Pixabay CC0 Public Domain. Fidelity International anuncia el cierre parcial del FF European Dynamic Growth Fund
Según la gestora, el éxito es lo que le ha llevado a anunciar el cierre parcial su estrategia Fidelity Funds- European Dynamic Growth Fund para nuevos inversores. Una decisión que se debe “al alto volumen de activos alcanzados” y que será efectiva a partir del próximo día 9 de marzo.
El fondo, que invierte en compañías europeas cuyo potencial de crecimiento a largo plazo está infravalorado por el mercado, es gestionado por Fabio Riccelli, quien también co-gestiona el FF Iberia Fund, y cerró 2019 con unos activos bajo gestión de 3.875 millones de euros, por lo que la firma ha decidido introducir esta restricción para poder preservar su filosofía de inversión. Desde Fidelity matizan que si en el futuro el FF European Dynamic Growth Fund redujese su volumen a un nivel adecuado, se volvería a abrir a todos los inversores.
Según indica la gestora, este producto obtuvo en 2019 una rentabilidad del 39,7% frente al 26% del MSCI Europe (N). Y en los últimos cinco años, su rentabilidad media anual fue del 13,5% frente al 6,6% del mismo índice (clase de acumulación en euros).
Por último, indica que para los inversores que quieran seguir invirtiendo en las estrategias de Fabio Riccelli, Fidelity cuenta con una interesante alternativa también liderada por él, el FAST Europe Fund: un fondo de renta variable europea sesgado hacia empresas de gran capitalización, que ha superado de hecho en rentabilidad al FF European Dynamic Growth Fund desde que Fabio tomó sus riendas hace dos años y medio, como se puede ver en el gráfico de la siguiente página.
Foto cedidaEquipo del Grupo Valía durante la celebración en el Club Financiero Génova. Gr
Grupo Valía celebra, este 2020, el décimo aniversario de su modelo de asesoramiento a empresas, instituciones y patrimonios familiares. Con este motivo, la firma ha organizado un acto de reconocimiento en el Club Financiero Génova de Madrid al que han asistido empleados, colaboradores, profesionales del sector y clientes.
El grupo, conformado por profesionales del sector como directivos de entidades financieras, profesores de escuelas de negocios expertos en estrategia empresarial y gestores de patrimonio, ha conseguido en estos diez años una rentabilidad media anual positiva en las carteras de inversión financiera, el éxito de más de 500 operaciones de compra-venta de activos empresariales o inmobiliarios y de captación de recursos financieros para proyectos empresariales y, por último, la consolidación de estrategias de mejora del desarrollo corporativo, del control de gestión, del crecimiento en las cifras de negocio y de los resultados empresariales en más de 150 compañías.
En varias ocasiones el sector empresarial y financiero español ha reconocido, a lo largo de su historia, la labor de la compañía como, por ejemplo, el premio Titanes de las Finanzas a mejor empresa de asesoramiento financiero o los premios ECOFIN a mejor consultora de empresas familiares y pymes en España.
El grupo cuenta con un modelo de asesoramiento “completo e integrado que aporta soluciones estratégicas, rentabilidad y valor al patrimonio global de los clientes (activos financieros, empresariales e inmobiliarios), en el que el cliente tiene un equipo de referencia y de confianza, que se adapta a las necesidades de cada momento”.
En la última década, el Grupo Valía destaca su esfuerzo inversor, centrado en la parte estratégica y tecnológica, que le ha permitido afrontar con garantías las exigencias del mundo actual y aportar productividad creciente a sus clientes y esperan ayude a desarrollar nuevos servicios y áreas operativas con capacidad de integración vertical.
Asimismo, la firma remarca la importancia de la especialización de sus servicios, tanto de asesoramiento como de consultoría, en seis nichos de mercado: empresas familiares (family offices), instituciones religiosas, mundo del deporte, sector HORECA, sector educativo y sector audiovisual.
De cara al futuro, el grupo espera ver una gran evolución dentro de los sectores de asesoramiento patrimonial y de consultoría empresarial en España, en un mercado que exija una mayor especialización y conocimiento del mundo digital.
Pixabay CC0 Public Domain. Acciones globales, con dividendos o de estilo growth: las decisiones en renta variable de los inversores en el primer trimestre de 2020
La renta variable ha sido uno de los activos más atractivos para los inversores a finales de 2019 y a inicios de 2020 por dos motivos: la rentabilidad que ofrece y la mayor asignación al riesgo en las carteras de los inversores. En opinión de Schroders, este año hay menos margen para otra revalorización de la renta variable impulsada por la liquidez, pero no faltarán oportunidades.
“Es posible que se produzca una mayor expansión cuantitativa en EE.UU. y en otras regiones como los mercados emergentes, pero el impulso será menor. La relajación de la política monetaria no siempre conduce a una revalorización de los mercados, pero los tipos más bajos crean un fuerte incentivo para que los inversores se alejen del dinero en efectivo y busquen rendimientos en los activos de mayor riesgo”, explica Azad Zangana, economista y estratega senior de Schroders.
Según el escenario central de la gestora, es que, aunque no se produzca un impulso tan generoso de la liquidez en 2020 como en 2019, los bancos centrales todavía están lejos de subir los tipos e incluso podrían reducirlos aún más si la incipiente recuperación se viera amenazada. “En resumen, los inversores tendrán que buscar los temas que les permitan rentabilizar mejor sus inversiones en un entorno difícil. Sin embargo, esto puede ser suficiente para que la renta variable siga avanzando dada la escasa rentabilidad de los mercados de renta fija”, añade Zangana.
Como ocurría a finales de 2019, el principal punto de análisis de los inversores es si renta variable estadounidense o europea. Para una cartera global, los gestores señalan que ninguna de ellas se puede quedar fuera, al igual que cierto peso renta variable emergente. Pero la divergencia entre unas y otras firmas de inversión es si la renta variable estadounidense está muy cara para la rentabilidad que ofrece o si aún le queda recorrido a la bolsa en Estados Unidos, tras un año logrando récords.
En este sentido, desde Natixis IM señalan sobre el contexto económico un crecimiento estable en Estados Unidos y algo menos robusta para zona euro. “Dado el entorno actual, sobreponderamos la asignación en renta variable europea, aunque, a medio plazo, EE.UU. proporcionará mejores resultados y crecimiento. Además, con la incertidumbre y sensibilidad de los mercados a los acontecimientos de ahora, advierte de la posibilidad de que los activos de riesgo se muevan más alto y haya una mayor volatilidad y correcciones a corto plazo”, apunta Esty Dwek, Head of Global Market Strategy en Natixis IM Solutions.
Desde Capital Group prefieren no poner en el foco en la región geográfico, las oportunidades estarán en la calidad y el tipo de acciones. “Los nubarrones que acechan en el horizonte podrían acabar en tormenta, pero las compañías innovadoras y bien gestionadas saben adaptarse a las nuevas circunstancias y tienen potencial para crecer independientemente del entorno”, explican los gestores de Capital Group, Steve Watson y Joyce Gordon. Para ellos algunos de los sectores más interesantes son el de semiconductores, el sector de ropa y calzado deportivo y las ventas minoristas por internet.
Desde Capital Group también señalan como oportunidad a aquellas compañías con dividendos de mayor calidad. “Busco compañías que pueden actuar de forma defensiva cuando aumenta la volatilidad, pero que además pueden participar en periodos alcistas. Me decanto por compañías que reparten dividendos con sólidos flujos de caja libre y crecimiento de beneficios, que han sabido hacer frente a periodos bajistas. Entre el 20 septiembre 2018 y el 30 noviembre 2019, periodo muy volátil por la situación comercial, las compañías con calificación crediticia superior superaron a las de menor calificación. Entre las que reparten dividendos, aquellas con una calificación crediticia superior a la media superaron a las de menor calificación y a las compañías con dividendos reducidos o que no reparten dividendos. Trato de evitar aquellas compañías que han asumido una deuda excesiva. Las que se sitúan en el nivel inferior del espectro de grado de inversión pueden tener problemas para financiarse durante una recesión, lo que podría llevarlas a recortar sus dividendos”, afirma Joyce Gordon, gestora con cuatro décadas de experiencia.
Por último, 2020 también ha puesto sobre la mesa del inversión el debate de si el value ha perdido fuerza. Al menos para Europa, Bank of America anticipa más caídas en la renta variable europea value frente a growth. “Vemos un leve inconveniente adicional para el value europeo frente al growth: el value europeo frente al growth sigue de cerca a los bancos y la energía (los sectores más value) frente a los alimentos y bebidas (el sector más growth). Nos volvimos cautelosos con respecto al value frente al growth a fines de octubre”, añade en su último informe el banco.
Oliver Röder, courtesy photo. Erste AM nombra a Oliver Röder nuevo director de Ventas Institucionales
Oliver Röder ha sido nombrado director de ventas institucionales de Erste Asset Management, según ha explicado la firma en un breve comunicado. Desde este cargo, efectivo a partir del 1 de febrero, Röder será responsable de toda la actividad de ventas institucional de la gestora y tendrá bajo su dirección los equipos de Austria, Alemania e Internacional. Además, también estará a cargo de gestionar y coordinar las actividades correspondientes en los países de Europa Central y del Este. Reportará a Wolfgang Traindl, miembro de la Junta Directiva de Erste AM.
“Oliver Röder nos ha convencido con sus ideas estratégicas sobre cómo expandir aún más el negocio institucional de Erste AM.Su recorrido internacional y sus años de experiencia son un elemento crucial de éxito en este segmento del mercado, lo que es muy importante para nosotros”, subraya Heinz Bednar, consejero delegado de Erste AM.
Oliver Röder ha sido director de Erste AM en Alemania desde 2016, posición que seguirá manteniendo y, anteriormente, ha trabajado para otras firmas en ventas internacionales. Es licenciado en gestión bancaria y tiene un MBA por la Ashridge Management College. Además, es miembro de la Deutsche Vereinigung für Finanzanalyse und Asset Management (DVFA; Asociación Alemana de Análisis Financiero y Gestión de Activos) y Analista de Inversiones Certificado (CIIA).
Pixabay CC0 Public Domain. La pandemia del COVID-19 golpea el estatus del oro como activo refugio
Invesco ha reducido con carácter inmediato la comisión de gestión de su estrategia Invesco Physical Gold ETC, un fondo cotizado que invierte en oro con más de 7.600 millones de dólares de activos. Se trata de uno de los fondos más grandes de Europa entre los que invierten en ese metal precioso y también uno de los principales ETCs de Invesco en Europa.
Según ha explicado la gestora, con la nueva comisión de gestión fija del 0,19% anual y un coste de transacción de alrededor de 2 puntos básicos, este ETC ofrece a los inversores el producto de oro más competitivo en coste en Europa. “La demanda de oro ha crecido significativamente en 2019, con los bancos centrales siendo compradores netos de este metal precioso por décimo año consecutivo, mientras que las inversiones realizadas a través de fondos cotizados están en máximos históricos”, apuntan desde Invesco.
De hecho, en 2019 las compras de oro mediante ETCs alcanzaron los 19.300 millones de dólares estadounidenses a nivel global, que representan más de 400 toneladas de oro. Casi la mitad del volumen global, unos 8.800 millones de dólares, se centraron en productos cotizados en Europa. Laure Peyranne, directora de ETFs de Invesco para Iberia y Latinoamérica, afirma que “los inversores han invertido más en oro para tener a su alcance un colchón protector en el caso de que aumente la volatilidad de la renta variable. También se han visto influidos por la preocupación por la ralentización del crecimiento económico y los riesgos geopolíticos. Además, el oro es aún más atractivo en un entorno de tipos de interés bajos o negativos. Desde hace una década, nuestro ETC de oro físico ha ofrecido a los inversores un modo fácil y eficiente de tener exposición al oro… y ahora incluso a un coste menor.”
El producto está diseñado para replicar el comportamiento del precio del oro menos la comisión fija anual. Según matiza la gestora respecto a este producto, las inversiones se utilizan para comprar lingotes de oro físico, que se depositan en una cámara acorazada de JP Morgan Chase Bank en Londres. “Invertir en un ETC de oro es mucho más eficiente en coste y práctico que comprar y mantener oro físico, que implica también transporte, depósito y seguros”, concluye.
Pixabay CC0 Public Domain. Los bajos tipos de interés y el escaso crecimiento comprimen el ciclo económico
Las economías occidentales se ven actualmente bajo la influencia de la “japonización”. Esto es, según Adrien Pichoud, economista jefe y director de total return de SYZ Asset Management, la persistente situación económica de escaso crecimiento, inflación reducida y tipos de interés bajos que la economía japonesa ha soportado durante casi tres décadas.
Hasta ahora los inversores han estado condicionados a esperar ciclos empresariales relativamente largos que alternaban fuertes recuperaciones y marcadas caídas. En este contexto, a medida que las economías iban expandiéndose, los bancos centrales han ido ajustando gradualmente las condiciones crediticias para evitar las presiones inflacionistas y, finalmente, nos sumieron en recesiones antes de que volviera a reanudarse el ciclo. “La ‘japonización’ marca una ruptura con este conocido modelo que se ha desarrollado durante varias décadas”, afirma Pichoud.
A raíz de este proceso, se plantea un modelo con ciclos empresariales más cortos y atenuados, de unos pocos trimestres o años como máximo. “Ante el acortamiento y la menor magnitud de los ciclos, los inversores tendrán que adaptarse a señales más débiles o confusas por parte de los indicadores tradicionales”, advierte el gestor. Ya hemos visto alguna de estas señales más débiles como, por ejemplo, la última recesión manufacturera en EE.UU. o la breve inversión de la curva de tipos.
Además, Pichoud advierte de que, a corto plazo, los tipos de interés pueden ser menos eficientes en la gestión de los altibajos. Tanto particulares como empresas muestran elevados volúmenes de endeudamiento, lo que limita su capacidad y su predisposición a ampliarlo, por ello, cada recorte sucesivo de tipos a manos de los bancos centrales será menos efectivo.
No obstante, en el plano positivo, las presiones inflacionistas continúan siendo mínimas, y los tipos de interés están bajos, pero estables. Según el gestor, los bancos centrales no se tornarán mucho más acomodaticios, pero sí pueden mantener su posición actual, al menos durante todo 2020, ya que continúan por debajo de sus objetivos de inflación. “Esto implica un entorno duradero de tipos bajos y la necesidad para los inversores de ir más lejos en su búsqueda de rendimientos, así como un enfoque de inversión más táctico respecto de los miniciclos, que pueden medirse en meses en lugar de en años”, asegura Pichoud.
Por otro lado, los mercados seguirán muy de cerca las relaciones entre Estados Unidos y China. Las tensiones se concentran principalmente en las intenciones políticas, perjudicadas por la política interna. “Cualquier deterioro grave en esta relación mermaría el crecimiento estadounidense y posiblemente desencadenaría una nueva reacción de la Reserva Federal para evitar la apreciación del dólar”, subraya el gestor. En consecuencia, y según los datos de SYZ Management, solo uno de los dos extremos (una recesión mundial o un repentino auge del crecimiento en EE. UU.) llevaría a la Reserva Federal a ajustar tipos de nuevo en 2020. Sin embargo, la gestora no considera ninguna de estas hipótesis probable de cara al año que viene.
Como consecuencia, “la normalización de la política monetaria no llegará pronto, ni siquiera si el crecimiento mundial prospera”, afirma Pichoud que descarta la subida de tipos por parte del Banco Central Europeo o de la Reserva Federal. Por lo tanto, los tipos monetarios reales continuarán en terreno negativo, también en dólares estadounidenses. Por ello, “es probable que el oro conserve cierto valor, si no por unas rentabilidades interesantes, al menos en calidad de elemento de diversificación en las carteras, sobre todo si asistimos a un mayor uso de la política fiscal”, apunta el gestor.
En cuanto a las divisas, desde SYZ Management descartan la posibilidad de que el dólar se aprecie mucho más. Desde 2014 ha estado respaldado por un creciente diferencial de tipos con el resto del mundo, que ahora esperan que se estabilice. Por tanto, “aunque no hay razones para priorizar notablemente el euro o el franco suizo, pensamos que los inversores ya no deberían esperar seguir obteniendo ganancias en el dólar estadounidense”, declaran desde la gestora. Esto también implica que los activos emergentes ya no se enfrentarán al obstáculo de un dólar fuerte en 2020.
Pixabay CC0 Public DomainKelly Sikkema. Kelly Sikkema
Los inversores están sopesando qué podría deparar 2020 en las bolsas de los mercados emergentes. Echando un vistazo al retrovisor, Rebecca McVittie, directora de inversiones y miembro del equipo directivo para los mercados emergentes de Fidelity International, comenta que, como en los años anteriores, en 2019 no faltaron grandes titulares: el giro de Argentina a la izquierda asustó a los mercados durante el verano, la incursión de Turquía en Siria aumentó el riesgo de sanciones y la guerra comercial entre EE.UU. y China provocó fuertes vaivenes en los mercados con alternancia de fases de tolerancia e intolerancia al riesgo.
Asimismo, la esperanza de que la decisión de la Fed de recortar tipos socavara la fortaleza del dólar se vio defraudada en parte, ya que los inversores se sintieron atraídos por los rendimientos en esta moneda y su condición de refugio. Aunque los mercados emergentes registraron rentabilidades absolutas positivas en dólares, no ha pasado desapercibido el hecho de que estas fueron netamente inferiores a las de los mercados desarrollados.
Entonces, ¿hacia dónde se dirigen los mercados emergentes? Según indica Rebecca McVittie sería incorrecto afirmar que el futuro de los mercados emergentes está asegurado: se trata de una clase de activo volátil que es adecuada para los inversores dispuestos a adoptar una visión a largo plazo. Algunos problemas están especialmente arraigados y pueden explotar sin previo aviso. Sin embargo, si se mira el mundo en vías de desarrollo desde una perspectiva diferente encontramos razones para el optimismo de cara a la próxima década.
Cinco razones para el optimismo en 2020 en las bolsas emergentes:
Política monetaria expansiva
Reformas cruciales de los gobiernos
Posicionamiento escaso de los inversores, con margen de mejora
Un fuerte descuento de valoración frente a los mercados desarrollados y unas perspectivas de beneficios prometedoras
Las tasas de crecimiento más bajas no destruyen el crecimiento estructural
No debe subestimarse la importancia de la política monetaria 2019 se caracterizó por la relajación de la política monetaria y un recorte simultáneo de los tipos de interés por parte de los bancos centrales. Al disponer de menos munición, las autoridades monetarias de los países desarrollados realizaron pequeños recortes de tipos, mientras que sus homólogas en los mercados emergentes recortaron los tipos de forma contundente en un plazo relativamente corto, apoyadas por unos tipos reales elevados.
Desde los niveles actuales, se podrían producir nuevos recortes en 2020. Aunque no deberían percibirse como una panacea, los tipos más bajos podrían estimular la actividad e impulsar la demanda: la financiación más barata puede reducir el lastre que supone la devolución de la deuda y, a su vez, ayudar a las empresas a financiar la inversión productiva, lo que cabe esperar que se traduzca en mayores beneficios en el futuro. El descenso de los tipos de interés también puede atraer inversiones hacia la bolsa en detrimento de otras áreas del sistema financiero.
En cuanto a las consecuencias de los recortes de tipos de la Fed, con el tiempo estos deberían reducir la presión sobre el dólar, sobre todo si se consideran los efectos perniciosos del proteccionismo, del déficit doble que no deja de crecer y de la incertidumbre política que se deriva de las elecciones estadounidenses que se celebrarán a finales de 2020 (mientras que en otras partes del mundo se observa una mayor claridad).
El cambio está en marcha, pero Roma no se construyó en un día
El cargado calendario electoral de los mercados emergentes en 2018 y 2019 ha comenzado a dar pistas a los inversores sobre la evolución futura de las políticas de los gobiernos. Eso no quiere decir que todos los gobiernos apuesten por una agenda favorable al sector privado, pero sí se aprecia que algunos mandatarios desean tomar medidas valientes y decisivas para apuntalar las finanzas públicas y colocar a sus países en una senda de crecimiento más sostenible.
En este sentido se necesita paciencia, ya que sabemos que los mercados suelen penalizar a la bolsa o celebrar apresuradamente el éxito, mientras que los progresos reales llevan tiempo. A medida que avance 2020 irán surgiendo más brotes verdes. La agitación geopolítica ha asestado un fuerte golpe a la confianza y los mercados emergentes se han llevado la peor parte de las malas noticias con el deterioro de las relaciones entre países.
La guerra comercial (o tecnológica, como muchos la han denominado) está enquistada y no debería desdeñarse como algo irrelevante. Sin embargo, en otras áreas del mundo emergente se han visto pruebas de que las disputas prolongadas pueden solventarse, y un buen ejemplo es el conflicto entre EE.UU. y México. A medida que EE.UU. y China van dando pequeños pasos hacia una solución (como el acuerdo comercial de “Fase 1”), sigue habiendo oportunidades para que las bolsas emergentes reduzcan su desventaja tras un periodo caracterizado por un comportamiento relativo marcadamente inferior.
¿Paso de un extremo al otro?
2019 comenzó a lo grande: en el primer trimestre el total de captaciones del sector se situó en 22.800 millones de dólares. Sin embargo, las tensiones entre EE.UU. y China volvieron a empeorar y los inversores corrieron hacia la salida. Una oleada de rechazo al riesgo provocó unas salidas totales de 28.400 millones de dólares a finales del tercer trimestre.
Si se examina el posicionamiento del sector, la exposición de los inversores a los mercados emergentes parece increíblemente baja desde un punto de vista histórico. Sin embargo, las captaciones a las que se ha asistido en el último tramo de 2019 podrían suponer un rayo de esperanza. En noviembre, los inversores apostaron más por el riesgo y destinaron 7.600 millones de dólares a esta clase de activo (3).
Cuidado con la brecha
La brecha de valoración entre los mercados emergentes y los desarrollados se encuentra en su punto más alto en 15 años: -35% atendiendo al ratio precio-valor en libros. Si consideramos lo anterior junto con las perspectivas de beneficios, existen buenas razones para pensar que los mercados emergentes podrían atraer a los inversores.
Las estimaciones de consenso colocan el crecimiento de los beneficios de los mercados emergentes por encima de los mercados desarrollados; así, los cálculos oscilan entre el 11% y el 13% en 2020 y entre el 12% y el 13% en 2021 (en dólares estadounidenses), lo que brinda motivos reales para encarar el próximo año con optimismo (5).
2020 es un año para ser estructuralmente optimistas
Los mercados emergentes no han eludido, y no eludirán, la desaceleración del crecimiento. Y varias de las economías más grandes, como la India y China, darán pruebas de que las tasas de crecimiento hace tiempo que tocaron techo y giraron a la baja.
Sin embargo, de cara al futuro, según apunta McVittie,muchos países emergentes siguen mostrando los mayores niveles de crecimiento económico del mundo. Numerosos estados se han esforzado o se están esforzando por apuntalar sus finanzas. Además, algunas de las incertidumbres y dificultades que han afectado a esta clase de activo a lo largo de los últimos años podrían estar disipándose y, en este contexto, su atractivo relativo ha aumentado.
Así, en Fidelity International, sostienen desde hace tiempo que, a pesar de las noticias, los mercados emergentes ofrecen abundantes oportunidades de crecimiento estructural que sostienen una visión positiva sobre esta clase de activo. Existen áreas con trayectorias de crecimiento de larga duración que justifican una postura estructuralmente optimista y albergan empresas que operan en categorías con unas tasas de penetración considerablemente bajas. Estas características son atractivas para los inversores selectivos, pues estas áreas del mercado pueden ofrecer un crecimiento sostenible.
Anotaciones:
(1). Recortes de los tipos de interés en los mercados emergentes: Basados en los países que integran el índice MSCI EM. Trading Economics, 18 de diciembre de 2019.
(2). Patrimonio del sector: JP Morgan, EPFR Global, MSCI, Datastream, 18 de diciembre de 2019.
(3). Flujos de noviembre: JP Morgan, a 2 de diciembre de 2019.
(4). Datos de valoración: Bloomberg. Índice MSCI World frente a índice MSCI EM. Periodo de 15 años hasta diciembre de 2019, datos mensuales.
(5). Estimaciones de consenso sobre beneficios: JP Morgan, 20 de noviembre de 2019 y 18 de diciembre de 2019.
Pixabay CC0 Public Domain. Las claves para invertir con éxito en 2020
Después de un 2018 mediocre, 2019 resultó ser una buena cosecha para todos los tipos de activos. Los bancos centrales fueron clave para impulsar la reversión de la debilidad a finales de 2018 proporcionando a principios de año liquidez adicional a los mercados y recortando un poco más los tipos de interés.
El 2020 comienza de una forma muy distinta. Una posible desaceleración en Estados Unidos y a nivel global no parece estar tan presente en la mente de los inversores como lo estaba a finales de 2018. Todo lo contrario: los bancos centrales no podrán volver a hacer su magia y las valoraciones ya no son tan atractivas como hace un año. Por lo tanto, una mejora en estas valoraciones necesitaría un contexto económico fuerte para justificarse.
Finalmente, parece que las evaluaciones de muchas clases de activos están cumpliendo con las mejoras reflejadas en las perspectivas económicas para 2020. Sin embargo, esto pone el foco sobre los tipos: en coherencia, deberían subir, al menos moderadamente, en un contexto económico y de inflación mejorado. Aunque los bancos centrales, especialmente el BCE, seguirán estando presentes para garantizar que no suban demasiado, unos tipos más altos podrían tener impacto en el rendimiento de algunos mercados de renta fija, especialmente el investment grade o el grado de inversión BB.
Aunque se ha logrado cierto descenso de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China con la firma del acuerdo “Fase 1’” sin duda, este no es el final de la historia y EE.UU. podría recurrir a Europa con un incremento de los aranceles. Además, un nuevo riesgo emergerá en algún momento durante este año: las elecciones presidenciales de Estados Unidos con grandes posibilidades de que Trump se enfrente a un duro y disruptivo competidor de izquierdas.
En pocas palabras, nos enfrentamos a un 2020 binario: por un lado, una situación económica mejorada y sin sorpresas (geo)políticas que podría forzar a los inversores a tomar más riesgos. Todo ello en un contexto en el que los tipos a corto plazo en Europa siguen siendo negativos y, por lo tanto, no es una opción para muchos actores. Por otra parte, este podría ser un año de baja rentabilidad, aunque positiva, dirigida por el ‘carry’ de cupones en renta fija y el crédito, a través de la selección de bonos high yield. Al mismo tiempo, se evitarían los sectores sensibles a los tipos.
Por el contrario, como los diferenciales de crédito ya están bastante comprimidos, no hay mucho margen de error para enfrentar un crecimiento decepcionante del PIB mundial o choques externos, y el ‘carry’ por sí solo no salvaría el rendimiento.
Finalmente, Tikehau considera que la selección de crédito todavía sigue siendo clave en esta última parte del ciclo crediticio. Las ventajas financieras del endeudamiento han tendido al alza en los últimos años y los bajos tipos no pueden salvar a las empresas muy apalancadas ni a los modelos de negocio con puntos débiles, como ya se vio en 2019 con Thomas Cook, Rallye y Naviera Armas.
Creemos que la dispersión del crédito (algunas empresas se enfrentan a dificultades operativas o financieras mientras que a sus competidores les va bien) se mantendrá en 2020. Más que nunca y con menos potencial de rendimiento que en 2019, el juego en los mercados de renta fija estará dirigido a evitar las minas de crédito. En este sentido, con 14 analistas de crédito dedicados a seguir de cerca nuestras carteras, nos esforzamos por minimizar el incumplimiento e identificar las mejores oportunidades de crédito.
Por todos estos motivos, 2020 no será tranquilo y comienza con cierta incertidumbre. Durante todo el año, los inversores se preguntarán si deben asignarle duración al crédito o a los tipos sensibles, y si deben jugar a la defensiva o exprimir hasta la última gota de este ciclo. También se plantearán si eligen el bono de Día a vencimiento 2023 o la emisión de Iberdrola a 2023.
Si bien 2019 fue un año solo para estrategias a largo plazo, 2020 debería favorecer las exposiciones flexibles y ágiles. Esto es lo que pretendemos hacer desde Tikehau con nuestro fondo de crédito flexible, Tikehau Credit Plus. Queremos capitalizar el buen comienzo de este año impulsado por inversores sub-expuestos, intentar obtener beneficios cuando todo el mundo está en este tren de inversión y comprar en las caídas mientras la probabilidad de una recesión siga siendo baja.
Tribuna de Jean Marc Delfieux, director de inversiones de renta fija en Tikehau Capital
Foto cedida Luis Megías, consejero delegado de BBVA AM.. Activos alternativos, gestión de carteras discrecionales e integración de criterios ESG: las claves del plan estratégico de BBVA AM
BBVA AM defiende que permanecer fiel a su estilo ha garantizado sus buenos resultados durante los últimos tres años. Un estilo que, según explica Luis Megías, consejero delegado de la gestora, pasa por no obsesionarse con establecer objetivos sobre los ingresos y por romper con la cultura centrada en la venta de productos, para pasar a una enfocada en el cliente y en ofrecerle soluciones de inversión a medida desde un modelo de arquitectura abierta. Tras haber acabado un ciclo de tres años, la gestora presenta las novedades de su estrategia y desvela cuáles serán sus claves para los próximos años.
«Realizar bien nuestro trabajo con los clientes y ofrecer soluciones de inversión que respondan a sus objetivos vitales nos está dando los buenos resultados”, ha señalado a la hora de valorar cómo ha funcionado la estrategia de la firma durante los últimos tres años. En cifras, la expresión “buenos resultados” se traduce en haber alcanzado los 41.284 millones de euros de patrimonio bajo gestión (a 31 de diciembre de 2019), habiendo logrado un crecimiento de 2.101 millones de euros en fondos de inversión (un 5,4%) y de 2.235 millones en carteras de gestión discrecional (21,2%).
En este último año, y como tendencia a corto plazo, los dos principales retos a los que se ha enfrentado la gestora son, según Megías, ofrecer rentabilidades atractivas en un entorno de bajos tipos de interés y aportar alfa a las carteras. “Como respuesta a estos retos hemos apostado por reforzar y trabajar más la parte de gestión activa, en primer lugar. Por ejemplo, hace cinco años el 50% de los activos estaban en fondos garantizados, en cambio hoy día casi ni existen y ese mismo porcentaje está en estrategias de asset allocation. Y, en segundo lugar, hemos encontrado en los activos alternativos, que actualmente suponen 4.600 millones de euros en activos bajo gestión, la respuesta a cómo añadir alfa a las carteras”, ha explicado durante un encuentro con periodistas.
Nuevas claves
De cara a explicar cuál será su estrategia a partir de ahora, la intención es ser continuista y reforzar lo que funciona: “Ayudar a los clientes a conseguir sus objetivos vitales”, ha señalado Megías. Un enfoque que la firma también ha querido reflejar en su nuevo eslogan: “Gestores de confianza”. Que BBVA AM vaya a seguir firme en su estilo no quiere decir que no vayan a haber novedades en su plan estratégico.
Según su consejero delegado, en primer lugar, “se seguirán empujando las soluciones de inversión basadas en carteras discrecionales, carteras asesoradas y en estrategias de asset allocation (asignación de activos), así como el asesoramiento en la contratación de productos, pero también el asesoramiento durante toda la vida del producto”. Para ello, la gestora desarrolló a lo largo del año pasado numerosas herramientas digitales y servicios para sus clientes, como por ejemplo BBVA Invest, Mis Inversiones y Future Planner.
Además, la gestora pretende poner especial atención a los activos alternativos sobre los que Megías señala que “se han convertido en pura necesidad dada la situación de los tipos de interés, a su mayor demanda y a la capacidad de aportar alfa y diversificación que creemos que tienen en la cartera”. Es tal su confianza en este tipo de activos que BBVA AM ha preparado un calendario de lanzamientos para los próximos tres años. De hecho, pretende que el primero de ellos, un fondo de fondos de private equity, se presente antes de que acabe el primer trimestre de 2020. “Todavía está en fase de aprobación por la CNMV”, ha matizado Megías para aclarar que todavía no puede explicar más sobre este primer lanzamiento.
Lo que sí ha explicado es que BBVA se apoyará en otras gestoras para lanzar algunos fondos. “Todo dependerá del tipo de activo, tanto para decidir si usaremos vehículos de otras gestoras como si tendrán el formato de fondo de fondos. Pero lo que está claro es nuestra forma de trabajar: construir soluciones a la medida del cliente y buscar el subyacente que más convenga, aunque no sea nuestro”, afirma y recuerda que, ahora mismo, el 75% de las carteras de gestión y los fondos Quality están invertidas en productos de terceros. La gestora apunta hacia nuevos fondos de capital riesgo, infraestructuras, deuda privada e inmobiliario para cada segmento diferenciado de clientes.
La segunda gran novedad que presentará antes de que acabe el primer trimestre del año será la integración de los criterios ESG en el proceso de inversión de todos sus vehículos. “Nuestra ambición no es lanzar fondos solidarios, sino realizar una integración total y real. Esto es algo que va a suponer muchos cambios en nuestra forma de trabajar y que abre también oportunidades y campos para desarrollar”, ha señalado el directivo. Aunque Megías no ha querido entrar en detalles, sí ha adelantado que su compromiso con la sostenibilidad también se traducirá en mejorar su oferta actual de productos.
Reforzar dos ejes
Por último, dos de los ejes que ya estaban presentes en la estrategia anterior de la gestora y que quiere seguir potenciando son la tecnología y su equipo de profesionales. Sobre el primero, Megías ha querido destacar la implementación del proyecto Helena, una nueva plataforma en la nube para la gestión de datos, “que está permitiendo generar eficiencias y mejorar la productividad”.
También ha querido destacar el fuerte uso que hacen los clientes de los canales digitales de la gestora. “El 52,3% de las operaciones relacionadas con fondos de inversión que hacen los clientes las realizan de forma digital y en el caso de los planes de pensiones este porcentaje se sitúa en el 70,4%”, ha señalado como ejemplos. Además, ha mencionado que, actualmente, el 74% de las altas nuevas en fondos se realiza a través de BBVA Invest.
Respecto al segundo de estos ejes, Megías asegura que los equipos irán creciendo en la medida que vayan ganando peso y relevancia. En concreto, ve lógico que en los próximos tres años se refuerce el equipo de activos alternativos y de sostenibilidad.
En línea con su misión de acompañar y asesorar a sus clientes en materia financiera para la mejor toma de decisiones, SURA Inversiones presentó el nuevo Fondo SURA Renta Dólares, un producto abierto y nominado en dólares autorizado por el Banco Central del Uruguay, diseñado para personas con un horizonte de inversión de mediano y largo plazo y tolerancia media al riesgo.
Creado y gestionado por AFISA SURA, la administradora de fondos de inversión de SURA Asset Management Uruguay y distribuido por Corredor de Bolsa SURA, el objetivo de este nuevo fondo es aumentar el capital del cliente a través de la inversión en títulos de renta fija emitidos principalmente por emisores del continente americano, procurando, asimismo, contar con un adecuado nivel de liquidez y sin mínimos de inversión.
“En SURA conocemos, asesoramos y recomendamos activamente a nuestros clientes para que puedan alcanzar sus objetivos financieros. Por eso lanzamos el Fondo SURA Renta Dólares, un producto pensado en el contexto internacional que te permite acceder a un portafolio diversificado de instrumentos financieros de renta fija principalmente emitidos por emisores de todo el continente americano”, explicó Gerardo Ameigenda, vicepresidente de Wealth & Asset Management, de SURA Asset Management Uruguay.
Centrado en la inversión de mercados emergentes, el nuevo fondo ofrece una gran oportunidad para rentabilizar el patrimonio. A través de una cartera compuesta por instrumentos de renta fija que participan en el mercado internacional, brinda una adecuada liquidez, permitiendo invertir un mínimo de 60% en activos de renta fija americanos, ya sea Estados, gobiernos o compañías, y un máximo de 100%.
“La estrategia de inversión está a cargo de un equipo de expertos con amplia experiencia y trayectoria en el mercado, que invertirá equilibradamente entre otras opciones en: Bonos Soberanos y Corporativos, Fondos de Inversión Internacionales y ETFs, alcanzando un portafolio flexible y adaptable a la visión del mercado, gestionado por los mejores profesionales”, agregó Ameigenda.
El nuevo fondo ofrece la oportunidad de invertir en forma diversificada con la tranquilidad de saber que sus inversiones serán monitoreadas a diario y modificadas según la visión de los mercados. Asimismo, se añadirá la posibilidad de poder realizar depósitos y retiros, y seguir de forma online la evolución de la cuenta de manera sencilla.
SURA Asset Management es una Compañía experta en pensiones, ahorro e inversión con presencia en Chile, México, Colombia, Perú, El Salvador y Uruguay. Es una filial de Grupo SURA, con otros accionistas de participación minoritaria. A junio de 2019, SURA Asset Management cuenta con 143 billones de dólares en activos bajo administración pertenecientes a cerca de 20, 2 millones de clientes en la región.
* Clientes y AUM incluyen a AFP Protección en Colombia y AFP Crecer en El Salvador, aunque no son compañías controladas, SURA AM posee una participación relevante.