El S&P podrá registrar nuevos máximos y empujar al resto de plazas bursátiles en 2020

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Pixabay CC0 Public Domain. La economía evitará la recesión en 2020, pero las expectativas de gasto se moderan

La economía estadounidense evitará la recesión y crecerá a un ritmo real del 1,7% en 2020. Mientras, los salarios crecerán por encima del 3%, pero las expectativas de gasto se moderan de cara al 2020 ante los efectos tardíos de las tensiones comerciales, la incertidumbre derivada del proceso de impeachment y las elecciones presidenciales.

En España, algunos «argumentos esperanzadores», como el aumento en el nivel de ahorro agregado o el repunte en el consumo de cemento, ahuyentan los temores de una paralización económica. Así lo afirma Andbank en su informe de perspectivas de mercados para 2020.

En Europa, por su parte, la entidad proyecta un crecimiento del 1,4% para el conjunto de la UE y del 1,2% para la Eurozona. Minetras que descarta las posibilidades de nuevas medidas del BCE o cambio en los tipos a lo largo del año que viene.

Visión constructiva de mercado

En este contexto, la valoración general de Andbank para los mercados en 2020 es constructiva, y estima que el S&P podrá registrar nuevos máximos y empujar al resto de plazas bursátiles, encabezadas por los mercados emergentes más industrializados.

En renta fija, los activos de deuda emergente volverán a registrar el mejor comportamiento dentro de la categoría de activos de riesgo. Asia se erige como el paraíso de los inversores-rentistas globales.

A pesar del tono constructivo, la entidad considera que no sería justificable repetir el comportamiento observado en 2019, por lo que se fija unos niveles de salida bien definidos a partir de unos precios centrales justificables.

Andbank identifica tres riesgos para la materialización de su escenario, y, aunque los considera poco probables, reconoce que son de gran impacto: un shock en el mercado de liquidez en dólares; una amplia victoria del ala izquierdista de los demócratas en los Estados Unidos; y una nueva escalada en el conflicto comercial. Con todo, la entidad considera estos tres riesgos como escenarios no centrales. La inestabilidad en el mercado de liquidez en EE.UU. puede tener que ver con el cierre contable y la decisión de muchas entidades de “aparcar” toda su liquidez ante las dudas de cualquier evento de cola a final de año. En cuanto al conflicto comercial, está demostrando ser muy costoso para los gobiernos de China y Estados Unidos en vista de la disminución del equilibrio presupuestario de ambos gobiernos. Por este, y otros factores, «nos inclinamos a pensar en una resolución por fases de este conflicto», explican.

Panorama para Estados Unidos

Según las previsiones de Andbank, las empresas del S&P 500 aumentarán sus ventas en un 4,7% en 2020, si bien sus márgenes se verán deteriorados, sobre todo, por un aumento de los costes laborales (2,7%) que no se verá compensado por el crecimiento de la productividad (que estima en un 1,6% para 2020).

En cuanto al mercado de bonos, la posibilidad de una resolución parcial y por fases de la guerra comercial, con la posible reversión de algunas tarifas, ejercería una presión alcista en las rentabilidades del bono del Tesoro USA a diez años, que podría situarse por encima del 2% por primera vez desde el julio pasado. “Si bien, de producirse un acuerdo comercial insuficiente, y si continúa además el deterioro de la economía a nivel mundial, volvería a situarse por debajo del 1,65%”, advierten desde Andbank.

Sin embargo, la mayor amenaza para las perspectivas que contempla Andbank es, sin duda, una victoria amplia de la izquierda en los Estados Unidos. Elisabeth Warren está luchando en las encuestas, pero la presencia combinada de Warren y Sanders, defendiendo prohibiciones en la industria del shale, hace que de alguna manera, el resto de candidatos demócratas también hagan llamamientos a dichas restricciones al shale. Esta victoria supondría un retroceso en la industria hidrocarburífera en los Emiratos Árabes Unidos (EUA) que comprometería la producción de más de 4 millones de barriles/día (de los 11 mbpd que hoy exportan los EUA), lo que se traduciría en un aumento generalizado de los precios del crudo.

La entidad mantiene como escenario central una Reserva Federal que mantendrá las tasas de interés reales en niveles próximos a cero y unas condiciones monetarias expansivas, lo que contribuirá a seguir impulsando a los activos financieros en un entorno de desaceleración pero no de recesión. En cuanto a las inyecciones de liquidez, Andbank considera que “esta tendencia no va a tener continuidad, y que la demanda de liquidez por parte del Tesoro de los EUA (y la consiguiente inyección de la Fed), también disminuirá”.

Perspectivas para España

En 2020, Andbank prevé que el PIB español crezca un 1,8%, a un ritmo similar al de 2019, y que, en paralelo, la inflación aumente un 1,3% y la tasa de desempleo mejore marginalmente hasta el 13,7%. En materia fiscal, la entidad cree que el déficit mejorará del 2,5% actual al 2,2%, pero seguirá por encima de un consenso que lo sitúa en el 2%.

La caída a finales de 2019 de la actividad manufacturera, de los registros de camiones o de los índices de producción industrial, se suma a los bajos niveles de confianza de los hogares, que han retrocedido a niveles de 2016, y a la pérdida de vigor del mercado laboral. Pero desde la entidad aseguran que “existen argumentos esperanzadores que nos alejan de una paralización de la economía: entre otros, el aumento del consumo de cemento, el de las licencias para la construcción, y, sobre todo, de los niveles de ahorro de las familias”.

En renta variable, la cifra de negocio agregada de los valores del Ibex 35 aumentará un 3%, cifra que se verá impulsada por las ventas realizadas al extranjero. Pese a que la subida del salario mínimo superará a la productividad, Andbank prevé unos márgenes estables en torno al 9,1%.

Por último, la entidad considera que la falta de una alternativa de acuerdo de las derechas por falta de escaños alienta la formación de un gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos con el apoyo de los partidos regionalistas. Este sería, sin embargo, “muy débil, como ya lo fueron los dos anteriores con Pedro Sánchez (2018-2019) y Mariano Rajoy (2016-2018) al frente”. Por lo que respecta a la reacción de los inversores a la entrada de Podemos en el gobierno, ésta debería verse amortiguada por su relación de fuerzas respecto al PSOE, que cuenta con 120 escaños en comparación a los 35 del partido liderado por Pablo Iglesias, subraya el informe.

Escenario previsto en Europa

Europa seguirá creciendo en 2020, según Andbank. En concreto, un 1,4% en el caso de la Unión Europea y un 1,2% si consideramos en cambio la Eurozona, en base a un mayor apoyo fiscal y a tensiones comerciales menores que las de 2019.

Sin embargo, las principales amenazas para este escenario podrían ser: un mal desenlace del Brexit, el recrudecimiento de la guerra comercial, o una desaceleración de la parte de servicios de la economía. Ninguno de estos riesgos forma parte del escenario base de la entidad. “La gran duda es cómo se comportará el consumo después de un año en que ha aumentado el ahorro y la creación de empleo ha seguido desacelerándose”, advierten.

En el ámbito de la renta variable, Andbank espera un crecimiento del índice Euro Stoxx del orden del 4% y que los márgenes se mantengan en alrededor de un 7,3% o ligeramente por debajo, en la medida en que el crecimiento de los salarios (+1,5%) no se verá compensado del todo por el aumento de la productividad. El bund alemán seguirá en negativo, afirman en cuanto a la renta fija, aunque alejado de los mínimos vistos este año.
 

Banca March se une a Banque Syz para reforzar su oferta de gestión alternativa

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Pixabay CC0 Public Domain. Banca March se une a Banque Syz para reforzar su oferta de gestión alternativa

Banca March lanza, en colaboración con Syz Asset Management, un nuevo fondo de fondos que invertirá en vehículos centrados en activos alternativos con el objetivo de poner a disposición de los partícipes mercados y activos diferenciales en condiciones ventajosas, con el fin de ampliar las posibilidades de diversificación y de creación de valor para sus carteras.

Banca March compartirá con Syz Asset Management la visión de mercado que la gestora tendrá en cuenta a la hora de construir la cartera de BM Alternativos. La visión en renta variable de Banca March determinará el peso que el patrimonio del fondo tenga en estrategias de Equity Hedge (Long/Short Equity con exposición neta a renta variable).

BM Alternativos dará acceso a los inversores a una serie de vehículos exclusivos, con estrategias de inversión que pretenden obtener rentabilidades más allá de los activos tradicionales y a través de los distintos ciclos de mercado. Con un objetivo de rentabilidad de Euribor más 3%, sus gestores tienen previsto invertir el patrimonio en fondos UCITS con estrategias de tipo equity hedge, event driven, global macro o relative value.

Nuevos productos innovadores

El acuerdo llega en un momento de retos para el asesoramiento patrimonial, en el que los bajos tipos de interés reducen las oportunidades de los activos tradicionales. En los últimos 18 meses, Banca March ha ampliado su oferta de soluciones a través de nuevos productos con los que ofrece a los clientes nuevas alternativas a la liquidez y a la limitada rentabilidad que ofrece hoy la renta fija.

“Este año ha sido clave en la inclusión de nuevos productos y servicios con los que completar la oferta de la entidad y dar respuesta a las nuevas necesidades de nuestros clientes. En un entorno de bajos tipos de interés y desaceleración económica, se hace cada vez más difícil encontrar rentabilidades atractivas, por lo que la diversificación de carteras y la gestión alternativa son fundamentales. La incorporación de nuevas opciones, gestionadas y analizadas por el excelente equipo de profesionales con el que contamos, permitirán al cliente acceder a vías de inversión diferentes sin renunciar a la prudencia y enfoque a largo plazo que caracterizan a Banca March”, asegura Juan Antonio Roche, director de producto de Banca March.

Gestión alternativa frente a los activos tradicionales

Banca March ha incorporado a su universo de inversión una serie de hedge funds bajo el marco UCITS —el pasaporte europeo de fondos de inversión— con los que cubre el espacio de rentabilidad-riesgo situado entre los bonos y la bolsa, que se ha visto parcialmente vaciado como consecuencia del movimiento de los tipos de interés en todos sus plazos y de los diferenciales de crédito.

La alianza con Banque Syz se une al acuerdo de asesoramiento anunciado el pasado septiembre entre Banca March y K2 Advisors, boutique estadounidense especializada en gestión alternativa perteneciente a Franklin Templeton, que también pone al alcance de los clientes de banca patrimonial y banca privada de Banca March una amplia selección de fondos que hasta ahora eran accesibles solo a inversores institucionales. Se trata de fondos UCITS y hedge funds a los que los clientes de Banca March pueden acceder en condiciones ventajosas y que permitirán ampliar las posibilidades de diversificación y de creación de valor para sus carteras. En virtud del acuerdo, Banca March accede al asesoramiento especializado de K2 Advisors en materia de construcción de carteras con fondos de gestión alternativa y hace uso de sus herramientas de monitorización y control de riesgo, siempre bajo las directrices de Banca March, que mantendrá sus criterios de rentabilidad, volatilidad o riesgo.

700 millones en proyectos de coinversión en economía real

En los dos últimos años Banca March ha reforzado sus propuestas de coinversión con ocho nuevos proyectos de economía real por un importe total de 700 millones de euros. Se trata de inversiones que tratan de aprovechar la prima de iliquidez existente en la economía no cotizada, y que se han concretado en los sectores de logística, inmobiliario, hoteles y seguridad, abarcando así una amplia diversidad de activos y geografías.

Durante la primera parte de 2019, Banca March ha expandido la inversión en capital riesgo, la clase de activo que mayor peso concentra en la historia de la coinversión, concretamente en el ámbito internacional, con la participación en Carlyle Europe Partners V, quinto fondo europeo de Carlyle. Esta inversión supone la primera iniciativa de coinversión en el capital de compañías no cotizadas fuera de España y Portugal, y tendrá continuación a lo largo de los próximos años con estrategias y geografías adicionales. Se ha incrementado asimismo la apuesta por la participación en el capital de compañías no cotizadas mediante un proyecto compartido por Corporación Financiera Alba por el que se invirtió en el capital de Verisure, líder europeo en el segmento de alarmas monitorizadas en el ámbito doméstico y de pequeño negocio. También se han reforzado las estrategias nicho de financiación alternativa —no cotizada— concretamente a través del tercer vehículo de inversión de Oquendo, destinado a financiar proyectos de crecimiento de compañías españolas mediante deuda mezzanine. En el ámbito logístico, se han invertido junto a Pavasal proyectos de promoción de una decena de naves logísticas de dimensiones relevantes para acomodar las nuevas necesidades de los operadores logísticos actuales. Estas promociones, centradas en Madrid, Barcelona y Valencia, suponen mejoras adicionales en las vías de acceso a las ubicaciones y entorno de los activos desarrollados, así como la generación de empleos de carácter permanente.

En otro tipo de inversiones inmobiliarias, Banca March participa, junto a Azora, en la Socimi Adriano Care, que tiene por objetivo adquirir residencias geriátricas para su alquiler a operadores de prestigio en los principales núcleos urbanos de España. Por último, Banca March ha acometido la segunda participación en el sector de compañías tecnológicas europeas, invirtiendo en el quinto fondo de Atomico, grupo inversor relevante en el ecosistema europeo, concretamente en Series A y posteriores.

BBVA lanza su primer plan de pensiones sostenible

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Pixabay CC0 Public Domain. BBVA lanza su primer plan de pensiones sostenible

BBVA ha lanzado su primer plan de pensiones individual gestionado con criterios de inversión socialmente responsable (ISR), BBVA Plan Sostenible Moderado ISR. Según la entidad, se trata de una alternativa para canalizar el ahorro de cara a la jubilación, intrínsecamente ligado al largo plazo, horizonte donde “se maximizan los beneficios de la inversión sostenible”. Estará gestionado por el equipo de Asignación de Activos de BBVA Asset Management.

El nuevo plan de pensiones sostenible de BBVA se une a la gama de fondos de inversión ISR con los que ya contaba la entidad en España, conformada por un fondo multiactivo conservador (BBVA Futuro Sostenible ISR) y un fondo de renta variable internacional (BBVA Bolsa Desarrollo Sostenible). Además, el plan incorpora filtros rigurosos en todas las clases de activos para solo invertir en los de mayor calidad y menor probabilidad de eventos negativos en el corto y largo plazo.

BBVA Plan Sostenible Moderado ISR está destinado a ahorradores con fecha de jubilación lejana y perfil de riesgo moderado, ya que invierte entre un 30% y un 50% en activos bursátiles para aprovechar el potencial de la renta variable en el largo plazo.

A la hora de elegir los activos en cartera, el gestor aplicará criterios de inversión socialmente responsable en busca de compañías con buenas perspectivas ISR. La medición de estos criterios se realiza a través de MSCI ESG Research, una compañía independiente de calificación de empresas comprendidas en el universo inversor del índice MSCI World.

“Invertir con criterios ISR es rentable y genera beneficios a largo plazo con un nivel de riesgo más controlado. La inversión sostenible ha sido muy importante en los últimos cinco años y lo va a ser más en los próximos años por la futura demanda, la creciente aceptación en la comunidad inversora, la regulación y las necesidades de los clientes, cada vez están más enfocadas en la sostenibilidad. La inversión sostenible no es una moda: nos parece una manera sensata y racional de invertir”, añade Alberto Estévez, responsable de Inversión Socialmente Responsable en BBVA AM.  

«Es la economía, idiota»

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Pixabay CC0 Public DomainSharon McCutcheon. Sharon McCutcheon

Tan cierto hoy como cuando el eslogan fue acuñado por el estratega de la campaña presidencial de Bill Clinton de 1992, la salud de la economía estadounidense tendrá un papel esencial a la hora de dilucidar quién será el próximo inquilino de la Casa Blanca.

Como en cualquier juego de cartas, la suerte también interviene y Trump está demostrando tener más que la mayoría. Clinton consiguió su famosa victoria contra George W. Bush con su promesa de dinamizar una economía renqueante. Aunque el rival demócrata al que se enfrentará Trump podrá sin duda utilizar una desaceleración de la economía estadounidense en 2020, las expectativas en el mercado de una recesión en toda regla el próximo año podrían acabar mostrándose equivocadas. La economía estadounidense tiene más probabilidades de seguir avanzando lentamente, una visión compartida por los economistas del FMI, que pronostican un crecimiento del 2,1 % en 2020, frente al 2,4 % previsto para este año (1).

Sin embargo, existe la sensación —plenamente fundada— de que las perspectivas de crecimiento de EE.UU. siguen siendo frágiles a tenor de la desaceleración económica mundial que estamos experimentando (provocada en parte por las políticas proteccionistas de Trump, ejemplificadas en la guerra comercial con China, entre otras) y que probablemente se prolongue hasta 2020 y más allá. De hecho, con independencia de cómo se desarrollen las elecciones del año próximo, la actitud beligerante de Trump hacia China desde que asumió la presidencia ha alimentado una rivalidad competitiva entre los dos países que definirá el panorama económico y político mundial durante el futuro próximo.

En cuanto a las perspectivas actuales en torno al crecimiento mundial, resulta preocupante que a los bancos centrales de la mayoría de los países occidentales les queda poca munición para contrarrestar una desaceleración acusada. Los tipos de interés se mantienen en mínimos históricos y si bien el Banco Central Europeo (BCE) indicó que reactivaría su programa de compra de bonos, en otras regiones hay poco interés en seguir su ejemplo. El presidente saliente del BCE Mario Draghi ha hecho un llamamiento a los gobiernos de la zona euro para que aumenten su gasto público en apoyo de sus economías. Ciertamente es la vía que plantea menos resistencia y probablemente sea atractiva para los políticos que buscan la reelección, como hemos visto en el Reino Unido con los grandes compromisos de gasto que ha asumido no solo el Partido Laborista, sino también un Partido Conservador que en el pasado abogó por la austeridad. Un aspecto importante es que incluso el FMI parece estar alentando estos días un aumento del gasto público en los países en los que “la actividad se ha debilitado o podría desacelerarse con fuerza” y donde “el margen para relajar la política monetaria es reducido”(2).

Una deuda para la posteridad

Salir del bache a golpe de gasto no es nada nuevo, pero la idea surge en un momento en el que la deuda media de las grandes economías del mundo supera el 70% de su PIB, lo que supone su nivel más alto de los últimos 150 años, si se exceptúa el pico que coincidió con la Segunda Guerra Mundial (3). Atender esta deuda no es un problema cuando los tipos de interés son bajos, pero puede convertirse rápidamente en un dolor de cabeza si los tipos empiezan a subir y el crecimiento se disipa. En la última edición de su informe de estabilidad financiera, el FMI calcula que una desaceleración económica tan solo la mitad de grave que la que vivimos durante la crisis financiera de 2007-2008 podría colocar en riesgo de impago hasta el 40% de la deuda corporativa en circulación en las grandes economías del mundo: unos mareantes 19 billones de dólares (4). La sostenibilidad de semejantes niveles de deuda en un momento en el que la economía mundial está frenándose sigue siendo una cuestión de primer orden para 2020 y años posteriores.

Podría parecer que el panorama es desolador si no fuera por el hecho de que la mayoría de las economías occidentales ha aguantado bastante bien ante un mundo cada vez más inestable e incierto. Si nos fijamos en el Reino Unido, por ejemplo, la economía ha dado muestras de resistencia a pesar de ese culebrón nacional llamado Brexit. Los agoreros podrían argumentar que el país todavía tiene que salir de la Unión Europea, por lo que es demasiado pronto para calibrar el impacto real. Es un argumento válido, pero creo que es poco probable que asistamos al escenario catastrófico que muchos pronosticaron inmediatamente después del referéndum británico. En cuanto a EE.UU., el desempleo está próximo a su nivel más bajo de los últimos 50 años y sigue observándose un aceptable crecimiento del empleo, si bien este se ha moderado recientemente. Aunque han surgido dudas en torno a la inseguridad laboral, sobre todo en la denominada gig economy o economía a demanda y ante el mayor porcentaje de trabajadores estadounidenses que no participan en la economía, el cuadro general sigue siendo alentador. Entretanto, la inflación, que fue el azote de los sistemas económicos en las décadas de 1970 y 1980, se ha domeñado hasta el punto de que nos encontramos buscando formas de insuflar inflación en nuestras economías, a menos, obviamente, que seas Argentina.

Entre las buenas noticias, surgen obviamente áreas de inquietud. La actividad manufacturera mundial aminora desde hace varios meses, a pesar de que el ritmo de descenso se ha suavizado ligeramente, mientras que las exportaciones mundiales registraron su segunda caída más rápida desde 2012, con Alemania a la cabeza (5). En lo que respecta a China, la segunda mayor economía mundial, el crecimiento del PIB se ha hundido hasta mínimos de casi 30 años, lo que ha suscitado dudas sobre su capacidad para contribuir a reactivar el crecimiento mundial, como hizo después de la crisis financiera mundial de 2007-2008.

Sacar el máximo partido al ciclo electoral

En realidad, todos estos datos económicos sugieren que la economía mundial se encuentra cerca de su cima: son posibles tanto una continuación del crecimiento moderado como una grave contracción. Y enfrentarse a esa encrucijada es particularmente complicado en un año electoral en EE.UU. Los inversores pueden encontrar cierto alivio en la evolución histórica de la bolsa en el periodo anterior a unas elecciones presidenciales estadounidenses. De acuerdo con un estudio de los ciclos electorales entre 1952 y 2000, un inversor con una cartera que replicara el índice S&P 500 durante los 27 meses anteriores a unas elecciones estadounidenses (desde el 1 de octubre del segundo año de un mandato presidencial hasta el 31 de diciembre del año electoral) habría registrado importantes ganancias; así, el valor de su cartera se habría incrementado entre un 16% y un 70%, dependiendo del año electoral. Como contrapunto útil, el mismo estudio concluyó que los mercados bajistas, definidos como un descenso del 15% o más en el valor del S&P 500, históricamente suelen darse en el primer y segundo año de los mandatos presidenciales [6]. Este último punto es aún más pertinente, si cabe, a tenor de la duración del mercado alcista actual.

En un año de elecciones en EE.UU., es inevitable que la figura polarizadora de Donald Trump domine la actualidad informativa y continúe ejerciendo una influencia perturbadora en los mercados mundiales. La política siempre ha tenido la capacidad de distraer y desviar la atención de los fundamentales, y la rivalidad continua entre EE.UU. y China seguirá influyendo en los mercados durante muchos años. Así las cosas, no se debe subestimar la importancia de fundamentar las decisiones de inversión en estudios y análisis sólidos.

Columna de Edward Bonham Carter, vicepresidente de la gestora Jupiter Asset Management

 

Anotaciones:

(1) FMI, World Economic Outlook, octubre de 2019

(2) FMI, World Economic Outlook, octubre de 2019

(3) FT/Deutsche Bank Research, septiembre de 2019

(4) FMI, Informe sobre la estabilidad financiera mundial, octubre de 2019

(5) IHS Markit, Global PMI report, octubre de 2019

(6) Presidential Elections and Stock Market Cycles, Marshall Nickles Edd, 2004, Graziadio Business Review

Identificando catalizadores para el cambio en los mercados de bonos europeos

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Pixabay CC0 Public Domain. La estrategia de AllianceBernstein

Los inversores en bonos europeos se enfrentan a un dilema: los rendimientos se encuentran aparentemente anclados a niveles bajos, pero es probable una mayor volatilidad de precios. En este entorno, AllianceBernstein está buscando “catalizadores” para hallar oportunidades en un mercado complicado.

En un artículo reciente, la gestora advierte de que la política monetaria y las fuerzas macroeconómicas han creado condiciones complicadas para los inversores en los mercados europeos de renta fija. “Los rendimientos de los bonos gubernamentales de la Eurozona han caído considerablemente y, con el BCE extendiendo su programa de flexibilización cuantitativa (QE) y empujando los tipos aún más a territorio negativo, es difícil que exista un detonante para un movimiento sostenido al alza”.

Mientras, el crecimiento económico está perdiendo impulso, por lo que la entidad ha reducido sus previsiones globales y cree que el crecimiento podría desacelerarse aún más. “Las tensiones comerciales y la desglobalización probablemente sigan pesando sobre el sentimiento”, apunta. En esta situación “cada vez más compleja”, los mercados se han vuelto muy sensibles al flujo de noticias sobre macroeconomía y política, por lo que espera “movimientos bruscos” entre las fases optimistas «risk on» y pesimistas «risk off».

La larga duración parece menos atractiva

“Los insistentes llamamientos del BCE al estímulo fiscal indican que tiene un alcance limitado para nuevos recortes de tasas y que no se puede confiar en un QE adicional para impulsar el crecimiento”, señala AllianceBernstein. Esto no significa que la era de los rendimientos ultra bajos haya terminado: la probabilidad de aumentos coordinados del gasto público en la Eurozona es baja y, en consecuencia, el riesgo de que los rendimientos de los bonos gubernamentales adopten un sesgo positivo permanente, leve.

“Creemos que ahora se puede ganar más con un enfoque ágil, que identifique los catalizadores para el cambio entre regímenes ‘risk-on’ y ‘risk-off’ y, en consecuencia, gestione dinámicamente las posiciones de la cartera”, asegura.

Centrarse en crédito de mayor calidad

Ciertas partes del mercado parecen hoy especialmente vulnerables, advierte la gestora. “Por ejemplo, una combinación de crecimiento bajo con posibles shocks comerciales y políticos es potencialmente muy adversa para los bonos high yield CCC. Por el contrario, a pesar de los rendimientos visualmente bajos, los bonos de mayor calidad crediticia parecen relativamente atractivos en los niveles actuales en un contexto en el que se espera menor crecimiento”.

Mercado europeo de bonos

Los bonos globales investment grade (IG) ofrecen tanto retornos relativamente estables como un rendimiento positivo; y, aunque los spreads son modestos en relación con estándares históricos, aún ofrecen ingresos positivos frente a los rendimientos negativos de la mayoría de los bonos gubernamentales de la zona euro. Según AllianceBernstein, esto es atractivo para inversores reacios al riesgo y hambrientos de un poco de rendimiento.

A su juicio, los inversores deben ser precavidos con la sobreexposición a las partes con menor calificación del mercado de high yield y optar por una exposición crediticia más equilibrada que brinde protección contra las retiradas. “Al mismo tiempo, la disparidad en las valoraciones presentará buenas oportunidades: los inversores ágiles deben estar pendientes de los catalizadores para los cambios en el estado de ánimo del mercado”.

Catalizadores potenciales

Al analizar los catalizadores más probables, la gestora apunta que cierta cantidad del riesgo de Brexit ya ha sido valorada por los mercados del Reino Unido. Un «Brexit duro» probablemente resultaría en nuevas caídas de precios y algunas buenas oportunidades de compra, particularmente en bonos emitidos por bancos británicos. “Tras un largo periodo de eliminación de riesgos de sus negocios y reconstrucción de sus balances, son relativamente resistentes a los shocks y, si los diferenciales de sus bonos se ampliaran tras un Brexit duro, representarían un valor atractivo”, destaca.

“Un aumento significativo en los rendimientos de los bonos gubernamentales, impulsado por las expectativas de una política fiscal impactante, sería una fuerte señal de compra”, afirma AllianceBernstein. En su opinión, esto se debe a que la probabilidad de estímulos fiscales efectivos y de que la economía de la zona euro se recupere rápidamente es baja. Los diferenciales de IG más amplios también se verían muy atractivos.

A medida que nos acerquemos a final de año, la entidad cree que aumentan las posibilidades de una fase “risk off”. El Brexit, las tensiones comerciales EE.UU.-China y Oriente Medio podrían ser catalizadores, justo cuando la liquidez está disminuyendo antes de las vacaciones y los bancos centrales ya han usado la mayor parte de su munición.

“Esa combinación poco atractiva de factores podría crear un valor significativo para los inversores ágiles y bien preparados, con un enfoque de inversión dinámico que ofrezca rendimientos positivos al tiempo que proteja contra grandes retiradas”, sentencia.

AB European Income

Con todo, la gestora recomienda su estrategia AB European Income, que busca generar un elevado retorno absoluto, maximizando los ingresos y logrando la apreciación del capital. Para ello, emplea un enfoque multisectorial hacia la renta fija europea, mediante una cartera diversificada de bonos corporativos y gubernamentales de la región (también investment grade), con flexibilidad para invertir en emisores no europeos. La estrategia equilibra de manera dinámica activos de renta fija de mayor rendimiento en euros con bonos gubernamentales de menor riesgo “para generar rentabilidad a partir de distintas fuentes”.

Los expertos valoran de forma positiva el acuerdo inicial alcanzado entre China y Estados Unidos

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Wikimedia Commons. Los mercados ven cada vez más próximo una acuerdo comercial entre China y Estados Unidos

Tras meses de titulares abordando las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, el viernes los mercados se encontraron con una buena noticia casi de la noche a la mañana: los sólidos avances en las negociaciones y relaciones comerciales entre ambos países.

Lo que por ahora se conoce es que Donald Trump ha firmado el acuerdo comercial de la fase uno. Esto ha evitado que los aranceles que entraban el pasado domingo entrasen en vigor, es decir el 15% sobre 160.000 millones de dólares de productos chinos y una reducción del 50% del resto de impuestos que ya se están aplicando sobre 360.000 millones de dólares a importaciones chinas. “A cambio, China se comprometería a comprar más productos agrícolas americanos, a mejorar en temas de protección a la propiedad intelectual y a abrir el sector financiero chino a los bancos extranjeros”, recuerdan desde Renta 4 Banco.

Según explica Ignacio Dolz de Espejo, director de soluciones de inversión de Mutuactivos, Estados Unidos y China estarían a punto de firmar un acuerdo comercial. “En este, Estados Unidos reduciría los aranceles ya vigentes un 50% y no pondría en marcha las tarifas que deberían empezar a funcionar este domingo. China se habría comprometido a incrementar las importaciones de productos agrícolas norteamericanos y a ciertos compromisos con su moneda y el respeto a la propiedad intelectual”, apunta.  

Si finalmente se llega a un acuerdo, 2020 comenzaría con otro ánimo. “Este resultado tendría un impacto positivo para el mercado y el sentimiento de los inversores, ya que éstos lo verían como una señal positiva de que los responsables de la toma de decisiones son capaces de diferenciar entre la economía y la política. Queda por ver qué ocurrirá con los derechos de aduana ya existentes”, señala Xiadong Bao, gestor del equipo de renta variable global en Edmond de Rothschild Asset Management.

Pese al optimismo de esta noticia, Bao advierte que el enfrentamiento persiste en algunos campos como el tecnológico. “La confrontación entre las dos grandes potencias no debe entenderse geopolítica e ideológicamente, es decir como apoyo estadounidense a los manifestantes de Hong Kong, elecciones presidenciales en Taiwán, valioso aliado de Washington, críticas estadounidenses a los derechos humanos en la región autónoma de los uigures de Xinjiang”, añade Bao.

Tras lo titulares del pasado jueves por la noche, el dólar se suavizó. Según el análisis que hacen desde Monex Europe, el aplazamiento de los aranceles programados para el domingo y reduciendo el riesgo en los mercados globales. “Los mercados bursátiles a nivel global han experimentado un repunte favorable, resultante del renovado optimismo. Sin embargo, los inversores aún se mantienen de algún modo escépticos, en tanto la firma oficial del acuerdo no sea anunciada. Existen altas expectativas de que el comunicado pueda producirse en los próximos días, ocasionando un movimiento drástico en los mercados. Si bien el alivio de las tensiones comerciales entre los EE.UU. y China es beneficioso para la economía norteamericana”, reconoce en su último análisis.

Para los expertos de WisdomTree, las perspectivas económicas del próximo año estarán muy influenciadas por los pasos que vayan dando ambos países. “Si no logran llegar a un acuerdo, es probable que la economía mundial caiga en una recesión. Sin embargo, reconocemos que este es un año de elecciones presidenciales en los EE.UU., y aunque el presidente Trump está tratando de cumplir sus promesas electorales anteriores, incluido el endurecimiento del comercio, será reacio a inclinar la economía hacia una recesión en este punto crucial”, explican desde la firma. 

Por eso, según su valoración, lo más probable es que se busque llegar a un acuerdo aunque no sea de forma rápida. “Más cerca de las elecciones, los votantes lo recordarán como el hombre que salvó a la economía estadounidense del borde. Sin embargo, este es un juego de alto riesgo. China está perdiendo la paciencia. El país asiático ya se ha negado a reconocer que han alcanzado lo que Trump declara es una fase uno de un acuerdo comercial. Las consecuencias de este juego podrían ser catastróficas para la economía global”, advierten.

La era de la incertidumbre: ¿qué deberían tener en cuenta los inversores en 2020?

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Pixabay CC0 Public Domain. La era de la incertidumbre: ¿qué deberían tener en cuenta los inversores en 2020?

En opinión de Joseph Little, jefe global de estrategia de inversión de HSBC Global Asset Management, los inversores están “en la era de la incertidumbre”. Las incógnitas políticas y económicas y situaciones macroeconómicas sin precedentes complican sus decisiones de inversión. Ante este contexto, la cuestión clave es qué deberán tener en cuenta de cara al próximo año.

“Como inversores, debemos estar atentos. Hay una serie de grandes cuestiones sin resolver y una serie de otros acontecimientos políticos clave que podrían tener consecuencias adversas, o quizás mejores de lo esperado, para la macroeconomía y los mercados financieros”, advierte antes de compartir su visión para 2020.

En primer lugar sostiene que la gran lección de 2019 es que, aunque la incertidumbre siga siendo una característica predominante del sistema, “no deberíamos dejarnos seducir automáticamente por una estrategia de inversión prudente”. Muestra de ello es, según su argumento, que ir a por el dinero en efectivo a principios de 2019 parecía seguro y sensato, pero resultó ser muy costoso para los inversores.

Una reflexión que lanza pese a que el escenario de la gestora para 2020 es relativamente favorable: “Anticipamos un crecimiento lento y constante, una inflación baja, una política expansiva y un crecimiento de los beneficios de un solo dígito. En nuestra opinión, una recesión parece ser más un problema para 2021, o incluso más allá”.

Perspectivas sobre Estados Unidos y Asia

Para Little uno de los países que habrá que observar es Estados Unidos. Los últimos 18 meses se han caracterizado por un rendimiento macroeconómico extraordinario, pero para 2020 espera una ligera reversión de esa tendencia y cierta coincidencia en el crecimiento. “El impulso de los recortes fiscales se está desvaneciendo en EE.UU., la incertidumbre relacionada con la política comercial parece estar afectando a la inversión, y los indicadores del mercado laboral se están moderando. Sin embargo, la relajación de las políticas y la solidez de las finanzas de los consumidores deberían evitar que el crecimiento caiga por debajo de la tendencia”, sostiene.

De hecho apunta que, con una inflación subyacente por debajo del 2%, la principal preocupación de la Reserva Federal (Fed) es que la inflación pueda seguir por debajo de su objetivo. Según su valoración, esto significa que mientras la política está en suspenso por ahora, “es más probable que se produzcan subidas de tipos que recortes de tipos, pero nuestra suposición es que veremos un nuevo recorte el año que viene”.

Asia es la otra gran región a la que los inversores tienen que estar atentos. “La caída del crecimiento en China ha coincidido con indicios de estabilización en otros mercados emergentes. En particular, los mercados emergentes asiáticos parecen estar recuperándose. Con un modesto crecimiento chino y un comportamiento similar al de Estados Unidos, es poco probable que los mercados emergentes experimenten un fuerte repunte, pero las recientes mejoras en los ciclos tecnológicos y comerciales asiáticos son un buen presagio para el impulso del crecimiento a corto plazo”, explica. 

Asignación de activos pro-riesgo

De cara a construir la cartera, Little señala que los precios de mercado siguen siendo tentadores para algunas clases de activos de mayor riesgo, como las acciones europeas y de mercados emergentes, y para partes de la renta fija en las que la duración de los tipos no es muy elevada y los rendimientos son atractivos, como el crédito asiático. “Como resultado, seguiremos siendo pro-riesgo en nuestra asignación de activos a medida que entremos en 2020”, explica sobre el posicionamiento del banco.

Aunque la gestora ve cierto incertidumbre y por eso es cauta con su estrategia, considera que los riesgos a la baja, como la recesión del crecimiento mundial, parecen distantes por ahora. Por eso explica que su estrategia sigue siendo apostar por una “diversificación inteligente” y por ser “dinámicos”. 

Los bonos del Estado han tenido un perfil de rendimiento extraordinario en los últimos dos años y han sido una cobertura increíblemente exitosa para los riesgos de renta variable global. Pero las fuerzas que han apoyado los vínculos hasta ahora pueden estar comenzando a revertirse gradualmente. Esto sugiere que la clase de activos puede ser un diversificador menos fiable en el futuro de lo que ha sido en el pasado”, concluye.

Los ETFs de renta variable captaron masivamente la atención de los inversores en noviembre

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Wikimedia Commons. Los ETFs de renta variable captaron masivamente la atención de los inversores en noviembre

En noviembre, el mercado de ETFs se mantuvo positivo a nivel global. Según los datos que ha publicado Amundi, se registraron unos flujos netos totales de 66.000 millones de euros, aunque la mayor parte de la atención de los inversores se centró, de forma masiva, en la renta variable. 

Los ETFs de renta variable registraron más de 50.000 millones de euros de entradas netas a niveL global. En línea con la tendencia del mes pasado, estas entradas estuvieron impulsadas por la renta variable americana, con 21.400 millones de euros de entradas netas durante el mes, seguida de la exposición global ( con 8.500 millones de euros), sectores y smart beta (con 8.200 millones de euros) y mercados emergentes (con más de 7.000 millones de euros de nuevas entradas netas)”, explica Amundi en su última hoja informativa. 

Respecto a la renta fija, los ETFs continuaron atrayendo flujos positivos, en esta ocasión de 16.000 millones de euros. Según matizan desde la gestora, en noviembre, los inversores modificaron su preferencia por la deuda soberana y cambiaron a bonos agregados y a deuda corporativa.

En Europa, los fondos cotizados captaron más de 14.000 millones de euros en noviembre, lo que representa el tercer mayor flujo de entrada mensual del año. También para esta región, los ETPs de renta variable captaron la mayoría de los flujos de entrada, la inversión en fondos cotizados de renta fija descendió ligeramente y los flujos en ETPs de materias primas entraron en terreno negativo por primera vez desde abril, con unas salidas por valor de 360 millones de euros.

“La ISR en renta variable continuó atrayendo flujos consistentes, con cerca de 1.300 millones de euros de nuevos activos netos. Y los ETFs smart beta experimentaron mayores entradas que el mes anterior, con 1.700 millones de euros. Las entradas se centraron en la exposición al value y size. Mientras que los ETFs de mínima volatilidad sufrieron salidas de 834 millones de euros”, matiza en su informe.

H.I.G. Capital amplía su equipo de alta dirección

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Pixabay CC0 Public Domain. H.I.G. Capital amplía su equipo de alta dirección

H.I.G. Capital aplicará una serie de cambios en su estructura organizativa “para posicionarse de cara a un crecimiento continuado y para gestionar mejor la envergadura y alcance crecientes del negocio”, señalan. La firma amplía el equipo de alta dirección ascendiendo a Rick Rosen y Brian Schwartz a copresidentes, puesto de nueva creación.

Rosen y Schwartz, que trabajan en la firma desde 1998 y 1994, respectivamente, gestionan el fondo H.I.G. U.S. Middle Market y el H.I.G. Advantage. Trabajarán en estrecha colaboración con Sami Mnaymneh y Tony Tamer, fundadores y co consejeros delegados de H.I.G. para “impulsar el crecimiento continuado de la compañía y poner en marcha iniciativas estratégicas clave en todo el mundo”, según ha explicado la firma en un comunicado.

Además, la ampliación del equipo de alta dirección de la firma contempla diversos cambios organizativos. En primer lugar, Doug Berman, director ejecutivo, es ascendido a responsable de capital de riesgo en EE.UU. Berman trabaja en H.I.G. desde 1995 y es responsable del fondo H.I.G. U.S. LBO. Asimismo, John Bolduc, director ejecutivo seguirá supervisando los fondos de deuda corporativa de H.I.G. Por último, Wolfgang Biedermann es ascendido a director ejecutivo y responsable de adquisiciones en Europa. Trabaja en H.I.G. desde 2007 y es responsable del fondo H.I.G. Europe LBO.

“Las actuales perspectivas de la compañía nos ilusionan enormemente. Hemos desarrollado una plataforma exclusiva de alcance mundial con una posición muy diferenciada y escalable, y estamos deseando trabajar con Rick, Brian, Doug, John y Wolfgang para seguir ampliando la compañía y sus capacidades. Todos ellos han realizado una importante contribución al éxito de la compañía y han aumentado su nivel de responsabilidad a lo largo del tiempo. Nuestro objetivo primordial es mantener la cultura corporativa de H.I.G. y seguir brindando rentabilidades atractivas a nuestros inversores”, aseguraron Mnaymneh y Tamer.

H.I.G., constituida en 1993, cuenta actualmente con más de 720 empleados en 16 oficinas en todo el mundo e invierte en más de 300 empresas en cartera con ingresos superiores a los 40.000 millones de dólares. Además, gestiona fondos en distintas estrategias de capital riesgo, capital expansión, deuda corporativa, activos inmobiliarios e infraestructura.

Empresas familiares: una atractiva inversión a largo plazo por su rentabilidad y menor endeudamiento

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Pixabay CC0 Public Domain. Banque de Luxembourg Investments: Las empresas familiares son una atractiva inversión a largo plazo

Las empresas familiares son considerablemente más estables y proporcionan mejores rentabilidades a los accionistas a largo plazo que las firmas no familiares, según las conclusiones de un estudio encargado por Banque de Luxembourg Investments (BLI), que las considera por tanto como una opción muy atractiva sobre todo para inversiones de larga duración. 

El análisis, realizado por el Handelsblatt Research Institute (HRI), estudió las métricas de los balances y del mercado financiero para comprobar de forma empírica y durante un largo periodo el rendimiento de las empresas familiares cotizadas frente a las que no son propiedad de una familia.

«Cuarenta empresas familiares cotizadas de diversa capitalización de mercado fueron comparadas con un grupo equivalente de compañías no familiares cotizadas», explicó el profesor Bert Rürup, presidente de HRI y economista jefe del Handelsblatt, el principal diario económico de Alemania. El estudio analizó los últimos 17 años en los sectores de transporte/automoción, productos y servicios al consumidor, manufacturero e inmobiliario y de la construcción.

La estructura de propiedad tiene un impacto positivo 

Todo apunta a que “la estructura de propiedad de estas compañías tiene un impacto positivo en su rentabilidad total para los accionistas a largo plazo y sobre otras muchas métricas de rendimiento”, explicó Lutz Overlack, director de distribución de BLI para Alemania, Austria y Suiza.   

Entre las métricas analizadas están el rendimiento total para los accionistas, el ratio de capital de trabajo, ratio de capital y la rentabilidad sobre el capital o ROE. 

«Considerando la ratio de capital de trabajo, un indicador de la liquidez de una compañía, el estudio descubrió que los resultados más altos eran impulsados por siete empresas alemanas y cuatro suizas, que tenían unas cifras de capital de trabajo mucho más altas que las compañías de otros países”, indicó Jan Kleibrink, jefe de análisis económico en HRI y coautor del informe.

Otras métricas arrojaron resultados similares, como la ROE, más estable que en otro tipo de empresas. “Esto es un signo claro de que las compañías familiares tienen una base de capital más sólida y más centrada en el crecimiento a futuro”, destacó Overlack. Un hecho que se ve reforzado además por su ratio de endeudamiento medio, que también es más bajo.

En conclusión, las empresas familiares superaron a las no familiares como inversión entre 2002 y 2019. Kleibrink lo resume: “La rentabilidad total de los accionistas de empresas familiares ha superado a la de su índice de referencia. Al mantener ratios de capital más altos y evitar unos índices de deuda muy grandes, las empresas familiares tienen una base de capital más sólida, lo que les permite resistir mejor las crisis”.