Un estudio de Afi Escuela revela el impacto de la inteligencia artificial en la economía española

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Fondos de inversión en México
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Afi Escuela, el centro de formación especializado en economía, finanzas, tecnología y sostenibilidad, ha publicado un documento donde se analiza el impacto de la inteligencia artificial en las ocupaciones, sectores y comunidades autónomas de España

A nivel nacional, el 14 de mayo de 2024, se aprobó la Estrategia de Inteligencia Artificial 2024, que está estructurada en tres ejes estratégicos y ocho palancas. Entre estas últimas, se recogen acciones para fomentar el talento en la IA y ayudar a la expansión de la IA en el sector privado, singularmente, en pequeñas y medianas empresas, el tamaño predominante en el tejido productivo de España.

Por todo ello, conviene hacer una actualización de cuán expuestos están los ocupados en España al reto que entraña la IA, cómo han evolucionado estas ocupaciones en los últimos años y, cómo se distribuyen sectorial y territorialmente, ya que de ello se deducirá el esfuerzo que requiere la adaptación a esta tecnología disruptiva que ha venido para quedarse.

Afi ha recurrido al estudio de “The Occupational Impact of Artificial Intelligence: Labor, Skills, and Polarization” (Felten et al., 2019) para detectar qué ocupaciones están más expuestas a la inteligencia artificial y tratar de identificar la proporción de tareas realizadas por profesionales que podrían optimizarse con el uso de la IA.

Así, por ejemplo, este estudio permite distinguir entre las ocupaciones más expuestas que la media y aquellas otras que lo están menos. Dado que este estudio se realiza para la economía estadounidense, Afi ha tomado como referencia la equivalencia entre SOC1 y CNO2 para poder transformar dicha identificación al caso de la economía española. De esta forma, obtenemos que las ocupaciones más expuestas son aquellas relacionadas con servicios financieros, consultoría y servicios relacionados con la informática; servicios jurídicos y contables; y servicios de telecomunicaciones.

Sobre la base de los microdatos de la EPA anuales, que permiten desglosar las ocupaciones hasta tres dígitos, se puede conocer cuán expuestos están los ocupados en España al reto que entraña la IA en 2023. Así, en 2023, habría 11,1 millones de ocupaciones en España que estarían más expuestas a la IA, 1 millón más que las profesiones caracterizadas por su menor exposición. Dentro de las ocupaciones más expuestas, destacan las siguientes:

  • Técnicos y profesionales científicos e intelectuales, que representan cerca del 35% del total de las ocupaciones más expuestas a la IA y el 18% del total de los ocupados en España. Entre ellos, los más relevantes, dada la estructura productiva española, serían los profesores (primaria y secundaria) y los profesionales de enfermería y partería.
  • Técnicos; profesionales de apoyo, que suponen algo más del 20% de las ocupaciones más expuestas a la IA y del 10% del total de los ocupados en España. En este caso, el colectivo más relevante serían los agentes comerciales y los asistentes administrativos.
  • Empleados contables, administrativos y otros empleados de oficina, que tienen un peso similar a los profesionales de apoyo. Entre ellos, los más expuestos a la IA, en el caso de la economía española, serían los ayudantes administrativos (con y sin atención al público).

Gráfico 1. Ocupaciones más y menos expuestas que la media a la IA en España (millones), 2019-2023

El peso y desglose de las ocupaciones más expuestas a la IA permite entender también la evolución que han tenido en los últimos cinco años. Tomando como referencia el 2019, año anterior a la pandemia, las ocupaciones más expuestas fueron las que más se reforzaron durante los momentos más complicados del covid-19. No solo fueron las ocupaciones más resilientes, sino que además fueron las únicas que incrementaron la contratación de profesionales para poder afrontar los retos que supuso la pandemia.

El refuerzo de profesional sanitario y educativo son buena muestra de ello. Si bien es cierto que el año inmediatamente posterior, 2021, deshizo buena parte de los contratos que se celebraron en 2020, desde entonces su dinámica laboral ha sido más favorable que la de aquellas ocupaciones menos expuestas a la IA. Es más, el importante ritmo de creación de empleo que mantuvo la economía española en 2023 se asentó, sobre todo, en las ocupaciones más expuestas a la IA y no en tareas de menor valor añadido.

Gráfico 2. Ocupaciones más y menos expuestas que la media a la IA en España (contribución a la variación interanual del total de ocupaciones), 2019-2023

El volumen de ocupados hoy en profesiones más expuestas a la IA es un 11,6% mayor que antes de la pandemia, mientras que el de aquellas menos expuestas es apenas un 2,5% superior. El importante empuje de los primeros permite que hoy la economía española cuente con un 7,1% más de ocupados que antes de la pandemia.

Afi apunta cómo este resultado demuestra cierta vulnerabilidad, en tanto y cuando la IA podría sustituir buena parte de las tareas que desempeñan estos trabajadores en el corto plazo, y en el medio plazo podría convertirse en ganancias de productividad. Es decir, la IA supone un reto de optimización del trabajo, en tanto y cuando permite liberar horas de trabajo más rutinario para destinarlas a otras tareas en las que la IA todavía no se ha desplegado con la rotundidad con lo que lo ha hecho ya en las primeras.

Gráfico 3. Ocupaciones más y menos expuestas que la media a la IA en España (índice base 100=2019), 2019-2023

La distribución de los profesionales más expuestos a la IA entre sectores económicos y comunidades autónomas permite identificar cuáles se enfrentan a un mayor reto y, por lo tanto, requieren de un esfuerzo mayor que el resto en cuanto a la integración de la IA en las tareas diarias o gasto en formación para un mejor y más rápido acomodo, entre otros.

Por ramas de actividad económica, la práctica totalidad de los profesionales de los servicios financieros, los servicios de programación y tecnología de la información, así como los servicios jurídicos y contables estarían expuestos a la IA, luego serían los sectores que encaran un mayor reto de entre todos los demás. Estos ocupados, además, tienen un peso relevante en la economía española, ya que representan el 6,5% del total en 2023.

Con un porcentaje de ocupados superior al 90% se encuentran también otras ramas de actividad, como: servicios inmobiliarios, servicios de telecomunicaciones, servicios de seguros, reaseguros y planes de pensiones, servicios de publicidad y de estudio de mercado, servicios de impresión y de reproducción de soportes grabados, servicios de edición, servicios veterinarios, servicios de investigación y desarrollo científico, coque y productos de refino de petróleo, servicios técnicos de arquitectura e ingeniería, servicios cinematográficos, de vídeo y televisión, fabricación de productos informáticos, electrónicos y ópticos, y fabricación de productos farmacéuticos. En conjunto, estos sectores representarían el 7,2% del total de la ocupación en 2023.

El documento destaca que son las ramas de actividad, eminentemente, del sector servicios las que presentan un mayor grado de exposición a la IA y no tanto otros macrosectores, como la construcción, la industria o el sector primario.

Gráfico 4. Ocupaciones más expuestas que la media a la IA por rama de actividad en España (% total ocupados de cada rama de actividad), 2023

La distribución de las ocupaciones más expuestas a la IA por comunidades responde a la especialización del tejido productivo de cada territorio, pero pone de manifiesto qué administraciones regionales podrían desplegar más medidas complementarias a las planteadas a nivel nacional para fomentar el talento en la IA, a través de la formación a ocupados y parados; y ayudar a la expansión de la IA en el sector privado, singularmente, en pequeñas y medianas empresas, a través de mecanismos de financiación.

En 2023, la Comunidad de Madrid, Cataluña, País Vasco, Navarra y Cantabria son las únicas comunidades autónomas con un porcentaje de ocupaciones expuestas a la IA mayor que la media nacional. Son las que concentran un mayor volumen de trabajadores en las ramas de actividad indicadas con anterioridad, luego no sorprende que sean precisamente estas las que más esfuerzo tengan que realizar para acompañar al tejido productivo a afrontar con éxito el reto que implica la IA para buena parte de los ocupados de estas regiones. Aun cuando el resto de comunidades no estén tan expuestas, su transición hacia una economía más intensiva en el uso de estas tecnologías también sería deseable, ya que de lo contrario podrían mantenerse, cuando no agrandarse, las divergencias regionales existentes, provocando problemas sociales y económicos de otra índole (desigualdad).

Gráfico 5. Ocupaciones más expuestas que la media a la IA por CC.AA. en España (% total ocupados de cada comunidad autónoma), 2023

El multi family office suizo Atlantia llega a España en forma de EAFN para asesorar a familias españolas y latinoamericanas

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Foto cedidaJuan Araujo, Alberto Gómez Justo y Carlos García Práxedes, fundadores de Atlantia Wealth Management.

Nuevo actor en el escenario de asesoramiento financiero en España. Se trata de Atlantia Wealth Management, multi family office de origen suizo pero fundado por profesionales españoles en 2021, que llega ahora a España en forma de empresa de asesoramiento financiero nacional (EAFN).

La entidad fue fundada en 2021 por Juan Araujo, Alberto Gómez Justo y Carlos García Práxedes, tres socios accionistas que tras comenzar su carrera en otras empresas, coincidieron en Banco Santander en Ginebra, donde trabajaron más de 10 años. Desde allí, cubrían el mercado latinoamericano en diferentes regiones y en abril de 2021 decidieron fundar su propia compañía de asesoramiento para dar un servicio integral e independiente a sus clientes.

“Tenemos servicios de gestión discrecional y de asesoramiento, y trabajamos con bancos custodio en Suiza y en EE.UU.”, explica Gómez Justo en una entrevista a Funds Society. Asimismo, dice, “tratamos de apoyar a los grupos familiares con los que trabajamos en otras áreas como inversiones alternativas, gobierno corporativo, o asesoramiento a nivel de empresa familiar”.

Tras unos años en Suiza -mercado en el que atesoran un volumen patrimonial de 350 millones de euros-, aterrizan ahora en España, con forma de EAFN, una figura que les permite ejercer labor de asesoramiento y que es ideal porque no ofrecen producto propio, explica el fundador. Su nacionalidad y sus contactos fueron también pretextos lógicos para dar el paso, y llevar sus servicios a las familias españolas: “Somos españoles y tenemos una red de contactos extensa para ejercer actividad de asesoramiento para familias españolas”, añade Gómez Justo. Al frente del negocio en España estará María Muñoz Arranz, banquera senior que se une desde Deutsche Bank y que cuenta con una amplia trayectoria en mercado español.

Y todo, sin renunciar a dar servicio a las familias latinas que están en España: “Vemos que España se ha convertido en un lugar de paso y de residencia para muchas familias de América Latina, y nos parece muy interesante poder acompañarles en este desembarco y en cualquier proyecto local que puedan querer desarrollar”, indica.

De hecho, el nombre de la compañía lo dice todo: «Elegimos como nombre Atlantia porque supone un nexo de unión entre América Latina y España«, añade Gómez Justo.

El equipo

Su equipo, internacional y multidisciplinar, acumula una gran experiencia en banca privada, banca de inversión y mercados financieros. “Esto nos permite asesorar desde una perspectiva independiente, con el fin de buscar las soluciones que mejor se adapten a las necesidades de nuestros clientes”, indican en la entidad.

Sobre los fundadores, Juan cuenta con más de 20 años de experiencia en el sector bancario. Comenzó en banca de inversión en UBS con sede en Madrid y Londres en el equipo de M&A para incorporarse en 2012 a Banco Santander Internacional con sede en Ginebra, donde ha desempeñado funciones de dirección comercial tanto en Suiza como en Estados Unidos.

Alberto ha trabajado como auditor en PWC y Deloitte en Madrid hasta su incorporación a Banco Santander Internacional con sede en Ginebra en 2010. Trabajó como banquero senior para Argentina, Chile y Uruguay hasta su nombramiento como responsable del segmento de External Asset Managers con funciones ejecutivas en los centros de Suiza, Bahamas y Estados Unidos.

Carlos ha trabajado los últimos 14 años en el sector de banca privada. Comenzó en 2006 con Deutsche Bank como Investment Advisor / RM desarrollando el negocio en España, y se incorporó en 2012 a Banco Santander International en Ginebra como banquero senior, siendo el responsable de todo el negocio para Zona Andina (Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia).

La receta para cocinar el sistema de pensiones perfecto

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El sistema de pensiones español afronta una serie de retos derivados de la pirámide poblacional que obligan a un continuo proceso de reformas con el fin de dar con la receta adecuada para dar soluciones. En la actualidad, el Estado español dedica 200.000 millones de euros, el 13% del PIB, en retribuir a los trabajadores jubilados, lo que supone la mayor partida de gasto del Estado.

Para afrontar la sostenibilidad del sistema, representantes del Gobierno, junto a gestoras, sindicatos y patronales se dieron cita en el Foro de Pensiones: Tiempo de cambio, re-imaginando nuestras pensiones organizado por Mercer y la ADP para aportar ideas que den solución a los problemas actuales.

En uno de los diálogos que incluyó el foro, Miguel Ángel Menéndez, director de Previsión Social de MercerXavier Bellavista, director de Inversiones de Mercer, dieron las claves para un sistema de pensiones ideal, en el que los tres pilares estarían equilibrados y serían robustos, con un mayor número de industrias que aportan al segundo pilar a través de los planes de pensiones de empleo.

Asimismo, es necesario planificar los objetivos de los planes de pensiones así como mejorar las rentabilidades. Para esto último, proponen una mayor asunción de riesgo por parte de los productos especializados en la jubilación, de tal manera, que logren anular los efectos de la inflación a lo largo de los años. Por otro lado, Menéndez y Bellavista son partidarios de incluir plazos más largos en renta fija, incluir activos ilíquidos y ciclos de vida en los planes de pensiones con el fin de mejorar la rentabilidad de los planes.

Las recetas de estos expertos también incluyen una simplificación del sistema, de tal manera que sea «creíble y confiable», y citan como ejemplo la necesidad de un mayor uso de los planificadores de pensiones o que el partícipe comprenda la fiscalidad que trae aparejada este tipo de productos. Precisamente, en el ámbito fiscal ven necesaria una flexibilización de los límites de aportaciones a los planes de pensiones.

Por último, instan a que se potencie la educación financiera y la comunicación.

La opinión de las las firmas

La opinión de las firmas españolas también estuvo presente en el foro. En este sentido, las recetas de Eduardo Martínez de Aragón, director de Inversiones de VidaCaixa, incluyen la combinación de gestión activa y gestión pasiva a la hora de maximizar las rentabilidades de los planes de pensiones, además de ir aparcando las inversiones excesivamente conservadoras en favor de otras un un punto más de riesgo, con la introducción, por ejemplo, de la renta fija a largo plazo. En definitiva, pide diversificar más las carteras.

Por su parte, José González, director del Área de Pensiones y Previsión Colectiva de Santander Asset Management, insistió en potenciar el ciclo de vida en los planes de pensiones de empleo, que permite «perfilar a los clientes». Eso sí, este avance tiene que venir acompañado de una sólida educación financiera, ya que no todos los trabajadores obtendrán las mismas rentabilidades en un periodo de tiempo: la edad marca la política de inversión y, por lo tanto, la rentabilidad. «Hay que explicar muy bien por qué la estrategia de ciclo de vida es ganadora», puntualiza. En cuanto a la composición de las carteras, González admite que al sector le vino bien la fase de tipos de interés al 0% porque «permitió ver oportunidades».

Asimismo, Silvia Reyes, directora de Previsión Social Colectiva de BBVA Seguros, destacó en papel de engagement entre trabajador y empleador que conllevan los planes de pensiones de empleo e instó, asimismo, a potenciar el ciclo de vida en este tipo de productos. Reyes hizo hincapié en la cada vez mayor importancia que está teniendo la ESG en los planes de pensiones. «Hay clientes que perciben los beneficios de incluir estas estrategias sostenibles en las carteras», afirma la experta.

 

Rufo Parra Juárez se une a BeHappy Investments como nuevo socio inversor

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BeHappy Investments, fondo de inversión de impacto social de capital 100% español, incorpora al cofundador de Suite Projects and Investments Rufo Parra Juárez al conjunto de socios inversores que conforman el fondo.

El arquitecto, con más de dos décadas de experiencia en proyectos tanto nacionales como internacionales, ha residido y ejercido su profesión en ciudades como Nueva York y Shanghai, además de contribuir significativamente al desarrollo de diversos proyectos en países como Catar, Arabia Saudí, Polonia e Italia, entre otros destinos.

En 2014 fundó, junto a su hermano, Suite Projects and Investments, una compañía inmobiliaria con sede en Madrid, especializada en la adquisición de inmuebles para su renovación integral y amueblamiento completo de cara a su posterior venta. Desde esa plataforma, adquieren propiedades en los barrios más solicitados de diversas ciudades, principalmente Madrid y Sevilla.

Licenciado en Arquitectura por la Universidad de Sevilla y con un MBA en la EAE Business School – Deusto, empezó su carrera como arquitecto de diseño en George W. Sweeney Architect, LLC. Luego, trabajó en Chapman Taylor España. Más tarde, ocuparía el puesto de arquitecto y gestor de proyectos en Ingenor Shanghai, y lideraría equipos en Ingenor Madrid. Además, fue director y fundador de Glatt Arquitectos.

“Creo que todos los socios que formamos parte de BeHappy Investments somos personas con las cosas claras, muy concienciadas con el proyecto y su contribución a la España vaciada. Estas áreas rurales plantean una gran oportunidad de crecimiento para el futuro de nuestro país. Desde la pandemia, la concienciación social sobre este tema ha aumentado traduciéndose en proyectos que promueven un futuro mejor en lugares con un alto potencial y que, desgraciadamente, todavía se ven desplazados ante las grandes urbes”, explica el nuevo socio inversor.

“Creemos que la incorporación de Rufo Parra como socio inversor de BeHappy Investments será de gran ayuda debido a que comparte nuestros valores: el compromiso con la mejora del medio rural y el reconocimiento del potencial del sector primario y la protección del medio ambiente. Además, su experiencia a nivel internacional será de gran valor”, añade Miguel Ángel Rodríguez Caveda, CEO de BeHappy Investments.

La empresa, que comenzó con una inversión inicial de 500.000 euros y ahora cuenta con más de 1.600.000 euros, pretende invertir 10 millones en los próximos cinco años y respaldar entre 10 y 15 proyectos. Hasta el momento, ha financiado proyectos en sectores como la movilidad eléctrica, la actividad cinegética y la tecnología agrícola, y planea seguir apostando por estos sectores además de adentrarse en proyectos relacionados con el agua.

Carlos March Delgado anuncia su dimisión como consejero de Banca March

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Foto cedidaJuan March de la Lastra, presidente de Banca March (izq.) junto a su padre, Carlos March Delgado. Imagen cedida por Banca March.

Carlos March Delgado, que ocupó la presidencia de Banca March entre 1974 y 2015, ha anunciado que presentará su dimisión como consejero de la entidad en la reunión del Consejo de Administración que se celebrará el próximo julio. Según explican desde la entidad, seguirá desempeñando sus cargos como presidente de Corporación Financiera Alba y vicepresidente de la Fundación Juan March. 

En consecuencia, Moisés Israel Abecasis, hasta ahora consejero independiente, pasa a ser consejero dominical e Hilario Albarracín Santa Cruz ha sido elegido consejero no ejecutivo. Desde la entidad han destacado su figura y su trayectoria profesional. “El hecho de haber estado ligado 50 años a la entidad como accionista, presidente y consejero ha permitido que la filosofía centenaria y los valores fundacionales de Banca March se hayan preservado, implementado y supervisado. Esos valores de largo plazo, sostenibilidad y crecimiento conjunto de clientes, empleados, accionistas y la sociedad han permitido crear un banco que compite con un modelo totalmente diferente en el sistema financiero español”, ha señalado Juan March de la Lastra, presidente de Banca March, resumiendo la impronta que de su predecesor en el cargo. 

Por su parte, Agatha Echevarría Canales, consejera coordinadora de los independientes, ha añadido: “La presencia de Carlos March Delgado en el Consejo de Administración de Banca March ha sido crucial por su trayectoria, liderazgo y visión de largo plazo, que sitúa la sostenibilidad y el crecimiento responsable del negocio por encima de la rentabilidad inmediata, ejemplarizando los valores de Banca March —compromiso, ambición, integridad, esfuerzo y exigencia— y la filosofía que durante cuatro décadas inspiró su gestión al frente de la entidad”. 

Proceso de transformación intergeneracional

La entidad explica que la salida de Carlos March Delgado, a sus 78 años, se enmarca dentro de un proceso de transformación intergeneracional que se inició en 2004, cuando aún era presidente, y que se aceleró en 20215 con la sucesión de Juan March de la Lastra. Desde entonces, el banco ha acometido un profundo proyecto de transformación en el ámbito de personas, tecnología, digitalización y especialización que le ha permitido afrontar un reto estratégico que se concreta en una ambición: convertirse en la entidad de referencia en banca privada y asesoramiento a empresas. 

Como parte del proceso de relevo intergeneracional y transformación, Carlos March Delgado y Juan March de la Lastra han vertebrado una organización altamente especializada de profesionales comprometidos al servicio de los clientes y en torno a una filosofía singular. “Bajo el liderazgo del actual presidente, Juan March de la Lastra, la vicepresidenta, Rita Rodríguez Arrojo, el consejero delegado, José Luis Acea, los directores de las Áreas de Negocio y el resto del Comité Ejecutivo, la entidad ha multiplicado por 6 el beneficio neto del banco desde 2015”, destacan desde la entidad. 

Una larga y brillante trayectoria profesional 

Nacido en Palma de Mallorca el 3 de agosto de 1945, Carlos March Delgado se licenció en Derecho en la Universidad Complutense de Madrid en 1965, siendo el número uno de su promoción. Su larga trayectoria profesional abarca una multiplicidad de cargos en compañías internacionales. Fue vicepresidente y consejero del Grupo Carrefour (Francia) y miembro del Comité Internacional de JP Morgan. 

También ha estado presente en los órganos de decisión de prestigiosas instituciones internacionales. Fue miembro del Consejo Asesor Internacional de la Universidad de Columbia de Nueva York, además de socio fundador y primer presidente del Instituto de Estudios Económicos (1979- 1980). Además, fue presidente del grupo español en la Comisión Trilateral (1979-1994) y fundador y primer presidente de la Sección Española de la Asociación para la Unión Monetaria de Europa (1989-1996). Por último, el Gobierno de Francia le concedió la Legión de Honor, en su rango de oficial.

Los inversores de Asia-Pacífico y Europa consideran el cambio climático algo central en su política de inversión

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La cuarta encuesta anual de Robeco realizada a 300 inversores revela que las actitudes de cada región respecto a la inversión climática siguen siendo muy diferentes. Por ejemplo, el interés en Norteamérica se sitúa por detrás de la región de Asia-Pacífico (APAC), que va en cabeza. Además, el porcentaje de inversores de APAC para quienes el cambio climático desempeña un papel central o muy significativo en su política de inversión asciende al 79% y supera por primera vez al de Europa (76%).

Sin embargo, la encuesta revela que el interés sigue disminuyendo en Norteamérica en un contexto de disputas políticas sobre el coste percibido de la integración de factores ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en las inversiones, donde solo el 35% da prioridad a la inversión climática. Debido a esta situación, la media mundial ha disminuido hasta el 62% en comparación con el 71% de 2023, pero sigue indicando que la mayoría de los inversores consideran prioritaria la inversión climática.

«Los resultados de la encuesta revelan que muchos inversores están adoptando un enfoque centrado y diligente en lo que respecta a la descarbonización de las carteras de inversión y avanzando hacia una economía futura de bajas emisiones de carbono. A medida que se familiarizan con el duro trabajo que implica la transición climática, disminuye la ingenuidad y aumentan las deliberaciones y el escrutinio sobre lo que se necesita para integrar la sostenibilidad en los múltiples aspectos de la gestión de las carteras de inversión», señala Lucian Peppelenbos, estratega de clima y biodiversidad de Robeco.

Entre los inversores institucionales, el informe señala que las aseguradoras destacan por comprometerse a lograr las cero emisiones netas en comparación con otros inversores institucionales y mayoristas, según la gestora, «quizá debido a su particular exposición al cambio climático desde ambos lados del balance». En concreto, alrededor del 39% de las aseguradoras se han comprometido públicamente a lograr este objetivo y otro 20% está en vías de hacerlo. Los inversores de la región de Norteamérica tienen más «miedo al compromiso», ya que el 46% ha descartado comprometerse con el objetivo de cero emisiones netas frente al 26% del año pasado. 

Principales tendencias

Entre los datos que arroja esta encuesta destaca que más de tres cuartas partes de los inversores creen que la transición será algo desordenada y que solo una pequeña parte se realizará de forma colectiva. En concreto, el 15% cree que será una transición ordenada en la que los gobiernos y los mercados colaborarán para reducir las emisiones. Por otra parte, el 8% cree que el mundo alcanzará un nivel alto de calentamiento global (hot-house world) y se tomarán muy pocas medidas para evitarlo. A este respecto, hay menos inversores que opinan que se pueda lograr el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global por debajo de los 2 °C. Solo el 30% lo considera posible, frente al 38% de 2023, mientras que el 41% lo considera imposible, frente al 30% de la encuesta anterior. 

En la actualidad, los inversores destinan más fondos a estrategias climáticas generales que a las centradas específicamente en empresas «en transición». Solo el 37% invierte en estrategias dirigidas a empresas con planes de transición creíbles, aunque la mayoría (63%) tiene previsto hacerlo en un plazo de uno a dos años. La cuestión de la transición influye en los estilos de inversión preferidos. Alrededor del 45% utiliza estrategias activas de renta variable centradas específicamente en invertir en empresas orientadas a la transición, mientras que el 43% invierte en bonos verdes o bonos centrados en la sostenibilidad. Este enfoque vuelve a ser más popular en Europa y APAC. 

«La transición de las empresas y otros sectores del modelo marrón al verde, a medida que se descarbonizan, solo es posible si los inversores participan activamente, recompensando a las que adoptan el cambio y retirando el apoyo a las que lo rechazan o se muestran reacias a formar parte de él. Un aspecto interesante de los resultados de este año es que los inversores de la región de Asia-Pacífico están avanzando con determinación en materia de sostenibilidad, puesto que están incrementando su apoyo a la transición climática», concluye Peppelenbos.

La emisión de bonos GSSS en mercados emergentes registrará un crecimiento interanual del 7,1% hasta 2025

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En un contexto de evolución favorable de los mercados financieros, el mercado global de financiación sostenible de los países emergentes y en desarrollo experimentó un repunte de nuevas emisiones de deuda en 2023 impulsado por las menores expectativas sobre la inflación. Según el último informe elaborado y publicado por Amundi y IFC (International Finance Corporation), miembro del Grupo del Banco Mundial, la emisión en la categoría más amplia de bonos globales verdes, sociales, de sostenibilidad y vinculados a la sostenibilidad (GSSS por sus siglas en inglés) superó el billón de dólares en 2023, igualando el máximo histórico alcanzado en 2021. En el caso del segmento de los bonos verdes, las emisiones en los mercados emergentes aumentaron un 34% interanual, alcanzando los 135.000 millones de dólares en 2023.

El documento señala que el rendimiento de los GSSS contribuyó a que este segmento aumentara su peso en los mercados internacionales de capitales hasta representar el 2,5% de la emisión mundial de renta fija en 2023, frente al 2,2% de 2022. «Este crecimiento puede atribuirse en gran medida a la intensificación de los esfuerzos de gobiernos y empresas para hacer frente a los retos climáticos en las economías en desarrollo«. Es más, se prevé que el crecimiento de la emisión de bonos sostenibles en los mercados emergentes continúe en 2025. Según las estimaciones de Amundi, habrá un crecimiento interanual del 7,1% para los bonos GSSS y del 7,5% para los bonos verdes. Su visión se sustenta en un contexto global relativamente estable de relajación de la inflación sin grandes escaladas en las tensiones geopolíticas», indica el informe.

En particular, se estima que la emisión de bonos verdes se recupera en 2023 para crecer alrededor del 14% , ralentizándose a un aumento más normalizado en 2024 de aproximadamente. Sin embargo, el informe matiza que la emisión de bonos verdes en China será más lenta, debido a la combinación de una recuperación post-COVID-19 más débil de lo esperado y una menor atractividad de los bonos emitidos localmente (debido a rendimientos relativamente bajos frente a Estados Unidos y Europa). «Dado el peso económico de China, esto reducirá el crecimiento general en la emisión de bonos verdes para mercados emergentes a alrededor del 10 por ciento en 2023-2024, lo que se traduce en un descenso del 1 por ciento en 2023, seguido por una recuperación a un crecimiento de aproximadamente el 11 por ciento el año siguiente», explican.

Sus autores añaden: «A mediano plazo, esperamos que la emisión de bonos verdes sea un beneficiario clave de una aceleración en la transición energética impulsada por un mayor sentido de urgencia en torno al cambio climático. Los análisis más recientes indican un aumento de las temperaturas globales de aproximadamente 2.7 a 2.8 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales bajo las políticas actuales, muy por encima de los 1.5 grados Celsius».

El informe también analiza las iniciativas más significativas lanzadas en 2023 en el espacio de los bonos GSSS, incluidas las nuevas taxonomías lanzadas en la región ASEAN, América Latina y el Caribe, y Singapur, así como las iniciativas destinadas a financiar los esfuerzos para revertir la pérdida de biodiversidad. En opinión de Susan Lund, vicepresidenta de Economía y Desarrollo del Sector Privado de IFC,  “la financiación de proyectos sostenibles en las economías emergentes requerirá mercados de capitales más profundos para financiar las transiciones económica y energética. Para alcanzar estos objetivos, deben realizarse esfuerzos sustanciales para garantizar el crecimiento continuo del mercado mundial de bonos verdes, sociales, de sostenibilidad y ligados a la sostenibilidad, incluida la mejora de la normativa y la estandarización de mejores prácticas”.

Por su parte, Yerlan Syzdykov, director global de Mercados Emergentes de Amundi, afirma que “a medio plazo, prevemos un crecimiento continuado de la emisión de bonos verdes en los mercados emergentes, impulsado por varios factores: una aceleración de la transición energética, una ventaja competitiva en materia de precios para los emisores en comparación con los mercados desarrollados y unas condiciones macroeconómicas favorables, como unos rendimientos nominales elevados en un momento de crecimiento relativamente lento, lo que suele favorecer a la renta fija frente a la renta variable”.

Un largo camino

Los autores del informe reconocen que los últimos años no han sido sencillos para este mercado. Tras un 2022 muy desafiante, no sorprende que la emisión total de deuda a plazo fijo cayera un 16% por ciento respecto a 2021. «Los trastornos y cierres de mercado primario no perdonaron al mercado de bonos verdes, sociales, de sostenibilidad y vinculados a la sostenibilidad (GSSS) y la emisión de bonos en esta categoría cayó un 13% respecto al año anterior, la primera caída para esta clase de activos aún incipiente y un brusco giro respecto al crecimiento del 68% registrado en 2021. Esto representa un rendimiento superior de la emisión de bonos GSSS frente a la clase de activos de renta fija en general. Pero es, no obstante, un desarrollo ominoso para las finanzas sostenibles, particularmente en mercados emergentes donde el capital necesario para financiar las transiciones verdes es más escaso. Dichos recursos son cruciales para encaminar las economías a cumplir los objetivos climáticos internacionales», explican.

Se observa que en 2022 se dio paso a un fuerte repunte en la emisión de bonos GSSS a nivel global -en concreto del 11%, tras un retroceso del 10% en 2022-, impulsado por los bonos verdes (+15%) así como por los mercados emergentes (+45%), alcanzando el billón de dólares para igualar el máximo histórico visto en 2021.  El crecimiento fue destacable en la emisión de bonos GSSS en todos los subsegmentos, ya que se registró un aumento del 45% en general en los mercados emergentes y del 65% en los mercados en desarrollo, excluyendo a China. 

Sobre China, el informe señala que la fuerte pero relativamente lenta emisión de bonos GSSS en China, que creció un 28%, se debió a una combinación de dos factores: cierta reversión de la notable fortaleza de 2022 y una dinámica económica nacional más débil, especialmente en los sectores de la construcción y el inmobiliario. En 2023, China seguía siendo el mayor emisor de bonos verdes de los mercados emergentes (89.100 millones de dólares), con un crecimiento interanual del 18%. Ahora bien, en los mercados en desarrollo fuera de China, la emisión de bonos GSSS se vio impulsada principalmente por los bonos verdes, que aumentaron un 81%. En  particular, en Oriente Medio y el Norte de África, sobre todo en los EAU y Arabia Saudí, las emisiones de bonos verdes aumentaron más del doble. Excluyendo a los emisores supranacionales, la penetración de los bonos verdes (emisión como proporción de la renta fija total) alcanzó el 1,4% a nivel global, un máximo histórico. Por último, por regiones, el porcentaje más alto se registró en los mercados emergentes fuera de China (2,1%) y el más bajo en los mercados desarrollados (1,3%).

El informe también analiza un análisis sectorial de los emisores de bonos. En este caso, su principal conclusión es que las empresas no financieras siguieron siendo los mayores emisores de bonos verdes en los mercados desarrollados, representando el 36% del total,  mientras que las instituciones financieras continuaron dominando en los mercados emergentes, donde suponen el 58% del total. Una mención a parte son los bonos verdes soberanos, cuya emisión creció con fuerza: 33% en todo el mundo y 226% en los mercados emergentes. 

 

Construcción de carteras de renta fija en una nueva era

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Foto de Pablo Heimplatz en Unsplash

Se ha escrito mucho sobre el atractivo del actual rendimiento de los bonos y sobre el potencial de obtener una sólida rentabilidad absoluta conforme la política monetaria vaya adquiriendo una orientación más expansiva. Pero no tanto sobre las consecuencias a largo plazo que puede tener el fin repentino de la era de bajos rendimientos.

En la actualidad, la deuda pública estadounidense paga un tipo de interés real (ajustado por inflación) positivo, presenta un perfil de riesgo más simétrico y puede desempeñar una gama más amplia de funciones y ofrecer más oportunidades en el marco de una cartera diversificada. La renta fija está de vuelta, y no solo como una inversión táctica en los próximos trimestres, sino también como una oportunidad estratégica para los inversores en general y, por primera vez en diez años, con un propósito renovado para una amplia gama de inversores institucionales, que buscan generación de rentas, duración y diversidad.

Renta fija de 1981 al 2021: historia de dos eras

Entre los años 1981 y 2011, periodo en el que comenzó la gestión activa de la inversión en renta fija y se generalizó la idea moderna de invertir en una cartera diversificada de renta fija y renta variable, el rendimiento de los bonos subió y bajó con cada ciclo económico, pero con una tendencia constante a la baja.

El rendimiento de los títulos del Tesoro estadounidense a diez años fue cayendo lentamente desde aproximadamente el 16% en 1981 a algo menos del 2% en 2011, tal y como podemos comprobar en el gráfico 1.

A pesar de las fluctuaciones a corto plazo, estos treinta años se convirtieron en la edad dorada de la renta fija. La incorporación de una gran cantidad de títulos de renta fija a una cartera de inversión diversificada pasó a ser algo de sentido común.

Sin embargo, entre 2011 y 2021, tanto la inflación como el rendimiento de los bonos comenzaron a quedarse sin margen de caída. Japón fue la primera economía en situar en cero el rendimiento, situación que se fue extendiendo por todo el mundo. Surgieron numerosas teorías para explicar la razón, y la mayoría de ellas se basaba en la idea de que nos encontrábamos en una «nueva normalidad» y que el rendimiento de los bonos se mantendría en niveles reducidos durante algún tiempo, ya que las tendencias deflacionistas eran demasiado potentes y generalizadas. Comenzó a surgir una opinión de consenso que apuntaba a que los bancos centrales no tenían la capacidad suficiente para crear inflación, problema que se vio agravado por las secuelas de la crisis financiera mundial de 2007-2008.

A lo largo de estos años, la necesidad de generación de rentas de los inversores no cambió. Aunque eran pocos los que cuestionaban la idea de que la renta fija seguía ofreciendo ventajas de diversificación, el reducido nivel de rendimientos llevó a los inversores y a las empresas a optar por activos de renta fija cada vez más arriesgados, productos estructurados complejos, o una combinación de ambos.

Ahora que los inversores se preguntan cómo puede evolucionar la renta fija a partir de aquí, creemos que no debemos plantearnos ninguno de estos dos periodos como el escenario «normal», ni pensar que la clase de activo tiene que volver necesariamente a uno u otro en los próximos diez años.

El elevado rendimiento actual de los bonos es la consecuencia directa de un rápido aumento de la inflación, hasta niveles inimaginables hace solo cinco años, y de la respuesta de los bancos centrales con las subidas de tipos de interés más rápidas y agresivas de las últimas décadas. Sin embargo, aun a riesgo de señalar lo evidente, no ha cambiado nada más.

Construcción de carteras

En nuestra opinión, debemos revaluar los supuestos en los que se basaba la función de la renta fija en una cartera diversificada en los últimos diez años, y en los treinta anteriores. Es decir, ¿cuál es la exposición óptima a la renta fija cuando los rendimientos no llevan varias décadas en tendencia bajista ni se mantienen durante mucho tiempo en niveles reducidos?

Para nosotros, la respuesta es sorprendentemente sencilla una vez que se acepta que la renta fija no va a ofrecer una revalorización del capital de manera constante y que los rendimientos no tienen por qué estar siempre cerca o por debajo de cero. En los próximos años, el comportamiento de la renta fija podría parecerse más a lo que teóricamente se considera «normal»: serán títulos con un rendimiento real positivo que irá aumentando y disminuyendo con el ciclo económico y que ofrecerán diversificación con respecto a la renta variable.

Además, si estamos en lo cierto al pensar que los bancos centrales tienen la intención de mantener una inflación positiva, y los medios para conseguirlo, y que los mercados considerarán como una amenaza viable el riesgo de aumento de la inflación como consecuencia de crisis externas, los tipos reales deberían mantenerse en terreno positivo en un futuro próximo. Así, el universo de renta fija podría volver a ofrecer rentas reales, tanto a los inversores como a los ahorradores y las instituciones financieras como los fondos de pensiones y las compañías de seguros. Es posible que estos grupos ya no tengan que asumir un excesivo riesgo adicional de crédito o iliquidez para obtener un nivel razonable de rentas reales.

Aunque la pendiente de la curva de tipos de los principales países desarrollados aún no tiende al alza, pensamos que irá aumentando a medida que disminuya la necesidad de una política monetaria restrictiva. Así, los inversores podrían volver a acceder al efecto roll-down, es decir, la revalorización del capital a medida que los bonos se acercan a su fecha de vencimiento.

No obstante, es posible que las perspectivas de la renta fija sean más sencillas que todo eso. Una característica constante tanto en la «época dorada» de la renta fija como en la «década perdida», y no es algo que esperamos que cambie en los próximos diez años, ha sido que el rendimiento de un bono suele ser el factor que determina en mayor medida su rentabilidad futura durante la duración del bono. El rendimiento actual de los títulos del Tesoro estadounidense a diez años se sitúa en torno al 4,60%, por lo que pueden resultar atractivos tanto para la inversión a largo plazo (diez años) como para la inversión a corto plazo. Aun teniendo en cuenta la volatilidad en torno a la rentabilidad esperada media a largo plazo, pensamos que una rentabilidad anual a largo plazo superior al 4% resulta atractiva para una exposición a deuda pública.

Invertir en la nueva era

Aún está por determinar cuál será la «nueva normalidad» en la nueva era, pero pensamos que se caracterizará por un rendimiento medio superior al que se registró en los últimos diez años y que no asistiremos a la revalorización constante del capital que vimos en los treinta años anteriores. Los mercados y los especialistas se han estado centrando en las oportunidades a corto plazo que ofrece la renta fija, pero pensamos que existe el peligro de que perdamos de vista una cuestión más importante: muchos de nosotros nos hemos pasado los últimos diez años pensando que los bancos centrales eran entidades que trabajaban para crear inflación, pero hoy en día, los inversores deberían comenzar a considerar a los bancos centrales como entidades que podrían, de nuevo, gestionar el nivel de inflación.

Si estamos en lo cierto, una gama sorprendentemente amplia de inversores podría encontrar medios mucho más convencionales para satisfacer las necesidades que durante la era de los rendimientos reducidos tuvieron que abordar asumiendo un mayor riesgo.

Tribuna de Olivier De Larouzière, director global de Renta Fija en BNP Paribas AM

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Swiftonomics: el fenómeno económico que acompaña a Taylor Swift

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Foto del Instagran de Taylor Swift.

La canción “Love Story”, lanzada en 2008 y perteneciente al álbum “Fearless”, catapultó a Taylor Swift a la fama. Hoy no es solo una de las cantantes más talentosas del panorama musical, sino que también se ha convertido en una de las mujeres más influyentes de la sociedad norteamericana y en una de las fortunas habituales en la lista Forbes. Su impacto va más allá y, según un análisis realizado por el operador de bolsa Freedom 24,  división europea de Freedom Holding Corp., su “Eras Tour”, que se llevará a cabo en Europa este verano, ha sido definida como la gira más grande de todos los tiempos. Con más de 1.000 millones de facturación en 2023 y una previsión similar para este año 2024, sin duda, ha nacido el fenómeno conocido como Swiftonomics. 

“El tour europeo de Taylor Swift representa más que un evento musical. Es un catalizador para la actividad económica y el interés de los inversores. A medida que el concepto Swiftonomics siga configurando el discurso económico, podemos ser optimistas sobre el potencial de la gira para impulsar sectores como el turismo, el comercio minorista y el entretenimiento. Si bien el impacto macroeconómico puede variar de una región a otra, los efectos localizados ofrecen oportunidades de inversión”, afirman desde Freedom 24.

Como es natural, la llegada de una estrella famosa del pop puede provocar un mini boom económico en ciertas ciudades y regiones cuando los fans gastan dinero en hoteles, restauración y entretenimiento. Según Freedom 24, otros ejemplos relevantes al respecto son la reciente gira de Beyoncé por Suecia, a la que se ha atribuido el aumento de la inflación en el país escandinavo; o que la Reserva Federal de Estados Unidos haya subrayado la huella de Swift en los ingresos hoteleros en la ciudad de Filadelfia, en lo que se conoce como su Beige Book de junio de 2023, el informe que indica posibles cambios en la economía después de las reuniones de política monetaria de esta entidad, al comparar el impacto económico de sus conciertos con el de la Super Bowl, uno de los grandes acontecimientos deportivos en los Estados Unidos y en muchas partes del mundo. 

“En general, las cifras no son lo suficientemente significativas como para marcar una diferencia en términos de crecimiento económico, pero sí muestran cierta propensión al gasto. Esto es alentador, ya que sugiere que los consumidores aún están dispuestos a gastar dinero en bienes y servicios como resultado a una demanda reprimida después de la pandemia. Este es el caso del gasto en experiencias culturales o viajes, que ha producido un impulso notable, por ejemplo, en el sector de la aviación comercial”, señalan. 

Ahora de hablar de cifras, la firma explica que para predecir el impacto potencial de una gira europea es importante examinar los patrones y tendencias observados durante las giras anteriores de Taylor Swift. “En Estados Unidos, el Eras Tour generó un asombroso consumo de 5.000 millones de dólares, gran parte del cual se atribuye a la venta minorista. Al mismo tiempo, la Asociación de Viajes de Estados Unidos (US Travel Association), anunció que la cifra podría acercarse a los 10.000 millones de dólares si se tiene en cuenta el gasto indirecto de los consumidores que quizás no asistieron realmente a los conciertos pero sí participaron en el consumo alrededor del evento. De manera similar, en Asia, donde la gira se detuvo en países como Singapur, Japón y Australia, hubo efectos localizados. En Singapur, por ejemplo, se esperaba que la afluencia de asistentes al concierto impulsara las ventas minoristas y el crecimiento del PIB. Durante la breve visita de Taylor Swift a Japón, hubo un crecimiento localizado en sectores específicos, como la vivienda y el transporte”, indican. 

De este análisis se desprende que en economías pequeñas como Singapur, donde se espera que el impacto de la gira sea más pronunciado, los ingresos turísticos y las ventas minoristas aumentarán, y es probable que los conciertos contribuyan positivamente al PIB, aunque en menor escala. “Notablemente, la influencia de Swift se extendió más allá de los lugares donde tenían lugar los conciertos. Air New Zealand, por ejemplo, experimentó un aumento en la demanda de vuelos a Australia después de que Swift insinuara incluir esta región en su gira. El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, solicitó que la cantante incluyera localidades del país en la gira, lo que demuestra la importancia económica de una decisión de este tipo”, añaden. 

Oportunidades de inversión

En opinión de Freedom 24, a medida que Taylor Swift se estrene en los escenarios europeos, los inversores observarán el impacto potencial de su gira en diferentes sectores. “En las economías europeas más grandes, como el Reino Unido y los países de la zona euro, el impacto general puede ser limitado pero en economías más pequeñas como Irlanda, los Países Bajos y Austria, podrían producirse efectos localizados relevantes en sectores como la hostelería, el transporte y el comercio minorista. Pero la ocupación en hoteles de ciudades como Edimburgo, Liverpool y Cardiff, en la que se ha colgado el cartel de completo, ya es un indicador del impacto económico global de los conciertos”, comentan.

En este sentido, se espera que los principales beneficiarios de la gira de Taylor Swift, basados en tendencias históricas, sean: turismo y hospitality; venta al por menor y merchandising; industria del entretenimiento; y plataformas de streaming y distribuidores de música.

En su análisis, la compañía ha identificado los valores de renta variable que mejor se benefician de esta gira de conciertos y del trabajo de Taylor Swift. En primer lugar, apunta a Spotify (SPOT) es una fuerza dominante en la industria de la música con una participación significativa en comparación con sus competidores, con un 31% del mercado. “La presencia de Taylor Swift en la plataforma ha sido un factor importante para su éxito, y su popularidad ha ayudado a que Spotify alcance los 100 millones de oyentes por mes. La influencia de Swift y sus conciertos en las perspectivas futuras de Spotify no puede pasarse por alto”, afirman. 

En segundo lugar citan a Disney (DIS) y explican que la asociación estratégica con Taylor Swift y Epic Games fue bien recibida por los inversores. Además, el CEO de Disney, Bob Iger, anunció que Disney+ transmitiría el documental Taylor Swift: The Eras Tour, a partir del 15 de marzo.

Por último, otro valor que se beneficiará será Booking Holdings Inc. (BKNG), debido a su dominio en el sector de viajes online. “Se espera que el Eras Tour de Taylor Swift atraiga a grandes multitudes de fans de todo el mundo a diversas ciudades de Europa y de todo el globo. BKNG se beneficiará de este aumento en la actividad de viajes a medida que los fans reserven alojamiento, vuelos y otros servicios relacionados con el turismo, a través de sus plataformas. Por lo tanto, eventos importantes como el Eras Tour brindan oportunidades de negocio que BKNG puede capitalizar en el turismo de eventos. Al ofrecer paquetes de viajes a medida, ofertas exclusivas y facilidad de reservas, BKNG puede atraer un flujo sustancial de turistas, que conlleva un crecimiento de los ingresos y la expansión de la cuota de mercado”, concluyen desde Freedom 24.

Las acciones que pagan dividendos protegen a los inversores frente a la inflación

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Después del COVID, los tipos de la deuda pública se han disparado, lo que ha hecho que algunos inversores se cuestionen el papel de las acciones que pagan dividendos dentro de las carteras. Este hecho contrasta con el periodo comprendido entre la crisis financiera mundial y el COVID, cuando los grandes bancos centrales aplicaron una relajación monetaria sin precedentes que hundió los tipos de los bonos. Si nos remontamos aún más, es evidente que los rendimientos de los bonos generalmente han sido más altos que las rentabilidades por dividendo, a veces de forma sustancial. De hecho, la anomalía reside en el periodo comprendido entre la crisis financiera mundial y el COVID.

Las rentabilidades por dividendo más bajas son la norma, porque los inversores aprecian el crecimiento de las rentas, algo que los bonos no ofrecen. Este incremento protege a los inversores frente a la erosión del poder adquisitivo provocado por la inflación. En un mundo de inflación cero (como en la década de 2010), la protección contra ella es menos valiosa, pero cuando la inflación sube, este rasgo pasa a ser deseable. Ahora que las rentabilidades por dividendo son más bajas que los rendimientos de los bonos, el mercado está tomando conciencia de la vulnerabilidad de los bonos frente a la inflación. A la vista del elevado nivel de inflación en la economía, están pasando al primer plano los rasgos de protección contra la inflación que ofrecen las acciones que pagan dividendos.

Los dividendos crecieron con fuerza en 2023 y esperamos lo mismo este año. El mercado estima que el 59% de las empresas de todo el mundo aumentará los dividendos en 2024. También se está percibiendo otro impulso derivado de las políticas más favorables a los accionistas en Asia. Las reformas del gobierno corporativo en Japón, Corea del Sur y China deberían elevar los porcentajes de beneficio destinado a dividendo, que actualmente son inferiores a la media y marchan muy rezagados comparado con la arraigada cultura de pago de dividendos de Europa.

Las empresas que incrementan sistemáticamente sus dividendos ofrecen rentabilidades ajustadas al riesgo atractivas. El índice MSCI AC World Dividend Aristocrats ha batido al índice MSCI AC World con una volatilidad más baja durante la última década. Eso demuestra que las empresas que incrementan el dividendo pueden constituir una posición estratégica a largo plazo en una cartera, incluso para los inversores que no tienen una necesidad concreta de obtención de rentas.

Los mejores valores que generan rentas poseen ventajas competitivas duraderas que protegen e incrementan los repartos. Las empresas que pagan un dividendo excesivo podrían no ser sostenibles si sus ingresos se ven amenazados por la competencia. Por lo tanto, los valores que generan rentas deberían alcanzar un equilibrio entre el reparto de beneficios y la reinversión para reforzar su posicionamiento competitivo. El porcentaje óptimo de beneficio destinado a dividendo depende del modelo de negocio.

Las empresas que retribuyen a los accionistas cuando es oportuno reciben la recompensa del mercado. Este año, Meta y Alphabet anunciaron los primeros dividendos de su historia y sus cotizaciones se dispararon un 20% y un 10%, respectivamente, a pesar de que las cantidades a distribuir eran relativamente pequeñas.

Las empresas defensivas que incrementan los dividendos resultan especialmente atractivas en la actualidad. Los valores de crecimiento han liderado el mercado durante los últimos 18 meses, pero la mayoría de ellos pagan dividendos escasos o nulos. Los valores cíclicos también se ha visto favorecidos, ya que el optimismo en torno al aterrizaje suave ha aumentado. Esto ha dejado a los valores de calidad que pagan dividendos pertenecientes a sectores defensivos, como consumo básico y servicios públicos, cotizando con valoraciones bajas que dejan margen para la revalorización y ofrecen protección contra la compresión de los múltiplos. Si los tipos de interés terminan en niveles superiores a los previstos, estas empresas podrían ofrecer una mejor diversificación que las acciones de crecimiento.

 

Tribuna de James Wilkey, director de inversiones de Fidelity International.