Pixabay CC0 Public Domain. BlackRock lanza dos ETFs UCITS de iShare de renta variable en consonancia con los objetivos del Acuerdo de París
BlackRock amplía su gama de fondos sostenibles con el lanzamientos de dos ETFs UCITS de iShares en consonancia con los objetivos del Acuerdo de París, que tiene como objetivo limitar el calentamiento mundial a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales.
En concreto, la gestora lanza las estrategias iShares S&P 500 Paris Aligned UCITS ETF (UPAB) e iShares MSCI World Paris Aligned UCITS ETF (WPAB), que están concebidas para mitigar la exposición a los riesgos climáticos físicos y de transición, aprovechar las oportunidades derivadas de la transición a una economía con menos emisiones de carbono y descartar la exposición a las empresas involucradas en actividades como el petróleo y el gas, el carbón térmico, las armas controvertidas, la generación de electricidad con elevadas emisiones de carbono y los infractores de las normas sociales.
Ambos ETFs están clasificados en el marco del Artículo 9 según el Reglamento sobre la divulgación de información relativa a la sostenibilidad en el sector de los servicios financieros (SFDR, por sus siglas en inglés) de la Unión Europea, en línea con el objetivo de BlackRock de que el 70% de sus lanzamientos y reposicionamientos de fondos en Europa este año cumplan los requisitos del Artículo 8 o 9.
Según explican desde BlackRock, este doble lanzamiento es resultado de la fuerte demanda de estrategias de inversión sostenibles y del dinamismo a escala mundial de la actual transición hacia una economía con cero emisiones netas. “A medida que la transición hacia un modelo con bajas emisiones de carbono sigue transformando las expectativas de rentabilidad del mercado, creemos que la mejor manera de prestar servicio a los clientes es estar a la vanguardia de esa transición. Ello requerirá que los inversores adopten nuevas estrategias, y los ETFs están desempeñando un papel central como bloques de base para las personas que buscan asequibilidad, transparencia y conveniencia. Nuestro objetivo sigue siendo ofrecer el conjunto más amplio y exhaustivo de herramientas de inversión sostenible que ayuden a los inversores a tomar decisiones fundamentadas”, ha destacado Manuela Sperandeo, responsable de Indexación Sostenible de BlackRock en EMEA.
Estos lanzamientos se producen cuando la gama de UCITS sostenibles de iShares supera los 50.000 millones de dólares en activos, con entradas por valor de 10.000 millones de dólares en el primer trimestre de 2021, que casi triplican el ritmo de captación de activos del mismo trimestre de 2020. La gestora destaca que 17 fondos de los 50 ETFs UCITS sostenibles disponibles cuentan ahora con más de 1.000 millones de dólares en activos, frente a tan solo tres fondos hace un año. A nivel global, BlackRock gestiona más de 200.000 millones de dólares en estrategias sostenibles a largo plazo, y los activos globales sostenibles en las clases de activos de gestión activa, indexados y alternativos se han duplicado desde los 100.000 millones de dólares captados a cierre de marzo de 2020.
Índices armonizados
El iShares S&P 500 Paris Aligned UCITS ETF replica el índice S&P 500 Paris Aligned Climate Sustainability Screened, mientras que el iShares MSCI World Paris Aligned UCITS ETF replica el índice MSCI World Climate Paris Aligned Benchmark Select.
Sobre estos índices, la gestora aclara que han sido concebidos para situarse en sintonía con la hipótesis de aumento de temperatura de 1,5°C y cumplir los estándares mínimos de la etiqueta de armonización de la UE de los índices de referencia con el Acuerdo de París, al tiempo que se mantienen lo más cerca posible del índice matriz, ofreciendo exposiciones amplias y diversas. “Esto requiere una reducción inmediata de la intensidad de carbono de al menos el 50% con respecto al universo matriz al inicio, seguida de una reducción interanual mínima del 7% en materia de descarbonización”, matizan desde la gestora.
“Estamos muy satisfechos de que BlackRock haya concedido la licencia del índice S&P 500 Paris-Aligned Climate Sustainability Screened para lanzar un nuevo fondo cotizado para el mercado europeo. El diseño del índice está armonizado con los principios del histórico Acuerdo de París e incorpora factores para gestionar los riesgos de transición y aprovechar las oportunidades que plantea el cambio climático. A medida que aumenta el interés de los inversores mundiales por productos más sostenibles, también se necesitan índices de referencia independientes, fiables y transparentes para valorar el desempeño ESG de las empresas conforme avanzamos hacia una economía baja en carbono”, ha señalado Reid Steadman, responsable global de ESG en S&P Dow Jones Indices.
Sobre estos índices, Remy Briand, responsable de ESG en MSCI, ha explicado: “Los índices MSCI Paris Aligned Benchmark Select pretenden respaldar las necesidades de los inversores con estrategias de inversión que tienen como objetivo mitigar la transición climática y los riesgos físicos a través de la descarbonización de la economía, siendo al mismo tiempo compatibles con el Acuerdo de París. Recientemente, MSCI hizo un llamamiento a las gestoras de activos para que aumentasen la disponibilidad de opciones de inversión alineadas con una trayectoria hacia las cero emisiones netas de carbono como medio para acelerar el flujo de capital orientado a la revolución de unas emisiones netas nulas. Creemos que ello contribuirá a abordar el mayor desafío al que se ha enfrentado la humanidad y dará pie a una nueva era de crecimiento sostenible”.
Pixabay CC0 Public Domain. Estas tres leyes impulsan la innovación y las oportunidades de inversión
Es probable que hayas oído hablar de la ley de Moore, según la cual los semiconductores serán cada vez más rápidos y baratos, mejorando así la capacidad de computación. Pero ¿y la ley de Flatley, o la ley de Wright?
Ninguna de estas afirmaciones sobre el avance tecnológico puede considerarse una ley natural inmutable, como la teoría de la gravedad de Newton. Pero sí que han servido para allanar el camino a algunos de los avances más importantes de los últimos 50 años. Y, al hacerlo, han mejorado la vida de los consumidores e impulsado las oportunidades a largo plazo para las compañías y los inversores bien informados.
La ley de Moore y la proliferación de semiconductores
Mientras trabajaba como investigador en la década de 1960, el cofundador de Intel Gordon Moore observó que el número de transistores de un circuito integrado se duplicaba aproximadamente cada 18 meses o dos años, ofreciendo así una mayor potencia de procesamiento al mismo coste. Además, Moore observó que no había ningún motivo que pudiera interrumpir el proceso.
No se trata de ninguna ley científica, como puede ser la ley de la gravedad de Newton, sino más bien de una expectativa que sirve para proporcionar un objetivo a los ingenieros. “En realidad, se trata de determinar cuánto dinero tienes que invertir en I+D para tratar de reducir el tamaño de los transistores”, señala el analista de inversión en renta variable Isaac Sudit, que lleva más de veinte años cubriendo el sector de los semiconductores y que conoció a Gordon Moore en los inicios de su carrera.
“Ahora las compañías invierten para obtener un rendimiento. La evolución de la economía del sector permitió que se generara un nivel suficiente de beneficios como para mantener el ritmo de innovación, lo que hizo que la ley de Moore acabara convirtiéndose en una profecía autocumplida”.
El ritmo al que se produjeron estos avances contribuyó a impulsar la revolución de la informática personal que se vivió en la década de 1980 y 1990, y facilitó la aparición de los teléfonos móviles, los coches sin conductor y los dispositivos sanitarios.
Conforme los semiconductores vayan reduciendo su precio y aumentando su eficiencia, estarán cada vez más presentes en nuestra vida diaria, y continuarán mejorando algunas de las cosas que ya utilizamos, como los teléfonos y las tabletas, los coches, los sistemas de entretenimiento y los electrodomésticos. “Los costes están bajando hasta tal punto que podemos comenzar a crear nuevos modelos de negocio que permitan a las compañías generar dinero, algo que ya está ocurriendo”, añade Sudit.
Hay otros dos grandes avances que han cambiado por completo el panorama del sector de los semiconductores: la computación en la nube y la inteligencia artificial. “El almacenamiento de datos en la nube ha transformado la informática, que ha pasado de ser un centro de costes a ser un centro de beneficios. Los servidores se alquilan a compañías como Amazon o Microsoft, lo que ha permitido la creación de nuevos modelos de negocio”, señala Sudit.
En lo que se refiere a la inteligencia artificial, los consumidores ya utilizan asistentes virtuales como Alexa y Siri y termostatos inteligentes como Nest, de Google. “El paradigma de los avances en inteligencia artificial es, sin duda, el coche sin conductor”.
¿Cómo afecta todo esto a los inversores? No cabe duda de que el uso cada vez más generalizado de los semiconductores podría favorecer al sector a largo plazo.
“El sector de los semiconductores es relativamente joven, nació hace unos 60 años, así que he podido conocer a la mayoría de los fundadores que impulsaron la fase inicial de hipercrecimiento”, señala Sudit, quien tiene un doctorado en físicas y trabajó como científico, tanto en el ámbito académico como en el profesional, antes de convertirse en analista de inversión.
“Pero también he tenido la oportunidad de conocer a la siguiente generación de líderes, muchos de los cuales procedían de otros ámbitos profesionales y contaban con sólidas competencias empresariales”.
¿Su formación científica ha ofrecido a Sudit una perspectiva diferente como inversor profesional? “Sí, pero no por las razones que se podrían pensar”, explica. “Mi doctorado en físicas me permite preguntar directamente a los dirigentes de las compañías por su estrategia de negocio, su balance empresarial y su nivel de deuda, porque la tecnología ya la conozco”.
La ley de Flatley y la secuenciación genética
Hace unos veinte años se secuenció por primera vez el genoma humano, tras una investigación que se prolongó durante casi ocho años y que costó más de 100 millones de dólares. Pronto resultó evidente que la maquinaria utilizada en el proceso de secuenciación genética tendría que ser más rápida y más barata.
Y aquí es donde entra Jay Flatley, expresidente de la compañía de tecnología médica Illumina. Decidió que su compañía no iba a centrarse en la innovación, sino en la ejecución. En la actualidad, y gracias a las mejoras impulsadas en gran medida por Flatley, que ni siquiera es científico, podemos secuenciar un genoma humano en un día por unos 1.000 dólares. La ley de Flatley, análoga a la de Moore, demostró avances aún más rápidos y mayores reducciones de costes.
“Por un momento llegamos a pensar que teníamos todas las piezas del código genético y que podríamos curar todas las enfermedades”, recuerda el gestor de renta variable Richmond Wolf, que conoció a Flatley cuando trabajaba como analista de inversión del sector estadounidense de tecnología médica. “Al final resultó ser algo más complicado, pero fue un primer paso muy importante”.
Los avances posteriores en el análisis de ADN han supuesto el inicio de una nueva era en medicina. ”Hoy podemos comparar el mapa del genoma humano con las mutaciones que provocan el cáncer”, señala Wolf. “De este modo, podemos identificar mutaciones específicas y determinar el tratamiento que mejor se adapte a cada caso”. De hecho, las pruebas y las terapias derivadas de las pruebas genéticas tienen el potencial de prolongar la vida humana y generar miles de millones de dólares en beneficios a aquellas compañías que las desarrollen.
Están apareciendo nuevas herramientas que permiten acelerar el ritmo de desarrollo de medicamentos. “La secuenciación del ADN ha permitido la aparición de nuevas modalidades como las terapias génicas, las inmunoterapias y las terapias celulares, que están cambiando la trayectoria de muchos tipos de cáncer”, afirma Wolf.
“A menudo, las compañías que desarrollan y proporcionan las herramientas necesarias para un sector determinado pueden suponer una gran inversión. Muchas de estas nuevas terapias no serían posibles sin la secuenciación del ADN. Algo parecido ocurre en el caso de los semiconductores: si no fuera por los avances realizados en litografía ultravioleta extrema, la ley de Moore habría dejado de cumplirse hace años”.
Los avances en el proceso de diagnóstico podrían favorecer una detección mucho más temprana de las enfermedades, o en algunos casos incluso el tratamiento antes de que la enfermedad avance. “Una de las novedades más interesantes en el ámbito sanitario es la biopsia líquida, que emplea una muestra de sangre para identificar tumores en sus primeras etapas, cuando desprenden solo una cantidad minúscula de ADN mutado”, señala Wolf.
Más recientemente, la investigación relacionada con el genoma ha sido de gran utilidad en la lucha contra el COVID-19. La secuenciación del ADN no solo ha permitido identificar y rastrear las nuevas variantes del virus, sino que además permitió a la compañía biotecnológica estadounidense Moderna acelerar el desarrollo de su vacuna gracias a la publicación del código genético del virus.
Una secuenciación genética rápida, precisa y barata permite a los investigadores médicos desarrollar terapias personalizadas para los pacientes. “La atención sanitaria está viviendo su momento más emocionante”, señala Wolf.
“Y todo empezó con la secuenciación del genoma humano. Llevamos veinte años desarrollando y mejorando estas herramientas, y ahora las utilizamos no solo para ofrecer diagnósticos más precisos, sino para desarrollar mejores terapias y adaptarlas a dichos diagnósticos”.
La ley de Wright y el futuro protagonismo de los vehículos eléctricos
La tercera ley relacionada con la reducción de los costes de producción, la ley de Wright, nació unas décadas antes que la ley de Moore y tiene una aplicación más amplia. Theodore Wright, ingeniero aeronáutico, observó en 1936 que cuando la producción de aviones se duplicaba, los costes disminuían en una proporción fija.
Si aplicamos la ley de Wright a los avances registrados en las baterías de iones de litio, que son las más utilizadas en los vehículos eléctricos , podríamos concluir que los precios deberían caer de forma considerable cada vez que duplicáramos la producción.
Hoy en día, los vehículos eléctricos suelen funcionar con una batería de iones de litio de entre 40 y 60 kilovatios, lo que representa casi la tercera parte del coste del vehículo. Los coches eléctricos serán más baratos que los tradicionales cuando el coste de la batería sea inferior a 100 dólares por kilovatio hora (kW h).
Según Bloomberg, en los últimos diez años el precio medio ha bajado de 917 dólares por kW h a unos 137 dólares. En China, y según algunos informes, el coste de la batería de algunos vehículos ya ha alcanzado los 100 dólares, varios años antes de lo previsto. Y es probable que dicha cifra sea inferior a los 60 dólares en 2030.
Así pues, los fabricantes de vehículos eléctricos han ido introduciendo recientemente modelos con precios más bajos y mejores rendimiento y autonomía. Normalmente, las baterías de los vehículos eléctricos tienen una autonomía de entre 321 y 643 kilómetros antes de precisar una recarga. Entre las compañías que abanderan la producción de baterías más baratas y eficientes destacan CATL en China, LG Chem y Samsung SDI en Corea, y Tesla en Estados Unidos.
La Agencia Internacional de la Energía calcula que las ventas mundiales de vehículos eléctricos aumentarán un 28% anual en los próximos diez años. No obstante, Kaitlyn Murphy, analista de inversión en renta variable, opina que esas estimaciones podrían ser demasiado conservadoras, dado el endurecimiento de las normativas sobre emisiones a escala mundial y el abaratamiento de los vehículos eléctricos, que los hace más atractivos para los consumidores.
“Los avances en los vehículos eléctricos podrían permitir que estos vehículos compitieran por precio, no solo con los coches de gasolina, sino con todo el parque automovilístico en circulación, incluidos los coches de segunda mano”, afirma Murphy, que cubre el sector estadounidense de fabricación de piezas y automóviles.
“Eso son unos 270 o 280 millones de vehículos solo en Estados Unidos. Desde una perspectiva a largo plazo, significa que el crecimiento podría ser mucho mayor de lo que prevé el mercado”.
De hecho, la irrupción de los vehículos eléctricos está alterando las variables económicas del sector automovilístico en todo el mundo. A medida que las compañías aumentan su flota de vehículos eléctricos, también crean una base de posibles ingresos por servicios, ya sea por gestionar las baterías o por ofrecer actualizaciones de software destinadas a mejorar la experiencia de los consumidores y la seguridad del vehículo.
“Con independencia de si son fabricantes de vehículos tradicionales o compañías emergentes, las compañías que puedan acogerse al cambio estructural e introducir estos avances con rapidez tendrán más opciones de crecer a largo plazo”, añade Murphy.
Además, el mayor uso de las baterías de iones de litio en los vehículos podría favorecer una reducción de precios que, en última instancia, permitiría que las baterías resultaran también asequibles para otros usos, como el de almacenamiento de energía para las compañías de suministros públicos, por ejemplo.
Consecuencias para la inversión
La ley de Moore, la ley de Flatley y la ley de Wright continuarán impulsando el ritmo de innovación en los distintos sectores y ayudando a las algunas compañías a aprovechar las nuevas oportunidades que van surgiendo en los mercados. El ritmo de transformación es frenético, lo que obliga a los inversores a estar muy atentos para poder identificar qué compañías son las que van a impulsar dichos cambios y cuáles son las que van a verse afectadas por ellos.
Nuestra labor de análisis nos permite conocer los avances que marcan la evolución de los sectores de la tecnología, la sanidad y la energía. Sudit y Wolf tienen el privilegio de conocer a las personas que han dado nombre a estas leyes. Y lo que es más importante: sus años de experiencia les ofrecen una amplia perspectiva, muy difícil de igualar.
Tribuna de opinión de Isaac Sudit , Richmond Wolf y Kaitlyn Murphy, gestores y analistas de Capital Group
Tras un 2020 complejo por la crisis del coronavirus, en el que aun así lograron echarse a las espaldas un crecimiento del 13%, los fondos y sicavs internacionales comercializados en España siguieron su ascenso a lo largo del primer trimestre de este 2021.
De enero a marzo, su volumen creció en 20.000 millones de euros, hasta 240.000 millones. Es la cifra estimada por Inverco a partir de los datos recibidos por las las IIC internacionales comercializadas en España que facilitan dato (en total, 42 gestoras con 227.051 millones de patrimonio en vehículos comercializados en España).
El crecimiento se debió en igual medida al efecto mercado que a los flujos de los inversores. Según los datos de la asociación, en el primer trimestre de 2021, las IICs internacionales comercializadas en España habrían experimentado unas suscripciones netas de 11.000 millones de euros.
Entre las entidades con mayores flujos de entrada cabe destacar a BlackRock, con más de 2.100 millones de euros en suscripciones, seguido de JP Morgan AM (con más de 1.600 millones), Robeco (con cerca de 1.330 millones) y Pictet (con entradas por encima de los 1.000 millones, ver tabla).
En función de la información recibida, y por categorías,el patrimonio de las IICs internacionales está mayoritariamente en renta variable (con el 36,7% del mismo), seguido por renta fija y monetarios (con el 27,6%), vehículos ETFs o indexados, con el 21,4% y IICs mixtas (con el 14,3% del patrimonio total).
Pixabay CC0 Public Domain. Neuberger Berman anticipa los fundamentos y las decisiones de su votación delegada
Neuberger Berman, gestora de inversiones privada, independiente y con participación mayoritaria de sus empleados, repite, por segundo año, su iniciativa de divulgación anticipada de la votación delegada, por la cual la empresa revelará y explicará públicamente los fundamentos en los que se basa la votación de determinadas cuestiones.
A través de esta iniciativa, que se ha rebautizado como NB Votesy forma parte del plan renovado de globalización, la empresa informará de antemano acerca del sentido en el que votará con respecto a una serie de cuestiones clave enmarcadas en sus nueve principios clave de gobierno corporativo e implicación. En esta temporada de celebración de juntas de accionistas, la gestora explica que «habida cuenta de la magnitud de los efectos de la pandemia del COVID-19 y de la importancia de la defensa de la justicia social, el objetivo de NB Votes consiste en abordar temas clave relevantes para los inversores. Entre los que se incluyen la diversidad, la gestión del capital humano, la asignación de capital, la igualdad salarial, la igualdad racial, las aportaciones políticas y el cambio climático»
La compañía pretende mejorar la rentabilidad de los accionistas, cumplir con las responsabilidades fiduciarias relativas a los clientes y promover la transparencia y la asunción de responsabilidad. En este sentido, considera que esta iniciativa es una oportunidad para transmitir los puntos de vista de la empresa en multitud de temas y expresar los complejos razonamientos que confluyen en su modelo de votación delegada. Todo esto se traducirá en una mejora de la transparencia general de la votación delegada, que representa un área de interés para los clientes, las empresas, los organismos reguladores y los participantes del mercado en su conjunto. El hecho de informar anticipadamente de sus votaciones es un factor intrínseco de la gestión activa de la cartera de la empresa y está promovido por más de 600 profesionales de la inversión que, además de contribuir a la iniciativa, abanderan directamente la implicación continua de la firma con las empresas en las que invierte en nombre de sus clientes.
«El año pasado celebramos más de 3.500 reuniones de implicación con equipos de gestión corporativa de renta variable y crédito, y avanzamos los fundamentos de la votación relativa a 31 emisores. En retrospectiva, los equipos de gestión de la empresa valoraron la claridad de la explicación de los fundamentos de la votación, ya que permitió entablar un diálogo más coherente con nuestros profesionales de la inversión. Los clientes también apreciaron que la emisión de votos no se realizara de forma sistemática marcando una casilla y también valoraron el rigor con el cual se explicaba por qué podemos apoyar una propuesta de accionistas en una empresa, pero no en otra. Dada la creciente complejidad de la votación delegada, creemos que los gestores de inversiones tienen una oportunidad aún mayor de manifestar su posición fundada en datos objetivos con respecto a una serie de cuestiones ESG clave. Invitamos al resto de los gestores de activos a que se sumen a la divulgación de sus votos clave para que quede constancia de nuestras opiniones y estas se traduzcan en un cambio real y significativo”, ha señalado George Walker, CEO de Neuberger Berman.
Por su parte, Caitlin McSherry, directora de administración de Neuberger Berman, ha destacado: «Un año como 2020 pone aún más de manifiesto por qué nuestras iniciativas de delegación de voto deben ser dinámicas. Entre otras cosas, la pandemia del COVID-19 ha resaltado la importancia y la complejidad de las cuestiones ESG”. En este sentido, Jonathan Bailey, presidente de inversión ESG, aha añadido que “si bien nuestras prioridades fundamentales siguen siendo coherentes, nuestra capacidad para abordar cuestiones concretas, como la retribución de los directivos y las aportaciones políticas, brinda una plataforma y una oportunidad para impulsar la transparencia y el progreso”.
Pixabay CC0 Public DomainMatthew Hume. Matthew Hume
La renta variable estadounidense registró nuevos máximos y demostró cierto grado de ajuste ante la subida de los rendimientos de los bonos y algo de fe en los bancos centrales, ya que los rendimientos a corto plazo mostraron contención. No obstante, según apunta Romain Boscher, CIO Global de renta variable en Fidelity International, los inversores no deben bajar la guardia.
A corto plazo, el panorama parece halagüeño. Se prevé que los beneficios se disparen este año, las vacunas están haciendo su trabajo a la hora de frenar las tasas de contagios y la liquidez es abundante. El VIX, un indicador de la volatilidad en el S&P 500, ha caído por debajo de 20 por primera vez desde el comienzo de la pandemia.
Sin embargo, el nivel sin precedentes de gasto público es una cura que no está exenta de riesgos y los bancos centrales están atrapados en un régimen de tipos bajos por miedo a desencadenar oleadas de impagos a la vista de la montaña de deuda que existe en el sistema financiero. Eso está sentando las bases para los excesos futuros.
La vacuna tampoco es una panacea. Se dan casi por seguras nuevas mutaciones del virus y varios países están enfrentándose a la tercera y cuarta ola del virus. Con menos del 2,5% de la población mundial inmunizada, cabe esperar que el COVID se quede con nosotros no ya meses, sino años. A medida que los inversores van desplazando su atención hacia otras inquietudes, como la deuda, la inflación, los desequilibrios presupuestarios y las tensiones con China, esperamos fases de agitación. En el cómputo global, los riesgos a corto plazo para la renta variable están orientados al alza, pero el viaje no va a ser tranquilo.
Nuevos máximos de las bolsas y aluvión de salidas a bolsa de SPAC
El S&P 500 cerró el mes de marzo con una subida del 4,2% y registró un nuevo máximo histórico a pesar de que los tipos de la deuda pública estadounidense siguieron subiendo. El bono del Tesoro de Estados Unidos a diez años superó la barrera del 1,7% y cerró el mes con una subida de 35 puntos básicos.
Las acciones de crecimiento y beneficiarias de los confinamientos se vendieron para financiar compras de acciones infravaloradas y beneficiarias de la reapertura en un momento en el que los programas de vacunación están cobrando impulso. Así, las apuestas a largo plazo por las acciones infravaloradas batieron al crecimiento a largo plazo por un 13,5%.
Durante el primer trimestre se registró un volumen récord de emisiones de 226.000 millones de dólares, por encima del anterior máximo de 174.000 millones de dólares fijado en el segundo trimestre de 2020. Tal vez más sorprendente fue el fuerte interés generado por los vehículos SPAC. Un total de 278 SPAC fueron admitidos a negociación y recaudaron 90.000 millones de dólares, más que en todo 2020, frente a los 26.000 millones de las salidas a bolsa tradicionales. El posicionamiento de los inversores es positivo, a juzgar por la impresionante capacidad del mercado para absorber el nuevo papel, las ventas por motivos fiscales y varias grandes operaciones en bloques.
Ahora los inversores estarán atentos al plan de inversión en infraestructuras y las reformas fiscales del presidente estadounidense Biden, así como las lecturas de inflación. El descenso de la volatilidad (el VIX se situó por debajo de 20) debería estimular la demanda de los fondos sistemáticos.
Europa supera a Estados Unidos
En Europa, el Stoxx 600 avanzó un 6,1%, con lo que superó a la bolsa estadounidense y colocó en el 8,3% las ganancias acumuladas en el año. El mercado puso la vista más allá del aumento de los contagios, aunque las aguas estuvieron revueltas y los movimientos reales se dieron bajo la superficie, con giros en las temáticas casi todo los días. Los datos de la industria de fondos a finales de marzo se anotaron la mayor captación semanal de flujos en Europa desde comienzos de febrero. Las salidas que se registraban desde comienzos de año se han compensado ya en su totalidad.
El mes se cerró al alza y la atención giró en torno a la aprobación del plan de estímulos presupuestarios por parte del Congreso estadounidense, los buenos datos de los PMI europeos y la leve aceleración de los programas de vacunación. Los valores expuestos a la reflación, las vacunas y el ciclo mostraron un buen comportamiento.
La automoción fue el sector más destacado con una subida del 17%, animada por unas valoraciones bajas, la reducción de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y Europa y el creciente interés en la temática de los vehículos eléctricos/sostenibilidad.
Los bancos lo hicieron bien en bolsa a la vista de la demanda de los inversores institucionales y los fondos de inversión libre después de que el BCE apuntara a una aceleración de las compras de bonos en el marco del programa PEPP, pero el conjunto del sector financiero se vio lastrado por el gran descenso de LSE, tras una colocación por valor de 1.000 millones de dólares, y Credit Suisse, por las consecuencias de la liquidación de Archegos.
El endurecimiento monetario en China y las inquietudes geopolíticas perjudican a Asia
En Asia, la historia fue muy diferente a Europa y Estados Unidos. El endurecimiento monetario en China, que dio lugar a un descenso de la operativa con margen, y el deterioro del panorama geopolítico tras una polémica reunión entre la administración Biden y sus homólogos chinos, provocaron que el índice MSCI Asia ex Japan se dejara un 4,3%.
En Fidelity International también observaron una volatilidad significativa en los ADR asiáticos después de una serie de operaciones en bloques en valores tecnológicos chinos concretos. Estos valores estarán bajo la lupa durante el segundo trimestre ante las mayores probabilidades de que sean excluidos de la bolsa y se les aplique un control más estricto en sus países.
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BBVA Asset Management, la gestora del grupo BBVA, amplía su gama de productos basados en megatendencias con el lanzamiento de dos nuevos fondos: uno sobre demografía y otro sobre el planeta Tierra.
Para la gestora, las megatendencias son grandes cambios que transforman la economía, los negocios y la sociedad a nivel global y con esta nueva gama buscan aprovechar todo su potencial de rentabilidad a largo plazo.
La gestora cuenta con una dilatada experiencia en megatendencias, con fondos como BBVA Quality Mejores Ideas y BBVA Bolsa Tecnología y Comunicaciones, que dan buena muestra de las atractivas rentabilidades de largo plazo que se pueden conseguir con un enfoque adecuado. Con el lanzamiento de los nuevos fondos, la gama dedicada a las megatendencias estará compuesta ahora por cuatro vehículos.
A esos dos vehículos ya existentes se unen ahora BBVA Megatendencia Demografía y BBVA Megatendencia Planeta Tierra. En concreto, el primero invertirá teniendo en cuenta una nueva realidad demográfica, basada en tendencias como la urbanización, el envejecimiento de la población o la mayor existencia de clases medias en el mundo emergente.
Así, el crecimiento de la población mundial se ha disparado, duplicándose desde 1970 y cada vez más personas se mudan a las ciudades.Además, la población está envejeciendo, afortunadamente cada vez vivimos más, especialmente en las economías occidentales. Esto hace aumentar la demanda de servicios médicos, tanto para cuidados como para prevención, así como el ocio, consumo… y muchos otros sectores asociados a la longevidad.En las economías emergentes, cada vez es mayor la clase media, con ingresos más elevados que incrementan la demanda de productos y servicios de ocio, explica la gestora.
“La mayor longevidad es una tendencia demográfica que representa una oportunidad histórica para la sociedad y las empresas”, explican desde la firma.
Sobre el segundo vehículo, BBVA Megatendencia Planeta Tierra, en la entidad hablan de un cambio que tiene que ser radical: “La reducción de los recursos naturales y el calentamiento global pueden marcar un futuro de crisis humanas y económicas sin precedentes.La generación de electricidad, la manufactura, el transporte, la agricultura y la infraestructura contribuyen a las emisiones de carbono. Para frenarlas, necesitamos una transformación de estos sectores y con ello buscamos compañías innovadoras que ayuden a reducir los efectos del cambio climático”.
En su opinión, la inversión en energías renovables, vehículos eléctricos, hidrógeno, reciclaje y materias primas pueden marcar un futuro más sostenible, y en eso se basará su nuevo vehículo.
Las tres grandes megatendencias
Para la gestora, hay tres grandes megatendencias claves de cara al futuro, y por ello han decidido lanzar estas dos nuevas soluciones, que vienen a completar su oferta actual en inversión temática, compuesta por el fondo Megatendencia Tecnología (BBVA Bolsa y Telecomunicaciones) y por el Quality Mejores Ideas, que recoge las mejores tendencias y las incluye en un solo fondo.
“La tecnología está cambiando la forma de comunicarnos, de socializar, de trabajar, de producir o de vender… En ella encontramos los grandes avances y disrupciones de cada sector: en salud, en consumo, en transporte o infraestructura.Las compañías que consigan diferenciarse a través de la tecnología tendrán una ventaja competitiva perdurable, como podemos ver en las compañías líderes del mundo. A su vez, la revolución digital, el análisis de datos y la seguridad facilitan este avance del que hablamos, colocándose la tecnología en el centro de las megatendencias”, señalan desde la entidad.
Aprovechar los cambios del futuro
Los grandes cambios estructurales en demografía, sostenibilidad y tecnología están transformando el mundo y ponen a nuestro alcance innumerables oportunidades como inversores, defiende la gestora.
“Con esta nueva gama de soluciones de inversión, en BBVA ponemos a disposición de los clientes la inversión temática en las grandes tendencias con el objetivo de obtener resultados consistentes en el largo plazo.Tenemos la oportunidad de invertir hoy en los cambios que nos llevarán al futuro”, aseguran.
Pixabay CC0 Public Domain. La inversión de impacto en el mundo creció un 37% en 2019, hasta alcanzar los 715.000 millones de dólares
La inversión de impacto, una tipología de inversión que persigue el doble objetivo de generar rentabilidad financiera y abordar y originar soluciones para resolver problemas sociales, ha experimentado un fuerte crecimiento en los últimos años, especialmente en EE.UU. y Europa.
Concretamente, en 2019 este tipo de inversiónaumentó un 37,5% respecto al año anterior,hasta alcanzar los 715.000 millones de dólares a nivel mundial en términos de activos bajo gestión. Desde 2015, su crecimiento ha sido del 17,2%. Son algunos de los datos más relevantes del informe ‘Inversión de impacto: Capitalismo y Sostenibilidad’, que han elaborado de forma conjunta la Fundación PwC y Open Value Foundation, y que tiene como objetivo arrojar luz sobre esta práctica.
Evolución del mercado de inversión de impacto a nivel mundial en miles de millones ($)
Según datos del Global Impact Investing Network, la principal red de inversores de impacto del mundo, este fuerte incremento tiene su origen en el aumento del número de instituciones, inversores y agentes financieros que trabajan bajo esta óptica, que creció un 28,4% en 2019 respecto al año anterior, y en el empujón del capital medio invertido por estos inversores, que aumentó un 19,9% en el mismo año, alcanzando los 542 millones de dólares, frente a los 452 millones del año anterior.
Número de organizaciones de inversión de impacto y clasificación por % de capital bajo gestión (2019)
En España, esta tendencia positiva es visible también en las inversiones con criteriosESG, cuyos activos han aumentado a un ritmo anual del 22,9% entre 2009 y 2017 según Spainsif. No obstante, y como puntualiza el documento, no debemos confundir ambos tipos de inversión.
Mientras que la inversión de impacto busca actuar sobre la propia actividad, generando soluciones innovadoras con un impacto diferenciador y cualitativamente significativo respecto a problemas sociales persistentes, la inversión bajo criterios ESG implica evaluar el desarrollo de la actividad económica desde el punto de vista del medioambiente, social y del buen gobierno e incluir estos criterios en las decisiones de inversión.
El informe pone el foco en distintos factores que están favoreciendo el aumento del capital invertido bajo estos criterios. Por una parte, existe un contexto favorable para el impulso de este tipo de prácticas, como un ecosistema de incubadoras y aceleradoras que apoyan a este tipo de empresas en su fase inicial, una regulación favorable y flexible (todavía por desarrollar en España), y una infraestructura de mercado que proporcione recursos de intermediación financiera y no financiera.
Pero, además, existen, por otra parte, una serie de factores internos que la incentivan, como son la apuesta por la innovación y la eficiencia que caracteriza a estos empresarios sociales, que buscan producir cambios sistemáticos en la sociedad, y priorizan un rendimiento social y medioambiental a largo plazo, por delante del beneficio económico a corto plazo; la concentración de talento en torno a estas iniciativas, atraído por el propósito trascendental y de transformación, y la profesionalización de dicho talento.
También el uso de fórmulas de financiación innovadoras como la financiación combinada,basada en la realización de acuerdos o estructuras financieras que mezclan recursos de distinta naturaleza y buscan vincular a actores tan diversos como gobiernos, capital privado, sociedad civil, entre otros, yla creciente sensibilización, preocupación y demanda por parte de la sociedad civil, instituciones y gobiernos por abordar los grandes problemas sociales como la desigualdad o la pobreza, que animan a estos empresarios a destinar su capital a proyectos que les permitan que sus recursos sean cíclicos y los derivados sociales sean sostenibles económicamente y se prolonguen en el tiempo.
Inversión de impacto y fondos europeos
El informe también señala que el papel clave que podría tener la inversión de impacto en la gestión del Fondo de Recuperación Next Generation EU a través de la implantación de Contratos de Impacto Social (CIS) o bonos de impacto social, mecanismos contractuales en los que la contraprestación económica se vincula a la consecución de unos objetivos de impacto social fijados previamente por la Administración.
El carácter de colaboración público-privada de losCIS los hacen especialmente adecuados para impulsar una gestión ágil y eficiente de las Administraciones involucradas en el reparto de los fondos europeos. Además, su implantación conllevaría una mayor eficiencia presupuestaria y permiten identificar y escalar proyectos exitosos, entre otras ventajas.
Para Santiago Barrenechea, presidente de la Fundación PwC, “los inversores que toman en consideración el impacto social en su proceso de decisión de inversión, buscan aportar tanto su capacidad financiera como su capacidad de influir efectivamente en la consecución de un desarrollo social sostenible. La expectativa de retorno desde ambas perspectivas exige que se evolucione significativamente en términos de una valoración y medición del impacto, compartida”.
Para María Ángeles León, cofundadora de Open Value Foundation, “la misión de las fundaciones dentro de la inversión de impacto tiene dos vertientes muy claras, una la de invertir en ‘capital semilla’, es decir en proyectos que presentan un riesgo porque los inversores tradicionales no van a invertir en emprendimientos sociales muy tempranos. La otra vertiente es divulgar el concepto de ‘nueva filantropía’, la manera en la que las fundaciones podemos invertir un mismo euro varias veces en varios proyectos, siendo más sostenible para las fundaciones y para los beneficiarios.”
AltamarCapital Partners ha anunciado que ha superado el tamaño objetivo previsto de su fondo Altamar Infrastructure Income II FCR tras su cierre definitivo en 430 millones de euros. El fondo formalizó los últimos compromisos de inversores recientemente alcanzando una cifra por encima del objetivo inicial de 350 millones de euros, tras un complicado año de confinamiento por la pandemia.
La base de inversores del fondo se distribuye entre España, Latinoamérica y otros países europeos y está formada tanto por inversores institucionales como family offices y bancas privadas. Un porcentaje muy elevado de las instituciones que invirtieron en el primer fondo de infraestructuras han mantenido la confianza en la entidad y han vuelto a realizar compromisos de inversión en este segundo vehículo.
Todo esto se ha logrado gracias al excelente comportamiento del fondo predecesor, compuesto por una cartera sólida, diversificada por estrategia, sector y tamaño de operación y de la mano de diferentes gestores con un excelente track record que han sido seleccionados por la firma tras un riguroso proceso de due dilligence.
Respecto al fondo Altamar Infrastructure Income II FCR, la mayoría de los activos que lo componen pertenecen a sectores que van a ser motores de la recuperación económica donde son necesarios grandes volúmenes de inversión, como el de las telecomunicaciones, la transición energética o la infraestructura social. La adecuada construcción de esta cartera por añadas y ya comprometida en un 50% (que incluye secundarios y coinversiones) está permitiendo ofrecer muy buenos resultados.
Así, y aun a pesar de la juventud del fondo y de la devastadora pandemia que ha obligado a los gestores aplicar por prudencia restricciones de caja, el fondo ha recibido distribuciones en concepto de yield, que han permitido entregar a los inversores con cargo al año 2020, un dividendo del 3,2%.
Altamar Infrastructure Income II mantiene una política de inversión similar a la del fondo I: filosofía de inversión basada en la preservación del capital, con enfoque principalmente en activos en explotación, geografías OCDE (principalmente Europa y Norteamérica) y con enfoque operacional como eje principal de la creación de valor. La cartera estará compuesta por una combinación de inversión en fondos primarios (mínimo del 60% del tamaño del fondo) y operaciones de coinversión y en el mercado secundario (hasta un máximo del 40% del tamaño del fondo), durante un periodo de inversión de 3-4 años, dando lugar a una cartera final compuesta por 180-200 inversiones subyacentes.
El sector de las infraestructuras cuenta con gran atractivo a la hora de construir carteras de inversión, gracias a sus modelos de negocio que ofrecen predictibilidad y estabilidad de los flujos de caja, generación de yield, y elevada protección a la inflación y a las subidas de tipos. Lo anterior ha quedado ampliamente probado en esta pandemia, no solo por el dividendo entregado, sino por la mínima afectación del valor de la cartera.
En solo dos trimestres, el pequeño efecto negativo (inferior al 4% de NAV) ha quedado absorbido. “Sin embargo, para conseguir esa resiliencia, y para evitar los riesgos que conlleva una mala gestión de las infraestructuras, es crítico realizar una selección de los diferentes gestores orientada a que se cumplan los objetivos comunicados al inversor», ha comentado Ignacio Antoñanzas, Managing Partner y socio fundador de Altamar infraestructuras.
Pixabay CC0 Public Domain. La vacuna para la recuperación del sector inmobiliario: la digitalización
El proceso de vacunación está llegando de manera escalonada a toda Europa y aún planea cierta incertidumbre sobre el cumplimiento de sus plazos. Sin embargo, la vacuna aporta un considerable optimismo a la perspectiva económica europea. Este aspecto resulta especialmente interesante para los grandes inversores, que decidirán cuáles son los sectores económicos que saldrán más rápido a flote tras esta crisis.
En ese sentido, el sector inmobiliario cuenta con una gran ventaja: el aprendizaje obtenido tras la crisis de 2008, la cual sirvió a dicho mercado para fortalecerse. Ahora, además, el sector del ladrillo cuenta con otra cuestión a favor: se ha visto obligado a terminar de digitalizarse.
Durante los últimos años, las proptech han ido proliferando por España y por toda Europa. No obstante, ha sido a raíz del confinamiento cuando la digitalización ha dejado de ser vista como una novedad y ha empezado a considerarse una necesidad.
“La desafortunada situación actual ha puesto de manifiesto la importancia de la digitalización del sector, nuestro caso lo demuestra.Partíamos de una situación preferencial por ser una empresa tecnológica, y eso nos permitió seguir ofreciendo nuestros servicios incluso en pleno confinamiento”, afirma Ana Villanueva, CEO Iberia y cofundadora de Tiko, la proptech española de compraventa de vivienda en línea que ha conseguido duplicar su volumen de negocio durante 2020.
Si miramos a la evolución experimentada por China, donde los efectos del COVID-19 empezaron a notarse antes que en Europa, vemos que el factor determinante para la recuperación del sector inmobiliario en este país está siendo la rápida adaptación de los consumidores a la compra de viviendas online, tal y como señala la firma Neuberger Berman, especializada en inversiones. Actualmente, alrededor de 151 de las 200 principales empresas inmobiliarias de China ya han digitalizado sus procesos y llevan a cabo transacciones de manera online.
Desde Neuberger Berman aseguran que “el rápido cambio en el comportamiento de consumo de los compradores de vivienda ha sido sorprendente. El comportamiento de comprar casas online ha llegado para quedarse, ya que las empresas continúan ampliando sus canales de venta en línea”.
En cuanto a la perspectiva futura del sector inmobiliario español, Ana Villanueva asegura que “estamos viendo muchísimo interés en la compra de residencial, tanto por parte de particular como de inversor”.
A escala europea, el año pasado sirvió para ver qué nuevas empresas tenían la solidez suficiente como para aguantar una crisis de esas características. Ha sido una auténtica prueba para todas las startups y pymes europeas y ahora se notará cuáles son las que han sido capaz de llamar la atención de los inversores, ya que gracias a las nuevas inyecciones de capital se alejarán aún más de sus competidores.
Será el optimismo que trae la vacuna, junto con la apuesta de los inversores y la capacidad de las empresas para digitalizarse, lo que acabará activando y definiendo la posible proyección de todos los actores del sector inmobiliario.
. Abante: buscando el epicentro del panorama español del asesoramiento financiero. Entrevista con Gadea de la Viuda, socia fundadora
Con cuatro socios y un proyecto que era una verdadera hoja en blanco, ABANTE empezó a fraguarse hace dos décadas y se erige ahora como un negocio nutrido de 18 socios, 230 profesionales, 8.000 clientes y 8.000 millones de euros en activos bajo gestión y asesorados. La entidad, según nos cuenta una de sus socias fundadoras, Gadea de la Viuda, sigue fortaleciendo su proyecto con un crecimiento tanto orgánico como inorgánico, integrando entidades y fraguando alianzas (con Mapfre) para situarse en el epicentro del panorama español del asesoramiento financiero.
Puede acceder al artículo completo, publicado en la revista de Funds Society, a través de este enlace.