De TINA a TARA: ¿Qué ha cambiado para los inversores en renta variable?

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Foto cedidaAlexandre Drabowicz, Amundi

Hasta 2022, el acrónimo TINA (There is no alternative) se había puesto de moda en los mercados, en referencia a que la renta fija ya no era una alternativa para los inversores, que no quedaba más remedio que asumir riesgos para obtener rentabilidad. El fuerte mercado bajista visto el año pasado ha puesto patas arriba a las valoraciones, haciendo que emerja un nuevo acrónimo: TARA o, lo que es lo mismo, There are reasonable alternatives, ya hay alternativas razonables. “Quiere decir que los inversores ya son capaces de tener diversificación y de obtener fuentes de rentas distintas a la renta variable, dado que antes la renta fija no estaba dando ningún tipo de renta”, explica Alexandre Drabowicz, director adjunto de renta variable de Amundi.

Drabowicz explica que la estrategia de inversión de Amundi para 2023 se va a escalonar en tres secuencias: primero añadir deuda soberana y crédito con grado de inversión, después high yield y, en el segundo semestre del año, acciones. “Vamos a ejecutar este movimiento de irnos primero a renta fija, porque por fin vamos a ser recompensados, y las acciones serán lo siguiente, porque probablemente los inversores aprovecharán la oportunidad y los diferenciales empiezan a estrecharse otra vez, por lo que la tendencia podría agotarse rápidamente”, resume.

El representante de Amundi explica que la firma prefiere mantener cautela antes de incrementar su exposición a renta variable: si realmente estamos en la antesala de una recesión, “entonces debería haber también una recesión de beneficios, creemos que el mercado está un poco más optimista con sus previsiones”. Drabowicz se refiere a que actualmente el mercado europeo está poniendo en precio un crecimiento de los beneficios del 3%, mientras que en Amundi esperan una contracción del -10% que se correspondería con una recesión suave. Por tanto, “en cierto modo y desde la perspectiva de las valoraciones, los mercados se están poniendo un poco caros”.

Hay vida fuera de Estados Unidos

El experto explica que las acciones estadounidenses están cotizando a un PER medio en torno a las 18 veces, frente a la media de largo plazo, que sitúa en torno a las 17 veces. En Europa y emergentes, los múltiplos están en torno a las 12,5 veces el beneficio, y por esta razón él constata que se está produciendo cierta rotación por geografías, ya que los inversores han empezado a comprar más acciones europeas, chinas y de otros países emergentes.

El director adjunto de renta variable recuerda que el año pasado, con el estallido de la guerra en Ucrania, “nadie quería comprar acciones europeas”. Ahora, la percepción está cambiando para los inversores globales por dos razones. La primera tiene que ver con la caída en los precios del gas, sobre todo frente a las expectativas del mercado. Esto ha tenido un reflejo sobre la inflación, al reducirse el efecto de base y caer la tasa.

La segunda razón es que “nadie esperaba la reapertura de China”, y de hecho Drabowicz considera que está siendo “subestimada”. El experto cree que la reapertura china va a tener un impacto mucho más profundo sobre la economía mundial que las reaperturas previas de Estados Unidos y Europa. Drabowicz afirma que hay mucha demanda embalsada que se liberará con la reapertura de fronteras, pues los ciudadanos chinos ahora disponen de mucho dinero ahorrado y están deseando viajar y adquirir productos que no son tan fáciles de encontrar en su país. Por este mismo motivo, también anticipa el incremento de las exportaciones. Además, observa que “el gobierno chino se está centrando otra vez en el crecimiento interno, por lo que estimularán a la economía”. Drabowicz alerta de que se trata de un cambio de gran magnitud, y que “tendrá impacto sobre las materias primas y potencialmente sobre la inflación”.

El experto añade que la reapertura del país “ayudará a aliviar los problemas en la cadena de suministro”. Al mismo tiempo, observa que muchos países se han dado cuenta de que quizá dependían mucho de China: “Muchas compañías han sido más cuidadosas respecto a sus cadenas de suministro, tratando de diversificar más allá de China, por ejemplo, a India, pero también mediante el reonshoring (trayendo de vuelta la producción)”.

En cualquier caso, los problemas de suministro que han marcado el último año y medio y que tanto impacto han tenido sobre la estabilidad de los precios ya están desapareciendo, y esa debería ser una de las buenas noticias para 2023. El experto afirma que “ya hemos visto el pico de inflación” tanto en EE.UU. como en Europa. El precio de la energía también está a la baja, por lo que “el efecto de base es favorable”. Dicho esto, la previsión de Amundi es que la inflación se va a mantener estructuralmente más alta que en el pasado: “No creemos que vuelva a niveles del 2%, es más probable que se mantenga más elevada durante más tiempo”.

El nuevo orden mundial

“El entorno de crecimiento a cualquier precio y tipos de interés cero ya ha acabado. El año pasado había 24 o 25 billones de dólares en bonos cotizando en negativo en todo el mundo. Hoy hay cero. Esto son buenas noticias, es una normalización. Estamos regresando a un mundo en el que tienes algo de prima de riesgo”, declara el director adjunto de renta variable.

En un mundo de inflación y crecimiento, Amundi se está fijando especialmente en dos áreas dentro de la renta variable. Las acciones que pagan dividendo son una de ellas, particularmente de las compañías que tengan poder de fijación de precios, al ofrecer protección contra la inflación: “Si inviertes en compañías que pagan buenos dividendos, y cuyos dividendos son sostenibles porque son capaces de mantener sus márgenes y traspasar la subida de precios a sus clientes, entonces sus beneficios están creciendo desde una perspectiva nominal, y son capaces de incrementar su dividendo”, explica Drabowicz.

La segunda área está en el value, después de casi 20 años de reinado del growth. Drabowicz explica que Amundi ya había empezado hace dos años a aconsejar a sus clientes que rotasen parte de sus carteras a acciones con este estilo. Tras la gran corrección de 2022, ahora aboga por una posición un poco más equilibrada: afirma que “hay valor en algunas partes growth” por la fuerte corrección de los valores, y dentro del value recomienda fijarse en los modelos de negocio de mayor calidad.

Por sectores, el experto muestra mayor preferencia por valores cíclicos frente a los defensivos: “Algunas áreas cíclicas parecen un poco caras, pero globalmente preferimos estar cíclicos, nos cuesta emocionarnos con la parte defensiva del mercado”. Cita por ejemplo a la banca, por beneficiarse de las subidas de tipos, por ofrecer dividendos atractivos y porque los bancos se han provisionado en los últimos años y presentan balances saludables y preparados para afrontar una recesión suave. Los otros sectores en los que se están fijando son el consumo discrecional, y los relacionados con la reapertura de China, como turismo, lujo o fabricantes de automóviles.

Banca March espera que 2023 sea el año de la renta fija y la pausa en las subidas de tipos

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El endurecimiento de las condiciones financieras y los efectos de la inflación en el poder adquisitivo dejarán una gran huella en el crecimiento de la economía global en 2023: así lo ha asegurado el equipo de Estrategia de Mercados de Banca March, que prevé una fuerte desaceleración para este año.

Uno de los principales efectos del endurecimiento monetario se verá en el sector inmobiliario, donde los precios a nivel global ya han comenzado a frenarse. En Estados Unidos, por ejemplo, la caída de las ventas de viviendas está siendo la más rápida de todos los ciclos de subidas de los tipos de interés vistos en el pasado.

A pesar de esta moderación, el tono positivo que continúa mostrando el mercado laboral y el colchón de ahorro que las familias aún retienen de la pandemia actuarán de soporte a la actividad, lo que evitará una recesión profunda en la mayoría de las regiones desarrolladas.

Entre las economías avanzadas, la zona euro registrará el peor comportamiento debido a su elevada dependencia energética del exterior y que, en el mejor de los casos, conducirá a un estancamiento del PIB en 2023. En este contexto, la economía española también registrará una intensa desaceleración, pero el PIB terminará 2023 con un avance del +1%. España sigue rezagada en la recuperación y no recuperará el PIB previo a la pandemia hasta finales del año. Por tanto, este mejor comportamiento relativo se debe a un peor punto de partida y, sobre todo, a que el importante sector turístico nacional será un nuevo motor del crecimiento: en 2023 se espera que el gasto internacional de los turistas crezca un 6,8%, volviendo a situarse por encima de lo registrado en 2019.

En cuanto a los factores que podrían sorprender positivamente, el equipo de Banca March destaca que la reciente reapertura de la economía de China actuará de impulso a la actividad global y, en particular, a la reactivación de las economías emergentes asiáticas.

El menor crecimiento económico desplaza a la inflación como principal preocupación

En cuanto a la inflación, una vez confirmado que ha tocado techo, el equipo señala que todo apunta a que entraremos en una nueva fase: la estabilización de los precios de las materias primas y la descongestión de las cadenas de suministro a final del año pasado permitirán que la inflación siga moderándose a lo largo de 2023. Además, a medida que se cumpla el primer aniversario de la invasión de Ucrania, el efecto base de unas materias primas más baratas ayudará a relajar las presiones inflacionistas. Según explica el equipo, esta tendencia de freno de la inflación nos acerca al final de las subidas de tipos de interés por parte de las autoridades monetarias.

En este sentido, Banca March insiste en que 2023 será el año de la gran pausa en las subidas de los tipos de interés. Esperan que en Estados Unidos la Fed implemente la última subida de este ciclo entre marzo y mayo, situando el tipo terminal en el 5%. En Europa, creen que la parada se producirá tras el verano en el 3,25-3,5%. Aunque consideran que la inflación seguirá moderándose, advierten que lo hará sin alcanzar los objetivos de los bancos centrales. «El impacto de los mayores costes energéticos ya se ha trasladado a los servicios, por lo que las tasas subyacentes seguirán elevadas», argumentan.

2023: el resurgir de la renta fija

Por primera vez en una década la renta fija vuelve a ser atractiva y se sitúa como una verdadera alternativa de inversión frente a otros activos. La explicación es que, en un escenario de fin de subida de tipos de interés, tradicionalmente la renta fija se comporta bien, tanto si se produce una recesión en los 12 meses posteriores como si no se materializa.

En el contexto actual de desaceleración económica, Banca March apuesta por los bonos corporativos con mayor calidad crediticia, que presentan un menor riesgo de impago y ya ofrecen unas TIR por encima del 4% a nivel global. En términos de duración, no se recomienda adoptar posiciones en los tramos largos, dado que las curvas de tipos siguen muy invertidas y las tasas subyacentes de inflación tardarán varios meses en normalizarse. Además, la deuda privada se mantiene atractiva y con un riesgo contenido: “La rentabilidad adicional proviene de su menor liquidez y no de un mayor riesgo de impago, que históricamente no ha sido más elevado que los vistos en mercados como el high yield”, explica el equipo.

En el caso de la renta variable, las pausas en las subidas de tipos de la Reserva Federal no son necesariamente buenas, ya que para las bolsas es mucho más determinante la evolución de la economía y, en concreto, si el freno a los tipos vendrá acompañado o no de una recesión. Un crecimiento de los beneficios empresariales que todavía no descuenta este escenario de deterioro de la actividad, junto a valoraciones ajustadas, ofrecen un potencial más limitado sobre los niveles actuales.

La entidad muestra preferencia por las bolsas de Estados Unidos por el mayor ROE de sus empresas y la menor dependencia energética del país. Además, en Banca March ven oportunidades en bolsas emergentes donde las revisiones a la baja de los beneficios han sido mucho más agresivas. «Una situación que consideramos que se girará debido a la reciente reapertura de China. Dentro de los emergentes, destaca la preferencia por Asia y las oportunidades que generará la vuelta al consumo de unos ciudadanos chinos que vuelven a disfrutar de libertad de movimiento», destacan.

A nivel sectorial, Banca March recomienda una combinación de sectores con capacidad de generar beneficios en el contexto macroeconómico actual y otros que permitan ganar exposición a la transformación económica. En concreto, siguen favoreciendo la inversión en el sector de cuidados de la salud por su carácter defensivo y la mayor resiliencia de sus beneficios en momentos de deterioro del ciclo económico. Sin embargo, estas posiciones se pueden combinar con exposición a sectores cíclicos, como el sector tecnológico, por su capacidad de generar beneficios más allá de las megacaps. Asimismo, ven interesante mantener exposición en sectores sensibles a tipos elevados como el financiero, donde hay valoraciones atractivas. Finalmente, y de manera estructural, localizan importantes oportunidades de inversión en los sectores ligados a la transición y autosuficiencia energética

En definitiva, para Banca March la renta fija será la protagonista de 2023 dentro de un entorno que se mantendrá volátil para la renta variable. El equipo de Estrategia de Mercados de Banca March afronta este año como un ejercicio en el que se deberá ir incrementando el riesgo, pero teniendo muy presente que todo tiene un precio y que, por el momento, hay que esperar y mantener la cautela en renta variable, aprovechando y capturando el efecto positivo que tienen unos tipos base más altos sobre la renta fija.

ING lanza un nuevo fondo con una rentabilidad del 4% a dos años

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ING completa su oferta de inversión con el lanzamiento del Fondo Naranja Rentabilidad 2025 IV, que estará disponible a partir del 13 de febrero. Con este producto, que sigue la filosofía de la entidad de sencillez, transparencia y bajos costes, el banco amplía las opciones de inversión para sus clientes, ofreciéndoles una alternativa más conservadora que les permite protegerse de la volatilidad de los mercados, al obtener una rentabilidad fija de sus ahorros.

El Fondo Naranja Rentabilidad 2025 IV, gestionado por Mutuactivos SGIIC (la gestora de fondos de Mutua Madrileña), invierte tanto en bonos de gobiernos de la zona Euro, como de grandes empresas nacionales e internacionales, y ofrece flexibilidad para invertir cualquier cantidad, sin mínimo de suscripción, desde un euro.

El nuevo fondo proporciona al cliente la tranquilidad de recuperar la inversión inicial y obtener una rentabilidad total del 4% (2% TAE, que se abonará cada seis meses en pagos de 1%), si se mantiene la inversión durante dos años, con un binomio rentabilidad/plazo muy competitivo en el mercado. Una vez cumplido el plazo de dos años, el cliente podrá reembolsar o traspasar el dinero sin ningún coste a otro fondo de la entidad o en ventanas de salidas trimestrales, sin comisión, a valor de mercado.

ING refuerza su propuesta de inversión

La propuesta de inversión de ING continúa creciendo. Así, aumenta su serie de fondos con objetivo de rentabilidad después del éxito de los fondos anteriores, reduciendo el periodo de retorno. El primer fondo ofrece al cliente una rentabilidad del 0,30% TAE, el segundo un 1% TAE, el tercero un 2% TAE y el cuarto un 2,2% TAE. Todos ellos a tres años.

Además, los Fondos Cartera Naranja, la propuesta de gestión pasiva de la entidad, ya han alcanzado los 1.900 millones de activos bajo gestión y los 100.000 clientes, de los cuales un 48% no había invertido antes.

Creand Wealth Management refuerza su equipo en Cataluña con la incorporación de Cristina Carreras como banquera privada

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Creand Wealth Management ha incorporado a Cristina Carreras como nueva banquera privada en su oficina de Barcelona, un fichaje que se enmarca en el plan de crecimiento de la entidad en Cataluña, que apuesta por un modelo de negocio comprometido con la personalización y la máxima calidad en el servicio al cliente.

Con esta incorporación, Creand Wealth Management ya cuenta con un equipo de más de 20 personas en su oficina de Barcelona, donde la entidad se ha consolidado en los últimos años como una de las referencias en el sector de la banca privada y la gestión de grandes patrimonios.

Cristina Carreras se encargará de potenciar la llegada de nuevos clientes, la gestión activa de carteras y la oferta de servicios financieros con el apoyo de los equipos de asesoramiento, gestión y fiscal.

Cristina Carreras, que cuenta con 25 años de experiencia en el sector financiero, llega procedente de Universal Gestión Wealth Management, donde ha ejercido como directora de asesoramiento durante los últimos siete años. Carreras comenzó su carrera como gestora comercial y gerente de empresa en Caixa Catalunya, para saltar, posteriormente, al sector de la banca privada, primero como directora de oficina en Catalunya Banc y después como asesora de banca privada en Citibank.

Carreras es licenciada en Economía por la Universidad de Barcelona, y máster en Dirección Bancaria y en Análisis de Riesgo y Rentabilidad de las Operaciones Financieras, ambos por la Universidad Pompeu Fabra. Dispone también de la certificación European Financial Advisor (EFA) y del Certified Effas Financial Analyst (CEFA), por el Instituto de Estudios Financieros (IEF).

Ignacio Viayna, director de Creand Wealth Management en Cataluña y Baleares, destaca que “esta incorporación refuerza nuestro equipo de banqueros privados, por su amplia experiencia en la gestión directa con este segmento de clientes de banca privada, y por su elevado conocimiento del mercado local. Nos ayudará a ampliar nuestra cartera de clientes, reforzando nuestro modelo de negocio basado en el asesoramiento patrimonial transparente y global, totalmente centrado en el cliente, y con arquitectura abierta e independiente”.

Creand Wealth Management es la marca comercial de Banco Alcalá, S. A.

Rothschild & Co nombra a Guillermo Moreno Fontaneda nuevo Senior Client Adviser de su negocio de Wealth Management en España

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Rothschild & Co ha nombrado a Guillermo Moreno Fontaneda Senior Client Adviser para satisfacer la creciente demanda de los clientes a medida que se incrementa el negocio de la entidad en el área de Wealth Management. Según indican desde la firma, “se incorpora de manera inmediata para satisfacer la creciente demanda de los clientes tras el lanzamiento del negocio de gestión de patrimonios de Rothschild & Co en España en 2021”.

Guillermo Moreno Fontaneda trabajó anteriormente en el banco suizo UBS donde, desde su sede en Zúrich, fue director y asesor de clientes de Banca Privada para la Península Ibérica, centrado en grandes patrimonios (clientes UHNW, por sus siglas en inglés). Asimismo, trabajó como Relationship Manager para Mirabaud y Credit Suisse, ambos en Ginebra. Guillermo cuenta con una amplia experiencia como asesor y comenzó su carrera profesional trabajando como gestor de fondos para diversas empresas de servicios financieros en Madrid, tras licenciarse en Económicas por la Universidad San Pablo CEU de Madrid.

Según la entidad, España es uno de sus mercados relevantes, y donde ofrece los servicios de asesoramiento independiente, gestión discrecional de carteras y servicios de asesoramiento a grandes patrimonios, empresarios, organizaciones benéficas y fundaciones. El lanzamiento del negocio de Wealth Management en España en 2021 respondió a la estrategia del grupo para invertir en mercados en los que cuenta con una red y una reputación consolidadas. Desde su lanzamiento en España, el negocio de Wealth Management ha logrado aumentar la presencia de la compañía y ampliar su oferta tanto a clientes actuales como potenciales, gracias a una estrecha colaboración con su negocio de Global Advisory, establecido en Madrid desde 1988.

«Estamos muy satisfechos con la evolución del negocio de Wealth Management y con la acogida que ha tenido entre los clientes españoles nuestro enfoque de inversión a largo plazo y nuestra capacidad para ofrecer asesoramiento independiente. Nuestro éxito hasta la fecha nos permite seguir ampliando nuestro equipo en Madrid y apoyar nuestros objetivos para este mercado clave. Estamos encantados con la decisión de Guillermo para unirse a nuestro equipo y estamos seguros de que su amplia experiencia y su excelente red de contactos contribuirán significativamente a nuestro continuo crecimiento en España», apunta Hugo Martín, Country Head para Wealth Management de Rothschild & Co en España.

Mirabaud nombra a Patrick Hauri responsable global de Riesgos y Cumplimiento

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Foto cedidaPatrick Hauri

Patrick Hauri se incorpora al Grupo Mirabaud como responsable global de Riesgos y Cumplimiento y entra a formar parte del Comité Ejecutivo de Mirabaud & Cie SA con efecto inmediato. Con sede en Ginebra y bajo las órdenes directas de Camille Vial, socia gestora del Grupo y consejera delegada de Mirabaud & Cie SA, a partir del 1 de febrero, Patrick Hauri se encargará de las actividades y los equipos de riesgos y cumplimiento en todo el Grupo (en 10 jurisdicciones) y para las tres áreas de negocio: gestión patrimonial, gestión de activos y finanzas corporativas.

«La experiencia estratégica y de gestión de Patrick Hauri, así como su vasto conocimiento del sector financiero, son activos esenciales para nuestro Comité Ejecutivo. Estoy encantada de que se haya unido a nosotros para desempeñar estas actividades clave dentro de Mirabaud, una empresa familiar de siete generaciones cuyos valores de responsabilidad, prudencia y sólida gestión de riesgos forman parte de su ADN», señala Camille Vial, socia gestora del Grupo y consejera delegada de Mirabaud & Cie.

Según destacan desde la entidad, con más de 20 años de experiencia en la gestión de riesgos, y habiendo realizado trabajos de asesoramiento para una de las Big-4 y para una compañía que cofundó y desarrolló, Patrick ha sido director de riesgos y responsable de proyectos estratégicos del Grupo Lombard Odier en los últimos años. «Es un placer para mí incorporarme a Mirabaud, una valiosa institución que combina tradición y modernidad, y contribuir a desarrollar y mantener la calidad de la actividad de riesgos y cumplimiento en los más altos niveles del sector», ha señalado Hauri sobre su nombramiento

CPR AM nombra a Bastien Drut director de Análisis y Estrategia

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CanvaBastien Drut, director de Análisis y Estrategia de CPR AM.

CPR AM, filial de Amundi, ha comunicado el nombramiento de Bastien Drut como nuevo director de Análisis y Estrategia. Según indican desde la gestora, este nombramiento será efectivo a partir del 1 de febrero de 2023.

Antes de este nuevo cargo, Drut era responsable de Macroestrategia Temática en CPR AM desde 2021. Se unió a CPR AM en 2018 como economista senior/estratega, a cargo de la economía estadounidense y el seguimiento de la política monetaria. Bastien comenzó su carrera en 2008 en Crédit Agricole Asset Management (ahora Amundi) como estratega de renta fija y divisas. 

Además, es profesor asociado en el CNAM (Conservatoire national des arts et métiers) y autor de varios libros, entre ellos L’économie de demain: les 25 grandes tendances du XXIème  y  Banques centrales: les nouveaux outils de politique monétaire,  publicados por la editorial De Boeck Supérieur.

Por último, la gestora destaca que es doctor en Economía (Universidad Libre de Bruselas y Universidad de París Nanterre) y licenciado por la Ecole Centrale de Lyon, la ENSAE (École nationale de la statistique et de l’administration économique) y la EHESS (École des hautes études en sciences sociales).

La guerra en Ucrania, el lento crecimiento y la elevada inflación aumentan la presión sobre los ratings soberanos

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Las perspectivas para los ratings soberanos en 2023 se complican debido a los efectos de la guerra de Rusia en Ucrania, la elevada inflación y el significativo endurecimiento monetario, según los expertos de Scope Ratings. “Nuestra perspectiva general de la deuda soberana para 2023 es negativa, lo que indica una mayor probabilidad de rebajas de rating el próximo año que de subidas», afirma Giacomo Barisone, responsable de calificaciones soberanas y del sector público de Scope.

En este sentido, el contexto pesa mucho: el crecimiento mundial caerá por debajo de su potencial hasta el 2,6% desde el 3,3% de 2022 y la política fiscal es cada vez más complicada. Además, desde la escalada de la guerra de Rusia en Ucrania en febrero, y con una inflación que sigue siendo alta, ha aumentado el número de emisores soberanos que se enfrentan a una bajada de calificación. Más del 20% de los emisores soberanos calificados públicamente por Scope tienen una perspectiva negativa, frente al 11% que la tienen positiva.

«Esperamos una nueva normalidad de crecimiento volátil, con un crecimiento mundial el año que viene inferior a su tasa potencial del 2,9%», afirma Barisone. Según las previsiones de Scope Ratings, se producirá próximamente un estancamiento de la economía de la zona euro (0,7%), un crecimiento lento de Estados Unidos (1,1%), una contracción de Reino Unido (-0,6%) y un crecimiento inferior al potencial del 4,3% para China. Las previsiones mundiales de Scope presentan riesgos al alza y a la baja, según se muestra en el gráfico inferior. 

Resión a la vista

Desde Scope Ratings coinciden con otros analistas al afirmar que múltiples economías se enfrentan a recesiones poco profundas el próximo año. Según su análisis, es probable que se produzcan recesiones técnicas en múltiples economías durante 2022-2023, aunque resultarán poco profundas en la mayoría de los casos. Los riesgos reflejan en parte la posible escasez de energía durante los inviernos europeos de 2022/2023 y 2023/2024 a medida que Rusia reduzca el suministro de gas.

El escenario de referencia de Scope parte de la hipótesis de que no se producirá una recesión grave en el mundo ni en la eurozona, ni una crisis financiera mundial en 2023, aunque la posibilidad de que sigan aumentando los tipos de interés y de que se invierta la curva de rendimientos representa un riesgo para 2023 y años posteriores, lo que amenaza con poner fin anticipadamente a la recuperación económica mundial posterior a la crisis del COVID-19.

Según Dennis Shen, analista de Scope Ratings, el aumento de la inflación ha llegado para quedarse, aunque alcance su punto máximo y luego disminuya gradualmente. “Las crecientes presiones sobre los precios corren el riesgo de retrasar aún más cualquier descenso de la inflación hacia los objetivos de los bancos centrales. Las rápidas subidas de precios reducen el valor real del stock de deuda existente, lo que es positivo para la calificación crediticia de los soberanos, pero el beneficio se erosiona con el tiempo a medida que aumentan los pagos de intereses y se reduce el margen de maniobra de los bancos centrales», afirma.

Por otra parte, avisan de que aunque los bancos centrales ralentizarán las subidas de tipos a principios de 2023, la mayoría tiene escaso margen para relajar la política monetaria el próximo año. Una inflación superior a la prevista podría dar lugar a un ciclo de endurecimiento de la política monetaria más prolongado que en el escenario base. “La combinación de las restricciones de la política monetaria y la difícil dinámica fiscal ejercen presión sobre las calificaciones crediticias, tanto de los países emergentes como de las economías avanzadas”, afirma Shen.

En este sentido, la reflexión es que la ralentización del crecimiento y el aumento de los costes de endeudamiento dificultan el retorno de los Estados a los niveles de endeudamiento anteriores a la pandemia, mientras que la carga de intereses aumentará tras años de descenso. Sin embargo, la nueva arquitectura fiscal propuesta por la UE debería contribuir a la consolidación fiscal en los Estados miembros.

Además, los riesgos crediticios son más elevados para las economías emergentes con reservas de divisas insuficientes y necesidades de financiación significativas en 2023. «Si el ciclo de los tipos de interés alcanzase su punto máximo el próximo año, esto supondría un alivio muy necesario para los países en desarrollo que se enfrentan a salidas de capital y a la depreciación de los tipos de cambio. Esto podría respaldar las calificaciones de algunos soberanos de mercados emergentes el año que viene, en un ejercicio por lo demás difícil», afirma Barisone.

En el frente medioambiental, aunque las políticas de mitigación del carbono se están acelerando, sigue existiendo una brecha entre las medidas y las políticas necesarias para limitar el calentamiento global a 1,5 °C. La forma en que los países aborden estos riesgos tendrá implicaciones duraderas para la competitividad económica y las perspectivas de rating soberano más allá de 2023.

Julie Dickson (Capital Group): “Las expectativas de recesión son muy diferentes, lo que crea oportunidades extraordinarias”

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Si echamos la vista atrás hasta 2022, hemos pasado de tener la esperanza de la vuelta a la normalidad, a un cambio radical de escenario: inflación elevada, tipos de interés al alza, tensiones geopolíticas, crisis energética, volatilidad… En opinión de Julie Dickson, Investment Director de Capital Group, en consecuencia, ahora los inversores se encuentran en un punto en el que se preguntan si estamos llegando al final de este ciclo de inflación elevado o al final de un ciclo de subidas de unos tipos de interés rápidos y de alta frecuencia. Según su experiencia, que ha compartido con nosotros en esta entrevista, ahí es donde se centran los inversores porque lo que estamos viendo, especialmente en Europa y el Reino Unido, es que la inflación sigue siendo persistente.

¿Estamos en recesión o vamos a entrar en ella?

No hay duda de que es innevitable. Tenemos que pensar en lo que eso significa para los precios de los activos, para el crecimiento de los beneficios y las perspectivas económicas generales, y dónde están, desde una perspectiva global, las diferencias, por ejemplo, entre Europa y Estados Unidos.

¿Y qué significa esto para las divisas?

El dólar ha mantenido su fortaleza en este entorno. Ya era bastante fuerte antes de que empezara la pandemia, se hizo aún más durante la misma, y sigue creciendo rápidamente y conservando su valor después. Hay una corriente de pensamiento que sostiene que el dólar es fuerte y está sobrevalorado frente a otras divisas, pero aún hay margen para que eso continúe. El gran riesgo está en las expectativas: ¿podría la Reserva Federal de EE.UU. seguir subiendo los tipos? y no es descabellado de esperar. Es completamente posible.

¿Qué está descontando el mercado?

El mercado está intentando valorar estas expectativas. A partir de ahí, los inversores intentan saber qué camino tomar. Están muy centrados en cómo serán las perspectivas de inflación en EE.UU. frente a Europa. También se preguntan cómo serán las expectativas sobre los fundamentales de las empresas en EE.UU. y en Europa, y lo que esto significa para los precios de los activos. Esa es la conversación principal. Como resultado de esta incertidumbre, esperamos que la volatilidad persista durante algún tiempo.

Como usted ha dicho, muchos de estos riesgos ya se reflejan en los precios. En su opinión, ¿cuál es el riesgo al que pueden enfrentarse los mercados y que aún no está descontado?

Nuestra opinión es que, en algunos aspectos, el mercado ha valorado el posible fin de las subidas de tipos en EE.UU., pero creemos que aún existe el riesgo de que continúen. Las perspectivas de beneficios siguen siendo dispares, lo que está generando volatilidad en el mercado. No creo que la volatilidad del mercado vaya a desaparecer. Creo que seguirá existiendo durante un tiempo, por lo que debemos ser muy conscientes de ello. Así que, aunque los precios de la renta variable bajaron significativamente en 2022 y generaron una amplia base de oportunidades para invertir, sigue habiendo mucho riesgo. Así que tenemos que tener mucho cuidado con lo que estamos invirtiendo. A pesar de que algunas valoraciones parecen muy atractivas, sigue habiendo volatilidad y los inversores deben tenerlo muy en cuenta. Una de las cosas interesantes es que, por ejemplo en los mercados de renta fija, hay una clara distinción entre los riesgos del alto rendimiento en EE.UU. y los riesgos del alto rendimiento en Europa. Esto se debe a que las expectativas de recesión son muy diferentes, lo que crea oportunidades extraordinarias.

Usted se ha referido a las oportunidades que pueden encontrarse entre algunos sectores. ¿Cuáles tienen probabilidades de seguir cayendo?

Es más interesante hablar de lo que realmente podría resistir en este mercado. Hay riesgo, por ejemplo, con las empresas que no pagan dividendos o no aumentan sus dividendos. Esas son las compañías que probablemente son más sensibles a los cambios en los tipos de interés, porque en un entorno de crecimiento de los tipos de interés y de volatilidad, las empresas que pagan dividendos pueden hacerlo realmente bien. Nos centramos en empresas así, por ejemplo, en relación con las que pagan menos dividendos o las que son capaces de gestionar los costes de sus productos vendidos. En nuestra opinión, las sociedades que son capaces de generar flujos de caja a lo largo de esos beneficios son las más importantes, porque tienen más probabilidades de ser resistentes en este entorno, ya que el efectivo es absolutamente clave aquí.

¿Dónde se encuentran esas empresas?

Las encontramos en los sectores productores de bienes de consumo básicos, alimentación, bebidas, sanidad y también, hasta cierto punto, en semiconductores, de nuevo porque tienen poder de fijación de precios. Incluso en el sector bancario empezamos a ver cada vez más oportunidades atractivas, porque a medida que suben los tipos de interés, empieza a aumentar la rentabilidad de los préstamos. Pero hay un gran riesgo en torno a eso, que es cómo van a financiar esos préstamos con la rápida subida de los tipos Por tanto, el análisis fundamental es muy importante cuando nos fijamos en cómo se están estructurando los bancos y lo bien capitalizados que están en este entorno.  Hay muchas oportunidades nuevas que nos permiten seguir siendo positivos y constructivos en este entorno.

¿Cree que ha llegado el momento para la renta variable europea?

Creo que es un buen momento para la renta variable europea. Una de las cosas que realmente me entusiasma es que los ingresos por dividendos de la bolsa europea siempre han sido muy atractivos, incluso en comparación con los EE.UU.. En nuestra opinión, el crecimiento que estamos viendo en Europa está caracterizado por su resistencia y creo que aquí hay una oportunidad, porque con los mercados corrigiendo de la forma en que lo han hecho, y en el amplio universo de empresas que pagan ingresos en muchos sectores, Europa ofrece oportunidades para seguir invirtiendo. Se trata de una opción a largo plazo, pero las valoraciones son muy atractivas en Europa.

En cuanto a la renta fija, parece que las perspectivas han cambiado. ¿Dónde cree que se encuentran las oportunidades?

Merece la pena destacar un par de cosas. La primera es el reto que plantea un mercado significativamente bajista que se está produciendo al mismo tiempo que la renta variable cae. Si hay algo que hemos observado es que el grado de inversión se ha abaratado mucho porque el mercado ha estado absolutamente centrado en los tipos. Eso ha hecho que  toda la renta fija bajara, lo que plantea una serie de oportunidades realmente interesantes. Mi opinión es que en este entorno será clave tener un enfoque flexible a la hora de mirar a la renta fija. Tener la capacidad de ser flexible en este entorno de renta fija va a ser realmente importante. En estos momentos, el mercado resulta idóneo para invertir en una cartera de renta fija flexible, y estamos viendo oportunidades que encajan a la perfección.

¿Son las carteras mixtas una buena herramienta en este tipo de entorno?

Por supuesto. Tener un enfoque flexible que incorpore la renta fija de una forma multisectorial tiene sentido. La renta variable puede seguir proporcionando crecimiento a largo plazo y protección contra la inflación a largo plazo durante este ciclo, mientras que la renta fija actúa cada vez más como estabilizadora a medida que los mercados de renta fija se estabilizan. También hay oportunidades para que la renta variable mundial desempeñe un papel en una cartera diversificada. El punto especialmente interesante de la renta variable en estos momentos son las rentas, sobre todo los dividendos. Además, la inversión en renta variable está comenzando a cobrar protagonismo. Es una forma realmente defensiva de invertir en renta variable, para seguir obteniendo crecimiento al mismo tiempo que se consigue un patrón de rentabilidad más resistente. Una combinación de renta fija y variable tiene sin duda su lugar a la hora de proporcionar equilibrio a los inversores.

Reescribiendo la narrativa del yen

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El yen japonés estaba en caída libre el año pasado. Sin embargo, a pesar de que el Banco de Japón se ha mantenido impasible en su última reunión, desde Fidelity International creen que los recientes ajustes de su política de control de la curva de rendimientos “podrían reajustar la narrativa y allanar el camino para que el yen gane terreno”.

Cabe recordar que, mientras que otros grandes bancos centrales subieron los tipos de interés el año pasado, el Banco de Japón (BoJ) permaneció inmóvil. “El país tiene dinámicas de inflación particulares y el BoJ no vio razones para desviarse de su política ultralaxa de control de la curva”, explica Ian Samson, analista de la firma. Como resultado, el yen se llevó la peor parte de esta divergencia política con otros mercados desarrollados, perdiendo casi una cuarta parte de su valor frente al dólar en octubre, antes de recuperarse un poco para terminar el año con una caída del 12% frente al billete verde.

Samson observa que “la narrativa empezó a cambiar el 20 de diciembre, cuando el BoJ realizó un cambio inesperado en la política de control de la curva, al ampliar el rango en el que permite que coticen los bonos soberanos nipones a diez años a +/-50 puntos básicos, en comparación con la banda de +/- 25 puntos básicos que estableció en 2021”. El experto de Fidelity explica que el argumento oficial para este movimiento fue el de mejorar el funcionamiento del mercado de bonos, pero matiza que “algunos lo interpretaron como el primer paso en una posible salida del control de la curva y hacia la normalización de la política monetaria”.

Las acciones de bancos japoneses han subido en las últimas semanas y el rendimiento de los bonos soberanos nipones también se ha incrementado significativamente, pero desde la gestora constatan que “el alza en el yen ha sido más silenciosa”. “A pesar de la falta de mayor acción por parte del BoJ en su última reunión, creemos que los cambios recientes en la política de control de la curva podrían reescribir la narrativa en torno a la divisa. Los mercados de renta fija están tomando una postura más positiva sobre la duración global ahora que la inflación ha tocado techo en EE.UU. y Europa; esto también debería apoyar al yen, así como la reapertura de China”, resume Samson.

Para el analista, el yen “todavía está extremadamente infravalorado y ahora parece presentar fuertes características de recompensa por el riesgo asumido”, por lo que anticipa que “el potencial alcista compensa la probabilidad de una mayor depreciación”.