Pixabay CC0 Public DomainFoto: LubosHouska. No coloques el puchero en el fuego si el ciervo aún corre en el bosque
No nos hemos vuelto locos saltando de los datos macro chinos a sus curiosos proverbios populares. Pero pensamos que este dicho que intenta explicar que no siempre hay que descontar los escenarios más optimistas posibles, refleja de una forma razonable nuestra visión del mercado actual.
Empecemos por lo fácil: 2018 ha sido un año difícil para los mercados, con un cuarto trimestre especialmente duro y concentrado principalmente en unas dolorosas últimas semanas de año. ¿Dónde empiezan el año las valoraciones, el sentimiento inversor y que está pasando con los fundamentales? Las valoraciones han corregido sustancialmente, el sentimiento se ha vuelto más cauto, incrementándose notablemente la volatilidad si miramos un año atrás, y los fundamentales continúan deteriorándose.
Los niveles de valoración y sentimiento podrían animar a determinados inversores a incrementar gradualmente los niveles de exposición/riesgo y los niveles actuales de volatilidad hacen en teoría más difícil sorprender las expectativas que tiene el mercado. Sin embargo, pensamos que las valoraciones per se no son un buen indicador de la evolución del mercado a muy corto plazo, el sentimiento todavía no es de colapso y una mejora sostenida del mercado requerirá la ayuda de los fundamentales, algo que no sé está produciendo.
Y, ¿cómo nos posicionamos en Fidentiis Gestión? Nosotros mantenemos nuestra idea de que necesitamos estar cómodos con una tesis macro que nos permita jugar historias micro con suficiente visibilidad y profundidad, con lo que mantenemos los bajos niveles de exposición que mantuvimos a final de 2018. No vamos a adelantarnos a los acontecimientos y a pesar de que hay algunos sectores y valores ópticamente baratos, preferimos esperar a tener evidencias de estabilización para estar cómodos para incrementar exposición. Por eso mantenemos posiciones en historias líquidas defensivas con múltiplos soportados, primando la visibilidad en beneficios, una limitada exposición al ciclo y múltiplos de valoración sostenibles.
Pero, ¿qué ocurre si estamos equivocados? Cuando se transita de un escenario de estabilidad a otro de cuestionamiento del ciclo, la primera caída de mercado se explica por una contracción de múltiplos e incremento de los costes de capital, donde las caídas son generalizadas, pero no suelen ser homogéneas. Tras este primer ajuste pueden ocurrir dos cosas: que la foto macro se estabilice y veamos una recuperación de múltiplos y consiguiente reactivación del mercado, y con el tiempo muchos inversores sentencien que hubo una oportunidad de compra histórica; o bien que se materialicen los riesgos de recesión y el golpe sea el doble, habiendo una segunda caída fuerte de mercado por un importante ajuste de beneficios, múltiplos y un incremento adicional de los costes de capital. Esto desencadenaría una caída adicional de mercado muy importante, que daría lugar a una aún más histórica oportunidad de compra, para los que aún tengan capital claro.
En nuestra opinión, el riesgo de terminar en el segundo escenario descrito, especialmente en el momento de ciclo en que estamos, no compensa el poder beneficiarse de un potencial primer escenario, y por ello nos mantenemos firmes en nuestro último propósito de preservar capital. Nuestro estilo de inversión no contempla comprar y esperar a que las cosas se normalicen de forma indeterminada, necesitando buscar un grado confianza suficiente de que una acción va a subir y no de que está barata. Necesitamos tener una opinión sobre a dónde es más probable que evolucionen la tesis de inversión y el múltiplo que paguemos por ella, para evitar tener que esperar con los dedos cruzados a que no se materialice el peor escenario planteado.
¿Cuándo cambiaríamos nuestro posicionamiento? Pensamos que los principales elementos que podrían dar la vuelta a los fundamentales y hacernos cambiar nuestros niveles de exposición serían una resolución favorable de las disputas de comercio entre EE.UU. y China, la aprobación de los presupuestos en EE.UU., una ralentización de la reducción del balance de la Fed o una pausa de las subidas de tipos, mayores medidas de política fiscal expansiva en China, una más modesta desaceleración macro en EE.UU. de lo esperado, un rebote del crecimiento europeo, evitar un Brexit “sin acuerdo” y superar sin sobresaltos ni nuevas revisiones de beneficios la inminente temporada de resultados.
Si las situaciones arriba descritas no se materializan (algunas más importantes que otras), los fundamentales continuarán deteriorándose y cualquier rebote de los mercados seguirá generando oportunidades para bajar los niveles de exposición.
Tribuna de Gabriel Megías y León Izuzquiza, analistas de Fidentiis Gestión
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Hans Splinter. Elogio de las tortugas... y de los compounders
En la fábula original de Esopo, la tortuga venció a la liebre. La velocidad innata de la liebre le permitió lograr una ventaja sustancial, pero una siesta complaciente hizo que la tortuga avanzara lentamente hacia la victoria. La variante de la fábula en el ámbito de la inversión es algo diferente. Una vez más, la liebre obtiene rápidamente una ventaja temprana y, presumiblemente, logra una consideración importante por parte del mercado. Por desgracia, es probable que el rápido animal de cuatro patas tenga un final desafortunado: cazado por un granjero o algún otro depredador, congelado en un periodo de fría recesión o, simplemente, dando vueltas sobre sí mismo de forma frenética. Mientras tanto, la tortuga sigue avanzando pausadamente, quizás retrayendo la cabeza cuando surgen las dificultades.
La tortuga no es una analogía perfecta para un compounder, ya que nos gusta pensar que las compañías que poseemos son algo más dinámicas que el lento reptil con caparazón. Sin embargo, el secreto del compounding radica en un crecimiento moderado y constante, con rentabilidades sostenibles elevadas. Una compañía que crece, digamos, un 4% al año, agregando otro 1% al crecimiento de los beneficios por la mejora gradual de los márgenes, combinado con una rentabilidad aproximada del flujo de caja libre del 5%, debería potenciar su valor en torno al 10% a lo largo del tiempo. Esto no solo proporcionaría una excelente rentabilidad absoluta, duplicando el capital cada siete años, sino que es poco probable que sea igualado por compañías de menor calidad, ya que las cosas negativas afectan a las peores compañías en los malos momentos… como muchas liebres descubren tarde o temprano. La pausa y la constancia también otorgan la victoria en los mercados a largo plazo. El problema es que estos compounders son bestias muy raras de encontrar y más difíciles de cazar que las tortugas, por lo que presentamos aquí una guía para identificarles.
¿Cuál es la esencia de un compounder?
En la base del compounder se encuentran activos intangibles poderosos y difíciles de replicar, especialmente en el caso de las marcas o las redes. Estos atributos otorgan el poder de fijación de precios. Los compounders tienen perspectivas de crecimiento decentes, junto con ventas predecibles, a menudo impulsadas por ingresos recurrentes. Fundamentalmente, el equipo directivo debe ser favorable a los accionistas. Ser cuidadosos administradores del capital e invertir lo suficiente en innovación y publicidad para perpetuar los negocios son características distintivas de los equipos directivos.
¿Dónde se encuentran los compounders?
Es más fácil describir dónde no se encuentran los compounders; las compañías de los sectores bancario, de servicios de suministro público, de telecomunicaciones (incluso si pasan a denominarse servicios de comunicación), de minería y de energía son negocios que asumen los precios del mercado, cíclicos y de bajo rendimiento, por lo que no son capaces de potenciar su valor. Los dos cotos de caza más favorables para los compounders son el sector de consumo básico y el subsector de software y servicios de tecnologías de la información, en la práctica, “las marcas que escogen los consumidores, el software que necesitan las empresas y las redes en que confían las personas”. Nuestros comentarios de mayo y junio de 2017, “Information Technology – Winners and Losers” y “Amazonians at the Gate”, analizan lo que el equipo busca en estos dos sectores.
¿Qué apariencia tienen los datos económicos de los compounders?
Poseen activos intangibles poderosos para generar elevados retornos sobre el capital operativo y ofrecen beneficios sólidos y en constante crecimiento, incluso en momentos difíciles, ya que el poder de fijación de precios y los ingresos recurrentes sirven de protección para los importantes márgenes brutos y la estabilidad de las ventas, respectivamente. Los elevados retornos sobre el capital operativo permiten generar un robusto flujo de caja libre, ya que los beneficios en realidad se convierten en efectivo. Finalmente, preferimos ver cómo el efectivo regresa a los accionistas, en lugar de cómo se desperdicia en adquisiciones deficientes, y constatar balances sólidos a largo plazo, en lugar de “eficientes” a corto plazo.
¿Cuál es el principal desafío para decidir si una compañía es un compounder?
Es fácil determinar si una compañía es rentable actualmente y si ha potenciado su valor en el pasado. El desafío es afirmar si esto continuará o si las rentabilidades y el crecimiento elevados se desvanecerán. El primer paso es averiguar por qué la compañía tiene rentabilidades elevadas, es decir, cuáles son los activos intangibles clave. Una vez hecho esto, el análisis crucial gira en torno a las innumerables amenazas para esos activos, ya respondan a cuestiones de moda, tecnología, medioambientales o sociales. Incluso si se concluye que probablemente las rentabilidades se mantendrán elevadas o incluso mejorarán y que el crecimiento debería ser estable, debe verificarse el aspecto de gobierno, ya que el equipo directivo puede frustrar fácilmente el compounding, ya sea por inversiones erróneas que buscan beneficios a corto plazo o por una asignación deficiente de capital. Conocer al equipo directivo y comprender sus incentivos puede ayudar a mitigar los riesgos de una mala gestión, pero, como en todo lo que hace el ser humano, está lejos de ser infalible.
¿Pueden las compañías tabacaleras potenciar su valor?
El activo clave del sector del tabaco ha sido el poder de fijación de precios. Un producto adictivo, una industria concentrada e impuestos en constante aumento que constituyen la mayor parte del precio de compra se han combinado para generar una revalorización aproximada del 5% anual. Así, los aumentos de precios han compensado con creces el impacto del endurecimiento del entorno regulatorio en los últimos 50 años. Nuestra opinión, al menos por ahora, es que los recientes rumores que apuntan a un endurecimiento normativo en Estados Unidos con respecto a la reducción de la nicotina en los cigarrillos combustibles y la prohibición del mentol no suponen una ruptura con este patrón de largo plazo, ya que probablemente pasará bastante tiempo antes de cualquier implementación, si es que sucede finalmente.
Lo que ha cambiado es la introducción de nueva tecnología mediante “productos de próxima generación”, ya sean en forma de cigarros electrónicos o tabaco sin combustión. Si bien este cambio puede animar a los reguladores a tomar medidas más firmes contra los cigarrillos combustibles tradicionales, dada la disponibilidad de sistemas alternativos de suministro de nicotina, el impacto principal recae sobre la dinámica competitiva. Los nuevos productos pueden alterar cuotas de mercado históricamente estables; por ejemplo, Philip Morris International podrá obtener el 16% del mercado japonés con IQOS o el producto electrónico de JUUL puede suponer una amenaza para los participantes de Estados Unidos. Creemos que las compañías que dispongan de buenos productos de próxima generación deberían ganar cuota de mercado y, por tanto, potenciar su valor, aunque otros participantes no podrán. Como resultado, el universo invertible en el sector del tabaco se ha reducido, por lo que lo hemos minorado a menos del 10% de la cartera desde el máximo en torno al 25%.
¿Es este un buen momento para invertir en compounders?
Nuestra opinión es que los compounders son una clase de activos infravalorada de forma crónica a causa del enfoque a corto plazo y relativo del mercado. Con una visión a medio o largo plazo, diríamos que siempre es un buen momento para invertir en compounders. Dicho esto, el entorno actual de ciclo tardío puede ser particularmente favorable, ya que la capacidad de un compounder para preservar los beneficios en un contexto de ralentización puede ser especialmente valiosa.
Opinión de William Lock, Bruno Paulson y Dirk Hoffmann-Becking, del equipo de International Equity de Morgan Stanley Investment Management.
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Foto: Craig Maccubing . Perspectivas para 2019: renta variable de China
El tema que dominó en 2018 fue la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Todo comenzó el pasado mes de abril, cuando Estados Unidos, tras haber establecido aranceles sobre el comercio de productos como el acero o el aluminio, decidió abordar por primera vez aranceles específicos para China.
En noviembre y diciembre, justo después de las elecciones de medio término de Estados Unidos, el presidente estadounidense, Donald Trump, buscó una ‘victoria’ política en el escenario internacional que proporcionó la cumbre del G20 en Argentina, estableciendo una tregua temporal de 90 días. Esta tregua retrasa la escalada de aranceles mientras ambas partes siguen dialogando y los aranceles existentes siguen en pie. Si bien su anuncio supuso un impulso positivo para el sentimiento del mercado, no ha quedado claro si será factible un compromiso a largo plazo. En cualquier caso, la totalidad de los efectos de la guerra comercial solo serán apreciados transcurridos años después.
Tras una recuperación cíclica en 2017, impulsada por la sólida demanda nacional y las reformas en la oferta, China se está centrando en el crecimiento de calidad. Tras la consolidación del poder político bajo el mandato del Presidente Xi, este enfoque, junto con la estabilidad económica y social, han contribuido a que el sector bancario paralelo se reduzca. El empeño del gobierno en desapalancar la economía y aumentar la supervisión reguladora ha dado lugar a preocupaciones en torno al crecimiento económico en 2018. De hecho, hemos observado que las condiciones de crédito se han ajustado debido a la reducción de la actividad bancaria paralela. La restricción del crédito ha provocado una subida en los impagos este año, mientras que las áreas que incluyen la producción industrial y la inversión en activos no corrientes también han perdido impulso.
Para hacer frente a un contexto marcado por la ralentización de la economía y el aumento de las tensiones comerciales con EE.UU., China ha introducido varias medidas para apoyar la economía:
El retraso en la aplicación de la normativa sobre productos de gestión patrimonial
Recortes en las reservas obligatorias de los bancos
La creciente emisión de bonos gubernamentales locales
Promoción para que los bancos aumenten los préstamos a pequeñas y medianas empresas
Apoyo el consumo nacional
Cambios en el régimen de impuestos sobre la renta de las personas físicas.
Creemos que estas políticas están destinadas a minimizar la economía a la baja en lugar de proporcionar estímulos a gran escala. Un débil renminbi y los altos niveles de deuda también limitan la capacidad del gobierno para estimular de forma enérgica. El gobierno tendrá que seguir equilibrando su plan de acción para desapalancar e introducir reformas estructurales, manteniendo a su vez un crecimiento económico razonable.
Conflicto comercial
En cuanto al comercio, nuestro escenario base sigue siendo que una guerra comercial de gran alcance no le interesa a nadie. El riesgo para los beneficios chinos y asiáticos sigue siendo difícil de calcular, ya que los aranceles anunciados hasta la fecha tienen un ámbito de aplicación relativamente reducido y no afectarán demasiado al sector de las sociedades cotizadas. Creemos que hay un margen limitado para que la producción china regrese a EE. UU., o para que se produzca una sustitución de productos estadounidenses por importaciones asiáticas. No obstante, es el impacto secundario en el gasto de capital y las inversiones, y posiblemente en el consumo, el que es más difícil de medir.
Es poco probable que el renminbi se use como herramienta si las tensiones comerciales continúan aumentando, dados los riesgos de provocar una fuga de capitales, pero la debilidad de la divisa puede considerarse un resultado de la fortaleza del dólar estadounidense.
Los riesgos de una guerra comercial prolongada y a gran escala tienen un carácter a más largo plazo, donde el plan de acción de la política industrial estratégica y la carrera armamentística de tecnología china-estadounidense están en el centro de la cuestión. China ha mostrado su disposición para negociar y comprometerse en los asuntos comerciales para reducir el déficit comercial, rebajar las barreras a las importaciones y liberalizar todavía más su mercado nacional. No obstante, es poco probable que China avance en su visión estratégica de transformarse en un líder tecnológico.
Postura defensiva, aunque el valor esté emergiendo
Actualmente, la previsión del crecimiento de los beneficios por acción se sitúa entre el 13% y el 19%, pero creemos que es probable que se modere en 2019. La presión marginal para las empresas industriales y de consumo intermedias sigue siendo alta, especialmente para aquellas que no pueden repercutir costes mayores.
De cara al próximo año, mantenemos un posicionamiento relativamente defensivo dado el entorno actual, con la mayoría de nuestra exposición concentrada en sectores y valores de carácter nacional que muestran tendencias de crecimiento a largo plazo. Seguimos infraponderados en los valores de tecnología debido a las incertidumbres provocadas por las dificultades regulatorias. Preferimos el sector de la energía, dada la disciplina desde el punto de vista de la oferta y la fijación de precios. También nos inclinamos por las compañías de seguros chinas y por valores que se beneficien del consumo nacional, donde observamos un repunte en la actividad del consumidor fuera de Internet.
Las valoraciones de la renta variable china han llegado a ser más atractivas y sugieren una parte positiva para los inversores a medio plazo. No obstante, es probable que los inversores sigan siendo cautelosos a corto plazo, dada la probabilidad de recortes adicionales en las previsiones de beneficios, la continua incertidumbre en cuanto al comercio y las constantes subidas de los tipos de interés estadounidenses en los próximos meses.
Como inversores ascendentes, nuestra atención sigue estando en aquellas empresas mejor equipadas para sortear la actual ralentización y también para explotar las tendencias favorables a más largo plazo que continuamos observando en el mercado.
Columna de Louisa Lo, responsable de renta variable China en Schroders.
Wikimedia Commons. BlackRock elimina 500 empleos y reorganiza su cúpula para centrarse en las áreas con mayores oportunidades de crecimiento
En un entorno en constante crecimiento, marcado por las incertidumbres en los mercados, la evolución de las preferencias de los inversores y la creciente complejidad del ecosistema financiero, el gigante de gestión BlackRock ha movido ficha. Para adaptarse a este contexto, despedirá al 3% de su plantilla en todo el mundo y cambiará su estructura de liderazgo, con el objetivo de centrarse en las áreas donde vislumbra mayores oportunidades de crecimiento. Así se desprende de varios documentos internos a los que ha tenido acceso Funds Society.
Con respecto a los profesionales, la gestora está implementando su mayor reducción de plantilla desde 2016, con el despido de 500 empleados en las próximas semanas. Todavía se desconoce cuáles son los sectores más afectados por la reducción, que representa el 3% del personal de la firma. A pesar de estas salidas, la plantilla de BlacRock es un 4% superior a la de hace un año gracias a las operaciones de inversión que han realizado en 2018 como la adquisición de Tennenbaum Capital y el negocio de asset management de Citibanamex en México. BlackRock tiene unos 14.900 empleados en todo el mundo, según cifras del pasado mes de septiembre. En los recortes, habrá algunas áreas más afectadas que otras.
«La incertidumbre del mercado está creciendo, las preferencias de los inversores están evolucionando y el ecosistema en el que operamos se está volviendo cada vez más complejo», señala en una nota interna Rob Kapito, presidente de BlackRock. “Los cambios que estamos haciendo nos ayudarán a invertir en las más importantes oportunidades de crecimiento estratégicas para el futuro”, decía el comunicado.
“Siempre nos hemos diferenciado por ser capaces de reconocer tendencias estratégicas emergentes y adaptarnos rápidamente. En la medida en que nuestra industria afronta una era de cambios significativos, podemos seguir ofreciendo rentabilidad construyendo nuestro negocio en mercados de alto crecimiento y utilizando nuestras ventajas en tecnología y construcción de carteras para liderar el cambio en la industria. Pero la ejecución de esta estrategia requiere que nos movamos de forma decisiva para reenfocar nuestros recursos hacia donde el impacto sea mayor. También requiere que operemos de la forma más eficiente posible y estemos organizados para el éxito, algo que a veces requiere de decisiones difíciles”, añadía, justificando los despidos.
La firma está tratando de «actuar de manera decisiva» para reenfocar sus recursos hacia las áreas más críticas para el negocio y con mayores oportunidades de crecimiento, con el objetivo de operar de una manera más eficiente. En concreto, la compañía quiere centrar sus recursos en cuatro áreas clave: solucionar las necesidades de inversión de sus clientes en áreas como jubilación, activos ilíquidos, ETFs y factores; ampliar su liderazgo en tecnología; liderar el cambio en la industria desde selección de producto a construcción de carteras y expandir sus capacidades de distribución en mercados de alto crecimiento.
Así, si el año pasado se invirtió en crecimiento (con la construcción de sus capacidades tecnológicas –Aladdin, AI Lab y la inversión en Envestnet y Acorns-, la compra de Tennenbaum Capital para profundizar en sus capacidades en crédito privado y la compra del negocio de asset management de Citibanamex para incrementar su presencia en México), este año, aseguran, mientras sus competidores se centran en la defensa, ellos seguirán invirtiendo en iniciativas estratégicas que apoyarán su crecimiento futuro, dice Kapito en el comunicado.
Reorganización interna
Además de la reducción de plantilla, la gestora llevará a cabo un cambio en su liderazgo, que afectará a varias áreas de la gestora.
El pasado miércoles, el director ejecutivo de BlackRock, Larry Fink, promovió a Mark Wiedman como Head of International y de Corporate Strategy. Como consecuencia, Rachel Lord y Geraldine Buckingham, responsables de las regiones de EMEA y APAC respectivamente, reportarán a Larry Fink y a Mark Wiedman -que presidirá el comité que supervisa todos los negocios y operaciones en esas regiones- de forma conjunta.
Mark también será responsable del desarrollo de su estrategia corporativa global, para lo que trabajará con Rob Goldstein y Gary Shedlin. En cuanto a marketing y marca, claves de futuro, trabajará con el Chief Marketing Officer, Frank Cooper, de forma que este último reportará también a Fink y a Wiedman de forma conjunta. Rachel, Geraldine y Frank seguirán en el Global Executive Committee de la firma.
Por otra parte, Salim Ramji sustituye a Mark como Global Head de iShares e Index Investments, liderando el próximo capítulo del crecimiento en ETFs. Además, será responsable para los negocios de iShares en EE.UU. y Canadá de forma interina. En este puesto, se unirá al Global Executive Committee y reportará a Kapito.
Martin Small sustituye a Salim como Head de U.S. Wealth Advisory, y seguirá trabajando con el equipo de USWA, reportando a Mark McCombe.
“Con estos cambios y otros que haremos más adelante, nuestro objetivo es acercar a la gestora, simplificar nuestra organización, hacernos más humildes y crear nuevas oportunidades para liderar el crecimiento y servir a nuestros clientes”, apostilla Fink.
Pixabay CC0 Public Domain. 43% of Worldwide AUM Are Managed by 20 Companies
Según señala el estudio elaborado por Willis Towers Watson junto con Thinking Ahead Institute, las 20 primeras compañías del sector representan el 43% del total de activos gestionados, el nivel más alto desde 2000. El informe reúne datos sobre las 500 principales gestoras de activos a nivel mundial con el objetivo de influir en la transformación del mundo de las inversiones en beneficio de los ahorradores.
El total de los activos bajo gestión de las 500 principales gestoras de fondos a nivel mundial ha crecido en 2017 un 15,6% con respecto al año anterior. Este porcentaje se traduce en 93,8 billones de dólares, superando en más de 10 billones de dólares el total del 2016.
Las gestoras del viejo continente representan casi 1 de cada 3 firmas de gestión de activos. Gracias, en buena parte, al crecimiento en activos que se ha producido en Europa de más del 15%. Cruzando el charco se encuentra América del Norte que según el estudio experimenta un leve descenso, aunque continúa gestionando la mayoría de activos, concretamente un 58,1%.
El resto de activos se reparten en Japón que llega hasta el 4,8% y países con aportaciones más pequeñas que en su conjunto gestionan el 5,2% del total.
En cuanto a la forma de gestionar los activos la más popular sigue siendo la activa, hasta un 77,8% de los activos experimentan este tipo de gestión, mientras que solo un 22,4% se hace de manera indexada aunque sigue siendo destacable el crecimiento del 25% que ha experimentado durante el 2017. Esta tendencia no hace otra cosa más que confirmar la evolución de la gestión pasiva, que en 2012 solo alcanzaba el 19,5%.
David Cienfuegos, directos de inversión de Willis Tower Watson España, destaca el aumento de los activos totales y la tasa de crecimiento de 2017 por ser la más grande desde 2009. Pero aunque se hayan experimentado ciertos cambios los primeros nombres del ranking siguen siendo los conocidos.
Por décimo año consecutivo, BlackRock sigue liderando el ranking de las 500 empresas, seguido de Vanguard y State Street, gestoras que llevan intercambiándose el segundo y tercer puesto desde 2014. La primera compañía europea es la alemana Allianz Group, que cierra el quinto puesto tras State Street Global y Fidelity Investments. En los primeros veinte puestos encontramos ocho empresas europeas, aunque para llegar a la primera compañía española, el Grupo Santander, hay que descender hasta el puesto 89.
El informe también deja entrever el creciente interés de los clientes en inversiones sostenibles (81% de los gestores hacen mención a esta tendencia), por encima de áreas igual de populares como la tecnología o el “big data” (74%). Además, casi dos tercios de las gestoras encuestadas aumentaron el número de ofertas de productos durante 2017, y el 60% confirmó un incremento del peso regulatorio en la gestión del negocio.
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Pexels. MiFID II ha cambiado el modelo de asesoramiento en España según el 86% de asesores, pero solo un 25% habla de cambio radical
Un 86% de los asesores financieros certificados por EFPA España considera que las modificaciones normativas recientes, derivadas de la puesta en marcha de MiFID II, han supuesto un verdadero cambio en el modelo de asesoramiento financiero en España, aunque solo el 25% cree que ese cambio haya sido “radical”. Esta es una de las principales conclusiones de una encuesta que ha realizado EFPA España entre sus asociados certificados, en la que han participado 1.100 profesionales del sector, aprovechando el primer aniversario de la puesta en marcha de la regulación en nuestro país.
Más de la mitad de los encuestados cree que en España no se acabarán eliminando las retrocesiones en la prestación del servicio de asesoramiento. Respecto a cuál ha sido el modelo de asesoramiento por el que han apostado las entidades post-MiFID II, el 45% de los consultados confirma que su compañía se ha decantado por el asesoramiento no independiente, el 28% por el independiente y el 27% señala que la opción elegida por su entidad es un modelo mixto o híbrido. En cuanto al grado de adaptación a la nueva normativa, el 72% de los asesores EFPA considera que el grado de adaptación de su entidad es total o muy avanzado, para el 23% se trata solo de una adaptación formal, mientras que un 5% todavía cree que es insuficiente.
Uno de los puntos más interesantes pasa por conocer si los clientes estarán dispuestos a pagar “explícitamente” por la prestación del servicio, seis de cada diez aseguran que sí pagarán, aunque solo si pueden reconocer el valor añadido aportado, y un 38% cree que los clientes seguirán siendo reticentes.
La mitad de los asesores financieros certificados por EFPA España cree que la transposición en España de los nuevos requisitos sobre conocimientos y competencias, a través de las exigencias de formación para el personal que asesora, solo persigue alcanzar unos mínimos de cumplimiento y hasta un 9% señala que esta adaptación normativa se está llevando de forma muy deficiente. La cifra de asociados satisfechos con la transposición de estas exigencias alcanza el 40%.
Cuatro de cada diez consultados aseguran que su entidad tiene o tendrá en próximas fechas muchos más clientes asesorados que antes de la puesta en marcha de la nueva normativa, mientras que el 36% rebaja las expectativas y cree que el cambio será menos apreciable en el corto plazo.
Sergio Míguez, Chief Economist de EFPA España, explica que “la implantación de MiFID II persigue una mejora real, tanto de la calidad del servicio como de la reputación global de la industria financiera. Los cambios regulatorios que están implementándose ayudarán a lograr estos objetivos, pero todavía debemos seguir incidiendo en la exigencia de formación de las redes que, junto con la máxima transparencia, serán los mejores catalizadores para poner en valor el servicio que ofrecemos a los clientes”.
Preocupación sobre los nuevos players digitales
Sobre la irrupción en el mercado de los asesores y gestores automatizados (roboadvisors) u otras herramientas digitales, la mitad de los asesores financieros consultados reconoce que le preocupa la proliferación de estas nuevas figuras, mientras que el 21% señala que, a día de hoy, todavía desconoce cuál será su impacto.
En lo que no existe un gran consenso es en referencia al impacto de los recientes cambios normativos en el número de ESI (Empresas de servicios de Inversión). El 41% de los asesores financieros de EFPA España cree que se reducirá el número de entidades, por el incremento de los costes, mientras que uno de cada cuatro encuestados piensa que la cifra de entidades se incrementará por la mayor demanda de servicio de los clientes. Para el 34%, MiFID II no tendrá una incidencia significativa a este respecto.
Por último, para casi dos tercios de los profesionales de la industria (63%), el desarrollo de su actividad es ahora más complicado desde la llegada de MiFID II, frente al 32% que cree que es similar y un 5% que lo tilda de más sencillo.
Foto cedida. Cristina Castro se incorpora a Santalucía Asset Management como responsable de Marketing
Cristina Castro Campa se incorpora al Grupo Santalucía como responsable de Marketing de Santalucía Asset Management, continuando así el proceso de crecimiento de la gestora.
Desde su nueva posición contribuirá a reforzar la estrategia de marketing de la gestora y a construir una imagen de marca basada en la trayectoria de su gama de fondos y la reputación del Grupo Santalucía.
Cristina Castro es licenciada en Derecho y Empresariales por la Universidad Pontificia de Comillas, ICADE (E1). Posee el título de PDD (Programa de Desarrollo Directivo) por el IESE.Además, realizó estudios de International Business Strategies en la London School of Economics.
Con una sólida trayectoria profesional de cerca de 20 años, Cristina Castro ha desarrollado su carrera en diferentes entornos del sector financiero. Desde 1999 y hasta su incorporación a Santalucía Asset Management, ha desempeñado diferentes puestos en el Grupo Banco Popular, llegando a ocupar la Dirección de Comunicación Interna del Grupo o la Dirección de Marketing y Comunicación de Popular Banca Privada.
Compaginando con su actividad profesional, ha sido profesora invitada en el Master de Dirección de Marketing para empresas de moda y lujo de Madrid School of Marketing (2016-2017).
Pixabay CC0 Public DomainAmber_Avalona. El muro con México y las relaciones comerciales: dos aspectos clave en el cierre administrativo de Estados Unidos
Tercera semana de cierre administrativo en Estados Unidos y más de 800.000 funcionarios sin cobrar. Ayer la tensión subía de tono después de que Donald Trump abandonara una reunión con los demócratas destinada a terminar con esta parálisis presupuestaria y en la que Trump intentó lograr el apoyo de los representantes de la Cámara para construir el muro en la frontera con México. Esta situación está aumentando la tensión en EE.UU. y reflejarse en el mercado, añadiendo volatilidad.
No es la primera vez que algo así ocurre en la administración estadounidense, de hecho Barack Obama tuvo que enfrentarse en octubre de 2013 a una situación similar. La gran diferencia es el discurso y la retórica del presidente que ocupa ahora el Despacho Oval. Tal y como apuntan desde eToro, “según la retórica de la Casa Blanca, parece que el Presidente está dispuesto a dejar que dure todo un año si es necesario”.
Según los analistas, el debate sobre la construcción del muro con México explica por qué se ha llegado a esta situación. La realidad es que la administración pública estadounidense no funciona al completo desde el pasado 22 de diciembre porque el Congreso se negó a liberar 5.000 millones de dólares para construir el polémico muro, lo que tiró por tierra el acuerdo sobre el nuevo techo de gasto.
El año comenzaba igual que acaba, con reuniones para intentar desbloquear la situación. A principios de semana, Donald Trump calificaba de “productiva” la nueva ronda de conversaciones del pasado domingo. “Como siempre, Donald Trump mantiene la presión sobre su gobierno al mantener el cierre federal. Esto no es inesperado, pero al menos en los Estados Unidos, las acciones siguen vendiendo. Los inversores comenzarán en 2019 de la misma forma que lo hicieron en 2018: nerviosos y preocupados por la volatilidad”, apuntaba Igor de Maack, gestor en DNCA, afiliada de Natixis IM, a finales de año.
Por ahora, el Congreso de Estados Unidos no logró evitar el cierre del gobierno federal, ahora los ojos están puestos en la semana del 18 de enero. En opinión de Ignacio Fuertes Aguirre, socio y responsable de trading y miembro del Comité de Inversiones de Rentamarkets, existe una relación directa entre la presión comercial a la que está sometiendo Estados Unidos a sus socios y la situación interna con la Trump tiene que lidiar.
Más allá de si Trump consigue fondos para construir el muro o no, el déficit de Estados Unidos está disparado y el país necesita con urgencia debilitar el dólar para recuperar competitividad. “Esa es la razón que hay detrás de la presión que está ejerciendo la actual administración a sus socios comerciales”, explica el responsable de trading y socio de Rentamarkets.
Pixabay CC0 Public Domain. La política monetaria y los riesgos políticos: los dos factores más desestabilizantes de 2019
La política, los temores sobre el crecimiento y el aumento de los tipos de interés han sido algunos de los factores que han marcado el rumbo de los mercados en 2018 y que podrían volver a hacerlo en 2019, una situación que, en opinión de Robert-Jan van der Mark, cogestor del Kames Global Diversified Growth Fund, podría presentar tanto riesgos como oportunidades para los inversores.
A lo largo de los próximos meses el Brexit, las tensiones comerciales y los temores relativos al mercado de trabajo darían lugar a momentos de incertidumbre que los inversores tendrán que intentar sortear con éxito. Aunque las sorpresas serían inevitables, aún está por ver si serán positivas o negativas.
A continuación, Van der Mark identifica los tres principales riesgos macroeconómicos y dos potenciales sorpresas positivas que podrían darse en 2019:
Respecto a los riesgos macroeconómicos, en primer lugar estaría la política monetaria. Hacia el final del ciclo económico empiezan a surgir problemas de capacidad y la inflación aumenta. En ese momento, los errores de política monetaria constituyen uno de los riesgos más importantes. El endurecimiento de las políticas monetarias de los bancos centrales como respuesta al repunte de la inflación podría frenar la inversión y provocar una caída de la confianza y del gasto. Además, unos tipos de interés más altos podrían afectar negativamente a las empresas más endeudadas. En un entorno de este tipo, es probable que los bonos gubernamentales registren un buen comportamiento y que los activos de riesgo generen rentabilidades negativas.
En relación a los riesgos políticos, este año ha estado cargado de incertidumbres políticas que aún no se han despejado. Una de principales es el riesgo de que las negociaciones sobre el brexit acaben fracasando, lo que aumentaría las probabilidades de un brexit duro que podría tener un impacto negativo en las relaciones comerciales entre el Reino Unido y la eurozona. No obstante, la del Reino Unido no es la única salida que preocupa a los inversores: el reciente encontronazo entre la UE y el gobierno italiano por los presupuestos ha puesto de manifiesto la falta de estabilidad estructural de la eurozona, reavivando el temor a una posible ruptura de la unión. Aunque no es algo que nos parezca probable, ese riesgo se mantendrá vivo a menos que la eurozona avance en su proceso de integración.
Finalmente, en relación a la escalada de las tensiones comerciales, uno de los principales factores de lastre en 2018 ha sido la amenaza de una guerra comercial que podría materializarse en 2019 si se intensifican las tensiones entre EE. UU. y China y que seguramente provocaría una desaceleración mundial con consecuencias para numerosas economías de todo el mundo.
Sorpresas positivas
Van der Mark también identifica dos potenciales sorpresas positivas que podrían darse en 2019. En primer lugar, habla de innovación. El bajo nivel de desempleo podría estimular la inversión, la innovación y la aplicación de medidas para mejorar la productividad, lo que a su vez podría repercutir positivamente en la economía. Esta mejora de la productividad podría compensar la escasa oferta laboral y contribuir al sostenimiento del crecimiento económico mundial.
También menciona un destacado cambio de rumbo, en el que la desaparición de los riesgos políticos podría convertirse en un factor de impulso para la economía mundial. Si, por ejemplo, el discurso sobre una posible guerra comercial se suavizase y se eliminasen las barreras comerciales, la euforia resultante podría contribuir a impulsar el crecimiento mundial.
Otros ejemplos de un posible cambio de rumbo serían la aprobación de un acuerdo para la salida negociada del Reino Unido (brexit suave) o la implementación de reformas estructurales que promuevan una mayor convergencia y estabilidad de la eurozona. Cualquiera de estos acontecimientos políticos podría actuar como un viento de cola para la economía mundial.
En una entorno de este tipo, los activos de riesgo como la renta variable, las materias primas o los bienes inmuebles podrían generar rentabilidades cercanas al 10% o incluso más. Por el contrario, las rentabilidades de la renta fija serían más modestas y los bonos gubernamentales podrían incluso llegar a generar rentabilidades negativas por el aumento de las tires.
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. Trade, Treasuries and Trump: Three Keys for Growth in 2019
Durante la mayor parte de la última década, hemos vivido en lo que a menudo se ha denominado una «economía de Ricitos de Oro». Por mucho que el sujeto rubio e invasor de la historia de los niños descubrió que un tazón de avena es «justo», el crecimiento económico y la inflación no ha sido ni demasiado caliente ni demasiado frío*. Durante este tiempo, la acción coordinada de los bancos centrales del mundo mantuvo las tasas de interés cercanas a cero y los precios de casi todas las clases de activos fueron altos.
La economía de los Estados Unidos se encuentra en su 113º mes de expansión, siete meses por debajo del récord. A pesar de un reciente tropiezo, las acciones estadounidenses llevan 119 meses en el mercado alcista más largo de la historia, lideradas principalmente por el crecimiento de las acciones en una ola global de innovación tecnológica y expansión de la prosperidad. Excepto por los temores de crecimiento en 2011, 2015 y quizás un día en noviembre de 2016, la volatilidad del mercado ha sido baja y ha mantenido una trayectoria ascendente, en gran medida, sin interrupciones.
Sin embargo, hay indicios de que la narrativa puede estar cambiando, ya que un giro en el ciclo económico actual, que empieza a estar envejecido, puede ir acompañado de un cambio generalizado en los regímenes sociopolíticos del globalismo al nacionalismo y del capital al trabajo. El populismo está en marcha en todo el mundo con efectos a largo plazo que no están claros, pero es poco probable que sean positivos para la renta variable. Como en la historia, los osos eventualmente regresarán a casa; su tiempo y estado de ánimo son inciertos, al igual que la cantidad de esta eventualidad que el mercado ya ha descontado. En este contexto, creemos que la selección de valores con un enfoque bottom-up es fundamental, tal y como hemos hecho durante más de cuarenta años, y sigue siendo más importante que nunca.
La economía política de 2018
El problema más sobresaliente para el mercado es el crecimiento: con los recortes de impuestos corporativos que nos quedan y con poca holgura en la economía, es casi seguro que el crecimiento se desacelerará del 3% al 4% estimado en 2018. Eso no necesariamente implica que haya una recesión –definida como dos trimestres consecutivos de contracción–, en un horizonte inmediato. ¿Hasta qué punto está por encima o por debajo del crecimiento real de aproximadamente 2% que la población y el aumento de la productividad sugieren que es «justo»? Depende de muchos factores, incluido lo que hemos descrito de diversas maneras como “tres T”: Trade, Treasuries y Trump.
Trade: el presidente Trump hizo del «comercio justo» la pieza central de su campaña electoral y hasta el momento ha cumplido su promesa de desafiar la ortodoxia de «libre comercio» de la posguerra que prevalece (por ilusoria que haya sido la realidad). La esperanza de un acuerdo comercial con China aumentó cuando la administración renegoció el TLCAN, ahora llamado USMCA (las iniciales de sus signatarios de Estados Unidos, México y Canadá). El mercado, comprensiblemente, zaga con cada indicio de que podría surgir un acuerdo con China, ya que China representa más de la mitad del déficit comercial de 600.000 millones de dólares de los Estados Unidos y sigue siendo nuestro tercer destino de exportación. La situación adquiere una importancia aún mayor debido al papel de China como motor del crecimiento global. China se está desacelerando debido a los desequilibrios estructurales internos. La presión del presidente Trump aumenta esos problemas, pero es poco probable que un acuerdo los resuelva o cure el daño duradero causado a la simbiosis chino-estadounidense.
Treasuries: también es crítico para la perspectiva de la economía y la renta variable el nivel y la trayectoria de las tasas de interés. Desde que la Reserva Federal comenzó a disminuir hace cuatro años, en octubre de 2014, la tasa del Tesoro a diez años se rompió un 3% este año, por primera vez desde 2013, situándose ahora justo por debajo de ese nivel. Las tasas de interés más altas tienen un impacto en el mundo real: hacen que las compras de nuevas viviendas, automóviles, equipos de capital, empresas y el déficit de los Estados Unidos sean más caros de financiar. Todo lo demás es igual, las tasas más altas reducen el valor de los activos de riesgo al hacer que el hogar alternativo para el capital, los bonos del Tesoro «sin riesgo», sea más atractivo. La estructura temporal de las tasas de interés (también conocida como la curva de rendimiento) también se ha atribuido poderes predictivos. Las curvas invertidas, situaciones en las que el rendimiento de diez años excede el rendimiento de dos años, han predicho las nueve recesiones desde 1955, aunque con dos falsos positivos y una amplia variación en el tiempo. La curva de rendimiento prácticamente plana hoy en día preocupa a algunos observadores.
Trump: si bien siempre ha habido una interacción saludable entre los mercados y las figuras políticas, el hábito de Twitter del presidente Trump, la imprevisibilidad y los posibles desafíos legales a su presidencia lo han hecho más imprevisible que los líderes anteriores. Entre las preocupaciones de los próximos dos años está la forma en que un Congreso demócrata, sin interés en ayudar a Trump a ser reelegido apruebe el USMCA, una extensión del límite de la deuda y un mayor estímulo fiscal, especialmente cuando la solicitud puede ser una modificación de los recortes de impuestos. Curiosamente, la guerra contra la tecnología (es decir, las investigaciones de privacidad y antimonopolio de Facebook, Google, Amazon y otros) parece ser uno de los pocos problemas con el apoyo bipartidista y vale la pena verlo en 2019. La interrupción geopolítica no es exclusiva de los Estados Unidos. De hecho también hay que prestar atención a la salida y las condiciones con que el Reino Unido abandone la Unión Europea, a las precarias posiciones de los líderes en Alemania, Francia e Italia, por no mencionar los enredos típicos en el Medio Oriente, también siguen siendo un foco.
Los escépticos podrían estar equivocados si las cosas salen bien
No todas las noticias, ya sean reales o falsas, son malas, por supuesto. De hecho, muchos indicadores económicos son bastante fuertes, con un 3,7% de desempleo, el más bajo desde el tumulto de 1969, el patrimonio neto de los consumidores (109 billones de dólares) y las tasas de interés y la inflación que, observadas durante un período de tiempo más largo, siguen siendo bastante moderadas. Es probable que la Reserva Federal y el Presidente no hayan pasado el punto de no retorno y aún no hayan perdido el control de la política: el Presidente Trump, que posee una gran sensibilidad hacia el mercado de valores, podría resolver la guerra comercial y la Fed podría parpadear ante el aumento de las tasas en 2019. Eso dejaría razones para creer que la expansión podría continuar y que el estado actual del mercado es la pausa, como las anteriores en este ciclo, que se actualiza.
La causalidad, la correlación o ninguna
El índice S&P 500 ha bajado un 6% y el índice Russell 2000 de pequeña capitalización ha bajado un 13% hasta la fecha, con un 16% y un 24% menos que los picos en esos índices en septiembre y agosto, respectivamente. Durante la mayor parte del año, el desempeño del S&P 500, dominado por seis acciones tecnológicas (Facebook, Amazon, Netflix, Google, Apple y Microsoft, las FANGMA) que representan el 15% de su peso, ocultó las caídas más significativas publicadas por un grupo más amplio de acciones. Aproximadamente dos tercios de las acciones en el S&P 500 son negativas este año, con un tercio por debajo del 20%. Incluso el aclamado FANGMA tiene ahora un 25% de descuento en sus máximos, lo que agrega credibilidad a la idea de que la tendencia de crecimiento global puede romperse. buy the dip se ha transformado en sell the rip.
Podría esperarse que las declinaciones del mercado de esta magnitud produzcan un efecto de riqueza negativo, es decir, los consumidores se sienten menos inclinados a hacer compras discrecionales, lo que podría exacerbar una desaceleración económica, pero las declinaciones del mercado son más a menudo simplemente un precursor, no un disparador, de recesiones.
Desde 1929, ha habido dieciséis mercados bajistas con la mayoría, aunque no todos, pasando por una recesión de aproximadamente un año –la caída sin recesión de octubre de 1987 es una excepción notable–. También vale la pena afirmar que el mercado no es igual a la economía. Así como algunos han sugerido que Wall Street prosperó sin gran parte de Main St. durante la última década, lo contrario podría ser verdad.
Valoraciones actuales vs. hace cinco años
En cualquier caso, las acciones ya están tasando una desaceleración y/o tasas más altas. Un mercado de renta variable de año a año en comparación con las ganancias de EPS estimadas de 22% en 2018 y 8% en 2019, implica una contracción en múltiplos adelantados de 18x a fines de 2017 a aproximadamente 15x en la actualidad. Eso es en el extremo inferior de los múltiplos históricos durante los períodos con inflación en el área del 0-3%. Esto sugiere que el mercado en su conjunto no parece caro. No compramos el «mercado», pero estamos encontrando muchas ofertas en acciones individuales recientemente.
Tratos, tratos y más tratos
Las negociaciones se desaceleraron a lo largo del año a medida que la incertidumbre política pesaba, pero los fundamentos de las fusiones (bajas tasas de interés y falta de oportunidades de crecimiento orgánico) persisten y los días potencialmente menguantes de la presente administración pueden alentar la actividad más pronto que tarde.
Las spin-offs rebotaron en 2018 (26 por nuestro conteo), incluyendo dos por Honeywell y un spin-off previo a la adquisición por KLX. Las notables separaciones anunciadas incluyen el giro de los equipos deportivos del Madison Square Garden, el giro previo a las transacciones de 21st Century Fox de sus activos de noticias y transmisión, y los giros de tres vías de DowDuPont y United Technologies. Como se comentó en el pasado, nos gustan los beneficios indirectos porque no solo tienden a generar valor, sino que a menudo sirven como fuente de nuevas ideas.
Conclusión
El año pasado, expresamos nuestra sorpresa de que un mercado fuerte pasara por alto lo que parecían ser riesgos crecientes al final del ciclo económico. A medida que muchos de esos desafíos (disputas comerciales, tasas de interés más altas, discordia política) se resuelven, nos preguntamos si el mercado ahora está ignorando lo que siguen siendo los fundamentales corporativos decentes.
En última instancia, nuestro trabajo consiste en trabajar en los elementos microeconómicos de cada empresa e industria que cubrimos, examinar cómo el entorno macroeconómico cambiante afecta esas variables y tomar decisiones de compra y venta que equilibran las oportunidades y los riesgos resultantes. Dado que los “osos” inevitablemente vuelven a casa en cada ciclo, siempre hemos errado por el lado de la preservación del capital y ese será el caso en el futuro. Las historias de los niños no siempre tienen un final feliz, pero sirven como ejemplos de precaución que hemos escuchado bien.
Tribuna de Gabelli Funds, escrita por Michael Gabelli.
*«Ricitos de oro y los tres osos» fue un cuento antiguo grabado por primera vez por el poeta Robert Southey en 1837. El uso por parte de los analistas del mercado de la analogía se remonta a al menos la expansión de fines de los años noventa.
Para acceder nuestra metodología de inversión y cartera de arbitraje de fusión dedicada, ofrecemos los siguientes fondos UCITS en cada disciplina:
GAMCO ARBITRAJE DE FUSIÓN
GAMCO Merger Arbitrage UCITS Fund, lanzado en octubre de 2011, es un fondo abierto incorporado en Luxemburgo y que cumple con la regulación UCITS. El equipo, la estrategia dedicada y el registro datan de 1985. El objetivo del Fondo de Arbitraje de Fusión GAMCO es lograr un crecimiento de capital a largo plazo invirtiendo principalmente en transacciones anunciadas de fusiones y adquisiciones de acciones manteniendo una cartera diversificada. El Fondo utiliza un enfoque de inversión altamente especializado diseñado principalmente para beneficiarse de la finalización con éxito de las fusiones, adquisiciones, ofertas públicas, adquisiciones apalancadas y otros tipos de reorganizaciones corporativas propuestas. Analiza y supervisa continuamente cada transacción pendiente por posibles riesgos, incluidos: reglamentación, términos, financiación y aprobación de los accionistas.
Las inversiones de fusión son una alternativa altamente líquida, no correlacionada con el mercado, probada y consistente con los valores de renta fija y de renta variable tradicionales. Los retornos de fusión dependen de los diferenciales de oferta. Los diferenciales de oferta son una función del tiempo, la prima de riesgo de transacción y las tasas de interés. Por lo tanto, los rendimientos están correlacionados con los cambios en las tasas de interés a mediano plazo y no con el mercado de valores en general. La perspectiva de un aumento de las tasas implicaría un mayor rendimiento de las fusiones a medida que los diferenciales se amplíen para compensar a los arbitrajistas. A medida que disminuyen los mercados de bonos (aumentan las tasas de interés), los rendimientos de las fusiones deberían mejorar a medida que las decisiones de asignación de capital se ajustan a los cambios en los costos del capital.
La volatilidad del amplio mercado puede conducir a la ampliación de los diferenciales en las posiciones de fusión, que, junto con nuestras carteras de fusiones bien documentadas, ofrecen el potencial de TIR mejoradas. Las fluctuaciones diarias de la volatilidad de los precios junto con un capital menos propietario (la regla de Volcker) en los Estados Unidos han contribuido a mejorar los diferenciales de las fusiones y, por lo tanto, los rendimientos generales. Por lo tanto, nuestro fondo está bien posicionado como alternativa de sustitución de efectivo o renta fija.
Nuestros objetivos son acumular y preservar la riqueza a lo largo del tiempo, sin dejar de estar correlacionados con los amplios mercados globales. Creamos nuestro primer fondo de fusión dedicado hace 32 años. Desde entonces, nuestro rendimiento de fusión ha aumentado los activos de los clientes a una tasa anual de aproximadamente 10,7% bruto y 7,6% neto desde 1985. Actualmente, administramos activos en nombre de clientes institucionales y de alto patrimonio global en una variedad de estructuras de fondos y mandatos.
GAMCO ALL CAP VALUE
El Fondo UCITS GAMCO All Cap Value, lanzado en mayo de 2015, utiliza el PMV patentado de Gabelli con una metodología de inversión Catalyst ™, que funciona desde 1977. El Fondo busca rendimientos absolutos a través de la inversión de valores impulsada por eventos. Nuestra metodología se centra en la inversión con un enfoque fundamental y bien investigado para conseguir las mejores oportunidades, con un enfoque en valores de activos, flujos de efectivo y catalizadores identificables para maximizar los rendimientos independientemente de la dirección del mercado. El fondo se basa en la experiencia de su equipo de cartera global y más de 35 analistas value.
GAMCO es un inversor activo de valores con enfoque bottom-up que busca lograr una apreciación real del capital (en relación con la inflación) a largo plazo, independientemente de los ciclos del mercado. Nuestro proceso de selección de valores orientado al valor se basa en los principios fundamentales de inversión articulados en 1934 por Graham y Dodd, los fundadores del análisis moderno, y aumentados por Mario Gabelli en 1977 con su introducción de los conceptos de Private Market Value (PMV ) con un Catalyst ™ en el análisis de la renta variable. PMV con Catalyst ™ es nuestra metodología de investigación única que se enfoca en la selección de acciones individuales identificando empresas que se venden por debajo del valor intrínseco con una probabilidad razonable de realizar sus PMV, que definimos como el precio que un comprador estratégico o financiero estaría dispuesto a pagar por la totalidad empresa. Los factores de valoración fundamentales es utilizada para evaluar valores antes de la inclusión / exclusión en la cartera, nuestro enfoque, impulsado por la investigación, considera el análisis fundamental como un enfoque de tres frentes: flujo de efectivo libre (ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización, o EBITDA, menos los gastos de capital necesarios para crecer / mantener el negocio); tendencias de ganancias por acción; y el valor de mercado privado (PMV), que abarca los activos y pasivos dentro y fuera del balance. Nuestro equipo llega a una valoración PMV mediante una evaluación rigurosa de los fundamentales de la información disponible al público y el juicio obtenido de la gestión de reuniones, que abarca empresas de todos los tamaños a nivel mundial y nuestro amplio conocimiento acumulado de una variedad de sectores. Luego identificamos negocios para la cartera con un margen adecuado de seguridad y respaldado por nuestra investigación profunda.