En esta ocasión, Funds Society destaca en portada un análisis sobre las perspectivas de las gestoras internacionales para 2025, con los activos y fondos que favorecen.
Además, destacamos el análisis de finReg360 sobre retos regulatoriosdel sector financiero en 2025, y analizamos lo que supone el 1 de enero para el rescate de participaciones en planes de pensiones (pueden ser una oportunidad o un riesgo). Hablamos también de los deseos de los profesionales de la industria financiera para la llegada del nuevo año, en nuestra sección de estilo.
En portada, asimismo destacamos un análisis de Alternative Ratings sobre los hedge funds, el segmento de alternativos que menos crece, y estudiamos los lazos que las gestoras de activos forjan con la Academia, en una beneficiosa simbiosis inversión-investigación.
Destacamos también entrevistas con Luis Buceta, presidente de CFA Society Spain, John Tidd Kimball, fundador de la gestora Hamco y el equipo de Groupama AM en España.
Además, la lectura de la revista les ayudará a recertificar sus titulaciones EFPA.
2025: un año en el que los matices marcarán las oportunidades de inversión.
La insoportable levedad del ruido: lo que no pasó en 2024 y lo que pasará en 2025
“Creemos firmemente que en este momento hay muchas oportunidades en el espacio value, pero somos cautelosos”. Entrevista con John Tidd Kimball, fundador de la nueva gestora Hamco AM y gurú del deep value.
Hedge funds: ¿el patito feo de la industria de alternativos? Análisis de Sergio Miguez, socio-director general de Alternative Ratings.
Groupama AM: diversificación con enfoque especialista. Entrevista con sus responsables en España y con el gestor de su fondo insignia.
Universidad AM: así forjan las gestoras de activos lazos con la Academia.
CFA Society Spain: elevando el legado de la industria financiera. Entrevista con Luis Buceta, presidente.
Crédito, inteligencia artificial y bonos convertibles: las tres grandes propuestas de las gestoras internacionales para 2025, en el marco de MIND
Los retos normativosdel sector financiero en 2025. Análisis de Úrsula García Giménez, cofundadora y socia de finReg360.
Cuenta atrás para rescatar las participaciones con más de 10 años: ¿oportunidad o riesgo para la industria de planes de pensiones?
Trump y Powell: un matrimonio de conveniencia. Análisis de Fernando de Frutos, CFA, PHD, CIO en Boreal Capital Management.
Estrategias dinámicas en renta fija y en el espacio multiactivo, crédito o renta variable temática: ideas que brillaron en el VI Funds Society Investment Summit
Fundación Janus Henderson: 30 años de impacto positivo en las comunidades locales.
Los ETFs consolidan su presencia en las carteras de las IICs españolas y portuguesas. Análisis de VDOS.
Navidad, época de deseos: las peticiones de los profesionales de la inversión para 2025
Aniquilación: Navidad en el Beaujolais francés con Michel Houellebecq. Por Alicia Jiménez de la Riva.
Entrevista con Tomás de Juan de la Hera, director de Banca Patrimonial de CBNK Banco.
Munich Private Equity Partners (MPEP), firma de inversión en fondos para el lower mid-market de Europa y América del Norte, ha anunciado el cierre final de su quinto programa de fondos de fondos. El vehículo MPEP V se cerró con compromisos de capital por valor de 440 millones de euros, superando significativamente su objetivo inicial de 300 millones de euros. La base de inversores incluye instituciones tanto locales como internacionales, como fondos de pensiones, bancos, gestores de activos, oficinas familiares y fundaciones.
Según explica, con esta quinta generación de su estrategia de fondos de fondos su consolidada oferta. «MPEP continúa con su estrategia probada de proporcionar a los inversores institucionales acceso a los fondos de capital privado más destacados en el segmento de compra del mercado medio-bajo», destacan. En línea con su enfoque de «pure play», desde MPEP matizan que invierten exclusivamente en fondos primarios. “El foco de inversión sigue estando en las regiones consolidadas de Europa y América del Norte. La estructura del fondo, con dos vehículos separados, permite a los inversores estructurar de manera flexible su asignación regional de acuerdo con sus preferencias individuales en el momento de la inversión”, subrayan.
Respecto a MPEP V, el vehículo tiene como objetivo construir una cartera de entre 10 y 13 fondos de compra del mercado medio-bajo por región de inversión (Europa y América del Norte). El gestor de activos ya ha realizado compromisos con 14 fondos, la mayoría de los cuales han iniciado sus actividades de inversión. Todas las inversiones en fondos han estado altamente sobre suscritas.
«En mercados desafiantes, la demanda tiende a gravitar hacia gestores con habilidades excepcionales y un historial probado en la creación de valor dentro de sus carteras. Incluso en el entorno de mercado actual, la mayoría de nuestros socios han logrado cerrar sus fondos en los límites máximos establecidos en tan solo dos a cuatro meses, a menudo en un único primer y último cierre. Nos enorgullece ofrecer a nuestros inversores un acceso focalizado a esta extraordinaria calidad de inversión también con nuestra quinta generación de fondos de fondos», ha comentado David Schäfer, Director General de MPEP.
Los indicadores de rendimiento de los programas de fondos de fondos de MPEP subrayan el acceso a gestores sobresalientes en el mercado medio-bajo: el MOIC bruto promedio en las 116 salidas de las carteras subyacentes de los fondos es de 3.7x (a noviembre de 2024).
El mercado medio-bajo y sus ventajas estructurales
«El mercado medio-bajo tiene varias ventajas estructurales que se hacen especialmente evidentes en tiempos desafiantes. El apoyo operativo y la orientación estratégica de gestores experimentados de capital privado tienen un impacto mucho más fuerte en los rendimientos. Además, existe una gama más amplia de canales de salida, lo que beneficia a los inversores durante períodos de alta volatilidad en los mercados públicos, permitiendo distribuciones más consistentes. También observamos esto en nuestras propias carteras de fondos de fondos,» ha explicado Hans-Christian Moritz, Director General de MPEP.
Desde MPEP explican que, a diferencia de la tendencia general del mercado, el número de salidas de empresas dentro de las carteras subyacentes de las cuatro generaciones anteriores de fondos de fondos de MPEP se ha mantenido relativamente establedurante los últimos dos años, en niveles similares a los años de máximo rendimiento de 2021 y 2022.
«Estas ventajas estructurales han llevado recientemente al mercado medio-bajo a un mayor enfoque por parte de los inversores institucionales, lo que ha generado una mayor demanda. Además, nuestro enfoque ‘Pure Play’ ha demostrado ser altamente atractivo. Solo tenemos un producto en una única clase de activos, lo que asegura el máximo enfoque y alineación de intereses con nuestros inversores,» ha agregado Christopher Bär, Director General de MPEP.
Desde su fundación en 2011, MPEP ha invertido con éxito en más de 100 fondos de compra en Europa y América del Norte, de los cuales el 95% estuvieron altamente sobre suscritos. Los criterios clave para la selección de fondos, según la entidad, incluyen un desempeño por encima del promedio en fondos anteriores, estrategias diferenciadas con un enfoque en la creación de ventajas competitivas sostenibles y una inversión sustancial por parte de los gestores de fondos para garantizar la alineación con los inversores.
La firma global de servicios profesionales Alvarez & Marsal (A&M) ha presentado el informe A&M35 Global Banking Pulse. El informe ofrece un análisis comparativo del rendimiento de los 35 principales bancos de América del Norte y Europa, con el objetivo de identificar tendencias y perspectivas que están moldeando el futuro del sector bancario.
El informe destaca el hecho de que los bancos norteamericanos están superando a sus homólogos europeos en generación de ingresos, con márgenes de interés netos (NIM) del 1,8% frente al 1,2% de los bancos europeos. Además, los ingresos por comisiones netas son 60 puntos básicos más altos en Norteamérica. Como resultado, los bancos norteamericanos logran generar un 50 % más de ingresos por servicios bancarios que sus contrapartes europeas.
El informe revela que los bancos norteamericanos superan significativamente a los europeos en ingresos y productividad empresarial, mientras que los bancos europeos lideran en eficiencia de costes respecto a los ingresos, gracias a mayores esfuerzos de reducción de costes tras la crisis crediticia. En promedio, los bancos europeos tienen una ratio de eficiencia del 55 %, mejor que el 62% de los bancos estadounidenses.
“La rentabilidad general es similar, con los bancos norteamericanos generando un ROE promedio del 11,9%, frente al 11,3% de los bancos europeos. Sin embargo, la brecha en valoración sigue siendo amplia: los bancos norteamericanos cotizan a 1,4 veces su valor en libros, mientras que los bancos europeos lo hacen a 0,9 veces. Esta diferencia se debe a una mayor confianza de los inversores en la sostenibilidad de los ingresos de los bancos norteamericanos, en contraste con las dificultades regulatorias y económicas a las que se enfrentan los bancos europeos”, destaca el informe.
El informe también señala que los bancos europeos mantienen posiciones de capital más sólidas, con una ratio promedio de CET1 del 14,5%, frente al 13% de Norteamérica, lo que refleja requisitos regulatorios más estrictos y una menor capacidad de distribuir beneficios en los bancos europeos. Los niveles de MREL para los bancos norteamericanos, del 30%, son un 6% más bajos que los de sus homólogos europeos.
Los resultados destacan diferencias fundamentales en la estructura y las prioridades de los bancos a ambos lados del Atlántico. Una de esas diferencias es el entorno regulatorio pues los bancos norteamericanos operan bajo modelos más ligeros en términos de capital, con mayor flexibilidad para generar rendimientos, mientras que los bancos europeos enfrentan requisitos de capital más estrictos y mayores costes regulatorios.
Otra diferencia es la estructura de mercado porque los mayores márgenes de crédito y comisiones en Norteamérica contribuyen a mayores ingresos, mientras que los bancos europeos lidian con márgenes comprimidos debido a tasas de interés más bajas y menor capacidad de fijación de precios en comisiones. La última diferencia que destaca el informe son las iniciativas de eficiencia puesto que los bancos europeos han avanzado significativamente en la optimización de operaciones, aprovechando la transformación digital para contrarrestar ineficiencias heredadas y reducir plantillas.
A raíz de estas conclusiones, Fernando de la Mora, Co-Head A&M Financial Services Industry, señal que “los bancos norteamericanos representan el 64% de la capitalización total de mercado, mientras que los europeos solo el 36%, según nuestro informe. Esta significativa disparidad en valoración se explica por diferencias estructurales en el poder de mercado, la escala y los marcos regulatorios. Anticipamos un aumento en la actividad de fusiones y adquisiciones entre los grandes bancos europeos, con el objetivo de ganar escala”.
Tras un periodo de políticas monetarias restrictivas para contener la inflación, los bancos centrales lograron avances significativos en 2024 y consiguieron controlar su crecimiento. Esto abre la puerta a un 2025 marcado por una relajación de las condiciones financieras y un crecimiento sostenido de los salarios reales, factores que podrían reactivar la economía estadounidense y generar nuevas oportunidades de inversión.
La elección de Donald Trump y el respaldo de una mayoría republicana en el Congreso suponen un cambio estructural profundo. Las primeras medidas de su administración apuntan a un enfoque procíclico, que promoverá un mayor gasto de capital e impulsará la economía. Esperamos que este panorama favorezca un incremento continuo de la productividad en Estados Unidos.
Teniendo en cuenta todo esto, vemos condiciones particularmente favorables en el mercado de bonos convertibles (recordando que EE.UU. concentra aproximadamente el 65% del mercado global de esta clase de activos). Las cláusulas que protegen a los inversores en casos de fusiones o adquisiciones, junto con un entorno de emisión atractivo debido a los tipos de interés altos, anticipan un rendimiento sólido y un alto volumen de emisión. Además, en los últimos dos años, el universo de los bonos convertibles se ha renovado significativamente, con más de 200 nuevas emisiones equilibradas.
Por ello, creemos que los bonos convertibles están ahora bien posicionados para capitalizar la subida de los precios de las acciones en diversos sectores a escala mundial.
Hay que tener en cuenta que el 45% del universo de bonos convertibles está compuesto por valores de renta variable subyacentes con una capitalización bursátil inferior a 5.000 millones de dólares. Con estos elementos, se prevé que 2025 sea testigo de un repunte generalizado de los mercados de renta variable, estableciendo una base sólida para que los convertibles superen a las carteras tradicionales 60/40.
Los bonos convertibles destacan como una herramienta híbrida, combinando características de renta fija y renta variable. Esta flexibilidad les permite participar en el potencial alcista de las acciones subyacentes al tiempo que mitigan los riesgos mediante la protección del capital. Con un entorno favorable para la renta variable, impulsado por las medidas fiscales y los cambios estructurales en Estados Unidos, los convertibles ofrecen una manera eficiente de diversificar y mejorar el rendimiento de las carteras globales.
Sin embargo, el camino hacia los objetivos políticos de Trump no estará exento de dificultades. Las reacciones del mercado ante el aumento de los déficits, los cambios en las políticas arancelarias de EE. UU. y las tensiones geopolíticas seguirán siendo fuentes constantes de incertidumbre. Pese a estos riesgos, se espera un entorno de mercado constructivo, aunque caracterizado por una mayor volatilidad y dispersión.
En cualquier caso, desde Mirabaud Asset Management creemos que los mercados de renta variable fuera de EE. UU. También presentan valoraciones más atractivas. Europa, por ejemplo, sigue enfrentando desafíos estructurales y una demografía negativa, lo que indica que la diferencia con la economía de EE. UU. se mantendrá. Además, las iniciativas fiscales en China podrían desencadenar efectos positivos en cadena. Viendo las atractivas perspectivas de crecimiento de varias empresas europeas y chinas, 2025 podría ser un año clave para estas regiones, que han sido pasadas por alto por muchos inversores.
En conclusión, 2025 se perfila como un año decisivo para los bonos convertibles, que se benefician de un entorno global en transformación. Aunque Estados Unidos lidera el mercado global de esta clase de activos, Europa y China también puede ofrecer oportunidades atractivas. Para los inversores que buscan una combinación de crecimiento, diversificación y protección frente a la volatilidad, los convertibles son una buena opción en todas estas geografías, pudiendo equilibrar el peso entre mercados desarrollados y emergentes según las estrategias individuales de inversión.
Elena Villalba, directora general de Mirabaud Asset Management en España
En opinión de Jean-Philippe Donge, responsable de renta fija para BLI-Banque de Luxembourg Investments, hasta hace poco, lidiamos con tasas de interés extremadamente bajas o incluso nulas para la deuda soberana en países desarrollados, e incluso para algunos emisores privados. «En tales condiciones, las carteras de bonos sólo podían sostenerse gracias a los ingresos por intereses (aunque fueran bajos), junto con una constante caída de los rendimientos en un entorno desinflacionario”, explicado Donge.
Según su análisis, en 2021, la inflación volvió a resurgir, especialmente en la Eurozona y en Estados Unidos. Después de fluctuar alrededor del 2%, o incluso del 1%, en la década anterior, el índice de precios al consumidor de EE. UU. subió bruscamente, alcanzando un máximo del 9,1% en junio de 2022, según explican desde BLI.
“La última vez que se alcanzaron estos niveles fue en 1981. El regreso de la inflación posterior al Covid ha puesto fin a la tendencia a la baja de los rendimientos de los bonos que comenzó en 1981 (cuando el rendimiento a 10 años de EE. UU. estaba cerca del 16%). Este reciente repunte podría haber generado esperanzas de un nuevo entorno favorable para las inversiones en bonos, con emisiones que ofrecen cupones altos», afirma Donge.
Sin embargo, reconoce que a medida que las cadenas de suministro se restablecieron y los bancos centrales elevaron las tasas de interés, la inflación finalmente volvió a ceder. «Esto ha detenido la subida de las tasas de interés, al menos por el momento. En la Eurozona, el BCE ha comenzado un nuevo ciclo de recortes de tasas, mientras que Alemania ha anunciado su entrada en recesión”, añade el experto de BLI.
A la luz de estas consideraciones de mercado, es importante tener en cuenta la evolución de los fundamentos, según Donge. A este nivel, es crucial entender que los países anteriormente industrializados (o países occidentales) han visto recientemente un deterioro en sus niveles de deuda debido al gasto fiscal masivo y a políticas monetarias “excepcionalmente acomodaticias”. Mientras tanto, en varios países emergentes, los expertos de BLI han observado una mayor disciplina fiscal y ortodoxia monetaria en muchos casos, en un contexto de una clase media emergente, creciente industrialización e integración regional aumentada.
“El sector privado es un factor crucial para el desarrollo en los países emergentes, contribuyendo a la creación de empleo, la diversificación económica y la innovación. Empresas como FEMSA (México), Tencent (China), Embraer (Brasil) y SABIC (Arabia Saudita) son buenos ejemplos de esta dinámica”, ha destacado Donge en su artículo.
En su informe Business Ready 2024, el Banco Mundial destaca la mejora de las condiciones empresariales en países como México, Vietnam e Indonesia, con reformas que simplifican el acceso a servicios financieros y mejoran la infraestructura pública. “Este estado de cosas se refleja en los mercados financieros. A lo largo de los años, la deuda de los mercados emergentes se ha consolidado como una clase de activo por derecho propio, atrayendo a inversores interesados en diversificar sus carteras y obtener mayores rendimientos. Con el tiempo, y con menor volatilidad, esta clase de activo ha superado históricamente a otras, y su potencial de rendimiento sigue intacto”, ha subrayado Donge.
El rendimiento de los mercados emergentes, según detallan desde BLI, ha sido dinámico y transformador en las últimas décadas. A medida que los países en desarrollo continúan representando una parte cada vez mayor de la economía global, invertir en sus instrumentos de deuda se ha convertido en una estrategia para capturar este crecimiento. “La deuda de mercados emergentes abarca bonos emitidos por gobiernos y corporaciones de estas economías, ofreciendo rendimientos más altos que sus contrapartes de mercados desarrollados. De hecho, el mercado de deuda corporativa denominada en dólares emitida por países emergentes casi se ha duplicado en una década, alcanzando casi 2,5 billones de dólares en 2024. Este crecimiento se debe, en particular, a la creciente demanda de deuda con alto rendimiento. Hoy en día, solo a nivel soberano, el rendimiento promedio de los bonos de países emergentes es de aproximadamente 7,7% en términos de dólares, en comparación con sólo el 4,2% de los bonos del Tesoro de EE. UU”, ha explicado Donge.
El artículo concluye que la deuda de mercados emergentes ofrece oportunidades de altos rendimientos, pero también conlleva riesgos específicos. Estos incluyen la inestabilidad política y económica, la volatilidad de las divisas y los riesgos de liquidez.
“Sin embargo, a pesar de estos desafíos, que a menudo alimentan ciertos conceptos erróneos, los mercados emergentes han mostrado una notable resiliencia frente a recientes choques económicos. Además, los mercados emergentes ahora representan más del 50% del PIB global, y para 2030 se espera que el 60% del gasto global de la clase media provenga de estas regiones. La expansión de esta clase media, junto con el surgimiento de sectores empresariales de rápido crecimiento, resulta de gran interés para los inversores”, ha concluido Donge.
La plataforma europea de inversión Scalable Capital ha anunciado el lanzamiento de su propio ETF básico de renta variable mundial, el “Scalable MSCI AC World Xtrackers UCITS ETF”, desarrollado en colaboración con el gestor de activos DWS Xtrackers, a quien la compañía asesora en la construcción y réplica de la cartera del nuevo ETF. Asimismo, MSCI aporta el índice subyacente All Country World Index.
Según la compañía, el nuevo ETF de Scalable Capital es único en su categoría, y nace con la idea de ofrecer una propuesta de inversión básica para aquellos inversores minoristas que buscan una exposición global amplia y con un coste eficiente, pero quieren maximizar la rentabilidad de su estrategia. Utiliza la indexación inteligente y la réplica híbrida (física y sintética) para lograr una estructura óptima que cubra todos los países y regiones del mundo con la máxima eficiencia, permitiendo obtener un rendimiento estructural superior. Además, para hacerlo aún más atractivo, el Ratio de Gastos Totales (TER) del fondo será del 0% durante el primer año.
De este modo, los inversores particulares tienen a su alcance la posibilidad de participar en el crecimiento a largo plazo de los mercados bursátiles mundiales de una forma sencilla y rentable. A través de su plataforma, la compañía de origen alemán ofrece acceso a todos los ETF minoristas europeos.
Características principales del ETF World:
Indexación inteligente y réplica híbrida. Por primera vez, dos métodos de réplica diferentes se combinan en un único ETF de renta variable. Hasta ahora, los inversores tenían que elegir entre la réplica física o la sintética, pero en función de los valores subyacentes, cada método tiene sus ventajas. La rentabilidad de los índices bursátiles europeos se replica directamente (física) mediante la compra de las acciones respectivas, mientras que para el rendimiento de los índices bursátiles estadounidenses, el ETF World utiliza la réplica indirecta (sintética) para aumentar la eficiencia. En el caso de mercados de valores menos líquidos o menos accesibles, como los mercados emergentes, los ETF sintéticos pueden ofrecer una réplica más económica y precisa.
Esta forma eficiente y rentable de replicar el MSCI AC World Index permite obtener un rendimiento estructural superior al de los ETF físicos tradicionales. En un cálculo simulado basado en varios supuestos, el ETF World habría superado a otros ETF de este índice en un 0,22% anual en los 12 meses anteriores después de costes*.
Cabe destacar que DWS es uno de los proveedores más experimentados del mundo en ETF físicos y sintéticos, con un historial probado de estructuración óptima de garantías, así como de gestión de los riesgos vinculados a la réplica sintética.
Acciones de todas las regiones del mundo. El ETF World replica el índice MSCI All Country World y ofrece acceso a más de 2.600 empresas grandes y medianas de 23 mercados desarrollados y 24 mercados emergentes de todo el mundo en un único producto. El resultado es una diversificación más amplia en comparación con el índice MSCI World normal, que no incluye los mercados emergentes de rápido crecimiento.
Inversión mundial rentable. Durante al menos el primer año tras su lanzamiento, el TER del ETF World será del 0% anual, es decir, no se cobran comisiones iniciales ni comisiones de rentabilidad. Con un TER regular del 0,17% anual, el Scalable MSCI AC World Xtrackers UCITS ETF ofrece una rentabilidad estructural superior después de costes, en comparación con el propio MSCI AC World Index (ACWI), así como en comparación con otros ETF que siguen este índice.
El nuevo ETF puede adquirirse a través del Scalable Broker sin comisiones por órdenes, o mediante planes de inversión recurrentes a partir de solo 1 euro, sin comisiones de ejecución. El ETF World podrá negociarse en la European Investor Exchange (EIX, Bolsa de Hannover), gettex (Bolsa de Múnich) y Xetra (Bolsa Alemana), y podrá adquirirse en cualquier otro banco o agente de bolsa. También estará disponible en otras bolsas europeas en un futuro próximo.
Fidelity International ha ampliado su gama de ETFs con dos nuevos vehículos “Quality Value”: el Fidelity US Quality Value UCITS ETF y el Fidelity Global Quality Value UCITS ETF. Según explica la gestora, estos dos fondos serán los primeros integrantes de la nueva gama de ETFs Quality Value de la compañía.
Desde la firma explica que tras el éxito cosechado por la gama de ETFs Quality Income, esta nueva gama ofrece un enfoque diferenciado frente a las estrategias value factoriales abordando algunos de los principales retos de este estilo de inversión. Según indican, tratan de mejorar la definición de value para tener en cuenta algunos activos intangibles como la I+D, y así evitar trampas de valoración centrándose en acciones de calidad, controlando al mismo tiempo las exposiciones a sectores y países frente al conjunto del mercado.
Estos primeros dos ETFs de la nueva gama replicarán la familia de índices Fidelity Quality Value, diseñada aplicando los análisis cuantitativos y la dilatada experiencia de la compañía en inversión factorial, para reproducir el comportamiento de valores de empresas de mediana y gran capitalización que presentan una valoración atractiva, características ESG y atributos concretos relativos a la calidad de la inversión. La nueva gama Quality Value complementa los fondos cotizados Quality Income de la compañía y sus gamas de renta fija y renta variable con gestión activa, que están creciendo con fuerza. Según adelanta la gestora, a comienzos del próximo año se lanzarán fondos con otros enfoques regionales dentro de esta nueva gama Quality Value.
La gestora destaca que el objetivo de los fondos, clasificados al amparo del Artículo 8 del SFDR, es ofrecer a los inversores una rentabilidad total formada por revalorización del capital y rentas que refleje la rentabilidad del respectivo índice geográfico antes de comisiones y gastos. Ambos fondos empezaron a cotizar en el Xetra el 5 de diciembre, en la Bolsa de Londres el 6 de diciembre y más adelante lo harán en SIX y en Borsa Italiana.
Con motivo del lanzamiento, Alastair Baillie Strong, responsable de ETFs de Fidelity International, ha señalado: “La base de nuestros ETFs es su capacidad para aprovechar nuestros recursos de análisis y cuantitativos para ofrecer exposiciones diferenciadas mediante ETFs con gestión activa o indexación mejorada. Queremos brindar nuestros conocimientos especializados a nuestros clientes, que están tratando de hacer frente a los numerosos riesgos específicos que plantean los volátiles contextos macroeconómicos y geopolíticos que se dan en el mundo en la actualidad. Los nuevos ETFs Quality Value pueden ayudar a nuestros clientes a diseñar una exposición diversificada con valores de calidad y, al mismo tiempo, invertir en empresas con una valoración atractiva”.
El fondo de mercado ha perdido algo de lustre en los últimos 10 días y parece prestarle ahora menos atención a los cambios políticos, regulatorios y fiscales que puede traer a los inversores la segunda presidencia de Donald Trump.
Lo cierto es que, desde su victoria el 5 de noviembre y tras el ímpetu inicial, el mercado de acciones en su conjunto mostraba un comportamiento bastante tibio antes de la última cita del año con la Fed.
Más allá de casos concretos que no necesariamente justifican los fundamentales y que están más soportados en aspectos cualitativos y relacionados con el sentimiento (como el de bitcoin o el de Tesla), y del buen desempeño de empresas como Broadcom, Salesforce, Marvel o Alphabet (que vuelve a dar impulso al precio de las acciones relacionadas con la temática de IA), el índice S&P 500 equiponderado, que mitiga los sesgos por capitalización bursátil, tan solo ha subido un 2%, cuando su mediana de rentabilidad mensual los últimos 5 años está en un 2,1%.
Sorprende que, a pesar de enarbolar la bandera de “América Primero” y de su intención de desplegar una política económica netamente expansiva, sectores como el de energía o materiales continúen posicionados en el vagón de cola.
El aspecto que probablemente pesaba más sobre el sentimiento inversor (y que comentamos la semana pasada), en un contexto de efervescencia en el sentimiento y sobrecompra técnica, es el de la incertidumbre respecto al mensaje que Jerome Powell iba a compartir con los inversores en su conferencia de prensa del miércoles por la tarde.
Dicho y hecho. Powell cumplió con lo que el mercado esperaba y bajó un 0,25%, pero dejando un sabor amargo al apuntar a un ritmo mucho más pausado en lo que a relajación en política monetaria se refiere. La actualización del “mapa de puntos”, que incrementa en 0,5% la mediana de 2025 y también la de 2026, con la de 2027 aumentando en “solo” un 0,25%, fue una losa demasiado pesada para el mercado. Una posible explicación es que la decisión final adoptada en la reunión del banco central estadounidense ha perdido relevancia a lo largo de la era Powell: el presidente de la Fed, con sus guías cualitativas y cuantitativas (los “puntos”) se permite afectar de forma efectiva y más rápida las condiciones monetarias.
Como saben, al presidente de la Fed no le gusta sorprender con sus decisiones. Que la responsable de la Fed de Cleveland (Beth Hammack), al igual que hicieron otros tres miembros sin voto, considerasen innecesaria la medida adoptada, alimentó el ímpetu vendedor.
El reciente repunte en inflación del que hablábamos hace un par de semanas, la resiliencia de un crecimiento por encima de potencial, la falta de claridad respecto a la dirección que pueda tomar la actividad en el mercado laboral y la incertidumbre asociada a la agenda de Donald Trump son probablemente los pilares de este cambio en su discurso.
La tasa terminal también fue mínimamente incrementada (desde el 3% hasta el 3,1%) y es reflejo de la incertidumbre, comentada por algunos de sus miembros, que el banco central estadounidense alberga respecto a la realidad del tipo neutral (R*).
Estas dudas tienen sentido. Tras una de las campañas más rápidas y agresivas de tensionamiento monetario, la bolsa está en máximos históricos y el PIB se mantiene por encima del potencial de largo plazo. El ejercicio de disminución del endeudamiento en el que se embarcaron las familias tras la crisis de 2008 y el sustancial efecto riqueza acumulado desde entonces, las mejoras en productividad o la inercia en desglobalización apuntan a una R* en Estados Unidos que estaría más cerca de ese tipo terminal y que se alejaría bastante del sugerido por los modelos teóricos. Como podemos ver abajo, si en el cálculo de Taylor usamos un 2% como R*, en vez de el 0,77% del modelo de la Fed de Nueva York (Holston, Laubach & Williams), los fed funds están donde deberían.
A pesar de todo ello, las sesiones de un -3% no son habituales y el punto de partida (sentimiento efervescente, sobrecompra y valoración) tiene mucho que ver con lo sucedido el miércoles. En realidad, y como explica Bloomberg, si consideramos que el resumen de proyecciones económicas (SEP) subió la previsión de inflación (y bajó la de tasa de desempleo) para 2024, Powell no debería haber recortado esos 25 puntos básicos. Y en base a la considerable revisión al alza para la inflación PCE a diciembre de 2025, la guía de tipos debería haber sido más onerosa al no justificarse matemáticamente una bajada de un 0,5% en ese periodo.
Si, efectivamente, el mensaje del miércoles no fue tan “halcón” como reflejan las caídas en el precio de los bonos (y de las acciones), y con la Fed cambiando -otra vez- su foco de preocupación desde el crecimiento a la inflación, la deuda pública ofrece una oportunidad interesante por encima de un 4,5%.
La renta variable, por su parte, ha depurado parte de los excesos técnicos y de participación que mostraba hace unos días. El porcentaje de acciones que cotizan por encima de su media móvil de 50 sesiones ha caído significativamente, aunque aún no alcanza niveles de sobreventa extrema. El S&P 500 refleja de forma más precisa los riesgos derivados de la baja participación del mercado (diferencia entre acciones al alza y a la baja en el NYSE). Este contexto sugiere que podría haber más margen para movimientos bajistas. El primer soporte relevante se encuentra en los 5.868 puntos, correspondiente a los mínimos de agosto. Sin embargo, entre este nivel y los 5.787 puntos, donde se ubica la media móvil de 100 sesiones (actualmente en 5.747), existe un rango de precios con un hueco potencial que podría actuar como área de soporte adicional.
Además, con las 7 Magníficas (un 35% del S&P) todavía cerca de la sobrecompra, y las dificultades -incluso antes de ser presidente- que han encontrado Trump y Musk para pasar su paquete de gasto y evitar el cierre de operaciones del Gobierno, sugieren que el mercado puede ir a buscar la estabilidad un poco más abajo.
Grow VP, la gestora de capital riesgo especializada en transferencia de tecnología, anuncia el primer cierre del fondo FITA con un capital comprometido de más de 50 millones, muy cercano al tamaño objetivo del fondo.
El fondo FITA, impulsado por el Gobierno de Catalunya y el Fondo Europeo de Inversiones (FEI), invertirá en iniciativas de empresas emergentes surgidas de la transferencia de tecnología de universidades y centros de I+D.
El fondo contribuirá a avanzar de manera significativa en el impulso de la investigación y el emprendimiento científico como motor del tejido económico. Con este propósito, la gestora proporciona financiación y soporte a empresas deep tech con foco en sostenibilidad, tecnologías industriales y tecnologías médicas.
La gestora, que anunciaba hace unos días que su primer fondo Grow Seed Fund I había culminado su periodo de inversión, es uno de los actores más dinámicos entre los fondos del deep tech en España.
“Hay una gran oportunidad de invertir en las empresas surgidas de universidades y centros de investigación. Las tecnologías que en dichos centros están desarrollando, al ser genuinas, nacen con la ambición de convertirse en estándares globales”, comenta Francisco Badia, socio fundador de GVP.
“Hay que revertir la marcha del talento hacia otros mercados y crear ecosistemas que atraigan talento y financiación de todo el mundo aquí”- y añade Badia- “la decidida apuesta del sector público y privado al invertir en estos nuevos hubs tecnológicos ya sitúan a España en el líder entre los países del sur de Europa».
Este fondo invertirá en 30 spin off en los próximos años con una gran capacidad de follow on que permitirá apoyar proyectos desde pre-seed a Series B pudiendo llegar a invertir hasta 5 millones en un solo proyecto. El fondo seguirá la misma estrategia de inversión Grow Seed Fund I donde de las 17 empresas invertidas, el 70% de las operaciones se han hecho en co-inversión y el 75% GVP ha sido el inversor líder.
Este instrumento de capital riesgo tiene un tamaño objetivo de 55 millones de euros: 30 millones de euros aportados por la Generalitat de Catalunya a través del departamento de Economía y Finanzas y el departamento de Investigación y Universidades, a partes iguales, 15 millones de euros del FEI a través del mecanismo InvestEU y los 10 millones de euros restantes por parte de inversores privados.
Por su parte, la gestora Grow Venture Partners, integrada por empresarios con larga trayectoria y excelente track record, tiene como propósito el formar a mejores emprendedores que enriquezcan el tejido empresarial. Esto nace de su mentalidad de servicio, en donde además de financiación, los emprendedores reciben formación y acompañamiento de la mano de perfiles con larga experiencia empresarial.
El BCE ha vuelto a rebajar los tipos de interés dejándolos en el 3%. La pregunta que se hacen los inversores es dónde invertir en un contexto de bajadas de tipos como el actual. Una pregunta a la que intentan responder Julian Abdey, Justin Toner, gestores de renta variable y Damien J. McCann, gestor de renta fija, Capital Group.
La caída de los tipos de interés plantea tanto retos como oportunidades, según los gestores. “Los inversores también se hicieron este tipo de preguntas cuando la Reserva Federal subió los tipos de interés. Aunque se registraron episodios de volatilidad, la solidez del consumo y ciertas megatendencias como la inteligencia artificial (IA) llevaron a los mercados de renta variable a nuevos máximos. A 30 de septiembre, el índice S&P 500 había subido un 36,35% en términos interanuales. Por su parte, la renta fija ha reafirmado su función como clase de activos de diversificación y generación de rentas. Durante el mismo periodo, el índice Bloomberg US Aggregate Bond subió un 11,57%”, han añadido los expertos de Capital Group.
El posible repunte de las pymes
Las compañías, según Capital Group, con una capitalización de mercado inferior a 20.000 millones de dólares, conocidas como empresas de pequeña y mediana capitalización, o pymes, podrían verse favorecidas por la reducción de los costes de financiación, sobre todo si se mantiene la buena situación de la economía.
“La reducción de los tipos de interés tiende a beneficiar a ciertas pymes, como las del sector biotecnológico, y creo que ello podría dar lugar a una ampliación del liderazgo de mercado más allá del grupo dominante de compañías tecnológicas”, afirma Julian Abdey, gestor de renta variable. “La valoración actual de las pymes resulta atractiva, aunque los inversores tienen que ser selectivos”.
También, según el análisis de Capital Group, hay ciertas compañías en el segmento de la pequeña y mediana capitalización que están participando en el impulso de la inteligencia artificial, especialmente en el sector industrial, gracias a las enormes necesidades energéticas que exigen los centros de datos de IA. Un ejemplo de ello es Hammond Power Solutions, que fabrica transformadores de tipo seco de varios tamaños para centros de datos.
Modine Manufacturing también se ha beneficiado de la construcción de centros de datos. La compañía fabrica sistemas de refrigeración, ventiladores de pared, unidades de distribución de refrigerante y otros sistemas diseñados para evitar el sobrecalentamiento. Abdey añade: “La compañía ha recibido una fuerte demanda por parte de los hiperescaladores, ya que se considera que sus productos consumen menos agua y energía”.
Abdey muestra también interés por otras cuestiones como la reindustrialización de Estados Unidos y la relocalización de las cadenas de suministro en el país. “Por ejemplo, Enerpac es una compañía líder en herramientas hidráulicas de alta presión, esenciales para la construcción y la fabricación. Cuenta con un excelente director general que trabaja para mejorar la rentabilidad para los accionistas y realizar fusiones y adquisiciones a pequeña escala”.
La reducción de los tipos de interés puede también animar a más compañías a salir a bolsa, ya que disminuye la competencia por el efectivo de los inversores, concluyen los expertos de Capital Group.
La caída de los tipos de interés podría favorecer a las compañías que reparten dividendos
Tal y como señala el gestor Justin Toner, los inversores que estén buscando una cartera más defensiva podrían plantearse la inversión en compañías que reparten dividendos.
“Últimamente los inversores han prestado menos atención a los dividendos porque la renta variable ha subido mucho, pero históricamente, los dividendos han contribuido en gran medida a la rentabilidad de los mercados de renta variable”, añade Justin.
“Las compañías con una trayectoria prolongada de reparto de dividendos se caracterizan por tener unos sólidos flujos de caja y por priorizar la asignación de capital. Gilead Sciences, una compañía del sector sanitario conocida por sus tratamientos contra el VIH, ha mostrado un fuerte compromiso con el crecimiento de sus dividendos. La empresa se ha expandido al segmento de los tratamientos contra el cáncer”, han añadido los gestores de Capital Group.
Según Toner, ciertas compañías de materias primas tienden también a centrarse en la asignación de capital frente a la actividad de fusiones y adquisiciones, incluso cuando se dispara el precio de sus productos. Por ejemplo, Lundin Mining se considera una compañía conservadora que no contrae mucha deuda para expandir sus minas de cobre, en comparación con otras empresas del sector.
Tal y como señala la gestora Cheryl Frank, aunque los tipos hipotecarios han caído desde los niveles máximos hasta situarse en torno al 6%, no parece probable que Estados Unidos vaya a volver al nivel que se registró durante la pandemia, inferior al 3%. “No creo que vaya a producirse otro gran ciclo inmobiliario a corto plazo, porque las hipotecas de la mayoría de los estadounidenses están muy por debajo del tipo actual”, explica la gestora.
En este contexto, los propietarios muestran más interés en renovar o mejorar su vivienda que en mudarse. La subida de los tipos hipotecarios ralentizó la actividad del mercado inmobiliario tras la pandemia, y muchas de las compañías que conforman la cadena de suministro del sector han visto reducido su nivel de ventas. “A medida que el mercado vaya creciendo de nuevo, algunas de estas compañías podrían registrar mejores resultados”, afirma Frank.
Factores económicos que favorecen a la deuda corporativa y de alto rendimiento
Desde Capital Group explican que la deuda emitida por compañías de todo el espectro de calificación ofrece un sólido potencial de generación de rentas. Además, es probable que las tasas de impago se mantengan en niveles reducidos y los precios de los bonos podrían aumentar con los recortes de tipos de interés.
Tal y como señala Damien McCann, gestor de renta fija, las cifras de beneficios empresariales son favorables y los niveles de deuda razonables. “Muchas compañías, y especialmente las que emiten deuda con calificación de alto rendimiento, se aseguraron unos costes de financiación reducidos durante la pandemia, cuando los tipos estaban próximos a cero. Después han gestionado sus operaciones como si la economía pudiera ralentizarse a medida que la Reserva Federal iba subiendo los tipos de interés, y varias de ellas alcanzaron el año pasado la categoría de grado de inversión. Todo ello ha favorecido que las expectativas de impago sigan siendo reducidas tanto para la deuda de alto rendimiento como para la de grado de inversión”, ha explicado el gestor.
“Los fundamentales de crédito se mantienen estables, y las valoraciones están en el nivel en el que yo esperaría que estuvieran en un contexto de crecimiento positivo”, afirma McCann. Aunque, según el análisis de Capital Group, los precios de los bonos reflejan en gran medida dicho optimismo, los inversores aún pueden verse favorecidos por el rendimiento adicional que ofrece la deuda corporativa de grado de inversión y de alto rendimiento frente a los títulos del Tesoro estadounidense.
“El rendimiento inicial ha sido un buen indicador de las expectativas de rentabilidad a largo plazo. El índice Bloomberg Global Aggregate, un índice de referencia muy utilizado en los mercados de deuda de grado de inversión (con calificación BBB/Baa y superior), registró una rentabilidad del 4,5% el 10 de octubre de 2024, Por su parte, la rentabilidad del índice Bloomberg US Corporate High Yield, que representa a la deuda de alto rendimiento, era del 7,25%”, añaden los analistas.
Larga vida a la cartera 60/40
“Ya estamos en el momento de calma que precede a la tormenta o tengamos por delante un cielo despejado, el ciclo de recortes de tipos de la Reserva Federal ofrece a los inversores la oportunidad de ajustar sus carteras de inversión a sus objetivos a largo plazo. La cartera clásica, compuesta en un 60% por renta variable y en un 40% por títulos de renta fija, se ha recuperado tras haber vivido un complicado 2022, cuando ambas clases de activos cayeron en un contexto de subidas de tipos de interés para combatir la inflación. Aunque una proporción de 65/35 podría resultar más equilibrada, cualquiera que sea la composición que decidan los inversores tendrá como objetivo generar una sólida rentabilidad minimizando al mismo tiempo los riesgos”, han subrayado los analistas.
Según afirma John Queen, gestor de renta fija, ahora que la inflación se acerca al objetivo del 2% fijado por la Reserva Federal, la entidad tiene más flexibilidad para bajar los tipos hasta encontrar el tipo neutral que ni restrinja ni estimule el crecimiento económico.
“La renta fija ofrece hoy un mayor potencial de generación de rentas, por lo que, en opinión de Queen, los inversores podrán asumir menos riesgo sin dejar de cumplir sus expectativas de rentabilidad. Además, en un escenario de desaceleración excesiva del crecimiento, sería razonable recurrir a un fondo de renta fija de gran calidad que ofreciera ventajas de diversificación, ya que la Reserva Federal no tardaría en acometer unos recortes de tipos más agresivos de los que espera el mercado”, han destacado los analistas.
Los fondos del mercado monetario pueden perder parte de su atractivo
A fecha de 10 de octubre, los activos totales de los fondos del mercado monetario, según Investment Company Institute, ascendían a 6,47 billones de dólares. “Pero ahora que la Reserva Federal comienza a recortar los tipos de interés, es posible que los inversores deseen valorar otras opciones, ya que se prevé que la rentabilidad de dichos fondos caiga por debajo del 3% en 2025, un nivel que suele llevar a los inversores a optar por otras clases de activos para lograr un mayor potencial de rentabilidad”, según los expertos de Capital Group.
No obstante, Queen no quiere que los inversores pasen por alto los riesgos. Una estrategia de inversión equilibrada va más allá de decidir qué porcentaje asignar a renta variable y a renta fija. El potencial de riesgo-rentabilidad de ambas clases de activos va cambiando, por lo que es importante conocer qué compañías o títulos concretos tenemos en nuestra cartera de inversión.
“Prefiero optar por un enfoque de inversión flexible y a largo plazo, lo que me lleva a prestar atención al nivel de valoraciones y a ir ajustando mis inversiones a lo largo del tiempo en función de dónde nuestros gestores y analistas identifican oportunidades de valor. No todas las ideas se convierten en grandes inversiones, pero The Capital SystemTM permite que una idea de inversión brille por sí sola”, afirma Queen.