Amundi amplía su oferta de fondos sostenibles con una estrategia de bonos verdes corporativos

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Amundi ha anunciado el lanzamiento del fondo Amundi Funds Euro Corporate Short Term Green Bond, una estrategia de bonos verdes corporativos abierta a inversores institucionales y particulares internacionales. El vehículo está disponible dentro de la sicav luxemburguesa Amundi Funds y actualmente está registrado en Luxemburgo, Noruega, Francia, Grecia, Países Bajos, Austria, Reino Unido, Finlandia, Suecia, Irlanda, Bélgica, Alemania, Suiza y España.

Según explica la gestora, el vehículo invierte exclusivamente bonos verdes emitidos por compañías de todo el mundo cuyos recursos se destinan a la financiación de proyectos respetuosos con el medioambiente y el clima y que buscan tener un impacto positivo y medible en el medio ambiente.

En este sentido, todos los bonos verdes seleccionados en la cartera están alineados con los Green Bond Principles (GBP) y el fondo informa anualmente sobre las toneladas de emisiones de CO2 que se han evitado gracias a la ejecución de los proyectos verdes financiados. Además, la estrategia pretende proteger a los inversores contra el riesgo de subida de tipos mediante la aplicación de una gestión dinámica de la duración. 

El Amundi Funds Euro Corporate Short Term Green Bond Funds está gestionado por el equipo de crédito corporativo de Amundi, con más de 30 años de experiencia en la gestión de bonos corporativos, y que ha sido pionero en el mercado de bonos verdes desde 2013. El equipo gestiona 37.000 millones de euros en bonos verdes y cuenta con una amplia experiencia en la integración de criterios ESG y la gestión de soluciones climáticas en nombre de algunos de los mayores inversores del mundo. En concreto, el fondo está cogestionado por Yael Muscat, gestor senior de carteras de crédito en Amundi; Alban de Faÿ, director de procesos de Inversión Responsable en renta fija, y Hervé Boiral, CFA, director de crédito euro. 

Este lanzamiento se produce después del lanzamiento por parte de Amundi de una serie de fondos de renta fija e iniciativas destinadas a fomentar el desarrollo de los bonos verdes en todos los segmentos de mercado y geografías: Amundi Responsible Investing Impact Green Bonds en 2016; Amundi Planet Emerging Green One -entre los mayores fondos de bonos verdes específicos del mundo dedicados a los mercados emergentes. 

En 2018, el programa Green Credit Continuum, destinado a facilitar el acceso al mercado de las pequeñas compañías verdes a través de bonos verdes high yield, activos asegurados y deuda privada, lanzado conjuntamente por Amundi y el Banco Europeo de Inversiones en 20195. 

Inversión responsable: eje central del fondo

Amundi gestiona más de 834.000 millones de euros en activos de inversión responsable, con más de 13.000 emisores calificados según criterios ESG. Según destacan, su proceso de análisis ESG está plenamente integrado en el proceso de inversión y los objetivos de este nuevo fondo. 

“La estrategia es una solución de gestión activa que incorpora un enfoque de inversión top-down y bottom-up. Aprovechando el exhaustivo análisis a nivel de emisor que realizan los equipos de análisis crediticio y de análisis ESG, formados por 44 personas, el fondo invierte en una selección de emisores corporativos de diversos sectores, incluyendo fuentes de energía alternativa, servicios públicos, sector financiero, transporte y sector inmobiliario. Además, trata de ofrecer a los inversores un atractivo potencial de rendimiento a través de la deuda corporativa, apoyando al mismo tiempo la transición energética”, indican desde la gestora. 

A raíz de este lanzamiento, Amaury d’Orsay, director de Renta Fija de Amundi, ha indicado: “Los emisores corporativos se han comprometido con mayor intensidad en la lucha contra el cambio climático. Esto se ha traducido en un mercado de bonos corporativos verdes creciente y cada vez más diversificado. El fondo Amundi Funds Euro Corporate Short Term Green Bond busca permitir a los inversores proteger su cartera contra la subida de los tipos de interés, al tiempo que trata de generar un impacto positivo”.

Ana Otalvaro (AXA IM): “Los inversores habían subestimado la importancia de cubrir el riesgo de inflación en las carteras”

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La inflación no ha parado de sorprender al alza y preverla se ha convertido en una tarea bastante complicada. Durante el segundo trimestre del año hemos seguido viendo revisiones en las cifras de inflación y las proyecciones han aumentado en más de 5% en la Zona euro y más del 2% en los Estados Unidos. Cómo enfrentarse a un entorno de mercado hemos hablado en esta entrevista con Ana Otalvaro, gestora de carteras en el equipo de Tipos e Inflación de AXA Investment Managers.

¿Cree que estamos llegando ya al pico de la inflación o aún nos queda más por ver?

Dado que las presiones inflacionistas persisten, se espera que la inflación americana siga estando alrededor del 8,5% durante el próximo trimestre. En la zona euro, se espera que la inflación alcance su pico máximo en el mes de septiembre alrededor del 9,5% pero esta cifra podría ser inclusive del 10% según algunos economistas. Cabe mencionar que la subida de la inflación no está únicamente ligada al aumento en los precios de la energía y los alimentos, que sabemos se han visto fuertemente impactados por la guerra en Ucrania, sino que es generalizada. Si consideramos las proyecciones de inflación subyacente, una medida mucho más estructural, en la zona euro se espera un aumento progresivo de la inflación subyacente para terminar el año alrededor del 4,5%.

¿Considera que los inversores tenían sus carteras listas para una inflación tan alta y no tan temporal como se pensaba al inicio?

No. Dado que veníamos de un periodo de inflación relativamente baja, cercana al objetivo del Banco Central en los Estados Unidos y por debajo de éste en la zona euro, los inversores habían subestimado la importancia de cubrir el riesgo de inflación en las carteras. Por esta razón, la subida rápida y significativa que hemos experimentado desde la segunda mitad del 2020 ha tomado a muchos por sorpresa y el impacto en las carteras ha sido negativo. En este sentido, consideramos que es indispensable considerar el efecto negativo que tiene la inflación en el valor real de los activos, inclusive cuando los niveles son bajos, y pensar en instrumentos de protección contra este riesgo como parte del posicionamiento estratégico de una cartera.

¿Ahora cómo se pueden preparar esas carteras?

Como lo mencionaba justo antes, los inversores pueden incluir la protección al riesgo inflacionista como parte de su posicionamiento estratégico. Una de las formas más simples de preparar las carteras es la inversión en bonos ligados a la inflación dado que en dichas emisiones la indexación a la inflación está garantizada durante la vida de la obligación. Este instrumento contribuye a mitigar el riesgo de inflación, puesto que su principal (el monto que se obtendrá al momento de redimir la obligación) esta indexado al índice de precios durante toda la vida del bono. Es importante señalar que la indexación incluye el alza en los precios de la energía y los alimentos (dos factores que han aumentado vertiginosamente en los últimos 18 meses) ya que estos bonos están indexados a la inflación total (HICP ex tobacco en zona euro, por ejemplo).

Cuando hablamos de inflación y carteras, lo primero que uno piensa es en protegerse, pero ¿qué hay de la opción de aprovechar el aumento de la inflación para generar oportunidades de inversión? ¿Estamos en un contexto en el que esto es posible?

La clase de activos sigue ofreciendo oportunidades de inversión sobre todo gracias al hecho que el mercado siga considerando el fenómeno inflacionista como un fenómeno de corto plazo. En cierta medida los niveles de valorización de mercado han perdido su poder predictivo de la inflación futura y se han ido adaptando a los niveles de inflación realizada, generando oportunidades de inversión. Por un lado, los bonos ligados a la inflación de vencimientos cortos permiten a los inversores capturar la inflación realizada sin necesidad de tener una alta sensibilidad al riesgo de tasas de interés. Por otro lado, para los inversores que tras la subida de tipos están buscando agregar duración en sus carteras, los bonos ligados a la inflación de vencimientos largos son atractivos. Dado que el alto nivel de deuda en los países desarrollados está limitando la capacidad de los bancos centrales para aumentar las tasas sin provocar una recesión, el riesgo de un episodio prolongado de inflación podría aumentar.

Ahora que el BCE ya se ha subido al carro de la normalización de su política monetaria: ¿qué consecuencias tiene esto para el mercado de bonos? ¿Ha vuelto el atractivo de los bonos (que volverán a estar en positivo desde 2014)?

 La principal consecuencia de la reacción agresiva de los Bancos Centrales y la normalización de la política monetaria ha sido la subida de tipos de interés. Esta ha penalizado la rentabilidad de los instrumentos de renta fija en lo que va corrido del año. Sin embargo, durante este mismo periodo los bonos ligados a la inflación han sido mucho más resistentes que los bonos nominales, gracias a una indexación a la inflación bastante sólida. Los bonos ligados a la inflación con vencimientos más cortos son unos de los únicos instrumentos de renta fija con rentabilidad positiva desde el principio del año. Los vencimientos más largos se han visto impactados por la subida de tipos, pero la indexación a la inflación ha compensado parcialmente este efecto negativo. A medida que los tipos aumentan, aumenta también el atractivo del mercado de bonos especialmente de aquellos vencimientos cuyos tipos reales se encuentran en territorio positivo. Esto quiere decir que, al momento de invertir, se está asegurando además de la inflación, una prima positiva hasta el vencimiento del mismo.

¿Qué activos de renta fija salen ganando en este contexto?

 En este contexto de subida de tipos de interés, unos de los principales ganadores son los bonos ligados a la inflación de vencimiento corto, y esto por dos razones. La primera, su baja sensibilidad a los movimientos de tipos de interés hace que estén menos impactados por la agresividad de la política monetaria de los Bancos Centrales. La segunda, el hecho que estén indexados a la inflación total realizada permite a los inversores amortiguar el efecto negativo de la subida de tipos. Es decir, mientras la inflación siga siendo elevada, los Bancos Centrales seguirán reduciendo el estímulo monetario. Los bonos ligados a la inflación de vencimiento corto garantizan capturar esa inflación elevada sin necesidad de tener una exposición a la duración que sea excesiva.

¿Y qué estrategias?

Para la segunda mitad del año esperamos que la inflación siga siendo sólida y reconocemos que los riesgos están orientados al alza. Por esta razón, seguimos favoreciendo la exposición en bonos ligados a la inflación de vencimientos cortos que permitan capturar ese carry con una menor duración y por ende una menor sensibilidad a los movimientos de tipos de interés. Sin embargo, es necesario mencionar que las valoraciones de mercado ya integran un gran número de alzas en la tasa de política monetaria, con lo cual el principal riesgo para este tipo de estrategia sería una caída abrupta en los precios del petróleo. Por otro lado, la subida de tipos reales en lo que va del año ha puesto algunos segmentos de la curva en territorio positivo tanto en Estados Unidos como en la zona euro. Estos tipos reales por encima de 0 comienzan a ofrecer niveles de entrada atractivos para los inversores de largo plazo, sobre todo a medida que aumenta la probabilidad de una recesión el próximo año.

El oro se refuerza como valor refugio en 2022 frente al panorama de volatilidad de mercado

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Tras haber superado el primer semestre de 2022, el oro está demostrando una vez más ser un activo refugio, especialmente interesante en momentos de alta volatilidad como los que se están produciendo ahora. 

En opinión de Invesco, el metal precioso está batiendo en la primera mitad del año a otras clases de activos, singularmente la renta variable y los criptoactivos, que se caracterizan por la volatilidad, pero incluso a la renta fija, un tradicional refugio de valor que en lo que va de año está sufriendo debido principalmente a las políticas restrictivas de los bancos centrales para hacer frente al inflación.

“En estos primeros seis meses del año, el metal precioso está confirmando una vez más su valor a la hora de proteger las carteras, lo que sugiere que puede ser interesante tener algo de oro dentro de la cartera diversificada de un inversor. Además, con el contexto de inflación que se está dando y que es muy superior a lo que se preveía hace escasos trimestres, la condición del oro como valor refugio queda aún mucho más patente”, explican desde la gestora.

Con una cotización en torno a los 1.733 euros (1.827 dólares), la evolución del oro ha sido especialmente positiva durante los últimos tres años, un periodo caracterizado por la incertidumbre en los mercados internacionales que se han visto sacudidos primero por la guerra comercial entre Estados Unidos y China, posteriormente por la pandemia del coronavirus que llevó a la recesión a la economía mundial, y por último por la invasión de Ucrania por parte de Rusia y sus consecuencias en la evolución de los precios de las materias primas, que ya eran altos en 2021.

Tal y como cuenta Invesci en su último informe sobre oro, Evolución del mercado y factores Macroeconómicos, durante el primer trimestre del año el oro subió un 5,9% lo que representa su trimestre más fuerte desde el tercero de 2020. “Estos han sido también los únicos periodos de la historia en los que el oro ha superado los 2.000 dólares la onza”, matizan. 

En su opinión, hay un factor clave y es la inflación: “Normalmente, el oro se beneficia de este fenómeno. Ahora se espera que la inflación se mantenga en niveles más altos que los previstos anteriormente. En los 12 meses previos a abril de 2022, el oro subió un 13,5% por la citada presión inflacionaria durante el último año y por el incremento de la inestabilidad geopolítica”. ¿Y qué ha ocurrido en este segundo trimestre que casi llega a su fin? Según indican, el metal precioso ha moderado su precio y se ha estabilizado.

Invesco graf oro

De cara al futuro, desde Invesco consideran que la especulación sobre el número de subidas de tipos que la Fed llevará a cabo este año ha incrementado la incertidumbre sobre la política monetaria en Estados Unidos. “Con la primera subida de 75 puntos básicos, se abre un escenario de subidas más agresivas que en ocasiones anteriores ha sido positivo para el oro”, apuntan.

El BCE pone el foco en los bonos corporativos, en la divulgación y la gestión del riesgo para luchar contra el cambio climático

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El BCE ha adoptado nuevas medidas para incorporar el cambio climático en sus operaciones de política monetaria. En concreto, el Consejo de Gobierno ha decidido ajustar sus tenencias de bonos corporativos en las carteras con fines de política monetaria del Eurosistema y su sistema de activos de garantía, introducir requisitos de divulgación de información climática y mejorar sus prácticas de gestión de riesgos.

Según explican, estas medidas se han diseñado en plena conformidad con el objetivo primordial del Eurosistema de mantener la estabilidad de precios. “Su finalidad es tener mejor en cuenta el riesgo financiero asociado al clima en el balance del Eurosistema y, en relación con nuestro objetivo secundario, apoyar la transición verde de la economía en línea con los objetivos de neutralidad climática de la UE. Asimismo, nuestras medidas proporcionan incentivos para que las empresas y las entidades financieras sean más transparentes sobre sus emisiones de carbono y las reduzcan”, han explicado. 

Por su parte, Christine Lagarde, presidente del BCE, ha señalado: “Con estas decisiones nuestro compromiso con la lucha contra el cambio climático se materializa en actuaciones reales. En el marco de nuestro mandato, estamos tomando medidas adicionales concretas para incorporar el cambio climático en nuestras operaciones de política monetaria. Y, como parte de la evolución de nuestra agenda climática, seguiremos dando pasos para alinear nuestras actividades con los objetivos del Acuerdo de París”. 

En opinión de Silvia Dall’Angelo, economista senior de Federated Hermes, con estas medidas el BCE ha querido dejar claro que las consideraciones sobre el cambio climático están subordinadas a sus objetivos de política monetaria. En consecuencia, el BCE aborda el cambio climático desde el punto de vista de la estabilidad financiera: la gestión y la reducción de los riesgos para la estabilidad financiera del sistema -incluidos los relacionados con el cambio climático- forman parte del mandato del banco central.

“Aunque la medida del BCE es un paso en la dirección correcta, los bancos centrales no pueden hacer mucho para abordar el cambio climático dentro de su limitado mandato. En última instancia, corresponde a los políticos elaborar planes concretos para luchar seriamente contra el cambio climático y sus implicaciones. Los gobiernos deben dirigir la transición verde, haciendo uso de la normativa y los incentivos, cordinándose a nivel mundial para garantizar una acción coherente (por ejemplo, con respecto a la fijación de precios del carbono) y una transición justa e inclusiva, y asegurándose de que el sector privado esté a bordo con asociaciones y proyectos conjuntos. Es cierto que, en el actual entorno de precios elevados de los combustibles fósiles y la abrumadora preocupación por la seguridad energética a corto plazo, se trata de una tarea especialmente difícil”, ha afirmado Dall’Angelo. 

Medidas concretas

Entre las medidas aprobadas están las relacionadas con las tenencias de bonos corporativos, ya que el Eurosistema se propone descarbonizar gradualmente sus tenencias de bonos corporativos, en una senda en línea con los objetivos del Acuerdo de París. Para ello, el Eurosistema orientará las tenencias hacia emisores con mejor comportamiento climático mediante la reinversión de las considerables amortizaciones esperadas en los próximos años. Según explican, el mejor comportamiento climático se medirá en relación con unos niveles más bajos de emisiones de gases de efecto invernadero, unos objetivos de reducción de las emisiones de carbono más ambiciosos y una mejor divulgación de información climática.

Respecto al sistema de activos de garantía, el Eurosistema limitará la proporción de activos emitidos por entidades con una huella de carbono elevada que pueden utilizarse como garantía por entidades de contrapartida individuales para obtener financiación del Eurosistema. “El nuevo sistema de límites tiene por objetivo reducir los riesgos financieros asociados al cambio climático en las operaciones de crédito del Eurosistema. En un primer momento, el Eurosistema aplicará dichos límites solo a los instrumentos de renta fija negociables emitidos por empresas no pertenecientes al sector financiero (sociedades no financieras). En el nuevo sistema de límites también podrán incluirse otras clases de activos a medida que mejore la calidad de los datos climáticos. Se espera aplicar esta medida antes del final de 2024 si se dan las condiciones técnicas necesarias. Para animar a las entidades de crédito y a otras entidades de contrapartida a prepararse con antelación, el Eurosistema realizará pruebas del sistema de límites antes de su introducción efectiva. El calendario y otros detalles se anunciarán en su momento”, explican. 

Otro ámbito de actuación serán los requisitos de divulgación de información climática en relación con los activos de garantía. En este sentido, el Eurosistema solo aceptará como activos de garantía en las operaciones de crédito del Eurosistema activos negociables y créditos de empresas y deudores que cumplan los criterios establecidos en la Directiva sobre información corporativa en materia de sostenibilidad (CSRD) (una vez se implemente plenamente). 

En último lugar, el Eurosistema continuará perfeccionando sus herramientas y capacidades de evaluación de los riesgos para tener mejor en cuenta los riesgos climáticos. Por ejemplo, el análisis del BCE ha demostrado que, pese a los progresos ya realizados por las agencias de calificación, los requisitos de divulgación actuales aún no son satisfactorios.
Según indica, para mejorar la evaluación externa de los riesgos climáticos, el Eurosistema instará a las agencias de calificación a ser más transparentes sobre su manera de incorporar los riesgos climáticos en sus calificaciones y más ambiciosas en sus requisitos de divulgación de información sobre este tipo de riesgos. 

De cara al futuro, el Consejo de Gobierno se ha comprometido a revisar periódicamente todas las medidas descritas. Todas estas decisiones, forman parte del plan de actuación climática presentadas en julio de 2021. Además, el BCE también está incorporando consideraciones climáticas en otras áreas de trabajo además de la política monetaria, como la supervisión bancaria, la estabilidad financiera, el análisis económico, los datos estadísticos y la sostenibilidad corporativa.

BNP Paribas presenta la hoja de ruta para alinear sus carteras con su compromiso Net-Zero

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Como parte del plan estratégico de BNP Paribas para 2025, el Grupo presenta el primer Informe de Análisis y Alineamiento Climático que dirigirá el alineamiento de su cartera con su compromiso Neto-Zero. Además, ha compartido sus objetivos de reducción de emisiones de carbono en 2025.

«Nuestro objetivo es seguir a la vanguardia de la lucha contra el cambio climático avanzando más y más rápido para limitar el aumento de las temperaturas mundiales a 1,5°C en 2050. A medida que la tarea se vuelve cada vez más urgente, hemos integrado nuevos objetivos en nuestro plan estratégico 2025 para financiar la transición energética”, destaca Jean-Laurent Bonnafé, Chief Executive Officer de BNP Paribas.

En este sentido, consideran que, en el contexto geopolítico actual, es esencial mantener un rumbo ambicioso hacia una economía Net-Zero y financiar la aceleración de las energías renovables. “Nuestra estrategia es triple: alinear nuestra cartera con nuestro compromiso Net-Zero; medir y poner a prueba nuestros riesgos relacionados con la emisión de carbono; y ampliar y profundizar las relaciones con los clientes para apoyarlos en su transición hacia la bajada de emisiones de carbono”, explica Bonnafé. 

Sobre su Informe de Análisis y Alineamiento Climático, el Grupo considera que es un primer paso para asumir nuevos compromisos dentro de la NZBA. “Ampliaremos este trabajo para apoyar la transición de nuestros clientes a través de otros siete sectores de uso intensivo de carbono en 2024”, matiza Bonnafé. 

Además, como parte del documento, se han determinado objetivos Neto-Zero utilizando escenarios de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) e iniciativas sectoriales como la metodología PACTA y el marco proporcionado por la Alianza Bancaria Net-Zero, a la que el Grupo se unió en abril de 2021. Los sectores de energía, petróleo, gas y automoción, que representaban el 7% de la financiación del Grupo a finales de 2021, son clave para la transición a una economía neutra en carbono. Según el World Resources Institute, el sector de la energía (generación de energía y combustibles fósiles) representa alrededor del 75% de las emisiones directas e indirectas de gases de efecto invernadero de la industria en todo el mundo.

Generación de energías y automoción

En el ámbito de la generación de energías, su objetivo es reducir la intensidad de las emisiones de carbono de su cartera en 2025 al menos -30% frente a 2020. El Grupo tiene como objetivo reducir significativamente la financiación de la energía emisora de CO2, a favor de financiar el desarrollo masivo de la producción de energía baja en carbono. Su ambición es alcanzar menos del 5% de generación con carbón en el mix de generación de su cartera (del 10% a finales de 2020) para 2025 y más del 66% de las fuentes renovables en la cartera (del 57% a finales de 2020), superando la ambición de 2025 del escenario NZE 2050. Además, se ha comprometido a alcanzar los 30.000 millones de euros de financiación para proyectos de energías renovables en 2025 (de 18.600 millones de euros a finales de 2021).

En el caso de la explotación y producción de petróleo y gas, y refino, el objetivo de reducción de la intensidad de las emisiones de carbono de su cartera en 2025 al menos -10% frente a 2020. Ya en mayo de 2021, BNP Paribas anunció la ambición de reducir su exposición crediticia a las actividades de petróleo y gas en sentido ascendente en un 10% para 2025. El Grupo está reforzando este objetivo mediante el establecimiento de dos objetivos mejorados para su exposición crediticia al sector: una reducción del 12% de su exposición crediticia a la industria del petróleo y el gas en sentido ascendente para 2025 frente a 2020, y también una reducción del 25% a la industria petrolera en sentido ascendente para 2025 frente a 2020. Este compromiso muestra un mayor nivel de ambición que el escenario basado en IEA NZE 2050. Gracias a la aplicación de sus compromisos durante los últimos años sobre petróleo y gas no convencionales, las actividades de exploración y producción de petróleo y gas y la actividad de refino representaban solo el 1,3% de la exposición crediticia total de BNP Paribas a finales de 2021. 

Ahora, el Grupo ha decidido reforzar su política sectorial de petróleo no convencional y gas que elaboró en 2017 para las empresas que no tienen un fuerte compromiso público y estrategias de transición compatibles con el escenario 1,5°C. En 2022, ya no financiará ni invertirá en empresas con más del 10% de sus actividades en las arenas bituminosas y en petróleo y gas de esquisto; y no financiará ningún proyecto de petróleo y gas ni su infraestructura en el Ártico y en las regiones amazónicas.

Por último, la compañía está reforzando la definición de la región ártica para adoptar la del Programa de Vigilancia y Evaluación del Ártico (AMAP), que es la más amplia. Las zonas operadas por Noruega son excluidas de esta definición, ya que Noruega ha elaborado las leyes, reglamentos y procesos de vigilancia ambientales y operacionales más restrictivos del mundo. Por lo tanto, ya no financiará ni invertirá en empresas cuya actividad derive en más del 10% de la región ártica ni invertirá en empresas que produzcan a partir de reservas de petróleo y gas en el Amazonas, así como en las que desarrollen infraestructuras relacionadas con esta actividad. 

Dentro del ámbito de la automoción, su objetivo es reducir un 25% las emisiones respecto a 2020. BNP Paribas espera que la proporción de vehículos eléctricos en su cartera alcance más del 25% en 2025 (desde el 4% en 2020), además seguirá reforzando su financiación mediante la emisión de bonos y préstamos sostenibles para acelerar la producción de vehículos eléctricos. Por su parte, su filial Arval también se compromete a apoyar a sus clientes para que su movilidad sea más sostenible, al establecer el nuevo objetivo de alcanzar los 700.000 vehículos electrificados en 2025.

Reflexiones a 25 años del Sistema de Ahorro para el Retiro en México (I)

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Quienes decidieron la adopción del modelo de retiro chileno ignoraron los estudios que advertían sus deficiencias, materializadas ya con el resultado conocido: no pasó la prueba crucial, el objetivo mínimo de otorgar pensiones dignas. Y crearon el Sistema de Ahorro de Retiro, SAR, con tal insuficiencia, que persiste para muchos.

Importar el modelo, reducir el alcance

En Chile, y los demás países que lo implantaron, el sistema afilia a todos los trabajadores, privados, burócratas, independientes. El SAR, a los de empresas privadas, para coexistir con los de servidores públicos y trabajadores de empresas del Estado, entidades federativas, fuerzas armadas, escuelas de gobierno, banca de desarrollo y hasta municipios. Cada uno con sus leyes, políticas, criterios de inversión… y problemas: en conjunto, representan una carga o pasivo contingente de gran dimensión. Sin novedades del pretendido sistema nacional único.

La “portabilidad”, unificación de saldos, se ofrece a los afiliados al IMSS e ISSSTE que, al cumplir la edad, alcancen las semanas mínimas requeridas

¿Por qué la aspiración de pensión irrisoria?

La falla medular del modelo chileno fue la cuota de aportación, 45% inferior a la estimada necesaria para dar un retiro digno. Había y hay más grietas por donde escurre parte del potencial de pensión: se asumió que el afiliado tendría empleo ininterrumpido durante toda su vida laboral, sin prever etapas de desempleo; que recibiría ascensos y salarios mayores que aumentarían su ahorro en forma exponencial; se desestimó que el disponible se agotaría en 15 años, dejando en el aire a los jubilados que superen la edad de 80.

El SAR se implantó con esas grietas y una cuota 64% menor a la requerida. Se estipuló una ínfima aportación de los trabajadores, la menor de la región. Así, la pensión proyectada, irrisoria, podía activar consecuencias más graves que las de Chile. ¿Cómo determinaron la cuota? Es preciso conocer los análisis, proyecciones, suposiciones y explicaciones que indujeron al desatino.

La reforma de 2020 salva del problema a las generaciones que comienzan ahora, pero no evita la precariedad a los que iniciaron entre 1997 −a la par del sistema− y alrededor de 2012. Ni evitaría carencias a jubilados octogenarios, pese al apoyo a los adultos mayores.

La filosofía básica de inversión, con calzador

Al principio fue una Siefore Básica, SB. Después, dos. Luego cinco, después cuatro. En los primeros años, el regulador modificaba el esquema de inversiones según los cambios del arquetipo chileno. Al tiempo, lo adecuó para guardar la forma mas no para subir los parámetros fundamentales. Reamoldaba la estructura, no el relleno. 

El SAR nombró a las SB con un número. Se determinó que los primerizos fueran a la “5”, para moverlos, a su tiempo, a la “4”, “3”, “2”, “1”. Cuando aumentó de nuevo a cinco, llamó “cero” al fondo de quienes cumplían 65 pues la numeración no dio. Tendría que haber sido “-1”.

La tasa de reemplazo (monto esperado de pensión) se estimula con las inversiones. Por eso, el ahorro en las AFP se asignó a cinco fondos, del “A” al “E”, para agrupar a los afiliados en rangos de edad; pasarían al siguiente al cumplir los años límite. El de los jóvenes, “A”, asumiría más riesgo para buscar más rendimiento.

La filosofía de inversión sugiere asumir más riesgo en tanto más joven sea el inversionista. Por supuesto: hay veinteañeros que no toleran pérdidas y sexagenarios que aspiran a ganar más. Chile facilitó la elección de fondo, en uno u otro sentido.

La distribución cobra lógica con proporciones diferenciadas para cada portafolio. La renta variable, RV, del “A” chileno sería más alta que la del “B”; la de éste, mayor que la del “C”, que superaría a la del “D”. Se estipularon máximos del 80% al 20%, del “A” al “D”, y mínimos del 40% al 5%. Incluso el “E” podría tener hasta 5%. Todas las AFP explotaron los parámetros a plenitud.

En el SAR, el regulador lo dejó a criterio, estilo o capacidad de las gestoras, que no asumieron más de la mitad del límite. Con asimetrías: algunas SB “2” y “3” de Afores comedidas tenían más RV que algunas SB “4” de Afores conservadoras.

Aunque el límite de las “4” subió al 45%, y se permitieron mercaderías, FIBRAs, CDKs, las Afores apenas reaccionaron. Al disolverse las carteras “4” a “0”, el ahorro del sistema estaba concentrado en deuda, con poca RV: 72.4% contra 18.6%. En las SB “4”, 66.5% contra 24%[CM2] .

Adiós a los multifondos estilo Chile. Ahora, los TDFs

No ha habido equipo regulatorio que no procure cambios al SAR, importantes o sin relevancia (lo trascendente, mejoría a la pensión esperada, la impulsó el gobierno). El de este sexenio desechó las SB “4” a “0” e instauró las “Generacionales”, copia de los target date funds, TDF, fondos de fecha objetivo, de EUA, sin exponer razones de peso ni realidades del producto.

Los afiliados a planes de pensión 401(k) subsección del Código de Ingresos de la Ley Fiscal Federal, invierten con libertad, directamente, ante intermediarios clásicos. Compran lo que prefieren, en la medida que desean. A falta de gestión especializada, los profesionales ofrecen TDFs como una cartera más para mejorar, completar, encauzar el ahorro a la meta. Se ofrecen como acá los planes para financiar los estudios profesionales de los hijos o cualquier propósito de larga mira. No es el único mecanismo ni se promueve como panacea.

Según Investment Company Institute, ICI, el saldo de los distintos planes al 31 de marzo era de 7.3 billones de dólares. En fondos tradicionales había 4.67 billones; en los de RV, 2.8 billones. Los fondos híbridos, incluyendo TDFs, captaban 1.3 billones, 17.80% del total. Claramente, la mayor parte del ahorro para el retiro en EUA está en productos típicos.

ICI reveló recién que los TDFs son preferidos por veinteañeros (54% de sus ahorros), no por mayores de 60, más preparados (29% de su saldo). Es probable que ganen terreno. Valórense con el hecho de que reciben el dinero de los que no eligen un instrumento concreto, porque no saben, o por indiferencia; y que son una opción nueva, que aún no ha probado su eficiencia.

Las SB “generacionales”, también cortas en riesgo y potencial

En EU no hay un entramado nacional como el SAR, ni equivalentes de Afores. De haberlo, puede que no hubiera TDFs. Hay sistemas como los de nuestras entidades federativas, como el de los empleados públicos de California, “CalPERS”, con sus beneficios y dilemas. Su portafolio tenía 57% en RV al 31 de mayo. Así serían allá las carteras o fondos si hubiera un sistema general.

Cada TDF se distingue por el año objetivo, alguna palabra alusiva al estilo de inversión y el nombre del gestor: Fidelity Freedom 2060, “FDKVX; BlackRock LifePath ESG Index 2055, “LEVKX”, American Century One Choice 2050 Port, “ARFMX”; etcétera.  

El SAR tiene ahora ocho fondos, nombrados por los años de nacimiento (lo opuesto a la meta) de cada grupo de afiliados, del “55-59” al “90-94”. Tendrá más: “95-99”, “00-05”, y sucesivas. Para las Afores implica un desahogo respecto de las SB “4” a “0”: ya no tienen cada año que mover, al fondo subsecuente, el ahorro de los que llegan a la edad tope, ni hacer el rebalanceo correspondiente de las carteras. El afiliado permanece en una SB hasta su jubilación. Se supone que el gestor irá graduando el riesgo. Esta es la diferencia sustantiva. ¿Era necesario? Lo relativo a las inversiones podía lograrse aplicando parámetros, como en Chile.

Pero también las SB “generacionales” se quedan cortas en riesgo. Al 31 de mayo, mientras, por ejemplo, “LEVKX”, tenía 98.10% de RV (pese a la debacle de los mercados), el conjunto de las SB “90-94”, solo 25%, o 35% en alto riesgo agregando estructurados, FIBRAs y mercancías. La de Coppel asumía 36% y 44%. Principal era aún más cautelosa: 18% y 31%.

Y seguían las asimetrías: había SB “65-69”, “75-79”, “80-84” y “85-89” con más riesgo que algunas “90-94”, que en teoría (y posibilidad regulatoria) habrían de tomar más.

Columna de Arturo Rueda

 

El Banco Central de Uruguay interviene dos empresas intermediarias de valores en medio de escándalo

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El Banco Central de Uruguay (BCU) intervino a las financieras Custodia de Valores Mobiliarios y United Brokers S.A. Agente de Valores, en el marco de acusaciones de estafa y apropiación indebida por parte de clientes que perdieron hasta el 90% de sus inversiones.

“El Directorio del Banco Central del Uruguay resolvió intervenir preventivamente con suspensión de actividades, a partir del 5 de julio de 2022, a la empresa Custodia de Valores Mobiliarios (CVM) Corredor de Bolsa S.A. debido a las importantes pérdidas sufridas por algunos clientes sin que el corredor les hubiera advertido de las mismas de manera oportuna”, anunció el BCU en un comunicado.

“Si bien la situación en la empresa United Brokers S.A. Agente de Valores, en principio, no se presenta igual a la de Custodia de Valores Mobiliarios (CVM) Corredor de Bolsa S.A., al tratarse de empresas vinculadas que comparten accionistas, personal superior y parte del personal comercial y administrativo, el Banco Central del Uruguay también resolvió su intervención con suspensión de actividades”, añade el documento.

La firma intervenida tiene como titular a Sara Goldring de Cukier y como socios minoritarios a sus dos hijos. Según un artículo de El Observador, Custodia de Valores Mobiliarios tiene una cartera de 300 a 400 clientes. Muchos de estos clientes han perdido hasta el 90% de sus ahorros, pero la firma señala que había recibido un mandato de “libre administración” para inversiones de “perfil agresivo” y que había puesto 25,7 millones de dólares propios para tratar de salvar las pérdidas.

Pero los afectados aseguran que las inversiones no se ajustaron a su perfil de riesgo o que se les ocultó información, asunto que ahora deberá dirimir la justicia.

Ahora el Banco Central de Uruguay se designó como interventor de las dos empresas a la Bolsa de Valores de Montevideo en cuestión, “a los efectos de la realización de toda operación, incluidas las comerciales, la representación de las entidades intervenidas deberá ser ejercida en forma conjunta por sus autoridades estatutarias y el interventor”.

Según el BCU, “las reuniones pactadas con los clientes para informales de la situación se mantienen en todos sus términos. Se informa también que los canales de comunicación con las empresas continúan siendo los mismos”.

¿A dónde va el mercado del cobre? La carestía de las materias primas a debate

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El temor a la carestía es una preocupación de los mercados: temor a la falta de trigo, de cereales, de alimentos, de metales industriales y, entre ellos, del cobre. Después de un par de años sacudidos en el mercado de metales, los inversores miran con atención el balance del mineral rojo. Por un lado, la producción se ha visto deprimida recientemente. Por el otro, las preocupaciones sobre China complican el panorama para el metal.

Desde los tiempos del llamado superciclo de los commodities que el precio del cobre no se movía tanto.

El ondular de la cotización del metal rojo a lo largo de los últimos años lo ha llevado entre altos muy altos y bajos muy bajos, en un rango que supera los precios vistos en años. En medio de las preocupaciones sobre la dinámica económica global en los albores de las cuarentenas globales por la pandemia de COVID-19, el cobre encontró un piso en torno a los 2,09 dólares por libra a finales de marzo de 2020. En cambio, el entusiasmo por las materias primas y la sequía de inventarios lo llevó a una altura inédita de 4,87 dólares a principios de marzo de este año.

Desde entonces, el precio del metal ha visto una corrección de más de 10%, pero se mantiene firme por encima de los niveles registrados en los últimos años. 

Mientras que la pandemia «ha cambiado varios patrones de consumo e intensificado el uso de tecnologías que están aumentando la demanda por muchos minerales», señala Fabio Fortes, gerente senior del Centro de Excelencia en Minería y Metales de EY, también ha impactado parte de su extracción. «Frente a este escenario de desequilibrio y con inventarios cada vez más reducidos la cotización del metal logró alcanzar valores 25% mayores a los practicados durante el período pre-pandemia», comenta.

Dinámica de inventarios

A medida que la desaceleración y la recuperación de la actividad económica han estado moviendo la aguja de la demanda de cobre, los inventarios del metal han estado fluctuando con fuerza. Hace tres años, la Bolsa de Metales de Londres tenía existencias por 191.725 toneladas métricas, que escalaron hasta los 337.675 en que se ubicaban a finales de agosto de 2019, según cifras de Cochilco.

Luego, a medida que la demanda fue aumentando, los inventarios se redujeron a su mínimo más reciente de 69.600 toneladas. Desde entonces, la cifra se ha más que duplicado, superando las 176.000 toneladas a mediados de mayo de 2022, pero todavía sigue en niveles deprimidos.

Los volúmenes actuales, comenta el coordinador de Mercado Minero de Cochilco, Víctor Garay, se encuentran por debajo de los inventarios para el período 2000-2021, que promedian 479.000 toneladas métricas, considerando el promedio del stock al final de cada período. En contexto, el ejecutivo explica que las existencias actuales representan cuatro días de consumo mundial, mientras que los últimos 20 años promedian casi diez días.

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¿Oportunidad histórica en la renta fija?

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Ha sido un año muy difícil para los inversores. Eran de esperar oleadas de ventas periódicas en la renta variable o en la deuda high yield, por ejemplo, pero normalmente disfrutamos de las ventajas de la diversificación en los activos refugio. Un periodo como este donde todo se desploma (deuda pública, renta variable, etc.) es inusual y especialmente negativo. Este año no ha funcionado prácticamente nada, excepto las materias primas.

Los mercados se han asustado ante la elevada inflación y la creciente presión sobre los bancos centrales para que endurezcan con fuerza la política monetaria, lo que ralentiza el crecimiento y amenaza con provocar una recesión para sofocar el ascenso de los precios. Ese entorno ha sido negativo para la mayoría de las estrategias de renta fija, incluida la nuestra.

A principios de 2022, pensábamos que las cifras de inflación cambiarían de signo en el primer semestre del año. Sin embargo, la invasión rusa de Ucrania agravó las subidas de precios de las principales materias primas, lo que repercutió en los eslabones posteriores de la cadena de valor, como las facturas de luz, agua y gas, la alimentación y muchos tipos de bienes de consumo. Eso ha retrasado el cambio de tendencia de la inflación y ha provocado un aumento inesperado de los rendimientos de los bonos. 

Sin embargo, aunque pueda sonar ilógico, creemos que la actual escalada solo puede dar lugar a un giro a la baja más brusco de los rendimientos más adelante. 

Un menor crecimiento implica una menor inflación 

En el momento de redactar estos comentarios, la inflación estadounidense ha alcanzado su nivel más alto desde 1981, pero numerosos indicadores adelantados apuntan hacia una fuerte desaceleración económica que rebajará la inflación. 

Los riesgos de recesión han aumentado con fuerza este año y, en nuestra opinión, se sitúan muy por encima del 50% para la economía mundial. La presión sobre los consumidores en todo el mundo como consecuencia de los elevados precios de la energía y la alimentación ha reducido la confianza de los consumidores a su mínimo desde que comenzó la serie histórica en 1978. Los salarios reales llevan más de un año disminuyendo en términos reales. Los tipos hipotecarios a 30 años de EE. UU. se han disparado hasta niveles no vistos desde 2006 .

Al mismo tiempo, las condiciones financieras ya se han endurecido sustancialmente: el dólar se ha revalorizado, la oferta monetaria ha caído de forma acusada, los bancos centrales han estado subiendo los tipos en todo el mundo (casi 200 subidas de tipos desde febrero de 2021 a nivel mundial), el gasto público se ha reducido y la Reserva Federal mantiene una postura muy restrictiva.

A medida que avance el año y nos acerquemos a 2023, esperamos que la ralentización se agrave y que la inflación descienda, ya que esta no puede sostenerse sin el crecimiento. 

Incluso en el periodo de estanflación de los años 1970, las desaceleraciones del crecimiento provocaron el hundimiento de la inflación y los rendimientos de los bonos. Finalmente, eso provocará un giro en la política de los bancos centrales que frenará el ritmo de endurecimiento, lo que ocasionará una caída de los rendimientos y una recuperación de los activos de renta fija.

El vuelco de la inflación se retrasa, pero no se cancela

A pesar de la sorprendente subida en las cifras de inflación de mayo, ya estamos viendo señales evidentes de que la inflación está desacelerándose. La fortaleza que sigue mostrando la inflación se ha debido a los precios de la energía, que continuaron subiendo en mayo. Descontando la inflación de los combustibles y la alimentación, los datos sugieren claramente que la inflación «subyacente» ya ha alcanzado su punto máximo. 

En 2020, las primeras señales de que la economía mundial estaba reactivándose tras la pandemia aparecieron en los mercados de materias primas, que son los indicadores adelantados de la reflación. Actualmente, los precios de los productos agrícolas, la madera y el cobre, entre otros, están girando a la baja. 

La inflación energética sigue siendo impredecible debido a la guerra en Europa del Este. No obstante, como el petróleo ya ha aumentado aproximadamente un 60% en lo que va de año, es probable que se modere la contribución de la energía a la inflación. Como los problemas de las cadenas de suministro que motivaron gran parte de la elevada inflación se están solucionando de forma natural (véanse, por ejemplo, las colas en los puertos estadounidenses) y a la vista también de la desaceleración económica, la inflación empezará a descender, posiblemente de manera pronunciada. Cabe destacar cómo el panorama de la inflación puede cambiar drásticamente en un breve lapso. A mediados de 2008, en las fechas previas a la crisis financiera mundial, la inflación estaba próxima al 6%, aunque para julio de 2009 la deflación ya había hecho acto de presencia. 

La desaceleración económica frenará la inflación… y los tipos

Por ello, ponemos distancia con la fatalidad y el pesimismo que abrazan algunos comentaristas y nos inclinamos por ver la situación como una excelente oportunidad para invertir en la renta fija, como no habíamos visto desde la época posterior a la crisis financiera mundial.

Las sorprendentes cifras de inflación de mayo provocaron otra oleada de ventas en la deuda pública y los bonos a 10 años de EE. UU. alcanzaron un nivel no visto desde 2011. En el momento de escribir estas líneas, el mercado descuenta unas expectativas de subidas de tipos de casi el 3% para febrero del año que viene y un tipo básico superior al 4% en 2023 .

En vista de la temporalidad de la inflación, la magnitud de la desaceleración económica que se vislumbra claramente en el horizonte en la actualidad, y teniendo en cuenta que el impacto de la reducción de los estímulos por parte de la Reserva Federal todavía no ha llegado a los mercados, seguimos creyendo que estos han reaccionado de forma exagerada. La Reserva Federal se ha esforzado por dar la impresión de que efectuará subidas agresivas (lo que por sí mismo contribuye al endurecimiento de la política monetaria) y está plenamente convencida de que estas subidas no se producirán. En estos niveles, eso hace que la duración de los mercados desarrollados sea una propuesta realmente atractiva. 

La duración parece atractiva, pero la deuda corporativa… todavía no

Mantenemos una postura relativamente conservadora en nuestras asignaciones de deuda corporativa porque, incluso con la volatilidad que hemos visto hasta ahora en lo que va de año, no creemos que los elevados riesgos de recesión estén totalmente descontados en los diferenciales. Nuestra estrategia está orientada hacia los sectores conservadores, los bonos con vencimientos cortos y las situaciones especiales que pueden resistir una crisis económica. 

El sesgo hacia los bonos con vencimientos cortos también nos da mucha liquidez a medida que esos bonos vencen, lo que significa que tenemos «munición» para incorporar riesgo cuando se descuenten totalmente los riesgos de recesión y la deuda corporativa comience a parecer interesante. Nos estamos preparando para un entorno de recesión en los mercados de deuda corporativa, donde los gestores activos que saben elegir las empresas que pueden sobrevivir y prosperar suelen aportar más valor a los inversores.

 

Tribuna de Ariel Bezalel, responsable de estrategia en renta fija y gestor de los fondos Jupiter Strategic Bond Fund y Jupiter Dynamic Bond, y Harry Richards, gestor de carteras de renta fija en Jupiter Asset Management

 

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*En Hong Kong, los profesionales de la inversión se refieren a los inversores profesionales, tal y como se definen en la Ordenanza de Valores y Futuros (Cap. 571 de las Leyes de Hong Kong), y en Singapur, a los inversores institucionales, tal y como se definen en la Sección 304 de la Ley de Valores y Futuros, Capítulo 289 de Singapur.  

Dos tercios de los inversores de EE.UU. creen que los wealth managers se “enfrentan a la presión” de asesorar sobre criptoactivos

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Los inversores profesionales de Estados Unidos esperan que los wealth managers se vean sometidos a una presión cada vez mayor para que les asesoren sobre criptoactivos y activos digitales, dice un nuevo estudio de Nickel Digital Asset Management.

Nickel encargó una investigación con inversores profesionales de EE.UU. que gestionan colectivamente alrededor de 116.130 millones de dólares en activos, en la que se descubrió que dos tercios (67%) creen que los wealth managers se enfrentarán a una presión creciente por parte de los clientes de alto patrimonio para que ofrezcan cripto y soluciones digitales en los próximos dos años.

Uno de cada cinco (20%) cree que se enfrentará a una presión significativamente mayor para ofrecer asesoramiento, y el 65% advierte que los wealth managers se arriesgarán a perder negocio si no responden a la demanda.

Los fideicomisarios de los fondos de pensiones ejercerán una presión similar en cuanto al asesoramiento y la formación: el 60% de los inversores cree que el nivel de asesoramiento que desean aumentará en los próximos dos años.

Los inversores que trabajan para inversores institucionales, wealth managers, fund managers y fondos de cobertura, son cada vez más optimistas sobre el marco regulador de las criptomonedas en los próximos dos años, ya que el 38% espera una mejora.

Alrededor de una quinta parte cree que habrá un aumento en el número de fondos de inversión cripto/digitales que se lanzarán en los próximos dos años, mientras que más de la mitad (58%) predice que los fondos de pensiones y otras instituciones aumentarán sus asignaciones.

«Los inversores estadounidenses esperan que las estrategias de inversión en torno a los activos digitales se desarrollen rápidamente y son optimistas respecto al cambio normativo. Desde que se formó nuestro negocio en 2018, hemos lanzado cuatro fondos de activos digitales distintos, y estamos buscando desarrollar más productos para atender las necesidades de nuestros clientes», dijo Fiona King, Directora General de Ventas Institucionales de Nickel Digital.

La investigación de Nickel encontró un fuerte apoyo a los activos digitales entre los inversores estadounidenses: tres cuartas partes (75%) de los encuestados creen que se convertirán en activos principales, mientras que el 73% cree que los activos digitales -en particular los protocolos DeFi- están surgiendo como una importante tecnología disruptiva para las finanzas tradicionales.

Cuando se les pidió su opinión general sobre la tecnología de blockchain y los activos digitales, el 37% de los inversores profesionales dijo que es escalable y que está en camino de lograr la adopción generalizada, mientras que el 23% dijo que tiene un fuerte potencial de transformación para la economía mundial.