Raiffeisen Capital Management ha llegado a un nuevo acuerdo de colaboración con Capital Strategies Partners (CSP), empresa de distribución global con sede en Madrid. Según lo acordado, CSP distribuirá los fondos UCITS de Raiffeisen en España y Portugal.
“Estamos muy satisfechos con la incorporación de Raiffeisen Capital Management, una gestora especialista en sostenibilidad con excelente reputación y resultados que se complementa de forma natural con el resto de productos que representamos. Con Raiffeisen, acercamos a nuestros inversores una gama de fondos sostenibles en algunas de las clases de activo más demandadas: bonos globales, fondos multiactivo y renta variable”, afirma Daniel Rubio, fundador y CEO de CSP.
Raiffeisen Capital Management es una gestora con sede en Viena (Austria) centrada en un proceso de inversión sostenible a través de sus estrategias de renta variable, renta fija y fondos multiactivo. Cuenta con más de 25 fondos sostenibles y ESG con distintos niveles de riesgo, lo que supone que más de la mitad del volumen que gestiona sea bajo criterios ESG.
Para ello, Raiffeisen Capital Management aplica un enfoque integrado de sostenibilidad que se basa en los tres niveles siguientes: evitar, apoyar e influir.
Entre los fondos más destacados de Raiffeisen Capital Management se encuentran Raiffeisen Sustainable Bonds, Raifffeisen Sustainable Mix, Raiffeisen ESG Income y Raiffeisen Sustainable Equities.
Atitlan y Santander han firmado un acuerdo para la creación de Atgro, una plataforma de inversión global dedicada al desarrollo de proyectos agrícolas. La plataforma arranca con una aportación de 200 millones de euros del banco y de otros 50 millones por parte de Atitlan, aunque esperan dar entrada a inversores para alcanzar un tamaño objetivo superior a 500 millones.
Los proyectos agrícolas de Atgro estarán gestionados por Elaia, filial de Atitlan para sus inversiones en el sector agrícola y de la que Santander pasa a convertirse también en accionista minoritario a raíz del acuerdo. Aunque no tendrá un rol activo sobre las inversiones, el banco aportará su amplio conocimiento local en diferentes geografías y su fuerza comercial.
Desde su primer proyecto de olivar en 2007, Elaia ha expandido su base de cultivos con almendra, naranja, clementina, limón, pomelo, aguacate y pistacho en España, Portugal y Marruecos. Esta experiencia le ha convertido en referente en la plantación y gestión de procesos agronómicos, con más de 20.000 hectáreas transformadas.
Esta alianza entre Santander y Atitlan refleja su apuesta a largo plazo por el sector agroalimentario, en pleno proceso de transformación y donde nuevos retos como el cambio climático, la demografía o la evolución de los hábitos de consumo están impulsando el cambio hacia un modelo de producción más escalable y sostenible.
Atgro tiene previsto desarrollar una cartera amplia de cultivos (frutos secos y ‘superfrutas’) y diversificada en geografías (Europa, América, África y Asia). Para empezar, el proyecto nace con las inversiones productivas que Atitlan ya tenía en pistachos y acaba de completar su primera transacción, que supone la entrada como socio mayoritario en la compañía peruana Ecosac, el segundo exportador de uvas de ese país, con un volumen de negocio en torno a 200 millones de dólares. Adicionalmente, su crecimiento pivotará en torno al desarrollo de nuevos cultivos y a adquisiciones de activos en producción.
Por otra parte, la plataforma estará abierta a inversores institucionales y profesionales, dado el gran interés existente por este tipo de activos de alto impacto económico y social, y a su vez con muy baja correlación respecto a otros productos financieros tradicionales.
La intención es que esta plataforma financiera sea clasificada en el artículo 8 bajo la normativa de sostenibilidad financiera con un compromiso para promover iniciativas medioambientales en la cartera de inversión.
Inversión alternativa en segmentos de crecimiento
La participación de Santander en esta plataforma forma parte de la estrategia de Investment Platforms Unit (IPU), dentro del negocio de Santander Asset Management especializada en inversión en segmentos de crecimiento alternativos a la actividad tradicional del banco, como direct lending (Tresmares), private equity (Fremman Capital), venture debt (Atempo), Special Situations Lending (Deva Capital) o venture capital (Seaya, Mouro Capital).
Openbank y la gestora de activos independiente Carmignac han llegado a un acuerdo de colaboración para comercializar tres fondos a vencimiento a uno, tres y cinco años con una tasa interna de rentabilidad (TIR) que alcanza un máximo del 5,34%.
Con el fin de aprovechar los rendimientos de los mercados de deuda corporativa y los altos tipos de interés actuales, el banco incorpora a su cartera de inversión tres nuevos productos –Carmignac Credit 2025, Carmignac Credit 2027 y Carmignac Credit 2029– que combinan la sencillez de invertir en un solo bono y las ventajas de un fondo diversificado, ya que compra una cartera de diferentes bonos, pero con un vencimiento común.
Este enfoque global de Carmignac permite a los clientes de Openbank invertir en una cartera diversificada con bonos de compañías de todo el mundo, distribuida en más de un 60% en activos de calificación investment grade o superior, que comportan un menor riesgo, y el resto de high yield, que comportan mayor riesgo, pero también otorgan una mayor remuneración. De esta manera, los inversores no solo se benefician de las oportunidades de rentabilidad de todos los sectores económicos de mercados desarrollados y emergentes, sino de repartir los riesgos entre centenar de emisores.
Además de las ventajas mencionadas, los clientes pueden reembolsar el dinero en cualquier momento, sin comisión de cancelación o penalización por rescatarlo antes del vencimiento, y, también, traspasar los fondos sin ningún impacto fiscal.
Finaccess Value amplía su gama de fondos de inversión con el lanzamiento de Finaccess Horizonte 2027, un fondo de renta fija gestionado por Inversis Gestión, S.A.U., SGIIC que cuenta con la agencia de valores Finaccess Value como asesor en la estrategia de inversión. Este nuevo fondo tiene como objetivo tratar de obtener una rentabilidad acorde con los activos en que se invierte, descontadas comisiones, al plazo remanente en cada momento hasta el horizonte temporal del fondo (15 de octubre de 2027).
David Ardura, director de inversiones de Finaccess Value, explica que “el mercado espera unos tipos a corto plazo descendentes por lo que el lanzamiento de este fondo responde a la oportunidad que vemos para el inversor con un perfil conservador de construir una cartera de deuda corporativa a vencimiento de tres años”.
Borja Arrillaga, director general de Finaccess Value, señala: “Nuestro objetivo es aportar la experiencia internacional del Grupo Finaccess en la preservación del patrimonio y el control del riesgo. El nuevo fondo está dirigido principalmente a inversores que puedan mantener la inversión durante un horizonte temporal de tres años (el vencimiento del fondo está previsto para el 15 de octubre de 2027)”.
Se ha establecido un periodo de comercialización que vence el próximo 15 de octubre de 2024. A partir de esa fecha y hasta el vencimiento del fondo, se aplicarán descuentos a favor de éste para las suscripciones y reembolsos, excepto en las ventanas de liquidez, que serán semestrales.
El fondo tendrá dos tipos de clases según el tipo de cliente final, siendo éstas de reparto, es decir, habrá tres reembolsos/traspasos obligatorios de participaciones por importe bruto del 2% el 15 de octubre de 2025, del 3% el 15 de octubre de 2026 y del 3,5% el 1 de octubre de 2027 para ambas clases sobre la inversión inicial/mantenida. La parte de rentabilidad no reembolsada se acumulará al valor liquidativo. Las comisiones de gestión oscilarán entre el 0,34% de la clase L y el 0,64% de la clase A.
La cartera se comprará al contado y se prevé mantener los activos hasta su vencimiento. El nuevo fondo lanzado por Inversis Gestión y asesorado por Finaccess Value invertirá el 90%-100% de la exposición total directa o indirectamente en renta fija pública y/o privada. El resto de la exposición total permanecerá en liquidez. Se podrá invertir hasta un 10% de la exposición total en deuda subordinada. Los emisores/mercados serán la OCDE y hasta el 10% de la exposición total estará en emergentes. Se aplicará un control riguroso del riesgo, limitando al 10% la suma de la renta fija de baja calidad crediticia, la renta fija sin calificación y los activos de renta fija incluidos en el artículo 48.1. j) del Real Decreto 1082/2012 de 13 de julio.
Foto cedidaDe izquierda a derecha: Olivier Becker, responsable del equipo de Gestión de Renta Fija de Amiral Gestion, y Fabien Labrousse, gestor de renta fija.
Amiral Gestion ha anunciado la incorporación de Olivier Becker como responsable del equipo de gestión de Renta Fija y de Fabien Labrousse como gestor de renta fija. Según explican desde la gestora, ambos se encargarán de la gestión de los fondos de renta fija, Sextant Bond Picking y Sextant 2027. Además, adelantan que el equipo se completará con la llegada de dos nuevos gestores con perfiles complementarios en las próximas semanas.
A raíz de estos dos nombramientos, Nicolas Komilikis, director general de Amiral Gestion, ha declarado: “Nos complace dar la bienvenida a Olivier y Fabien a nuestros equipos. Sus trayectorias y visiones complementan y diversifican nuestra experiencia en renta fija, reforzando así un eje estratégico para el desarrollo de Amiral Gestion con nuestros socios”.
Olivier Becker, graduado en Gestión por la Escuela de Negocios de Nantes, Audencia, cuenta con el Certificado Internacional en Corporate Finance (ICCF) de HEC París y aporta más de 20 años de experiencia profesional en la gestión de activos y los mercados financieros. Comenzó su carrera en el año 2000 en Accenture como consultor de estrategia para bancos de inversión, antes de unirse a Oddo Securities en 2006 como analista de acciones sell-side. En 2012, se convirtió en gestor de renta fija en Oddo BHF AM, donde asumió la responsabilidad de los equipos de High Yield y convertibles en 2018. Entre 2022 y 2024, Olivier ocupó el puesto de gestor de high yield en la gestora Corum Butler. Se unió a Amiral Gestion en junio de 2024 para liderar el desarrollo y la gestión del equipo de Renta Fija.
Por su parte, Fabien Labrousse, graduado en Economía y Finanzas por la Universidad de Poitiers, comenzó su carrera en 2001 en Cyril Finance como gestor de renta variable en el segmento Midcap y Salud. En 2004, se unió a Schelcher Prince Gestion, donde ha trabajado durante 20 años como gestor senior de retorno absoluto y varias multiestrategias de renta fija. En julio de 2024, se incorporó al equipo de Renta Fija de Amiral Gestion.
Foto cedidaThomas Friedberger, Deputy CEO and Co-CIO of Tikehau Capital.
Para Thomas Friedberger, Deputy CEO and Co-CIO of Tikehau Capital, uno de los principales cambios que ha vivido la industria de gestión de activos durante los últimos años ha sido el desarrollo y la popularidad de la inversión pasiva junto con el crecimiento de los activos alternativos, según el balance que hace ahora que la firma cumple 20 años desde su creación. En su opinión, en estas dos décadas, “el sector se ha vuelto sistémico debido a su tamaño e influencia ampliados”.
¿Qué tendencias han impactado más en el modelo de negocio de Tikehau Capital?
El crecimiento sistémico del sector ha sido una influencia significativa. A pesar de esta tendencia, a los gestores de activos aún se les permite operar con niveles relativamente bajos de capital, desde una perspectiva regulatoria.
¿Y cómo ha evolucionado ese modelo de negocio en los últimos 20 años? ¿Cuáles han sido las prioridades?
Un desarrollo clave ha sido el énfasis en la escalabilidad dentro de las inversiones alternativas, lo que ahora permite a las corporaciones, incluidas las empresas de gran capitalización, aprovechar oportunidades tanto en los mercados de capitales, como acciones y bonos corporativos, como en los mercados privados, incluyendo capital privado y crédito privado. Nuestras prioridades se han centrado en expandir estas capacidades y adaptarnos a las nuevas dinámicas del mercado.
En un entorno industrial mucho más competitivo y exigente, ¿cómo ha evolucionado su visión de inversión y su oferta de productos?
Nuestra visión de inversión ha permanecido consistente: nos enfocamos en ser locales, selectivos, disciplinados y en asegurar una estrecha alineación de intereses. Sin embargo, nuestras ofertas de productos se han adaptado a las demandas del mercado en evolución y para mantenernos a la vanguardia de las tendencias de la industria, guiados por nuestro principio de ‘crear, no competir’. Este enfoque fomenta una cultura emprendedora que nos impulsa a ser pioneros en soluciones innovadoras en lugar de simplemente seguir caminos existentes. Por ejemplo, hemos desarrollado una gama de soluciones innovadoras diseñadas específicamente para permitir a los inversores minoristas acceder a estrategias de inversión privada, anteriormente disponibles solo para clientes institucionales. Además, en 2018, establecimos una estrategia de descarbonización de capital privado en asociación con TotalEnergies, creando uno de los mayores vehículos de capital privado dedicados a apoyar a las empresas que lideran la descarbonización de la economía. Además, en 2019, reconociendo que los secundarios de deuda privada habían demostrado ser una herramienta dinámica tanto para LPs como para GPs, lanzamos una estrategia de deuda privada secundaria, una iniciativa pionera que tiene como objetivo proporcionar soluciones de liquidez en el mercado de deuda privada.
Su negocio se centra en los mercados públicos y privados. Estamos más familiarizados con los mercados públicos, pero los mercados privados parecen estar experimentando un auge en la demanda y mejorando su lugar en las carteras. Dada su experiencia, ¿cuál es su impresión al respecto? ¿Qué tendencias observa?
Los mercados privados han experimentado un rápido crecimiento y una mayor demanda. A pesar de este auge, es esencial mantener nuestra disciplina de inversión. Es crucial tener una comprensión integral del entorno del mercado, incluyendo crédito, acciones, activos reales y tanto mercados públicos como privados, para tomar decisiones de inversión informadas.
¿Qué tendencias están impulsando la evolución de su modelo de negocio?
Nuestro modelo de negocio está evolucionando en respuesta a varias tendencias clave: la necesidad de alinear intereses de manera efectiva, la creciente importancia de obtener buenos acuerdos localmente, la necesidad de ser ágil en la estructuración de transacciones y mantener la disciplina en la fijación de precios y la liquidez.
Finalmente, ¿cuáles son sus objetivos empresariales para los próximos cinco años?
Durante los próximos cinco años, nuestro objetivo principal es consolidar y expandir nuestra posición como un gestor de activos global líder. Desde nuestra salida a bolsa en 2017, hemos experimentado un crecimiento significativo, más que triplicando nuestros activos bajo gestión y superando consistentemente nuestras metas. Basándonos en este éxito, aspiramos a seguir innovando y diversificando nuestras ofertas mientras fomentamos nuestra cultura emprendedora. Nuestro sólido balance, con 4.000 millones de euros en activos totales a la fecha, incluyendo 3.100 millones de euros en capital social, proporciona una base sólida para el crecimiento futuro. Esta robusta posición financiera no solo apoya nuestra expansión continua, sino que también actúa como un poderoso facilitador del crecimiento dentro de nuestra empresa. Estamos comprometidos a aprovechar nuestra fortaleza financiera para captar nuevas oportunidades y fomentar un crecimiento sostenible.
El cambio climático es intrínsecamente inflacionista. El aumento de las temperaturas medias con sus fluctuaciones estacionales, las catástrofes naturales y los cambios medioambientales perdurables tendrán efectos negativos en la oferta de bienes y mano de obra, y positivos en la demanda local.
El Banco Central Europeo calcula que, si no se controlan, los efectos físicos del cambio climático podrían aumentar entre un 1% y un 3% la tasa general de inflación anual solo durante la próxima década. Además, es muy posible que esta situación se prolongue más allá de la próxima década por el riesgo añadido de un incremento descontrolado de los precios una vez que se tengan en cuenta sus interacciones con la estabilidad política y social.
Pero a diferencia de un escenario no controlado, los efectos inflacionistas de la transición son más previsibles y limitados en el tiempo. Por tanto, sus consecuencias sociales serían más fáciles de gestionar para las autoridades públicas.
El coste de la transición
Para limitar el aumento de la temperatura al objetivo del Acuerdo de París de 1,5 °C respecto a los niveles preindustriales, cabe esperar que cuatro tipos de inflación —a saber, inflación verde o greenflation, inflación fósil o fossilflation, inflación de demanda o demandflation e inflación de activos varados o strandflation— añadan 1,6 puntos porcentuales a la tasa de inflación anual en los próximos 10 años, según nuestro análisis.
La transición a un sistema de energía verde generará presión de la demanda sobre algunos de los recursos críticos (metales, minerales, mano de obra cualificada) necesarios para la fabricación de nuevos bienes de equipo productores de energía (turbinas eólicas, paneles solares, baterías de vehículos eléctricos, infraestructuras de red, etcétera).
La inflación verde ya está aquí; el coste de los aerogeneradores ha aumentado un 40% debido al encarecimiento de los insumos. La probable duplicación del precio real de los metales verdes (p. ej. níquel, zinc, y cobre) en la próxima década podría añadir un 0,1% a la tasa general de inflación anual, según nuestras previsiones.
La transición también incentivará a los productores de combustibles fósiles para que reduzcan o directamente interrumpan la inversión en mantenimiento y exploración y producción de hidrocarburos. Teniendo en cuenta el rápido ritmo de agotamiento natural de los yacimientos existentes, esto provocará un descenso de la producción mundial de hidrocarburos y, por tanto, un aumento de los precios. A esto lo llamamos inflación fósil. Nuestros estudios sugieren que, para equilibrar la demanda con la producción de petróleo, se necesitan subidas de precios de alrededor del 20% anual, lo que se traduciría en un 0,8% adicional de inflación en la tasa general anual.
La inflación de demanda es el resultado del necesario desvío de recursos de otros usos en la economía. Para un eventual aumento del 1% del PIB en inversión verde, habrá que posponer un porcentaje similar de consumo, mediante una combinación de precios más altos y tipos de interés reales más elevados. Además, la reasignación de los factores de producción (capital y puestos de trabajo) a las industrias ecológicas creará ineficiencias (desempleo, necesidades de formación, quiebras de empresas, etc.) que lastrarán la productividad global de la economía.
En la actualidad, solo se adoptan las tecnologías verdes de forma generalizada cuando se consideran superiores o cuando sus costes son competitivos. Por ejemplo, la generación de electricidad con fuentes renovables es competitiva en comparación con la generada mediante combustibles fósiles o energía nuclear, incluso cuando se tienen en cuenta los costes de las mejoras de la red y similares.
Sin embargo, en muchos sectores como los de cemento, acero, calefacción, aviación y transporte marítimo calculamos una prima de precios verde de entre el 25% y el 300% si no se producen avances en el tamaño, la innovación o las normativas. Si se produce una creación forzada o natural de activos redundantes y en desuso —por ejemplo, debido a la intervención estatal—, se producirá un choque negativo de la oferta sobre la productividad, y otro efecto inflacionista de la transición, la inflación de activos varados. En conjunto, creemos que la inflación de demanda y la de activos varados podrían sumar un 0,7% adicional a la tasa general de inflación cada año.
Un quebradero de cabeza para los bancos centrales
Estimamos que la transición energética podría añadir aproximadamente 1,6% anuales a la inflación a lo largo de una década, para después comenzar a diluirse a medida que la inflación fósil se va convirtiendo en deflación y el ciclo de inversiones alcance su punto álgido. Pero está claro que este sería el menos malo de dos males, ya que la alternativa sería un período de inflación más elevada, menos previsible y menos controlable. No obstante, este largo periodo de transición seguirá planteando retos considerables a los bancos centrales, guardianes de la estabilidad de precios.
Deben decidir si esta inflación transitoria debería dejarse pasar a riesgo de desanclar las expectativas a largo plazo sobre los precios, o si deberían usarla como justificación para provocar deflación en otras áreas de la economía.
Sin duda, una cooperación monetaria internacional ayudaría a mitigar los efectos distorsionadores no deseados en los precios de importación, el impacto en las divisas y los tipos de interés mundiales. Sin embargo, ésta no parece muy probable a corto plazo. Por el momento, la Reserva Federal estadounidense —el eje del sistema mundial— prefiere mantenerse al margen. Ansiosa por preservar su independencia, la institución opta por no abrir un asunto tan politizado y considera que es mejor que tome las decisiones su órgano supervisor, el Congreso.
Como mínimo, los bancos centrales podrían aislar algunos costes climáticos de las definiciones de inflación o dotarse de mayor flexibilidad sobre el horizonte temporal en el que debe interpretarse su objetivo de “estabilidad de precios”. Lo que está claro, no obstante, es que la inflación de la transición energética se acelerará. Los responsables de la política monetaria y los Gobiernos deben encontrar la mejor manera de gestionar sus efectos, y deben hacerlo pronto.
Tribuna elaborada por Lloyd McAllister, responsable de inversiones sostenibles de Carmignac, Raphaël Gallardo, economista jefe de Carmignac , y Michel Wiskirski, especialista en materias primas de Carmignac.
Vanguard ha anunciado que reduce el importe mínimo para acceder a su plataforma de inversión automatizada, Digital Advisor, pasando de 3.000 a 1.001 dólares. De esta forma, la gestora quiere aumentar el acceso de su servicio de asesoramiento digital para aquellos inversores interesados en gestionar de forma online sus objetivos financieros.
Vanguard Digital Advisor se lanzó en 2020 para proporcionar un servicio de planificación financiera y asesoramiento de inversiones completamente digital y ofrecer asesoramiento “personalizado, conveniente y de bajo coste”. Según explican desde la compañía, esta plataforma ayuda a los clientes a identificar sus objetivos de jubilación y no jubilación, y luego diseña y gestiona carteras de inversión personalizadas, diversificadas y fiscalmente eficientes para lograrlos. A fecha de 30 de junio de 2024, Asesor Digital gestiona más de $19 mil millones en activos.
“Reducir el mínimo de inversión para Vanguard Digital Advisor es un paso importante en nuestro esfuerzo por ampliar el acceso de los inversores al asesoramiento y empoderarlos más temprano en su viaje financiero. Creemos que el asesoramiento fortalece la capacidad de los inversores para gestionar sus necesidades de finanzas personales e inversiones, y puede generar mejores resultados de inversión”, ha explicado Brian Concannon, Head of Vanguard Digital Advisor.
Esta decisión llega, según explica la firma, tras un período de crecimiento acelerado e innovación para Digital Advisor, ya que Vanguard ha invertido significativamente en la experiencia del cliente en la plataforma. En concreto, ha realizado diversas mejoras, entre las que destacan un servicio de coaching personalizado para alcanzar metas financieras, una mayor de carteras entre las que elegir, mayor eficiencia fiscal y la posibilidad de realizar la planificación financiera en pareja.
“El asesoramiento es fundamental para nuestra misión de dar a los inversores la mejor oportunidad de éxito en sus inversiones. Entendemos que las necesidades de nuestros inversores están en constante cambio, y estamos dedicados a evolucionar e innovar continuamente nuestras ofertas de asesoramiento para garantizar que los clientes tengan las herramientas, la orientación y, lo que es más importante, el acceso que necesitan para alcanzar sus objetivos financieros”, ha añadido Doug Mento, Head of Vanguard Advice.
Si eres un ahorrador exigente en China o Japón, 2024 podría ser el año en que por fin pongas tu dinero a trabajar. El gobierno japonés va a duplicar el límite del NISA, el plan de inversión exento de impuestos del país, lo que podría desbloquear miles de millones de dólares de ahorros sin explotar. En China, donde las tasas de ahorro (en porcentaje del PIB) son muy superiores a la media mundial, las autoridades están aumentando las cuotas de inversión en acciones y bonos extranjeros para satisfacer la febril demanda[1]. Tal es el apetito por los mercados extranjeros que algunos operadores están dispuestos a pagar una prima del 40% sobre los activos subyacentes de los fondos cotizados (ETF) que invierten fuera de China[2].
En la actualidad, los inversores particulares de estas dos principales economías asiáticas son los más cautos de la región. En una encuesta realizada a más de 6.500 inversores particulares por Fidelity International y YouGov[3], entre el 70% y el 78% de los inversores chinos y japoneses mantienen parte de sus carteras en depósitos (frente al 56% en Singapur y el 38% en Australia, por ejemplo). Sin embargo, a medida que la Reserva Federal de EE.UU. se prepara para recortar los tipos de interés, tanto ellos como otros inversores de la región se están volviendo más audaces. El 53% de los encuestados afirmó que planeaba aumentar sus tenencias de acciones, mientras que el 42% dijo que reduciría las de efectivo[4].
Lo paradójico es que esos mismos inversores no están dispuestos a renunciar a los ingresos que han venido disfrutando gracias a los altos tipos de interés. Alrededor de dos tercios afirman que son más propensos a invertir en rentas. A pesar del sentimiento general de riesgo, los inversores están divididos en cuanto a la renovación de los depósitos existentes, con un 30% a favor y un 30% en contra (el resto no está seguro).
Entonces, ¿hacia dónde se dirige el dinero nuevo de Asia? Más de la mitad de los encuestados prefieren mercados fuera de Asia, con Estados Unidos y sus «siete magníficos» valores tecnológicos impulsados por la inteligencia artificial a la cabeza (primera opción para el 34% de los encuestados). Otro 25% eligió la renta variable mundial. En China continental, el 31% de los inversores se decanta por Asia sin Japón y el 24% por los mercados emergentes. Japón, donde el 58% opta por invertir a nivel nacional, es el único mercado con un claro sesgo nacional.
A menudo advertimos contra el sesgo nacional. Si los inversores, por ejemplo, hubieran seguido sobreponderando la renta variable nacional cuando una parte cada vez mayor del crecimiento mundial procedía de fuera de su mercado nacional, habrían salido perdiendo. Sin embargo, para los inversores asiáticos que desean asumir riesgos al tiempo que conservan sus ingresos, un poco de sesgo regional puede ser exactamente lo que necesitan.
En China, Japón y Corea, las autoridades están animando a las empresas a recompensar a los inversores. Esto era menos preocupante cuando China crecía rápidamente, o cuando Japón estaba ocupado lidiando con su dolor de cabeza deflacionario, pero la situación en ambos países ha cambiado drásticamente. Seúl también quiere resolver el viejo problema del «descuento coreano» con una mayor rentabilidad para los accionistas. Se trata de reformas bien pensadas que prometen cambios estructurales e ingresos estables en los próximos años. Aunque los ratios de reparto de dividendos en estos países (actualmente entre el 30% y el 35%) están por detrás de la media mundial (45%), esperamos que se recuperen gradualmente a medida que se afiancen las reformas[5].
Asia es también donde se cruzan crecimiento e ingresos. Al igual que Estados Unidos, Asia se beneficia de la megatendencia de la inteligencia artificial, aunque se centra más en el hardware. Mercados como Corea y Taiwán albergan algunos de los mayores fabricantes de semiconductores, el material básico utilizado para construir los cerebros de la inteligencia artificial en chips electrónicos. Alrededor de un tercio del índice de referencia coreano Kospi está compuesto por valores relacionados con los chips. Este predominio en las cadenas de suministro de semiconductores no solo impulsa el crecimiento de los beneficios en épocas de bonanza, sino que también refuerza la resistencia financiera de estas empresas para capear los malos tiempos, lo que las hace más propensas a recompensar a los inversores a lo largo de los ciclos y, por tanto, a obtener unos ingresos decentes.
Fuente: Fidelity International, YouGov, Julio de 2024. Los porcentajes están redondeados hacia números enteros.
Por sí solas, las valoraciones febriles no deberían disuadir a los inversores asiáticos de exponerse a EE.UU. (algunas empresas merecen sus elevados precios). Pero sí debería animarles a buscar alternativas más baratas: mercados importantes donde el pesimismo quizá sea exagerado y las empresas de calidad coticen con descuento.
El candidato obvio es China. Algunos inversores han perdido confianza en las acciones chinas porque la economía no crece tan rápido como antes. Pero se trata de una consecuencia natural de la transición en curso en China: del crecimiento elevado al crecimiento de calidad. La diversificación de los motores del progreso económico en varios sectores, en lugar de depositar todas las esperanzas en el sector inmobiliario, debería ser celebrada por los inversores a largo plazo. A corto plazo, los responsables políticos están intensificando el apoyo para estabilizar la economía. El tercer Pleno de julio fue seguido rápidamente por inesperados recortes de los tipos de interés.
Tras varios años acumulando efectivo, es natural que los inversores asiáticos sientan la tentación de buscar el crecimiento a toda costa, aunque sea en mercados bursátiles ya de por sí caros. Pero no tienen por qué sacrificar los ingresos por la revalorización del capital. Una estrategia más sosegada podría equilibrar el crecimiento mundial con las rentas y el valor de los mercados asiáticos, proporcionando al mismo tiempo cierta estabilidad, un bien cada vez más importante en un mundo volátil. Para los inversores asiáticos en busca de algo nuevo, no hay nada como el hogar.
Tribuna de Martin Dropkin, responsable del equipo de renta fija asiática de Fidelity International.
[1] Bloomberg: China Raises Limit on Overseas Investment After 10-Month Pause (3rd June 2024)
[2] Bloomberg: Chinese Fervor for Overseas Stocks Is Breaking ETF Trading (30th January 2024)
[3] The survey was conducted by YouGov in six markets between 15th May and 24th May, 2024 and published in July. Investors aged between 18 to 69 with 1,003 in Australia, 1,500 in mainland China, 1,002 in Hong Kong, 1,003 in Japan, 1,002 in Singapore and 1,005 in Taiwan, to a total of 6515. Respondents have a minimum personal income of AUD45,000 annually, RMB 5,000 monthly, HKD15,000 monthly, JPY3,000,000 annually, SGD 2,000 monthly and NTD30,000 monthly.
[4] Percentages in this section are ‘net’ percentages, which take into account those who answered ‘agree’ and ‘somewhat disagree’ to the relevant statement in the survey.
[5] Bloomberg data, based on MSCI indices as of 19th August, 2024.
¿Cómo gestiona un administrador de carteras con sede en el Lejano Oriente un portafolio de acciones de mercados emergentes? ¿Cuál es su posicionamiento? Steve Sun, especialista senior de portafolios de renta variable de mercados emergentes de Morgan Stanley IM, lo explica.
Sun comenzó en Morgan Stanley en 2016 y tiene 30 años de experiencia como inversionista. “Estoy aquí en el Lejano Oriente, específicamente en Singapur, porque realmente queremos estar al tanto de lo que está sucediendo en estos mercados locales. Es mucho más difícil seguir estos mercados desde, por ejemplo, Londres, París o Frankfurt. Las cosas también se mueven muy rápido aquí, y la construcción de una red local es muy importante. Singapur es una base ideal en este sentido”.
Los países emergentes están retrasados, especialmente al compararlos con Estados Unidos (EE. UU.). Las Siete Magníficas efectivamente han tenido un buen desempeño. ¿Cómo lo ve?
En los últimos doce a trece años, el desempeño de los países emergentes ha sido menor que el de los países desarrollados. Parte de esto proviene del hecho de que los países emergentes tuvieron un mejor desempeño que el mercado estadounidense desde el año 2000 hasta el 2010. Creo que la gente ha olvidado esto debido a la historia reciente, en donde el S&P 500 tuvo un rendimiento negativo desde el 2000 hasta el 2010. Por lo tanto, los países emergentes registraron una rentabilidad superior. Los últimos diez años han sido más o menos revertidos, pero estamos llegando a un punto en el que el valor relativo está volviendo a ser interesante. Esto ofrece oportunidades para los inversionistas en estos mercados.
¿Los disturbios en el Medio Oriente afectarán a los mercados emergentes?
Puedes darle el giro que quieras, pero la economía mundial sigue dependiendo del petróleo, a pesar de todos los esfuerzos hacia la ecologización y la sostenibilidad. Como inversionista en países emergentes, realmente hay que tener esto en cuenta porque es un riesgo tanto financiero como de sostenibilidad. El precio del petróleo y sus fluctuaciones son determinantes para el bienestar de los países del Medio Oriente y, en consecuencia, para los precios de las acciones.
El Estrecho de Malaca es la ruta de transporte marítimo más transitada y también la ruta principal para el transporte de petróleo a Asia desde el Golfo Pérsico. China importa la mayor parte de su petróleo a través de esta ruta. Así que ahí está el problema. El canal de Philip en Singapur tiene solo 2,8 km de ancho, y los estadounidenses podrían cerrarlo y dañar gravemente la economía china. Por lo tanto, es esencial tener en cuenta los riesgos geopolíticos.
Países como la India importan toda su energía. Corea del Sur también importa mucha energía, y China todavía depende de los combustibles fósiles para estimular el crecimiento. En mi opinión, la volatilidad del mercado a nivel geopolítico es inherente a los mercados emergentes. Cuando hay 24 países en el universo como nosotros, algo siempre está sucediendo en algún lugar del mundo. Los clientes también preguntan sobre lo que está sucediendo en China y Taiwán. La gente no habla de ello a menudo, pero Corea del Norte sigue lanzando misiles. Seguimos no solo los problemas macroeconómicos, sino también los factores políticos de la región.
¿Qué sectores está observando más de cerca?
Estamos mirando compañías que se benefician del crecimiento estructural. Y cuando hablamos de historias de crecimiento estructural en los mercados emergentes, pensamos inmediatamente en los consumidores. Por ejemplo, la inclusión de personas en países latinoamericanos que anteriormente no tenían acceso al sistema bancario. Brasil se ha beneficiado mucho de esto. Los servicios financieros y los bancos forman parte del tema general en el que invertimos.
Adicionalmente, la otra área en la que estamos enfocados es el aumento de la sostenibilidad y las compañías que se benefician de este cambio, como los fabricantes de vehículos eléctricos, así como algunas materias primas como el cobre. Y, por supuesto, el auge de la IA.
¿Es importante estar presente en la región?
Sí, porque la selección de países sigue siendo muy importante. Somos muy proactivos a la hora de hacer esa selección. Todo sigue ciclos, y es importante pensar a largo plazo. Es por eso que muchos de nuestros gestores de cartera han trabajado durante más de veinte años dentro del mismo equipo, y creo que es importante tener ese horizonte a largo, desplegar esos recursos y sentir lo que está sucediendo en el terreno.
¿Cuáles son actualmente sus convicciones más fuertes?
Si nos fijamos en nuestra estrategia principal, tenemos nuestras mayores ponderaciones en países como India y China. Para los servicios financieros en la India, varios de los bancos más grandes siguen siendo muy interesantes. En el norte de Asia, estamos observando a las compañías de semiconductores que fabrican chips. Adicionalmente, nuestra estrategia de mercados emergentes más enfocada con fuertes convicciones también se ha beneficiado del auge de una de las mayores compañías de comercio electrónico de Latinoamérica. También, más recientemente, los neobancos digitales que actualmente están basados en Brasil, pero también activos en Colombia y México, han ganado cuota de mercado frente a las compañías establecidas. Tenemos esto tanto en nuestra estrategia central como en nuestras estrategias de alta convicción.