Foto: Partida del Rally en Santiago de Chile / Foto cedida. Credit Suisse en las carreras: 500 kilómetros de Rally Sport Clásicos
El viernes 21 de agosto comenzaba un fin de semana memorable para los amantes del automovilismo clásico en Chile. La 21ª edición del Rally Sport Clásicos La Serena Golf estuvo organizada por la rama sport clásicos del Club de Automóviles Antiguos de Chile y auspiciado por Credit Suisse y Joyería Mosso. La tradicional carrera puso a prueba la destreza y regularidad de los pilotos, ya que pudieron presumir de sus extraordinarios modelos que son auténticas joyas automovilísticas.
En la especialidad “Regularidad Clásica”, el rally comenzó su recorrido desde Santiago de Chile para tomar dirección norte en la Panamericana hacia La Serena, en la región de Coquimbo, tras 500 kilómetros de carrera.
Este año, el evento convocó a cerca de ochenta participantes, entre los cuales se encontraban importantes coleccionistas, empresarios, restauradores chilenos y pilotos deportivos de gran trayectoria. En esta ocasión, de forma inédita, mujeres amantes de los automóviles antiguos también disputaron el preciado trofeo. El evento reunió a los mejores ejemplares automovilísticos, como: Alfa Romeo, Bugatti, Ferrari, Volvo, Triumph, MG, Mercedes Benz, Jaguar, Austin Healey, Lotus, Porsche, Mustang, con modelos biplazas, coupé o convertibles muy escasos y exclusivos a nivel mundial.
En la mañana del sábado 22 de agosto, la competencia se trasladó a las dependencias del complejo turístico La Serena Golf, donde tuvo lugar el «Gran Slalom», prueba de destreza conductiva y velocidad, que se desarrolló en un circuito de no más de 1.500 metros. En la categoría “Concurso de Elegancia” se premió al automóvil más espectacular y en mejor estado de restauración.
Organizadores del Evento 21ª edición del Rally Sport Clásicos La Serena Golf
Credit Suisse y los automóviles clásicos
A través de su “Programa de Automóviles Clásicos”, Credit Suisse ha estado presente y comprometido con los automóviles clásicos y sus comunidades históricas desde 2004 apoyando a algunos de los principales eventos históricos del automovilismo en el mundo.
Los eventos de nivel mundial que patrocina Credit Suisse incluyen el Grand Prix de Monaco Historique, el Pebble Beach Concours d’Elegance, y el Goodwood Revival.
Credit Suisse es un orgulloso socio del prestigioso Pebble Beach Concours d’Elegance. Los Concours son los más importantes eventos de celebración de automóvil antiguo del mundo. Se lleva a cabo el tercer domingo del mes de agosto en la calle 18 del famoso Pebble Beach Golf Links.
El Grand Prix de Monaco Historique, un legendario circuito histórico, se celebra cada dos años en la pista de carreras Fórmula 1 de renombre mundial. Durante el Grand Prix de Monaco Historique, Credit Suisse acoge a corredores, personalidades y medios de comunicación en el chalet estilo suizo “Credit Suisse Drivers Club”.
El tercero de los eventos patrocinados por Credit Suisse es el inigualable Goodwood Revival, con el que Credit Suisse mantiene una asociación hasta el 2019. Como parte de su colaboración con Goodwood Revival, Credit Suisse ayudó a preservar el edificio histórico, que se ha vuelto a abrir después de una minuciosa restauración.
Por último, para los nostálgicos y amantes de estos ejemplares automovilísticos que pese al paso del tiempo siguen luciendo como nuevos, Credit Suisse cuenta con un sitio web especializado: www.classiccars.credit-suisse.com
Foto cedidaMesa redonda: Análisis de resultados del cuestionario sobre norma comparada de fondos de inversión de la región de Centroamérica y Caribe en el 3er Congreso ACFI celebrado en Punta Cana, República Dominicana, el pasado mes de julio. Formación, transparencia y buena fiscalidad, puntos indispensables para el desarrollo de la industria de fondos en Centroamérica
La normativa de fondos de inversión se promulgó en Costa Rica en el año 1999, inspirada en la ley española. Es un país pionero para una región en la que la industria de fondos es todavía muy incipiente. Como ejemplo, Salvador emitió su ley de fondos el año pasado, y Dominicana está en estos momentos regulándola.
En este contexto, hace un año la Asociación Centroamericana y del Caribe de Fondos de Inversión (ACFI) se propuso realizar un estudio de norma comparada en los siete países que forman parte de la asociación y que se ha presentado en el 3er Congreso ACFI celebrado el pasado mes de julio en República Dominicana. “Este estudio nos permite ver qué se debe cambiar en los reglamentos para dinamizar la industria”, matiza Víctor Chacón, presidente de ACFI y director ejecutivo de la Cámara de Fondos de Inversión de Costa Rica (CAFI) . “La labor de la Asociación debe ir encaminada a proporcionar herramientas para que las administradoras de fondos puedan hablar con las bosas y los reguladores y ver como se mejora tanto la gestión como la distribución de los fondos de inversión”.
Algunos países representados en el Congreso se hacían eco de que en ocasiones, el desarrollo de la normativa es lento y pone trabas a la creación de nuevas administradoras. Es el ejemplo de Guatemala, donde el Anteproyecto de Ley lleva una año parado parado en el Ministerio de Economía, «bien sea por motivos burocráticos o por razones políticas», según apuntaba Alfredo Rivera, gerente general de Portafolio de Inversiones en la mesa redonda dedicada al análisis de los resultados del cuestionario sobre norma comparada. Sin embargo, los participantes coincidían en declarar que el papel del regulador no es interesarse por la viabilidad financiera de la administradora, sino dar total seguridad a los futuros inversores sobre la limpieza de los socios antes de dar autorización a nuevas administradoras. Posteriormente, al ir lanzando productos, el regulador debe ir pidiendo a la administradora los requisitos operativos necesarios. A este respecto Chacón explicaba que, siguiendo los pasos mexicanos, era recomendable que toda reforma normativa de la Superintendencia fuera acompañada de un estudio de costo/beneficio para ver si las nuevas exigencias tienen sentido en relación a sus beneficios.
Marielena García, SVP de Investment Banking de MMG Bank en Panamá añadía que, si bien no es conveniente que existan barreras de entrada demasiado altas que impidan el desarrollo del sector, sí es importante tener un minucioso seguimiento de todos los que tienen una responsabilidad fiduciaria. “Los que no deberían tener trabas para acceder al mercado son los inversionistas, aunque sean pequeños”, agrega. En Panamá, el impedimento más importante para un inversionista es que tiene que operar a través de una figura que se denomina “cuenta de inversión”, que tiene un coste de unos 250 a 300 dólares al año, “demasiado alto para el pequeño inversionista”, según apunta García.
En Nicaragua, donde la Ley del Mercado de Capitales se aprobó en 2006 y se reglamentó en 2007, los fondos no han sido un vehículo viable para el inversor hasta que recibieron un tratamiento fiscal favorable, tras la reforma de 2013. “Esto ha sido clave para incentivar esta figura, y es un punto fundamental a desarrollar en la industria”, aseguraba en la mesa redonda Emiliano Maranhao, presidente de Invercasa Puesto de Bolsa. “Además, es de gran interés para las bolsas de estos países, para los que los fondos son un gran cliente”.
El pasado mes de abril inició su funcionamiento INVERCASA SAFI, lanzando en junio los primeros fondos de inversión de Nicaragua: ACTIVA Fondo de Inversión de Liquidez Dólares y ACTIVA Fondo de Inversión de Liquidez Córdobas. Para el segundo semestre, tienen en su agenda el lanzamiento de un fondo financiero de crecimiento y un fondo inmobiliario. Maranhao animaba en este foro a que otras casas de valores nicaragüenses se animen a crear nuevas SAFIs para impulsar el negocio, de forma que el regulador vea necesario hacer cada vez más favorable la normativa pata invertir en fondos.
“Los reguladores tienen que ver el producto de fondos de inversión como algo bueno para el desarrollo de su país”, puntualizaba Chacón, añadiendo que si bien la gestora debe teber flexibilidad en el diseño de las carteras, siempre debe ser a cambio de que exista la máxima transparencia con el partícipe. En este sentido, Chacón insitía en un punto que fue repetido en numerosas ocasiones a lo largo del Congreso: “es fundamental saber perfilar bien al cliente”. En Costa Rica, donde existe una normativa a este respecto, la crisis subprime se superó sin excesivos problemas porque los clientes estaban bien perfilados en función de su tolerancia al riesgo.
Foto: JM3. Los peligros de confundir la experiencia con la especialización
Ben Carlson, en “A wealth of common sense” (Una abundancia de sentido común), publicó un artículo acerca de cuántos inversionistas confunden la experiencia con la especialización en los mercados. Este es uno de los aspectos más incomprendidos del negocio de las inversiones, y cuesta miles de millones de dólares a los inversionistas cada año.
Carlson cita a Michael Maubisson, quien define la experiencia como el tener un modelo que funciona. Esto, obviamente, tiene una gran resonancia en nosotros, ya que nuestras decisiones de inversión se basan exclusivamente en modelos.
Me percaté del énfasis que presentaba Ben Carlson, sobre todo casi al final del artículo, en torno a cómo los inversionistas se centran en la experiencia como uno de los principales criterios de la especialización: “Mi problema con este razonamiento es que he visto a personas que han estado en este sector durante décadas, pero aún siguen cometiendo los mismos errores una y otra vez debido a la posibilidad de poner en riesgo la trayectoria profesional o a la incapacidad (o a la razón) de cambiar. También hay muchas personas y organizaciones que dicen ser expertas, pero que realmente no tienen ni idea de lo que están hablando. En realidad, a la mayoría de los «expertos» financieros son expertos en venderse a sí mismos o vender su historia a un público desprevenido”.
No podría estar más de acuerdo. Para ser un inversionista exitoso, se necesita tanto la experiencia como la especialización. La especialización sin la experiencia es peligrosa porque se traduce en un exceso de confianza, y el exceso de confianza en los mercados es una bomba de tiempo.
Un gestor tiene que sangrar un par de veces en la batalla con los mercados antes de saber a qué se enfrenta. Por otra parte, muchos de los conceptos que se enseñan en los libros de texto financieros no resultan prácticos en el momento de hacer frente a decisiones en tiempo real y de manejar grandes sumas de dinero en mercados inciertos.
Dicho esto, los inversionistas, en su mayoría, pueden detectar a un gestor inmaduro, y para tener un historial profesional mínimo es necesario que el gestor adquiera cierta experiencia antes de poder acumular cantidades significativas de capital, por lo que esta es una cuestión de menor importancia relativa.
El problema más pernicioso es que muchos «expertos» en inversiones siguen en esta actividad debido a que poseen habilidades y talentos que solo guardan una relación periférica con la toma de decisiones de inversión. Estas personas, que tienen experiencia pero no una verdadera especialización, pueden prosperar porque pueden hablar la jerga, son vendedores eficaces y/o son políticamente ambiciosos.
En verdad, creo que muchas de estas personas se han convencido a sí mismas de que poseen los conocimientos especializados, pero en realidad no pasan la prueba básica de Maubisson: no poseen un modelo que funcione.
Si bien la experiencia es relativamente fácil de detectar, incluso para un inversionista aficionado, es mucho más difícil de determinar si un inversionista tiene alguna especialización sustancial.
Muchos inversionistas, incluso instituciones y consultores que deberían saber más al respecto, se valen de los rendimientos históricos como un atajo para medir la especialización de un gestor. Pero en horizontes de evaluación tradicionales de 3, 5 o incluso 10 años, la especialización real de un gestor es muy difícil de distinguir de la suerte. Y en los mercados, la suerte puede manifestarse de muchas maneras inesperadas: la experiencia de un gestor podría coincidir con uno o más de los temas predominantes del mercado. Por ejemplo, un inversionista que se incline hacia el valor podría evaluarse durante un período que haya sido particularmente favorable para el factor valor, o un inversionista que se incline hacia los recursos naturales podría haber comenzado su práctica como tal durante un periodo de mercado alcista para los commodities. En ambos casos, el mercado y una feliz coincidencia generaron resultados positivos; la especialización personal del gestor tuvo poco que ver con el éxito.
Un gestor podría comenzar su trayectoria en un momento especialmente favorable. En mi trabajo, he tenido la oportunidad de conocer a muchos gestores, y es notable cómo muchos corredores de gran éxito ingresaron al negocio muy al principios de la década de 1980, justo antes de que las acciones se dispararan más de un 15% al año durante 20 años. Otros asesores más jóvenes comenzaron su carrera en 2008-2009; por consiguiente, no tuvieron la oportunidad de hacer saltar por los aires a muchos clientes y se beneficiaron del gran repunte de las acciones durante los últimos 6 años.
Un enfoque en acciones que generan dividendos fue particularmente fortuito en este ciclo, por lo que muchos de los asesores que están prosperando suelen centrarse en los dividendos. Si hubieran incursionado en el negocio a mediados de la década de 1990 con una inclinación hacia los dividendos, habrían sido expulsados de esta actividad a la primera oportunidad, ya que las acciones de dividendos se quedaron rezagadas con respecto al mercado en general en más de 5% por año durante varios años consecutivos.
Algunos gestores tienen éxito meramente por tomar decisiones de inversión fortuitas durante un tiempo. Si consideramos solo las 30 acciones del Dow Jones, hay 155 millones de opciones a partir de 15 carteras de renta variable. Si los gestores de inversiones fuesen simios, esperaríamos que algunos de ellos eligieran carteras con rendimientos superiores y que otros optaran por carteras que se hayan quedado a la saga por pura casualidad. Los asignadores de activos entendidos pueden valerse de herramientas estadísticas para determinar la probabilidad de que el desempeño de un gestor dependa de la suerte, pero el inversionista promedio es, con frecuencia, mal guiado.
Dado que la suerte desempeña un papel tan importante en los resultados de las inversiones, al juzgar la experiencia de un gestor, los inversionistas deberían evitar centrarse demasiado en el rendimiento de las inversiones. En lugar de ello, los inversionistas deben investigar detenidamente el proceso que está detrás del trabajo de un gestor, y pedir una prueba significativa de que el proceso deba funcionar. Un buen proceso debe basarse en la teoría fundamental de las inversiones o en la teoría del comportamiento, o en ambas. Además, el gestor debe poder apoyarse en una fuerte fundamentación estadística de fuentes creíbles y en sus propias pruebas. Por último, usted debe pedir pruebas de que el gestor se adhiere a su proceso en las buenas y en las malas; en caso contrario, es casi seguro que los propios prejuicios y emociones del gestor descarrilen los resultados de inversión una vez que la suerte esté echada.
Es fácil entender por qué los inversionistas pensarían que la experiencia se suma a la especialización en los mercados. Desafortunadamente, la evaluación de la experiencia de un gestor, o incluso su historial, es un sustituto frágil de la debida diligencia. Nadie ha dicho que invertir sea fácil.
Michael Philbrick, Adam Butler y Rodrigo Gordillo son co-fundadores y gestores de portfolios para ReSolve Asset Management
Investors must, of course, be vigilant of the Black Monday events and what has led to them. They need to ensure that their portfolios are properly diversified by geography, industrial sector and asset class in order to manage risk and navigate the growing volatility.
If their portfolio is indeed well-diversified, for the time being at least I would urge investors to remain cautious and consistent.
In terms of what investors should do, it is not ‘sell in a panic’, or the opposite reaction: ‘fill your boots with bargains’. For most long-term investors, it is ‘keep calm and carry on’.
It’s nearly impossible to predict what the stock market is going to do in the immediate future – and it is much too early to say if the current sell-off is nearing its bottom.
However, stock markets can be fairly predictable over long periods of time. They tend, over time, to go up over multi-year time periods. With this in mind, a sensible strategy is dollar cost averaging.
Investors need to ask themselves ‘will stock markets be higher than this when I retire? Looking at financial market history, the answer is probably ‘yes’, if they have a decade or more ahead of them. So, logically they should carry on buying as markets fall.
It is often said that the key to investment success is to buy low and sell high. The only problem with that theory is that trying to accurately time the weakest point in the cycle is impossible.
As such, it is best to just feed the money in over time in a measured way in order to take advantage of the long-term trend of stock markets to deliver long-term capital growth.
History teaches us that panic-selling in stock market crashes can be potentially financially disastrous for investors.
Nigel Green is founder and chief executive of deVere Group. He established deVere in 2002 and today his organisation has more than $10bn under advice from 80,000 clients in 100 countries.
Markets across the globe are under pressure, with Asia and emerging markets seeing the worst year-to-date returns driven by a growing concern over China’s ability to manage its slowing economy and the related impact that is having on commodities and related industries.
In the U.S. the economy overall continues to grow at a moderate pace. However, weak manufacturing numbers and growing credit concerns, evident in high yield and other credit spreads, have combined with the China worries to cause a painful six percent drop in S&P 500 this week.
Scott Glasser, Co-Chief Investment Officer, Managing Director and Portfolio Manager at Legg Mason points out that ten-year U.S. Treasury yields dropped notably last week. “For the moment, deteriorating credit, falling commodity prices, emerging markets weakness and the potential for slower growth have become more worrisome to investors than the timing of fed fund increases”, explained.
Over the last several years, said Glasser, the market has appreciated significantly and well in excess of underlying earnings growth, making it vulnerable to disappointment. «We have had very little volatility in the broader market averages with no ten-percent correction for at least three years. This is rare from a historical perspective», commented Glasser.
“However it must be noted that this is a mature bull market in its 6th year and recently we have seen a narrowing of stocks still participating in the rally. The precipitous drop in individual stocks over past few months reflected lack of conviction by speculators. This was not evident in the broader market averages as a whole until this week. We will continue to focus on market breadth or participation as an indicator of market health in months ahead”, said the portfolio manager.
According to Legg Mason, the market decline has been somewhat equally spread across stocks and sectors as liquidations of exchange-traded funds (ETFs) to raise cash or reduce exposure have resulted in broad declines across portfolios. However, momentum driven names have experienced the worst declines.
“Sentiment indicators like put/call ratios and trin ratios which show breadth of market participation show capitulation and are at extreme levels arguing for a likely snap back rally shortly”, said Glasser.
Based on history, Legg Mason believe the market is in the process of making a low. However, the selling typically needs to be followed by a quick reversal with strong buying support indicating that prices have become low enough to attract strong buying demand. The quality (strength and broadness of participation of the rally) can typically provide valuable clues as to whether the bottom is likely to be durable longer term.
“We have maintained all year that after the last several years of outsized large returns it would logical to expect markets to digest past gains and grow into existing market valuation that was high by historical standards. Said differently, it was our belief that stock returns would be up modestly in 2015. While the risks may be higher, that continues to be our expectation”, concluded.
Foto: See-ming Lee. ¿Cómo afecta la depreciación del renminbi a Latinoamérica?
Los mercados están revueltos… y una de las causas es China, que recientemente ha devaluado su divisa tres veces, lo que ha venido acompañado de una fuerte depreciación de la misma, también alimentada por las preocupaciones en torno a que el crecimiento sea más débil de lo que indican las estadísticas oficiales. ¿Y cómo afectará esto a otras zonas? Además del terremoto en las bolsas mundiales, se espera que el efecto de la devaluación del renminbi sea especialmente fuerte en las regiones exportadoras de materias primas, como es el caso de Latinoamérica.
La reciente devaluación de la divisa ha sido explicada por el Banco Popular de China como un movimiento hacía la liberación del tipo de cambio, siendo parte del plan de las autoridades para conseguir internacionalizar el uso de la moneda como reserva global en el largo plazo. El gobierno chino está buscando que el renminbi pase a formar parte de la canasta de monedas que componen el derecho especial de giro, “moneda” oficial del Fondo Monetario Internacional, que actualmente está formada por cuatro divisas: dólar, euro, libra esterlina y yen japonés. Para ello, es necesario que el valor de la moneda esté determinado por el mercado.
El tipo de cambio “fix”, tipo de cambio de referencia para una gran cantidad de operaciones comerciales y financieras, ha dejado de ser establecido por el banco central de China, para ser establecido por las cotizaciones de los creadores de mercado. “Creemos que es un paso positivo hacia la reforma y hacia un mayor rol del renminbi en la economía global. Un tipo cambiario establecido por el mercado verá periodos de debilidad y de fuerza de acuerdo con los movimientos de la demanda y oferta. A pesar de lo ocurrido, no leería los últimos movimientos como un intento del Banco Central chino para diseñar la debilidad de la moneda por encima de lo que dictan los fundamentales”, señala Edmund Goh, gestor de inversiones del equipo de renta fija en Asia de Aberdeen.
Debido a los controles históricos que el gobierno chino ha implementado, el renminbi permaneció ligado a la cotización del dólar, mientras que el resto de monedas emergentes se depreciaron, reflejando la fortaleza del dólar. Como consecuencia, la divisa china se mantuvo apreciada con respecto a otras monedas emergentes y con respecto al yen, con la consecuente pérdida de competitividad que esto conlleva. Parte de la actual caída de la cotización de la divisa se corresponde con la necesidad del renminbi de tratar de alcanzar los niveles del resto de monedas emergentes. Hasta ahora la respuesta de las autoridades chinas había sido vía política monetaria, rebajando el nivel de reservas requeridas por los bancos, pero dado que las cifras de exportaciones habían disminuido y el índice de producción de manufacturas industriales tocaba mínimos, el gobierno chino se vio en la necesidad de sorprender al mercado con nuevas medidas.
“El efecto de las medidas dependerá de si las devaluaciones son una acción aislada en el tiempo o si éstas continúan en el futuro; si fuera así podría desatarse una ola de devaluaciones entre los países que deben mantener su competitividad frente a China”, comenta Axel Christensen, director de estrategias de inversiones para Latinoamérica e Iberia de BlackRock.
China y Latinoamérica
Las relaciones comerciales y de inversión entre China y Latinoamérica se han visto amplificadas en los últimos quince años. En materia de inversión, China ha incrementado firmemente sus proyectos en varios países de Latinoamérica en busca de retornos de dos cifras. Los ejemplos abundan: el pasado mes de mayo en la visita oficial del primer ministro Li Keqiang a Brasil, se firmó un acuerdo de 50.000 millones de dólares para invertir en infraestructura brasileña, y se aprovechó la ocasión para buscar apoyos en Chile, Colombia, y Perú para la construcción de un tren Atlántico-Pacífico, que atravesará la selva amazónica y los Andes. Otro ejemplo sería Nicaragua, donde el grupo HKND, dirigido por el billonario Wang Jing, está invirtiendo más de 40.000 billones en el desarrollo de un nuevo canal.
En cuestión de relaciones comerciales, China ha estado principalmente interesada en extraer materias primas: productos agrícolas (soja y carne), minerales (cobre, hierro) y energía (petróleo), disminuyendo el incentivo de los países de Latinoamérica para construir una industria de valor añadido, y reducir su dependencia a las materias primas. El impacto de las recientes devaluaciones del renminbi en Latinoamérica se centra precisamente en sus exportaciones, en los sectores en los que China es un importante socio comercial.
Los precios de las materias primas han reaccionado negativamente a las devaluaciones del renminbi, no por el hecho de que la depreciación en sí pueda afectar a la demanda, si no por la señal de debilidad en la economía china que envía a los mercados: “Se espera que esta medida se acabe reflejando en los precios de las materias primas, con el consecuente efecto negativo en los beneficios de las empresas y en los ingresos de los distintos gobiernos de Latinoamérica. Cabe tener en cuenta que una divisa más débil provoca que la inflación se mantenga relativamente alta, lo que dificulta que los bancos centrales puedan bajar los tipos de interés para hacer frente a la situación de menor crecimiento en la región”, explica Axel Christensen, de BlackRock.
“Las divisas de la región han reaccionado negativamente a la devaluación del renminbi, pero también hay parte atribuible a la presión ejercida por la bajada del precio del petróleo, como es el caso del peso colombiano y el mexicano, donde ambas monedas se han depreciado cerca de un 27% y un 12% respectivamente en este año. En estos casos el efecto final de ambos factores se ha extendido demasiado, siendo posible que pudiera darse una ligera apreciación. En Chile y en Perú puede que la situación se agrave, en línea con el escenario de normalización de tipos de interés de la Fed. El mercado ejercerá presión para que los bancos centrales de estos dos países defiendan sus divisas”, añade Axel Christensen.
EdwinGutiérrez, gestor principal de la estrategia renta fija Brasil de Aberdeen, comenta: “El impacto directo de la depreciación del renminbi es difícil de cuantificar, los mercados emergentes han hundido la ya frágil confianza en los mercados de divisas. No existe una guerra de divisas en Latinoamérica, si no que las monedas están respondiendo a la mayor debilidad del precio de las materias primas provocada por la depreciación del renminbi. Como era de esperar, divisas como el peso peruano y el peso colombiano están sufriendo por la su sensibilidad al precio del cobre. Mientras que el peso mexicano también sufrió como competidor directo de China en terceros mercados como Estados Unidos”.
¿Forzará la devaluación del renminbi y la caída de los mercados chinos el retraso de la subida de tipos por parte de la Fed? / Autor: Jake Sharfman
En cuanto a qué esperar en el futuro Aberdeen responde: “Cualquier ganancia de competitividad por devaluación de divisa es temporal, ya que el resto de divisas puede responder con nuevas devaluaciones. Las autoridades chinas podrían obtener mejores resultados a través de movimientos en los tipos de interés. No espero grandes movimientos en el renminbi, incluso no me sorprendería si se apreciara”, apunta Gutierrez.
Por su parte, Axel Christensen concluye: “El gobierno chino ha estado sorprendiendo al mercado con nuevas medidas en los últimos meses, y podría continuar haciéndolo. Sin embargo, las autoridades han expresado que los niveles alcanzados ya son suficientes. Debemos tener en cuenta que las divisas reflejan la fortaleza o debilidad de una economía, y que este proceso pudiera también tener un efecto negativo en las importaciones, y consecuentemente en la economía”, apostilla.
Foto: Miren Rijavec. Cuatro riesgos de la subida de tipos de la Reserva Federal
“There’s gonna be judgment in the morning. Yes, you’re gonna reap for what you sow”. Otis Rush
La subida de tipos de la Reserva Federal mantiene a muchos inversores sorprendidos. Fundamentalmente, porque no llega a pesar de los repetidos anuncios.
El paro es bajo –ahora explicaremos que no tanto-, la economía crece y el riesgo sistémico se ha reducido. Es hora de subir tipos. Sin embargo, en las “minutas” de la Reserva Federal se percibe nerviosismo. En mi antiguo fondo teníamos un equipo de varias personas cuyo único objetivo era analizar esos mensajes, y semana tras semana lo que se puede entender de las palabras de Janet Yellen y los miembros de la Reserva Federal es “riesgo”.
¿Qué preocupa a los miembros del banco central?
El empleo
Con un paro del 5,5%, la participación laboralsigue cayendo, a un 62,6%, nivel similar a 1977. No solo cae por razones “demográficas” (una auténtica sandez cuando en Reino Unido, con un paro del 5,6%, es del 77,7%) sino que cae en casi todos los segmentos que se analizan –jóvenes, adultos y mayores-. Yo he trabajado durante varios meses junto a Bernanke, y era muy consciente de la fragilidad del empleo por la pobre participación laboral y el impacto del sector petrolero. No se le escapa a los miembros de la Reserva Federal que el milagro del empleo en EEUU ha venido fundamentalmente gracias a dicho sector del petróleo y el del gas, que han añadido más de 2,7 millones de empleos. Con el petróleo por debajo de $50-barril, muchos de esos puestos de trabajo están perdiéndose, aunque la industria es mucho más sólida de lo temido. Adicionalmente, a la Reserva Federal no se le escapa que el paro “real” (U6), el más parecido a nuestra EPA, es del 10,4% -nivel al que estaba en 2008- y que aún hay 30 millones de personas infraempleadas.
La dependencia de sectores muy frágiles a los tipos bajos
Uno de los grandes riesgos de la economía de EEUU es el enorme agujero de préstamos a estudiantes, que ya alcanza 1,7 billones de dólares (trillones americanos). Aunque el sector inmobiliario lleva tiempo recuperándose sin acceso a deuda, los grandes sectores industriales en EEUU siguen con niveles de endeudamiento muy superiores a lo que se consideraría normal. La Reserva Federal presta especial atención al riesgo de un efecto dominó en el sector de Yieldcos y MLPs (estructuras para crear valor que suelen usar endeudamiento para comprar activos de la matriz y pagar sustanciosos dividendos). Este sector ya supone más de un billón de dólares en activos y ha sufrido un auténtico desplome bursátil con la caída del petróleo –muchas empresas son petroleras, gasistas o renovables– y el riesgo de subidas de tipos.
El efecto resaca de los mercados emergentes
No solo China –lean artículo publicado “La burbuja china”-, sino el resto de mercados emergentes, como comentábamos aquí el viernes. El efecto combinado puede tener efectos imprevisibles en la economía global. Ya se nota en la ralentización del comercio mundial.
Excesivo endeudamiento en el mercado bursátil
No sólo el nivel de “margin debt” –deuda contraída para invertir en bolsa– ha alcanzado niveles récord, sino que el porcentaje de caja libre comparada con esa deuda es el más bajo desde 2003 –y este ratio lo vigilan mucho en la Fed-.
Lo que la Reserva Federal ve en todos estos datos es lo que todos hemos alertado desde el principio de la política expansiva: que el efecto sobre el empleo es muy moderado –y generado por sectores completamente independientes de la política monetaria- y perpetúa los desequilibrios creados antes de la crisis.
La desproporcionada toma de riesgo creada por el dinero fácil y barato por parte de países emergentes y operadores en activos de riesgo. Cuando hablamos de “no hay inflación” olvidamos la brutal inflación creada en esos activos de riesgo –bolsa y bonos-, que llevó a los bonos de alto riesgo (“basura”) a cotizar a mínimos históricos de rentabilidad y a las bolsas llegar a máximos. La inflación se crea donde va el dinero y se ha infravalorado el riesgo de efectos colaterales muy importantes.
Recordemos que la Reserva Federal ha reducido sus estimaciones de crecimiento de la economía norteamericana en 2015 al 2,2% y que las cifras del segundo trimestre también fueron inferiores a las estimaciones de consenso.
La Reserva Federal tiene que subir tipos urgentemente. Retrasar la decisión y continuar pensando que echando más gasolina se va a apagar el fuego es un error que ya hemos vivido durante demasiado tiempo.
Mi amigo Ross me decía que ya existe toda una generación de traders (inversores) que no ha vivido nada más que políticas expansivas y no entienden de riesgo y volatilidad, porque nunca han tenido que hacer otra cosa que esperar y comprar más. Estamos viviendo la resaca en las materias primas y mercados emergentes de una década de locura monetaria jamás vista. Como decíamos en esta columna, entrar en una política expansiva es muy fácil. Salir es muy complicado. Estén atentos y mantengan la cabeza fría.
De momento casi todos estos efectos son positivos para Europa, que se convierte en refugio –aunque parezca mentira- y se beneficia de menores costes de materias primas y un dólar fuerte en su sector exterior.
Tras 19 billones de dólares de expansión monetaria de los principales bancos centrales, siempre habrá algún ‘krugmanita’ que diga que no se ha hecho suficiente. Y que hay que repetir.
Todas las opiniones de Daniel Lacalle expresadas en sus libros, entrevistas y blog son estrictamente personales y no reflejan la estrategia o filosofía de ninguna otra entidad. Si le ha resultado de interés, puede acceder a sus publicaciones a través del siguientelink.
A new survey of financial services professionals conducted by Cipperman Compliance Services (CCS) reveals that asset managers, broker-dealers, and other firms are embracing compliance as a core function of their business, with an equal number of respondents reporting that they now spend as much on compliance as they do their legal counsel.
The second annual «C-Suite Survey», drawn on responses from 180 leaders tasked with compliance in the financial services industry, finds that although a greater number of firms have formed compliance committees and conducted reviews of their compliance programs in the past year, only18% allocate more than the industry-benchmark 5% of revenues to such activities.
As regulatory scrutiny of the industry continues, client pressures have driven an industry-wide march toward adopting formal compliance procedures.
Eighty-one percent of respondents are «concerned» or «very concerned» by the Securities and Exchange Commission’s practice of naming and prosecuting individuals. Moreover, 70% of respondents also report that prospective clients have asked to review compliance policies or interview compliance personnel, suggesting that compliance is now seen as an integral part of a desirable financial firm.
«Gaining the trust of clients is essential in asset management,» said CCS Managing Principal Todd Cipperman. «A manager’s ability to demonstrate a strong compliance program is a big factor in landing asset management business from institutional and individual investors.»
Accordingly, firms have taken concrete steps to formalize their compliance procedures. Sixty-three percent of asset managers indicate they have a compliance committee at their firm, rising from 48% reporting the same in 2014. Moreover, 88% of all respondents report that they have conducted a compliance review in the last year, as opposed to the 67% who answered as such in 2014.
«Firms are choosing to vest these duties with committees and individuals whose sole responsibility is compliance, as opposed to wearing multiple hats, which has proven to be the most effective means of maintaining a culture of compliance,» said Cipperman. «Truly dedicated compliance personnel reduce conflicts of interest, stay on top of the shifting regulatory landscape, and ensure compliance doesn’t take a backseat to other business functions.»
Resources Don’t Match Commitment
Even as firms report dedicating personnel to compliance, they have yet to fully devote the appropriate amount of resources to their programs. Just more than half of respondents, 53%, report spending between 0 and 5% of their total revenues on compliance.
Alarmingly, a significant number of respondents (who are charged with compliance activities at their firms) were unaware of how much they spend altogether. Twenty-nine percent of asset managers, 35% of broker-dealers, 14% of alternative managers, and 31% of wealth managers could not identify what they spend on compliance.
«These figures show, as they did last year, that it is much easier to talk the compliance talk then walk the walk,» noted CCS Managing Director Jason Ewasko.«Firms should spend a minimum of 5% of revenues or two basis points of assets under management on compliance in order to have an effective program. Less than that and they are putting their businesses, and in extreme cases their personal finances, at risk.»
Outsourcing Compliance Function Grows in Appeal
On the heels of recent acknowledgements by the SEC of outsourced compliance activities and court rulings validating the practice, the C-Suite Survey found that the industry has rapidly adopted the practice. Fifty-seven percent of all respondents say they outsource some or all of their compliance function, a rise from the 24% who outsourced in 2014. Leading the trend of firms embracing outsourcing are broker-dealers at 65% and alternative managers at 68%.
Foto: Luis, Flickr, Creative Commons. Los fondos monetarios captan 77.000 millones de dólares en julio ante la incertidumbre en el mercado
La evolución de los mercados no está clara y eso se refleja en la evolución de los flujos hacia los fondos de inversión. Según los últimos datos de Lipper Thomson Reuters, en el mes de julio 77.000 millones de dólares fueron a parar a fondos monetarios de todo el mundo, lo que indica “que se está apartando el capital ante un incierto escenario económico”, comenta Otto Christian Kober, autor del informe y responsable global de Metodología de la firma de análisis.
“Las perspectivas para los mercados no son claras. Por un lado, están anticipando que la Fed subirá tipos este año pero, por otro, parece poco probable en la medida en que los datos macro en EE.UU. muestran pocos signos de mejora significativa. El dinero barato (para pedir prestado a bajos tipos) no está encontrando su camino hacia la economía real, pues los inversores prefieren estar al margen, aceptar tipos de interés más bajos por menos riesgo en mercados de renta fija”, comenta el autor del informe.
Como prueba, los fuertes flujos hacia los fondos monetarios. Con todo, la segunda categoría que más dinero captó en julio fueron los fondos de renta variable, con entradas de 29.500 millones de dólares a nivel mundial, mientras los fondos de renta fija sufrieron reembolsos de 600 millones y los de materias primas, 1.700 millones.
La situación de EE.UU. se repitió en Europa, donde “no parece que el BCE suba pronto los tipos de interés, ante el deudamiento de los países europeos. En Europa en su conjunto, el dinero continúa fluyendo hacia los mercados bursátiles, junto a los monetarios”, indica el experto.
Y es que, a pesar de los retornos negativos en el mes (que supusieron pérdidas de 86.700 millones de dólares para los fondos mundiales), los inversores siguieron entrando en casi todos los tipos de fondos de inversión (con excepción de los de renta fija y materias primas), y llevaron las suscripciones netas a un total de 114.900 millones de dólares. Esa combinación de entradas de capital pero pérdidas por el efecto mercado hicieron que el patrimonio de los fondos mundiales se quedara relativamente estable, en 35,9 billones de dólares a finales de julio, según Lipper.
Entre los fondos que ganaron patrimonio, los de renta variable (0,2%) y los monetarios (0,1%), mientras los de renta fija cayeron un 0,2%.
Además de las entradas de dinero en los fondos monetarios (41.000 millones de dólares en los denominados en dólares) y 29.500 millones en los de euros, las categorías que más captaron fueron la de renta variable global sin EE.UU. (17.000 millones de dólares), renta variable japonesa (9.400 millones), y renta variable europea (7.100 millones). Los fondos de bolsa estadounidense, al igual que pasó en junio, sufrieron reembolsos, esta vez de 7.300 millones.
Retornos negativos
Entre las categorías con peor comportamiento, los fondos de materias primas perdieron un 8,7%, ante la fuerte caída en los precios de la energía tras el acuerdo con Irán y la caída en el precio de los metales preciosos.
Over the past few years, we have seen the launch and rise of several new companies like Uber, Groupon, and AirBnB. These companies may have started in local markets with a mostly Millennial customer base, but they have now evolved into global enterprises used across generations, creating a viable alternative to traditional methods of transportation, lodging, computing, food delivery and even legal services. These companies are all part of a group known as the “Sharing Economy.”
There has been quite a bit of buzz in the investment world about these companies, which often boast sky-high valuations. Many of these companies have the backing of important venture capital firms or titans of Silicon Valley. Clients have been asking us whether it makes sense to consider some of these companies as potential investments. It is our belief that while companies in the Sharing Economy have made things much more efficient by using technology, It remains uncertain that they will build a business of lasting value, or have a clear path to shareholder value creation. There are just not enough profits to share in the «Sharing Economy». Most of the benefits are for consumers –which is why we believe clients should be consumers and not investors in these companies.
What is the Sharing Economy?
The Sharing Economy encompasses a new wave of companies that use the Internet to attack inefficiencies in the supply of goods and services. These companies create attractive offerings for customers by making them highly convenient and cost efficient. Perhaps the most well-known is Uber, the on-demand personal car service that is typically cheaper than a taxi. Uber is now available in 58 countries, 300 cities worldwide and services more than 8 million users.
The Sharing Economy has taken off in the last few years, thanks to the use of mobile technology and popularity of smartphones (85% of 18-29 year olds and 79% of 30-49 year olds in America own smart phones). Mobile technology allows consumers and producers to be instantly connected at any time and any place, removing barriers to supply and demand and creating more efficient markets.
The Sharing Economy has opened up the marketplace for providers of goods and services, allowing many local businesses or individuals-who did not have the correct infrastructure-to compete. Now consumers have more to choose from –and these providers must differentiate themselves by offering more competitive pricing and more added value.
What are the Implications for Investors?
Uber, a company founded only 6 years ago (and only operating outside of San Francisco since 2011) is currently valued at $50 billion, similar to the market cap of Kraft Foods or Target. Avis, a global rental company, is worth 10x less than Uber’s current valuation –Uber’s valuation is more on par to global car manufacturer Ford. AirBnB, the home sharing company (which owns no properties), estimates its current valuation is $20 billion, similar to that of Marriott International, the leading global hotel brand, and double the size of the global brand Hyatt.
Are these valuations justified? Revenues and other key financial data of these companies are kept under close wraps as they are private companies, so it is hard for outsiders to understand exactly the base of these valuations. However, we encourage our investors to look at these companies with caution. It is still unclear whether these companies are going to build lasting value for shareholders. Creating markets that are more efficient does not necessarily translate into creating output –or value.
Some analysts fear that companies will make profits in the short term –picking the “low hanging” fruit or profits that initially result from the market reaching a more natural equilibrium. Companies may use these profits as a base of unrealistic projections of future earning and valuations, which could be unsound as they may be based upon unsustainable initial success which maybe difficult to replicate in the longer term.
In conclusion, the Sharing Economy will likely continue to use technology in fascinating ways to make markets more efficient and bring more interesting options to consumers. We think it is much better for clients to thus use these companies as a customer, rather than an investor.
If you want to read the complete report, please follow this link