¿Será 2020 el año del crédito titulizado?

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Jacinta Lluch Valero Bola de Cris
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Jacinta Lluch Valero. Foto: Jacinta Lluch Valero

Un año más, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha jugado un papel clave en los rendimientos de los mercados financieros. La decisión del banco central estadounidense de finalizar el ciclo de subida de tasas a principios de 2019 ha sido crítica. Pero una bajada de tipos no necesariamente crea un fuerte incentivo para que los inversores salgan en busca de rentabilidades más altas en activos con más riesgo, ese tipo de movimientos también requiere una cierta confianza por parte de los inversores de que las perspectivas serán buenas.

En 2019, el crédito corporativo ha tenido un excelente año. Según indica Ken Orchard, gestor principal de carteras en la división de renta fija de T. Rowe Price, los niveles históricamente bajos de los tipos de interés han animado a muchas empresas a emitir una enorme cantidad de deuda, que unos inversores ávidos de rendimiento se han apresurado a suscribir.

A finales de noviembre, el índice Bloomberg Barclays US Corporate Bond había generado una rentabilidad del 14,8%, lo que supone una espectacular recuperación desde su pérdida de 2018 del 2,5%. Ahora bien, cerca de dos tercios de esa fuerte rentabilidad se debieron al sustancial descenso de los rendimientos de los títulos de deuda pública, lo que deja a los bonos corporativos en una situación muy vulnerable si los rendimientos de la deuda pública revierten parte de sus caídas. Adicionalmente, los bonos corporativos con calificación crediticia de grado de inversión (Investment grade, IG) no están baratos: con los diferenciales en torno al percentil 20º de su rango histórico, hay temores de que el sector pueda verse gravemente afectado si empiezan a surgir dudas con respecto a la economía mundial.

En las estrategias Global Multisector y Diversified Income Bond de T. Rowe Price, la gestora ha diversificado recientemente parte de su exposición a los bonos corporativos entre instrumentos de deuda titulizada, que agrupan deuda contractual como hipotecas residenciales, hipotecas comerciales, préstamos para compra de coches, préstamos estudiantiles y deuda de tarjetas de crédito.

El sector de deuda titulizada ha venido beneficiándose en estos últimos 10 años del desapalancamiento de los consumidores y de una estructuración más robusta y, por lo general, actualmente tiene calificaciones crediticias más altas que la deuda corporativa. Ofrece igualmente diferenciales atractivos y perfiles de duración corta, por lo que debería brindar cierta protección frente a una posible subida de los rendimientos de la deuda pública. Y lo que es todavía más importante, el sector de deuda titulizada ha exhibido históricamente una correlación moderada con la deuda corporativa y otros activos de riesgo, lo que convierte a esta clase de activos en una alternativa interesante para diversificar y reducir la volatilidad global de la cartera.

Los títulos respaldados por hipotecas residenciales (RMBS) no emitidos por agencias públicas parecen particularmente atractivos. La corrección que sufrió el mercado de vivienda de Estados Unidos en 2006–2007 fue una de las principales causas de la crisis financiera mundial; ahora bien, desde entonces, los hogares estadounidenses han llevado a cabo una enorme reducción de su nivel de endeudamiento.

La reconstrucción del sector RMBS es todavía incipiente, pero es probable que la combinación de factores tales como un apalancamiento relativamente bajo, protecciones reforzadas y una alta remuneración por unidad de riesgo crediticio atraiga gradualmente a más inversores que quieren diversificar su exposición a renta fija fuera de la deuda corporativa. En general, en T. Rowe Price prefieren los títulos RMBS no emitidos por agencias a los RMBS de agencias (que, al ser títulos garantizados por el Estado, no conllevan riesgo de crédito) por tener un menor riesgo de convexidad, lo que significa que sus precios tienden a fluctuar menos cuando cambian los tipos de interés.

En el segmento CMBS (títulos respaldados por hipotecas comerciales), a los gestores de T. Rowe Price les parecen especialmente interesantes los préstamos a un solo prestatario para un solo activo (SASB, por sus siglas en inglés). Las operaciones con SASB entrañan la titulización de un solo préstamo, que suele estar garantizado por una propiedad exclusiva muy grande o un pequeño grupo de propiedades. Estos préstamos tienden a tener un apalancamiento muy bajo y son generalmente de alta calidad y ofrecen operaciones muy sólidas, incluso en los niveles de calidad crediticia más bajos.

Obligaciones de préstamos con garantía (CLO)—carteras de préstamos apalancados que están titulizadas y se gestionan como fondos—han sido noticia con frecuencia recientemente. En los últimos meses, los rendimientos de los CLO con rating BBB y BB se han disparado, mientras que los de otros bonos corporativos con una calificación crediticia similar han caído, generando el mayor diferencial entre las dos clases de activos desde 2016.

Recientemente en las carteras de T. Rowe Price se añadió cierta exposición a CLO, pero no sin antes duplicar e incluso triplicar sus controles basados en el análisis fundamental. Se espera que los impagos de préstamos apalancados aumenten el año que viene, por lo que los CLO de menor rating podrían ser más vulnerables de lo que haría pensar su nivel de calificación crediticia. Los CLOS con rating máximo (vgr.: AAA), que deberían estar a salvo de la tormenta de los préstamos apalancados, son también interesantes, aunque gozan de menor liquidez que un bono corporativo típico.

 

 

Riesgos principales:

Los siguientes riesgos son especialmente relevantes para las estrategias destacadas en el presente documento:

Las transacciones con valores denominados en divisas pueden estar sujetas a fluctuaciones en los tipos de cambio, que pueden afectar al valor de una inversión. Los títulos de deuda podrían verse negativamente afectados por cambios adversos en la situación financiera debido a una rebaja de la calificación crediticia o a un impago, lo que podría perjudicar el valor de las inversiones. Las inversiones en high yield conllevan un mayor grado de riesgo.

Información importante:

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Los activos refugio toman fuerza ante las tensiones en Oriente Medio

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Pixabay CC0 Public Domain. Los activos refugio toman fuerza ante la volatilidad que Estados Unidos ha inyectado en Oriente Medio

El nuevo año ha arrancado con la palabra Estados Unidos y conflicto de nuevo en la misma frase. Si la mayoría de las gestoras acabaron 2019 destacando que los principales riesgos geopolíticos se habían suavizado, Donald Trump, presidente de EE.UU., ha iniciado 2020 avivándolos tras matar al comandante militar más poderoso de Irán y líder de las fuerzas de élite de Quds, el general Qasem Soleimani.

Como consecuencia de este inesperado evento político, el mercado del petróleo y el oro han subido. “Después de que la renta variable estadounidense haya registrado uno de sus mejores desempeños desde los máximos alcanzados en 2013, los inversores se han movido desde activos de riesgos a posiciones más seguras buscando cierto refugio, en concreto hacia el oro y hacia los bonos del tesoro norteamericanos. Además, los inversores han buscado sectores más estables y que paguen dividendos como el real estate o las utilities. El petróleo también ha ganado atractivo, y sus futuros aumentaron brevemente más del 3,5% en Nueva York y más del 4,5% en Londres. Este salto en los precios del crudo condujo a una venta masiva en industrias que son grandes consumidores de este combustible fósil con el índice S&P Airlines cayendo hasta un 3,3%”, explica el CIO de Deutsche Bank en su último informe.

De hecho el lunes el precio del  lingote de oro se disparó hasta alcanzar los máximos de 2013, acercándose a los 1.600 dólares y registrando el mayor avance anual desde 2010, impulsado también por un dólar débil, un horizonte de tipos más bajos y por el impacto que la guerra comercial entre Estados Unidos y China ha dejado en el crecimiento mundial. En este sentido, la previsión de que la Reserva Federal de EE.UU. no suba los tipos de interés también está respaldando el valor del oro. Para el petróleo la semana comenzó de forma similar y registró una subida del 5%, llevando al barril de brent a superar los 70 dólares. 

Las principales divisas del mercado también se movieron tras el ataque de Estados Unidos. Según explican los analistas de Monex Europe, el mercado reaccionó de “forma típica” con “un repunte del yen, mientras que otras monedas más importantes como el euro o la libra se debilitaron”. En su opinión, este asesinato ha creado el riesgo de “generarse una grave escalada entre Estados Unidos e Irán”.

Según su último análisis, como consecuencia la cautela ha vuelto al mercado. “Las tensiones geopolíticas continúan dominando el sentimiento de los mercados financieros y parecen estar retrocediendo moderadamente de la fuerte reacción inicial al brote de las tensiones. La marca brent del petróleo se ha suavizado después de haber alcanzado los 70 dólares de barril el lunes, mientras que el oro rebotó ligeramente de su récord de seis años y los bonos del Tesoro y el dólar cayeron desde los máximos del día. No obstante, los movimientos de riesgo continúan dominando el sentimiento de los inversores”, ha señalado en su informe de ayer.

Norbert Rücker, Head of Economics & Next Generation Research de Julius Baer, sostiene que este tipo de evento geopolítico tiene una influencia a solo a corto plazo en los precios y descarta una escalada en el precio del petróleo, aún así se muestra prudente. “Dados los riesgos de suministro en Irak y el ánimo alcista del mercado petrolero, creemos que los precios del petróleo siguen siendo algo elevados en comparación con los niveles de fines del año pasado y elevamos nuestro pronóstico brent de tres meses en consecuencia a 65 dólares por barril. A muy corto plazo, aún hay más ventajas, ya que la incertidumbre alimenta los temores de suministro. Los precios de hoy brindan un bienvenido respiro al maltratado negocio de esquisto de EE.UU., el aumento de los suministros de Canadá al Mar del Norte y a una demanda que deberían mantener el mercado del petróleo en equilibrio y con los precios bajo control”, argumenta.

Entender el conflicto

“La reacción de los mercados fue al pie de la letra considerando la incertidumbre que emana de los eventos en Medio Oriente-petróleo, oro y rally del yen, además de la venta masiva de acciones. El dilema ahora es si dicho rally será temporal o si los activos refugio seguirán elevados. Los operadores de la bolsa recuerdan bien la caída de mediados de septiembre cuando el rally del petróleo se desvaneció – casi de la noche a la mañana- seguido de dos semanas después de los ataques a las instalaciones de producción sauditas. En los mercados bursátiles, el asesinato de Soleimami se percibe como una conveniente excusa para obtener ganancias en una clase de activo que ha registrado un excelente desempeño, pero que pocos aprecian a las valoraciones más recientes”, explica Dave Lafferty, estratega en jefe de mercados de Natixis IM.

Según recuerda Lafferty no se trata de la primera acción de este tipo, ya en septiembre se registraron ataques a instalaciones sauditas ante los cuales la dinámica de la oferta reaccionó rápidamente. En aquella ocasiones los daños fueron menores y éstas volvieron a estar operativas rápidas, pero en esta ocasión las implicaciones sean mayores. Según matia Lafferty, “es probable que la reacción de Irán y la potencial represalia sean cuidadosamente calculadas y podrían influir durante un periodo de tiempo mucho más prolongado”.

En su opinión, esto deberá mantener la prima de riesgo geopolítica a niveles elevados en los mercados petroleros en las próximas semanas. “Dicho riesgo podría exacerbarse porque la administración de Trump, que hasta este ataque había dudado en responder, ha aumentado sus riesgos. El riesgo de un enfrentamiento directo entre EE.UU. e Irán podría ser menor, pero va en aumento. Al menos, los riesgos de una represalia de Irán conllevan el riesgo de desencadenar una dinámica de ojo por ojo en toda la región. Como siempre, el verdadero comodín en las noticias de Medio Oriente es quien puede sufrir un efecto potencial”, añade Lafferty.

Según el análisis que hace Michel Salden, gestor senior de carteras de Vontobel AM, las tensiones entre Estados Unidos e Irán han ido en aumento desde que Washington se retiró del acuerdo nuclear con Teherán en mayo de 2018 y comenzó a imponer de nuevo sanciones dirigidas directamente a la economía iraní (con éxito desde que la economía iraní se contrajo más de un 5% en 2018 y un 9% en 2019). Ahora, para Salden, habrá que estar atento a la reacción de Irán: “El país tiene muchas maneras y medios impredecibles para devolver el golpe en las diversas guerras de poder en las que está involucrado con los EE.UU. y sus aliados: como un ataque a Israel, el desencadenamiento de una guerra civil entre suníes y chiítas en Irak, los ataques a las instalaciones petroleras y la logística en el Oriente Medio. Obviamente todos ellos introducen más alzas en los precios del petróleo”.

«Las tensiones en Oriente Próximo están regresando, con la posibilidad de una escalada mayor entre EE.UU. e Irán. Esto es tristemente familiar y nos obliga a vigilarlo de cerca. Ya a lo largo de 2019 destacamos varias veces que un aumento importante en los precios del petróleo, derivado de un eventual bloqueo del Estrecho de Ormuz, podría ser la gota que colmara el vaso de un ciclo global ya mediocre de por sí. Sin embargo, el consumo ha demostrado su resistencia en casi todas las áreas geográficas, compensando en parte de la debilidad de la inversión. Por eso, lo último que necesitamos en este momento es un shock negativo para el poder adquisitivo de los consumidores», añade Gilles Moëc, Group Chief Economist en AXA Invesment Managers.

Por último, Charles de Quinsonas, gestor adjunto del M&G (Lux) Emerging Markets Bond Fund, destaca que “las manifestaciones a favor de Irán frente a la embajada de Estados Unidos en Bagdad hace un par de días, seguida por el asesinato de un general iraní en Irak el pasado 2 de enero, está aquí para recordarnos que es poco probable que las tensiones entre Estados Unidos e Irán desaparezcan en 2020”.

En esta misma línea se refiere Saurabh Lele, analista senior de commodities de Loomis Sayles (gestora afiliada de Natixis IM): “La muerte del general Qassem Soleimani marca una elevación significativa en la escalada de tensiones entre EE.UU. e Irán, que es parte de un ciclo de represalias entre ambas partes llevado a cabo en las últimas semanas. Se espera que Irán responda, si no inmediatamente, después de un breve periodo de calma. Si bien no anticipamos inicialmente una confrontación directa con EE.UU., ya que el objetivo principal de Irán es continuar hostigando a las tropas estadounidenses y presionando para que se vayan fuera de la región, mientras mantienen el escenario del conflicto fuera de su país para preservar así sus escasos recursos militares”.

Para Salden, mientras que los acontecimientos anteriores (ataque saudí y petroleros) no afectaron de forma estructural a los precios, el ataque estadounidense no es un acontecimiento aislado. Y advierte que hay otra crisis más que se avecina: una escalada en Libia. “Turquía ha dicho que enviaría tropas a Libia después de que el gobierno de Trípoli solicitara apoyo. El gobierno libio está en una lucha de poder con el comandante rebelde Haftar, cuyas tropas atacaron Trípoli y las instalaciones petroleras en el oeste. La presencia de botas turcas en el terreno (hasta ahora Turquía solo actuó en la guerra de aviones no tripulados) podría llevar a una mayor escalada de la guerra de poder con Qatar y Turquía por un lado y los Emiratos, Egipto y Rusia por el otro (apoyando a Haftar). La producción de petróleo de Libia ha aumentado constantemente y ha superado la cotización de la OPEP en los últimos 24 meses, pero el riesgo para la producción es inminente”, explica.

¿Y China?

Mientras Estados Unidos tiene ahora mismo el foco en este conflicto en Oriente Medio, las gestoras advierten que no se puede dejar de lado cómo evolucionan las relaciones con China. Es más, desde AXA IM advierten que “guerra fría» económica entre China y EE.UU. será otro de los elementos que añada volatilidad al mercado este año. 

“Los desempeños registrados por los distintos mercados en 2019 representan un cambio significativo sobre los resultados de 2018, donde se sufrieron frecuentes episodios de volatilidad en el mercado. Pero los inversores no deberían dar por garantizada la pervivencia de esta relativa calma. A medida que entramos en la nueva década, no hay escasez de asuntos con los que lidiar. Después de todo, tanto el Brexit como la guerra comercial aún tienen que resolverse del todo y en 2020 afrontamos unas elecciones presidenciales en Estados Unidos. Sin embargo, creemos que una política monetaria acomodaticia y cierta relajación en la incertidumbre económica global puede potencialmente extender un poco más este ya de por sí prolongado ciclo expansivo. Por eso no creemos que, en principio, vaya a haber un entorno de mercado negativo para los activos de riesgo en los próximos 12 meses. Al mismo tiempo, será muy difícil repetir los impresionantes retornos alcanzados en 2019, puesto las valoraciones de la renta variable ya están en un territorio elevado y la rentabilidad de los bonos ha caído por debajo de los niveles en los que comenzó 2019”, Serge Pizem, responsable global de inversiones multiactivo de AXA Investments Managers

Al analizar 2020 y tomar en consideración todos los indicadores económicos, desde AXA IM consideran que es necesario ser cauteloso para no quedar atrapado en las incertidumbres de mercado. “Hay mucho en juego en la guerra comercial entre China y EE.UU. y existe el peligro de que este enfrentamiento se transforme en una guerra fría económica. En el caso de que ocurra, esto jugará indudablemente un papel determinante en la trayectoria de la economía global a medio plazo. El presidente Trump podría buscar una tregua temporal, incluso haciendo concesiones, ante la inminencia de las elecciones. Pero no estamos cerca de una verdadera resolución y esperamos un periodo de incertidumbre que potencialmente impactará negativamente en el crecimiento de EE.UU., China y el resto del mundo”, concluye Pizem.

Factores ESG: tres elementos cada vez con más peso en la credibilidad de las gestoras

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Pixabay CC0 Public Domain. Los factores ESG cada vez más influyentes en los ratings de gestores de activos

Los factores ambientales, sociales y de buen gobierno (ESG, por sus siglas en inglés) atraen, cada vez más, el interés de los inversores y reguladores, lo que hace que las gestoras de fondos presten más atención a su impacto, según concluye un informe publicado por Moody’s Investors Service.

“Los factores ESG han ganado importancia gracias a las nuevas regulaciones, al cambio climático, a las tendencias demográficas y a las expectativas cambiantes tanto del consumidor como del inversor. Esto crea la oportunidad para las gestoras de aplicar estrictos criterios ESG  y así diferenciarse en el mercado. Por el contrario, aquellas firmas que no lo hagan podrán sufrir pérdidas financieras o ver dañada su reputación”, apunta Marina Cremonese, vicepresidente senior de análisis de Moody’s.

En este sentido, la agencia de calificación tiene en consideración los factores ESG a la hora de analizar la solvencia de las gestoras, incluso cuando éstos no están recogidos explícitamente en su informe de calificación o no pueden ser cuantificados. Normalmente, el factor de buen gobierno es el que más impacto tiene en la evaluación de solvencia de Moody’s, ya que la compañía considera que una mala gobernanza puede reducir la rentabilidad mediante reembolsos o multas.

El factor social también puede perjudicar a la rentabilidad. Por ejemplo, la falta de diversidad en la organización o de equidad en los salarios según el género puede conllevar sanciones o provocar que los clientes se marchen, llevándose su dinero.

Los factores ambientales suelen tener el menor impacto en la clasificación de las gestoras para la agencia de calificación. Sin embargo, algunas gestoras que sólo invierten en combustibles fósiles u otros activos dañinos para el medio ambiente pueden enfrentarse a mayores riesgos financieros como resultado de su propia actividad, según Moody’s.

Smart volatility o cómo estar expuesto a renta variable con un riesgo bajo

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Pixabay CC0 Public Domain. Smart volatility o cómo estar expuesto a renta variable con un riesgo bajo

El actual entorno de bajos tipos de interés y bajas rentabilidades hace más necesario que nunca que los inversores tengan exposición a la renta variable. Sin embargo, no todos los inversores tienen el mismo perfil de riesgo y son capaces de soportar el mismo nivel de volatilidad. Una alternativa para este tipo de inversores es el enfoque smart volatility.

El factor investing y el smart beta se han hecho «populares» durante los últimos años. El interés de los inversores por este tipo de estrategias es obvio y está motivado principalmente por su deseo de obtener rentabilidad y al mismo tiempo gestionar el riesgo. Normalmente, el objetivo de estas estrategias es obtener rendimientos ajustados al riesgo más eficientes que los índices de referencia tradicionales construidos por capitalización de mercado.

En un contexto como el actual, en el que los mercados de renta variable están muy cerca de sus máximos históricos y es muy probable que la volatilidad aumente debido a que la incertidumbre es cada vez mayor, el enfoque smart volatility puede ser muy útil. No en vano, existe incertidumbre por ejemplo por las cuestiones geopolíticas, como la guerra comercial. Aunque todo apunta a que la situación es mejor ahora que hace unos meses, la incertidumbre sigue siendo elevada y además el desarrollo de los aspectos políticos es muy difícil de prever.

Máxime en un año de elecciones presidenciales en EE.UU. A ello hay que añadir, entre otros factores, que por primera vez en cinco años estamos viendo cierta desaceleración en los beneficios corporativos.

Por tanto, existen elementos que podrían dar lugar a cierta corrección en los mercados de renta variable, aunque el sentimiento de los inversores se mantiene positivo. En este sentido, el enfoque smart volatility constituye una de las mejores maneras de ganar exposición a los mercados de acciones, ya que es una idea alternativa que permite invertir en bolsa reduciendo el riesgo de mercado frente a los índices tradicionales y mejorar la eficiencia de la cartera en caso de que se produzca una posible corrección del mercado.

Estas estrategias ya lo hicieron muy bien en el 2018, en un entorno de mercado muy complicado, y también están teniendo un buen comportamiento este ejercicio, con un mercado al alza.

No obstante, conviene distinguir entre el factor low volatility y el factor smart volatility. En mi equipo utilizamos este segundo, ya que no minimizamos la volatilidad de la cartera, sino que nuestro objetivo es reducirla empíricamente para evitar que los principales factores de riesgo afecten a la rentabilidad final de la cartera. Buscamos aumentar la eficiencia respecto a los índices tradicionales.

Para ello, utilizamos un enfoque cuantitativo optimizado, con un modelo de análisis de riesgo propio y específico para cada uno de los fondos que siguen este enfoque, que permite obtener esa menor volatilidad en comparación a los índices de referencia, pero al mismo tiempo limita la exposición a otros factores de riesgo, como el sesgo país, sector u otros factores risk premia.

Con esta estrategia, confiamos en que a medio- largo plazo bajaremos la volatilidad y nos permitirá mejorar la rentabilidad de la cartera. La mejor manera de analizar estos productos es atender al binomio rentabilidad- riesgo. Nosotros buscamos mejorar la remuneración por unidad de riesgo. Nuestro objetivo es no tener una visión discrecional de mercado y ofrecer a los inversores diversificación respecto a los índices tradicionales.

Tribuna de Luigi Antonaci, responsable de Renta Variable en Eurizon Capital S.A.

Inversión responsable: ¿qué sectores son los más diversos e inclusivos?

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Pixabay CC0 Public Domain. Inversión responsable: ¿qué sectores son los más diversos e inclusivos?

La industria farmacéutica está entre los sectores más diversos e inclusivos del mundo, según indica el Índice de Diversidad e Inclusión (D&I) publicado por Refinitiv. Las calificaciones de este índice están basadas en más de 400 puntos de datos medioambientales, sociales y de buen gobierno (ESG, por sus siglas en inglés) y miden objetivamente la actuación de más de 7000 compañías, es decir, un 70% de la capitalización del mercado global.

Accenture se coloca la primera compañía de la lista, mientras que la segunda posición la ocupa Diageo y el tercer puesto queda compartido entre Royal Bank of Canada y Natura. Además, el sector más inclusivo es el farmacéutico, con 13 firmas entre las 100 primeras del índice, seguido por bancos, seguros y servicios de inversión, con 11 y el de las telecomunicaciones, con nueve firmas. Geográficamente, Estados Unidos lidera el top 100 con 25 firmas en la lista, Reino Unido se coloca en segundo lugar con 10 y Australia es el tercero con nueve.

El índice, que está disponible en Refinitiv Eikon junto a las métricas subyacentes de diversidad e inclusión, utiliza un sistema analítico para evaluar y clasificar las compañías basado en cuatro pilares fundamentales: diversidad, inclusión, desarrollo personal y controversias. Solo a aquellas compañías con puntuaciones en las cuatro categorías se les asigna una calificación, la media de las cuatro. Las cien compañías con la puntuación más alta son seleccionadas entonces para formar parte del índice. Además, este puede usarse como herramienta a los profesionales financieros para evaluar compañías en búsqueda de oportunidades al largo plazo y riesgos en sus inversiones, así como estrategias de inversión desde un punto de vista de la diversidad, explican desde Refinitiv.

“Felicidades a las 100 compañías recogidas en el índice. Estamos orgullosos de que nuestro Índice D&I se use como guía para ayudar a las empresas alrededor del mundo a crear una fuerza de trabajo compuesta por equipos diversos. También estamos orgullosos de que el Índice D&I siga sirviendo como una herramienta clave para inversores y analistas que buscan identificar a las compañías que hacen las cosas bien, y ayudándolos a tomar decisiones de inversión que se alineen con sus valores”, aseguró Debra Walton,  CRO en Refinitiv.

La labor del índice ha sido reconocida a nivel mundial desde la industria analítica que coincide en la importancia de los factores EGS a la hora de elegir dónde invertir. “La diversidad, entendida como pilar fundamental de un buen gobierno, se usa, cada vez más, a la hora de gestionar dónde invertir. Estas compañías con importantes aspectos ESG en su negocio tienden a atraer y mantener empleados y clientes durante más tiempo, lo que reduce costes y es muy rentable para el beneficio final.”, aseguró Larry Tabb, fundador y presidente de investigación del Grupo TABB.

Desde Refinitiv también destacan el caso de BlackRock, la primera gestora en lanzar un ETF basado en el Índice D&I, y de Matterhorn Group, que utiliza el índice como herramienta de inversión.

España y Finlandia, los mejores países de Europa para envejecer

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Pixabay CC0 Public Domain. España y Finlandia, los mejores países de Europa para envejecer

España y Finlandia son los países más idóneos para jubilarse, según el informe publicado por Blacktower Financial Management Group que clasifica los mejores y peores países del continente europeo para retirarse en base a las tasas de criminalidad, la esperanza de vida, los precios de la propiedad y la edad de la población.

Desde los campos volcánicos de Islandia a los picos nevados de los Alpes, Europa cuenta con algunos de los mejores destinos en el mundo. Tan diversa como es, se trata, según Blacktower, del mejor continente para envejecer. Y también uno de las regiones donde la población experimenta un gran proceso de envejecimiento: «De aquí a 2070, la Unión Europea tendrá una población de 520 millones de personas», apunta el informe en sus predicciones. Con estos datos, los costes previstos (gastos públicos en pensiones, seguridad social, cuidados a largo plazo, educación y prestaciones a desempleados) ascenderán al 26,7% del PIB.

Con más de 40 países entre los que elegir (todos con culturas y estilos de vida diferentes), encontrar el lugar perfecto para retirarse puede ser un quebradero de cabeza para millones de europeos. Aquí es donde entra en juego el estudio publicado por Blacktower. El estudio se muestra contundente: España es el mejor país para retirarse. La nación alberga una gran cantidad de grandes ciudades y lugares costeros que ataren a millones de jubilados a sus fronteras cada año. El excepcional clima, su comida y su población amigable hacen de España el destino perfecto para todo el que busque relajarse tras la jubilación, subraya el informe.

El segundo en el ranking es Finlandia. Su atmósfera relajada y la magia de la aurora boreal permite que muchos jubilados desconecten y disfruten de un merecido retiro, según el informe. Eslovenia y Países Bajos están también entre las primeras posiciones.

Por otro lado, el informe destaca los casos de Islandia, que tiene los precios de vivienda más bajos en el continente; Italia, como la nación europea con mayor proporción de población mayor de 65 años; Suiza, como el país con la mayor esperanza de vida en Europa; y Georgia, donde el costo de vida es el más bajo de los europeos.

Inestabilidad gubernamental y tensiones con Bruselas pero más calma en Cataluña: los expertos opinan sobre el nuevo gobierno en España

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Bolsa de Madrid.. bolsa madrid

Tras cuatro elecciones generales desde 2015, meses de negociaciones y numerosas sesiones de investidura, acaba de formarse un Gobierno en España. Pedro Sánchez lo liderará con su partido, el PSOE, junto a Unidas Podemos, tras ganar hace tan solo unas horas una ajustada votación (con 167 votos a favor, frente a 165 en contra, y con las abstenciones de EH Bildu y ERC). Precisamente lo ajustado de los números da cuenta de la fragilidad del nuevo ejecutivo de izquierdas, al igual que ha venido sucediendo en los últimos años, en un entorno de mayor fragmentación política en el país.

Esas cifras, que han obligado al presidente del Gobierno a negociar con numerosos grupos parlamentarios para lograr su investidura, hacen hablar a los expertos de debilidad y poca estabilidad gubernamental. Sobre las consecuencias económicas y en los mercados, ciertas voces pronostican la vuelta atrás de reformas como la laboral, o un parón en la reforma de las pensiones, y algunos temen una mayor tensión con Bruselas a cuenta de los números y hasta un potencial resentimiento en el crecimiento económico. En el lado positivo, también hablan de una mayor relajación de las tensiones con Cataluña, aunque auguran un conflicto duradero.

Así, el banco británico Barclays considera que la coalición PSOE-Podemos aplicará políticas fiscales expansivas e intentará instaurar un mercado laboral más rígido a través de políticas como, por ejemplo, el aumento del salario mínimo. Esto podría generar tensiones con Bruselas, además de suponer un escollo para el crecimiento a medio plazo, dicen. Además, el banco incide en que la formación de gobierno no asegura que la estabilidad política haya retornado definitivamente.

En la misma línea se pronuncian desde la agencia de calificación Moody’s: “Aunque España finalmente ha sido capaz de formar gobierno, su mayoría es diminuta y el país carece de experiencia en coaliciones gubernamentales multipartidistas”, explica Kathrin Muehlbronner, Senior Vice President de la agencia. En su opinión, el presupuesto de 2020 será el primer indicador clave de la dirección política del nuevo gobierno, clave para medir los impactos en esta materia:Moody’s espera un mayor gasto (también para las comunidades) y mayores impuestos para mantener bajo control el déficit público. Las reformas de las pensiones podrían ser más difíciles de alcanzar”, advierten. Un riesgo clave, añaden, podría ser una vuelta atrás de las anteriores reformas laborales.

En el terreno regional, consideran que el gobierno regional en Cataluña estará sobre la mesa: “Creemos que hay mayores oportunidades que en el pasado de que se produzca una relajación de las tensiones en el conflicto. Sin embargo, es difícil ver un acuerdo definitivo para una solución y en cualquier caso llevaría tiempo”, añade Muehlbronner.

Menor optimismo

Almudena Benedit, responsable de gestión de carteras de Julius Baer España, hablaba hace semanas -antes de salir adelante la investidura- sobre su visión de la economía española para 2020 y vaticinaba impactos negativos: “La perspectiva de un gobierno débil y poco favorable a la libertad de empresa nos ha llevado a reducir nuestro optimismo respecto de la economía española. Recientemente hemos rebajado la proyección de crecimiento para España en 2020 al 1,7% y pensamos que cerraremos 2019 en el 2%, por lo que estaríamos convergiendo con el resto de países de la Eurozona donde creemos que la tasa de crecimiento se mantendrá constante en el 1,1%”, decía.

En su opinión, la expectativa de una subida de impuestos podría agravar las revisiones a la baja del PIB y el peor comportamiento del consumo privado frente a lo esperado, pero siguen confiando “en que el incremento de los salarios, la bajada del ratio de endeudamiento de las familias y la facilidad de acceso al crédito mantengan la demanda interna e inclusive rebote. El sentimiento empresarial también se ha deteriorado porque se espera una presión fiscal sobre las compañías y mayores costes regulatorios”, añadía.

Santander recoge más de 6.000 juguetes nuevos para entregar a niños y niñas en situación de vulnerabilidad

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Recogida de juguetes en sede Santander España
Foto cedidaDe izquierda a derecha: José Carlos García, responsable de RSC de Cruz Roja en la Comunidad de Madrid; Susana de Medrano, directora d. Santander recoge más de 6.000 juguetes nuevos para entregar a niños y niñas en situación de vulnerabilidad

Bajo el lema de la campaña de Cruz Roja Juventud “Sus derechos en juego”, Santander España ha recogido más de 6.000 juguetes nuevos para entregar a niños, de entre 0 y 17 años, que estén viviendo situaciones de especial vulnerabilidad.

Es la primera vez que el banco desarrolla esta iniciativa a nivel nacional en colaboración con Cruz Roja Juventud. Para ello, desde el 2 al 13 de diciembre, tanto los clientes como los empleados de la entidad han podido entregar juguetes nuevos en las oficinas de todas las provincias españolas y en las sedes de las diferentes Direcciones Territoriales del banco, así como en la sede central de Santander España en Madrid.

Solo se han admitido juguetes nuevos como medida de verificación de seguridad de estos, aunque también existía la posibilidad de hacer donativos por medio de Bizum, a través del móvil. Finalmente se han recaudado más de 6.000 juguetes y 5.000 euros en donativos en los diez días que ha durado la campaña. Según la compañía, la participación ha sido significativamente alta en las Territoriales de Madrid, Valencia-Murcia, Cataluña y Cantabria-Asturias.

Ambas entidades mantienen, desde hace décadas una estrecha relación de colaboración y llevan a cabo numerosas iniciativas solidarias, como actividades de voluntariado en distintas regiones, talleres, cursos de formación financiera o campañas de donación de sangre; así como en las cuestaciones anuales de la banderita, conocidas popularmente como el «Día de la Banderita», con el fin de captar fondos.

Banco Santander también colabora todos los años con Cruz Roja en el Sorteo de Oro con la venta de décimos en la red de oficinas, a través de la cual se vendieron más de 92.000 boletos en la última edición. Asimismo, el fondo Santander Sostenible Acciones, de Santander AM, destina parte de la comisión de gestión a varias ONG entre las que se encuentra Cruz Roja. Este fondo de renta variable europea, gestionado por Lola Solana, se lanzó en junio de 2018 y pertenece a la gama Santander Sostenible.

«Solo el 2% del patrimonio de la banca privada española está en private equity, cuando debería situarse entre el 5% y el 10%»

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Foto: estarlights, FLickr, Creative Commons.. Madrid

La rentabilidad de la renta fija cercana a cero o, en muchos casos, en terreno negativo, es campo abonado para que los gestores de activos hayan empezado a buscar nichos de inversión que permitan ofrecer a sus clientes mayores retornos. Una de las apuestas que ha entrado con más fuerza en las carteras es la inversión alternativa y, en concreto, el private equity o capital privado. Esta clase de activo describe la inversión en el capital de compañías que no cotizan en bolsa e incluye una amplia variedad de tipologías: desde la inversión en nuevos proyectos empresariales (venture capital) a la inversión en empresas maduras (buyout) , pasando por las que se encuentran en una etapa de crecimiento y expansión.

Los inversores deben saber que cuanto más temprana sea la fase en la que se encuentra la compañía el riesgo que asuma al invertir en ella es mayor. Como explica Marta García Prieto, gestora de Private Equity de Renta 4, «invertir en compañías no cotizadas implica que no hay liquidez diaria y que no puedes deshacer tu inversión en el momento que quieras, pero no es muy diferente a invertir en bolsa. El miedo que tiene que perder el inversor es al gestor al que le da el mandato de gestión».

Desde Renta 4 apuestan por la inversión en private equity y, en concreto, cuentan con varios fondos para invertir en esta clase de activo. Uno de ellos es el Renta 4 Bewater I que invierte en compañías tecnológicas españolas en fase de crecimiento. «Es un fondo de emprendedores cuyo objetivo es ayudarles a dar un salto más cuando ya han demostrado su valía», explica García Prieto. El vehículo, que cuenta con el asesoramiento del empresario François Derbaix, ha invertido en empresas como Idealista, BlaBlaCar, Privalia o Self Bank.

Otro de los fondos, centrado en el mercado inmobiliario, es el GSA Coral, que invierte en residencias para estudiantes y que tiene la característica de ser el único de este tipo que ha invertido en el mercado japonés. Desde su lanzamiento ha ofrecido una rentabilidad anualizada del 6,84%.

Dentro de la inversión en infraestructuras y activos reales destaca el fondo Kobus Renewable Energy II, que invierte en parques eólicos y que prevé una rentabilidad de entre el 9% y el 11%.

España, país con potencial para el private equity

Con un 65% del PIB generado por pymes y un 89% de empresas familiares, España es un lugar idóneo, según Renta 4, para el desarrollo de la industria del private equity. De hecho, buena parte de los fondos de private equity internacionales han establecido su presencia en España en los últimos años. En concreto, en los últimos diez años el número de fondos de private equity extranjeros ha pasado de 25 a 167, superando a los nacionales. En números absolutos, el nivel de inversión en 2018 fue de 5.884 millones de euros, de los que el 73% corresponde a fondos internacionales. «Los extranjeros han descubierto que hay que estar en España para invertir en private equity porque hay mucho recorrido con un 95% de pymes en busca de financiación», argumenta García Prieto.

Sin embargo, los niveles de captación de fondos y de inversión aún están por debajo de otros países europeos. En total, en 2018 unos 4.000 millones de euros del ahorro anual de los españoles fue a parar a fondos de private equity, repartido entre fondos de capital riesgo (2.151 millones) y fondos de fondos españoles que invierten en fondos de private equity internacionales (2.000 millones). Teniendo en cuenta que los fondos captados por fondos de private equity españoles en los últimos 6 años sigue invertido, estaríamos asumiendo que hay unos 11.000 millones de patrimonio de familias españolas en estos activos. «Esto representa el 2% del patrimonio de la banca privada española cuando debería situarse entre el 5 y el 10%», señala García Prieto.

De momento el mayor interés en la inversión en private equity está llegando de los fondos de empleo. «Hay mucho interés y no ha habido ni una sola reunión con fondos de empleo en la que no nos hayan preguntado por esta clase de activo», asegura Antonio Fernández Vera, presidente de Renta 4 Gestora. Sin embargo, añade, a la hora de incorporarlo a su cartera, los fondos de empleo «dependen de los sindicatos, de si tienen o no un asesor independiente y de las comisiones de control que no están preparadas para tomar decisiones de inversión». 

Propósitos para 2020: adaptarse, encontrar los datos adecuados y evitar los sesgos cognitivos

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Pixabay CC0 Public Domain. Propósitos para 2020: adaptarse, encontrar los datos adecuados y evitar los sesgos cognitivos

2019 fue un año difícil para los inversores, que tuvieron que afrontar el Brexit, los conflictos comerciales y el incremento del malestar social a nivel global. En 2020, NN Investment Partners busca utilizar el conocimiento que ha adquirido para afrontar los nuevos desafíos. Su CIO Valentijn van Nieuwenhuijzen plantea en este artículo cuatro propósitos para el nuevo año.

1. Mantenerse adaptable

Los hechos políticos y económicos de los últimos años han evidenciado que el entorno macroeconómico puede cambiar de un momento a otro. La información nueva viaja rápidamente a través del mundo financiero y los inversores están constantemente preparados para explotar las noticias antes de que sean valoradas por el mercado. NN IP considera que, si se mantienen flexibles en sus asignaciones y mantienen una perspectiva adaptable, podrán aprovechar las oportunidades que surjan.

Para 2020, la gestora apuesta por seguir aprovechándose de las fluctuaciones inesperadas del mercado mientras mantiene su horizonte de inversión a largo plazo. En sus carteras multiactivos, por ejemplo, su enfoque dinámico le permite adecuar sus asignaciones tácticas a corto plazo a los cambios rápidos del mercado.

Al mismo tiempo, mantiene una perspectiva estratégica en sus expectativas de mercado a largo plazo. “La volatilidad a corto plazo podría ir en contra de nuestras perspectivas a largo plazo, por lo que mantener este punto de vista dual nos permite localizar oportunidades sin perder de vista nuestra estrategia fundamental a más largo plazo”, asegura.

2. Centrarse en la sostenibilidad

Tal y como reveló su reciente encuesta de Inversión Responsable, la mayoría de los inversores todavía se creen el mito de que invertir de forma responsable impactará negativamente sus retornos. Sin embargo, según NN IP, las investigaciones demuestran que invertir con responsabilidad e incorporar criterios de sostenibilidad en realidad puede mejorar los retornos y mitigar el riesgo. “Esto sostiene nuestra profunda convicción de que la inversión responsable no solo es lo correcto para el mundo en el que vivimos, sino también para nuestras carteras”, señala.

En 2020, la entidad busca integrar los criterios ASG en los procesos de inversión de cada vez más estrategias y expandir sus activos sostenibles y de impacto bajo gestión. “También nos comprometemos a mantener nuestra estricta definición de la integración ASG, a través de la cual cada decisión incorpora consideraciones A, S y G de forma demostrable y consistente”. Además, la gestora busca perfeccionar sus informes y potenciar su transparencia para demostrar mejor el impacto de sus carteras.

Al invertir de forma responsable, NN IP apuesta también por empresas ambiciosas que ofrecen soluciones a los desafíos globales. “De esta forma, y evitando aquellas compañías que son incapaces de realizar la transición, estamos poniendo a prueba nuestras carteras de cara a un mañana más sostenible”.

3. Buscar los datos adecuados

Las últimas décadas han estado marcadas por la explosión de la cantidad de datos disponibles, particularmente cuando se trata de la inversión responsable. Tras las mejoras significativas en transparencia, los inversores tienen ahora datos suficientes sobre los compromisos de sostenibilidad de las empresas y los registros de controversias. A esto se suma también el crecimiento de los proveedores de datos ASG como Sustainalytics. Sin embargo, la infinidad de datos genera nuevos desafíos: En un mundo repleto de ruido, ¿cómo pueden encontrar oportunidades los inversores?

La gestora se propone utilizar todas sus herramientas para buscar los datos “correctos”. Para lograrlo, considera que no se puede confiar únicamente en las impresiones de proveedores externos, sino que deben servirse de sus propios análisis de datos. También colabora con instituciones académicas y utiliza avances tecnológicos como el procesamiento del lenguaje para descubrir perspectivas nuevas de los datos y desafiar sus prejuicios. Finalmente, estos análisis no lo dicen todo, por lo que, para comprender completamente los datos con los que cuentan, NN IP apuesta por comprometerse directamente con las empresas.

4. Evitar los sesgos cognitivos

A la hora de tomar decisiones de inversión, es imposible evitar completamente los sesgos cognitivos. Un ejemplo es el fenómeno de la aversión a la pérdida, que tiene lugar cuando los inversores evitan las pérdidas hasta el extremo de que se niegan a asumir incluso los riesgos calculados. “Esto suele resultar en la pérdida de oportunidades de generación de alpha”, advierte la entidad.

En cambio, el exceso de confianza puede llevar a subestimar los riesgos implicados en las decisiones de inversión y sobrestimar las capacidades propias de predicción, lo que puede incrementar las pérdidas. “Como inversores, debemos estar dispuestos a asumir riesgos calculados y aceptar pérdidas potenciales, sin cegarnos por el optimismo ni permitir que el miedo a perder bloquee nuestra capacidad de explotar las oportunidades”.

De cara a 2020, NN IP se propone reconocer y evitar los sesgos cognitivos comunes entre los inversores. A su juicio, haciendo las preguntas adecuadas y abordando de manera crítica los motivos detrás de sus decisiones, se puede reconocer mejor los obstáculos psicológicos que suelen interponerse en el camino del éxito de una inversión.

“Buscamos afrontar los desafíos y las oportunidades que quedan por delante con intenciones claras y comprometidos con nuestros objetivos centrales. Con datos relevantes y prospectivos, centrándonos en la sostenibilidad, reconociendo nuestros propios sesgos y manteniéndonos flexibles para aprovechar las oportunidades repentinas, estaremos mejor ubicados para generar alpha para nuestros clientes”, sentencia la gestora.