Foto cedidaSaphia Gaouaoui, directora de comunicación y marketing de La Financière de l’Echiquier. . Saphia Gaouaoui, nueva directora de comunicación y marketing de La Financière de l’Echiquier
La Financière de l’ Echiquier (LFDE) ha anunciado el nombramiento de Saphia Gaouaoui como directora de comunicación y marketing, a partir del 4 de junio. Especializada en comunicación financiera, Saphia Gaouaoui, que se incorpora al equipo de gestión de La Financière de l’Echiquier, inicialmente tendrá la tarea de desarrollar la marca en Francia y Europa y acelerar la estrategia digital.
A raíz del nombramiento, Christophe Mianné, jefe de inversiones de LFDE, ha afirmado que “la incorporación de Saphia contribuirá al plan de desarrollo y las nuevas ambiciones europeas de LFDE. Estamos encantados con su llegada. Su experiencia internacional supondrá una valiosa contribución para lograr nuestros objetivos”.
Por su parte, Didier Le Menestrel, presidente de LFDE, ha añadido que “a medida que avanzamos en el fortalecimiento de nuestra gama y extendemos nuestra huella internacional, estamos encantados de dar la bienvenida a Saphia, cuya experiencia reforzará la organización existente y representa un activo para nuestra marca”.
Saphia Gaouaoui estaba a cargo de las relaciones con los medios y era co-gestora de las comunicaciones externas de Société Générale desde junio de 2017, donde en concreto era la responsable de definir las relaciones con la prensa y estrategias de contenido de marca. Comenzó su carrera en 2014 como gestora de comunicación financiera. Después de trabajar en Option Finanace como periodista especializada en gestión de activos, se convirtió en gestora de relaciones con los medios para Banque de Financement et d’Investissement, posteriormente se incorporó a Société Générale en la división de banca privada y gestión de activos. Saphia posee un máster en Finanzas por la Universidad de Paris I Panthéon Sorbonne y una licenciatura en Economía Aplicada y Finanzas por la Paris IX Dauphine.
Foto: mahalie stackpole. Los HNW expatriados, una oportunidad con más de 1,2 millones de personas
Con el mercado de expatriados de alto patrimonio (HNW) expandiéndose de un millón de personas en 2014 a 1,2 millones en 2017, los gestores de patrimonio tendrán que ofrecer productos personalizados a los clientes para tener éxito en este sector de rápido crecimiento pero ferozmente competitivo, dice la compañía de datos y análisis GlobalData.
Según el último informe de la compañía, «aprovechando la oportunidad global de expatriados HNW», el 65% de los administradores de patrimonio ya están buscando a los expatriados de altos patrimonios. Heike van den Hövel, analista de gestión patrimonial en GlobalData, dice: «El tamaño del mercado de expatriados HNW global representa una oportunidad significativa para que los gestores de riqueza apunten a estos clientes móviles y acaudalados con productos a medida. Sin embargo, la adopción de una estrategia diferenciada es cada vez más importante a medida que la competencia va en aumento». El directivo añade que «la competencia es feroz en los principales centros de expatriación como Hong Kong, Singapur y los Emiratos Árabes Unidos. Por ejemplo, más de la mitad de los residentes considerados HNW en los EAU son expatriados, y es difícil encontrar una gestora sin un equipo dedicado a ese segmento en los EAU».
Con casi el 11% de la población global de expatriados con altos patrimonios (más de 131,000), los expatriados de India representan un mercado objetivo particularmente lucrativo. Del mismo modo, los migrantes de China se pueden encontrar en todo el mundo, lo que justifica una estrategia de focalización global. Sin embargo, los jugadores más pequeños tendrán dificultades para competir en ese espacio, dado que todas las grandes marcas operan escritorios dedicados a expatriados indios o chinos, asignando recursos significativos para atraer a estos segmentos. Según la firma, los expatriados HNW son un gran negocio, pero se está volviendo más importante destacar entre la multitud por lo que recomiendan un enfoque más específico centrado en los segmentos de nicho.
«Los actores más pequeños o centrados en el mercado interno deberían considerar la adopción de un modelo de negocio más especializado centrado en las diásporas más pequeñas o en mercados menos competitivos, como Canadá. Mientras que los expatriados solo constituyen el 5,6% de la población local de HNW en el país, esto todavía equivale a un poco más de 10.800 personas, no el más grande de los mercados, pero no es tan disputado», concluye Van den Hövel.
Pixabay CC0 Public DomainFoto: gerarddm. El misterio del empleo: ¿Por qué no hay inflación?
Tras varios años de estímulo monetario, de tipos de interés nulos y expansión cuantitativa, la economía mundial está viviendo un crecimiento fuerte y sincronizado. Finalmente, pasados unos 10 años después de la crisis financiera mundial, después de la crisis en la vivienda estadounidense, la crisis del euro y una época donde el sistema financiero estuvo contra las cuerdas, las economías están creciendo de forma notable en casi todos los lugares, y según los indicadores adelantados, contamos con buenos augurios para el medio plazo. Además, Donald Trump ha adoptado la decisión algo sorprendente (dada nuestra situación en el ciclo económico) de inyectar una nueva ronda de estímulo fiscal en la economía estadounidense, lo que sería echar más leña a un fuego muy vivo.
Los mercados se han visto apuntalados por una variedad de factores, entre los cuales cabe destacar como principales los tipos nulos y el bajo nivel que muestran los rendimientos de la deuda pública, aunque en la actualidad los fundamentales económicos y empresariales se están posicionando como la locomotora de los mercados de crédito y renta variable. Sin embargo, ante este entorno de crecimiento, toda la atención se centra ahora en las perspectivas de la inflación y la respuesta posterior del banco central. En un momento en el que la Reserva Federal estadounidense sube los tipos, los mercados se encuentran posiblemente en un justo equilibrio. Una brusca subida de tipos y de los rendimientos del bono como respuesta a una sacudida inflacionaria podría hacer mella en la valoración de los mercados, de una forma que no se ha visto desde hace ya un tiempo. Por tanto, la vista a corto plazo debe enfocarse en la inflación, los factores que la provocan y nuestro rumbo a partir de ahora.
Ceteris paribus, cabría esperar que el crecimiento salarial sea el principal factor que incida en la inflación. Sin embargo, son varias las fuerzas estructurales desinflacionarias las que, con toda probabilidad, neutralizarán el impacto de la actividad económica a corto y medio plazo y amortiguarán la inflación. De esta manera, nuestras previsiones internas apuntan a una inflación benigna que se estabilice en torno al 2% en Estados Unidos y alrededor del 1,5% en la zona euro para el año 2018; y se debe, en parte a estos múltiples y muy variados factores desinflacionarios. Cabe reseñar que presentan un notable efecto continuo en el empleo y el crecimiento de los salarios, hasta tal punto que la curva de Phillips ya no sirve como modelo económico.
La curva de Phillips
Utilizada por los bancos centrales, la curva de Phillips muestra la relación inversa que existe entre la tasa de desempleo y la inflación del consumo; en términos sencillos, cuanto menor es la tasa de desempleo, mayor es la inflación, puesto que el poder de negociación de los trabajadores aumenta cuanto menor sea la mano de obra disponible. Esta relación se sostuvo desde los tiempos de preguerra hasta finales de los sesenta, pero se tumbó en los setenta por los altos niveles de desempleo y de inflación que, en parte, vinieron motivados por los agitados precios del petróleo. En la década de los ochenta, la curva siguió una línea plana y ahora nos encontramos ante una prolongada baja inflación acompañada de unos niveles ínfimos de desempleo. El crecimiento salarial se ha estancado.
Podría alegarse que la curva de Phillips es una manera muy simplista de entender la generación del crecimiento salarial, y la importancia que tienen las previsiones de la inflación es uno de los factores que pueden haberse infravalorado en este modelo. Tras un periodo tan largo de inflación en cotas irrisorias, algunos piensan que se han reducido las expectativas de los trabajadores en su postura ante la negociación laboral. Lo hemos comprobado en Alemania, país donde se da un mercado laboral muy tensionado que, pese a ello, cuenta con unas exigencias salariales menores de las esperadas. Después de un dilatado periodo marcado por la baja inflación, se supone que este punto ya se ha incorporado en las expectativas.
Otro factor es la congelación de los salarios del sector público, sobre todo en Europa, donde cabría haber previsto desde la crisis un fuerte estímulo fiscal como respuesta ante el bajo crecimiento. Sin embargo, la tendencia ha seguido el curso contrario con un periodo poscrisis de austeridad e inhibición de las políticas fiscales, lo que ha dejado los salarios del sector público en niveles bajos. Esta situación ha tenido efectos colaterales en el sector privado.
Subempleo
El nivel del subempleo en la economía es elevado, como se muestra en el gráfico 2, donde figura el desempleo de la zona euro y las horas trabajadas desde la crisis: pese al indiscutible auge del empleo en la zona euro, no cabe duda de que el número de horas trabajadas no ha estado a la misma altura.
Gráfico 2: empleo y horas trabajadas (expresadas con base 100 en 2008)
Se trata en parte del aumento de la jornada parcial y los contratos flexibles, así como de las reformas laborales emprendidas en Europa que facilitan a las empresas el poder ofrecer contratos más flexibles a los trabajadores. Tanto en esta zona como en Estados Unidos, somos testigos de una tendencia marcada por el aumento inconsciente del empleo a tiempo parcial; mientras tanto, en Japón, el empleo temporal ocupa una mayor proporción del empleo total contratado en comparación con la etapa previa a la crisis, tendencia acompañada por la mayor participación de la mujer en la mano de obra. El aumento de la flexibilidad en los mercados laborales se ha traducido, por lo general, en una serie de puestos peor pagados y más precarios; como es obvio, las personas que trabajan a tiempo parcial serán menos propensas a exigir un aumento de sueldo al tener un puesto menos seguro.
Se está dando también un fenómeno económico que es comprensible: las empresas no están contratando personal a tiempo completo de la misma forma porque la incertidumbre sobre el futuro sigue siendo mayor después de la crisis.
Mención especial merece el caso de Estados Unidos, donde la tasa de participación en el mercado de trabajo se ha reducido drásticamente desde 2008-2009, lo que trajo como resultado que las competencias de los trabajadores despedidos perdieran su demanda con la drástica reducción de los sectores donde trabajaban. De esta premisa se desprende que la proporción de parados de larga duración ha aumentado con respecto a la tasa de desempleo.
Pese al nimio grado de participación, el aumento de la oferta de trabajo puede deberse a un repunte en el empleo, así como puede socavar las demandas salariales de los trabajadores en activo. Cabe pensar que este hecho tan contraproducente puede haber ocurrido ya y ser el causante del frenazo salarial en la zona euro. El salario medio de un empleo estable en el Reino Unido, por ejemplo, podrá haber aumentado ligeramente en las últimas semanas, pero es aún inferior al máximo previo a la crisis que se situó en 473 libras esterlinas a la semana (marzo de 2008).
Globalización
Cuando se desarrolló la curva de Phillips a finales de los años cincuenta, los mercados laborales tenían un alcance eminentemente nacional, pero en las últimas décadas, las economías desarrolladas han tenido acceso a una mano de obra mucho mayor en todo el mundo. La globalización ha hecho posible que las empresas busquen mano de obra barata en todos los rincones del mundo, lo que permite a las compañías incrementar sus márgenes de beneficios mediante un ahorro eficiente.
Cabe destacar que las varias décadas de alza en el mercado de renta fija son consecuencia de la globalización, y el aumento de la fuerza laboral en todo el globo ha desempeñado un papel fundamental al crear un entorno desinflacionario, lo que ha dado lugar a un descenso de los tipos de interés reales neutrales, con la consecuente reducción de los costes laborales, al tiempo que ha reducido los rendimientos de la renta fija.
A todas luces, los trabajadores de las economías emergentes se han beneficiado de esta tendencia; tan solo en China, millones de personas han escapado de la pobreza, y la renta per cápita de este país se ha quintuplicado, al pasar de 200 dólares a 1.000 dólares entre 1990 y el año 2000, y de esos 1.000 dólares a 5.000 dólares entre el año 2000 y 2010.
Automatización
No nos cabe la menor duda de que la tecnología y la innovación tornan nuestras vidas más sencillas. Ya sea simplificar y agilizar las labores diarias, dejándonos más tiempo para dedicarlo a los amigos y la familia, o mejorar la sanidad, las ventajas hablan por sí solas. Podemos pedir bienes y servicios a través de portátiles, el sol y el viento están ganando protagonismo en el abastecimiento de energía del planeta, y la interconexión actual en el mundo no tiene precedentes. Ahora bien, la tecnología también nos trae un creciente temor de que la “automatización” ya esté lastrando los puestos de trabajo, ya que los robots están ocupando los puestos pagados de los seres humanos.
Estos temores no son descabellados.
Un estudio realizado entre Deloitte y el gabinete estratégico Reform en octubre de 2016 vaticinaba que para 2030 podrían suprimirse 861.000 empleos públicos en el Reino Unido por la automatización, lo que supondría un ahorro anual de 17.000 millones de libras esterlinas en salarios públicos en comparación con el año 2015. En septiembre de 2013, en un estudio realizado por Carl Benedikt Frey y Michael A. Osborne para la Universidad de Oxford, se examinaron 702 profesiones en Estados Unidos y, siguiendo una singular metodología, concretaron los empleos más atenazados por la computarización. Los investigadores concluyeron que, en Estados Unidos, el 47% de todos los empleos se encontraban amenazados: los puestos con mayor riesgo eran los televendedores, los agentes de seguros, los reparadores de relojes, los técnicos bibliotecarios, los agentes de préstamos y analistas de crédito.
Hasta el momento, la automatización ha aumentado supuestamente el empleo, ya que el volumen de actividad generada por esta corriente basta para crear un aumento neto positivo de puestos de trabajo, aunque hasta ahora no ha generado productividad o un aumento de los salarios. ¿Por qué? Con el fin de satisfacer la demanda de empleo, ese «ejército de robots» como mano de obra se ha incorporado simplemente al aumento de la oferta laboral existente, lo que implica que las empresas no están obligadas en este momento a conceder un aumento salarial. Esta situación puede cambiar, aunque no será a corto plazo.
Por otro lado, y aunque sea generalmente en pequeños pasos, la productividad ha aumentado fundamentalmente en sectores con poca intensidad de mano de obra, como la tecnología y la información, los verdaderos campeones de la productividad real. Por el contrario, en los sectores que precisan un mayor número de trabajadores, como el cuidado personal, la fabricación, los servicios, el ocio y la restauración, los salarios han repuntado en menor medida. Se ha creado así una forma de desapego con el mercado laboral: por ejemplo, la creación de puestos en el sector tecnológico no es habitual en la tecnología en sí, sino en los trabajos esporádicos de la economía colaborativa y los contratos por horas. El trabajo no se vende por hora, semana o mes, sino por pequeños encargos, y esta práctica beneficia claramente al capital en detrimento del trabajo.
En último término, esta tendencia supone que el aumento salarial se percibe principalmente en la escala superior, mientras que la disparidad en las competencias implica que cada vez es más difícil pasar de tener un trabajo mal pagado a un puesto bien remunerado. Esta situación podrá cambiar con el tiempo, cuando el nativo digital ocupe una proporción mayor de la economía, aunque, como hemos dicho, es poco probable que ese cambio se produzca a corto plazo.
Factores idiosincrásicos
La afiliación a los sindicatos ha caído en toda la zona euro, al pasar del 30% al 15%, lo que siguió erosionando el poder de negociación laboral. Por otro lado, la reciente ola de inmigración en Alemania y Reino Unido que se produce desde los años 2000 ha aumentado la oferta de mano de obra, mientras que los efectos demográficos de trabajar más tiempo y jubilarse más tarde también han repercutido en los salarios. Hemos vivido también tres décadas de irrupciones positivas en la mano de obra (el “baby boom” de los años sesenta, el florecimiento de la Unión Soviética en los setenta y el aumento de los trabajadores chinos en los ochenta) que se incorporaron al mercado laboral.
Toda esta información sugiere que el mercado laboral revela una evidente mejoría en la absorción del crecimiento del empleo que, en periodos pretéritos, lo que crea menor fricción y una menor presión alcista sobre los salarios.
¿Se va a dar un giro de 180 grados en algunos de estos factores?
Si la globalización, la automatización, el subempleo, la sindicalización y demás factores han creado una dinámica con el estancamiento de los salarios pese al mayor número de personas trabajando en todo el mundo, habrá que saber cuánto tiempo pueden durar estos factores. Desde nuestro punto de vista, resulta probable que estas tendencias reseñadas persistan en el tiempo y, a medio plazo, la curva de Phillips siga sujeta a estas fuerzas descomunales.
Desde el referéndum en el Reino Unido sobre la permanencia en la Unión Europa hasta la elección de Donald Trump y el plebiscito italiano, la globalización se ha convertido en una especie de vaso comunicante a escala internacional. Se tiene la impresión de que el progreso a cualquier precio ha reforzado a los ricos innovadores que han introducido nuevas tecnologías y creado nuevos sectores industriales a costa de la «gente corriente», cuyos salarios se han visto estancados. El «Brexit» y Donald Trump nos han demostrado que el público no descarta rechazar la globalización, en millones de personas, y si se detuviera la globalización, las fuerzas de desinflación que apuntalaron el mercado alcista de renta fija durante 35 años se podrían debilitar, lo que amenazaría las valoraciones de todos los activos financieros.
Sin embargo, la presión ejercida para desactivar la globalización parece haberse atenuado, con un menor riesgo geopolítico actual en contraste con lo vivido hace 12-18 meses, y el empleo se revela aún relativamente barato frente al capital y la automatización. Sin embargo, perdura la amenaza del proteccionismo comercial, e incluso estamos ante un impulso renovado de Trump, quien intenta implantar una serie de aranceles (si se pasa por alto, estos podrían encarecer la mano de obra de los países emergentes frente a la mano de obra de las empresas de los mercados desarrollados, lo que aumentaría el poder de negociación de la mano de obra de los desarrollados). No obstante, de tener un impacto, es probable que se produjera en el medio plazo.
Dicho esto, un argumento convincente sostiene que es posible que estemos todavía en el desfase normal que cabría esperar entre el crecimiento económico y el crecimiento de los salarios. El gráfico 3 indica que la brecha presente entre el desempleo y los salarios en Estados Unidos no es extraordinaria en términos históricos.
Gráfico 3: El desempleo y el crecimiento de los salarios
También esperamos que algunos factores transitorios dejen de incidir en la inflación, como es la caída en picado del peso de la telefonía en el IPC observada el año pasado en Estados Unidos, el drástico abaratamiento de los coches usados en este país, y la rebaja de los alquileres. Por otro lado, con la recuperación del mercado de la vivienda estadounidense, podríamos observar una menor limitación de la oferta de hipotecas, lo que puede facilitar la movilidad laboral a medio plazo y así mejorar el poder de negociación laboral. Mientras tanto, la inmigración podría haber registrado máximos en el Reino Unido y Europa, lo que suprimiría las turbulencias exógenas de la oferta en el mercado laboral.
En torno a la inflación, hemos detectado también un par de señales de alarma, como es el ligero repunte de la inflación salarial en enero en Estados Unidos, lo que ha incrementado las previsiones en cuanto a una subida más agresiva de los tipos de interés. Este hecho trajo consigo los recientes repuntes a corto plazo de la volatilidad que se comprobaron en febrero en los mercados mundiales. Es obvio que existe una mayor tensión tras un mercado alcista de nueve años donde son pocos los actores que parecen haberlo disfrutado.
Indicios
Aunque revisar al alza las expectativas de la inflación no está entre nuestros planes, mantenemos la alerta ante cualquier indicio que cuestione este planteamiento. En el caso de que la inflación vaya a romper un holgado intervalo, la mejor manera de detectarlo pueden ser los puntos muertos a 10 y 5 años en Estados Unidos. Desde el año 2009, el punto muerto de la inflación a 10 años en el gigante norteamericano ha oscilado entre el 1,4% y el 2,5%, y ahora se encuentra en mitad de ese intervalo. En la etapa previa a la crisis rondaba en el 2,5%, por lo que, en un escenario en el que el punto muerto de la inflación sube hasta el 2,5%, el mercado podría bien decidir si va a permanecer dentro de esta banda de fluctuación o si la inflación se encamina a su ruptura. Estamos vigilando atentamente esta y otras señales.
Conclusión
La economía mundial se ha caracterizado por unas tasas bajas de crecimiento, inflación y tipos de interés, lo que la torna más propensa a la volatilidad y los vientos adversos. Los mercados se han visto impulsados en gran medida por la política monetaria, frente a la que han seguido un buen comportamiento los activos de riesgo. Ante este panorama y en un movimiento poco común, tras nueve años de expansión económica, el régimen político actual en EE. UU. ha decidido aliviar la carga fiscal y dar un impulso a la economía, una medida poco común, lo que puede desatar un movimiento inflacionario. Sin embargo, aún proliferan las fuerzas deflacionarias que hemos examinado, y que seguirán poniendo freno al crecimiento de los salarios. Por tanto, pese al modesto avance de la inflación, el aumento salarial entre el corto y el medio plazo deberá mantenerse en torno al 2%-3%, lo que contribuiría a mantener la inflación a raya y dentro de la banda prevista. Como profesionales de la gestión activa y si aún debemos tomar decisiones que aporten constantemente unos buenos réditos al cliente, deberemos buscar indicios de que esta dinámica cambie y, como resultado, se evapore el apoyo dado a los activos de riesgo.
Columna de Mark Burgess, director adjunto global de inversiones de Columbia Threadneedle
El peso de los mercados emergentes es cada vez mayor en el mundo. Actualmente representan el 39% del PIB mundial, pese a que su peso en el mercado de acciones es solo del 24% del total. Este potencial es probablemente el principal motivo de su atractivo para invertir en ellos incluso después de un año excepcionalmente bueno como 2017, cuando la rentabilidad de los emergentes alcanzó el doble dígito.
«El primer motivo para invertir en mercados emergentes es que no hay elección. Podemos decir que no hay más remedio que hacerlo», afirma tajante Alan Ayres, gestor de Schroders, durante el evento «Mercados Emergentes: una visión de 360º», que tuvo lugar recientemente en Madrid.
¿De dónde procede la demanda?
Una explicación de la elevada demanda por los mercados emergentes reside en los compromisos de rentabilidad de los fondos de pensiones y aseguradoras estadounidenses, cuyo objetivo de retornos del 7% les obliga a un asset allocation en el que los emergentes tengan cada vez más peso. Además, como destaca Ayres, hay otro potencial que sumar a la ecuación y es que «los inversores en los mercados emergentes tienen unas tasas de ahorro elevadas, pero no formalizadas. De hecho, en China la industria de pensiones privadas es casi inexistente».
Las perspectivas de rentabilidad para los mercados emergentes distan de lo que registraron en 2017. «Fue un año excepcional para los emergentes, con la economía mundial en crecimiento sincronizado y las empresas emergentes con más inversión en capital y ajuste de costes. La rentabilidad de la renta variable que había ido cayendo de 2010 a 2016, se empezó a recuperar», señala Ayres.
De cara a 2018 cree que estas tendencias siguen, pero hay más volatilidad y las valoraciones ya no son tan atractivas aunque sí más que en los países desarrollados. En su opinión, «los beneficios empresariales ahora sí están creciendo desde 2016 y esto va a ser un apoyo importante». Así, espera una rentabilidad de entre el 10% y el 15%, en línea con el crecimiento de los beneficios empresariales.
El hecho de que las valoraciones de los activos emergentes ya no sea tan atractivas como lo fueron en 2017 radica en los flujos de capital que han atraído hasta ahora; y es que el año pasado 90.000 millones de dólares fueron a parar a estos mercados y en lo que llevamos de 2018 ya son 50.000 millones.
Guerra comercial y debilidad del dólar
Uno de los riesgos que los inversores observan en estos momentos tiene que ver con la llamada «guerra comercial» entre China y EE.UU. Para Craig Botham, economista de mercados emergentes de Schroders, «esto puede suponer una ralentización, pero no colapsa a los mercados emergentes. Incluso si la cosa se convierte en una guerra comercial total, hay mercados aislados como Hungría y otros donde ni siquiera Donald Trump se plantearía aranceles como Rusia, México y Malasia, ya que son exportadores de petróleo», asegura.
En cuanto a las divisas emergentes, «el gran ajuste lo hemos dejado atrás y una de las razones para ser más positivos es porque hay mayor resiliencia», añade Botham. Eso sí, hay una clara preferencia por un dólar débil por el positivo impacto que tiene para los emergentes tanto por el incremento del comercio como por el coste de los créditos que se reduce cuanto más barato esté el billete verde. «Aunque EE.UU. representa entre el 10% y el 15% del comercio mundial, el dólar se utiliza en el 50% de las transacciones globales», explica este experto. Desde Schroders apuntan a un mayor debilitamiento del dólar en los próximos 12 meses como consecuencia del estímulo fiscal puesto en marcha en EE.UU. y su impacto en el déficit.
¿De dónde obtener el alfa?
La búsqueda de oportunidades y rentabilidad en emergentes tiene mucho de selección. En primer lugar, selección de país y en segundo lugar, de títulos. «En emergentes no es una cuestión de sectores sino de analizar qué está pasando en cada economía doméstica. Tenemos que tener conocimientos locales para identificar las mejores oportunidades», matiza Ayres en referencia al equipo de 35 profesionales que forman el equipo de análisis de mercados emergentes de Schroders.
La urbanización, el sector financiero, la tecnología y la educación son, no obstante, las sectores donde se observa mayor potencial de futuro. Rusia, India y Corea forman el grupo de países con mayor atractivo en renta variable. En el caso de India, de hecho, destaca el potencial de consumo de su población joven para los próximos años. Jinesh Gopani, responsable de renta variable de Axis Asset Management, explica que «el 60% de los habitantes tiene menos de 35 años y este grupo de población va a gastar mucho en los próximos 10-15 años porque aumentará la renta per cápita y las aspiraciones son enormes. En India solo se puede crecer», sentencia Gopani.
Deuda emergente: la oportunidad está en divisa local
En opinión de Guillermo Besaccia, gestor de mercados emergentes de Schroders, la oportunidad en renta fija emergente está en la deuda en divisa local. «La rentabiliad está entre el 6% y el 10% con unas divisas que están empezando a revertir su depreciación», explica. De hecho, este experto sigue apostando por la devaluación estructural del dólar como parte de la estrategia de Trump para hacer «América grande de nuevo».
En un escenario de crecimiento económico en emergentes, la rotación hacia Latinoamérica desde Europa del Este ha sido uno de los principales cambios en lo que va de año y después de que Brasil y México hayan sido en 2017 los mejores contribuyentes de su cartera. En este sentido, una de las buenas noticias es que los mercados emergentes han acumulado un nivel alto de reservas frente a, por ejemplo, los años 90. «Nuestro modelo cuantitativo trata de predecir los movimientos cíclicos en emergetnes y muestra que las cosas han mejorado», añade Besaccia.
Foto cedida. Fernando Aguado (Fonditel): "La gestión de los planes de empleo cambiaría mucho si adoptaran la ventana de liquidez a los diez años"
La ventana de liquidez a los diez años de los planes de pensiones privados no afectará de forma automática a los planes de empleo de los que disponen algunas empresas. Las comisiones de control, el órgano del que disponen este tipo de vehículos de ahorro e inversión a largo plazo, tienen la autonomía para decidir si quieren o no que sus partícipes, los empleados de la empresa, dispongan de esa posibilidd para rescatar su dinero a los diez años de la primera aportación.
El director de inversiones de Fonditel, Fernando Aguado, cree que en el caso de los planes de empleo esta ventana de liquidez modificaría sustancialmente la gestión y el principal motivo es la elevada asignación de estos productos a activos ilíquidos. «En los planes de pensiones de empleo se aprovecha un horizonte de inversión de muy largo plazo para obtener una mayor rentabilidad. Si existiera una ventana de liquidez tendríamos que reducir bastante esa inversión en activos ilíquidos», explica durante un encuentro informativo esta mañana en Madrid.
De hecho, la rentabilidad de los planes de empleo es históricamente superior a la de los planes de pensiones privados y con unas comisiones, de media, más bajas. Según un estudio elaborado por Mercer y ESADE Business Scholl, en los últimos diez años, la rentabilidad neta media de los planes de pensiones individuales ha sido del 1,7%, mientras que la de los planes de empleo se eleva hasta el 3%. En cuanto a los costes, este mismo estudio señala que las comisiones medias de los planes de empleo se sitúan en el 0,4% frente al 1,3% que, de media, tienen los planes de pensiones privados.
Como principal responsable de la gestión del fondo de pensiones de los empleados de Telefónica, Aguado señala, sin embargo, que en el caso de los planes de pensiones privados no se da esta circunstancia porque éstos ya deben disponer de liquidez suficiente para hacer frente a los traspasos y reembolsos. «En los planes de pensiones privados la gestión no debería de cambiar», afirma.
Para Aguado, no obstante, la medida que empezará a aplicarse a partir de 2025 para los planes de pensiones con una antigüedad de diez años, «no es algo bueno porque cambia las reglas del juego». En su opinión, los planes de pensiones se diferencian de los fondos de inversión en que los primeros buscan un «ahorro finalista» y, con la ventana de liquidez, se «ahonda en el camino contrario», es decir, las diferencias entre ambos productos se reducen.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Hans Splinter. Seguir creciendo en medio del ruido
El primer trimestre da la bienvenida a la volatilidad tras varios periodos ausente en los mercados, que han subido en línea recta durante los últimos años. Algunos de los comentarios nerviosos expresados recientemente obedecen más a la excesiva calma anterior, y no a que esté produciéndose en realidad una reacción muy violenta. Para poner estos movimientos en contexto, basta señalar que el índice MSCI World perdió apenas un 1% en el primer trimestre y que el sector IT cerró, de hecho, al alza. La mejor noticia es que la posible burbuja que estaba formándose en los mercados a comienzos de año, y que sin duda iba a dejar paso a un desplome muy duro, se ha evitado.
No obstante, incluso después de la reciente corrección, las valoraciones siguen siendo elevadas y el índice MSCI World cotiza con un PER de más de 15 veces los beneficios de los próximos doce meses, que a su vez se presupone que crecerán a tasas de dos dígitos. El ciclo económico está alcanzando un grado de madurez bastante elevado, al menos en EE.UU., y se observan riesgos importantes ahora que la política monetaria se va a normalizar y la política comercial amenaza con ser mucho menos normal. Tras nueve años de mercado alcista, es indudable que ha llegado la hora de pensar en cómo protegerse frente a las caídas de los mercados, aunque para nosotros cualquier momento es bueno para pensar en ello.
Dejando de lado la complejidad, las buenas noticias en renta variable son que solo hay dos formas de perder dinero: si los beneficios descarrilan o si lo hace el PER. Creemos que nuestros fondos están bien posicionados frente a ambos riesgos y deberían seguir ofreciendo la combinación de crecimiento y protección relativa frente a caídas que han mostrado durante las dos últimas décadas.
El factor determinante para la protección contra las caídas de los mercados es que los beneficios de las compañías en los fondos deberían aguantar en una desaceleración económica. La combinación de ingresos recurrentes y poder de fijación de precios hace que las ventas y los márgenes de las compañías resistan en tiempos difíciles. Nuestra estrategia estrella Global Franchise/Brands superó la dura prueba de la crisis financiera global, ya que los beneficios de las compañías en en nuestros fondos en realidad aumentaron en el periodo 2007-2009, algo de lo que el conjunto del mercado no puede presumir.
No se puede negar que el sector IT ha ido incrementando su peso en nuestros fondos pero el análisis retrospectivo de su evolución sugiere que deberían seguir mostrando solidez, incluso antes de considerar el hecho de que la llegada de la nube ha elevado los ingresos recurrentes de las compañías de software. Un ejemplo de ello es una multinacional de software que tenemos en el fondo y que suministra software empresarial para la gestión de los negocios y las relaciones con los clientes. Sus ingresos recurrentes han aumentado del 43% al 63% de los ingresos totales desde 2008 y, en lo que respecta al beneficio bruto, el elemento recurrente ha pasado del 52% al 70%.
Buscando la estabilidad inherente
En cuanto a la valoración, nuestros fondos globales se sitúan por encima del mercado atendiendo al PER estimado o, como preferimos llamar a este ratio ”suponiendo las mentiras”. Son suposiciones porque las estimaciones exceden de media un 8% los beneficios a un año vista (con dos años de antelación, el error aumenta hasta el 14%) y son mentiras porque los beneficios empleados son “ajustados” o, como nos gusta llamarlos, “beneficios antes de lo malo” o, cuando nos ponemos más cínicos, “beneficios para que los directivos cobren”. En 2016, los beneficios ajustados de las compañías estadounidenses fueron un 25% superiores a las cifras “reales” según los principios contables (GAAP).
Las compañías de nuestros fondos tienen menos probabilidades que el mercado de defraudar en beneficios, gracias a su estabilidad inherente, y también son menos proclives a esconder pérdidas “extraordinarias” derivadas de cargos por restructuraciones, amortizaciones o retribuciones en acciones. De este modo, gran parte de la prima en términos de múltiplo desaparece considerando los beneficios puros y duros. De hecho, atendiendo a nuestro indicador preferido, la rentabilidad por flujo de caja, nuestros fondos globales presentan una prima moderada entre el 5% y el 9% (dependiendo de la estrategia) frente al índice MSCI World, a cambio de algunas de las mejores compañías del mundo.
La acusada contracción del múltiplo que ha sufrido el sector del consumo básico en relativo durante los dos últimos años (su prima frente al mercado atendiendo a los beneficios previstos para los próximos 12 meses ha pasado del 40% al 16%) ha sido un lastre para las rentabilidades, pero ha reducido los riesgos de valoración en los fondos y, con ello, ha reforzado nuestra confianza en la solidez de estas en una desaceleración. El sector con los beneficios más resistentes en una desaceleración a nivel global, y que tiene un peso considerable en los fondos está en su nivel más barato frente al mercado desde la crisis financiera global y presenta una mínima prima del 3% frente al índice MSCI World en términos de flujo de caja libre.
Nuestras estrategias tratan de revalorizar el patrimonio a largo plazo invirtiendo en compañías de alta calidad que incrementan sus beneficios de forma constante y presentan valoraciones razonables. Tratan de mantener el rumbo, en lugar de sobresalir, y se les ha descrito como inversiones para hacerse rico lentamente. No cabe duda de que resulta una propuesta atractiva en un mundo incierto, sobre todo cuando realmente no hay que pagar de más por una certeza relativa.
Opinión de William Lock, Bruno Paulson y Dirk Hoffmann-Becking, del equipo de International Equity de Morgan Stanley Investment Management.
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Jesús Olmos, responsable de las operaciones para España de KKR. La firma de capital riesgo KKR abre oficina en Madrid
UBS organiza un desayuno sobre los Strategy Funds.
Tendrá lugar el 1 de junio de 2018 en las oficinas de UBS en Madrid, en la calle María de Molina 4, Planta 1. La hora del evento es de 9:00 a 10:00.
El ponente será Boris E. Willems.
Los Strategy Funds de UBS tienen un historial de más de 20 años, administrado por un equipo de especialistas financieros y que ofrece alineación de su perfil de inversor personal, expectativas de retorno, horizonte de inversión, tolerancia y capacidad de riesgo.
De hecho, proporciona las inversiones más apropiadas de un universo global, bien diversificado en clases de activos, mercados y monedas, lo que ayuda a distribuir los riesgos y mejorar los rendimientos potenciales. UBS Strategy Yield obtuvo el premio Expansión – Allfunds Bank 2018 como el mejor fondo defensivo multiactivo.
La asistencia, destinada a inversores institucionales exclusivamente, debe confirmarse a través de este correo: sh-ubs-am-iberia@ubs.com.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy.. Los mercados acusan la crisis de gobierno en España, ante las condenas por corrupción
La corrupción está pasando factura al Gobierno español. Tras conocerse la sentencia del caso Gürtel, en la que el PP ha sido condenado como partícipe a título lucrativo, el PSOE presntó el viernes una moción de censura, firmada por los 84 diputados socialistas y en la que Pedro Sánchez es el candidato a la Presidencia del Gobierno, con 176 votos necesarios. Partidos como Podemos e Izquierda Unida le apoyan, y también algunos partidos nacionalistas, mientras Ciudadanos ha instado a Rajoy a convocar elecciones, algo a lo que el presidente se opone.
“Llegados a este punto, las posibilidades de que el PP agote su legislatura son mínimas. Es cuestión de tiempo que haya un nuevo gobierno”, comenta Felipe López-Gálvez, analista en Self Bank.
La moción de censura ha sido admitida hoy a trámite por la Mesa del Congreso y se debatirá el jueves y el viernes de esta semana, según ha comunicado la presidenta del Congreso, Ana Pastor.
Como resultado, el Ibex caía el viernes con fuerza, más de un 2%, si bien el analista indica que el golpe podría ser mayor. “El varapalo para el Ibex podría haber sido mayor si no fuera porque estaba parcialmente descontado que pudiera suceder algo así. El gobierno de Rajoy no ha sido en ningún momento un gobierno fuerte. Ha encontrado muchas dificultades para promover reformas o para sacar adelante los presupuestos”, añade. Las bolsas también abrían la semana con pérdidas, y la prima de riesgo española se disparaba por encima de los 100 puntos básicos el lunes, también afectada por la crisis de Gobierno en Italia.
En opinión de López-Gálvez, muchos inversores se alejarán de la bolsa española hasta que vean más clara la situación. “Para la bolsa, la incertidumbre política se traduce en incertidumbre regulatoria, de manera que podrían ser los sectores más sensibles a la regulación, como es caso de eléctricas y la banca mediana, los más penalizados”, explica.
Con todo, señala López-Gálvez, “la economía española ha demostrado en el pasado poder crecer a buen ritmo, independientemente de los problemas políticos”. Y añade que para Bankia puede suponer un retraso en el proceso de privatización.
Para Fabrizio Quirighetti, co CIO y co responsable de multiactivos de SYZ AM, «las incertidumbres políticas actuales, que no están relacionadas en absoluto con ningún sentimiento antieuropeo, llegan en un mal momento». Explica que en la gestora han añadido posiciones marginales en bonos soberanos de España a cinco años y bonos soberanos portugueses a 15 años en sus fondos de renta fija de euros, «donde tenemos muy baja / poca exposición a bonos del gobierno italiano, estamos neutrales en España y sobreponderados en Portugal».
El euro, también bajo presión
Bart Hordijk, analista de Monex Europe, sobre el posible efecto de un adelanto de las elecciones en España sobre el euro y los mercados financieros, explica que el rechazo de Rajoy a convocar elecciones anticipadas –que sitúa de nuevo la pelota en el tejado de Ciudadanos- “no es necesariamente positivo, porque puede prolongar la incertidumbre-. Una incertidubre a la que se suma la vivida en Cataluña, y en Italia.
«Los mercados de bonos son los primeros en reflejar este crecimiento en la incertidumbre, con rentabilidades en el bono a 10 años español subiendo más de 15 puntos básicos».
Pero también el euro está bajo presión, dice, pues alcanzó sus mínimos de seis meses frente al dólar, en un escenario que parece bajista para la divisa a corto plazo: “Tras la caída en el crecimiento en el primer trimestre y las caídas del mercado en previsión de los datos de la eurozona, la inestabilidad política en el sur de Europa no es bienvenida para la divisa”, asegura.
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Wikilmages. Santander lanza SO:FIA, su nueva plataforma de inversiones, que agrupa fondos, planes y valores
Santander evoluciona su broker online para mejorar la experiencia de los clientes, facilitar sus decisiones de inversión y liderar el mercado de plataformas digitales de las entidades financieras con el lanzamiento de SO:FIA, Santander Orienta: Finanzas, Inversión y Ahorro, una herramienta de inversión con varias funcionalidades. La nueva plataforma agrupa fondos, planes y valores y permite ver la distribución de carteras de manera simple o agregada, incluyendo todos los productos de inversión. Además, revisa tanto la exposición sectorial, como por tipo de activo o geográfica, de toda la cartera o de un activo en particular.
Con SO:FIA, que está disponible desde hoy, los ahorradores podrán tener acceso a los mercados financieros con información completa en forma de informes y vídeos, tanto de los mejores analistas de la sociedad de valores como de Santander Asset Management, que cuenta con más de 45 años de historia, tiene presencia en 11 países y ha recibido en España múltiples premios como reconocimiento a la solidez y rentabilidad de sus productos (entre ellos, el Premio a la Mejor Gestora de Inversión de 2017, otorgado por World Finance).
Por medio de la nueva plataforma, los clientes también podrán consultar sus posiciones y, aquellos que estén interesados en ampliar o afianzar sus conocimientos, recibir formación. También permite conocer las rentabilidades de las inversiones realizadas, además del año en curso, de forma mensual, trimestral o anual y en qué estado se encuentran (latentes, realizadas o ambas).
SO:FIA ofrece, asimismo, herramientas para facilitar la toma de decisiones en materia de inversión, así como para buscar y comparar entre toda la oferta de productos en base a diferentes atributos como: la categoría, el rating Morningstar, la volatilidad, la rentabilidad, la ratio de Sharpe o la composición de todos ellos. También permite la comparación de varios fondos entre sí.
Pensada para cualquier perfil del cliente, desde el inversor más sofisticado al que se inicia en esta actividad, otro de los objetivos de la nueva herramienta es orientar a los clientes y ayudarles para que pasen de ser ahorradores a buenos inversores. La nueva plataforma ayuda a encontrar, a través de Santander Orienta, las soluciones que más se ajustan al propósito de inversión, tras responder a una serie de preguntas sobre el importe que se va a invertir, el horizonte temporal de las inversiones, así como la liquidez y el objetivo que se persigue. También verifica si las inversiones realizadas cumplen las expectativas de riesgo transmitidas por el cliente y el horizonte temporal recomendado.
Santander Orienta es un servicio omnicanal que permite, además, iniciar en la oficina con el gestor y terminar la contratación desde casa, una vez analizadas todas las alternativas.
Asimismo, SO:FIA facilita la creación de todo tipo de alertas, con avisos en el correo electrónico o en el móvil, desde la página principal del producto tanto para renta variable (acciones, warrants, ETFs e índices), como para fondos de inversión y planes de pensiones.
Se puede acceder a esta nueva plataforma por medio de la página principal de la web privada en los menús de valores, fondos o planes, así como a través de la aplicación para dispositivos móviles SO:FIA. Con esta app se puede operar en valores y tener toda la información actualizada de las inversiones (incluidos fondos y planes) y del mercado: consulta de posición de inversiones; compra y venta de acciones, ETFs y warrants; evolución de la bolsa día a día, así como las principales noticias económicas; la evolución de los mercados nacionales e internacionales, y los valores que lo componen; seguimiento de los productos favoritos; alertas propias, con avisos de los movimientos de precios de valores, fondos o planes seleccionados previamente, y confirmación de las órdenes de renta variable que han sido ejecutadas.
Las tarifas
Las tarifas de valores que ofrece la nueva plataforma son de 3 euros en operaciones de hasta 2.000 euros, 6 euros hasta los 15.000 euros, 125 euros para operaciones de 60.000 euros y un 0,25% a partir de ese importe. «Estas tarifas convertirán a Santander en el líder del mercado de las plataformas digitales, dado que el 85% de este tipo de operaciones se realiza por un importe inferior a 15.000 euros», dice la entidad en su comunicado.
Además, Santander bonificará el traspaso de valores de otra entidad con un 0,2%, para importes superiores a 10.000 euros, hasta un máximo de 500 euros por cliente y sin obligación de permanencia.
Pixabay CC0 Public DomainBlueberrykings111. Visión de mercado y alternativas para la renta variable de países emergentes
Los inversores ahora parecen menos preocupados por la trayectoria de la economía China y su posible guerra comercial con Estados Unidos. Se espera ver un ligero repunte en el crecimiento global en el segundo trimestre, impulsado principalmente por los mercados desarrollados (el estadounidense en concreto) en lugar de las economías emergentes. Debido a factores como la subida del precio del petróleo, la inflación en Estados Unidos y los datos económicos, se prevé que la Fed continúe con la política de subida de tipos, mientras otros bancos centrales se mantienen impasibles frente al resentimiento de sus economías.
El dólar estadounidense ha experimentado una fuerte subida desde mediados de abril, impulsado por cuatro factores: a) la tasa de crecimiento de Estados Unidos que se desmarca del pesimismo reflejado en el resto del mundo; b) la forma en que la política monetaria de la Reserva Federal y la inflación estadounidense han divergido de otras regiones; c) la posición defensiva en la que se resguarda el dólar en un momento de incremento del riesgo; y d) la reversión del posicionamiento corto.
Un dólar más débil
Con cuatro subidas de tipos de interés y los datos positivos incluidos en las valoraciones, podría darse cierta consolidación a corto plazo en el dólar. Los principales catalizadores para que se hiciese efectivo serían signos de un decrecimiento en la zona euro, una moderación en los datos de Estados Unidos y una relajación ante el riesgo geopolítico. Si el dólar retrocediese, las exportaciones estadounidenses y los metales básicos deberían repuntar, junto con algunos mercados emergentes (especialmente Turquía, Argentina e Indonesia).
También lo debería hacer el oro, aunque en menor medida. Por el contrario, es probable que la renta variable de la zona euro y del Reino Unido tengan un rendimiento inferior. En tal caso, el petróleo, los break-evens y el crédito se verían menos beneficiados.
Movimientos de reducción de volumen sobre el petróleo
Dado el alcance de las sanciones de Estados Unidos a Irán, es probable que los esfuerzos de la UE para salvar el acuerdo nuclear fracasen. Las exportaciones de petróleo de Irán caerán drásticamente después de un repunte inicial antes de que las sanciones entren en vigor, pero los inversores esperan que no se retraiga por el momento. La OPEP podría compensar sus exportaciones perdidas, por lo que no habría demasiado riesgo en el suministro por el momento.
Neutralidad en la renta variable china e incertidumbre en Asia ex-China
Estados Unidos maximizó la presión sobre China antes de las negociaciones comerciales mantenidas, y ahora espera que el país asiático haga concesiones. Mientras defiende sus políticas estratégicas, China probablemente tratará de aliviar las tensiones cediendo terreno a la importación de bienes y energía estadounidenses, liberalizando su sector financiero y asegurando una mejor protección de la propiedad intelectual. Pero las negociaciones llevarán tiempo, por lo que la aplicación de algunos aranceles parece probable, y por tanto el riesgo comercial podría aumentar. Existe un sentimiento neutral respecto a la renta variable china gracias a la solidez de su economía, pero las preocupaciones comerciales probablemente afecten a la renta variable de Asia ex-China.
Desde Lyxor proponemos una serie de productos que pueden encajar según las condiciones actuales de los mercados: