La volatilidad registrada por los criptoactivos en los últimos meses no ha alterado las decisiones a corto plazo de los inversores minoristas españoles respecto a estos activos, como muestran los datos de la quinta edición del estudio llevado a cabo por la plataforma global de inversión en multiactivos eToro llamado “El pulso del inversor minorista”. Durante el segundo trimestre del año y pese a las caídas que han experimentado los criptoactivos, el 49% de los encuestados en España mantuvo sus posiciones, mientras que el 40% las incrementó y solo un 12% las redujo.
El 37% de los inversores españoles encuestados afirma invertir en criptoactivos o haberlo hecho en los tres meses previos. Aunque se mantienen como el segundo activo preferido por los minoristas, solo por detrás de los valores nacionales, estos datos muestran una tendencia descendente respecto a periodos previos. De hecho, preguntados por sus previsiones de inversión, el 13% tiene pensado invertir en criptoactivos en los próximos tres meses y un 11% en los siguientes 12 meses, lo que los relega al tercer puesto de los activos preferidos en el próximo trimestre, por detrás de las materias primas y las inversiones alternativas e igualados con los valores internacionales. A un año vista, se colocan en el séptimo lugar.
El bitcoin se mantiene como el criptoactivo que presenta más oportunidades de inversión en los próximos tres meses, según el 52% de los encuestados. Este atractivo se aprecia en el ranking de los criptoactivos más mantenidos por los minoristas en la plataforma eToro en el segundo trimestre del año, que está liderado por Bitcoin, seguido de Cardano y Ehereum. Entre las 10 primeras posiciones se sitúan otros criptoactivos que han incrementado su popularidad en lo que va de año, como Solana o Decentraland.
Si observamos los criptoactivos con mayor aumento de tenedores durante el segundo trimestre en la plataforma eToro, la lista está dominada por proyectos más nuevos como Storj, y por participantes de alto perfil recién llegados al mercado, como Avalanche y ApeCoin. La plataforma DeFi blockchain Fantom registró el mayor aumento de posiciones abiertas entre los inversores en España, un 101%, mientras que Storj subió un 94% y Avalanche un 85%. Pese a este crecimiento en la adopción de nuevos criptoactivos, los minoristas muestran una necesidad de seguir formándose y adquirir conocimientos que les ayuden a tomar decisiones de inversión informadas: el 31% de los encuestados en España reconoce no saber qué criptoactivo podría tener un mejor rendimiento en los próximos meses.
Los inversores españoles siguen por delante de la media internacional en adopción de los criptoactivos: el 31% de los minoristas globales encuestados dice invertir en ellos o haberlo hecho en los tres meses previos. Además, estos activos gozan de mayor popularidad entre los inversores más jóvenes. De hecho, el 51% de los entrevistados en España de 18 a 34 años invierte en ellos o lo ha hecho en el último trimestre. Sin embargo, el 64% de los mayores de 55 años no incluye estos activos en sus estrategias de inversión.
“Pese al complejo periodo que han experimentado los criptoactivos en los últimos meses, los inversores españoles han conservado sus posiciones, con la vista puesta en el largo plazo. Los precios se han movido guiados por la volatilidad de la renta variable, que cada vez tiene más en cuenta las subidas de tipos y una posible recesión. Sin embargo, sigue habiendo nuevos inversores que compran una gran selección de criptoactivos, y muchos más que se mantienen, lo que indica que el mercado aún tiene un futuro sólido a los ojos de los minoristas”, explica Luis Ramírez, senior crypto account manager de eToro.
“La tecnología blockchain ha dejado de ser un tabú y el inversor minorista ya la considera como parte de nuestro sistema financiero del día de mañana. Si retrocedemos unas décadas al nacimiento de internet, encontramos un comportamiento similar. La batalla que enfrentamos hoy ya no es creer que esta innovación será el futuro, sino qué proyecto se convertirá en el Google del mañana”, continúa.
En las últimas semanas, se ha observado un repunte de las nuevas posiciones abiertas en criptoactivos en la plataforma eToro, lo que podría ser un indicio de que los minoristas están recuperando la confianza de estos activos a medida que los precios se estabilizan. Entre la segunda y la tercera semana de julio, el número de nuevas posiciones aumentó un 79% mientras que el valor total de estas creció un 129%.
Los precios de los criptoactivos se han recuperado desde sus mínimos de junio, siguiendo al alza de la renta variable a medida que los inversores se sienten más cómodos con las perspectivas de crecimiento económico. Pero los mercados aún no están fuera de peligro y necesitan ver una clara caída de la inflación en EE.UU. para que este repunte del mercado bajista sea sostenible”, afirma Ramírez.
Las fintech, empresas que utilizan la tecnología para mejorar o automatizar los servicios y procesos financieros, son una tendencia irreversible con un alto índice de cambio, en un mercado creciente y sujetas al ritmo de la innovación tecnológica. Estas compañías innovadoras están centradas en ofrecer al cliente un mejor servicio, reduciendo la burocracia y mejorando la experiencia del usuario en comparación con la banca tradicional. En los últimos años las fintech han evolucionado hasta duplicarse el número de startups en el sector a finales de 2021, llegando a un total de 26.000 nuevas empresas en todo el mundo, que suman un valor de financiación de 20.400 millones de dólares (20.379 millones de euros), según el informe ´2022 Fintech Market Ecosystem’.
En este contexto nacen empresas como Neo, fintech líder en Europa orientada al negocio internacional y a la comercialización en divisas. Emmanuel Anton, fundador del grupo Neo afirma que “Neo nació con el objetivo de agilizar la compra-venta de divisas y ofrecer a los negocios internacionales un servicio financiero que les permitiera ahorrar tiempo y reducir costes en comparación con la banca tradicional”. Así pues, la razón de ser de empresas como Neo reside en mejorar la experiencia de los usuarios gracias a la aplicación de las nuevas tecnologías. Emmanuel Anton apunta que “a través de un equipo de 30 profesionales que operan desde Barcelona, Londres y Cambridge Neo ha conseguido aportar un valor diferencial a través de un servicio de tesorería digital que cumple con las expectativas de compañías que se sienten más cómodas trabajando con una fintech que con la banca tradicional”. Así pues, el buen ritmo de crecimiento que siguen empresas como Neo ponen de manifiesto el protagonismo que están tomando las empresas de tecnología financiera en un sector cada vez más adaptado al plano digital.
Sin embargo, existen retos a los que se enfrenta el sector de las fintech. En este sentido, Emmanuel declara que “a pesar de finalmente haber sido reconocidos legalmente como compañías de inversión y de pago en España, es cierto que encontrar inversores que entiendan el negocio corporativo pero tambien el sector fintech, la regulación y la tecnología es muy difícil”. Además, aunque el sector fintech empieza a consolidarse “algunas scale-ups grandes compran startups que ya tienen algo de tracción pero que no consiguen internacionalizarse”, añade Emmanuel Anton, ex alumno de TBS Education. Por otro lado, respecto a la Ciudad Condal, a pesar de ser una ciudad internacional, “en Barcelona todavía falta apoyo institucional hacia las empresas nuevas del sector. La carga administrativa, el bajo nivel de digitalización de la administración junto con la imposibilidad de trabajar en inglés con ella son un problema a diario”, sentencia Emmanuel.
Oportunidades del sector fintech español
El informe mencionado anteriormente y recogido por TBS Education se presentan los puntos fuertes y las condiciones del mercado idóneas para que las empresas pertenecientes a este sector puedan desarrollarse de manera eficiente, sin quedarse atrás.
Emmanuel Anton reconoce que las áreas que más destacan son:
1. New Banking. La aceleración digital será el factor indispensable para este sector, ya que le otorga un rápido crecimiento y una diferenciación de cara a su competencia. Para ello, el enfoque de esta actividad deberá poner la experiencia del cliente en el centro y, por tanto, serán necesarias nuevas alianzas con fintechs y otros proveedores financieros.
2. Payments. Los pagos a través de canales sociales y mensajería, que fueron una gran innovación en este sector, seguirán creciendo y se desharán de las limitaciones que tienen impuestas actualmente. Se aumentará el uso de plataformas abiertas que amplíen las posibilidades de pago, y se convertirán en la principal tendencia a futuro.
3. Crowdfunding. “Ahora está en un momento de cierto parón debido al crecimiento de otras metodologías de pago y financiación, pero se posiciona entre las principales tendencias con mayor prospección futura”, comenta Emmanuel Anton.
4. WealthTech. Por un lado, este sector es dependiente de los avances en Big Data y análitica de datos para poder realizar sus funciones básicas (el control, la gestión y protección de datos. Por otro lado, la innovación conectada a la IA será un aspecto les brindará grandes oportunidades de crecimiento a futuro.
5. RegTech. Los datos, la privacidad y los sistemas de seguridad seguirán manteniendo la importancia que han adquirido durante los últimos años. “El futuro en el área RegTech está marcado por el enfoque ESG (Environmental, Social and Governance)”.
6. RiskTech. El objetivo a futuro de este sector es establecerse como estrategia de control de riesgos a nivel constitucional. “Entra de nuevo en acción la IA, que junto con los sistemas RiskCloud se consolidan como tecnologías clave durante los próximos dos a cinco años”, señala el COO del grupo Neo.
7. Blockchain. Ofrece un mayor control y ámbito de posibilidades para los consumidores. Además, creará un nuevo universo de finanzas inclusivas, dentro del que sedesarrollarán y democratizarán nuevos sistemas como las criptomonedas o los NFT, que a su vez contribuirán a la creación de nuevos y seguros sistemas de pago a través de redes Blockchain. “Aún así el futuro del sector está enfocado en el desarrollo del Metaverso, que ya puede verse en la mayoría de los sectores económicos y sociales».
El patrimonio de los fondos nacionales ASG ha caído 4.754 millones en el primer semestre del año, un 6,12%, lo que deja el patrimonio total a cierre de junio en 72.952 millones. Esto supone un 24,01% del patrimonio total de fondos.
Por tipo de entidad, las aseguradoras son las únicas que han registrado un incremento patrimonial, siendo este de un 9,45%.
En todo caso las entidades bancarias mantienen su posición como líder por cuota de mercado con 64.911 millones, lo que representa un 88,98% del total, seguido de los grupos independientes con un 8,53%.
Por gestora, CaixaBank Asset Management es la entidad con mayor patrimonio gestionado con 28.131 millones, seguida de Kutxabank Gestión y Santander Asset Management, con 15.525 y 5.255 millones respectivamente.
BBVA Asset Management es la gestora que registra el mayor incremento patrimonial, con 42 millones, seguido de Abante Asesores Gestión Caja Laboral Gestión, con 35 y 30 millones respectivamente.
Por tipo de activos, los fondos de renta variable, sectoriales representan el 35,72% del patrimonio total, con 27.593 millones, seguido de los fondos mixtos, que suponen un 33,38% y los de renta fija con un 29,28%.
Los fondos ASG con mayor aumento patrimonial en el semestre son el CaixaBank Master Renta Variable USA Advised By, con 966 millones, seguido del CaixaBank Master Renta Fija Deuda Pública 1-3 Advised By, con 609.
Las gestoras con más fondos sostenibles
Por número de fondos ASG, entre las gestoras nacionales destaca CaixaBank Asset Management, con 32, seguida Kutxabank Gestión con 24 y Renta 4 Gestora con 19.
Entre las gestoras internacionales, destaca JP Morgan Asset Management, con 117 fondos, seguida de Amundi Asset Management y BNP Paribas Asset Management, con 116 y 111 respectivamente.
En cuanto a su distribución por tipo de activo, entre los fondos internacionales el 52,09% son de renta variable, sectoriales, seguidos de los de renta fija y mixtos, con un 33,11% y un 8,48% respectivamente. Por su parte, entre los nacionales destacan igualmente los fondos de renta variable, sectoriales, con un 43,5%, seguidos de mixtos y renta fija, con un 37% y un 12,50% respectivamente.
Las fronteras entre países siguen siendo delineadores clave del riesgo político y afectan al campo de acción de exportadores, importadores e inversores extranjeros por igual. El desfase entre las expectativas globales y el desigual ritmo de recuperación tras la pandemia de COVID-19, así como las consecuencias del conflicto en Ucrania podrían tener un impacto sensible en todos los países, pero también en otro tipo de entornos no convencionales decisivos para el futuro del comercio, la geopolítica y el riesgo político: el océano, los minerales y el espacio.
Según el último informe de la firma de consultoría de riesgos y correduría de seguros Marsh, “Political Risk Report 2022”, la creciente demanda de acceso a los recursos marinos, a los minerales de importancia estratégica y al ámbito cada vez más concurrido y poco regulado del espacio exterior aumenta el riesgo político. Esto incluye el riesgo de guerra, el cual aumentó en la mayoría de las regiones en 2021, según el análisis. Pese a ser el más infravalorado de los nueve peligros analizados por la firma, el riesgo de guerra incrementó en el estudio de este año especialmente en Europa del Este y Asia Central, pero también en Europa en general y el África Subsahariana.
Además del riesgo de guerra en función de la ubicación geográfica, el informe analiza otras amenazas como los disturbios civiles, el terrorismo, los riesgos para la economía de los países, sus monedas o el crédito soberano, las expropiaciones o los riesgos legales y regulatorios.
Entre las conclusiones de esta última edición del informe cabe destacar:
– El riesgo económico general sólo empeoró en nueve países en 2022 con respecto a 2021, pero las divisiones dentro de los países y las regiones siguieron aumentando, abasteciendo el descontento social y las amenazas terroristas. No está claro si la recuperación en curso de los daños económicos de la pandemia tendrá suficiente tracción para sacar a muchos países de sus dificultades económicas.
-El escenario pospandémico es más sensible a las amenazas de todo tipo (virus, problemas de ciberseguridad o efectos del cambio climático). A medida que la intensificación de la crisis de Ucrania amenaza la seguridad alimenticia y energética, los países más dependientes de las importaciones podrían sufrir dramáticos retrocesos.
– La aceleración de la economía mundial y las presiones inflacionarias están dejando atrás países y zonas menos resistentes desde el punto de vista social y menos eficaces desde el punto de vista institucional. Casi el 60% de las 197 jurisdicciones analizadas en el informe experimentaron un deterioro de sus perfiles de deuda soberana, y más de la mitad presentaron un mayor riesgo de violencia interna. Este deterioro es evidente en África y América Latina, o tras la intensificación de la crisis en Ucrania, pero hay señales de posibles rupturas también en varias economías del sudeste de Asia. La relativa estabilidad mostrada en las puntuaciones de riesgo en el África subsahariana es especialmente alarmante porque el riesgo económico sigue siendo sustancialmente superior a la media mundial. Del mismo modo, una modesta recuperación económica en la región de Asia-Pacífico no se traslada a otros peligros, como la solvencia soberana, la violencia política y el riesgo de transferencia y convertibilidad de divisas, que se han deteriorado.
En el punto de mira: los océanos, los minerales y el espacio
A la hora de tratar el riesgo geopolítico en los océanos hay que tener en cuenta que los océanos cubren más del 70% del planeta, y más del 80% de las profundidades marinas están inexploradas. Alrededor del 44% de la población mundial vive a menos de 150 kilómetros de una costa, y el 43% depende del marisco como principal fuente de proteínas. Por otro lado, la escasez de agua podría ser la amenaza más alarmante para la sociedad. El informe habla de un aumento sin precedentes de actividad económica en el océano, un fenómeno conocido como “aceleración azul» que ha convertido a los océanos en un factor clave para satisfacer la creciente demanda de materias primas, e incluso de expansión, pero que también ha supuesto que las tensiones geopolíticas se incrementen.
El informe de Marsh apunta a la creciente fiebre por los minerales como otro factor preocupante. Al delicado estado actual de las cadenas de suministro se suman las estrategias agresivas de adquisición de minerales que muchas economías están implantando, lo que podría aumentar los conflictos geopolíticos. La extracción de minerales de los fondos marinos es tal vez el tema más controvertido en la carrera por los recursos submarinos y la explotación industrial desenfrenada de estos recursos podría causar daños irreversibles a los ecosistemas submarinos. Esta búsqueda de nuevos horizontes y recursos también aumenta el riesgo en el espacio.
De acuerdo con informe, el espacio ha sido testigo de una aceleración económica, que se refleja en un creciente interés por la exploración espacial: solo en 2021 se lanzaron más de 1.500 satélites. Según los expertos de Marsh, con ese progreso viene una escalada de tensiones relacionadas con el espionaje, la confrontación militar y la contaminación. Se añade que la gestión de estos nuevos conflictos se enfrenta a la falta de legislación y una gobernanza mundial no probada. Marsh asegura que las empresas que comprendan cómo influyen estos entornos en las tensiones existentes entre países y regiones estarán mejor situadas para beneficiarse de las recompensas potenciales que encierran.
Durante los últimos años, el sector asegurador español ha tenido que enfrentarse a un entorno de bajos tipos de interés, situación que ya está comenzando a revertir. Además, la inflación -olvidada en la última década-, ha repuntado con fuerza debido, entre otros motivos, a las secuelas que ha dejado la pandemia en las cadenas de suministro global y a los altos precios de la energía, consecuencia de la transición energética y las tensiones geopolíticas.
Ante esta situación, los bancos centrales han cambiado su discurso y han empezado a endurecer la política monetaria para hacer frente a las subidas de precios. El sector asegurador se verá afectado por el nuevo ciclo de subidas de tipos, dado que la deuda pública el principal activo en que invierten las entidades aseguradoras. Así lo dice el estudio «Cambio de Escenario», elaborado por ICEA en colaboración con Amundi, y presentado el 15 de junio en un Congreso para directores de Inversión y Financieros del sector asegurador.
En concreto, el informe señala que a cierre de 2021 el 72,2% de las inversiones del sector asegurador español se materializan en renta fija, un 52,6% en deuda pública (en su mayoría deuda soberana española, con un 42,8%) y un 19,6% en deuda corporativa.
El entorno de bajos tipos de interés, unido al buen comportamiento de la renta variable en los últimos años, ha provocado un incremento del peso relativo de la renta variable e instituciones de inversión colectiva, pasando de representar el 11,3% en 2016 al 19,3% en 2021.
En este sentido, en 2021 el 45,2% de las suscripciones a fondos de inversión se materializaron en fondos que invierten mayoritariamente en renta variable. Lo mismo con los planes de pensiones, donde el 47,5% de las aportaciones se destinaron aquellos que invierten en renta variable. Los inmuebles por su parte representan el 3,5% en 2021, estando el 99,3% situados en España.
La oportunidad en alternativos
Junto a estos datos, Miguel Ángel Rodríguez Parra, del Área de Investigación de ICEA, presentó los resultados de la simulación sobre cómo a través de la incorporación de activos alternativos en la cartera de inversión pueden buscarse rentabilidades más altas para determinado nivel de riesgo. Para ello se analizó un escenario donde se incluyen activos alternativos como las infraestructuras, el capital riesgo, renta variable protegida, préstamos inmobiliarios comerciales europeos o activos ligados a la inflación entre otros.
Percepciones del contexto actual
Por último, se presentaron los resultados de la encuesta sobre la percepción de las entidades aseguradoras españolas sobre el contexto actual y su impacto en la cartera de inversión, dada la actual situación de incertidumbre y volatilidad en los mercados. En este sentido, la guerra en Ucrania ha generado pesimismo sobre la situación económica (un 66,2% tiene hoy una percepción desfavorable respecto a la Eurozona en los próximos seis meses, frente a solo un 13% antes de la invasión). El 41% de las entidades encuestadas ha realizado o tiene previsto realizar plusvalías, en su mayoría en renta variable y fondos de inversión, y, en menor medida, en renta fija.
Según el informe, el 50% de las entidades declaran que el entorno actual ha provocado que modifiquen su política de inversión para el corto/medio plazo, destacando la reducción de las duraciones en renta fija, la reducción de la exposición a renta variable (favoreciendo el value frente al growth), aumento de la liquidez, incremento del peso de inversiones con mejor calificación crediticia, reducción del crédito, incremento del real estate e inversión oportunista en deuda pública española e italiana.
Por otro lado, las entidades consideran que las áreas geográficas con mayor potencial para realizar inversiones son Estados Unidos y la Eurozona, y que los activos más interesantes para hacer frente a la situación actual son las infraestructuras, renta variable, value, real estate alternativo core y core+, alternativos ilíquidos y los bonos flotantes y ligados a la inflación.
El Congreso también contó con la participación de Pedro Baños, coronel, analista y conferenciante, que expuso su visión sobre la situación geopolítica actual y sus orígenes, centrándose en las tres superpotencias (Estados Unidos, China y Rusia).
Víctor de la Morena, director de Inversión de Amundi Iberia, presentó, por su parte, las perspectivas económicas de Amundi marcadas por los elevados niveles de fragmentación y una nueva combinación de políticas monetarias y fiscales. “Los inversores deberían seguir siendo cautelosos en cuanto a la asignación de riesgos y buscar resiliencia y fuentes de rendimientos reales positivos, al mismo tiempo que intentar beneficiarse de las discrepancias entre regiones y sectores a raíz de la desincronización de los ciclos económicos”.
Los principales retos ESG
En la mesa redonda sobre retos ESG intervino Juan Aznar, presidente de Mutuactivos, quien señaló los retos normativos junto a la cantidad y calidad de los datos ESG como los desafíos más relevantes para el sector de inversiones hoy. En este espacio, Francisco Carrasco, socio responsable del Área Legal de Seguros y Pensiones de KPMG Abogados, también abordó los desafíos y cambios regulatorios más inminentes en ESG para el sector, deteniéndose en los derivados de las modificaciones de los Reglamentos de actos delegados tanto de Solvencia II como de la Distribución (IDD), aplicables a partir del 2 de agosto.
Fernando Aguado, director de Inversiones de Fonditel, apuntó la importancia de integrar los criterios ESG con sentido económico y la necesidad de contar con métricas estándar e incentivos a nivel empresarial para poder avanzar acompasados en compromisos explícitos Net Zero. Marta Marín, consejera delegada de Amundi Iberia, moderó esta mesa destacando el papel que juegan las aseguradoras y gestoras de fondos y pensiones en la lucha contra el cambio climático.
Andrés Francoy, director de Negocio Institucional de Indosuez WM España, presentó el proyecto lanzado junto a la Fundación Repsol y Portobello Capital para la reforestación de 24.000 hectáreas que absorberán hasta seis millones de toneladas de CO₂ en España.
Un nuevo escenario de inversión
El nuevo escenario de inversión, con una elevada inflación y tipos de interés al alza, fueron los temas centrales de la segunda mesa redonda, que contó a su vez con la participación de Pablo Baeza, director de Inversiones BBVA Seguros, que subrayó la ventaja de estar posicionado en duraciones cortas frente a escenarios inflacionistas, así como la cautela respecto a los spreads de crédito en entornos de máxima incertidumbre como el actual. Javier Lendines, director general de Mapfre AM, también destacó la postura prudente en las carteras en renta fija y variable; y señaló que la inversión en activos alternativos ilíquidos no es algo nuevo para el sector asegurador.
Cristina Carvalho, directora de Negocio Institucional de Amundi Iberia, moderó esta mesa y recordó que Amundi cuenta con una plataforma dedicada a aseguradoras que ofrece servicios y estrategias en todas las clases de activos tradicionales y reales, en gestión activa y pasiva, y soluciones ESG.
Por último, Ramón Gayol, socio responsable de Real Estate de KPMG en España, explicó las oportunidades de inversión que existen en el sector inmobiliario, destacando el mercado de oficinas, el ambulatorio (residencias, hospitales) y centros de datos.
Los datos de Inverco muestran un avance imparable en el crecimiento de la inversión sostenible. Los fondos nacionales registrados como “Productos que promueven características medioambientales o sociales” o como “Productos que tienen como objetivo inversiones sostenibles” (más conocidos como artículos 8 y 9 del Reglamento de divulgación) ya representan uno de cada cuatro euros invertidos en fondos nacionales (el 24,1% del patrimonio total), y a ellos confían sus ahorros el 37% de las cuentas de partícipes.
De este modo, desde el arranque de esta normativa los fondos nacionales ESG casi han triplicado su patrimonio, que en marzo de 2021 se situaba en 28.335 millones y ahora alcanza los 71.602 millones de euros.
Es sin duda una buena noticia, pero podría ser mejor. Gran parte de este patrimonio se corresponde con fondos prexistentes cuya política de inversión ha sido transformada para adaptarse a las rigurosas exigencias de la normativa europea en materia de sostenibilidad. Por ello, la mayoría de los partícipes invertidos en estos fondos son partícipes preexistentes que, si bien avalan la transformación sostenible de su fondo, pues han sido informados de ella y han decidido permanecer en el mismo, ya estaban en el circuito de la inversión colectiva.
Sin embargo, faltan estímulos para que los 1,04 billones de euros que las familias españolas mantienen en depósitos se transformen en inversiones, paliando así la erosión en su poder adquisitivo derivada de una creciente inflación y en línea con los objetivos de la Comisión Europea de aumentar la participación de los inversores minoristas en los mercados de capitales.
La incorporación de las preferencias de sostenibilidad en la conversación con el cliente, a partir del 2 de agosto, será una palanca para dicha transformación, pero necesariamente debe ser complementada con estímulos de otro tipo.
Para ello, Inverco ha formulado la propuesta de los FIESE y FIEE Pyme, que aúna:
Sostenibilidad: los FIESE invertirán en activos emitidos por empresas comprometidas con la sostenibilidad, en los términos definidos en la normativa europea para su registro en la CNMV como fondos del artículo 8 o 9 del Reglamento de divulgación.
Financiación del tejido empresarial con presencia en España: los FIESE invertirán mayoritariamente (al menos el 70%) en activos emitidos por empresas españolas o con presencia en España mediante un establecimiento permanente. En el caso de los FIESE Pyme, al menos el 30% de sus inversiones computables deberán serlo en activos emitidos por pymes.
Marco fiscal estimulante para facilitar el acceso de los inversores minoristas a los beneficios directos e indirectos derivados de la transición sostenible. La propuesta prevé un tratamiento fiscal, aplicable únicamente a personas físicas minoristas (máximo 30.000 euros de inversión anual/150.000 euros de acumulación), que en caso de invertir en FIESE o FIESE Pyme, disfrutarían de una exención en las plusvalías generadas en el IRPF, sin que estas inversiones computen a los efectos del Impuesto sobre el Patrimonio o el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones.
Visión de largo plazo: el tratamiento fiscal de los inversores minoristas en FIESE y en FIESE Pyme irá indisolublemente vinculado a un periodo mínimo de mantenimiento de las inversiones, propuesto en cinco años para los FIESE y tres años para los FIESE Pyme.
La propuesta contempla una inversión mínima del 70% en empresas con presencia en España, de modo que, por cada10.000 millones de euros canalizados hacia este tipo de fondos, como mínimo 7.000 millones irían directamente destinados a financiar de manera estable la transición sostenible en nuestro país, mientras que el beneficio fiscal asociado rondaría los 300 millones de euros, lo que supone un atractivo incentivo para los ahorradores, pero un coste más que asumible para las arcas públicas.
El impulso a la inversión sostenible no puede venir solo de la regulación. Además, la Comisión Europea ha animado a los Estados miembros a establecer incentivos a la sostenibilidad y el Plan Nacional de Finanzas Sostenibles deberá publicarse en los próximos meses, lo que supone una excelente oportunidad para reforzar el compromiso español con la sostenibilidad y permitir que los pequeños inversores participen de sus beneficios.
Tribuna de opinión de Elisa Ricón, directora general de Inverco
El nacimiento de un euro digital (dEUR) es cuestión de tiempo, aunque no se implementará en un futuro inmediato. Y lo cierto es que los bancos europeos podrían beneficiarse de la introducción de las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC), incluso para la estabilidad de la financiación.
Los bancos centrales de los países con sistemas bancarios desarrollados han declarado inequívocamente que sus iniciativas de CBDC se llevarán a cabo en estrecha colaboración con sus bancos. En el caso del BCE, es dudoso que un dEUR tenga alguna utilidad si no está en estrecha relación con las actividades bancarias. Este debería ser un punto de partida esencial a la hora de evaluar el impacto de las CBDC en los bancos.
Los mensajes del BCE relacionados con un dEUR son cada vez menos hipotéticos y más convincentes, sobre todo porque el argumento para su creación es cada vez más claro. En una publicación reciente, el BCE citaba tres riesgos de la inacción:
Como el efectivo se utiliza cada vez menos, el dinero público podría perder su papel de ancla monetaria en ausencia de un equivalente digital.
Las criptomonedas privadas, especialmente las stablecoins, no pueden garantizar la convertibilidad uno a uno con el dinero del banco central y son vulnerables a las caídas.
Las soluciones de pago digitales del sector privado -cripto o de otro tipo- están dominadas por actores tecnológicos no europeos, que pueden representar amenazas materiales para la soberanía monetaria de Europa, especialmente en un escenario de crisis.
Al mismo tiempo, las CBDCs están ganando terreno en todo el mundo, aumentando la competitividad en el terreno monetario. Según las últimas estadísticas, 10 países ya han puesto en marcha CBDC nacionales: Nigeria, Jamaica, Bahamas y siete Estados del Caribe Oriental. Quince países tienen una CBDC en fase piloto de pre-lanzamiento, entre los que destacan China, Rusia y, sólo en la UE, Suecia.
La eurozona se encuentra en la siguiente fase de desarrollo de las CBDC, junto con Suiza, Japón, Canadá, India, Australia, Brasil y otros países. Los Estados Unidos, Reino Unido, Noruega y otros países están un paso por detrás todavía, en la fase de investigación previa al desarrollo. Por último, unos pocos países, entre ellos Dinamarca, todavía no están llevando a cabo activamente iniciativas de CBDC.
Persisten las dudas sobre la necesidad del dEUR…
En lo que respecta a un dEUR, los bancos apenas han expresado hasta ahora detalles o puntos de vista en las conversaciones con inversores y analistas, que a su vez suelen ignorar el tema. Esto es comprensible hasta cierto punto, dados los crecientes vientos en contra de los bancos europeos. No obstante, a medida que avance el proyecto dEUR -que alcanzará una fase piloto en algún momento del año que viene-, los bancos tendrán que abordar el tema de frente en su diálogo con los inversores.
Una de las principales preocupaciones de los bancos, expresada hasta ahora por la Federación Bancaria Europea (EBF) y el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), es el impacto de un dEUR en la estabilidad financiera en general (en gran medida relacionada con la financiación de los bancos) y en la rentabilidad de los mismos. El director del IIF contrastó recientemente la posición del BCE de «cómo lanzar» la divisa digital, con la de la Fed estadounidense de «si lanzarla».
En concreto, existe incertidumbre por la posibilidad de que los depositantes de los bancos cambien sus fondos a dEUR en caso de crisis real o aparente, contribuyendo a la escasez de financiación de los bancos. Para hacer frente a esto, el BCE está considerando, en primer lugar, imponer límites a las tenencias de dEUR por parte de particulares y empresas. Y, en segundo lugar, desincentivar el uso de las tenencias de dEUR como inversión aplicando una remuneración por encima de un determinado umbral, con tenencias mayores sujetas a tasas más punitivas.
En mi opinión, la forma más pragmática de contemplar el dEUR es simplemente como un sustituto del efectivo; ni más ni menos. Dentro de una generación como máximo, los billetes y monedas apenas se utilizarán. La pandemia ha sido un poderoso catalizador en este sentido, y no sólo para los millennials y la generación Z.
Mediante la sustitución gradual del efectivo por CBDC, el BCE y otros bancos centrales evitarán el acaparamiento de efectivo: la mayoría de los billetes de 100 euros se conservan en lugar de transferirse a través de los bancos, por ejemplo. Esto contribuirá aún más a la inclusión financiera. A medida que se generalice el uso del dEUR, el efectivo será tan infrecuente y obsoleto como los cheques de papel en la actualidad.
… Pero los bancos no deben temerlo
Una de las principales ventajas de un dEUR exitoso para los bancos será evitar las incertidumbres provocadas por el uso generalizado de stablecoins y otras criptodivisas en los pagos y las transferencias financieras. Los bancos pueden plantear su preocupación por el posible impacto de las CBDC en la financiación, pero deben reconocer que dicha preocupación aumentaría sustancialmente si, en ausencia de las CBDC, las criptomonedas privadas desempeñaran ese papel.
La alternativa a las CBDC no es mantener el dinero digital al margen. Por muy poco atractivo que sea para los bancos, la alternativa es asistir al creciente papel de las stablecoins y sus criptoequivalentes privados en los pagos habituales. China tomó la decisión de prohibir las criptomonedas privadas y promover un yuan digital. En EE.UU., el debate sobre qué es mejor, si las CBDC o las stablecoins privadas, está en marcha, aunque las últimas caídas de criptodivisas y los desplomes de precios sugieren que el dólar digital puede tener futuro.
Es poco probable que el dEUR, con limitaciones en las participaciones y rendimientos, sustituya siquiera parcialmente a los depósitos bancarios. Los bancos mencionan a veces la regla del 80-90/10-20, según la cual el 80%-90% de los ingresos son generados por el 10%-20% de los clientes, lo que deja a una gran categoría de clientes bancarios menos rentables para la cuenta de resultados debido a los costes de funcionamiento del servicio de los depósitos de pequeña cuantía.
A diferencia de lo que ocurre en EE.UU. y, en menor medida, en Reino Unido, en la UE existen restricciones a las comisiones de servicio de los depósitos, por lo que los bancos no pueden disuadir a los pequeños depositantes de realizar todo tipo de transacciones (la llamada categoría de infrabancarizados, que abarca alrededor del 20% de los hogares en EE.UU.).
Un dEUR podría eliminar parte de la carga de los bancos que tienen muchos pequeños depositantes mediante una alternativa segura y eficaz que podría aliviar las bases de costes de esos bancos.
La preocupación de que, en caso de crisis, los depósitos bancarios puedan verse mermados por la migración a las CBDC debe tomarse con pinzas. Un informe reciente de la Oficina de Investigación Financiera de EE.UU. sugiere que el acceso a las CBDC disminuye la cantidad de operaciones de cambio de vencimiento realizadas por los bancos y, por tanto, intuitivamente, haría que una crisis de liquidez fuera menos costosa para los depositantes. En otras palabras, cuando los bancos realizan menos transformaciones de vencimientos, están menos expuestos a la posibilidad de una corrida.
Igualmente, la observación del flujo de fondos de los depósitos bancarios hacia las CBDC puede dar a los supervisores más información sobre el estado del sistema bancario, concretamente sobre la confianza de los depositantes en sus bancos. En consecuencia, estarían en mejores condiciones de reaccionar rápidamente para subsanar las deficiencias de una entidad. Si los depositantes anticipan una reacción supervisora más rápida, su incentivo para sumarse a la retirada disminuye.
Se cierra una era en Grupo Security. Francisco Silva, uno de los fundadores del grupo financiero, renunció al directorio y la presidencia de la compañía chilena en la última sesión de su mesa directiva.
Su reemplazo es otro de los pioneros de Security, Renato Peñafiel, que dejó el cargo de gerente general del holding para asumir la presidencia.
El retiro también implica la salida de Silva de la presidencia de Banco Security y otras filiales del grupo –incluyendo su administradora general de fondos–, donde también será reemplazado por Peñafiel.
A través de un comunicado de prensa, el directorio de Grupo Security agradeció la contribución de quien fue su presidente desde 1996. “Francisco deja una huella imborrable en cada una de las empresas del Grupo, las cuales hoy son líderes en sus mercados y están en la vanguardia en el desarrollo de la industria”, señaló Peñafiel.
A futuro, el ingeniero se mantendrá ligado a la gestión del holding, como asesor en distintas materias. Bajo petición de la mesa, el histórico fundador de la firma seguirá participando en distintos comités, incluyendo crédito, finanzas, inversiones y tecnología digital.
Para reemplazar a Peñafiel en el cargo de gerente general, la firma nombró a Fernando Salinas. El ejecutivo tiene 19 años de experiencia en el grupo, y se desempeñaba hasta ahora como gerente de Finanzas y Gestión Corporativa del holding.
“Estos cambios responden a un proceso planificado enmarcado en nuestras políticas corporativas y nos permite seguir fortaleciéndonos frente los desafíos de la organización y profundos cambios que experimenta el mundo financiero”, afirmó Peñafiel en la nota de prensa.
La carrera de Silva
La trayectoria del ingeniero en el holding se extendió por más de tres décadas, tras la creación de Banco Security Pacific. Esta firma, que originalmente estaba en manos de Banco Security Pacific de California, eventualmente se convirtió en Grupo Security tras su compra por parte de Silva, Peñafiel y un grupo de inversionistas chilenos, en 1991.
Silva estudió Ingeniería Civil en la Pontificia Universidad Católica de Chile y obtuvo un grado de ingeniero y un Magíster en Ciencias de la Universidad de Stanford, según consigna el grupo financiero en su portal online.
Además de presidir el holding y sus filiales, el profesional también es presidente del Comité Bilateral de Negocios Chile-China, que depende de la asociación gremial empresarial Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa).
Antes de su historia en Security, que inició en 1987, cuando se incorporó al Security Pacific National Bank de California como representante en Chile, Silva ocupó distintos roles en el sector financiero chileno.
Entre 1976 y 1979, fue gerente de Finanzas del Banco del Trabajo, para luego pasar al Chase Manhattan Bank N.A., donde ocupó el cargo de vicepresidente, entre 1979 y 1980. Su siguiente paso fue el Banco Central de Chile, donde se desempeñó como director de Operaciones, entre 1981 y 1984. Desde ese año y hasta 1986 ocupó el rol de gerente general de AFP Unión, una administradora previsional que luego fue absorbida por AFP Planvital en 1998.
Silva también ha sido miembro de los directorios de distintas compañías chilenas a lo largo de los años. Estuvo en la mesa de Cemento Polpaico entre 2001 y 2013; la de la eléctrica AES Gener entre 1988 y 2000; la de la firma de servicios de salud Grupo Banmédica entre 1990 y 1992; la del holding eléctrico Enersis (actual Enel Chile) entre 1988 y 1991; y la de Chilectra (actual Enel Distribución Chile) entre 1988 y 1989.
La proporción de activos de cuentas gestionadas unificadas (UMA) ha aumentado más de cinco veces en los últimos 13 años hasta representar el 22% de los activos de cuentas gestionadas, según la última edición de Cerulli Edge-U.S. Managed Accounts.
Este crecimiento se produce a pesar de los innumerables retos que las oficinas centrales de los broker/dealer señalan cuando se produce la transición a una plataforma UMA.
Los puntos problemáticos, como la incorporación de datos de todas las opciones de inversión en el perfil del cliente y el sistema de generación de propuestas, la provisión de herramientas de análisis de cuentas que permitan a los asesores supervisar las inversiones subyacentes y la racionalización de las participaciones, los impuestos, las comisiones y los informes de rendimiento a los clientes, son retos citados habitualmente.
«Conquistar estos vientos en contra operacionales y tecnológicos requiere importantes desembolsos de tiempo, talento y tesoro por parte de las empresas patrocinadoras que buscan añadir capacidades de UMA», afirma Matt Belnap, director asociado de Cerulli.
Sin embargo, los patrocinadores de cuentas gestionadas no han cedido a estas limitaciones. En 2008, la cuota de activos de UMA representaba sólo el 4,1% del total de activos de la industria de cuentas gestionadas.
Al cierre de 2021, las UMAs representaban el 22,2% del total de la industria de cuentas gestionadas, con la cuota de activos creciendo cada año desde 2009.
Los activos totales de los programas UMA han crecido a una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 34%.
«Tanto en 2020 como en 2021, las UMAs vieron los mayores flujos netos de efectivo de cualquier tipo de programa de cuentas gestionadas», añade Belnap.
Si bien el crecimiento de los activos está impulsado por fuentes orgánicas e inorgánicas, la innovación de los vehículos y la mejora de los precios están facilitando que los patrocinadores de cuentas gestionadas consideren la adopción de UMA.
Los patrocinadores de cuentas gestionadas pueden ahora añadir más opciones al menú de la cuenta de una manera más fluida. Sin embargo, la mejora de los precios es un acelerador muy importante. En los últimos cinco años, el precio medio de una UMA ha disminuido en 25 puntos básicos, de los cuales una gran parte procede de la comisión de asesoramiento, según el estudio.
«A medida que los asesores y, cada vez más, sus clientes se preocupan más por las comisiones, los precios de los programas deben seguir siendo competitivos. Los precios están ahora en el rango de otros programas de cuentas gestionadas», comenta Belnap.
Según el estudio, algunas empresas patrocinadoras han empezado a considerar la UMA como la única forma de prestar asesoramiento basado en honorarios, pasando esencialmente de ser un programa entre muchos a ser la plataforma completa en la que los asesores prestan asesoramiento basado en honorarios.
«La consolidación en una sola plataforma no es sólo un objetivo en sí mismo. La consolidación de la plataforma permite a los asesores financieros perseguir el objetivo más amplio de la gestión de los hogares, adoptando una visión holística de los activos de todo un hogar y gestionándolos hacia metas y objetivos específicos, lo que podría ser el siguiente paso para las UMA», concluye Belnap.
Hasta 140 países y cientos de empresas de todo el mundo se han sumado a la carrera para alcanzar un nivel de cero emisiones netas, frenar el calentamiento global y evitar una crisis climática.
Sin embargo, limitar el aumento de la temperatura a 1,5 ºC en 2100 –el punto principal del Acuerdo Climático de París firmado hace seis años– sigue siendo una esperanza lejana.
Las proyecciones actuales, basadas en las políticas vigentes, muestran que el mundo será 2,7 ºC más cálido que hoy en día1.
Además, incluso en el mejor de los casos, que tiene en cuenta todos los compromisos y promesas de cero emisiones, la temperatura media va camino de aumentar 1,8 ºC.
El problema de los compromisos de cero emisiones es que no todas las industrias pueden descarbonizarse a ese ritmo.
El objetivo de “cero emisiones netas” se consigue cuando los gases de efecto invernadero que se emiten se compensan con la eliminación de la misma cantidad de carbono de la atmósfera por otros medios.
Para alcanzar este objetivo a mediados de este siglo, todos los sectores de la economía deben reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.
Sin embargo, para industrias como la agricultura, la aviación, el transporte marítimo y la producción de cemento, esta meta no es realista. Es probable que sus emisiones sigan siendo elevadas durante décadas. Lo mismo ocurre con gran parte del mundo en desarrollo. China y la India tampoco alcanzarán el nivel de cero emisiones netas antes de 2060 y 2070, respectivamente, a tenor de sus objetivos actuales.
Aquí es donde las tecnologías de emisiones negativas (NET, por sus siglas en inglés, Negative Emissions Technologies), o métodos para eliminar carbono de la atmósfera, podrían realmente marcar la diferencia.
Según los miembros del Comité Consultivo de las estrategias Timber y Global Environmental Opportunities de Pictet AM, cada vez son más los científicos y gobiernos que consideran las NET como esenciales para alcanzar los objetivos de cero emisiones netas.
Ya hay empresas, como el gigante de software Microsoft y la reaseguradora Swiss Re, que utilizan las NET para eliminar los gases de CO2.
Las NET nuevas e innovadoras, como la captura directa del aire, son atractivas porque pueden ser más eficientes y reducir los costes operativos de la eliminación de carbono. Esto significa que podrían implantarse a una escala mucho mayor.
Volverse negativos, ser positivos
Hay varias formas de conseguir emisiones negativas. Pero cada solución tiene sus propias limitaciones, ya sea en términos de efectividad, durabilidad o asequibilidad.
Los métodos NET consolidados, como la plantación de árboles, se basan en la fotosíntesis para absorber y retener los gases de efecto invernadero, mientras que las nuevas tecnologías, como la captura y el almacenamiento de carbono (CAC) y la meteorización mejorada, utilizan la química para hacer prácticamente lo mismo.
La forestación se considera el método más asequible para eliminar el CO2 de la atmósfera. Por otra parte, sin embargo, su eficacia es menor que la de otros métodos, ya que un bosque recién plantado puede tardar en crecer y su durabilidad depende de la longevidad del propio bosque. Por otro lado, las tecnologías de captura directa del aire pueden ser eficaces en su instalación, pero actualmente su implantación es muy costosa.
Aunque las empresas pueden elegir entre diversas opciones de NET, los miembros de nuestro Comité Consultivo afirman que depender de una sola tecnología puede ser menos efectivo que utilizar una combinación de métodos diferentes. En otras palabras, el uso de una cartera de NET puede ofrecer un mejor resultado total que la implantación de un solo sistema de forma aislada (véase la figura). Las combinaciones variarán, naturalmente, según el sector y la empresa.
Por ejemplo, Microsoft recurre a la silvicultura para el 85% de su eliminación de carbono prevista, pero también utiliza el suelo, la bioenergía, el biocarbón y la captura directa del aire2.
Con el propósito de eliminar todas sus emisiones históricas desde su fundación en 1975, la empresa de Seattle ya ha comprado la eliminación de 1,3 millones de toneladas de carbono en 26 proyectos en todo el mundo.
El precio de volverse negativos
Sorprendentemente, el sector de los combustibles fósiles es el que quizás esté mejor preparado para aprovechar las NET. Esto se debe a que alrededor del 90% de sus conocimientos científicos, tecnológicos y de ingeniería son transferibles al desarrollo de la tecnología CAC3.
Sin embargo, en otras industrias con grandes emisiones como son la agricultura o la moda, la tecnología de eliminación de carbono es difícil de implantar a escala.
Para estos sectores, según nuestros expertos, el mercado voluntario de carbono podría ser una solución mejor. Este sistema en ciernes, que funciona al margen de mercados regulados como el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión europeo, permite a las empresas compensar sus emisiones de carbono mediante la compra voluntaria (en lugar de obligatoria) de créditos de eliminación de carbono.
El valor actual del mercado voluntario asciende a 400 millones de USD, pero se espera que crezca hasta alcanzar los 480.000 millones de USD en 20504. Esto equivaldría a una reducción de hasta 3,6 gigatoneladas de CO2 equivalente (CO2e) al año, poco menos de una quinta parte de la cantidad exigida por el Acuerdo de París.
Actualmente, el precio medio del mercado voluntario de carbono se sitúa en torno a los 4-5 USD por tonelada de CO2e. Pero las estimaciones de la industria sugieren que podría aumentar hasta alcanzar los 140 USD en 20505.
Al menos a corto plazo, las actividades del mercado voluntario de carbono se concentrarán en las tecnologías terrestres de reducción de carbono, incluida la forestación, la reforestación y la gestión forestal mejorada, ya que tienen un coste bajo y son fáciles de implantar. Con el tiempo, según afirman los miembros de nuestro Comité Consultivo, el mercado se ampliará para abarcar otras nuevas tecnologías, como la CAC.
No obstante, para que el mercado voluntario de carbono tenga éxito, es necesaria una mayor transparencia. Sobre todo en lo que respecta al funcionamiento de las compensaciones de las emisiones de carbono.
Por ejemplo, las empresas que compran créditos de eliminación de carbono generados por la forestación no deben esperar poder aplicar las compensaciones inmediatamente. En estos casos, su uso debe reflejar de algún modo el tiempo que transcurre entre el momento en que el carbono se libera a la atmósfera y el momento en que se elimina de los bosques.
«El mundo debería utilizar las NET como parte integrante de una cartera más amplia de medidas de reducción de carbono concebidas para dotar a la economía de una base más sostenible».
No son un comodín
Pese a todo el entusiasmo que suscita la compensación de emisiones, su expansión pone de relieve una espinosa cuestión filosófica. Si la compensación se convierte en el instrumento preferido para reducir las emisiones de carbono, apenas tendrá utilidad para erradicar las actividades que las provocan.
Los miembros de nuestro Comité Consultivo afirman que las NET no deben servir como una especie de “comodín” que permita a las industrias contaminantes eludir o retrasar los esfuerzos para reducir las emisiones con carácter prioritario.
Por el contrario, afirman que las NET deberían formar parte de una cartera más amplia de medidas de reducción de carbono concebidas para dotar a la economía de una base más sostenible.
Tribuna de Steve Freedman, responsable de Investigación y Sostenibilidad para el equipo de renta variable temática de Pictet Asset Management y presidente de los Consejos Asesores Temáticos.
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