BlackRock lanza el ETF iShares Metaverse UCITS

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BlackRock ha anunciado el lanzamiento iShares Metaverse UCITS ETF, un vehículo que ofrece a los clientes europeos una exposición específica a una amplia variedad de empresas activas en el desarrollo de tecnologías asociadas al metaverso. Según destaca la gestora, el fondo seguirá el índice STOXX Global Metaverse Index.

En opinión de BlackRock, el metaverso es la próxima frontera del mundo digital y se beneficiará de una aceleración de las inversiones de grandes empresas tecnológicas, mercados privados y marcas de consumo a medida que surjan nuevas aplicaciones virtuales. La tecnología asociada al metaverso constituye una interacción entre aspectos tanto de la realidad aumentada (la integración de información digital con el entorno del usuario en tiempo real) como de la realidad virtual (la simulación generada por ordenador de una imagen o un entorno tridimensional con el que se puede interactuar). 

El mercado de la tecnología asociada al metaverso se está desarrollando a un ritmo rápido, con un valor previsto de 800 millones de dólares para 2025, y un tamaño de mercado esperado de 4-5 billones dólares para 2030. Según explican, el deseo de capitalizar este espacio es cada vez mayor, como se vio en marzo de 2022, cuando los productos cotizados globales de temática de tecnologías del metaverso alcanzaron los 2.000 millones de dólares en activos bajo gestión en todo el mundo. 

“Vemos el metaverso como el próximo salto adelante en la comunicación y la conectividad globales. Tiene el potencial de revolucionar muchos sectores y procesos, y remodelar todas las facetas de la sociedad, desde la forma en que trabajamos, consumimos, interactuamos y producimos. A medida que se hacen evidentes nuevos usos de las tecnologías del metaverso, crece el deseo de exponerse a las empresas tecnológicas que están detrás de estas innovaciones. El ETF iShares Metaverse UCITS ofrece a los inversores acceso a una cartera diversificada de empresas activas en la construcción del metaverso y su aplicación en sus campos», ha señalado Omar Moufti, estratega de producto para ETFs temáticos y sectoriales de BlackRock.

Desde la gestora indican que el ETF iShares Metaverse UCITS sigue el índice STOXX Global Metaverse, que adopta un nuevo enfoque de la inversión temática aprovechando los datos sobre patentes para identificar a los líderes del mercado, los innovadores y los especialistas del sector. Las empresas se incluyen en función de la calidad de su actividad innovadora mediante una evaluación de las patentes que presentan.

Según apuntan, aprovechando los datos sobre patentes de EconSight, el STOXX Global Metaverse Index se basa en una sólida metodología para seleccionar únicamente el 10% de las empresas con patentes de alta calidad (HQP) dentro de las tecnologías asociadas al metaverso. El índice está compuesto por 65 empresas mundiales que abarcan desde el mercado digital, los juegos, la atención sanitaria, la fabricación, el software hasta el hardware y los componentes. Se incluyen empresas que desarrollan plataformas virtuales interactivas, wearables y tecnologías inmersivas, así como las que proporcionan las capacidades de procesamiento informático y la infraestructura necesarias. Una vez identificadas las patentes relacionadas con el metaverso, la selección de empresas puede realizarse de dos formas distintas: evaluando el número de patentes de alta calidad y las puntuaciones de especialización. La puntuación de especialización indica la importancia del conjunto tecnológico global para el negocio de una empresa. 

A raíz del lanzamiento, Axel Lomholt, Chief Product Officer, Indices and Benchmarks en Qontigo, ha añadido: «El STOXX Global Metaverse Index complementa nuestro conjunto de estrategias temáticas de Qontigo centradas en tecnologías transformadoras en un mundo que se digitaliza a gran velocidad. Estamos aplicando una metodología innovadora basada en patentes que nos permite identificar a las empresas pioneras que desarrollan el Metaverso”.

Además, el índice incorpora criterios de selección ESG. Las empresas que no cumplen la evaluación de Sustainalytics Global Standards Screening (GSS) o están implicadas en armas controvertidas quedan excluidas del universo de inversión. También se aplica la siguiente serie de filtros de implicación empresarial: armas, tabaco, energía nuclear, petróleo y gas convencional y no convencional, carbón térmico. El fondo está clasificado en el artículo 8 del Reglamento de Divulgación Financiera Sostenible (SFDR) de la Unión Europea. El Fondo cotiza en Euronext, con un TER del 0,50%.

Cómo posicionarse para el crecimiento en 2023

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Después de un año que ha sido difícil para todos los gestores de renta variable, particularmente para los que invierten en acciones con sesgo de crecimiento, el año que viene se presenta con perspectivas, si bien no optimistas, al menos más realistas para los inversores. Desde Ninety One el gestor y corresponsable de inversión con sesgo calidad Clyde Rossouw habla de las oportunidades que se presentan y que implementará en la cartera del fondo Global Franchise. Rossouw insiste en que los inversores no deberían tratar a todas las acciones que se ubican en el espectro de la calidad “como a un bloque único”.

¿Cómo se ha portado el sesgo calidad frente al resto del mercado en 2022?

Es importante destacar que hay varias expresiones de lo que es la calidad, incluyendo negocios defensivos como el consumo básico, acciones de crecimiento estructural como la tecnología y compañías cíclicas como las financieras. Ha sido claramente un año difícil para los inversores y, hablando en general, la calidad se ha comportado en línea con el mercado, en gran parte como resultado del ajuste en las valoraciones que hemos visto, porque todas las acciones se han abaratado. No ha habido problemas con los fundamentales de las acciones o sus beneficios, ha tenido más que ver con el múltiplo que los mercados han estado preparados para pagar por esas acciones, que se ha reducido ante la subida de los tipos de interés.

¿Cuáles cree que serán los motores clave de las bolsas en 2023?

Esperamos que la incertidumbre geopolítica siga con nosotros todavía por algún tiempo. Sin embargo, lo que puede que cambie, desde una perspectiva de inversión, es probablemente la previsión de inflación y, por tanto, el crecimiento de los beneficios y si habrá recesión o no en 2023. Algunos de los grandes motores de la inflación – como el petróleo, el cobre o el mineral del hierro- ya están empezando a moderarse y, como consecuencia, los inversores deberían esperar un entorno de tipos más amistoso en 2023. La importancia de esto es que entonces podremos volver a centrarnos en cosas como los beneficios y cómo de rápido van a crecer las compañías y preocuparnos menos sobre si las acciones necesitan caer o no o si necesitan estar más baratas.

¿Cómo espera que vaya a comportarse la calidad en 2023?

Creemos que es probable que las acciones que se van a comportar peor en 2023 dentro de la etiqueta Calidad serán las más defensivas, como farmacéuticas y consumo básico. En cambio, aquellos negocios que están más fuertemente dotados de características growth – como la tecnología- probablemente van a subir más el año que viene. Por tanto, dentro del espectro de la calidad, creemos que es importante que los gestores posicionen sus carteras de cara al crecimiento para el año que viene, y que no traten a todas las acciones de calidad como a un bloque único.

¿El crecimiento debería comportarse peor que el valor en 2023?

El atractivo del valor es obvio en un entorno de tipos al alza, porque los inversores tienden a tener previsiones de inversión de más corto plazo, por lo que están muy felices de intentarlo y conseguir retornos invirtiendo en bancos durante un año o dos. Sin embargo, tan pronto como se normalicen las cosas un poco más, los inversores pueden encontrarse a sí mismos invertidos en empresas con valoraciones iniciales atractivas, pero con más probabilidades de encontrarse en la parte alta del ciclo desde el punto de vista de los beneficios, ya sean compañías energéticas donde el precio del petróleo se está moderando o los márgenes de refino están cayendo, o ya sean bancos, para los que el ciclo de tipos de interés ha favorecido inequívocamente sus beneficios. En cambio, los inversores necesitan buscar compañías cuyo siguiente nivel de crecimiento esté más allá de estas características cíclicas. Aunque todavía va a pasar tiempo antes de que se normalice el entorno de tipos, creemos que el viento de cola del valor está empezando a agotarse, lo que favorecerá a aquellas acciones con acceso al crecimiento.

Los mercados de crédito se muestran cautelosos ante un (posible) impago

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Tres razones por las que las estrategias pasivas no funcionan en renta fija tan bien como con la renta variable
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Luis Hernández. Tres razones por las que las estrategias pasivas no funcionan en renta fija tan bien como con la renta variable

Creemos que los mercados están poniendo en precio demasiado pesimismo en torno a las previsiones para los bonos con grado de inversión estadounidenses y europeos. El gráfico de nuestro Chart Room de esta semana muestra cómo los niveles de diferenciales actuales de los bonos con grado de inversión implican una tasa de impago para el crédito (CDR por sus siglas en inglés) a cinco años mucho más elevada que el peor escenario que haya sucedido en términos históricos. Bajo nuestro punto de vista, los precios de los diferenciales reflejan una probabilidad de riesgo de impago que es muy irreal.

Ahora que hay una serie de indicadores que están sugiriendo que la inflación ha tocado techo, si los bancos centrales se vuelven menos ‘hawkish’ el entorno debería volverse más favorable para los productos de renta fija en todo el espectro de crédito. En particular, creemos que la reducción del apoyo fiscal y la caída del consumo golpearán al crecimiento e impulsarán un vuelo hacia la calidad, haciendo que el grado de inversión se vuelva relativamente más atractivo que el high yield.

Pero, ¿cómo de rápido volverá la inflación general a niveles más bajos? Aunque parezca que la inflación ha llegado a su máximo en EE.UU., no está tan claro en Europa, donde los precios han sido impulsados al alza principalmente por una serie de shocks exógenos y transitorios. Por ejemplo, si los precios del gas se mantienen a niveles actuales y se resuelven los problemas de suministro, la inflación podría caer en Europa a un ritmo más acelerado del anticipado por el mercado, provocando un estrechamiento de los diferenciales de la renta fija.

El valor atípico en el gráfico es el high yield denominado en dólares, donde hoy la tasa de impago implícita a cinco años es más benigna que el episodio más negativo en la historia. Se puede razonar que unos diferenciales más ajustados en EE.UU. reflejan unos fundamentales de crédito relativamente fuertes, en parte gracias a que los mayores precios del petróleo y el gas han proporcionado bonanza al sector de la energía, que es el que tiene mayor cuota del high yield estadounidense. Sin embargo, los fundamentales podrían deteriorarse a medida que empeore el contexto macro y se materialicen las revisiones a la baja de los beneficios. En términos más generales, sin embargo, los mercados de crédito con grado de inversión parecen cautelosos hasta el extremo ante el riesgo de impago.

 

Tribuna de Ario Emami Nejad y Becky Qin, gestores de Fidelity International. 

El futuro de la seguridad: la escala del riesgo informático en un mundo conectado

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La digitalización democratizará el mundo de la gestión de activos
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Olli Henze. La digitalización democratizará el mundo de la gestión de activos

Todas las crisis tienden a sacar a la luz vulnerabilidades y acelerar la transformación. Tras la crisis de COVID, somos conscientes de más posibles amenazas para la infraestructura operativa y tecnológica, mientras el mundo se vuelve cada vez más digital y remoto.

Las causas profundas han ido quedando expuestas a medida que la tecnología, la globalización, la evolución demográfica y la escasez de recursos han seguido dando forma a las sociedades y economías de todo el mundo.

Dejando a un lado la invasión rusa de Ucrania, la inseguridad se está convirtiendo en la nueva normalidad. En este mundo VICA (de volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad), los riesgos informáticos están emergiendo como una gran amenaza, y los estados están dedicando gran parte de sus recursos a proteger a su población y su riqueza.

El sabotaje a gran escala de redes, sistemas y actividades informatizados, comúnmente conocido como «cibergedón», evoca una imagen de miedo, pérdida de control e inevitabilidad. Y realmente es bastante aterrador.

En un mundo cada vez más conectado, hay más posibilidades que agentes no deseados se infiltren y tomen el control de las centrales nucleares, las redes eléctricas y los semáforos, y puede ser que hasta de las elecciones democráticas y los referéndums. Y a medida que crezca el número de estas conexiones debido a avances tecnológicos como el Internet de las cosas (IoT), aumentarán las posibilidades de que casi cualquier aparato pueda ser hackeado, desde las bases de datos de los gobiernos hasta su nevera o su microondas.

La magnitud del desafío que esto supone para el sector de la ciberseguridad es significativa. Solo hay que tener en cuenta lo ocurrido en 2013. En una tarde cualquiera de abril, un solo operador hizo ping a todo Internet, o lo que es lo mismo, a todos y cada uno de los 3700 millones de ordenadores y dispositivos conectados en fábricas, instalaciones y oficinas del mundo.

El ping reveló unos 114.000 sistemas de control de fabricación vulnerables a ataques, a unos 13 000 de los cuales se podía acceder sin introducir ni una sola contraseña. Este incidente sirvió al menos como aviso para el sector de la ciberseguridad.

Un ejemplo más reciente estuvo protagonizado por un grupo de hackers que se hizo con los datos de las cámaras de seguridad recopilados por las empresas de Silicon Valley, y que les dieron acceso a las imágenes en directo de 150.000 cámaras de vigilancia de hospitales, empresas, comisarías de policía, cárceles y centros educativos. Entre las empresas cuyas imágenes salieron a la luz estaba el fabricante de coches Tesla.

Algunas de las cámaras utilizaban tecnología de reconocimiento facial para identificar y clasificar a las personas grabadas. Uno de los vídeos mostraba incluso a agentes de una comisaría de policía de Stoughton, Wisconsin, interrogando a un hombre esposado.

A medida que va avanzando la tecnología, cada vez más organizaciones están abandonando los sistemas de tecnología operativa (TO) aislados y controlados manualmente en favor de un entorno en el que los procesos físicos se controlan con equipos de tecnología de la información (TI) complejos e interconectados.

Por expresarlo de una manera más sencilla, a medida que cada vez más dispositivos se vuelven «inteligentes» gracias a la conectividad inalámbrica, los sistemas TO que antes requerían una manipulación directa —como ajustar una válvula o pulsar un interruptor— se pueden controlar de forma remota. Y muchos de estos sistemas de TO están pasando a formar parte de la infraestructura crítica de las organizaciones.

Tomemos el ejemplo de la NASA, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de los Estados Unidos. Sus sistemas de TO se utilizan para probar los sistemas de propulsión de los cohetes, controlar y comunicarse con las naves espaciales, y operar las instalaciones de apoyo en tierra. También están asociados a la energía eléctrica, los sistemas de calefacción y refrigeración y otras infraestructuras de apoyo.

Aunque la convergencia de la TI y la TO puede conducir a ahorros de costes y otras eficiencias, también hace que los sistemas de TO sean potencialmente vulnerables a los tipos de problemas de seguridad más comunes en los sistemas de TI, incluyendo los ataques de los hackers[1].

En resumen, la integración de la TO con la TI va a tener un gran impacto en la estructura de la red y va a obligar a las empresas a pensar en una forma más eficaz de proteger su red. Con el aumento del número de dispositivos conectados, la superficie del ataque va a aumentar enormemente, y cualquier nuevo dispositivo conectado se va a convertir en un punto de entrada para los atacantes.

Si tenemos en cuenta cómo las empresas y los gobiernos ya se han ido adaptando a los avances tecnológicos y el progreso social, vemos que hay muchas oportunidades que surgen de la revolución industrial impulsada por la tecnología digital.

Catalizadores como el 5G representan un salto cuantitativo en cuanto a capacidad para la economía conectada, liberando todo el potencial del Internet de las Cosas (IoT) al ser capaz de conectar cualquier aparato, desde maquinaria industrial a electrodomésticos, con una velocidad y una capacidad sin precedentes. McKinsey estima que el mercado del Internet de las Cosas Industrial (IIoT) va a crecer un 12 % anual de aquí a 2025, alcanzando un tamaño de mercado de 500 000 millones de USD[2].

Aun así, es difícil apreciar la oportunidad en toda su escala —después de todo, todavía se encuentra en sus primeras etapas, y muy pocas empresas informan sobre la TO o tienen soluciones de TO dedicadas.

De hecho, conectar un aparato operativo a una red es igual que conectar cualquier dispositivo. A la arquitectura de “confianza cero” —o sea, el enfoque de diseño que asume que no se debe confiar en los dispositivos por defecto— no se preocupa por el tipo de dispositivo que se conecte a la red. Lo que importa es la identidad que haya detrás del dispositivo.

Estamos entrando claramente en una nueva fase de la evolución de la ciberseguridad. Sin embargo, los factores que favorecen esta evolución —la digitalización, la innovación, la regulación y la globalización— siguen siendo en gran medida los mismos.

Lo que es diferente, sin embargo, es el ritmo al que estos factores pueden acelerar o interrumpir el crecimiento de los mercados y las empresas. Siempre va a haber compañías que pierdan la siguiente oportunidad y pasen de innovadores a proveedores de sistemas heredados —la famosa “trampa tecnológica” en la que han caído muchas empresas como Kodak o Nokia.

Además, el paso de la seguridad informática basada en el perímetro a la nube ha traído consigo unos desafíos y unas tecnologías asociadas completamente diferentes. Para el inversor inteligente, es fundamental mantenerse al tanto de las últimas innovaciones y tener curiosidad por saber hacia dónde se dirige la ciberseguridad.

Las transformaciones en la manera de trabajar y conectarse originadas por la crisis de COVID han acelerado el ritmo del cambio y agravado los desafíos a los que nos enfrentamos. Las empresas y los gobiernos tienen por lo tanto un papel muy importante a la hora de cerrar la brecha de ciberseguridad de la infraestructura crítica; y tienen que hacerlo rápido.

Por supuesto, una vez que se cierre la brecha de ciberseguridad de la infraestructura crítica, la naturaleza del sector significa que ya surgirá otra superficie en algún otro lugar del ciberespacio. Esto hace de la ciberseguridad —como la seguridad de los gobiernos, los individuos y las empresas a un nivel más general— sea un tema constante en nuestras vidas y en nuestras inversiones.

 

Tribuna de John Barker, redactor de finanzas sénior de Natixis IM.

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[1] Fuente: https://oig.nasa.gov/audits/reports/FY17/IG-17-011.pdf

[2] Fuente: https://www.mckinsey.com/~/media/mckinsey/business%20functions/mckinsey%20digital/our%20insights/a%20manufacturers%20guide%20to
%20generating%20value%20at%20scale%20with%20iiot/leveraging-industrial-iot-and-advanced-technologies-for-digital-transformation.pdf

Los objetivos para 2023 de Mapfre Gestión Patrimonial: llegar a los 200 agentes y abrir oficinas en Málaga, Alicante y Palma

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Mapfre Gestión Patrimonial y Mapfre AM cierran 2022 con los deberes hechos y la vista puesta en los objetivos del próximo año. Entre los planes de la rama de asesoramiento, se encuentra abrir oficinas en Málaga, Alicante y Palma, y alcanzar la cifra de 200 agentes financieros. En su conjunto, gestiona un volumen de activos financieros y de seguros de ahorro cercano a los 1.400 millones de euros, con un crecimiento del 6%, respecto a octubre de 2021. Cifras que desde la entidad tachan de “excelentes” si se tiene en cuenta la volatilidad de este ejercicio.

Hasta la fecha cuenta con algo más de 11.300 clientes, con un crecimiento del 20% respecto al año anterior. Además, tiene un equipo formado por 19 directores de oficina y asesores financieros, a los que suman un total de 174 agentes financieros y mediadores, además de 7 acuerdos de colaboración suscritos con entidades de asesoramiento financiero.

Por otro lado, Mapfre AM ha cerrado el año con una suscripción neta de cerca de 500 millones de euros (360 en IICs y 100 en fondos de pensiones), lo que supone el mejor ejercicio de los últimos cinco años, según ha comentado Álvaro Anguita, CEO de Mapfre AM. Además, han cumplido su objetivo institucional de superar los 300 millones de euros en suscripciones. 

Para el año que viene persiguen seguir potenciando la venta institucional, con objetivos por encima de los 300 millones de euros. José Luis Jiménez, director general de Inversiones de Mapfre, ha resaltado cómo el nuevo entorno de tipos más altos puede dejar buenas oportunidades para generar nuevos productos de ahorro e inversión.

«El ahorrador vuelve a coger vida», ha señalado Jiménez, que también ha comentado que son una buena «fábrica de productos de ahorro».

Además, la entidad reafirma su compromiso con la sostenibilidad buscando ampliar su gama de productos sostenibles. Asimismo, la entidad destaca cómo en el mercado español han distribuido sus productos por primera vez a través de canales de otras entidades. Se trata de un fondo garantizado que ha captado 200 millones y que han distribuido a los clientes de Cajamar y Caja Rural de Almendralejo.

AMCHOR IS refuerza su equipo y nombra a Jacobo Zarco Managing Director

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AMCHOR Investment Strategies (AMCHOR IS), firma dedicada a gestionar o representar estrategias de inversión a través de gestores especialistas con talento, anuncia el nombramiento de Jacobo Zarco como nuevo Managing Director tras su paso por AB Asesores, Morgan Stanley y Atl Capital.

Su rol dentro de la firma consistirá en reforzar el servicio prestado a inversores y distribuidores con el objetivo de mantener una comunicación abierta con los mismos y anticipar posibles soluciones de inversión que se deban implementar. Además, dada su dilatada experiencia en el ámbito comercial y de producto, ayudará en labores de fundraising y formará parte del Comité Ejecutivo y del Comité de Produto de la firma.

Zarco es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Complutense de Madrid y cuenta con un MBA in Company del Instituto de Empresa y la titulación MFIA (Máster en Mercados Financieros e Inversiones Alternativas) del Instituto BME, donde actualmente es profesor del módulo de Planificación Patrimonial.

En cuanto a su trayectoria profesional, Zarco comenzó en 1994 en Londres en el banco de inversión Hoare Govett donde estuvo un año desarrollando funciones de analista en la división de M&A. También formó parte, durante tres años, del área de Banca Privada de AB Asesores y, tras la compra de la entidad por parte de Morgan Stanley, pasó a formar parte de esta última durante cuatro años. A lo largo de esta etapa, se centró en desarrollar diferentes funciones dentro del ámbito de la Gestión de Patrimonios y la Planificación Financiera con categoría de Vicepresident.

Asimismo, ha sido socio fundador de Atl Capital, entidad en la que ha permanecido 19 años formando parte del Comité de Dirección y del Comité de Inversiones, como director de Planificación Financiera y director de Grandes Patrimonios.

Para Tasio Castaño y Alejandro Sarrate, socios fundadores de AMCHOR IS, “es un orgullo ampliar el equipo con un perfil de la talla de Jacobo. Su incorporación se suma al equipo de profesionales con dilatada experiencia que tenemos actualmente, con el objetivo de ofrecer soluciones innovadoras a todos nuestros stakeholders. Así, con la entrada de Jacobo, reforzamos concretamente el servicio a nuestros inversores y añadimos una pieza clave al Comité Ejecutivo y el Comité de Producto de la firma”.

Jacobo Zarco, Managing Director de AMCHOR IS, comenta: “Es un honor formar parte del proyecto exitoso liderado por Tasio y Alejandro, con un modelo de negocio ejemplar. AMCHOR IS es una referencia que se ha consolidado en el sector, con un equipo de profesionales ejemplar donde destaca el enfoque, la innovación y la búsqueda de soluciones de inversión adaptadas a los objetivos de cada cliente e inversor. Estoy encantado de unirme a esta familia, que ayudaré a impulsar los próximos años”.

Norwealth Capital AV realiza tres nuevas incorporaciones para su oficina de Madrid

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Foto cedidaDe izquierda a derecha, Vicente Martín del Burgo, Blanca Bidón Daurella y Bruno Treviño Zárate.

Tras la reciente apertura de la oficina de Madrid con las incorporaciones de Mercedes y Teresa Calderón Hurtado de Saracho, Norwealth incrementa el equipo con tres nuevos fichajes. Se trata de Vicente Martín del Burgo, Bruno Treviño Zárate y Blanca Bidón Daurella.

Vicente Martín del Burgo, con una trayectoria profesional de más de dieciséis años en el sector financiero, se incorpora a la agencia procedente de Banca March.

Inició su etapa profesional en Kutxabank en el área de banca personal puesto que ocupó durante algo más de ocho años. Posteriormente se incorporó al Deutsche Bank dentro del área de Private Client & Business, prestando asesoramiento financiero a clientes particulares y empresas durante tres años. Su última etapa la pasó en Banca March como banquero privado senior asesorando a clientes de altos patrimonios, antes de incorporarse a Norwealth.

Vicente es licenciado en ciencias de la información y sistemas de gestión económica por la Universidad Europea de Madrid CEES. Cuenta con diversos programas otorgados por la Deusto Business School y por la ESADE Business School relacionados con los mercados financieros. También cuenta con la certificación ESCP de la Europe Business School.

Bruno Treviño Zárate se incorpora a Norwealth procedente de Banca March, como banquero privado, puesto que desarrolló durante los últimos tres años. Anteriormente trabajó en BBVA en el departamento de liquidación de renta fija internacional y en Bankinter dentro del área de Banca Privada.

Bruno es licenciado en económicas por la Universidad del País Vasco y cuenta con un programa de post-grado en mercados financieros otorgado por CUNEF. Cuenta con la acreditación EFPA y EFA.

Por su parte Blanca Bidón Daurella se incorpora a Norwealth tras un breve paso por dos despachos legales Alters y Alemany Escalona & de Fuentes Abogados.

Blanca tiene un doble grado en Derecho y Administración de Empresas por la Universidad Pablo de Olavide en Sevilla. Cuenta con un Máster en Finanzas Internacionales (MIF) otorgado por el Instituto de Estudios Bursátiles IEB

Allianz Global Investors lanza su segundo fondo de trade finance

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Allianz Global Investors (Allianz GI) ha anunciado el lanzamiento de Allianz Working Capital Investment Grade Fund (ALWOCA IG), su segundo fondo de financiación del comercio (trade finance). Según explica la gestora, este vehículo de inversión se basa en el éxito de su predecesor, Allianz Working Capital Fund (ALWOCA) que se lanzó hace tres años. 

El nuevo fondo, dirigido a inversores institucionales, ofrecerá exposición a créditos de financiación al comercio a muy corto plazo con grado de inversión y, por lo tanto, será accesible para una amplia gama de inversores que tienen restricciones a las inversiones con calificación de alto rendimiento, pero que desean disfrutar de la naturaleza defensiva de las inversiones de trade finance a través de una cartera diversificada.

Desde la gestora explican que este vehículo tiene como objetivo intentar ofrecer un rendimiento atractivo, en un vehículo con liquidez semanal y una cartera diversificada. La corta duración de sus títulos permite la rápida adaptación a un entorno de tipos al alza, mientras que su baja sensibilidad a la evolución de los diferenciales y la no dependencia de los mercados de capitales pueden ayudar a reducir la volatilidad en caso de que el ciclo crediticio se deteriore.

El fondo se apoya en el actual equipo de Trade Finance de Allianz GI y en su riguroso proceso de inversión, que gestiona 500 millones de euros de inversores institucionales de toda Europa. La gestora matiza que las transacciones se realizarán a través de la red existente de proveedores especializados, con el apoyo de la plataforma operativa de Allianz GI.

“Estamos encantados de lanzar esta versión con grado de inversión del fondo ALWOCA ya existente. Creemos que las características que ofrece son especialmente relevantes para los inversores de hoy en día, en un entorno de crecientes tensiones geopolíticas, volatilidad de los rendimientos de los bonos y aumento de la inflación. En este entorno, la financiación del comercio puede ofrecer la flexibilidad y los rendimientos potenciales para ayudar a los inversores a navegar por un panorama incierto”, ha señalado David Newman, director de Global High Yield de Allianz Global Investors.

Por su parte, Martin Opfermann, gestor principal de la cartera, ha añadido: “El lanzamiento de este fondo refuerza aún más nuestra oferta de financiación del comercio para nuestros clientes. Creemos que ALWOCA IG es una sólida alternativa de cash plus que busca estabilizar las carteras en el mundo actual de elevadas correlaciones entre clases de activos”.

Actualmente, Allianz GI ofrece una amplia gama de soluciones de inversión y gestiona alrededor de 90.000 millones de euros en activos de mercados privados.

¿Ha frenado el discurso de los bancos centrales el tradicional rally de Navidad?

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Los activos de renta variable también han pasado un 2022 complicado. Según los expertos, parte del criterio general de los inversores ha sido venderlo todo, ya que la elevada inflación y el rápido endurecimiento de la política monetaria no les han dejado casi ningún lugar donde refugiarse. En estas dos últimas semanas del año, los expertos miran con cierto optimismo las cifras más suaves de inflación, esperando con ello ver algún signo del tradicional rally de Navidad. 

Este signo podría haberse dado en Wall Street, donde la renta variable estadounidense ha ganado aproximadamente un 15% desde sus mínimos de octubre. “Esto es sorprendente, ya que la situación macroeconómica general no ha mejorado en absoluto tanto como cabría esperar ante semejante rally. Esto es aún más cierto en el caso de Europa, donde algunas de las subidas fueron incluso más fuertes, pero esto se debe principalmente a que el sentimiento hacia el viejo continente estaba por los suelos. En consecuencia, la temporada de resultados del tercer trimestre resultó mejor de lo esperado y las empresas pudieron defender sus márgenes sorprendentemente bien a pesar de la fuerte subida de los precios de producción”, reconoce Jan Bopp, estratega de Inversiones Senior en J. Safra Sarasin Sustainable AM.

En cambio, en opinión de James Athey, Investment Director en abrdn, la reversión completa en la que todo se está recuperando a la que parece que invitan los datos, no garantiza nada. “Esto es muy indicativo de una compresión a corto plazo impulsada inicialmente por las señales de una inflación más suave y la moderación del tono de los bancos centrales. Sin embargo, la realidad es que se avecina una recesión. Esto justifica la reducción de los rendimientos de los bonos. Pero no justifica que las valoraciones de las acciones sean más altas. Sospecho que, a medida que los datos económicos confirmen el peligroso camino económico que se avecina, será cada vez más difícil que los inversores en renta variable se sientan cómodos con unos tipos de interés más bajos, dada la necesidad de hacer frente a unos beneficios de la renta variable mucho más bajos”, afirma Athey.

Misma opinión comparte Bopp, quien también considera que el optimismo actual ante una menor perspectiva de inflación puede ser prematuro, sobre todo si se tiene en cuenta que aún queda mucho invierno por delante. “Al fin y al cabo, además de la caída de los costes energéticos, otra de las razones fundamentales de la ralentización del impulso inflacionista es el descenso de la demanda de los consumidores. Y es probable que esto tenga un impacto negativo en las perspectivas de beneficios de las empresas”, añade el experto de J. Safra Sarasin Sustainable AM.

Los analistas de Banca March, sin duda las intervenciones de los bancos centrales han puesto freno al rally de los mercados de las últimas semanas, con caídas que han afectado tanto a la renta fija como a la renta variable. “Sin embargo, mientras en Europa los futuros de tipos están recogiendo un tipo oficial más alto en 2023, en el caso de Estados Unidos, los mercados ponen en precio únicamente dos subidas más de 25 p.b., algo que puede verse afectado por el dato del deflactor del consumo en EE.UU. el viernes”, matizan.

En busca de ese rally

Una pregunta clave para los inversores es si el mercado es atractivo y si ha llegado el momento de asumir más riesgo. Según Jan Viebig, CIO en ODDO BHF AM, las acciones de Europa y de los mercados emergentes vuelven a cotizar actualmente cerca de sus niveles medios a largo plazo, si se observan los ratios precio/valorización y otros parámetros de valoración. Mientras que considera que la renta variable estadounidense, por su parte, sigue cotizando por encima de sus niveles de valoración históricos medios, a pesar de la caída de los precios.

“La mayor valoración de la renta variable estadounidense, la fortaleza del dólar y la caída de los márgenes de beneficio en Estados Unidos abogan actualmente más por la renta variable de la zona euro que por la de Estados Unidos. Actualmente consideramos prematuro un nuevo aumento de la cuota de capital. En el pasado, ha dado buenos resultados aumentar la cuota de capital de forma significativa solo unos meses antes del final de una recesión”, afirma Viebig.

Por su parte, John Butler, estratega macroeconómico en Wellington Management, reconoce que los riesgos están claros, pero también se pueden encontrar sorpresas al alza, por ejemplo en Europa. Según explica, aunque las perspectivas se han deteriorado para 2023, las condiciones financieras no son restrictivas y el impulso fiscal en gran parte de Europa debería seguir siendo positivo de cara al próximo año. “Desde principios de año, los gobiernos han anunciado el equivalente a casi cinco puntos porcentuales del PIB en ayudas a los hogares y a las empresas y, es probable que el plan de recuperación de la UE Next Generation (NGEU) se intensifique el próximo año”, señala. 

Además, recuerda que siguen existiendo núcleos de demanda y producción acumulada en Europa. Según argumenta, “las carteras de órdenes siguen estando en máximos históricos y los hogares tienen el equivalente a seis puntos porcentuales del PIB en ahorros forzados que podrían volver. En tercer lugar, el canal de crédito está funcionando bien por primera vez en más de una década, con el equivalente a alrededor de medio punto porcentual del PIB en préstamos netos al sector privado cada mes”.

Según Thomas Hempell, responsable de Macro y análisis de mercados de Generali Investments, a pesar de los importantes flujos de entrada en la renta variable, el posicionamiento general del riesgo sigue siendo defensivo, lo que deja margen para un rally continuado. En este sentido argumenta: “Los vientos en contra del aumento de los beneficios están a punto de disminuir. Es probable que los beneficios de los UST hayan superado su nivel máximo. El descenso de la inflación subyacente en EE.UU. hasta el 0,27% mensual en octubre -sólo la mitad de la lectura media de los meses anteriores- fue tranquilizador. Sin embargo, la volatilidad de los bonos solo desaparecerá gradualmente”.

En su opinión, tanto la Reserva Federal como el BCE han subrayado que, en medio del fuerte y persistente rebasamiento de la inflación, siguen viendo el mayor riesgo en un ajuste demasiado prematuro y no demasiado tardío. Así pues, considera que no será hasta más adelante en 2023 cuando los rendimientos de los UST parezcan bajar visiblemente, a medida que la recesión moderada se vaya haciendo notar y la inflación haya emprendido con mayor seguridad una tendencia a la baja.

Sin embargo, Hempel matiza que en el caso de los activos de mayor riesgo, como la renta variable y el crédito de alto rendimiento, se sienten reacios a perseguir este rally. “Es cierto que muchos inversores siguen al margen. Sin embargo, la valoración del mercado es mucho menos prudente. Las valoraciones de las acciones parecen caras en comparación con los rendimientos reales y los recientes movimientos de los precios parecen anticipar prematuramente un cierto alivio cíclico. Los indicadores prospectivos han sorprendido al alza recientemente y podrían tocar fondo. Sin embargo, siguen apuntando claramente a una inminente recesión en la zona del euro, con riesgos a la baja, ya que un clima invernal inusualmente frío podría desencadenar una escasez de gas”, argumenta el experto de Generali Investments.

Peter de Coensel: “Soy optimista sobre 2023” aunque pueda haber algunas situaciones de estrés

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Foto cedidaPeter de Coensel, CEO de DPAM

Este año se cumple el décimo aniversario del desembarco de la gestora DPAM (Degroof Petercam Asset Management) en España, coincidiendo además con el quinto aniversario de uno de los fondos emblemáticos de la firma, DPAM B Equities NEWGEMS Sustainable. Para la industria 2022 ha marcado un momento de reset, de reinicio en un entorno que no se veía desde hacía décadas, pero que representa un desafío que el CEO de la firma, Peter de Coensel, mira con optimismo.

En una entrevista con Funds Society, De Coensel subrayó la importancia de considerar los rendimientos a lo largo de todo un ciclo de inversión, de la enorme financiación necesaria para lograr una transición energética para la que casi no queda tiempo, y de los motores de crecimiento orgánico de la firma, con la meta puesta en consolidar la marca y los valores que representa.

¿Qué significan para usted los 10 años de presencia de DPAM en España?

Un aniversario es una celebración y, cuando DPAM empezó hace 10 años, el principal mensaje es que estábamos comprometidos a estar no solo en Madrid, sino en todo el territorio español, en Portugal e incluso llegar a Latinoamérica. Invertir en España hace 10 años fue un compromiso a largo plazo y lo que hemos creado es una amplia base muy firme de inversores institucionales, pero también una red de individuos, que invierten en nuestras soluciones.

Hemos abierto nuevas oficinas en otras ciudades de Europa en los que estamos presentes, como Fráncfort, Ginebra, Milán… A veces ha habido resets, como en este 2022, pero llegamos para quedarnos. Para mí es una travesía increíble, aplicamos nuestros procesos de inversión con convicción durante todos estos años y eso ha hecho que nuestra marca se expanda por Europa y más allá. Así que me siento satisfecho y dispuesto a celebrar los 15 y los 20 años en la próxima década.

Acaba de comentar la necesidad de reinicio… ¿cómo ha sido 2022 para DPAM?

No podemos decir que haya sido fácil. Nuestro modelo de negocio se sustenta en la oferta de activos que gestionamos para nuestros clientes, y no habíamos experimentado una corrección semejante en los últimos 40 o 50 años. Y en la que tanto la renta variable como la renta fija, en casi todos los sectores, ha sufrido entre un 10% y un 15% de caída. Nos alegramos de que haya habido recuperaciones en las últimas semanas una vez superada la etapa más agresiva de tensionamiento monetario que hemos estado experimentando durante los últimos ocho meses.

Como consecuencia, el precio de la renta fija y de diversas compañías en las que invertimos –y que define su futura valoración- se ha vuelto atractivo en muchos sectores. Entramos en 2023 con confianza pese a enfrentarnos a mucha incertidumbre geopolítica desde que comenzó 2022. Tengo que decir que ha sido dramático por la cercanía de la guerra, pero por otra parte los mercados financieros siempre han debido enfrentarse a tensiones geopolíticas a lo largo del tiempo. Solo podemos esperar que haya una pronta solución a la guerra que no solo rebaje la incertidumbre energética, sino la incertidumbre general que está poniendo presión sobre la prima de riesgo tanto en la renta fija como en la variable.

La principal lección aprendida en concreto para DPAM es que no sufrimos ningún “accidente” específico por país o compañía en nuestros fondos. Y eso es un buen resultado y creemos que tiene que ver con nuestros procesos de inversión, el enfoque en la gestión del riesgo a partir tanto de los fundamentales como de los factores medioambientales, sociales y de gobernanza que tratamos al mismo nivel. El rendimiento es lo que impulsa y lo que define nuestros procesos a lo largo de un ciclo de inversión, no un año calendario.

¿Cuáles son los pilares de crecimiento de DPAM para los próximos años?

En los últimos diez años hemos podido captar a grandes inversores institucionales finales. Por supuesto que seguiremos trabajando con distribuidores, pero nuestra plataforma de información, gestión y de servicios ha alcanzado una dimensión tal que el interés de los inversores finales sigue creciendo con rapidez. Esto rebajará seguramente la volatilidad de nuestros resultados financieros.

Mantenemos este modelo orgánico de crecimiento. Seguimos teniendo en la mira la expansión a nivel global, pero de una manera nada agresiva,  enfocándonos en las capacidades de análisis de nuestros equipos a nivel mundial. Tenemos por ejemplo un joint venture con OFI AM en Hong Kong, y también miramos a América y en particular a Canadá, donde podríamos desarrollar negocios.

Buscamos por tanto crecer de manera orgánica, no agresiva a través de estrategias de M&A, porque eso no está en nuestro ADN. Queremos seguir junto a nuestra base de clientes institucionales y ser muy reconocibles como marca en lo que representamos.

¿Qué tendencias o estilos de inversión considera atractivos de cara a 2023?

Somos gestores de carteras y probamos nuestra valía añadiendo valor durante un ciclo de inversión ya sea en renta fija, variable o en soluciones equilibradas. 2022 ha provocado decididamente grandes drawdowns. Creemos que ya nos acercamos al fin del endurecimiento monetario, que hemos superado dos tercios del ciclo, así que observamos ese punto terminal porque ir más lejos de los niveles ya descontados hoy por el mercado podría infligir un daño no lineal a los mercados, pero también a las economías y especialmente al empleo.

Pero volviendo a la pregunta, vemos valor en el sector inmobiliario, en carteras de renta variable global de alta convicción, bien equilibradas. También creemos que hay mucho valor en ciertos sectores y compañías en Europa –aunque dependerá también de la situación geopolítica-. Consideramos asimismo que continúa la rotación en los mercados estadounidenses por su mayor sesgo tecnológico, hasta que se asienten las valoraciones de ciertas compañías.

Hay que comprender que después de lo que ha pasado en los últimos 10 años, es difícil para la gente enfrentar la realidad de unos tipos de interés que probablemente se situarán entre un 4,5 y un 5%. Aunque los precios del mercado ya lo descuentan, la rotación puede que continúe aún en Estados Unidos.

La renta fija es un sector que se ha vuelto muy interesante. Hemos visto que la normalización monetaria no ha causado muchos riesgos sistémicos. Hubo momentos antes del verano en los que los diferenciales de crédito estuvieron bajo presión, pero no es el caso ahora mismo.

Como mucho veremos un modelo de crecimiento menor que antes de la pandemia, relacionado con cuestiones como la evolución demográfica, la productividad, con que la cualificación necesaria en una economía o una geografía encaje con la oferta laboral. Se trata de tendencias a largo plazo que se mueven despacio, que nos retrotraen a un entorno de menor crecimiento con el aspecto positivo de que la normalización de la política monetaria, que nos lleva de vuelta a los tiempos anteriores a la crisis de 2008, nos proporcionará un sistema financiero menos peligroso tras algunos accidentes de endeudamiento y excesiva codicia en algunos sectores.

Lo ve por tanto de manera optimista…

Aunque pueda haber algunas situaciones de estrés, es una vuelta a una situación históricamente normal, y lo veo de manera positiva porque cabría esperar que la normalización monetaria se hubiese llevado a cabo en dos años y medio o tres, y la hemos visto en menos de 12 meses, algo inédito. Recuerdo 1994, cuando se produjo también una normalización muy rápida entre febrero y octubre, o la caída en 2013, y en el año posterior hubo una recuperación en la que se compensaron muchas de las pérdidas. Así que sí, soy optimista sobre 2023.

¿Considera que la actual crisis energética podría afectar a la inversión ESG a medio plazo?

En nuestro análisis financiero, de modelo de negocio o de la forma en que el entorno afecta a un país o a una compañía internamente o a sus stakeholders, nosotros utilizamos un único acercamiento para observar las valoraciones, en el que las cuestiones ESG están integradas. Para DPAM es un proceso puro de bottom-up, nunca miramos los aspectos ESG desde una perspectiva top-down. Y para cerrar el círculo, nos comprometemos con las compañías y votamos de manera activa.

Soy bastante ambicioso, no soy dogmático. Voy a mencionar una cifra esclarecedora: en el año 2000, el mundo dependía aproximadamente en un 86% de los combustibles fósiles, un 4% era energía nuclear y las renovables ascendían a un 11% o menos. Hoy aún tenemos un 84% del mix en los combustibles fósiles, así que tenemos que hacer una enorme transición en muy poco tiempo. El año 2035 es mañana en términos de la magnitud del desafío. Y por eso tenemos que ser un socio activo en la transición.

La exclusión es a veces necesaria y las compañías que estén en la lista negra tienen que sentir los efectos en sus balances o a la hora de refinanciarse o incluso en la forma en que venden sus productos o servicios. Se está convirtiendo en un asunto de primer orden que impacta sobre las compañías o los países de una manera mucho mayor que en años anteriores.

Así que, desde una perspectiva de gestión del riesgo, tenemos que hacer la parte cuantitativa pero sobre todo la cualitativa del análisis porque no queremos caer en una trampa. Así que hay que realizar un proceso interno de interpretación al que luego se suma la participación activa y la votación, dos piezas clave si quiere desplegar un enfoque creíble en la construcción de carteras.