Foto cedidaSusana García, director of sales for LatAm and Iberia; and Andrea Gerardi, senior sales executive for Jupiter AM.. Jupiter Expands Latin America and US Offshore Distribution Team
Jupiter Asset Management ha anunciado dos nombramientos para su equipo de distribución en Latinoamérica y US Offshore con sede en Londres, tras la adquisición de Merian Global Investors que fue completada el pasado 1 de julio.
Susana García, anteriormente Head of Iberian Sales de Merian, se une al equipo como directora de ventas para Iberia y Latam. García se centrará en los mercados minoristas de Uruguay y Argentina, además de respaldar su base de clientes existente en Iberia.
Además, Andrea Gerardi se une como ejecutivo de ventas senior, ayudando a clientes en toda la región. Tanto García como Gerardi reportarán a William López, director de Latinoamérica y US Offshore. Como resultado de estos nombramientos, el equipo interno ha duplicado su tamaño a cuatro miembros.
Además de fortalecer el equipo interno, Jupiter tiene la intención de aprovechar la relación de Merian con la agencia de distribución externa, el Grupo AMCS, para respaldar la distribución en el mercado offshore de Estados Unidos. La larga relación con el Grupo AMCS en el mercado US Offshore, extenderá el modelo de distribución de Jupiter que ya está vigente en la región latinoamericana. AIVA continuará apoyando el desarrollo comercial de Jupiter en el mercado minorista latinoamericano, mientras que Compass Group continuará apoyando a los inversores institucionales.
Descrita por la gestora como «un enfoque de primera línea respaldado por socios de distribución locales», la estrategia de distribución de Jupiter combina la experiencia y la supervisión de un equipo interno con el conocimiento local especializado de los socios de distribución en el terreno.
William Lopez, Head Latinoamerica y US Offshore, ha declarado: “Estoy encantado de dar la bienvenida a Jupiter a dos profesionales altamente experimentados, Susana y Andrea, y espero trabajar con ellos y nuestros socios de distribución especializados, AIVA, AMCS y Compass Group, a medida que aumentamos nuestra presencia en la región. Con una gama de productos y un equipo recientemente ampliados, estoy seguro de que podemos ofrecer un servicio superior a nuestros clientes y continuar desarrollando nuestros activos».
De izquierda a derecha, Javier Muñoz Neira, socio responsable de Gestió. mesa
La inversión sostenible no es una moda y ha llegado para quedarse. Son ya mayoría las voces que aseguran además que las gestoras que no la abracen quedarán fuera de juego, pero también son conscientes de que la nueva normativa que se avecina en materia ESG supondrá importantes cambios en su negocio, y posiblemente también un aumento de costes. Sea como fuere, las gestoras ya se están moviendo para no quedarse rezagadas.
“El que no haga ESG no podrá seguir en la industria de fondos. Vemos la tendencia como una oportunidad para producir diferenciación en la filosofía de las gestoras”, explicaba Guillermo Hermida Lazcano, CIO para Iberia de CaixaBank AM, en el marco del evento “Regulación, consolidación y otras tendencias en la gestión de activos” organizado hace unos meses por KPMG. “En unos años ni siquiera lo mencionaremos porque estará incluido en todas gestoras. Sin la ESG será difícil sobrevivir en el negocio porque es hacia dónde va todo”, corroboraba Sol Hurtado de Mendoza, directora general en España y Portugal de BNP Paribas AM. Y las entidades se están moviendo en este sentido.
“Santander como grupo está muy comprometido con todo lo relacionado con la ISR, y lo estamos impulsando a todos los niveles. Tenemos una oferta de fondos y activos potentes, queremos llegar a 4.000 millones de euros a finales de este año, con un equipo encargado de esta metodología y la idea es llegar a todos fondos con estos criterios”, explicaba José Mazoy, CIO de Santander AM.
“El año pasado lanzamos una política global de sostenibilidad y estamos preparados para 2020, con todos nuestros fondos abiertos que aplican ya criterios ASG, pues toda información adicional de una empresa o gobierno ayuda a tomar mejor decisiones, independientemente de que dé más o menos rentabilidad”, añadía Hurtado de Mendoza explicando el caso de BNP Paribas AM. “Es crucial el diálogo con las empresas, un diálogo abierto para explicar hacia dónde queremos que vayan y cambiar el futuro” añadía, y defendía también la transparencia: “Di lo que haces y haz lo que dices”.
Para Aitor Jáuregui, managing director de BlackRock Iberia, el riesgo es dejar fuera la ESG de la organización, y mencionaba la reciente carta de Larry Fink en la que advertía sobre cómo todo esto se puede traducir en una reasignación de capital en la industria, en función de las decisiones que adopten los directivos de las compañías: “La sostenibilidad debe estar integrada en todo el proceso de inversión y no es una tendencia de corto plazo”, decía. En el caso de su gestora, las medidas van desde ofrecer soluciones de inversión y productos con esta perspectiva hasta adoptar compromisos: en gestión activa, han integrado la sostenibilidad en todos los procesos de inversión, y se han comprometido a excluir de las carteras a los productores de carbón térmico y a las firmas en las que más del 25% de sus ingresos procedan de esa fuente; en indexación, además de crear nuevos productos, trabajarán mano a mano con proveedores de índices para ofrecer más soluciones de inversión para sus clientes; y además se comprometen a ser más transparentes sobre el sentido de su voto en las juntas de las compañías en las que invierten: “Vamos a exigir mucho más a las compañías en las que invertimos”, decía.
El impacto
La visión más pragmática la ponía Ángel Martínez Aldama, presidente de Inverco, que analizaba el impacto derivado de la regulación que se avecina: “Va a haber costes de implementación de la normativa porque las entidades han de transformar sus procesos internos de riesgo y selección de activos, contratar a expertos, hacerse con nuevas herramientas…”, decía.
En este sentido pedía “un puerto seguro en la regulación ESG”, terreno en el que aún hay incertidumbre en aspectos como la inclusión del riesgo de sostenibilidad -que debe ser integrado en los procesos de las entidades al igual que se gestionan otros riesgos, como el de contraparte-, las nuevas normas de reporte o el deber de las gestoras de explicar a los clientes algunas realidades, como el hecho de que se reduzca el universo de inversión.
También se mostró cauto ante el moderado interés que hay en nuestro mercado: “España es un país donde el 20% de los activos está en manos de institucionales y son éstos los que realmente están concienciados en materia ESG, frente al 80% restante. Un reciente informe del Observatorio Inverco menciona que el 82% de los partícipes no conoce o no invierte en fondos ESG y la mitad solo invertiría si ofrecen igual o mayor rentabilidad que los fondos convencionales”.
Pero desde las gestoras creen que el interés está ahí, y es creciente: “Antes veíamos solo cariño con nuestras propuestas; ahora vemos cariño y además inversión”, decía Hurtado de Mendoza desde BNP Paribas AM.
“No hay evidencias sobre el impacto en la rentabilidad, porque no hay metodología contrastada sobre sus efectos pero lo que sí es cierto es que desde el punto de vista de la demanda, los inversores institucionales quieren más fondos que tengan estos criterios y las nuevas generaciones son mucho más conscientes del cambio climático”, añadía Mazoy.
Pixabay CC0 Public Domain. El volumen de inversión en capital privado cae un 67% en el primer semestre del año
Según las primeras estimaciones obtenidas por la Asociación de Capital, Crecimiento e Inversión (Ascri) a través de la plataforma europea EDC, el volumen de inversión en España alcanzó, en la primera mitad del año, 1.434 millones de euros en un total de 344 inversiones. Si bien el volumen de inversión ha sufrido una caída (67% menos que en el mismo periodo de 2019) debido a que no se han cerrado megadeals, el número de operaciones se ha mantenido, a pesar de la situación actual. El venture capital ha sido el dinamizador respecto al número de operaciones, con un volumen de 307,2 millones de euros en un total de 297 inversiones.
“Actualmente, y aunque la industria de venture capital & private equity atravesará un periodo de cierta ralentización, el capital privado es parte de la solución y jugará un papel fundamental en los próximos meses, tanto en el aspecto inversor como en su experiencia en la gestión. Desde Ascri reclamamos certidumbre y una regulación estable para que los inversores internacionales continúen apostando por España”, subraya Aquilino Peña, presidente de Ascri.
Según el tipo de inversor, los fondos internacionales siguen mostrando su interés por España, siendo responsables de 993,4 millones de euros invertidos en 79 deals, récord histórico en número de operaciones en un semestre. Los inversores nacionales privados cerraron 208 inversiones y los nacionales públicos protagonizaron 57 operaciones.
Por tamaño de inversión, el middle market (operaciones con una inversión en equity de entre 10 millones y 100 millones de euros) mantiene su “dinamismo al acaparar un volumen total de 612,2 millones de euros repartido en 23 inversiones”, destacan desde Ascri. Del número total de operaciones registradas, 309 recibieron una cifra inferior a 5 millones de euros en equity.
Según la etapa de desarrollo, destaca la inversión en buy outs, con un volumen de 375,4 millones de euros en 13 inversiones. Respecto al growth, se realizaron 26 deals por 143 millones de euros en total.
Los sectores que mayor volumen de inversión recibieron fueron productos y servicios industriales (34%), biotecnología (21%) y electrónica (11%). por número de inversiones destacaron informática (180 inversiones), medicina/salud y biotecnología/ingeniería genética (29) y productos y servicios industriales (20).
Destaca el crecimiento del fundraising, que, por parte de los inversores nacionales, alcanzó los 990 millones de euros, un 36,4% más que en el mismo periodo 2019. Por otro lado, el volumen de desinversión registró una cifra estimada (a precio de coste) de 656,3 millones de euros en 101 operaciones. El 80% del volumen se desinvirtió mediante venta a terceros, el 7% vía reconocimiento de minusvalías y el 4% como reembolso de préstamos.
Pixabay CC0 Public Domain. DWS pronostica una recuperación económica en forma de raíz cuadrada
Al analizar el impacto de la pandemia en las perspectivas de rendimientos a largo plazo, el pasado abril, DWS planteó tres escenarios potenciales teniendo en cuenta la elevada incertidumbre: statu-quo, repetición del 2009 y “tres sigmas”. El segundo es el escenario base que asume a la hora de plantear sus pronósticos a largo plazo para todas las clases de activos en su último informe.
Este consiste en que, como en 2009, los dividendos caen y se normalizan en un período de cinco años. Asimismo, el crédito corporativo experimenta una modesta migración hacia calificaciones negativas y pérdidas por impago, y los bonos soberanos se desempeñan algo mejor que en el statu quo. En cuanto al escenario de las tres sigmas, los recortes en los dividendos son mayores y tardan todo el período de 10 años en normalizarse, y la migración y las pérdidas del crédito son más severas. Además, los bonos soberanos experimentan un shock sintético que incluye un default asimétrico y la probabilidad de reducción de la calificación.
Según DWS, en el último trimestre, ha quedado claro que, si bien la crisis del COVID-19 es un acontecimiento del tipo de la regla de las tres sigmas, desde el punto de vista económico, es probable que el impacto en los fundamentales de las acciones cotizadas y el crédito corporativo sea comparable al de 2009. “Esto se debe a una combinación de acciones rápidas de gobiernos y bancos centrales (no fue el caso en 2009), una mejor capitalización en ciertos sectores (financieros) y un mayor nivel de «esponjosidad» por parte de las empresas que cotizan en bolsa”, señala.
Asimismo, señala que el sentimiento de los inversores repuntó rápidamente en el segundo trimestre. Varios índices de referencia clave están ahora cerca de sus niveles de principios del año, con el índice NASDAQ 100 a niveles récord. “Algunos inversores pueden encontrar esto irracional, pero, en ausencia de una crisis crediticia, una pérdida del 50% de las ganancias durante 2 años requeriría solo una caída del 5% en los precios, suponiendo una tasa de descuento constante”, señala. Aun así, esto deja a los inversores con unas expectativas de rendimientos reales y nominales durante la próxima década poco satisfactoria.
A nivel agregado, la gestora estima que ahora la tasa de rendimiento prevista para una cartera de activos diversificada es del 4,9%, por debajo del 5,7% de finales del primer trimestre. “Existen oportunidades atractivas dentro de la renta variable y los activos alternativos. Esta perspectiva es consistente con una recuperación económica en forma de raíz cuadrada”, afirma la gestora.
En su opinión, una recuperación económica en forma de «W» o «U» pondría más presión en los rendimientos previstos. En el escenario de las tres sigmas, los de la renta variable serían inferiores en un 0,4-0,8% en todas las regiones en comparación con el escenario de repetición de 2009. Los REITs, las infraestructuras y el high yield estadounidense tienen rendimientos previstos significativamente inferiores en este escenario.
Una recuperación de ‘raíz cuadrada’
La gestora destaca que la pandemia ha enviado a la economía mundial a su recesión más profunda desde la Segunda Guerra Mundial. Según sus estimaciones, se contraerá en un 5% este año. En abril, cuando la mayoría de las economías avanzadas estaban en un bloqueo, la producción literalmente se paralizó. Esto llevó a una disminución del PIB del segundo trimestre de aproximadamente el 10% intertrimestral en la mayoría de los países industrializados.
“Los gobiernos han aplicado paquetes fiscales de una magnitud sin precedentes para evitar que la economía mundial caiga en una depresión”, asegura. En ese sentido, señala los programas de préstamos implementados en marzo para mantener a la solvencia de las empresas y los puestos de trabajo, así como los paquetes de estímulo fiscal lanzados con la relajación del confinamiento para reiniciar la economía. Estas medidas supusieron aproximadamente el 10% del PIB en muchos países y llegaron al 40% en algunos casos.
DWS recuerda que los bancos centrales también intervinieron y ampliaron sus balances de una manera sin precedentes. Así, ayudaron a aumentar la liquidez en los bancos comerciales y a mantener los tipos de interés bajos a largo plazo, mejorando la asequibilidad de los programas gubernamentales a través de la reducción de los gastos de intereses. “Esto ha ayudado a las economías a recuperarse rápidamente del punto más bajo de la recesión y evitar un escenario de depresión. Prevemos que el crecimiento se vuelva positivo en el tercer trimestre en la mayoría de las economías avanzadas”, revela.
A pesar de esta marcada recuperación a corto plazo, considera que la economía tardará (posiblemente hasta 2023) en recuperarse hasta los niveles de 2019. La recuperación del empleo llevará aún más tiempo. “Hasta que se disponga de una vacuna viable, es probable que se produzcan nuevos brotes del virus, que perturbarán las cadenas de suministro y arrastrarán la actividad económica”, advierte.
La gestora también cree que el COVID-19 dejará cicatrices a largo plazo con un crecimiento de la productividad inferior a los niveles pre-pandémicos. “Es posible que se mantengan muchas restricciones a la producción de bienes, y que esta se diversifique hacia más lugares a costa de algunas economías de escala”. Por eso espera que la recuperación adopte la forma de una “raíz cuadrada”.
Pese a que admite la persistencia de cierta incertidumbre a nivel de los fundamentales, la mayor claridad sobre la trayectoria general de la recuperación económica global, así como el marcado repunte de los mercados de riesgo permiten a DWS actualizar sus perspectivas de rendimientos a largo plazo para las principales clases de activos. Todo ello se encuentra plasmado en un informe elaborado por Francesco Curto, responsable de Research House; Sarvesh Agrawal, miembro de la estrategia de inversión y valoración CROCI; Jason Chen, integrante del DWS Research Institute; y Martin Moryson, economista jefe para Europa. Puede accederse al documento completo aquí.
Análisis del proceso de análisis fundamental y cualitativo del equipo de gestores de New Capital by EFGAM para detectar aquellas compañías que del ámbito de la tecnología, la salud, el consumo básico y los servicios financieros que serán capaces de liderar sus respectivos sectores en la próxima década. … Continuar leyendo
Foto cedidaAndrea Iannelli, director de Inversiones de renta fija en Fidelity International. Andrea Iannelli, director de inversiones de renta fija en Fidelity International
En julio, según indica Andrea Iannelli, director de Inversiones de renta fija en Fidelity International, el impulso económico y el sentimiento inversor siguieron mejorando en todo el mundo. Los datos publicados, incluidas las encuestas preliminares y los indicadores adelantados, continúan apuntando a un repunte constante de la actividad global, mientras la política monetaria y fiscal se mantiene extremadamente acomodaticia en las principales economías mundiales.
El fondo de recuperación de la Unión Europea protagonizó el mes de julio, al acordarse concesiones para aprobar el tan esperado plan de estímulo de 750.000 millones de euros. La composición de subvenciones frente a préstamos acordada fue menos ambiciosa que la inicialmente propuesta, pero el plan, que se financiará mediante una emisión de bonos al nivel de la Comisión Europea, fue bien acogido por los inversores y dio un notable empujón a los activos de riesgo.
A diferencia de otras circunstancias vividas en el pasado, las autoridades siguen dando respuestas rápidas y creativas a la pandemia global. Sin duda, por ahora los mercados de riesgo están descontando una visión más optimista, lo que no sorprende dados los niveles de apoyo de los bancos centrales y los datos publicados, que son menos deslucidos. No obstante, se plantean dudas en cuanto a que los fundamentales puedan respaldar realmente esos niveles de optimismo.
Los principales índices de renta variable continúan en máximos históricos y los índices de bonos corporativos siguen cobrando impulso y han recuperado el grueso de las pérdidas (si no todas) registradas durante el año. El petróleo aún es el más rezagado de los activos de riesgo, y la debilidad de esta clase de activos responde a las tensiones existentes entre EE.UU. y China.
Paradójicamente, la mayoría de los rendimientos de la deuda pública siguen en niveles históricamente bajos y la volatilidad del mercado de tipos ha descendido drásticamente en las últimas semanas. Anclados por las compras de los bancos centrales, la incertidumbre política y las expectativas de un menor crecimiento estructural en el futuro, los rendimientos de la deuda pública seguirán cotizando en un rango estrecho en lo sucesivo.
La ausencia de posibles subidas o descensos de los tipos y la hipótesis de que la inflación seguirá baja a corto plazo respaldan la visión de Fidelity International de que los rendimientos de la deuda pública permanecerán en niveles históricamente bajos (en términos de rendimiento y volatilidad).
El oro, el otro activo refugio, también ha seguido subiendo y ha ido registrando gradualmente nuevos máximos históricos en julio, pese al rally de los activos de riesgo. Sin duda, la situación de los mercados financieros ha mejorado respecto a principios de año; sin embargo, aún tiene muchos riesgos con los que lidiar y su futuro es menos diáfano de lo que cabría esperar dados los precios de los activos de riesgo. A corto plazo, un posible ascenso del número de casos de COVID-19 sigue siendo un claro motivo de inquietud, mientras que los riesgos políticos a ambos lados del Atlántico requerirán un estrecho seguimiento de corto a medio plazo.
En el frente económico, Fidelity International sigue pensando que la recuperación global se prolongará en el tiempo, y no es probable que el PIB de la mayoría de las economías vaya a volver a sus niveles anteriores a la crisis al finalizar 2021. No obstante, muchos países han avanzado desde que reabrieron sus economías, especialmente los asiáticos, que fueron los primeros en salir del confinamiento. En Europa y EE.UU., si bien los niveles del PIB del segundo trimestre apuntaban, como podía esperarse, a uno de los peores descensos trimestrales jamás registrados, algunos de los datos publicados en julio sugieren que la desaceleración global quizá ya haya atravesado su peor momento.
La confianza empresarial permanece alta en EE.UU., cuyo índice ISM manufacturero subió a 54,2 desde 52,6 el mes anterior, mientras que el nivel de desempleo bajó ligeramente durante el mes y las nóminas de empleo no agrario fueron más altas de lo esperado. Es cierto que el sendero hacia la recuperación parece haber mejorado, pero no se debe olvidar el repunte de los contagios de COVID-19 a escala global, que podría dar lugar a una ralentización adicional del ritmo del repunte económico y producir un reajuste de los precios de los activos de riesgo.
Los datos publicados en Europa mostraron indicios de mejora desde los mínimos registrados en el punto álgido del confinamiento. Los PMI manufactureros del Reino Unido subieron a 53,3 en julio y los de la zona euro también entraron en fase de expansión. En cambio, la persistente presión bajista sobre el crecimiento del empleo en ambas regiones genera algunas señales de alarma.
El posicionamiento más reciente de Fidelity International, determinado en gran parte por su modelo macroeconómico y cuantitativo, sigue reflejando un sesgo positivo continuo hacia la deuda pública estadounidense y del centro de Europa. Aunque sus rendimientos son bajos, tanto los bonos del Tesoro de EE.UU. como los Bunds alemanes aún ofrecen un reducto de seguridad frente a una nueva oleada de ventas potencial de bonos corporativos, algo que sigue constituyendo una amenaza si empieza a observarse un repunte de los casos de coronavirus.
En el Reino Unido, el apoyo de la política del BoE ha llevado el rendimiento de la deuda pública británica a mínimos históricos y los equipos de Fidelity International han optado por una infraponderación táctica de los tipos británicos, pese a que los rendimientos de los Gilts seguirán bajos y acotados en rangos en el futuro próximo. Fidelity International sigue reduciendo su exposición a deuda de la periferia de Europa basándose en las valoraciones y en la volatilidad considerablemente más alta de Italia en comparación con los demás mercados desarrollados.
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Pixabay CC0 Public Domain. ¿Qué destinos han elegido los españoles para este verano post pandémico?
Los madrileños veranean en Levante; los catalanes, andaluces y valencianos, en su comunidad; y los aragoneses, sin embargo, prefieren la montaña. Así lo apuntan los datos del último estudio de movilidad del Instituto Nacional de Estadística (INE). El informe recopila información a partir de datos de telefonía móvil anonimizados recopilados en 2019 y durante el estado de alarma que muestran cuáles son los patrones de movimiento de la población española.
Para ello, el INE cuenta con la tecnología de Esri, empresa especializada en location intelligence y sistemas de información geográfica (GIS). Los resultados están disponibles en dos galerías de mapas interactivos: una que muestra el patrón de movimiento de los españoles en 2019 y otra enfocada a los desplazamientos durante el confinamiento durante el estado de alarma.
El análisis se ha realizado dividiendo el territorio nacional en 3.214 áreas geográficas con un tamaño medio de 15.000 habitantes. En el primer estudio, se recopilan los datos en 4 días concretos de 2019 (dos en verano, el día de Navidad y un fin de semana en noviembre en época valle), así como durante el estado de alarma en 2020. El objetivo, según el INE, es entender cuáles son los patrones de movimiento de la población, información útil a la hora de tomar decisiones por parte de los organismos públicos, empresas e investigadores relacionados con la gestión territorial. Actualmente, el INE está recabando datos para realizar un tercer análisis entre julio y diciembre, para conocer el patrón de movimientos durante la recuperación de la normalidad.
El análisis recoge conclusiones como cuáles son las ciudades más visitadas en vacaciones, desde qué distritos y hacia cuáles se desplazan los españoles en su jornada laboral o cómo cambia la población a nivel municipal entre el día y la noche. Por ejemplo, a nivel general, el estudio muestra una tendencia estacional en los desplazamientos de la población, vaciándose las ciudades en verano y llenándose los pueblos, movimiento que se invierte durante la Navidad.
Toda la información está disponible en forma de mapas, de manera visual y accesible para cualquier persona interesada a través del apartadoEstudios de movilidad a partir de la telefonía móvil de la web de Estadística experimental del INE. Basándose en los datos de 2019, el INE y Esri han desarrollado tres mapas diferentes: uno sobre la movilidad cotidiana, otro, sobre el movimiento de la población durante el día y la noche, y, finalmente, otros sobre la movilidad estacional, diferenciando entre el periodo vacacional, épocas valle y la Navidad.
Estos datos ponen de manifiesto la estacionalidad de la movilidad poblacional. Por ejemplo, Noja, en Cantabria, pasó de unos 6.400 residentes a más de 35.000 personas en verano, casi cinco veces más su población habitual. Esta situación se repite en municipios cómo Sallent de Gállego, Puerto de Santa María, Peñíscola, Oropesa del Mar o Gandía, que aumentaron entre 3 y 4 veces su población el día analizado. Por el contrario, zonas de localidades como Sant Boi de Llobregat, Córdoba o Alcoy llegaron a tener solo un cuarto de su población regular.
“Estos mapas no solo permiten saber qué áreas ganan o pierden habitantes, sino que es posible visualizar el flujo de movimiento y determinar desde dónde y hacia dónde se desplazan los españoles”, explican desde el INE. Así, mientras que los madrileños prefieren veranear en la costa levantina (como Gandía y Denia), los barceloneses prefieren la costa de su propia comunidad (Palafrugell, Platja d’Aro o Calafell), al igual que los valencianos (Denia y Jávea) y sevillanos (Chipiona, Rota o Almonte). Por otro lado, los zaragozanos prefieren áreas de montaña (como Sallent de Gállego y Jaca) y la costa catalana (Salou), según los datos del informe.
¿Cómo se desplaza la población el resto del año?
El informe también analiza periodos denominados valle, como, por ejemplo, la noche del sábado 23 al domingo 24 de noviembre de 2019. En noviembre, las principales zonas receptoras de ciudadanos fueron los centros históricos de ciudades como Madrid, Sevilla, Valladolid, Vigo o Córdoba, en detrimento de áreas de Barcelona, Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria u Oviedo, donde se concentraron porcentajes inferiores al 30% de sus residentes.
En cuanto al día de Navidad, algunas áreas de los centros de ciudades como Salamanca, Córdoba, Valladolid o Barcelona duplicaron su población habitual, a diferencia de otras zonas urbanas, pero alejadas del centro, que disminuyeron considerablemente su población durante esa noche.
La movilidad cotidiana y las diferencias entre el día y la noche
Asimismo, el informe analiza las diferencias de movilidad entre el día y la noche en el territorio español. En un día laborable tipo, el 29,2% de la población abandona su área de residencia durante las horas centrales, muy posiblemente, para trabajar o estudiar. Este porcentaje llega hasta el 70% en algunos barrios de localidades como Palencia (76%), Córdoba (75%) o Alcoy (73%), mientras que en otros apenas alcanza el 6%, como en Yecla (Región de Murcia), Teruel o Lucena (Córdoba). En cuanto a las diferencias entre el día y la noche, áreas como Pedralbes (Barcelona), Ciudad Universitaria (Madrid) o el distrito 1 de Cartagena duplican su población en las horas centrales del día.
“Nos alegra haber podido colaborar con el INE en esta novedosa investigación sin precedentes en España. Hoy, tenemos más datos que nunca, pero por sí solos no sirven de nada si no se comparten y analizan para tomar decisiones que mejoren la vida de los ciudadanos. Estamos seguros de que los estudios de movilidad del INE abrirán la puerta a nuevas soluciones con los datos como base”, añade Ángeles Villaescusa, directora general de Esri España.
Pixabay CC0 Public Domain. La inversión growth en la próxima década: perspectivas del sector para 2030
Al igual que los seres humanos, las empresas experimentan cambios en su ciclo de vida. En el caso de las personas, éstas deben vivir la infancia, ir a la universidad, criar a sus hijos y tener una carrera profesional. Para las compañías, el proceso es algo similar: pasan por períodos de rápido crecimiento, maduración, cambios en el panorama competitivo y, a veces, estancamiento.
“La venta minorista es un sector muy idiosincrásico. Lo que aprendí al cubrir las ventas minoristas es que la gente importa mucho, y el crecimiento puede darse de diversas formas”, explica Anne-Marie Peterson, gestora de Capital Group. Por ello, la experta utiliza un esquema de inversión subyacente que se rige por tres principios clave.
El primero, “el crecimiento de los ingresos impulsa los beneficios, lo que a su vez repercute en los precios de las acciones”. En este sentido, Peterson aboga por buscar buscar un crecimiento de los ingresos superior a la media para obtener un potencial de crecimiento de los beneficios a largo plazo. Por otro lado, “las personas importan”, defiende la gestora como segundo principio: “cuando compro una acción, me inclino a considerar que es una suscripción basada en un equipo de gestión o en una cultura, por lo que me parece importante sentirme cómoda con los directivos de la compañía”. Por último, el tercer principio define el cambio como catalizador clave para el crecimiento. “A veces el cambio de un director general puede ser un gran catalizador, como fue el caso de Frank Blake en Home Depot o Satya Nadella en Microsoft”, recuerda Peterson.
Durante los periodos de cambios significativos, las estructuras de la industria pueden cambiar, llevando a algunas compañías a consolidarse y a otras, a fracasar. “Existen incertidumbres, pero también oportunidades para identificar lo que el mercado podría estar pasando por alto en relación con las perspectivas de una compañía”, añade la experta.
El peso del entorno
Ahora bien, ¿están los cambios de comportamiento relacionados con el coronavirus creando un entorno fértil para la inversión en crecimiento? Según Peterson, las oportunidades de encontrar grandes inversiones a largo plazo existen en cualquier entorno, sin exceptuar el escenario actual.
“Un aspecto interesante del periodo actual es que las compañías de consumo y tecnologías disruptivas que estuvieron a la cabeza durante la expansión se han mantenido al frente. Normalmente, los líderes del mercado que entran en una crisis no han sido líderes durante o al salir de la crisis, aunque pienso que estamos observando un cambio fundamental”, añade la gestora.
A 30 de junio, el índice S&P 500 Composite había retrocedido un 3,1% en el año en curso, pero este dato representa el conjunto de varias compañías individuales. Al observar detenidamente las cifras, se puede constatar una divergencia de rendimientos. Por un lado, están aquellas que se han beneficiado de la demanda relacionada con el coronavirus, como las plataformas de comercio electrónico Amazon (+49%) y Shopify (+138%), y los servicios de streaming como Netflix (+41%). Por otra parte, varias compañías han tenido dificultades, como United Airlines (-61%), Royal Caribbean (-62%) y Boeing (-43%).
Tentaciones del futuro: digitalización a nivel global
El COVID-19 ha acelerado el cambio secular hacia la digitalización. “A mi juicio, se trata de la aceleración de un cambio estructural que perdurará en el tiempo. El modelo publicitario y de programación de la televisión tradicional está sometido a más retos que nunca”, asegura Peterson. Además, las quiebras entre los minoristas se han incrementado, superando con creces los efectos de la crisis financiera mundial.
Aunque estos cambios se han venido produciendo desde hace mucho tiempo, lo interesante, según la experta, es que todavía están en su primera fase. En Estados Unidos, el comercio electrónico está creciendo a gran velocidad, pero sigue representando una mínima parte del total de las ventas minoristas estadounidenses, y sigue a la zaga de la penetración en China y otros mercados.
Incluso con respecto al sector público, el cambio hacia la digitalización está cobrando impulso. En Estados Unidos, muchas oficinas gubernamentales a nivel local se han quedado rezagadas con respecto a la curva de digitalización. Pero compañías como Tyler Technologies, una programadora de software fundada en la década de 1960, han estado ayudando a los organismos gubernamentales a trasladar sus sistemas a la nube, digitalizando procesos como la emisión de multas de aparcamiento e incluso gestionando juicios de forma virtual.
Por otro lado, en el ámbito de la atención sanitaria, la adopción de la telemedicina o las consultas médicas en línea se dispararon en marzo, una tendencia que Peterson considera se mantendrá en el tiempo. “Los pacientes han tenido acceso a estos servicios desde hace bastante tiempo, pero la tasa de adopción ha sido baja. Como consecuencia de la COVID-19, los reguladores y los proveedores de servicios sanitarios han flexibilizado sus normas para permitir una mayor digitalización. Al mismo tiempo, los pacientes y los doctores, en parte por necesidad, se sienten más satisfechos con las consultas a distancia”, explica.
Buscar el crecimiento en las empresas
Según la gestora de Capital Group, a la hora de buscar crecimiento, intenta buscar compañías cuyos productos o servicios puedan mejorar el mundo ya que gran parte del cambio transformador actual ofrece ese potencial. “Mi definición de growth es más amplia que la definición tradicional. Busco crecimiento en tres amplias etapas, dependiendo del punto en que se encuentre una compañía en su ciclo de vida”, destaca.
De este modo, el primer grupo corresponde a compañías innovadoras cuyas ofertas pueden perturbar los modelos de negocio existentes, como Shopify, que proporciona a los pequeños comerciantes recursos en materia de pagos. Por otro lado, el segundo tipo de compañía incluye a aquellas empresas con un gran potencial de crecimiento a largo plazo como, por ejemplo, las plataformas de comercio electrónico. Por último, Peterson señala un tercer grupo compuesto por aquellos negocios consolidados capaces de sacar más provecho de los activos disponibles, ya sea a través de un cambio de rumbo o de un enfoque existente.
Horizonte 2030
“En mi opinión, una de las cosas más interesantes que podríamos presenciar en 2030 es una versión de David y Goliat: el auge de la pequeña empresa y el poder de las personas sobre las grandes empresas”, asegura Peterson. En este sentido, se está produciendo una nueva ola de proveedores de software en línea y empresas de comercio electrónico que están desarrollando herramientas de infraestructuras secundarias que tienen potencial para impulsar a las pequeñas y medianas empresas.
Las herramientas que se están desarrollando hoy en día reducen las barreras a la hora de llegar a los clientes y gestionar los inventarios. Por ejemplo, una persona podría poner en marcha un negocio de venta de camisetas a nivel mundial en apenas 15 minutos. “Si bien los beneficios de la primera ola de servicios en línea desarrollados por Google y Facebook correspondieron a un número reducido de grandes compañías, creo que la próxima ola de avances puede conducir a la dispersión del poder económico y de las oportunidades hacia compañías más pequeñas”, asegura la gestora de Capital Group.
Del mismo modo, en el sector sanitario, la experta apunta a que asistiremos a la democratización de la atención sanitaria. “Hoy en día, la mayoría no tenemos acceso inmediato a las variaciones de nuestro colesterol o ritmo cardíaco. A partir de ahora, creo que asistiremos a un mayor control remoto que se podrá conectar a sistemas inteligentes de administración de medicamentos y otras terapias”, añade.
“La conclusión es que estamos viviendo una época de cambios increíbles. El cambio brinda oportunidades a los inversores activos como nosotros”, concluye Peterson.
iM Global Partner continúa su revisión estratégica de la gama OYSTER al delegar un nuevo fondo de renta variable europea a su socio, Zadig Asset Management. El fondo OYSTER Europe busca replicar la emblemática estrategia Memnon European Equity de la gestora, cuyo lanzamiento tuvo lugar en 2011.
Una estrategia de renta variable europea basada en convicciones
A través de su enfoque de gestión activo, fundamental y concentrado, Zadig Asset Management aporta diversificación a los inversores en el ámbito de la gestión de renta variable europea. La alianza estratégica de inversión entre Zadig Asset Management e iM Global Partner, anunciada en enero de 2020, ha permitido a esta última complementar su oferta de productos con exposición a la renta variable europea. Tal y como ya se anunció, se ha encomendado a Zadig Asset Management la gestión del fondo estrella de la gama: el OYSTER Sustainable Europe.
El nuevo fondo OYSTER Europe tiene por objetivo replicar la estrategia Memnon European Equity. Esta selección de valores concentrada se basa en el proceso fundamental de selección de títulos de Zadig Asset Management. La cartera está actualmente compuesta por 25 empresas, se concentra en las mejores ideas de Zadig Asset Management y mantiene una exposición equilibrada a títulos de crecimiento, cíclicos, defensivos y financieros, con especial hincapié en las valoraciones.
Los gestores hacen uso de su exclusivo modelo para determinar un precio objetivo razonable para cada uno de los valores de su universo de inversión y normalmente invierten en empresas a las que los inversores han dado la espalda debido a preocupaciones a corto plazo y que muestran así un perfil riesgo/remuneración interesante.
Este enfoque de inversión a contracorriente y basado en las valoraciones ha permitido a la estrategia batir de forma constante a su índice de referencia (1) con un sesgo de estilo reducido.El enfoque a contracorriente permite invertir en una cartera de empresas con un escaso nivel de seguimiento por parte de los principales analistas, lo que hace de la estrategia un producto exclusivo y diversificador para los profesionales de la selección de fondos.
«Al delegar una nueva estrategia a nuestro socio, Zadig Asset Management, brindamos a nuestros clientes una estrategia de selección de valores de renta variable europea que ofrece la capacidad de diversificar la oferta de productos de gestión activa. Este fondo para el núcleo de la cartera puede adaptarse a diferentes condiciones de mercado y generar rentabilidades gracias a su enfoque diferenciador», comenta Philippe Uzan,director de inversiones del área de Gestión de activos en iM Global Partner.
Notas:
(1) El índice de referencia es el MSCI Europe Ex UK Net Total Return. Las rentabilidades pasadas no son un indicador fiable de los resultados futuros.
Pixabay CC0 Public Domain. La inversión de impacto registra un volumen de 715.000 millones de dólares en activos bajo gestión
A finales del 2019, la Red Global de Inversión de Impacto (GIIN, por sus siglas en inglés) estimaba, para la inversión de impacto, un volumen total de 715.000 millones de dólares en activos bajo gestión repartidos en 1.720 entidades. Además, según la décima edición de la Encuesta Anual de Inversores de Impacto de la entidad, el 69% de los inversores considera que “la industria está creciendo de forma constante”.
Teniendo en cuenta que se trata de una industria en expansión, y en un escenario socio-económico donde las tendencias sostenibles ganan cada vez más terreno, la inversión de impacto propone una estrategia basada en los resultados positivos que la inversión puede generar en la sociedad. Así, se busca mantener un balance entre el rendimiento económico y los objetivos sociales con los que se plantee la inversión. Tras la crisis del COVID-19, cuyas consecuencias económicas reales siguen bajo la sombra de la incertidumbre, “la capacidad de impacto de las inversiones es ahora más necesaria que nunca para abordar las consecuencias sociales y económicas a gran escala de la pandemia”, aseguran desde GIIN.
Ahora bien, ¿cuál es el estado real de la industria de inversión de impacto? A nivel geográfico, el 79% de los encuestados están localizados en Estados Unidos y Canadá o en el continente europeo. No obstante, la mayor concentración de inversores de impacto se da en la primera región (45%). A nivel nacional, la mayor parte de los encuestados tiene sus oficinas en los Estados Unidos, seguido por el Reino Unido, Canadá y Países Bajos. Además, las inversiones de impacto se llevan a cabo tanto en mercados desarrollados como emergentes, con un 48% y 43%, respectivamente, según los datos de GIIN.
La primera edición de esta encuesta, publicada hace 10 años, ya dejaba patente la presencia de la inversión de impacto en el sector. Según los datos de la entidad, el 85% de los inversores en 2010 usaban ya sistemas propios de inversión de impacto, mientras que un 13% recurrían a las participaciones y solo un 2% requerían los servicios de un tercero.
Una década después, 9 de cada 10 encuestados asegura usar alguna herramienta o sistema de medición. “Numerosos estándares de medición, herramientas y marcos se han desarrollado junto a la industria. Ahora, el inversor promedio utiliza tres herramientas diferentes para medir y administrar su impacto: seleccionar objetivos de impacto, orientar las expectativas y medir y optimizar el mismo”, añaden desde GIIN. Según la entidad, esto ha permitido a los inversores mejorar su gestión de impacto, ya que “la industria ha pasado de buscar la aceptación a la integración del impacto en todas las etapas del proceso de inversión”.
Si bien los principales avances se han producido en la investigación de mercado, tendencias, desempeño y práctica, así como en el desarrollo de la medición y la gestión, aún quedan importantes desafíos para la industria. Según los encuestados, el mayor reto es la falta de una base de capital apropiada en todo el espectro riesgo/rendimiento (56%). No obstante, para el 48% de los participantes, el desarrollo de la medición y la gestión es también un “importante desafío”, pese a los avances registrados.
De cara a los próximos cinco años, los inversores aseguran que el reto más importante será el denominado impact washing (66%). Del mismo modo, la segunda y tercera preocupación más destacada han sido, respectivamente, la incapacidad de demostrar los resultados del impacto y la falta de comparación equitativa con otras entidades. Desde GIIN, subrayan la necesidad de avanzar en las prácticas de medición y gestión (IMM, por sus siglas en inglés), especialmente, en la recolección transparente de datos comparables.
Ante el mayor riesgo en el horizonte, la crisis del coronavirus, los inversores mantienen la calma. Un 57% aseguró que no veía probable cambiar el volumen de capital que tenían pensado invertir en inversión de impacto en 2020. Del mismo modo, en lo referente a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, los inversores no creen que la pandemia afecte a sus estrategias específicas de cara a los próximos cinco años, según GIIN.
Clima y capital catalizador: las dos tendencias de la inversión de impacto
La crisis climática sigue siendo el principal objetivo de los inversores de impacto. El 68% de los encuestados contribuye a la lucha contra el cambio climático a través de sus inversiones y un 76% lleva a cabo inversiones directas en este campo. En este aspecto, más de dos tercios de los inversores busca prevenir el riesgo físico que supone el cambio climático como la subida del nivel del mar o los cambios en los patrones meteorológicos.
No obstante, la segunda gran tendencia que dentro de la inversión de impacto es, según GIIN, el denominado “capital catalizador”. Este tipo de inversión se caracteriza por asumir riesgos elevados y/o beneficios bajos, en comparación con la inversión tradicional para generar a cambio un impacto positivo y posibilitar la inversión de terceros que de otra manera no sería posible. Además, puede tratarse de deuda, equity o avales, así como otros instrumentos de inversión.
Según la encuesta, esta estrategia permite a los inversores genera un impacto positivo, a la vez que juegan diferentes roles en las estructuras de capital catalizador. El 78% de los encuestados ya han participado en alguno de estos planes o pretende hacerlo en el futuro. Asimismo, más de dos tercios de las firmas encuestadas ya están involucrados en una de estas estructuras, bien como proveedor de capital, participando en una transacción que incluye este capital o recaudando capital catalizador entre los inversores.
Principalmente, en estas operaciones las entidades encuestadas suelen operar como proveedores de capital. Según GIIN, el 144 de las firmas encuestadas habían suministrado capital catalizador. De estas, un 27% eran gestoras de activos, el 22% fundaciones y un 20% estaba constituido por gestoras sin ánimo de lucro. En total, los inversores pusieron en marcha 3.500 millones de dólares en capital catalizador en 2019.
Estos fondos se utilizan para promover el desarrollo de diferentes áreas como, por ejemplo, innovación, modelos específicos de negocio, poblaciones en vías de desarrollo o inversiones en un estado muy temprano. Estas áreas coinciden, a su vez, con las razones que llevan a los inversores a proporcionar el capital, según la encuesta. Además, un 69% de los participantes subraya que el capital catalizador se utiliza, sobretodo, porque se proponen ideas de negocio, modelos de financiación u objetivos de mercado novedosos.
Sin embargo, poco más de la mitad de los encuestados, un 51%, no ha invertido dinero en una de estas operaciones. Según GIIN, esto se debe, principalmente a que no encaja con sus modelos de inversión. No obstante, destacan otras razones, como ciertos retos logísticos relacionados con habilidades específicas, la selección de acuerdos o la disponibilidad de co-inversores.