¿Por qué los ETFs no son un espejo de los índices de renta fija en tiempos de coronavirus?

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Pixabay CC0 Public DomainFoto: Krysle. espejo

La crisis sanitaria del coronavirus sigue golpeando con fuerza a los mercados financieros, a pesar de los intentos de las autoridades, monetarias y políticas, por contener las caídas. Números rojos que se ceban tanto con la renta variable –que en las últimas semanas se ha desplomado entre un 30% y un 40% en muchos casos- como la renta fija. Aunque las bajadas en los mercados de deuda han sido algo más contenidas -y estos mercados se ven soportados en parte por las medidas de los bancos centrales-, presentan retos de distinta naturaleza para sus inversores, relacionados con la liquidez, que enrarecen su funcionamiento y hacen posible la aparición de anomalías en la valoración de los activos. Entre ellas, los analistas han observado una gran diferencia entre el precio de los índices de renta fija y el precio al que cotizan los ETFs, con caídas más pronunciadas. ¿Qué está ocurriendo?

La primera coordenada en la que debemos situar este escenario es la de la volatilidad y las ventas, como consecuencia de una crisis exógena del propio sistema financiero: “En las últimas semanas ha habido un increíble volumen”, tanto por parte de inversores tradicionales que buscan deshacer posiciones en un contexto adverso, como por parte de los ETFs, comentan fuentes del mercado.

Y todo, en un momento en el que se hace más difícil de lo habitual encontrar precios (segunda coordenada): así, en algunos segmentos del mercado más volátiles, como puede ser la deuda emergente, los spreads entre las ofertas de venta y las de compras se situaban en los últimos días entre el 7% y el 8%, es decir, las diferencias eran tan grandes que era muy difícil encontrar precios para vender al nivel que, en teoría, se encontraban esos bonos.

Ahí es donde entra en juego la coordenada de la liquidez: según explica Dave Lafferty, Chief Market Strategist de Natixis Investment Managers, si observamos los ETFs que replican índices de bonos con grado de inversión, vemos cómo han sufrido importantes flujos de salida, reabriendo una de las principales preocupaciones de la industria sobre estos vehículos de inversión y su efecto en el mercado: el desajuste de liquidez entre el producto y el subyacente. Es dedir, los ETFs son mucho más líquidos que los bonos subyacentes.

Y es que, ante una operación de venta de un ETF, el fondo tiene que vender sí o sí, independiente del precio que le imponga el mercado en ese momento, mientras el precio del índice no deja de ser una construcción teórica, sin transacciones, basado en los precios medios de los bonos que lo componen. “El ETF tiene que vender al precio que sea”, comenta una fuente de mercado. Esto explicaría el tracking error que se está produciendo entre algunos ETFs de renta fija, y sus índices subyacentes.

Según indican desde Bloomberg, “los ETFs de bonos en todo el mundo están operando con asombrosos descuentos en sus valores de activos netos, en lo que algunos han llamado un bucle de condenación de la iliquidez». La publicación apunta que esta espiral de iliquidez ha alcanzado a algunos fondos que invierten en renta fija, en particular aquellos que son menos estables o tienen más riesgos, si bien también ha llegado a conocidos vehículos de deuda corporativa con grado de inversión o incluso deuda pública. Con todo, los desajustes en el futuro podrían ser más potentes en los ETFs que invierten en mercados que no cuentan con los inestimables apoyos de las autoridades monetarias, como la Fed, que acaba de anunciar un QE ilimitado, o el BCE, que recientemente anunciaba un ambicioso programa de compra de activos financieros-.

Los factores del desajuste

En esta línea, los informes de S&P Dow Jones Indices de la semana pasada señalaban que, en los últimos días, los mayores ETFs de deuda investment grade y high yield se negociaron con más de un 5% de descuento con respecto a su índice de referencia. “Esto podría ser malinterpretado como una señal de que los ETFs de crédito no funcionan bien”, matizan en la firma, donde explican que todas estas diferencias se enmarcan en el normal funcionamiento de los fondos cotizados que, recuerdan, al igual que en renta variable, en renta fija ayudan a la liquidez de los mercados.

“La estructura de los ETFs está bien orquestada, ya que los inversores pueden negociar los ETFs sin tener que recurrir a los bonos individuales. Esto solo funciona en la medida en que los compradores y vendedores pueden machear sus operaciones. Una vez que se emparejan, la liquidez debe ser satisfecha por el mercado de bonos subyacente. A medida que el mercado de ETFs de renta fija crece, tiene una mejor oportunidad de satisfacer o mejorar la liquidez, similar a lo que ocurre en el mercado de renta variable», explica Brian Luke, responsable global de Índices de Renta Fija de  S&P Dow Jones Indices.

Luke explica esta situación, estas diferencias de cotización entre el ETF y el índice, por tres factores. En primer lugar, los precios en el mercado de bonos OTC generalmente se muestran como «solicitud de cotización«: tan pronto como se desee vender a un precio determinado, el operador que muestra la oferta puede retirarla. Así, el hecho de que un ETF tenga un precio ejecutable funciona bien, más allá de los participantes sin disposición de los mercados OTC.

El segundo punto crítico, explican desde la firma, es el cálculo del NAV o valor liquidativo. “Como proveedor de índices, nos enorgullecemos de usar precios independientes y transparentes. Estos proveedores de precios juegan un papel importante en el cálculo del NAV y a menudo se les llama “evaluadores de precios”, ya que proporcionan su evaluación sobre lo que el precio de un bono debería ser en un día determinado. Disponer de un recurso independiente es fundamental para la comunidad de administradores de índices y fondos. Pero ellos no están empleando medidas rigurosas para determinar el precio de un bono que puede o no haberse negociado ese día”, señalan desde S&P Dow Jones Indices.

El último punto es un tema de timing, de tiempos: “El proveedor de índices explica que existe una cuestión de tiempos. El índice oficial cierra a las 3:00 PM, mientras que el ETF y su NAV lo hacen a las 4:00 PM.  Esto también causa un desajuste en el NAV durante los momentos de volatilidad”, añade.

En definitiva, el problema es que, en momentos de alta volatilidad y restricciones de liquidez, los precios de los activos de renta fija suministrados por los proveedores de índices no reflejan correctamente la situación de mercado. Es decir, se calculan en base a un modelo de valoración teórico donde la variable liquidez en momentos tan volátiles como los actuales es difícil de cuantificar, dando lugar a que existan diferencias importantes entre los precios a los que estaban valorados los activos con los que realmente se obtienen en la venta de los mismos. Y esto da una idea de cómo pueden funcionar los ETFs de renta fija en momentos de fuerte estrés de mercado.

¿Qué pueden hacer las gestoras?

Ante esta situación, las gestoras de ETFs tendrán que explicar muy bien a sus inversores cómo el funcionamiento inherente de los ETFs puede provocar esos desajustes, que deberían ser más dados a ocurrir en mercados con problemas de liquidez y menor apoyo de las autoridades monetarias, si bien también pueden darse de forma más genérica, como ha ocurrido en los últimos días.

Con todo, en este escenario, las gestoras que tienen fondos de gestión activa de deuda también se han visto afectadas por las disrupciones de funcionamiento en los mercados de renta fija, principalmente en esos mercados con menor liquidez y apoyo de los bancos centrales –como los emergentes-, mayores dificultades para encontrar precios y mayores desajustes o spreads entre las ofertas de compra y venta de bonos, y que en los últimos días han sufrido un fuerte volumen de ventas. Y también en aquellos productos de deuda de más corto plazo, lo que puede parecer una paradoja por su carácter más conservador, pero donde los inversores buscan una liquidez más inmediata debido a sus menores vencimientos.

Así, ante las fuertes caídas sufridas en el patrimonio y valor liquidativo de algunos fondos, algunas gestoras hacen ajustes de valoración en sus carteras, en beneficio de los partícipes, mientras otras se dan más margen para hacer frente a reembolsos aumentando el periodo de liquidación, con el objetivo de dar más tiempo a los gestores para vender posiciones a mejores precios, y de forma más ordenada y con menos presión, protegiendo así a los partícipes -aunque este alargamiento de los tiempos puede generar problemas operativos en algunos inversores que necesitan machear sus compras y sus ventas al mismo tiempo-.

En esta línea, y para evitar estos desequilibrios, una gestora internacional ha informado recientemente a sus clientes de que hará ajustes en la valoración de algunas de sus carteras para que algunos de los activos «sean valorados a un precio que entendemos será alcanzable en el mercado». En un comunicado, ha anunciado cambios en la metodología de valoración de activos de algunos de sus fondos, y estima que estos ajustes pueden dar lugar a correcciones  de entre el 1% y el 5% en el NAV diario de los mismos. La firma explica que esta medida es temporal, pretende proteger a los inversores (tanto a los que se quedan como a los que efectúan reembolsos) y que espera volver a su metodología estándar de valoración de precios «una vez la volatilidad de mercado regrese a niveles normales». 

Una segunda vía es la que ha tomado otra gestora internacional, que ha decidido retrasar la liquidación de su fondo de deuda emergente de corto plazo, desde D+3 a D+5. con el objetivo de proteger a sus partícipes.

ESMA somete a consulta la revisión del régimen de transparencia para instrumentos de renta fija

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Pixabay CC0 Public Domain. ESMA somete a consulta la revisión del régimen de transparencia para instrumentos de renta fija

La Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA, por sus siglas en inglés) ha publicado un documento de consulta en el que se revisa el régimen de transparencia para los instrumentos de non-equity, es decir bonos y obligaciones, titulizaciones, derechos de emisión y derivados, y la obligación de negociar los derivados en centros de negociación, incluida en el reglamento sobre los mercados de instrumentos financieros (MiFIR).

Según explican desde finReg360, el documento de ESMA ha puesto a consulta contiene las modificaciones para revisar el régimen de transparencia exigido en el MiFIR. “Las potenciales modificaciones se basan en el análisis exhaustivo de los datos publicados desde la entrada en vigor de las obligaciones de transparencia en enero de 2018”, explica la firma en su último análisis. 

En este sentido, los objetivos de ESMA son simplificar el complejo régimen actual de reporte y publicación de información, y establecer un conjunto de normas aplicables en toda la Unión Europea que mejore la transparencia de los instrumentos de non- equity (bonos y obligaciones, titulizaciones, derechos de emisión y derivados) para los participantes en los mercados.

Según la ESMA, el análisis realizado pone de manifiesto que el nivel de transparencia prenegociación es limitado debido a que muchas de las operaciones pueden acogerse a las exenciones previstas por la normativa y, por tanto, las entidades no tienen la obligación de publicar los datos de forma previa a la negociación. Y que respecto a las obligaciones de transparencia postnegociación, la posibilidad de publicación diferida de los datos parece que está siendo perjudicial para alcanzar el objetivo de mejorar el funcionamiento de los mercados

Además de la revisión del régimen de transparencia, este documento en consulta recoge cuestiones relacionadas con la obligación de negociación de determinados instrumentos derivados en centros de negociación y el efecto de esta obligación desde su aplicación.

“El documento puesto a consulta aborda cuestiones incluidas en el MiFIR (normativa de nivel 1), afecta a las disposiciones del reglamento delegado que desarrolla las obligaciones de transparencia en relación con los bonos, los productos de financiación estructurada, los derechos de emisión y los derivados (RTS 2,2 que es normativa de nivel 2), y forma parte de la revisión que se está llevando a cabo del MiFIR y complementa el documento de consulta publicado el 4-2-2020 sobre el régimen de transparencia para los instrumentos de equity”, indican desde finReg360.

La consulta permanecerá abierta hasta el 19 de abril de 2020, y el regulador tiene la intención de presentar a la Comisión Europea su informe final en julio de 2020.

Newton apuesta por los activos alternativos para buscar descorrelación con el ciclo económico

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Pixabay CC0 Public Domain. Newton apuesta por los activos alternativos para buscar descorrelación con el ciclo económico

Los inversores buscan para sus carteras una diversificación y descorrelación de activos que sean efectivas. Una de las tendencias que hemos visto para lograrlo es una mayor inclinación hacia los activos alternativos. Así lo ha detectado Paul Flood, gestor de Newton (parte de BNY Mellon IM), quien gestiona la estrategia BNY Mellon Global Multi-Asset Income. 

El gestor reconoce que, desde su lanzamiento en 2018, el fondo se ha centrado en la búsqueda de activos reales que no muestren correlación con el ciclo económico. Actualmente, Flood sigue un enfoque de generación de rentas activo y flexible que pone el énfasis en la diversificación y la asimetría de las rentabilidades.

A partir de marzo, el sesgo del fondo se ha desplazado hacia activos alternativos generadores de rentas, que ahora concentran el 31% de la cartera. De ese porcentaje, las energías renovables representan un 11,1%, lo que las convierte en un tema central de la cartera, junto con las infraestructuras (6,2%) y la financiación de activos (3,0%). Además, los royalties también se han convertido en un área de interés para el gestor y reciben una asignación del 2,4%, al igual que el almacenamiento de energía, que también tiene un peso del 2,4%.

En renta variable, la cartera mantiene una exposición significativa al sector financiero, con una ponderación actual del 10,3%. Los servicios a los consumidores (7,3%) y los bienes de consumo (7,6%) también siguen siendo asignaciones importantes, mientras que los valores industriales han pasado a representar el 6,8% de la cartera. “En general, hemos aumentado nuestra exposición a alternativos. Estos activos amplían el conjunto de oportunidades y se trata un área que, en nuestra opinión, ofrecen mejores rentabilidades que la exposición directa a renta variable o renta fija”, comenta Flood. 

En este caso, Flood se propone identificar activos reales que muestren poca sensibilidad al ciclo económico y que cuenten con fuentes de ingresos fijos o ligados a la inflación. El gestor pone a Greencoat Renewables, que cuenta con una cartera de parques eólicos en Irlanda, como ejemplo de un área del sector de las energías renovables que se ajusta a estos criterios. “Lo que nos gusta de Greencoat es que, actualmente, el 100% de los ingresos de la cartera proceden del programa de subvenciones del gobierno irlandés (REFIT), que fija una tarifa mínima para la generación de energía renovable. El sector no presenta riesgo mercantil hasta dentro de unos años, por lo que sus beneficios son mucho menos sensibles al ciclo económico que los de la renta variable y los bonos corporativos», explica. Además, «la empresa está poco expuesta al precio de la energía. Como el consumo de electricidad y de calefacción tiende a ser constante, independientemente del entorno económico general, creemos que existe potencial para generar rentabilidades asimétricas”, explica. 

“Tenemos grandes expectativas para el sector de los royalties musicales. Lo enfocamos como una apuesta clara por la música en streaming, que parece proporcionar ingresos estables con independencia del ciclo económico. Además, anticipamos un mayor crecimiento de la industria de la música en streaming. De cara al futuro, esperamos que las energías renovables y otros activos reales generen rentabilidades atractivas y estables en un entorno en el que creemos que las acciones experimentarán volatilidad y los rendimientos de los bonos se mantendrán en niveles bajos a largo plazo”, apunta sobre las principales oportunidades que observa.

Por otro lado, Flood mantiene exposición a deuda pública seleccionada, aunque con una asignación relativamente baja. Actualmente, la mayor exposición en este segmento es a bonos del Tesoro estadounidense, aunque también invierte en bonos de mercados emergentes (5,0%).

Según Flood, la infraponderación en renta fija se explica por la limitada capacidad de los bonos para ofrecer una buena diversificación. “Creemos que el tema de los rendimientos negativos continuará en 2020 y es posible que muchos inversores se cuestionen el valor de su exposición a renta fija en los próximos años”, concluye.

COVID-19: ¿un revés o una oportunidad para los mercados de deuda emergente?

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Pixabay CC0 Public Domain. Residencias de estudiantes globales: diversificación con baja volatilidad

MFS organiza “COVID-19: ¿un revés o una oportunidad para los mercados de deuda emergente?”, un webcast donde revisará los motivos que antes de la pandemia del coronavirus y de la caída del precio del crudo justificaban un sólido caso de inversión en una asignación estratégica a los mercados de deuda emergente y qué ha cambiado tras los recientes acontecimientos.

El 25 de marzo, a las 3 de la tarde (3:00 PM CET – 10:00 AM EST), Matt Ryan, gestor con un largo historial en carteras de renta fija emergente, explicará en este webcast su opinión sobre la dinámica actual de los mercados. Discutirá la evolución del contexto en los mercados de deuda emergente y hablará de dónde está encontrando oportunidades de inversión y de los riesgos a los que se enfrenta.   

Dirigido a inversores institucionales y profesionales, puede realizarse el registro a través de este enlace. Al mismo tiempo, para aquellos interesados, pueden hacer llegar sus preguntas de forma anticipada a través de este correo electrónico: webcasts@mfs.com

Asimismo, en caso de no poder acceder a la web, aquellos usuarios registrados podrán solicitar datos telefónicos para obtener el audio. Además, estará disponible la repetición después de la emisión en directo.

 

Por favor tenga en cuenta que este webcast sustituye al webcast de MFS IM sobre mercados emergentes que estaba inicialmente programado para el día 30 de marzo de 2020.

 

Inverco destaca la madurez de los partícipes en esta crisis y descarta problemas de liquidez en los fondos

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Ángel Martínez Aldama preside Inverco.. aldama

La crisis sanitaria provocada por el coronavirus está pegando fuerte en los mercados y, de forma inevitable, está afectando al ánimo de los inversores, que en la primera quincena de marzo retiraron más de 3.300 millones de euros de los fondos españoles, según los primeros datos de Morningstar Direct. Ante el impacto que está teniendo la situación en las carteras de los fondos, y ante los flujos de salida del sector, Ángel Martínez-Aldama, presidente de la asociación de la inversión colectiva española, Inverco, ha remitido un comunicado en el que destaca la importancia de invertir a largo plazo, la madurez de los partícipes, descarta problemas de liquidez en los fondos y hace hincapié en el importante papel de los reguladores para mantener el orden en la industria.

Así, reconoce el impacto de rentabilidad de las carteras de los fondos, pero felicita a los partícipes por  su comportamiento de salidas moderadas:En este entorno de crisis sanitaria, los mercados han venido reaccionando de forma intensa y, por ello, los fondos de inversión han reflejado estas valoraciones negativas en sus valores liquidativos diarios, al igual que lo hicieron durante 2019 en sentido opuesto con rentabilidades positivas en todas las categorías y especialmente en los fondos de renta variable (en torno al 20%). A pesar de ello, y en este contexto de incertidumbre, hay que destacar la madurez de los partícipes, que entienden que sus objetivos son de medio y largo plazo, especialmente en las estrategias de renta variable y algunas de renta fija”, dice en su comunicado.

En su opinión, la perfilación adecuada del riesgo y un mayor conocimiento explican este comportamiento: “La mayor y mejor perfilación del nivel de riesgo de los partícipes que han venido haciendo en los últimos años los comercializadores, junto con la realización de los test de conveniencia y de idoneidad exigibles, hacen que hoy los más de siete millones de partícipes de los fondos conozcan mejor las características de sus inversiones y comprendan que cuanto más tiempo mantengan su posición, más estable será la rentabilidad”.

Un sólido marco regulatorio

En este escenario, Martínez-Aldama también destaca el sólido marco regulatorio español y descarta problemas de liquidez: “Asimismo, el sólido marco regulatorio que rige el funcionamiento de los fondos de inversión dispone de las herramientas suficientes para que las gestoras puedan hacer frente con serenidad a circunstancias excepcionales, asegurando así el interés de todos los partícipes. El papel destacado que está desempeñando la CNMV como supervisor de los fondos de inversión es esencial, manteniendo un contacto diario con las gestoras, monitorizando su funcionamiento en lo que se refiere a dos aspectos básicos: valoraciones de los activos y control de la liquidez, que a día de hoy es perfectamente manejable, como también está sucediendo en el resto de países europeos”.

En este sentido, la CNMV está trabajando con gestoras españolas para hacer seguimiento de la salida de partícipes que están sufriendo sus productos, y recordándoles los mecanismos de actuación disponibles para frenar fuertes reembolsos en sus fondos de inversión.

Políticas monetarias y fiscales

El presidente de Inverco también agradece a los bancos centrales y a los gobiernos las políticas que están adoptando para apoyar los mercados: “Mención especial también para las autoridades monetarias y políticas que, con sus programas de liquidez, de reducción de tipos de interés y de gasto público, han reducido la incertidumbre en los mercados”, indica.

En su opinión, los fondos son un buen instrumento para invertir, también en este momento: “La  duración y profundidad de esta crisis en los mercados financieros dependerá, sin duda, de los éxitos que se vayan logrando en la lucha contra el coronavirus, pero los fondos de inversión nuevamente, al igual que hicieron en situaciones similares o peores de los mercados, están demostrando que están al servicio de sus partícipes, dando liquidez a unos o facilitando la generación de oportunidades de rentabilidad a otros, bajo las características de diversificación del riesgo, gestión profesional y seguridad de los activos depositados”.

Martínez-Aldama también felicita a las instituciones y a los profesionales que están trabajando en este momento: “Todos los españoles debemos felicitarnos al comprobar cómo nuestras instituciones están funcionando ante una amenaza tan brusca y repentina como es la del coronavirus, especialmente el personal sanitario, los cuerpos de policía y el ejército, los proveedores de bienes y servicios de primera necesidad y los medios de comunicación, que están haciendo lo imposible para que las consecuencias de esta pandemia nos dejen las menores secuelas posibles”.

¿Cuándo terminará la liquidez del bono?

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Foto cedidaFoto: Mark Holman, CEO y portfolio manager de TwentyFour AM (Grupo Vontobel). Foto: Mark Holman, CEO y portfolio manager de TwentyFour AM (Grupo Vontobel)

Uno de los entornos más difíciles de afrontar para los mercados es una situación de restricción de la liquidez que se prolongue durante un largo periodo de tiempo. Las correlaciones se rompen, los mercados hacen trading en un contexto vacío, las pequeñas transacciones provocan movimientos desproporcionados de los precios, el valor relativo se va por la borda, cunde el pánico y la venta es indiscriminada. Según explica Mark Holman, CEO de TwentyFour AM, boutique que pertenece al Grupo Vontobel, este es el lugar en el que ha estado el mercado en las últimas semanas.

Los mercados se habían convertido en un territorio muy complicado durante todo marzo, pero el lunes 9 amaneció después de que, durante el fin de semana, hubiera estallado una guerra de precios del petróleo, algo que se sumó al caos de los mercados. En TwentyFour AM trataron de vender una modesta posición en bonos del Tesoro de EE.UU. a 30 años, que una semana antes habían estado dado una rentabilidad del 1,75% y esa mañana se cotizaron al 0,75%. La gestora preguntó a tres dealers principales muy temprano por la mañana y dos se rehusaron a hacer una oferta. En su experiencia y dado el tamaño de la posición de la que estaban hablando, el mercado se encuentra ante una situación extraordinaria y sin precedentes.

Inicialmente se atribuyó a la volatilidad pura y al apetito de riesgo de los dealers en las primeras horas del mercado en Londres; después de todo, un movimiento de 100 puntos básicos en los bonos estadounidenses a 30 años supone unos 25 puntos en términos de precio. En cualquier caso, desde ese lunes se ha tenido un montón de noticias increíblemente malas y reacciones salvajes del mercado, algo que normalmente hubiera terminado con una fuerte recuperación del riesgo. Sin embargo, el bono estadounidense a 30 años ha recuperado el nivel de rentabilidad hasta el 1,64%. La paridad de riesgo parece haberse roto. Rápidamente en TwentyFour AM se dieron cuenta de que las correlaciones se habían roto y que los tiempos incómodos iban a alargarse.

También se ha producido un segundo ejemplo con los bonos de gobierno, que son, de nuevo altamente irregular. Esta vez la gestora se centraba en Australia, donde habían considerado que los tipos estaban a punto de alcanzar su límite más bajo (0,25%) y con una curva de rendimiento modestamente positiva, que a las autoridades les gustaría que se mantuviera siempre que fuera posible. En TwentyFour AM consideraron que los bonos del gobierno australiano a cinco años habían cumplido realmente su propósito para sus carteras, por lo que decidieron vender una posición de tamaño razonable. Les llevó más de una semana completar la operación. Así, Mark Holman espera que este mensaje llegue a la Oficina de Gestión Financiera de Australia y al Banco de la Reserva de Australia, ya que ambos son observadores muy astutos de su mercado que tanto se han esforzado por globalizar.

El tercer ejemplo se dio en la cobertura del mercado de divisas, y aquí tuvieron otra nueva primicia. La forma en que TwentyFour AM cubre su exposición es a través de una operación FX al contado para comprar la divisa objetivo y una venta a plazo (normalmente con un mes de antelación) para cubrirla. Estos se reequilibran y se venden, ya que su objetivo es mantener una cobertura perfecta. Este ejercicio es muy simple e increíblemente líquido – por lo general.

En TwentyFour AM decidieron ampliarlo a dos meses, sólo para estar súper seguros. De todos modos, tuvieron que hacerlo en varias órdenes en lugar de solo en una orden electrónica, lo que les llevó más de una hora. Esto ocurrió con un par de divisas que no corresponden a países emergentes, sino con la libra-dólar (GBP-USD).

Nada de lo anterior puede parecer particularmente alarmante, pero para TwentyFour AM son todos acontecimientos extremos e indicadores de un mercado en peligro.

La parte del mercado que debería sentir más la tensión de liquidez es el crédito, y así ha sido. El estrés en el crédito es absolutamente tan malo como lo fue en lo peor de la crisis financiera, por lo que han visto en TwentyFour AM hasta ahora. Excepto que en aquel momento los dealers aún estaban acostumbrados a operar por sus propias cuentas, no había ETFs, el comercio de paridad de riesgo era una fracción del tamaño que es hoy en día, y los gestores de activos han crecido enormemente. Una cosa buena que en TwentyFour AM pueden decir es que el apalancamiento es masivamente más bajo hoy que en aquel entonces, así que la venta inducida por el margen sigue ahí, pero nada como lo que se vieron en 2008 y 2009.

La razón de todo esto es simple: los inversores están inmersos en una carrera por conseguir efectivo y lo están acaparando como los consumidores acaparan papel higiénico. Están vendiendo lo que pueden y tal vez no lo que deberían, ya que saben que podrían necesitar el dinero en un futuro cercano. Esto podría ser prudente por un tiempo, pero a largo plazo es algo irracional y podría contribuir a un poderoso rebote.

Desde el punto de vista de la renta fija, en TwentyFour AM prefieren tener liquidez ahora que bonos del gobierno. Esto se debe a que los bonos soberanos no cumplirán en el futuro la labor que han tenido en el pasado. Recuerden que también habrá una enorme oferta de bonos del Estado en los próximos años debido al gasto relacionado con COVID-19, y no se puede estar seguros de que el efecto a largo plazo del enorme estímulo fiscal no sea inflacionario. Así que los bonos del gobierno seguirán siendo activos «libres de riesgo», pero probablemente también serán libres de retorno y no de volatilidad. El efectivo es el rey, al menos por ahora.

Ciertamente Mark Holman admite que no tiene una bola de cristal, ni un precio objetivo o una rentabilidad en mente. El mercado ya está en niveles que creen que serán el mejor punto de entrada para la próxima década. Se ha visto un increíble volumen de flujos en un espacio de tiempo muy corto y los precios de los activos han sobrereaccionado, lo que siempre suele suceder. Lo que en TwentyFour AM están vigilando más de cerca es la venta forzada y los saldos de efectivo. En la gestora creen que el mejor barómetro para saber cuándo terminará esta situación es cuando las ventas forzadas acaben o se vean superadas por compradores oportunistas, y simultáneamente que los inversores tengan sus saldos de efectivo a niveles que hagan que se sientan cómodos de nuevo.

 

 

El crowdlending se suma a las medidas de apoyo a las pymes

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Wikimedia Commons. empresa

La Asociación Española de Crowdlending (ACLE) ofrece distribuir las facilidades crediticias que se dispongan para así apoyar y garantizar la liquidez de las pequeñas y medianas empresas, a través de sus empresas asociadas, a instituciones como el ICO.

Como consecuencia de la vulnerabilidad de las pymes ante la crisis que está causando el COVID-19, y tras el paquete de medidas anunciadas por el gobierno para paliar sus efectos, desde ACLE subrayan la importancia de “continuar dando viabilidad a las empresas”. Además, destacan que “fue precisamente en un contexto de crisis financiera cuando nació el crowdlending y, en estos años operativos, hemos que podemos contribuir a la economía en estos tiempos de sequía de liquidez en los que se ven afectadas miles de empresas”.

No obstante, para ello consideran indispensable el apoyo de instituciones públicas como el ICO. “Nos ofrecemos a ser un canal eficiente de distribución de créditos avalado por ICO, en complemento de los bancos”, aseguran desde ACLE.

Tal y como sucedió tras la quiebra de Lehman Brothers, el impacto del coronavirus está golpeando a la banca. ACLE advierte de que las consecuencias podrían traducirse en restricciones de préstamos incluso entre entidades financieras, que “ya agudizan tensiones en el mercado monetario”. Esta situación provoca una crisis de confianza que conduce a que los bancos reduzcan sus riesgos en pymes.

No obstante, recuerdan que las empresas de crowdlending, nacidas como nativos digitales, son operativas a 100% por su propio modelo operacional y están preparadas para seguir analizando solicitudes de financiación de manera digital (con email, videoconferencias y calls) como hasta ahora.

ACLE es una organización de naturaleza asociativa y sin ánimo de lucro que tiene como fines la defensa y promoción de los intereses económicos y sociales del crowdlending, entendido como la prestación de servicios de intermediación financiera entre inversores y empresas o personas a través de Internet. Actualmente cuenta con 12 empresas asociadas (Colectual, Grow.ly, October, MyTripleA, Socilen, Circulantis, Finanzarel, Excelend, Zänk, Inversa, Lendmarket e Indexa Capital) distribuidas en 3 verticales de actividad (préstamos a empresas, circulante y préstamos).

Inversión sostenible y sólida en los países nórdicos

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Inversión sostenible y sólida en los países nórdicos
Pixabay CC0 Public Domain. Inversión sostenible y sólida en los países nórdicos

La economía mundial se enfrenta a un conjunto de graves riesgos. DNB Asset Management advierte en un análisis de que el declive del crecimiento respecto a 2019 parece inevitable, mientras que un número cada vez mayor de empresas está rebajando sus previsiones para el año en curso. Al mismo tiempo, las últimas medidas de política monetaria tomadas por los principales bancos centrales, como la Reserva Federal estadounidense y el Banco de Inglaterra, indican que los tipos de interés probablemente se mantendrán en niveles ultrabajos en el futuro inmediato. Este frágil entorno de mercado requiere una mayor cautela por parte de los inversores a corto y medio plazo.

Para la gestora, una región que está bien posicionada para afrontar estos retos son los países nórdicos. Incluso en la fase crítica posterior a la crisis económica y financiera de 2008, Suecia y Noruega fueron capaces de demostrar su fortaleza y desvincularse del crecimiento más débil de la zona euro. “Los países nórdicos se caracterizan por unos bajos niveles de deuda en relación a su PIB y unas finanzas públicas saneadas, a lo que hay que sumar su voluntad declarada de utilizar la política presupuestaria para contrarrestar una posible desaceleración”, señala. También contribuyen un elevado nivel educativo, unas infraestructuras bien desarrolladas, una baja desigualdad de renta, unas instituciones sólidas y una amplia red de protección social.

Además, según DNB Asset Managment, las economías de estos países cuentan con trabajadores cualificados y empresas con un fuerte componente tecnológico, y se encuentran a la vanguardia de la innovación y la eficiencia en todo el mundo. “Todo ello se ve reforzado por la flexibilidad de los países nórdicos para adaptarse rápidamente a un entorno cambiante”. Por último, la región está acrecentando su importancia gracias a su alto grado de diversificación. Al describir sus economías pequeñas, pero muy abiertas, los expertos ya hablan de una “economía mundial en miniatura”.

Estos factores se reflejan en una rentabilidad considerablemente superior frente a la mayoría de regiones. Por ejemplo, las bolsas de Dinamarca, Suecia, Noruega y Finlandia han registrado una revalorización media anual del 13% desde 1970, mientras que los valores de EE.UU. y Europa únicamente han ganado un 10% anual.

DNB Asset Management, filial del grupo cotizado DNB, se define como una de las gestoras de activos más grandes y exitosas de la región escandinava. DNB es el mayor banco de Noruega y el 34% de sus acciones está en manos del estado noruego. Recientemente, DNB Asset Management fue elegida como la mejor gestora en un ranking elaborado por inversores profesionales de todo el mundo a través de la plataforma de calificación de fondos SharingAlpha. El universo de SharingAlpha está formado por más de 12.000 miembros de 75 países, de los cuales al menos 2.000 son expertos acreditados que evalúan fondos y empresas según criterios como los profesionales, los precios y las carteras. En un análisis realizado por la agencia de calificación Morningstar, en 2018 el DNB Technology Fund se situó a la cabeza de 48.000 fondos atendiendo a la rentabilidad a diez años.

Dirección estratégica estable

Con oficinas en Oslo, Bergen y Luxemburgo, DNB Asset Management gestiona más de 61.000 millones de euros en renta fija, renta variable, inmuebles, fondos de inversión libre, estrategias de capital riesgo y fondos temáticos en nombre de clientes institucionales y privados. Sus productos abarcan inversiones en bonos y acciones de los países nórdicos, estrategias sectoriales y temáticas, y estrategias neutrales al mercado.

Como entidad pionera en la inversión con criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno, DNB Asset Management aplica un estricto enfoque ASG a todas las estrategias. Desde la creación del primer fondo sostenible –el DNB Grönt Norden, en 1989-, las tres dimensiones que conforman la inversión ASG (el medioambiente, la responsabilidad social y el gobierno corporativo) han estado integradas en todos los procesos de inversión. “Eso significa que todas las inversiones deben ser acordes con los criterios establecidos por el responsable de la plataforma de sostenibilidad. Si una acción queda excluida, ya no se puede invertir en ella”, destaca la gestora.

Para afrontar los desafíos previstos de la mejor forma posible, hace hincapié en que cada vez será más importante contar con soluciones flexibles para los clientes y una gestión activa. “A la vista del entorno de alta volatilidad y bajos tipos de interés, por un lado, tratamos de seguir nuestro propio camino, pero, por otro, contamos con una dirección estratégica estable que no pierde de vista nuestras metas, incluso cuando se producen reveses”. La brecha entre los activos ponderados por riesgos y la liquidez se ha ampliado hace tiempo y se dispone de reservas de liquidez para aprovechar los puntos de entrada. En esta coyuntura, DNB Asset Management considera que los reveses son oportunidades.

Man Group fortalece su equipo de ventas para Iberia con Tasio del Castaño

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Tasio del Castaño es asociado en el equipo de Ventas de Man Group para Iberia, liderado por Kyril Saxe-Coburg. Foto: LinkedIn. tasio

El equipo de ventas del grupo Man, con sede en Londres, se fortalece. Según ha podido saber Funds Society, Tasio del Castaño se incorpora como Sales Associate, o asociado en el equipo de Ventas de Iberia. De este modo, el equipo que cubre España y Portugal se compone ahora de tres personas: Kyril Saxe-Coburg, Managing Director, Paola Arce, directora de Ventas, y Tasio del Castaño, asociado de Ventas.

Además de la incorporación de Tasio del Castaño, Paola Arce ha vivido una promoción interna y ha sido nombrada directora de Ventas dentro de la compañía. Seguirá desempeñando las mismas funciones, como ventas senior dentro del equipo, y cubriendo el mercado español y portugués junto a Saxe-Coburg.

“Estoy muy ilusionado de contar con grandes profesionales como Paola y Tasio en el equipo y de tener a disposición una gama de productos tan completa y diversificada como la de Man Group, especialmente el contexto actual de mercado”, comenta Kyril Saxe-Coburg en declaraciones a Funds Society.

Arce lleva trabajando en el grupo casi nueve años, primero como Ventas para Iberia y ahora con el puesto de Director. Anteriormente trabajó en DWS Investments, durante cinco años y medio, primero en la gestión de productos y más adelante en venta de fondos para Iberia, durante casi cinco años. Anteriormente trabajó en otras entidades financieras como Bankinter y Banif.

Según su perfil de LinkedIn, es licenciada en Business Admnistration (BBA) por la Universidad Carlos III de Madrid, y tiene el título de Especialista en Renta Fija por el IEB, y la certificación EFA (European FInancial Advisor), también por el IEB.

Por su parte, Tasio del Castaño ha trabajado en Man desde junio de 2017, desempeñando otras funciones antes de incorporarse al equipo de ventas para Iberia: en concreto, trabajó en el equipo de ventas para Italia. Durante su etapa universitaria realizó prácticas en Goldman Sachs y en Brown Advisory. También ha sido colaborador en el departamento de comunicación y relaciones institucionales de CUNEF (colegio Universitario de Estudios Financieros).

Es licenciado en Administración y Dirección de Empresas por CUNEF y cuenta con un BBA (Bachelor of Business Admnistration) en Finanzas y gestión por la James Cook University, según su perfil de LinkedIn.

Manual de crisis: el miedo a perder y a arrepentirse

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Benjamin Davies Bridge over troubled waters Briksdalsbreen Unsplash
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Benjamin Davies. Foto: Benjamin Davies

Los primeros datos de contagio por el coronavirus se dieron a conocer a finales de enero. En el epicentro de la enfermedad, Wuhan, la capital de la provincia de Hubei de China. Rápidamente comenzaron los primeros casos fuera del gigante asiático: antes de que finalizara el mes ya se habían reportado casos en Corea del Sur, Japón, Taiwán, Vietnam, Camboya, Tailandia, Malasia, India, Filipinas y Australia. Del corazón de Asia, se expandió a Europa y Estados Unidos. En la actualidad, la epidemia ya se ha extendido a todos los continentes y los países más afectados han establecido protocolos de contención. 

El riesgo existe. Los mercados mundiales de renta variable iniciaron 2020 en condiciones ideales, con unos tipos de interés bajos y unos indicadores económicos de ciclo corto que habían tocado fondo. Los mercados se habían centrado sobre todo en la election put ―la idea de que la administración Trump no permitirá un desplome de los mercados antes de las elecciones― y en el enfoque de China en la estabilidad económica de cara a 2021. Los múltiplos subieron.

Luego, la mariposa batió sus alas y nos encontramos con el COVID-19, el nuevo coronavirus. El COVID-19 introdujo un riesgo mal gestionado por la política monetaria, la herramienta preferida en todo el mundo para la estabilidad económica. Junto con el virus, un shock de oferta empezó a expandirse desde China.  

El COVID-19 parece muy contagioso, pero es relativamente leve comparado con virus como el ébola y el MERS, pero las pandemias traen sufrimiento y muerte y deben combatirse urgentemente. El control inmediato del COVID-19 es especialmente complejo, dado que muchas de sus víctimas no enferman o no lo hacen con la gravedad que permita identificarlas y aislarlas rápidamente.

Un virus más violento ―con el que la mayoría de contagiados enferman gravemente, como el MERS o incluso el SARS― podría ser más fácil de controlar y, por tanto, parece lógico que un virus con estas características pueda propagarse por todas partes. Al mismo tiempo, parece que el COVID-19 no supone una amenaza mortal para la mayoría de la gente. Lógicamente, se trata de una conjetura, puesto que no soy experto en virología o salud pública. Estamos muy atentos a la evolución de la crisis y modificaremos nuestro planteamiento en función de la situación.

Sin embargo, un virus que es nuevo y se expande a lo largo y ancho provoca pánico y volatilidad en los activos de los precios, al prestar riesgos imprevistos. Tenemos la tarea de gestionar una cartera de renta variable global dadas las circunstancias y, en momentos como este, estoy enormemente agradecido por nuestra plataforma de análisis global y nuestros recursos. Es un lujo contar con un ejército de expertos sectoriales en todo el mundo, por el debate enriquecedor que aportan.

Nuestro primer deber es actuar pronto. Hicimos movimientos para recoger liquidez de los componentes de riesgo de la cartera cuando el virus empezó a salir de China y el sudeste asiático y llegó a Europa. Esto nos permitirá reutilizar dicha liquidez en las mejores oportunidades cuando surjan. Incrementamos nuestros intercambios en mercados financieros y suministros públicos, que creemos que deberían comportarse ante el aumento de la volatilidad, y hemos reducido nuestro nivel de exposición a valores sensibles a los tipos de interés. Aunque es importante actuar con rapidez cuando cunde el pánico, la propia ventana de pánico suele ser breve antes de que los precios reflejan la situación y se mueven hacia extremos. Es obvio que estamos claramente más cerca de los extremos que hace un mes.

Estamos tratando de entender y evaluar el riesgo de que la reacción global al virus pueda provocar un evento de crédito. El desplome de los precios del petróleo y los aviones aparcados tendrán consecuencias en los flujos de caja y los balances. Los eventos de crédito son lo que provoca daños reales a los inversores en renta variable a medio plazo y estamos trabajando con nuestros analistas y gestores de carteras de renta variable y renta fija para evaluar y hacer un seguimiento de estos riesgos.

Es hora de usar nuestra imaginación y pensar en cómo estará el mundo dentro de un año. ¿Estaremos en cuarentena, ya no habrá tráfico aéreo y celebraremos nuestras reuniones a través de videoconferencia? Es una posibilidad extrema e improbable. En resumen, no creemos que el mundo haya entrado en un nuevo paradigma en el que no podamos viajar y reunirnos con otros, aunque el mercado pueda reflejar ese temor. Los viajes y las reuniones disminuirán considerablemente en los próximos seis meses más o menos, al igual que la actividad económica.

Dedicamos nuestro tiempo a encontrar oportunidades en acciones de gran calidad que generan valor, a través de nuestra plataforma de análisis. Hemos pedido a todos los analistas que se enfoquen en las dos o tres ideas que crean que pueden generar más valor económico de medio a largo plazo para nuestros clientes. Cómo ofrecer el mejor vehículo para que nuestros clientes conviertan las crisis en fuertes rentabilidades requiere un equilibrio de riesgo y rentabilidad, además de paciencia para medir nuestras decisiones.

Independientemente de la situación de incertidumbre actual, creemos que lo correcto es invertir en nuestras mejores ideas, asumiendo el hecho de que ello requiere tomar decisiones difíciles. El miedo a sufrir pérdidas es grande y puede llevar a tomar malas decisiones. El miedo a arrepentirse en el futuro es algo que a la gente que cuesta más dominar. ¿De qué se arrepentirá en el futuro? Esto sirve tanto en la vida como en la inversión. Lo que he visto a lo largo del tiempo es que los inversores se arrepienten de no haber comprado activos en tiempos de crisis. A corto plazo, puede suceder cualquier cosa, pero la historia nos dice que, a largo plazo, si nos centramos en activos excelentes para beneficiarnos de los cambios, estaremos dando un mejor servicio a nuestros clientes.

El virus ha trastocado las probabilidades de una aceleración económica moderada en la primera mitad de 2020 que esperábamos. Sin embargo, creemos que, dado el nivel de liquidez global y la probable respuesta política, es muy posible que, más que anularse, la aceleración económica se retrase. Una vez pase el brote del virus, puede haber un repunte importante de la actividad. Queremos ser moderadamente optimistas sobre esta hipótesis. Estamos empleando nuestros recursos y nuestro marco de inversión para tomar las mejores decisiones posibles para nuestros clientes, equilibrando el riesgo y la rentabilidad, el miedo a perder y a arrepentirse.

 

Columna de David Eiswert, gestor de carteras y analista en la división de renta variable estadounidense de T. Rowe Price

 

 

Riesgos

Los riesgos siguientes son especialmente relevantes para la cartera:

  • Riesgo país (China): todas las inversiones en China están expuestas a riesgos similares a los de las inversiones en otros mercados emergentes. Además, los instrumentos adquiridos o mantenidos en relación con una licencia QFII (Inversores Institucionales Extranjeros Cualificados) o del programa Stock Connect podrían estar expuestos a riesgos adicionales.

  • Riesgo país (Rusia y Ucrania): en estos países, los riesgos relacionados con la custodia, las contrapartes y la volatilidad del mercado son mayores que en los países desarrollados.

  • Riesgo de divisas: las variaciones de los tipos de cambio de las divisas podrían reducir las ganancias o incrementar las pérdidas de las inversiones.

  • Riesgo de mercados emergentes: los mercados emergentes están menos consolidados que los mercados desarrollados y, por tanto, conllevan mayores riesgos.

  • Riesgo de pequeña y mediana capitalización: los valores de empresas de pequeña y mediana capitalización pueden ser más volátiles que los valores de empresas más grandes.

  • Riesgo de estilo: los diferentes estilos de inversión suelen gozar o no del favor de los inversores dependiendo de las condiciones de mercado y de la confianza de los inversores.

Riesgos generales de las carteras

  • Riesgo de capital: el valor de la inversión variará y no está garantizado. Se verá afectado por las variaciones del tipo de cambio entre la divisa base de la cartera y la divisa de suscripción, si fueran distintas.

  • Riesgo de renta variable: en general, la renta variable conlleva mayores riesgos que los bonos o los instrumentos del mercado monetario.

  • Riesgo de concentración geográfica: en la medida en que una cartera invierta una parte importante de sus activos en una región geográfica específica, su rentabilidad se verá más afectada por los acontecimientos que incidan en dicha región.

  • Riesgo de cobertura: los intentos de una cartera de eliminar o reducir determinados riesgos mediante cobertura podrían no dar los resultados esperados.

  • Riesgo de carteras de inversión: la inversión en carteras conlleva ciertos riesgos a los que un inversor no haría frente en caso de invertir directamente en los mercados.

  • Riesgo de gestión: en ocasiones, el gestor de inversiones o sus delegados podrían considerar que sus obligaciones con una cartera entran en conflicto con sus obligaciones con otras carteras de inversión que gestionan (aunque, en dichos casos, todas las carteras recibirán un tratamiento equitativo).

  • Riesgo operativo: los fallos operativos podrían provocar interrupciones en la actividad de las carteras o pérdidas financieras.

 

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