La Comisión Europea planteó, el pasado 14 de septiembre, una consulta sobre la futura revisión del reglamento de divulgación de las finanzas sostenibles (SFDR, en siglas inglesas). La intención de la consulta, según este organismo, es evaluar de forma integral el marco normativo del SFDR para detectar posibles deficiencias, sobre todo centradas en la seguridad jurídica, la utilidad del reglamento, y su capacidad para contribuir a la prevención del «greenwashing» o «blanqueo ecológico», según analiza el despacho finReg360.
Esta consulta estará abierta hasta el 14 de diciembre y se podrá participar a través del portal web de la Comisión Europea.
finReg ha resumido en un informe las principales cuestiones planteadas.
Eficacia de los requerimientos actuales del SFDR
En esta sección, la Comisión pretende evaluar las respuestas de los participantes para detectar en qué medida consideran que este reglamento está cumpliendo sus objetivos de manera eficaz y eficiente, y sus opiniones sobre posibles deficiencias en la aplicación del reglamento. Dicho de otro modo, la Comisión se refiere a los problemas que las partes interesadas pueden haber encontrado en los conceptos utilizados en el reglamento y con su aplicación.
Interacción con otras normas sobre finanzas sostenibles
Dada la alta conexión del SFDR con otras normas sobre finanzas sostenibles, la consulta pretende recabar las opiniones de las partes interesadas sobre la interacción, y las posibles incoherencias o desajustes entre ellas.
Posibles cambios en los requisitos de divulgación para los participantes en los mercados financieros
En esta sección se distingue la divulgación de información de sostenibilidad referida a la entidad, en la que se cuestiona la adecuación de algunas medidas de divulgación actuales, y al producto, para analizar la posibilidad de cambios en la divulgación de información relacionada con este y la posible relación entre las categorías y la divulgación de esa información.
Posible sistema de categorización de productos financieros
El uso de los artículos 8 y 9 del SFDR como «etiquetas» de los productos financieros denota la demanda en el mercado de herramientas para comunicar las características de los productos financieros.
Por ello, la Comisión Europea busca opiniones sobre las ventajas de definir categorías de productos sostenibles y cómo debería plantearse su funcionamiento.
Foto cedidaAna Espárrago, socia responsable del Departamento de Desarrollo Corporativo y M&A de LIFT.
LIFT Asset Management, una de las firmas independientes de asesoramiento y gestión de inversiones de mayor crecimiento en España de los últimos cinco años, ha anunciado el nombramiento de Ana Espárrago como socia del grupo. Ana Espárrago será la socia responsable del Departamento de Desarrollo Corporativo y M&A de la firma y formará parte del Comité de Socios de la compañía.
Desde este departamento se impulsa el crecimiento orgánico del grupo dentro de sus tres áreas de inversión (activos cotizados, inmobiliario y private equity), así como del crecimiento vía fusiones y adquisiciones analizando la integración de gestoras con profesionales de reconocido prestigio que quieran formar parte de un proyecto de alto crecimiento.
Este nombramiento potencia la estructura directiva de LIFT y la firme apuesta del grupo por el crecimiento orgánico e inorgánico de cara a cumplir el plan estratégico establecido el año pasado. Ana Espárrago participará, junto con el CEO y los socios de las diferentes divisiones que engloban LIFT, en la definición e implantación de la estrategia del grupo.
En palabras de Francisco López Posadas, CEO de LIFT Asset Management, «este nuevo nombramiento responde a los retos que plantea nuestro crecimiento donde todos los socios de la firma trabajarán de forma conjunta poniendo énfasis en el impulso a los valores de excelencia, la independencia en el asesoramiento y el servicio a los inversores, así como en la búsqueda de las mejores rentabilidades de la industria en las diferentes áreas de inversión de LIFT».
Asimismo, desde LIFT se hace mención a la promoción interna que este nombramiento supone, y que pone de manifiesto la apuesta que tiene por todos los miembros de su equipo actual.
Ana Espárrago se incorporo a LIFT en marzo de 2022 para crear el departamento de Desarrollo Corporativo y M&A de LIFT y previamente había trabajado para firmas como PwC, BDO en las oficinas de España y USA, y en el área de Diversificación en Mutua Madrileña.
Foto cedidaMohammed Kazmi, economista jefe del equipo de renta fija de UBP.
El actual entorno macroeconómico, centrado en la preocupación por el crecimiento, aconseja mantener carteras más equilibradas tanto de riesgo de crédito como de mayores niveles de duración de tipos de interés, pero aún presenta muchas oportunidades en renta fija, incluyendo los bonos AT1, el high yield a través de índices de CDS y los bonos flotantes IG de alta calidad, señala en una entrevista Mohammed Kazmi, gestor de carteras y economista jefe del equipo de renta fija de Union Bancaire Privée (UBP) .
En una presentación en junio en Madrid, sus analistas hablaron de un punto de inflexión y de un cambio de régimen en el que el foco en la inflación ha dejado paso a la preocupación por la desaceleración económica. ¿Cuál es su visión al respecto para el último trimestre de 2023?
Creemos que este cambio de régimen hacia la preocupación por el crecimiento debería progresar a medida que nos adentramos en el último trimestre del año. El proceso de desinflación ha comenzado claramente a escala mundial, tras haber superado el máximo tanto de la inflación general como de la subyacente, y prevemos que continúe gradualmente hasta finales de año, especialmente en el caso de la inflación subyacente.
En cuanto al crecimiento, observamos que el endurecimiento de la política económica se está transmitiendo a la economía real. Esto se ha observado sobre todo en la eurozona, como pone de manifiesto la reciente debilidad de los índices PMI. Sin embargo, incluso en los Estados Unidos, donde el crecimiento ha sido mucho más resistente, estamos empezando a ver una cierta relajación del mercado laboral que debería ayudar a limitar el crecimiento salarial y, en última instancia, la inflación.
¿Qué implican estas perspectivas para las carteras?
Estas dinámicas deberían permitir que la atención del mercado siga centrada en el crecimiento, lo que significa que es una oportunidad atractiva para mantener la duración de los tipos de interés en las carteras, especialmente hacia la parte delantera de las curvas de tipos, donde observamos un significativo endurecimiento, como ya ocurre en el precio. Desde el punto de vista de la construcción de carteras, creemos que tiene sentido mantener carteras más equilibradas tanto de riesgo de crédito como de mayores niveles de duración de tipos de interés.
En particular, y a diferencia de lo observado en 2022, pensamos que la exposición a la duración podría proteger las carteras frente a cualquier perturbación del crecimiento, especialmente a medida que las subidas aplicadas por los bancos centrales empiecen a repercutir en la economía real. Esto se observó claramente durante la crisis bancaria regional de EE.UU. a finales del primer trimestre, en la que la tensión del sistema bancario impulsó una importante demanda de deuda pública dada la incertidumbre con respecto al impacto que tendría en las perspectivas de la política monetaria.
¿Qué efectos puede tener sobre esta cuestión la decisión adoptada la semana pasada por el BCE?
La decisión ha reafirmado nuestra opinión de que ya hemos superado el punto álgido de la política monetaria hawkish de los bancos centrales. Aunque el tipo principal subió al 4,5%, enviaron un mensaje más equilibrado, insinuando que esto podría representar el final del ciclo de subidas, ya que la declaración decía que los tipos han alcanzado niveles que, mantenidos durante un periodo suficientemente largo, contribuirán de manera sustancial a que la inflación vuelva a situarse en el objetivo en el momento oportuno.
Con el proceso de desinflación en marcha, esto significa que los tipos reales van a seguir subiendo desde los niveles actuales, incluso con tipos sin cambios. Dado que la política monetaria funciona con retraso y que tanto la Reserva Federal como el BCE han declarado que la política se encuentra en territorio restrictivo, creemos que nos encontramos en la fase en la que desean supervisar el impacto de su política restrictiva en la economía real.
2023 marcó el regreso de la renta fija, pero se trata de un mercado muy amplio y diverso. ¿Cuáles son los sectores que UBP considera más atractivos en los próximos meses?
El “sell-off” de tipos y diferenciales en 2022 supuso la creación de mucho valor en todo el espectro de la renta fija, y gran parte de este valor sigue vigente hoy en día. Actualmente tenemos preferencia por los segmentos de mayor rentabilidad del mercado. Esto incluye el mercado de AT1, en el que creemos que se han realizado progresos significativos desde la volatilidad en torno a Credit Suisse en marzo, que justifican una asignación en las carteras actuales, especialmente dadas las atractivas valoraciones. Últimamente hemos asistido a avances normativos positivos para este segmento del mercado: los grandes bancos europeos han rescatado en general sus bonos AT1 este año y se ha producido el retorno de la oferta al mercado, lo que pone de relieve la actual demanda de los inversores.
También nos sigue gustando el high yield a través de los índices de CDS, dado que cotizan actualmente a bajo precio respecto al mercado de bonos al contado y con unos fundamentales de alto rendimiento intactos para esta fase del ciclo. Una asignación al high yield también encaja con nuestro escenario base de “aterrizaje suave”.
Por último, seguimos pensando que una asignación a bonos flotantes IG de alta calidad es una buena solución para las carteras más conservadoras, en las que las curvas de rendimiento invertidas han supuesto que el rendimiento sea elevado a pesar de que se haya asumido poco o ningún riesgo de tipos de interés.
¿Qué estrategias específicas de UBP considera mejor posicionadas en este contexto y por qué?
La estrategia High Yield Global está bien posicionada dada nuestra visión positiva hacia el high yield, y concretamente a través de los índices de CDS, que son atractivos desde una perspectiva de valoración, a pesar de tener una liquidez más fuerte en relación con el mercado de bonos al contado. Nuestra versión de duración ampliada del fondo se ajusta a nuestra opinión de mantener carteras más equilibradas tanto en riesgo de crédito como en duración de tipos de interés y ofrece una rentabilidad del 9,3%.
La estrategiaMedium Term US Corporate Bond es nuestra solución de grado de inversión que mantiene tanto el riesgo de tipos de interés como el de crédito IG, con la idea de construir carteras equilibradas. En lugar de ser un fondo IG para todos los vencimientos, se centra en la parte de la curva comprendida entre 1 y 10 años y, como tal, creemos que está bien posicionada y protegida frente a un movimiento de inclinación de la curva en los tipos, como es típico al final de los ciclos alcistas.
Nuestra estrategia en bonos híbridos ofrece una exposición diversificada al mercado AT1. Al margen de los aspectos específicos del mercado AT1 mencionados anteriormente, creemos que el sector financiero seguirá siendo uno de los principales beneficiarios del entorno de mayor inflación y tipos más altos, como se ha observado en la última ronda de resultados.
La estrategia Dynamic US Dollar Bond focalizada en bonos de tipo flotante IG de alta calidad. Seguimos considerando este segmento del mercado como una solución alternativa atractiva para la gestión de tesorería, con una rentabilidad actual del 6,5% y con la improbabilidad de que los bancos centrales bajen los tipos tan rápido como los subieron, lo que mantiene a este segmento del mercado como una asignación interesante.
Algunos expertos han expresado recientemente su preocupación por la posibilidad de que las tasas de impago de las empresas acaben siendo más elevadas de lo estimado, lo que afectaría al crédito corporativo. ¿Qué opina al respecto?
Los fundamentos de los créditos high yield (BB y B en su mayoría) son sólidos, ya que el apalancamiento es bajo y la cobertura de los tipos de interés se encuentra en máximos históricos gracias al periodo de tipos bajos, por lo que es poco probable que veamos muchos impagos. Los CCC, sin embargo, corren más riesgo, ya que suelen tener bajos ratios de cobertura de intereses.
Pensamos los bonos con calificación BB son oportunidades atractivas de renta fija dado su alto nivel de rentabilidad histórica, junto con un perfil de volatilidad que se alinea con los BBB, una calificación de grado de inversión. Además, hemos observado que el ciclo de impago del alto rendimiento mundial tiende a estar bien correlacionado con el crecimiento del PIB nominal mundial, que se espera que siga siendo sólido en los próximos años. Como tal, y dada nuestra visión de “aterrizaje suave”, esperamos que el entorno de bajas tasas de impago se mantenga intacto.
Gescooperativo, la sociedad de inversión colectiva del Grupo Caja Rural, ha elaborado una guía en la que analiza las diferentes estrategias de inversión que aplican los profesionales de las gestoras para intentar batir en cada momento la rentabilidad de los mercados de referencia y poder satisfacer así los objetivos que persiguen los clientes.
Términos como value invest, growth invest o momentum invest hacen referencia a la filosofía que adoptan los gestores de cara a seleccionar los productos que van a incluir en cada fondo de inversión.
Mientras que el value consiste básicamente en identificar empresas infravaloradas en el mercado y adquirir sus acciones a un precio inferior a su valor intrínseco estimado, el growth se centra en empresas con un alto potencial de crecimiento tanto en sus ingresos como en beneficios. Y a diferencia de estas dos estrategias, el momentum invest se basa más en aprovechar la tendencia de una compañía. En este caso, el inversor espera que el rendimiento de una acción en el pasado, que puede ser tanto alcista como bajista, se mantenga en el corto plazo. “Es, por tanto, una estrategia que se fundamenta más en el análisis técnico, más atento a los movimientos del precio”, señalan desde Gescooperativo.
Diferencias entre pequeñas y grandes gestoras
Aunque lo normal es que se empleen todas las herramientas a la hora de seleccionar los activos en los que invertir, sí se aprecian, a juicio de los expertos de Gescooperativo, algunas diferencias entre grandes y pequeñas gestoras.
“Mientras que las pequeñas, con un reducido número de fondos bajo gestión, tienden a especializarse en una única estrategia, optimizando sus resultados cuando las condiciones de mercado le son favorables, entre las grandes lo habitual es que empleen varias las estrategias, y eso es lo que les permite adaptarse mejor a las diferentes condiciones de mercado”, subrayan.
Cómo se asignan los activos de un fondo
Para llevar a cabo la asignación de activos dentro de un fondo, los gestores realizan un análisis exhaustivo de diferentes factores. En primer lugar, definen el perfil de riesgo del fondo; es decir, establecen la política de inversión que se ha decidido que tenga a lo largo de su vida (porcentaje máximo de la renta fija o variable, calidad crediticia de la renta fija, geografía, volatilidad, etc.). Se trata de un ejercicio que limita de entrada el universo de activos que podrían seleccionarse. Además, es necesario estudiar meticulosamente las condiciones del mercado, no solo las actuales, sino su posible perspectiva, con el fin de posicionar la cartera.
A partir de este punto, la tarea consiste en seleccionar aquellas empresas que encajan en las condiciones del fondo. Para ello, los gestores recurren al análisis fundamental, lo que implica mantener reuniones con las empresas, valorar sus activos y realizar proyecciones de resultados. “El objetivo, explican desde Gescooperativo, es conseguir una correcta diversificación de los activos, lo que implica sobreponderar unos e infraponderar otros.
A pesar de que “beneficios pasados no garantizan beneficios futuros”, como se recuerda en los contratos que firman los inversores cuando suscriben un producto financiero, lo cierto es que el análisis del desempeño de un fondo en el pasado permite a los gestores extraer valiosas enseñanzas acerca de las estrategias que han funcionado. “Es cierto que tendrían que darse unas condiciones similares para que de la aplicación de una misma estrategia se deriven los mismos resultados, pero las experiencias pasadas ayudan a ajustar las decisiones, analizando posibles errores y aciertos pasados”, señalan desde Gescooperativo.
Reconocen además en la gestora que saber que un fondo ha superado a su benchmark, es decir, al rendimiento del índice de referencia, es importante, y aporta un plus de confianza al inversor sobre la profesionalidad del equipo gestor.
Diversificación: la clave
A juicio de los analistas y estrategas de Gescooperativo, la estrategia más adecuada en la actual coyuntura económica y financiera a escala global sería la diversificación. Alternar entre las estrategias disponibles y poner el foco en diversas regiones, industrias y tipos de activos.
“Lo más importante a la hora de definir una estrategia es la gestión activa para la rápida adaptación a las condiciones del mercado, y mucho más ahora, cuando estamos inmersos en unas circunstancias cambiantes que exigen de los gestores una capacidad de adaptación muy rápida”, concluyen.
Durante este año Ibercaja ha incorporado a 250 nuevos profesionales, ayudando a reforzar tanto a los equipos de la red de oficinas, como a áreas especializadas de los servicios centrales y de las sociedades del Grupo Financiero en ámbitos como la transformación digital, la ciberseguridad, el análisis y predicción del mercado o el marketing digital.
La necesidad de una atención más especializada a los clientes y un entorno cada vez más tecnológico y digital requiere a la entidad financiera contar con equipos multidisciplinares. A las titulaciones más típicas del sector, como Administración de Empresas, Economía y Derecho, Ibercaja está sumando otras como Matemáticas, Físicas, Informática e Ingeniería, que permiten diversificar los entornos profesionales.
En esta línea, el banco ha formalizado en el curso del año 100 nuevas contrataciones indefinidas a profesionales que tenían una vinculación laboral previa y continuará, en los próximos meses, incorporando nuevos profesionales. Todo ello contribuirá, según la entidad, a continuar con el avance transformador que se está produciendo en todos los ámbitos de la organización.
En paralelo, dentro de su compromiso con el talento interno, Ibercaja está desplegando un exhaustivo programa de formación y liderazgo que permite adecuar el desarrollo profesional de sus equipos con la evolución que se está produciendo.
El Grupo Ibercaja está integrado por 4.909 profesionales.
Los retrasos en la formación de un nuevo Gobierno tras las elecciones no concluyentes de julio podrían ralentizar el desembolso de fondos de la UE, que constituyen un importante catalizador para nuevos proyectos de inversión, lo que frenaría el crecimiento económico y presionaría las finanzas públicas.
Para España (A-/Estable) es crucial que la inversión se desbloquee para lograr un crecimiento y un empleo sostenibles. La formación de capital fijo se ha estancado, con lo que ha quedado rezagada con respecto al resto del sur de Europa, especialmente Italia (BBB+/Estable) y Portugal (A-/Estable) (Gráfico 1).
El riesgo es que esto limite las perspectivas de crecimiento a largo plazo de España. El escaso nivel de inversión del país explica en parte el mediocre mercado laboral. El desempleo del 12,8% en el primer trimestre de 2023 era más del doble de la media de la eurozona y se comparaba con el 11,8%, el 7,8% y el 6,9% de Grecia, Italia y Portugal, respectivamente.
Gráfico 1. Inversión (formación bruta de capital fijo) en España, Portugal, Grecia Italia, 2019-2022
Fuente: Eurostat, Scope Ratings
España sufre las consecuencias del prolongado desapalancamiento empresarial
El largo periodo de desapalancamiento experimentado por el sector privado tras la crisis financiera mundial de 2008-2009 ha frenado la inversión, aunque el saneamiento de las finanzas de las empresas y los hogares es visible en la mejora de la balanza por cuenta corriente y la posición de inversión internacional neta (PIIN).
En la última década, la balanza por cuenta corriente pasó de registrar déficits recurrentes a presentar un superávit del 0,5% del PIB en 2022, un cambio significativo respecto al déficit del 9,4% de 2007 (Gráfico 2).
La posición de inversión internacional neta (PIIN) negativa de España, también ha mejorado hasta el 61% en 2022 desde alrededor del 85% del PIB en 2007, impulsada en parte por el desapalancamiento externo, el aumento del ahorro y una inversión más eficiente, especialmente en el sector energético. España se ha hecho menos dependiente del capital extranjero.
Gráfico 2: Balanza por cuenta corriente (izda.), PIIN (dcha.) para España, Portugal, Grecia, Italia, 2007-2022
Fuente: Eurostat, Scope Ratings
Otras tendencias cíclicas y estructurales frenan la inversión
Esperamos que la tendencia positiva de la balanza por cuenta corriente de España persista, gracias al floreciente turismo interno y a la expansión de los proyectos de energías renovables, respaldados por una amplia capacidad de este tipo de energías.
Sin embargo, el endurecimiento de la política monetaria y el aumento de los intereses suponen un nuevo freno para la inversión del sector privado, al incrementarse los costes de los préstamos. La reticencia de las empresas a invertir se refleja en la de los hogares, que tienen presente el impacto económico de la pandemia, el aumento del coste de la vida y, posiblemente, la creciente ansiedad por los ingresos de jubilación a medida que envejece la población española.
El papel de la inversión pública y el desembolso de los fondos de la UE adquieren una importancia adicional en el contexto de estos impedimentos cíclicos y estructurales a la inversión del sector privado, aunque no puedan sustituirla totalmente en términos de creación de empleo e impulso del crecimiento a largo plazo.
España ha recibido hasta la fecha 37.000 millones euros de los 164.000 millones asignados a los fondos de recuperación de la UE (el 12,4% del PIB de 2022, incluidos 77.200 millones de euros de subvenciones y 84.000 millones de préstamos), lo que indica que queda mucho trabajo por delante para aplicar la estrategia de inversión, para la cual un consenso político amplio será probablemente un componente crucial.
Dado que ni el presidente del Gobierno socialista en funciones, Pedro Sánchez, ni el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, tienen posibilidades claras de formar una mayoría parlamentaria, existe el riesgo de un bloqueo político prolongado que frene el despliegue de los fondos de la UE y la reforma fiscal y económica estructural. Si ello condujera a un crecimiento más lento de lo previsto, complicaría los esfuerzos del Gobierno por mejorar las finanzas públicas.
El cumplimiento de las normas revisadas de la UE puede poner a prueba los planes de saneamiento presupuestario de España
Esperamos que la Comisión Europea adopte normas fiscales revisadas a finales de año que serán menos estrictas en cuanto al calendario y la senda para alcanzar los objetivos fiscales. Esto refleja el reto común devarios Estados miembros de la UE, entre ellos España, Francia y Bélgica, de reducir los déficits por debajo del 3% del PIB.
Aun así, para ajustarse a las reactivadas normas fiscales de la UE el año próximo, es crucial una política fiscal prudente. En 2022, el déficit fiscal de España se redujo al 4,8% del PIB desde el 6,8% de 2021. El aumento del gasto social y sanitario pondrá a prueba la consolidación fiscal. Proyectamos un déficit del 4,4% del PIB en 2023 y del 3,2% en 2024, reduciéndose más lentamente que las estimaciones del gobierno (3,8% y 3,0%), suponiendo que no haya esfuerzos adicionales de consolidación.
El ratio deuda/PIB de España disminuirá gradualmente hasta alcanzar el 108% a finales de 2024, desde el 113% de 2022, en línea con las previsiones para Francia (112%), Bélgica (108%) y Portugal (103%), pero por debajo de Italia (141%), siempre que el crecimiento del PIB no decepcione.
Tribuna de Jakob Suwalski y Alessandra Poli, analistas de calificaciones soberanas y del sector público de Scope Ratings.
Como decía un anuncio de una tarjeta de débito, “hay cosas que no tienen precio”. Al igual que hacer deporte no tiene por qué implicar un desembolso económico (la opción sería salir a caminar o correr frente a quedarse en casa en el sofá viendo la tele), en el mundo de las inversiones, invertir incluyendo criterios sociales no implica tener que pagar un precio; no implica renunciar a obtener una rentabilidad financiera menor por nuestra inversión.
Es cierto que 2022 fue un año complicado para los fondos registrados como artículo 8 o 9 del Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR). La postpandemia, con las distorsiones en las cadenas de suministros, los fuertes desajustes oferta-demanda por la explosión del consumo y la guerra de Ucrania, entre otros, hicieron que entre los activos con mejor desempeño no estuvieran aquellos que estos fondos sostenibles tienen en su radar inversor.
También es cierto que analizar la ingente cantidad de datos que existen de las empresas, definir cuáles incluir y cuáles no, estandarizar un modelo para medir estos parámetros sociales y poder tener así unos criterios sólidos y eficaces de selección de compañías, es una ardua tarea, costosa en tiempo y dinero.
Por ello, es un factor diferencial contar con la experiencia de un equipo con una amplia trayectoria en sostenibilidad ya que supone una importante ventaja competitiva a la hora de identificar métricas, interpretar los datos y llevar a cabo un proceso cuantitativo y cualitativo robusto que garantice que las empresas en las que invertimos tienen realmente una contribución social y ésta es medible y cuantificable.
Desde Finaccess identificamos empresas con unos sólidos fundamentales, valoraciones atractivas, generadoras de caja, con balances saneados, buenas perspectivas de negocio y equipos directivos de calidad, que además tienen un impacto en la mejora de la salud y el bienestar, o bien contribuyen a aumentar el acceso a una educación de calidad y para todos, o reducen las desigualdades y/o contribuyen al desarrollo de ciudades y comunidades sostenibles.
Los temas sociales como la diversidad, la igualdad e inclusión, la responsabilidad de los productos, las prácticas responsables transparentes, etc. contribuyen a que las empresas tengan una mejor valoración por parte de sus empleados, sus proveedores y los consumidores. Tener estos factores en cuenta impulsa que a medio y largo plazo estas empresas tengan mejor imagen de marca, más rentabilidad y sean más competitivas y estables pues en general tienen menos riesgos regulatorios y económicos.
Finaccess Compromiso Social Europa tiene el foco en buscar empresas que con sus productos y/o servicios contribuyan a varios objetivos sostenibles, enfocados en el ámbito social, que presenten unos elevados estándares y compromisos sociales en sus prácticas empresariales, respetando a la vez unos umbrales mínimos en temas medioambientales y de gobernanza.
Ejemplos de ello son:
Invertimos en negocios cuyos productos mejoran la calidad de vida de las personas, por ejemplo, en el ámbito de la salud con equipos médicos que permiten realizar operaciones menos invasivas para el paciente, reduciendo los periodos de recuperación.
Invertimos en empresas que contribuyen al desarrollo de ciudades más sostenibles mediante el desarrollo y diseño de soluciones que permitan una mayor seguridad y sostenibilidad en los hogares, ciudades más eficientes desde un punto de vista energético y de movilidad.
Invertimos en empresas que conceden microcréditos que favorecen la creación de nuevas empresas, así como en las que a través de la digitalización facilitan el acceso a los servicios bancarios.
Invertimos en empresas que gracias a la transformación hacia nuevos formatos digitales y el desarrollo de la tecnología en torno a la lectura hacen posible que se amplíe la posibilidad de acceder a contenidos educativos de manera más sencilla y adaptada a las necesidades de las personas.
Pero todo ello no sería posible sin el jugador principal: el inversor que pone en valor el potencial económico de las empresas y el valor del impacto social. Cómo invertimos dice algo de nuestra forma de ser y pensar. Por ello, integrar la sostenibilidad en nuestra planificación financiera puede ser nuestro granito de arena para conseguir generar un impacto positivo en las personas, reducir las desigualdades y mejorar la sociedad en la que vivimos.
Columna de Pilar Bravo, directora de desarrollo de negocio Finaccess Value AV
La plataforma wealthtech B2B Allfunds ha anunciado que la gestora global de activos BlackRock se ha sumado al Allfunds Private Partners Programme (APP). Lanzado en julio, el programa APP se centra en mejorar el acceso a fondos del mercado privado y proporcionar a las gestoras de activos la oportunidad de ofrecer sus productos a través de la amplia red de distribución de Allfunds.
A través de esta iniciativa, BlackRock podrá ampliar el acceso a su oferta de mercados privados en toda la región de Europa, Oriente Medio y África y Asia Pacífico y, al mismo tiempo, mejorar los servicios disponibles para sus clientes actuales. De este modo, BlackRock se suma a un selecto grupo de gestoras de activos alternativos que ya se han adherido a la plataforma APP.
La combinación de la tecnología de Allfunds y la experiencia en inversión de BlackRock simplificarán las complejidades a las que se enfrentan los gestores de wealth que desean distribuir inversiones de mercados privados a sus clientes. Esta colaboración tendrá como eje la distribución de soluciones y estrategias de mercados privados globales, incluyendo el Fondo de Inversión a Largo Plazo Europeo (ELTIF, por sus siglas en inglés) que representa una estructura cada vez más importante para la distribución de soluciones en mercados privados en Europa.
Actualmente BlackRock gestiona inversiones alternativas por valor de 320.000 millones de dólares, de los cuales 156.000 millones corresponden a mercados privados. La compañía sigue expandiendo su plataforma de mercados privados y continuará mejorando el acceso de sus clientes de wealth management a mayores oportunidades de inversión a esta clase de activos, según recoge el comunicado de la firma.
Borja Largo, Allfunds Chief Fund Groups Officer y Head of Allfunds Alternative Solutions, comentó: «Allfunds y BlackRock llevan tiempo colaborando y estamos encantados de que nos hayan elegido para trabajar juntos en la expansión de su presencia en el sector de las inversiones alternativas. El programa APP es una extensión de nuestro compromiso con un servicio de calidad y, a través de él, ofrecer a nuestros clientes nuestra experiencia y conocimiento del mercado para ayudarles a alcanzar con éxito sus objetivos de distribución».
Iván Pascual, responsable de iShares y Wealth para EMEAde BlackRock, señaló: «Estamos muy contentos de fortalecer nuestra larga relación de confianza con Allfunds. Esta colaboración nos permitirá cumplir con nuestras prioridades estratégicas de ampliar el acceso a las estrategias de mercados privados de BlackRock, acelerando la distribución en EMEA y permitiendo a nuestros socios de gestión patrimonial escalar sus propios esfuerzos de distribución».
Fabio Osta, responsable del Equipo de Especialistas en Inversiones Alternativas para EMEA Wealth de BlackRock, añadió: «Nos complace sumarnos a la iniciativa APP que impulsa nuestra ambición compartida de brindar acceso a los mercados privados a un mayor número de inversores. A medida que las asignaciones crecen, las inversiones alternativas tienen un papel cada vez más importante en las carteras del segmento de Wealth Management. La necesidad de seguir un enfoque que sea escalable, fiduciario y tecnológico nunca ha sido mayor».
Foto cedida. Andrew Stobart, gestor de Baillie Gifford.
La gestora escocesa Baillie Gifford es conocida por su acercamiento emprendedor a la inversión en renta variable, apostando por compañías innovadoras con una sólida trayectoria de crecimiento. Este enfoque también se aplica a las compañías de mercados emergentes, aunque obviamente se tratan de mercados con su propia idiosincrasia: “Tener una visión sobre la macro, las políticas y el tipo de cambio son muy importantes para invertir en estas regiones, además de las perspectivas para compañías aisladas”, confirma Andrew Stobart, gestor de la firma que participa en su estrategia de renta variable emergente, en un seminario para periodistas europeos organizado recientemente por la firma en Edimburgo.
Stobart se incorporó a Baillie Gifford en 1991 y ha dedicado toda su carrera dentro de la entidad a la inversión en países emergentes, especializándose en Latinoamérica, región que conoce muy bien. Por tanto, habla desde la experiencia cuando afirma que “los inversores tienen tendencia a obsesionarse con la política en estos mercados”. Pone como ejemplos las preocupaciones en torno a los mandatos de Andrés Manuel López Obrador en México o Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil: “Hemos visto una combinación de presidente izquierdista con un parlamento que ha actuado como contrapeso e instituciones sólidas e independientes”.
Andrew Stobart ve actualmente a las Américas con optimismo – confiesa que tiene un peso significativo actualmente en los fondos- gracias a elementos que en el pasado han jugado en su contra, como la fuerte exposición a los precios de las materias primas. “Vemos oportunidades en la exposición vía commodities de varios países latinoamericanos a la transición energética, por la exportación de cobre y litio”. También está encontrando oportunidades dadas por el auge del e-commerce y de las fintech en la región.
Tendencias e ideas de inversión en Latam
Por ejemplo, el gestor habla de que México se ha convertido en el gran beneficiario del giro en las políticas corporativas de muchas empresas estadounidenses. Las crecientes tensiones geopolíticas entre EE.UU. y China y la tendencia hacia el onshoring tras la pandemia han llevado a numerosas compañías a traer sus fábricas de vuelta al continente, pero con preferencia por reubicarse en territorio mexicano, siendo de ayuda para la economía del país. Stobart aclara que, desde la perspectiva bursátil, hay pocas formas en que los inversores puedan beneficiarse directamente de estas tendencias, pero sí indirectamente. Él lo hace mediante inversiones en Banorte, WalMex (la filial mexicana de WalMart) y Cemsa.
En el caso de la transición energética, Stobart habla de la exposición obvia hacia mineras de cobre, por su rol en el desarrollo de vehículos eléctricos e instalaciones de energía solar y eólica. Comenta que no solo está el hecho de que Latinoamérica acoja a algunos de los países con mayor producción de cobre del mundo, sino que habla, además, de que “los nuevos requerimientos regulatorios y ESG ponen muy difícil poner en marcha nuevas minas”, por lo que anticipa desequilibrios entre una oferta limitada y una demanda creciente. “Pensamos que el precio del cobre seguirá al alza durante más tiempo”, resume. Dos de las compañías con las que está obteniendo exposición a la transición energética son las brasileñas Vale y Petrobras.
Stobart pone como ejemplo de compañía latinoamericana con exposición a e-commerce que le gusta a Mercado Libre; no solo por su expansión geográfica y por beneficiarse de la baja penetración del e-commerce en la región, ya que el gestor también destaca el servicio de compra a crédito que ha introducido la compañía para sus clientes, lo que supone su irrupción en el sector financiero. El gestor considera que estamos solo ante el primer paso, y que la compañía podría empezar a ofrecer otros productos financieros en el futuro, como seguros.
El gestor también ha mostrado su entusiasmo por el auge de las fintech en la región, poniendo como ejemplo al neobanco brasileño Nubank, que también opera en Colombia, México y Argentina. Aunque matiza que la mayoría de empresas en este segmento todavía son startups en una fase incipiente de desarrollo, afirma tener a varias compañías en su radar al considerar que “se ampliará el set de oportunidades” para invertir en los próximos años.
Foto cedidaRafael Ximénez de Embún, responsable para Iberia y Latam en Muzinich & Co.
El Muzinich Aviation Special Opportunities Fund concluyó su cuarto período de comercialización a finales de julio de 2023. Actualmente, el fondo cuenta con unos activos bajo gestión de 132 millones de dólares (122 millones de euros aproximadamente).
El fondo invierte en una cartera diversificada de aeronaves que son arrendadas a una base mundial de clientes, así como en deuda de la industria de aviación. Busca generar beneficios principalmente a partir de flujos de caja contratados. De este modo, los inversores están protegidos contra las posibles pérdidas y caídas, ya que dependen menos de los valores residuales de las aeronaves.
Las perspectivas para esta clase de activos han mejorado debido a dos factores clave. Por un lado, la demanda de viajes aéreos ha vuelto a los niveles anteriores a la pandemia a nivel mundial. Por otro lado, las interrupciones actuales en la cadena de suministro global por parte de los dos principales fabricantes han creado un retraso que mantiene estables los valores de las aeronaves.
Está gestionado por uno de los equipos más experimentados de la industria, con una larga trayectoria en la gestión de activos de aviación a lo largo del ciclo de inversión. El equipo se enfoca en las aeronaves más nuevas y de última tecnología, y trabaja con contrapartes de aerolíneas y firmas de leasing de alta calidad crediticia. Desde su incorporación a Muzinich & Co. en 2020, el equipo ha participado en transacciones por un valor aproximado de 1.000 millones de dólares en leasing, deuda y coinversiones.
Rafael Ximénez de Embún, responsable para Iberia y Latam en Muzinich & Co., comentó: «la financiación de la industria de la aviación es una clase de activo que genera liquidez y que cuenta con características similares al sector de las infraestructuras y una baja correlación con las clases de activos tradicionales. Creemos que los próximos 12-24 meses pueden brindar a los inversores con capital para invertir un punto de entrada interesante en el sector».