Everis NTT DATA ha presentado la quinta edición de su informe mundial Insurtech Global Outlook 2021, un estudio en el que se analizan las principales tendencias del ecosistema insurtech y el impacto que las tecnologías avanzadas y los nuevos modelos de negocio han tenido a lo largo de 2020.
El informe examina el mercado teniendo en cuenta el posible impacto de la pandemia, concluyendo que la incertidumbre y el aumento de los riesgos fomentaron las inversiones en insurtech, mismas que se realizaron en empresas bien establecidas o en nuevas y disruptivas. La conclusión a la que lleva el informe es clara: las insurtechs están viviendo un momento de récord.
Según sus conclusiones, no solo han podido sortear la incertidumbre generada por el COVID-19, sino que han conseguido atraer mayor inversión, alcanzando los 7,000 millones de dólares si tenemos en cuenta a las compañías que salieron a bolsa durante el año (Lemonade y Root, valoradas en 1,000 millones de dólares). Esto se refleja en las cifras trimestrales, donde 6 operaciones supusieron una cantidad de 1,500 millones de dólares en su mayor parte por grandes acuerdos en Europa y Norteamérica.
Sobre las conclusiones del estudio, Bruno Abril, global head of insurance de Everis NTT DATA, ha señalado: “Las Insurtech ya son percibidas como un activo de valor por las compañías aseguradoras, sabiendo que puede afectar de forma muy positiva en sus negocios. Conocer en detalle a estas empresas y cuáles pueden ser sus aportaciones dentro del sector supone saber cómo aprovechar nuevas oportunidades y afrontar con mayores garantías de éxito los desafíos a que se presentan a partir de ahora”.
Si bien es cierto que estas compañías se encuentran en un momento “dulce”, en cuanto a inversión, se trata de un momento clave en el que asentarse en el mercado y demostrar que el potencial disruptivo tiene impacto real en los negocios. Por ahora, ni siquiera los casos expuestos salidos a bolsa (Lemonade y Root) con crecimientos sostenidos del 100%, han conseguido subir su cuota de mercado más de un 0,1-0,2%.
El análisis agrupado de todos estos elementos arroja una foto realista del sector, de las preferencias de los inversores y de la tecnología que marca la tendencia que está redibujando el universo asegurador en la nueva era digital. Teniendo en cuenta este escenario, las tendencias son claramente diferentes en una comparación interanual, por un contexto más acelerado y por una demanda más fuerte del mercado en conseguir objetivos.
Por un lado, la pandemia ha cambiado los modelos de consumo, y en el sector de los seguros esto no ha sido diferente. Con un mayor grado de personalización, se ha determinado que la aceleración de nuevos modelos es clara: crecen los modelos de pago por uso, la telemedicina, las herramientas de diagnóstico o la digitalización de la distribución. A esto se suman, con un alto nivel de inversión, las plataformas de corredores y los ciberseguros que recibieron en 2020 inversiones relevantes y anuncios de ingresos.
Además, queda claro que la crisis pandémica no impidió que las aseguradoras continuaran su camino de digitalización, lo que confirma que la visión de las aseguradoras sobre cómo las insurtech impulsan la transformación digital y la innovación para el sector continua vigente. El pasado año las aseguradoras destinaron casi 1,600 millones de dólares en modelos startups, aumentando las inversiones en comparación con 2019 en un 61% durante todo el año 2020, de los cuales 445 millones se dirigieron a Insurtech
En cuanto a detalle de estas inversiones, las aseguradoras centralizaron la mayor parte de sus capitalizaciones en startups en fase de crecimiento, con un promedio de 23 millones por ronda en 2020. Además, dentro de estas apuestas, los inversores de seguros centraron su selección en compañías que trabajases tecnologías como el cloud, móvil y las aplicaciones, sumado a sus preferencias en los modelos de negocio centrados en la personalización de los seguros, los agregadores, las plataformas y los comparadores.
Las aseguradoras y las startups están utilizando conjuntos de datos únicos e Inteligencia Artificial para reducir y gestionar los costes de los siniestros, al tiempo que ayudan a los clientes a prevenir eventos no deseados. Además, este año se observa un especial crecimiento del IoT impactando en todas las líneas de negocio, auto con los seguros basados en uso, salud y vida a través de los wearables, pero también en hogar con los dispositivos de detección de escapes, inundación, o en comercial con las pólizas paramétricas para los riesgos de transportes y especiales.
Ocho de cada diez ejecutivos del sector de la banca y los seguros creen que la apuesta por la digitalización del sector es positiva y aumenta los ingresos de las compañías. Tras años de inversión en esta área, aumentada el pasado año como consecuencia de la crisis del COVID-19, los dirigentes de las principales compañías del sector ven un beneficio claro y creen que la apuesta se mantendrá en 2021.
“La pandemia ha acelerado los procesos de cambios en la sociedad, y cada vez es más común que muchas de las interacciones comerciales se realicen de manera digital”, explica Sergi Ramo, CEO de groWZ Consultants y experto en venta híbrida. “No es de extrañar que los ejecutivos de las principales compañías del sector vean que la digitalización trae beneficios, porque es lo que están demandando los clientes”, añade.
Estos datos, ofrecidos por un estudio elaborado por Fujitsu realizado a partir de una encuesta de DataDriven, en la que han participado más de 500 ejecutivos TIC de todas partes del mundo, arrojan también la importancia que para los dirigentes de las compañías tiene la inversión en tecnología para mejorar el riesgo y la seguridad.
En este sentido, un 84% de los encuestados afirmaron que las iniciativas de trasformación digital mejoraron el riesgo y la seguridad en sus empresas. “La tendencia ya existía: solo en los dos años previos a la pandemia, el sector asegurador invirtió un total de 836 millones de dólares en empresas tecnológicas para digitalizar y optimizar sus servicios”, destaca Sergi Ramo, citando un estudio de Insurtech Revolution.
Mejoras en la relación con los clientes
Según la encuesta, un 83% de los ejecutivos consultados creen que los cambios digitales mejoran la relación con los clientes. Esto demuestra, en opinión de Sergi Ramo, que “el escenario de presente y futuro es el de un vendedor híbrido”, que sea capaz de combinar las ventajas de optimización que ofrece la tecnología con un trato cercano con el cliente.
En este sentido, el estudio reafirma que la inteligencia artificial es una herramienta clave para la digitalización de la relación con el cliente: el 74,5% de los encuestados dijo estar invirtiendo en IA para la automatización del servicio al cliente, el 74,2% para apoyar los esfuerzos de cumplimiento y detección de fraudes y el 73,6% para los procesos de autenticación. “Estos cambios tecnológicos permiten simplificar muchos procesos, en los que antes había que invertir mucho tiempo y ahora están a un ‘click’”, afirma Sergi Ramo.
“La mejora de las herramientas digitales permite a los clientes no depender de un horario fijo y a las aseguradoras y bancos poder ofrecer una atención más personalizada, sin renunciar a la cercanía del trato directo”, considera Sergi Ramo.
El experto destaca cómo la pandemia ha potenciado los procesos de digitalización, una tendencia que muestra también la encuesta de DataDriven, cuya mayor parte de encuestados prevé un incremento en su presupuesto TIC.
“El cliente cada vez es más exigente y demanda mayor rapidez, así como poder hacer trámites online”, opina Sergi Ramo, “por lo que es un reto para el sector conformar nuevos modelos para dar respuesta a las nuevas demandas”, señala.
Greg Wilensky, director de renta fija estadounidense, y Michael Keough, gestor de carteras en Janus Henderson Investors. Greg Wilensky, director de renta fija estadounidense, y Michael Keough, gestor de carteras en Janus Henderson Investors
En 1949, la revista Popular Mechanics predijo que “los ordenadores del futuro podrían no pesar más de 1,5 toneladas”. En su vaticinio, Popular Mechanics acertó de pleno. De manera correcta —y más meritoria aún si cabe, considerando que habría de pasar otra década para que se inventase el chip de silicio— predijeron que los ordenadores del futuro disminuirían de tamaño y peso. Pero resulta sorprendente hasta qué punto erraron al predecir la magnitud en que lo harían. No importa lo correcta que sea una predicción sobre el “qué”, aún se puede errar de forma garrafal en el “cómo”. Por ponerlo en términos útiles para muchos inversores actualmente, no importa la seguridad que uno tenga en que los tipos de interés subirán conforme la economía estadounidense se recupere, aún hay muchos aspectos en los que puedes equivocarte.
Si un inversor hubiera predicho correctamente el estallido de una pandemia global en el primer trimestre de 2020 cabe suponer que se hubiera desprendido de acciones y comprado títulos de deuda pública antes de que se produjera el brote. Pero puede aducirse que, sin un mapa detallado de la trayectoria exacta de los distintos mercados, el tener el conocimiento de que iba a producirse una pandemia no habría sido tan valioso como pudiera pensarse. ¿En qué momento dicho inversor habría decidido revertir su posición más prudente? ¿Cuál es la probabilidad de que decidiese cubrir su posición un poco (o un mucho) demasiado pronto (o demasiado tarde), y de que, por tanto, perdiera tanto dinero a finales de marzo como el ganado a principios de ese mes?
Predecir correctamente la dirección general de los mercados financieros a muy largo plazo es ciertamente útil, pero calibrar la pauta temporal y la magnitud de los movimientos es igual de importante y, con frecuencia, más difícil. Sospechamos que fueron pocos, o ninguno, los gestores de renta fija que predijeron el shock del COVID-19 incluso en enero de 2020, pero muchos gestores de carteras experimentados fueron capaces no solo de sortear la volatilidad posterior, sino también de encontrar oportunidades para añadir valor para sus clientes, ya sea a través de una menor volatilidad que sus índices de referencia, unas rentabilidades superiores, o ambas cosas. En efecto, la tarea del gestor de carteras es, en nuestra opinión, construir carteras diseñadas para rendir bien no solo en función de nuestras predicciones, sino también de la incertidumbre potencial en torno a ellas y al mundo en el que vivimos.
Anticipamos que los tipos seguirán subiendo
En términos generales, creemos que la economía estadounidense continuará su recuperación y que el mercado de trabajo se fortalecerá lo bastante como para impulsar tanto la inflación como los tipos de interés al alza. Pero predecir la magnitud y la pauta temporal de estos movimientos es una tarea sumamente difícil. E incluso si nuestra predicción del eventual máximo de los tipos de interés resultase muy acertada, creemos que las carteras deben gestionar el riesgo bajista de que los resultados sean menos boyantes en el contexto de la reapertura económica y las respuestas simultáneas de los bancos centrales.
Durante el primer trimestre de este año hemos asistido a un aumento brusco y desordenado de los rendimientos de los bonos del Tesoro, pero —visto con retrospectiva— ello no es ninguna sorpresa. Tras casi un año de temores e inquietud por la gravedad y profundidad de la pandemia, el mercado se reajustó abruptamente. Nos atrevemos a decir que incluso los inversores que apostaron por una subida de los tipos probablemente se equivocaron al estimar la magnitud y/o velocidad de la misma. Pero, mirando al futuro, no anticipamos una continuación del grado de volatilidad que vimos en el primer trimestre.
El valor de la humildad
Por muy bueno que sea un gestor de cartera, habrá sorpresas. Con esto no estamos diciendo que no existan unos gestores mejores que otros a la hora de predecir la dirección de determinados sectores, industrias, o incluso empresas concretas. Pero la humildad es importante. Como describió Philip Tetlock, catedrático de la Universidad de Pensilvania, en su libro de 2006 Expert Political Judgement, los “expertos” suelen equivocarse más al predecir los resultados dentro de su especialidad que la gente común. A riesgo de simplificar excesivamente su argumento, la raíz del problema es el exceso de confianza.
“La probabilidad de que acontezca un shock en un año cualquiera es básicamente independiente de si ha acontecido recientemente un shock o no… y puede asumirse que viene dado por una probabilidad constante, aunque pequeña”
El hecho de que un gran shock como el COVID-19 tuviera lugar recientemente en el mercado podría hacer pensar que es menos probable que algo de ese calibre suceda pronto de nuevo. Pero la probabilidad de que acontezca un shock en un año cualquiera es básicamente independiente de si ha acontecido recientemente un shock o no. La probabilidad de que los mercados experimenten un shock puede asumirse que viene dada por una probabilidad constante, aunque pequeña. Dado que estos eventos escasamente probables (en ocasiones denominados “cisnes negros” por su carácter excepcional) pueden tener un impacto descomunal en las rentabilidades, un inversor humilde que reconozca los retos de hacer previsiones sobre el próximo cisne negro debería, en nuestra opinión, construir prudentemente carteras que ayuden a mantener el riesgo bajista derivado de uno de estos eventos dentro de límites aceptables.
El valor de la diversidad
Parafraseando un viejo refrán, creemos que no se deben poner todos los huevos en una misma previsión. Una cartera debería combinar no solo una diversidad de sectores y valores, sino también una diversidad de riesgos. Las matemáticas lo respaldan. Incluso si la probabilidad de acertar en cualquier previsión individual es alta, la probabilidad de que una cartera rinda bien a lo largo del tiempo será mayor si hay más previsiones lo más independientes entre sí que sea posible. Por expresarlo en términos matemáticos, si distribuyes el riesgo de la cartera entre 10 diferentes previsiones sobre el mercado que no estén razonablemente correlacionadas entre sí, y cada una de ellas tenga una alta probabilidad de resultar correcta, la cartera ofrecerá probablemente una mejor rentabilidad ajustada al riesgo que si hubieras asignado todo el riesgo a una única previsión que tuviera una mayor probabilidad de ser correcta.
Incluso si a la larga se demostrase que dicha única previsión era cierta, mantener la posición puede ser difícil si el mercado opina diferente. El prestigioso economista John Maynard Keynes condensó bien esta idea al sentenciar que “el mercado puede permanecer irracional más tiempo del que tú puedes permanecer solvente”. Y cabe que uno acierte en la previsión sobre la fuerte recuperación del crecimiento económico en EE. UU. pero se equivoque en cuanto a su impacto en los tipos de interés estadounidenses. Por ejemplo, si EE. UU. superase a la economía global, la debilidad mundial podría atenuar las presiones inflacionistas y aumentar la demanda de instrumentos de renta fija estadounidenses por parte de compradores extranjeros, manteniendo los tipos de interés bajos.
Gestionar el riesgo de tipos de interés es una herramienta valiosa, e importante, del posicionamiento de cartera, pero recomendamos humildad al presupuestar la cantidad de riesgo asignada al posicionamiento según las expectativas de tipos de interés que albergue cada uno, al objeto de no depender excesivamente de la precisión de una sola previsión. Además, la alineación de las expectativas entre clientes e inversores es de la máxima importancia. Por ejemplo, la cantidad de riesgo ligada a una previsión de tipos debería variar dependiendo de si una asignación a renta fija tiene como función servir de cobertura frente a los riesgos subyacentes al conjunto de la cartera de inversión. Reducir sustancialmente la sensibilidad a tipos de interés de una cartera de renta fija podría aumentar inadecuadamente el riesgo bajista en caso de otro shock económico si el inversor posee, además, grandes asignaciones a renta variable. Por el contrario, si se ha ido recortando la asignación del inversor a los activos de más riesgo, como la renta variable o la deuda corporativa de alto rendimiento (high yield), la necesidad de dicha cobertura probablemente sea menor y la asignación a renta fija podría beneficiarse de reducir la duración anticipando una subida de los tipos de interés.
“Una cartera debería combinar no solo una diversidad de sectores y valores, sino también una diversidad de riesgos”
Pensando en excesos de rentabilidad
Dejando a un lado las previsiones sobre los tipos de interés, creemos que los inversores siempre deberían estar atentos a inversiones con potencial de superar a los bonos del Tesoro de EE. UU. con similar duración. El término técnico para esto es “exceso de rentabilidad”, en la medida en que estas inversiones generan una rentabilidad que excede de la rentabilidad generada por los Treasuries.
La deuda corporativa, por ejemplo, ofrece una remuneración superior a la de los bonos del Tesoro. Mientras el diferencial (la diferencia entre ambos rendimientos) se mantenga constante, poseer deuda corporativa dará lugar a un exceso de rentabilidad respecto a los Treasuries debido a dicho margen. Por supuesto, los diferenciales pueden ampliarse, lo que perjudica al exceso de rentabilidad, o reducirse, lo que lo mejora. Que se amplíe o se reduzca puede estar correlacionado con la dirección de los tipos de interés, pero también puede venir influido por otros factores, como las condiciones y la perspectiva para la economía en su conjunto, para un sector particular o para una empresa determinada.
En definitiva, tanto los bonos corporativos como la gama más extensa de activos titulizados disponibles hoy en día en el mercado de renta fija ofrecen normalmente unos rendimientos más altos que la deuda pública estadounidense, al tiempo que proporcionan cierta diversificación. Los valores del Tesoro protegidos frente a la inflación (TIPS) y las inversiones de tipo variable, como muchos valores respaldados por hipotecas comerciales (CMBS) y obligaciones de préstamos garantizadas (CLO), pueden presentar perfiles aún más diversos de riesgo de tipos de interés e ingresos. Nuestra perspectiva de una economía fuerte y una mejora de los fundamentales nos lleva a creer que dichas oportunidades deberían aportar cierto diferencial respecto a los Treasuries, creando un colchón de rendimiento adicional que puede ayudar a proteger el capital frente a subidas de los tipos de interés.
Perder cuando aciertas en tu previsión sobre los tipos: los inconvenientes de las medidas de duración estándar
Cuando los inversores analicen la sensibilidad a los tipos de interés de sus posiciones en renta fija, creemos que es crítico que sopesen las limitaciones de las estimaciones matemáticas estándar de su duración. Aunque hay una noción compartida de que los valores no del Tesoro tienen menor sensibilidad a los tipos de interés que los valores del Tesoro con igual duración, muchos inversores ignoran esto sistemáticamente en sus decisiones de inversión. El cálculo estándar de la duración muestra la rentabilidad esperada en caso de variación del rendimiento de la inversión, pero este cálculo matemático puede no ayudar por excesivamente simplista.
Tomemos el gráfico 1 inferior, que muestra la relación histórica entre la variación de los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE. UU. a 5 años y la rentabilidad del índice de deuda corporativa investment grade. Cuando los rendimientos del Tesoro aumentan, las rentabilidades de la deuda corporativa tienden a disminuir. Sin embargo, la sensibilidad de la relación no coincide exactamente con la duración matemática del índice de deuda corporativa. En su lugar, empíricamente se ha comportado como si tuviera una duración notablemente más baja. La duración matemática media del índice de deuda corporativa durante el periodo mostrado se aproximaba a los 7,4 años. Sin embargo, la pendiente de la línea trazada en el gráfico muestra que la sensibilidad está más cerca de los 4,7 años: una diferencia significativa, con efectos potencialmente considerables en las rentabilidades (1).
Incluso si un inversor previera correctamente dónde se situarán los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años, saber cómo se comportará empíricamente una cartera es crucial para lograr los resultados deseados. Creemos que adoptar un enfoque sistemático al estimar, y utilizar “duraciones empíricas”, conducirá a una mejor rentabilidad ajustada al riesgo. El no hacerlo así podría provocar una rentabilidad inferior incluso si la previsión sobre los tipos de interés es acertada.
La conclusión lógica
Que exista volatilidad en los mercados no es malo. Crea oportunidades para los gestores activos. La volatilidad en 2020, combinada con las intervenciones de la Reserva Federal y el estímulo fiscal sin precedentes, creó oportunidades para que los gestores expresaran convicciones firmes. En nuestra opinión, no hay nada malo en albergar convicción sobre una previsión. La cuestión es asegurarse de que las posiciones resultantes tengan la dimensión adecuada en el marco del presupuesto general de riesgo. La humildad, y la diversificación, importan.
Igual que creemos en la importancia de diversificar los riesgos y las posiciones dentro de carteras estratégicas de renta fija, creemos que los inversores deberían preocuparse de que la misma diversificación exista en su cartera global de inversiones. El mix final será, idealmente, el resultado de los objetivos, la tolerancia al riesgo y las perspectivas de inversión individuales. Dada una fuerte convicción en que los tipos subirán abruptamente, un inversor podría plantearse o bien reducir su exposición total a renta fija o bien realizar ajustes dentro de las asignaciones de renta fija para reforzar aquellas a estrategias con menor sensibilidad a tipos de interés, incluidas estrategias de duración más corta o con rendimientos superiores. La clave a recordar es que en mercados con una amplia gama de resultados posibles, asignar demasiado porcentaje de tu presupuesto de riesgo a una única previsión, como la dirección de los tipos de interés, puede redundar en un mayor riesgo. Un poco de humildad y de diversificación en la construcción de la cartera puede tener una gran recompensa.
Tribuna de Greg Wilensky, director de renta fija estadounidense y gestor de carteras, y Michael Keough,gestor de carteras en Janus Henderson Investors.
Anotación:
(1) Fuente: Janus Henderson Investors, a 31 de marzo de 2021. En la ecuación de regresión y=mx+b, m significa la pendiente de la recta, que, en este caso, muestra la relación entre variaciones de los rendimientos del Tesoro y las rentabilidades de la deuda corporativa. La ecuación para la regresión mostrada en el gráfico es y=-4,7x+0,36. Así, las rentabilidades de la deuda corporativa han exhibido una duración de 4,7 años.
Glosario:
Obligaciones de préstamo garantizadas (CLO): valores de deuda emitidos en diferentes tramos, con diversos grados de riesgo y respaldados por una cartera subyacente compuesta principalmente por préstamos corporativos con calificación inferior a la categoría de inversión.
Valores respaldados por hipotecas comerciales (CMBS): productos de inversión de renta fija respaldados por bienes inmobiliarios comerciales, en lugar de viviendas.
Duración: mide la sensibilidad de un bono a la variación de los tipos de interés, expresada como la media ponderada de los flujos de caja restantes de todos los valores/carteras (tanto cupones como capital). Se expresa en número de años. Cuanto mayor sea la cifra, más sensible será a un movimiento de los tipos de interés. El término “duración corta” se refiere a reducir la duración media de una cartera. Por el contrario, “duración larga” se refiere a aumentar la duración media de una cartera.
Estímulo fiscal: política de un gobierno relacionada con la fijación de los tipos impositivos y los niveles de gastos. Es independiente de la política monetaria, que normalmente corre a cargo de un banco central. La expansión fiscal (o “estímulo”) consiste en aumentar el gasto fiscal y/o reducir los impuestos.
Inflación: tasa a la que aumentan los precios de los bienes y servicios en una economía. El IPC y el índice de precios minoristas (RPI) son dos medidas habituales. Lo contrario de la deflación.
Titulizado: los productos titulizados son valores de renta fija que agrupan activos financieros para crear nuevos títulos que pueden comercializarse o venderse a los inversores.
Diferencial/diferencial de crédito/diferencial del rendimiento: mide cuánto rendimiento adicional ofrece un emisor con respecto a bonos del Tesoro “libres de riesgo” comparables. En general, una ampliación de los diferenciales indica un deterioro de la solvencia de los prestatarios corporativos, mientras que un estrechamiento de los diferenciales apunta a una mejora de la solvencia.
Valores del Tesoro protegidos frente a la inflación (TIPS): tipo de valor del Tesoro emitido por el gobierno estadounidense indexado a la inflación, para proteger a los inversores de una disminución del poder adquisitivo de su dinero.
Volatilidad: el ritmo y la medida en que sube o baja el precio de una cartera, un título o un índice de mercado. Si el precio sube o baja con movimientos amplios, es que es muy volátil. Si el precio varía más lentamente y en menor medida, es que presenta una volatilidad inferior. Se usa para medir el nivel de riesgo de una inversión.
Rentabilidad: el nivel de ingresos de un valor, expresado normalmente como tipo porcentual.
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Pixabay CC0 Public Domain. Franklin Templeton, ClearBridge Investments, Brandywine Global y Martin Currie se unen a la iniciativa Net Zero Asset Manager Initiative
Franklin Templeton y tres de sus gestores afiliados especializados, ClearBridge Investments, Brandywine Global y Martin Currie, han decidido unirse a la iniciativa Net Zero Asset Managers. Las cuatro empresas signatarias suman en total más de 948.000 millones de dólares en activos bajo gestión.
Lanzada en diciembre de 2020, Net Zero Asset Managers Initiativees un grupo internacional de gestores de activos que se compromete a apoyar el objetivo de cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2050 o antes, apoyando inversiones que están alineadas con los esfuerzos globales para limitar el calentamiento a 1,5 grados. El cumplimiento del compromiso también incluye priorizar la reducción de emisiones en la economía real dentro de los sectores y empresas en los que invierten los gestores de activos.
Actualmente, el número de firmantes integra a 128 inversores que gestionan alrededor de 43 billones de dólares en activos, una clara señal del reconocimiento por parte del sector de la gestión de activos de que el cambio climático es una prioridad urgente que debe abordarse.
“Estamos entusiasmados de comprometernos con la Iniciativa de Gestores de Activos Cero Emisiones junto con la creciente comunidad de firmantes. Continuamos nuestro viaje con el claro reconocimiento de que debemos comprometernos a encontrar los datos y las soluciones que nos ayuden a lograr los objetivos de emisiones netas globales para 2050. Trabajaremos hacia este objetivo con un espíritu de auténtico compromiso y en asociación con nuestros clientes y partes interesadas, manteniendo nuestra creencia de que una buena administración de activos globales significa gestionar y asignar el capital para beneficiar a nuestros clientes a través de las generaciones”, ha destacado Jenny Johnson, CEO y presidenta de Franklin Templeton.
Compromiso Net Zero
Como parte de la iniciativa, los administradores de activos firmantes han asumido una serie de compromisos, entre los que destacan:
Establecer objetivos internos para 2030, para que los activos se gestionen en línea con el objetivo de Net Zero, en consonancia con una parte justa de la reducción global del 50% de CO2 identificada como requisito en el informe especial del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) sobre el calentamiento global de 1.5°C.
Tener en cuenta las emisiones de Alcance 1 y 2 y, en la medida de lo posible, las emisiones materiales de Alcance 3 en las carteras de inversión.
Aplicar una estrategia de gestión y compromiso, con una política clara de escalada y votación, que sea coherente con la ambición de que todos los activos gestionados alcancen las cero emisiones netas en 2050 o antes.
Crear productos de inversión alineados con las cero emisiones netas para 2050 y facilitar una mayor inversión en soluciones climáticas.
El Consejo de Administración y Sostenibilidad de Franklin Templeton, así como el equipo de Estrategia Global de Sostenibilidad han identificado y analizado el cambio climático como una prioridad estratégica clave para la empresa en cada uno de los países donde tiene presencia, participando en iniciativas ESG desde el 2003, con el objeto de abrir nuevas oportunidades de inversión, contribuir a la gestión del riesgo y aumentar la rentabilidad a largo plazo.
Franklin Templeton, ClearBridge Investments, Brandywine Global y Martin Currie
Pixabay CC0 Public DomainTyler Rutherford. Tyler Rutherford
Federated Hermes, firma de gestión activa especializada en inversión responsable con sede en Pittsburgh, Pensilvania, y 645.800 millones de dólares en activos a cierre de 30 de junio, ha anunciado la compra de la participación restante del 29,5% en Hermes Fund Managers Limited (HFML) en poder de BT Pension Scheme (BTPS), compañía dedicada a planes de pensiones corporativos de prestaciones definidas en Reino Unido con activos superiores a los 57.500 millones de libras.
En 2018, Federated Hermes adquirió una participación mayoritaria del 60% en HFML que en ese entonces pertenecía a BTPS. Esta transacción le proporcionaba a Federated Hermes una opción de compra para adquirir el resto de HFML y una opción de venta a BTPS por su participación residual en la misma. En ambos casos, las opciones debían ejercerse entre tres y seis años después del acuerdo original.
Ambas partes han acordado que el próximo 31 de agosto se cerrará una transacción por la participación restante del 29,5% de HFML. BTPS y Federated Hermes acordaron una valoración justa independiente de HFML de 394,9 millones de libras esterlinas (aproximadamente 547,4 millones de dólares). En consecuencia, Federated Hermes pagará 116,5 millones de libras (aproximadamente 161,5 millones de dólares) a BTPS por sus acciones restantes en HFML.
Aunque BTPS ya no tendrá una participación en la propiedad de HFML, seguirá siendo un cliente importante, con 12.000 millones de dólares en activos bajo gestión invertidos en varios productos gestionados por Federated Hermes, incluidos unos 10.100 millones de dólares en estrategias a largo plazo en mercados privados, según datos a 31 de julio.
“Durante los últimos tres años, nuestros valores compartidos y áreas de experiencia mutuamente beneficiosas nos han dado la oportunidad de involucrarnos con BTPS y disfrutar de un diálogo abierto con ellos como clientes clave y propietarios”, comentó J. Christopher Donahue, presidente y director ejecutivo de Federated Hermes.
“Nuestra experiencia combinada en gestión de inversiones, administración y distribución hace que sea prudente que FHI complete este acuerdo de manera oportuna para que podamos continuar enfocándonos en expandir nuestras capacidades de inversión y gestión al mismo tiempo que aumentamos nuestra huella de distribución global”, continuó Donahue.
“Durante la última década, HFML ha pasado de ser nuestro equipo interno de gestión a ser una sólida firma de gestión responsable a nivel global con 43.900 millones de libras. Nos complace ver florecer el negocio bajo una nueva propiedad, haciendo la venta de nuestra participación accionaria residual un siguiente paso simple y lógico”, expresó Morten Nilsson, director ejecutivo de BT Pension Scheme Management.
“Mantenemos fuertes vínculos con HFML y esperamos trabajar con ellos mientras nos enfocamos en gestionar unos 57.500 millones de libras esterlinas en activos para nuestro objetivo Net Zero para 2035 como inversor responsable y comprometido”, añadió Nilsson.
“Estamos agradecidos con BTPS, que apoyó y defendió nuestro enfoque de responsabilidad la inversión y la creación de riqueza sostenible mucho antes de que muchos comprendieran su importancia”, declaró Saker Nusseibeh, director ejecutivo de Hermes Fund Managers Limited.
“Esperamos seguir trabajando con un esquema de cliente en el futuro. Completar esta transacción representa un hito importante para nuestras firmas y es una consecuencia de la estrecha colaboración y el encaje cultural que hemos disfrutado desde que Federated Hermes adquirió su participación mayoritaria en 2018. Desde entonces, hemos trabajado en estrecha colaboración como equipo y, con el apoyo de Federated Hermes, hemos implementado planes de crecimiento e invertido en el negocio en general, cuyos activos aumentaron de 33.600 de libras a 43.900 millones”, concluyó.
Pixabay CC0 Public Domain. China y Estados Unidos impulsan el crecimiento y la recuperación del sector del lujo
Tras un año en el que el único aumento del consumo se registró en la parte alta de la pirámide de consumidores de lujo, cuya cuota de mercado se duplicó con respecto al año anterior, el mercado mundial se está recuperando gradualmente y se estima que volverá a los niveles prepandémicos en 2022, según el último informe True-Luxury Global Consumer Insight elaborado por Boston Consulting Group.
Según indican las conclusiones del informe, el empuje para esta recuperación procede sobre todo de los consumidores estadounidenses, cuyas compras de lujo se han reanudado más rápidamente de lo previsto, gracias al fuerte apoyo gubernamental, y de los consumidores chinos, que confirman la tendencia a la repatriación de las compras, iniciada durante el COVID-19.
Esta recuperación se ha iniciado, según indica el informe, gracias a un “efecto rebote” tras haber pasado lo peor de la pandemia: el deseo de lujo. Según indica el documento, las expectativas de gasto de los consumidores de gama alta en los próximos 12 meses son, en general, positivas. “La sensación de los consumidores es ligeramente opuesta para el lujo personal y el lujo experiencial, ya que se espera que el lujo personal se beneficie del consumo nacional, y se prevé que el lujo experiencial se apoye cada vez más en el gasto en el extranjero”, matiza en sus conclusiones.
En este sentido, los millennials y la Generación Z son los otros motores de crecimiento y representarán el 60% del total de consumidores en 2025. Entre las principales tendencias que se consolidan: la creciente virtualización del lujo (nuevas herramientas digitales para captar al consumidor), la polarización de valores entre los estilos occidental y oriental, un sistema de distribución centrado en la omnicanalidad y una creciente atención hacia los valores de las marcas, en términos de sostenibilidad medioambiental e inclusividad.
“El informe muestra signos positivos para 2021, más allá de las expectativas. China y, sobre todo, Estados Unidos están impulsando el crecimiento, ya que más de un tercio de los consumidores internacionales tiene previsto aumentar el gasto en bienes y experiencias de alta gama, incluidos los viajes. El sector ha mostrado solidez y ha captado rápidamente las nuevas tendencias socioculturales. La sostenibilidad es sin duda una de ellas, pero también llama la atención la fuerte virtualización de la experiencia de lujo, como pone de manifiesto el éxito de las ventas en livestreaming y por el juego, un sector que alcanzó el valor de 178.000 millones de dólares en 2020”, afirma Matteo Lunelli, presidente de Altagamma.
En concreto, Estados Unidos y China son motores de crecimiento. Aunque los europeos se muestran cautelosos sobre el gasto interno y más pesimistas sobre el gasto en el extranjero para los próximos 12 meses, los consumidores estadounidenses y chinos destacan por su optimismo, situándose como potenciales motores de crecimiento del mercado del lujo personal en un futuro próximo.
“Los consumidores estadounidenses son optimistas en cuanto a las expectativas de consumo de lujo tanto en el país como en el extranjero, lo que demuestra que los estadounidenses están preparados para recuperar su importancia en el mercado global del lujo. Se espera que este renovado optimismo produzca un aumento de la cuota frente a las previsiones anteriores a la crisis de entre un 2% y un 3%, estimado entre un 19% y un 21% para 2025. Los consumidores de China también tienen previsto aumentar su gasto, pero también siguen repatriándolo, con una aceleración también en este caso frente a las estimaciones previas a la pandemia en términos de cuota, que asciende entre el 3% y el 4%, para alcanzar el 43%-45% en 2025. Las marcas deberán adoptar una postura estratégica frente a estos dos grupos de consumidores que, además de gustos divergentes en términos de estilo, conllevan implicaciones diferentes en términos de inversiones en marketing y huella de distribución”, añade Sarah Willersdorf, directora general y socia de Boston Consulting Group.
Entre las tendencias socioculturales a las que se refiere Lunelli destaca el llamado “livestreaming”, es decir, el impulso del comercio social y en vivo. “Dado que las interacciones entre los clientes y las marcas son cada vez más directas y se centran en lo digital, cada vez es más necesario atraer a los consumidores a través de diferentes canales y formas. Algunas de las herramientas más eficaces son los livestreams virtuales, muy conocidos por la activación de nuevas necesidades, la provisión de experiencias de compra altamente interactivas, la posibilidad de llegar a diferentes audiencias y el gran dinamismo a la hora de mostrar la experiencia. En Estados Unidos, en particular, se calcula que el potencial de mercado del livestreaming alcanzará los 25.000 millones de dólares en 2023”, señalan las conclsuiones.
Esta nueva forma de consumir lujo, también ha generado un nuevo tipo de relación con el cliente: el Clienteling 2.0. Según el informe, la industria le da cada vez más importnacia al “toque humano”. En comparación con el año pasado, un «toque» personalizado sigue siendo clave para los consumidores cuando una marca llega a todas las vías digitales y físicas, lo que confirma la necesidad de que las marcas creen una relación más one to one con el cliente en todos los puntos de contacto.
Bill Maldonado, director de renta variable de Eastspring Investments . Bill Maldonado, director de renta variable de Eastspring Investments
Eastspring Investments (Eastspring), el brazo de gestión de inversiones asiáticas de Prudential plc con activos por valor de 254.000 millones de dólares, ha anunciado el nombramiento de Bill Maldonado como director de renta variable. Esta contratación está sujeta a la aprobación regulatoria, Maldonado comenzará a desempeñar su nuevo cargo a partir del 6 de septiembre.
Esta contratación estratégica tiene como objetivo expandir las capacidades de liderazgo de Eastspring, fortalecer sus ofertas de acciones y respaldar el enfoque de los equipos de acciones especializados de la gestora.
En su nueva función, Maldonado será responsable de gestionar y diversificar aún más las estrategias de capital de Eastspring. Con sede en Singapur, Maldonado dependerá de Boon Peng Ooi, director de estrategias de cartera de Eastspring.
Maldonado tiene casi 30 años de experiencia en gestión de activos global. Más recientemente, fue director de inversiones de la región Asia Pacífico y director de inversiones Globales de renta variable en HSBC Global Asset Management.
“Estamos encantados de darle la bienvenida a Bill al equipo de Eastspring. Su amplio conocimiento y trayectoria comprobada en equipos líderes de inversión en acciones y la diversificación de ofertas de productos serán fundamentales para el crecimiento a largo plazo de nuestro negocio”, dijo Boon Peng Ooi, director de estrategias de cartera de Eastspring.
“El nombramiento de Bill está alineado con nuestro compromiso continuo de hacer evolucionar nuestras ofertas en un entorno de mercado que cambia rápidamente y de ofrecer soluciones de inversión innovadoras y de alta calidad para nuestros clientes. Fortalecer nuestro equipo de estrategias de cartera de Eastspring es un paso importante para lograr nuestra ambición de establecer una posición de liderazgo en acciones en Asia y expandir el alcance de Eastspring más allá de Asia», expresó Wai-Kwong Seck, director ejecutivo de Eastspring Investments sobre el nombramiento.
Por su parte, Maldonado dijo sobre su nombramiento como director de renta variable de Eastspring Investments que estaba muy emocionado y que esperaba trabajar en estrecha colaboración con el equipo para construir, diversificar y expandir sus capacidades de capital para satisfacer las necesidades cambiantes de los clientes y socios de distribución. Asimismo, el director de renta variable cree que Eastspring tiene una rica herencia y un historial exitoso en la gestión de estrategias de renta variable en Asia.
Maldonado tiene una licenciatura en Física, en la que se graduó con honores, de la Universidad de Sussex y la Universidad de Uppsala, un MBA de la Universidad de Cranfield y un doctorado en Física del Láser de la Universidad de Oxford.
Para analizar el mercado de acciones no podemos olvidar que la primera mitad del mes de agosto ha sido excepcional, especialmente en Europa. En el Viejo Continente sus índices de acciones no han registrado ningún día en negativo, algo fuera de lo habitual y que no ocurría desde 1999. Este es el contexto en el que hay que examinar los recientes recortes, pese a que estos se justifiquen por el sentimiento de los miembros de la Reserva Federal y la debilidad de los datos recientes.
La evolución futura está muy vinculada a la pandemia y, por ello, unida a un grado de incertidumbre nada trivial al que el coronavirus nos tiene acostumbrados. La variante delta es mucho más contagiosa que las anteriores, pero la vacunación está produciendo también efectos positivos. La experiencia del Reino Unido ha sido esclarecedora, y pese al levantamiento de las restricciones, no ha habido un agravamiento de la situación. La visión actual de los mercados es que la variante delta ha hecho la realidad peor que la previsión, pero no elimina la perspectiva final de erradicación del virus; seguramente la tasa de vacunación tendrá que ser mayor para lograr la inmunidad de grupo, pero es algo compatible con la erradicación.
En el frente económico dos de los tres principales bloques, China y Estados Unidos, han alcanzado ya sus máximas tasas de expansión, y Europa lo estará seguramente haciendo en este tercer trimestre. Esto no es necesariamente terrible; pensemos que las cifras de crecimiento eran inusualmente altas y consecuencia de las contundentes, pero insostenibles en el tiempo, medidas de impulso fiscal y monetario, sin hablar de los efectos base. Una economía que recupera la normalidad debe prescindir de esos incentivos y volver a su propia dinámica, que es lo que está ocurriendo.
La inflación: fuente de preocupación
Uno de los puntos de preocupación es la evolución de la inflación. Es cierto que en este fenómeno reconocemos ciertos elementos transitorios, derivados de los efectos base y los cuellos de botella. Pero también observamos otros derivados de los fuertes incentivos económicos empleados, absolutamente necesarios, sí, pero con innegables consecuencias nocivas en la estabilidad de precios, que dejarán su huella durante más tiempo del que sería deseable.
La conclusión es que no debemos exacerbar nuestra preocupación por la inflación, pero tampoco dejar de vigilarla. En esta década la inflación estará en promedio un punto por encima de como lo estuvo en la anterior (1,3% en euros y 1,7% en dólares). La convergencia con las cifras objetivo de los bancos centrales (el 2,0% tanto en euros como en dólares) ya empezará a verse en los próximos meses. Destaquemos que, aunque se deduce de lo anterior, esa convergencia no será completa.
La política monetaria ha alcanzado su máximo grado de laxitud y todo lo que nos venga a partir de ahora serán movimientos hacia la normalización, que significan condiciones financieras menos distendidas. Prevemos que ese giro hacia la normalización se iniciará con medidas cuantitativas, reduciendo los niveles de compra de los bancos centrales, y que solo cuando haya avanzado suficientemente por esa vía comenzarán las subidas de tipos, que esperamos en 2023 en Estados Unidos y no antes de 2024 en Europa. Las subidas de los tipos rectores de los bancos centrales serán moderadas (no más de un 0,5% en Estados Unidos en 2023), por lo que podemos afirmar que tendremos un panorama de tipos bajos por un tiempo indeterminado.
Un escenario favorable para los activos de riesgo
Este escenario sigue siendo favorable para los activos de riesgo, acciones, bonos corporativos y materias primas, y desfavorable para los activos refugio, especialmente los bonos gubernamentales, con rentabilidades absurdamente bajas.
En este sentido, las bajas rentabilidades de los bonos gubernamentales solo pueden explicarse a la luz de las intervenciones de los bancos centrales y mientras estos tengan el poder actual. Pero en la medida en que la situación actual no varíe drásticamente, lo cual no prevemos, descartamos un descalabro de los precios de la deuda pública, aunque esta ofrezca un paupérrimo binomio rentabilidad/riesgo.
En el frente de los bonos corporativos, y lo decimos tanto para los de grado de inversión como para los high yield, los diferenciales se han comprimido tanto que no vemos atractiva esta clase de activo y optamos por la neutralidad. Solo vemos valor en las acciones, pese a las importantes subidas que han tenido desde sus mínimos de marzo del 2020. Las revalorizaciones de las cotizaciones no han llevado a valoraciones absurdas, porque el comportamiento de los beneficios ha sido más que brillante, como ha demostrado, y no ha sido la única prueba, la reciente presentación de resultados trimestrales.
En síntesis, continúa la lucha por la erradicación de la pandemia que, aunque esté un poco más lejos que cuando apareció, terminará con una victoria. La economía crecerá a una tasa más baja que las recientes, pero más que aceptable, y con un aumento de precios superior a la era pre-COVID19. Estaríamos sobreponderados en acciones, infraponderados en bonos gubernamentales y neutros en bonos corporativos.
Pixabay CC0 Public Domain. La crisis sanitaria reactiva la financiación sostenible
BBVA es el nuevo intermediario líder en el mercado de bonos sostenibles con una cuota de mercado del 16,4%, tanto por número de operaciones, con 15, como en volumen colocado, 2.454 millones de euros, según los datos del Informe Anual OFISO sobre la Financiación Sostenible en España en 2020.
El podio se completa con Banco Santander, líder de 2019, con 12 operaciones y el 12,2% de cuota y HSBC, con ocho operaciones y el 8,5% de cuota de mercado.
El estudio publica que la crisis del coronavirus ha producido en 2020 un cierto “sorpasso” en la financiación sostenible tras los titubeos iniciales, reactivándola hasta finalizar el año con un volumen total de 33.026 millones de euros en España y un crecimiento del 45%. A nivel global, el crecimiento de este mercado ha alcanzado los 605.259 millones de euros, un 18% superior al del 2019.
En nuestro país, las emisiones de bonos verdes, sociales y sostenibles concentran 15.024 millones de euros de la anterior cifra, el 54% más que el año anterior. Por su parte, los préstamos sostenibles aportan 18.002 millones, con una subida del 38%. Los bonos verdes registraron un volumen de 9.123 millones de euros y un crecimiento del 44%, en 28 operaciones que fueron realizadas por 22 emisores.
Sin embargo, este ha sido el año de los bonos sociales, que se multiplicaron por más de seis veces a nivel global. En España, donde contaban con un peso relativo muy superior, también alcanzaron el mayor crecimiento de entre las tres categorías con un 88% y 2.817 millones emitidos. El segmento de bonos sostenibles aportó 3.084 millones y un crecimiento del 62%.
El número de operadores en el mercado nacional de la financiación sostenible creció el pasado año, con el debut de la Xunta de Galicia, entre las comunidades autónomas, Banco Sabadell y Bankinter, en el sector financiero y Red Eléctrica de España, Audax Renovables, EcoEner, y Elecnor, entre las corporaciones.
El crecimiento del segmento de sostenibles ha atraído a España a más entidades financieras en la intermediación, con 34 de ellas participando en alguna colocación, frente a las 25 de 2019. BBVA es el nuevo intermediario líder, con una cuota del 16,3%, tanto por número de operaciones como por volumen colocado. El podio se completa, como ya se ha adelantado, con Banco Santander y HSBC.
Por sectores…
Por sectores de actividad, el de mayor peso fue el de Finanzas, que duplicó el volumen emitido en 2019, con 6.470 millones de euros, concentrando el 43,1% del total. A continuación, el grupo de Soberanos, Subsoberanos y Agencias (SSA), con 5.001 millones de euros y una cuota del 33,3% y Corporaciones, con 3.553 millones y el 23,7%.
En cuanto a comunidades autónomas, la de Madrid lideró un año más el ranking por volumen individual de una emisión con una de 1.250 millones de euros. Por volumen de emisiones, destacaron BBVA y CaixaBank, con 2000 millones en dos operaciones, y el Gobierno Vasco, con tres emisiones por un total de 1.159 millones.
Además, el Renting ha entrado moderadamente en la financiación sostenible con iniciativas como OneElectric, renting diseñado para facilitar a las empresas su cambio a la movilidad eléctrica, creado por Endesa X y Athlon, o la de Iberdrola, aliado con BNP Paribas para lanzar una oferta dirigida al mercado del renting con la que impulsar también la movilidad sostenible en España.
Finalmente, dentro de la financiación sostenible de tipo transnacional, hay que registrar los acuerdos firmados por Endesa con CaixaBank para su primera operación de factoring sostenible con un volumen inicial cedido a la entidad financiera de 450 millones de euros; y con Santander y BBVA en sendas líneas de confirming vinculadas a criterios de sostenibilidad, de 170 y 159 millones de euros, respectivamente. Asimismo, Siemens Gamesa Renewables cerró dos líneas de avales sostenibles por un total de 1.600 millones con Caixa y Banco de Santander.
Pixabay CC0 Public DomainMarkus Spiske. Markus Spiske
La Comisión Europea (CE) ha desvelado la hoja de ruta del “Objetivo 55” (1), que establece la transformación para que la Unión Europea logre la meta de reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en al menos un 55% antes de 2030. Este movimiento, en la opinión de Andrea Carzana, gestor de carteras, y Natalia Luna, analista temática de inversiones sénior en inversión responsable en Columbia Threadneedle Investments, se trata de un paso crucial para garantizar que la UE se sitúe en la senda de la neutralidad climática de aquí a 2050.
El paquete aporta atomización y exhaustividad en cuanto a cómo se pueden lograr estas reducciones. Se debatirá y votará en el Parlamento Europeo y los estados miembros antes de implementarse, por lo que puede que no todas las propuestas acaben materializándose en ley. No obstante, a juicio de la gestora, es un magnífico punto de partida.
Reviste también cierto interés el análisis de cómo el marco propuesto beneficiará a los temas sostenibles que se ha fijado como objetivo el fondo Threadneedle (Lux) Sustainable Outcomes Pan European Equity (SOPEE) Fund.
Impuesto fronterizo sobre las emisiones de carbono
El mecanismo de ajuste en fronteras de las emisiones de carbono (CBAM, por sus siglas en inglés) se aplicará, en un principio, al cemento, los fertilizantes, el hierro y el aluminio, el acero, el aluminio y la generación de electricidad, así como a las emisiones directas de alcance (2). Los importadores tendrán que pagar impuestos sobre las emisiones de carbono derivadas de sus productos sobre la base del precio del carbono de la UE. Esto se implementará en un periodo de tres años a partir de 2023, y podrá extenderse a otros sectores después de 2026.
Los derechos de emisión gratuitos se irán eliminando de manera paulatina para estos sectores subsiguientes hasta 2035, y disminuirán a un ritmo del 10% anual hasta llegar a cero. Esto constituye un factor positivo para el segmento de la construcción y una línea en el fondo SOPEE, como la firma de materiales de construcción CRH2, ya que los derechos de emisión de carbono gratuitos podrían suprimirse ya en 2023. Ahora bien, la fecha propuesta significa que el sector solo tendrá que afrontar la totalidad del coste incremental del carbono en 2035, lo que da más tiempo para acelerar los planes de reducción de emisiones y ajustar los precios a un nivel más alto.
El aspecto más positivo e influyente del CBAM estriba en que supone un punto de partida, que anuncia una normativa sobre el carbono mucho más estricta a nivel mundial. El retraso en la implementación podría desembocar en que el CBAM se convertiría en una herramienta potente para impulsar la aceleración de los planes de descarbonización en otros países, e incentivaría un mayor debate en torno a la descarbonización del planeta y las metas en materia climática.
Segmentos aéreo y marítimo
La CE propone que, a lo largo de los próximos años, los combustibles sostenibles de aviación (SAF, por sus siglas en inglés) se mezclen con el combustible de aviación en los vuelos con salida desde cualquier aeropuerto de la UE con el fin de estimular la reducción de emisiones, un asunto que trató la gestora en una reciente opinión (3). La propuesta ahora es que se incluya un 2% de SAF de aquí a 2025, un 5% de aquí a 2030 y un 25% de aquí a 2035, una subida respecto del nivel actual, que ronda el 0,1%.
El sector de la aviación también se ha incorporado al régimen de comercio de derechos de emisión (ETS) de la UE. Los sectores que abarca el ETS de la UE revisado —que será testigo de un mayor endurecimiento del mercado en apoyo de unos mayores precios del carbono— tendrán que mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero en un 61% de aquí a 2030 frente a los niveles de 2005. Esto derivará en una rebaja del 4,2% anual en la asignación de créditos gratuitos del sector sobre la base de los vuelos registrados en 2010.
Estas propuestas supondrán unos costes adicionales para el sector de la aviación, de tal manera que habrá ganadores y perdedores. Las aerolíneas deberán tener en cuenta la adopción de SAF y la compra de certificados de carbono, y su éxito dependerá de su capacidad para trasladar los costes a los clientes.
Para una compañía como Neste, el mayor productor mundial de diésel renovable y refinado de combustible de aviación sostenible a partir de desechos y residuos y con una posición en el fondoThreadneedle (Lux) Sustainable Outcomes Pan European Equity, esto resulta muy positivo, dado que la producción de SAF de Neste está creciendo desde cerca de las 100.000 toneladas métricas anuales a en torno a los 1,5 millones de toneladas métricas anuales de aquí a 2024 (4).
El sector marítimo también se ha incorporado al ETS de la UE, y esto incidirá en los viajes intracomunitarios, el 50% de las emisiones de los viajes extracomunitarios y las emisiones que se produzcan en el atraque en un puerto de la UE. El sector deberá mitigar la intensidad de emisiones de gases de efecto invernadero (frente a un valor de referencia que aún está por establecerse) en un 2% de aquí al 2025, en un 6% para 2030, en un 13% de aquí al 2035, en un 26% de aquí a 2040, en un 59% para 2045 y en un 75% de aquí a 2050.
Ni el queroseno utilizado en la industria de la aviación ni el petróleo pesado empleado en el transporte marítimo quedarán totalmente exentos de impuestos sobre la energía en los viajes intracomunitarios. A lo largo de 10 años, los tipos impositivos mínimos para estos combustibles se incrementarán, mientras que los combustibles sostenibles sacarán partido de un tipo cero que espoleará su aceptación y adopción.
Vehículos eléctricos
La fabricación de coches en la UE revelará un carácter plenamente eléctrico de aquí a 2035. El “Objetivo 55” propone una reducción del 55% en las emisiones de los coches nuevos para 2030 y del 100% de aquí a 2035. Esto conlleva una eliminación progresiva de los vehículos con motor de combustión interna para 2035 —una reducción de las emisiones más rápida de lo previsto—, lo que requerirá un crecimiento más raudo de los vehículos eléctricos (VE). Ahora bien, esto plantearía un desafío para los fabricantes de automóviles y también requeriría que se acelerara el despliegue de la infraestructura para los VE, lo que incluiría un aumento en el número de puntos de carga hasta un total de un millón de aquí a 2025 y de tres millones de aquí a 2030.
Esto es muy positivo para las empresas de semiconductores, que desempeñan un papel clave en este despliegue. Infineon, en la que Threadneedle (Lux) Sustainable Outcomes Pan European Equity mantiene una posición, es el líder del mercado en el segmento de los semiconductores de potencia, un mercado que debería experimentar un espléndido crecimiento, ya que estas propuestas significan que la cifra de vehículos eléctricos en la carretera sencillamente tiene que aumentar. Las empresas de equipos eléctricos como Schneider también se beneficiarán, ya que resultan fundamentales para la implantación de la red de puntos de carga.
Renovación de edificios
La hoja de ruta ha incrementado el objetivo de ahorro y eficiencia energética al 36% para 2030, frente al 32,5%. Existe también un nuevo objetivo vinculante que establece un incremento anual del 1,1% en las energías renovables que se emplean en los sistemas de calefacción y refrigeración, un escenario en el que las renovables representarían un 49% del uso energético de los edificios de aquí a 2030.
Columbia Threadneedle ya trató este tema en un artículo de opinión a finales de 2020, si bien las propuestas van ahora más allá. Con anterioridad, el requisito se circunscribía a la renovación de los edificios gubernamentales, aunque ahora el sector público tendrá que renovar el 3% de sus edificios cada año, en lo que se incluyen las escuelas y los hospitales. Ahora bien, lograr estos objetivos de eficiencia exigirá unas políticas de mayor respaldo en términos de financiación, incentivos y otras regulaciones.
Aunque la normativa sobre el carbono sigue representando una rémora a corto plazo para el sector de la construcción, a largo plazo las nuevas normas de la UE resultan un factor positivo y podrían beneficiar a los líderes de la descarbonización con un mayor acceso al capital y una base de costes relativos potencialmente más baja. En el caso de firmas con posiciones en el fondo Threadneedle (Lux) Sustainable Outcomes Pan European Equity como Belimo, SIKA y Schneider, esto debería desembocar en un alto nivel de crecimiento orgánico sostenido con un fuerte poder de fijación de precios. Las compañías eléctricas también sacarán partido, ya que los edificios comerciales y residenciales revestirán vital importancia para la transformación energética de la red.