Un acto de equilibrio: ¿cómo afectarán los riesgos de crecimiento e inflación a las clases de activos en los próximos meses?

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AdvertisementNos encontramos al inicio de un ciclo de endurecimiento de políticas monetarias. Pero este nuevo ciclo tiene varios elementos que lo diferencian de los anteriores. Por un lado, los bancos centrales mantienen un desmesurado volumen de activos en sus balances. Por el otro, el hecho de que la tasa de interés se haya situado en torno a cero en los últimos años ha distorsionado los mecanismos del mercado, haciendo más difícil predecir cómo se comportarán los activos ante el cambio de régimen monetario.

Según explica Jim Cielinski, responsable global de renta fija en Janus Henderson Investors, los activos refugio pueden no seguir el comportamiento esperado al menos al inicio del ciclo, por lo que los inversores deberán ser extremadamente ágiles y no depender únicamente de la historia para guiarse. Coincide con esta opinión George P. Maris, gestor de carteras y co-responsable de renta variable en la región Américas de la gestora, que defiende que las tasas reales negativas han creado importantes desequilibrios estructurales en el mercado durante la última década.

Sin embargo, se ha llegado a un nuevo paradigma en el que la inflación ha aparecido con un carácter más permanente y algunos de los principales bancos centrales ya han iniciado su ciclo de subidas de tipos: Banco de Inglaterra, Reserva Federal, Banco de la Reserva de Australia. Esto tendrá un efecto sobre las valoraciones de todas las clases de activos, desde la renta variable hasta la renta fija en un entorno en el que todavía emergen brotes de COVID-19 y en el que la invasión rusa de Ucrania ha incrementado el nivel de riesgo geopolítico.

Por eso, para el gestor es más importante que nunca que los inversores estén orientados hacia el análisis de los fundamentales, para invertir en las empresas adecuadas, bien desde renta variable o desde renta fija. En sus carteras, están utilizando este periodo de volatilidad para proteger a los inversores y para crear un rendimiento sustancial cuando la niebla que cubre los mercados se disipe.

Mientras que para Alex Crooke, co-responsable de renta variable para la región EMEA y Asia-Pacífico, cree que el ciclo de endurecimiento de la política monetaria probablemente no será tan agresivo en Europa como en Estados Unidos. Pero, en cualquier caso, los tipos europeos también acabarán subiendo y esto tendrá su efecto sobre la deuda, aunque quedan abiertas muchas incógnitas: ¿está esta deuda colocada en instrumentos a largo plazo que pueden estar algo más aislados de los tipos a cortos y de las subidas? ¿afectará más a las hipotecas o a los préstamos a corto plazo? Además, Europa se ha visto directamente afectada por la escalada del precio de la energía como consecuencia del conflicto entre Rusia y Ucrania. La región se encuentra en pleno proceso de transición hacia las energías renovables, pero gran parte de sus políticas energéticas, sobre todo en países como Alemania, Italia y Austria, se basaba en el gas barato de Rusia. Como resultado, cabría esperar que la energía permanezca estructuralmente más cara en Europa.

¿Hay alternativa a la renta variable estadounidense?

Desde hace un par de años, el acrónimo “TINA” -There is no alternative-, entendido como que no hay alternativa a invertir en el mercado de renta variable estadounidense, ha dominado la narrativa del consenso. No obstante, para Cielinski este discurso es incompleto, en el momento en que se abandone el entorno de tipos ultra bajos que se ha mantenido hasta ahora, los bonos recuperarán parte de su atractivo. A medida que se materialice el cambio de ciclo, los rendimientos de los bonos se ajustarán al alza, mostrando su capacidad para generar rendimientos y como elemento diversificador en las carteras. Este nuevo ciclo de subidas será más persistente y esto se está reflejando ya en los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años, que de un 1% han pasado a estar cerca del 3%.

Asimismo, Crooke cree que la innovación no es una exclusiva de Estados Unidos ni de su sector tecnológico. Existen muchas áreas de disrupción fuera de la industria del software. Por ejemplo, en Europa la transición hacia la descarbonización está creando oportunidades en empresas de energías renovables y el reciclaje porque hay una fuerte presión política por hacer un uso más eficiente de las materias primas y en generar menores emisiones de carbono. Por otra parte, China, la segunda mayor economía mundial se ha quedado algo rezagada en su crecimiento. El gigante asiático consiguió salir con rapidez de la pandemia, pero a partir de 2021 adoptó su política de COVID cero, afectando fuertemente a su recuperación. Mientras el país no regrese a la senda de la expansión, la economía global también se verá afectada, ya que China es un gran impulsor del consumo de productos europeos, americanos y asiáticos, así como de materias primas a nivel global. Para Crooke es muy probable que la recuperación llegue entre 2022 y 2023.

Para Maris no es tan importante la geografía como las áreas de crecimiento secular, en especial la tecnología, la sanidad y la biotecnología y algunas áreas de consumo donde todavía se van a ver unas ganancias significativas con las innovaciones que se van a implementar a futuro. Y dentro de estas áreas de crecimiento secular, no todas las empresas líderes tienen su domicilio en Estados Unidos. Por ejemplo, empresas de materiales, energía o financieras que están fuera de EE. UU. están comenzando a tomar la delantera. Otro ejemplo son las grandes farmacéuticas, que en su mayoría tienen su domicilio en Europa. En algunas industrias estadounidenses se ha creado una burbuja, entre el 40% y el 50% del índice de crecimiento del Russell 1000 está representado por cinco o seis acciones. Por eso, en Janus Henderson mantienen una exposición más equilibrada diversificando entre industrias y capitalización bursátil. Muchas de estas empresas son multinacionales, por lo que sus ingresos no dependen de una región en particular, creando oportunidades de crecimiento a nivel global.

Desaceleración en el crecimiento

Por ahora parece poco probable que Estados Unidos entre en recesión, al menos según la definición técnica de la misma. Pero lo que sí apunta Maris es que la economía se está desacelerando. Según indica el gestor, el factor al que hay que prestar atención es la velocidad a la que se está produciendo el cambio. El endurecimiento de las políticas monetarias disminuirá la liquidez disponible en los mercados, pero también están todavía presentes la irrupción del COVID y del conflicto en Ucrania, factores afectan de forma estructural al equilibrio entre la oferta y la demanda, haciendo que las perspectivas sean más desafiantes. 

A su favor, Estados Unidos tiene una tasa de desempleo por debajo del 4%. Incluso en los peores escenarios es poco probable que aumente en un plazo de más de cinco años. Pero los vientos a favor de la economía global se están disipando, por lo que es necesario ser más cautos e invertir en las empresas adecuadas con balances sólidos y un buen poder de fijación de precios.

En Europa, el panorama se presenta algo más complicado. El mercado de trabajo muestra algo más de desempleo, situándose en el 7%. En consecuencia, el crecimiento salarial no es un factor tan importante como en Estados Unidos. Pero la región se está viendo afectada por el impacto en los precios de la energía. Las naciones europeas están tratando de reducir su exposición al petróleo ruso, cuyo consumo se desplazará probablemente a otros países de Asia y África, produciendo un exceso de crudo producido en otras regiones que será comprado por Europa. En el caso del gas, la logística es más complicada, pues su proceso de licuefacción implica la construcción de plantas, y el consecuente gasto de tiempo y dinero. Con unos precios de la energía elevados durante más tiempo, se limitará el gasto de los consumidores europeos. De hecho, Alemania ya está en riesgo de entrar en recesión técnica, pero en la opinión de Crooke no se trataría de una recesión profunda, porque los precios podrían comenzar a caer de nuevo pasado el shock inicial en la oferta de energía.

 

Si lo desea, puede visualizar el evento completo a través de este link.

Claves para proteger nuestro planeta

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Ya no podemos mirar hacia otro lado: la realidad es que nuestro clima está cambiando y la biodiversidad está en peligro. Además, todavía estamos gestionando la pandemia que nos aflige desde principios de 2020. Por lo tanto, es vital actuar ya.

Uno de los mayores riesgos para los propietarios y gestores de activos es no saber ver la oportunidad que ofrece la transformación hacia un planeta más sostenible. La sostenibilidad es ahora el principal revulsivo de la innovación: en particular, la búsqueda de soluciones al cambio climático impulsa la innovación tecnológica a un ritmo sin precedentes.

Si los inversores no aprovechan esas oportunidades para invertir en innovaciones sostenibles, no solo será perjudicial para sus rendimientos. También estarán dejando de apoyar a aquellas soluciones capaces de revertir el cambio climático y sacar a nuestro planeta de este atolladero.

Una hoja de ruta para el cambio climático

La cuestión más decisiva que los inversores deberían plantearse es cómo ejercer un impacto sostenible en el mundo real. Consideramos que existen tres prioridades en este sentido.

  1. En primer lugar, es fundamental que elevemos la inversión sostenible a una escala mayor. La inversión sostenible debe convertirse en una corriente generalizada, ser una fuerza que ayude a impulsar la transformación hacia sociedades más sostenibles y resistentes. A pesar del aumento del número de fondos ASG y de impacto en el mercado, nuestra labor aún no ha concluido. Por cada fondo que integra criterios de sostenibilidad, hay muchos más que no lo hacen. Esto plantea un gran reto: aunque los inversores están dirigiendo cada vez más capital hacia empresas sostenibles, existe una gran cantidad de recursos financieros que siguen yendo a parar a empresas cuyo impacto ambiental y social es adverso.

Eso significa que, en lugar de considerar la inversión sostenible como un nicho de mercado, tenemos que ir a por todas y adoptarla como nuestra forma normal de operar.

  1. Nuestra segunda prioridad es innovar. Si queremos lograr el objetivo de hacer que la inversión sostenible se convierta en una corriente generalizada, debemos encontrar formas innovadoras de integrar la sostenibilidad en las diferentes clases de activos. Hoy en día, el enfoque principal sigue centrándose en renta variable cotizada. La renta fija, y sobre todo el crédito, se sitúan en un segundo lugar, pero los sondeos muestran que la integración de la sostenibilidad en esta clase de activos se encuentra aún en una fase temprana.

Esto significa que hay todo un mundo por conquistar para la inversión sostenible. Si logramos crear formas innovadoras de integrar la sostenibilidad en las diversas clases de activos –en especial, en deuda soberana–, surgirán más oportunidades para ejercer un impacto positivo.

  1. La tercera prioridad es el impacto. En este aspecto, todavía existen muchas incógnitas: ¿cómo podemos medir el impacto de las empresas en las sociedades y el medio ambiente? ¿Los criterios ASG son un buen indicador de impacto o necesitamos mejores parámetros, más orientados a los bienes y servicios que ofrecen las empresas, su consecuencia, en lugar de limitarse a su actividad? ¿Y qué parámetros pueden reflejar si las empresas van a lograr aumentar su impacto en el futuro?

Estamos afrontando estos retos a través del análisis y la creación de nuevos productos. En Robeco hemos creado, por ejemplo, un Marco ODS propio que nos permite evaluar el impacto que ejercen las empresas sobre cada uno de los ODS, a partir del cual creamos estrategias de inversión que apuestan por las empresas con impacto positivo. También hemos puesto en marcha innovadoras estrategias centradas en el clima, que se ajustan plenamente a la normativa de referencia de la UE para inversiones alineadas con los Acuerdos de París.

En última instancia, la inversión sostenible debe dirigirse hacia el impacto… y aquí… queda mucho trabajo por hacer.

Superar los obstáculos para asegurarnos de tener un impacto

Estos retos son muy complejos, y la complejidad hay que acogerla, no eludirla. Para ello, necesitamos comprender mucho mejor a qué nos enfrentamos y sus posibles consecuencias. Queda mucho camino por recorrer hasta que podamos determinar cómo las inversiones influyen sobre el cambio climático y, especialmente, sobre la pérdida de biodiversidad, y viceversa.

Eso nos obliga a aunar esfuerzos con el conjunto del sector. Ningún desafío relacionado con la sostenibilidad puede resolverse si no actuamos colectivamente. Un planeta seguro y saludable solo puede existir si la inversión sostenible deja de ser la excepción y se convierte en la regla.

Tenemos que hacerlo, es nuestro deber moral y obligación. Sí, es complejo y llevará tiempo. Pero no podemos permitirnos el lujo de esperar hasta que se despejen todas las incógnitas y dominemos todas estas complejidades. Hoy en día disponemos de la información y los conocimientos más que suficientes para ponernos manos a la obra. Y debe ser ahora, no nos queda mucho más margen de actuación.

 

Tribuna de Carola van Lamoen, directora de Inversión Sostenible de Robeco, y  Ana Claver, CFA, directora general de Robeco Iberia, Latam y US Offshore. Presidenta del Comité de Sostenibilidad de CFA Society Spain.

 

 

Claves para conocer qué tan arriesgada es una inversión

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Al comenzar a investigar las mejores opciones para ahorrar o invertir nuestro dinero, la mayoría de nosotros suele priorizar los rendimientos, sin fijarnos tanto en el riesgo. Es muy claro que, hablando exclusivamente de rentabilidad, una inversión de 12% es mejor que una por la que percibirás una tasa de beneficio del 8%.

“¿Qué tan arriesgada es cada una?”, es una pregunta más interesante. Porque ese 8% quizá lo obtienes poco a poco sin caídas, y el 12% tiene subidas y caídas más bruscas cada cierto tiempo.

Según delinea Leonardo Castillo, especialista en finanzas personales de Fintual y economista por el ITAM, una persona relativamente aversa al riesgo podría preferir el 8%, teniendo menor rendimiento, pero evitando ver caídas fuertes en sus inversiones. Lo que hemos de tener claro es que mientras mayor sea el retorno esperado, mayor será el riesgo de esa inversión, recalca.

Conocer, junto con sentirse cómodo con el nivel de riesgo de las inversiones, es vital para que no dejarse llevar por el miedo a la volatilidad o posibles caídas que puedas ver en tu dinero y seguir tu plan de inversión, lo cual es clave para invertir con éxito.

En esa línea, el especialista en finanzas personales destaca la métrica de Value at Risk (VaR), que es una medida de riesgo utilizada en finanzas para entender qué tanto podría caer una inversión durante cierto tiempo.

Simplificando, explica Castillo, el VaR calcula cuánto es lo mínimo que podría perder una inversión con cierta probabilidad durante un periodo de tiempo. Usualmente, se mide en períodos de un día y se usa una probabilidad de 5%. Entonces, poniendo un ejemplo, una inversión con un VaR a un día del 5% con probabilidad de 3% se entiende como “existe una probabilidad del 5% de que esta inversión caiga 3% durante un día”.

El VaR es un indicador de qué tan riesgosa puede llegar a ser una inversión, por eso, es una herramienta clave a la hora de acercarnos a estos mercados. Fijándote en este indicador, los inversionistas pueden considerar si se sienten bien con la volatilidad que tendrá el instrumento, o fondo, donde planeen invertir.

Una recomendación general, explica el profesional, es que “si estás invirtiendo a plazos cortos, no te conviene un VaR alto”. A nadie le gusta una caída de 3% en un dinero que tiene pensado para las vacaciones del siguiente mes. Para mediano y largo plazo, uno puede ir tomando más riesgos. Si por alguna razón te toca una caída al poco tiempo de empezar a invertir, hay suficiente tiempo para que se compense. Puedes descubrir el VaR de cualquier fondo accediendo directamente en su DICI.

En el caso de Fintual, Castillo explica que la fintech pregunta en el momento de creación de la cuenta algunas preguntas para definir el nivel de riesgo de los ahorrantes, para saber si es que es mejor priorizar una mayor rentabilidad o un nivel de riesgo más bajo. Esto, señala, permite a la plataforma recomendar cuál es la mejor opción para el usuario.

Simplificando, a quien le preocupe mucho ver pérdidas en su dinero, es mejor elegir un perfil conservador, como FT-LIQU. Si el inversionista puede aguantar ciertas bajadas, aunque estas no sean muy extensas, un fondo moderado –al estilo Moderate Portman– puede ser el fondo indicado. Por el contrario, si busca maximizar el rendimiento a largo plazo y aguantas bien las caídas, lo recomendable es un fondo agresivo, como Risky Hayek.

El especialista de finanzas personales también recalca que hay que tener en cuenta que el riesgo elegido en las inversiones dependerá del tiempo que se planee dejarlas operativas. Puedes tener un perfil muy arriesgado a largo plazo, pero te convendría invertir el dinero de tus vacaciones en un fondo conservador, señala.

 

 

Gestores y expertos de Mirabaud AM se reúnen en un encuentro online el próximo 15 de junio

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Mirabaud AM organiza su evento bianual: celebrará una mesa redonda online el próximo 15 de junio a las 12:30.

El evento consistirá en una mesa redonda compuesta por gestores clave de la entidad y moderada por Elena Villalba, directora general para Iberia y Latinoamérica.

Tras dar un breve repaso a la evolución de los mercados, su panel de expertos, compuesto por gestores de renta fija y variable, intercambiarán sus visiones sobre los diferentes activos y la situación de volatilidad actual.

Entre los expertos estarán Gero Jung, macroeconomista jefe, que hablará de actualidad, retos y oportunidades; Anu Narula, responsable de renta variable global temática; Hywel Franlink, responsable de renta variable europea; Andrew Lake, responsable de Renta Fija; y Nicolas Cremieux, responsable de bonos convertibles.

Si te interesa inscribirte a este evento online, haz click aquí

BME organiza el XVIII Foro Medcap, que vuelve a ser presencial

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Después de dos ediciones digitales a causa de la pandemia, el Foro Medcap recupera este año la normalidad. Del 24 al 26 de mayo, empresas e inversores se darán cita en de forma presencial en el Palacio de la Bolsa de Madrid para celebrar el encuentro de referencia para las pequeñas y medianas compañías cotizadas.

Esta edición del Foro Medcap, la número 18, reunirá a 110 empresas y más de 135 inversores, de los que un 25% son internacionales. Se celebrarán cerca de 1.000 encuentros privados y discovery meetings, en las que los responsables de las compañías explicarán a los gestores de fondos de inversión asistentes al evento sus planes de futuro. Los inversores tendrán ocasión de conocer la visión de las empresas en un entorno de recuperación postpandemia, pero también de incertidumbres derivadas de la invasión rusa a Ucrania y con el cambio de rumbo de la política monetaria de los principales bancos centrales de fondo.

Además de las reuniones entre, el Foro organizado por BME plantea varios paneles sobre cuestiones de actualidad de la economía y los mercados financieros. El acto inaugural del Foro será el 24 de mayo a las 10 y correrá a cargo de Javier Hernani, consejero delegado de BME; Thomas Zeeb, Global Head of Exchanges de SIX, y Fernando Ruiz, presidente de Deloitte España. Antonio Garamendi, presidente de la CEO, protagonizará la intervención especial de la apertura. Tras ella, Javier Hernani moderará la mesa “Líderes ante los nuevos desafíos”, en la que estarán presentes Patricia Ayuela, CEO de Línea Directa Aseguradora; Pablo Martín, CEO de Izertis, y Carlos Delclaux, presidente de Vidrala.

El primer día se completará con el panel “Efectos de la crisis geopolítica en sectores estratégicos y sus perspectivas”. El día 25 se celebrarán otros tres paneles, centrados en la inversión socialmente responsable, uno de los asuntos centrales en el mundo de la inversión; en la emisión de renta fija como aliada para la financiación y en las estrategias de las compañías cotizadas ante la transición energética. Para la jornada final del evento, el día 26, quedarán sendos paneles sobre tecnología, digitalización y big data, por un lado, y sobre el salto de dimensión que supone la Bolsa para las empresas, por el otro.Además, en el cóctel de ese último día se anunciarán las nominaciones a los Premios European and Midcap Awards que organizada la Federación Europea de Bolsas (FESE).

Un año más, el foro ofrecerá visibilidad a las empresas de menor capitalización, que sufren una menor atención por parte de inversores y casas de análisis. En parte para enmendar este problema surgió la iniciativa Ligthouse, puesta en marcha por IEAF y que cuenta con la colaboración de BME. Este proyecto para la generación de análisis independiente ha contribuido a que la tasa de orfandad de las cotizadas españolas baje de más del 40% a menos del 30%. BME también organiza a lo largo del año distintas iniciativas para que los inversores conozcan mejor a las compañías pequeñas y medianas, como los encuentros con inversiones en distintas capitales europeas.

Viento en contra para las acciones tecnológicas

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El desempeño de las acciones del sector tecnológico desde noviembre, en especial en las últimas semanas, trae ecos de la burbuja tecnológica del 2000.

Por entonces, la trampa para los inversores fue dar por hecho una revolución (la de Internet) que solo estaba comenzando y llevar al valor terminal de sus descuentos de flujo de caja unos crecimientos que se acabaron antojando imposibles. Ahora, el cambio en pautas de consumo de contenido multimedia, la demanda de laptops & PCs, el incremento en horas de uso de servicios de redes sociales, el salto en volúmenes de e-commerce y las ramificaciones hacia publicidad online e intensidad en la gestión de datos en la nube como consecuencia de los confinamientos y restricciones de la pandemia, han llevado a los gestores de fondos a extrapolar estas tendencias al futuro y a incorporar a sus modelos asunciones poco realistas.

En ambos periodos la Fed arrojó más leña al fuego. En 1998 la burbuja ya daba síntomas de estar comenzando a estallar, afectando así al consumo, la crisis de las divisas asiáticas de 1997 seguía coleando y los bancos internacionales se mostraban cada vez menos dispuestos a invertir y prestar a los países en desarrollo –no sólo en Asia, sino en otras zonas del mundo– mermando el flujo de crédito y la expansión de la demanda agregada a nivel mundial.

En este contexto los ataques terroristas del 11-S afectaron muy negativamente al sentimiento poniendo en riesgo el crecimiento. Más recientemente, las medidas expansivas adoptadas para paliar los efectos del COVID sobre la economía –que hacen palidecer lo llevado a cabo en materia de política monetaria en los años 90– y, posteriormente, la guerra en Ucrania y la incertidumbre que el conflicto vuelca a nivel corporativo y financiero, que han dilatado de forma histórica el régimen de tasas reales negativas, han favorecido la especulación entre inversores minoristas y e inflado las valoraciones de acciones asociadas con temáticas de crecimiento y momentum.

En este sentido, parece que la compra de acciones tecnológicas está «pasando de moda» entre los inversores amateur, algo que por otro lado tiene sentido teniendo en cuenta la pérdida de poder adquisitivo a la que los consumidores se están viendo sometidos al crecer sus salarios por debajo de la inflación (especialmente en Europa). La consiguiente caída en el ahorro como porcentaje de su renta disponible (que en EE.UU. se sitúa ya por debajo de la tendencia pre-pandemia tras haberse desplomado desde el 33,8% en abril de 2020 hasta el 6,2% en marzo de 2022) y la pérdida del colchón que supusieron las transferencias de riqueza desde el gobierno (cheques, moratorias al pago de hipotecas y otros préstamos, suspensión temporal de la campaña del impuesto sobre la renta, etc.) dejan menos dólares para la inversión de alto riesgo.

El drenaje adicional de liquidez que van a suponer las sucesivas subidas de tipos que planea la Reserva Federal para 2022 y 2023 –que ya ha disparado el coste de las hipotecas a 30 años desde el 3% hasta el 5% y que pronto se dejará sentir también en la actividad del mercado laboral– hacen desaparecer los recursos ociosos, impactando de forma muy evidente en el ánimo y la capacidad del especulador.

Como vemos en las gráficas, la riqueza de las familias se disparó hasta un 137% desde los mínimos de marzo de 2020, pero el tensionamiento de la política monetaria pondrá presión al crecimiento en masa monetaria, diluyendo la percepción de holgura financiera.

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Los indicios de que esto está sucediendo a gran escala se encuentran allá donde se mire. El ETF Ark Innovation de Cathie Wood, que ha sido la referencia en esta etapa del FOMO (fear of missing out) y el apetito desmedido por la tecnología, se ha colocado esta semana por debajo de la rentabilidad del S&P 500 por primera vez desde su lanzamiento después de haber estado acumulando una ventaja que superaba en 5 veces el retorno cosechado por el índice de referencia norteamericano. Correlación no implica causalidad, pero sorprende no obstante la comparación de este ETF con el auge y caída del Nasdaq. El fondo de 100.000 millones de Masayoshi Son, Softbank Vision, sigue la misma tendencia, habiendo registrado en el primer trimestre pérdidas que exceden los 26.000 millones de dólares en sus inversiones (DoorDash, DiDi o GRab Group, que acumulan caídas superiores al 50% en 2022). La valoración más reciente de Vision se realizó a finales de 2021, arrojando una rentabilidad próxima al 40% en 4 años y medio, muy por debajo del desempeño del S&P 500 en ese mismo periodo.

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En la misma línea se expresa el equipo gestor de IAC, una incubadora-holding de empresas de Internet como Tinder, Vimeo, TripAdvisor o Investopedia que es buen termómetro para lo que está sucediendo en el sector. En una reciente comunicación a sus accionistas explica que la reacción del mercado «se debe a un reajuste adecuado en los modelos de valoración  y no a un acontecimiento exógeno de cisne negro y que, esta vez, no se vislumbra ninguna vacuna (literal o figurada) en el horizonte que haga que las cosas vuelvan a donde estaban». Además, proyectan que estos ratings en múltiplos perduren para empresas que, como la suya, tienen algo que demostrar.

Fuera del ámbito de la renta variable, y como era de esperar habida cuenta de su correlación negativa con la prima de riesgo en el mercado bursátil, CNBC publica que un 40% de los inversores en bitcoin están ya soportando rentabilidades en rojo. Los nervios entre los inversores en crypto se han visto acrecentados por el desplome en TerraUSD; esta divisa virtual ligada al USD 1:1 era una de las stablecoins más importantes, alcanzando en su pico de cotización una capitalización de casi 20.000 millones. Las stablecoins juegan en el mundo virtual un papel similar al de los fondos monetarios en el de finanzas tradicionales (depósito de valor). Las enormes dificultades de devolver su cotización a la paridad con el dólar y las declaraciones de Yellen han dado inercia a la caída.

La retirada del inversor minorista es relevante porque ha crecido hasta representar un cuarto del volumen negociado en las bolsas estadounidenses. Esta pérdida de interés queda de manifiesto en el caso de Robinhood, que actuó de lanzadera para que los particulares pudieran acceder al mercado de acciones durante la pandemia, llegando a regalar dinero por cada apertura de cuenta, y desempeñando un papel muy relevante en el liderazgo del sector IT en la bolsa global. HOOD ha presentado sus resultados y reveló que sus ingresos por corretaje de acciones han descendido un 73% interanual, hasta los 36 millones de dólares.

La pérdida de un soporte tan importante es un evidente viento en contra para las acciones tecnológicas. Si usamos como hoja de ruta la evolución de la crisis dotcom, el precio de las acciones tecnológicas podría sostener presiones bajistas durante bastante más tiempo. Recordemos que el Nasdaq no tocó fondo hasta finales de 2002, para luego mantenerse en tendencia prácticamente horizontal durante casi 10 años (tardamos 17 en recuperar los máximos), algo necesario para depurar definitivamente las sobrevaloraciones todavía prevalentes después de las caídas.

Pero hay diferencias relevantes también. Desde el 2000 al 2010 la TIR media del bono tesoro EE.UU. superó el 4%, pero las valoraciones eran mucho más exigentes que las que nos encontramos ahora. 

Las acciones tecnológicas han caído un 32% desde los máximos de noviembre, un castigo superior al experimentado el primer semestre post pinchazo de la burbuja dotcom. Y un 38% de los componentes del Nasdaq se apuntan pérdidas mayores al 40%. Así, las valoraciones se han moderado sustancialmente. Después de esta abultada corrección cotizan prácticamente en línea con su prima histórica respecto al S&P 500, siendo los títulos más caros los que han aportado más a este ejercicio de moderación. El múltiplo de precio/ventas del primer quintil (las más caras) ha pasado de 16 a 7 veces aproximadamente.

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AXA, Unilever y Tikehau Capital lanzarán un fondo de impacto dedicado a acelerar la transición a la agricultura regenerativa

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AXA, Unilever y Tikehau Capital han anunciado la firma de un memorándum de entendimiento en el que se recoge su ambición de crear un fondo de impacto dedicado a acelerar la transición a la agricultura regenerativa. Según han explicado, se trata de un fondo de capital privado que será gestionado por Tikehau Capital y en el que cada uno de los socios pretende invertir 100 millones de euros- Además, estará abierto a los inversores que deseen participar y beneficiarse de esta iniciativa, con un tamaño objetivo de 1.000 millones de euros.

Según destacan las tres firmas, en conjunto, la agricultura, el uso de la tierra y la deforestación representan la segunda fuente de emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial y el principal motor de la pérdida de biodiversidad. Por ello, el objetivo del fondo será contribuir a invertir esta tendencia y promover las prácticas de agricultura regenerativa centrándose en tres áreas fundamentales: proteger la salud del suelo para mejorar la biodiversidad, preservar los recursos hídricos y ayudar a combatir el cambio climático; contribuir al futuro suministro de ingredientes regenerativos para satisfacer las necesidades de una población mundial creciente y la demanda de los consumidores de productos cada vez más sostenibles; y ayudar a desbloquear las soluciones tecnológicas que pretenden acelerar la transición a la agricultura regenerativa.

En este sentido, las tres firmas argumentan que la transición necesaria en las prácticas agrícolas solo será posible mediante una forma nueva y más sistémica de colaboración entre las partes interesadas de toda la cadena de valor, incluidos los agricultores, los productores, los fabricantes, los minoristas, los proveedores de tecnología y los inversores financieros, que este fondo tratará de hacer realidad. Así pues, aprovechando la red internacional de AXA, Unilever y Tikehau Capital, se espera que el fondo sea global. Los objetivos y la medición del impacto serán fundamentales en su funcionamiento y estarán plenamente integrados en su estrategia de inversión.

“La agricultura regenerativa es un tema ESG importante. Por lo tanto, este fondo se alinea perfectamente con nuestra estrategia de descarbonizar la economía real a través de inversiones de impacto. En AXA, nuestro objetivo es tener 26.000 millones de euros invertidos en activos verdes para 2023, y disponer de 1.500 millones de euros para invertir en bosques y proyectos de capital natural, que pronto incluirán proyectos de agricultura sostenible. Para convencer a los inversores, tenemos que reinventar la forma de gestionar el riesgo agrícola y medir el impacto a nivel local, durante toda la duración de los proyectos que financiamos. Esperamos que esta iniciativa con Tikehau Capital y Unilever sea la primera de muchas», ha afirmado Pascal Christory, Director de Inversiones del Grupo AXA, y Antoine Denoix, Director General de AXA Climate, añadieron: 

Por su parte, Eric Soubeiran, vicepresidente del Fondo para el Clima y la Naturaleza de Unilever, ha destacado: “Sabemos que una de las formas clave de abordar el cambio climático es a través de la naturaleza, y la agricultura es una parte de esa solución. Por ello, en 2020 Unilever se comprometió a invertir 1.000 millones de euros en proyectos sobre el clima y la naturaleza, conectando la transformación de la cadena de valor con nuestro negocio y nuestras marcas, lo que permitirá a Unilever adoptar medidas específicas y significativas para hacer frente al cambio climático y crecer de forma responsable. Con el tiempo, esperamos que los proyectos incluyan la aceleración de la transición de los tensioactivos regenerativos, la ampliación de los productos lácteos con bajas emisiones de carbono y la aceleración basada en las plantas. Estamos deseando trabajar con nuestros socios en este nuevo mecanismo de financiación de la agricultura regenerativa”.

En opinión de Pierre Abadie, director de Clima del Grupo Tikehau Capital, la reducción del impacto de la agricultura en el medio ambiente es vital para combatir el cambio climático y garantizar que haya una cadena de suministro de alimentos saludable y sostenible para todos. “Esta reducción del impacto debe ser un esfuerzo colectivo que se realice a gran escala. Con el lanzamiento de este fondo, nuestro objetivo es poner en común los recursos, las habilidades y la experiencia para apoyar las innovaciones tecnológicas y los cambios de prácticas que se requieren para mejorar tanto el suelo como la salud humana. El fondo nos ayudará a poner en marcha nuestro plan climático, a través del cual pretendemos tener 5.000 millones de euros de activos bajo gestión para 2025 dedicados a abordar la emergencia climática”, ha añadido Abadie. 

Según matizan las firmas, AXA Climate desempeñará un papel integral en el lanzamiento y despliegue del fondo. Esta filial de AXA contribuirá a través de su experiencia en la gestión de riesgos climáticos, medioambientales y agrícolas, y en el seguimiento de los impactos (especialmente a través de la tecnología satelital), con el apoyo de su conocimiento granular del sector agrícola.

Respecto a Tikehau Capital, la gestora aportará su experiencia y conocimientos en inversiones relacionadas con el clima. Tras lanzar el primer fondo dedicado a la transición energética y la descarbonización de la economía en 2018, Tikehau Capital cuenta ahora con casi 2.000 millones de euros de activos bajo gestión centrados en la acción climática en sus diversas clases de activos.

Carmignac refuerza su equipo de inversiones alternativas con Jean-François Louvrier

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Carmignac ha anunciado la incorporación de Jean-François Louvrier a la firma como gestor de carteras, para reforzar la experiencia de la firma en renta variable long-short. Según indican desde la gestora, Louvrier trabajará en Londres y reportará a David Older, responsable de renta variable.

Desde su nuevo cargo, Louvrier gestionará un fondo market neutral de renta variable global y conforme al artículo 8, que integrará criterios medioambientales y sociales en el proceso de inversión. En consonancia con la postura de prudencia y las credenciales de gestión de riesgos de Carmignac, este fondo se integrará primero en el LAB. Lanzado por Maxime Carmignac en 2014, la gestora recuerda que el LAB ha sido creado para fomentar la diversificación de la gama de fondos, mediante el cultivo de nuevas estrategias antes de ponerlas a disposición de los clientes.

Según destaca la gestora, actualmente cuenta con casi 20 años de experiencia en estrategias de renta variable long-short. Y explica que estas estrategias se han convertido en una piedra angular de su enfoque de inversión, en particular con Carmignac Portfolio Long Short European Equities, un fondo que se encuentra en el primer cuartil de su categoría Morningstar en periodos de 1, 3 y 5 años y que también integra criterios medioambientales y sociales en su proceso de inversión (también denominado como el artículo 8 del Reglamento europeo sobre la Divulgación de Finanzas Sostenibles).

“Estamos muy contentos de que Jean-François se una a nosotros. Su exitosa experiencia en la implementación de estrategias de renta variable ‘long-short’ y su conocimiento de determinados sectores cíclicos supone una importante incorporación a nuestra área de inversiones alternativas, que ha ido ganando adeptos entre nuestros clientes a lo largo de los años”, ha destacado David Older, responsable de renta variable en Carmignac.

Jean-François Louvrier aporta una amplia experiencia en la gestión activa de fondos de renta variable mundial. Se incorpora a Carmignac desde Pictet AM, donde ha sido gestor de una cartera de renta variable long-short desde 2015. Anteriormente, Jean-François Louvrier trabajó en Ivaldi Capital, Brevan Howard AM y Stark Investments, tras haber comenzado su carrera en PWC y luego en McKinsey & Company. Jean-François se licenció en Administración de Empresas por la Universidad de Chicago. También tiene un máster en gestión de riesgos financieros por la Universidad de Saint-Louis de Bruselas, así como un máster en Economía y Ciencias de la Gestión por la Universidad de Lovaina.

Y este año el Premio Nobel de la Paz es para …. 

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Cada día que continúa la guerra en Ucrania no solo es un día más, sino que también hace tambalear los principios claramente definidos de los inversores sostenibles. Hay algunos criterios que forman parte globalmente de un conjunto estándar de criterios de exclusión para los fondos sostenibles, independientemente de que el fondo tenga su sede en Estados Unidos, Australia o Europa. 

Uno de ellos ha sido hasta ahora la exclusión de los fabricantes de armas, con lo que no sólo se ha condenado al ostracismo a los productos en sí, es decir, a las armas, sino que se ha prohibido a todo el sector su inclusión en los fondos sostenibles.

¿Los fabricantes de armas como salvadores de la democracia, la libertad y los derechos humanos?

La invasión rusa de Ucrania parece haber llevado a algunos a replantearse su posición. De repente, los programas de austeridad se cambiaron por programas de armamento y los fabricantes de armas fueron aclamados como defensores de las democracias occidentales. Algunas empresas de inversión han vuelto a admitir a los fabricantes de armas en sus fondos sostenibles, olvidando que los fabricantes de armas no sólo las envían a las democracias puras. 

A diferencia de una póliza de seguro, de la que te alegras si no tienes que usarla nunca, los grandes arsenales parecen tener el factor tentador de hacer que los propietarios quieran usarlos… No todas las constituciones son tan elegantes como la austriaca, que contiene un número suficiente de garantías para proteger a la población de los avances tiránicos de los individuos.

Imagina que es la guerra y nadie puede saberlo

Los criterios sostenibles que se utilizan en el análisis de las empresas para, por ejemplo, evaluar el gobierno corporativo, habrían señalado la estructura de poder rusa durante años. Hay una razón por la que los mandatos están limitados en las democracias y por la que los poderes ejecutivo, legislativo y judicial están separados. De lo contrario, la tentación de rodearse de personas que dicen «sí», que no tienen ni el valor ni la capacidad de ser críticos con el hombre o la mujer en el poder, resulta abrumadora después de años en el poder.

Esto parece haber contribuido a la decisión desastrosamente equivocada de iniciar una guerra en Europa, por no hablar de la total falta de empatía en la destrucción de medios de vida humanos. Si la «operación especial» militar se va a ejecutar en nombre del pueblo ruso, hay que preguntarse por qué se ha criminalizado la información sobre esta brutal guerra.

La rana que se despierta demasiado tarde en la olla

La rana era feliz en el agua que se calentaba lentamente en la olla hasta que el agua empezó a hervir y fue demasiado tarde para que la rana pudiera escapar. Esta fábula de la rana hervida nos recuerda los problemas actuales de varias maneras: por un lado, nuestra dependencia de las materias primas fósiles y el impacto en el cambio climático; por otro lado, nuestra dependencia de Rusia y de cómo estamos financiando el complejo militar ruso pagando la factura del gas. ¿Tal vez no debamos retirar el reactor nuclear alemán de la red después de todo? ¿Qué tiene que decir el regulador europeo al respecto?

Los marcos reguladores europeos, ¿enemigos de la economía de libre mercado?

Durante años se han reído de los inversores sostenibles por su poca relevancia en el mercado financiero internacional. Después, la Comisión Europea empezó a publicar reglamentos para las inversiones sostenibles y definiciones sobre los criterios que debían cumplir las inversiones sostenibles. Aunque no se está obligando a ningún inversor a invertir de forma sostenible, el clamor por dicha normativa es considerable.

En este entorno, la regresión de una economía de libre mercado a una economía ineficiente de planificación centralizada surge como la preocupación principal. Curiosamente, estas preocupaciones no se materializaron en el pasado cuando los proveedores de índices dominantes en el mercado crearon criterios para la composición de los índices o las definiciones de los sectores desde cero, sin legitimidad democrática. No hay que preocuparse: los inversores pueden seguir invirtiendo fuera del ámbito de la Taxonomía, pero será más difícil maquillar de verde dichas inversiones.

Las razones de la discordia en la Taxonomía Europea

La energía nuclear y las armas son los mayores puntos de discordia en la definición de una directriz social y ecológica europea destinada a crear criterios estandarizados para las inversiones sostenibles. Por ejemplo, tras muchas presiones y luchas políticas, la energía nuclear fue clasificada como ecológica (bajo ciertas condiciones). Esto significa que un fondo sostenible según el Reglamento de Taxonomía también puede invertir en empresas de servicios públicos que generen energía nuclear. Sin embargo, esto no significa que un inversor que rechaza la energía nuclear por buenas tenga que invertir en ella. Por ejemplo, los titulares de nuestros fondos responsables pueden estar seguros de que éstos seguirán excluyendo la energía nuclear.

La contraparte social, la Taxonomía Social, sólo está en su fase de desarrollo y aún no ha sido aprobada. Si la industria armamentística recibiera un nuevo papel debido al conflicto en Ucrania, haciéndola invertible desde una perspectiva social sobre la base de la clasificación europea, esto no cambiaría nuestra forma de entender la ESG en Erste AM. Seguiremos excluyendo de todos los fondos de inversión de Erste AM las armas prohibidas que, según los informes de los medios de comunicación, se emplean desgraciadamente en Ucrania.

¿Quién va a recibir el Premio Nobel de la Paz?

El Ministro Federal de Finanzas, Christian Lindner, ha acuñado el escueto término «energías de la libertad» para las energías renovables en respuesta a la guerra de Ucrania. Los países que generan gran parte de su valor añadido con la venta de materias primas fósiles están muy probablemente bajo un liderazgo autocrático. Las materias primas fósiles no sólo destruyen nuestro medio ambiente, sino que su producción también promueve estructuras no democráticas.

Mientras que las centrales nucleares producen plutonio como producto secundario, que a su vez puede utilizarse en bombas nucleares, las formas de energía renovables contribuyen a la protección del clima y a la independencia de los autócratas. Por lo tanto, la cuestión de quién va a recibir el Premio Nobel de la Paz 2022 debería ser en realidad una mera formalidad.

 

Tribuna de Walter Hatak, jefe de Inversiones SRI de Erste AM.

 

¿Están las acciones value aún en descuento?

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Según afirma Nicolas Walewski, fundador y gestor de carteras en Alken Asset Management, es difícil anticipar en qué punto se halla la rotación del estilo growth hacia el value. Aunque en su opinión, esta rotación no ha hecho más que comenzar.

El IPC en US tocó máximos en marzo, pero en abril ha caído menos de lo esperado y todo parece indicar que durante los próximos meses se dará un escenario parecido. La inflación que comenzó en los bienes de consumo se ha trasladado a los servicios y todo ello apunta hacia más subidas de tipos.

Por otro lado, hay ciertas voces en el mercado que argumentan que Estados Unidos se encamina hacia una recesión. No se trataría de una recesión inmediata, pero sí una dentro de 18 meses. Mientras la tasa de ahorro continúa elevada y el nivel de endeudamiento razonable, y las estimaciones de beneficios continúan al alza.

Más allá de realizar una apuesta por el momento en el que se producirá el giro de un estilo a otro, Walewski cree que es importante fijarse en la valoración de cada compañía. Cuando el gestor echa la vista atrás, reconoce que hacía tiempo que observaba un calentamiento sin sentido en compañías cuyos modelos de negocio no justificaban tasas de crecimiento tan altas y a perpetuidad. El auge de los fondos ETFs, las apuestas temáticas, incluso el auge del ESG (claramente inflacionista) apoyados por unas políticas monetarias complacientes, impulsaron la formación de ciertas burbujas en el mercado. A juicio de Walewski era una cuestión de tiempo que éstas estallasen.

Por otro lado, haciendo un recorrido en la historia de los mercados desde el siglo XX, tan solo se han producido dos ciclos en los que growth batió a value. Un primero en la década de los 30, después de la Gran Depresión, y el segundo durante la última década hasta el 2020-2021. Por lo tanto, a lo largo de la historia y desde que se tienen datos registrados, los períodos durante los cuales el value como estilo ha destacado frente al growth han sido sin lugar a duda más extensos en contra de lo que muchos inversores piensan.

Si tenemos en cuenta que la edad media de un gestor en la actualidad está entre los 40-45 años, podríamos concluir que pocos de ellos habrían navegado en un entorno en el que el value se comportaba mejor que el growth; lo que hizo que frecuentemente muchos inversores ignorasen el precio como factor vital a la hora de invertir. En ese sentido, Walewski cree que el value, en un entorno como el actual, tiene todavía mucho potencial al alza.

El debate del mercado laboral y el impacto de la inflación

La tasa de empleo estadounidense es sin duda uno de los factores clave a considerar. Los datos arrojan que Estados Unidos se encuentra en unos bajos niveles de desempleo y en Europa las cifras han mejorado también notablemente. Por tanto, con las tasas de ahorro altas y las cifras de empleo en máximos, el consumidor cuenta con un nivel de liquidez muy alto, datos que se reflejan en la fortaleza de las ventas minoristas sobre todo en Estados Unidos, pero también en Europa.

Si bien en abril se ha visto una pequeña desaceleración de los datos de las ventas minoristas, la tendencia interanual continúa al alza.  Con todo ello, los datos de inflación en ambos lados del océano continúan en ascenso. Además, las consiguientes subidas de tipos que el mercado descuenta hacen que el mercado de renta variable haya experimentado correcciones en lo que va de año, sobre todo en Europa. Es decir, los inversores han optado por aumentar su nivel de liquidez no tanto por rotar sus carteras hacia el value, como por reducir su exposición a los mercados, al menos por el momento.

¿Cómo navegar la incertidumbre?

Según explica Walewski, nos encontramos ante un mercado afectado por numerosas variables que son difíciles de predecir, por lo tanto, lo que se persigue es tener una cartera resiliente en este entorno, que proteja al inversor frente a un entorno inflacionista, de subidas de tipos y que debería afectar a muchas empresas y valores que por ahora no descuentan este escenario.

A su juicio, las valoraciones actuales y la evolución de las estimaciones de los beneficios sugieren que los valores de crecimiento que habían tenido un recorrido espectacular durante la última década sufrirán bastante en un entorno como el actual y el que se prevé para los próximos meses.

En Alken Asset Management creen que las sorpresas negativas llegarán por el lado de los bienes de capital, ciertas empresas del sector industrial, las empresas de consumo discrecional que tengan dificultades para traspasar las subidas de precio al cliente final, las empresas tecnológicas que aún no son rentables y con modelos de negocio por desarrollar y el segmento de lujo. Por el lado positivo, creen que las empresas expuestas a la reapertura post-COVID de la economía, como algunas empresas hoteleras, de viajes, transportes y ocio. En este tipo de negocios, los beneficios han comenzado a resurgir y sus valoraciones continúan estando oprimidas.

¿Por qué el sector del lujo se verá afectado? 

En la opinión de Walewski, el consumidor con un alto poder adquisitivo es el que se verá más afectado por la retirada de liquidez del sistema, por la depreciación del valor de sus activos reales y el mayor impacto en sus carteras financieras. Si bien está claro que no cambiarán sus hábitos de manera drástica, sí experimentarán una merma en sus patrimonios.

Por otro lado, las subidas de salarios por la escasez de mano de obra, se está produciendo en segmentos de poder adquisitivo medio-bajo. Y es sabido, que al final el consumo viene de la mano de la evolución de los salarios. En cuanto a su valoración, desde hace algún tiempo, Walewski no encuentra valor en las compañías expuestas al sector del lujo.

¿Sigue habiendo valor en las materias primas o en la energía?

Para Walewski, no hay lugar a dudas que la oferta va a escasear y que la presión de precios continuará siendo al alza, no hay más que observar el nivel de inversión en estas industrias durante la última década, el hecho de que la proyección de inversiones a futuro cuyos datos siguen siendo bajos, la acumulación de la demanda post pandemia y el tiempo que se necesitaría para poner en marcha nuevas plantas de producción.

Desde hace años el mercado fantasea con la voluntad de sustituir las fuentes de energía tradicionales con otras más limpias. Si bien hay que considerar los pasos importantes que el sector ha realizado en esta dirección, lo cierto es que a corto y a medio plazo se seguirá necesitando utilizar energías tradicionales. Esto no va a cambiar a medio plazo y la capacidad actual sugiere que la oferta no logrará cubrir la demanda actual y futura.

Para el gestor, resulta interesante observar los gráficos que ilustran la evolución del precio del Brent y de las empresas del MSCI Energy. Existe una brecha considerable que se podría explicar por distintos motivos, entre ellos la apuesta por la energía ESG, por ejemplo. Pero, lo cierto es que el diferencial a medio plazo tenderá a estrecharse y que el precio del índice MSCI Europe Energy probablemente continúe su evolución al alza.  

Gestión activa, ante todo

Por último, Walewski cree que en un entorno como el actual, el mercado premiará la selección de valores, tal y como lo ha hecho desde principios de año. En este entorno incierto con el fantasma de la inflación pesando fuerte, habrá una mayor dispersión entre las empresas que sepan gestionar mejor o peor este escenario.