Pixabay CC0 Public Domain. La prima de la renta variable española a largo plazo fue un 1,6%, inferior a la prima de cualquiera de los otros países
Credit Suisse ha publicado el anuario 2021 ‘Global Investment Returns‘, elaborado en colaboración con el Credit Suisse Research Institute. El estudio se centra este año en evaluar los rendimientos y los riesgos de invertir en acciones, bonos, efectivo, divisas y factores en 23 países y en cinco índices compuestos diferentes desde 1900. Este año, la base de datos se amplió, para incluir 90 mercados tanto desarrollados como emergentes, y se incluye un análisis en profundidad de nueve mercados nuevos. España aparece situada dentro de los mercados desarrollados, y el estudio analiza la evolución los rendimientos de las clases de activos españoles del siglo pasado.
El español es el idioma internacional más hablado del mundo después del inglés y ocupa el cuarto lugar en número de hablantes nativos después del chino, el hindi y el inglés. Debido en parte a este motivo, España tiene una visibilidad e influencia que trascienden con creces sus fronteras del sur de Europa y son de suma importancia en toda América Latina, contextualiza el informe.
Si bien durante las décadas de 1960 y 1980 los rendimientos reales de la renta variable española estuvieron favorecidos por un mercado alcista y ocupaban el segundo lugar a escala mundial, en las décadas de 1930 y 1970 se registraron los peores rendimientos en nuestro país. Durante los 121 años que abarca el anuario, la prima de la renta variable española a largo plazo, medida en relación con los bonos, fue un 1,6%, inferior a la prima de cualquiera de los otros países que cubrimos durante todo nuestro periodo.
Aunque España se mantuvo al margen durante las dos guerras mundiales, las acciones españolas perdieron gran parte de su valor real durante el periodo de la Guerra Civil, de 1936 a 1939, mientras que el regreso a la democracia en la década de 1970 coincidió con la cuadruplicación de los precios del petróleo, acentuada por las importaciones de las que España depende para cubrir las necesidades energéticas del 70% del país.
España ingresó en la Unión Europea en 1986. Se vio fuertemente afectada por la crisis financiera mundial e hizo frente a un gran déficit presupuestario. Los bancos del país estuvieron expuestos al desplome de las industrias inmobiliaria y de la construcción. Las medidas de austeridad que se adoptaron dieron lugar a una de las tasas de desempleo más altas de Europa. Sin embargo, España está volviendo a crecer desde 2014.
La Bolsa de Madrid se fundó en 1831 y ocupa actualmente el decimoséptimo lugar en el mundo por tamaño, estimulada por un sólido crecimiento económico desde la década de 1980. Las principales empresas españolas mantienen una fuerte presencia en América Latina, a lo que se suma una solidez cada vez mayor en los sectores de banca e infraestructura en toda Europa.
Las acciones más importantes son Iberdrola (21% del índice FTSE World Spain), Banco Santander (13%), Inditex, BBVA y Amadeus IT Group (8% cada una).
Los rendimientos del siglo pasado
En su estudio, Credit Suisse desvela los rendimientos de las clases de activos españolas a lo largo del siglo pasado, abarcando acciones, bonos, letras del Tesoro y analizando también la inflación. Pueden verlo en el siguiente cuadro:
El último trimestre de 2020 marcó un punto de inflexión para los beneficios de los bancos europeos, una evolución que ya se abordó en el primer semestre del año pasado. Aunque los beneficios quedaron bajo presión durante el año, la solvencia de los bancos superó las estimaciones y las previsiones del Banco Central Europeo (BCE). Se espera que los repartos a los accionistas crezcan este año, sobre todo porque en septiembre de 2021 se levanta la prohibición de las distribuciones.
La solvencia se mantiene como el principal atractivo de los informes de resultados de los bancos. El coeficiente medio de capital ordinario de nivel 1 (CET1) de nuestra muestra (1) de bancos (en línea con nuestros anteriores artículos sobre resultados) volvió a aumentar en el trimestre, llevando el coeficiente medio CET1 al 14,2% desde el 13,4% anterior al COVID-19. Sin embargo, lo más importante para los inversores es que el exceso de capital en relación con las necesidades aumentó a 18.000 millones de dólares, casi un 50% más que los niveles anteriores al COVID-19. La resistencia de los bancos estuvo muy por encima de las expectativas y superó las previsiones del BCE en su escenario central como parte de su análisis de vulnerabilidad realizado en julio de 2020. Este escenario central suponía un descenso del CET1 por debajo del 13%, frente al aumento observado hasta ahora.
Con las posiciones de capital de los bancos superando significativamente tanto los objetivos de gestión como los requisitos reglamentarios en el último trimestre del año pasado, el enfoque se ha desplazado hacia las distribuciones a los accionistas. Aunque las distribuciones se prohibieron en 2020 y están restringidas a un nivel limitado hasta septiembre de 2021, también hay una clara voluntad por parte de los equipos de gestión de devolver el excedente (por encima de los objetivos de gestión) a los accionistas. En teoría, las distribuciones a los accionistas son perjudiciales para los obligacionistas, ya que reducen el exceso de capital, pero la historia ha cambiado. La capacidad de pagar dividendos ahora refleja tanto la satisfacción de los reguladores con los modelos de negocio de los bancos como las perspectivas económicas. El levantamiento de las restricciones nos parece un catalizador positivo, ya que supone una mayor certeza de repunte en lugar de que los bancos sigan reteniendo beneficios. Creemos que esto es una noticia positiva para los obligacionistas, ya que los accionistas seguirán asumiendo las desventajas. También observamos que la capacidad de pagar dividendos es positiva para las valoraciones de las acciones y reducirá el coste de los fondos propios de los bancos, lo que creemos que apoyará la capacidad de los bancos de obtener fondos propios cuando sea necesario y, por tanto, la resistencia del sistema financiero.
La calidad de los activos sigue sorprendiendo positivamente
En un nuevo signo de normalización, la calidad de los activos se mantuvo estable en el cuarto trimestre, con pérdidas crediticias que vuelven a situarse en los niveles anteriores al trimestre 19. La incertidumbre se mantiene, con nuevas suspensiones (principalmente en Europa) compensadas por los avances en el programa de vacunación y los nuevos datos de apoyo a la infección. Las pérdidas crediticias en el cuarto trimestre aumentaron en comparación con el tercero, lo que refleja tanto la estacionalidad como el impacto de los bancos al realizar ajustes en sus escenarios macro. Con los costes de riesgo justo por debajo de los 60 puntos básicos, los bancos han reservado menos de la mitad del pico de 120 puntos básicos de crédito en la primera mitad de 2021.
Una cuestión clave para los inversores sigue siendo la evolución futura de los préstamos morosos (non-performing loans, NPL). Con los planes de garantía del gobierno que sustituyen a los ingresos personales y proporcionan liquidez a las empresas, las tasas de morosidad se han mantenido bajas. Los ratios de morosidad de los bancos no han sufrido un impacto significativo hasta la fecha y, de hecho, han descendido ligeramente hasta un mínimo del 2,8% en septiembre de 2020, según el cuadro de riesgos del tercer trimestre de la Autoridad Bancaria Europea. Esta cifra aumentará inevitablemente a medida que las medidas de apoyo a los particulares y a las empresas lleguen a su fin, lo que probablemente ocurrirá en la segunda mitad de 2021 y en 2022, aunque su alcance sigue siendo incierto. Dada la fuerte respuesta de los gobiernos, los bancos centrales y los reguladores, vemos un impacto más limitado que en ciclos anteriores. Además, se han producido algunos movimientos positivos en la resistencia de las carteras de préstamos de los bancos. Una gran parte de las moratorias concedidas a los clientes ya han expirado en el cuarto trimestre de 2020, y la gran mayoría de los clientes han vuelto a sus calendarios de pago normales y quedan muy pocos impagos. Por ejemplo, el 80% de los 112.000 millones de euros de moratorias concedidas por el Banco Santander expiraron en el cuarto trimestre, y sólo el 3% de las moratorias expiradas se convirtieron en morosas, en línea con la cartera de préstamos global de la empresa. Esta tendencia ha sido ampliamente consistente en todos los bancos y ha sido una sorpresa positiva para la calidad de los activos de los bancos.
La resistencia de los bancos sigue estando respaldada por una sólida posición de solvencia y la distribución anticipada de las futuras pérdidas crediticias previstas en las nuevas normas contables (NIIF 9), lo que refleja nuestra convicción sobre el sector financiero europeo. Aunque siguen existiendo importantes incertidumbres, es probable que un aumento necesario de las provisiones provoque la volatilidad de los beneficios en lugar de poner en peligro el capital. Por ejemplo, HSBC estima que, en su escenario económico más severo, se habrían necesitado 7.200 millones de dólares más de provisiones en 2020. Esto se compara con unos 9.000 millones de dólares en beneficios antes de impuestos (esto ya incluye los aproximadamente 9.000 millones de dólares en proyectos de responsabilidad limitada (LLP) que se producirán en 2020). Por lo tanto, el grupo puede absorber el impacto adicional sólo con los beneficios. Esto refleja la capacidad del sector para absorber un aumento de la morosidad y un mayor deterioro de los escenarios macro.
Si bien esperamos un cierto aumento de la morosidad hacia un nivel manejable, el alcance de la distribución anticipada de provisiones en 2020 debería conducir a un descenso de los LLP en 2021.
La rentabilidad sigue bajo presión
Los beneficios del cuarto trimestre superaron ampliamente las estimaciones del consenso, aunque la rentabilidad de los bancos sigue estando bajo presión. Esto sucede porque los préstamos minoristas se deben al impacto de los tipos de interés a largo plazo más bajos, a la menor actividad minorista y a que las provisiones para pérdidas de préstamos se mantienen por encima de los niveles favorables anteriores a Covid 19. Los ganadores relativos en 2020 fueron los bancos con una exposición limitada al crédito (centrados en la gestión de patrimonios/activos) o aquellos con actividades de banca de inversión relativamente mayores, que se beneficiaron de la volatilidad del mercado y de la mayor actividad del mercado de capitales durante el año.
Las perspectivas de rentabilidad en 2021 siguen siendo difíciles, dada la incertidumbre que rodea al Covid-19 y la continua presión sobre los márgenes de interés neto de los bancos debido a los bajos tipos de interés. A medio plazo, esperamos que la rentabilidad del sector mejore mediante una combinación de recortes de costes agresivos, fusiones y adquisiciones, y otros movimientos estratégicos de los bancos para preparar sus modelos de negocio para el futuro. Desde el punto de vista de los obligacionistas, la clave de 2020 es la capacidad de los bancos para seguir siendo rentables a pesar de un escenario real de prueba de resistencia.
Salida hacia el año 2021
De cara a 2021, mantenemos nuestra postura positiva sobre el sector bancario. Los bancos han demostrado que tienen una solvencia sólida y son capaces de absorber las incertidumbres relacionadas con el COVID-19. Los inversores seguirán prestando atención a la calidad de los activos este año y vigilarán de cerca la formación de la morosidad y la confirmación de la normalización de las LLP. Las pruebas de resistencia también serán un elemento clave del calendario. Se espera que la ABE publique sus conclusiones en julio, lo que permitirá conocer la capacidad de resistencia de los distintos bancos. Dada la incertidumbre restante, los inversores deberían centrarse en los bancos que son capaces de soportar un escenario prolongado de COVID-19 sin comprometer los fundamentos del crédito. Por esta razón, seguimos centrándonos en los principales bancos europeos, ya sean bancos de importancia sistémica mundial o campeones nacionales.
Columna de Romain Miginiac, jefe de investigación en Atlanticomnium S.A, firma de inversión especializada en bonos corporativos. Atlanticomnium gestiona activos para GAM Investments.
Anotaciones:
(1) La muestra incluye a UBS, Credit Suisse, Standard Chartered, HSBC, Deutsche Bank, Barclays y Banco Santander. Sólo con fines ilustrativos.
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Banca March se suma a Dalion —proyecto colaborativo que agrupa a diversas empresas para profundizar en la tecnología blockchain y la identidad autogestionada—, con el objetivo de seguir velando por la máxima seguridad de sus clientes en términos de identidad digital y gestión de datos personales. Esta iniciativa se enmarca en el plan de digitalización de la entidad, que tiene como objetivo consolidar un modelo de negocio enfocado al asesoramiento ágil y omnicanal, apoyado en la mejor tecnología y en productos diferenciados.
Banca March se incorpora a un proyecto de vanguardia en la gestión de datos personales que permitirá mejorar la eficiencia de los trámites y, por tanto, la experiencia del cliente.
Gracias al modelo Alastria ID, basado en tecnología blockchain, los usuarios conservan el control total de sus datos personales digitales (identidad autogestionada), garantizando la privacidad e integridad de los datos. Por ejemplo, los usuarios podrán dar consentimiento explícito al uso de sus datos, incluyendo la posibilidad de rectificar, suprimir u oponerse a su tratamiento. Esta tecnología innovadora supone un paso adelante en la protección de datos de los clientes, que permanecerán centralizados en una sola identidad digital y que los usuarios podrán almacenar desde cualquier dispositivo.
Gracias a esta tecnología, se facilita la contratación de forma rápida, sencilla y segura, al eliminarse la necesidad de realizar el onboarding digital completo (alta remota) cada vez que se contrata un producto o servicio. Cuando un usuario decide dar de alta una nueva solicitud, sus datos se envían por un canal adicional seguro y se firma la transacción para su almacenamiento en blockchain que, además, permite registrar las huellas electrónicas necesarias para proporcionar un pleno respaldo legal a las operaciones realizadas.
Los usuarios también podrán utilizar sus datos de forma automática entre diferentes empresas e instituciones, reduciendo considerablemente los trámites burocráticos. Por ejemplo, se podrán utilizar los datos validados por otras entidades a la hora de alquilar un coche, contratar un seguro, solicitar un préstamo, dar de alta el suministro eléctrico o cualquier servicio que el usuario desee.
El Proyecto Dalion es una iniciativa colaborativa surgida del consorcio Alastria y formada por grandes empresas españolas, que tiene como objetivo ayudar a los individuos a gestionar de forma autónoma sus datos personales digitalmente para ser utilizados en cualquier organización pública o privada.
Banca March y planes de digitalización
Banca March continúa avanzando en un intenso proceso de transformación en las áreas de digitalización, tecnología y operaciones. Tras el ambicioso Plan de Transformación Digital 2018-2020, con inversiones por importe de 75 millones de euros, la entidad sigue profundizando en esos ámbitos, como eje estratégico del Plan Trienal #JuntosEnAcción 2020-2022. Durante el pasado ejercicio, los clientes de Banca March pudieron disfrutar de nuevas funcionalidades que optimizaron en gran medida la experiencia del cliente en sus interacciones con el banco. Entre ellas, destaca el nuevo reportingonline, que permite a los clientes con contrato de asesoramiento visualizar la evolución de su inversión y tener acceso a un resumen de sus posiciones en cartera ordenadas por titularidad. Además, los clientes pueden acceder a gráficos de distribución y composición de su cartera, así como consultar todos los informes que elaboran los expertos de la entidad con los cambios que se producen en sus carteras. También se ha reforzado la seguridad de los pagosonline y se ha mejorado el proceso de contratación de productos, agilizando los procedimientos e incluyendo soluciones que permiten su ejecución completa a distancia, como la firma certificada vía email.
Cabe destacar que la operativa a través de la web y la aplicación de Banca March se intensificaron en 2020. La tasa de uso de los canales digitales por parte de los clientes de Banca Privada de la entidad aumentó un 13% hasta situarla en el 66% en diciembre de 2020, lo que refleja el ambicioso proceso de transformación digital en el que está inmersa Banca March para seguir desarrollando un modelo de negocio enfocado en el asesoramiento ágil y omnicanal, apoyado en la tecnología y en productos diferenciados.
Este incremento se produce dentro de un contexto marcado por la COVID-19, en el que los clientes han demandado una mayor atención a distancia, como consecuencia de las medidas de distancia social aplicadas para preservar la salud de los ciudadanos. Banca March dio respuesta a las nuevas necesidades de los clientes reforzando los servicios de banca online y banca telefónica. Gracias a todo ello, la entidad ha observado un aumento notable en el uso de estas herramientas por parte de todos sus segmentos de clientes, entre los que destaca el de Banca Privada.
Pixabay CC0 Public Domain. Fiscalidad global, China y cambio climático: los grandes temas geopolíticos que los inversores deben tener en cuenta
Mientras que los bonos soberanos de los mercados emergentes tienen una historia que se remonta a la década de 1980, comenzando con los bonos Brady que fueron emitidos principalmente por los países latinoamericanos como una forma de reestructurar su deuda, los bonos corporativos de los mercados emergentes son más recientes.
De hecho, los índices de JP Morgan, que son el estándar del sector para el seguimiento de las empresas de los mercados emergentes, no han existido hasta las dos últimas décadas. A continuación, abordamos algunos mitos más extendidos sobre la clase de activos de los bonos corporativos de los mercados emergentes.
Mito 1: Los bonos corporativos de los mercados emergentes son una clase de activos «de nicho”
Esto pudo ser cierto hace una década, pero la realidad es que actualmente esto es muy distinto. Entre 2009 y 2019, el volumen de bonos corporativos de mercados emergentes en circulación creció un 294%, superado únicamente por el crecimiento de las empresas locales de mercados emergentes. En la actualidad, los bonos corporativos de los mercados emergentes denominados en dólares son una clase de activos de 2,5 billones de dólares; el doble del tamaño del mercado de alto rendimiento (high yield) de Estados Unidos y también el doble del tamaño del mercado de bonos soberanos de los mercados emergentes en dólares.
De hecho, la clase de activos ha crecido hasta tener el mismo tamaño que el mercado europeo de grado de inversión (investment grade). El gran tamaño del mercado de bonos corporativos de los mercados emergentes difícilmente puede calificarse de «nicho». Además, esta clase de activos cuenta entre sus filas con algunas de las mayores y más reconocidas empresas del mundo que emiten bonos. Entre ellas se encuentra el Industrial and Commercial Bank of China (ICBC), el mayor banco del mundo por activos, con una base de activos de 4,3 billones de dólares, casi el doble que JP Morgan Chase, y Saudi ARAMCO, el mayor productor de petróleo del mundo. De hecho, Baidu, Alibaba y Tencent, los gigantes de Internet, así como Teva Pharmaceuticals, el mayor fabricante de medicamentos genéricos del mundo, emiten bonos en este mercado.
Mito 2: Las empresas de los mercados emergentes tienen más riesgo que los bonos soberanos de los mercados emergentes
Los datos sugieren lo contrario. Los inversores en bonos de países emergentes denominados en dólares están sujetos a dos fuentes principales de riesgo: el crédito (riesgo de diferencial) y la duración (riesgo de tipo de interés). En cuanto al riesgo de tipo de interés, los soberanos de los mercados emergentes suelen tener curvas más desarrolladas y tienden a emitir bonos de mayor duración en comparación con sus homólogos corporativos.
El JPM EMBI Global Diversified Index, que representa a los soberanos de los países emergentes denominados en dólares, tiene una duración de 8,3 años, casi tres años más que su equivalente corporativo, el JPM CEMBI Diversified Index, cuya duración es de 5,1 años.
En pocas palabras, en igualdad de condiciones, una inversión de 1.000 dólares estadounidenses en deuda soberana de los mercados emergentes podría perder 83 dólares de su valor si los tipos de interés suben un 1%, frente a los 51 dólares de un inversor en deuda corporativa de los mercados emergentes. Desde el punto de vista del riesgo crediticio, las empresas de los mercados emergentes han sido sistemáticamente una clase de activos con calificación investment grade, mientras que los soberanos de los mercados emergentes han oscilado entre las calificaciones investment grade y high yield.
Además, durante la última década, las empresas de los mercados emergentes han demostrado una notable resistencia en tiempos de crisis. Como muestra el siguiente gráfico de rendimiento, durante el inicio de la pandemia mundial del COVID-19, cuando los diferenciales de crédito se ampliaron a un ritmo más rápido que incluso la crisis financiera mundial (CFG), las empresas de los mercados emergentes se comportaron mejor que prácticamente todas las clases de activos comparables, con la excepción de las empresas estadounidenses con calificación investment grade, que se beneficiaron del apoyo fiscal directo de la Reserva Federal. Además, las empresas de los mercados emergentes han tenido, históricamente, menos impagos que los soberanos, como muestra la siguiente tabla:
Además, las empresas de los mercados emergentes han experimentado mayores tasas de recuperación en caso de impago en comparación con los soberanos de los mercados emergentes. Los incidentes de impago mucho más elevados en los mercados emergentes soberanos pueden explicarse en parte por los niveles de apalancamiento generalmente más altos en relación con las empresas.
Mito 3: Un emisor corporativo de los mercados emergentes es tan bueno como el país en el que está domiciliado
Esto es cierto sólo en parte. Hay varios factores que determinan hasta qué punto un emisor corporativo puede desviarse de su soberano subyacente. Por ejemplo, según Fitch Ratings, factores como la proporción del EBITDA externo de la empresa que proviene de fuentes extranjeras frente a las locales, la importancia estratégica de la empresa para el país y la forma en que está constituida jurídicamente influyen para determinar si está sujeta a una «restricción por país». Por ejemplo, FEMSA, una empresa de bebidas y venta al por menor, y América Móvil, un operador de telecomunicaciones, están domiciliadas en México. Debido a la gran diversificación de sus negocios y a su presencia global, las respectivas calificaciones crediticias a largo plazo de estos emisores son de «A» y «A-«5 respectivamente, en comparación con la calificación soberana de México de «BBB-«5.
Dicho de otro modo, se ha considerado que estos emisores tienen una solvencia significativamente mayor que los países en los que están domiciliados. Otra prueba de la resistencia de las empresas frente a los conflictos soberanos puede observarse en dos países. De los cuatro impagos soberanos de los mercados emergentes en 2020, dos también tenían bonos corporativos que formaban parte de los índices de bonos globales, Argentina y Zambia. Como muestran los siguientes gráficos, aunque los bonos corporativos se vendieron inicialmente en línea con los respectivos bonos soberanos, se recuperaron significativamente en cada caso para cotizar a la par o cerca de la par, mientras que los soberanos incumplieron sus emisiones.
No cabe duda de que las empresas de los mercados emergentes han madurado hasta convertirse en una clase de activos por derecho propio. A medida que la búsqueda de rendimiento continúa en todo el mundo, en nuestra opinión, esta clase de activos sigue siendo una alternativa mejor a los bonos soberanos de los mercados emergentes o a los bonos corporativos de los mercados desarrollados debido a la deseable trinomio de alta calidad media, riesgo moderado de tipos de interés y rendimientos normalmente superiores a los del mercado.
Además, como muestra el gráfico siguiente, añadir una asignación de bonos corporativos de mercados emergentes a una cartera global de FI mejora históricamente el potencial de subida y la diversificación, contribuyendo a una cartera más eficiente.
Pixabay CC0 Public Domain. Aegon AM convierte su estrategia Global Diversified Growth en un fondo sostenible
Aegon Asset Management ha completado la transformación del Aegon Global Diversified Growth Fund en una estrategia multiactivo centrada en la sostenibilidad. Como reflejo de este cambio, a partir del 1 de abril de 2021 el fondo pasará a denominarse Aegon Global Sustainable Diversified Growth Fund.
Según explica la gestora, este cambio se produce después de que el Aegon Diversified Growth Fund, domiciliado en Reino Unido, también haya adoptado un enfoque sostenible y haya pasado a llamarse Aegon Sustainable Diversified Growth Fund, como anunció Aegon AM a principios de mes.
Co-gestionado por Colin Dryburgh y Robert-Jan van der Mark, del equipo de multiactivos de Aegon AM, el fondo se propone generar una rentabilidad del 4% por encima de la inflación a través de una cartera diversificada de acciones, bonos y activos alternativos de todo el mundo. En enero de 2020, los gestores empezaron a reposicionar la cartera para aprovechar temáticas de inversión atractivas relacionadas con la sostenibilidad, comenzando con la asignación a renta variable global y siguiendo con las asignaciones a renta fija y activos alternativos. El nombre y la política de inversión del fondo se modificarán para reflejar este énfasis en la sostenibilidad, aunque el objetivo del fondo seguirá siendo el mismo.
El equipo de multiactivos de Aegon AM define como negocios sostenibles aquellos cuyos productos, servicios y prácticas de negocio están alineados con al menos una de seis temáticas clave de sostenibilidad: cambio climático, soluciones ecológicas, uso eficiente de recursos, crecimiento sostenible, inclusión y salud y bienestar.
El fondo invierte tanto en empresas líderes en sostenibilidad, que son aquellas con unas credenciales ejemplares según los filtros de sostenibilidad de Aegon AM, como en empresas que están “en proceso de mejora” en materia de sostenibilidad (improvers), en las que los gestores intentan capitalizar los cambios positivos.
“Aegon Global Diversified Growth Fund ya aprovecha muchos de los cambios en materia de sostenibilidad que se están produciendo en todo el mundo. Incorporar la sostenibilidad a nuestra filosofía y nuestras prácticas nos ayudará a capturar las oportunidades y a minimizar los riesgos no deseados relacionados con los factores medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG). El cambio de nombre del Aegon Global Sustainable Diversified Growth Fund marca el fin del proceso de transición y hace explícito nuestro compromiso con la sostenibilidad de cara a los inversores y a los asesores”, destaca Stephen Jones, director de inversiones (CIO) mundial de Multiactivos y Soluciones de Aegon AM.
Aegon AM cuenta con una larga historia gestionando estrategias de inversión responsable, ya que lanzó su primer fondo especializado hace más de treinta años. En la actualidad, Aegon AM gestiona 213.000 millones de euros en todo el mundo en carteras de inversión responsable especializadas
Pixabay CC0 Public Domain. El private equity se recuperó tras el impacto inicial del COVID-19 y 2021 será un año dinámico para la industria
En el segundo trimestre de 2020 se detuvo repentinamente la actividad de private equity, cuando la realidad del COVID-19 se hizo evidente. Pero la industria recuperó rápidamente su posición y demostró una resistencia extrema. El valor de la transacción y la salida se recuperó vigorosamente en el tercer trimestre, terminando el año un 8% más alto en comparación con los niveles de 2019.
Según todos los indicios, el private equity resistió la tormenta de 2020 sin ver afectados sus rendimientos, ya que las valoraciones se mantuvieron muy altas. En términos de poner a trabajar grandes cantidades de dinero, la segunda mitad del año terminó siendo tan sólida como cualquier carrera de dos trimestres recientes.
Un número a destacar fue el volumen de acuerdos negociados por empresas de private equity, que se redujo en un 24% en 2020 con respecto a los niveles recientes, lo que significa que el valor total de la inversión fue respaldado por acuerdos más grandes. Con un alto nivel de reservas de efectivo y mercados crediticios sólidos, los acuerdos de 2021 prometen estar increíblemente ocupados a medida que los inversores buscan recuperar el tiempo perdido. Si se observan los datos de 2021 hasta febrero, el valor del acuerdo de compra global es un 60% más alto que el promedio de los primeros dos meses durante los últimos cinco años.
Sin embargo, las valoraciones elevadas también significan que hay poco margen de error. El aumento de los precios de los activos en sectores como la tecnología significa que los múltiplos de los acuerdos que se realizan hoy están en o cerca de máximos históricos. Esto tiene varias implicaciones importantes para los inversores en 2021 y más allá.
Las empresas de adquisición de fines especiales (SPAC) volvieron a aparecer en la escena financiera en 2020, recaudando 83.000 millones de dólares en capital fresco, principalmente en los EE.UU., más de seis veces el récord anterior establecido solo un año antes. Como parece que su aumento continuará en 2021, la investigación de Bain & Company encontró que los retornos de SPAC parecen estar mejorando en conjunto, pero el desempeño individual sigue siendo muy variable.
Por otro lado, la inversión ambiental, social y de gobierno corporativo (ESG) continúa enfrentándose al escepticismo. Pero los líderes de la industria del private equity se están moviendo rápidamente para incorporar la sostenibilidad y la responsabilidad en la forma en que invierten y operan. Bain & Company cree que los factores ESG son imprescindibles para las empresas de capital privado a nivel mundial.
«El private equity se mantuvo bien en un contexto tumultuoso y sin precedentes. El mercado absorbió la caída observada en el segundo trimestre y terminó en un nivel alto en general, ya que los negociadores se adaptaron rápidamente a trabajar en un mundo remoto. Con el número de ofertas en 2020 en comparación con los niveles recientes, esperamos ver una gran cantidad de demanda reprimida que regrese al mercado. Si a eso le sumamos los crecientes niveles de reservas de efectivo y mercados sólidos, 2021 se perfila como un año increíblemente ocupado», explica Hugh MacArthur, director global de la práctica de capital privado de Bain & Companny.
Escapando del abismo de 2020
Después de haberse recuperado de un pésimo desempeño en el segundo trimestre, la industria global generó 592.000 millones de dólares en valor de acuerdo de compra en 2020. Eso fue un aumento del 8% con respecto al desempeño de 2019 y un 7% más alto que el promedio de cinco años de 555.000 millones. Un total de 410.000 millones de dólares de ese total llegó en el tercer y cuarto trimestres cuando los General Partners (GP) se apresuraron a poner dinero a trabajar.
Los múltiplos aumentaron en todas las industrias en 2020, pero fueron especialmente optimistas en los sectores más inmunes al COVID-19, como los pagos o aquellos que se beneficiaron de la pandemia, como la tecnología. Lo que equivalía a una huida hacia la calidad, significaba que el capital privado apuntaba a empresas que podían respaldar más deuda, y los bancos estaban felices de suministrarla. Los múltiplos de deuda se dispararon en 2020, con casi el 80% de las operaciones apalancadas a más de seis veces el EBITDA (intereses, impuestos, depreciación y amortización).
Según el informe de Bain & Companny, la actividad de salida en 2020 siguió el mismo patrón que las inversiones. El valor de salida se recuperó en la segunda mitad, ya que la reactivación de los múltiplos de precios y la amenaza de un cambio en la legislación fiscal en los EE. UU., dio a los vendedores un amplio incentivo para poner empresas en el mercado, especialmente las grandes. El número de salidas estuvo por detrás del total de 2019, pero el valor de salida global alcanzó los 427.000 millones de dólares en 2020, a la par con 2019 y en línea con el promedio de cinco años.
La recaudación de fondos global de 989.000 millones de dólares fue una disminución del récord histórico de 2019, pero seguía siendo el tercer total más alto de la historia. Esto indica que el capital privado resistió la tormenta de 2020 sin sufrir un impacto en los rendimientos. En cuanto a la tasa interna de rendimiento (TIR) anualizada a 10 años, los fondos hasta ahora han evitado el tipo de daño sufrido en la crisis financiera mundial.
SPAC: aprovechando una oportunidad en evolución
Según el documento, las empresas de adquisición con fines especiales, o SPAC, están demostrando ser una forma más rápida y segura de hacer pública una empresa. Sin embargo, los aspectos económicos benefician en gran medida al patrocinador y a los inversores que redimen la oferta pública inicial (OPI), mientras que diluyen significativamente a los accionistas públicos que no redimen
Habiendo desaparecido después de la crisis financiera mundial, las SPAC encontraron una nueva vida hace unos años y luego volvieron a explotar en la escena financiera en 2020, recaudando 83.000 millones de dólares en «capital fresco». Según Bain & Company, podrían desempeñar un papel significativo a largo plazo en los mercados de capitales a medida que las empresas buscan alternativas a las OPI tradicionales. Pero es probable que las estructuras de SPAC evolucionen para que sus patrocinadores estén más expuestos al desempeño de la empresa a largo plazo, tanto a través del capital en riesgo inicial como de los acuerdos de compra a plazo.
Según explica Brian Kmet, socio de Bain & Company, en el entorno actual, cualquier objetivo probable con un perfil de empresa pública tiene patrocinadores de SPAC haciendo cola en la puerta. “Los jugadores ganadores que busquen un éxito a largo plazo y repetible deberán equilibrar su esfuerzo en tres trabajos igualmente importantes: encontrar el trato adecuado a tiempo, fortalecer las capacidades de debida diligencia para analizar y examinar sus objetivos de mayor potencial, e impulsar el rendimiento a través de la experiencia en gestión, redes de talentos y planificación de creación de valor de clase mundial», señala.
La expansión de la ESG
La inversión ESG continúa enfrentándose al escepticismo en la industria de capital privado, especialmente en los EE.UU. Un análisis del desempeño ESG entre empresas de capital privado realizado por EcoVadis, un proveedor mundial de calificaciones de sostenibilidad empresarial, muestra que las empresas de cartera propiedad de empresas con sede en EE.UU., están 12 puntos por detrás de las de empresas con sede en la Unión Europea. Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer, incluso en Europa. De hecho, si se analizan únicamente los factores de sostenibilidad, la gran mayoría de las empresas de cartera de propiedad de la UE no han lanzado iniciativas significativas.
Lo que sí muestran los datos de EcoVadis, es que las empresas y corporaciones propiedad de private equity están muy comprometidas cuando se trata de puntajes de madurez ESG, tanto en los EE.UU. como en Europa. Los actores proactivos de capital privado no están esperando que los estudios de retorno de la inversión (ROI) funcionen antes de incorporar la sostenibilidad y la responsabilidad social en la forma en que invierten y operan.
Según las conclusiones del informe, la relevancia de los factores medioambientales se ve reflejada en que ya hay empresas, principalmente en Europa, que han llegado a considerar los criterios ESG como una parte fundamental de lo que las diferencia como competidores, moldeando los principios sostenibles para afinar la diligencia debida, construir planes de creación de valor más sólidos y preparar las historias de salida.
Pixabay CC0 Public Domain. Credicorp Capital Asset Management firma acuerdo de distribución con Selinca AV
Credicorp Capital Asset Management, gestora de inversiones especializada en activos de América Latina y perteneciente al grupo Credicorp -líder en el sector financiero latinoamericano-, ha firmado un acuerdo de comercialización con Selinca AV, compañía especialista en la comercialización de fondos de terceros, que permitirá que los inversores de España e Italia puedan acceder a los fondos de la gestora domiciliados en Luxemburgo.
“Internacionalizar nuestros fondos de Luxemburgo es una estrategia clave para nosotros en nuestro camino a consolidarnos como el gestor de preferencia de los inversores y como el líder de la región andina”, comentó Rafael Castellanos, Managing Director de Credicorp Capital Asset Management.
Actualmente, Credicorp Capital Asset Management cuenta con tres estrategias latinoamericanas en Luxemburgo: dos de renta fija y una de renta variable.
En Europa, los inversores podrán acceder a los fondos a través de Inversis y Allfunds.
“Para Selinca es muy importante seguir incrementando la oferta de productos que podemos ofrecerle a nuestros clientes en Europa. Por eso, firmar este acuerdo con Credicorp Capital Asset Management ha sido clave para nosotros, ya que ahora podremos ofrecer esta clase de activo que es cada vez más buscada en territorio europeo”, agregó Manuel López de Selinca.
Foto cedida. Las entradas a ETFs de renta variable se duplicaron en febrero
El optimismo de los inversores se fortaleció en febrero, lo que provocó un aumento de los flujos de entrada en ETFs globales de 122.200 millones de euros, según los datos publicados por Amundi. Los flujos de entrada en renta variable se duplicaron este mes, hasta los 101.500 millones de euros, frente a los 50.700 millones de enero, mientras que la renta fija se mantuvo aproximadamente en el mismo nivel, con 19.200 millones de euros, frente a los 20.700 millones del mes pasado.
Además, América del Norte recibió el mayor volumen de entradas de renta variable este mes, con 45.100 millones de euros, mientras que los sectores, los temáticos y las estrategias smart beta ocuparon el segundo lugar, con 34.600 millones de euros. Los flujos de entrada en renta fija estuvieron equilibrados entre los agregados, los bonos corporativos y los bonos gubernamentales, recibiendo 8.400 millones de euros, 3.400 millones de euros y 2.400 millones de euros respectivamente.
Según explica Amundi en su último informe periódico, el entusiasmo de los inversores por la renta variable en febrero fue más moderado en el caso de los ETFs registrados en Europa que en el de los productos mundiales. Los flujos de entrada se situaron justo por debajo del nivel del mes pasado, con 10.900 millones de euros, frente a los 12.900 millones de enero.
“Las tendencias de los productos también difieren de las que se dan a nivel mundial: los sectores, las temáticas y smart beta atrajeron 6.800 millones de euros y los índices mundiales captaron 6.300 millones de euros. El Reino Unido siguió siendo el país con mejor comportamiento, atrayendo flujos de entrada de 638 millones de euros. Los sectores y las temáticas captaron 5.300 millones de euros. Y el sector financiero fue el más popular, atrayendo flujos de entrada por valor de 1.100 millones de euros, lo que indica que los inversores se sienten optimistas sobre la recuperación económica tras la pandemia”, apuntan desde Amundi.
Eso sí, la ESG sigue siendo una sólida dinámica entre los flujos. Según indica la gestora, la inversión ESG siguió funcionando bien, con entradas de 6.000 millones de euros, siendo los índices mundiales y norteamericanos las estrategias más populares, con más de 2.000 millones de euros cada uno.
Respecto a la renta fija, las entradas fueron aproximadamente la mitad de las registradas en la renta variable, con 5.400 millones de euros, pero fueron más de tres veces superiores a las de enero, cuando alcanzaron 1.700 millones de euros. Por otro lado, los bonos corporativos representaron una proporción significativa de esas entradas, con un flujo neto de 4.700 millones de euros.
“Esto fue impulsado por una importante asignación de más de 4.600 millones de euros a estrategias de bonos corporativos ESG de EE.UU., que parece provenir de un solo inversor. Los bonos corporativos de la zona euro registraron entradas de 494 millones de euros, mientras que se registraron salidas en bonos high yield de la zona euro de 372 millones de euros”, señala el informe de Amundi.
Por último, la gestora destaca que los bonos soberanos chinos siguieron demostrando su popularidad, con entradas de 1.100 millones de euros. “También se produjeron importantes asignaciones a productos ligados a la inflación, con las estrategias de Estados Unidos, la zona euro y globales captando 521 millones de euros, 363 millones de euros y 126 millones de euros, respectivamente. Esto refleja la renovada preocupación de los inversores por el aumento de los precios al consumo durante la recuperación económica posterior a la crisis, ahora que el Senado estadounidense ha aprobado un paquete de estímulo por valor de 1,9 billones de dólares”, concluye el documento.
Seth Meyer, gestor de carteras de bonos high yield en Janus Henderson Investors. Seth Meyer, gestor de carteras de bonos high yield en Janus Henderson Investors
Tras un año de disrupción sin precedentes, hemos visto cómo los niveles de los índices de renta variable y crédito corporativo han superado lo que muchos inversores habrían considerado posible hace un año, durante la corrección del COVID-19. En ese entorno, y con la evolución de la pandemia global todavía siendo una incógnita, analizar toda la estructura de capital de una empresa podría ser crucial para encontrar empresas con modelos de negocio sólidos y oportunidades de crecimiento sostenible.
En la gestión activa se habla mucho de su fuerza potencial cuando las valoraciones pueden no reflejar del todo los fundamentales. Pero un aspecto de la gestión activa del que pocas veces se habla ―y que puede ser sumamente valioso en la investigación y análisis fundamental― es la colaboración entre los equipos de deuda corporativa y renta variable de una gestora.
Recientemente en Janus Henderson Investors analizaron cómo funciona este proceso colaborativo. Hablando con Seth Meyer y Brent Olson, gestores de carteras high yield, y Nick Schommer, gestor de carteras de renta variable estadounidense, la gestora descubrió que hay muchas más formas en que los gestores se ofrecen mutuamente información de lo que habíamos imaginado. También aprendió que, al final, todo se reduce a algo en lo que todo el mundo está de acuerdo en que es esencial: el trabajo en equipo.
Hay acciones y bonos, pero solo una empresa
Dado que la investigación corporativa de Janus Henderson se basa en el análisis fundamental bottom-up, resulta lógico que los estudios que realizan sus analistas de renta variable y renta fija coincidan en parte.
Brent: Normalmente, una empresa decide financiar sus operaciones y crecimiento futuro con una combinación de capital: deuda (bonos) y renta variable (acciones). Los analistas de renta fija tienden a enfocarse en el atractivo de los bonos de la empresa, mientras que los de renta variable estudian el valor de sus acciones. Podemos centrarnos en diferentes elementos de las finanzas de una compañía, pero, al final, estamos ante la misma empresa.
Aunque diferentes enfoques pueden dar lugar a diferentes oportunidades, a veces una oportunidad pasa de un mercado (como bonos) a otro (como acciones). Como explicó Seth:
Seth: No es raro que el análisis realizado sobre la renta fija termine convirtiéndose en una oportunidad de la renta variable de la empresa y viceversa. Por ejemplo, los analistas de renta fija pueden reconocer más rápidamente el impacto de una posible reestructuración de deuda. En ese caso, los bonos de una empresa subirán primero, pero las acciones podrían subir después, cuando los inversores sopesen las ventajas del menor apalancamiento, la mayor liquidez y la mejora del perfil de crédito.
Por tanto, los analistas de bonos high yield no solo serían capaces de identificar una oportunidad, sino también de saber cuándo transmitirla al equipo de renta variable. Nick lo explica:
Nick: Recibir una idea del equipo de bonos high yield puede constituir una oportunidad relativamente única para los gestores de renta variable. Es algo que veo por lo general cuando mejora la situación de una empresa a medida que se desapalanca. Cuando una empresa alcanza un ratio de deuda-ebitda (1) de tres veces, los inversores en renta variable pueden empezar a ver rentabilidades reales en forma de recompras de acciones, por ejemplo, y podrían confiar más en la capacidad de esa empresa para invertir para su futuro crecimiento.
(1) Ebitda = beneficios antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones.
Pero a veces eso funciona en ambas direcciones.
Nick: Por otro lado, podemos ver cómo una empresa se vuelve a apalancar, por ejemplo, para financiar fusiones y adquisiciones. En caso de que tengamos esa acción concreta, podemos utilizar la información que hemos adquirido al realizar la inversión en la renta variable ―al igual que nuestra relación con el equipo directivo de la empresa― y compartir ese conocimiento con los analistas de renta fija. Esto puede resultar especialmente útil si la calificación crediticia del bono de la empresa varía como resultado de un aumento de deuda por una adquisición.
A veces, la razón por la que una idea de inversión puede transmitirse entre inversores de renta variable y renta fija no es solo porque estén separados por costumbre, sino también porque diferentes tipos de inversores buscan diferentes oportunidades.
Nick: Con una empresa más apalancada, tendemos a ver una mayor proporción de inversores de hedge funds en la parte de renta variable. A menudo tienen plazos de inversión más cortos y están más cómodos con la volatilidad adicional (y potencial de rentabilidad) que conlleva ese elevado apalancamiento. Pero, a medida que la empresa de desapalanca y refuerza su balance, puede dar más dinero a los accionistas y una nueva base de inversores en renta variable puede empezar a mirar a la empresa. Si consigues llegar antes, tienes ventaja: podrías arbitrar los diferentes apetitos de apalancamiento y riesgo de los inversores. Si el equipo de renta fija nos dice que el apalancamiento puede reducirse, podríamos tener una ventaja.
El valor de las perspectivas diferentes
Aunque Nick, Seth and Brent no tardaron en bromear unos con otros, todos estuvieron de acuerdo en que, independientemente de la oportunidad, el mero hecho de analizar la misma empresa o el mismo sector desde sus respectivos puntos de vista contribuye claramente a que el otro pueda entender la oportunidad y a la capacidad de encontrar una forma de expresarla:
Nick: En general, los inversores en renta variable dedican más tiempo a analizar la cuenta de resultados de una empresa, mientras que los inversores en renta fija se centran más en el balance y el flujo de caja. En el caso de una empresa, logré entender mejor el perfil de liquidez tras hablar con Brent y Seth, y vi que podían refinanciar bonos con vencimiento a corto plazo, lo que me dio una enorme confianza en el perfil de liquidez de la empresa. Me hizo confiar en que, aunque la empresa pueda pasar por un periodo difícil, su calificación crediticia podía mejorar y ser una buena inversión a más largo plazo.
Brent: Las buenas ideas pasan del equipo de análisis high yield al equipo de renta variable por dos motivos principales: En primer lugar, seguimos las tendencias y los progresos, tanto positivos como negativos, del balance de una empresa y solemos reconocerlos antes que el mercado de renta variable, porque no se enfoca tanto en ellos. En segundo lugar, en muchos casos, nuestro historial con el equipo directivo de una empresa en particular es más largo porque acudieron a nosotros buscando financiación.
Y, como es de esperar, las buenas ideas también provienen del otro lado:
Brent: Por otra parte, hay sectores e industrias concretos sobre los que nuestro equipo de renta variable tiene un profundo conocimiento que la parte de renta fija no puede tener tan fácilmente. Lo hemos visto, por ejemplo, en las grandes compañías farmacéuticas, que no tienen una presencia significativa en el mercado high yield. Nick y otros miembros del equipo de renta variable pueden ser de enorme ayuda con su amplia cobertura de estos segmentos del mercado.
Nick: Muy amable de tu parte, Brent. Tiene razón. En el sector salud, donde la ciencia es sumamente importante, nuestro equipo de renta variable cuenta con tres miembros con doctorados. Sus conocimientos son enormemente valiosos para ayudarnos a entender las complejidades de los diferentes dispositivos médicos y medicamentos. Mientras que el equipo de renta fija puede tener bonos de una compañía biotecnológica o un bono convertible emitido por una gran empresa farmacéutica con apalancamiento, a menudo me considero un enlace para ayudarles a entender el análisis que se realiza en la parte de la renta variable.
Seth: Voy a apuntarme a un doctorado en cuanto termine estos Cheetos sabor a jalapeño.
Nick: ¿Qué pasa contigo y los Cheetos de jalapeño?
Seth: Esa información me la guardo para mí.
El valor de compartir ideas temáticas
A veces, compartir ideas generales sobre los cambios económicos o sociales puede evocar ideas que encuentren eco en un compañero de otro departamento. Sucede que Seth, Nick y Brent comparten tanto, si no más, sus ideas o preocupaciones sobre diversas temáticas de inversión como sobre empresas concretas. Ya se trate del cambiante papel de la energía en EE. UU. o el impacto del COVID-19 en la sociedad, son análisis de colaboración:
Nick: En nuestra opinión, ciertos segmentos del sector de la energía dejaron de ser atractivos hace un tiempo, porque creemos que estamos experimentando una transformación generacional en la forma en que consumimos la energía: de los combustibles fósiles estamos pasando a una economía cada vez más basada en la red eléctrica. Al compartir estas ideas generales con los compañeros de renta fija, hemos construido nuestra base de conocimientos y comprensión de los balances de ciertas empresas a los que ellos prestan más atención. El resultado es que no solo hemos identificado ciertas áreas problemáticas (¡gracias, chicos!), sino que también hemos podido analizar el potencial de inversión en esta temática. Este tipo de colaboración resultó especialmente útil durante la caída de los mercados de marzo de 2020.
Al inicio de la pandemia, pensamos que una solución sanitaria podría permitir volver a la normalidad y reabrir la economía. Identificamos segmentos que creíamos que podían beneficiarse al generalizarse la recuperación económica, como los viajes de ocio y los juegos regionales. Trabajando con el equipo de renta fija, tratamos de entender mejor los cambios en los modelos de negocio de las empresas y las diferencias en la situación financiera antes y después del COVID-19 para centrarnos en algunos valores.
Seth: Nos ayudó a ambos. A veces tenía una idea y, gracias al conocimiento de Nick, pude desarrollarla y encontrar la forma de expresarla en el mercado high yield y viceversa. Otro ejemplo, por aburrido que parezca, son las latas de aluminio. El aluminio es un área que creemos que tiene estímulos seculares a largo plazo que nos favorecen, como la reducción del uso de plásticos por motivos medioambientales. Pero, ¿cómo expresar esto? Brent:
Brent: Sí, analizo varias empresas de alto rendimiento del aluminio que, aunque no coticen en bolsa, nos ofrecen algunos datos que pueden tener efecto en empresas similares cotizadas y con acciones. Muchos de los proveedores de productos de aluminio, como componentes de vehículos eléctricos o envases metálicos, son empresas de alto rendimiento. Tengan o no acciones en circulación, dominan una parte significativa del mercado del aluminio y se benefician de las tendencias seculares a largo plazo de las que hablamos: la transición a los vehículos eléctricos y la reducción del uso de plásticos. Este tema nos llevó a reunirnos para compartir nuestras ideas.
Nick: La cuestión es que es un algo iterativo, pues pienso que hemos llegado a muchas de estas ideas juntos. Cuanto más hablamos, más entendemos por qué el otro equipo invierte en las empresas y te sientes más cómodo al preguntarte: «¿Por qué limitarnos en la forma en que analizamos las empresas?». Por tanto, creo que el proceso es muy iterativo y muy colaborativo.
El valor del trabajo en equipo
Tras escuchar a estos gestores de carteras de mercados tan diferentes hablando del valor que se ofrecen unos a otros, se les preguntó a los gestores: «¿Por qué no hay más empresas que tengan este tipo de colaboración?».
Nick: Deberían, ¡pero me alegro de que no lo hagan! En muchas empresas, no creo que el equipo de renta fija colabore con el equipo de renta variable tanto como nosotros. Me llevo muy bien con estos y siempre les estoy molestando sacándoles información. Pero también les ayudo. Por ejemplo, hay sectores en los que les he dicho que no inviertan y, cuando me han hecho caso, les ha ido muy bien.
Seth: Es verdad, hablamos casi cada día. No estoy seguro de que haya un pensamiento independiente. Tendremos distintas conversaciones con nuestros respectivos equipos, por supuesto, ya que gestionamos carteras diferentes y riesgos diferentes, pero tomamos café juntos todo el tiempo. Y cuando tomas café pueden decirse muchas cosas.
Nick: Es verdad. Pero, aunque lo digo todo el tiempo, para que conste: se me da mejor robarles sus buenas ideas que a ellos robarme las mías.
Notas:
Calificación crediticia: calificación asignada a un prestatario basada en su solvencia, otorgada por las agencias de calificación crediticia. La calificación la otorgan normalmente las agencias de calificación crediticia, como S&P Global Ratings o Fitch, que utilizan puntuaciones estandarizadas como «AAA» (alta calificación crediticia) o «CCC» (baja calificación crediticia).
Estados financieros: ofrecen información sobre las actividades y los resultados financieros de una empresa. Sus tres componentes principales son el balance (activo, pasivo y capital accionario), la cuenta de resultados (ingresos y gastos) y el flujo de caja (cuánta caja genera una empresa para pagar su deuda, financiar sus operaciones e inversiones).
Apalancamiento: término sinónimo de endeudamiento o nivel de deuda de una empresa, es el capital en préstamo (deuda) de una empresa en relación con el valor de sus acciones ordinarias (renta variable); también puede expresarse de otras formas, como deuda neta como múltiplo de beneficios. Una empresa muy apalancada tiene una gran proporción de deuda. El desapalancamiento consiste en disminuir los niveles de deuda.
Perfil de liquidez: facilidad con la que una persona o empresa puede cumplir con sus obligaciones financieras con los activos líquidos de los que dispone, es decir, la capacidad de pagar las deudas cuando vencen.
Volatilidad: el ritmo y la medida en que sube o baja el precio de una cartera, un título o un índice de mercado.
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Seth Meyer, gestor de carteras high yield en Janus Henderson Investors. Seth Meyer, gestor de carteras high yield en Janus Henderson Investors
Tras un año de disrupción sin precedentes, se ha visto cómo los niveles de los índices de renta variable y crédito corporativo han superado lo que muchos inversores habrían considerado posible hace un año, durante la corrección del COVID-19. En ese entorno, y con la evolución de la pandemia global todavía siendo una incógnita, analizar toda la estructura de capital de una empresa podría ser crucial para encontrar empresas con modelos de negocio sólidos y oportunidades de crecimiento sostenible.
En la gestión activa se habla mucho de su fuerza potencial cuando las valoraciones pueden no reflejar del todo los fundamentales. Pero un aspecto de la gestión activa del que pocas veces se habla ―y que puede ser sumamente valioso en la investigación y análisis fundamental― es la colaboración entre los equipos de deuda corporativa y renta variable de una gestora.
Recientemente en Janus Henderson Investors analizaron cómo funciona este proceso colaborativo. Hablando con Seth Meyer y Brent Olson, gestores de carteras high yield, y Nick Schommer, gestor de carteras de renta variable estadounidense, la gestora descubrió que hay muchas más formas en que los gestores se ofrecen mutuamente información de lo que habíamos imaginado. También aprendió que, al final, todo se reduce a algo en lo que todo el mundo está de acuerdo en que es esencial: el trabajo en equipo.
Hay acciones y bonos, pero solo una empresa
Dado que la investigación corporativa de Janus Henderson se basa en el análisis fundamental bottom-up, resulta lógico que los estudios que realizan sus analistas de renta variable y renta fija coincidan en parte.
Brent: Normalmente, una empresa decide financiar sus operaciones y crecimiento futuro con una combinación de capital: deuda (bonos) y renta variable (acciones). Los analistas de renta fija tienden a enfocarse en el atractivo de los bonos de la empresa, mientras que los de renta variable estudian el valor de sus acciones. Podemos centrarnos en diferentes elementos de las finanzas de una compañía, pero, al final, estamos ante la misma empresa.
Aunque diferentes enfoques pueden dar lugar a diferentes oportunidades, a veces una oportunidad pasa de un mercado (como bonos) a otro (como acciones). Como explicó Seth:
Seth: No es raro que el análisis realizado sobre la renta fija termine convirtiéndose en una oportunidad de la renta variable de la empresa y viceversa. Por ejemplo, los analistas de renta fija pueden reconocer más rápidamente el impacto de una posible reestructuración de deuda. En ese caso, los bonos de una empresa subirán primero, pero las acciones podrían subir después, cuando los inversores sopesen las ventajas del menor apalancamiento, la mayor liquidez y la mejora del perfil de crédito.
Por tanto, los analistas de bonos high yield no solo serían capaces de identificar una oportunidad, sino también de saber cuándo transmitirla al equipo de renta variable. Nick lo explica:
Nick: Recibir una idea del equipo de bonos high yield puede constituir una oportunidad relativamente única para los gestores de renta variable. Es algo que veo por lo general cuando mejora la situación de una empresa a medida que se desapalanca. Cuando una empresa alcanza un ratio de deuda-ebitda (1) de tres veces, los inversores en renta variable pueden empezar a ver rentabilidades reales en forma de recompras de acciones, por ejemplo, y podrían confiar más en la capacidad de esa empresa para invertir para su futuro crecimiento.
(1) Ebitda = beneficios antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones.
Pero a veces eso funciona en ambas direcciones.
Nick: Por otro lado, podemos ver cómo una empresa se vuelve a apalancar, por ejemplo, para financiar fusiones y adquisiciones. En caso de que tengamos esa acción concreta, podemos utilizar la información que hemos adquirido al realizar la inversión en la renta variable ―al igual que nuestra relación con el equipo directivo de la empresa― y compartir ese conocimiento con los analistas de renta fija. Esto puede resultar especialmente útil si la calificación crediticia del bono de la empresa varía como resultado de un aumento de deuda por una adquisición.
A veces, la razón por la que una idea de inversión puede transmitirse entre inversores de renta variable y renta fija no es solo porque estén separados por costumbre, sino también porque diferentes tipos de inversores buscan diferentes oportunidades.
Nick: Con una empresa más apalancada, tendemos a ver una mayor proporción de inversores de hedge funds en la parte de renta variable. A menudo tienen plazos de inversión más cortos y están más cómodos con la volatilidad adicional (y potencial de rentabilidad) que conlleva ese elevado apalancamiento. Pero, a medida que la empresa de desapalanca y refuerza su balance, puede dar más dinero a los accionistas y una nueva base de inversores en renta variable puede empezar a mirar a la empresa. Si consigues llegar antes, tienes ventaja: podrías arbitrar los diferentes apetitos de apalancamiento y riesgo de los inversores. Si el equipo de renta fija nos dice que el apalancamiento puede reducirse, podríamos tener una ventaja.
El valor de las perspectivas diferentes
Aunque Nick, Seth and Brent no tardaron en bromear unos con otros, todos estuvieron de acuerdo en que, independientemente de la oportunidad, el mero hecho de analizar la misma empresa o el mismo sector desde sus respectivos puntos de vista contribuye claramente a que el otro pueda entender la oportunidad y a la capacidad de encontrar una forma de expresarla:
Nick: En general, los inversores en renta variable dedican más tiempo a analizar la cuenta de resultados de una empresa, mientras que los inversores en renta fija se centran más en el balance y el flujo de caja. En el caso de una empresa, logré entender mejor el perfil de liquidez tras hablar con Brent y Seth, y vi que podían refinanciar bonos con vencimiento a corto plazo, lo que me dio una enorme confianza en el perfil de liquidez de la empresa. Me hizo confiar en que, aunque la empresa pueda pasar por un periodo difícil, su calificación crediticia podía mejorar y ser una buena inversión a más largo plazo.
Brent: Las buenas ideas pasan del equipo de análisis high yield al equipo de renta variable por dos motivos principales: En primer lugar, seguimos las tendencias y los progresos, tanto positivos como negativos, del balance de una empresa y solemos reconocerlos antes que el mercado de renta variable, porque no se enfoca tanto en ellos. En segundo lugar, en muchos casos, nuestro historial con el equipo directivo de una empresa en particular es más largo porque acudieron a nosotros buscando financiación.
Y, como es de esperar, las buenas ideas también provienen del otro lado:
Brent: Por otra parte, hay sectores e industrias concretos sobre los que nuestro equipo de renta variable tiene un profundo conocimiento que la parte de renta fija no puede tener tan fácilmente. Lo hemos visto, por ejemplo, en las grandes compañías farmacéuticas, que no tienen una presencia significativa en el mercado high yield. Nick y otros miembros del equipo de renta variable pueden ser de enorme ayuda con su amplia cobertura de estos segmentos del mercado.
Nick: Muy amable de tu parte, Brent. Tiene razón. En el sector salud, donde la ciencia es sumamente importante, nuestro equipo de renta variable cuenta con tres miembros con doctorados. Sus conocimientos son enormemente valiosos para ayudarnos a entender las complejidades de los diferentes dispositivos médicos y medicamentos. Mientras que el equipo de renta fija puede tener bonos de una compañía biotecnológica o un bono convertible emitido por una gran empresa farmacéutica con apalancamiento, a menudo me considero un enlace para ayudarles a entender el análisis que se realiza en la parte de la renta variable.
Seth: Voy a apuntarme a un doctorado en cuanto termine estos Cheetos sabor a jalapeño.
Nick: ¿Qué pasa contigo y los Cheetos de jalapeño?
Seth: Esa información me la guardo para mí.
El valor de compartir ideas temáticas
A veces, compartir ideas generales sobre los cambios económicos o sociales puede evocar ideas que encuentren eco en un compañero de otro departamento. Sucede que Seth, Nick y Brent comparten tanto, si no más, sus ideas o preocupaciones sobre diversas temáticas de inversión como sobre empresas concretas. Ya se trate del cambiante papel de la energía en EE. UU. o el impacto del COVID-19 en la sociedad, son análisis de colaboración:
Nick: En nuestra opinión, ciertos segmentos del sector de la energía dejaron de ser atractivos hace un tiempo, porque creemos que estamos experimentando una transformación generacional en la forma en que consumimos la energía: de los combustibles fósiles estamos pasando a una economía cada vez más basada en la red eléctrica. Al compartir estas ideas generales con los compañeros de renta fija, hemos construido nuestra base de conocimientos y comprensión de los balances de ciertas empresas a los que ellos prestan más atención. El resultado es que no solo hemos identificado ciertas áreas problemáticas (¡gracias, chicos!), sino que también hemos podido analizar el potencial de inversión en esta temática. Este tipo de colaboración resultó especialmente útil durante la caída de los mercados de marzo de 2020.
Al inicio de la pandemia, pensamos que una solución sanitaria podría permitir volver a la normalidad y reabrir la economía. Identificamos segmentos que creíamos que podían beneficiarse al generalizarse la recuperación económica, como los viajes de ocio y los juegos regionales. Trabajando con el equipo de renta fija, tratamos de entender mejor los cambios en los modelos de negocio de las empresas y las diferencias en la situación financiera antes y después del COVID-19 para centrarnos en algunos valores.
Seth: Nos ayudó a ambos. A veces tenía una idea y, gracias al conocimiento de Nick, pude desarrollarla y encontrar la forma de expresarla en el mercado high yield y viceversa. Otro ejemplo, por aburrido que parezca, son las latas de aluminio. El aluminio es un área que creemos que tiene estímulos seculares a largo plazo que nos favorecen, como la reducción del uso de plásticos por motivos medioambientales. Pero, ¿cómo expresar esto? Brent:
Brent: Sí, analizo varias empresas de alto rendimiento del aluminio que, aunque no coticen en bolsa, nos ofrecen algunos datos que pueden tener efecto en empresas similares cotizadas y con acciones. Muchos de los proveedores de productos de aluminio, como componentes de vehículos eléctricos o envases metálicos, son empresas de alto rendimiento. Tengan o no acciones en circulación, dominan una parte significativa del mercado del aluminio y se benefician de las tendencias seculares a largo plazo de las que hablamos: la transición a los vehículos eléctricos y la reducción del uso de plásticos. Este tema nos llevó a reunirnos para compartir nuestras ideas.
Nick: La cuestión es que es un algo iterativo, pues pienso que hemos llegado a muchas de estas ideas juntos. Cuanto más hablamos, más entendemos por qué el otro equipo invierte en las empresas y te sientes más cómodo al preguntarte: «¿Por qué limitarnos en la forma en que analizamos las empresas?». Por tanto, creo que el proceso es muy iterativo y muy colaborativo.
El valor del trabajo en equipo
Tras escuchar a estos gestores de carteras de mercados tan diferentes hablando del valor que se ofrecen unos a otros, se les preguntó a los gestores: «¿Por qué no hay más empresas que tengan este tipo de colaboración?».
Nick: Deberían, ¡pero me alegro de que no lo hagan! En muchas empresas, no creo que el equipo de renta fija colabore con el equipo de renta variable tanto como nosotros. Me llevo muy bien con estos y siempre les estoy molestando sacándoles información. Pero también les ayudo. Por ejemplo, hay sectores en los que les he dicho que no inviertan y, cuando me han hecho caso, les ha ido muy bien.
Seth: Es verdad, hablamos casi cada día. No estoy seguro de que haya un pensamiento independiente. Tendremos distintas conversaciones con nuestros respectivos equipos, por supuesto, ya que gestionamos carteras diferentes y riesgos diferentes, pero tomamos café juntos todo el tiempo. Y cuando tomas café pueden decirse muchas cosas.
Nick: Es verdad. Pero, aunque lo digo todo el tiempo, para que conste: se me da mejor robarles sus buenas ideas que a ellos robarme las mías.
Si desea profundizar sobre las perspectivas de la renta fija high yield, Tom Ross y Seth Meyer discuten la longevidad de los mercados de renta fija high yield en un nuevo webcast de Janus Henderson Investors: ¿Sigue habiendo valor en la renta fija high yield?
Notas:
Calificación crediticia: calificación asignada a un prestatario basada en su solvencia, otorgada por las agencias de calificación crediticia. La calificación la otorgan normalmente las agencias de calificación crediticia, como S&P Global Ratings o Fitch, que utilizan puntuaciones estandarizadas como «AAA» (alta calificación crediticia) o «CCC» (baja calificación crediticia).
Estados financieros: ofrecen información sobre las actividades y los resultados financieros de una empresa. Sus tres componentes principales son el balance (activo, pasivo y capital accionario), la cuenta de resultados (ingresos y gastos) y el flujo de caja (cuánta caja genera una empresa para pagar su deuda, financiar sus operaciones e inversiones).
Apalancamiento: término sinónimo de endeudamiento o nivel de deuda de una empresa, es el capital en préstamo (deuda) de una empresa en relación con el valor de sus acciones ordinarias (renta variable); también puede expresarse de otras formas, como deuda neta como múltiplo de beneficios. Una empresa muy apalancada tiene una gran proporción de deuda. El desapalancamiento consiste en disminuir los niveles de deuda.
Perfil de liquidez: facilidad con la que una persona o empresa puede cumplir con sus obligaciones financieras con los activos líquidos de los que dispone, es decir, la capacidad de pagar las deudas cuando vencen.
Volatilidad: el ritmo y la medida en que sube o baja el precio de una cartera, un título o un índice de mercado.
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