Es una de las propuestas más “rock n´ roll” que están llegando a la plaza montevideana: Skyblue Analytics, fundada por un grupo de uruguayos y basada en Delaware, Estados Unidos. Esta empresa fintech de análisis de datos en tiempo real, que trabaja con derivados, está ofreciendo facilitar las operaciones de cobertura de riesgo a las bancas privadas y family offices de la región.
Una de las principales credenciales de la empresa fundada hace dos años es haber sido la primera uruguaya seleccionada por Start-Up Chile Big 4, la aceleradora de startups chilena para emprendedores globales, como explica a Funds Society Sebastián Musso, uno de los fundadores de Skyblue Analytics, que cuenta con otros nombres en el equipo como Rodrigo González, Martín Ayala, Maurizio Gario, Andrés Bagnasco, Gonzalo Ayala y Zaid Shabbir.
“Los objetivos de la firma son ofrecer a pequeñas y medianas empresas financieras (family office o wealth managers), así como el cliente retail, data analytica de calidad, con claridad en tiempo real y comparables a los grandes bancos financieros de las principales plazas”, afirma Musso.
“Con humildad, queremos llamarnos un Bloomberg para las masas, es decir calidad y claridad (user friendly) sobre todas las cosas”, añade, destacando la información educativa que están promoviendo desde la empresa para el mercado latinoamericano.
Operando opciones y acciones
Los datos de Skyblue Analytics sirven para operar derivados, que según Musso “se pueden utilizar para mejorar los resultados de la cartera o proteger la misma de la volatilidad del mercado. Se trata del instrumento más transaccionado en los Estados Unidos actualmente”.
Al ofrecer datos en tiempo real, la fintech proporciona a los traders información de primera mano y personalizada “que les ahorra tiempo de búsqueda y les permite aprovechar las oportunidades del mercado”.
La calidad y la claridad son clave en el proyecto, que busca conquistar a los usuarios mediante una suscripción económica (ronda los 45 dólares mensuales). Cada usuario puede elegir su lista de assets, elegir sus estrategias y así operar opciones desde la información que recibe.
“Brindamos a los operadores los mejores análisis de comercio de opciones, combinados con nuestros algoritmos internos de aprendizaje automático y cálculos sobre el activo subyacente para obtener los resultados comerciales más rentables”, aseguran desde la empresa.
Desde que la pusieron a disponibilidad a nivel global, las distintas ramas internacionales de CFA Institute han estado impulsando su certificación de inversión ESG en sus respectivos mercados. Ahora, fue el turno de Perú, con una presentación de la mano de CFA Society local y Bloomberg.
Según destacó la asociación de profesionales de inversión a través de un comunicado, el CFA Institute ofrecerá el Certificado ESG Investing a los profesionales de inversión que forman parte del mercado de capitales y financiero limeño. El programa educativo representa una calificación global en ESG en gestión de inversiones.
Su objetivo, señalaron, es fortalecer la integridad del mercado de capitales al brindar el conocimiento y las habilidades que requieren los profesionales de la inversión para integrar los factores de medio ambiente, social y de gobierno corporativo en el proceso de inversión.
Así, CFA Society Peru y Bloomberg presentaron y promovieron este certificado ESG ante los principales agentes del mercado de las inversiones de la plaza peruana. Y según resaltaron en su nota de prensa, existe un gran interés real en la inversión ESG, un desarrollo que dará forma al futuro de las finanzas.
Este certificado es el primero de su tipo que está disponible a nivel mundial –fue creado originalmente en el Reino Unido– y permitirá un mercado con un mayor entendimiento de las tendencias de desarrollo sostenible y su aplicación en inversiones.
El Certificado en ESG Investing está diseñado para los profesionales en roles de inversión que desean aprender a analizar e integrar factores ESG materiales en su práctica diaria de análisis de inversiones. Sin embargo, también es adecuado para cualquier persona que busque mejorar su comprensión de los problemas de ESG en funciones como ventas y distribución, gestión de patrimonio, desarrollo de productos, asesoramiento financiero, consultoría y riesgo.
El Certificado en Inversión ASG está reconocido por los Principios de las Naciones Unidas para la Inversión Responsable (UN PRI, por su sigla en inglés).
Los empleados y jubilados chilenos se quejan de su sistema de pensiones porque lo conocen. Propiamente, porque lo sufren. Saben cuál es su falla principal y han exigido reformas. Su reclamo ha sido decisivo para el giro político del país. Los mexicanos descalifican al SAR pues lo conocen a medias, no como debieran; millones lo menosprecian, al grado de no registrarse en una Afore luego de muchos años de cotizar.
¿Por qué 18 millones no se registran?
Según cifras de Consar, al 31 de mayo el sistema contaba con 70.9 millones de cuentas (presumiblemente, una por persona, aunque hay algunas con dos), de las que 52.9 millones estaban registradas en las Afores. Es decir que 17.9 millones, 25.3% del total, eran de aquellos que desdeñaban al SAR, que no se han registrado o que salieron del sector privado y se ganan la vida en otro ámbito; o en el extranjero.
A partir de que la autoridad comenzó a reportar los datos, en 2001, la proporción ha oscilado entre 25% y 34% (marzo 2012), desde donde disminuye. Su evolución ha sido sin altibajos desde diciembre de 2016 (32.7%).
La cantidad fue ascendente desde inicio hasta superar 19.3 millones, entre octubre de 2018 y febrero de 2019. Desde entonces se modera a 18 millones, aunque en su evolución semeja una ola que al terminar encauza una nueva crecida: en febrero de 2012 saltó de 12 a 16.2 millones; en agosto de 2016, de 16.6 a 18.3 millones.
Después de 21 años, cantidad y proporción pueden considerarse “normales” pero son una anomalía.
A la pregunta ¿por qué no te registras? responden con evasivas, fruncen el ceño o terminan cuestionando “¿para qué, si todas las Afores son iguales?” No falta quien se molesta. Algunos de ellos estudiaron Finanzas o han estado en entidades financieras.
Muchos milenials ven tan lejano el retiro que no se inmutan. Siempre estuvieron a la espera de alguna reforma que favoreciera su ahorro o mejorara las condiciones esperadas de retiro. Es la generación más dada a reprobar al sistema y probablemente la que menos lo entiende.
Lo que más requieren jóvenes, treintañeros, los que están a punto del retiro, los registrados y no registrados, es saber en cuál gestora estar. Como si hubiera una única mejor o más conveniente para todos o como si no fuera asunto de ellos determinar sus necesidades. Lo plantean literalmente o de este modo: ¿Cuál Afore me conviene? ¿A cuál me paso?
Cómo elegir Afore, según el regulador
Su recomendación es basarse en el rendimiento y las comisiones. En años recientes incorporó el indicador de servicios. Así, considera que todos los trabajadores han de priorizar el rendimiento sin considerar el potencial de pérdidas, y aconseja basarse en una medida cuestionable, el IRN. Alentar el cambio a partir de diferencias de comisión irrisorias que suelen superarse con mejores rendimientos, no es lo adecuado.
Además, la información y lenguaje en su página web no es digerible. La mayoría del contenido es para uso de analistas y las propias Afores. Lo más buscado por las masas es el IRN.
Considerando los reclamos, preguntas, preocupaciones, dudas, la aversión a perder… la sugerencia podría afinarse, redondearse para proponer la elección en función del riesgo: identifica a la gestora que asume un grado de riesgo compatible con lo que toleras. Y habría de hacerse una guía para ello, que incluya el rendimiento directo, en uno y varios períodos; después los servicios y, para quien pueda comprenderla, la evaluación de Morning Star. Y trabajar, en serio, con las Afores, en la difusión de la cultura financiera y de pensiones que, hasta ahora, ha sido mera intención. En otras palabras, ayudarles a elegir “su mejor Afore” con base en sus características y necesidades particulares.
Las prácticas indebidas de las Afores
Desde luego que el gremio ha procurado su mala fama. En su disputa por tener más clientes, las áreas de promoción han aplicado malas prácticas:
Actuación monopólica, según la Cofece, que aplicó multas severas
Métodos para impedir o conseguir traspasos, que motivaron a la autoridad a hacer el registro por medios electrónicos y biométricos. Muchos fueron los que se sorprendieron de saber que habían sido cambiados de Afore sin solicitarlo ni recibir aviso. Quienes se quejaron y reclamaron daños, aseveran que vivieron un “suplicio”.
Varios promotores me han llamado (¿cómo obtendrían mis datos?), para intentar mi cambio. Entre tantos, uno que me pidió recibirlo para exponerme las ventajas de su Afore sin molestarse a ver que ya estaba yo en ella.
Un ejército de agentes lanzado al ruedo sin competencias suficientes da argumentos inverosímiles: “no te conviene una Afore extranjera; se puede ir con tu dinero de un momento a otro”. “Aquí lograremos que puedas hacer retiros…” el trabajador le cree.
Tácticas dilatorias, burdas, exasperantes, para no dar constancias de implicaciones. Las sufrí. Ir a algunas oficinas de atención es denigrante.
Véase el reportaje deadondevamipension.org que resume el modus operandi para conseguir afiliados.
Las Afores, el villano favorito
Pero las prácticas de promoción no son aplicables a todos los aspectos del sistema. No justifican la dejadez de los empleados para no registrarse ni las quejas relativas a la inversión del ahorro.
Los nuestros nunca exigieron al SAR o gobierno corregir la insuficiencia de la pensión esperada. Ni aprovechan las contiendas electorales para demandar mejoras. Ni sopesado la importancia de un retiro digno. Menos, tratar de mejorar su pensión esperada personal con ahorro voluntario.
En cambio, se enfadan por fallas que el sistema no tiene o por supuestos que no sucederán. Cuando pierden dicen: “la Afore se quedó con mi dinero”. O que la pérdida se explica porque las gestoras “juegan con nuestros ahorros…” Que no hacen aportaciones adicionales porque “este gobierno va a llevarse el ahorro.”
Raro es que alguien conozca la composición del portafolio de su Siefore y más aún que sepa las cualidades y grados de riesgo de los distintos tipos de activos. Varios me han comentado que no sabían que están asignados a una SB según su rango de edad.
Al tiempo, las confusiones se han hecho conceptos: ya es común la expresión “mi Afore”, incluso “el Afore”, para hablar del saldo en su cuenta, no de la administradora. ¿Quién debiera corregir todo esto?
La concepción errónea habría de hacer que el regulador y el gremio replanteasen la información. Y tratar de disipar dudas, conceptos, dar nuevo contenido, promover charlas en las empresas y hacer del retiro materia indispensable en las universidades. En la inducción a nuevos empleados, mínimo, cabría una recapitulación del sistema y el convencimiento a registrarse.
La firma de gestión de patrimonios Aiva, basada en Uruguay, está potenciando su equipo de inversiones mediante la reciente contratación de Stefano Drago, quien comenzará a integrar el equipo como Asset Management como analista.
Poseedor de los títulos de CPA y Master en Finanzas en la Universidad Pompeu Fabra, Barcelona, Stefano Drago cuenta con varios años de experiencia en el mercado de capitales, donde recientemente se desempeñó como administrador de portafolios financieros en Parametric Portfolio Associates – Morgan Stanley.
“Stefano formará parte del equipo liderado por Carla Sierra, y sus principales funciones serán desarrollar alternativas de inversión atractivas, conferencias sobre mercados financieros, así como también brindar soporte y acompañamiento a asesores financieros, entre otras”, anunció Aiva en un comunicado.
“Algunos de los servicios que ofrece el equipo al que se une Stefano son el asesoramiento a consultores financieros y clientes, manejo de portafolios sugeridos según el perfil de riesgo del inversor, así como también la participación en el comité de inversiones de la compañía”, añadieron desde la empresa.
“Es un honor para mí formar parte de Aiva y de su equipo de Asset Management, la cual cuenta con un gran grupo humano y excelencia profesional. Es un privilegio poder colaborar y apoyar en el continuo crecimiento y prestigio de la compañía”, afirmó Stefano Drago.
Por su parte, Carla Sierra, Head of Investment de Aiva, comentó: “Le damos la bienvenida a Stefano, estamos seguro qué su incorporación al equipo significará un gran apoyo para la consecución de los objetivos del área.”
En opinión de Virginie Maisonneuve, CIO global renta variable de Allianz Global Investors, el reto al que se enfrentan los gestores de renta variable es “lidiar con el angosto camino de la normalización de la política monetaria en una desaceleración global sincronizada”.
Para la CIO, el punto de partida es bastante inusual donde confluyen varios factores: la retirada de liquidez por parte de los bancos centrales, una inflación disparada, un “nuevo” orden geopolítico internacional, rendimientos de bonos subiendo e índices de renta variable cayendo. “En este punto de mediados de año estamos asistiendo a la retirada de la expansión cuantitativa y aumentos de tipos en un mundo que se está desacelerando, no creciendo, lo cual es muy atípico. Teniendo en cuenta este telón de fondo, la pregunta para los inversores es: ¿cuál es el rumbo de este gran cambio?”, se plantea.
El comercio mundial, en tanto que parte del PIB, podría caer aún más, presionado por un dólar estadounidense fuerte y la dificultad para abastecerse de bienes. “Curiosamente, muchas empresas en Estados Unidos que han logrado reparar sus cadenas de suministro se encuentran ahora lidiando con crecientes niveles de inventario a medida que los consumidores reducen el gasto. Esto puede apuntar a una desaceleración de la demanda”, advierte.
Según sus estimaciones, la probabilidad de una desaceleración económica mundial fuerte y sincronizada se ve respaldada por los datos de M2 y otros indicadores; como el alto precio del petróleo, la caída de los índices manufactureros, el aumento de los tipos de interés y la reversión de los paquetes de apoyo económico implementados durante el apogeo de la pandemia. En este sentido afirma: “El impacto de la desaceleración del crecimiento en los márgenes y ganancias empresariales aún no se ha reflejado en muchas empresas, y aunque las valoraciones ya se han ajustado considerablemente, sigue siendo posible una próxima recesión de beneficios”.
Soluciones para las carteras de renta variable
Para Maisonneuve el punto de inflexión para los mercados de renta variable podría llegar cuando las expectativas de subidas de tipos de interés en Estados Unidos cambien de “saltos” de 50 puntos básicos a 25 puntos básicos o cero. “Este puede ser el momento en que las malas noticias se conviertan en buenas noticias para los mercados. Aunque el entorno económico en ese momento podría ser aún más desafiante de lo que es ahora, el final del ciclo de ajuste podría empezar a vislumbrarse. Todo esto tendría lugar en un contexto en el que el crecimiento es más difícil de observar y los tipos de interés son más altos de lo que han sido durante muchos años”.
Con esto en mente, considera que los inversores se podrían beneficiar de una cartera diversificada anclada en torno a un número seleccionado de estrategias de alta convicción. En primer lugar, apunta a acciones de valor de calidad que tienen buenos dividendos: pueden alcanzar un precio superior en un panorama de tipos de interés más altos. “Las acciones de crecimiento de calidad con balances generales sólidos y valoraciones reajustadas: estos valores podrían ser atractivos, ya que su perfil de crecimiento les ayuda a destacarse en un entorno de crecimiento global deficiente y desaceleración económica”, afirma.
También destaca temáticas como la seguridad energética y seguridad alimentaria: “Dada la incertidumbre geopolítica que ha sembrado vulnerabilidad en estas áreas, estas son inversiones temáticas relevantes que pueden ayudar a los inversores a reposicionar las carteras”, explica y añade también como idea las “acciones de innovación de impacto”.
Por último, señala directamente a la renta variable china, ya que podrían ser cada vez más atractivas, aunque es probable que la volatilidad continúe. “El crecimiento del PIB de China del 4%-5% es notablemente más alto que el de otras economías importantes del mundo; y su PIB también es alto en comparación con muchas economías emergentes. Además, China está menos expuesta a los efectos negativos de un dólar estadounidense fuerte, y el banco central de China está suavizando, y no endureciendo, su política monetaria”, concluye.
Mutua Madrileña y Cabify han alcanzado un acuerdo estratégico por el cual la aseguradora tomará una participación del 1,26% de la plataforma española de movilidad. Además, Mutua Madrileña comenzará a ofrecer el servicio Cabify a sus clientes a través de la aplicación de Mutua.
Para Mutua Madrileña, reforzar su alianza con Cabify es un paso más en su estrategia de seguir avanzando en el ámbito de la movilidad urbana a través del mercado de las plataformas digitales, que jugarán un papel relevante a la hora de ofrecer nuevas formas de gestionar los desplazamientos, ya sea con transporte público, vehículo compartido o en propiedad.
Para Cabify, uno de los escasos “unicornios” españoles, este acuerdo supone una nueva muestra de la solidez de la relación entre ambas compañías, que comparten objetivos comunes en materia de movilidad y sostenibilidad. La confianza de Mutua en el proyecto de Cabify se ve ahora reforzada con la entrada en el capital de la empresa.
La operación refleja la aspiración de Mutua Madrileña por dar respuesta a las nuevas necesidades en movilidad que están surgiendo, ante los cambios económicos y sociales que se están produciendo y que están transformando nuestros hábitos. El acuerdo permitirá también a la aseguradora ofrecer a sus clientes la mejor experiencia de usuario, así como desarrollar en el futuro nuevos servicios de movilidad.
Plan estratégico 2021-2023
Grupo Mutua se encuentra actualmente inmerso en el desarrollo de su nuevo plan estratégico 2021-2023, que contempla como ejes principales continuar acelerando la transformación digital del grupo, consolidar la expansión internacional, el crecimiento de su actividad de asesoramiento financiero y la entrada en nuevos negocios relacionados con la movilidad, entre otros objetivos tendentes a garantizar un desarrollo sostenido en el tiempo y poder seguir ofreciendo el mejor servicio y precio del mercado asegurador.
Además, la entrada en el capital de Cabify se suma a la reciente adquisición del 100% de las plataformas de movilidad ElParking e Imbric.
Un acuerdo clave para la estrategia de negocio sostenible de Cabify
Cabify, por su parte, presentó recientemente su estrategia de negocio sostenible, una guía que marcará los proyectos de la compañía con objetivos concretos, como que el 100% de los viajes sea en vehículos eléctricos para 2025 en España y 2030 en Latinoamérica, o impactar positivamente a 750.000 ciudadanos a través de iniciativas sociales en las comunidades locales, entre otros. El acuerdo alcanzado con Mutua Madrileña permitirá seguir avanzando para alcanzar los objetivos marcados.
Abac Capital y B Lab Spain han sumado fuerzas para impulsar de manera conjunta la integración de herramientas de medición y gestión de impacto en las empresas participadas por los fondos asesorados por la gestora.
Este proyecto surge un año después de que Abac se convirtiera en la primera firma de capital privado del mid-market español en obtener el distintivo B Corp, otorgado por parte de B Lab. La iniciativa busca acelerar el rol de la gestora en la transformación de las empresas que participa contribuyendo a la transición sostenible de la economía.
La colaboración entre ambas organizaciones ha permitido poner a disposición de las participadas de Abac información, formación, acompañamiento y herramientas como la Evaluación de Impacto B − estándar internacionalmente reconocido para medir y gestionar el impacto de las organizaciones en cinco verticales clave: su gobernanza, sus trabajadores, su comunidad, sus clientes y el medioambiente. Con estas herramientas desarrolladas por B Lab, las empresas también pueden conocer en qué nivel de desempeño se sitúan respecto a su industria, su geografía y su tamaño, así como crear un plan de acción para integrar mejoras aplicables a sus estrategias de negocio.
Tras el arranque del proyecto en 2021, la participada del fondo asesorado por Abac, Motocard, líder español en la distribución de complementos para motoristas, ha superado la Evaluación de Impacto B y opta así a convertirse en una empresa B Corp. El caso de éxito de Motocard ha sido publicado en un case study conjunto entre B Lab Spain y Abac para compartir la iniciativa con la industria del private equity.
En palabras de Silvia Bach, CEO de Motocard, “en Motocard, el proceso de trabajo con la herramienta de Evaluación de Impacto B ha transformado la cultura de la organización. Ahora, todo el equipo ve su trabajo desde la perspectiva de la sostenibilidad y el impacto, y presenta propuestas para seguir mejorando de forma orgánica. Estamos muy orgullosos de haber alcanzado el estándar para aplicar a ser B Corp e ilusionados de poder formar parte pronto de la comunidad B Corp”.
En cuanto al resto de las participadas, el 100% ha incorporado la herramienta y un tercio de la cartera de la gestora ya ha superado el estándar para aplicar a ser B Corp, tras haber mejorado en su puntuación, por lo que han empezado a poner en marcha medidas nuevas y más efectivas que favorezcan la gestión y mejora de su sostenibilidad. En todo momento, cuentan con la colaboración y acompañamiento del equipo de sostenibilidad de Abac y de B Lab Spain, que siguen la evolución de sus resultados con carácter trimestral.
El euro ha tocado la paridad por primera vez en 20 años, cuando los principales bancos centrales tuvieron que lanzar una intervención concertada para infundir fe en el entonces incipiente proyecto. ¿Por qué ahora? Es bastante habitual que, en épocas de recesión durante fuertes correcciones del mercado, el dólar rebote con fuerza, es un activo refugio. Pero durante los últimos 20 años hemos vivido el 2008, la crisis del euro, el COVID, etc. y no habíamos llegado hasta este nivel. ¿Por qué ahora sí?
La guerra entre Rusia y Ucrania y su impacto en el suministro mundial de alimentos y energía afecta más negativamente a Europa que a EE.UU. La probabilidad de una recesión severa a corto plazo en Europa es más probable que en EE.UU.
Europa se enfrenta a una crisis energética estructural por la fragilidad del suministro de gas que estará agudizada por el Acuerdo de París, que implica la reducción de la utilización de energías fósiles y encarece aún más la factura energética. Ambos factores drenarán crecimiento potencial a largo plazo al Viejo Continente vs EE.UU., que es autosuficiente. Al ser un tema de largo plazo, tendrá un impacto estructural en el crecimiento y aumentará sustancialmente la divergencia entre el PIB de EE.UU. y la zona euro. De ahí la enorme incidencia en el ratio euro dólar.
El punto de partida de la economía de EE.UU. era mejor que el de Europa antes de la crisis provocada por la inflación y la guerra de Ucrania por lo que probablemente será capaz de sobrellevar mejor la desaceleración que se está produciendo.
La Reserva Federal va a subir los tipos más que el BCE, haciendo su deuda más atractiva. El BCE subirá tipos, pero se espera que lo haga de manera mucho más suave por miedo a una crisis periférica incluso cuando la inflación alcanza niveles récord. La brecha entre la política de la Fed y la del BCE parece destinada a crecer aún más.
Consecuencias para Europa
Un euro más débil es un factor positivo porque ayuda a los exportadores. O bien a ser más competitivos si venden en euros o a recibir mayores beneficios si lo hacen en dólares. Sin embargo, tiene un efecto muy negativo en la inflación. Europa es importador neto de materias primas y, cuanto más caiga el euro, más tendremos que pagar por ellas. Se calcula que por cada 10 por ciento de depreciación del euro frente al dólar, se agregan 0,2 puntos porcentuales adicionales a la inflación de la eurozona en 2023.
Consecuencias para EE.UU.
Los políticos estadounidenses siempre han defendido que un dólar fuerte es bueno para los EE.UU. Por su efecto deflacionario ya que, aunque Estados Unidos sea independiente a nivel energía, en absoluto importa más de lo que exporta.
Un dólar al alza al tiempo que la FED sube tipos tiene el riesgo de enfriar la economía excesivamente rápido, la fortaleza de la moneda puede estar dificultando el trabajo del banco central y elevando el riesgo de recesión. Al revés que en Europa, la fortaleza del dólar perjudica las exportaciones de EE.UU. y las ganancias en el extranjero convertidas en divisas de las empresas estadounidenses, lo que a su vez amenaza el crecimiento económico. Cada punto porcentual de ganancia en el dólar provoca un impacto de medio punto en las ganancias del S&P 500. Las principales empresas del índice son grandes exportadores.
Conclusión
El dólar ha corrido mucho. No sólo por ser activo refugio, sino porque la crisis energética está provocando divergencias de largo plazo en el crecimiento entre EE.UU. y Europa y el BCE no puede seguir el ritmo de la FED. La posibilidad de que se produzca un acuerdo multilateral entre los bancos centrales para tratar de frenar al dólar es poco probable. Pero probablemente pase a ser un gran tema de discusión porque el movimiento
de las divisas condiciona la actuación de los bancos centrales y tiene un impacto severo en el crecimiento de los países.
Seguimos queriendo tener dólar en nuestras carteras. Es un activo que ayuda a diversificar y que se comporta bien cuando hay miedo. Menos de lo que hemos venido teniendo, pero seguiríamos teniendo.
A un inversor que esté construyendo cartera, también le recomendaríamos que comprase dólar, pero evidentemente, en proporciones aún menores.
Tribuna de Ignacio Dolz de Espejo, director de soluciones de inversión y producto de Mutuactivos
La economía española se ha desacelerado desde el comienzo del año, el PIB ha crecido en el primer trimestre un 0,2%. Las expectativas de crecimiento para el segundo trimestre no van más allá del 0,4%. Las perspectivas de crecimiento para el 2022 se revisan a la baja, estimando el crecimiento del PIB en un 3,8%.
La principal razón es el impacto de la invasión de Ucrania, las sanciones impuestas a la economía rusa y el incremento de los precios, sobre todo de la energía y materias primas, que se ha producido durante los últimos meses, así como la persistente presión en las cadenas globales de suministro. La guerra ha aumentado mucho el grado de incertidumbre sobre los agentes económicos y ha provocado un repunte muy fuerte de los precios energéticos, materias primas y alimentos.
Si la situación no empeora, se mantiene una senda de recuperación gradual en la economía española, que podría alcanzar los niveles de PIB previos a la pandemia a finales de 2023. Por el momento, todos los organismos oficiales han rebajado sus previsiones de crecimiento de la economía nacional.
La situación económica del país se volverá más difícil tras una época en la que las familias destinan sus ahorros a llenar bares, restaurantes y emplazamientos turísticos. Cerca del verano, hastiados por la pandemia y la crisis, sabiendo que lo que viene después será muy complicado, los ciudadanos se han lanzado a disfrutar del día a día. El fuerte aumento de la inflación y la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de subir los tipos de interés llaman a un futuro cercano poco halagüeño.
Los sectores económicos que se verán más perjudicados con la llegada del otoño serán los productivos industriales. Están muy preocupados por la inflación de costes que están teniendo y los suministros que no saben si van a llegar. Por contra, el sector servicios no lo notará tanto, debido a su carácter estacional en España. Se sabe que a partir de septiembre siempre hay un declive.
La economía global se ralentizará más de lo previsto hace tres meses. Tras expandirse un 6,1% en 2021, se prevé que el PIB global crezca un 4,0% este año. La revisión a la baja del crecimiento es significativa en Europa y moderada en el resto de geografías.
Continuidad de la recuperación
En cualquier caso, se espera que la recuperación económica continúe en España a pesar de las perturbaciones creadas por la guerra de agresión rusa contra Ucrania. Las inversiones del plan de recuperación y resiliencia y la recuperación del sector turístico está previsto que apoyen el crecimiento económico, aunque hay nubes en el horizonte, que podrían traer una recesión.
La inflación media de 2022 rondará el 6,5%, alcanzando su punto máximo a mediados de año; esta escalada de precios ha supuesto un deterioro del poder adquisitivo de los españoles por el alza de precios, lo que propiciará que el consumo se mantenga en niveles inferiores, todavía, a los de la pandemia.
Aunque la mayor parte del incremento en el coste de la cesta de consumo de los hogares continúa explicada por el componente energético, comienza a producirse una generalización de la inflación hacia otros bienes y servicios.
Mercado laboral, déficit público y prima de riesgo
El mercado laboral se mantendrá fuerte, situándose la tasa de desempleo en España en su nivel más bajo desde 2008, en el 13,4% para 2022. En lo que respecta a los niveles de deuda de España, la ratio deuda/PIB se situará en el 115,1% del PIB en 2022, por encima de la media comunitaria y de la zona euro y el tercer país con niveles más altos, solo por detrás de Grecia y Portugal.
El déficit público debería caer al 4,9% a finales de año, pero hay que mostrar preocupación por el déficit estructural español, que actualmente crece por encima del PIB. El sector público tiene un peso de más del 50% respecto al PIB, un síntoma del sobredimensionamiento del sector público frente al privado.
La situación de la prima de riesgo de España, junto con las de los otros países periféricos, ha vuelto a saltar a la palestra, y esto no es buena señal. El incremento de la misma, aumentando la precepción de riesgo del país, tiene efectos colaterales:
-Tasas de interés más elevadas, socavando la economía de las familias.
-Menor número de impuestos, por la pérdida de poder adquisitivo de los hogares.
-Menos crecimiento de la economía nacional generado por la menor atracción de inversión extranjera, con lo que habrá menos dinero para gastar.
-Aumento del desempleo, ayudado por la menor predisposición de las empresas a contratar.
Por lo tanto, habrá que prestar mucha atención a esta situación y a cómo el BCE ayuda a controlar esta situación con la flexibilidad de compra de deuda.
Las políticas públicas seguirán siendo expansivas, aunque en el caso de la monetaria, se espera el inicio de un proceso de normalización en los tipos de interés, con dos subidas este año por parte del BCE.
Aunque los deudores españoles han incrementado recientemente el peso de las operaciones a tipo fijo, la mayor parte de los créditos al sector privado se han otorgado a tipo variable. Un aumento rápido y significativo de la carga financiera podría afectar las expectativas de gasto de los hogares.
La incertidumbre sobre el momento en el que se acelerará la ejecución de los fondos NGEU y sobre su impacto es todavía elevada. Aunque efectivamente hay señales de que los cuellos de botella administrativos se están resolviendo, dos años más tarde, la llegada del dinero a empresas y hogares continúa decepcionando.
Más aún, el problema ahora es que se corre el riesgo de que el gasto se acelere exactamente al mismo tiempo que se produzca un aumento en el consumo (derivado de la reducción de restricciones) y cuando los precios de los insumos son elevados. Así, es posible que la efectividad del impulso fiscal sea menor si una parte importante de los recursos se destina a comprar bienes importados más caros. Ahora más que nunca pueden ser importantes las políticas de oferta, que faciliten su respuesta ante el incremento esperado de la demanda.
La invasión de Ucrania, la inflación y la no concreción del pacto de rentas o la ejecución de los fondos europeos son los factores que lastran la competitividad de España. Las políticas públicas serán clave para minimizar los efectos de la guerra. La caída del precio de la electricidad será importante. Sin un pacto de rentas, el desigual impacto de la inflación puede aumentar la conflictividad social. Puede darse una espiral inflacionista si los salarios reales crecen por encima de la productividad. Persiste la incertidumbre sobre la inversión ligada al NGEU y el gasto podría filtrarse hacia mayores importaciones ante restricciones de oferta.
En definitiva, si no se toman medidas podemos ver una recesión en la economía, sobre todo después de que esta situación ya está avisando en EE.UU.
Tribuna de Aurelio García del Barrio, director del Global MBA con especialización en Finanzas del IEB
Durante los últimos años, la inversión temática no solo se ha hecho un hueco en las carteras de los inversores, sino que también ha logrado situarse en el foco mediático. La apuesta de las gestoras de fondos por este tipo de inversión ha hecho que gran parte de su impulso comercial y en gran medida sus comunicaciones hayan estado enfocadas a estos productos, con la consiguiente evolución que se ha producido durante estos últimos años.
Por definición, la inversión temática invierte en megatendencias, que son grandes tendencias estructurales a largo plazo que, de alguna forma, contribuirán a cambiar nuestras vidas. Con esta base, las gestoras han insistido en que estas temáticas no son modas pasajeras, sino que son tendencias que han llegado para quedarse y transformar el futuro.
Desde luego, en las carteras se han asentado y han ganado un protagonismo que no deja de crecer. No en vano, el volumen invertido en fondos temáticos alcanzó 596.000 millones de dólares a nivel global a finales de 2021, según Morningstar[i], de los que el 51% están invertidos en Europa. Este nivel supone triplicar las cifras de hace tres años.
Para el inversor particular, que fue el primero en adoptar este tipo de inversión, las temáticas son relativamente fáciles de entender, ya que sus catalizadores son tendencias reales que son capaces de percibir y comprender, como el envejecimiento de la población, la digitalización o la robótica -que están transformando el mundo- o la necesidad de conservar el planeta.
Conscientes del atractivo de la inversión temática, las gestoras han intensificado en los últimos años la comunicación de las megatendencias, pero al contrario que su esencia, la información no ha ido de la mano de la aseveración de que no es una moda en stricto sensu, sino que las tendencias impulsadas han variado en función de la coyuntura.
Así, por ejemplo, en 2020 con la llegada de la pandemia de la COVID-19, la información relacionada con la inversión temática estuvo fuertemente vinculada con las tendencias que se aceleraron con los confinamientos, como la disrupción, la digitalización, la economía digital… donde las compañías de e-commerce, las plataformas de entretenimiento audiovisual o de videoconferencias fueron las grandes vencedoras.
Asimismo, las temáticas relacionadas con la salud, como la biomedicina o la telemedicina también salieron reforzadas y muchas gestoras hicieron énfasis en el potencial de estas tendencias y en la revolución que se avecinaba.
Sin embargo, apenas dos años después de los confinamientos y pasada la peor parte de la pandemia, algunas firmas de inversión han optado por cambiar el foco de sus comunicaciones hacia otras megatendencias, y la disrupción, la automatización o la salud han quedado relegadas a un segundo plano en determinados casos.
El clima, el nuevo must have
Por el contrario, mientras se producía el ocaso mediático de estas temáticas, se ha experimentado un renovado interés por todas las cuestiones vinculadas por el cambio climático y la conservación del medio ambiente, al calor del auge que están experimentando las inversiones con criterios ESG debido, entre otros aspectos, al nuevo Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR), que clasifica los fondos como artículo 8 y 9.
En este campo, encontramos tendencias como la blue economy o economía relacionada con los océanos o la economía circular y todo lo vinculado con el cambio climático. La sostenibilidad del planeta, que se enfrenta a una población creciente con mayores necesidades de agua potable y alimentación, y la imperante necesidad de reducir las emisiones de carbono han provocado que las gestoras se vuelquen en este frente. Especialmente, en los aspectos relacionados con la transición energética, que el conflicto entre Ucrania y Rusia ha puesto de manifiesto que es necesaria llevarla a cabo cuanto antes no solo por motivos climáticos.
Para impulsar la transición energética, las gestoras apuestan por temáticas como el low carbon clean economy o por el hidrógeno. De hecho, dentro de los productos ESG, los lanzamientos de fondos climáticos[ii] han sido los más numerosos en el arranque de 2022, con temas como las bajas emisiones de carbono, energías limpias, transición climática o bonos verdes, entre otros.
En paralelo a estos dos grandes bloques que podríamos agrupar bajo el paraguas de disrupción y cambio climático, respectivamente, conviven otras megatendencias a las que, aunque en menor medida, las gestoras también dan visibilidad como la movilidad, la urbanización o las Smart cities, por ejemplo, que permiten capturar el potencial de la gran migración hacia las ciudades, el auge de la clase media en los países emergentes o la electrificación y la conectividad en los medios de transporte.
Tampoco hay que olvidar la que es una de la grandes megatendencias y probablemente una de las primeras que surgió: el envejecimiento de la población, para la que las gestoras disponen de diversas soluciones de inversión a las que suelen dar protagonismo con cierta recurrencia.
Así, aunque la inversión temática no es una moda y está concebida como una inversión a largo plazo, la comunicación sobre las megatendencias sí se adapta en muchos casos por parte de las gestoras a las circunstancias o a las tendencias del momento y en función de los intereses comerciales que puedan tener. Sin embargo, esta estrategia de comunicación no es coherente con la propia idiosincrasia de las megatendencias y puede llegar a confundir a los inversores al hacerles pensar que deberían ir modificando en sus carteras las temáticas en las que invierten, igual que sucede con otros activos más tradicionales, en vez de ‘apostar’ por ellas a largo plazo, como reza su mantra.
Tribuna de Isabel Mauricio, directora de cuentas de la división de comunicación financiera de Evercom
[i] Morningstar. Global Thematic Funds Landscape 2021