Hace una semana Donald J. Plaus, veterano ejecutivo de Merrill Lynch y responsable de su negocio de patrimonios privados para grandes fortunas, anunció su decisión de dejar la firma y jubilarse a finales de marzo tras 32 años en la compañía. Ahora, la firma ha comunicado quién será su sucesor: Lindsay Hans, actual directora de la división noreste de Merrill Private Wealth Management (MLWM).
Hans se hizo cargo de la división Nordeste, una de las mayores de la empresa, a finales de 2021, aunque se unió a la firma en 2014. En concreto, esta división abarca 15 mercados geográficos que incluyen Nueva York, Connecticut, Rhode Island, New Hampshire, Massachusetts y Maine; y desde este puesto, ha dirigido a más de 3.600 asociados. Antes de trabajar en Merrill Lynch Wealth Management (MLWM), Hans desarrolló su carrera profesional durante una década en UBS Financial Services.
Según explican desde la firma, la jubilación de Plaus y la promoción interna de Hans a su como responsable de Gestión Privada de Patrimonios, Internacional e Institucional, significa que Keith Glenfield, responsable de la división de Soluciones de Inversión y Jubilación Personal de la firma, sucederá a Hans como ejecutivo de la división noreste de Merrill. Además, Nancy Fahmy, responsable de Inversiones Alternativas, ha sido nombrada responsable única del Grupo de soluciones de inversión.
En un comunicado de la compañía, Andy Sieg, presidente de Merrill Wealth Management, ha afirmado que la remodelación de los puestos directivos contribuirá a impulsar el «crecimiento responsable» de la empresa. «Contamos con un profundo banco de talentos líderes en el sector con diversas perspectivas. Lindsay, Keith y Nancy son líderes de alto rendimiento que continuarán impulsando nuestra estrategia moderna de Merrill en estas funciones ampliadas”, afirmó Sieg.
Durante 2022, la deuda privada ganó popularidad entre los inversores, que veían frustrados las dificultades del mercado de renta fija y su correlación con la renta variable. Según el último informe global de Preqin, el 63% de los inversores encuestados están pensando en aumentar sus asignaciones. Una cifra muy superior al 47% del año pasado y que marca un máximo de siete años.
¿Cuáles son las ventajas que citan los LP optimistas en estos tiempos difíciles? Diversificación, un flujo de ingresos, la exposición a tipos variables y la protección frente a las caídas, según el autor del informe, RJ Joshua, Vicepresidente de Research Insights. Desde Preqin destacan que no faltan GP que intentan aprovechar la demanda: en septiembre, había 837 fondos de deuda privada en el mercado, que en conjunto buscaban 297.000 millones de dólares.
“Aunque el número de inversores en deuda privada es cada vez mayor, también existe una considerable concentración de capital en los mayores gestores. Los 10 principales fondos cerrados representaron el 50% del capital total captado en los tres primeros trimestres de 2022”, explica Shaun Beaney, editor de Preqin First Close.
A la hora de hablar de previsiones, desde Preqin estima que Norteamérica seguirá dominando, con un 64% de los 2,3 billones de dólares de activos en 2027. “Hasta ahora, APAC representa sólo un pequeño porcentaje, pero el potencial de la región es particularmente intrigante. En los dos últimos meses, hemos destacado el panorama de Japón, Corea del Sur y Australia; las perspectivas de China, India y la ASEAN; la implantación de empresas estadounidenses en Seúl; y la deuda de riesgo en el sudeste y el sur de Asia”, señalan desde la firma.
Foto cedidaJuan Alcaraz, consejero delegado y Fundador.
Durante la presentación de sus resultados financieros preliminares correspondientes al ejercicio de 2022, Allfunds ha comunicado el cierre de la operación de compra de una participación mayoritaria en MainStreet Capital Partners (MainStreet). La adquisición, que fue anunciada en julio del año pasado, responde al interés de la compañía por reforzar su apuesta por la sostenibilidad y la ESG.
“Con esta tercera adquisición, completamos un año exitoso de fusiones y adquisiciones de valor añadido para evolucionar nuestro ecosistema digital y posicionar a Allfunds para capturar cuota de mercado sobre la base de relaciones de larga data con distribuidores y casas de fondos”, ha señalado la firma en su comunicado.
En concreto, en febrero de 2023, Allfunds cerró oficialmente la adquisición de una participación del 65% en MainStreet. Con sede en Londres, MainStreet es el socio ESG de grupos financieros de primer nivel, proporcionando una ventanilla única para sus requisitos de sostenibilidad. Fundada en 2008 y con 36 empleados, MainStreet ha desarrollado una plataforma única que ofrece puntuaciones ESG patentadas, estrategias de inversión ESG a través de carteras modelo y generación de informes.
Desde Allfunds consideran que MainStreet refuerza su estrategia de servicios de valor añadido a sus clientes, abarcando una gama cada vez más amplia de servicios especializados relacionados con la ESG. En concreto, explican que refuerza Allfunds Connect con un completo conjunto de datos ESG tanto para casas de fondos como para distribuidores, además de contribuir con un modelo de ingresos recurrentes, creciendo a una tasa orgánica media del 50% desde 2019. También señalan que proporciona a Allfunds más oportunidades de venta cruzada a través de nuestras dos bases de clientes y “refuerza el talento de Allfunds con un equipo especializado de 36 profesionales”.
El equipo directivo de MainStreet, liderado por Rodolfo Fracassi, que permanecerá como CEO de MainStreet, mantendrá una participación del 25% en la compañía. Además, Banca Generali, cliente de MainStreet y Allfunds desde hace muchos años, poseerá un 10% a través de una asociación estratégica, proporcionando una estructura accionarial sólida y complementaria. “La operación, que se ha financiado a través de la línea de crédito renovable del Grupo Allfunds, generará beneficios por acción desde el segundo año y prevé que Allfunds alcance el control total en los próximos 3 a 5 años”, afirman desde la compañía.
Planes de negocio
Además de actualizar el estado de su operación con MainStreet, Allfunds ha querido adelantar unas pinceladas de los objetivos de crecimiento de su negocio. Por ejemplo, ha indicado que tiene previsto seguir realizando inversiones en “iniciativas de crecimiento a largo plazo”, incluido el desarrollo de su nueva plataforma de alternativas para acceder a los mercados privados, además de “la inversión orgánica continuada en ingresos por suscripciones, nuevas iniciativas, incluidos nuestros servicios ManCo -a través de nuestra sociedad gestora en Luxemburgo, que ofrece soluciones rentables para determinados procesos especializados- y nuestra tecnología blockchain”.
Según sus resultados preliminares, Allfunds recibió 55.000 millones de euros de flujos de nuevos clientes (migraciones) y 71 nuevos distribuidores, procedentes tanto de mercados centrales como de nuevos mercados en crecimiento. “La mayoría de estos clientes eran de tamaño medio y en torno al 34% de ellos procedían de otras plataformas o proveedores tradicionales. También conseguimos incorporar 132 nuevas gestoras de fondos a la plataforma, principalmente de Luxemburgo y el Reino Unido, ya que seguimos expandiéndonos en esos mercados”, señalan.
Por su parte, Juan Alcaraz, consejero delegado y fundador, ha indicado: «Con los mercados mundiales experimentando turbulencias extremas en 2022, Allfunds ha demostrado resistencia financiera, crecimiento e impulso. La capacidad recurrente de Allfunds para fortalecerse tras tiempos difíciles se debe en gran medida a nuestra capacidad para diversificar el negocio en términos de oferta de servicios, alcance geográfico y tipos de clientes, así como a nuestros clientes que aceleran la externalización de servicios de distribución de patrimonio a terceros. Para los clientes, seguimos siendo un socio de confianza y a largo plazo, sin que la volatilidad del mercado afecte al nivel y la calidad del servicio que les prestamos en todo el mundo. Estamos entusiasmados con el potencial que Allfunds tiene por delante, especialmente en el ecosistema digital mejorado que estamos construyendo para nuestros clientes. La prueba más fehaciente de nuestro compromiso sostenido con la satisfacción de las demandas de nuestros clientes y la aportación de valor a nuestros socios es el desarrollo continuo de nuestra plataforma. Esto queda patente en las inversiones orgánicas e inorgánicas que realizamos durante 2022, y en el nuevo objetivo que hemos establecido para mejorar nuestro mix de negocio a medio plazo. Por tanto, creemos que Allfunds seguirá siendo la WealthTech líder en el sector de la gestión de activos y la distribución de fondos”.
En un periodo como el actual, en el que existen altos niveles de incertidumbre, con una latente recesión, los inversores se encuentran en la búsqueda de instrumentos financieros que les brinden rendimientos superiores al promedio pero con protección ante la volatilidad del mercado.
Al cierre del mes de enero del año en curso la inflación se ubicó en una tasa anual del 6,4 %, más de lo esperado y solo ligeramente por debajo del ritmo del mes anterior (6,5%), lo que confirma la ralentización en el ascenso de los precios, si bien no al ritmo deseado, por lo que la Reserva Federal todavía no ha descartado la posibilidad de seguir subiendo las tasas, aunque puede que a un menor ritmo, ya que seguir empujando con niveles moderados podría desencadenar que EE.UU. entre en recesión.
De acuerdo a la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. (SEC) una nota estructurada se define como valores emitidos por instituciones financieras cuyos rendimientos se basan, entre otras cosas, en índices bursátiles, en un solo valor bursátil, una canasta de valores bursátiles, tasas de interés, materias primas y/o divisas. Por lo tanto, su rendimiento está «vinculado» al rendimiento de un activo o índice de referencia. Las notas estructuradas tienen un vencimiento fijo e incluyen dos elementos: un componente de bono y un derivado implícito.
Las notas estructuradas fueron introducidas en los Estados Unidos a principios de los ochenta y tomaron mayor notoriedad a mediados de los noventa como resultado de la crisis generada en los mercados de renta fija durante el año 1994, cuando la Fed subió las tasas de interés en 250 puntos básicos, generando fuertes pérdidas a administradores de fondos con posiciones en notas estructuradas emitidas por agencias.
De acuerdo a un informe de The Wall Street Journal, en EE.UU. se habían emitido unos 73.000 millones de dólares en notas estructuradas hasta noviembre del año pasado, con lo que se acercaba al récord de 100.000 millones de dólares de 2021.
Según Monex, los productos estructurados generalmente se crean para satisfacer necesidades específicas de inversionistas que no pueden cubrirse con los instrumentos financieros estandarizados disponibles en los mercados.
Habitualmente, los diferentes operadores del mercado suelen utilizar las notas estructuradas como:
una alternativa a la inversión directa
una parte de la asignación general de activos
una estrategia de reducción de riesgos en una cartera
Así como las acciones y los bonos sirven como componentes esenciales en la base de un portafolio bien diversificado, las inversiones en notas estructuradas pueden agregarse al portafolio de un inversionista para abordar un objetivo particular dentro de un plan de inversión.
Ante periodos de inflación, los inversores están colocando su mirada en las notas estructuradas, al ser un instrumento financiero que tiene el objetivo de obtener resultados por encima de la media gracias a la combinación de elementos tanto de la inversión fija como la variable. Es decir, si se utiliza correctamente, este instrumento puede llegar a ofrecer cierta protección frente a la caída en los activos en los que invierte.
Por lo anteriormente expuesto, la utilización de productos estructurados como vehículos de inversión puede proporcionar un sistema para regular la exposición al riesgo, haciendo posible adaptarlo al perfil del inversor, teniendo en consideración sus objetivos de rentabilidad.
Entendiendo como vehículo de inversión al mecanismo por el cual los inversores obtienen rendimientos, se puede catalogar a las notas estructuradas como uno de ellos, por ser instrumentos de inversión híbridos que permiten diseñar un portafolio hecho a medida, el cual puede contar con un capital garantizado.
Algunos especialistas opinan que las notas estructuradas en condiciones de incertidumbre pueden ayudar a mejorar la relación riesgo-rentabilidad, ya que pueden estar conformadas por una gran cantidad de activos. Asimismo, este instrumento facilita el acceso a determinados mercados o activos financieros que no tienen la suficiente transparencia, liquidez o accesibilidad.
Cómo hacerlo en 5 sencillos pasos:
En FlexFunds somos especialistas en la creación y emisión de vehículos de inversión a través de productos listados en bolsa (ETPs), para lo cual se ha diseñado un proceso de 5 pasos que lo simplifica:
Paso 1. Estudio personalizado y diseño del ETP:
Se realiza un detallado estudio y recopilación de datos de la estrategia de inversión deseada.
Paso 2. Due diligence y firma del engagement letter:
Una vez definida la estructura del producto, se realiza el due dilligence del cliente y el proceso continúa con la firma del engagement letter.
Paso 3. Estructuración del ETP:
Es en este paso se realiza el onboarding del portfolio manager y se revisan los documentos esenciales, tales como el “series memorándum”.
Paso 4. Emisión y listado del ETP:
La estrategia de inversión queda empaquetada como un bankable asset, gracias a la generación de un código ISIN que facilita su distribución.
Paso 5. El ETP está listo para su negociación a través de Euroclear:
Los inversores pueden acceder al ETP a través de sus cuentas de corretaje existentes desde gran número de custodios y plataformas de banca privada.
Gracias a las características de instrumentos como las notas estructuradas, FlexFunds es capaz de ofrecer soluciones innovadoras, personalizadas, que le pueden permitir diversificar su portafolio de inversión y facilitar el acceso a los inversores internacionales.
Columna de Emilio Veiga Gil, vicepresidente ejecutivo de FlexFunds
La pandemia trajo consigo un debate que sigue candente tres años después: la necesidad de revisar las condiciones laborales de los trabajadores, y no solo en lo relativo a los sueldos, sino también en aspectos como el teletrabajo. Con la reapertura de las economías y la vuelta a la normalidad, cabría pensar que este tipo de exigencias se han ido diluyendo, pero nada más lejos de la realidad: uno de los resultados de la Encuesta de Analistas de Fidelity International 2023 – que se publicará el mes que viene a partir de las respuestas de 152 analistas- subiere que las empresas se están comprometiendo con las iniciativas que surgieron en los últimos años o redoblándolas en un intento de mantener contento al equipo. Como muestra el gráfico adjunto, de hecho en algunos sectores el bienestar de los empleados y su salud mental continúan ganando importancia.
El por qué es “una cuestión espinosa”, explican los expertos de Fidelity Fiona O’Neill, Patrick Graham, Ben Traynor y Oliver Godwin-Brown. “La explicación más sencilla es que muchas compañías tienen años de experiencia en iniciativas como talleres de bienestar o programas de asistencia a empleados y en ventajas para empleados como suscripciones a gimnasios que promueven el bienestar físico y mental. A los empleados les gustan estas ventajas y se han convertido en apuestas que los empresarios ponen sobre la mesa, sin las cuales tendrán problemas para atraer o retener al personal”, detallan.
A esto se debe añadir, según el análisis a cuatro manos de Fidelity, que “el aislamiento social y el estrés que trajo el covid también hizo de la salud mental de los empleados un problema que requería gestión diaria y cambió la manera de relacionarse los directivos con los trabajadores”.
A partir de esta lectura de la encuesta, los expertos observan que “las empresas se aferran a lo que funciona y otras se suman a ello”, pero afirman que en otras partes de la encuesta “hay indicios de que también pueden estar en juego más motivaciones de tipo comercial”. Por ejemplo, explican que tanto en Europa como en Estados Unidos las empresas están teniendo que gestionar las peticiones de los empleados, después de un año de inflación alta.
Lo que muestra la encuesta de Fidelity es que “mientras que las presiones sobre costes no laborales se están desvaneciendo rápidamente, esto no pasa con los costes laborales”, por lo que aseveran que “la remuneración en especie pueda ser una manera de evitar que los salarios suban en espiral o que el personal abandone el barco”. Otro ángulo más prosaico de ver esto es que “se puede razonar que el alza en el coste de la vida ha creado más demanda de apoyo a la salud mental por parte de los empleados que tienen dificultad para llegar a fin de mes”.
A pesar de esta importancia creciente, los expertos consideran que es justo destacar que la encuesta refleja un año más que “el bienestar de los empleados todavía está muy abajo en la lista de prioridades de las empresas, por detrás de algunos obvios como la preservación o el crecimiento de ingresos o los costes de gestión”. Por sectores, los analistas de Fidelity que cubren el de tecnología se ponen a la cabeza de quienes esperan que este año se preste más atención al bienestar de la plantilla… aunque “no evitará que recorten puestos de trabajo, como se ha visto el mes pasado”.
“Las empresas se preocupan por mantener contentos a sus empleados, sobre todo en sectores que dependen en gran medida del capital humano, pero la cuenta de resultados siempre será, bueno, la cuenta de resultados”, concluyen desde Fidelity.
En plena necesidad por capear el impacto de la inflación en los ahorros, el interés de los españoles por las finanzas va en aumento. El 29% de los españoles desearía aumentar su nivel de conocimientos financieros, después de reconocer que cuenta con bajos conocimientos financieros. De ellos, el porcentaje se da entre las generaciones más jóvenes “Y” y “Z”, según se desprende de una investigación realizada a lo largo de 2022 por Pictet Asset Management a través de la consultora de investigación financiera FINER Finance Explorer.
Los resultados muestran que un 27% de encuestados españoles está muy interesado en finanzas, inversiones financieras y mercados de acciones, un porcentaje que, aunque alentador, es el más bajo de los países del estudio y está a años luz del 41% que presenta el Reino Unido. Las diferencias generacionales son evidentes en todos los países, ya que el porcentaje de interesados entre los de más edad, “baby boomers” y Generación “X”, es mayor que entre los más jóvenes. Además, un mayor porcentaje de inversores privados muestra mucho interés, mientras que los estudiantes de secundaria y universitarios, menos.
Los principales motivos de los españoles para incorporarse a un programa a fondo de educación financiera serían “aprender a ahorrar” y “proyecto de vida”, este último, precisamente, es el más escogido por las mujeres, así como por estudiantes de secundaria y universitarios.
Para 31% de encuestados españoles las redes sociales son el canal preferido a través del cual les gustaría involucrarse en asuntos relacionados con el ahorro, su gestión y las finanzas, seguido de webinars (23%) y televisión (21%), de manera similar a los demás países, excepto Reino Unido, donde destaca la prensa, que en España sería preferido solo para 9%. Finalmente, las “conferencias presenciales” son el canal con menor porcentaje de preferencias en todos los países.
Para un 33% de encuestados españoles, el principal obstáculo para estudiar asuntos de economía y finanzas es la falta de contenido o referencias, de manera similar al resto de países. Pero un tercio reserva se informa con periodicidad semanal sobre finanzas en España, un dato muy similar al de Italia o Francia.
Tanto en España como en Italia es mayor el porcentaje de los que considera que las instituciones del Estado son las más apropiadas para proporcionar apoyo para el conocimiento y el aprendizaje de asuntos relacionados con finanzas. Además, en todos los países es mayor el porcentaje de los que “confía mucho” en las instituciones del Estado respecto a bancos, aseguradoras, asesores o gestores de activos.
Una “alta confianza” en los consejos y sugerencias en línea es mayor en todos los países en cuanto a «amigos y personas que conozco», frente a “influencers” o blogs independientes que tratan asuntos relacionados con inversiones. En todos los países la confianza en blogs e “influencers” es muy baja entre inversores privados.
Al preguntar qué se entiende por las inversiones socialmente responsables en España es mayor el porcentaje de los que considera que se refiere únicamente a inversiones sociales y medioambientales, frente a incorporar además rentabilidad o tener preferencia por la rentabilidad.
Respecto a qué criterio pondrían por delante en inversiones sostenibles “ASG”, en todos los países es mayor el porcentaje que considera el medio ambiente, sobre todo en la generación más joven, seguido de aspectos sociales y en último lugar, la gobernanza. Es destacable que, en España, el 51% de los entrevistados considera primordial el medio ambiente, un porcentaje superior al que muestran el resto de países.
Gonzalo Rengifo, director de Pictet AM para Iberia y Latam, califica de «fantástico” el creciente interés por las finanzas, el ahorro y las inversiones. “A medida que Europa entra en crisis de inflación, el conocimiento de asuntos financieros es más valioso que nunca”, puntualiza el experto, que recuerda que Pictet AM cuenta con un blog, Pictet para ti, diseñado para profundizar en la educación financiera.
En Portocolom AV tenemos una bola de cristal en la sala de reuniones principal. Además del juego que da para romper el hielo, nos ayuda a recordarnos, a nosotros mismos y a nuestros clientes, que nuestra labor no consiste en adivinar qué nos deparará el futuro, sino en tomar decisiones informadas en base a los objetivos de rentabilidad–riesgo– impacto de nuestros clientes. Así que no vamos a aventurarnos a predecir cuáles serán las tendencias que dominen el sector en términos de sostenibilidad. Sin embargo, sí que, en base a la información con la que contamos, nos gustaría compartir las tendencias que vislumbramos a corto plazo.
Hay cinco grandes temas en torno a los cuales se generará un mayor debate y hará que surjan dudas ante las bondades de la sostenibilidad. Dudas que desde nuestro punto de vista no harán sino que el mercado salga más fortalecido a largo plazo:
En materia de regulación, durante el ejercicio en curso continuarán desarrollándose e implementándose los reglamentos de la UE relacionados con la taxonomía europea y con la divulgación de información relativa a la sostenibilidad (SFDR). Interesante será ver las diferencias entre las SFDR europea, británica y americana, ya que estos últimos han tenido la oportunidad de aprender de los errores de la UE y puede que incluso la regulación de esta última región se modifique y converjan.
Además, entra en vigor la Corporate Sustainability Reporting Directive (CSRD), de aplicación para empresas sujetas a la Non Financial Reporting Directive. Contrariamente a lo deseado, no esperamos que el reporte por parte de las empresas contribuya, al menos a corto plazo, a una simplificación del análisis de datos reportados ya que todavía no hay un consenso acerca de la homogeneización de los datos. Además, aquellas empresas con menor tamaño se verán en inferioridad de condiciones al no contar con los equipos adecuados para hacer frente al esfuerzo que supone este reporte. Es necesario que se establezcan mecanismos adecuados de auditoria de datos y no hay suficiente personal cualificado para esta tarea. Esperamos que la confusión continúe.
A finales de 2023 los bancos europeos deberán incluir los riesgos climáticos y medioambientales en su gobernanza, estrategia y gestión de riesgos. Interesante también el posicionamiento UE vs EE.UU., habiendo visto recientemente cómo las políticas de sus bancos centrales son muy diferentes: mientras que Jay Powell, presidente de la Fed afirma que los bancos centrales deben “ajustarse a su mandato y no desviarse persiguiendo beneficios sociales percibidos que no están estrechamente vinculados a nuestros objetivos legales.
No somos, ni seremos, guardianes del clima. Por su parte el BCE mantiene su compromiso de garantizar que todas las políticas del BCE estén alineadas con los objetivos del Acuerdo de París de limitar la temperatura global por debajo de 2ºC.
En cuanto a rentabilidades, creemos que continuará rompiéndose la tendencia que ayudaba a justificar que la sostenibilidad es rentable. Veremos un repunte en rentabilidades de determinados sectores más relacionados con la sostenibilidad, los cuales sufrieron mucho en 2022, combustibles fósiles, armamento o materias primas agrícolas podrían seguir con su comportamiento positivo. Invertir en empresas que hacen las cosas bien es rentable, pero como en cualquier inversión hay momentos que se ven menos favorecidas por el apetito inversor. Y no olvidemos que parte de los componentes relacionados con la sostenibilidad son intangibles o difícilmente cuantificables, pero no significa que no tengan valor económico. De hecho, más del 75% de la valoración de las empresas cotizadas es por los intangibles.
A nivel industria financiera, creemos que continuará la reclasificación de los fondos así como una suavización de los mensajes pro ESG tan extremos que hemos visto durante los últimos años. Esto será debido a una combinación de cumplimiento con la normativa, que sigue en evolución, una mayor presión social a verificar que hay coherencia entre lo que se dice y lo que se hace, y por el surgir de movimientos anti ESG. El debate surgido en EE.UU. entre los partidarios y los detractores de la inversión en base a criterios ESG se intensificará (ya son 18 estados los que han propuesto o aprobado legislación restringiendo la inversión de fondos públicos en activos ESG y comienzan a poner el foco en los proxy advisers) y se podría extender a Europa. Será el momento de posicionarse claramente en un lado de la balanza: si hay un compromiso real con la sostenibilidad tendrá que ser con todas las consecuencias. Esto también hará que veamos cómo algunas entidades deciden no seguir comprometidas con determinadas alianzas relacionadas con clima, derechos humanos, políticas de voto, etc.
Las acusaciones por Greenwashing continuarán y es muy probable que se extiendan a todos los ámbitos relacionados con la sostenibilidad. Esto hará que aumenten los riesgos de litigación y la proliferación de demandas por malas prácticas de comercialización de productos por parte de empresas y entidades financieras, y comencemos a escuchar cada vez más el término “greenhussing”, esto es, el temor a publicar compromisos de sostenibilidad por temor al cuestionamiento y a una “caza de brujas”.
Continuaremos viendo una proliferación de políticas de voto en las Juntas Generales de Accionistas en torno a aspectos ambientales, pero poco a poco se irá volviendo a poner el foco en aspectos clave como la gobernanza, los aspectos sociales y, por supuesto, por los financieros. Veremos qué nos depara el futuro, seguiremos trabajando en tomar decisiones informadas en lugar de frotando la bola de cristal!
Tribuna de Ana Guzmán, directora de Inversiones y de Impacto de Portocolom AV
Dejando atrás un 2022 aciago para los mercados de renta variable y renta fija (a modo indicativo[1], el índice global Investment Grade perdió un -16,69%; el índice global High Yield un -13,24% y el índice global de renta variable un -19,46%), el arranque de año ha sido especialmente positivo para los activos de riesgo. La mejoría en las perspectivas sobre la inflación y la esperanza sobre una consecuente respuesta menos hawkish por parte de los bancos centrales; la robustez de los indicadores macroeconómicos, especialmente en EEUU; la reapertura de la economía china y unos resultados empresariales en línea con las expectativas sin mostrar excesivos signos de preocupación, a excepción de algún caso concreto, parecen haber animado a la comunidad inversora.
No obstante, desde Tikehau Capital somos relativamente escépticos sobre este fulgurante comienzo de año. Bajo nuestro punto de vista, para que una recuperación sea sostenible en el tiempo pensamos que son necesarios tres factores: niveles atractivos de valoración; visibilidad sobre un rebote o recuperación económica y estabilidad en los tipos de interés.
En primer lugar, si echamos un vistazo al modelo de valoración del equipo gestor del fondo Tikehau International Cross Assets, observamos cómo los múltiplos ajustados al ciclo de la renta variable en EE.UU., a pesar de la corrección vivida durante el año pasado, se encuentra en su percentil 31% superior de los últimos 100 años[2]. Por su parte, creemos que los indicadores macroeconómicos todavía no han dado señales de alcanzar un “suelo” (especialmente en EE.UU.) y, por tanto, el potencial negativo con el deterioro de la macro sigue latente. Finalmente, las expectativas sobre la acción de los bancos centrales continúan revisándose prácticamente todas las semanas y, además, el quantitative tightening solo acaba de comenzar y debería aportar volatilidad al mercado de renta fija.
De este modo, desde Tikehau Capital pensamos que contar con flexibilidad para manejar la exposición a renta variable y renta fija se antojará clave para navegar un escenario cargado de incertidumbre. En ese sentido, bajo nuestro punto de vista, Tikehau International Cross Assets (InCA) se encuentra bien posicionado. InCA es un fondo mixto flexible moderado que invierte i) en renta variable con un sesgo quality en EE.UU. y Europa ajustando su exposición bruta a través de un modelo que toma en cuenta valoración y momentum de mercado; ii) en renta fija apoyándose en el equipo de 20 analistas de crédito de Tikehau IM y iii) en cash siempre y cuando el equipo gestor lo requiera en momentos de incertidumbre o si el valor relativo de ambas clases de activo está deteriorado.
En primer lugar, como adelantábamos, nuestra cartera de renta variable se compone de compañías de calidad que cotizan a precios razonables bajo nuestro análisis. En periodos de estrés en los mercados (GFC 2008/09 o covid), históricamente este tipo de compañías se han comportado de mejor forma. No obstante, aunque pueda parecer contraintuitivo, las compañías de calidad obtuvieron un rendimiento inferior al del resto del mercado en 2022, favoreciendo así nuestra tesis de inversión en este segmento de cara a este año.
Por su parte, teniendo en cuenta que el nivel general de valoraciones se mantiene elevado en términos históricos y que el momentum de mercado aunque haya mejorado permanece errático, mantenemos una exposición a renta variable cercana al 20%. De este modo, si el escenario evoluciona con rapidez, consideramos que contamos con la flexibilidad y la agilidad para reposicionar nuestra cartera.
La historia respecto a la renta fija es diferente. Tras un comportamiento históricamente negativo en 2022, el crédito ha recuperado fuertemente su binomio rentabilidad-riesgo. Como resultado, el equipo gestor de Tikehau International Cross Assets ha aumentado su exposición a renta fija desde el 0% a comienzos de 2022 hasta el actual 25%.
Para la construcción de la cartera, los gestores se han apoyado en el equipo de 20 analistas de crédito, seleccionando un mix de emisiones Investment Grade, High Yield y Non-Rated, donde se han centrado en un perfil con características operativas defensivas y fundamentales sólidos, es decir, compañías con la capacidad de navegar un entorno recesivo combinado con una subida de tipos de interés. Si echamos un vistazo a la cartera actual de renta fija, la yield-to-maturity se encuentra en 5,79%, para una duración de tipos de 0,89 años y un rating BB+[3].
En resumen, bajo nuestro punto de vista, InCA recoge algunas de las mayores convicciones de Tikehau IM a través de un formato mixto flexible moderado. Por un lado, una exposición contenida a renta variable compuesta por una cartera de calidad a precios que consideramos razonables, pero con coberturas sobre la exposición bruta hasta que el equipo gestor observe una mejoría en las valoraciones y el momentum. Y, por otro lado, una exposición a renta fija enfocada en emisores con fundamentales sólidos y un perfil centrado en el corto plazo de cara aprovechar la fuerte recuperación del valor relativo de la clase de activo durante 2022.
Columna de Christian Rouquerol, director de Ventas de Tikehau Capital Iberia
Notas:
[1] Fuente: Tikehau IM, Bloomberg – datos a 30/12/2022 [2] Fuente: Tikehau IM – datos a 20/02/2023 [3] Fuente: Tikehau IM – datos a 17/02/2023
Foto cedidaJosé Luis Jiménez, director general de inversiones de Mapfre.
Mapfre ha alcanzado la mayoría del capital de la boutique francesa de fondos de inversión, La Financière Responsable (LFR), con la compra de otro paquete accionarial del 26%, alcanzando así el 51% del capital. La compañía redobla así su apuesta por el mercado francés de fondos de inversión y, en concreto, por la inversión socialmente responsable (ISR).
El Grupo asegurador ya se hizo con el 25% a finales de 2017, en lo que fue la primera operación de una gestora española en una firma extranjera del sector, y, dada la buena evolución del acuerdo y el buen entendimiento entre ambas firmas, se ha decidido dar otro paso. “Desde 2017, hemos apostado por la inversión sostenible y LFR cuenta con una experiencia de casi 25 años en este segmento. En estos últimos cinco años, hemos lanzado productos ISR de forma conjunta, que cuentan con la peculiaridad de contar con una metodología propia para la selección final de los valores que forman parte de la cartera de los fondos, algo muy reconocido por nuestros clientes”, señala José Luis Jiménez, director general de inversiones de Mapfre.
Según destacan desde Mapfre, uno de los fondos estrella que ha surgido de esta alianza ha sido el fondo Inclusión Responsable y que ha sido puesto como ejemplo de buenas prácticas por la ONU. Se trata de un producto que incorpora en cartera a aquellas empresas más comprometidas con la inclusión laboral de personas con discapacidad. Otro ejemplo es el Mapfre AM Capital Responsable, otro fondo de inversión artículo 8 dentro de la categoría ESG (inversiones con criterios medioambientales, sociales y de gobernanza) y que acaba de recibir las cinco estrellas por parte de Quantalys, uno de los proveedores de análisis independiente más prestigiosos del mercado.
LFR, que tiene un patrimonio cercano a los 650 millones, va a continuar con la misma operativa con sus clientes y mantendrá la misma marca. En este sentido, la compañía reitera su confianza en los equipos actuales de LFR para seguir dotándose de mayor capacidad inversora y creciendo en el mercado europeo con inversores institucionales, AFIs y gestores patrimoniales.
“Desde 2017, los equipos de Mapfre y LFR se han ido conociendo para desarrollar una excelente relación y cooperación que benefician a los clientes de ambas compañías. Acogemos con gran satisfacción esta relación más estrecha, que constituye un paso muy importante para ampliar nuestra colaboración”, añade Olivier Johanet, Presidente de La Financière Responsable.
Con esta operación, Mapfre da un nuevo paso en la internacionalización en el negocio de gestión de activos, que canaliza a través de Mapfre AM. Por el momento, tenía capacidad de venta en España y Latinoamérica fundamentalmente (en Brasil cuenta con una firma propia, denominada MAPFRE Investimentos), aunque también tiene la segunda mayor sicav en Luxemburgo de una gestora española, con un patrimonio superior a los 1.200 millones, que le abre las puertas al resto de Europa. Además, cuenta con fondos registrados en Reino Unido y Malta y, ahora, potenciará la venta en el mercado francés.
Tras las turbulencias y la incertidumbre que caracterizaron 2022, acabamos de iniciar un 2023 en el que parece haber solo dos temas macro de interés, inflación y recesión, que alternan en prioridad casi a diario; el que domina, dicta la dirección del mercado esa jornada.
En los días en que la inflación lidera la narrativa, los tipos de interés a corto plazo suben y el sentimiento de riesgo se fortalece, con la renta variable y el riesgo de alto rendimiento rindiendo con la esperanza de un aterrizaje económico suave en Estados Unidos. Cuando son los temores de recesión los que se imponen, domina el ánimo de aversión al riesgo y, por lo general, los tipos de interés bajan, los bonos del Estado rinden y la renta variable y los diferenciales de alto rendimiento se venden.
Los fundamentales solo sirven hasta cierto punto, ya que los participantes en el mercado esperan la próxima noticia económica o indicación de la dirección de los bancos centrales para marcar el tono de la negociación del día. Esta alternancia entre los factores macroeconómicos dominantes pone de relieve lo incierto y altamente orientado a los datos que se ha vuelto el mercado.
Un contexto en el que los datos débiles indican que estamos más cerca de un cambio en la dirección de la política de la Reserva Federal, pero también significa que el rendimiento de las empresas probablemente se debilitará. Por el contrario, los datos positivos indican un menor riesgo de recesión, pero también aumentan el riesgo de que la inflación se mantenga obstinadamente alta y, por tanto, que la Fed deba seguir subiendo los tipos para controlarla.
Asistimos a un panorama macro que esperamos siga siendo muy cortoplacista y atravesando turbulencias. Estar en sintonía con los datos y responder a ellos es lo que marcará la diferencia entre los inversores de éxito y los rezagados.
Gracias a una continua actualización y puesta en común de los datos macro del mercado, en Mirabaud estamos en condiciones de afirmar que los bonos de alto rendimiento ofrecen en estos momentos una muy buena oportunidad, un bajo riesgo por lo que respecta a los tipos de interés y en un contexto en que esperamos que las tasas de impago se mantengan por debajo de la media. Esta clase de activos está llamada a ofrecer buenos resultados hasta el final del ciclo, con la posibilidad de obtener rendimientos superiores a largo plazo.
El primer factor que nos hace ser positivos es el de los niveles de rendimiento y los diferenciales. Normalmente, cuando los rendimientos superan el 8% en el universo del alto rendimiento, la clase de activos ofrece rentabilidades positivas a 12 meses vista. Cuando superan el 9%, las rentabilidades a plazo suelen ser elevadas. Los diferenciales del índice ICE BofA Global High Yield se sitúan actualmente entre 450 y 500 puntos básicos. En una recesión típica, esperaríamos ver amplios de alrededor de 700 puntos básicos. Las previsiones económicas y nuestra hipótesis de base apuntan a una recesión mundial más breve y menos profunda, en la que la ampliación de los diferenciales debería ser relativamente limitada y, desde luego, mantenerse por debajo de 700 puntos básicos. También tenemos un componente de tipos de interés gubernamentales más alto que en ciclos anteriores y cualquier ralentización lo comprimiría, compensando parte de este endurecimiento. Si se produce un aterrizaje suave, los diferenciales podrían volver a los niveles previos a la crisis de 300-350 puntos básicos.
Otro aspecto fundamental es el de la calidad del crédito. La incertidumbre económica inducida por la pandemia empujó a las empresas a gestionar de forma conservadora sus balances, lo que se tradujo en una mejora de la base de costes y un mayor enfoque en el apalancamiento y la generación de flujo de caja. Las empresas más débiles del universo incurrieron en impago durante 2020 y 2021, y las que quedaron representaban en gran medida empresas de buena calidad y bien gestionadas que pueden soportar una ralentización del crecimiento. Más de la mitad del universo mundial de alto rendimiento tiene calificación BB, con algunos ángeles caídos -nombres con grado de inversión- que han entrado en el mercado.
Un tercer factor clave es la madurez. Sólo el 17,5% del mercado vence antes de 2025. No se vislumbra un gran muro de vencimientos, ya que las empresas se han refinanciado para aprovechar los años de tipos bajos, ampliando sus fechas de vencimiento. Esto significa que la mayoría no se verá obligada a refinanciar a los elevados tipos actuales. A todo esto se suma que las tasas de impago se acercan a mínimos históricos y deberían mantenerse por debajo de la media hasta finales de 2023.
A grandes rasgos, la ralentización de la economía actual crea un entorno de mercado único en el que, incluso con recesión y unos diferenciales más amplios, se pueden generar rendimientos positivos en High Yield.
En este sentido, en Mirabaud optamos por la renta fija flexible para captar más alfa mediante la búsqueda activa de oportunidades de alto rendimiento en todo el mundo. Favorecemos un enfoque global sin restricciones y agnóstico de los índices de referencia para identificar las mejores oportunidades en todo el universo de inversión en cualquier entorno macroeconómico. Aumentamos la calidad crediticia dentro de la cartera, favoreciendo a las grandes empresas líquidas con la agilidad operativa necesaria para salir airosas de una desaceleración económica. Creemos que las valoraciones de estas empresas son lo suficientemente atractivas como para que no necesitemos extendernos a áreas del mercado con calificaciones inferiores.
Nuestra estrategia Mirabaud – Sustainable Global High Yield Bond se sitúa cerca del 60% en bonos de alta calidad (BB y superiores) frente al cerca del 40% en que estábamos a principios de 2022. Esperamos que el rendimiento de los bonos con calificación CCC se deteriore a medida que la economía se ralentice y surta efecto la mayor carga de intereses. También estamos aumentando la duración para prepararnos para el final del ciclo de subidas de tipos y el pico de inflación.
En el mercado actual, incierto e impulsado por los datos, adoptar un enfoque activo y flexible como el que aplicamos en nuestro fondo Sustainable Global High Yield Bond nunca ha sido tan importante para generar rentabilidad.
Columna de Andrew Lake, responsable de Renta Fija en Mirabaud Asset Management