La inversión en crédito de grado de inversión en un contexto de incertidumbre

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Unas perspectivas económicas inciertas y unas tasas de interés elevadas no suelen considerarse un contexto positivo para la deuda corporativa de grado de inversión (con calificación BBB/Baa y superior). Sin embargo, se dan una serie de factores que favorecen a la clase de activo. Entre ellos, destacan una calidad crediticia relativamente positiva, un elevado rendimiento y un entorno de estabilización del sector bancario.

En nuestra opinión, y aunque el crédito de grado de inversión podría sufrir una fuerte presión de ventas en un entorno de aversión al riesgo, lo cierto es que el perfil de duración del sector, los fundamentales de crédito, que son más favorables que en periodos previos de tensión económica, y la demanda sostenida por parte de los inversores, deberían favorecer a la clase de activo, limitando el riesgo bajista en la mayoría de los escenarios.

En general, pensamos que la deuda de grado de inversión ofrece a las carteras de inversión una buena solución intermedia. Si la Reserva Federal de Estados Unidos logra un «aterrizaje suave» y evita la recesión, el crédito de grado de inversión debería obtener buenos resultados. Si dicho aterrizaje acaba siendo brusco, la caída del mercado debería ser moderada en relación con lo que cabría esperar en el mercado de renta variable.

Atractivo perfil de duración de cara al fin de ciclo de subidas de la Reserva Federal

Los periodos de recesión y el final del ciclo de subidas de tasas de interés de la Reserva Federal se han relacionado históricamente con caídas de tasas y aumento de los diferenciales. El índice Bloomberg US Corporate Investment Grade tiene una duración de 7,1 años, frente a los 5,5 años del índice Bloomberg US Aggregate, algo que podría resultar favorable en un escenario de ralentización del crecimiento, y llevaría a un repunte de las tasas a largo plazo a medida que la Reserva Federal comienza a flexibilizar su política monetaria.

En los últimos tres ciclos económicos, el rendimiento de los bonos a corto y largo plazo ha caído antes del aumento de los diferenciales. Así, la duración de la deuda corporativa ha contribuido a compensar el impacto de dicho aumento de los diferenciales.

Antes de una potencial recesión, el rendimiento de los títulos del Tesoro estadounidense a diez años podría caer 100 puntos básicos, situándose en torno al 3,5%, y los diferenciales de crédito podrían aumentar en la misma medida, por lo que las pérdidas de capital de los inversores serían relativamente reducidas. Las rentas que los inversores pueden obtener actualmente de la deuda de grado de inversión continuarían respaldando la rentabilidad total, pero podrían reducirse a medida que se van comprimiendo los diferenciales. No obstante, estos periodos de volatilidad de los mercados suelen ofrecer una oportunidad excelente para que la selección activa de títulos contribuya a la rentabilidad sobre el índice.

Las tasas tienden a caer antes de que aumenten los diferenciales de la deuda corporativa:

 

 Liquidez y una postura más defensiva: claves en un entorno de incertidumbre económica

Ante la incertidumbre que ofrecen las perspectivas económicas, continuamos haciendo hincapié en la liquidez, invirtiendo en sectores defensivos que han tendido a ofrecer buenos resultados en entornos económicos complicados y centrándonos en emisiones líquidas de reciente lanzamiento para las posiciones de crédito de las carteras de nuestros clientes.

Es importante evitar las inversiones que generan malos resultados como elegir las que ofrecen una elevada rentabilidad. Los sectores cíclicos, como es el caso de la industria química, pueden verse amenazados por el contexto económico de China y Estados Unidos, que han sido los países que han dominado la demanda cíclica en los últimos años. También estamos reduciendo la exposición a los fabricantes de automóviles tradicionales, que en las dos últimas recesiones han estado entre los que han registrado peores resultados.

Los diferenciales  de los sectores de consumo no cíclico han superado a los de consumo cíclico en recesiones anteriores:

 

El nivel elevado de rendimiento absoluto atrae flujos de capital

Cuando el rendimiento de la deuda corporativa de grado de inversión alcanza o supera el 5%, el aumento de los flujos de capital hacia la clase de activo ha tendido a crear una dinámica favorable de oferta y demanda que ha presionado a la baja los diferenciales.

Muchos inversores que mantenían una exposición infraponderada al crédito están ahora reequilibrando sus carteras, contribuyendo así a la demanda. Algunos inversores también han abandonado la renta variable para entrar en el mercado de renta fija, particularmente entre los fondos de pensiones que ejecutan estrategias de inversión basadas en el pasivo (liability-driven investment). Pensamos que este favorable contexto técnico podría mantenerse, siempre que el rendimiento continúe en niveles elevados.

Los activos han vuelto al crédito de grado de inversión:

El sector financiero presenta oportunidades a pesar de la política de la Reserva Federal

El sector financiero representa aproximadamente una tercera parte del índice Bloomberg Investment Grade Corporate y una parte importante del universo de deuda de grado de inversión, y sirve como referencia de la clase de activo. Dadas sus continuas necesidades de financiación, el sector es más sensible a las tasas de interés. El endurecimiento de la política monetaria de la Reserva Federal suele elevar los costes de financiación y ejercer presión sobre los depósitos, lo que puede afectar a la rentabilidad de los bancos. Las entidades bancarias también podrían registrar mayores pérdidas en sus carteras de títulos ante el aumento de los rendimientos de los títulos del Tesoro.

Las valoraciones de los bonos bancarios comienzan a resultar atractivas. Sin embargo, a corto plazo, los diferenciales podrían aumentar si la economía se debilita, ya que los bancos no suelen registrar buenos resultados durante las recesiones. No obstante, a pesar de la rebaja generalizada de calificación de los bancos regionales que se produjo el pasado mes de agosto y de ciertas dificultades a las que se enfrenta el sector, nuestros analistas se muestran optimistas con respecto a los fundamentales de crédito de ciertos emisores con bases de depósito diversificadas, sólidos modelos de negocio y fuertes controles de riesgo.

Las grandes instituciones financieras globales están bien capitalizadas, lo que se debe en parte a la normativa aprobada tras la crisis financiera mundial y les ofrece un cierto respaldo. Por su parte, la quiebra de Silicon Valley Bank y Signature Bank continúa afectando a los grandes bancos regionales estadounidenses. Estas dos áreas del sector bancario podrían ofrecer oportunidades de inversión atractivas a largo plazo.

Si la Reserva Federal mantiene las tasas de interés en niveles elevados, los bancos de menor tamaño podrían sufrir una presión continuada sobre sus cifras de beneficios y experimentar nuevas bajadas de calificación. Sin embargo, a largo plazo, estos riesgos podrían verse compensados por una normativa más estricta en materia de capital y liquidez, lo que fortalecería los fundamentales.

Aparente solidez de la calidad del crédito

En general, la calidad del crédito de la clase de activo sigue siendo sólida. La cobertura por intereses es elevada y el nivel de apalancamiento es reducido en términos históricos. El riesgo de refinanciación también es bajo, ya que un gran número de compañías se han endeudado a tasas más reducidas durante varios años.

El porcentaje de compañías con calificación BBB (un escalón superior a la deuda de alto rendimiento) incluidas en el índice ha aumentado de en torno al 25% a casi el 50% en los últimos treinta años, lo que podría ser motivo de preocupación. Algunas compañías cíclicas podrían correr el riesgo de caer en la categoría de alto rendimiento en una recesión. Sin embargo, y por extraño que parezca, las compañías con calificación BBB podrían presentar un menor riesgo de rebaja de calificación que en el pasado.

En los últimos años, y animadas por la reducción de los costes de endeudamiento, muchas compañías con calificación A se han mostrado dispuestas a aceptar una rebaja de calificación para financiar su actividad de fusiones y adquisiciones y expandir sus negocios. Pero ahora, con una calificación BBB, estas compañías tratan de hacer todo lo posible para mantener su categoría de grado de inversión, dadas las graves consecuencias de bajar a la calificación de alto rendimiento.

Muchas empresas, por ejemplo de sectores como el farmacéutico, el de alimentación y bebidas y el de la energía se han centrado en reducir el nivel de deuda que habían acumulado para financiar operaciones de adquisición. En muchos casos, a estas compañías les gustaría mantener la flexibilidad necesaria para realizar adquisiciones en el futuro, lo que las animará a sanear sus balances para poder volver a endeudarse a unas tasas de interés atractivas.

Por lo tanto, aunque algunas compañías más cíclicas podrían entrar en la categoría de alto rendimiento, hay muchas que están mejorando su situación crediticia de manera continua y que pueden continuar reduciendo su nivel de deuda en un entorno de ralentización del crecimiento económico.

El perfil de vencimiento del índice de deuda de grado de inversión indica un riesgo de refinanciación reducido:

 

Tribuna de opinión de Flavio Carpenzano, especialista de inversión en renta fija de Capital Group.

Oportunidades de alto rendimiento: equilibrio entre la cautela y el optimismo

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A pesar de la subida de tasas y la ralentización del crecimiento económico, el repunte del riesgo ha prevalecido y los principales índices de alto rendimiento han subido más de un 5% en lo que va del año hasta el 30 de septiembre (1).

Sorprendentemente, el segmento de calificación más arriesgada (CCC e inferiores) ha obtenido mejores resultados (más de un 10% en lo que va del año), incluso ante las preocupaciones de recesión. Los rendimientos de los índices de alto rendimiento se sitúan actualmente por encima del 9%, lo que históricamente ha proporcionado rendimientos posteriores a largo plazo y superiores a la media (2).

A primera vista, puede parecer que todo va bien en el mercado de alto rendimiento. Pero los mercados de ciclo tardío suelen ir acompañados de euforia, ya que el mercado infravalora los riesgos.

A medida que el ciclo gira, las empresas se enfrentarán inevitablemente a retos y a la presión de los beneficios, mientras los mercados lidian con la posibilidad de tasas más altas durante más tiempo y los persistentes temores de recesión. Esto deja a los inversores ante un dilema a la hora de evaluar la relación riesgo-recompensa.

¿Pueden las empresas de alto rendimiento resistir una recesión? ¿Qué retos les esperan? Los rendimientos son atractivos, pero los diferenciales están cerca de las medias a largo plazo. Entonces, ¿es ahora el momento adecuado para invertir en alto rendimiento?

Sólido punto de partida fundamental, señales de alarma emergentes

A medida que la economía se ralentiza, la presión fundamental y los riesgos a la baja pesarán inevitablemente sobre el mercado. Sin embargo, la mayoría de las empresas de alto rendimiento siguen mostrando fundamentos fuertes. La mayoría de las compañías de alto rendimiento entraron en el año con balances bien gestionados, incluyendo un apalancamiento históricamente bajo, una elevada cobertura de intereses y suficiente liquidez. Dicho esto, están surgiendo señales de advertencia.

Durante el 2022, las empresas hicieron un trabajo impresionante manteniendo los márgenes y repercutiendo los precios. Ahora, a partir del 2023, es más probable que se trate de mantener los precios y el volumen. El apalancamiento está aumentando, aunque desde niveles muy bajos, y las proporciones de cobertura de intereses se están deteriorando.

La posibilidad de que las tasas suban durante más tiempo podría exacerbar estas preocupaciones, ya que las empresas se enfrentan a mayores costes de refinanciación. Aunque todavía es posible que los bancos centrales mundiales sean capaces de lograr un aterrizaje suave, vemos esto como una baja probabilidad y seguimos esperando que las economías de los mercados desarrollados se contraigan modestamente en el 2024.

Aunque es probable que la desaceleración sea breve y poco profunda, las empresas seguirán enfrentándose a crecientes presiones sobre los márgenes. Incluso si no se produce una recesión, un aterrizaje suave también podría plantear retos, ya que las compañías podrían enfrentarse a tasas obstinadamente altas durante más tiempo. Creemos que muchas empresas de alto rendimiento están sobrepasads para sortear una recesión; sin embargo, las situaciones idiosincrásicas están creando dispersión y la selección será clave.

Aumento de la bifurcación, cautela con el crédito de menor calidad

A medida que se prolonga el ciclo, las empresas más débiles, con un flujo de caja libre limitado y poco margen de error, son las que corren mayor riesgo. La mayoría de las compañías están bien posicionadas para cumplir sus obligaciones de deuda, pero las más arriesgadas con balances problemáticos pueden tener dificultades para acceder a los mercados de capitales y refinanciar los próximos vencimientos.

La bifurcación está aumentando en todo el mercado de alto rendimiento. Las perspectivas crediticias de los BB y Bs son generalmente estables, mientras que las de los CCC e inferiores son más difíciles, dado el difícil entorno. Esperamos que esta división se amplíe a medida que persistan los vientos económicos en contra.

Oportunidades en bonos de mayor calidad

Los bonos de menor calidad han obtenido mejores resultados en lo que va de año, pero creemos que este impulso se desvanecerá a medida que los créditos de mayor riesgo se enfrenten a más retos. En consecuencia, un cambio hacia empresas de mayor calidad puede ayudar a minimizar el riesgo a la baja.

Y lo que es más importante: dado el aumento de los rendimientos en todo el espectro de calificaciones, los inversores ya no tienen que arriesgarse innecesariamente para añadir potencial de rendimiento a una cartera. Y aunque la cautela está justificada y la selección cuidadosa de valores es clave, todavía hay muchas oportunidades interesantes para invertir en empresas de mayor calidad con rendimientos atractivos.

Rendimientos atractivos, umbral de rentabilidad más alto

Los inversores en high yield se enfrentan a un dilema de valoración. Tras años de tasas bajas, el alto rendimiento ofrece por fin rentabilidades globales atractivas. Sin embargo, los diferenciales se sitúan en torno a las medias a largo plazo y podrían tender a ampliarse a corto plazo.

Desde el punto de vista del rendimiento, el alto rendimiento hace honor a su nombre, con rendimientos superiores al 9%. En la historia reciente, ha habido muy pocas oportunidades de invertir en esta clase de activos a estos niveles. Históricamente, invertir cuando los rendimientos eran del 8% ha dado lugar a rendimientos totales anualizados de dos dígitos en los siguientes uno, tres y cinco años (3).

Además, el alto rendimiento puede ofrecer un punto de equilibrio atractivo en relación con otros activos de renta fija (Recuadro 1), con un mayor rendimiento por unidad de duración, lo que indica que el rendimiento disponible debería compensar con creces la posible volatilidad de las tasas de interés.

Aunque puede resultar difícil anticiparse al mercado, los rendimientos superiores al 8% o 9% pueden ofrecer un atractivo potencial de rentabilidad total a largo plazo.

Recuadro 1: El alto rendimiento puede ofrecer un umbral de rentabilidad más alto (rendimiento/duración)

Fuente: Bloomberg y BofA. Basado en varios índices ICE BofA. El umbral de rentabilidad refleja el rendimiento a peor dividido por la duración efectiva. Datos al 30 de septiembre de 2023.

La ampliación de los diferenciales podría presentar puntos de entrada atractivos

Los rendimientos son atractivos, pero los inversores también evalúan el mercado en términos de diferenciales de crédito. Los diferenciales se sitúan en torno a las medias a largo plazo y no reflejan los niveles de recesión. Tras el repunte observado en lo que va de año, es poco probable que veamos un estrechamiento sostenido de los diferenciales a corto plazo, aunque los ajustados aspectos técnicos del mercado pueden ejercer una presión positiva.

A corto plazo, es probable que los diferenciales tiendan a ampliarse. Tras cotizar dentro de un rango durante la mayor parte del año, los diferenciales se han ampliado recientemente de forma moderada en medio de la volatilidad macroeconómica y geopolítica.

Los niveles más altos de los diferenciales han empezado a exponer algunas oportunidades de compra interesantes y la posterior ampliación de los diferenciales a partir de aquí podría presentar puntos de entrada aún más atractivos.

Históricamente, un OAS inicial de 500 a 800 puntos básicos ha dado lugar a una rentabilidad total media del 9% o más en los cinco años siguientes (Recuadro 2). Aunque los diferenciales podrían tender a ampliarse a corto plazo, esperamos que esta tendencia sea más contenida que en anteriores fases bajistas, dada la solidez del punto de partida fundamental y la composición de mayor calidad del mercado de alto rendimiento actual.

Gráfico 2: Rentabilidad a cinco años del índice de alto rendimiento basado en el OAS inicial

Fuente: Aegon AM y Bloomberg. Basado en datos mensuales del Bloomberg US Corporate High Yield Index desde el 31 de enero de 1994 hasta el 30 de junio de 2023. Los rendimientos a 5 años se basan en el rendimiento del índice anualizado a plazo para los meses en los que el OAS inicial estaba en el nivel mostrado. La rentabilidad pasada no es indicativa de resultados futuros. Los datos se facilitan únicamente a título ilustrativo. Todas las inversiones conllevan riesgos y pueden perder valor. Los datos del índice se basan en el Bloomberg US Corporate High Yield Index y sólo tienen carácter ilustrativo. Los índices no reflejan el rendimiento de una inversión real. No es posible invertir directamente en un índice, que tampoco tiene en cuenta las comisiones y costes de negociación.

Equilibrar cautela y optimismo para descubrir oportunidades

Aunque la cautela está justificada, el alto rendimiento sigue ofreciendo oportunidades atractivas. Los factores clave que sustentan nuestra opinión son los siguientes:

Fundamentos sólidos: La mayoría de las empresas cuentan con balances bien gestionados y sus fundamentos parten de una posición de fortaleza, lo que debería ayudar a contener las dificultades y los impagos en mayor medida que en anteriores fases de recesión.

Rendimientos atractivos: Los rendimientos superiores al 8% o 9% han proporcionado históricamente rentabilidades superiores a la media a largo plazo. Históricamente, en la mayoría de los entornos, el rendimiento inicial al peor de los casos ha sido un indicador razonable de la rentabilidad futura a cinco años. Aunque cada ciclo es diferente, con los rendimientos actuales por encima del 9%, el alto rendimiento podría generar rentabilidades a largo plazo superiores a la media.

Oportunidades de mayor calidad: Los bonos de mayor calidad pueden ofrecer atractivas características de riesgo-recompensa, lo que significa que los inversores pueden no necesitar estirar la curva de rendimiento o bajar en calidad crediticia para añadir un potencial de rendimiento convincente.

Un umbral de rentabilidad más alto: En comparación con muchos otros activos de renta fija, el alto rendimiento puede ofrecer un umbral de rentabilidad más alto si se tiene en cuenta el rendimiento en relación con la duración.

Ingresos y carry: Los ingresos tienden a impulsar la mayor parte de los rendimientos del alto rendimiento y el carry puede ser un poderoso viento de cola para los rendimientos totales.

Rentabilidad ajustada al riesgo: El caso estructural para el alto rendimiento persiste, ya que la clase de activos tiene el potencial de generar fuertes rendimientos ajustados al riesgo en comparación con muchos otros activos de renta fija, e incluso de renta variable, a largo plazo.

Persisten los riesgos a la baja, lo que exige centrarse en la investigación y selección ascendentes. Sin embargo, las perturbaciones y la volatilidad del mercado deberían ofrecer oportunidades. Al equilibrar la cautela y el optimismo, los inversores prudentes pueden sacar provecho de las ineficiencias del mercado al final del ciclo.

 

(1) Los índices ICE BofA Global High Yield Constrained e ICE BofA US High Yield han rendido un 5,53% y un 5,97% en lo que va de año, respectivamente, a 30 de septiembre de 2023 en moneda local. El rendimiento a peor de los índices ICE BofA Global High Yield Constrained e ICE BofA US High Yield era del 9,39% y el 9,47%, respectivamente, a 19 de octubre de 2023.

(2) Sólo con fines ilustrativos. Los índices no reflejan el rendimiento de una inversión real. No es posible invertir directamente en un índice, lo que tampoco tiene en cuenta las comisiones y costes de negociación. Todas las inversiones contienen riesgos y pueden perder valor.

(3) Fuente: Aegon AM y Bloomberg. Basado en datos mensuales del Bloomberg US Corporate High Yield Index del 1 de enero de 2008 al 30 de septiembre de 2023. Rentabilidad anual del 17,99% basada en 48 meses con rendimientos iniciales superiores al 8%. Rentabilidad anualizada a tres años del 13,10% y rentabilidad anualizada a cinco años del 11,16% basadas en 45 y 43 meses, respectivamente, que tuvieron rendimientos iniciales superiores al 8%. Los datos se facilitan únicamente a título ilustrativo. Los índices no reflejan el rendimiento de una inversión real. No es posible invertir directamente en un índice, que tampoco tiene en cuenta las comisiones y costes de negociación.

(4) Las afirmaciones relativas a las tendencias de los mercados financieros se basan en las condiciones actuales del mercado, que fluctuarán. Todas las inversiones entrañan riesgos y pueden perder valor. Los inversores deben evaluar su capacidad para invertir a largo plazo, especialmente durante los periodos de caída del mercado. Las perspectivas están sujetas a cambios sin previo aviso.

Nota en base al informe «High yield opportunities: Balancing caution and optimism», de noviembre de 2023, de Aegon Asset Management. 

La Fed mantiene nuevamente las tasas y proyecta una inflación por encima del rango meta

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El FOMC culminó su reunión mensual de diciembre con la decisión de mantener las tasas de interés en entre 5,25% y 5,5 % a pesar de que la inflación se mantiene por encima del rango meta de 2%. “El Comité pretende alcanzar el máximo nivel de empleo y una tasa de inflación del 2% a largo plazo. En apoyo de estos objetivos, el Comité decidió mantener el rango objetivo para el tipo de los fondos federales entre el 5-1/4% y el 5-1/2%”, dice el comunicado publicado por la autoridad monetaria.

Según la Fed, los indicadores recientes sugieren que el crecimiento de la actividad económica se ha ralentizado respecto a su fuerte ritmo del tercer trimestre. Si bien el aumento del empleo se ha moderado desde principios de año, sigue siendo fuerte, y la tasa de desempleo se ha mantenido baja, agrega el banco central. “La inflación ha disminuido en el último año, pero sigue siendo elevada”, dice el comunicado. El informe de inflación del IPC de noviembre conocido esta semana mostró que el IPC subyacente, que excluye las volátiles categorías de alimentos y energía, aumentó como se esperaba un 0,28% intermensual (frente al 0,31% esperado).

Los detalles del informe también fueron en gran medida los esperados, con una normalización en el Alquiler Equivalente al Propietario (OER), el repunte de los precios de los coches usados y los importantes descuentos del Prime Day como principales impulsores. Suavizando a través del ruido mensual, la desinflación está procediendo en la segunda mitad de 2023 debido a una combinación de moderación de la inflación de los alquileres y la deflación franca de los bienes, resume un informe de Tiffany Wilding, economista de PIMCO.

Por otro lado, la Fed prevé una inflación subyacente de 2,4% para el 2024 y estiman nuevas reducciones del tipo de interés de los fondos federales para finales de 2025 en 3,6%.

Las inversiones offshore en alternativos tienen un lugar asegurado en los sistemas de pensiones andinos y mexicanos

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Los gestores de activos con capital privado y alternativos encontrarán la oportunidad de capitalizar el apetito de los fondos de pensiones por productos a largo plazo, de baja volatilidad y escasa correlación con los índices de referencia existentes, según el informe Latin American Distribution Dynamics 2023: Latin America’s Leftward Tilt and Its Impact on Retail and Institutional Asset Gathering de Cerulli.

El impulso para revisar los sistemas de pensiones de las AFPs se ha estancado en medio de la disminución del apoyo público a los partidos gobernantes en Chile, Colombia y Perú, fortaleciendo las oportunidades para los gestores externos.

Según el estudio, elaborado en colaboración con el socio de investigación de Cerulli para América Latina, Latin Asset Management, las participaciones de las AFPs chilenas en fondos y ETFs transfronterizos ascienden a 73.000 millones de dólares, las colombianas a 40.000 y las peruanas a 8.600 millones de dólares.

Los presidentes recientemente elegidos Gabriel Boric en Chile, Gustavo Petro en Colombia y Dina Boluarte en Perú llaman a limitar la participación de las gestoras privadas en el ámbito de las pensiones, sin embargo, en la región se rechazan reformas drásticas de amplio alcance, dice el informe.

«Existe consenso en la región andina sobre la necesidad de actualizar los sistemas de pensiones para mejorar los pagos a los jubilados e incluir a otros que no contribuyeron al sistema durante sus años de trabajo, pero hay poco apetito por eliminar las AFP o devolver los sistemas de pensiones al control estatal», afirma Thomas Ciampi, director de Latin Asset Management y autor del informe.

La pandemia del COVID-19 le dio un golpe duro a las inversiones en alternativos por parte de los fondos de pensiones en Perú, Chile y Colombia porque tuvieron que frenar las inversiones en ese activo en incluso algunos tuvieron que vender parte de su posición en el mercado secundario dado que se había desequilibrado el asset allocation del portafolio al haber tenido que vender los activos líquidos como fondos mutuos y ETFs para poder darle liquidez a sus afiliados, comentó a Funds Society, Rodolfo Rake, Co-Founder de Diagonal Investment Office.

Según Rake, eso hizo que tengan “demasiada exposición a alternativos en relación sus limites por clase de activo”. Por esta razón, estuvieron frenados por un par de años pero nuevamente están comenzando a considerar ingresar en los alternativos, asegura Rake.

«Los managers con buen track record y que ya tienen un nombre conocido tienen mas chance de posicionarse bien con los clientes institucionales como las AFPs. Casi nunca invierten en managers desconocidos o que estén lanzando su primer fondo  alguna estrategia. Normalmente buscan Asset Managers que ya estén lanzando su tercer fondo en una misma estrategia y que hayan logrado buenas rentabilidades», agregó Rake.

Mientras que los retiros de emergencia ordenados por el gobierno en Chile y Perú disuadieron a las AFPs de bloquear activos en vehículos a largo plazo como un desarrollo inmobiliario o proyectos de infraestructura, desde entonces han asignado cada vez más a alternativos a medida que la respuesta al COVID-19 ha terminado, agrega el informe de Cerulli.

Incluyendo a las Afores mexicanas, la penetración de alternativos en el segmento de fondos de pensiones de AFPs/Afore saltó a 71.000 millones de dólares a mediados de 2023, desde 46.000 millones de dólares al cierre de 2020. Excluyendo a México, el incremento fue más moderado, de 27.000 millones de dólares a 36.000 millones de dólares en el mismo periodo, detalla Ciampi.

Las gestoras externas tienen asegurado su lugar en el sistema de AFP por ahora, pero los retos a los que se enfrentan en el segmento de las pensiones -los atractivos rendimientos de los valores de renta fija locales y terrestres, y la incertidumbre que rodea al futuro de las AFP- seguirán acechando. Los gestores que ofrezcan exposición a alternativas como la deuda privada, la renta variable privada y el sector inmobiliario estarán mejor posicionados para ganar mandatos.

En ese sentido, Diagonal Investment Office también está utilizando inversiones en alternativos para diversificar los portafolios y bajarle la volatilidad a los portafolios.

“Tenemos acceso a una variedad de alternativos bastante diversa como private equity, deuda privada, infraestructura, secundarios y real estate con los mejores gestores del mercado. Estamos armando portafolios con una vision institucional con vehículos eficientes , bajos en costos y fáciles de entender”, concluye Rake.

Un ajuste fiscal con devaluación que, por ahora, no toca el control de cambios: así se analizan las nuevas medidas en Argentina

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Wikimedia CommonsLuis Caputo, ministro de Economía de Argentina

El ministro de economía de Argentina, Luis Caputo, anunció el martes 12 de diciembre una serie de medidas económicas para enfrentar la crisis que atraviesa el país, el primer bloque de decisiones concretas desde que Javier Milei asumió la presidencia el pasado 10 diciembre.

De manera general, los analistas esperan a conocer más detalles sobre cómo se implementará el tren de medidas, señalan que se trata ante todo de un ajuste fiscal que por ahora no atiende las demandas de una apertura del mercado de cambios ni atiende a la promesa de dolarización de Milei.

Inversiones SURA: la gran pregunta es si el ajuste fiscal generará una mejora de las cuentas fiscales y un ingreso de capitales extranjeros

“Las medidas propuestas por el ministro de Economía de Argentina, Luis Caputo, hacen eco del plan de estabilización que propone el presidente Javier Milei, con foco principalmente en la reducción del déficit fiscal. En este sentido, la privatización de las obras públicas, que intentan que no haya gasto del gobierno en ese tipo de infraestructura, sumado a una devaluación del tipo de cambio para generar mayor competitividad y otras medidas como pueden ser la suspensión de nuevas emisiones públicas», dice Matías Hoffman, líder de Productos y Estrategias de Inversiones SURA.

El analista señala que el actual gobierno es consciente de que generará una situación desfavorable en el corto plazo: «La gran pregunta es si este revés quedará contenido por el envión que podrá generar una mejora en las cuentas nacionales y un mayor ingreso de capitales extranjeros hacia el país o generará una recesión aún más profunda que implique una situación económico-política de muy difícil solvencia».

El costo de las medidas será una probable recesión, según Buda Partners

“El paquete fiscal anunciado por el ministro Caputo combina aumentos de impuestos con recortes de gastos y lo positivo es que así se alcanzaría el equilibrio fiscal. La otra buena noticia es que la fuerte devaluación y correcciones de precios relativos, algo necesario para comenzar a estabilizar las cuentas externas. El costo de estos logros son una probable recesión (se estima en 4%-5% para el próximo año) y una fuerte aceleración de la inflación”, dicen los analistas de Buda Partners.

“Esta estanflación esperada al menos para el primer semestre de 2024 pondrá a prueba la gobernabilidad que es uno de los principales temores de los inversores”, añaden.

Los analistas de la firma piensan que por ahora, las medidas anunciadas son en su mayoría administrativas por lo que no requieren la aprobación del Congreso, “pero lo vemos como solo el comienzo, una terapia de shock de rápida implementación que era necesaria para sincerar algunos precios y comenzar a mejorar los números fiscales para lograr un pronto apoyo del FMI (que ayer lo dio). Pero creemos que las reformas serán progresivas”.

Para Buda Partners, de las medidas surgen varios interrogantes:

1)        ¿La devaluación y crawling peg anunciados serán suficiente para para estabilizar las cuentas externas considerando la alta inflación esperada?

2)        La gobernabilidad sigue siendo el mayor desafío y cabe preguntarse si la sociedad que votó a Milei entiende de la necesidad del ajuste y que no daban los números para que solo lo pague “la casta”, como repitió en su campaña.

3)        Quedan muchos interrogantes en la parte monetaria, particularmente lo referido a las Leliqs (letras de liquidez del Banco Central), pero se esperan resoluciones luego de la reunión del Banco Central con las entidades financieras.

4)        Cómo resolver la alta deuda comercial por importaciones.

“La realidad es que para que Milei pueda implementar políticas más acordes con sus promesas de campaña, como la dolarización o levantar el cepo, antes necesita estabilizar las variables macro claves (tipo de cambio, brecha cambiaria, inflación, reservas, déficit fiscal y pasivos monetarios del BCRA); inclusive con medidas poco deseables para su pensamiento liberal. Y eso es una tarea que puede tomar al menos y con suerte el primer semestre del año”, concluyen los expertos.

Se necesita claridad sobre el plan de ejecución del gobierno, dice Vontobel

“El anuncio carecía de muchos detalles importantes y probablemente no fue la sorpresa que muchos esperaban, pero es probable que los mercados acojan con satisfacción el hecho de que la principal prioridad haya sido un profundo ajuste fiscal”, señala Thierry Larose, gestor de Vontobel.

Para Larose, la única sorpresa fue la dimensión de la devaluación, “ya que la mayoría de los analistas y observadores del mercado esperaban una devaluación de entre el 43% y el 47% (o 650-700 pesos por dólar). La medida se reforzará con un aumento del impuesto sobre las importaciones (Impuesto País) del 17,5%, y un impuesto sobre las exportaciones no agrícolas del 15%”.

Por otra parte, no se dijo nada sobre los flujos financieros y aún no sabemos si se eliminarán las restricciones sobre el tipo de cambio offshore (también conocido como Blue Chip Swap Rate). Además, creemos que el ritmo de subida del 2% mensual podría ser demasiado bajo, ya que la inflación supera actualmente el 200% anual”, señala el analistas.

Desde la gestora internacional se mantienen cautelosamente optimistas sobre las posibilidades de que la nueva administración pueda frenar la situación fiscal y volver a controlar la espiral inflacionista. Sin embargo, sigue habiendo importantes interrogantes: aún no sabemos si la devaluación, mayor de lo previsto, bastará para detener la sangría de las reservas brutas de divisas, que ya son negativas en términos netos. Además, seguimos esperando más detalles prácticos sobre la aplicación del ajuste fiscal y sobre cómo abordará el banco central la insostenible bola de nieve de sus pasivos remunerados.

Las dudas que se escuchan en el mercado están relacionadas con la sostenibilidad de estas medidas, advierte Adcap Grupo Financiero

“En principio, las medidas anunciadas por Caputo suenan bien orientadas a atacar los principales problemas que se venían señalando, como el déficit fiscal, que estaba muy conectado con los subsidios a la energía, las transferencias a las provincias y las obras públicas”, dice Javier Casabal, estratega de renta fija de Adcap Grupo Financiero.

“Sin embargo, la mayor cantidad de dudas que se escuchan en el mercado están relacionadas con la sostenibilidad de estas medidas. Por un lado, cómo impacta en el transporte y en las facturas de energía a los sectores menos favorecidos, y por otro lado, qué tan sostenibles son estas medidas. Por ejemplo, la evolución del tipo de cambio que tendrá cuando empiece a impactar la inflación y el consecuente atraso cambiario”, añade el analista.

Paula Gándara, CIO de Adcap Asset Management, señala que “de ser exitoso el plan, vemos una brecha entre los dólares oficiales y alternativos contenida inferior al 40%. Y en términos de inflación, vemos un pico para los próximos meses para luego comenzar una tendencia decreciente”.

“El impuesto país subió del 7% al 17,5% para las importaciones y una retención del 15% a las exportaciones no agrícolas, con excepción de la soja, que se mantuvo en el 30%. También se anunciaron medidas de índole social, como la duplicación de la AUH y un incremento del 50% de la Tarjeta Alimentar. Continúan esperando definiciones en cuanto a la deuda a saldar con las importadoras de 40.000 millones de dólares. En principio, se espera la emisión de un bono con ajuste por el tipo de cambio oficial”, añaden desde Adcap.

Para el analista Luciano Laspina, se trata de un ajuste con un alto componente transitorio

“No es un plan económico, es un conjunto de medidas para comenzar a ajustar el desequilibrio fiscal, monetario y cambiario. Por no ser un plan económico, la falta de consistencia supone riesgos de espiralización y/o persistencia inflacionaria”, considera el analista y diputado de Juntos por el Cambio Luciano Laspina.

 “La primera conclusión es que el ajuste fiscal 2024 tiene un alto componente de transitoriedad y está basado en impuestos. Es una estrategia de emergencia, pero que pondrá en duda la fortaleza del ancla fiscal a futuro, aunque el compromiso político con el equilibrio fiscal es claro”, añade.

En materia monetaria, no hubo anuncios. Se omitió el anuncio de baja de las tasas de interés, que deberían seguir a una devaluación brusca. A nuestro juicio, para evitar que haya una devaluación exagerada del TC paralelo.

«La devaluación del TC oficial/comercial fue de 120%. Altísima para todos los estándares históricos. Tendrá un impacto inflacionario en precios regulados y combustibles que están al TC oficial. Pero también en alimentos (que hoy están priceados al TC blend de exportación de 660 pesos por dólar) y en bienes de consumo masivo (hoy priceados más cerca del TC oficial). El pasaje a precios será altísimo alimentos y consumo masivo (supermercados) y será incremental en tarifas y servicios en los próximos meses», dice Laspina.

La falta de precisión sobre el nuevo esquema cambiario supone que el gobierno está dispuesto digerir la crisis fiscal y cambiaria con un shock inflacionario. Para muchos, es un plan de “licuación”. Es reconocer el impuesto inflacionario diferido aplicado por el kirchnerismo y aprovecharlos para licuar gasto público al mejor estilo de los ‘80s. El gobierno supone que luego de la “limpieza” fiscal y monetaria la situación tenderá a estabilizarse. En su defecto, deberá plantearse una “fase 2” del programa, que implique un plan de estabilización tradicional.

Los riesgos de la estrategia son claros. La aceleración de la inflación puede conducir a sucesivas devaluaciones del TC oficial/comercial. La aceleración inflacionaria puede complicar el ajuste fiscal por el efecto Olivera-Tanzi (caída real de la recaudación por inflación) y por presiones para ajustar el gasto público “no indexado”. La falta de consistencia fiscal (por tensiones sociales o por “temporalidad” del ajuste vía impuestos insostenibles) podría mantener alta la brecha cambiaria y las expectativas de devaluación.

Con el actual esquema de tipos de cambio múltiples, el TC oficial no funciona como “ancla nominal”. Esto le pasó a Martín Guzmán y a Sergio Massa, aun cuando el excandidato a la presidencia de Unión por la Patria había ajustado las cuentas públicas en una primera etapa. La peor noticia es que no hubo un cambio de régimen cambiario. Es probable que esto llegue en una segunda etapa. Y esto quizás ocurra más pronto que tarde.

Aiva y la Universidad Católica de Uruguay cierran con éxito su primer ciclo de cursos sobre finanzas personales

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A un año del inicio de su alianza, Aiva y la Universidad Católica del Uruguay completaron en 2023 las primeras dos entregas de su curso gratuito de finanzas personales para jóvenes de entre 15 y 17 años.

Las dos instancias independientes, que tuvieron lugar en junio y septiembre de 2023, alcanzaron un total de 1.000 alumnos inscriptos, tanto de Uruguay como de toda Latinoamérica, superando las expectativas iniciales de ambas organizaciones para el alcance del curso.

“Fue una muy grata sorpresa comprobar que el curso comenzó como una idea, que luego fue diseñada y plasmada en una plataforma como Aiva University, se encontró con un gran nivel de interés por parte de tantos jóvenes. Creo que esto demuestra aún más la necesidad latente de las próximas generaciones por conocimiento acerca de un tópico tan importante para sus vidas como las Finanzas Personales” comentó Agustín Queirolo, Managing Partner de Aiva.

Ambas ediciones del curso tuvieron jornadas de cierre en la casa central de la Universidad Católica de Uruguay, donde representantes de ambas instituciones recibieron a un total de 200 estudiantes para una charla sobre finanzas personales y talleres con instancias lúdicas sobre la temática.

“Las ediciones de este año superaron las expectativas en todo sentido. En la respuesta de los jóvenes, en el resultado obtenido y también por el buen relacionamiento tanto a nivel profesional y como personal que fue trabajar junto al equipo de AIVA. Fue un verdadero privilegio, lo que nos entusiasma a seguir creciendo y aumentando el impacto en el futuro ” comentó Isabelle Chaquiriand, decana de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Católica del Uruguay.

High yield latinoamericano: Copérnico presentó en Montevideo su fondo offshore de retorno total

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Hotel Boutique Le Bibló (del sitio web)

Con 20 años de track récord en el mercado de fondos onshore, la gestora latinoamericana Copérnico promueve su estrategia offshore, el Latam High Yield Fund (CLHY), con el convencimiento de que la renta fija de región tiene mucho valor para aportar en las carteras.

El pasado 5 de diciembre, el Hotel le Bibló de Montevideo fue el escenario de la presentación de Federico Carballo, portfolio manager del CLHY y financista de experiencia, quien trabaja con Copérnico desde EE.UU.

Carballo empezó su presentación ante los inversores montevideanos describiendo la asimetría que presenta el asset class de la renta fija, ya que actualmente el retorno viene del bono del tesoro y no del spread. En este contexto, la gestora tiene un enfoque de gestión del riesgo activo, sin atarse a un índice, pudiendo así enlazar la visión macro con la micro.

Desde Copérnico comparten la visión de un “soft landing” para la economía estadounidense en 2024 y ven oportunidades en Latinoamérica: “A pesar del COVID-19, las compañías están más saneadas que en 2008. El componente político afecta a todo en la región, pero hay un espacio para la apreciación de ciertas empresas. Así, Latinoamérica ofrece actualmente el mejor mix de spread versus apalancamiento”, dijo Carballo.

Además, en la gestora piensan que cuando vuelvan los flujos de capitales a los países emergentes, Latinoamérica saldrá más beneficiada que otras regiones porque sus empresas están mucho menos endeudadas.

Para Carballo, la principal ventaja de no seguir un índice es ser independientes a la hora de elegir un país o un sector, por ello su equipo “está muy encima de los créditos” y el fondo tiene mucha diversificación. Con este enfoque, el portfolio manager piensa que viene evitando los peores episodios de crédito, como en 2022, cuando sus resultados fueron buenos en relación a la competencia.

A la hora de hablar del proceso de inversión del Latam High Yield Fund, a Carballo le gusta recurrir a la imagen de la navegación, como podrán apreciar en el gráfico siguiente.

El fondo tiene un 20% de liquidez, con la mayoría de sus inversiones en Brasil, Argentina y México. A la hora de señalar los sectores donde ven más potencial, dominan las empresas de petróleo y miran con interés la evolución de nearshoring en México, una inversión “difícil de jugar” porque su rendimiento puede ser muy indirecto y es necesario un análisis detallado crédito por crédito.

Sobre su visión global del mercado, el analista de la gestora señaló que estamos en un “mundo distinto” y que la pandemia de coronavirus generó un ciclo nuevo en el que la economía se desincronizó.

Con oficinas en Argentina, Uruguay y Estados Unidos, Copérnico lanzó su primera estrategia de crédito latinoamericano high yield en 2004 y actualmente la gestora maneja mas de 500 millones de dólares, y la estrategia 200 millones de dólares.

 

Renta 4 Banco: los tipos no bajarán ni tanto ni tan pronto como descuenta el mercado

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Pixabay CC0 Public Domain

El Departamento de Análisis de Renta 4 Banco ha presentado su Estrategia de Inversión para 2024. Tras un final de año 2023 marcado por fuertes subidas tanto en renta fija como en renta variable, al calor de la intensificación de las expectativas de bajadas de tipos en los próximos meses, “consideramos que, en 2024, la clave de los mercados estará en la evolución de la inflación, que a su vez determinará las políticas monetarias de los principales bancos centrales”, afirma Natalia Aguirre, directora de Análisis y Estrategia de Renta 4 Banco.

Si bien Renta 4 Banco coincide con el consenso de mercado en que los tipos de intervención habrían tocado techo (salvo grandes sorpresas a alza de la inflación), no comparte la expectativa de inicio de recortes de tipos tan pronto como en el primer trimestre, ni la elevada cuantía descontada por el mercado. La principal razón:el hecho de que aún estamos lejos del objetivo del 2% de inflación.

En este contexto, Renta 4 Banco espera que el inicio de las bajadas de tipos de interés se retrase a la segunda mitad de 2024 y, en cualquier caso, se mantengan en niveles restrictivos (4,25%-4,5% en EE.UU. y 3,25% el tipo de depósito del BCE) y, por tanto, lejos aún de sus niveles neutrales.

Esta restricción monetaria seguirá pesando sobre el ciclo económico, donde el equipo de analistas de Renta 4 Banco espera desaceleración respecto a 2023, aunque con un aterrizaje suave de la economía. “Vamos hacia un crecimiento débil, recogiendo el impacto total de las subidas de tipos y unas condiciones financieras más restrictivas que lastrarán la inversión y el consumo”, apuntan los analistas.

“Este escenario de débil crecimiento y tipos aún altos se traducirá en un moderado avance de los resultados empresariales”, confirma Natalia Aguirre.

Ibercaja prevé una ligera desaceleración de la economía y estima un crecimiento del PIB en España del 2,5% en 2023 y del 1,6% en 2024

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Ibercaja ha anunciado sus previsiones de crecimiento económico para este año 2023, situando el PIB del conjunto de España en el 2,5% y en el 1,6% para el año 2024.

La entidad ha trasladado una perspectiva de ligera desaceleración en su valoración de la coyuntura económica actual, así como del comportamiento esperado en 2024 durante la presentación a los medios de comunicación de la publicación cuatrimestral que Ibercaja edita desde hace 25 años. 

La saneada situación financiera de los hogares y las empresas en términos agregados y la ausencia de grandes desequilibrios estructurales reducen el riesgo de una recesión duradera o profunda a corto plazo, según han expuesto en la presentación Antonio Martínez, director del Área Financiera de Ibercaja, y Santiago Martínez, jefe de Análisis Económico y Financiero del Banco, que también auguran que un escenario más positivo sería posible si se produjera un mayor esfuerzo inversor que contribuyera a mejorar la productividad de las empresas. 

En España, el crecimiento económico en 2023 ha sorprendido positivamente respecto a las perspectivas anunciadas previamente por la Entidad que habían sido más conservadoras. El efecto de la inflación sobre las cuentas de los hogares se ha ido diluyendo gracias a la expansión de los salarios, que ha absorbido buena parte de la capacidad adquisitiva que se perdió en 2022. Además, el excedente de ahorro acumulado durante la pandemia apenas se ha gastado, de acuerdo con las cuentas de los sectores institucionales que publica el INE

Por otra parte, los expertos del banco consideran que la subida de los tipos de interés está dañando la economía menos de lo previsto gracias a la buena situación financiera y a la reducción del endeudamiento de hogares y empresas. 

Como aspecto negativo, señalan que la buena situación en términos agregados no debe ocultar las distintas realidades de los hogares españoles por su nivel de renta y por su situación de endeudamiento. Así, consideran que los hogares con rentas más bajas pudieron ahorrar menos en la pandemia y se vieron más castigados por la inflación de los alimentos, la electricidad y otros productos básicos. 

En lo que respecta al endeudamiento, menos de un tercio de los hogares tiene una hipoteca, y menos de una cuarta parte tiene una hipoteca a tipo variable. De esta forma, mientras que tres cuartas partes de los hogares no se han visto afectadas por la subida del Euribor, una cuarta parte sí lo ha sufrido de forma muy significativa. 

Para el año 2024, los expertos de Ibercaja prevén que la evolución del PIB estará condicionada por la capacidad de las empresas para mantener sus márgenes. “El mayor riesgo es que la subida de los costes laborales sin incremento de la productividad termine generando una pérdida de competitividad que, de prolongarse en el tiempo, concluya en un ajuste mediante la destrucción del empleo”, aseguran desde Ibercaja. 

Más allá de este riesgo de medio plazo, también apuntan al inminente agotamiento del mercado laboral por motivos demográficos causados por el envejecimiento de la población y por el desajuste entre la oferta y la demanda laboral causada por problemas estructurales del sistema educativo que están llamados a seguir ganando protagonismo en los próximos años. 

En este sentido, el banco estima que la tasa de paro en España se situará en el 12% en 2023 y tan solo 7 décimas por debajo en 2024 (en el 11,3%); y que la variación de la ocupación será del 2,8% este año para descender al 1,5% en 2024. 

Con todo ello, Ibercaja considera que la perspectiva es de ligera desaceleración y que en los próximos trimestres se irá perdiendo el impulso expansivo iniciado con la salida de la pandemia por efecto de tres factores: el menor potencial de incremento del empleo; los efectos de la subida de los tipos de interés que, aunque menores de lo temido seguirán llegando por el retardo en las consecuencias de la política monetaria; y el efecto de la política fiscal menos laxa que en los últimos años porque partimos de niveles de déficit público que superan ampliamente el objetivo del pacto de estabilidad y crecimiento. 

“Las empresas han reducido la inversión por prudencia ante la incertidumbre causada por la inflación, la crisis energética o la subida de los tipos de interés desde niveles inusualmente bajos”, explican desde la entidad. “Conforme se configure el nuevo ciclo y se despejen las mayores amenazas, con la ayuda de los fondos europeos y de un sistema financiero solvente y con capacidad para conceder más crédito, podríamos vernos sorprendidos otra vez por una economía más resistente de los que creíamos”, han añadido.

Spainsif analiza el desarrollo de los derechos humanos y la discapacidad en la inversión sostenible

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Los retos ambientales, sociales y económicos transformadores en el ámbito de la sostenibilidad se materializan en distintas capas (laboral, salud, alimentación, movilidad, vivienda) con efectos cada vez más visibles, en particular para las regiones y los colectivos con mayor riesgo de vulnerabilidad, como las regiones menos desarrolladas o las personas con discapacidad. La transición hacia un modelo más sostenible y resiliente a estos cambios precisa de una gran movilización de financiación e inversión sostenible que tenga en cuenta los desafíos presentes y futuros de manera integral.

Con motivo del Día de los Derechos Humanos (DDHH), que se celebra cada 10 de diciembre, Spainsif, junto con otras entidades sociales, académicas, financieras y laborales, ha analizado estas cuestiones en un coloquio promovido por Fundación ONCE. En él han participado representantes de Fundación ONCE (José Luis Martínez Donoso, Fernando Riaño, Carla Bonino y Clara Ramos), Human Rights Watch (Jonás Bull), Banco Cooperativo Español (Leticia Vítores Mingo y José Luis Garzón), Lazard (Domingo Torres Fernández), Standard & Poor’s (Luisina Berberian y Luis Solís), Gabeiras y Asociados (Elena Morris), UNED (Orencio Vázquez), Economistas Sin Fronteras (Gloria González), CCOO (Mario E. Sánchez Richter), Triodos Bank (Antonio Martínez) y Cecabank (Manuel Yébenes).

Dimensión social de la sostenibilidad y los derechos humanos

Son varios los factores que marcan el ritmo de incorporación de las cuestiones sociales y derechos humanos en el ámbito de las finanzas sostenibles, aunque uno de ellos destaca reiteradamente por su influencia e importancia: el marco regulatorio. Han surgido en la última década distintas iniciativas normativas y reguladoras en materia de reporte de información y de responsabilidad y debida diligencia respecto a cuestiones ambientales, de DDHH y laborales. Este avance regulatorio resulta clave teniendo en cuenta que hasta tiempos muy recientes las iniciativas vinculadas con la protección y respeto de los DDHH se concentraban mayoritariamente en el ámbito de los estados, ajeno a las empresas y los inversores privados.

La Comunicación de 2011 de la Comisión Europea (CE) “Una nueva estrategia de la UE 2011-14 sobre Responsabilidad Social Corporativa (RSC)” puso por primera vez el foco de la RSC en la responsabilidad sobre los impactos ocasionados por las empresas y en la protección de los derechos de las personas. En junio del mismo año, se aprobaron los “Principios Rectores sobre las empresas y los DDHH” de Naciones Unidas, que asignan roles y responsabilidades para estados y empresas.

En un primer momento, surgieron directrices y códigos de conducta voluntarios como las “Líneas Directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales”, un listado de recomendaciones de los gobiernos para una conducta empresarial responsable de empresas multinacionales. Desde su actualización en 2011, incorpora capítulos específicos en materia de derechos humanos y laborales, y aspectos relativos a la corrupción, responsabilidad fiscal y debida diligencia. En 2017, los Líderes del G20 se comprometieron a fomentar la aplicación de normas laborales, sociales, medioambientales y de derechos humanos, de acuerdo con los marcos reconocidos a nivel internacional, con el objetivo de que las cadenas de suministro sean sostenibles e inclusivas, subrayando la responsabilidad de las empresas de ejercer la debida diligencia. Entre dicho año y 2022, la OCDE ha publicado Recomendaciones sobre la diligencia debida y una conducta responsable para las empresas, sector financiero e inversores institucionales.

La Unión Europea, por su lado, adoptó la Directiva de Divulgación corporativa de información de sostenibilidad (CSRD), los Estándares Europeos de Informes de Sostenibilidad (ESRS) y el Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR), que incorporan obligaciones de reporte sobre los riesgos e impactos medioambientales y sociales -si bien el reporte de algunas cuestiones sociales queda a expensas del análisis de materialidad de las entidades afectadas-. Asimismo, la cobertura de las cuestiones sociales no es homogénea entre ambos marcos, y cabría una mayor ambición respecto a la inclusión en la SFDR de otros indicadores de Impactos adversos (PIAs) en materia social.

Quedan por completar los trabajos iniciados por la Comisión Europea para una Taxonomía social que fije criterios para clasificar actividades económicas que hagan una contribución sustancial un objetivo social; y acordar el texto final de la Directiva de Debida Diligencia (CSDD) propuesta por la CE en 2022, en la que se establecerán por primera vez obligaciones en materia de derechos humanos y medio ambiente para las empresas por sus actividades y las de su cadena de valor, y cuyos términos y alcance todavía se están negociando.

Retos para la integración de los DDHH en las finanzas sostenibles

El protagonismo de las temáticas medioambientales todavía prima sobre las sociales en las decisiones de inversión y financiación, si bien existen evidencias de una creciente sensibilización por parte de los inversores de los retos sociales derivados del cambio climático. Así, la violación de los derechos humanos y derechos laborales están presentes como criterios de exclusión de las inversiones sostenibles y responsables (ISR) entre el 60% el 70% de las entidades nacionales consultadas por Spainsif en su último estudio anual sobre el mercado de activos gestionados con algún criterio de sostenibilidad en España.

Las cuestiones relativas a los derechos humanos ocupan el segundo lugar en las temáticas más presentes en las iniciativas de engagement, mientras que los asuntos relacionados con la diversidad e igualdad de género y los derechos laborales se sitúan en tercera y cuarta posición. El primer lugar lo ocupan los planes de transición climática.

Entre las estrategias de inversión temática destacan las vinculadas a aspectos medioambientales, si bien los aspectos sociales cobran fuerza especialmente en el ámbito de acceso a servicios básicos como salud y bienestar, y agua. Los aspectos más cercanos a los DDHH, tales como la diversidad e igualdad, son también relevantes. En menor proporción, se sitúan las temáticas de inclusión financiera o el acceso a la vivienda. A pesar de ello, la demanda por parte de los inversores de productos de inversión focalizados en temas sociales o de derechos humanos es todavía modesta.

Más allá de las estrategias que ponen el foco en una cuestión específica de sostenibilidad, se vislumbra una mayor popularidad del abordaje integrado de las dimensiones ambientales y sociales (incluido los DDHH) del cambio climático, haciendo especial hincapié en la promoción de una transición inclusiva y justa. Este enfoque da respuesta a la magnitud y complejidad de los retos que requieren de mecanismos de coordinación y financiación público-privados, y de un relevante rol de las entidades financieras de desarrollo y multilaterales, que combinen garantías, asistencia técnica y distintos tramos de financiación capaces de atraer y movilizar capital privado.

Existe todavía un déficit de información corporativa sobre el en impacto en las cuestiones sociales que más preocupan a los inversores. El calendario para el primer reporte bajo el marco regulatorio de la CSRD para un número significativo de empresas se sitúa en enero de 2026, y las pymes cotizadas incluso podrían comenzar a reportar en 2028. Ello pospone en gran medida la capacidad de construcción de carteras focalizadas en los aspectos sociales en base a esa información.

Por su lado, el inversor particular, a la hora de enfrentarse a estos criterios en la toma de decisiones de inversión, necesita una información más precisa y clara sobre las cuestiones sociales y de derechos humanos, de manera que pueda efectivamente alinearse con sus preferencias.

Discapacidad y finanzas sostenibles

Gracias a la labor de entidades como Fundación ONCE, distintos indicadores relativos a la discapacidad forman parte de los estándares de reporte de Global Reporting Initiative (GRI). Esto, a su vez, tiene una influencia en su incorporación a los ESRS desarrollados por EFRAG en el marco de la CSRD. Queda pendiente una mayor interconexión de dichos indicadores con el listado de SFDR de Principales Impactos Adversos (PIAs).

En el presente, es posible seguir dando pasos adelante en la sensibilización sobre la vulnerabilidad y exposición de ciertos grupos a riesgos medioambientales y sociales. Estos riesgos, interconectados entre sí, son un factor multiplicador de los riesgos de exclusión. Un ejemplo de la necesidad de investigar dichas dinámicas entre los retos sociales y ambientales es el resultado del reciente estudio realizado en España sobre la respuesta a las olas de calor y su efecto en las personas con discapacidad elaborado por Human Rights Watch.

Para abordar estos desafíos es esencial llevar a cabo una transición verde de manera inclusiva y equitativa, considerando con especial interés los riesgos específicos y las oportunidades laborales que puedan surgir durante esta transformación del sistema económico, asegurando que estos grupos puedan acceder efectivamente a ellas.