Foto cedidaAmaia Redondo, gerenta de Inversiones de Banca Ética
Doble Impacto, la plataforma de inversiones de Banca Ética en Chile, cerró diciembre con broche de oro, lanzando un nuevo fondo de inversión para financiar empresas de impacto en el país andino. Esta estrategia conquistó a la administradora general de fondos (AGF) de BancoEstado, quien aportará el componente de democratización a través de dos fondos mutuos.
Se trata de la estrategia Sigma Doble Impacto, que fue lanzado a mediados de diciembre de 2023 con un aporte inicial de 1.200 millones de pesos chilenos (alrededor de 1,4 millones de dólares). Este capital provino de BancoEstado AGF y cinco family offices locales.
“El objetivo es poner a disposición del mercado una herramienta para democratizar la inversión de impacto, y que desde instituciones hasta personas naturales pueden acceder a invertir en empresas que tienen impacto positivo en la sociedad”, indicó Amaia Redondo, gerenta de Inversiones de Banca Ética, a Funds Society.
La ejecutiva detalló que esperan aumentar el patrimonio del vehículo hasta los 3.000 millones de pesos (3,4 millones de dólares) en marzo y alcanzar un patrimonio de 10.000 millones de pesos (11,3 millones de dólares) en los próximos 12 meses.
Banca Ética es el precursor del fondo, su administrador primario y la originadora de las inversiones. Por su parte, la AGF de BancoEstado –el banco estatal de Chile– abrirá el acceso al público retail, a través de dos fondos mutuos: las estrategias BancoEstado Perfil E y BancoEstado Mi Futuro Moderado.
Además, la firma financiera estatal forma parte del comité de inversiones del fondo Sigma Doble Impacto. Ahí, es representada por Luca Restuccia, gerente de Inversiones de la AGF y representante en Chile de BNP Paribas Asset Management (socio de BancoEstado en su AGF).
La estrategia
El nuevo vehículo tiene una rentabilidad proyectada de entre 4% y 6% por sobre un depósito a plazo referencial local e invierte en una cartera de créditos para empresas de alto impacto. La tesis está en invertir en una diversidad de sectores, incluyendo educación, industria creativa, turismo, hábitat, inclusión, salud, sistemas alimentarios, energías renovables y producción-consumo sostenible.
“Los activos del Fondo se sustentan en financiamientos entregados a distintas organizaciones y empresas que generan impacto positivo y que actúan en nuestros nueve verticales de interés” explicó Redondo.
Doble Impacto ha realizado más de 950 operaciones de financiamiento con cerca de 220 empresas. Con todo, ha gestionado más de 100 millones de dólares en financiamiento bajo esta tesis de inversión, a través de una evaluación integral de riesgo crédito e impacto.
“Nuestra evaluación integral considera un análisis de impacto, así como un análisis de riesgo crédito, donde evaluamos la trayectoria y capacidad de gestión de las organizaciones en las industrias que participan, la robustez y certeza de primera fuente de pago y las distintas mitigantes en una segunda fuente de pago, alcanzando aproximadamente un 75% de los financiamientos con hipoteca”, comentó la gerenta de Inversiones.
La ejecutiva también adelantó que al menos el 80% de la cartera del fondo estará destinada a créditos entre 30 y 500 millones de pesos (33.900 a 565.000 dólares), con plazos entre 2 y 60 meses. Estos préstamos tendrán una tasa fija nominal anual, en un rango entre 4% y 6% sobre el depósito a plazo local.
El grueso de la cartera objetivo está posicionada en empresas ligadas a la educación y cultura, con un 48,9% de los recursos. Esto se divide entre las categorías de educación de calidad (35,6% del total), industrias creativas (12,5%) y turismo sostenible (0,8%).
Por su parte, un 28,2% estará ubicado en empresas ligadas al desarrollo social, lo que incluye los sectores de hábitat inclusivo (18,6% del total), hábitat sostenible (8,3%) e inclusión (1,3%). El remanente se destinará a firmas relacionadas con el medio ambiente, con 9,4% orientado al rubro de sistemas alimentarios, 8,6% al consumo y producción sostenible y 4,9% abocado a la energía renovable.
El sistema bancario argentino se enfrenta a desafíos cada vez más complejos en materia de liquidez y gestión de activos y pasivos (ALM) debido a las medidas de política económica recientemente anunciadas por la administración del presidente Javier Milei, dice Fitch Ratings. Si bien el efecto sobre el sistema bancario dependerá de la forma final que adopten las políticas del nuevo gobierno, podrían exacerbar la presión sobre la liquidez, los márgenes y la estabilidad de las ganancias del sistema bancario.
Las nuevas medidas de política que más afectan a los bancos incluyen la devaluación del peso en un 50%, el anuncio de que el BCRA (Banco Central de Argentina) suspenderá la emisión de Leliq (letras de liquidez del BCRA) a 28 días y que la tasa para los depósitos a plazo se fijará en 110% nominal anual.
«Las posiciones de capital y liquidez de los bancos sirven como colchón para absorber posibles pérdidas crediticias inesperadas o salidas de depósitos. Una liquidez significativa está respaldada por la relación crédito-PIB notablemente baja del país (9,1% a finales de 2022), una de las más bajas entre sus pares latinoamericanos. Esperamos que los bancos reduzcan aún más el crecimiento de los préstamos, dada la expectativa de inversiones más limitadas por parte del gobierno federal. Si bien esto respalda la retención de capital, a medida que los menores desembolsos de préstamos reducen la densidad de los APR, los márgenes bancarios se verán presionados por la reducción esperada de los activos productivos y es posible que no puedan compensar los mayores costos de financiamiento dada la implementación de tasas de interés mínimas sobre los depósitos», dice la nota de la calificadora.
Según Fitch, los bancos argentinos enfrentan una creciente incertidumbre económica y una mayor volatilidad cambiaria a medida que el nuevo gobierno aborda la hiperinflación y la baja confianza en el sistema monetario del país. El gobierno anunció recientemente la transición de Leliqs a acuerdos de recompra a 1 día (notas epo) como nuevo punto de referencia de política en un intento por reducir los costos de endeudamiento, en línea con el objetivo de la administración de reducir el papel del BCRA en la emisión de deuda pública.
Los comentarios anteriores de Milei de que sería necesario cancelar o reestructurar significativamente las Leliq para una normalización ordenada del mercado cambiario habían provocado que los bancos redujeran la renovación de Leliq en medio de una mayor volatilidad del mercado. En cambio, los bancos optaron por pagarés repo y por diferentes clases de activos, como los bonos emitidos por el gobierno.
Esto ha reducido la importancia del papel natural de intermediación financiera de los bancos, ya que los inversores también están buscando otras alternativas de inversión (además de los depósitos). Las notas repo a 1 día actualmente pagan una tasa de interés del 100% frente a las Leliq del 133%. El gobierno también anunció una subasta de deuda en pesos, con vencimientos de hasta tres años.
El gobierno también estableció recientemente un máximo del 110% anual durante un período fijo de 30 días para los depósitos. Para los analistas de Fitch, esto no presenta un riesgo ALM debido a la baja cantidad de crédito en el sistema bancario (5.600 millones de dólares en el 1T23), los bancos prácticamente han dejado de emitir depósitos. Al tener menos alternativas, los depositantes se están trasladando a otros activos, donde la protección contra la inflación es mejor.
Las nuevas tasas máximas de depósito no generarán problemas de descalce de ALM para los bancos ni un desgaste excesivo de los depósitos, ya que los inversores no tienen buenas alternativas para asignar su liquidez. Aunque cualquier reducción de las tasas de los depósitos beneficiaría la rentabilidad de los bancos, los márgenes seguirán estando presionados por los menores ingresos, dada la escasez de negocios bancarios. Un mayor deterioro económico también resultará en un aumento de los préstamos morosos, intensificando la presión sobre los márgenes.
Según la calificadora, «la reciente devaluación del peso del 50% ha exacerbado aún más los desequilibrios en las estructuras de activos y pasivos tanto para los bancos como para las empresas, incluso si el índice de dolarización de la economía es moderado (15,2%). Sin embargo, el impacto esperado en los bancos es limitado, ya que las instituciones financieras han cubierto el riesgo cambiario invirtiendo en dólares estadounidenses y en notas vinculadas al gobierno de Estados Unidos. No obstante, las tasas de interés más bajas pueden traducirse en una mayor inflación, limitando aún más la capacidad de pago de los prestatarios».
El caso base de Fitch no incluye el cierre del BCRA, por el que Milei abogó durante su campaña electoral. La nueva administración ha incorporado la retroalimentación del mercado en lugar de limitarse a imponer reglas, como se vio con la transición para abandonar las Leliqs.
Los precios del petróleo cayeron bruscamente la semana pasada, el precio de referencia Brent cayó por debajo de los 75 dólares y el WTI incluso por debajo de los 70 dólares por barril, dice un informe de Julius Baer firmado por Norbert Rücker, Jefe de Economía e Investigación en Next Generation.
Las naciones petroleras, en especial Arabia Saudita, probablemente no estén contentas con estos acontecimientos y con la reacción del mercado al resultado de su reciente reunión, según la nota del banco suizo.
«El mercado podría no estar convencido de que la alianza OPEP+ – la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados, incluida Rusia y otros- cumpla completamente con sus compromisos voluntarios de recorte de suministro. O podría existir la expectativa de que estos recortes prolongados y más profundos en la oferta no sean suficientes para cambiar los equilibrios del mercado», dice Norbert Rücker.
La publicación de las estadísticas oficiales del mercado petrolero de EE.UU. mostraron una continuación de la normalización de las condiciones. El almacenamiento de petróleo se mantiene dentro de los promedios estacionales, las exportaciones crecen incrementalmente y la demanda de petróleo se estanca.
«El contexto negativo también podría estar relacionada con Asia y la realización de que la demanda china ya no ofrece apoyo a los precios en el futuro, como lo hizo en 2023. La economía se desaceleró, es probable que los inventarios domésticos estén llenos y el marcado cambió hacia la movilidad eléctrica, que debería comenzar a deprimir el uso de combustible para carretera», señala la nota.
Desde Julius Baer piensan que «el mercado del petróleo bien abastecido a futuro, incluso con los recortes continuos en el suministro de las naciones petroleras, especialmente porque el consumo de petróleo en el mundo occidental y en China debería estancarse hacia adelante Además, la mayoría del petróleo sale de EE.UU., de las arenas petrolíferas canadienses y de aguas profundas de Brasil se puede producir de manera muy rentable con precios en los 70 e incluso en los 60 dólares».
Por lo tanto, el mercado del petróleo debería mantener un equilibrio a largo plazo alrededor de estos precios. La tensión subyacente proviene de los deseos y necesidades de las naciones petroleras de precios más altos, especialmente de Arabia Saudita. Esta tensión ha existido durante algunos años, pero recientemente fue maquillada por la serie conocida de impactos.
Desde 2021, sus restricciones han sido en gran medida una medida innecesaria para la estabilidad del mercado petrolero y, en cambio, una manera contundente de sostener los precios.
Para Julius Baer, la política petrolera seguirá siendo un elemento de ruido en 2024 y probablemente sea un suceso agitado dominante. Las realidades económicas tienden a superar los deseos políticos a largo plazo.
El pensamiento convencional sostiene que tasas de interés más bajas significan precios más altos de viviendas, sin embargo, dadas las condiciones de oferta y demanda en la vivienda actuales, los «precios podrían suavizarse en el futuro si los costos de préstamo caen a niveles que cambien el comportamiento de los prestatarios», según un informe de DoubleLine.
A medida que los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE.UU. comenzaron su meteórico ascenso hace más de dos años, los llamados a una caída en los precios de las viviendas en EE.UU. eran una docena. La mayoría de los pronosticadores del mercado se han dejado llevar por una formulación simplista que reza que a tasas de interés más altas significan precios de viviendas más bajos, o el corolario, tasas más bajas significan precios más altos.
Según Ken Shinoda, Portfolio Manager de DoubleLine que firma el informe, “esta teoría ingenua” trata los precios de la vivienda como análogos a los precios de los bonos de cupón fijo, que se mueven inversamente a las tasas de interés.
Sin embargo, el mercado de la vivienda no es tan sencillo. Formar una perspectiva sobre los precios de la vivienda requiere profundizar más que en factores únicos, como los precios de las viviendas y los costos hipotecarios, en la dinámica de oferta y demanda.
En el mercado actual, se da lo que Shinoda llama una “paradoja de las tasas” con una de las limitaciones en la oferta ha sido el «efecto de bloqueo» debido a hipotecas generalizadas con tasas del 3%-4%, cientos de puntos básicos por debajo de las nuevas tasas de compromiso hipotecario, un legado de los días gloriosos de la flexibilización cuantitativa.
Tras un pronunciado aumento en las tasas de nuevas hipotecas, estas hipotecas heredadas de bajo interés son tan valiosas que los propietarios son muy reacios a mudarse y poner casas en el mercado.
De todas maneras, una recesión podría aumentar la oferta de viviendas a través de nuevas ejecuciones hipotecarias, pero se espera que estrategias de mitigación de pérdidas desarrolladas después de la Crisis Financiera Global, como modificaciones de préstamos y tolerancia hipotecaria utilizadas extensamente durante la reciente pandemia, restrinjan la oferta en mayor medida en comparación con otros períodos recesivos.
“El precedente histórico indica que las recesiones no conducen inherentemente a disminuciones en los precios de las viviendas; de hecho, durante la mayoría de las recesiones posteriores a la guerra, los precios de las viviendas o se mantuvieron estables o experimentaron un aumento, como lo demuestra la crisis de ahorros y préstamos y el estallido de la burbuja puntocom”, dice el informe.
Las tasas hipotecarias más bajas podrían suavizar los precios de las viviendas, dice el informe de Shinoda y lo llama como “un giro irónico”.
Una financiación más asequible podría incentivar a los posibles vendedores que se han quedado obstinadamente bloqueados en hipotecas del 3%-4%. Existe un “número mágico para las tasas hipotecarias fijas” que podría descongelar el mercado de la vivienda.
“Un precio que reúne a compradores y vendedores dispuestos, un precio de equilibrio de mercado”, dice el experto que lo simplifica en un 5%.
El suministro y el volumen de transacciones desencadenados por tasas hipotecarias en la zona del 5% podrían disminuir los precios de las viviendas a nivel nacional o al menos estabilizarlos.
En el caso del “número mágico”, el experto espera un comportamiento de precios lateral. Adelanta que el suministro sería bueno para el mercado, bueno tanto para compradores como para vendedores.
Además, el suministro sería bueno para la economía, ya que la actividad de la vivienda no se trata solo de comprar y vender casas, sino de todos los gastos asociados, como la renovación del hogar, la reparación y la compra de nuevos electrodomésticos y muebles. La construcción de viviendas nuevas también probablemente se recuperaría a medida que el volumen de transacciones repuntara.
Esto es un resumen del informe, para leerlo en su totalidad debe acceder al siguiente link.
Indexa Capital ha anunciado una reducción de la inversión mínima de sus carteras de fondos y EPSV, en línea con los cambios que se han producido a nivel legislativo, una vez que el Gobierno de España ha aprobado por real decreto una modificación de las aportaciones al Fondo de Garantía de Inversiones.
“Se trata de una petición que, desde Indexa, llevamos haciendo a las autoridades, al Fogain y a la CNMV, desde hace muchos años. La reducción aprobada nos beneficia como entidad contribuyente al mismo y, con ello, beneficia a nuestros clientes, sin que suponga una reducción de la cobertura del Fondo de Garantía de Inversiones, que se mantiene en 100.000 euros por titular y entidad. En Indexa somos más de 68.000 clientes, por lo que nos afectaba especialmente el coste fijo anual de tres euros por cliente, que ahora se elimina. Pensamos que esta reducción nos ayudará a acelerar nuestro crecimiento en número de clientes en 2024”, señala Unai Ansejo, cofundador y co consejero de Indexa Capital.
Desde Indexa señalan que esta decisión es una gran noticia para clientes más jóvenes o con menos patrimonio líquido, así como para los padres que quieren abrirles una cuenta a sus hijos, porque permite empezar a invertir con menos, y antes.
¿Por qué se ha eliminado la contribución fija anual por cliente?
Los tres euros anuales por cliente perjudicaban a los clientes con menor capacidad de inversión, porque obligaba a las agencias y sociedades de valores a fijar una inversión mínima inicial que permitiera cubrir el coste por cliente del Fogain, explican en la firma.
Es habitual en estas fechas hacer balance y acotar la lista de deseos para el año que acaba de entrar o, incluso, redactar una carta a sus majestades los Reyes Magos de Oriente. Sólo una advertencia: ¡cuidado con el consenso!, dicen en Generali Insurance Asset Management.
Los inversores empezaron 2023 con demasiado pesimismo. Parece haber una mayor variedad de opiniones para 2024, pero en general prevalecen las de quienes auguran una inflación y unos rendimientos más bajos, recortes de los tipos de interés y una inclinación de la curva, un retroceso del dólar y un leve desplome de la renta variable (escenario Ricitos de oro). Antes de cerrar la carta o la lista de deseos, la gestora echa un vistazo al escenario económico que se abre ante nosotros, analizado por el equipo de Investigación Macroeconómica y de Mercado de Generali Insurance Asset Management.
«Tras una notable resistencia en 2023, la economía mundial se ralentizará a principios de 2024. La eurozona ya coquetea con una leve recesión; las persistentes cicatrices de la crisis energética y el inminente endurecimiento fiscal mantienen las perspectivas planas. EE.UU. (finalmente) sentirá vientos en contra más fuertes a medida que los altos tipos de interés se hagan palpables, mientras que el apoyo del exceso de ahorro y el despilfarro fiscal se desvanecen. Además, la tibia recuperación china no supondrá un alivio general», comentan.
Sin embargo, esperan que las perspectivas mundiales se estabilicen a mediados de año, gracias a un ciclo global de inventarios que está tocando fondo y a unos mercados laborales más bien resistentes, así como los ingresos reales. El debilitamiento de los vientos en contra de la política monetaria puede ayudar a que el crecimiento gane algo de tracción a finales de año.
En cuanto a bancos centrales, a medida que aumentan las evidencias de que las presiones sobre los precios se están relajando, los principales bancos centrales han alcanzado los tipos máximos. «Sin embargo, es probable que se trate de una meseta prolongada hasta bien entrado 2024. Es improbable que los tipos de inflación subyacente caigan por debajo del 3% antes de mediados de 2024. Los bancos centrales evitarán declarar una victoria prematura sobre la inflación», añaden.
En su opinión, «resulta alarmante que la relajación de las condiciones financieras no haga sino retrasar los recortes de los tipos de interés oficiales. Lo anterior crea un mecanismo de autocorrección que podría acabar reduciendo la volatilidad de los tipos en el primer semestre de 2024». Esperan que los primeros recortes de tipos en EE.UU. y la eurozona lleguen como muy pronto en junio. El Banco de Japón contrarrestará la tendencia mundial a la relajación con una primera subida de tipos, probablemente en el segundo semestre.
Geopolítica: principales hitos
Desde la invasión de Irak en 2003 hasta principios de 2022, el mundo disfrutó de alrededor de 20 años de notable estabilidad. Ya no. La guerra de Ucrania y el conflicto entre Israel y Palestina pueden haber marcado el comienzo de una era más volátil, a medida que el mundo transita hacia un nuevo orden multipolar, defienden. «Entre los riesgos de 2024, la OPEP+ podría reducir aún más la producción de petróleo para hacer subir los precios, erosionando aún más el apoyo a los partidos mayoritarios y a las políticas climáticas en las elecciones clave europeas (junio) y estadounidenses (noviembre). Las tensiones entre China y EE.UU. podrían aumentar durante la campaña electoral estadounidense y agravarse aún más en caso de victoria de Trump», agregan.
Visto desde un ángulo positivo, los titulares pueden virar hacia una estabilidad global y una desescalada. Cualquier avance diplomático en Ucrania sería una sorpresa positiva para los mercados europeos, explican.
Tendencias estructurales
Pese a que los cambios estructurales, como los demográficos, influyen lentamente en las tendencias financieras, hay varias fuerzas según el informe que están emergiendo a un primer plano. En primer lugar, el cambio climático se ha acelerado (anomalías récord de temperatura). Cabe esperar, entre otras cosas, una carga creciente para las finanzas públicas, un impacto adverso en la combinación crecimiento-inflación y nuevos retos para las aseguradoras. Las elecciones son una amenaza para los maltrechos valores de las energías renovables, pero unos tipos de interés más bajos deberían ayudar.
La desglobalización puede ser exagerada, pero estamos en presencia del friend-shoring y del de-risking. La erosionada competitividad europea sigue siendo motivo de preocupación, explican desde la gestora.
La inteligencia artificial está saliendo al rescate de las malas tendencias de productividad, pero su efecto será gradual en los próximos años.
El aumento de los rendimientos reales, junto con el débil crecimiento del PIB real, constituye un mal cóctel para la sostenibilidad de la deuda soberana. El clima y las necesidades de gasto militar añaden leña al fuego: un riesgo de cola más gordo para la Eurozona, dada la ausencia de unión fiscal.
«Con todo, estamos de acuerdo en que los rendimientos de los bonos terminarán 2024 por debajo de los futuros actuales, pero esperamos que la caída sea limitada (especialmente en el primer semestre de 2024) dadas las consideraciones de oferta, el posicionamiento de los inversores, la lenta desinflación y las tendencias seleccionadas de los bancos centrales (QT, giro del Banco de Japón). Vemos poco valor en adelantarse a los recortes de tipos y ponderar agresivamente los activos de riesgo (renta variable, high yield, cíclicos, etc.) antes de tiempo, dados los actuales precios de Ricitos de Oro, los riesgos económicos y la reticencia de los bancos centrales a que las condiciones financieras se relajen demasiado rápido», concluyen.
El lado positivo es que la volatilidad de los tipos se reducirá drásticamente desde niveles aún elevados, y esperan que el investment grade se beneficie tanto de las condiciones fundamentales como de las técnicas. Los sectores muy apalancados siguen expuestos a una reacción retardada a las subidas masivas de tipos de 2022 y 2023. La geopolítica es un comodín, pero los riesgos tienen dos caras.
«Seguramente, esos deseos de los inversores para los Reyes Magos tendrán muy en cuenta todas estas cuestiones. Sobre todo, con el deseo de que se resuelvan, especialmente la volatilidad y los riesgos geopolíticos, y que así 2024 nos devuelva la paz en los mercados y en el mundo».
En la mayoría de los casos y pese a cualquier previsión, desarrollar una vivienda nueva en España lleva tiempo y es costoso. Esto es consecuencia de diferentes factores que encarecen el precio final de la obra nueva como es el precio de las materias primas, la falta de mano de obra especializada, la escasez de suelo finalista y, en gran medida, por la sobrecarga fiscal que sufre el sector. De ahí que haya una frase recurrente cuando el comprador de una vivienda solicita un préstamo hipotecario en el banco: “Lo mejor es calcular por lo alto”. Y lo cierto es que, esta situación no solo encarece el proceso de construcción, sino que afecta directamente el bolsillo de los clientes.
En el sector inmobiliario, la fiscalidad no es un tema menor y ha generado controversia durante años. Desde la adquisición de un suelo hasta la entrega de las viviendas, las promotoras inmobiliarias tienen que enfrentar una carga fiscal que oscila entre el 6% y el 9% de la inversión total del proyecto. Además, el cliente final, que ya debe tributar un 10% del IVA por la adquisición de la propiedad, debe hacerse cargo de al menos un 5% más de gasto. Esto equivale a una carga fiscal de alrededor de 37.500 euros en una vivienda de 250.000 euros.
Por otro lado, los impuestos que recaen sobre las promotoras son determinantes tanto en los costes de los proyectos como en su desarrollo. De hecho, son por lo menos ocho los tributos que se imponen a los proyectos de vivienda nueva y abarcan desde la compra del suelo hasta la declaración de obra nueva, pasando por la constitución de préstamos hipotecarios, el inicio de obras y la división horizontal, entre otros. En esta situación, donde el rango fiscal suele variar conforme la composición de los costes de la promoción o el nivel de endeudamiento, influye principalmente la disparidad que se aplica a los mismos hechos imponibles en diferentes comunidades autónomas. Lo anterior tiene como consecuencia unas desigualdades que afectan negativamente el acceso a la vivienda y pone en evidencia la necesidad de legislar con mayor eficiencia y coherencia en la materia.
Con este panorama, es imperativo tomar medidas audaces y es impostergable el abrir un debate honesto al respecto, promoviendo la colaboración público–privada. Comenzar con la implementación de bonificaciones fiscales en la compra de suelo destinado a desarrollos urbanísticos, siempre que el comprador sea un promotor inmobiliario que inicie la obra de manera inmediata, estimularía la inversión y aceleraría la disponibilidad de viviendas en el mercado. Además, la revisión del impuesto de actos jurídicos documentados (IAJD), considerando gravar sobre el importe real concedido del préstamo promotor, en lugar de considerar el importe de la garantía hipotecaria, generando así mayor eficiencia y reduciendo significativamente los costes fiscales para las compañías del sector.
También, una medida prioritaria debería ser la aplicación de un IVA superreducido del 4% para clientes finales que compren una vivienda de obra nueva de promoción inmobiliaria. Esto no solo beneficiaría a las propias promotoras, acelerando el ciclo de explotación y mejorando sus ratios de rentabilidad, sino también al cliente final, incentivando la compra de vivienda y suavizando el efecto de la falta de oferta de vivienda protegida del mercado. Y, como esta, son diversas las medidas que se pueden llevar a cabo para aliviar las tributaciones que soportan las promotoras inmobiliarias. Por tal motivo, llevarlas a cabo supondrá también un beneficio para los compradores finales, quienes actualmente deben asumir una carga fiscal significativa.
A modo de conclusión, es hora de abordar la problemática fiscal en el ámbito de la promoción inmobiliaria. La falta de equidad y homogeneización en los impuestos afecta negativamente a los promotores y, en última instancia, a los compradores de viviendas. La implementación de incentivos fiscales, una mejor gestión administrativa y un enfoque estratégico hacia el sector de la promoción inmobiliaria son cruciales para impulsar la economía, promover el acceso a la vivienda y generar empleo en nuestro país. La responsabilidad recae en los legisladores y en la colaboración que prestemos desde las empresas, pero serán ellos quienes deban tomar medidas audaces y efectivas para garantizar un entorno fiscal equitativo y favorable al crecimiento de un sector tan importante para nuestra economía nacional.
Tribuna de Juan José Cirera Ortiz, gerente de Promociones Andalucía Occidental en Habitat.
Cecabank, banco custodio especializado en Securities Services en España y Portugal y proveedor de soluciones para todo tipo de entidades financieras y corporaciones, nacionales e internacionales, comienza 2024 alcanzando sus mejores cifras de negocio relacionadas con las actividades de depositaría de vehículos de ahorro e inversión y la liquidación y custodia de valores.
En el ámbito de la depositaría, en el que Cecabank presta servicio a 43 gestoras de instituciones de inversión colectiva, fondos de pensiones, EPSVs y entidades de capital riesgo, el volumen de patrimonio depositado asciende a más de 220.000 millones de euros, superando en más de 5.000 millones de euros el anterior máximo registrado en diciembre de 2021.
Respecto al volumen total de activos custodiados, las cerca de 100 instituciones financieras de todo tipo a las que Cecabank presta servicio como proveedor la actividad de custodia, han alcanzado un total de 310.000 millones de euros repartidos en valores de más de 70 mercados.
La consecución de estas cifras responde tanto a la buena evolución del mercado y las suscripciones netas positivas durante 2023 como a la incorporación de nuevos clientes. «Con estas magnitudes, Cecabank mantiene un ejercicio más su posición de liderazgo en Securities Services al ser el mayor depositario nacional independiente y el primer proveedor nacional de servicios de liquidación y custodia colaborando activamente con las sociedades gestoras, bancos, compañías aseguradoras y empresas de servicios de inversión en aspectos normativos, operativos y de negocio, aportando la garantía de no competencia con sus clientes», dice en un comunicado.
Cecabank lleva más de una década consolidándose como entidad de referencia en el mercado de servicios de valores, tesorería y pagos. El profundo conocimiento normativo y una elevada especialización operativa en servicios de custodia y depositaría; su modelo de negocio, basado en la neutralidad, la independencia y la alta calidad de servicio, así como la confianza otorgada por sus clientes, son las principales razones para que, en tan solo diez años, ha consolidado esta posición en el ámbito de Securities Services.
Para seguir ofreciendo a sus clientes un servicio que obtiene una satisfacción global media de 8,5 sobre 10, Cecabank está inmerso en un importante proceso de transformación digital de su negocio de Securities Services con el fin de reforzar su cadena de valor aprovechando las oportunidades que plantea el nuevo entorno. También aportando soluciones innovadoras que responden a las necesidades de sus clientes.
Si el año 2022 estuvo marcado por los efectos económicos de la guerra de Ucrania, por la deriva en la crisis energética y el encarecimiento de las materias primas, en el último trimestre de 2023, además, se ha añadido el conflicto palestino-israelí, con una evolución futura difícil de prever.
A pesar de estos conflictos geopolíticos, y sus consecuencias en la economía que nos llevaron a temer a principios de año una gran desaceleración en el segundo semestre de 2023, se ha ido constatando la fortaleza de la economía a lo largo del año con un crecimiento en los tres primeros trimestres del 0,6%, 0,4% y 0,3%. Si bien son inferiores a los del año precedente, de mantenerse el crecimiento en el cuarto trimestre en el 0,3%, finalizaría 2023 con un crecimiento del 2,4%, más del doble del que se preveía hace un año (1%). Este incremento en las previsiones han sido consecuencia, en parte, de la serie de revisiones estadísticas realizadas por el INE en 2023, que han puesto de manifiesto la mejor marcha de la economía tanto en 2022 como en el primer semestre de 2023, explican desde el Consejo General de Economistas.
Respecto a otros países de nuestro entorno, España es de los mejor situados, gracias sobre todo a la evolución del consumo interno, especialmente de los hogares, que en el tercer trimestre ha aumentado un 1,4%.
La economía de la zona euro no muestra indicios de recuperación. Por el contrario, se ha contraído durante seis meses consecutivos, llegando a tener crecimiento negativo en el tercer trimestre de 2023.
Los indicadores adelantados de la zona Euro en diciembre reflejan una caída de la actividad a un ritmo más acelerado que en noviembre. Así, el flash del Índice HCOB PMI Compuesto de la Actividad Total de la Zona Euro se situó en 47.0, frente al 47.6 en noviembre, y el flash del Índice de la Actividad Comercial del Sector Servicios se situó en 48.1 frente al 48.7 del mes anterior. El sector manufacturero, no ha salido mejor parado en diciembre: el índice HCOB PMI del Sector Manufacturero se situó en 44.4, dos décimas más que en noviembre, registrando su máxima de los últimos siete meses, y el índice HCOB PMI de Producción del Sector Manufacturero se ha situado en 44.4, dos décimas menos que el mes anterior. Los declives de la producción y del empleo siguen siendo pronunciados, pero las contracciones de la demanda y las compras se atenúan.
Esta mala situación de los países del entorno afecta a nuestras exportaciones, que se siguen resintiendo, dice el Consejo General de Economistas. Tras los malos datos del segundo y tercer trimestre, en octubre, según el Informe mensual de Comercio Exterior publicado en diciembre, las exportaciones de bienes han descendido un 2,4% interanual, aunque en términos intermensuales se han incrementado un 4,1%. En cuanto a las importaciones, también se han reducido un 6,3% en tasa interanual, aunque han crecido un 7,3% en tasa mensual.
Para 2024, de mantenerse esta mala evolución de las exportaciones, se espera que sea la demanda interna la que siga tirando de la economía, y en concreto el consumo, fundamentalmente el privado. Según el Índice HCOB PMI de diciembre, el sector manufacturero se ha situado en 46.2 (frente a 46.3 registrado en noviembre), y señala el noveno deterioro mensual consecutivo de las condiciones operativas. No obstante, la prórroga de las ayudas postpandemia viene precisamente a mantener la buena pauta del consumo y de la demanda interna y se prevé que en 2024 se ejecuten gran parte de los fondos europeos concedidos, lo que hará que el incremento del PIB en 2024 se sitúe, con las debidas cautelas dadas las incertidumbres, en el 1,6%.
El IPC se ha ido moderando a lo largo del año, como se adelanta en los datos publicados por el INE del mes de diciembre, que, de confirmarse, cerraría el año con un incremento del 3,1% frente al 5,7% del año anterior. En cuanto al indicador adelantado de la inflación subyacente, también ha tenido una moderación notable, al pasar del 7% a finales de 2022 al 3,8% a finales de este año. Esta evolución es debida, principalmente, a la estabilidad de los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas, frente a la subida de diciembre del año anterior, así como al menor aumento de los precios de la electricidad. La variación anual del indicador adelantado del IPCA es del 3,3%
Para 2024 se espera que la tasa de inflación siga moderándose, por lo que estimamos que se sitúe entorno al 3,1%, siempre que no aumenten las tensiones las tensiones inflacionistas por los riesgos geopolíticos. A falta de conocerse los datos de la zona euro y de los principales países de nuestro entorno en diciembre, se prevé que estos sean más moderados que los españoles.
El Banco Central Europeo podría seguir aplicando políticas monetarias restrictivas hasta que haya signos claros de una reducción de la inflación subyacente y un reequilibrio de la oferta y la demanda en los mercados laboral y de productos, aunque hay expectativas de que los tipos de interés pudieran bajar en el segundo semestre de 2024. El Banco Central Europeo ha aumentado el tipo de interés en 10 ocasiones en menos de catorce meses y parecen estar en su punto máximo, 4,50% aunque aún podrían ser necesarias nuevas subidas si las presiones inflacionarias subyacentes resultan persistentes.
El hecho de que los precios suban más en España que en los países de nuestro entorno, principales receptores de nuestras exportaciones, hace que nos reste competitividad.
Además, en España tenemos el problema de la productividad, más baja que en la zona euro.La variación interanual de la productividad por puesto de trabajo equivalente a tiempo completo, que había sido positiva de desde el primer trimestre de 2022, ha registrado tasas negativas en el segundo y tercer trimestre de 2023, -1% y -1,6%, respectivamente. Por su parte la productividad por hora trabajada, que tenía una evolución positiva de desde inicio de 2022, en el tercer trimestre ha registrado un punto menos que en el trimestre anterior situándose en el -0,1%. Aun así, el empleo ha dado señales de fortaleza durante todo el año, aumentando el número de contratos indefinidos, especialmente para los jóvenes, probablemente motivado por la reforma laboral, y aunque la tasa de paro ha ido descendiendo, sigue siendo la más alta de la OCDE. Así, estimamos que a final de año se sitúe en el 11,8%, disminuyendo ligeramente a finales de 2024, hasta el 11,7%, dicen los economistas.
La deuda de las administraciones públicas ha registrado en octubre un incremento interanual del 5%, situándose en 1.572 miles de millones, aunque un 0,38% menos que en el mes anterior que alcanzó el máximo de la serie histórica, con 1.578 miles de millones. En el tercer trimestre, la deuda supuso el 109,9% del PIB. A final de año se espera que esta cifra suponga el 108,6%, y a final de 2024 se reduzca al 106,4%.
El pasado 20 de diciembre se logró un acuerdo político de los 27 estados miembros de la Unión Europea para la reforma de las reglas fiscales. El acuerdo garantiza una reducción gradual y sostenida del déficit y la deuda, con impacto contra cíclico. Previamente, el 12 de diciembre el Consejo de Ministros aprobó el acuerdo por el que se fijan los objetivos de estabilidad y el techo de gasto no financiero para las Administraciones Públicas en el periodo 2024-2026, para el regreso de las reglas fiscales, suspendidas con motivo de la pandemia de coronavirus y posteriormente por el impacto de la guerra en Ucrania. En este acuerdo se fija un objetivo de déficit para 2024 del 3%. Sin embargo, nuestra previsión es que en 2023 se sitúe en el 3,8% y se reduzca hasta el 3,3% en 2024, 3 décimas más que el objetivo fijado por el gobierno, debido fundamentalmente a la extensión de medidas anticrisis y el incremento de los costes de financiación de la elevada deuda como principales factores.
A pesar de que 2023 a nivel bursátil ha sido un año muy volátil, con grandes altibajos, los principales índices bursátiles han acabado con beneficios respecto a 2022:
Finalmente, se puede concluir que, pese a todo, 2023 ha sido un año bueno para la economía española, mejor de lo previsto, con sus luces y sus sombras. Para 2024, el entorno geopolítico es muy incierto por las guerras en Ucrania y Oriente Próximo, y con los riesgos añadidos de que se involucren nuevos países. A nivel interno también existen los riesgos para nuestra economía, por la baja productividad, por el paro estructural que existe, el envejecimiento de la población y por la dependencia de nuestra economía del turismo, que podría verse afectado, aunque sea de forma remota, por las condiciones climatológicas y en concreto por la sequía, fundamentalmente en algunas zonas turísticas de España. Es fundamental que en España se acometan reformas estructurales ambiciosas que puedan reactivar el crecimiento y mejorar su calidad, y se incremente la inversión aprovechando los fondos NGEU, defienden los economistas.
China mostró en 2023 una postura cada vez más favorable a la economía, lo que indica que los dirigentes son conscientes de los problemas de fondo y están dispuestos a abordarlos. Todo ello pinta un panorama positivo para 2024. Las medidas de estímulo han estado bien coordinadas entre el gobierno central y las administraciones locales, lo que pone de relieve que China tiene la clara intención de sostener la economía. Las medidas de relajación en el sector inmobiliario han ayudado, ya que esta área es un importante motor de los mercados chinos (sobre todo para los sectores expuestos al consumo).
El atribulado sector inmobiliario ha sido una de las grandes causas de la escasa confianza de los consumidores. Sin embargo, un aspecto positivo que se produce por primera vez desde que comenzó la ralentización es que la estructura de la oferta y la demanda del mercado inmobiliario chino ha cambiado, lo que indica que habrá más estímulos en las ciudades de primer nivel, donde la demanda es especialmente fuerte.
Los esfuerzos de dinamización del gobierno comprenden tipos hipotecarios más bajos y requisitos menos estrictos para la compra de viviendas. Otras ayudas directas a los hogares, como los ajustes de los tipos hipotecarios, podrían estimular considerablemente una recuperación impulsada por el consumo este año. Este hecho es importante, ya que las ciudades de primer nivel representan una parte importante del PIB y el consumo de China.
En octubre de 2023, el gobierno chino anunció la emisión adicional de deuda del estado por valor de 1 billón de yuanes, lo que elevó de forma efectiva el objetivo de déficit para 2023 del 3,0% al 3,8%. He ahí una señal clara de que China no quiere que el crecimiento se frene más. Creemos que la recuperación del consumo este año podría subir de marcha si la confianza de los consumidores rebota.
¿Qué podría sorprender a los mercados en 2024, tanto para bien como para mal? En el plano negativo, las tensiones geopolíticas en Oriente Medio podrían elevar considerablemente los precios del petróleo, lo que podría solaparse con las alteraciones de los mercados de la energía que ya provoca la guerra de Rusia con Ucrania. Como muchos otros países asiáticos, China se vería afectada por unos cambios profundos en los precios internacionales del petróleo. Aunque hasta ahora los precios de la energía han mostrado contención desde que estalló el conflicto en Oriente Medio, tendremos que seguir muy atentos a la situación.
En un plano positivo, como hemos indicado antes, podríamos ver un impacto más fuerte de lo previsto de los estímulos monetarios y presupuestarios en China. En conjunto, los factores que influyen en los mercados han ido cambiando a mejor, por ejemplo, las tensiones geopolíticas están ampliamente descontadas por el mercado, los riesgos normativos están remitiendo y dejando sitio a tendencias más favorables y lo más probable es que la postura moderadamente expansiva continúe.
La bolsa china ha registrado una volatilidad anormal a lo largo de 2023. Por ejemplo, durante los dos primeros meses de 2023, vimos cómo las cotizaciones subían más de un 15% en un contexto de rebote tras la reapertura propiciado por el repentino cambio en la política anti-COVID del país. Sin embargo, en los tres meses posteriores, el mercado borró la mayor parte de estas ganancias y a los inversores les decepcionó el desigual ritmo de la recuperación de China. A lo largo de este volátil periodo, mantuvimos una gran sobreponderación en consumo discrecional y consumo básico. Esta posición la equilibramos infraponderando energía, materiales y bancos. Por lo tanto, la cartera se comportó peor que el conjunto del mercado, dado que el tirón económico propiciado por el consumo fue más débil de lo previsto debido a la alicaída confianza de los consumidores. Además, se reavivaron las tensiones geopolíticas entre China y EE.UU.
No obstante, algunos valores de alta convicción generaron contribuciones específicas. A este respecto, cabe citar empresas de consumo discrecional como PDD Holdings, que mostró un buen comportamiento gracias a unos ingresos sólidos y a su plataforma internacional Temu, que siguió registrando elevadas tasas de crecimiento en sus usuarios activos mensuales. Otros valores fueron Netease, en servicios de comunicación, cuyos juegos para PC y móviles dieron muestras de una gran resistencia después de que la población regresara a sus puestos de trabajo y a los colegios y también se benefició de que sus juegos en línea entraron en el grupo de los diez juegos para IOS que más facturan en China.
A pesar de la debilidad que ha mostrado el consumo este año, seguimos apreciando un amplio margen de recuperación y, lo que es más importante, empresas muy prometedoras expuestas a temáticas estructurales, como las marcas nacionales y las tendencias de bipolarización que ofrecerán mejores oportunidades de crecimiento y rentabilidades más elevadas.
Estamos observando una “tendencia de bipolarización” dentro de esta recuperación económica a la que a menudo se alude como “recuperación en K”, donde diferentes áreas de la economía se recuperan a ritmos diferentes. Los segmentos superior e inferior marchan bien, mientras que el segmento medio sigue renqueante en un momento en el que los consumidores canalizan sus ahorros hacia segmentos más aspiracionales y de primera calidad. Por lo tanto, la coexistencia de una tendencia de premiumización y patrones de consumo centrados en la relación calidad-precio ha llegado para quedarse, con independencia de los altibajos de la economía, y ofrece mejores oportunidades de crecimiento y rentabilidades más elevadas.
Otra área importante de oportunidades es el auge continuo de las marcas nacionales en China. En primer lugar, están las marcas nacionales que están aumentando su cuota de mercado a expensas de las multinacionales, por ejemplo, en las bebidas, la electrónica, la ropa deportiva, los segmentos del cuidado del hogar, etc. En segundo lugar, estamos viendo una “sustitución de las importaciones” a medida que las empresas nacionales reemplazan a las importadoras en fabricación de gama alta y materias primas.
Por último, estamos encontrando empresas con marcas nacionales que son capaces de incrementar su “cuota de mercado mundial”. Esto es importante a medida que el PIB per cápita de China sigue creciendo por encima de los 10.000 dólares y el crecimiento de las ciudades de primer nivel de China se hace más maduro (como Japón, Europa y Corea), y también porque, a medida que el mercado nacional se sofistica, la capacidad de las empresas para crecer en el extranjero adquiere mayor importancia. En cuanto a los riesgos potenciales, los estímulos presupuestarios/monetarios podrían seguir tirando a la baja del yuan en el caso de que el cambio de orientación en los tipos de interés de EE.UU. se retrase más. Eso provocaría un encarecimiento de las importaciones de materias primas para algunas empresas de productos de consumo que compran materiales fuera de China y venden productos terminados a los consumidores chinos.
Tribuna de opinión de Hyomi Jie, gestora de renta variable china de Fidelity International.