Desde que Muhammad Yunus ganó el Premio Nobel de la Paz en 2006, los microcréditos han crecido en popularidad y alboroto. Con el foco en personas de bajos recursos sin historial crediticio y, por lo tanto, excluidos del sistema financiero, los microcréditos han ganado un lugar importante en la lucha contra la pobreza. Sin embargo, sus condiciones son criticadas a menudo.
¿Acaso estamos en posición de decidir qué es lo mejor para los demás? Indudablemente, los avances tecnológicos de los últimos años suponen una oportunidad jamás imaginada para llegar a lugares más remotos y ofrecer mejores condiciones.
En la revista número 17 de Funds Society España, el fundador de Microwd, Alejandro de León, explica que en la compañía ofrecen microcréditos en Latinoamérica con los intereses más bajos de la zona.
“En Microwd dedicamos una gran parte de nuestro tiempo a seleccionar a quienes llamamos mujeres extraordinarias. A diferencia de la mayoría de microfinancieras, preferimos prestar a menos mujeres y confiarles mayores cantidades. Esta selección de mujeres extraordinarias nos ha permitido reducir el riesgo de impago (manejamos un 4,47%), generar 2,45 empleos por microcrédito y fomentar que el 66% de las emprendedoras ahorren”, explica.
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Pavan Trikutam. Foto: Pavan Trikutam
En un webcast organizado recientemente, Alejandro Arévalo, gestor de fondos de deuda emergente en Jupiter Asset Management, y Reza Karim, gestor ayudante, hablaron sobre el posicionamiento defensivo de sus fondos ante la crisis, los tres grandes factores que han motivado las fuertes caídas de los mercados de deuda emergente y algunos de los cambios que el equipo ha efectuado en los fondos desde que comenzó la crisis.
A comienzos de año, antes del desplome de los mercados, las valoraciones de la deuda emergente no estaban necesariamente baratas o caras, sino que se movían en niveles próximos a las medias a largo plazo. Cuando los mercados giraron al alza a finales del año pasado y a comienzos de 2020, Alejandro y su equipo pensaron que la búsqueda de rendimientos por parte de los inversores estaba comprimiendo los diferenciales y que, en muchos casos, los inversores no obtenían una compensación suficiente por el riesgo que estaban asumiendo.
Por lo tanto, durante los dos primeros meses del año el Jupiter Global Emerging Markets Corporate BondFund y el Jupiter Global Emerging Markets Short Duration Bond Fund marcharon por detrás de algunos de sus competidores, ya que el equipo no estaba dispuesto a bajar por la curva de deuda corporativa para conseguir rendimientos o seguir al mercado.
Sin embargo, este posicionamiento más defensivo fue positivo para los fondos, ya que se desató la crisis inducida por el virus y las circunstancias cambiaron radicalmente. Alejandro y su equipo siguieron centrándose en invertir en empresas con los fundamentales más sólidos y apostando firmemente por una diversificación efectiva.
El enfoque defensivo del equipo y su énfasis en la contención de las caídas han contribuido a limitar lo que podrían haber sido unas pérdidas de valor mucho mayores y eso ha colocado a los fondos en una posición ventajosa frente a muchos competidores.
Además, el equipo ha detectado gran cantidad de oportunidades de inversión atractivas a consecuencia de los desajustes entre los fundamentales y las valoraciones, sobre todo en títulos Investment Grade. De hecho, han aprovechado la volatilidad en los mercados para hacerse con estos rendimientos.
Ante el aumento de la incertidumbre, el equipo cree que un enfoque flexible y activo es esencial, ya que les permite responder ante las nuevas informaciones que se van conociendo y aprovechar las oportunidades atractivas que puedan surgir.
Tres grandes factores han afectado a la deuda emergente
1. Salidas de capitales de la deuda emergente:
«Nuestros fondos no han registrado salidas importantes a raíz de la crisis y recientemente han empezado a atraer nuevas inversiones. Sin embargo, las salidas de capitales de la deuda emergente en su conjunto han afectado a los fondos, sobre todo a corto plazo, debido a los movimientos reflejos de los inversores», explicó Alejandro.
Durante las últimas cinco semanas, las salidas de capitales ascendieron a unos 40.000 millones de dólares (alrededor del 8 % del patrimonio registrado) en los fondos en divisa fuerte y divisa local; además, el ritmo de las salidas ha sido superior al que se observó durante la crisis financiera mundial.
El hecho de que los fondos cotizados o ETFs se hayan convertido en actores destacados en esta clase de activos (especialmente en deuda pública y bonos en moneda local) ha suscitado presiones adicionales en estos títulos. Se produjo un desequilibrio importante entre la valoración de los ETFs y los bonos que supuestamente replican y durante el proceso de reajuste los vendedores aceptaban ofertas a cualquier nivel, lo que tiró a la baja los precios.
Por el momento, la situación se ha estabilizado y Alejandro y su equipo están empezando a apreciar un mejor funcionamiento de los mercados.
Alejandro insistió en que, en situaciones como ésta, no importa si tienes en cartera las posiciones «de más calidad»: con independencia de los fundamentales de las posiciones subyacentes, la evolución se verá lastrada por los actores del mercado que necesitan deshacerse de sus inversiones a cualquier precio para reunir liquidez.
Sin embargo, el equipo ha utilizado varias coberturas de cartera para limitar sus efectos, que se comentaron más adelante. Además, las agencias de calificación han mostrado unos elevados niveles de actividad y muchos estados y empresas han visto rebajadas sus notas crediticias.
Alejandro cree que estos actores no quieren recibir críticas por ir por detrás de los acontecimientos, como sucedió en 2009, así que ahora se han situado en el extremo contrario. Alejandro y el equipo seguirán muy atentos a lo que ocurra. A la hora de calcular la calificación media de los fondos, el equipo sigue adoptando un enfoque más conservador y se fija en las notas más bajas si las empresas cuentan con una doble calificación.
2. Impacto del virus en las economías emergentes:
Resulta muy complicado cuantificar o pronosticar a corto plazo cómo afectará el virus a cada economía emergente. Depende de lo proactivos que sean los gobiernos a la hora de limitar los contagios y las medidas que pongan en marcha para sostener la economía. Sin embargo, Alejandro y el equipo ven con tranquilidad que casi todos los gobiernos de los países emergentes están replicando las medidas tomadas en los mercados desarrollados en lo que respecta al distanciamiento social y las restricciones a los viajes. Como siempre, resulta esencial reconocer que los mercados emergentes son muy diferentes unos de otros y el impacto del virus variará considerablemente entre los países y sus economías.
El equipo espera que la peor parte se la lleven países como México, donde el presidente López Obrador sigue sin tomar conciencia de la gravedad del virus y las ayudas públicas al sector privado son inexistentes. Varios países africanos también podrían sufrir mucho debido a lo limitado de sus recursos, los elevados niveles de pobreza y la gran densidad de población.
Además, los bancos centrales de países como Turquía y Sudáfrica tienen munición limitada para inyectar liquidez en sus economías. En cambio, a otros países emergentes probablemente les vaya bastante mejor. Asia, por ejemplo, tiene la ventaja de ser la primera región que sufrió la crisis y la primera que saldrá de ella y, aunque la situación sigue evolucionando, el equipo ha ido elevando lentamente su exposición a esta región.
Sin embargo, lo que es seguro es que se vivirá en un mundo con déficits presupuestarios al alza a medida que los gobiernos vayan tomando medidas en apoyo de sus economías y las debilidades pre-existentes salgan a relucir, algo que ya se aprecia en algunos países emergentes, como Zambia. En un plano más positivo, muchos países emergentes cuentan con mercados locales más profundos que en la crisis anterior y los han utilizado activamente para financiarse y para evitar los desequilibrios entre activos y pasivos.
Cómo ha afectado al posicionamiento el impacto en los diferentes países? Conviene dejar clara la diferencia entre la renta fija pública y la privada. Aunque Alejandro y el equipo han salido completamente de la deuda pública de los países donde creen que los gobiernos cuentan con recursos limitados para luchar contra el virus, en algunos casos siguen teniendo exposición a las empresas de esos países cuando han identificado negocios sólidos que en su opinión pueden capear la crisis o incluso prosperar.
Algunas de estas empresas con fundamentales sólidos están viéndose penalizadas por el hecho de estar presentes en países débiles, así que la prima por tener en cartera algunos de estos títulos se ha vuelto extremadamente atractiva.
3. Petróleo: ¡La disputa entre Arabia Saudí y Rusia no podía haber surgido en peor momento!
Mientras se redactaron estas líneas se ha anunciado una próxima reunión de la OPEP+, pero Alejandro cree que esta vez será todo más difícil; incluso si se alcanza un acuerdo, este no será suficiente, ya que el problema no es solo de oferta, sino también de demanda. Se prevé que la demanda de petróleo se reduzca entre 20 y 30 millones de barriles diarios en un futuro próximo debido al impacto del virus en todo el mundo.
Sin embargo, resulta evidente que Rusia se encuentra actualmente en una posición mucho mejor que en la anterior crisis petrolera de 2014: cuenta con una moneda flexible, un ratio deuda-PIB bajo y un marco fiscal que ayudará a la economía a lidiar mejor con los bajos precios del petróleo.
También está menos expuesta a la fuga de capitales a resultas de las sanciones, tiene mejores importaciones sustitutivas para los productos locales y cuenta con unas considerables reservas. El equipo ha ido reforzando paulatinamente su exposición a Rusia.
Varias economías emergentes, como Bahréin y Omán, probablemente sufran importantes tensiones a consecuencia del descenso del petróleo. El equipo ha tomado la decisión de liquidar toda la exposición a estos países.
Sin embargo, es importante ser conscientes de que no todos los países emergentes dependen del petróleo y que su depreciación es, de hecho, positiva para los países importadores como Egipto, Georgia, India, China, Indonesia y Filipinas.
Al desencadenarse la crisis, los fondos tenían una exposición limitada al sector petrolero, lo que ayudó a atenuar el impacto del desplome del crudo. Esa exposición limitada de los fondos se concentraba en entidades cuasipúblicas o empresas sólidas y más defensivas donde los costes de extracción eran muy bajos.
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Esta comunicación es exclusivamente para inversores profesionales y no para uso de inversores minoristas. Este documento tiene una finalidad exclusivamente informativa y no debe considerarse como asesoramiento de inversión. Los movimientos de los mercados y los tipos de cambio pueden hacer que el valor de una inversión aumente o disminuya, y un inversor podría no recuperar íntegramente el dinero que invirtió. Las opiniones expresadas en este documento pertenecen al gestor del fondo en el momento de su redacción, no coinciden necesariamente con las de Jupiter como empresa y podrían estar sujetas a cambio. Eso algo que sucede sobre todo durante periodos en los que las circunstancias del mercado cambian rápidamente. Se ha hecho todo lo posible para garantizar la exactitud de la información, pero no se ofrece ninguna seguridad o garantía en este sentido. Los ejemplos de posiciones se ofrecen exclusivamente con fines ilustrativos y no constituyen una recomendación de compra o de venta.
Publicado por The Jupiter Global Fund y/o por Jupiter Asset Management International S.A. (la Gestora de Inversiones), domicilio social: 5, Rue Heienhaff, Senningerberg L-1736, Luxemburgo, que es una sociedad autorizada y regulada por la Commission de Surveillance du Secteur Financier. Queda terminantemente prohibido reproducir parte alguna de esto documento sin el permiso previo de la Sociedad o de Jupiter Asset Management International S.A. 2472
La prima de riesgo en España se ha elevado por encima de los 150 puntos básicos, en máximos desde 2016, en un contexto complejo para los mercados ante la crisis del coronavirus y sus consecuencias económicas para el país. Los expertos hablan de recesión, crisis de empleo y mayores déficits, que harán a las agencias revisar la calificación crediticia del país, y que podría llevar a los inversores a replantear su inversión, si bien explican que España crecerá en 2021 y contará con el apoyo del BCE para financiarse de forma atractiva. Así, España afronta una recesión en 2020 pero con niveles de deuda y déficits que podrían no ser problemáticos y que podría venir seguida de una fuerte recuperación en 2021, con una financiación en los mercados favorable (la rentabilidad del bono a 10 años sigue situándose en niveles del 1%).
Con respecto al aumento de la prima de riesgo, Philippe Waechter, jefe de análisis económico de Ostrum AM (gestora de Natixis IM), recuerda que “la situación cambió a partir de febrero, cuando se empezó a percibir que el riesgo en España era tan alto como en Italia. Las cifras de gente infectada en España, como porcentaje de la población, empezaron a ser mucho más altas que en el resto de países europeos y ahora, a pesar de todos los esfuerzos del Gobierno español, el crecimiento del PIB está en riesgo. España es percibida ahora como un país de riesgo y los inversores no quieren correr demasiados”, advierte.
Sin embargo, enScope Ratings creen que la calidad crediticia del país, y su futuro en los mercados, dependerá más de la recuperación que de la crisis: “Los desafíos a la calidad crediticia soberana de España a partir de la crisis del COVIS-19 dependerán más de la recuperación económica que de las cifras de déficit y deuda de 2020, ya que el BCE mantiene muy bajos los costes del servicio de la deuda pública”, explican Alvise Lennkh y Giulia Branz, analistas de la entidad. En la firma explican que España podría caer en una profunda recesión, con un crecimiento que se contraerá alrededor del 8% del PIB este año, seguido de un fuerte rebote en 2021, “suponiendo que haya una recuperación gradual en la actividad económica a partir del segundo semestre de 2020”.
Pero advierten, la economía española es particularmente vulnerable a la pandemia y a las crisis relacionadas con el confinamiento, dada la estructura de la economía: alrededor del 30% de la actividad económica y el 40% del empleo está relacionado con el turismo y actividades recreativas. “Una elevada proporción de empleo en los sectores más afectados por la pandemia y un uso generalizado de los contratos temporales (22% del total de empleados) provocarán un aumento significativo del desempleo, por encima del 18% este año”. En su opinión, la crisis sanitaria ha destapado las debilidades económicas estructurales, como “un rígido mercado laboral caracterizado por el uso extensivo de contratos temporales, o la falta de ajustes fiscales estructurales realizados en años anteriores en los que las condiciones económicas eran favorables”. Sin olvidar la fragilidad política, pues los gobiernos sin mayoría de los últimos tiempos han dificultado las reformas.
También critican la respuesta fiscal: “La respuesta fiscal de España a la crisis es, hasta la fecha, relativamente modesta en comparación con otras grandes economías de la eurozona, como las de Alemania y Francia, equivalente a alrededor del 1,4% del PIB, lo que refleja un espacio fiscal limitado”.
En la firma esperan que el déficit presupuestario aumente a alrededor del 8% del PIB, desde el entorno del 2,5% antes de la crisis, elevando la relación entre la deuda pública y el PIB unos 15 puntos porcentuales este año, hasta el 110% del PIB. Sin embargo, mientras los rendimientos se mantengan bajos, dicen, gracias al BCE, el problema fundamental no es tanto el déficit como la recuperación económica después de la crisis: “Si las medidas fiscales resultaran eficaces para lograr una reactivación más rápida de la recuperación económica, esto también apoyaría la sostenibilidad de la deuda a medio plazo”, explican en Scope Rating.
Un fuerte crecimiento en 2021
Con todo, las entidades vaticinan una fuerte recuperación el próximo año tras la crisis de éste. En AXA IM estiman un crecimiento en España para 2021 superior al 4%, con ciertas condiciones. Así, David Page, Head of Macro Research & Core Investments de AXA IM, pronostica que «la tasa de crecimiento global para 2021 será la más rápida desde 2010 al situarse en un 5,4%», lo que se traduciría en un «4,6% de crecimiento del PIB de España y un 5,2% en la Eurozona», así como un «crecimiento de 4% para EE.UU. y de un 8% para China» para el año que viene, pero cree que «la recuperación está condicionada a tres factores: la no recurrencia del COVID-19 más allá de 2020, la protección del mercado laboral y el impacto completo de las políticas de estímulos presentes y futuras.
“El PIB de la mayoría de los países desarrollados se contraerá entre un 5 y un 10 por ciento este año, una cifra superior a la que se produjo durante la crisis financiera mundial en 2008 y 2009”, vaticina Rob Lind, economista de Capital Group. Pero cree que habrá un repunte en la economía en el tercer trimestre a medida que las economías se abran y en 2021.
Fuerte déficit y deuda sin problemas
Lind reconoce que muchos países podrían tener déficits y deudas superiores a lo que solíamos pensar pero sin afrontar problemas: “Antes de la crisis financiera mundial, algunos economistas señalaban que un nivel de deuda superior al 90% comenzaría a pesar sobre el crecimiento de un país. Ahora está claro que los gobiernos pueden tener déficits y deudas superiores a lo que solíamos pensar anteriormente, en los años 80 y 90, y las ratios de deuda podrían llegar al 100% del PIB y no ser problemáticas», explica.
«Gracias a los bajos tipos de interés de los bancos centrales durante la última década, hemos visto que los niveles de deuda más altos son manejables para los países. Es imposible decir exactamente dónde se encuentra el punto máximo en la relación deuda/PIB para que esta sea manejable, pero al menos no hemos llegado a esa zona en la mayoría de los países”. España podría ser uno de esos países.
El apoyo del BCE
De hecho, los expertos agradecen en apoyo del BCE, que mantiene buenas condiciones de financiación para España: “Las acciones del BCE están apuntalando un acceso favorable al mercado para los países de la eurozona, lo que es crucial para evitar una crisis de liquidez a corto plazo, así como para apoyar la sostenibilidad de la deuda a medio plazo”, explican en Scope Rating. Y eso supone una diferencia enorme frente a 2012: “Entonces, la rentabilidad de la deuda pública española de referencia se elevó por encima del 7%. Los tipos de financiación de España se han mantenido favorables, con una rentabilidad del bono a 10 años de entorno al 1%”, recuerdan.
Novedades en la gestora española de Deutsche Bank, que da servicio a su área de Wealth Management en este país: Holger Doebold asume el puesto de director general, tras la jubilación de su anterior responsable, Jorge Medina.
Tras una carrera en el Grupo Deutsche Bank de más de 20 años, que incluye más de una década como consejero de DWS SGIIC y DB-OSI, y después de desempeñar un papel clave durante esta última etapa de transición en Deutsche Wealth Management SGIIC S.A. como director general, Jorge Medina se jubiló con efectos el 31 de marzo de 2020, explican fuentes cercanas a la entidad a Funds Society.
Holger Doebold, hasta ahora COO de Wealth Management, ha tomado el testigo de Jorge asumiendo el cargo de director general de Deutsche Wealth Management SGIIC S.A.
Holger, que se incorporó a Deutsche Bank en 1993, cuenta con una amplia experiencia en la industria de gestoras de instituciones de inversión colectiva, lo que será de gran utilidad en este nuevo periodo, añaden desde la firma.
Pixabay CC0 Public Domain. Arcano AM alcanza la máxima calificación de inversión responsable según los PRI de Naciones Unidas
Fitch confirma la calificación crediticia a largo plazo BBB de Andbank. La agencia ha revisado la perspectiva de estable a negativa debido al entorno actual generado por la pandemia del coronavirus y destaca que “Andbank dispone de margen para salir de la crisis con sus calificaciones intactas”.
Según Fitch, estas expectativas se basan, principalmente, en su diversificación de fuentes de ingresos, que es mayor que las de sus competidores nacionales, y deberían permitirle resistir mejor las presiones sobre los beneficios, dice. Dentro del conjunto de bancos nacionales, Fitch destaca a Andbank como “la entidad mejor posicionada teniendo en cuenta su bajo ratio de morosidad (2,9%) y su alta provisión de reservas sobre préstamos dudosos (103%)”.
La agencia de calificación considera, además, que la rentabilidad de Andbank ha dado muestras de solidez y se beneficia de un elevado porcentaje de ingresos por comisiones (el 61% del resultado de explotación en 2019).
Andbank cerró 2019 con un volumen de activos bajo gestión de cerca de 24.000 millones de euros, un 9,6% más que el año anterior. El beneficio neto del grupo superó los 28 millones de euros, un incremento del 3,6%.
Además, destaca su dimensión internacional, fruto de una apuesta iniciada en el año 2008 que hace que hoy la entidad cuente con presencia en 11 países.
Pixabay CC0 Public Domain. Mantener la calma y no realizar movimientos en las inversiones: las recomendaciones de los asesores en tiempo de crisis
El 77% de los asesores financieros de EFPA España recomienda mantener la calma en las inversiones de sus clientes ante la crisis del COVID-19 y el estado de alarma, frente a un 14% de los asesores que apuesta por comprar y un 8% que propone la reestructuración de las carteras de inversión, según una encuesta elaborada por EFPA España entre sus asesores certificados, donde han participado 1.541 profesionales, para analizar el sentimiento en este entorno.
En este escenario, el 77% de los asesores apuesta por un porcentaje de liquidez por debajo del 50% para las carteras de los clientes con un perfil de inversión agresivo. Sin embargo, en el caso de los perfiles más moderados, la cifra baja al 53%. Por el contrario, solo el 26% de los profesionales apuesta por un porcentaje de liquidez menor al 50% en los perfiles más conservadores, para los que el 46% de asesores eleva ese porcentaje de liquidez recomendado por encima del 80%.
Por otro lado, más de la mitad de los encuestados (57%) apuesta por activos refugio clásicos, como la deuda de calidad, como los mejores vehículos para proteger las carteras de los clientes ante la volatilidad en el corto plazo. Sin embargo, un 37% asegura que no existe una fórmula para protegerse de forma segura en una situación como la actual. Solo un 5% apuesta por activos físicos como el oro o el ladrillo.
Además, el 46% de los asesores consultados estima que el punto de inflexión en los mercados no llegará hasta el segundo semestre del año. No obstante, un 16% considera que ya se ha producido, por lo que cabe esperar que, a partir de ahora, los diferentes índices inicien un periodo de recuperación progresivo. Solo un 22% contempla que éste se produzca antes del mes de julio.
Por otro lado, la mitad de los asesores financieros está detectando que los clientes con perfiles más conservadores sí está deshaciendo posiciones en sus inversiones. Del mismo modo, un 31% supedita este movimiento a una prolongación de las caídas en las próximas semanas. Sin embargo, un 9% lo generaliza a cualquier tipo de inversor. Solo un 11% señala un proceso de mayores compras por parte de los inversores.
Con respecto a la incidencia de la crisis económica y cuál será el impacto una vez superada la crisis sanitaria del COVID-19, más de la mitad de los asesores financieros de EFPA España (53%) cree que, aunque será abrupto al principio, se producirá una recuperación destacada en el medio plazo (12-18 meses). Asimismo, un 4% que espera que la recuperación se produzca en forma de V. Por el contrario, uno de cada cuatro asesores se muestra mucho más pesimista y cree que la recuperación se producirá en forma de L. Mientras, para el 15% de los asesores, las consecuencias serán más acusadas que las de la crisis subprime de 2008, con un riesgo de caer en un estado de depresión económica.
Así, la principal preocupación de los inversores particulares (38%) es que esta crisis sanitaria derive en una gran recesión. La segunda mayor preocupación (31%) entre los encuestados es, asimismo, la pérdida de rentas (empleo, dividendos). Por otro lado, un 19% alude a la alarma sanitaria y solo un 12% pone por delante la caída de los mercados.
En todo caso, el nivel de preocupación por el futuro de sus inversiones es alto o muy alto, para dos tercios de los consultados por EFPA España, una cifra que se eleva al 91% en lo referente a la preocupación por la situación económica a nivel global.
Por otro lado, algo más de la mitad de los asesores financieros (54%) cree que el efecto del rescate anticipado de los planes de pensiones, permitido para aquellas personas cuya actividad profesional se haya visto afectada por el estado de alarma, será poco relevante. Así, apuntan a que se convertirá en un mecanismo que activarán solo aquellos ahorradores que necesiten solucionar problemas puntuales de liquidez. Del mismo modo, apenas el 7% de los asesores sí cree que se producirán rescates importantes, como corresponde a un periodo de crisis, aunque un 21% fía esta decisión, en el caso de una mayoría de partícipes, al tiempo que se prolongue el estado de alarma.
Pixabay CC0 Public Domain. iKN Spain se adapta a la crisis del coronavirus con un paquete de formación a distancia
Desde el pasado 12 de marzo, iKN ha puesto a disposición de los alumnos las herramientas necesarias para desarrollar el talento profesional. Nuevo Paquete Bancario es uno de estos programas, dirigido a profesionales, que contará con la participación como ponentes de Juan del Busto y Pedro Luis Sánchez, inspectores de Entidades de Crédito en el Banco de España. Esta formación implementa en la práctica el nuevo paquete bancario, CRR 2 y CRD 5 y revisa las iniciativas europeas sobre actos problemáticos (NPL), entre otros objetivos.
“Quédate en casa ¡Aprovecha para formarte!”. Esta es la iniciativa de iKN Spain ante la crisis del coronavirus que ha obligado a despejar de encuentros la agenda financiera en España. Así, la entidad rediseña sus cursos en formato virtual para llevar la formación a los clientes.
Desde el pasado 12 de marzo, iKN ha puesto a disposición de los alumnos las herramientas necesarias para desarrollar el talento profesional: teleformación en directo, interacción y resolución de dudas en tiempo real, los mismos contenidos que en sus clases presenciales, facilidad de acceso y soporte de iKN en todo momento y sesiones de seguimiento y resolución de dudas a los diez días.
Como el Nuevo Paquete Bancario. Un programa, dirigido a profesionales, contará con la participación como ponentes de Juan del Busto y Pedro Luis Sánchez, inspectores de Entidades de Crédito en el Banco de España. Además, esta formación implementa en la práctica el nuevo paquete bancario, CRR 2 y CRD 5; revisa las iniciativas europeas sobre actos problemáticos (NPL); examina los requerimientos por riesgo de crédito y operaciones en Basilea IV; y estudia las modificaciones previstas en CRR 3 y el tratamiento del Green Finance.
Para más información sobre el curso, los interesados podrán acceder a este enlace. Asimismo, la inscripción puede realizarse en la página web de iKN a través de este enlace.
Pixabay CC0 Public Domain. ¿Dónde deja el COVID-19 el impulso para frenar el cambio climático?
Hoy, 22 de abril, se celebra el Día Internacional de la Tierra. Se trata de una efeméride global establecida por Naciones Unidas en 2009 y que tiene como fin concienciar a la humanidad sobre la necesidad de preservar nuestro planeta. En este sentido, la industria de inversión lleva años impulsando la inversión sostenible y bajo criterios ESG, para remar en favor de este objetivo.
Con motivo de esta celebración, que se enmarca este año en el contexto de la pandemia mundial del COVID-19, Andrew Howard, responsable de análisis sostenible de Schroders, se plantea si esta situación marca un momento crucial para la lucha contra el cambio climático. “Los efectos devastadores de la pandemia del COVID-19 han tenido un impacto a corto plazo en las emisiones de carbono, pero no lo suficiente como para modificar el control del progreso climático de Schroders, que permanece inalterado al implicar un aumento de la temperatura a largo plazo de 3,9°C en su última actualización trimestral”, señala.
Howard está en lo cierto. Una de las principales moralejas medioambientales que nos está dejando esta pandemia es que la reducción total de la actividad económica y la limitación de la movilidad ha reducido las emisiones de forma sustancial, rebajando la contaminación de las principales ciudades del mundo. En su opinión, no podemos bajar la guardia y debemos aprovechar este momento para tomar un mayor impulso en la defensa de nuestro entorno.
“Durante la crisis financiera mundial de 2008-09 vimos una reducción del 1,3% de las emisiones y posteriormente una recuperación de un 6% hasta 2010, a medida que las inyecciones de apoyo fiscal en las principales economías impulsaban la actividad económica. No queremos que esto vuelva a suceder y, a medida que los responsables políticos, las empresas y los gobiernos comiencen a planificar la recuperación económica y social tras la pandemia, éste podría ser el punto de inflexión para que el cambio climático acelere la transición a una economía con bajas emisiones de carbono. Las economías de todo el mundo necesitarán apoyo fiscal y algunos responsables políticos, por ejemplo, los dirigentes de la Unión Europea han acordado que el plan de recuperación económica de la región será coherente con su compromiso de transición ecológica. El hecho de que otros sigan el ejemplo, o el grado de rigor que demuestren sus criterios, se hará más claro a medida que los compromisos se conviertan en acciones», defiende Howard.
Para Andrew Parry, responsable de inversión responsable en Newton IM, parte de BNY Mellon IM, la pandemia es una “llamada de atención” para los participantes del mercado, los responsables políticos y cada uno de nosotros sobre la fragilidad de este mundo tan complejo e interconectado. En este sentido considera que la respuesta mundial a la enfermedad está siendo cada vez más coordinada y demuestra que las políticas se pueden modificar profundamente cuando nos enfrentamos a una crisis, también a la climática.
“El coste social del COVID-19 palidece ante la creciente amenaza que supone el cambio climático para la humanidad y, aun así, sigue siendo difícil que se adopten medidas decisivas a nivel mundial. Si bien la respuesta inmediata de las autoridades ha sido, lógicamente, intentar limitar las consecuencias sociales de la crisis actual, esta situación representa una oportunidad para garantizar un futuro más saludable y más resistente para el medioambiente, y no deberíamos dejarla pasar. Hasta ahora, de los miles de millones de dólares movilizados a nivel mundial para estimular la actividad económica, la contribución directa a la transición climática ha sido escasa en comparación con las cantidades destinadas a apoyar a empresas que ya presentaban problemas”, señala Parry.
Por último, las gestoras han querido recordar en este día que la inversión en productos sostenibles, bajo criterios ESG o de impacto puede ser una forma de canalizar, sin perder rentabilidad, capital hacia el cambio. “Actualmente vemos importantes oportunidades para las empresas que se centran en soluciones dentro de la eficiencia de los recursos y la protección del medio ambiente. El principal motivo del atractivo de estas áreas se basa en sus potenciales rendimientos y tiempos de recuperación de estas soluciones. El ahorro de electricidad, el uso de menos recursos o el despliegue de productos más eficientes se traduce directamente en una mejor propuesta de valor para los clientes”, apuntan Thomas Sorensen y Henning Padber, gestores del Nordea 1 – Global Climate and Environment Fund, respecto a las oportunidades de inversión que observan.
Según la experiencia de estos gestores de Nordea AM, han identificado también oportunidades en el ámbito de la gestión de agua, el aire y los servicios ambientales como respuesta a los bruscos cambios de tiempo y a la mala calidad del aire. “Los consumidores están cada vez más preocupados por el medio ambiente y, por lo tanto, exigen productos que sean respetuosos con el medio ambiente, es decir, hechos con ingredientes orgánicos o naturales y producidos sin causar contaminación. También es importante para estos consumidores verdes que las materias primas de los productos finales sean trazables y que éstos se entreguen aplicando soluciones de envasado sostenibles”, concluyen desde Nordea AM.
Pixabay CC0 Public DomainNeil Dwane, ex-estratega global de Allianz Global Investors.. Neil Dwane sale de Allianz Global Investors
Allianz Global Investors ha reorganizado su equipo de análisis macro y económico tras la salida de Neil Dwane, estratega global, que deja la firma tras 19 años y sin que hayan trascendido los motivos. Hasta el momento, Dwane era miembro del grupo de gestión de inversiones de renta variable y gestor de varias carteras globales, entre ellas del fondo Allianz Global Fundamental Strategy.
Según explican desde la gestora, con su salida el organigrama ha cambiado y ahora Stefan Hofrichter será el responsable de análisis macro y económico. De esta forma Hofrichter se hará cargo de la labor de Dwane como responsable de los informes de este equipo, que está compuesto por Hans-Joerg Naumer, responsable de mercados globales de capitales y análisis temático, Mona Mahajan, responsable del equipo de EE.UU. de estrategia de inversión, y Thomas Tilse, responsable de estrategia de carteras y clientes privados.
Además, para los países del sur de Europa, donde Dwane ha sido más activo, Hans-Joerg Naumer retomará las tareas que hasta el momento desempeñaba. En este sentido, Hans-Joerg Naumer asumirá algunas de las tareas de Dwane de comunicación a clientes y estará disponible para los medios de comunicación.
Dwane se unió a Allianz GI en 2001. Coordinaba y dirigía el Comité de Política Global, que formula las ideas internas de la firma, dirige los Foros de Inversiones bianuales de la firma y comunica las perspectivas de inversión de la firma a través de artículos y comparecencias en prensa. Antes de incorporarse a Allianz GI, trabajó en JP Morgan Investment Management como gestor de cartera especializado en RU y Europa; Fleming Investment Management; y en Kleinwort Benson Investment Management como analista y gestor de fondos. Se graduó en Historia Antigua en la Universidad de Durham y es miembro del Institute of Chartered Accountants.
A pesar de las fuertes repercusiones que el COVID-19 está teniendo sobre la economía global, Andrew McCaffery, CIO global del área de Gestión de Activos de Fidelity International, y Paras Anand, CIO para Asia-Pacífico, aprecian las oportunidades en tendencias que ya eran visibles antes de la crisis, como el comercio electrónico, los servicios de entrega a domicilio y la inclusión financiera (sobre todo en regiones como Asia), así como las plataformas tecnológicas.
En Fidelity International también encuentran oportunidades en el sector del consumo, especialmente en China. Además, los valores de gran capitalización podrían destacar en líneas generales frente a los valores de pequeña y mediana capitalización debido a dificultades derivadas de la liquidez, un factor que no ha afectado a los mercados durante algún tiempo por la sensación de que los bancos centrales acudirán al rescate.
¿Cómo se ve la situación actual y en qué están centrándose los equipos de inversión?
Tras el repunte de los últimos días se ha visto cómo algunas de las señales de los mercados financieros entraban en un territorio que denota mayor confianza. Así, según indica Andrew McCaffery, CIO global del área de Gestión de Activos, la volatilidad se ha reducido, se ha producido un descenso general de los diferenciales de deuda corporativa y los costes de financiación han mejorado y se han estabilizado, lo que deja algo de margen para asumir riesgos.
También se observa cierto optimismo en torno a las curvas de la pandemia de COVID-19 en muchos países; Austria, por ejemplo, ha levantado parte de las medidas de confinamiento. Así pues, existe la esperanza de que algunas de las peores consecuencias económicas podrían suavizarse durante las próximas semanas y los mercados están empezando a descontar ese cuadro ligeramente más favorable, de ahí el repunte que han registrado los mercados.
La próxima fase será muy complicada, ya que los mercados tratarán de evaluar adecuadamente cuánto daño ha sufrido la economía hasta ahora, cuánto durarán las medidas de confinamiento y cómo serán sus repercusiones, pero también tratarán de calibrar los efectos derivados de las múltiples conmociones que se han experimentado: en las cadenas de suministro, en los precios del petróleo, en la demanda a causa del COVID-19 y en la liquidez.
Un elemento a tener en cuenta ahora es cómo van a abordar las insolvencias los gobiernos con sus intervenciones y las empresas. Por tanto, la situación es esperanzadora por ahora, pero quedan obstáculos por superar mientras se espera a que se conozcan los datos económicos y sus consecuencias para los beneficios empresariales.
Los equipos de inversión de Fidelity International están centrándose en seleccionar las empresas adecuadas, las que han actuado con rapidez, han apuntalado sus balances y gestionado adecuadamente la situación. También están atentos a las decisiones de los estados y a los resultados de estas en cada país, a tenor de cómo Asia está registrando las primeras señales de recuperación y reactivación de la actividad. También están atentos a los mercados de bonos corporativos y a aquellas empresas que pueden emitir deuda y están bien colocadas para gestionar la próxima fase. En este sentido, están encontrando algunos diferenciales muy atractivos, sobre todo en bonos investment grade y en bonos high yield en Asia y algunas áreas de EE.UU. y Europa.
¿Qué opinión tienen de la evolución de Asia?
La situación sigue siendo heterogénea en Asia. China está empezando a dejar atrás el confinamiento: las empresas están reabriendo y los trabajadores vuelven a las oficinas. Sin embargo, según indica Paras Anand, CIO para Asia-Pacífico, en otras partes de Asia, como Singapur y Hong Kong, los casos han aumentado de nuevo en los últimos días con el regreso de la población, así que están reforzándose algunas medidas.
Un aspecto a destacar es el menor impacto como emergencia sanitaria, lo que podría atribuirse a la experiencia previa de la región con las epidemias como el SARS, que han cambiado la respuesta de la población y las autoridades. En general, en Fidelity International creen que es razonable esperar que desde un punto de vista económico Asia lidere el mundo en la salida de esta pandemia.
¿Se percibe que las empresas están cambiando su forma de actuar en respuesta a las políticas fiscales?
En Fidelity International han detectado unas diferencias muy marcadas en las respuestas de los países. En EE.UU. y Europa se ha asistido a una contundente intervención de los bancos centrales y unos estímulos fiscales vigorosos para sostener la recuperación a corto plazo, sumados a una serie de medidas para impulsar la recuperación a largo plazo.
En Asia, según indica Paras Anand, también se ha visto en parte, pero en un contexto de estímulos fiscales y monetarios mucho más modestos en la región, sobre todo en China. Ello es debido en parte a que durante los dos últimos años la política fiscal y monetaria ya se había dejado sentir en la estrategia económica. Así pues, se podría estar ante un escenario muy diferente al que dejó tras de sí la crisis financiera mundial; entonces, China aplicó enormes estímulos que tiraron del crecimiento de la economía mundial y, esta vez, los papeles tal vez se inviertan y EE.UU. y Europa se pongan al frente.
En las empresas de Asia, la conexión entre la esfera estatal y privada siempre ha sido estrecha, de tal modo que la estrategia empresarial se ha adecuado a las políticas y prioridades generales del estado. Un ejemplo es Tencent y sus juegos y la respuesta ante los problemas con las apuestas que han surgido en China.
En EE.UU., por su parte, el sector privado es muy independiente del estado, así que esta relación tal vez cambie en el futuro y se vea un quid pro quo más formal entre el estado y el sector privado. Todos estos factores se sumarán para dar impulso a la dimensión ESG y la sostenibilidad en el sector empresarial, de modo que las empresas empiecen a pensar en su responsabilidad ante un conjunto más amplio de partes interesadas, no solo los accionistas minoritarios.
¿Creen que va a cambiar la forma en que se aborda la inversión?
Según Andrew McCaffery, se podrían ver importantes implicaciones a medida que los países vayan gestionando a su modo el marco para salir de esta pandemia. La globalización ha experimentado periodos difíciles durante varios años y su capacidad para resucitar de la mano de los elevados niveles de coordinación que necesita podría verse afectada por la necesidad de los países de replantearse sus fronteras. Las inquietudes por las fronteras podrían agravarse de forma general hasta que haya más confianza en torno al virus y los procesos futuros. Será interesante ver cómo evolucionan los niveles de intervención y hasta qué punto Occidente incorpora elementos de la propiedad estatal con condicionantes, por ejemplo, en el área del cambio climático, y si algunas empresas elevan su perfil y los países esperan más de las empresas.
Podría ser un fenómeno mundial, aunque tendrá una dimensión específica en cada país dentro de los diferentes sectores, y las cadenas de suministro podrían someterse a una revisión para reducir las fricciones frente a los niveles que ha provocado el COVID-19.
Una idea interesante son las pruebas de resistencia que se realizaron en el sector financiero en los años posteriores a la crisis financiera mundial para determinar si el sistema bancario podría soportar crisis similares. Así, Paras Anand espera algo parecido en los países para determinar si algunos servicios esenciales pueden soportar tensiones en el sistema y si las cadenas de suministro pueden aguantar y ofrecer protección a escala nacional.
¿Estáis encontrando posibles ganadores con estas tendencias?
A las empresas se les someterá a exámenes para determinar si cuentan con balances adecuados y si son capaces de soportar perturbaciones en la demanda y el fondo de maniobra. Podría darse un proceso de transferencia de activos desde las posiciones débiles a las más fuertes, que es un rasgo normal de un mercado bajista, así como un cambio de liderazgo general en el que los valores de gran capitalización batan a los de pequeña y mediana capitalización debido a dificultades derivadas de la liquidez, un factor que no ha afectado a los mercados durante algún tiempo por la sensación de que los bancos centrales acudirán al rescate.
En la opinión de Paras Anand, también se aprecian oportunidades en tendencias que ya eran visibles antes de la crisis y que ahora están aumentando su protagonismo, como el comercio electrónico, los servicios de entrega a domicilio y la inclusión financiera (sobre todo en regiones como Asia), así como las plataformas tecnológicas.
Por el contrario, en el sector tecnológico estadounidense podríamos ver cómo las plataformas más grandes, como Facebook y Google, se ven sometidas a un mayor control en relación con la privacidad de los datos, los algoritmos, etc. Por último, también se está detectando oportunidades en el sector del consumo, especialmente en China.
¿Están surgiendo otras temáticas desde el punto de vista de los nuevos comportamientos y las repercusiones de los estímulos fiscales y monetarios y la condicionalidad?
El examen de algunas de las plataformas podría intensificarse a medida que la población se pregunte qué beneficio está generándose en realidad. En la opinión de Andrew McCaffery, la intervención de los estados es considerable y afecta a la solvencia y hacia dónde se canalizará el capital para ayudar a las empresas.
A consecuencia de ello, algunos sectores experimentarán una fase de racionalización y será interesante ver hasta dónde llega este proceso dentro de las pequeñas y medianas empresas y el sector privado para mantener la economía a flote y garantizar el apoyo a las cadenas de suministro.
Eso cambiará las dinámicas de los capitales públicos y privados y los procesos entre ellos y el reto será cómo introducir cambios para adaptarlos a un marco de trabajo más ágil, a las consecuencias para el sector inmobiliario y al trabajo desde casa. Otro reto consistirá en cómo va a gestionar el estado el capital cuando ya no se trate simplemente de ponerlo en manos del sector privado, sino de desarrollar un compromiso activo y a largo plazo. Así pues, podría ser útil volver sobre las connotaciones de la gestión de activos por parte de los estados en contextos de preguerra y posguerra.
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