La caída de Silicon Valley Bank: ¿un aviso sobre el efecto de la política monetaria?

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Huida de inversores, miedo al contagio en el sistema financiero, intervención de las autoridades financieras y un rescate. No, no hemos vuelto a 2008, pero en los últimos tres días lo ocurrido con Silicon Valley Bank (SVB) ha puesto los pelos de punta al mercado, arrastrando a las bolsas, en particular a las acciones de bancos, a sufrir caídas. 

El hito no es para menos: Silicon Valley Bank, entidad de cabecera para la financiación de startup, se ha convertido en el mayor prestamista de EE.UU. en quebrar en más de una década. Por su parte, las autoridades del país han decidido rescatar a todos los clientes del banco, pudiendo así recuperar la integridad de sus depósitos. “Tras recibir una recomendación de los consejos de la FDIC y de la Reserva Federal, y consultar con el Presidente, la Secretaria Yellen ha aprobado medidas que permiten a la FDIC completar su resolución del Silicon Valley Bank, Santa Clara, California, de forma que se proteja plenamente a todos los depositantes. Los depositantes tendrán acceso a todo su dinero a partir del lunes 13 de marzo. Ninguna pérdida asociada a la resolución del Silicon Valley Bank correrá a cargo del contribuyente”, señala el comunicado conjunto que ha publicado la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), en su nombre y en el de la secretaria del Tesoro, Janet L. Yellen.

Además, el comunicado advierte del riesgo sistémico que puede también puede sufrir Signature Bank, Nueva York, que el domingo fue cerrado por su autoridad estatal. “Todos los depositantes de esta entidad serán indemnizados. Al igual que con la resolución de Silicon Valley Bank, el contribuyente no sufrirá pérdidas”, aseguran. 

Por último, la Junta de la Reserva Federal anunció el domingo que pondrá fondos adicionales a disposición de las instituciones de depósito elegibles para ayudar a garantizar que los bancos tengan la capacidad de satisfacer las necesidades de todos sus depositantes. “El sistema bancario de EE.UU. sigue siendo resistente y se asienta sobre una base sólida, en gran parte debido a las reformas que se hicieron después de la crisis financiera y que garantizaron mejores salvaguardias para el sector bancario. Esas reformas, combinadas con las medidas adoptadas hoy, demuestran nuestro compromiso de tomar las medidas necesarias para garantizar que los ahorros de los depositantes sigan estando seguros”, aseguraba en su comunicado con la esperanza de insuflar tranquilidad al mercado.

Según explica Gilles Moëc, economista jefe en la gestora de fondos AXA Investment Managers, no se trata de un rescate. «No se ha planteado ninguna protección gubernamental para los titulares de bonos del SVB, por ejemplo–, pero la idea es probablemente evitar una migración potencialmente dolorosa de los depósitos de otros bancos pequeños y medianos hacia instituciones más grandes, así como cortar de raíz la aparición de una cadena de problemas de liquidez y solvencia en el sector tecnológico”, afirma.

En un primer momento, el impacto de este evento fue notable. Los bancos estadounidenses perdieron más de 100.000 millones de dólares en valor bursátil entre el jueves y el viernes, según los cálculos de Reuters. En concreto, First Republic Bank cayó un -16,5% y PacWest Bancorp un -25%, y entre los grandes como Bank of America, JPMorgan, Wells Fargo y Citigroup las caídas fueron en torno al 4%-6%.

Por su parte, los bancos europeos perdieron alrededor de otros 50.000 millones de dólares en valor, según un cálculo de Reuters. El impactó no pasó desapercibido en Reino Unido, donde el Banco de Inglaterra inició los trámites para un proceso de insolvencia la rama británica de Silicon Valley Bank. “Parecía inevitable que la dramática pérdida de confianza en SVB arrastrara también a su filial británica a la insolvencia. La situación del banco estadounidense asustó a los clientes de la filial británica, a pesar de las protestas de que estaba separada de su matriz. Una vez que los reguladores estadounidenses intervinieron para bloquear la matriz, se intensificaron los intentos de retirar depósitos, poniendo al banco en una situación muy precaria”, explica Susannah Streeter, Head of Money and Markets de Hargreaves Lansdown. 

En consecuencia, el viernes el FTSE 100 cayó un 2% al desatarse la inquietud en el sector financiero por las pérdidas de los bonos. En particular, HSBC, Barclays y Standard Chartered cayeron alrededor de un 5% y Lloyds un 4%.

El inicio y fin de la historia

La voz de alarma saltó el pasado jueves, cuando la entidad regional de California comunicó pérdidas por valor de 1.800 millones de dólares en una cartera de títulos respaldados por hipotecas por valor de 21.000 millones de dólares que se vio obligado a vender. La entidad sufrió una drástica tasa de retirada de depósitos, la venta forzosa de sus tenencias de bonos y una fría acogida a la ampliación de capital.

“La desinversión en bonos se llevó a cabo para cubrir una importante salida de depósitos. Las acciones de Silicon Valley cayeron más de un 60%, y los precios de las acciones de los bancos estadounidenses cayeron ante la preocupación por la posible presión sobre la valoración de los activos y la salida de depósitos. Silicon Valley Bank tiene una estructura de balance menos diversificada que muchos grandes bancos universales y está más expuesto a las salidas de depósitos debido a un tipo de cliente muy específico: los empresarios tecnológicos”, explican desde Jupiter AM.

Desde Bloomberg destacan que inversores de capital riesgo como el fondo Founders Fund de Peter Thiel pidieron a sus empresas participadas que sacaran el dinero de la entidad, mismo consejo que dieron otras gestoras como Union Square Ventures y Founder Collective. El miedo al contagio llevó a las autoridades locales, en este caso el Departamento de Innovación y Protección Financiera de California, a intervenir la entidad. 

Ahora bien, ¿qué puede suceder ahora? Según señala Streeter, con los depósitos de las empresas efectivamente congelados a ambos lados del Atlántico, los clientes sólo podrán acceder, a corto plazo, a cantidades aseguradas limitadas, las réplicas continuarán en el sector tecnológico la próxima semana.

En el caso de su filial británica, el HSBC ha anunciado su compra por el valor de 1 libra esterlina. “El HSBC ha aceptado hacerse con la atribulada rama británica del SVB, lo que debería poner fin a la pesadilla que miles de empresas tecnológicas habían vivido en los últimos días. A los accionistas del HSBC puede preocuparles que el banco se haga con activos que han estado bajo una nube de incertidumbre, en particular la exposición a los bonos, pero el HSBC dice que espera obtener beneficios de la adquisición”, comenta Streeter.

¿Efecto contagio?

Por ahora lo que más preocupa a los inversores y a los reguladores es si lo ocurrido con Silicon Valley Bank podría generar un efecto dominó y contagiar al resto del mercado. Para Streeter, aunque los grandes bancos minoristas se han visto afectados porque los inversores han reevaluado las pérdidas no realizadas en sus carteras de bonos, sus flujos de ingresos son mucho más diversos, con grandes carteras de préstamos y depósitos minoristas y, con la subida de los tipos de interés, sus márgenes netos de interés han aumentado. 

Desde la crisis financiera, los bancos tienen mayores ratios de capital y se han visto obligados a aumentar sus reservas para evitar otro choque, por lo que las perspectivas de una mayor insolvencia son bajas. El Banco de Inglaterra consideró en su último informe de estabilidad financiera que los bancos británicos estaban suficientemente capitalizados y eran lo bastante fuertes para hacer frente a las tormentas de un mayor deterioro de las perspectivas económicas”, explica esta responsable en Hargreaves Lansdown.

En opinión de Jupiter AM, el riesgo de una gran salida de depósitos y las consiguientes desinversiones de bonos y emisiones de capital es bajo para los bancos europeos diversificados. “Aun así, este acontecimiento dirige la atención hacia la cambiante política monetaria y su posible impacto en los bancos. El aumento de los tipos y el endurecimiento cuantitativo que eliminan liquidez del sistema financiero pueden presionar el valor de los activos y los depósitos, alterando las estructuras de los balances y afectando a los ingresos netos por intereses, especialmente en EE.UU.”, reconocen. 

Una valoración similar realiza Ismael de la Cruz, analista de Investing.com. “El contagio no debería ir a más. La caída del SVB es un problema grave, pero las preocupaciones sobre el sector bancario en general no están justificadas y menos aún sobre los grandes bancos. La reacción instintiva del mercado parece algo exagerada. Ha provocado un gran impacto psicológico que ha despertado los viejos demonios del mercado. Pero ya sabemos que cuando pasa algo los inversores primero venden y luego se preocupan de ver qué ha pasado y de analizarlo».

Para Greg MA Hirt, director de inversiones global de multiactivos de Allianz Global Investors, uno de las herramientas que puede frenar el contagio es el Programa de Financiación a Plazo de los Bancos- para proporcionar una fuente adicional de liquidez frente a valores de alta calidad, «eliminando la necesidad de una institución de vender rápidamente esos valores en momentos de tensión»- que ha puesto en marcha la Fed. Según explica, esto debería reducir sustancialmente el riesgo de una crisis bancaria «dominó» y un círculo vicioso de ventas masivas, ya que los bancos deberían poder mantener sus activos en el balance, en lugar de verse obligados a venderlos en el mercado y realizar pérdidas. «Esto es especialmente crítico en un entorno de tipos de interés al alza, ya que el valor de mercado de esos activos seguirá bajo presión si se considera a precio de mercado», matiza.

Según el análisis que hace DWS, en cualquier caso, las comparaciones con la gran crisis financiera de 2008 no parecen apropiadas desde la perspectiva actual: «El grupo de empresas vulnerables que podrían verse afectadas es probablemente demasiado pequeño, en comparación con el enorme tamaño del mercado inmobiliario estadounidense que había causado enormes pérdidas en el sector financiero en 2008. Los bancos, por otra parte, se encuentran en una posición mucho más sólida en términos de financiación que antes de la crisis financiera».

¿Debilidad de los bancos estadounidenses?

La caída en desgracia de Silicon Valley Bank pone el foco en la inversión y financiación del sector tecnológico, en concreto de las empresas incipientes. En opinión de Streeter, los bancos más pequeños centrados en la tecnología están abocados a un camino muy accidentado a medida que se amplía la pérdida de confianza, pero los riesgos de contagio al sector bancario en general siguen siendo limitados. 

“Está claro que la rápida escalada de los tipos ha cogido al sector por sorpresa y la determinación de la Fed de seguir subiéndolos ha traído nuevas preocupaciones. Los responsables de la política monetaria seguirán muy de cerca este giro de los acontecimientos, y ahora es más probable que se anden con cuidado con nuevas subidas de tipos, para asegurarse de que no se estropee nada más», señala Streeter.

En opinión de Moëc, la desventura de SVB ayuda a arrojar luz sobre la relación no tan directa entre el nivel de los tipos de interés y la salud de los bancos. «Sí, en general -y a medio plazo- la subida de los tipos de interés beneficia a los bancos, ya que les permite mejorar sus márgenes, pero la rentabilidad puede verse perjudicada si los pasivos a tipo variable chocan con los activos a tipo fijo a largo plazo acumulados a un nivel bajo de tipos de interés”.

Moëc cree que esta es otra razón para estar muy atentos a la evolución macrofinanciera. «Aunque no estemos en territorio sistémico, poco a poco estamos reaprendiendo que los tipos de interés difícilmente pueden subir sin desencadenar dolor, y aunque idiosincrásicos, los acontecimientos del SVB deberían recordarnos que los canales macrofinancieros deberían ser los primeros en revisarse, es probable que sean el presagio de más dificultades que lleguen a la economía real”.

Por su parte, Hirt sostiene que el incidente del SVB ha puesto de manifiesto la debilidad del sector bancario en general en un entorno de curva de rendimientos invertida, aunque cabe señalar que la crisis actual se centra más bien en la retirada de dinero barato en los sectores de la tecnología y las empresas emergentes. «Aunque las últimas medidas de la Reserva Federal deberían reducir el riesgo sistémico y proteger a los bancos de nuevas retiradas masivas de fondos, no es de extrañar que el sector se vea sometido a presiones en un entorno de rápida subida de los tipos de interés y, en particular, de inversión de la curva de rendimientos (cuando los tipos de interés de los bonos a largo plazo caen por debajo de los tipos de interés de los préstamos a corto plazo). Los modelos de negocio «tradicionales» de los bancos se basan en pedir prestado a tipos más bajos y prestar a tipos más altos, que es más o menos lo contrario de lo que ofrece actualmente el mercado, aunque ganan más por su exceso de reservas.En este entorno, los bancos comerciales estadounidenses estarán especialmente bajo presión, ya que tienen una gran exposición al sector inmobiliario», afirma el experto de Allianz GI.

Para AXA IM, la situación también tiene impacto negativo en el propio sector tecnológico: “El sector ya era especialmente sensible a la actual configuración macroeconómica: dado que combina elevados gastos de capital al principio y que en la mayoría de los casos sólo produce beneficios a largo plazo, no lleva bien una subida del tipo de interés sin riesgo. La desaparición de una de sus fuentes de financiación (SVB) no va a ayudar”. Gilles Moëc explica que aunque “SVB parece un caso idiosincrásico –su concentración en un único sector (el tecnológico) lo hacía especialmente sensible a las retiradas de depósitos colectivos, sobre todo en una situación en la que la financiación de nuevas empresas se está agotando y las empresas tecnológicas necesitan acceder a su efectivo–, los supervisores y reguladores no se arriesgaron”.

Las reacciones en el sector no se han hecho esperar. Por ejemplo, Bill Ackman, un destacado gestor de fondos de cobertura, tuiteó: «La quiebra de SVB_Financial podría destruir un importante motor a largo plazo de la economía, ya que las empresas respaldadas por capital riesgo dependen de SVB para obtener préstamos y mantener su efectivo operativo. Si el capital privado no puede ofrecer una solución, debería considerarse un #bailout preferente del gobierno altamente dilutivo».

Metagestión ficha a Beatriz Corrochano como directora comercial y a Juan Antonio Losana para reforzar el equipo de Gestión de Carteras

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Metagestión SGIIC, perteneciente al Grupo Meridional y con más de 400 millones de euros bajo gestión, continúa ampliando su equipo para cumplir con un plan de crecimiento. En este marco se producen los nombramientos de Beatriz Corrochano como directora comercial, mientras que Juan Antonio Losana pasará a formar parte del equipo de Gestión de Carteras como gestor senior.

Corrochano es asesor financiero EFA y ha desarrollado su carrera, hasta su incorporación a Metagestión, como responsable de altos patrimonios de banca privada en Eurocaja Rural. Es licenciada en Administración y Dirección de Empresas por la UCLM.

Losana, por su parte, viene de desempeñar las funciones de gestor comercial y director de oficina en Caja Rural y Eurocaja Rural. También es licenciado en Administración y Dirección de Empresas y MBA por la UCLM.

En palabras del director del director general y de inversiones, Alberto Roldán, la incorporación de ambos profesionales “supone dar un paso más en nuestros planes, que pasan por aumentar las capacidades y el talento manteniendo siempre el sello de la gestión independiente”.

Las economías latinoamericanas crecerán solo un 2% en 2023, debido a la inestabilidad política y social

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BrightGate Advisory EAF, entidad integrada en la firma de inversiones independiente BrightGate Capital SGIIC, estima que 2023 será un año complicado para las economías de Latinoamérica, que crecerán en 2023 un escaso 2%, claramente por debajo de su potencial. 

Según explican sus expertos, los motivos son la creciente inestabilidad política, impulsada por el deterioro de las condiciones democráticas en algunos países, y la incertidumbre económica y social. “2022 fue un año muy convulso para Latinoamérica, marcado por sorpresas electorales, inestabilidad política, incertidumbre económica y un sensible deterioro de los niveles de democracia en algunos países, como por ejemplo el intento de auto-golpe en Perú similar al de Fujimori en décadas pasadas”, señalan sobre los principales riesgos que hemos visto durante el último año.

Sin embargo, la firma considera que el fortalecimiento de las materias primas benefició a las divisas de la región, que no tuvieron un mal comportamiento frente al dólar. “El Real brasileño, el Peso mexicano e incluso el Sol peruano se apreciaron levemente, el Peso colombiano se depreció un 17 %, y el Peso argentino cayó un 90%2, apuntan.

Para 2023, BrightGate Advisory espera más riesgos de los habituales en una región en la que cinco de sus principales economías, Brasil, México, Argentina, Chile y Colombia, están gobernadas por partidos de izquierda. Según su valoración, desde 2019 se está produciendo un “voto de castigo” a los partidos gobernantes, pero los nuevos gobiernos no tendrán mayorías cómodas ni podrán formar alianzas fácilmente, y no gozarán de la bonanza fiscal de otras épocas producto del súper-ciclo de materias primas. “Otros problemas que están creciendo en la región, son la mayor inseguridad frente al crimen organizado, la polarización, y el mayor número de revueltas sociales”, añaden. 

Perspectivas económicas

Los expertos de BrightGate Advisory esperan un crecimiento cercano al 2% para el conjunto de las economías de la región en 2023, sensiblemente por debajo de su nivel potencial. A nivel sectorial, afirman que las mayores oportunidades se encuentran en la agricultura, la minería, la economía verde y el near shoring (subcontratación de servicios a empresas extranjeras próximas). Para poder aprovechar estas oportunidades, los gobiernos de la región, según los expertos de la firma, deberán aprobar nuevas reformas que, por un lado, satisfagan las demandas sociales y eviten nuevas revueltas, y por otra parte, no asusten en exceso al inversor extranjero, muy necesario sobre todo para impulsar el potencial de la inversión en la economía verde.

Analizando país por país, la firma señala sobre Brasil que su divisa se fortaleció en 2022, gracias a la subida de los precios de las materias primas. “Si bien el resultado de las elecciones produjo un debilitamiento temporal de la divisa, el nombramiento del nuevo gabinete ha calmado de momento al mercado. Si el presidente Lula respeta la independencia del banco central, que ha logrado rebajar la inflación subiendo el tipo de interés de referencia al 13,75%, el Real brasileño puede ser un activo idóneo para el carry trade”, sostienen. 

En el caso de México, consideran que el país puede aprovechar las intenciones de Joe Biden de acercar la producción de productos estratégicos como los semiconductores a América del Norte. Pero sostienen que para poder aprovechar los planes del presidente norteamericano, “México debe respetar el cumplimiento de los contratos con las empresas privadas y demostrar que se atiene a las reglas del juego”. Según los expertos de BrightGate Advisory, otra oportunidad de progreso económico para México es la generación de energías renovables, aunque el gobierno acaba de financiar una nueva refinería, y ha decidido mantener las centrales de carbón abiertas. 

Respecto a Chile se muestran negativos y reconocen que todas las proyecciones del comportamiento de la economía chilena en 2023 son negativas: Gobierno, Banco Central, analistas e incluso el FMI predicen una caída del PIB este año, lo que contrasta con lo ocurrido en años pasados, cuando Chile era el ejemplo para el resto de países de la región. “El motivo, la paralización efectiva del país hasta que se redacte una nueva Constitución. Si se logra un acuerdo transversal para la nueva ley fundamental en Chile, se acotará el riesgo económico, aunque los resultados dependerán de cómo sea la gestión del gobierno. Porque el país puede limitar la caída del PIB si el gobierno facilita proyectos de crecimiento, no los obstaculiza como ha hecho hasta ahora, aunque esto podría cambiar con el proyecto de desarrollo del Hidrógeno Verde en el sur. Los expertos de BrightGate Advisory, son negativos con el peso chileno”, explican los expertos de la firma. 

Por último, en el caso de Colombia comentan que el peso colombiano se depreció casi un 20% en 2022, debido a la inflación, el alto déficit fiscal y al incremento de la prima de riesgo por la desconfianza que genera el nuevo gobierno. “La inflación ha seguido subiendo en enero 2023, hasta alcanzar el 13,2%. Si bien el Banco Central ha subido tipos y ha declarado su firme compromiso para luchar contra la subida de los precios, Colombia se encuentra en la dicotomía de seguir con esta política restrictiva y estrangular el crecimiento de la economía, o favorecer el crecimiento a costa de más inflación”, afirman. Los expertos de BrightGate Advisory dudan que el gobierno acepte que el país llegue a la recesión por las subidas de tipos, por lo que no son positivos con el comportamiento del Peso colombiano en 2023. 

El país con mayor incertidumbre sigue siendo Perú. “Si bien cuenta con fundamentos sólidos y marcos institucionales eficientes, además de apoyarse en el fortalecimiento del precio del cobre, la continua ola de protestas está afectando a la actividad económica. La inflación fue el 8,5% en diciembre de 2022, y no se espera que caiga antes de la segunda mitad del año”, concluyen. Si bien el precio del cobre puede ser un catalizador, BrightGate Advisory no cree que el Sol peruano tenga un comportamiento positivo en 2023.

Encontrar alfa: valoración y calidad en el universo de las compañías de pequeña capitalización

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El año pasado fue difícil para la renta variable. Sin embargo, el inversor experimentado aún podía generar alfa de forma consistente manteniéndose centrado tanto en la disciplina de valoración como en la calidad (de las operaciones, la gestión, el posicionamiento, el balance y los factores ASG). Al despertar la inflación latente durante una década, los bancos centrales de todo el mundo respondieron subiendo los tipos de interés. El mayor coste del capital obligó a reevaluar a la baja las valoraciones de la renta variable, proceso que se produjo de manera rápida y feroz. Últimamente, cuando parece que la inflación se ralentiza, ha cobrado fuerza la idea del «pico de inflación». Los inversores han empezado a anticipar una inversión de lo ocurrido en 2022, con unos tipos de interés que dejarán de subir y acabarán bajando, lo que hará que los precios de la renta variable vuelvan a ser atractivos. Esto ha contribuido a mantener el mercado de renta variable más estable en los últimos meses.

Sin embargo, aún no está claro si el aumento de la inflación fue una distorsión coyuntural alimentada por los estímulos gubernamentales, los cierres sanitarios y la invasión rusa, o si se trata de algo más duradero, especialmente por el lado de la oferta, con una pérdida permanente de participación laboral, una inversión insuficiente en la exploración de materias primas y una cooperación mundial cada vez menor a medida que se bifurca la visión del mundo entre EE.UU. y China. Cuándo y dónde se estabilizarán la inflación y los tipos de interés dependerá de qué escenario se desarrolle. Se trata de una situación compleja, y aunque la inflación se está ralentizando, el componente de los servicios (sesgado hacia los salarios) sigue manteniéndose o, en algunos casos, incluso acelerándose. Es difícil moderar la inflación salarial sin una reducción significativa del empleo o una recesión económica, lo que podría ser una mala noticia para el crecimiento de las ventas y los márgenes de beneficio de las empresas en el futuro.

Nos parece que el riesgo a corto y medio plazo sobre las cotizaciones bursátiles está pasando del ratio PER (función del coste del capital y del crecimiento) a centrarse en la «E» de earnings  (es decir, las advertencias sobre los beneficios). Por término medio, si los tipos de interés suben un 1%, el precio de las acciones debería caer aproximadamente un 14%, manteniéndose todo lo demás constante. Como referencia, en 2022 los tipos de interés subieron más de un 2%. Por otra parte, el margen de explotación medio de una empresa cotizada es del 15%. Si sus costes suben un 5% y la dirección no es capaz de repercutirlo a los consumidores o encontrar fuentes de reducción de costes, eso significa que su beneficio disminuiría un 28%. El precio de las acciones probablemente caería en una cantidad similar.

En 2022, el principal objetivo de las empresas fue intentar hacer frente a las presiones inflacionistas o mitigarlas. Creemos que el esfuerzo en 2023 será aún más importante, ya que la elevada inflación del año pasado cogió a todo el mundo desprevenido. En consecuencia, se consideró «aceptable» repercutir los precios a los clientes/usuarios, ya que todas las empresas tenían una buena excusa para hacerlo en ese momento. Sin embargo, al igual que ocurrió con el aumento de los costes de los insumos, de repente surgieron muchas opciones de «Plan B» (o incluso Plan C, Plan D…), así como de sustitución de proveedores, productos, opciones de salida al mercado, etc. para 2023 y años sucesivos. Creemos que los próximos años serán una buena prueba de la fortaleza real de los modelos de negocio y los equipos directivos de las empresas.

En términos generales, hay dos formas de que una empresa genere beneficios superiores: 1) diferenciación de productos, que les dará la oportunidad de subir los precios sin perder demasiada demanda (si es que la pierden), ya que estos productos son muy deseables; o 2) liderazgo en costes: al tener una escala mayor frente a los competidores, la empresa puede subir menos los precios y absorber más clientes, diluyendo aún más los costes. La dirección debe ser consciente de ello y actuar en consecuencia.

Como inversores a largo plazo, reevaluamos constantemente esos rasgos y seguimos de cerca cómo los equipos directivos los cultivan y mejoran. También debatimos las tendencias a corto plazo cuando participamos en las juntas de accionistas. Sin embargo, la atención no debe centrarse en predecir tendencias trimestrales (o incluso intratrimestrales), sino en buscar cambios narrativos o puntos de inflexión que validen tanto la calidad de la empresa como de las personas que la dirigen. También es importante asegurarse de que las decisiones contribuyen a maximizar el valor de la empresa y no se limitan a perseguir ganancias a corto plazo, al tiempo que se evalúa si se están produciendo cambios estructurales en el sector.

Hay dos razones fundamentales que explican el atractivo de los valores de pequeña capitalización: 1) su mayor flexibilidad y, por tanto, su mayor capacidad para navegar a través de los ciclos económicos y adaptarse en consecuencia al entorno macro. Es más fácil mover un pequeño velero que un petrolero atascados en el Canal de Suez; 2) estas empresas están mucho menos cubiertas/analizadas por los inversores institucionales y los medios de comunicación en general, lo que da lugar a equipos directivos más accesibles que dan prioridad a las conversaciones periódicas con los inversores. Esto fomenta un mejor entendimiento entre los inversores en pequeña capitalización y las empresas, lo cual es crucial.

En efecto, para obtener mejores resultados en este universo, es necesario evaluar correctamente la calidad de una empresa, evitando así las trampas de valor sin pagar en exceso por el rendimiento a corto plazo o las tendencias pasajeras. La calidad se evalúa en función del posicionamiento de la empresa en el mercado, el atractivo del segmento de mercado en el que opera, la calidad del equipo directivo (trayectoria y estrategia), sus prioridades de asignación de capital, su orientación hacia la creación de valor sostenible a largo plazo, su balance y su perfil de tesorería y, por último pero no menos importante, su perfil ASG. En última instancia, asegurarse de pagar el precio adecuado en el momento oportuno es importante para evitar sorpresas negativas, principalmente en tiempos de turbulencias en los mercados. Esto es lo que llamamos «crecimiento de calidad a un precio razonable».

Este puede ser otro año difícil para las empresas. Aun así, creemos que si no pagan en exceso por unos beneficios crecientes y sostenibles, los inversores podrán proteger y componer sus carteras de cara a los próximos meses.

Columna de Humberto Nardiello, analista de renta variable buy-side en DPAM

Estas son las principales claves para invertir en real estate cotizado en 2023

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Punto de inflexión en el sector inmobiliario
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El sector inmobiliario ya no es un sector monolítico. En los últimos años han evolucionado y se ha convertido en un sector muy diverso, lo que supone que existen distintas formas de obtener exposición actualmente. Janus Henderson Investors organizó recientemente un webcast temático en torno al real estate en el que participaron Guy Barnard, co responsable de la estrategia Global Property Equities, y Matthew Bullock, responsable para EMEA de construcción de carteras y estrategia.

Ambos expertos comenzaron explicando la primera distinción que deben hacer los inversores a la hora de invertir en real estate: existe la posibilidad de invertir en activos listados vía REITs, o de invertir en activos privados. No es una distinción baladí, dado que el año pasado se vio una enorme divergencia entre ambas categorías: mientras que el real estate cotizado experimentó una fuerte caída, los activos privados cerraron el año en positivo. Para ambos expertos “no tiene mucho sentido esta divergencia”, y la atribuyen a que los REITs funcionan como un indicador adelantado: se desploman antes, pero también se recuperan antes que los activos privados, que tardan más tiempo en recoger en precio la evolución macro. “Esta distinción es importante, porque los gestores activos que invierten en real estate cotizado pueden aprovechar los repuntes de volatilidad, que crean oportunidades”, explica Bullock.

En cualquier caso, desde la gestora explicaron que, al final, las valoraciones de los activos inmobiliarios privados y públicos terminan por converger en el largo plazo: tomando la media móvil a dos años, demostraron que la rentabilidad se acaba igualando, por lo que las oportunidades surgen en el camino. “En el último año han surgido oportunidades para incrementar la asignación táctica en real estate. Los gestores activos hemos aprovechado las dislocaciones en un sector que conocemos muy bien para invertir”, declara Barnard.

El responsable de la estrategia de real estate global de Janus Henderson Investors habló de que “existe un malentendido” bastante extendido entre los inversores respecto a que los activos privados pueden ofrecer más rendimiento que los públicos. “En realidad los activos subyacentes son los mismos, la principal diferencia es que la inversión en REITs ofrece liquidez para invertir en real estate comercial, y las oscilaciones de los REITs son el reflejo inmediato de las noticias que están llegando al mercado, mientras que los rendimientos de los activos privados en realidad son un reflejo del pasado, van con retraso y esto hace que sean muy difíciles de valorar, no vas a saber cuál es su precio hasta que los vendes”, explica.

¿Ha perdido el real estate su función de protección contra la inflación?

Una vez establecida esta diferencia, ninguno de los expertos eludió la gran polémica del real estate en el último año: tradicionalmente ha sido un activo real que ha ofrecido protección contra la inflación al garantizar un flujo constante de rentas y fijación de precios. Y, sin embargo, el año pasado no fue capaz de brindar esa protección que tanto necesitaban los inversores, que se vieron lastrados con pérdidas como el resto. “En 2022 se materializaron los peores escenarios posibles. Los REITs pusieron en precio una enorme cantidad de subidas de tipos en muy poco tiempo durante 2022. Al subir tan rápidamente los tipos de interés y las tasas de los bonos, se encarecieron de golpe los costes de financiación, lo que redujo la prima de los REITs en un momento en el que también estábamos viendo que el sentimiento era negativo porque las perspectivas económicas apuntaban a una recesión, por lo que los propietarios de activos no estaban consiguiendo poder de fijación de precios. La naturaleza de la inflación provocó que retrocediera la generación de rentas”, resume Barnard.

Una vez aclarado este punto, ambos expertos han señalado que la fuerte revisión de los precios ha devuelto un gran atractivo al inmobiliario cotizado, particularmente en Europa, donde han observado un descuento del 40% sobre el NAV. El descuento medio del sector se encuentra en el 30% sobre el NAV, con un dividendo medio del 4%. “Creo que en 2023 se va a reducir este descuento”, puntualizó Barnard. Según evidencia histórica aportada por la gestora, desde 1990, cada vez que el descuento sobre el NAV es superior a 20% el real estate cotizado ha sido capaz de batir al privado el 100% del tiempo en los tres años posteriores, con n retorno un 99% superior de media.

En cuanto a la previsión de inflación, el gestor cree que “todavía quedará inflación en el sistema en 2023, pero empezará a retroceder hasta niveles más normales, del 2-3%. «La historia demuestra que los REITs generan rendimientos positivos cuando los bancos centrales empiezan a retirar presión del sistema», indica. Para Barnard, “el real estate ofrece una resiliencia relativa en un contexto de recesión o desaceleración y ofrece diversificación dentro de una asignación a renta variable”.

Un sector más profundo y diverso

Barnard considera que los REITs han llegado a 2023 en una mejor posición, no respecto a 2022, que también, sino también respecto a los últimos años: “El sector ofrece ahora más calidad en los activos: el apalancamiento es menor, los balances están más saneados y ha evolucionado la estructura del mercado, por lo que ahora hay más variedad”, resume Barnard. Éste indica que la estrategia global de la firma ofrece diversificación, aunque presente un sesgo hacia activos estadounidenses, que suponen un 65% de la cartera – en línea con el índice-, pero aclara que lo importante no es la diversificación geográfica, sino “por subsectores y por la calidad de los balances, de los equipos directivos y de los activos subyacentes”.

Por ese motivo, Barnard explica que su estilo de gestión combina el enfoque en las valoraciones dado por el NAV con el enfoque en la calidad, para lo cual se fija especialmente en la generación de flujos de caja. Esto le ha llevado a tomar decisiones como la de eliminar la exposición del fondo a uno de los subsectores más tradicionales dentro del real estate, el de alquiler de oficinas en EE.UU., al observar que nuevas tendencias como el teletrabajo han impulsado el número de vacantes. En cambio, ha encontrado oportunidades en sectores más nicho, como almacenamiento, logística, centros de datos, salud y cuidados medios y en el mercado residencial. Las cinco principales posiciones del fondo actualmente son Prologis Trust, VICI Properties, Weltowen, Alexandria Real Estate y Digital Realty.

 

Janus Henderson Investors ha dejado disponible para su visionado el panel íntegro sobre real estate cotizado con subtítulos en español.

AXA IM se mete en el negocio de proveedor de servicios de criptomonedas en Francia

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La industria de gestión de activos sigue explorando las posibilidades que les puede ofrecer el universo de los criptoactivos. En esta ocasión, AXA IM ha dado un paso innovador: se ha registrado como proveedor de servicios de criptomonedas en Francia, según publica el regulador francés AMF (The Autorité des marchés financiers) en su web. 

“El registro como proveedor de servicios de activos digitales es un buen hito para nosotros y debería ser útil a medida que trabajamos activamente en iniciativas en las que la tecnología blockchain puede aportar beneficios a los mercados de capitales, es decir, tokenización de valores financieros o fondos, ya que vemos un creciente interés en el uso de monedas digitales como CBDC o monedas estables”, señalan desde la gestora.  

Según indica la gestora, el expediente para superar todo el proceso normativo se presentó a finales de 2021, para poder desarrollar activos digitales. “Sin embargo, en AXA IM no tenemos ninguna estrategia de inversión, ni exposición a criptomonedas y no hay planes para hacerlo”, matizan.

Los expertos explican que los proveedores de criptomonedas europeos se están moviendo con rapidez para registrarse ante las autoridades de cara a la entrada en vigor de las nuevas leyes de la Unión Europea los próximos meses, en particular MiCA.

Guía práctica para implementar SFDR correctamente en las gamas de fondos Artículo 8 y Artículo 9

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Foto cedidaVIS con Clarity AI y Caceis

En el segundo aniversario desde la entrada en vigor de SFDR siguen siendo muchas las dudas sobre cómo reflejar con fidelidad la sostenibilidad de un fondo de acuerdo con el reglamento. SFDR ha demostrado ser una regulación viva y en constate evolución; por ejemplo, 2023 ha comenzado con la entrada en vigor de las nuevas plantillas que deben incluir las firmas de gestión a nivel pre contractual y post contractual para los productos Artículo 8 y Artículo 9, y en junio entrarán en vigor los requerimientos a nivel de entidad para considerar los indicadores principales de impacto adverso (PIA). Para aportar luz sobre las mejores prácticas para cumplir con la regulación vigente e integrarla en la estrategia ESG, recientemente Funds Society ha celebrado un Virtual Investment Summit (VIS) en torno a SFDR en el que ha participado Víctor Fernández, director de producto de Clarity AI, y Antonio Torre-Marín, director de supervisión y control de Caceis.

Para Víctor Fernández, la propia definición de qué estratega de sostenibilidad se va a seguir y su implementación se han convertido en retos de envergadura dada la complejidad de la norma, lo que plantea la necesidad de “encontrar las herramientas adecuadas” para una gestión correcta de los datos que deben aportar las gestoras. Clarity AI ha detectado que “faltan datos, sobre todo datos de buena calidad y con la cobertura suficiente para cumplir con la regulación”. Esto es algo que afecta a las gestoras, pero también a distribuidoras, depositarías y demás participantes del mercado financiero dado que “SFDR es muy específico con qué se necesita reportar en cada una de las métricas”. Disponer de datos de calidad, por tanto, es necesario para evitar problemas posteriores para la firma en el proceso de comercialización, así como “para poder reportar con una cobertura satisfactoria”, en palabras de Fernández.

Por estos motivos, Fernández defendió el desarrollo de una herramienta que combine varias tecnologías, incluyendo la inteligencia artificial, para poder generar economías de escala y dar así un paraguas para poder llegar a una cantidad suficiente de empresas que puedan apalancarse en ella para elaborar sus informes y poder comunicar su información con facilidad al regulador, a los clientes y al mercado en general.

Desde Caceis, Antonio Torre-Marín añadió que la implementación del reglamento está afectando a las gestoras “de una forma muy transversal, desde el primer momento de aprobar el producto, lanzarlo y montar el modelo de supervisión, pero también en la parte de disclosure y reporte a los partícipes”. Por este motivo, también señala como principal reto para las gestoras “estar centradas en el dato: cómo acceder a los datos y cómo estar seguros de que se cumple con la regulación”. El experto de Caceis explicó que “no tener las herramientas necesarias para verificar la coherencia entre lo que estamos vendiendo a nuestros partícipes y lo que se está haciendo puede provocar que las gestoras se planteen una reclasificación de los fondos Artículo 9 a Artículo 8, lo que podría derivar en una situación en que el Artículo 8 se acabe por convertir en una especie de cajón de sastre”.

Torre-Marín explicó que el principal impacto de SFDR sobre depositarios como Caceis es sobre su rol de supervisor, “de cara a asegurar que se están aplicando las estrategias de inversión que publica la gestora en sus folletos”. El experto indicó que las depositarías están actualmente a la espera de la actuación de la CNMV, y que ésta había dado algunas pistas en su plan de actividades para 2023, al poner el enfoque en materia de finanzas sostenibles, con acento en el riesgo de “greenwashing” o “ecopostureo”.

Pautas para elegir correctamente un proveedor de datos

Esta falta de datos de calidad ha obligado a muchos actores del mercado a tener que recurrir a los servicios de un proveedor externo. Víctor Fernández aporta algunas pautas para poder seleccionar al proveedor de datos correcto. En primer lugar, recuerda que quienes publican sus datos “son los responsables últimos de lo que han publicado”, por lo que es muy importante “que se aseguren de que los datos que utilizan y el control que tienen sobre ellos sea el mayor posible, para evitar cualquier tipo de escrutinio en los meses posteriores”. Concretamente, referente a los PIA, el experto de Clarity AI añadió: “Sobre todo, hay que asegurarse de que los datos que se tienen para cada indicador son exactamente los necesarios. Es decir, que la definición esté muy alineada con los datos que tenga cada entidad”.

Fernández aclara que es muy importante que estos datos también cumplan con la Taxonomía europea: “Uno de los puntos que creemos que es importante es asegurarse de que los ingresos de las empresas invertidas realmente están en las actividades que ha definido la Comisión y que no se ha hecho ningún tipo de aproximación”, indica Fernández. Pone como ejemplo que “considerar sólo los códigos Nace, por ejemplo, para hacer este ejercicio no sería del todo correcto y puede llevar a error”.

La gestión de los datos tiene un impacto directo sobre la clasificación de los fondos. Los expertos del panel estuvieron de acuerdo en que realmente el reglamento nunca ha pretendido ser un sistema de categorización de fondos, pero en la práctica los cambios que se están viendo podrían indicar que las gestoras prefieren sacrificar la oferta de productos sostenibles y ser más conservadoras frente al regulador y al escrutinio de los medios de comunicación. Víctor Fernández considera que  “esta seguramente no sea la solución para responder a la demanda de inversión y a la propia regulación, que al final lo que pretende es aumentar el flujo de capital hacia las empresas que sean más sostenibles”.

El experto de Clarity AI defiende que “no hay que tener miedo a posicionar productos en el mercado como muy sostenibles o como Artículo 9”, que lo importante es “hacer las cosas lo mejor posible y seguir los criterios del regulador”. Para conseguirlo, es clave “ser muy transparentes con la metodología que se sigue y tenerla muy clara”, lo que remite una vez más a una gestión correcta de datos que sean precisos y de calidad, “para que tanto el regulador como cualquier cliente pueda acceder a ellos”, así como “para poder justificar que los productos de inversión sean sostenibles”. Tanto para el experto de Clarity AI como para el de Caceis la buena noticia es que hay apetito inversor por productos sostenibles, por lo que consideran que, a pesar de los retos que plantea SFDR, también hay una oportunidad.

Antonio Torre-Marín habla de que el número de partícipes en fondos sostenibles ha crecido en el último año, siendo los millennials y la Generación Z quienes más interés han mostrado por esta clase de producto: “Que las gestoras puedan ofrecer este tipo de datos a sus partícipes, para permitirles que tomen decisiones informadas y reducir el riesgo de invertir en productos que no cumplan con sus preferencias de sostenibilidad”.

Más énfasis en la S de ESG

Uno de los temas que se tocaron durante el VIS de Clarity AI y Caceis fue la existencia de cierto desequilibrio en la oferta disponible en España, ya que es fácil encontrar fondos cuyas estrategias de inversión giran en torno al componente medioambiental, pero no tantos con estrategias de inversión sociales.

Víctor Fernández explicó que una de las razones por las que hay este desequilibrio en la oferta quizá se deba a que “es más sencillo centrarse en la E porque la taxonomía ya está desarrollada para los dos primeros objetivos medioambientales, que son el de adaptación y mitigación del cambio climático”. Tanto Fernández como Torre-Marín consideran que existe una oportunidad de negocio, en particular en ciertas temáticas, como puede ser la del envejecimiento de la población. La recomendación que da el experto de Clarity AI para poder desarrollar fondos de inversión sostenible centrados en el componente social consiste en tomar como referencia el marco que han establecido los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) definidos por la ONU, porque “sí que incluyen explícitamente objetivos que se enmarcan dentro del pilar S». «Este marco se puede usar, por ejemplo, para calcular el porcentaje el porcentaje de ingresos de una empresa que están alineados con cada objetivo, para poder de ese modo desarrollar una metodología que permita justificar que son inversiones sostenibles y se alineen con la definición de inversión sostenible que da el regulador”.

 

Si quiere saber más sobre SFDR y buenas prácticas, puede ver el vídeo de este Virtual Investment Summit íntegro a través de este enlace. (contraseña: ClarityAI_07/03).

Welcome AM incorpora a Fernando Gómez de Barreda como agente financiero

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Foto cedida

Welcome Asset Management amplía su equipo. Según ha anunciado, Fernando Gómez de Barreda se incorpora a la firma como agente financiero a través de Monsalve Asesores. Gómez de Barreda procede de Altair Finance, donde se ha desarrollado como agente financiero. 

Según destacan desde Welcome AM, acumula 23 años de experiencia en banca privada, siempre ligado al asesoramiento financiero y a la gestión de patrimonios en entidades como AB Asesores, Morgan Stanley y Santander Private Banking. 

Es licenciado en Derecho por el IEB, donde también cursó un Máster en bolsa y mercados financieros. Además de cursos especializados en fiscalidad financiera, cuenta con los certificados EFP, EFA y CEFA. Este nuevo fichaje para el equipo comercial de Welcome AM, ayudará al crecimiento de la marca en este 2023.

Powell no defraudó a los pesimistas

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Pixabay CC0 Public Domain

El índice de precios de coches de segunda mano Manheim para el mes de febrero subió un 4,3%, marcando “el mayor aumento para febrero desde 2009”. Desde sus mínimos en noviembre (217,6) se apunta ya una recuperación del 7,7%, lo que no auguraba un desenlace positivo de cara al testimonio de Jerome Powell en el Congreso.

Como cabía esperar, en virtud de la fortaleza de datos macro recientes, tanto de actividad (ventas minoristas, nóminas, encuestas en el sector industrial y de servicios), como en precios (subíndice de ISM, PCE, IPC, Manheim), el presidente de la Reserva Federal no defraudó a los pesimistas entregando un discurso claramente hawkish. Por un lado, fue más directo y duro que otros miembros del banco central estadounidense que, a lo largo de las últimas semanas, han compartido su opinión respecto al nivel máximo de tensionamiento para el ciclo y, por otro, invitó al mercado a contemplar seriamente una subida de 0,5% en la reunión de este mes. No dudó en confirmar que hará todo lo que esté en su mano para regresar al objetivo de inflación del 2%, incluso si el esfuerzo significa sacrificar dos millones de puestos de trabajo (el intercambio con Elisabeth Warren no tiene desperdicio).

 

Si nos paramos a pensarlo, nada de lo que dijo es realmente sorprendente: los inversores ya contábamos con una revisión en el mapa de puntos de diciembre para colocar más arriba el pico de tensionamiento en política monetaria. Además, el hecho de que Powell aligere el ritmo de subidas es, probablemente, el vector potencialmente menos oneroso de los que puede manipular para aterrizar su hoja de ruta (ritmo, tasa terminal y horizonte temporal de tensionamiento). Los inversores se sentirán aliviados si finalmente el refresco de niveles en el dot plot se queda para 2023 en 5,65% -desde la mediana de 5,125% de diciembre-.

Lo que sí queda claro es que, en la medida en que el presidente continúe mirando con más atención al espejo retrovisor que en la dirección de la marcha, el riesgo de sufrir una contracción más severa se ve significativamente incrementado. Según sus palabras: «Los últimos datos económicos han sido más sólidos de lo esperado, lo que sugiere que el nivel final de los tipos de interés será probablemente más alto de lo previsto». La inflación y los indicadores del mercado laboral son las series con más retardo respecto a la evolución de la economía. Además, como explicamos la semana pasada, haría falta confirmar los “brotes verdes” de enero y febrero, porque posiblemente sean reflejo de un invierno inusualmente cálido. La curva 2–10 se ha hundido por debajo de los -100 puntos básicos a niveles que no visitábamos desde 1981, y podría caer más si la publicación del IPC de febrero decepciona. Con el movimiento en la TIR del bono a 2 años hasta el 5,05% y el crédito IG ofreciendo 5,6%, el E/P del S&P 500 un -5,4% sobre beneficios 2023 -que posiblemente se vean revisados a la baja- deberá reajustar al alza para compensar el diferencial de riesgo relativo. La última vez que en EE.UU. la TIR de los bonos de alta calidad y del Tbill (3 meses) se situaron por encima de la rentabilidad del S&P 500 -medida por el ratio E/P, o beneficios por acción sobre el precio- fue en la antesala del pinchazo de la burbuja puntocom.

Es llamativo que, a pesar de la severidad en el tono de Powell, la TIR del bono 10 años esté logrando mantenerse por debajo del 4%. Aunque puntualmente podríamos aproximarnos a la zona de máximos de octubre (el TBond históricamente marca su máximo de TIR de forma coincidente con el pico de fed funds en el ciclo de tensionamiento), seguimos pensando que movimientos por encima del 4% de rentabilidad son oportunidades para ir alargando paulatinamente la duración. Como muestra la gráfica, la TIR ya se sitúa más arriba de su nivel objetivo: incluso asumiendo tipos al 5,75%, la rentabilidad teórica del bono largo no tendría demasiado recorrido al alza desde aquí (4,10%). Y, a 12 meses, para perder dinero, la TIR tendría que subir por encima del 4,65%, algo improbable con el coste del dinero en zona restrictiva para el crecimiento y con indicadores, como el índice de despidos Challenger, que anticipan el deterioro que viene al mercado de trabajo.

 

 

La foto quedará algo más clara cuando vayamos conociendo los datos de febrero. En este sentido, el consenso de cara a la cifra de nuevas nóminas del viernes es de un incremento de 224.000 empleos –frente a los 517.000 más de enero-. No obstante, y aunque de acuerdo con Bloomberg el whisper está por encima (250.000), la dispersión en estimados es realmente significativa. Con 190 economistas aportando sus proyecciones, el rango de estimados oscila entre +500.000/-15.000, y la desviación típica es de 70.000, dejando de manifiesto una falta de visibilidad que apunta a niveles de volatilidad elevados. Una marca por debajo de 300.000 debería ser bien recibida.

La actualización de las vacantes (JOLTs) puso al mercado en modo de alerta: el ratio de puestos pendientes de cubrir sobre mano de obra se mantiene cerca de 1,9x y anticipa que los sueldos no caerán a corto plazo. Y de acuerdo con el modelo de la Fed de Cleveland, el IPC de la próxima semana podría quedar por encima de lo previsto (0,54% vs. 0,4% mes a mes y 6,44% vs. el 6% que estima la media de economistas anualizado).

Con la reciente moderación en series de inflación, esto son malas noticias para los banqueros centrales, que tendrán que esforzarse más por contener una demanda más pujante ante la mejora del poder adquisitivo.

Rafael Casado se incorpora a Renta 4 Banco como director de Negocio Digital

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Renta 4 Banco ha nombrado a Rafael Casado como nuevo director de Negocio Digital. Casado llega a la firma para impulsar el negocio digital del banco, una parte fundamental de la estrategia presentada en el Plan MÁS de la entidad, así como para potenciar la oferta en banca digital de Renta 4 Banco. Dependerá de Juan Luis López, CEO de Renta 4.

El nuevo director de Negocio Digital cuenta con una larga experiencia en este ámbito como ejecutivo, emprendedor e inversor. Ostentó el cargo de director general en Terra España hasta su integración en Telefónica; posteriormente, fue Chief Digital Officer (CDO) para España y América Latina en Hibu (Páginas Amarillas). Además, ocupó el cargo de consejero en el banco Uno-e durante cinco años.

En su faceta emprendedora, Casado puso en marcha el portal Invertia.com, que posteriormente se integró en Telefónica para más adelante, formar parte del diario digital El Español. Ya en su faceta inversora participó en Mobile Dreams o Tooio, empresas pioneras en los inicios de las aplicaciones y contenidos móviles. Sin olvidar que fue inversor y consejero delegado en Finect, plataforma de contenidos financieros en la que se ofrece información y servicios para ayudar a inversores a tomar decisiones de inversión.

Rafael Casado es licenciado en Administración y Dirección de empresas y PDD por el IESE. Adicionalmente, es un autodidacta de la tecnología y empezó su carrera como analista de mercados de Renta Fija en Londres. Casado declaró que llega a Renta 4 «en un momento apasionante» y calificó de «entidad de prestigio en el mundo de la inversión» a la firma, de la que destacó su «clara apuesta por lo digital desde hace muchos años». Casado confía en que «con el nuevo escenario de tipos de interés, nuevos tipos de productos de inversión y una mayor necesidad de asesoramiento en digital, tendremos muchos proyectos sobre los que innovar y generar valor para nuestros clientes”.