Bjoern Jesch, courtesy photo. Bjoern Jesch se une a DWS para reforzar el área Multi Asset
Bjoern Jesch se une a DWS como director global de Multiactivos & Soluciones. Jesch, que hasta ahora ocupaba el cargo de jefe global de Inversiones en Credit Suisse, dentro de la división internacional, sucederá a Christian Hille, quien ha decidido dejar DWS por motivos personales tras 13 años en la firma.
En la actualidad, Multiactivos & Soluciones es una de las tres principales áreas de crecimiento de DWS. Con 7.200 millones de euros de entradas netas, supuso un importante eje para el cambio de rumbo de la firma en 2019. A nivel mundial, Jesch liderará un equipo formado por 82 profesionales y con 58.000 millones de euros en activos bajo gestión a 31 de diciembre de 2019.
«Nos sentimos muy afortunados de que Bjoern haya decidido unirse a DWS. Cuenta con una excelente reputación en la industria de la gestión de activos y en el mercado como inversor de primera categoría. Multi Asset & Solutions es una parte crucial de nuestro negocio, y ahora más que nunca», asegura Stefan Kreuzkamp, CIO de DWS y Co-Head del Grupo.
Jesch cuenta con 30 años de experiencia en el sector donde ha ocupado puestos de responsabilidad en Union Investment como director de Inversiones y jefe de Gestión de Carteras, Deutsche Bank y Citibank. En DWS, reportará a Stefan Kreuzkamp y será miembro del Comité de Gestión del CIO de DWS.
«En tiempos de tipos de interés extremadamente bajos y altos niveles de volatilidad, Multi Asset es la estrategia de inversión diferenciadora de uno de los mayores gestores de activos fiduciarios del mercado. Estoy deseando afrontar este reto junto al excelente equipo de inversiones de DWS», subraya Jesch.
Pixabay CC0 Public Domain. Los “espíritus animales” impulsarán el rebote del mercado tras el crash del COVID-19
El COVID-19 está causando estragos en los mercados mundiales. Los inversores han estado vendiendo en masa activos de riesgo por temor a las consecuencias económicas derivadas de la pandemia. Ahora, la pregunta para la que los inversores necesitan una respuesta urgente es cuándo llegará el momento adecuado para volver al mercado. La contestación es simple: una vez que el virus haya sido contenido y los espíritus animales keynesianos revivan y empiecen a impulsar la reacción de los precios. Es probable que esto ocurra antes de que termine el año y depende casi exclusivamente de las políticas gubernamentales.
El primer trimestre de 2020 ha registrado el peor comportamiento del mercado de renta variable desde 1987, y el mundo parece haber alcanzado el lúgubre consenso de que en el primer semestre de este año nos enfrentaremos a una recesión. Obviamente, todo el mundo quiere saber cuándo va a terminar esta situación y cuál va a ser el grado de las caídas. Para que una crisis termine, deben cumplirse dos condiciones: la causa de la crisis debe estar bajo control (y esto debe ser creíble) y los espíritus animales de los inversores deben despertar.
La transparencia diferencia esta crisis de la de 2008
Si bien la comparación con la crisis financiera de 2008 podría venir a la mente con facilidad, sus características son diametralmente opuestas a las de la crisis actual. En 2008, las hipotecas subprime en Estados Unidos y los complejos instrumentos financieros derivados de ellas precipitaron la desaparición de Lehman Brothers, lo que sacudió el sistema financiero mundial hasta sus cimientos. La causa del desastre podría haber salido a la luz con bastante rapidez, pero el camino hacia la mejora mediante la estabilización de los bancos en dificultades era opaco y desordenado, lo que provocó sentimientos de desconfianza y temor entre los inversores y la población en general durante un largo período. Sólo una acción decisiva de los bancos centrales y la aplicación de estrés test exhaustivos para evaluar la salud financiera de las instituciones financieras sistémicas pudieron convencer gradualmente a los participantes en el mercado de que la causa de la crisis estaba finalmente firmemente controlada. Esas pruebas se aplicaron en el primer semestre de 2009, casi dos años después de que se produjera la crisis.
La palabra clave que diferencia la crisis actual de la de 2008 es transparencia. Esta vez nos ha golpeado una amenaza a la salud mundial, lo que hace que la causa y la trayectoria de la crisis sean muy claras. Aunque sus consecuencias son horribles, la ventaja del COVID-19 es que las métricas alrededor del virus nos ofrecen una perspectiva directa de la evolución futura, lo que nos permite hacer suposiciones seguras sobre cuándo estará bajo control el origen de la crisis. Si China es un buen indicador, la crisis habrá terminado para junio de 2020 en Europa. Es probable que EE.UU. tenga unas pocas semanas de retraso. Por lo tanto, la primera condición para la recuperación de la crisis, controlar la causa, debería ser fácil de evaluar y puede considerar que se ha cumplido cuando se reduzca el número de nuevas infecciones.
Si en 2008 la atención se centró en la regulación, ahora debe enfocarse en la reactivación de los «espíritus animales»
Eliminar la causa de la crisis podría ser más sencillo que en 2008, pero la segunda condición para que la crisis termine, la reactivación de los espíritus animales de los inversores, podría resultar más difícil y merece una atención especial. Los espíritus animales keynesianos se describen como un optimismo espontáneo que insta a los inversores a actuar. Surgen de la premisa de que los inversores tienden a tomar decisiones basadas en el instinto más que en el razonamiento racional. Cuanto más fuerte sea la confianza de los inversores en la evolución económica, más dispuestos estarán a correr riesgos. Al mismo tiempo, los niveles de confianza están inversamente relacionados con la racionalidad. Cuanto más confianza tienen los inversores, más emocional es su proceso de toma de decisiones. La confianza, o la falta de ella, se propaga por medio de relatos que son «contagiosos», de manera que penetran fácil y rápidamente en un gran número de participantes en el mercado que luego empiezan a actuar en conjunto dando forma a los eventos del mercado.
La pandemia del COVID-19 ha puesto un freno a los espíritus animales de los inversores. Eso hace que requieran una cuidadosa mezcla de medidas fiscales y monetarias, así como incentivos psicológicos que promuevan su vuelta. Esto se debe a que nos enfrentamos a una crisis que se encuentra ante una encrucijada; por un lado, ante los temores irracionales en torno a la vida humana y por otro lado, ante las necesidades económicas racionales, lo que pone al descubierto las tensiones y contradicciones que surgen de la búsqueda de un equilibrio entre la salud pública y las políticas económicas. El distanciamiento social se impone como un virus, pero perjudica a la economía. Se trata de un acontecimiento que no tiene precedentes y, como es lógico, los inversores están luchando por conseguir estructuras analíticas capaces de evaluar el impacto de la crisis actual. Sin embargo, los modelos tradicionales de análisis económico tienden a basarse en el supuesto de un comportamiento racional de los inversores, mientras que la crisis de COVID-19 está impulsada en gran medida por el sentimiento con fuertes corrientes emocionales que rozan la irracionalidad.
El peligro de que la economía mundial se quede atascada en un atolladero de incertidumbre y pesimismo incluso después de que el virus haya sido contenido, depende de la capacidad de los inversores de volver a encontrar la confianza. Como los bancos centrales ya han hecho en gran parte su trabajo, esto está esencialmente en manos de nuestros gobiernos.
Los mercados de renta variable se recuperarán a finales de año con una orientación adecuada
Hasta ahora, los bancos centrales y los responsables gubernamentales han inundado los mercados con liquidez y crédito, aunque esto ha tenido un efecto moderado en los mercados de renta variable. Para que se produzca un rebote total, los reguladores tecnócratas deben dar paso a economistas pragmáticos capaces de proporcionar una orientación adecuada en el futuro.
En primer lugar, es necesario evitar un confinamiento prolongado y paralizante mediante un cambio a medidas de cuarentena en función de los casos. Esto debería permitir, esencialmente, que las personas sanas y curadas vuelvan a trabajar. Esto sólo será posible si los gobiernos orquestan pruebas rigurosas sobre una base amplia de la población.
En segundo lugar, la política fiscal debe abordar de manera creíble las principales cuestiones económicas que están en el centro de la crisis. Esto es: alto desempleo, menores beneficios y mayor apalancamiento. Con respecto a esto, algunos países, incluidos EE.UU. y China, parecen estar en el buen camino mientras que Europa todavía parece estar en medio del debate. Es imperativo que los responsables políticos de todo el mundo cumplan sus promesas de crédito y que el «dinero puente» se arraigue en el sistema de manera amplia, hasta el punto de que se alivien las preocupaciones generalizadas en torno a la solvencia y la rentabilidad a corto y medio plazo.
La buena noticia es que los espíritus animales de los inversores tienen un sueño ligero y, si se les estimula con el cóctel adecuado, podrían despertar con un fervor sorprendente impulsando una fuerte recuperación del mercado de valores en la segunda mitad de este año. Una vez que la mayoría de la gente se convenza de que puede reanudar la libre circulación sin ninguna amenaza mortal para la salud y una vez que se recupere el empleo, especialmente en los mercados laborales menos rígidos como el de los Estados Unidos, veremos que los mercados de valores se recuperan en todo el mundo y no debería sorprendernos ver ganancias sustanciales a finales de 2020.
Tribuna de Daniel Seiler, director de Multiactivos en Vontobel Asset Management
Pixabay CC0 Public Domain. Deuda subordinada: esto no vuelve a ser 2008
¡Esto no es 2008 otra vez! Nos encontramos en un momento muy diferente porque los bancos pueden ser parte de la solución y no la causa de los problemas. Las autoridades necesitan un sistema financiero fuerte, ya que será el verdadero mecanismo de transmisión para todas las políticas monetarias y los planes de estímulos fiscales puestos en marcha para apoyar la economía.
Los bancos entraron en recesión con balances sanos: el ratio Tier 1 (que se utiliza para medir la fortaleza de una entidad bancaria) estaba en su nivel más alto históricamente (14,5% de media, que puede compararse con el 6% que alcanzó al comienzo de la crisis financiera mundial). En los non-performing loans, las tasas de provisiones se encontraban en sus niveles más bajos en años, mientras que el perfil de financiación de los bancos también estaba mucho más equilibrado.
Además, se han implementado importantes medidas desde que la propagación del virus hizo que los Estados de todo el mundo decidieran adoptar decisiones drásticas de contención que impactaron de forma negativa en el crecimiento económico. De este modo, los requisitos de solvencia se han reducido considerablemente liberando capital y, lo que es importante para nosotros, bajando el umbral de las restricciones potenciales a la distribución de cupones.
El BCE ha puesto en marcha una financiación mayor y más barata (el famoso TLTRO) y los bancos europeos podrán pedir prestado hasta 2,5 millones de euros a una tasa negativa de 75 puntos básicos. Incluso se han modificado temporalmente las normas contables relativas a las provisiones de los créditos para dar flexibilidad a los bancos y evitar demasiadas por adelantado. El mensaje es claro: no se preocupe por el pasivo y céntrese en el lado activo, continúe dando préstamos a la economía real y apoye a su cliente cuando tenga problemas.
Aunque tanto las acciones de los bancos como los bonos subordinados vieron sus precios descender bruscamente durante la caída de los mercados, consideramos que se está haciendo una clara distinción entre ambos productos. En primer lugar, el principal impacto para los bancos será el menor nivel de rentabilidad: las tasas serán más bajas y por periodos más largos, las comisiones se verán afectadas por la falta de operaciones de M&A y OPV, y el coste de riesgo aumentará, por lo que es poco probable que el ROE aumente a corto plazo.
En segundo lugar, como Mecanismo Único de Supervisión (MUS), el BCE pidió la suspensión de todos los dividendos y recompras de acciones hasta finales de octubre, lo cual supone otro impulso en términos de capital, reforzando los colchones para los deudores subordinados. Además, Andrea Enria, director del MUS, fue claro sobre que estas restricciones de las distribuciones no se aplican a los cupones de deuda subordinada y varios bancos confirmaron que, aunque seguirán las directrices sobre dividendos, tienen la intención de seguir pagando cupones en sus AT1.
Los reguladores están incluso permitiendo a los bancos liquidar parte de su deuda subordinada. Por ejemplo, LLoyds y Crédit Agricole han lanzado ofertas de licitación sobre bonos heredados y Unicredit ha liquidado un Tier2 el mismo día que se permitía ejecutarlo.
Como en la base de la inversión de deuda subordinada están también involucrados los bonos senior, enviar una mala señal a la deuda subordinada probablemente conduciría a mayores costes de financiación, y se reduciría así la capacidad de los bancos para dar préstamos, lo último que las autoridades desean en estos momentos.
Después de una liquidación significativa e indiscriminada, ahora el mercado se ha beneficiado de las intervenciones del BCE que ayudaron a encontrar un nivel de compensación y a estabilizar los precios. En nuestra opinión, los diferenciales de la deuda subordinada ya compensan las malas noticias potenciales. Los diferenciales de los CoCos son ahora 600/650 puntos básicos de media, un nivel no visto en años, y los de Tier2 son tres veces más altos que en febrero (300/500 puntos básicos de media).
Desde Tikehau Capital miramos nuestras inversiones con un horizonte de 3 a 5 años y, en nuestra opinión, el perfil de riesgo/beneficios de la deuda subordinada es probablemente el más interesante en el mercado de crédito en estos momentos. En nuestra firma, el fondo que invierte en esta clase de activos es Tikehau Sub Fin, gestionado por Thibault Douard desde su lanzamiento en 2011. Este fondo tiene un largo y consistente track record, así como una relación equilibrada retorno-riesgo.
Tribuna de Thibault Douard, gestor de Tikehau Capital
Marzo fue uno de los peores meses en la historia del mercado de valores. La propagación del COVID-19 por todo el mundo y las diversas formas de «distanciamiento social» que se intensificaron durante el último mes han culminado, en la mayoría de los casos, en el cierre de la economía global.
Aún quedan muchas preguntas sobre el COVID-19: ¿Disminuirá con el clima más cálido? ¿Se volverá endémico como la gripe? ¿Cuándo podrían desarrollarse tratamientos efectivos y una vacuna? Desafortunadamente, los datos que poseemos de China, Corea del Sur e Italia sugieren que los casos en los EE.UU. continuarán aumentando bruscamente, pero eventualmente se moderarán. La vida en China, donde se originó el virus el otoño pasado, parece estar volviendo lentamente a la normalidad. La tensión en el sistema de atención médica de los Estados Unidos será severa y el número de muertos, actualmente estimado en 100.000-240.000, será masivo, pero dos dinámicas nos dan esperanza.
Primero, la tecnología debería permitirnos rastrear, tratar y vencer este virus más rápido que cualquiera en el pasado. Cabe destacar que la tecnología también ha compensado algunas de las pesadas cargas de la cuarentena: la ciudadanía de la gripe española de 1918 no se benefició del comercio electrónico, el trabajo / aprendizaje remoto o Disney +.
En segundo lugar, después de algún retraso, todos los niveles de gobierno y la mayoría de las empresas e individuos están instituyendo las prácticas necesarias para aplanar la curva de infección, lo que nos pone en el camino para dejar atrás al COVID-19. Muchas compañías privadas ya han revelado desarrollos prometedores en términos de pruebas que brindan resultados rápidos, tratamientos terapéuticos e incluso vacunas, aunque es probable que muchas de ellas no estén disponibles hasta 2021 como muy pronto.
El costo de los cierres y el distanciamiento social es considerable. La economía global casi se ha detenido provocando lo que probablemente será una recesión severa. Si bien habrá una gran demanda acumulada al otro lado de esta crisis, el miedo necesitará calmarse, las cadenas de suministro requerirán un realineamiento y los balances exigirán reparación. La acción del gobierno, tanto monetaria como fiscal, es crucial, y la Ley CARES promulgada el 27 de marzo es un buen comienzo para proporcionar ayuda tanto a individuos como a empresas. La Reserva Federal ha reducido las tasas prácticamente a cero, y también está comprando valores en una serie de clases de activos: treasuries, títulos respaldados por hipotecas, títulos respaldados por activos, crédito corporativo, préstamos respaldados por la Administración de Pequeñas Empresas, con el fin de estabilizar los mercados y la economía. Es probable que se necesite un mayor estímulo fiscal, y esperamos que la legislación se dirija a medidas más a mediano y largo plazo que realmente puedan impulsar el gasto y la demanda (por ejemplo, en infraestructura, donde se necesita desde hace mucho tiempo) en lugar de simplemente proporcionar más alivio. Finalmente, esta recesión, como todas las anteriores, dará lugar a una nueva expansión. Actualmente esperamos un retorno al crecimiento en el tercer trimestre después de una fuerte caída en el segundo trimestre, aunque el ritmo de recuperación dependerá de la efectividad de ambas medidas para contener y combatir el virus, así como de las medidas para mantener a flote a las personas y las empresas para cuando la economía se abra de nuevo.
Si bien este ha sido especialmente doloroso debido a su rapidez y severidad, se nos recuerda que los mercados bajistas, como las recesiones, son necesarios para el sistema capitalista, limpiando sus excesos. A lo largo de las más de cuatro décadas en la historia de nuestra firma, ha habido 5 mercados bajistas con una duración de 3 a 30 meses. Habíamos estado anticipando una corrección por algún tiempo, aunque el desencadenante y el ritmo de la disminución (uno de los más rápidos de la historia) nos tomó por sorpresa. El mercado ya se recuperó rápidamente en el estado técnico de «mercado alcista» desde sus mínimos, aunque esos mínimos pueden volver a probarse a medida que los casos positivos y muertes suban a niveles alarmantes. Siempre la mejor máquina de descuento del mundo, el mercado necesitará claridad sobre el pico en los casos y la acción fiscal del gobierno antes de tener una recuperación sostenida. Eso podría anticiparse en cualquier momento, por lo que un intento de cronometrar el mercado podría dar lugar a importantes ganancias perdidas.
Creemos que la reciente volatilidad, atribuible en cierta medida a la popularidad de las operaciones con algoritmos y pasivas, ha sentado las bases para que los inversores vuelvan a centrarse en la selección de valores por medio de un análisis fundamental. La preservación del capital es especialmente importante en los mercados bajistas. El mercado ofrece gangas nunca vistas desde 2008. Algunas son oportunidades para agregar a las compañías que ya están en su portafolio, otras para compañías e industrias cuyas valoraciones anteriores las ponían fuera del alcance. Continuamos enfatizando los conceptos básicos: ¿El modelo de negocio de una empresa sigue siendo sólido? ¿Tiene un balance lo suficientemente fuerte como para soportar el dolor a corto plazo? ¿Está la gerencia enfocada en el valor para los accionistas? La situación cambia a diario, pero creemos que la mejor manera de participar en el retorno de la salud y la prosperidad es tener una cartera de negocios excelentes.
El arbitraje de fusiones tampoco fue inmune a la volatilidad del mercado. Durante el mes, los diferenciales del mercado se ampliaron a medida que loshedge funds cuantitativos y multiestrategia apalancados enfrentaron llamadas de margen y vendieron acciones para desapalancarse y recaudar efectivo. Experimentamos casos similares a esta dinámica antes, por ejemplo, en el Choque de 1987 y en la debacle de Capital a Largo Plazo en septiembre de 1998. Es importante tener en cuenta que ninguno de los acuerdos en nuestra cartera se terminó en marzo. El resultado es que tenemos una excelente oportunidad para obtener importantes ganancias de los acuerdos existentes que se cerrarán en los próximos meses.
Estas dislocaciones del mercado obligan a los inversores de arbitraje a reevaluar el valor independiente de las empresas objetivo, lo que reduce los precios de las mismas a medida que disminuyen las valoraciones comparables. Nuestra filosofía es aprovechar estas dislocaciones de mercado agregando posiciones a precios más bajos. Esto es lo que estamos haciendo en la actualidad, con un enfoque selectivo en los acuerdos con catalizadores a corto plazo: ofertas de licitación, acuerdos que se espera que cierren pronto y acuerdos estratégicos que tienen nuestro mayor nivel de convicción. Estamos evaluando continuamente los riesgos y resultados de cada acuerdo. A nivel mundial, las empresas y agencias gubernamentales tienen medidas de seguridad en respuesta a COVID, lo que les permite permanecer operativos.
Columna de Gabelli Funds escrita por Michael Gabelli
Para acceder nuestra metodología de inversión y cartera de arbitraje de fusión dedicada, ofrecemos los siguientes fondos UCITS en cada disciplina:
Gamco arbitraje de fusión
GAMCO Merger Arbitrage UCITS Fund, lanzado en octubre de 2011, es un fondo abierto incorporado en Luxemburgo y que cumple con la regulación UCITS. El equipo, la estrategia dedicada y el registro datan de 1985. El objetivo del Fondo de Arbitraje de Fusión GAMCO es lograr un crecimiento de capital a largo plazo invirtiendo principalmente en transacciones anunciadas de fusiones y adquisiciones de acciones manteniendo una cartera diversificada. El Fondo utiliza un enfoque de inversión altamente especializado diseñado principalmente para beneficiarse de la finalización con éxito de las fusiones, adquisiciones, ofertas públicas, adquisiciones apalancadas y otros tipos de reorganizaciones corporativas propuestas. Analiza y supervisa continuamente cada transacción pendiente por posibles riesgos, incluidos: reglamentación, términos, financiación y aprobación de los accionistas.
Las inversiones de fusión son una alternativa altamente líquida, no correlacionada con el mercado, probada y consistente con los valores de renta fija y de renta variable tradicionales. Los retornos de fusión dependen de los diferenciales de oferta. Los diferenciales de oferta son una función del tiempo, la prima de riesgo de transacción y las tasas de interés. Por lo tanto, los rendimientos están correlacionados con los cambios en las tasas de interés a mediano plazo y no con el mercado de valores en general. La perspectiva de un aumento de las tasas implicaría un mayor rendimiento de las fusiones a medida que los diferenciales se amplíen para compensar a los arbitrajistas. A medida que disminuyen los mercados de bonos (aumentan las tasas de interés), los rendimientos de las fusiones deberían mejorar a medida que las decisiones de asignación de capital se ajustan a los cambios en los costos del capital.
La volatilidad del amplio mercado puede conducir a la ampliación de los diferenciales en las posiciones de fusión, que, junto con nuestras carteras de fusiones bien documentadas, ofrecen el potencial de TIR mejoradas. Las fluctuaciones diarias de la volatilidad de los precios junto con un capital menos propietario (la regla de Volcker) en los Estados Unidos han contribuido a mejorar los diferenciales de las fusiones y, por lo tanto, los rendimientos generales. Por lo tanto, nuestro fondo está bien posicionado como alternativa de sustitución de efectivo o renta fija.
Nuestros objetivos son acumular y preservar la riqueza a lo largo del tiempo, sin dejar de estar correlacionados con los amplios mercados globales. Creamos nuestro primer fondo de fusión dedicado hace 32 años. Desde entonces, nuestro rendimiento de fusión ha aumentado los activos de los clientes a una tasa anual de aproximadamente 10,7% bruto y 7,6% neto desde 1985. Actualmente, administramos activos en nombre de clientes institucionales y de alto patrimonio global en una variedad de estructuras de fondos y mandatos.
Gamco all cap value
El Fondo UCITS GAMCO All Cap Value, lanzado en mayo de 2015, utiliza el PMV patentado de Gabelli con una metodología de inversión Catalyst ™, que funciona desde 1977. El Fondo busca rendimientos absolutos a través de la inversión de valores impulsada por eventos. Nuestra metodología se centra en la inversión con un enfoque fundamental y bien investigado para conseguir las mejores oportunidades, con un enfoque en valores de activos, flujos de efectivo y catalizadores identificables para maximizar los rendimientos independientemente de la dirección del mercado. El fondo se basa en la experiencia de su equipo de cartera global y más de 35 analistas value.
GAMCO es un inversor activo de valores con enfoque bottom-up que busca lograr una apreciación real del capital (en relación con la inflación) a largo plazo, independientemente de los ciclos del mercado. Nuestro proceso de selección de valores orientado al valor se basa en los principios fundamentales de inversión articulados en 1934 por Graham y Dodd, los fundadores del análisis moderno, y aumentados por Mario Gabelli en 1977 con su introducción de los conceptos de Private Market Value (PMV ) con un Catalyst ™ en el análisis de la renta variable. PMV con Catalyst ™ es nuestra metodología de investigación única que se enfoca en la selección de acciones individuales identificando empresas que se venden por debajo del valor intrínseco con una probabilidad razonable de realizar sus PMV, que definimos como el precio que un comprador estratégico o financiero estaría dispuesto a pagar por la totalidad empresa.
Los factores de valoración fundamentales es utilizada para evaluar valores antes de la inclusión / exclusión en la cartera, nuestro enfoque, impulsado por la investigación, considera el análisis fundamental como un enfoque de tres frentes: flujo de efectivo libre (ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización, o EBITDA, menos los gastos de capital necesarios para crecer / mantener el negocio); tendencias de ganancias por acción; y el valor de mercado privado (PMV), que abarca los activos y pasivos dentro y fuera del balance. Nuestro equipo llega a una valoración PMV mediante una evaluación rigurosa de los fundamentales de la información disponible al público y el juicio obtenido de la gestión de reuniones, que abarca empresas de todos los tamaños a nivel mundial y nuestro amplio conocimiento acumulado de una variedad de sectores. Luego identificamos negocios para la cartera con un margen adecuado de seguridad y respaldado por nuestra investigación profunda.
Pixabay CC0 Public Domain. Un nuevo fenómeno: un movimiento bajista provocado por una pandemia
Los mercados financieros detestan la incertidumbre y en estos momentos nos adentramos en un territorio inexplorado en el que encontramos muchas más preguntas que respuestas. Los activos que son considerados más seguros en tiempos de tensiones, como el oro y algunos títulos de deuda pública, están registrando ventas, lo que podría ser un indicio de ventas forzosas. Entonces, ¿qué va a ocurrir ahora?
Estos días cuesta encontrar buenas predicciones, pero la historia nos ofrece al menos un marco de referencia. Goldman Sachs ha realizado un análisis exhaustivo de los anteriores mercados bajistas en el S&P 500. La entidad ha llegado a la conclusión de que estos se dividen en tres categorías:
– Mercados bajistas estructurales: causados normalmente por desequilibrios estructurales y burbujas financieras. Algunos ejemplos recientes son la gran crisis financiera de 2007-2009 y el periodo posterior a la explosión de la burbuja puntocom en 2000-2002.
– Mercados bajistas cíclicos: desencadenados generalmente por las subidas de la inflación y los tipos de interés y los descensos de los beneficios empresariales. Asistimos a episodios de estas características a comienzos de la década de 1980 y 1990.
– Mercados bajistas provocados por acontecimientos: motivados por choques externos, como una guerra, una crisis petrolera o una crisis en los mercados emergentes. Algunos ejemplos recientes son el Lunes Negro de 1987 y la crisis de los mercados emergentes de 1998.
La clave reside en que los diferentes mercados bajistas presentan claras divergencias en lo que respecta a la magnitud de las caídas, la duración del movimiento bajista y cuánto se tarda en volver al punto de partida.
El profesor Robert Shiller de la Universidad de Yale ha recopilado datos de 27 mercados bajistas diferentes registrados por el índice S&P 500 desde 1835 y ha llegado a las siguientes conclusiones: los mercados bajistas estructurales presentan descensos medios del 57%, duran 42 meses y tardan 111 meses en volver al punto de partida; los mercados bajistas cíclicos muestran descensos medios del 31%, duran 27 meses y tardan 50 meses en volver al punto de partida; y los mercados bajistas provocados por acontecimientos registran descensos medios del 29%, duran solo 9 meses y tardan 15 meses en volver al punto de partida. Creemos que puede suponerse que estamos ante un mercado bajista provocado por un acontecimiento, en este caso una crisis externa.
Eso explica la rapidez de las caídas y hace presagiar una recuperación más rápida cuando el virus remita. Como demuestra este estudio, un mercado bajista provocado por un acontecimiento vuelve al punto de partida generalmente al cabo de un año, frente a los cuatro años que tarda un mercado bajista cíclico y los casi diez años que tarda un mercado bajista estructural.
¿Qué puede provocar un giro al alza de los mercados?
Sin embargo, existen varios puntos adicionales que es necesario considerar. Nunca hemos visto un mercado bajista provocado por un acontecimiento como una pandemia. Tampoco hemos visto nunca un mercado bajista donde los tipos de interés estuvieran tan bajos (lo que reduce el efecto de la política monetaria como instrumento).
Además, la combinación de una crisis en la oferta y en la demanda a causa de la pandemia con un derrumbe del 60% del precio del petróleo genera importantes tensiones en los mercados internacionales de deuda corporativa.
En nuestra opinión, existen tres posibles catalizadores que podrían propiciar un giro al alza del mercado: el brote emite señales claras de estacionalidad o simplemente toca techo; aparecen indicios de que las contundentes medidas fiscales pueden mantener a flote la economía sin excesivos daños; y las cotizaciones reaccionan en exceso durante una recesión larga y prolongada.
Pensamos que seguiremos asistiendo durante las próximas semanas a unos mercados volátilesque probablemente sigan cayendo a medida que se hunden las previsiones de beneficios. Muchos analistas pronostican ahora un crecimiento prácticamente nulo del PIB mundial en 2020, lo que generalmente conlleva una caída de los beneficios del 30%-40% frente a los niveles actuales.
DNB Asset Management es una de las mayores gestoras de activos de los países nórdicos y ofrece productos en clases de activos nórdicos y una selección de temáticas. Es una filial al 100 % de DNB ASA Group, entidad que cotiza en la Bolsa de Oslo y una de las empresas de servicios financieros más exitosas de Escandinavia.
Tribuna de Mikko Ripatti, gestor senior de carteras en DNB Asset Management
La pregunta de cuándo se producirá la próxima recesión en Estados Unidos es cada vez más habitual, especialmente ahora que el brote de coronavirus ha causado trastornos sin precedentes y provocado el primer mercado bajista en 11 años. Según Capital Group, aunque durante un tiempo seguiremos sin conocer el alcance completo de su impacto económico, resulta claro que el país entrará en recesión en 2020, si no lo ha hecho ya.
“Las recesiones pueden ser complicadas, impopulares y, a veces, extremadamente aterradoras”, aseguran los economistas de la gestora Darrell Spence y Jared Franz en un análisis reciente. Con el fin de contribuir a la preparación para estos tiempos inciertos, han analizado las últimas 10 recesiones económicas y extraído sus principales conclusiones.
¿Estamos muy cerca de la próxima recesión estadounidense?
A pesar de que la economía de EE.UU. se encontraba relativamente sana hace unos meses, el brote de coronavirus ha alterado este panorama de manera considerable. “Nuestra hipótesis de base es que es casi seguro que se produzca una recesión en 2020”.
Para Capital Group, aunque es posible que durante algún tiempo no se conozca el impacto económico completo, una combinación de las interrupciones de la cadena de suministro global y un menor consumo tendrá un impacto material en las ganancias corporativas. Determinadas industrias como el turismo y la hostelería serán las más afectadas, pero los efectos probablemente se sentirán en todos los sectores.
“Si el Gobierno de EE.UU. y la Reserva Federal continúan respondiendo con un fuerte estímulo fiscal y monetario, podrían contribuir en gran medida a mitigar las consecuencias económicas y la duración de una recesión. Por supuesto, otro factor clave será el tiempo que se tarde en contener la propagación del virus”, asegura.
¿Cómo deben posicionarse las carteras de renta variable?
La renta variable suele tener un rendimiento bajo durante las recesiones, pero tratar de acompasarse con el mercado vendiendo acciones puede ser desaconsejable, según la gestora.
“No obstante, al prepararse para una recesión, los inversores deberían aprovechar para revisar su distribución de activos (que puede haber cambiado significativamente durante el mercado alcista), y así asegurarse de que su cartera está equilibrada y ampliamente diversificada”. Bajo su punto de vista, consultar a un asesor financiero puede ser de gran ayuda, ya que en estos escenarios los inversores pueden tomar decisiones basadas en lo emocional.
No todas las acciones responden del mismo modo durante los períodos de estrés económico. En los ocho mayores descensos del mercado de valores entre 1987 y 2019, algunos sectores resistieron de forma más constante que otros, generalmente aquellos con mayores dividendos, como los productos básicos y los servicios públicos. Los dividendos pueden ofrecer un potencial de rendimiento estable cuando los precios de las acciones descienden ampliamente, señala la gestora.
“Las acciones orientadas al crecimiento todavía tienen un lugar en las carteras, pero los inversores deberían considerar empresas con balances sólidos, flujos de efectivo constantes y amplios márgenes de maniobra para el crecimiento que puedan soportar la volatilidad a corto plazo”, apunta.
¿Cómo deben posicionarse las carteras de bonos?
Según Capital Group, la renta fija es clave para el éxito de las inversiones durante una recesión o un mercado bajista. Esto se debe a que los bonos pueden proporcionar la medida esencial de estabilidad y preservación del capital, en particular cuando los mercados de valores son volátiles.
Durante las últimas seis correcciones de mercado, los rendimientos del mercado de bonos de EE.UU., según el índice Bloomberg Barclays U.S. Aggregate, se mantuvieron estables o positivos en cinco de los seis períodos.
La gestora asegura que lograr una asignación de activos de renta fija adecuada siempre es importante. “Pero, dado que la economía de EE.UU. está entrando en un período de gran incertidumbre, resulta crucial para los inversores asegurarse de que las participaciones de renta fija proporcionen equilibrio a sus carteras”.
A su juicio, los inversores no tienen por qué aumentar su asignación de bonos antes de una recesión, pero deben asegurarse de que su exposición de renta fija aporta elementos de los cuatro roles que desempeñan los bonos: diversificación respecto a las acciones, ingresos, preservación del capital y protección contra la inflación.
¿Cómo prepararse para una recesión?
“Ante todo, los inversores deben conservar la calma y mantener una perspectiva a largo plazo a la hora de invertir, antes y durante una recesión”, afirma. Las emociones pueden ser uno de los mayores obstáculos para obtener rendimientos sólidos, en especial durante los períodos de tensión económica y del mercado.
Determinar la fecha exacta de inicio de una recesión es imposible y, sin embargo, tampoco es primordial. Para Capital Group, lo más importante es mantener una perspectiva a largo plazo y asegurarse de que el diseño de la cartera garantiza un equilibrio “que permita beneficiarse de los períodos de crecimiento antes de que este se produzca, al tiempo que resiste a esas etapas inevitables de volatilidad”.
Pixabay CC0 Public Domain. Los mercados arrancan una nueva fase tras la perturbación inicial que estará plagada de esperanza y miedo
Carmignac considera que hacer balance de la situación en este momento arroja resultados interesantes, dado que acaba de finalizar el primer trimestre. En su último análisis, destaca que, después de haber sufrido una perturbación de gran envergadura, los mercados se están adentrando en una fase que combina esperanza y miedo. Tras ella, vendrá la tercera etapa, con un nuevo paradigma de mercado.
Entre febrero y marzo se produjo esa perturbación, que se sintió en unos mercados que se preparaban para un año de modesta recuperación económica tras la ralentización de 2018-2019. “Esa sensación de placidez, sumada al clásico desdén por lo que sucede en tierras lejanas, provocó que las bolsas europeas prácticamente se desentendiesen hasta principios de febrero del brote de la epidemia en China”, asegura la gestora.
En su opinión, posteriormente, se constató que no era solo un problema regional, sino que también incumbía a Occidente; pero seguía sin comprenderse del todo lo rápido que la propagación de una pandemia puede saturar los sistemas sanitarios. Eso generó una creciente sensación de pánico, se impuso un bloqueo económico con importantes consecuencias deflacionistas, los mercados bursátiles cayeron un 20%-30% en un mes y los tipos a largo plazo se desplomaron.
Después, cundió el pánico en la Fed y la mayoría de bancos centrales y gobiernos, que aplicaron “soluciones sumamente poderosas de sustitución de ingresos para las economías”, que habían interrumpido un 75% de su actividad. Según Carmignac, todo ello puso punto final a la primera fase de la perturbación.
Desde entonces, señala, nos hemos adentrado en la segunda fase: los mercados empiezan a ver la luz al final del túnel, a medida que las curvas exponenciales comienzan a mostrar una evolución algo más esperanzadora en prácticamente todos los países “y el posicionamiento del mercado ha pasado a ser muy liviano”. Pero, al mismo tiempo, pronto se podrá cuantificar el efecto económico del confinamiento conforme se vayan publicando los datos económicos posteriores a febrero.
“Las empresas empezarán a publicar sus resultados trimestrales y perspectivas en estos días, y probablemente serán desfavorables”. Para la gestora, lo que debemos tener en cuenta es que, a diferencia de lo que ocurriría con una recesión cíclica clásica, esta vez el sector servicios será el más afectado, y en nuestras economías representa entre el 70% y el 80% del PIB.
Un mercado de altibajos
Su hipótesis inicial es que esta segunda fase se caracterizará por una combinación del regreso de los mercados a su senda inicial y la publicación de datos de gravedad sobre el daño económico. “Por tanto, esperamos que este periodo sea sumamente inestable: estará repleto de esperanza, pero también de incertidumbre”. Además, destaca que esta situación también impera en los mercados de renta fija, donde los rendimientos han alcanzado niveles mínimos y ahora parecen estar entrando en una horquilla de negociación determinada.
Con todo, Carmignac pronostica muchos altibajos en unos mercados, que, en los últimos días, “han mostrado una gran solidez”. Por ello, ha incrementado su perfil de riesgo según comenzaba esta fase, pero solo hasta niveles moderados, con el fin de reducir la volatilidad de sus fondos.
“Sin duda alguna, existe un argumento alcista para la tercera fase, dado que, según parece, los responsables políticos han respondido al problema con fuego a discreción”. En ese sentido, recuerda que el balance de la Fed se ha disparado en 1,6 billones de dólares en seis semanas y que el esfuerzo en el plano presupuestario también es ingente. Aun así, actualmente trabaja teniendo en cuenta cuatro cuestiones que le preocupan de cara al futuro:
1. La forma en la que la Unión Europea abordará una situación en la que es necesario ser solidarios. “En realidad, se trata de un asunto político, no solo económico. Veremos si los ministros de Finanzas del Eurogrupo logran alcanzar un acuerdo en breve, pero será necesario un compromiso concreto, al más alto nivel”, afirma. De otro modo, advierte de que nos quedaremos “encallados” en la condicionalidad de la ayuda, la duración de los préstamos y la procrastinación.
2. La segunda preocupación gira en torno a cómo afrontarán algunos países del universo emergente que presentan cierta debilidad esta presión duradera sobre la financiación en dólares.
3. También permanecerá pendiente de la duración de las repercusiones iniciales sobre la actividad económica. “Los analistas han rebajado sus expectativas para 2020, ¿pero podrían aun así estar pecando de optimistas?”, se pregunta la gestora.
4. Por último, asegura que el grado de coordinación internacional en las medidas de recuperación podría ser sumamente importante. “Si bien Europa no da grandes muestras de coordinación, no se decantará por las políticas de austeridad, como hizo en 2008; aunque también resulta evidente que EE. UU. no está intentando asumir el papel de líder mundial”, apunta. A su juicio, parece que cada país se está sacando sus propias castañas del fuego, lo que podría dar lugar a una coyuntura política y económica de gran complejidad.
Las medidas de cuarentana han obligado al Museo del Graffiti en Miami a cerrar sus puertas, pero el museo mantiene una sólida presencia en línea que abarca desde charlas de arte diarias en vivo por medio de IG hasta libros para colorear de graffiti descargables.
En esta ocasión, el Museo de Graffiti prepara la inauguración de The ProCES, con nuevas pinturas y dibujos del famoso maestro de estilo de Nueva York, CES, la cual se transmitirá en vivo el sábado 18 de abril de 2020 a las 5 p.m. a través de ZOOM.
Los visitantes participarán en una visita interactiva a través de la exposición mientras escuchan una discusión sobre el trabajo de CES y el cofundador del museo Alan Ket. Los invitados podrán enviar preguntas en tiempo real y también serán los primeros en recibir enlaces para comprar obras de edición limitada recién lanzadas. A CES se le unirán algunos invitados sorpresa, amigos famosos y colaboradores. La fiesta de apertura de la transmisión en vivo concluirá con un set de DJ.
«Aunque es importante que todos hagamos sacrificios en este momento, refugiarse no significa que tengamos que renunciar a ofertas culturales y experiencias únicas», dijo Allison Freidin, cofundadora del Museo de Graffiti. «Nuestra esperanza es que nuestras charlas virtuales de arte y aperturas de exhibición traigan alegría y estímulo a los hogares de las personas. No conozco a nadie que no esboce una sonrisa cuando vea los ingeniosos dibujos polimórficos de CES».
ProCES, comisariada por Carlos Mare, presentará una variedad de ilustraciones de marcadores a pequeña escala del artista que muestran su talento artístico, así como pintura en aerosol de gran formato por lo que es conocido.
Para recibir el enlace de ZOOM, escriba a RSVP@museumofgraffiti.com
Foto cedida. “Las medidas que ha tomado Chile han sido adecuadas y efectivas”
El economista jefe de Itaú, Miguel Ricaurte, participó del live streaming “Visión de Líderes”, programa que a través del canal de Youtube Itaú Chile lleva información relevante al mercado y a la ciudadanía en general a través de conversaciones con distintos expertos de diversas disciplinas.
Entrevistado por el gerente de Productos de Inversión de Itaú, Wagner Guida, el economista expuso sobre el escenario macroeconómico en tiempos de Covid-19. “Estamos proyectando una recesión a nivel mundial, con una contracción del producto de 1,1% en 2020, bastante más bajo que la crisis subprime. Afectará a Estados Unidos, Europa y Japón, principalmente”, afirmó.
Respecto de la región, Ricaurte recordó que venía con un menor crecimiento desde hace unos meses, y que el impacto del Coronavirus y los efectos del distanciamiento social dependerán de las decisiones que están tomando los gobiernos para responder a la crisis: “las medidas para contener el impacto son clave para afrontar la crisis, mantener los puestos laborales, el consumo y la inversión”, sostuvo.
Destacó que, a nivel global, las medidas tomadas son robustas, pero advirtió que hay países que se han demorado por falta de espacio fiscal y monetario.
Respecto de Chile, estimó que el respaldo que brindan los ahorros que hizo el fisco en los primeros años del 2000 y una baja deuda histórica del país, deberían permitir a las autoridades dar oxígeno al sector privado para afrontar este momento y ayudarles a retomar el crecimiento cuando pase la crisis.
Proyecciones económicas
Dado el impacto de la pandemia y las medidas de distanciamiento social, la economía chilena también se contraería este año (cerca de 2%). Agregó que si la recuperación que muestra China es un indicador de lo que pasará en otras economías, podríamos ver una gradual normalización en la segunda mitad del año y hacia 2021.
El economista proyectó que el nivel de deuda estructural de Chile será más alto de lo que el país estaba acostumbrado, lo que hará que el mercado le asigne más riesgo. En este escenario, anticipó que el peso chileno podría llegar a 830 pesos frente al dólar a fines de este año y, en un escenario de mayor normalidad, a cerca de 800 pesos por dólar a fines de 2021.
Respecto de la tasa de política monetaria, Ricaurte proyectó que podrían subir recién en el tercer o cuatro trimestre del próximo año. “Dada la incertidumbre doméstica, es probablemente que volvamos a tasas de 2%”, proyectó.
Para este año anticipó además que el déficit de la cuenta corriente de Chile podría alcanzar a medio punto del PIB, acompañado de un superávit comercial.
“Visión de líderes”
Este programa de conversación en vivo transmitido por streaming es una iniciativa de banco Itaú, cuyo fin es proveer de información de valor para la sociedad.
Copyright: Flickr. Se amplían los límites de inversión en activos alternativos para los fondos de pensiones chilenos
El Banco Central de Chile decidió el miércoles 15 de abril aumentar los límites estructurales máximos de inversión en activos alternativos para los fondos de pensiones chilenos tipos A, B, C y D, respecto de aquellos definidos en octubre de 2017. En el caso del Fondo E, se decidió mantener su límite sin modificaciones.
Respecto al fondo de cesantía solidario (FCS), cabe notar que el límite vigente ya se encuentra en el máximo que permite la ley.
Los nuevos límites fijados por el Banco Central se muestran en la siguiente tabla
Esta decisión se fundamenta en el objetivo de promover la diversificación de los portafolios de los fondos de pensiones permitiéndoles acceder a mejores combinaciones de riesgo y retorno y responde a las demandas de la industria y la superintendencia de pensiones.
Si bien el marco legal citado permite al Banco fijar estos límites entre 5 y 15% del valor del fondo de pensiones que corresponda, se decidió mantener los límites para los fondos de pensiones en un nivel inferior a la cota máxima de dicho rango.
Esta decisión se adopta considerando que eventuales ajustes en las carteras de inversión de los fondos de pensiones puedan llevarse a cabo sin afectar el normal funcionamiento del sistema financiero, y manteniendo el criterio de gradualidad en la implementación de estos límites que ha orientado el accionar del Banco Central de Chile en esta materia, desde que se introdujera esta alternativa de inversión al marco legal vigente.
Según información de la Superintendencia de pensiones a 31 de marzo el total de las inversiones en activos alternativos por parte de los fondos de pensiones asciende a 4.284 millones de dólares, aunque esa cifra no incluye los compromisos adquiridos. Las recientes caídas en el valor de los fondos han hecho que algunas entidades se acercaran al limite regulatorio.
A 31 de marzo de 2020 el volumen total gestionado por los fondos de pensiones chilenos asciende a 170.692 millones de dólares, y considerando dicho valor, el aumento del limite aprobado podría incrementar la inversión en activos alternativos en 3.400 millones de doláres.