De acuerdo con datos de AdvisorStream, la demanda de los inversores por comunicación con sus asesores aumentó un 47% en marzo desde febrero, lo que, de acuerdo con la firma, subraya el deseo de un contacto más estrecho entre asesores y clientes al tiempo que la pandemia relacionada con el COVID -19 se expandió por los mercados mundiales.
«Los inversores quieren hechos, no miedo», dice el CEO y cofundador de AdvisorStream, Kevin Mulhern. La investigación de AdvisorStream revela que los inversores desean un contacto personalizado constante y frecuente con sus asesores en tiempos de crisis, con el correo electrónico como medio preferido ante la incapacidad actual de reunirse en persona, y el tiempo significativo que toma llamar a los clientes frecuentemente.
«El volumen de comunicación electrónica entre asesores e inversores durante marzo no tiene precedentes en la plataforma AdvisorStream», señalan.
En marzo, AdvisorStream entregó digitalmente casi 4 millones de campañas de comunicación para inversores, más de 500,000 desde febrero. El aumento en la demanda de los inversores se atribuye en gran parte a los crecientes temores sobre el impacto de la pandemia en los planes de jubilación y la creciente ansiedad que continúa afectando la economía.
«Con la creciente incertidumbre diaria, los asesores están dando un paso más valiente que nunca para aclarar, iluminar y liderar la conversación», dice Mulhern.
De los casi 120 millones de artículos, comentarios, videos e infografías de AdvisorStream enviados durante el período de seis meses que finalizó el 31 de marzo, más de 22 millones fueron enviados en marzo.
«La comunicación es clave. Los inversores están más inclinados a dejar un asesor por falta de comunicación que por un mal asesoramiento financiero», dice Mulhern. «La comunicación, en cualquier forma, de los asesores es un salvavidas para los inversores en tiempos volátiles».
Si bien los asesores están centrados en la retención del cliente durante la volatilidad, Mulhern dice que también ha habido un pico equivalente (38,9%) en los prospectos conseguidos para los asesores a través de la plataforma durante el mismo período. «Parece que hay una oportunidad en la crisis. Potencialmente, algunos clientes quieren cambiarse, y otros inversores que nunca han tenido un asesor ahora se dan cuenta de que necesitan orientación», concluye.
Foto cedidaAna Botín, presidenta de Santander. . Ana Botín se une al grupo de asesores externos creado por el FMI ante los desafíos del COVID-19
Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), ha convocado un grupo asesor externo para analizar y abordar los desafíos que el COVID-19 está generando en la economía global. Este grupo está formado por doce asesores provenientes del ámbito económico y empresarial público y privado.
Según ha explicado la institución, el objetivo es aprovechar la experiencia de este “eminente grupo”, en el que participa Ana Botín, presidenta de Santander. Este grupo asesor externo ofrecerá una perspectiva y análisis de los principales acontecimientos respecto al COVID-19, así como las medidas políticas y económicas tomadas para limitar su impacto.
“Incluso antes de la propagación del coronavirus y de las dramáticas perturbaciones sanitarias, económicas y financieras que ha traído consigo, los miembros del FMI ya se están enfrentando a un mundo que cambia con rapidez y que presenta complejas cuestiones políticas. Para prestar un buen servicio a nuestros miembros en este contexto, necesitamos aportaciones y conocimientos técnicos de primera clase y ampliar nuestras fuentes, tanto de dentro como de fuera del FMI”, ha explicado Georgieva sobre el motivo de la creación de este grupo asesor externo.
Los miembros de este grupo son:
Ngozi Okonjo-Iweala, ex Ministra de Finanzas de Nigeria
Tharman Shanmugaratnam, Ministro Principal de Singapur y Presidente de la Autoridad Monetaria de Singapur
Kristin Forbes, profesora del Instituto de Tecnología de Massachusetts
Kevin Rudd, ex Primer Ministro de Australia
Mark Malloch Brown, ex vicesecretario general de las Naciones Unidas
Feike Sijbesima, presidente honorario de DSM y ex CEO de Royal DSM
Raghuram Rajan, profesor de la Universidad de Chicago
Ana Botín, presidenta ejecutiva del Grupo, Santander
Carmen Reinhart, profesora de la Universidad de Harvard
Mohamed A. El-Erian, asesor económico principal de Allianz
Scott Minerd, director de inversiones de Guggenheim Investments
Nyaradzayi Gumbonzvanda, presidenta de Ayuda en Acción International
La primera reunión de este grupo se celebró el pasado viernes durante la cual “se mantuvo un dinámico debate para conocer los puntos de vista de los asesores y escuchar sus opiniones sobre nuestras ideas”, apunta Georgieva. El objetivo es que el grupo de asesores externos se reúna varias veces al año con la directora generante de FMI, así como con los subdirectores gerentes y los directores de diversos departamentos del FMI.
March Asset Management, gestora del Grupo Banca March, ha reforzado su plataforma online, para facilitar la consulta de toda la información y documentación de los productos contratados, tanto en España como en Luxemburgo, así como la contratación de la mayor parte de los productos de forma directa, sin necesidad de terceros, distribuidores o intermediarios.
Ante la actual crisis sanitaria provocada por el COVID-19, March AM ha reforzado sus medios telemáticos, manteniendo plenamente su operativa y prestando el 100% del servicio de manera segura para clientes y empleados.
La gestora permite el alta de nuevos clientes de forma 100% digital, para lo que se emplean sistemas de reconocimiento facial de Electronic ID, en concreto una solución de identificación de personas que utiliza el vídeo en tiempo real y garantiza el mismo nivel de seguridad técnica y legal que la identificación presencial.Este proceso de reconocimiento facial a distancia dura tan solo 18 segundos, con lo que se elimina la necesidad del traslado y la presencia física, así como la intervención de terceras entidades, ya que todo el proceso se ejecuta directamente con March AM.
En la web de March AM los inversores pueden acceder a la contratación de la gama de fondos propios domiciliada en España, sin necesidad de hacerlo a través de terceros distribuidores o intermediarios. Así, los clientes pueden participar tanto en estrategias de inversión de renta variable como March Europa o March Global, o en estrategias de renta fija más conservadoras, como Fonmarch, teniendo también la posibilidad de invertir en los cuatro fondos perfilados que ofrece la gestora, que van desde una cartera conservadora hasta una cartera decidida.
Para contratar la gama de fondos domiciliados en Luxemburgo, entre los que se encuentran estrategias como los fondos temáticos Mediterranean Fund, The Family Businesses Fund o March Vini Catena, o Torrenova Lux, los clientes de Banca March pueden utilizar los canales de banca a distancia de la entidad.
José María Ortega, director general de March AM, ha apuntado: “En momentos como el actual es importante garantizar la protección de profesionales y clientes. Son ellos los que hacen March AM. En los últimos meses hemos hecho un gran esfuerzo por implantar herramientas digitales que nos permiten estar al lado de nuestros clientes en todo momento. Por ello, reforzamos la atención a distancia para asegurar el mejor servicio a nuestros clientes en las mejores condiciones para nuestros profesionales, facilitando el acceso a nuestros productos con la información más actualizada”.
Pixabay CC0 Public Domain. Belgravia Capital lanza Tau European Equities, un subfondo fully invested de renta variable europea
Belgravia Capital ha lanzado un nuevo fondo UCITS en su sicav luxemburguesa: se trata de Belgravia Lux UCITS, Tau European Equities, un vehículo de renta variable cuyo objetivo será lograr una rentabilidad superior a la obtenida por su índice de referencia en el largo plazo, el Stoxx 600. Pictet será la entidad depositaria.
Con una cartera constituida con criterios bottom-up, atendiendo a los méritos propios de cada compañía, y una selección de valores basada en el análisis fundamental, el fondo estará gestionado por el equipo de Belgravia liderado por Carlos Cerezo y José Palma. De este modo, Belgravia mantendrá un estilo de inversión ecléctico, con un análisis de todo tipo de compañías.
“Es un paso muy importante para la compañía, que nos permite ampliar el portfolio de productos para nuestros clientes. Llevábamos muchos meses trabajando en el lanzamiento, pero lo hacemos ahora porque creemos que es el momento propicio de mercado. Es un producto de inversión que nace como consecuencia directa de escuchar las necesidades de nuestros clientes y transformarlas en nuevas soluciones de inversión diversificadas”, asegura Cristina Solinís, directora de relación con inversores de Belgravia Capital.
La entidad ha establecido una clase (P) para suscriptores que participen en el lanzamiento, con una comisión de inicial del 0,4%, durante los tres primeros meses, que se incrementará hasta el 0,75% a partir de ese momento. Además de esta, el subfondo dispondrá de una clase retail (R) con una comisión del 1,75% y de clases institucional (I) y “limpia” (C), cuya comisión será del 1,25%.
Epsilon y Delta, los dos vehículos de referencia de Belgravia
El lanzamiento se suma a la oferta que la gestora ya tenía previamente, con dos vehículos de referencia.Belgravia Epsilon es uno de los vehículos de referencia de la entidad. Se trata de un fondo de renta variable paneuropea, con una variación de la exposición (de 0% a 100%), según el momento de mercado que invierte únicamente en instrumentos de mercado monetario. Desde su inicio, este vehículo ha acumulado un rendimiento del 272% frente al 76% del Stoxx 600.
Por su parte, Belgravia Delta es un producto con un enfoque equity market neutral, que anula permanentemente el riesgo de mercado vendiendo futuros sobre el Eurostoxx 50, por lo que suele tener una beta cercana a cero.
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Andrew Buchanan. Foto: Andrew Buchanan
Las réplicas son una consecuencia común y perjudicial de los terremotos, causadas por los efectos del desplazamiento del temblor principal. Aunque estos movimientos sísmicos son preocupantes, a menudo son un resultado razonablemente predecible del hecho desencadenante principal. Los terremotos de gran magnitud pueden provocar cientos de réplicas. Aunque existen patrones comunes con respecto a la distribución y magnitud de las réplicas, siempre puede haber sorpresas. Sin embargo, es habitual que su magnitud y frecuencia se reduzcan con el tiempo.
Actualmente, según indica Colin Moore, director global de inversiones de Columbia Threadneedle Investments, el mundo se encuentra sumido en un gran terremoto económico. No obstante, el «epicentro» del terremoto económico mundial no se sitúa en una ubicación geográfica, sino que reside en los esfuerzos de contención generalizados que se han concebido para reducir el ritmo de contagio del COVID-19, lo que ha provocado la paralización a corto plazo de numerosas áreas de la actividad económica. Visto de otro modo, esta situación implica que una de cada cinco personas de todo el mundo se encuentra actualmente bajo orden o aviso oficial de confinamiento. Las previsibles réplicas económicas y sociales se están empezando a sentir ahora.
En el informe del Departamento de Trabajo de Estados Unidos, se observó un aumento masivo de las nuevas solicitudes de subsidio por desempleo en Estados Unidos, una cifra que, aunque probablemente haya causado alteración, es una consecuencia lógica de las medidas de contención. En las semanas venideras, conoceremos más datos sin precedentes en cuanto a su dimensión y su nivel de alteración. Si las medidas de contención resultan efectivas a la hora de reducir la tasa de contagios diaria, como se ha observado en China, Corea del Sur e incluso en Italia en los últimos días, los mercados pueden comenzar a prever una reducción de las publicaciones de datos económicos de carácter «sísmico».
En 1976, el terremoto de Tangshan, en China, dejó un balance oficial de 255.000 víctimas mortales. Claramente, esto supuso una tragedia para los habitantes de esa región que, en gran parte, se debió a los edificios de construcción no reforzados cuyo diseño no era el adecuado para soportar un terremoto. Hoy en día, los edificios se están adaptando para mejorar su durabilidad y proporcionar una estructura arquitectónica que pueda resistir mejor un seísmo.
De igual modo, observamos una adaptación del sistema bancario en Estados Unidos y en Reino Unido después de la crisis financiera mundial de 2008 – 2009. Las mejoras sustanciales en el capital y la liquidez han reforzado considerablemente la capacidad del sistema financiero y la economía de esos países para soportar un terremoto económico y sus réplicas.
Las medidas de los bancos centrales mundiales en los últimos días han sido significativas en cuanto a su magnitud y admirables en cuanto a su oportuna aplicación. Los gobiernos se están apresurando en inyectar liquidez a través de estímulos fiscales para ayudar a las personas, a las pequeñas empresas, y a las autoridades locales y municipios. Esta combinación de un sólido sistema bancario readaptado y el impresionante abanico de medidas de liquidez nos dan pie a confiar en que resistiremos esta sacudida y, conforme los temblores desaparezcan, surgirá una economía totalmente operativa.
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Pixabay CC0 Public Domain. La pandemia del coronavirus impulsa la digitalización de la Fed, el BCE y otros bancos centrales
Tras haber alcanzado un acuerdo para la adquisición de Esfera SGIIC, el pasado 23 de marzo, Andbank España facilitará el tránsito de los clientes y de sus posiciones en fondos de inversión en Esfera Capital a Andbank y MyInvestor.
Está previsto que esta operación finalice aproximadamente en los próximos 15 días laborables y se llevará a cabo sin necesidad de que los clientes realicen ningún trámite.
Así, los clientes de EAFIs y aquellos que requieran servicio presencial de banca privada y/o tengan valores (acciones, títulos de deuda, ETFs y sicavs) pasarán a ser clientes de Andbank España. Del mismo modo, las cuentas de personas jurídicas y menores de edad pasarán a estar bajo esta estructura. Del mismo modo, aquellos clientes que precisen contratación de fondos a través de canales digitales serán atendidos a través de MyInvestor. Por su parte, los clientes con operativa de derivados quedan fuera del acuerdo.
Mientras, y hasta que se concrete la migración de las cuentas, los clientes de Esfera podrán hacer nuevas aportaciones a los fondos de inversión que deseen abriendo previamente cuenta en MyInvestor.
Además, la mayor parte de los fondos de Esfera SGIIC está ya disponibles en MyInvestor para su contratación y los restantes fondos se irán incorporando en los próximos días, según la entidad. Asimismo, los clientes mantendrán las mismas condiciones que actualmente tenían en Esfera Capital, por lo que no se aplicarán comisiones adicionales. El efectivo que tuviesen los partícipes de fondos de inversión se transferirá a sus cuentas en Andbank y MyInvestor conforme a los plazos establecidos por la CNMV.
MyInvestor, neobanco participado por Andbank España, El Corte Inglés Seguros, AXA España y varios family office, opera como agente bancario de Andbank España. Así, cuenta con las garantías de Andbank España, adscrito al Fondo de Garantía de Depósitos, al FOGAIN y está supervisado por el Banco de España y por la CNMV.
Pixabay CC0 Public Domain. La inversión ESG: una apuesta segura a largo plazo incluso en tiempos de coronavirus
La crisis del coronavirus y su impacto en los mercados están poniendo a prueba la inversión sostenible y bajo criterios ESG que tanta fuerza ha tenido durante los últimos años. La inversión ESG es una realidad, no una tendencia, y ahora le toca pasar su primera gran prueba de fuego: una crisis global.
Según un análisis realizado por Afi, firma española de asesoramiento, consultoría y formación en ámbito de las finanzas, en términos de rentabilidad, se observa, cómo tanto a nivel global como en las diferentes zonas geográficas (Estados Unidos, Europa y Economías Emergentes), los índices sostenibles presentan unas menores minusvalías que los índices tradicionales. Durante las últimas semanas, “las bolsas globales llegaban a sufrir caídas superiores al 30%, incluso del 40% en algunos casos, desde los máximos alcanzados en febrero de este mismo año. Sin embargo, en el universo de la renta variable, destacaba el comportamiento diferencial de aquellas compañías con características sostenibles, es decir, aquellas empresas con un perfil de sostenibilidad robusto desde el punto de vista ambiental, social y de gobierno corporativo (ESG)”, explican.
Esta misma certeza tienen las gestoras. Desde Schroders apuntan que, hasta el momento, los datos son alentadores. Por ejemplo, un análisis realizado por BofAML revela que el 20% de las acciones con mejor calificación ESG han superado al mercado estadounidense en más de cinco puntos porcentuales durante la reciente corrección. «Esto se debe en parte a que las empresas líderes en ESG han visto hasta ahora menores recortes en los beneficios por acción (EPS) que las rezagadas en ESG. Esto se muestra en el gráfico a continuación, en el que se analizan los recortes en las estimaciones de beneficios por acción de las empresas estadounidenses», afirma Katherine Davidson, gestora de renta variable global de Schroders.
«Nos parece que esta crisis ha aumentado, realmente, la visibilidad y la importancia percibida en las prácticas comerciales sostenibles. En medio de titulares aterradores y de una disrupción sin precedentes en nuestra vida cotidiana, todos nos estamos replanteando nuestros valores y prioridades personales», añade Davidson de Schroders.
Según recoge BlackRock en su análisis semanal, se observa una tendencia duradera hacia la inversión sostenible. “Un cambio estructural en las preferencias de los inversores que dará lugar a flujos constantes de gran envergadura hacia clases de activos percibidos como más resilientes ante los riesgos relacionados con la sostenibilidad, como el cambio climático. Los inversores que reajusten sus carteras tras las ventas masivas de los activos de riesgo deberían plantearse orientarlas hacia los activos sostenibles”.
Desde BlackRock lanzan esta visión desde la perspectiva de los ETFs, pero la misma reflexión hacen las firmas especializadas en la gestión activa. BNY Mellon IM sostiene que una vez logremos superar la crisis sanitaria que ha provocado el coronavirus, los gobiernos y autoridades deberán centrarse en apostar por un futuro más saludable, sostenible y respetuoso con el medio ambiente. “Esta es una oportunidad que no podemos desaprovechar”, advierten desde la gestora.
“El drástico distanciamiento social que ha provocado la aparición del COVID-19 ha tenido consecuencias importantes en todos los mercados financieros. Las repercusiones para la sociedad y la economía están poniendo a prueba muchos modelos de negocio, si bien las empresas más sostenibles, que han sabido equilibrar la tensión dinámica entre rentabilidad financiera e impacto social y medioambiental han resistido mucho mejor durante las bruscas correcciones de marzo”, apunta Andrew Parry, responsable de inversión responsable en Newton IM, parte de BNY Mellon IM.
Los expertos en asesoramiento financiero también creen que una de las lecciones que dejará esta pandemia es el gran valor que los inversores van a dar a que sus inversiones tenga un impacto positivo en el entorno. “La pandemia de coronavirus ha puesto de relieve la vulnerabilidad y la fragilidad de las sociedades y del planeta. Ha subrayado que, cada vez más, solo sobrevivirán y prosperarán las empresas que estén alineadas con la realidad social. La crisis sanitaria también ha subrayado la complejidad e interconexión de nuestro mundo en cuanto a la demanda y la oferta, en el comercio y la comercialización, y cómo éstas pueden estar amenazadas si no son sostenibles», señalan desde deVere.
Según su estimación, la demanda de soluciones ESG se disparará en los próximos 12 meses. “Esta demanda estará impulsada por el buen rendimiento que han estado demostrando los productos ESG y por el estilo que creen las nuevas generaciones de inversores”, añaden.
En opinión de Iván Díez Sainz, director general España de Groupama AM, esta crisis dejará paso a una nueva industria donde la ESG será básica. «Pero seamos positivos y ambiciosos: a través de la integración de los criterios ESG implementados en la selección de empresas, buscamos volver a un modelo de crecimiento centrado en el medio-largo plazo, donde las empresas centran sus políticas en el respeto de los desafíos climáticos y medioambientales, reemplazan el capital humano como el verdadero activo de su crecimiento futuro, revisan las remuneraciones de los directivos y accionistas en favor de la remuneración de los empleados para reducir las desigualdades. Ahora es el momento de sentar las bases para un crecimiento y unas finanzas sostenibles, los planes de inversión que la Unión Europea debe lanzar imperativamente deben basarse en estos nuevos objetivos: reconstruir la economía europea sobre la base de los desafíos medioambientales, sociales y societarios», señala.
«El brote de Coronavirus tiene innumerables implicaciones en la economía. Pero mucho más allá de los problemas económicos, el COVID-19 es una emergencia humana. La situación de emergencia del brote del virus es un claro diagnóstico que permite identificar a las empresas que actúan de manera sostenible y las que no lo hacen. En este sentido, creemos que los acontecimientos actuales demuestran que la sostenibilidad es una inversión», añade Domingo Torres, Country Head Spain and Portugal de Lazard Fund Managers.
Apuesta a largo plazo
BlackRock considera que la apuesta por la ESG es a largo plazo y que momentos de mercado como el actual solo ponen en valor el componente de gestión de riesgo que lleva implícito este tipo de inversión. “Los escépticos han argumentado durante mucho tiempo que los mercados financieros son eficientes, por lo que si la sostenibilidad importa ya debería reflejarse en los precios de mercado; o que si los inversores se preocupan por la sostenibilidad, deberían estar dispuestos a aceptar menores rendimientos pagando una prima por los activos verdes; e incluso que los inversores obtendrán un mayor rendimiento como compensación por poseer activos marrones de mayor riesgo. Esta lógica lleva a la conclusión de que podemos simplemente ignorar la sostenibilidad: Inclinarse hacia los activos verdes será costoso y poseer activos marrones ofrecerá retornos esperados relativamente más altos. No estamos de acuerdo”, sostienen.
Por el contrario, la gestora argumenta que cuando se consolide la tendencia hacia economías bajo en carbono, los activos respaldados por una alta sostenibilidad serán más caros, mientras que otros activos se habrán vuelto más baratos o desapareció por completo. Según indica en su análisis, “los activos sostenibles deberían obtener un beneficio de retorno durante esa larga transición, además de una mayor resistencia a riesgos como las perturbaciones físicas del cambio climático. Esto implica la conclusión que la inversión sostenible requiere el sacrificio de los beneficios es un mito, en nuestra opinión. La inversión sostenible probablemente tendrá un rendimiento ventajoso durante años y décadas”.
Pixabay CC0 Public Domain. Tres motivos para el optimismo: control de la pandemia, políticas monetarias y medidas fiscales
Las noticias y análisis sobre el impacto de la crisis del coronavirus en el mercado y en las economías circulan con rapidez estos días. La mayoría de las gestoras considera que el contexto actual se traducirá en una recesión, que habrá más medidas por parte de las instituciones monetarias y gobiernos y que es necesario vigilar la liquidez de algunos activos.
Sin embargo, John Plassard, especialista de inversión de Mirabaud, destaca que algunos de estos aspectos que, de momento han sido obviados por la mayoría de los analistas, podrían ser motivo de optimismo. En primer lugar, destaca que la mejora de las cifras de afectados por el coronavirus en algunos países. “El pasado 23 de marzo Italia registró la tercera caída consecutiva en el número de nuevos casos y fallecidos por coronavirus, generando cierta esperanza de una ralentización del avance de la epidemia. En Corea del Sur registró 76 nuevos casos el martes, confirmando la tendencia a la baja y aumentando las expectativas de que sea posible controlar la epidemia en uno de los primeros países afectados. Y, en China, las autoridades confirmaron el pasado martes que el cierre de la ciudad de Wuhan se levantaría el próximo día 8 de abril, después de más de dos meses de confinamiento”, resume.
Al control de la pandemia en estos países, se suma también los datos económicos de China, que resultan más esperanzadores. Según explica Plassard, “el gasto en consumo ha recuperado terreno, alcanzando el 85% de la media anual. Por su parte, la venta de coches está entre un 30% y un 40% por debajo de la media frente a la caída del 80% experimentada en febrero, y empieza a repuntar el comercio por vía marítima. Como prueba de esta recuperación, ha empeorado la calidad del aire, alcanzando unos niveles de contaminación más cercanos a lo normal”.
El tercer motivo para el optimismo es la rapidez con que gobiernos e instituciones han respondido. En este sentido, los países industrializados han adoptado unas medidas de estímulo fiscal de gran envergadura, sin tener en cuenta las consecuencias en términos de endeudamiento. “Los países del G7, por ejemplo, han prometido hacer todo lo necesario para recuperar la confianza, el crecimiento económico y los puestos de trabajo, y se han comprometido a colaborar con los bancos centrales para responder a una crisis que probablemente conduzca a una recesión mundial este año”, apunta.
Para Plassard los ejemplos más representativo son la decisión de Alemania de “hacer trizas ortodoxia económica” y, por primera vez desde 2013, el gobierno de Angela Merkel ha decidido recurrir a los mercados para financiar las medidas que ha anunciado, acumulando una deuda de unos 156.000 millones de euros, lo que representa un gran cambio respecto al superávit registrado en 2013. En Europa, la otra gran medida es el anuncio de compras del BCE por valor de 750.000 millones de euros.
“En Estados Unidos, la crisis del coronavirus ha obligado a los demócratas y republicanos a adoptar algo cercano a una tregua, y están al punto de alcanzar un acuerdo sobre un plan de estímulo económico por valor de 2 billones de dólares”, destaca sobre cómo se está gestionando la crisis económica en América. Una decisión que se suma a las medidas ya tomadas por la Reserva Federal de Estados Unidos.
«En resumen, aunque seguimos sin saber cuánto durará la pandemia, existen diversos escenarios que, descartando sorpresas desagradables, nos permiten anticipar una mejoría económica, sin obviar la volatilidad que no va a desaparecer en el corto plazo”, concluye Plassard sobre la situación actual.
Pixabay CC0 Public Domain. La primera fase de la crisis del coronavirus ha terminado
Después de las caídas verticales del 5 al 23 de marzo de 2020, parece que, finalmente, los mercados han encontrado su primer suelo y empezaron un rebote técnico. Desde el inicio de esta crisis, los mercados han reflejado el impacto que ha tenido el cierre decretado por los gobiernos de sectores completos de la economía en una velocidad récord.
Sin embargo, el movimiento ha sido clásicamente magnificado por las ventas forzadas de los inversores que se enfrentan a las llamadas de búsqueda de margen. Esta fase de desapalancamiento parece que ha tocado a su fin. Gracias a las decisivas intervenciones de los bancos centrales, que se benefician de lo que aprendieron durante la crisis de 2008, los mercados han sido capaces de continuar desempeñando sus principales funciones hasta la fecha. La esfera financiera está estabilizada por ahora, con el objetivo de que la crisis en la economía real sea gestionada de forma efectiva.
En el lado de la pandemia, las noticias desde Lombardía e Italia son alentadoras. Los primeros signos del efecto positivo del confinamiento comienzan a confirmarse. El precio es astronómico, pero el efecto es evidente. Sin embargo, los países que primero se vieron afectados, desafortunadamente, no volverán a la normalidad económica de forma inmediata. De hecho, las medidas de restricción en las fronteras seguirán en vigor hasta que el virus haya remitido en los países y regiones más afectados. Aparte de eso, el contagio acaba de comenzar en África, por ejemplo.
En resumen, hay luz al final del túnel, pero todavía queda mucho camino por recorrer. Al mismo tiempo, la investigación para encontrar una droga y una vacuna está muy avanzada en China y en los países desarrollados. Es una carrera contra el tiempo, y con cada día que pasa de contención, el probabilidad de que el método de contención como en La Edad Media parece ser la única solución para aliviar sistemas de salud tensos.
Medidas loables, pero contraproducentes
La conmoción del sector privado en las economías condenadas a la contención requiere una respuesta de política monetaria coordinada y con las medidas de apoyo fiscal. Las empresas y los trabajadores por cuenta propia deben recibir una compensación, al menos, parcial por los ingresos perdidos como resultado de las medidas de cierre tomadas por los gobiernos. Esto puede considerarse como un seguro de daños tras un desastre natural. En ausencia de este apoyo al sector privado por parte del Estado, éste se verá permanentemente cargado con deudas adicionales que frenarán considerablemente la recuperación después de la contención. En otras palabras, el sector privado no puede apoyarse en transferencias forzadas o voluntarias, por muy bien intencionadas que sean, del sector privado al privado.
Reducir o regalar temporalmente algunos alquileres, por ejemplo, puede aliviar situaciones individuales. Pero colectivamente, a nivel nacional, añadiría combustible al fuego deflacionario. Sin embargo, en interés general, es mejor asegurar el pago de los alquileres mediante medidas de apoyo puntuales, transfiriendo las cantidades necesarias del balance del Estado al de los agentes privados interesados. Este ejemplo ilustra dos aspectos. En primer lugar, el riesgo de que se adopten políticas bien intencionadas pero contraproducentes es elevado en los próximos meses. En segundo lugar, sin el respaldo del balance de los gobiernos no habrá salvación. El consenso neoliberal nacido en los años 80 con Ronald Reagan y Margaret Thatcher ha muerto para siempre esta vez. Ahora, nos dirigimos hacia un capitalismo de estado similar al que se practicó durante la guerra en los años 40. Como consecuencia, estamos perdiendo inexorablemente los mercados libres. El control de la curva de rendimiento, como en Japón, corre el riesgo de extenderse pronto a Europa y a los Estados Unidos.
Una nueva prueba de cohesión para Europa
Los criterios de Maastricht y el Pacto de Estabilidad en la zona euro fueron diseñados para prevenir el deslizamiento inflacionario en un momento en que los déficits públicos estaban generando inflación. El coronavirus ha sido su sentencia de muerte. La cohesión europea se pondrá a prueba tras el fin de la pandemia.
Cuando la conmoción de la tragedia sanitaria se calme, se planteará muy pronto la cuestión de la elección entre el retorno a la austeridad fiscal o el paso a un enfoque macroeconómico poco ortodoxo destinado a orientar el producto interior bruto (PIB) nominal a través de la política monetaria en conjunción con la política fiscal. Europa del Norte no se dejará influenciar sin luchar y Europa del Sur no tendrá elección. La cohesión europea está cerca de una nueva prueba. Reiteramos nuestro anuncio de dar preferencia a los países que puedan imprimir la moneda en la que emiten su propia deuda.
El papel del oro
Constantemente recibimos preguntas sobre el comportamiento del metal amarillo. De hecho, su papel es a menudo mal entendido. La característica más notable del oro es que protege contra el riesgo sistémico. En la crisis actual, los bancos son una parte esencial de la solución, a diferencia de 2008. Los Estados los necesitan para prestar abundantemente y a bajo interés con garantías gubernamentales. Por esta razón, el incumplimiento de los bancos está prácticamente descartado en un futuro próximo.
Sin embargo, si las medidas para apoyar y estimular la economía real son insuficientes, incompletas o erróneas, la esfera real podría contaminar el sistema financiero dentro de unos meses. El oro se beneficiaría entonces de su característica de protección contra el riesgo de contrapartida. Mientras tanto, fluctúa con los vagabundos de los tipos de interés reales de los EE.UU., en un rango entre unos 1.500 y 1.700 dólares.
Los mercados de renta fija y de acciones reflejan ahora la «recesión exógena» que acaba de comenzar. Como resultado, los activos de calidad se están negociando a niveles récord de valoración en relación con los activos de tipo value. Sin embargo, creemos que es prematuro sumergirse en esta oportunidad. La oportunidad del value parece ópticamente muy convincente, pero debe evaluarse a la luz del actual conjunto de circunstancias sin precedentes.
Para que los activos value rindan y su ventaja de valoración se lleve a cabo, necesitamos que se cumplan dos condiciones. En primer lugar, la política macroeconómica debe formularse de manera que refleje eficazmente la economía. En segundo lugar, en la nueva era de rápido crecimiento de los controles gubernamentales, algunas decisiones de política podrían perjudicar gravemente a los activos value. Por ejemplo, las autoridades ya están interfiriendo en las políticas de dividendos. Si bien en el caso de los sectores o empresas que probablemente recurran a la ayuda estatal esto está perfectamente justificado, la tentación de extirpar esas intervenciones de manera más amplia podría ser difícil de resistir para los políticos. Cuidado con el value!
Inicio del segundo trimestre
Tras el análisis, hemos llegado a la conclusión de que mantendremos nuestras asignaciones actuales, sin reequilibrar mecánicamente nuestras carteras hacia una asignación estratégica de activos, como suele recomendarse en la práctica institucional. Mantenemos esa opción abierta para más adelante. También mantenemos el sesgo hacia las empresas de calidad que nos ha servido bien en esta crisis hasta ahora.
La primera fase de la crisis ha terminado y estamos entrando en la segunda fase, el fin de la pandemia. Técnicamente, los mercados deberían volver a probar los recientes mínimos durante el segundo trimestre antes de recuperarse a medida que la actividad económica se recupera durante la segunda mitad del año. El camino a seguir sigue siendo volátil y, sobre todo, depende de las decisiones políticas.
Para concluir, quisiera compartir una reflexión basada en la experiencia adquirida durante crisis anteriores como las de 1987, 1998 o 2008. La disminución de algunos precios de los activos en esta crisis es ciertamente impresionante a corto plazo. Sin embargo, siguen contenidas en los mercados de valores, dado el remedio prescrito a la economía real para absorber esta pandemia. Dentro de 12 a 18 meses, podríamos sorprendernos en retrospectiva al ver el potencial de recuperación de los mercados. Todavía estamos en un mercado alcista secular. Parece difícil de creer, pero era igual de difícil de imaginar en el otoño de 1987.
Pixabay CC0 Public Domain. ¿Cómo comprender el comportamiento de los mercados bursátiles frente a la crisis del coronavirus?
Al preguntarnos por la reacción de los mercados ante la crisis del coronavirus, sin duda, debemos citar el temor a una recesión. No obstante, resulta imposible comprender el desplome tan repentino como marcado de los mercados sin analizar primero unos catalizadores de índole más psicológica.
En primer lugar, la propagación de la epidemia: en cada país, sigue una curva clásica denominada “epidémica” en forma de campana que comienza por una fase de crecimiento exponencial. Sin embargo, a pesar de este dato estadístico objetivo, todo el mundo parece seguir mostrándose sorprendido -incluidos los mercados financieros- ante las cifras que se dan a conocer a diario.
Contra toda lógica, su aceleración constituye motivo de sorpresa, y este sentimiento parece seguir produciéndose en Estados Unidos en la actualidad, lo que explica que presenciemos unas reacciones tardías, en ocasiones cercanas al pánico, y, en cualquier caso, siempre ineficientes.
En segundo lugar, tenemos la evolución de la confianza: desde siempre, la confianza es el elemento que convierte las previsiones económicas en valoraciones de mercado. Desde hace más de una década, los inversores podían, con razón, depositarla en unas economías estables a largo plazo y en unos tipos de interés objeto de recortes periódicos, puesto que los propios bancos centrales, símbolo de la credibilidad, se encargaban de garantizar que así fuera.
De este modo, las valoraciones de absolutamente todos los activos financieros habían alcanzado máximos históricos pocos días antes de que se identificase la amenaza que planteaba el coronavirus. Y mejor aún, o más bien peor: esta visibilidad había permitido a los más audaces -y habían llegado a ser numerosos- beneficiarse de esta ganga endeudándose para posicionarse en estos activos.
No hay término más idóneo para resumir esta situación que el de fragilidad: este contexto podría perfectamente haber perdurado aún durante un largo tiempo, con la condición expresa de no ser objeto de una perturbación violenta. Pero, ¿existe acaso una perturbación más violenta que el confinamiento de cerca de la mitad de la población mundial?
Tribuna de Didier Saint-Georges, miembro del Comité de Inversiones Estratégicas de Carmignac