la fragmentación regulatoria y la posible pérdida de competitividad de las empresas europeas frente a rivales internacionales menos regulados en sostenibilidad. Esto ha dado pie a la propuesta de un “paquete ómnibus”, por parte de la Comisión Europea, que plantea una simplificación del marco normativo. Pero, ¿es esta simplificación una ayuda real o podría suponer un paso atrás?

La apuesta europea por la sostenibilidad se mantiene en los objetivos políticos de alto nivel, si bien la propuesta de simplificación es de tal calado que a menudo se describe como una iniciativa de “desregulación”. Es cierto que se han identificado cargas burocráticas desproporcionadas y, en algunos casos, difícilmente justificables —como es el caso de la elaboración del Green Asset Ratio (GAR)—, así como una preocupante falta de interoperabilidad entre estándares internacionales, solapamientos entre distintas iniciativas legislativas y desajustes en los calendarios de implementación. Estos elementos han generado dudas sobre si la sostenibilidad, en lugar de integrarse en la estrategia empresarial, se pudiera convertir en un ejercicio de mero cumplimiento normativo, con escaso valor transformador.

La propuesta del reglamento ómnibus busca aliviar estas tensiones. Pretende racionalizar el sistema, dar más tiempo a las empresas para adaptarse y reducir costes. Pero su tramitación está sujeta a incertidumbres políticas. Algunos temen que este intento de simplificación pueda traducirse en un desmantelamiento del Plan original de Finanzas Sostenibles o que, paradójicamente, la “simplificación” acabe introduciendo más complejidad al sistema.

La clave estará en cómo se gestionen los umbrales de reporte. Si se limita el número de empresas obligadas a reportar bajo la CSRD, el sector financiero puede quedar sin datos suficientes para cumplir con otras regulaciones como SFDR o Basilea III. En el caso de la consulta sobre Taxonomía: si se reduce el umbral de materialidad de las actividades a reportar al 10% y, además, solo se exige el cumplimiento obligatorio a empresas con más de 1.000 empleados, cabe preguntarse: ¿cuántas de estas grandes empresas destinan más del 10% de su CAPEX, OPEX o ingresos a una única actividad económica listada en la Taxonomía? La combinación de ambos criterios podría limitar significativamente el alcance y utilidad del sistema, debilitando su valor como herramienta para canalizar inversiones hacia actividades sostenibles.

Disponer de muchos datos de pocas empresas, en lugar de pocos datos de muchas empresas, es un escenario subóptimo para los mercados de capitales. La consecuencia podría ser una menor capacidad para gestionar riesgos climáticos y de sostenibilidad en el sistema financiero. Todo esto lleva a preguntarse sobre la viabilidad de alcanzar los objetivos de la UE de sostenibilidad, a tenor de las rebajas en disponibilidad de información del entramado empresarial europeo y de aquellos que ofrecen sus productos y servicios en el mercado único.

Un momento decisivo

La inversión sostenible atraviesa un momento decisivo. Su credibilidad, coherencia y resiliencia dependen de que se mantenga una visión estratégica de largo plazo, alejada tanto del fundamentalismo regulatorio como del escepticismo político de corto plazo. A pesar del ruido, la sostenibilidad continúa siendo una dimensión clave del análisis de riesgo y oportunidad financiera, especialmente relevante en un contexto de transición energética, escasez de recursos y cambio climático.

Europa tiene la oportunidad de liderar este proceso, pero para ello debe resolver sus contradicciones: facilitar sin diluir, simplificar sin desmantelar, y poner el foco en la creación de valor real más allá del mero cumplimiento.

A nivel global, será clave evitar una fractura estructural y colaborar a nivel internacional con potencias e iniciativas de lo verde en Asia y América Latina, apostando por marcos interoperables y principios comunes.

Inversión sostenible: ¿cuestión de datos o de convicción?

Una de las grandes preguntas que se plantea es si la inversión sostenible ha sido, para muchos actores, más una narrativa de oportunidad que una convicción técnica real. En el terreno puramente financiero, la evidencia empírica, sin embargo, muestra que las inversiones sostenibles no perjudican la rentabilidad a medio o largo plazo. De hecho, en muchos casos se muestran eficaces en la mitigación de riesgos, reducción de volatilidad y atracción de capital, con elevadas dependencias a las condiciones locales de los subyacentes de las inversiones, como es lógico.

En el día a día, sin embargo, la presión regulatoria ha empujado a muchas compañías a establecer departamentos de sostenibilidad dedicados casi exclusivamente al cumplimiento normativo. En consecuencia, se le percibe más como una obligación administrativa que como una herramienta estratégica para la competitividad.

A menudo se presenta el debate de la competitividad en términos del coste de implementar sistemas para recopilar, reportar y verificar datos de sostenibilidad. Sin embargo, este coste no debería sobredimensionarse: para muchas empresas no financieras en Europa, estas exigencias apenas comienzan a aplicarse a partir de 2025. El verdadero riesgo no es tanto el financiero o reputacional derivado del incumplimiento, sino el coste de oportunidad de no aprovechar todo el potencial transformador que una gestión sostenible e integrada en el modelo de negocio puede generar a medio y largo plazo.

¿Y los mercados? Financiación vs. inversión, mercados cotizados vs. privados

La financiación sostenible está ganando terreno como una herramienta clave para canalizar capital hacia la transición ecológica y social. Productos como los bonos verdes, sociales y sostenibles, así como los préstamos vinculados a indicadores ESG (sustainability-linked loans) son productos ya prácticamente asentados. Esta tendencia se ve reforzada por el interés de la banca en integrar criterios de sostenibilidad en sus políticas de concesión de crédito, impulsada tanto por razones prudenciales como regulatorias. La financiación sostenible permite, además, una mayor capacidad de diseño a medida para responder a las particularidades sectoriales, y está mostrando ser un campo fértil para la innovación financiera con impacto real en la economía productiva.

Por su lado, la inversión sostenible no es una categoría o clase de activo homogénea. Son determinantes las variaciones entre tipo de instrumento financiero, estilo de gestión, mercados cotizados y privados, estrategias de inversión sostenible con distinto grado de ambición, volumen de los flujos, o diferencias en el análisis de materialidad de las tres dimensiones de sostenibilidad (lo que es relevante en gobernanza puede no serlo en lo social o ambiental, y viceversa). Es imprescindible trabajar con una matriz de materialidad clara, diferenciando por sectores, riesgos y oportunidades reales. Sin tener en cuenta todas estas distinciones, la narrativa ESG se convierte en una amalgama incoherente que pierde credibilidad.

En los mercados cotizados, la inversión ESG enfrenta hoy un entorno de gran escrutinio, tanto por la presión política como por la exigencia regulatoria. Esto contrasta con lo que sucede en los mercados privados, donde las inversiones sostenibles cuentan con cierto margen de maniobra, si bien operan bajo el marco regulatorio europeo de igual manera.

De forma creciente, los fondos de capital privado están integrando aspectos ASG en la inversión, centrados no tanto en la disponibilidad de información de sostenibilidad como en la creación de valor financiero de las empresas participadas durante la vida de los fondos, como vector de rentabilidad para los exits y como palanca de resiliencia para navegar en entornos económicos y geopolíticos cambiantes como los de los últimos años. La dinámica es interesante: la inversión sostenible puede y debe darse en todo el sistema financiero, desde el fondo de pensiones hasta el capital riesgo.

La Generación Z y el riesgo de apolitización: ¿quién defiende la sostenibilidad?

Últimamente he tenido la oportunidad de interactuar de forma cercana con estudiantes de la Generación Z, compartiendo horas de conversación sobre sostenibilidad. Algo relevante es que, pese a su alto nivel de concienciación sobre los desafíos globales, muestran una desvinculación elevada de la política tradicional.

La Comisión Europea, en sus esfuerzos por consolidar una arquitectura regulatoria en materia de sostenibilidad, se enfrenta a una tercera capa de complejidad: prestar atención a las dinámicas sociales y culturales que podrían erosionar ese avance. Si la sostenibilidad deja de ser una cuestión políticamente relevante —si se convierte en un tema “técnico”, fuera del radar del debate electoral— puede abrirse un vacío donde las voces más contrarias al enfoque ESG pueden adquirir una presencia desproporcionada en la esfera pública. No tanto porque sean mayoría, sino porque la desafección de la mayoría silenciosa permita que una minoría intensa y organizada marque el paso.

Es el mismo principio que rige el marketing o la política: las empresas adaptan sus estrategias a lo que demandan sus clientes de igual manera que los líderes políticos ajustan sus discursos a lo que permite el éxito electoral. Si las nuevas generaciones, pese a su elevada conciencia ecológica, se retiran del ámbito político o no canalizan sus convicciones a través de mecanismos de participación, las decisiones clave para el futuro sostenible pueden quedar en manos de quienes no representan la mayoría, pero sí votan, presionan y comunican con fuerza.

La sostenibilidad necesita respaldo normativo, institucional y político, pero también necesita una ciudadanía activa, implicada y consciente. Llevar la razón “técnica” ya no es suficiente; es necesario ejercer con ella. Y en eso, la Generación Z puede ser decisiva.

Preparados para los vientos del Oeste

En estos tiempos inciertos, el día a día de la inversión sostenible se asemeja al viaje hacia la Ciudad Esmeralda: cargado de promesas, pero también de incertidumbres. Como en la historia de Oz, durante mucho tiempo creímos que al final del camino nos aguardaría un Mago omnisciente, capaz de ofrecer respuestas sencillas a desafíos complejos. Hoy sabemos que las verdaderas soluciones no provendrán de figuras carismáticas ni de discursos grandilocuentes, sino del rigor y la visión de quienes se atreven a mirar detrás del telón: los científicos, los analistas, los que entienden que el progreso requiere evidencia y método.

La narrativa en torno a la sostenibilidad corporativa y financiera ha sido tildada de ideológica y desprovista de su dimensión esencial: la responsabilidad compartida. Sin embargo, el argumento económico y técnico para integrar factores ambientales, sociales y de gobernanza en el análisis financiero es hoy más sólido que nunca. Puede que el camino a la Ciudad Esmeralda no brille como imaginábamos, pero eso no impide que sigamos avanzando. Porque la meta —un futuro más justo, más verde y, esta vez, más real— bien merece el esfuerzo, sin importar cuán fuerte soplen los vientos del Oeste.

Tribuna de Andrea González G. Vega, directora general de Spainsif.

Este artículo fue publicado originalmente en la Revista Funds Society.

Perspectivas de la renta fija: un paseo no tan aleatorio

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Puede resultar difícil determinar cómo evolucionarán los precios de los activos cuando los movimientos del mercado dependen muchas veces de las declaraciones de una sola persona. Los vaivenes bruscos del mercado, que antaño merecieron grandes titulares, corren el riesgo de volverse tediosos. Ante el contundente anclaje de precios iniciado por la Casa Blanca (empezar con un arancel escandalosamente alto para que todo lo que resulte más bajo parezca razonable), el mundo ha tenido que adaptarse rápidamente a un régimen comercial potencialmente nuevo.

En el momento de redactar esto, solo un puñado de países habían alcanzado un acuerdo preliminar con EE. UU. y, debido a la oposición legal, algunas de las subidas arancelarias todavía podrían revocarse. Por tanto, los aranceles definitivos podrían ser peores de lo esperado, lo que provocaría temores de recesión y una inflación mayor, o más moderada, una situación que probablemente desencadene un repunte de alivio. Sea como fuere, los resultados serán distintos de un país a otro. Estados Unidos se encontraría entre los más afectados: sus consumidores probablemente se enfrentarán a precios más altos, lo cual podría mellar el crecimiento económico a medida que los hogares se replieguen y las empresas revisen sus planes de inversión. Irónicamente, Europa y China podrían registrar una menor inflación a medida que los bienes destinados a Estados Unidos buscan una salida en estas regiones.

El presidente Trump ve la imprevisibilidad como una herramienta útil de negociación, pero también amplía el abanico de posibles resultados económicos. Los mercados de renta fija detestan la incertidumbre y las primas por plazo han subido con respecto a los bonos estadounidenses de vencimiento más lejano, ya que los inversores exigen una mayor compensación (mayores rendimientos del bono) por prestar durante periodos más largos.

 Un camino muy transitado

Sin embargo, no debemos obsesionarnos con los aranceles. La mayoría de los movimientos que hemos visto en los mercados de renta fija reflejan tendencias a largo plazo, sobre todo el reajuste del coste del capital. Las políticas de tipos de interés cero y negativos que caracterizaron la década posterior a la crisis financiera mundial se consideran ahora una aberración.

Hemos vuelto a un escenario en el que los mercados prestan atención a la deuda. Muchos gobiernos carecen de disciplina fiscal (el endeudamiento es elevado a pesar del pleno empleo (o casi) del que gozan las economías) y del aumento progresivo del gasto en defensa. Si a esto añadimos la reducción activa de los balances por parte de los bancos centrales, la responsabilidad de comprar toda la deuda pública recién creada recae en el sector privado. Mientras tanto, es probable que las reformas estructurales, como la transición del fondo de pensiones neerlandés, fomenten las asignaciones hacia valores de renta variable; de ahí que hayan aumentado los rendimientos del bono con vencimiento más lejano. Se trata de un fenómeno global: las curvas de tipos, que señalan los rendimientos de la deuda pública en función de su plazo hasta el vencimiento, se han pronunciado en Alemania y Japón, no solo en Estados Unidos (Gráfico 1).

Como contrapartida al mayor rendimiento de los bonos, los inversores pueden obtener rentas más altas. El cupón o las rentas por intereses han sido históricamente lo que más ha contribuido a la rentabilidad total de la renta fija a lo largo del tiempo. ¿Creemos que los bonos con vencimiento más lejano están cerca de su rendimiento máximo? Es probable, pero la preocupación por la disciplina fiscal, la independencia de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) (el mandato de Jerome Powell como presidente de la Fed expira en mayo de 2026) y la disposición – o reticencia – de los inversores extranjeros a mantener activos estadounidenses podría crear volatilidad en los próximos meses. Dicho esto, aunque los inversores no estadounidenses estén más dispuestos a diversificar en detrimento de los bonos del Tesoro de EE. UU., seguimos viendo que tales bonos seguirán desempeñando un papel crítico en las carteras de los inversores durante las próximas décadas.

Consultar el mapa

La inflación ha remitido en todo el mundo desde los máximos de 2022, pero su trayectoria descendente ya había comenzado a establecerse un poco y eso fue antes del posible efecto que haya podido tener el aumento de las fricciones comerciales. La moderación de la inflación ha permitido a los principales bancos centrales (excepto en Japón) reducir los tipos de interés en los últimos 12 meses, y todo apunta a que el Banco Central Europeo (con una inflación contenida) y el Banco de Inglaterra (con un crecimiento económico suave) aplicarán nuevos recortes. Si los aranceles pasan factura a la economía estadounidense, podríamos ver recortes antes de final del año, pero la Fed ha manifestado que necesita ver más datos. El desplome del precio del petróleo podría ser el presagio de un inminente deterioro económico (y no solo un reflejo del aumento de la producción de la OPEP), pero la Fed podría enfrentarse a un problema de credibilidad si rebaja los tipos de interés con un nivel de inflación superior a su objetivo. La Fed vigilará de cerca las expectativas de inflación (gráfico 2). Todo dependerá de cómo evolucionan los mercados laborales en los próximos meses.

Parte del pronunciamiento de la curva de tipos descrito anteriormente refleja recortes de tipos, y es probable que cualquier recorte adicional se traslade al tramo corto de la curva, siendo más incierto su efecto en los bonos a más largo plazo. En este entorno, creemos que los bonos de alta calidad con vencimiento a corto plazo ofrecen una mayor protección frente a la incertidumbre. Los inversores también podrían buscar a escala más global, donde se ha señalizado más claramente la trayectoria hacia recortes de tipos.

Buscar por todo el valle

El diferencial de crédito (el rendimiento adicional que un bono corporativo paga respecto a un bono del gobierno de vencimiento similar) se amplió durante el pánico arancelario en abril, pero desde entonces estos movimientos se han revertido. Los diferenciales se encuentran en niveles relativamente bajos en términos históricos y, al igual que los mercados de renta variable, no están descontando una recesión (Gráficos 3a, 3b).

Pero, ¿lo deberían descontar? Es probable que la incertidumbre relacionada con el comercio lastre el crecimiento este año, pero la hipótesis central para la mayoría de economistas sigue siendo una ralentización del crecimiento, no una recesión. Los bonos corporativos ya mostraban sólidos fundamentales antes de anunciarse los aranceles, ya que muchas empresas operaban con una excelente salud financiera y beneficios. Cabría aducir que la crisis arancelaria podría ser el equivalente a la crisis energética de 2015 o a la crisis de deuda de la zona euro de 2011 y que los diferenciales deberían ser más altos. Sin embargo, los inversores parecen dispuestos a examinar los rendimientos actuales (que son comparables o superiores a los de entonces) y a conceder préstamos a las empresas, como atestigua el fuerte deseo de lanzar nuevas emisiones.

Dados los argumentos a favor de uno y otro lado, ser ágiles nos parece valioso. Preferimos decantarnos por prestatarios corporativos menos expuestos a las interrupciones del comercio y con modelos de negocio resilientes, pero en vista de los rendimientos relativamente altos, estamos listos para aprovechar las ineficiencias de precios en las áreas de mayor riesgo del mercado.

Apoyo del sector de titulizados

Llevamos tiempo defendiendo que los inversores deberían examinar toda la gama que compone la clase de activos de renta fija. Puede que los sectores de titulizados sean un terreno desconocido para muchos, pero creemos que sus precios son atractivos y poseen una alta calidad crediticia. Los bonos de titulización de activos (ABS) y las obligaciones garantizadas por préstamos con calificación AAA (CLOs AAA) pueden ofrecer vías alternativas para que los inversores accedan a rendimientos atractivos con baja duración, gracias a su estructura de tipo flotante. Los amplios diferenciales, la baja sensibilidad a los tipos de interés y la estructura de amortización de los CLO con calificación AAA ayudaron a este segmento de renta fija a permanecer firmes durante la reciente volatilidad creada por los aranceles.

Los instrumentos respaldados por hipotecas (MBS) de agencia siguen pareciendo atractivos debido a su bajo precio relativo comparado con los bonos corporativos de crédito global, su historial de actuar como contrapeso cuando los mercados de renta variable sufren ventas masivas y su riesgo de amortización anticipada inusualmente bajo. Por lo general, la amortización anticipada aumenta cuando los tipos de interés bajan y los propietarios de vivienda se pasan a hipotecas con tipos más bajos. Como consecuencia de ello, los MBS podrían no captar plenamente las ganancias que surjan con el descenso de los tipos de interés. Sin embargo, actualmente hay pocos incentivos para que los prestatarios estadounidenses amorticen su hipoteca anticipadamente, cuando los tipos hipotecarios actuales se encuentran muy por encima de los niveles a los que se contrataron los préstamos hace unos años.

En los últimos años, la subida de los tipos de interés y el endurecimiento cuantitativo han pasado factura a los MBS, lo que ha llevado a una situación anómala en la que los diferenciales son más altos que en los bonos corporativos de crédito global (IG) estadounidenses. Ante la perspectiva del fin del quantitative easing (QE) y nuevos recortes de tipos, vemos que esta anomalía de diferenciales se ha ido corrigiendo y, por tanto, los niveles actuales constituyen un punto de entrada potencialmente atractivo (Gráfico 4).

Los inversores siempre deberán lidiar con un panorama financiero cambiante. En este momento puede parecer más difícil de lo habitual, pero vemos que las rentas que ofrece la renta fija proporcionan una fuerza estabilizadora, al ofrecer diversidad frente a los mercados de renta variable más revueltos. Al tener una maleta bien equipada que combina distintos activos de renta fija, los inversores podrían obtener exposición a diversos flujos de rentas y ayudar a protegerse contra el riesgo asociado a una determinada área. Gracias a un enfoque activo ―que aprovecha las tendencias perdurables y actúa tácticamente para captar oportunidades―, creemos que los inversores pueden avanzar con mayor seguridad hacia sus objetivos de inversión.

 

Artículo escrito por Alex Veroude, director global de Renta Fija en Janus Henderson Investors.

Perspectivas de los bonos: un paseo no tan aleatorio

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Puede resultar difícil determinar cómo evolucionarán los precios de los activos cuando los movimientos del mercado dependen muchas veces de las declaraciones de una sola persona. Los vaivenes bruscos del mercado, que antaño merecieron grandes titulares, corren el riesgo de volverse tediosos. Ante el contundente anclaje de precios iniciado por la Casa Blanca (empezar con un arancel escandalosamente alto para que todo lo que resulte más bajo parezca razonable), el mundo ha tenido que adaptarse rápidamente a un régimen comercial potencialmente nuevo.

En el momento de redactar esto, solo un puñado de países habían alcanzado un acuerdo preliminar con EE. UU. y, debido a la oposición legal, algunas de las subidas arancelarias todavía podrían revocarse. Por tanto, los aranceles definitivos podrían ser peores de lo esperado, lo que provocaría temores de recesión y una inflación mayor, o más moderada, una situación que probablemente desencadene un repunte de alivio. Sea como fuere, los resultados serán distintos de un país a otro. Estados Unidos se encontraría entre los más afectados: sus consumidores probablemente se enfrentarán a precios más altos, lo cual podría mellar el crecimiento económico a medida que los hogares se replieguen y las empresas revisen sus planes de inversión. Irónicamente, Europa y China podrían registrar una menor inflación a medida que los bienes destinados a Estados Unidos buscan una salida en estas regiones.

El presidente Trump ve la imprevisibilidad como una herramienta útil de negociación, pero también amplía el abanico de posibles resultados económicos. Los mercados de renta fija detestan la incertidumbre y las primas por plazo han subido con respecto a los bonos estadounidenses de vencimiento más lejano, ya que los inversores exigen una mayor compensación (mayores rendimientos del bono) por prestar durante periodos más largos.

 Un camino muy transitado

Sin embargo, no debemos obsesionarnos con los aranceles. La mayoría de los movimientos que hemos visto en los mercados de renta fija reflejan tendencias a largo plazo, sobre todo el reajuste del coste del capital. Las políticas de tipos de interés cero y negativos que caracterizaron la década posterior a la crisis financiera mundial se consideran ahora una aberración.

Hemos vuelto a un escenario en el que los mercados prestan atención a la deuda. Muchos gobiernos carecen de disciplina fiscal (el endeudamiento es elevado a pesar del pleno empleo (o casi) del que gozan las economías) y del aumento progresivo del gasto en defensa. Si a esto añadimos la reducción activa de los balances por parte de los bancos centrales, la responsabilidad de comprar toda la deuda pública recién creada recae en el sector privado. Mientras tanto, es probable que las reformas estructurales, como la transición del fondo de pensiones neerlandés, fomenten las asignaciones hacia valores de renta variable; de ahí que hayan aumentado los rendimientos del bono con vencimiento más lejano. Se trata de un fenómeno global: las curvas de tipos, que señalan los rendimientos de la deuda pública en función de su plazo hasta el vencimiento, se han pronunciado en Alemania y Japón, no solo en Estados Unidos (Gráfico 1).

Como contrapartida al mayor rendimiento de los bonos, los inversores pueden obtener rentas más altas. El cupón o las rentas por intereses han sido históricamente lo que más ha contribuido a la rentabilidad total de la renta fija a lo largo del tiempo. ¿Creemos que los bonos con vencimiento más lejano están cerca de su rendimiento máximo? Es probable, pero la preocupación por la disciplina fiscal, la independencia de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) (el mandato de Jerome Powell como presidente de la Fed expira en mayo de 2026) y la disposición – o reticencia – de los inversores extranjeros a mantener activos estadounidenses podría crear volatilidad en los próximos meses. Dicho esto, aunque los inversores no estadounidenses estén más dispuestos a diversificar en detrimento de los bonos del Tesoro de EE. UU., seguimos viendo que tales bonos seguirán desempeñando un papel crítico en las carteras de los inversores durante las próximas décadas.

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La inflación ha remitido en todo el mundo desde los máximos de 2022, pero su trayectoria descendente ya había comenzado a establecerse un poco y eso fue antes del posible efecto que haya podido tener el aumento de las fricciones comerciales. La moderación de la inflación ha permitido a los principales bancos centrales (excepto en Japón) reducir los tipos de interés en los últimos 12 meses, y todo apunta a que el Banco Central Europeo (con una inflación contenida) y el Banco de Inglaterra (con un crecimiento económico suave) aplicarán nuevos recortes. Si los aranceles pasan factura a la economía estadounidense, podríamos ver recortes antes de final del año, pero la Fed ha manifestado que necesita ver más datos. El desplome del precio del petróleo podría ser el presagio de un inminente deterioro económico (y no solo un reflejo del aumento de la producción de la OPEP), pero la Fed podría enfrentarse a un problema de credibilidad si rebaja los tipos de interés con un nivel de inflación superior a su objetivo. La Fed vigilará de cerca las expectativas de inflación (gráfico 2). Todo dependerá de cómo evolucionan los mercados laborales en los próximos meses.

Parte del pronunciamiento de la curva de tipos descrito anteriormente refleja recortes de tipos, y es probable que cualquier recorte adicional se traslade al tramo corto de la curva, siendo más incierto su efecto en los bonos a más largo plazo. En este entorno, creemos que los bonos de alta calidad con vencimiento a corto plazo ofrecen una mayor protección frente a la incertidumbre. Los inversores también podrían buscar a escala más global, donde se ha señalizado más claramente la trayectoria hacia recortes de tipos.

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El diferencial de crédito (el rendimiento adicional que un bono corporativo paga respecto a un bono del gobierno de vencimiento similar) se amplió durante el pánico arancelario en abril, pero desde entonces estos movimientos se han revertido. Los diferenciales se encuentran en niveles relativamente bajos en términos históricos y, al igual que los mercados de renta variable, no están descontando una recesión (Gráficos 3a, 3b).

Pero, ¿lo deberían descontar? Es probable que la incertidumbre relacionada con el comercio lastre el crecimiento este año, pero la hipótesis central para la mayoría de economistas sigue siendo una ralentización del crecimiento, no una recesión. Los bonos corporativos ya mostraban sólidos fundamentales antes de anunciarse los aranceles, ya que muchas empresas operaban con una excelente salud financiera y beneficios. Cabría aducir que la crisis arancelaria podría ser el equivalente a la crisis energética de 2015 o a la crisis de deuda de la zona euro de 2011 y que los diferenciales deberían ser más altos. Sin embargo, los inversores parecen dispuestos a examinar los rendimientos actuales (que son comparables o superiores a los de entonces) y a conceder préstamos a las empresas, como atestigua el fuerte deseo de lanzar nuevas emisiones.

Dados los argumentos a favor de uno y otro lado, ser ágiles nos parece valioso. Preferimos decantarnos por prestatarios corporativos menos expuestos a las interrupciones del comercio y con modelos de negocio resilientes, pero en vista de los rendimientos relativamente altos, estamos listos para aprovechar las ineficiencias de precios en las áreas de mayor riesgo del mercado.

Apoyo del sector de titulizados

Llevamos tiempo defendiendo que los inversores deberían examinar toda la gama que compone la clase de activos de renta fija. Puede que los sectores de titulizados sean un terreno desconocido para muchos, pero creemos que sus precios son atractivos y poseen una alta calidad crediticia. Los bonos de titulización de activos (ABS) y las obligaciones garantizadas por préstamos con calificación AAA (CLOs AAA) pueden ofrecer vías alternativas para que los inversores accedan a rendimientos atractivos con baja duración, gracias a su estructura de tipo flotante. Los amplios diferenciales, la baja sensibilidad a los tipos de interés y la estructura de amortización de los CLO con calificación AAA ayudaron a este segmento de renta fija a permanecer firmes durante la reciente volatilidad creada por los aranceles.

Los instrumentos respaldados por hipotecas (MBS) de agencia siguen pareciendo atractivos debido a su bajo precio relativo comparado con los bonos corporativos de crédito global, su historial de actuar como contrapeso cuando los mercados de renta variable sufren ventas masivas y su riesgo de amortización anticipada inusualmente bajo. Por lo general, la amortización anticipada aumenta cuando los tipos de interés bajan y los propietarios de vivienda se pasan a hipotecas con tipos más bajos. Como consecuencia de ello, los MBS podrían no captar plenamente las ganancias que surjan con el descenso de los tipos de interés. Sin embargo, actualmente hay pocos incentivos para que los prestatarios estadounidenses amorticen su hipoteca anticipadamente, cuando los tipos hipotecarios actuales se encuentran muy por encima de los niveles a los que se contrataron los préstamos hace unos años.

En los últimos años, la subida de los tipos de interés y el endurecimiento cuantitativo han pasado factura a los MBS, lo que ha llevado a una situación anómala en la que los diferenciales son más altos que en los bonos corporativos de crédito global (IG) estadounidenses. Ante la perspectiva del fin del quantitative easing (QE) y nuevos recortes de tipos, vemos que esta anomalía de diferenciales se ha ido corrigiendo y, por tanto, los niveles actuales constituyen un punto de entrada potencialmente atractivo (Gráfico 4).

Los inversores siempre deberán lidiar con un panorama financiero cambiante. En este momento puede parecer más difícil de lo habitual, pero vemos que las rentas que ofrece la renta fija proporcionan una fuerza estabilizadora, al ofrecer diversidad frente a los mercados de renta variable más revueltos. Al tener una maleta bien equipada que combina distintos activos de renta fija, los inversores podrían obtener exposición a diversos flujos de rentas y ayudar a protegerse contra el riesgo asociado a una determinada área. Gracias a un enfoque activo ―que aprovecha las tendencias perdurables y actúa tácticamente para captar oportunidades―, creemos que los inversores pueden avanzar con mayor seguridad hacia sus objetivos de inversión.

 

Artículo escrito por Alex Veroude, director global de Renta Fija en Janus Henderson Investors.