Foto cedida. Matias Lesser se incorpora al Grupo Azimut en Santiago
Matias Lesser se une al equipo de Azimut (AZ Andes) en Santiago de Chile como Institutional Sales para la región de Latinoamérica excluyendo Brasil. Su objetivo será potenciar la venta de los fondos del Grupo en Chile, Perú, Colombia y Panamá.
Con anterioridad, Lesser se desempeñó como subgerente institucional en MBI durante 4 años. Entre sus responsabilidades estaban la distribución de fondos de MBI, entre los que se incluían estructuras locales e inversiones fuera de Chile mediante vehiculos feeder.
Lesser es ingeniero comercial por la Universidad los Andes con un minor en finanzas en esta misma universidad.
Azimut Holding es una empresa europea de origen italiano que administra 65.000 millones de dólares a través de más de 70 fondos de inversión y que cuenta con una red de oficinas en 17 países. Su foco en la Latinoamérica es mayoritariamente institucional habiendo recibido ya varias inversiones en este segmento.
En su último libro, David Brooks argumenta que, a medida que maduramos, necesitamos ir más allá de ’la primera montaña», la que creemos que debemos escalar, más allá de la autocomplacencia y los objetivos individuales, para alcanzar la cima de la segunda montaña, donde encontramos satisfacción en ayudar a otros o perseguir un bien común. No es difícil extrapolar este argumento del individuo a las compañías (e incluso a los gestores de fondos), donde los desafíos medioambientales y sociales actuales ofrecen a las empresas una gran oportunidad de centrarse en el propósito, así como en los beneficios.
Han pasado 50 años, medio siglo, desde que el economista Milton Friedman argumentara que el único propósito de los negocios era generar beneficio para los accionistas. Tenía en mente un bien mayor: que las compañías exitosas pagaran impuestos que beneficiaran a la sociedad, pero este segundo concepto no adquirió tanta importancia como el primero, particularmente entre la comunidad empresarial. Este pensamiento ha aparecido como una verdad ciertamente inmutable en las últimas cinco décadas. Sin embargo, el anuncio del año pasado por parte de la organización estadounidense Business Roundtable, compuesta por algunas de las compañías líderes del mundo, incluidas muchas multinacionales de primer nivel que poseemos en nuestras carteras, proporcionó una decisiva indicación al respecto de que tal vez era hora de replantear el argumento de Friedman. ¿Pueden depender la sostenibilidad o la durabilidad, para estas compañías y todo el mundo, de una perspectiva más integral? En particular, los firmantes adoptaron diferentes compromisos con sus clientes, empleados, proveedores y comunidades, además de la promesa de generar valor a largo plazo para sus accionistas.
Como inversores a largo plazo en compañías de alta calidad, esto nos parece una buena práctica comercial e incluso de sentido común. Al considerar brevemente las cuatro partes interesadas que mencionó la organización Business Roundtable, existen ejemplos obvios de por qué cada una es importante:
Consumidores: cada vez está más claro en el segmento del consumo estable que, para tener éxito, las compañías deben ofrecer productos de «rendimiento» que en realidad brinden beneficios, sobre todo porque los medios sociales ayudan a los consumidores a ser mucho más inteligentes.
Empleados: en muchos sectores que dependen de trabajadores altamente cualificados, especialmente de software y servicios de TI, la capacidad de reclutar, motivar y retener al personal es una fuente crucial de ventaja competitiva.
Proveedores: las compañías son cada vez más responsables de toda su cadena de suministro, ya sea en torno a la seguridad de los trabajadores o los impactos medioambientales.
Comunidades: además de la obviedad de que las comunidades son generalmente consumidores, las compañías ahora tienen que lidiar con un entorno político y regulatorio más estricto; por ejemplo, en materia de comercio, impuestos, antimonopolio, privacidad de datos y medio ambiente.
Para nosotros no existe un intercambio entre «hacer lo correcto» y el éxito a largo plazo. El éxito a largo plazo requiere que las compañías «hagan lo correcto». Desde el principio hemos tenido claro que nuestras carteras están diseñadas para la rentabilidad, no para el impacto, pero cada vez es más cierto que el impacto afectará a la rentabilidad conforme pase el tiempo, ya que las compañías son cada vez más responsables de las externalidades que crean, ya sean emisiones de carbono, residuos plásticos o pérdida de privacidad.
Siendo más positivos, el nuevo «espíritu del tiempo» presenta oportunidades y riesgos, ya que las marcas con fines específicos o aquellas que respetan a los empleados y los reguladores, pueden impulsar las oportunidades financieras. Esto puede ser en forma de aumento de cuota de mercado, poder de fijación de precios o fuerza laboral comprometida respetuosa con el entorno regulatorio. Como argumenta el CEO de Unilever, Alan Jope, «no se trata de un propósito en lugar de beneficios, sino de beneficio a través del propósito»; en otras palabras, es más probable que los clientes compren marcas que compartan claramente los valores con los que se identifican.
Como inversores en compounders, siempre nos hemos centrado en el largo plazo. Las compañías que poseemos tienden a ser menos cíclicas que el índice y tienen posiciones estratégicas sólidas. Así, siempre ha estado implícito que los factores ESG eran una prioridad en la lista de amenazas para mantener rentabilidades elevadas, de ahí nuestro enfoque histórico hacia el gobierno. Durante los últimos años, los factores medioambientales y sociales se han vuelto cada vez más importantes para las compañías en que invertimos dada la crisis climática, la prevalencia de los medios sociales y los entornos políticos menos predecibles. Nuestra respuesta ha sido ser más sistemáticos en torno a las consideraciones ESG. Como resultado, en calidad de equipo de inversión, estamos escalando lo que a veces sentimos que es nuestra segunda montaña, lidiando con situaciones que a menudo presentan dificultad a la hora de cuantificar los riesgos y las oportunidades relacionadas con el ámbito ESG.
En algunos casos, es relativamente sencillo hacer cálculos que aclaren la situación: por ejemplo, contabilizar los probables costes incrementales de unos 30 puntos básicos por año para las compañías de consumo estable que pagan la prima del 40% por plásticos totalmente reciclados (o recortar las tasas de crecimiento para aquellas que no se adaptan). Igualmente, el riesgo de mayores impuestos de sociedades se puede medir comparando el impuesto de sociedades actual con el promedio ponderado de ingresos de las tasas impositivas donde opera la compañía. Incluso es posible modelar el impacto de un impuesto de 100 dólares/tonelada en emisiones de CO2; afortunadamente, esto es manejable para las compañías incluidas en nuestras carteras globales, ya que la intensidad de carbono es un 87%-89% inferior con respecto a la del índice, basado en toneladas de CO2 por millón de dólares en ventas (1).
Otras cuestiones no se reducen tan fácilmente a números, lo que ha resultado en conversaciones fascinantes dentro del equipo. Por ejemplo:
¿cómo pensar en los riesgos de cola: eventos de baja probabilidad con costes potenciales importantes, como una filtración de datos?
¿qué riesgos son lo suficientemente importantes para que cambiemos el coste de capital de una compañía o la tasa de crecimiento terminal en nuestro modelo?
¿qué valor le damos a la diversidad y qué coste tiene su ausencia? En términos más generales, la cultura es crucial, pero ¿es cuantificable?
Es dentro de este contexto donde hemos estado trabajando en el desarrollo de un cuadro de mando de factores ESG patentado para nuestras compañías que se centre no solo en cuestiones y controversias específicas e importantes de un valor bursátil determinado, sino también en asociar indicadores a cuestiones «universales» apremiantes, como las emisiones de carbono que amenazan el medio ambiente, la seguridad, los datos, la regulación y la diversidad, ya sean riesgos u oportunidades. Cuando estos sean lo suficientemente significativos, habrá un ajuste explícito a nuestros datos modelados, nuestra metodología de valoración o las dimensiones de las posiciones incluidas en nuestras carteras.
Como siempre, seguimos siendo pragmáticos, artistas y científicos, reconociendo que los problemas rara vez son obvios. Como inversores con un enfoque bottom-up basado en fundamentales, buscamos una mayor comprensión de nuestras inversiones en un mundo cada vez más complejo. Nos esforzamos por llegar a una evaluación razonablemente objetiva del efecto neto de las actividades positivas y negativas de nuestras compañías sobre su potencial de rentabilidad. Admitimos abiertamente que aún no tenemos todas las respuestas, ¡y casi con toda certeza nunca las tendremos! Lo que podemos ofrecer es una perspectiva genuinamente a largo plazo, un compromiso para afrontar estos problemas dentro del equipo en lugar de subcontratar externamente, un historial de compromiso exhaustivo con las compañías en las que invertimos y una experiencia profunda en términos de sector y compañías para aislar y analizar las cuestiones clave. Esperamos expectantes poder escalar junto a usted la segunda montaña.
Columna de Bruno Paulson, Managing Director, y Laura Bottega, Managing Director y principal especialista de carteras en Morgan Stanley Investment Management.
Anotaciones:
Fuente: MSCI, Morgan Stanley Investment Management, a 31 de diciembre de 2019.
IMPORTANT INFORMATION
The views and opinions are those of the author of the date of publication and are subject to change at any time due to market or economic conditions and may not necessarily come to pass. The information presented represents how the investment team generally applies its investment processes under normal market conditions. This general communication, which is not impartial, is for informational and educational purposes only, not a recommendation. Information does not address financial objectives, situation or specific needs of individual investors. Investing involves risks, including the possible loss of principal.
Cpopyright: Flickr. Michael Bloomberg habría invertido al menos 687 millones de dólares en la candidatura que abandona
Michael Bloomberg ha comunicado que abandona su candidatura a candidato presidencial demócrata tras los decepcionantes resultados obtenidos en las votaciones primarias del supermartes y después de haberse gastado más de 500 millones de dólares en la campaña.
Bloomberg ha manifestado, además, su apoyo explícito a la candidatura de Joe Biden. Así, en un comunicado el ex alcalde de Nueva York declaró que: “Siempre he creído que para derrotar a Donald Trump se empieza por unirse al candidato con mayores posibilidades para ello. Tras el voto de ayer, está claro que el candidato es mi amigo y gran americano, Joe Biden”.
“Hace tres meses, entré en la carrera a presidente para derrotar a Donald Trump. Hoy, abandono la carrera por la misma razón: Derrotar a Donald Trump- porque para mí está claro que quedarse haría que alcanzar esa meta fuera más difícil”, declaró Bloomberg.
En las elecciones primarias a candidato demócrata denominadas supermartes, Biden ganó en nueve de los catorce Estados mientras que Bloomberg solo en American Samoa y obtuvo 43 delegados.
La candidatura de Michael Bloomberg se anunció tarde, a finales de noviembre, pero rápidamente fue subiendo en las encuestas como una alternativa a tener en cuenta, entre otras cosas, por su capacidad para gastarse sumas de dinero nunca vistas.
Así, según la agencia Bloomberg, el ex alcalde de Nueva York habría invertido al menos 687 millones en total en su campaña, 550 millones de los cuales han ido destinados a publicidad. Gracias a ello, y según las encuestas, casi el 60% de los americanos han visto uno de sus anuncios, televisivos o digitales. Además, para llevar a cabo su campaña Bloomberg creó una operación con más de 2.400 empleados, 200 oficinas en 43 estados y territorios.
Sobre el futuro del multimillonario de 78 años, se prevé que vuelva a retomar la gestión diaria de su compañía tal y como hizo en 2013 tras finalizar sus mandatos como alcalde de Nueva York.
Las caídas han sido protagonistas en los mercados en las últimas semanas. La crisis sanitaria del coronavirus y los cortes de producción sufridos en China han hecho saltar las alertas ante una posible recesión. Los datos ya apuntan hacia una posible desaceleración de la economía asiática y mundial, y los mercados lo reflejan. El Ibex ha sufrido caídas superiores al 10% y las consecuencias podrían seguir notándose en las bolsas mundiales, y también la española, a pesar de las medidas de contención de los bancos centrales, pues ayer la Fed bajó los tipos de interés. La volatilidad seguirá reinando, dicen los expertos, pero las entidades recomiendan mantener posiciones y en algunos casos empiezan a ver oportunidades.
Según Carlos Mendoza, portavoz de gestión de Altair Finance AM, nos encontramos frente a un virus cuyas consecuencias serán “bastante limitadas en lo referente a la salud, pero no así en lo económico”. Desde Altair apuntan a un escenario protagonizado por altas volatilidades en las bolsas en los dos próximos meses, así como un entorno que rozará lo recesivo en lo económico y estará a expensas de las medidas de estímulo de los gobiernos y bancos centrales.
No obstante, “la volatilidad puede y debe ser nuestra amiga”, apunta Mendoza. En este entorno, por ejemplo, la gestora ha aumentado la exposición en mínimos de sus fondos, acompañando al mercado durante las caídas pero “buscando aprovechar el rebote de las bolsas”.
Ante esto, las gestoras recomiendan, ante todo, mantener la calma y el posicionamiento. Además, desde Tressis recuerdan que “todavía hay poca visibilidad en cuanto a los efectos reales sobre el crecimiento económico”, por lo que resulta recomendable no ceder ante el pánico. Asimismo, para aquellos que “estén invertidos, lo mejor es mantener el posicionamiento, y mientras que para los que esperan en liquidez, es un momento para ir construyendo cartera”, subraya Ignacio Perea, director de inversiones de Tressis.
“Nuestro escenario base sigue siendo que el virus terminará cediendo y que el impacto sobre la economía, aunque evidente en la primera parte del año, desaparecerá después”, añade Joaquín Casasús, socio y director general de Abante. Desde la entidad, y en este contexto de importantes caídas, “entendemos que empiezan a producirse oportunidades interesantes y, a este respecto, estamos empezando a tomar más riesgo en los fondos”, dice.
Por su parte, Diaphanum ha emitido un comunicado en el que recomienda aumentar la exposición a activos de riesgo en las carteras, vía bolsa de EE.UU. y bolsa europea. Así, aunque es complicado cuantificar el efecto que pueda llegar a tener la extensión del coronavirus – ya no está concentrado en China y se está expandiendo rápidamente en muchos países, lo que provocará efectos económicos importante en el corto plazo, por el cierre de factorías que está provocando alteraciones en las cadenas de producción, con un efecto directo en las ventas, el consumo, la compra de automóviles y la actividad económica en general, en mayor medida en los países más afectados (China, Irán, Corea del Sur y Norte de Italia)-, y aunque reconoce que el sector turístico, la hostelería y las empresas de transporte de viajeros, especialmente importantes para la economía española, se verán afectados de forma significativa, no todo es negativo.
“Los bancos centrales están reaccionando con un aumento de los estímulos económicos, como ha ocurrido con el Banco Popular de China y la Fed, que ha bajado 50 puntoso básicos. los tipos para apuntalar la economía y apoyar la evolución de los mercados financieros. Igualmente se está debatiendo la posibilidad de aumentar el gasto público para reactivar la economía, en pleno año electoral en EE.UU. “, explican en la entidad.
Diaphanum considera que esta situación afectará negativamente al crecimiento mundial y a los resultados de las empresas, con una bajada de actividad muy rápida, pero que tendrá una reacción igualmente rápida (movimiento en V), y que se está reflejando en los mercados, con una fuerte caída de precios de los activos de riesgo y es muy probable que también se descuente rápidamente la subida, por lo que recomienda actuar con celeridad. En este escenario, los mercados se han abaratado con las caídas y los multiplicadores bursátiles son menos exigentes, aunque hay que contar con una revisión a la baja de los resultados, dicen.
Los más afectados
En lo que respecta a la economía española, esta situación afecta negativamente al turismo y a todos los sectores vinculados a este, como las aerolíneas o la restauración, según Perea. La semana pasada, por ejemplo, ya vimos los efectos que el virus está teniendo en estas empresas: la aerolínea IAG sufrió otro correctivo del 8,78% y ha decidido no publicar previsiones de beneficio ante la debilidad de la demanda generada por la expansión del coronavirus. Por ahora, este impacto se ve reflejado en la actividad, pero Perea advierte de que, de extenderse en el tiempo, probablemente termine afectando al empleo.
Por otro lado, no sólo se registran impacto negativos. Las importantes bajadas del precio del petróleo (23% de caída alcanzando los 50 dólares barril) “podrían mitigar algo el impacto sobre la economía en un país como España, que es importador neto de energía”, añade Perea.
No obstante, desde Altair aconsejan diferenciar el comportamiento del Ibex 35 con la economía en general ya que sectores como el turismo que representan casi el 15% del PIB de nuestro país, apenas tiene representación en el selectivo.
Por último, según la gestora, Europa puede sufrir más que Estados Unidos, debido a la composición sectorial de su economía, mucho más industrial que la americana.
Las medidas monetarias
Con todo, los mercados cuentan ahora con el apoyo de los bancos centrales, empezando por la Fed, que previsiblemente será secundada por el BCE. “Esperamos medidas adicionales en la próxima reunión que complementen esta bajada de tipos y también algún movimiento del resto de bancos centrales, si bien tienen una munición significativamente menor que la Reserva Federal”, dicen en A&G.
Sobre la Fed, “sin duda se trata de una medida valiente y contundente y que obligará a los Gobiernos a adoptar medidas fiscales y de gasto público que apoyen el crecimiento económico y devuelvan la confianza a los ciudadanos y a los inversores”, explica Juan Ramón Casanovas, Head of Private Portfolio Management, en Bank Degroof Petercam Spain.
Con todo, los expertos tampoco olvidan la señal alarmante que pueden dar al mercado: “Desde el año 2008 la Fed no había actuado fuera de sus reuniones habituales. Una decisión como esta únicamente se lleva a cabo si el organismo oficial cree que es necesario actuar con premura. La economía norteamericana sigue fuerte, pero el coronavirus supone riesgos. Durante los últimos días hemos visto una expansión más amplia del virus y que este ha empezado a expandirse por Estados Unidos. Antes de que suponga una amenaza para los precios y para el crecimiento, la Reserva Federal prefiere actuar. Los inversores creen que, si se toman medidas extraordinarias y sobre todo fuera del circuito habitual, puede ser que los estamentos públicos anticipen un deterioro mayor. En cualquier caso, son solo elucubraciones”, añade Casanovas.
“El recorte de tipos de 50 puntos básicos de la Fed ha sorprendido al mercado, no por su movimiento, pero si por el momento. Se esperaba ese recorte para la reunión del 18 de marzo y el hecho de haberla acelerado sólo genera dudas sobre la situación y alimenta el pánico y confirma, o bien que el impacto económico del virus puede ser mayor de lo inicialmente esperado, o que la Fed está más pendiente de la evolución de las bolsas. Históricamente, siempre que la Fed ha hecho una bajada de 50 puntos básicos. la economía estadounidense ha entrado en recesión en los próximos trimestres”, advierte en el mismo sentido Diego Fernández Elices, director general de inversiones de A&G Banca Privada.
El experto recuerda que la reacción del mercado ante el recorte de tipos de la Fed ha sido muy negativa: “La reacción del mercado, con las bolsas subiendo en un principio para después caer fuertemente, pone en duda la efectividad de la PUT de la Fed y la fe ciega que el mercado venía teniendo en los bancos centrales”, añade.
En su último libro, David Brooks argumenta que, a medida que maduramos, necesitamos ir más allá de ’la primera montaña», la que creemos que debemos escalar, más allá de la autocomplacencia y los objetivos individuales, para alcanzar la cima de la segunda montaña, donde encontramos satisfacción en ayudar a otros o perseguir un bien común. No es difícil extrapolar este argumento del individuo a las compañías (e incluso a los gestores de fondos), donde los desafíos medioambientales y sociales actuales ofrecen a las empresas una gran oportunidad de centrarse en el propósito, así como en los beneficios.
Han pasado 50 años, medio siglo, desde que el economista Milton Friedman argumentara que el único propósito de los negocios era generar beneficio para los accionistas. Tenía en mente un bien mayor: que las compañías exitosas pagaran impuestos que beneficiaran a la sociedad, pero este segundo concepto no adquirió tanta importancia como el primero, particularmente entre la comunidad empresarial. Este pensamiento ha aparecido como una verdad ciertamente inmutable en las últimas cinco décadas. Sin embargo, el anuncio del año pasado por parte de la organización estadounidense Business Roundtable, compuesta por algunas de las compañías líderes del mundo, incluidas muchas multinacionales de primer nivel que poseemos en nuestras carteras, proporcionó una decisiva indicación al respecto de que tal vez era hora de replantear el argumento de Friedman. ¿Pueden depender la sostenibilidad o la durabilidad, para estas compañías y todo el mundo, de una perspectiva más integral? En particular, los firmantes adoptaron diferentes compromisos con sus clientes, empleados, proveedores y comunidades, además de la promesa de generar valor a largo plazo para sus accionistas.
Como inversores a largo plazo en compañías de alta calidad, esto nos parece una buena práctica comercial e incluso de sentido común. Al considerar brevemente las cuatro partes interesadas que mencionó la organización Business Roundtable, existen ejemplos obvios de por qué cada una es importante:
Consumidores: cada vez está más claro en el segmento del consumo estable que, para tener éxito, las compañías deben ofrecer productos de «rendimiento» que en realidad brinden beneficios, sobre todo porque los medios sociales ayudan a los consumidores a ser mucho más inteligentes.
Empleados: en muchos sectores que dependen de trabajadores altamente cualificados, especialmente de software y servicios de TI, la capacidad de reclutar, motivar y retener al personal es una fuente crucial de ventaja competitiva.
Proveedores: las compañías son cada vez más responsables de toda su cadena de suministro, ya sea en torno a la seguridad de los trabajadores o los impactos medioambientales.
Comunidades: además de la obviedad de que las comunidades son generalmente consumidores, las compañías ahora tienen que lidiar con un entorno político y regulatorio más estricto; por ejemplo, en materia de comercio, impuestos, antimonopolio, privacidad de datos y medio ambiente.
Para nosotros no existe un intercambio entre «hacer lo correcto» y el éxito a largo plazo. El éxito a largo plazo requiere que las compañías «hagan lo correcto». Desde el principio hemos tenido claro que nuestras carteras están diseñadas para la rentabilidad, no para el impacto, pero cada vez es más cierto que el impacto afectará a la rentabilidad conforme pase el tiempo, ya que las compañías son cada vez más responsables de las externalidades que crean, ya sean emisiones de carbono, residuos plásticos o pérdida de privacidad.
Siendo más positivos, el nuevo «espíritu del tiempo» presenta oportunidades y riesgos, ya que las marcas con fines específicos o aquellas que respetan a los empleados y los reguladores, pueden impulsar las oportunidades financieras. Esto puede ser en forma de aumento de cuota de mercado, poder de fijación de precios o fuerza laboral comprometida respetuosa con el entorno regulatorio. Como argumenta el CEO de Unilever, Alan Jope, «no se trata de un propósito en lugar de beneficios, sino de beneficio a través del propósito»; en otras palabras, es más probable que los clientes compren marcas que compartan claramente los valores con los que se identifican.
Como inversores en compounders, siempre nos hemos centrado en el largo plazo. Las compañías que poseemos tienden a ser menos cíclicas que el índice y tienen posiciones estratégicas sólidas. Así, siempre ha estado implícito que los factores ESG eran una prioridad en la lista de amenazas para mantener rentabilidades elevadas, de ahí nuestro enfoque histórico hacia el gobierno. Durante los últimos años, los factores medioambientales y sociales se han vuelto cada vez más importantes para las compañías en que invertimos dada la crisis climática, la prevalencia de los medios sociales y los entornos políticos menos predecibles. Nuestra respuesta ha sido ser más sistemáticos en torno a las consideraciones ESG. Como resultado, en calidad de equipo de inversión, estamos escalando lo que a veces sentimos que es nuestra segunda montaña, lidiando con situaciones que a menudo presentan dificultad a la hora de cuantificar los riesgos y las oportunidades relacionadas con el ámbito ESG.
En algunos casos, es relativamente sencillo hacer cálculos que aclaren la situación: por ejemplo, contabilizar los probables costes incrementales de unos 30 puntos básicos por año para las compañías de consumo estable que pagan la prima del 40% por plásticos totalmente reciclados (o recortar las tasas de crecimiento para aquellas que no se adaptan). Igualmente, el riesgo de mayores impuestos de sociedades se puede medir comparando el impuesto de sociedades actual con el promedio ponderado de ingresos de las tasas impositivas donde opera la compañía. Incluso es posible modelar el impacto de un impuesto de 100 dólares/tonelada en emisiones de CO2; afortunadamente, esto es manejable para las compañías incluidas en nuestras carteras globales, ya que la intensidad de carbono es un 87%-89% inferior con respecto a la del índice, basado en toneladas de CO2 por millón de dólares ventas (1).
Otras cuestiones no se reducen tan fácilmente a números, lo que ha resultado en conversaciones fascinantes dentro del equipo. Por ejemplo:
¿Cómo pensar en los riesgos de cola: eventos de baja probabilidad con costes potenciales importantes, como una filtración de datos?
¿Qué riesgos son lo suficientemente importantes para que cambiemos el coste de capital de una compañía o la tasa de crecimiento terminal en nuestro modelo?
¿Qué valor le damos a la diversidad y qué coste tiene su ausencia? En términos más generales, la cultura es crucial, pero ¿es cuantificable?
Es dentro de este contexto donde hemos estado trabajando en el desarrollo de un cuadro de mando de factores ESG patentado para nuestras compañías que se centre no solo en cuestiones y controversias específicas e importantes de un valor bursátil determinado, sino también en asociar indicadores a cuestiones «universales» apremiantes, como las emisiones de carbono que amenazan el medio ambiente, la seguridad, los datos, la regulación y la diversidad, ya sean riesgos u oportunidades. Cuando estos sean lo suficientemente significativos, habrá un ajuste explícito a nuestros datos modelados, nuestra metodología de valoración o las dimensiones de las posiciones incluidas en nuestras carteras.
Como siempre, seguimos siendo pragmáticos, artistas y científicos, reconociendo que los problemas rara vez son obvios. Como inversores con un enfoque bottom-up basado en fundamentales, buscamos una mayor comprensión de nuestras inversiones en un mundo cada vez más complejo. Nos esforzamos por llegar a una evaluación razonablemente objetiva del efecto neto de las actividades positivas y negativas de nuestras compañías sobre su potencial de rentabilidad. Admitimos abiertamente que aún no tenemos todas las respuestas, ¡y casi con toda certeza nunca las tendremos! Lo que podemos ofrecer es una perspectiva genuinamente a largo plazo, un compromiso para afrontar estos problemas dentro del equipo en lugar de subcontratar externamente, un historial de compromiso exhaustivo con las compañías en las que invertimos y una experiencia profunda en términos de sector y compañías para aislar y analizar las cuestiones clave. Esperamos expectantes poder escalar junto a usted la segunda montaña.
Columna de Bruno Paulson, Managing Director, y Laura Bottega, Managing Director y principal especialista de carteras en Morgan Stanley Investment Management.
Anotaciones:
Fuente: MSCI, Morgan Stanley Investment Management, a 31 de diciembre de 2019.
IMPORTANT INFORMATION
The views and opinions are those of the author of the date of publication and are subject to change at any time due to market or economic conditions and may not necessarily come to pass. The information presented represents how the investment team generally applies its investment processes under normal market conditions. This general communication, which is not impartial, is for informational and educational purposes only, not a recommendation. Information does not address financial objectives, situation or specific needs of individual investors. Investing involves risks, including the possible loss of principal.
Eurizon operará como sociedad gestora del Espacio Económico Europeo con sucursal. «La reciente formalización de la sucursal española representa nuestro mayor compromiso con el mercado español y nuestra intención de continuar ofreciendo a los inversores institucionales españoles productos adecuados a sus necesidades, desde la cercanía y la agilidad de tener una presencia local», comenta Patain, Country Head de Eurizon para España y Portugal.
«Durante estos meses, hemos tenido una acogida excepcional por parte de los inversores. Eurizon y sus fondos son cada vez más reconocidos en el mercado español. Debemos continuar trabajando en esta línea y que los clientes continúen valorando la calidad de nuestros productos y la amplia gama de fondos de la que disponemos», añade.
En la gestora cuentan con una amplia variedad de fondos, desde productos más dinámicos, a los más conservadores: «Son soluciones de inversión que se adaptan a la coyuntura actual, de bajos tipos de interés y bajas rentabilidades, y que permiten ofrecer a los inversores rendimientos con poca volatilidad. Asimismo, también contamos con fondos para entornos de mercado favorable y para inversores que tienen un perfil de riesgo más elevado», añade Patain.
Expansión internacional
La apertura de una oficina en Madrid se suma a las pasadas aperturas en París, Fránkfurt y Zurich.
El negocio de Eurizon en España, al igual que el de Francia, Alemania y Suiza, está coordinado por Gabriele Miodini, responsable de ventas y gestión de clientes de Eurizon Capital SA.
Pixabay CC0 Public Domain. La CMF chilena pone en consulta una norma que permitirá a los inversionistas institucionales ingresar de manera directa a los sistemas de compensación y liquidación
La comisión para el mercado financiero (CMF) ha informado que, desde el dos de marzo hasta el 27 de marzo, ha puesto en consulta pública una propuesta normativa sobre participantes de sistemas de compensación y liquidación de instrumentos financieros, regulados por la Ley N° 20.345.
La normativa apunta a autorizar a los denominados inversionistas institucionales, conforme a Ley N° 18.045 y la NCG N° 410 de 2016, a ingresar directamente sus operaciones, en calidad de participantes, en dichos sistemas.
Se consideran inversionistas institucionales las siguientes entidades: Bancos, sociedades financieras, compañías de seguros, entidades nacionales de reaseguro, administradoras de fondos autorizados por ley, bancos e instituciones financieras extranjeras, compañías de seguros y reaseguradoras extranjeras, fondos o vehículos de inversión colectiva extranjeros que sean fiscalizados, fondos privados de la ley 20.712 (aportantes con participación relevante), administradores de cartera que administren volúmenes relevantes, entidades gubernamentales o estatales y los fondos soberanos autorizados para invertir en instrumentos financieros, organismos multilaterales, supranacionales o entidades creadas por varios estados cuyos recursos tengan por destino promover el desarrollo de los mercados de capitales.
Actualmente, pueden ser participantes de los sistemas de compensación y liquidación de instrumentos financieros los agentes de valores, corredores de bolsa de valores, corredores de bolsa de productos, bancos y bolsas de valores. De este modo, cualquier otra entidad que necesite compensar o liquidar órdenes en los sistemas debe hacerlo por medio de alguna de estas entidades autorizadas.
Para acceder al detalle de la propuesta normativa, los interesados pueden ingresar en la sección normativa en consulta del sitio web Institucional.
Pixabay CC0 Public Domain. Imantia trabaja en un nuevo fondo que combinará renta variable y fija para ampliar su gama Imantia Futuro
Reinventarse es un reto que se escribe con letras mayúsculas. En este caso, tan grandes como las que usa Imantia en la imagen corporativa que estrenó en octubre de 2019. La gestora sigue trabajando por visibilizar el cambio que ha dado a su enfoque de negocio y por ampliar su oferta de productos.
Durante un encuentro con medios, Mario Díaz Serrano, director de negocio de Imantia, ha adelantado que la gestora está trabajando en la creación de un nuevo fondo dentro de su gama Imantia Futuro. Aunque todavía está “haciéndose en el horno” y no tiene fecha de lanzamiento, Díaz sí ha adelantado algunas de sus características. “El fondo combinará la renta fija y la renta variable, y será 100% de ETFs. Será una estrategia que conjugue la tecnología, el enfoque temático y lo verde. Todavía estamos trabajando en el modelo matemático con el que se construye el fondo, pero de lo que estamos seguros es que queremos seguir creando soluciones de inversión”, ha señalado.
Este nuevo fondo se unirá a la gama Imantia Futuro que por ahora está formado por Imantia Futuro Healthy e Imantia Futuro, ambos fondos temáticos de renta variable. “Si nos hubiéramos visto hace un mes, podríamos haber dicho, y con razón, que ambos fondos lo estaban haciendo fabulosamente bien, pero el efecto del coronavirus en el mercado también se ha dejado sentir en su desempeño. Como es lógico ambos han caído, pero lo han hecho menos que la media del mercado, lo cual confirma que hemos desarrollado dos productos que logran un objetivo esencial en nuestro proyecto de negocio: proteger al inversor”, ha defendido Díaz.
En su opinión, la clave de estos dos fondos es, por un lado, su sólida construcción basada en un modelo matemático y, por otro, su visión temática, que permite invertir en “historias de crecimiento”. Díaz ha señalado que “las generaciones cambian, pero su demanda por una rentabilidad atractiva no. Por eso nos hemos centrado en la creación de dos fondos que sean diferentes, transparentes, fácil de entender, que ofrezcan protección al inversor además de rendimientos, y que no amplifiquen los latigazos del mercado”.
Una nueva etapa
Sobre este nuevo enfoque, que aún no ha cumplido un año, Gonzalo Rodríguez, CEO de Imantia, ha recordado: “Nuestro objetivo no es vender producto, sino que busquen nuestros productos. Queremos que la gente compre lo que realmente quiera y comprenda, sin por ello renunciar a una rentabilidad atractiva”. En palabras del consejero delegado de la firma, el reto está en la alfabetización de los inversores y “dejar de ver la inversión como algo solo para expertos”.
Según ha explicado Díaz, cuando lanzaron su propuesta se dieron cuenta que tenían que responder a una serie de nuevos paradigmas. “Vimos que estamos ante un nuevo entorno caracterizado por bajos tipos de interés, donde la RSC y los criterios ASG son dos tendencias imparables en la sociedad y donde también hay un nuevo entorno tecnológico, liderado por el big data y lo cuantitativo. Incorporamos estos cambios de tendencias a nuestros productos, partiendo de la base de una inversión a largo plazo”, ha resumido.
En este sentido, la gestora sigue poniendo el acento en la educación financiera y en que el proceso de contratación de sus fondos sea un viaje por ese proceso de comprensión. “En nuestro cambio nos orientamos a inversores jóvenes y a lo puramente digital, lo que nos permite ser más diversos y dar mayor accesibilidad. La forma de demostrar nuestras ganas de realmente generar un cambio es que la contratación del producto es totalmente online y que la inversión mínima es de 500 euros, pudiendo hacerse las aportaciones futuras hasta con una tarjeta de crédito”, ha destacado Cristina Zabaleta, responsable de comunicación de Imantia.
Pixabay CC0 Public Domain. Estrategia de inversión alternativa event-driven, con Blackrock
Tras el excelente año en los mercados en 2019, para este año se espera un entorno positivo, aunque no tan favorable, con picos de volatilidad. Sólo en lo que llevamos de año hemos vivido ya cambios importantes: el Brexit por fin ha sucedido, el presidente estadounidense ha resultado exonerado tras su proceso de impeachment y, el suceso que ha resultado más alarmante, el brote del coronavirus en China. Un hecho que, incluso en el mejor de los casos, puede tener importantes repercusiones en el crecimiento económico del gran país asiático e incluso en todo el mundo.
En situaciones como la actual resulta conveniente incluir en la cartera un fondo de inversión que, como sucede con BlackRock Global Event Driven busque obtener un rendimiento absoluto positivo para los inversores, independientemente de los movimientos del mercado. El fondo se revaloriza en el último año un 3,59% en su clase I2 con cobertura en euros, registrando el dato más reducido por volatilidad en este periodo, respecto al resto de fondos de su categoría.
Para lograr este objetivo invierte principalmente en renta variable, además de incluir oportunidades de crédito selectas. En condiciones normales de mercado, el fondo busca obtener al menos el 70% de su exposición a través de acciones. También puede invertir en valores transferibles de renta fija, instituciones de inversión colectiva (incluidos ETFs), derivados y, cuando se determine apropiado, efectivo e instrumentos en efectivo. Su intención es aprovechar al máximo la capacidad de invertir en derivados que ofrecen posiciones sintéticas largas y cortas, con el objetivo de maximizar los rendimientos absolutos positivos. Puede asimismo invertir hasta el 10% en activos en dificultades. La asignación de activos del fondo tiene la intención de ser flexible, manteniendo la capacidad de ajustar sus exposiciones a medida que lo dicten las condiciones del mercado y otros factores. La exposición a divisas del fondo se gestiona de forma flexible.
Para su gestión, se emplea un estilo flexible, lo que permite al equipo gestor adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado. Invierte ampliamente, en todo el espectro de catalizadores, lo que permite al equipo gestor generar alfa, implementando las mejores ideas dentro de un marco adaptable y consciente del riesgo. La exposición a las subestrategias está impulsada por el conjunto de oportunidades globales y el entorno general del mercado. El equipo gestor cree que puede generar alfa a través de los ciclos del mercado utilizando este estilo de gestión flexible.
El gestor del fondo es Mark McKenna, fundador y director global de Event Driven en BlackRock. Es el responsable de todas las decisiones finales de toma de riesgos y gestión de cartera del fondo. Mark McKenna cuenta con el respaldo de tres gestores, cada uno de ellos con más de 15 años de experiencia, que han trabajado para Mark McKenna en el pasado en sus anteriores empleos. Los gestores son responsables de la búsqueda de ideas, el análisis fundamental y el due dilligence, y mantienen un diálogo continuo y colaborativo con Mark McKenna con respecto a la tesis de inversión, el tamaño de las posiciones que se toman y las coberturas. Además, el equipo de inversión senior está respaldado por cinco analistas generalistas.
Antes de unirse a BlackRock en 2014, Mark McKenna fue director general de Harvard Management Company (HMC) y cofundador del fondo event-driven de HMC. Fue también gestor de cartera de esta estrategia en Caxton Associates, LLC. Con anterioridad, Mark McKenna pasó cinco años en el Banco de Inversión Global y Corporativo de Citigroup, como vicepresidente de fusiones y adquisiciones. Antes de graduarse, el señor McKenna sirvió como teniente en la Fuerza de Submarinos Nucleares de la Marina de los Estados Unidos, donde llevó a cabo patrullas disuasorias estratégicas a bordo del USS Ohio, certificándose como ingeniero nuclear por el Departamento de Reactores Navales. Se graduó en ingeniería eléctrica por el New York Maritime College y obtuvo su MBA, con distinción, por la New York University (NYU).
Para lograr su objetivo y política de inversión, el fondo utilizará una variedad de estrategias e instrumentos de inversión. En particular, el fondo empleará un proceso de inversión basado fundamentalmente en un amplio espectro de oportunidades de inversión dirigidas por eventos. Las inversiones abarcan un amplio espectro de catalizadores, tanto duros como blandos, que incluyen, entre otros, fusiones y adquisiciones anunciadas, ofertas de empresas, escisiones, reestructuración financiera/estratégica, cambios de gestión, adquisiciones sinérgicas, así como otros eventos transformadores. No se garantiza un resultado positivo de la inversión.
Adopta posiciones largas, largas sintéticas y cortas sintéticas en todo el mundo. Se pretende que la asignación de activos del fondo sea flexible y mantenga la capacidad para ajustar la exposición según lo aconsejen las condiciones del mercado y otros factores. El riesgo de divisa se gestiona de forma flexible.
Para cumplir con su política y objetivo de inversión, el fondo utiliza una diversidad de instrumentos y estrategias de inversión. En concreto, emplea un proceso de inversión basado en el análisis fundamental, centrándose en una amplia variedad de oportunidades de inversión que puedan generar importantes plusvalías a corto plazo. Estas oportunidades de inversión pueden tener una naturaleza muy diversa: anuncios de fusiones y adquisiciones de compañías, ofertas públicas de adquisición, operaciones de escisión y separación de empresas (spinoffs y split-offs) y cambios en la dirección corporativa.
Uno de los casos de éxito de la estrategia event-driven del fondo es el de Anadarko Petroleum Corporation (APC) una compañía prospectora de gas y petróleo, con base en Tejas, que cuenta con un fuerte posicionamiento en la Cuenca Pérmica, Golfo de México y África. Chevron Corporation (CVX) es, por otra parte, una compañía energética integrada. En abril de 2019, CVX anunció un acuerdo para la adquisición de APC, a 65 dólares la acción, ya que fortalecería su presencia en la Cuenca Pérmica, aportaría oportunidades de sinergias significativas en el Golfo de México y le daría acceso a la operación de APC en Mozambique.
Había otro prospector de petróleo y gas, Occidental Petroleum (OXY) interesado en adquirir APC por un precio de 70 dólares la acción. La capitalización de mercado de CVX es seis veces la de OCY, siendo la oferta preferida por el consejo de dirección, que la percibía como de menor riesgo. Dado que Blackrock era el segundo mayor accionista de las tres compañías, el equipo de la gestora se asoció con las principales stakeholdres interesadas de toda la compañía para involucrar a directivos y miembros del consejo de administración de ambos compradores potenciales. Como resultado, OXY consiguió financiación adicional, lo que le permitió aumentar su oferta a 76 dólares, oferta que fue finalmente aceptada por APC.
En este punto, el análisis de BlackRock indicaba que podría recibirse otra oferta de CVX, por lo que consideraron prudente aprovechar esta oportunidad para reducir su exposición y cristalizar retornos. Poco después, El consejo de administración de APC firmaba un acuerdo definitivo con OXY. BlackRock mantenía entonces una posición moderada en la compañía resultante de la fusión.
La cartera del fondo incluye entre sus mayores posiciones acciones de Allergan Plc (9,51%), Zayo Group Holdings Inc (5,96%), Liberty Property Trust (5,45%), Tiffany & Co. (5,19%) y Wellcare Health Plans Inc (4,83%). Por sector, las mayores ponderaciones corresponden a tecnologías de la información (15,42%), salud (13,59%), consumo discrecional (9,53%), industrial (9,50%), y comunicación (7,87%). Por país, Estados Unidos (42,54%), Reino Unido (6,14%), Holanda (4,90%), Israel (2,63%) y Canadá (1,84%) representan los mayores pesos en la cartera del fondo, que cuenta con un patrimonio bajo gestión de 3.256 millones de dólares (aproximadamente 2.956 millones de euros).
La historia de rentabilidades del fondo lo posiciona entre los mejores de su categoría, en el primer quintil, durante 2017 y 2018. A tres años, registra un dato de volatilidad del 3,40% y del 1,80% a un año, posicionándose en ambos periodos entre los mejores de su categoría (gestión alternativa), en el quintil cinco. También a un año, su Sharpe es de 2,18 y su tracking error, respecto al índice de su categoría, del 1,90%. La suscripción de la clase I2 de capitalización en euros del fondo requiere una aportación mínima de 10 millones de dólares, aplicando una comisión fija del 1%, además de una comisión variable del 20% sobre resultados positivos entre el fondo y su índice de referencia, el BofA ML 3M USD Treasury Bill. Cuenta también con una clase A2, también con cobertura en euros, con un requerimiento mínimo de aportación de 5.000 dólares (aproximadamente 907 euros) que aplica una comisión fija de 1,50% y de depósito del 0,40%. Esta clase mantiene la misma comisión variable del 20% de la clase I2.
Durante el último trimestre de 2019 se anunciaron fusiones y adquisiciones en Estados Unidos por un volumen de más de 1 billón, suponiendo otro año récord de estas operaciones. Geográficamente, la actividad se mantuvo muy concentrada en América del Norte, que registró su segundo año más fuerte y representó más de la mitad de las fusiones y adquisiciones globales. La actividad en Europa occidental repuntó en la segunda mitad del año, mientras que el volumen en toda la región se mantuvo por debajo de la media de cinco años. Si bien tecnología e industriales impulsaron la consolidación en todo el mundo, las fusiones en el sector de la salud fueron más frecuentes en América del Norte.
El activismo de los accionistas siguió prevaleciendo a lo largo del año, con un 60% de las campañas en América del Norte, con lo que el consejo y los directivos de las compañías trabajaron para defenderse de los numerosos inversores activistas y las desinversiones corporativas alcanzaron el cuarto nivel más alto de la historia.
En este sólido entorno de catalizador corporativo, los mercados de renta variable variaban a lo largo del año en respuesta a las noticias sobre las tensiones comerciales, el impeachment del presidente Trump y la preocupación sobre el Brexit. El trimestre comenzó y terminó con un rally en los mercados de renta variable, tras el anuncio de Trump de un «acuerdo de fase uno» con China. Un optimismo apoyado asimismo por el tercer recorte de tipos del año por parte de la Reserva Federal, con lo que el S&P 500 terminaba el año en máximos históricos.
Invertir parte de una cartera en estrategias event driven, que requieren una infraestructura y experiencia tangibles por parte del gestor, para generar alfa, puede también proporcionar algunos rendimientos no correlacionados diseñados para ser persistentes, independientemente de si la continuada subida de los mercados de renta variable comienza o no a desvanecerse.
La positiva evolución en los últimos tres años, especialmente por volatilidad, de BlackRock Global Event Driven, lo hace merecedor de la calificación cinco estrellas de VDOS.
Tribuna de Paula Mercados, directora de Análisis de VDOS
Foto cedidaDe izquierda a derecha: Antonio Zoido, presidente de BME; Cristina Sánchez, directora ejecutiva de la Red Española del Pacto Mundial; Margarita Delgado, subgobernadora del Banco de España; y Beatriz Alonso, directora de Renta Variable de BME. La Bolsa española abre hoy con un toque de campana por la igualdad de género
La Bolsa española ha comenzado hoy su sesión con un toque de campana por la igualdad de género por tercer año consecutivo. La iniciativa, que cuenta con la participación de más de 80 mercados internacionales y está organizada por BME y la Red Española del Pacto Mundial de Naciones Unidas, se enmarca en el movimiento internacional Ring the Bell for Gender Equality. Además, cuenta con el apoyo de Sustainable Stock Exchanges y el Pacto Mundial de Naciones Unidas.
La subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, ha sido la encargada de realizar el toque de campana. Junto a ella han estado la directora de Renta Variable de BME, Beatriz Alonso, y la directora ejecutiva de la Red Española del Pacto Mundial, Cristina Sánchez. El acto ha contado con la presencia del presidente de BME, Antonio Zoido, y han asistido casi 200 personas.
Con el objetivo de destacar la importancia de la igualdad de género en la economía mundial y el papel del sector privado para alcanzar este objetivo, la subgobernadora del Banco de España ha recordado que “debemos continuar avanzando en la eliminación de las barreras, visibles e invisibles, que impiden que las mujeres tomemos decisiones de modo libre”. Además, Delgado ha subrayado el potencial de mejora de la conciliación que favorezca el desarrollo pleno de una carrera profesional compatible con una vida personal y familiar plena, lo que “implica también repartir las responsabilidades familiares entre hombres y mujeres”.
No obstante, para lograr estos objetivos es necesario que todos los actores trabajen unidos para conseguir equidad entre hombres y mujeres, una tarea que, según Cristina Sánchez, directora ejecutiva de la Red Española del Pacto Mundial, debe ser compartida por la ciudadanía, el sector privado y la administración pública. “La Red Española del Pacto Mundial trabaja de forma muy activa el Objetivo de Desarrollo Sostenible 5, que aborda esta temática a todos los niveles, incluyendo el ámbito empresarial, y consideramos que ya es el momento de pasar del compromiso por la igualdad de género a la acción”, añade Sánchez.
“En BME este compromiso se refleja también en el peso de las mujeres en las generaciones más jóvenes. Es clave retener el talento y motivar a nuestra plantilla, lo que incluye sin duda impulsar en la promoción de la diversidad en todas sus formas y a lo largo de toda la carrera profesional”, asegura Beatriz Alonso, que ha destacado la igualdad de género como “un objetivo ineludible” para todas las empresas.
BME forma parte del Pacto Mundial de las Naciones Unidades desde 2011 y de la iniciativa Sustainable Stock Exchanges, que busca aumentar la concienciación sobre el buen gobierno corporativo, desde 2015.