Pixabay CC0 Public DomainDennis Amith. Dennis Amith
Las valoraciones del mercado de renta variable estadounidense se encuentran en máximos históricos; sin embargo, tal vez no estén narrando la totalidad de la historia. Según Abrie Pretorius, gestor principal junto a Clyde Rossouw de la estrategia Global Quality Equity Income de Ninety One, se ha completado el círculo desde el inicio del COVID-19 hace unos dos años. Los ingresos globales, son ahora un 2% más altos que en 2019, pero los beneficios se han aumentado casi un 40% en comparación con 2019.
Las empresas han logrado un fuerte apalancamiento operativo, especialmente durante 2021. Esto fue en gran parte porque en sectores como la energía, los productos cíclicos de consumo y las áreas cíclicas de la tecnología, la demanda regresó, pero sin la totalidad de sus bases de costes volviendo a la normalidad. Por lo tanto, el experto cree que ahora estamos viendo el rápido retorno de los costes, con la inflación en alza. Así pues, de cara a 2022, lo interesante será que los nubarrones del COVID se disiparán, y probablemente empezaremos a tener una imagen más clara en términos de la demanda real y las presiones de costes a las que se enfrentan las empresas.
Entre los principales riesgos a los que se enfrentan las empresas, es probable que el crecimiento de los ingresos se ralentice sustancialmente a medida que nos adentramos en 2022 y que los costes que estamos viendo ahora sigan siendo elevados. Eso va a obligar a los bancos centrales a acelerar la retirada de la liquidez y a normalizar el ciclo de tipos de interés en un momento en el que se está viendo una rápida desaceleración del crecimiento.
Son los flujos de caja libres los que impulsan los precios de las acciones, no los beneficios, por lo que en Ninety One son bastante cautelosos con las empresas que tienen altos costes de reinversión en un momento en el que esos costes son elevados. Así que se dirigen más a las empresas con fuertes activos intangibles que pueden proporcionar un fuerte crecimiento de los ingresos y que pueden hacer que ese crecimiento de los ingresos pase a los flujos de efectivo. Esto es posible porque no tienen los altos requisitos de reinversión, ya que sus bases de activos están realmente impulsadas por el software, el código, las patentes y las marcas.
Las oportunidades en 2022 se presentarán en empresas con un historial muy sólido de crecimiento en sus dividendos, ya que probablemente tendrán un buen desempeño. En concreto, se inclinan por las empresas del sector del consumo, algunas empresas de software seleccionadas y por el sector sanitario. El hilo conductor son empresas con una buena combinación entre una posición de ataque y de defensa, con balances con poca intensidad de capital y que carezcan de necesidades de reinversión. En concreto, creen que esta cuestión del rápido aumento de la base de costes en 2022 puede coger desprevenidos a algunos inversores, ya que muchos se centran en los beneficios y no el flujo de caja.
Con respecto al posicionamiento, en la estrategia Global Quality Equity Income de Ninety One poseen un número limitado de empresas que creen que podrán volver a ofrecer un crecimiento real en sus dividendos en el próximo año. Estas empresas tienen un fuerte poder de fijación de precios, que se mantendrá en el entorno de la demanda, pero no tienen los elevados costes de reinversión que tienen la mayoría de las demás empresas a nivel global. Por lo tanto, una vez más, deberían ser capaces de ofrecer un crecimiento muy fuerte del flujo de caja libre.
En Ninety One creen que 2022 será un año en el que la calidad impulsará el crecimiento. Es importante, ya que existen muchas distorsiones diferentes en el mercado, ser muy selectivos y seguir una diversificación geográfica. Europa, Estados Unidos y los mercados emergentes tienen restricciones muy diferentes impulsadas por los gobiernos locales, por lo que los inversores deben ser capaces de identificar los motores únicos de las empresas individuales que pueden impulsar el crecimiento en 2022.
AXA IM logra por tercer año consecutivo ser la gestora de activos europea más comprometida con la inversión sostenible debido a su continua dedicación a las estrategias orientadas en este tema, según el índice Responsible Investment Brand Index (RIBI) 2021 de Hirschel & Kramer (H&K).
El ranking destaca el grado en que la ESG y la inversión responsable se encuentran integradas en todos los niveles de las compañías. En concreto, se demuestra a través de dos tipos de medidas: de compromiso y de la marca. Por un lado, las «medidas de compromiso» por medio de acciones concretas. Por ejemplo, el compromiso con iniciativas colectivas sobre desarrollo sostenible o la publicación de la actividad de voto por delegación. Por el otro lado, las «medidas de la marca». A través de la intención que emana la gestora directamente en su marca, visible en las declaraciones de propósitos y los sistemas de valores comunicados abiertamente y con transparencia, generando así la creación de un mayor valor social.
Asimismo, AXA IM también se ha clasificado como la segunda empresa más comprometida con la inversión responsable de entre más de 500 gestoras de activos a nivel mundial, según el mismo índice.
“Es un honor para nosotros ser reconocidos como la primera gestora de inversiones en Europa, y la segunda a nivel mundial, comprometida con la inversión responsable. Nos esforzamos por mantener nuestro papel de pioneros como inversores responsables y administradores a largo plazo de las inversiones de nuestros clientes, y este premio refleja nuestra dedicación a la ESG, que está en el centro de nuestro propósito. Creemos que esto alinea nuestras acciones con los valores de nuestros clientes, y perseguiremos sin descanso nuestros esfuerzos en este ámbito”, ha señalado Marco Morelli, presidente ejecutivo de AXA Investment Managers.:
AXA IM forma parte del grupo del 16% de empresas que fueron consideradas dentro de la categoría más elevada de Avant-Gardist, lo que refleja los esfuerzos de la empresa por invertir para la prosperidad y la sostenibilidad a largo plazo.
El Informe completo se puede consultar a través de este enlace.
Pixabay CC0 Public Domain. La ESMA emite nuevas directrices sobre los requisitos de la evaluación de la conveniencia y la mera ejecución
La Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA, por sus siglas en inglés) ha publicado las directrices sobre los requisitos de la evaluación de la conveniencia y la exención de la mera ejecución, de acuerdo con MiFID II, para aclarar determinadas cuestiones sobre cómo hacer el análisis de los conocimientos y experiencia inversora previa de los clientes.
Según explican desde finReg360, este informe final sobre las directrices, para la aplicación de ciertos aspectos de los requisitos de conveniencia y solo ejecución de acuerdo con MiFID II y el reglamento delegado que la desarrolla, llega tras el período de consulta de enero de 2021.
“Los objetivos de las directrices, según el regulador, son aumentar la claridad y homogeneizar la aplicación de los requisitos de conveniencia y solo ejecución, que constituyen un importante elemento de protección del inversor en la prestación de servicios de inversión distintos del asesoramiento o de la gestión de carteras”, explican los expertos de la firma.
Desde finReg360 apuntan algunas de las cuestiones más relevantes abordadas en el documento como , por ejemplo las que tienen que ver con las políticas y procedimientos para evaluar la conveniencia. En este sentido, destacan que las empresas deberán diseñar un cuestionario, u otro fórmula similar, para recabar la información clave del cliente. “Se trata de obtener toda la información necesaria del cliente, con respecto a sus conocimientos y experiencia en el ámbito de la inversión y para el tipo específico de servicio o producto de inversión ofrecido o demandado. Por ejemplo, se podrán diseñar cuestionarios o recabar información mediante conversaciones con el cliente en las que se realicen preguntas específicas que permitan obtener información para evaluar la conveniencia”, explican.
Por otro lado, añaden: “Las empresas también dispondrán de una política que defina cómo realizar la evaluación de la conveniencia en situaciones en las que un cliente es una persona jurídica o un grupo de dos o más personas físicas o cuando una o más personas físicas están representadas por otra persona física”.
Ahora bien, ¿qué deberán hacer las compañías para garantizarse que el cliente responda correctamente? En este sentido, la ESMA propone que implanten mecanismos de control, para ello plantea: prestar especial atención a la claridad, exhaustividad y comprensibilidad del cuestionario; usar un lenguaje claro evitando expresiones confusas, imprecisas y excesivamente técnicas (por ejemplo, abreviaturas); utilizar un formato y estructura sencilla en el cuestionario; evitar la obtención de diversas informaciones con una sola pregunta; limitar el número de veces que los clientes pueden responder al cuestionario; y trabajar con diferentes conjuntos de cuestionarios cuando un cliente solicite volver a realizarlo o utilizar un período de tiempo de separación entre uno y otro. Además, sugiere evitar preguntas que deriven en respuestas de sí y no; de selección opcional de conocimiento de un producto a través de un listado (“tick the box”); y autoevaluativas.
Asimismo, las entidades han de tomar medidas razonables para verificar la fiabilidad, precisión y consistencia de la información recopilada sobre los clientes y no basarse simplemente en que se espera que los clientes proporcionen información correcta, actualizada y completa. Según explican desde finReg360, en este sentido, la ESMA recomienda definir procedimientos para actualizar periódicamente la información.
“Por ejemplo, solicitar a los clientes con los que la entidad tiene una relación continua que le informen con regularidad de cualquier cambio o actualización sobre la información proporcionada originalmente. También han de considerar toda la información recabada del cliente en su conjunto e identificar cualquier contradicción relevante y resolver las inconsistencias o incongruencias. Por último, la ESMA establece como buena práctica incorporar controles para verificar si la evaluación de un cliente se ha actualizado con demasiada frecuencia o en un período muy corto de tiempo respecto de la anterior modificación”, señalan.
¿Cuándo no se requiere la evaluación de conveniencia?
En su actualización, la ESMA ha definido cómo actuar cuando se determina en qué situaciones no se requiere la evaluación de la conveniencia. En estos casos, las empresas también deben tomar las medidas adecuadas para determinar las situaciones en las que es necesario realizar una evaluación de conveniencia; y evitar realizarla cuando se debería aplicar una evaluación de idoneidad.
Además, deben distinguir claramente entre las operaciones asesoradas y las no asesoradas; las operaciones comprendidas en la exención de solo ejecución y otras operaciones no asesoradas, y los productos considerados complejos y no complejos.
En este sentido, es relevante el procedimiento que usan las firmas para clasificar sus productos. “Las entidades clasificarán sus productos no solo entre complejos y no complejos, sino que tendrán en cuenta el nivel de complejidad atribuido a cada uno de ellos. Por ello, la clasificación de los productos debe ser suficientemente fiable, adecuada y consistente, y estar debidamente actualizada”, destacan desde finReg360.
Y añaden que estos procedimientos de clasificación han de considerar las características y naturaleza de los productos y reflejar cualquier cambio que pueda influir en su clasificación. “Esto es particularmente importante por la rapidez con la que evolucionan y crecen los mercados financieros. Para ello, ha de utilizarse un nivel suficiente de granularidad en la clasificación de los productos de forma que solo se agrupen los que tengan características y riesgos comparables, utilizando diversos factores clave como la existencia de elementos opcionales, el apalancamiento, cláusulas de subordinación, subyacentes, garantías, liquidez del producto, divisa, etc.”, matizan.
Para las políticas que establecen la adecuación entre producto y cliente, las entidades han de implantar procedimientos para que encaje toda la información obtenida sobre los conocimientos y experiencia inversora previa del cliente y todas las características del cliente consideradas en la evaluación de conveniencia.
Informar al cliente de la evaluación de la conveniencia
Otro aspecto importante que ha publicado la ESMA es que las entidades que presten servicios de inversión distintos del asesoramiento y de la gestión de carteras tienen que informar a sus clientes (antes de prestarles el servicio y utilizando un lenguaje claro y sencillo) sobre la evaluación de conveniencia.
En esta información se incluirá una explicación del deber de la entidad en realizar la evaluación de conveniencia; las situaciones en las que no se realizará la evaluación de conveniencia y sus consecuencias, sin dar la impresión de que, por defecto, el cliente puede abstenerse de aportar la información que se le requiere, y una explicación de las principales diferencias entre los servicios de inversión asesorados y no asesorados.
“Asimismo, no deben afirmar ni dar la impresión de que es el cliente quien decide sobre la conveniencia del servicio o producto de inversión. Por tanto, dicha información se deberá poner a disposición de los clientes directamente y no se incluirán mensajes o información oculta o incomprensible. Por ejemplo, en el caso de las empresas que prestan servicios en línea, se podrá hacer uso de características de diseño como cuadros emergentes o pop-ups, o través de una sección de preguntas frecuentes, manteniendo en todo momento un registro de la información proporcionada”, destacan desde finReg360.
Proporcionalidad de la información recabada y otros requisitos
Un aspecto importante es que dependiendo del nivel de complejidad de los productos, la entidad evaluará el conocimiento y la experiencia del cliente de manera más específica y no solo sobre el tipo al que pertenece el producto (por ejemplo, deuda subordinada en lugar de bonos en general).
Desde finReg360 señalan que, por otro lado, si se pretende prestar un servicio no asesorado con alguna característica especial (por ejemplo, se presta conjuntamente con un servicio auxiliar de concesión de préstamos), la entidad deberá evaluar la conveniencia relacionada con tales características específicas y, si se trata de un servicio de inversión junto con un servicio auxiliar, la conveniencia de ambos conjuntamente.
Ahora bien, cuando el cliente no proporcione la información sobre sus conocimientos y experiencia, sea insuficiente o el producto no sea conveniente para el cliente, las entidades: tienen que hacerle advertencias claras y no engañosas, e indicarle la razón de ellas; y deben asegurarse de que el cliente recibe y entiende correctamente la advertencia. Por ejemplo, utilizando un color diferente para el mensaje de advertencia del resto de la información facilitada o, si el servicio se realiza por teléfono, explicar la advertencia, su efecto y preguntarle para asegurarse de que ha recibido y comprendido correctamente la información.
Otros dos requerimientos que plantea la ESMA tiene que ver con la cualificación del personal y el mantenimiento de los registros. Sobre esto último, las entidades deberán asegurarse de conservar un registro ordenado y transparente sobre la evaluación de la conveniencia, que incluirá, entre otras: la recopilación de información del cliente y del servicio no asesorado prestado; el resultado de la evaluación y su justificación; las advertencias; la ejecución o no de la transacción por el cliente a pesar de la advertencia; y las actualizaciones de la evaluación.
“Asimismo, han de aplicar controles para asegurar la eficacia de la evaluación y los requisitos de conveniencia; por ejemplo, las entidades que usen herramientas automatizadas tienen que monitorear periódicamente esos sistemas”, concluyen desde finReg360.
Próximos pasos
Las directrices se traducirán a las lenguas oficiales de la UE y se aplicarán seis meses después de la fecha de publicación de las traducciones. Las autoridades nacionales competentes contarán con un período de dos meses desde dicha publicación para notificar a la ESMA si tienen intención de cumplirlas o no.
Foto cedidaAnna Puigdevall, directora general de ANAI y tesorera de FIABCI España, durante su intervención.. Anna Puigdevall, directora general de ANAI y tesorera de FIABCI España, durante su intervención.
En estos momentos, según las cifras de la edición de agosto del mapa proptech, elaborado por API Catalunya, existen un total de 501 empresas dedicadas al proptech en España, de las que 278, más de un 55%, trabajan con profesionales inmobiliarios. De estas, el 58% ofrecen soluciones para el producto, el 22% para las agencias y el 20% restante para los clientes inmobiliarios.
Son datos destacados en el marco del VI Congreso Inmobiliario Latinoamericano (CILA), celebrado el 9 y 10 de septiembre y organizado por la Cámara de Corredores de Bienes Raíces de Guatemala, que ha reunido a alrededor de 10.000 CEOs de inmobiliarias, asesores de bienes raíces, desarrolladores, administradores inmobiliarios e inversores de 17 países latinoamericanos. Por parte de España, la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios (ANAI) y FIABCI España han participado activamente en el programa del congreso representados por Anna Puigdevall, directora general de la ANAI y de la AIC y tesorera de FIABCI España, Vicenç Hernández, presidente de la ANAI y de la AIC, así como CEO de Tecnotramit, y Ramón Riera, director internacional de API Catalunya y presidente del Comité de legislación y medio ambiente de FIABCI.
En este sentido, Anna Puigdevall ha moderado y participado en una mesa redonda sobre el presente y futuro de las empresas del sector Pproptech y pintech junto a Andrés Leal, CEO de Triarii, Andrés Correa, cofundador de Alpaca Technology, y Pablo Coirolo, fundador de Crypto Bay Montevideo. Durante su intervención, Puigdevall ha destacado que uno de los objetivos del colectivo API es desarrollar sinergias con todas las empresas que aplican tecnología al sector inmobiliario, por lo que lleva a cabo una interpretación del ecosistema proptech B2B y B2B2C para los profesionales, ordenándolo para fomentar la integración de los dos sectores y hacer conocedores el uno al otro de las potenciales ventajas de dicha integración.
“Hoy nuestros hogares son más inteligentes. Se compran, venden, alquilan y gestionan de manera más efectiva y digital. Y en general, el sector inmobiliario se ha diversificado para incluir toda una gama de servicios tecnológicos y digitales que cumplen con las necesidades de la demanda actual. Esto no para aquí. Si el proptech ha contribuido en gran parte a este cambio, las nuevas tecnologías e innovaciones como la realidad virtual y aumentada, el blockchain, el big data, la inteligencia artificial, el internet of things (IoT), la domótica, la imagen y todas aquellas tecnologías aplicables al sector inmobiliario también continuarán contribuyendo a su mejora y evolución. El crecimiento del sector inmobiliario ya no es posible sin su integración con el Proptech”, ha señalado la experta.
¿Cuál es el futuro del proptech en Europa?
“El mercado empieza a saturarse en algunas áreas, así que solo sobrevivirán aquellos actores con valor diferencial. Existe un gran potencial en procesos estratégicos y de soporte en este escenario de cambio de paradigma que estamos viviendo que se abre paso a las fusiones, disrupciones en modelos de negocio, internacionalización y mejora de las soluciones actuales”, ha indicado Anna Puigdevall
La experta ha puesto énfasis en la importancia de que la industria inmobiliaria ponga en marcha estrategias que vayan de la mano de la sostenibilidad. “Las empresas con objetivos sostenibles tienden a tener mayor rentabilidad, a estar mejor consideradas en la sociedad, a tener mejor acceso a la financiación y a ayudas públicas y a reducir riesgos por cambios en el mercado, ya que sus consumidores acostumbran a ser más fieles”.
En este contexto, el IoT, data y machine learning ayudan en la toma de decisiones, el BIM y los digital twins ayudan a controlar las emisiones, las smarthomes informan sobre consumos y las smart cities permitirán tomar decisiones más responsables. “Si algo aporta el proptech a toda la industria inmobiliaria es transparencia”, ha apuntado Puigdevall en el cierre de su intervención.
De las 216 compañías aseguradoras inscritas (203 operativas) en España a cierre de 2020, 34 están vinculadas a entidades o grupos bancarios que cubren la práctica totalidad del mercado. La vinculación de estas aseguradoras puede ser de distinta índole: filial del grupo bancario al 100% o mayoritaria, participación sustancial asociada a acuerdos de bancaseguro con compañías de referencia o, por último, participaciones minoritarias significativas en compañías aseguradoras, según analiza Afi en su último informe sobre el negocio de bancaseguros en España.
Consistente con la circunstancia de que el canal bancario es la principal vía de distribución de los seguros de vida en España (tanto de vida-ahorro como de vida-riesgo), veinte de ellas, la mayoría, operan en el ramo de vida, mientras que las catorce restantes lo hacen el ramo de no vida. No es menos cierto, sin embargo, que la participación de las entidades bancarias en esta última línea de negocio está experimentando un creciente interés. Piénsese, por ejemplo, en la puesta en marcha reciente de compañías como Santander-Mapfre para autos o BBVA-Allianz para seguros generales excepto salud. O en el otro extremo, el interés de compañías especialistas de extender su potencial de comercialización mediante acuerdos con distribuidores retail como es el caso recientemente conocido de Mutua Madrileña-El Corte Inglés.
Claro sesgo hacia el negocio de vida, pero importancia creciente del de no vida
Esas 34 entidades con vinculación bancaria concentran en torno al 50% del negocio asegurador en España. Si lo medimos por el tamaño del balance, las provisiones técnicas que gestionan o los resultados que generan, tal y como puede observarse en el cuadro 1. Bien es cierto que, como viene siendo habitual históricamente, ese peso sustancial en el “control del sector asegurador” en España está claramente concentrado en el ramo de vida (con un alto componente financiero). En 2020 acapararon más del 85% de los resultados agregados de dicha línea de negocio en España. Sin embargo, en el caso de no vida, las compañías vinculadas a grupos bancarios generaron “sólo” poco más del 30% de esta otra línea, si bien, como se ha señalado, vienen adquiriendo un peso creciente.
Mayor capacidad de generación de resultados, con menor disposición relativa de recursos propios
La segunda característica relevante de las aseguradoras vinculadas a grupos bancarios, recogida también en anteriores informes, es su mayor capacidad de generación de resultados. Por el contrario, su disposición de recursos propios (su capitalización) es relativamente más reducida que la del resto del sector. En efecto, habiendo generado en 2020 estas compañías el 53% de los resultados del sector seguros, su patrimonio neto sólo representa el 33% del agregado de compañías que operan en España. Este hecho tiene una doble explicación: un menor grado de capitalización relativo de las compañías vinculadas a grupos bancarios, como consecuencia de su preferencia a situar el “exceso” de capital en la matriz (bancaria), y simultáneamente, una mayor eficiencia relativa del negocio (frente al conjunto de las no vinculadas a grupos bancarios) que impacta positivamente en sus resultados.
La combinación, en términos relativos, de mayores resultados y menor disposición de recursos propios contables se traduce en tercera característica: una rentabilidad sustancialmente más elevada (más del doble) que las del resto de entidades aseguradoras. En concreto, el ROE medio de las 34 aseguradoras vinculadas a grupos bancarios superó en 2020 el 18%, en tanto que la rentabilidad promedio del resto de entidades no alcanzó siquiera al 8%1 . Como resultado el sector asegurador español definió un ROE promedio del 11,2%2 en dicho ejercicio. No sólo ha mantenido los dos dígitos de rentabilidad que de manera prácticamente ininterrumpida viene definiendo históricamente, incluyendo, como puede advertirse en el gráfico 1, los años más duros de la crisis anterior, sino que la ha mejorado en el año de la pandemia . Frente a este comportamiento, la rentabilidad del negocio bancario viene definiendo una senda muy inferior y mucho más volátil, como puede observarse en el mismo gráfico.
En cuanto a la estructura de la propiedad de las aseguradoras vinculadas a grupos bancarios, nos seguimos encontrando con experiencias mixtas tanto en el negocio de vida como en el de no vida. En el caso del ramo de vida, la mitad de los grupos bancarios apuestan por la explotación autónoma del negocio asegurador, y entre ellos los líderes Caixabank y BBVA. Sin embargo, en el ramo de no vida, sólo tres de los grupos bancarios identificados explotaban autónomamente dicho negocio, ya que mayoritariamente lo hacen compartiéndolo con socios especializados. Entre ellos destacaba el caso de Bankinter con Línea Directa, que, sin embargo, tras su colocación en bolsa en el presente ejercicio, deja de tener el control completo de dicha compañía. Los acuerdos antes mencionados de Santander-Mapfre y BBVAAllianz, que se materializaron en 2020 afianzan la estrategia de colaboración de los bancos con compañías especialistas para la explotación del negocio de no vida.
El hecho de que el canal dominante de la distribución del seguro de vida (tanto en su modalidad de ahorro como de riesgo) sea el bancario, determina la supremacía de la banca en este segmento del negocio asegurador (entre el 65% y 75%). Determinantes de ese desarrollo son la capilaridad de la red bancaria española, la cercanía del ahorro previsional al negocio financiero y la relevancia que para la venta de los productos vidariesgo (que por otra parte se han expandido en el contexto de la pandemia) tiene la comercialización de hipotecas.
Todos los grupos bancarios señalados participan en compañías aseguradoras que operan en este ramo, si bien la importancia relativa del negocio en cada una de ellas, como puede verse en el Gráfico 2, es desigual. No sólo tiene un líder muy destacado, Caixabank, que más que triplica el negocio de sus más inmediatos seguidores, sino que además acapara un tercio del negocio de vida en España. Dicha posición se ha acrecentado además en este ejercicio tras la integración con Bankia, que aportará su negocio en este ámbito y conllevará en paralelo la próxima ruptura de los acuerdos de distribución de esta última con Mapfre. En conjunto los siete primeros grupos bancarios concentran más del 90% del volumen de negocio de vida en España vinculado a la banca, el cual generó en 2020 más de 2.200 millones de euros de beneficios4 . Una parte sustancial de esta cifra, globalmente casi el 90% (en cada caso específico según su grado de participación en sus participadas aseguradoras), engrosó la generación de resultados de las entidades bancarias el pasado año.
Las aseguradoras bancarias que operaron en el negocio de no vida generaron unos 700 millones de euros, de los que algo más del 60% contribuyeron al margen de los bancos accionistas
Por otra parte, aun siendo muy inferior a la de vida, la participación del 20%-30% de la banca en el ramo de no vida no es despreciable y, además es singular y relevante en algunas de las entidades. Dos compañías, Línea Directa (todavía filial 100% de Bankinter a cierre de 2020) y SegurCaixa Adeslas (filial de Caixabank compartida con Mutua Madrileña como socio) acaparan el grueso de la contribución de los resultados a los grupos bancarios. A ellas hay que sumar también Caser, compañía dependiente en su origen de distintas cajas de ahorros, en la que mantienen su participación algunos de sus bancos herederos tras la adquisición por Helvetia de un paquete muy mayoritario. En el pasado año se crearon además Santander-Mapfre y BBVA-Allianz. Las compañías de no vida vinculadas a los grupos bancarios generaron una cifra superior a los 700 millones de euros de beneficios en 2020, de los que algo más del 60% contribuyeron directamente a las cuentas de resultados de los grupos bancarios accionistas.
La participación de la banca en el negocio de seguros doméstico le aportó directamente más de 2.400 millones de euros a sus resultados en 2020, por encima de los casi 2.000 millones de un año antes
Aun siendo bastante generalizada la notable rentabilidad de las aseguradoras españolas vinculadas a grupos bancarios, su distribución es poco uniforme como puede observarse en los gráficos 4 y 5. Tan elevada rentabilidad, tanto más si se compara con la del negocio típicamente bancario, unido a la sustancial participación de la mayoría de las entidades en el negocio de seguros de vida, y también en casos singulares en el de no vida, se traduce en una contribución significativa al margen generado por la banca. De hecho, la participación en el negocio de seguros español aportó en 2020 más de 2.400 millones de euros a los resultados de 2020 del conjunto de entidades bancarias españolas.
En algunos casos dicha contribución es además muy sustancial. El cuadro 2 adjunto recoge una estimación, tanto para 2019 como para 2020, del peso que los beneficios atribuibles de las compañías de seguros españolas vinculadas a los bancos tienen en los resultados de estos por el total de sus negocios en España. Con el objetivo de disponer de una comparativa razonablemente homogénea para los cuatro grupos con negocio internacional relevante (sobre todo Santander y BBVA, pero también Caixa y Sabadell) Afi ha considerado el beneficio que “atribuyen” cada una de las entidades únicamente a sus negocios en España, en tanto que para el resto de las entidades (esencialmente domésticas) se han tomado directamente sus resultados contables consolidados.
El cuadro pone de manifiesto:
1. La gran relevancia que el negocio de seguros tiene para las entidades bancarias en España, de tal modo que sólo por su contribución directa (beneficio atribuido a su participación en filiales aseguradoras) dicho negocio contribuyó en media casi un 25% a las cuentas de resultados de las entidades bancarias en 2019, porcentaje similar al que habían contribuido en 2018.
2. A esta contribución directa, como accionistas de sus filiales aseguradoras, debe añadirse el margen que genera la propia actividad de distribución de las pólizas a través de la red bancaria. Aunque con la información pública disponible no es posible determinarlo con precisión, si se considera adicionalmente esta contribución indirecta, en esos dos años es razonable atribuir globalmente al negocio asegurador (contribución directa eindirecta) en torno a un tercio de los resultados de la banca en España.
3. La combinación en 2020 (el año de la pandemia) de una mejora del margen generado por el negocio asegurador con un desplome sustancial del margen global generado por las entidades bancarias como consecuencia de las importantes dotaciones que han realizado para anticipar el deterioro de sus carteras crediticias en el contexto de la pandemia, ha propiciado que se haya disparado la aportación relativa del negocio asegurador a dicho margen global. Como puede advertirse en el cuadro 2, en 2020 dicha aportación habría ascendido de manera directa al 56% del margen global de la banca.Si, como se ha indicado anteriormente, se agrega la aportación indirecta derivada de las comisiones obtenidas por la comercialización de las pólizas de sus filiales, la aportación del negocio de seguros a sus matrices bancarias probablemente haya alcanzado en 2020 una cifra cercana a los dos tercios de los resultados bancarios del pasado año. Cierto es que pasada esta situación excepcional, dicha aportación retome niveles más cercanos a los de 2018-2019.
4. Con todo, como puede advertirse en el mismo cuadro, el peso relativo de los beneficios obtenidos del negocio de seguros por cada una de las entidades bancarias es muy heterogéneo, destacando la extraordinaria contribución que tiene en algunas como Caixabank, por ende entidad lider que concentra (a través de sus participaciones en Vidacaixa y Segurcaixa Adelas), unos 1.000 millones de euros de resultados ligados al negocio de seguros, o dicho de otro modo, más del 40% del margen que aportan los seguros al negocio bancario en España.
5. La apuesta por participar y desarrollar aún más el negocio de seguros, que no deja de acreditar márgenes superiores que el negocio típicamente bancario, es muy claro en el caso de la banca española. En el caso del ramo de vida parece razonable pensar que seguirá dominando, en general, las explotación autónoma de dicho negocio que, como ya se ha señalado, define mayor cercanía con el negocio puramente financiero de la banca. A mayor abundamiento, procesos de integración bancaria como los de Caixabank-Bankia y Unicaja-Liberbank proporcionan, sin lugar a dudas, economías de escala e incentivos evidentes para su mayor desarrollo, aunque bien es cierto que el escenario prolongado de tipos bajos supone un cierto lastre.
6. Sin embargo, en el caso de seguros de no vida, parece claro también que se impondrá el desarrollo del negocio de bancaseguros bajo acuerdos y/o compañías conjuntas con grandes aseguradoras que, por otra parte, conllevarán, en el caso de haberse producido integraciones bancarias como las señaladas, la ruptura y renegociación de acuerdos vigentes hasta el momento, y que se van a concretar en los próximos meses. Las compañías recientemente puestas en marcha por Santander-Mapfre o BBVAAllianz operan en la misma dirección de mejorar la explotación del negocio de no vida en algunos de sus subrayamos.
Foto cedidaDe izquierda a derecha, Ánbel Buñesch e Íñigo Iturriaga.. credit suisse
Credit Suisse nombra a Pablo Carrasco responsable de Banca Gestión de Patrimonios para la Península Ibérica, con el objetivo de liderar un mercado estratégico para el banco y seguir impulsando la sólida trayectoria de crecimiento en esta región.
«Nos satisface anunciar el nombramiento de Pablo Carrasco como nuevo responsable de Gestión de Patrimonios en la península ibérica», comenta Robert Cielen, responsable de Gestión de Patrimonios para Europa en Credit Suisse. «Gracias a sus dos décadas de experiencia en la gestión patrimonial y su profundo conocimiento de las necesidades de nuestros clientes y negocio, estoy seguro de que Pablo seguirá consolidando con éxito nuestra presencia en la península, donde llevamos más de 30 años prestando servicio localmente a nuestros clientes. Seguiremos invirtiendo, creciendo y atrayendo talento en este importante mercado, que para el banco es estratégico».
Pablo Carrasco cuenta con más de 20 años de experiencia en la gestión patrimonial en todo el mundo. Lleva en Credit Suisse 15 años, en los que ha ocupado distintos puestos de responsabilidad en el área de gestión patrimonial. Pablo comenzó su carrera en Credit Suisse en España, pero también ha acumulado experiencia trabajando en el Reino Unido, Asia y Suiza. Recientemente y desde la sede global de la entidad en Suiza, ha liderado el equipo responsable de losfamily offices para Europa. Previamente, fue responsable de Asesoramiento y Ventas para el sur de Europa.
Pablo es licenciado en Derecho por la Universidad de Navarra y cuenta con un máster en Mercados Financieros y Banca de Inversión por el Centro de Estudios Garrigues.
Credit Suisse está presente en más de 50 países y es uno de los líderes mundiales en la gestión patrimonial. Con su amplia y dilatada experiencia, Credit Suisse considera a la península ibérica uno de sus mercados prioritarios en Europa.
La sostenibilidad y los factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG) son cada vez más relevantes para los inversores en renta fija. Es mucho lo que se propone y debate al respecto, ya que los marcos de inversión pueden variar sustancialmente debido a la rápida evolución de las normas, la transparencia de los datos y la normativa. En nuestra opinión, la cuestión es poder distinguir entre la práctica del «blanqueo verde» (de cara a la galería) y los verdaderos enfoques viables de sostenibilidad
A continuación analizamos los actuales avances y los principales factores de inversión al adoptar factores ASG en el proceso de análisis de la renta fija. Entre los avances importantes figura el fuerte aumento del interés por el cambio climático y los bonos temáticos, como los bonos verdes, así como un mayor enfoque en la normativa, los datos y la participación activa de los inversores (véase el anexo 1).
Las autoridades políticas siguen siendo sumamente activas en el desarrollo de divulgación de información obligatoria en materia ASG, de sostenibilidad y clima, tanto a nivel del emisor como del inversor. Aunque así sucede desde hace tiempo en Europa y los europeos siguen estando a la vanguardia de estos debates, cada vez vemos las mismas presiones políticas en Asia y Estados Unidos, especialmente con la administración actual. Los inversores están entrando en liza con mejor disposición a medida que el tema gana importancia en el contexto de la inversión desde la perspectiva de los riesgos y las oportunidades.
Entre los avances importantes figura el fuerte aumento del interés por el cambio climático y los bonos temáticos, como los bonos verdes, así como un mayor enfoque en la normativa, los datos y la participación activa de los inversores.
Acción por el clima
Sin duda alguna, el cambio climático constituye un gran desafío para el mundo. Tanto para las empresas como para los países, la atención urgente se centra en reducir las emisiones, mientras siguen a buen ritmo los debates sobre los precios y la compensación del carbono, así como el plazo para alcanzar los objetivos de cero emisiones netas. Muchas empresas están respondiendo no solo divulgando información sobre sus emisiones, sino también fijando objetivos de reducción. Al tiempo que los bancos centrales analizan los riesgos climáticos, los reguladores están solicitando más información y los inversores apuntan a un mayor compromiso con la acción por el clima.
El histórico Acuerdo de París de 2015 sentó las bases de la acción global para reducir las emisiones con el fin de lograr que la temperatura suba por debajo del umbral de 2 °C. El Acuerdo de París constituyó un enfoque ascendente, en el que cada país decidía por sí mismo los objetivos y plazos de reducción de las emisiones, los cuales se comunicaban mediante contribuciones determinadas a nivel nacional. Seis años después, la cumbre de la COP26 de Glasgow ha dado cabida a las negociaciones sobre el clima más importantes desde el Acuerdo de París. Ante una mayor sensación de urgencia, los países han acelerado su enfoque, presentando unas nuevas y revisadas contribuciones determinadas a nivel nacional para cumplir los objetivos de reducción del carbono.
Se espera que la obligación de abordar el cambio climático sea cada vez más importante para los inversores, a medida que aumenten los riesgos de aumento de las temperaturas de forma muy tangibles y las oportunidades inherentes al paso hacia las energías renovables y otras formas de reducción del carbono resulten más evidentess.
Bonos temáticos
En la renta fija, los bonos temáticos siguen desempeñando un papel importante en la adopción de factores ASG en las decisiones de las carteras de inversión. La emisión de bonos verdes ha registrado un fuerte crecimiento, con un mayor interés por los bonos vinculados a la sostenibilidad, debido a la pandemia. En nuestra opinión, hay varios tipos de bonos temáticos que pueden sopesarse para su inclusión en las carteras, siempre y cuando se entiendan bien las características fundamentales del crédito del emisor y el uso de los ingresos (véase el gráfico 2).
El año pasado ya fue extraordinario para los bonos, con casi 550.000 millones de dólares en bonos emitidos en las cuatro categorías temáticas. Una cantidad ya superada hasta el tercer trimestre de 2021, con emisiones que rondan ya los 850.000 millones de dólares. Solo los bonos verdes suponen más de la mitad del valor de los bonos emitidos en 2021 (450.000 millones de dólares), mientras que los bonos sociales rondan los 190.000 millones y las emisiones de bonos vinculados a la sostenibilidad superan los 70.000 millones. [Téngase en cuenta que el gráfico de abajo incluye tanto las emisiones de bonos como los préstamos verdes.]
La emisión de bonos vinculados a la sostenibilidad ha aumentado un 500% en el último año. Los emisores habituales de estas clases de bonos son empresas de sectores que generan muchas emisiones de carbono, como energía, materiales y servicios públicos, que utilizan esa financiación para proyectos de descarbonización y para incentivar a los inversores al ofrecer un mayor cupón del bono si incumplen los indicadores clave de rendimiento (KPI) estipulados cuando se emiten los bonos.1
Normativa
Los reguladores de varias regiones están desarrollando requisitos obligatorios de divulgación de información ASG y relacionada con el clima, a la vez que alientan la creación de taxonomías verdes/sostenibles. La emisión de bonos verdes y vinculados a la sostenibilidad cuenta con el apoyo de las autoridades normativas y los bancos centrales que también forman parte del diálogo en un entorno en rápida evolución.
La normativa más significativa es el Reglamento de la Unión Europea sobre la divulgación de información relativa a la sostenibilidad en el sector de los servicios financieros (SFDR, por sus siglas en inglés), que aboga por clasificar los fondos en función de sus criterios de sostenibilidad. Los fondos que integran factores ASG se clasifican como conformes al artículo 8 y los fondos que tratan de generar un impacto se ajustan al artículo 9. El Reino Unido va a examinar la información obligatoria de acuerdo con el Grupo de Trabajo sobre Divulgación de Información Financiera relacionada con el Clima (TCFD) para el año 2025. En Estados Unidos, la Comisión de Valores y Mercados (SEC) y el Departamento de Trabajo están llevando a cabo activamente numerosas iniciativas en materia ASG. En Asia, tanto Singapur como Hong Kong han propuesto directrices sobre la gestión del riesgo climático y medioambiental.2
Datos
La proliferación de proveedores de datos y calificaciones ASG, junto con la creciente divulgación de información voluntaria, ofrece a los inversores mayor claridad sobre los riesgos y oportunidades en materia ASG. Los datos no financieros suponen un complemento importante de las calificaciones de crédito y el perfil financiero.
Hay más proveedores de calificaciones ASG y sus correspondientes datos que nunca. Los grandes operadores, proveedores de índices y agencias de calificación siguen comprando a los de menor tamaño, mientras que un número cada vez mayor de grupos de reflexión, organizaciones no gubernamentales y consorcios de inversores se enfocan en la divulgación de datos especializados sobre un tema o asunto concreto, obteniendo los datos directamente del emisor, a través de cuestionarios o fuentes disponibles al público.
La cobertura y la calidad de las fuentes de datos varían. El mercado de bonos corporativos cuenta con más datos ASG disponibles que otros segmentos de la clase de activos. Los emisores de bonos corporativos están divulgando más información ASG y cada vez más proveedores ASG externos agregan dichos datos para generar puntuaciones ASG resumidas.
Los emisores de bonos soberanos divulgan ahora más información sobre los marcos de bonos verdes y temáticos para que los inversores entiendan cómo se utilizarán los ingresos de estas emisiones para proyectos de desarrollo sostenible y de otra índole. Los datos ASG de bonos soberanos también pueden obtenerse a partir de otras fuentes, como grupos de reflexión y grandes organizaciones multilaterales, como el FMI, el Banco Mundial y la OCDE, pero lamentablemente la información que se divulga no es tan amplia en otros segmentos del mercado de renta fija, como los bonos titulizados o municipales.
Los inversores también tienen que tener en cuenta el horizonte de tiempo y la importancia relativa al entender los riesgos asociados a los factores ASG. Los factores ASG suelen ser a largo plazo y pueden tener un impacto limitado en los instrumentos de renta fija con vencimiento a más corto plazo, a pesar de ser relevantes para el sector, la actividad o el emisor.
Participación activa
La participación activa con los emisores ha cobrado mayor relevancia, debido al deseo de los inversores de un mayor diálogo sobre los factores ASG, con el propósito de entender mejor los perfiles de sostenibilidad de los emisores. Los acreedores de renta fija no poseen acciones y, por tanto, no tienen derechos de voto. Sin embargo, los inversores de renta fija pueden participar activamente en un diálogo tanto formal como informal con los emisores en relación con los factores ASG a pesar de no ser accionistas y desempeñan un importante papel que desempeñar para promover una agenda sostenible como proveedores de financiación.
Además de individualmente, la participación activa puede llevarse a cabo de forma conjunta. En MFS, participamos en varios foros colectivos, como el CA-100 Plus. También entablamos un diálogo personal con los emisores.
Se prevé que la obligación de abordar el cambio climático sea cada vez más importante para los inversores, a medida que aumenten los riesgos de aumento de las temperaturas de forma muy tangibles y las oportunidades inherentes al paso a las energías renovables y otras formas de reducción del carbono resulten más evidentes.
Consideraciones de inversión
En MFS, la sostenibilidad ocupa el centro de nuestro enfoque de inversión activa a largo plazo y nuestro objetivo de asignar el capital de inversión de manera responsable. Nuestro sólido enfoque que integra la sostenibilidad en diversas facetas del proceso de inversión incluye el análisis fundamental y los datos requeridos, junto con la gestión prudente del riesgo y la participación activa con los emisores. Tenemos una serie de grupos de trabajo y comités que orientan la formulación y adopción de factores ASG en toda la plataforma de inversión de la compañía. Para ello, se consideran tres aspectos clave: integración, datos y gestión de riesgos.
El elemento más decisivo es la integración de factores ASG/sostenibilidad en el análisis fundamental ascendente (bottom-up) por el que se caracteriza nuestro enfoque de inversión. El análisis es el motor de la construcción de las carteras: colmamos las carteras con las mejores ideas de los analistas. Cada analista, tanto de renta fija como de renta variable, se encarga de integrar la consideración de los factores ASG en sus recomendaciones, trabajando estrechamente con los gestores de las carteras y con otros recursos ASG específicos que se enfocan en el análisis temático y la importancia relativa.
Al final, cada analista sectorial es responsable de integrar factores ASG junto con todas las demás consideraciones de inversión. No es una responsabilidad que se delegue a un equipo diferente. El analista se implica directamente con el emisor y aquellos que determinan el rumbo estratégico de la compañía para impulsar importantes agendas de sostenibilidad. En segundo lugar, los datos continúan siendo una parte importante del debate. En MFS, es importante que todos los inversores tengan el mismo acceso a datos ESG relevantes para tomar decisiones bien fundadas. Esto sigue evolucionando a medida que surge más información y nuevas normas.
Aunque en nuestro análisis utilizamos calificaciones ASG de terceros, al igual que con las calificaciones crediticias, no nos basamos solo en ellas para definir o limitar nuestras exposiciones. Por último, la gestión de riesgos y los análisis de riesgo cobran vital relevancia. Vemos los factores ASG como un riesgo, y también como una oportunidad. Analizamos el riesgo ASG desde el punto de vista de la cartera global y el proceso de construcción de la cartera, además de tener en cuenta valores individuales. Esto nos permite evaluar los riesgos materiales asociados con la cartera y tomar decisiones sobre los emisores que pueden correr mayor riesgo.
El elemento más decisivo es la integración de factores ASG/sostenibilidad en el análisis fundamental ascendente (bottom-up) por el que se caracteriza nuestro enfoque de inversión.
Conclusión
Varios avances importantes apuntan a la creciente importancia de la sostenibilidad y los factores ASG para los inversores en renta fija. Defendemos con firmeza la integración de estos factores en el proceso de inversión, el cual se sustenta en datos relevantes y una gestión prudente del riesgo. Aunque el cambio climático y los factores ASG en general sin duda plantean riesgos para muchos emisores, también ofrecen oportunidades a medida que el mundo pasa a producir y consumir bienes y servicios de manera más sostenible. Creemos que esta temática formará parte del sector de la inversión durante las próximas décadas.
Tribuna de Pilar Gómez-Bravo, directora de renta fija Europa y gestora de carteras de renta fija de MFS Investment Management.
Notas:
1 KPI = indicadores clave de rendimiento.
2 Artículo 6: Incluye riesgos de sostenibilidad en el proceso de inversión. Artículo 8: Promueve sistemáticamente una característica ambiental o social estipulada y mejora la divulgación de información al respecto. Artículo 9: Por lo general, para fondos «de impacto», que tienen un doble objetivo de rentabilidad financiera y resultados ambientales o sociales específicos.
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Acaban las fechas, para muchos, más especiales del año, donde a la mayoría nos transportan a la infancia, a los olores y sabores de la Navidad: luces, turrón y juguetes.
El juguete es un compañero de la niñez de tradición ancestral. En la Prehistoria estaba hecho con madera, huesos o arcilla. Luego, en el antiguo Egipto o el Imperio Romano, los niños jugaban con estatuillas de hombres y animales. Los juguetes eran artesanales y sencillos hasta la Revolución Industrial, pero a partir del siglo XVIII y con la aparición de la industria, se crearon objetos más complejos con nuevos materiales, que se fabricaban en serie para abaratar costes. Otro salto importante se registró con la era digital, donde llegamos a los juguetes más sofisticados con componentes electrónicos y una oferta descomunal para el más caprichoso. Además de divertir y entretener a los pequeños, son una herramienta clave en la educación y el aprendizaje.
En estas fechas, cuando esperamos a los Reyes Magos cargaditos de juguetes, se registra la temporada alta de la industria juguetera, ya que en estas fechas las empresas españolas del sector facturan aproximadamente el 50% de su producción anual. Es la prueba de fuego para la que llevan meses preparándose, buscando ofrecer sus mejores versiones e ideas para conquistar el deseo de los más pequeños y quizás de algunos ya no tan pequeños.
Inusualmente, el 2021 ha estado marcado por el miedo al desabastecimiento. La crisis del COVID ha hecho que las compras se anticipen a los meses de octubre y noviembre, periodo que ha registrado buenos datos de venta, teniendo en cuenta que el sector se ha anticipado a los efectos negativos de la crisis de suministros, ha tenido que lidiar también con la subida de los precios de los fletes, materias primas y encarecimiento de la energía.
Dentro de la adaptación del sector juguetero a las nuevas tendencias, destaca el esfuerzo innovador para ofertar ya propuestas más sostenibles, y muchos fabricantes sacan líneas donde además de intentar fabricar con materiales menos contaminantes, se intenta trasmitir a los niños y niñas un mensaje de educación en valores medioambientales y de conciencia social. Claro ejemplo, son Mattel, donde este año ha lanzado una Barbie fabricada con plástico reciclado y con mensaje de protección al mar o la danesa Lego, que está trabajando para que en el 2030 todos sus productos se fabriquen con materiales sostenibles.
Las empresas españolas no se quedan atrás, La Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ) galardona todos los años a las empresas del sector con el premio al mejor juguete para un mundo sostenible o al mejor juguete para un mundo mejor.
Los retos del sector juguetero serán para los próximos años el de adaptarse a otras tendencias como las ventas online, el envejecimiento de la población o la explosión del videojuego, que con la creatividad que le caracteriza seguro nos sorprenderán.
Tribuna de Patricia Vara, directora financiera en Portocolom AV.
Apoyados en una sólida respuesta de política fiscal y monetaria acompañada de una actitud tolerante por parte de los supervisores, los bancos han vivido una buena situación durante la pandemia. Pero quedan por delante retos importantes.
La tan comentada crisis crediticia no se ha materializado hasta ahora. Gracias a las condiciones favorables ofrecidas por los programas de los bancos centrales, los bancos han seguido concediendo préstamos durante la crisis, y la tendencia a endurecer las normas de concesión que era evidente a principios de 2021 se ha relajado un poco, lo que sugiere un aumento de la confianza de los bancos en la recuperación económica.
Sin embargo, hay incertidumbres y retos latentes que todavía pueden agitar los mercados y las perspectivas del sector bancario. El mayor de ellos es el rumbo que se ha fijado para la vuelta a la normalidad. La principal preocupación en este sentido es cuándo, cómo y durante qué periodo se producirá el tapering fiscal y monetario y cuáles serán los desencadenantes. Otra incertidumbre es el alcance de la morosidad a medida que las moratorias bancarias y los planes de apoyo público avanzan más allá de sus fechas de finalización, aunque los datos conocidos hasta la fecha sugieren que esto puede ser menos grave que las estimaciones del peor escenario.
La preocupación por un aumento de los impagos de las empresas ha disminuido un poco y se espera que las dificultades de las compañías sean más puntuales y centradas en el sector a medida que se consolida la recuperación en forma de K. Pero el bajo número de insolvencias empresariales esconde un panorama más preocupante. Las pequeñas empresas que vieron desplomarse sus ingresos y beneficios aumentaron irremediablemente su endeudamiento. Las ayudas públicas y la disposición de los bancos a refinanciar a tipos de interés asequibles les han permitido eludir la morosidad. Por ahora.
Desde el punto de vista de la rentabilidad, el entorno de tipos bajos/curva de rendimiento plana seguirá lastrando a los bancos, por lo que el imperativo de recortar costes sigue siendo primordial para proteger la rentabilidad antes de provisiones y financiar los crecientes presupuestos de IT y digitalización. La solidez de los ingresos de la banca de inversión ha dado un impulso a los bancos y ha contribuido a mantener la rentabilidad antes de provisiones, pero sigue siendo dudosa la sostenibilidad de esta línea de ingresos a lo largo del tiempo con los actuales niveles de actividad.
A nivel sectorial, los bancos han sido capaces de cubrir el coste crediticio adicional de la recesión sin recurrir a sus colchones de capital, que se mantienen por encima de los requisitos del SREP, aunque la reanudación del pago de dividendos y las recompras de acciones mermarán estas reservas en el caso de los bancos que superen el escrutinio regulatorio.
Seguimos señalando el riesgo de reputación relacionado con los grandes pagos de dividendos o los anuncios de recompra en un momento en el que los resultados de los bancos se han beneficiado de un importante apoyo público a sus clientes. Aunque vemos que este riesgo se aleja a medida que el foco de la opinión pública y los medios de comunicación se desplaza de las medidas de emergencia a la normalización. El retorno del capital a los inversores por estas vías supone un importante apoyo para las valoraciones de las acciones, especialmente con la rentabilidad permanentemente deprimida por los bajos tipos de interés y la falta de oportunidades de crecimiento rentable.
Tribuna de Dierk Brandenburg, codirector del equipo de instituciones financieras de Scope Ratings.
GVC Gaesco Valores apunta a que el retorno a la normalidad seguirá alimentando episodios de volatilidad, aunque estos serán controlados por los bancos centrales. En este contexto, la firma augura rentabilidades medias de hasta un 10% en los mercados para el próximo año.
Concretamente, GVC Gaesco indica que a nivel de valoraciones absolutas hay potencial de crecimiento a medio y a largo plazo de un 20,9% para el Ibex 35, un 16,7% para el Euro Stoxx 50, y un 9,8% para el S&P 500. Todo ello, pese a la aparición de nuevas variantes del COVID-19, pero con una población mundial cada vez más vacunada y con menos mortalidad global.
Estas son las principales conclusiones que se han desprendido del webinar “Estrategia 2022: Mirando más allá de las aguas turbulentas”, en el que el equipo de GVC Gaesco Valores ha expuesto su visión del mercado, la economía y los principales sectores productivos de cara al año próximo. La sesión ha contado con la presentación de Enrique García, CEO del Grupo GVC Gaesco, así como con el análisis del equipo de GVC Gaesco Valores, liderado por el director general de Análisis de GVC Gaesco, Víctor Peiro.
Aguas turbulentas para 2022
Peiro ha advertido de que existen razones para ser cautos con el mercado. En este sentido, ha apuntado que la inflación actual es una consecuencia de los desequilibrios generados durante la pandemia, debido a la fuerte reducción de la producción seguida de la recuperación artificial de la demanda.“No tenemos claro que los consumidores puedan afrontar la fuerte inflación de la energía, la vivienda y muchos otros productos una vez que se haya acabado el ahorro que se generó durante la pandemia”, ha señalado.
Por su parte, Marisa Mazo, subdirectora general de Análisis de GVC Gaesco, ha presentado los principales índices macroeconómicos y ha destacado los principales riesgos para los mercados: el COVID-19, la inflación, los cuellos de botella y el inmobiliario en China. “Estimamos que a partir del primer trimestre de 2022 la inflación empiece a descender para estabilizarse en 2023”, ha explicado Mazo. Y ha añadido que la clave va a ser la negociación salarial y el precio de la energía. Respecto a los cuellos de botella, ha destacado que la rotura de las estructuras muy globalizadas está afectando a la totalidad de sectores, pero, muy concretamente, a la industria. En este sentido, se espera un desatascamiento a partir del segundo semestre del 2022.
Peiro también ha apuntado a una cierta contradicción en la valoración de la bolsa, con los índices cotizando cerca de los máximos en términos de multiplicadores históricos, pero con una reserva de valor en las empresas que ofrece potencial hasta el fair value. En su opinión, se debe volver a los básicos y mirar más allá del corto plazo. En líneas generales, los principales drivers para la inversión de 2022 son empresas con balances fuertes, gastos flexibles y capacidad de fijación de precios.
Las recomendaciones de GVC Gaesco Valores
Asimismo, Peiro ha advertido de que algunos sectores, como el turismo, pueden seguir afectados intermitentemente por las restricciones políticas, pero también por el miedo a quedarse bloqueado en un destino o una escala. Pero es precisamente esta recuperación lenta en turismo lo que hace de este sector atractivo para 2022. También lo es la energía, por los vaivenes sufridos este año, la construcción, la tecnología y el consumo discrecional.
Los expertos del área de análisis del grupo financiero destacan Solaria, Iberdrola y Repsol en el sector energía; IAG y Meliá Hoteles Internacional en turismo; Sacyr, Buzzi y FCC en construcción; Cellnex en tecnología; Inditex, Ebro, FILA y Unilever en consumo; Catalana Occidente y AXA en el sector seguros; Stellantis y Gestamp en automovilismo; Santander y Unicaja en la banca y, finalmente, Telefónica, Orange y TIM en las telecomunicaciones.
El sector consumo, en el ojo del huracán para Navidad
Beatriz Rodríguez, analista del sector consumo en GVC Gaesco Valores, ha explicado que actualmente el sector vive lo que se conoce como la tormenta perfecta: el aumento de los precios de la energía, la subida constante de los precios de las materias primas y el incremento de los costes de transporte, que se sitúa en máximo. La confluencia de todos estos factores desemboca en la inflación en el sector consumo.
La analista apunta que la subida de los precios finales depende, en gran medida, de la capacidad que tengan las compañías para hacerlo. Así, la rentabilidad de numerosas empresas está en riesgo y solo aquellas con un elevado poder de fijación de precios pueden salir airosas, como es el caso de Ebro Foods y Viscofan. Por otro lado, “muchas compañías optan por la reduflación – la mezcla entre reducción e inflación-, manteniendo los precios, pero reduciendo la cantidad del producto. Este fenómeno mantiene el gasto, pero multiplica el precio real, alcanzando en algunos casos un aumento del 16%”, ha explicado.