Pixabay CC0 Public Domain. La renta fija se ha revelado como la inversión ganadora gracias al programa de QE del BCE
Desde Finizens han realizado un análisis detallado del impacto que las políticas monetarias del Banco Central Europeo (BCE) ha tenido sobre la rentabilidad de la renta fija en las dos últimas décadas. El estudio demuestra que “los bonos aportan valor” y “agregan rentabilidad positiva con menor volatibilidad, funcionando como un excelente amortiguador en los momentos en los que el mercado ha sufrido importantes correcciones”, explican desde Finizens Research.
El análisis se centra en la evolución de la rentabilidad de la renta fija desde que dio comienzo el programa de compra de deuda del BCE, dando como resultado unas rentabilidades acumuladas en los últimos cinco años claramente superiores al 10%. El efecto de la política del BCE se ha analizado bajo dos perspectivas complementarias, observando tanto el efecto de la variación de los tipos para depósitos como la compra de activos mediante programas de expansión cuantitativa (QE o Quantitative Easing en inglés). Para ello se ha observado la evolución histórica del rendimiento de distintas tipologías de bonos a lo largo del tiempo, comparándolo con las decisiones y cambios en la política monetaria por parte del BCE en el mismo periodo.
Adicionalmente, para ampliar el análisis, han evaluado el comportamiento de tres tipos de bonos con distintos enfoque y alcance: bonos de gobiernos europeos, bonos corporativos en euros y bonos globales agregados (este último se refiere a emisiones de bonos tanto de gobiernos como de empresas, efectuados en distintas regiones del mundo y mayoritariamente en EE.UU.)
En este contexto, desde Finizens abogan por mantener en sus carteras una alta diversificación, combinando renta fija (bonos), renta variable (acciones) y activos reales (propiedad y oro físico) , de cara a mejorar la rentabilidad en el largo plazo y al mismo tiempo reducir el riesgo.
Rentabilidad de los bonos en un periodo de 9 años previo a la crisis financiera de 2008
En esta gráfica se aprecia la evolución de la rentabilidad de los bonos en un periodo de 9 años previo a la crisis financiera de 2008, periodo que incluye la crisis del dotcom, donde el tipo para depósitos fijados por el BCE se situaron entre el 1% y 3%. Este periodo ha sido caracterizado por una política monetaria tanto expansiva como restrictiva, donde hubo subidas y bajadas de tipos. Asimismo, se observa cómo en este periodo la rentabilidad de los bonos globalmente ha evolucionado al alza, independientemente del momento del ciclo económico.
Evolución en el rendimiento de los bonos en el periodo posterior a la crisis de 2008
En esta segunda gráfica se aprecia la evolución en el rendimiento de los bonos en el periodo posterior a la crisis de 2008, coincidiendo con la bajada de tipos para depósitos fijados por el BCE, pasando a situarse en negativo desde 2014. Se puede observar cómo también en este periodo la rentabilidad de los bonos globalmente ha evolucionado al alza.
Evolución de la rentabilidad de los bonos desde el comienzo de compra de activos de parte del BCE (Quantitative Easing)
En la tercera gráfica se observa la evolución de la rentabilidad de los bonos desde el comienzo de compra de activos de parte del BCE (Quantitative Easing). Se puede observar cómo en ese periodo la rentabilidad de los bonos ha evolucionado globalmente al alza.
Pixabay CC0 Public Domain. La inversión en fintech europeas crece un 31% en el segundo trimestre, hasta 3.048 millones, según Finnovating
Finnovating ha recopilado las cifras de inversión en empresas fintech en Europa y España durante el segundo trimestre de 2019. En total se invirtieron 3.048 millones de euros en Europa, de los cuales 55,7 millones tuvieron como destino España, que se sitúa en el sexto puesto por inversiones recibidas.
Esto significa un aumento de un 31% respecto al primer trimestre a nivel europeo pero un descenso del 48% en España.
En el segundo trimestre, la inversión en compañías fintech en España se ha concentrado en Madrid en un 70%, ciudad a la que siguen Barcelona y Valencia. A diferencia del primer trimestre, cuando la inversión se concentró en un 98% en Barcelona.
Las fintech que han recibido más capital han sido Fintonic y Returnly con 19 millones de euros, Verse con 7 millones de euros y Holded con 6 millones de euros. Las entidades financieras tradicionales que han participado en estas rondas han aumentado hasta el 15% del total de inversores, siendo los más numerosos los venture capitals independientes.
El descenso de la inversión en España se debe a la existencia de una inversión inusualmente elevada en el primer trimestre de 66 millones de euros, lo que convirtió a nuestro país en el quinto por volumen de inversión recibida.
Además del sector fintech, también se ha analizado la inversión en proptech, que ha registrado 43,2 millones de euros, de los que Madrid concentra 33,9 millones de euros frente a los 9,1 millones de euros de Barcelona. El perfil de las compañías que han recibido la inversión, 22,3 millones de euros, se ha destinado a proptech fundadas en 2017. En las empresas que echaron a andar durante el año pasado, en cambio, se han invertido únicamente un millón de euros.
La CNMV ha hecho públicas hasta agosto 225 advertencias sobre entidades no autorizadas a prestar servicios de inversión, conocidas como chiringuitos financieros. Esta cifra triplica el número de advertencias difundidas durante todo el año pasado para que los inversores tengan la información necesaria para evitar ser víctimas de fraudes.
Este aumento se produce, entre otros factores, por la intensificación en las labores de supervisión, detección y advertencia por parte de los organismos supervisores en estos últimos años y a la utilización de nuevas vías de investigación para detectar estas prácticas.
En los últimos diez años, el creciente desarrollo de las tecnologías y canales de comunicación digitales han facilitado la aparición de nuevos métodos de fraude a través de internet y redes sociales. Estos canales ofrecen fácil acceso a eventuales víctimas y facilidades de difusión a bajo coste. Es por esto que en los últimos meses la CNMV ha reforzado su actuación en el ámbito digital, intensificando sus búsquedas en blogs, foros, redes sociales, etc… consciente del contexto en el que las tecnologías y canales de comunicación digitales están propiciando cambios significativos en el comportamiento de estos chiringuitos financieros. Gracias a esas actuaciones el número de entidades no autorizadas detectadas y sobre las que la CNMV informa a los inversores ha aumentado considerablemente.
También se han detectado nuevos métodos de fraude como las recovery room, empresas que captaban clientes que ya habían sido víctimas de chiringuitos financieros para gestionar la recuperación de sus pérdidas a cambio de un pago por adelantado.
Otra actividad de riesgo, recientemente advertida por la CNMV, son las cuentas de trading financiadas, servicios que ofrecen la posibilidad de acceder a una cuenta de valores para realizar operaciones sin arriesgar capital propio sino de la propia página entidad que ofrece el servicio. Dichas cuentas obligan a realizar un curso de trading, exigiendo el abono de una cantidad previa para poder asistir, y sus usuarios podrían ser víctimas de fraude o engaño en cuanto a la posibilidad de acceso real a dichas cuentas trading financiadas.
Entre las estrategias que los chiringuitos financieros han comenzado a utilizar para atraer inversores destaca la oferta como reclamo de productos financieros vinculados a criptomonedas tratando de aprovechar la relevancia pública de estos activos.
Firma de convenios
Las labores de detección, información y eliminación de estas prácticas fraudulentas también se han visto reforzadas por la firma de sendos convenios con la Policía y la Guardia Civil en 2019 estableciendo un marco de colaboración para el intercambio de información con ambas instituciones para agilizar la detección de chiringuitos financieros y facilitar una actuación rápida y eficiente sobre ellos.
Además de las advertencias sobre entidades no autorizadas nacionales, en lo que va de año, la CNMV ha difundido 455 sobre chiringuitos financieros que operan desde otros países europeos. En este terreno también se ha producido un aumento del 24% respecto al año anterior.
Los inversores pueden consultar el Buscador de entidades advertidas que ofrece la página web de la CNMV o informarse las nuevas advertencias tanto nacionales como internacionales. También se facilita el número de atención al inversor 900 535 015.
Además, la CNMV ha realizado un decálogo con diez consejos para evitar chiringuitos financieros por parte del inversor con el objetivo de facilitar la detección y evitar ser víctima de algún fraude de este tipo.
Durante mucho tiempo invertir en una buena causa no se consideraba una verdadera inversión desde un punto de vista estrictamente financiero, sino que se veía como un acto de caridad o filantropía. Esto se debía a que faltaba la intención de generar rentabilidad. Pero esa contradicción entre rentabilidad y buenas intenciones es solo ilusoria y la denominada inversión de impacto está ayudando a cerrar esta brecha. Lo que era un nicho al comienzo de esta década se está convirtiendo en uno de los segmentos de inversión de más rápido crecimiento.
La inversión de impacto presenta varias características. Se trata de inversiones que, además de una rentabilidad financiera, también generan un impacto positivo sobre el medio ambiente o sobre la sociedad. Es importante que los efectos ecológicos y/o sociales pretendidos sean parte explícita de la estrategia de inversión. Según la definición de la Red Mundial de Inversiones de Impacto (Global Impact Investing Network o GIIN, por sus siglas en inglés), las inversiones de impacto deben cumplir con cuatro requisitos. En primer lugar, intencionalidad; debe haber una intención declarada de lograr un efecto claramente definido. En segundo lugar, causalidad; el efecto deseado debe estar directamente ligado a la inversión. En tercer lugar, debe ser medible; saber en qué medida se ha logrado un efecto sobre la base de indicadores clave (KPIs) claramente definidos. Y, en cuarto lugar, debe contar con reportes o informes regulares; el impacto debe ser reportado de forma transparente.
Ahora, ¿cuáles son los efectos que deben lograrse? El consenso actual es que las inversiones de impacto tienen que actuar sobre al menos uno – lo ideal sería sobre varios– de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas. Estos objetivos, con los que la propia ONU se comprometió en 2015 con la intención de lograr su cumplimiento en 2030, cubren un amplio espectro: desde combatir la pobreza y garantizar los alimentos, la salud y la educación a través de la igualdad de género, suministro sostenible de agua y energía hasta combatir el cambio climático y promocionar la paz.
La cuestión de las rentabilidades sigue ahí. Hay, desde luego, (grupos de) inversores que están dispuestos y pueden anteponer las buenas causas que defienden a las rentabilidades. Sin embargo, esto no aplica a la mayoría de los inversores. La buena noticia es que, según un estudio de la GIIN, la mayoría de los inversores de impacto – más del 90%– afirmó que se habían cumplido o excedido sus expectativas de rentabilidad. Esto demuestra que las inversiones orientadas al impacto pueden cerrar la brecha entre las buenas causas y las rentabilidades.
En el presente, el mercado para dichas inversiones sigue siendo comparativamente pequeño: según las estimaciones de la GIIN, a finales de 2018 el tamaño del mercado era ligeramente superior a 500.000 millones de dólares en todo el mundo. Si se añaden los bonos verdes, que no están incluidos en esta cifra debido a su carácter de instrumento de financiación corporativa (y no de inversión) y debido a que con frecuencia no cumplen del todo con los criterios de intencionalidad y, sobre todo, de causalidad, se llega a ligeramente más del doble de esta cantidad, 1,1 billones de dólares. Esto supone menos de un uno por ciento del total de la capitalización del mercado global de renta fija y renta variable. Sin embargo, el volumen ha crecido rápidamente en los últimos años. Y, aún más importante, el potencial es inmenso. La propia ONU asume que para cumplir los 17 SDG en 2030, será necesario invertir varios billones de euros. Es imposible para el sector público hacerlo por sí mismo, es indispensable el compromiso del sector privado.
Debido a este potencial de crecimiento, es esencial establecer estándares elevados para las inversiones de impacto “real”, como los mencionados anteriormente, para minimizar el riesgo de “ecopostureo” (o “greenwashing”). En un entorno tan dinámico, existe el peligro de que las inversiones tradicionales puedan simplemente etiquetarse como “inversiones de impacto” para beneficiarse de sus atributos positivos y buena imagen. Así, se corre el riesgo de decepcionar a los inversores; en el peor escenario, toda una clase de activos y estrategias podría quedar desacreditada ante el cliente. Para impedir esto, no deberían hacerse concesiones en la selección de los objetivos de inversión y en los criterios de cuantificabilidad y transparencia.
¿Cómo puede implementarse esto en términos concretos? Veamos algunos ejemplos: tras lanzar tres fondos para invertir en energías renovables que se cerraron con éxito, Allianz Global Investors lanzó este verano el fondo Allianz Impact Investment Fund (AIIF), sólo para inversores institucionales. Este fondo invierte en renta variable y deuda de proyectos y compañías que tienen una variedad de impactos medioambientales y/o sociales. Además de los análisis financieros estándar, al fijar los objetivos de inversión se incluyen indicadores clave (KPIs) frente a los que se pueden medir los efectos de forma constante, y se establece la forma y frecuencia en que se debe proporcionar la información extra financiera. La gama de posibles proyectos es amplia: desde microfinanzas y vivienda social a agricultura sostenible, reforestación y eficiencia energética.
Desde la perspectiva de los inversores institucionales europeos que deben cumplir con Solvencia II, hay una faceta adicional interesante: con su foco en las inversiones de impacto en los países de la OCDE, el fondo intenta lograr una rentabilidad ajustada a riesgo que también sea atractiva desde una perspectiva de consumo de capital. Con un plazo de diez años, más una opción de ampliación de dos años, puede también contribuir a la gestión de activos y pasivos.
Para apoyar inversiones de impacto en los mercados emergentes, que se necesitan de manera urgente, es importante movilizar el capital de inversores privados regulados, como las compañías de seguros o los fondos de pensiones. Una forma viable de hacerlo son las asociaciones (de inversión) público-privada, conocidas a menudo en el sector como “financiación mixta” y un área donde Allianz Global Investors se ha convertido en un auténtico líder. Asociarse con instituciones públicas reduce el riesgo de inversión y los costes de capital de solvencia para los inversores privados. Un ejemplo de este tipo de proyecto es la iniciativa Africa Grow, anunciada en Alemania a mediados de noviembre. Dentro de esta iniciativa, un vehículo de fondo de fondos invierte dinero del Ministerio Federal Alemán de Cooperación y Desarrollo, KfW DEG y Allianz en fondos privados de venture capital de África. Estos, a su vez, financian pequeñas y medianas empresas y start ups africanas, promocionando así el desarrollo social y ecológico.
Algunos pueden preguntar ahora de qué oportunidades de inversión disponen los inversores particulares. Debido a sus características – fondos de capital cerrado, vencimientos largos – los vehículos descritos anteriormente no están abiertos a las inversiones directas de inversores particulares. Sin embargo, este grupo de inversores tiene a su disposición, por ejemplo, entrar en el mercado de bonos verdes. Los bonos verdes son bonos emitidos por compañías o instituciones públicas para financiar proyectos medioambientales bien definidos y que están sujetos a unos estrictos requisitos de transparencia y de reporting: los Principios de Bonos Verdes de la International Capital Market Association (ICMA).
En resumen, mirando a las inversiones de impacto, la inmensa necesidad mundial de financiación se está encontrando con una disposición a invertir cada vez mayor, no sólo para generar rentabilidades aceptables sino también para conseguir un impacto positivo. Esto está sucediendo en un momento en el que cada vez más compañías reconocen la necesidad de asumir responsabilidad ante el conjunto de la sociedad, además de perseguir sus propios intereses y los de sus accionistas. Por lo tanto, cada vez se van a integrar más las consideraciones de impacto en todas las decisiones de inversión. Mirando hacia el futuro, las inversiones de impacto pueden por lo tanto impactar la propia inversión, con el potencial de convertirse en el segmento de inversión del futuro.
Tribuna de Barbara Rupf Bee, responsable para EMEA de Allianz Global Investors.
Los mercados frontera ofrecen hoy los beneficios que hace una década ofrecían los emergentes en general: tasas de crecimiento más rápidas, datos demográficos positivos y niveles de endeudamiento relativamente bajos. Por ello, la deuda de mercados frontera en divisa fuerte constituye “uno de los últimos bastiones de renta fija en los que todavía puede hallarse valor”, apunta Thomas Christiansen, director adjunto de renta fija emergente en Union Bancaire Privée (UBP), en una entrevista con Funds Society.
“Con 15 billones de dólares en activos con rendimientos negativos, los inversores siguen necesitando rentabilidad y sin duda pueden encontrarla hoy más en el universo high yield, que constituyen los mercados frontera”, señala. Asimismo, destaca los beneficios de diversificación que ofrecen estos países, con situaciones “realmente idiosincráticas”, que les permite estar menos correlacionados que los emergentes con las letras del Tesoro estadounidense o China.
Es el caso de Tayikistán, El Salvador o Kenia. Sobre este último, Christiansen apunta que existe un “momentum positivo” en el lado político y de articulación de medidas, que, en su opinión, está siendo “infravalorado” por el mercado, ya que ofrece buenos retornos relativos.
Un miedo injustificado ante los defaults
El gestor senior de la entidad rechaza la excesiva cautela que existe hacia este activo por parte de inversores que temen que se produzca un default. “Sus tasas de recuperación y de default no son tan distintas de lo que vemos en el conjunto de emergentes”, asegura antes de señalar que el activo con el que mejor se pueden comparar la deuda de los mercados frontera es el high yield estadounidense.
En ese sentido, en los últimos 20 años, en términos de porcentaje del mercado, se han producido menos de la mitad de defaults en la primera que en el segundo. “Las pérdidas reales que asumes debido a los defaults son muy gestionables: cerca del 0,5%, mientras que en el high yield estadounidense se aproximan al 2,5%”, apunta. Esto demuestra que los defaults son realmente mucho más escasos y las tasas de recuperación, más altas de lo que asumen los inversores.
La estrategia de UBP
La estrategia de UBP en mercados frontera se centra sobre todo en bonos gubernamentales en divisa fuerte, que es el único activo que realmente ofrece buenas tasas de recuperación y bajo riesgo de default. Mientras, en el lado corporativo, cuentan con una exposición máxima del 20%, ya que “las tasas históricas de recuperación tienden a ser más bajas y los defaults ligeramente más altos, a lo que se suma una falta de disponibilidad de activos invertibles”.
En concreto, la entidad ha lanzado dos fondos con una visión estratégica y puramente “bottom-up”, que busca construir una cartera desde cero con bonos y crédito que realmente le convence, “sin tratar de arriesgar con apuestas tácticas”.
Uno de ellos es abierto y con una naturaleza a muy largo plazo. “El mayor beneficio es que los cupones son muy elevados, por lo que, seleccionando bien los valores y gestionando la volatilidad, se consiguen muy buenos retornos en el ciclo”, afirma Christiansen. En ese sentido, se trata de un fondo en el que están dispuestos a asumir más riesgo crediticio e incluir bonos con mayor posibilidad de entrar en crisis, ya que, con un horizonte temporal más largo, tienen el tiempo necesario para afrontar una reestructuración o lidiar con el Gobierno. Su rendimiento al vencimiento previsto es de cerca del 7%.
Para los inversores más cautelosos, UBP también ha lanzado una versión de este fondo con vencimiento en 2022 y un enfoque “buy and hold” (comprar y mantener), para el que estiman un rendimiento al vencimiento del 5%. “Realizamos una exhaustiva selección del crédito y adquirimos solo aquellos bonos que realmente creemos que madurarán a su valor nominal en tres años porque no queremos quedarnos atascados en un largo proceso de reestructuración”, revela.
Riesgos a vigilar
Pese a que Christiansen insiste en que los riesgos de default en los países frontera en la actualidad no son mayores que en cualquier otro momento de la historia, admite que vigilan de cerca varios casos en crisis, como Ecuador o Argentina, donde se prevé que el nuevo Gobierno peronista ponga en marcha una reestructuración. Mientras, revela que el pasado verano decidieron acabar con toda su exposición a Líbano, tras ver que “los flujos hacia el sistema bancario local se estaban agotando significativamente”.
En cuanto a los riesgos para el mercado y los retornos, considera que son los mismos que para los mercados globales, como la guerra comercial EE.UU.-China o el aumento de los tipos de interés. A esto se une que las economías de los países frontera están menos diversificadas y cuentan con una “alta dependencia de las materias primas”, pero, según Christiansen, a los niveles actuales, no existen riesgos en este sentido.
Pixabay CC0 Public Domain. Unigestion defiende la inteligencia colaborativa entre máquinas y humanos para gestionar activos
La gestión del riesgo debe ser siempre una gestión inteligente, algo para lo que las máquinas se están convirtiendo en imprescindibles, pero «siempre con el contrapeso y el control del gestor humano», que permita ofrecer los mejores resultados para los inversores. Así de sincera se expresó Fiona Frick, CEO de Unigestion, durante un evento en Madrid, sobre la visión que tiene la gestora del futuro del negocio de gestión de activos.
“La transformación digital no es exclusivamente tecnológica: al automatizar más procesos también se transforma el reparto del trabajo y las relaciones entre personas y máquinas. El desarrollo del aprendizaje automático y la proliferación de fuentes de datos alternativas ofrece unas oportunidades únicas para nuestra industria a la vez que suponen un reto”, destacó Frick sobre las reflexiones que plantean desde la boutique gestora con oficina central en Ginebra.
En su opinión, la combinación del conocimiento humano con los recursos que ofrece la tecnología más innovadora y el big data es lo que aporta valor al trabajo desde Unigestion a la hora de decidir qué riesgos vale la pena asumir. “La gestión de toda esa información que es capaz de analizar la inteligencia artificial nos permite entender lo que pasa en el mundo y adaptar nuestro modelo con rapidez”.
Además, configura lo que es uno de los pilares de la firma, que es el apoyo a la investigación. “La investigación de hoy es el rendimiento de mañana”, consideró, como parte de su filosofía de evolucionar junto con el cliente, responder a sus demandas y personalizar sus propuestas a medida como la boutique que es y que desea seguir siendo, apoyada en una gran especialización, que considera clave para sobrevivir con MiFID II. “Seguiremos siendo una empresa B to B. Queremos ser el chip en la máquina, no la computadora”, subrayó Frick.
La mayoría de las gestoras usan el aprendizaje automático para extraer señales alfa a corto plazo, añadió sobre el peso que dan a la inteligencia artificial en su trabajo. “En Unigestion hemos elegido una ruta diferente”, ya que extraen patrones “desapasionados” que son muchas veces imposibles de ver para el gestor. Pero no se trata de un proceso en sí mismo, porque esos patrones pueden tener sentido o no. Por eso “se vuelve más importante disponer de una filosofía de inversión sólida para evitar el riesgo de ‘sobreajuste’ de datos en una señal imprecisa y débil”.
La máquina no sustituye al ser humano, sino que éste debe dedicarse ahora a otras cosas, como mirar con creatividad hacia el futuro, y hay una nueva distribución de las responsabilidades. Frick lo tiene claro: la disrupción ha llegado para quedarse y afecta a todos.
Unigestion en España
Andrea Di Nisio, responsable del área de Intermediarios del Sur de Europa en Unigestion, comentó por su parte que están muy satisfechos en España con los acuerdos de distribución con Banco Inversis y Allfunds y que por el momento no se plantean abrir una oficina local, sino que gestionan el área desde Londres, aunque con viajes regulares sobre el terreno. Pero sí se encuentran a la búsqueda de algún otro socio fuerte.
Di Nisio destacó el uso eficiente de la comunicación y la transparencia como ADN de la empresa, muy importante en momentos difíciles y que en su opinión les permiten conocer muy bien el mercado español y responder a sus necesidades aunque sea a distancia.
Respecto dela actual situación de la economía mundial, Frick fue optimista y consideró que se encuentra en un mucho mejor momento que 18 meses atrás y en un periodo de crecimiento, si bien destacó que todo puede cambiar rápidamente con determinadas políticas, por ejemplo si se agudiza la guerra comercial.
Premio Morningstar 2019 a la mejor gestora en renta variable en España, Alemania, Suiza, Francia, Holanda, Luxemburgo y Bélgica, Unigestion gestiona unos 23.000 millones de dólares en activos de clientes en cuatro áreas de especialización: renta variable, inversión multiactivos, capital riesgo y activos alternativos.
Foto cedidaFoto: Andy Acker, gestor de carteras en Janus Henderson Investors, responsable de la gestión de la estrategia Global Life Sciences desde 2007 y de la estrategia de biotecnología desde su lanzamiento en 2018. Foto: Andy Acker, gestor de carteras en Janus Henderson Investors
El sector biotecnológico es famoso por sus períodos de volatilidad, y este año ha sido un claro ejemplo. Tras subir un 30 % entre principios de 2019 y el 5 de abril de este año, el índice S&P Biotechnology Select Industry comenzó un descenso de varios meses por el que llegó a dejarse un 20 % en octubre (1).
Según indica Andy Acker, gestor de carteras en Janus Henderson Investors, las ventas se produjeron cuando los legisladores introdujeron una reforma en el precio de los medicamentos en EE.UU. y los candidatos a las elecciones presidenciales de 2020 de este país defendieron una revisión total del sistema sanitario.
La incertidumbre existente sobre el crecimiento económico global y las tensiones comerciales también fomentaron un entorno contrario al riesgo en los mercados financieros, lo que repercutió en los títulos tecnológicos de pequeña capitalización que dependen de los mercados públicos para su financiación. Además, una serie de pruebas clínicas de alto nivel ofreció resultados decepcionantes, muy especialmente los relativos al Alzheimer. Resumiendo, el perfil de alto riesgo/alta rentabilidad del sector biotecnológico parecía presentar un sesgo excesivo hacia el riesgo.
Las valoraciones mejoran, los carteras de productos se disparan
Esta no ha sido la primera ocasión en la que los títulos biotecnológicos se han debilitado, y probablemente no sea la última. A pesar de ello, consideramos que, para los inversores que operen con un horizonte a largo plazo y con una tolerancia adecuada al riesgo, los fundamentales del sector no han perdido nada de atractivo. De hecho, las caídas recientes han hecho que sus valoraciones se vuelvan más interesantes: el S&P Biotechnology Select Industry Index cotiza con unas valoraciones de mínimos históricos y con un descuento de más del 40 % respecto del mercado (véase el gráfico 1).
No se puede negar que los múltiplos de algunos títulos biotecnológicos de gran capitalización han caído con razón, pues en un futuro cercano irán venciendo algunas patentes de un número creciente de estas compañías, por lo que se verán expuestas a la competencia de los genéricos o biosimilares durante los próximos años.
Pero, según apunta el gestor de Janus Henderson, hay excepciones. Por ejemplo, Humira, el fármaco estrella de AbbVie, perderá su exclusividad en Estados Unidos en 2023, por lo que su ratio avanzada de P/B podría quedarse en tan solo un 6,8 este año (se consideran fármacos “estrella” aquellos que generan unas ventas de 1.000 millones dólares o más al año) (2).
Sin embargo, la empresa ya se está preparando para ello y recientemente ha obtenido la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) para el lanzamiento de Rinvoq, una terapia oral para la artritis reumatoide, y de Skyrizi, un inyectable trimestral para la psoriasis que está teniendo una gran aceptación por parte de los pacientes.
Otra excepción evidente es Vertex Pharmaceuticals. En octubre, esta empresa biotecnológica valorada en 50.000 millones dólares recibió la aprobación de la FDA para el lanzamiento de un nuevo fármaco para la mucoviscidosis. Esta innovadora terapia mejora drásticamente el nivel de atención sanitaria para el 90 % de los pacientes de esta enfermedad y seguramente acelere significativamente el crecimiento en las ventas de Vertex.
Los títulos biotecnológicos de pequeña y mediana capitalización impulsan la innovación
Al mismo tiempo, algunos de los avances médicos más fascinantes del sector (desde genoterapias absolutamente transformadoras a terapias dirigidas con pequeñas moléculas para la cura del cáncer) se deben a empresas de pequeña y mediana capitalización. Con frecuencia, estas entidades están aún desarrollando sus productos y, por tanto, no cuentan con beneficios predecibles. A pesar de ello, consideramos que pueden convertirse en los nuevos gigantes biotecnológicos, al mejorar la ecuación de rentabilidad/riesgo la volatilidad actual del mercado.
En este sentido, en Janus Henderson observan una marcada actividad de fusiones y adquisiciones. Entre principios de año y el 31 de octubre de 2019 se han anunciado fusiones y adquisiciones por valor de casi 190.000 millones de dólares en el sector biotecnológico, por lo que no sorprendería que se alcance la cifra récord del año pasado, de 221 000 millones de dólares. Muchas de las adquisiciones se están produciendo con primas muy jugosas.
Por ejemplo, Alexion Pharmaceuticals anunció en octubre la compra de Achillion Pharmaceuticals por 930 millones de dólares, con una prima de en torno al 73 % (con la posibilidad de pagar aún más si se cumplen ciertos hitos clínicos y normativos).
Achillion ha desarrollado compuestos orales de pequeñas moléculas para el tratamiento de enfermedades raras asociadas al sistema de complementos (parte del sistema inmunitario), entre los que se incluye la hemoglobinuria nocturna paroxística, una hemopatía potencialmente mortal. La cartera de Achillion pudiera servir para ampliar y diversificar la oferta de productos de Alexion.
La fusión de Alexion/Achillion requerirá la aprobación de la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés), que últimamente ha echado atrás algunas operaciones del sector por aspectos relacionados con la legislación antimonopolio. La incertidumbre normativa ha seguido perjudicando a los títulos biotecnológicos, pero no nos parece que este sea un obstáculo insalvable.
Por ejemplo, Bristol-Myers Squibb, que a principios de año anunció su intención de hacerse con Celgene por 74.000 millones dólares, vendió recientemente su fármaco para la psoriasis Otezla, una desinversión a la que le obligó la FTC.
El fármaco consiguió una cifra superior a lo previsto, de 13.400 millones de dólares, y han mejorado las posibilidades de conseguir la aprobación regulatoria. Y también han mejorado las perspectivas de la sociedad combinada.
Como muestra, el medicamento de Bristol-Myers de inmunoterapia Opdivo obtuvo unos datos positivos en sus pruebas clínicas como tratamiento de primera línea para el cáncer de pulmón. Además, Celgene ha logrado algunos avances importantes en su cartera, como es el caso de Luspatercept, un producto desarrollado con la empresa biotecnológica de pequeña capitalización Acceleron Pharma. Luspatercept ha revelado beneficios drásticos en la gestión de la anemia crónica asociada a los síndromes mielodisplásicos y a la talasemia beta, hemopatías en ambos casos, y se cree que pudiera convertirse en un fármaco estrella.
Los avances científicos no cesan
Pese a su volatilidad notablemente superior, el sector biotecnológico ha superado a largo plazo al índice S&P 500, y el rápido ritmo actual de innovación pudiera potenciar los beneficios futuros. Desde 2017, la FDA ha aprobado más de 100 nuevas terapias, incluidas las dos primeras genoterapias. Una de estas, Zolgensma, trata la atrofia muscular espinal, una de las principales causas genéticas de fallecimiento en niños menores de un año. En las pruebas clínicas, el tratamiento resultó en unas tasas de supervivencia sin precedentes y en una rápida mejora de las funciones motoras de los bebés.
Zolgensma no es más que uno de los muchos avances médicos recientes. Tan solo el año pasado, casi la mitad de los tratamientos aprobados por la FDA recibieron una designación de “medicamentos huérfanos”(3) y más de un tercio presentaban novedosos mecanismos de acción (los procesos bioquímicos del cuerpo afectados por la acción del fármaco), según un informe del IQVIA Institute for Human Data Science. Además, ya existen 3876 inmunoterapias en desarrollo por todo el mundo, lo que supone un incremento del 91 % desde 2017 (4).
No podemos garantizar que el aluvión actual de investigación y desarrollo vaya a traducirse en nuevas medicinas, pero los datos revelan que la innovación avanza cada vez más rápidamente, y parece que se mantendrá la tendencia independientemente del entorno político o económico.
Anotaciones:
Bloomberg, a 9 de octubre de 2019, en USD.
Bloomberg, a 18 de octubre de 2019. La ratio de P/B se basa en la previsión de beneficios a 12 meses.
Según la FDA: “La Ley de Medicamentos Huérfanos (ODA, por sus siglas en inglés) otorga un estatus especial aquellos fármacos o productos biológicos (“fármaco”) que tratan enfermedades o condiciones raras, sin interés comercial, a petición de un patrocinador. A este suele dársele la designación de “huérfano” (o a veces “estado de huérfano”). Al recibir esta designación, el patrocinador del fármaco puede disfrutar de los distintos incentivos para su desarrollo que ofrece la ODA, y que incluyen créditos fiscales para la realización de ciertas pruebas clínicas.»
“Immuno-Oncology Drug Development Goes Global,” Cancer Research Institute, 27 de septiembre de 2019.
Información importante:
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Emitido por Janus Henderson Investors. Janus Henderson Investors es el nombre bajo el cual se proporcionan los productos y servicios de inversión por parte de Janus Capital International Limited (reg. n.º 3594615), Henderson Global Investors Limited (reg. n.º 906355), Henderson Investment Funds Limited (reg. n.º 2678531), AlphaGen Capital Limited (reg. n.º 962757), Henderson Equity Partners Limited (reg. n.º 2606646), (cada uno registrado en Inglaterra y Gales en 201 Bishopsgate, Londres EC2M 3AE y regulado por la Financial Conduct Authority) y Henderson Management S.A. (reg n.º B22848 en 2 Rue de Bitbourg, L-1273, Luxemburgo, y regulado por la Commission de Surveillance du Secteur Financier).
Pixabay CC0 Public Domain. State Street Global Advisors lanza un ETF de inversión sostenible referenciado al índice S&P 500 ESG Exclusions II
State Street Global Advisors ha anunciado el lanzamiento del fondo SPDR S&P 500 ESG Screened UCITS ETF. El fondo comenzó a cotizar ayer en Euronext Amsterdam y lo hará en la Borsa Italiana a partir de hoy. Según ha adelantado la gestora, su intención es que próximamente también cotice en SIX.
El vehículo replica el nuevo índice S&P 500 ESG Exclusions II que ofrece exposición al índice S&P 500 y aplica criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés). El objetivo es ofrecer un tracking de error bajo y un perfil de riesgo-retorno similar al del índice S&P 500. El SPDR S&P 500 ESG Screened UCITS ETF tiene una comisión de gestión (TER) anual del 0,10 %. Según explica la gestora, la metodología del índice incorpora criterios de exclusión que se basan en los datos facilitados por Sustainalytics, proveedor independiente de calificaciones y estudios sobre factores sostenibles. Los valores del índice se revisan trimestralmente y sus componentes se ponderan en función de su capitalización flotante de mercado.
La cartera de este nuevo ETF de SPDR tiene un tracking del 0,58 % anualizado en los últimos diez años y rendimientos similares a los del índice de referencia principal S&P 500. La ponderación activa por sector es inferior al 3% en todos los casos: las tecnologías de la información son el sector con más peso con un 2,24% y el sector industrial con un, -1,89%, es que menos peso tiene.
Las empresas que, según Sustainalytics, no cumplan con estos principios serán excluidas del universo de inversión. Actualmente, el índice S&P 500 prescinde de 36 empresas por no cumplir con estos criterios. Otra característica notable del índice es su función fast exit. Si RepRisk, un laboratorio de datos sobre ESG, determina que una empresa ha superado el umbral de 70 de su indicador RRI (RepRisk Index Indicator), esta se retirará del índice en un plazo máximo de dos días hábiles.
“El S&P 500 es uno de los índices más populares entre los inversores de renta variable, con más de 125.000 millones de dólares en activos referenciados a este índice solamente en fondos UCITS. Para dar respuesta a la fuerte demanda en vehículos sostenibles referenciado al S&P 500 hemos desarrollado un fondo con los criterios de exclusión más populares entre inversores. Los filtros aplicados se basan en las políticas de responsabilidad corporativa de los principales inversores institucionales, con el objetivo de reducir riesgos idiosincráticos y reputacionales”, explica Rebecca Chesworth, estratega sénior de ETF en State Street Global Advisors.
State Street Global Advisors gestiona en la actualidad un patrimonio superior a 200.000 millones de dólares en activos ESG. «Es evidente que el inversor desea que los criterios ESG se integren cada vez más en sus carteras, y desea beneficiarse de las múltiples ventajas que los ETFs ofrecen a este respecto. El lanzamiento del nuevo SPDR S&P 500 ESG Screened UCITS ETF demuestra nuestra determinación por atender esta demanda”, añade Ana Concejero, jefa de SPDR para España en State Street Global Advisors.
Foto cedida. Allianz GI lanza una nueva gama alineada con los ODS y formada por tres fondos de renta variable temática
Desde 2015 Naciones Unidas ha implementado los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), 17 metas que cubren desde el calentamiento global hasta la atención sanitaria, pasando por la innovación tecnológica. Estos objetivos permiten conocer mejor qué es la sostenibilidad y cómo puede ser su impacto, además se calcula que podrían aflorar oportunidades de inversión por importe de hasta 12 billones de dólares y crear 280 millones de puestos de trabajo, pero la cuestión es si los inversores pueden obtener unos rendimientos interesantes al tiempo que contribuyen a estos ambiciosos objetivos. En opinión de Robeco, es posible.
Sin embargo, ¿cómo se pueden incorporar los ODS a las carteras? Para responder a esta pregunta, Robeco ha elaborado un marco para seleccionar empresas, el cual mide la contribución positiva o negativa que realiza cada una a estos objetivos marcados por la ONU y se divide en tres fases:
Analizar la contribución del sector o la industria en la que opera la compañía: en esta fase contemplan un amplio conjunto de reglas que ayudan a hacer una primera clasificación más general de las empresas. Por ejemplo, una empresa relacionada con el sector de la salud tendría mejor puntuación que una relacionada con la venta de gas. Después pasan a fijarse en parámetros más específicos que definen de forma más exhaustiva la actividad de la empresa.
Analizar cómo opera la compañía: en este paso se tienen en cuenta aspectos como el buen gobierno corporativo, los esfuerzos de la empresa por reducir su huella ecológica o por promover la igualdad de género.
Analizar si la empresa se ha visto envuelta en prácticas controvertidas: en este punto, investigan si las empresas han sido corruptas o guardan relación con algún desastre medioambiental como, por ejemplo, vertidos de petróleo y cómo la empresa ha asumido su responsabilidad y ha atajado los problemas.
La gestora apuesta por que, una vez completado el análisis, el resultado se cuantifica mediante una puntuación ODS propia, la cual refleja la contribución de la compañía a la consecución de los ODS y el impacto de la misma. “A la hora de calcular el resultado no se extrae la puntuación neta de pros y contras, si una empresa tiene una puntuación negativa en alguno de los ODS, su puntuación global será negativa, y quedará excluida del universo de inversión de los productos ODS”, explica la gestora.
Los resultados del análisis de Robeco muestran que el 60% de las compañías de su universo contribuyen positivamente a los ODS, las cuales forman la base para la selección de los candidatos finales. “Los ODS constituyen una manera emocionante de pasar a la inversión sostenible, que, si se hace bien, puede marcar una diferencia tangible. Es todo un orgullo estar en la vanguardia de esta revolución a través de nuestras innovadoras estrategias basadas en el análisis”, apuntan desde Robeco.
Pixabay CC0 Public Domain. The Carlyle Group obtiene 6.400 millones de euros para el fondo Carlyle Europe Partners V
The Carlyle Group ha anunciado que obtuvo 6.400 millones de euros para el último fondo de su franquicia Carlyle Europe Partners, una cifra con la que supera su objetivo en casi 1000 millones de euros. En total, más de 300 inversores de 37 países han formalizado compromisos con el nuevo fondo Carlyle Europe Partners V.
El fondo, el quinto de la franquicia Carlyle Europe Partners, está gestionado por un equipo de 40 profesionales en cinco oficinas europeas. El vehículo sigue desarrollando su estrategia de inversión en el segmento del upper mid-market europeo, a través de una amplia variedad de sectores e industrias con potencial significativo de transformación empresarial. En los últimos 22 años, la franquicia ha invertido 15.200 millones de euros a través de 78 operaciones en toda Europa.
«Estamos realmente agradecidos por la firme y constante muestra de apoyo y confianza por parte de nuestros inversores. Confiamos plenamente en la demostrada capacidad de nuestro equipo para trabajar junto a compañías europeas a la hora de alcanzar sus objetivos estratégicos. Nuestro fondo aprovecha la red global de Carlyle, su experiencia en distintos sectores y sus equipos locales para impulsar el crecimiento en todas nuestras compañías participadas, así como para la creación de valor para nuestros inversores y todos nuestros stakeholders clave», afirmó Marco De Benedetti co-presidente del equipo asesor de Carlyle Europe Partners.
Carlyle Europe Partners V ha realizado ya cinco inversiones en diferentes compañías ubicadas en España, Italia y los Países Bajos como Forgital, fabricante de grandes piezas forjadas y mecanizadas para el sector aeroespacial e industrial, Cepsa, una de las mayores empresas energéticas integradas no cotizada de España o Nouryon, especializados en la fabricación de componentes y soluciones químicas.