A comienzos de junio 2020, Tikehau Capital lanzó su nuevo fondo a vencimiento Tikehau 2027. Christian Rouquerol, director de ventas para Iberia, comparte el actual posicionamiento del fondo, la visión de la gestora sobre el mercado high yield, así como la experiencia de Tikehau en fondos a vencimiento y el lanzamiento de esta nueva estrategia.
Tikehau Capital gestiona uno de los pocos fondos a vencimiento abiertos (sin comisiones de entrada ni salida) en toda Europa. ¿Podrías desarrollar sus ideas principales?
Cuando fue lanzado el fondo Tikehau 2022 (T22) -antecesor del Tikehau 2027 (T27)-, Tikehau Capital quería aportar algo diferente al mercado. La idea de este producto era diferenciarse en forma y esencia de los métodos tradicionales de gestionar fondos a vencimiento. Primero, con el formato de un fondo abierto (en el caso de T27 el periodo de suscripción terminará en 2024) sin comisión de entrada ni salida (sólo un swing price). Segundo, en esencia, por invertir en la parte de valor del mercado de crédito europeo mientras se mantiene un estilo de gestión activa.
Sobre este segundo punto, nuestro enfoque de gestión activa permite, primero, optimizar el perfil riesgo/retorno de cada posición en la cartera, asegurando que el riesgo del subyacente está correctamente compensado, y, segundo, gestionar las suscripciones y reembolsos del fondo de forma eficiente.
En un entorno de mercado complejo para la renta fija, con subidas de tipos y ciertas dudas ante el giro de los bancos centrales desde comienzos de año, ¿cuál es vuestra visión para el high yield europeo?
A pesar de los excelentes resultados obtenidos en los dos últimos años por el segmento de menor calificación dentro del high yield europeo (especialmente el B), creemos que este sector sigue siendo atractivo por varias razones.
Aunque el apalancamiento financiero ha vuelto a los niveles de finales de 2019 para los BB y los BBB, la mejora ha sido mucho más marcada en el caso de los B (gráfico 1). El ratio de cobertura de intereses en general también está mejorando considerablemente (gráfico 2) y se espera que las tasas de impago se mantengan muy contenidas este año en Europa (gráfico 3).
Además, ante la inminencia de un nuevo ciclo de subidas de tipos, parece prudente alejarse de los créditos que se ven mecánicamente afectados de forma negativa (prima de riesgo baja, duración larga) para posicionarse en créditos con una prima de riesgo alta que ayude a amortiguar esta subida de tipos y de duración reducida. Por lo tanto, resulta lógico, en nuestra opinión, que los inversores se alejen del riesgo de tipos de interés (BB) y se acerquen al riesgo de crédito (B y CCC), un fenómeno que probablemente continuará este año.
¿Cómo estáis trasladando esta visión al posicionamiento de vuestras carteras?
Con una calificación media de B+, Tikehau 2027 no solo ofrece una relación riesgo/rentabilidad más atractiva que el índice europeo de high yield («HEC0», calificación media BB-), sino que también exhibe un posicionamiento acorde con el actual contexto de subida de tipos. El fondo favorece los créditos con primas de riesgo elevadas y vencimientos más cortos, en relación con el índice europeo del segmento high yield.
En cuanto a las claves para la construcción de la cartera:
Favorecemos aquellos bonos con una prima de riesgo elevada que puedan absorber futuras subidas de tipos.
Mantenemos la duración bajo control concentrándonos en la parte central de la curva (3/5 años).
Infraponderamos bonos con cupones bajos y duraciones largas.
Nos centramos en emisores con márgenes elevados, una baja proporción de energía en su combinación de costes y una gran capacidad para repercutir el aumento de los precios de las materias primas en los precios finales.
Apostamos por continuar invirtiendo una aportación significativa en subordinadas financieras.
¿Por qué consideráis el enfoque de Tikehau 2027 una propuesta diferencial?
Tikehau Capital se caracteriza por un enfoque de valor en el crédito high yield y una gestión activa, incluyendo efectivo y equivalentes. T27 es sobre todo un fondo de alta convicción cuyo proceso de inversión se basa en el análisis fundamental del emisor y una naturaleza a largo plazo.
En línea con nuestra estrategia de inversión, el fondo ofrecerá dos perfiles a lo largo de su vida: un perfil long only hasta el final de 2024, en el cual el equipo gestor tratará de tomar posiciones en todo el universo de inversión sin restricciones de vencimiento y un perfil de duración corta en los últimos dos años de vida del fondo. Después del quinto año, la duración de crédito y tipos de interés descenderá y el gestor ajustará la cartera (venta de bonos cuyo vencimiento o repago no esté alineado con el vencimiento del fondo).
T27 es la tercera añada de fondos a vencimiento gestionados por Tikehau Capital. Como sus predecesores, el fondo invierte principalmente en high yield corporativo y en el mercado de deuda subordinada (hasta el 25% de los activos netos del fondo). T27 tiene como objetivo ofrecer un retorno bruto anualizado superior al 4,90%, excluidos defaults, con un horizonte de inversión recomendado hasta el vencimiento residual del fondo.
ADVERTENCIA:
Este artículo está preparado por motivos de comercialización y discusión de ideas de inversión y no cumple con los requerimientos estatutarios de imparcialidad en el análisis financiero. El artículo ha sido confeccionado por TIKEHAU INVESTMENT MANAGEMENT SAS, autorizado por el Autorité des Marchés Financiers («AMF») como gestora de fondos de inversión bajo el número GP-07000006 y/o sus afiliados (“Tikehau Capital”). La información referida a rendimientos no es indicativa de resultados futuros y no existe ninguna garantía de que los objetivos del fondo se cumplan. Invertir en un fondo es especulativo e implica la asunción de riesgos de pérdida de capital.
Los DFI, el folleto (incluido el reglamento de gestión), así como los últimos informes anuales y semestrales, están disponibles en el sitio web de la sociedad gestora (https://www.tikehaucapital.com/).
Los principales riesgos del OICVM son: el riesgo de pérdida de capital, el riesgo de liquidez, el riesgo inherente a las acciones, el riesgo de crédito, el riesgo de invertir en valores especulativos de High Yield, el riesgo de tipos de interés, el riesgo de contratar instrumentos financieros a plazo, el riesgo de contraparte y el riesgo de cambio.
Fimarge, S.F.I., gestora independiente de Andorra, ha decidido reforzar sus capacidades de análisis con la incorporación de Sergio Barrado a su equipo de análisis y gestión, desde el cual aportará su experiencia y apoyo en la selección y análisis tanto de renta fija como variable.
Barrado cuenta con una licenciatura en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Pontificia Comillas (ICADE), y con el CFA Level II. En el plano profesional, cuenta con 10 años de experiencia en mercados financieros, siendo previamente gestor de fondos y analista en Queiles Capital (Madrid), manejando estrategias de gestión long-only en renta variable europea bajo un estilo de gestión value.
Con anterioridad, desarrolló su carrera como analista en Augustus Capital (Zaragoza), en el equipo de equity research de Exane BNP Paribas en Londres con especialidad en Food, Household & Personal Care, y trabajó en la unidad de Corporate and Investment Banking de BBVA en Madrid.
«Desde Fimarge, estamos encantados e ilusionados con la incorporación de Sergio, y estamos seguros de que su experiencia aportará gran valor y talento a nuestro equipo de análisis y gestión, reforzando así nuestra estrategia de añadir recursos a la entidad con el objetivo de continuar mejorando la rentabilidad de nuestros fondos de derecho luxemburgués tanto mixtos como de renta variable», comentan en la gestora.
Además de Barrado, el equipo de gestión y análisis en Fimarge se compone ya de otras cuatro personas (Guillermo Bienert, Javier Tomé, Joan Pericas y Albert Batiste).
Pixabay CC0 Public DomainLinus Nylund. Linus Nylund
La inflación fue el tema candente en 2021, ya que la relajación de los confinamientos, los atascos en la cadena de suministro y los efectos de las políticas monetarias y fiscales sumamente laxas se unieron para hacer que los precios al consumo registraran máximos de varias décadas. Durante la mayor parte del año, los bancos centrales mantuvieron el relato de que se trataba de una inflación «pasajera», postura que al final suavizaron, ya que la Reserva Federal de EE.UU. empezó a reducir sus compras mensuales de activos en noviembre, antes de anunciar que duplicaría el ritmo de reducción algo después. A finales de año, el mercado esperaba múltiples subidas de tipos de interés en 2022, con pocos indicios de que la inflación vaya a disminuir (ver gráfico 1).
Las rentabilidades pasadas no son un indicativo de las rentabilidades futuras.
Al mismo tiempo, la recuperación económica mundial en marcha provocó una mejora de los fundamentales empresariales, con las medidas de apoyo de los gobiernos para las empresas y los consumidores en vigor durante gran parte del año, restricciones de confinamiento más relajadas que en 2020 y un ahorro acumulado de las familias, lo cual contribuyó a generar una fuerte demanda de consumo. Como resultado, muchas empresas, incluidos los emisores de high yield, registraron una recuperación de su ebitda (beneficios antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones, utilizado como medida del rendimiento financiero general de una empresa), desapalancamiento y un entorno de impago favorable.
En este contexto, 2021 resultó ser un año excelente para los bonos flotantes high yield, ya que esta clase de activos se comportó mucho mejor que los mercados de high yield de tipo fijo, y que el crédito de inversión (ver gráfico 2).
Las rentabilidades pasadas no son un indicativo de las rentabilidades futuras.
Uno de los factores más favorables para esta clase de activos fue la creciente expectativa de una política monetaria más restrictiva, ya que los inversores buscaron deuda flotante para eliminar eficazmente el riesgo de tipo de interés. Los cupones de los bonos flotantes high yield suben en sintonía con un tipo de referencia, por ejemplo, el euríbor, y suelen reajustarse cada tres meses, por lo que su duración se aproxima a cero.
Con un menor temor a los impagos y unos diferenciales históricamente reducidos en los mercados de grado de inversión, el atractivo de la deuda high yield también creció, ya que los inversores buscaban niveles adicionales de ingresos para proteger el valor real de su capital contra la inflación.
También hubo otros estímulos para los bonos flotantes high yield en 2021, especialmente los niveles récord de emisión de obligaciones de préstamos garantizados (CLO)(1), que son importantes compradores de bonos flotantes high yield, lo que generó unos altos niveles de demanda técnica para financiar la actividad de fusiones y adquisiciones. Esto dio lugar a una mayor variedad de nuevas emisiones en el mercado primario de los bonos flotantes high yield comparado con 2020, creando una mayor diversificación y oportunidades potenciales adicionales.
Pese a ser un año excelente en general, hubo notables episodios de volatilidad, ya que las olas de la pandemia y, posteriormente, la aparición de la nueva variante ómicron de la COVID-19 amenazaron temporalmente con frustrar la recuperación económica. En estos casos, los FRNs high yield se comportaron normalmente mejor que los de tipo fijo high yield, dadas sus propiedades defensivas adicionales. Entre ellas está una volatilidad intrínsecamente menor, con un spread duration de alrededor de 1,6 años frente a los 3,9 años (2) de los bonos de tipo fijo, y la categoría de deuda senior garantizada, ya que más del 80% (3) del mercado de los bonos flotantes high yield está clasificado como tal, lo que sitúa a los inversores en primera línea para recuperar las deudas en caso de potencial impago.
Perspectivas
Bajo nuestro punto de vista, los activos flotantes están en buenas condiciones para avanzar por el entorno de inversión de 2022, pues los bancos centrales están enviando clara señales de que endurecerán significativamente su política económica, lo que cabe esperar que respalde los activos que mitigan el riesgo de tipos de interés, como los bonos flotantes high yield.
A principios de enero, varios grandes bancos de inversión pronosticaron que la Reserva Federal estadounidense aplicaría cuatro subidas de tipos de interés a lo largo del año, frente a las tres previstas apenas un mes antes. En Europa, el Banco Central Europeo (BCE) ha anunciado que pondrá fin a las compras netas de activos en el marco de su Programa de Compras por la Emergencia de la Pandemia (PEPP) en marzo de 2022 (4). Aunque el BCE parece ser más reacio a subir los tipos de interés, muchos esperan que estas subidas se producirán ante la presión creciente. Mientras tanto, en el Reino Unido, el Banco de Inglaterra ya ha empezado a subir los tipos de interés, tras un movimiento sorpresa en diciembre, seguido de otro a principios de febrero.
Las perspectivas de impago también siguen pareciendo favorables, lo que creemos que apoyará a la deuda high yield, sobre todo teniendo en cuenta la falta de rendimiento disponible en el crédito con grado de inversión. En el tercer trimestre de 2021, los beneficios empresariales sorprendieron al alza, ya que las compañías parecen estar siendo capaces de repercutir las subidas de costes a los consumidores. Los beneficios de las empresas son ahora mucho mayores, mientras que la deuda total es menor (véase el gráfico 3).
Las rentabilidades pasadas no son un indicativo de las rentabilidades futuras.
Esto sitúa a las empresas en una posición mucho más sólida para hacer frente a los pagos de intereses, como demuestran los ratios de cobertura de intereses, que han mejorado considerablemente (véase el gráfico 4).
Las rentabilidades pasadas no son un indicativo de las rentabilidades futuras.
Y el apalancamiento general es menor (véase el gráfico 6), lo que significa que las empresas se enfrentan a un menor Y el apalancamiento general es menor (véase el gráfico 5), lo que significa que las empresas se enfrentan a un menor lastre de deuda total, lo que cabe esperar que reduzca las posibilidades de impago y mejore las perspectivas de recuperación de la deuda senior garantizada, como los bonos flotantes high yield.
Las rentabilidades pasadas no son un indicativo de las rentabilidades futuras.
Con una inflación todavía al alza, creemos que los bonos high yield puede ofrecer potencialmente una mayor ganancia de TIR reales positivos y proteger el valor real del capital de los inversores. Al mismo tiempo, los FRNs high yield tienen una ventaja potencial sobre los bonos high yield de tipo fijo en su capacidad para eliminar de forma eficaz el riesgo de tipos de interés y ofrecer niveles de protección potencialmente más altos, incluyendo un rango senior en la estructura de capital y una menor volatilidad intrínseca gracias a su menor spread duration.
Bajo nuestro punto de vista, el M&G (Lux) Global Floating Rate High Yield Fund está bien posicionado para ofrecer estas ventajas potenciales, dados los amplios recursos de M&G en esta área, con uno de los mayores equipos internos de análisis de crédito de Europa y más de 200.000 millones de euros de activos gestionados de renta fija (5), junto con una sólida trayectoria en la gestión de carteras de bonos flotantes high yield desde 2014, con más de 2.000 millones de euros de activos gestionados en la estrategia actual (6).
Tribuna de James Tomlins, gestor de fondos en M&G Investments.
Anotaciones
(1) Fuente: Credit Suisse, «Monthly CLO Issuance», febrero de 2022.
(2) Fuente: Bloomberg, 1 de noviembre de 2021.
(3) Fuente: Índice M&G, ICE Bank of America Global Floating Rate High Yield (3% Constrained), 31 de diciembre de 2021.
(4) Banco Central Europeo, comunicado de prensa: Decisiones de política monetaria, 16 de diciembre de 2021.
(5) Fuente: M&G, 30 de junio de 2021
(6) Fuente: M&G, 31 de diciembre de 2021
Información importante:
El valor y los ingresos de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. No puede garantizarse que el fondo alcance su objetivo, y es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente.
El fondo trata de ofrecer una combinación de crecimiento del capital y rentas para obtener una rentabilidad superior a la del mercado global de bonos flotantes high yield en cualquier período de cinco años. Al menos un 70 % del fondo se invierte en bonos flotantes high yield (FRNs). El fondo se centra en bonos emitidos por sociedades con una calificación crediticia por debajo del grado de inversión, los cuales suelen pagar niveles de intereses elevados para compensar a los inversores por el mayor riesgo de incumplimiento. Una parte del fondo puede invertirse en otros activos de renta fija, como bonos del gobierno. La exposición de los activos se obtiene por medio de tenencias físicas y el uso de derivados.
El fondo se gestiona activamente y el índice de referencia es el BofA Merrill Lynch Global Floating Rate High Yield Index (3% constrained) USD Hedged Index.
Las inversiones en bonos se ven afectadas por los tipos de interés, la inflación y las calificaciones crediticias. Existe la posibilidad de que los emisores de bonos no paguen intereses o rentabilidad del capital. Todos estos supuestos pueden reducir el valor de los bonos poseídos por el fondo.
Los bonos high yield suelen entrañar un riesgo mayor que los emisores de bonos podrían no compensar mediante el pago de intereses o rentabilidad del capital.
El fondo podría utilizar derivados para beneficiarse de un incremento o una disminución previstos en el valor de un activo. Si el valor de dicho activo varía de forma imprevista, el fondo incurrirá en una pérdida. El uso de derivados por parte del fondo puede ser amplio y superar el valor de sus activos (apalancamiento). Dicho uso magnifica el volumen de las pérdidas y las ganancias, lo cual da lugar a mayores fluctuaciones en el valor del fondo.
El fondo está expuesto a diferentes divisas. Se utilizan derivados con el fin de minimizar el impacto de las variaciones de los tipos de cambio, ya que no siempre resulta posible eliminarlo.
El proceso de cobertura trata de minimizar el efecto de las fluctuaciones en los tipos de cambio sobre el rendimiento de la clase de acciones cubiertas. La cobertura también limita la capacidad para obtener ganancias de los movimientos favorables en los tipos de cambio.
El Folleto del fondo ofrece una descripción más detallada de los factores de riesgo que le afectan.
Invertir en este fondo significa que se adquieren participaciones del mismo, por lo que no se está invirtiendo en el activo subyacente (ej., un inmueble o acciones de una compañía, que solo serían los activos subyacentes de dicho fondo).
Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión.
El fondo permite el extenso empleo de instrumentos derivados.
Por favor consulte el glosario para una explicación de los términos de inversión que aparezcan en este documento.
Exclusivamente para inversores profesionales. Prohibida su posterior distribución. Ninguna otra persona o entidad debe utilizar la información contenida en el presente documento. M&G Investment Funds están inscritos para su distribución pública en virtud del art. 15 de la Ley 35/2003 sobre instituciones de inversión colectiva del siguiente modo: M&G (Lux) Investment Funds 1 nº de inscripción 1551. Esta información no constituye una oferta ni un ofrecimiento para la adquisición de acciones de inversión en alguno de los fondos mencionados en la presente. Las adquisiciones de un fondo deben basarse en el Folleto actual. La Escritura de Constitución, el Folleto, el Documento de Datos Fundamentales para el Inversor (KIID), el Informe de Inversión Anual o Provisional y los Estados Financieros se pueden solicitar gratuitamente en inglés o en español al Allfunds Bank, Calle Estafeta, nº 6, Complejo Plaza de la Fuente, La Moraleja, 28109, Alcobendas, Madrid o www.mandg.com/investments/professional-investor/es-es. Antes de efectuar su suscripción, debe leer el Folleto, que incluye una descripción de los riesgos de inversión relativos a estos fondos. La información que aquí se incluye no sustituye al asesoramiento financiero independiente. En virtud del proceso de notificación de cese recogido en la Directiva de distribución transfronteriza, M&G International Investments S. A. puede rescindir los acuerdos de comercialización. Información sobre tramitación de reclamaciones están disponibles en español en www.mandg.com/investments/professional-investor/es-es/complaints-dealing-process. Promoción financiera publicada por M&G International Investments S.A. Domicilio social: 16, boulevard Royal, L 2449, Luxembourg. FEB 22 / 680002
El repunte del estilo value en 2021 se vio estimulado por el optimismo sobre la «reapertura», pero se detuvo bruscamente con la llegada de la variante Ómicron. Desde NN Investment Partners creen que la rotación hacia el valor que comenzó en 2022 no sólo debería tener más longevidad, sino que es probable que tenga un alcance más amplio. Un entorno de tipos de interés e inflación más elevados debería favorecer a nuevos sectores como el financiero, el energético y el de materiales, en lugar de limitarse a los nombres de la «recuperación COVID». Las estrategias de dividendos deberían prosperar en este clima, pero los inversores también deberían desconfiar de los llamados bond proxies.
«El repunte del valor del año pasado impulsó a los activos de valor profundo, especialmente en los sectores más afectados, como los viajes, las aerolíneas y el ocio», explica Robert Davis, gestor senior de carteras del equipo de renta variable europea de NN Investment Partners.
«Pero muchos no pagan dividendos debido a la debilidad de los flujos de caja y a la presión de los balances. Este año, cuando los mercados se vuelvan más volátiles y menos direccionales, el factor de los dividendos podría volver a ser importante. A lo largo del tiempo en Europa, los dividendos han proporcionado a los inversores alrededor del 40% de su rentabilidad total», destaca.
Valor versus crecimiento
La inversión en valor ha estado en desuso desde la crisis financiera de 2008, ya que los bajos tipos de interés y los efectos de la flexibilización cuantitativa impulsaron las altas valoraciones de las empresas growth. Sin embargo, a medida que la inflación y la perspectiva de unos tipos de interés más altos pesan en la toma de decisiones de los inversores, podríamos estar en un punto de inflexión.
Tras un arranque en falso a principios de 2021, las estrategias value han superado a las de crecimiento desde noviembre del año pasado, y el sector tecnológico -y en particular los valores más especulativos que lo componen- ha sufrido una caída.
Históricamente, el predominio de un estilo de inversión sobre el otro puede durar muchos años antes de que se produzca un cambio de tendencia. El famoso rally del value que comenzó a mediados de los 70 duró casi dos décadas antes de que el crecimiento tomara el relevo en una carrera que terminó con el auge y la caída de las «puntocom». El ciclo de crecimiento más reciente comenzó con la resolución de la crisis financiera, cuando los bancos centrales utilizaron políticas monetarias no convencionales para reducir los tipos de interés e intentar impulsar la recuperación económica.
El resultado ha sido una dispersión extrema entre las valoraciones de los activos de crecimiento y de valor, superando los niveles observados en el pico de la burbuja tecnológica de finales de los 90. Estos extremos de valoración han hecho que los rendimientos del estilo sean susceptibles de revertirse, y el cambio de política de los bancos centrales ante los crecientes riesgos de inflación ha sido el catalizador para que esto ocurra.
Un sabor diferente
En NN IP creen que la rotación del valor de este año probablemente tenga un sabor diferente. Davis añade que «ha habido dos etapas en el rally del valor. La primera se produjo tras el éxito de los programas de vacunación, ya que las economías comenzaron a reabrirse. Eso ayudó especialmente a las empresas que habían visto cómo desaparecía la demanda o que habían sufrido graves interrupciones en las cadenas de suministro».
«Creemos que la rotación de este año es diferente: estamos viendo las consecuencias de la inflación y los ganadores y perdedores de este entorno son un conjunto diferente de activos», destaca.
«El sector financiero, por ejemplo, se beneficiará de la subida de los tipos de interés. Con unos tipos bajos, o incluso negativos, se reduce el diferencial entre los tipos de interés que los bancos pueden cobrar y recibir por los préstamos y créditos, lo que ha hecho que sus márgenes de beneficio se vean presionados. A medida que los tipos suban, también debería hacerlo la rentabilidad de los bancos. Los valores energéticos y de materiales también se han beneficiado claramente de la fuerte demanda de sus materias primas subyacentes», explica Davis.
Junto con el mejor rendimiento de estos sectores que tradicionalmente pagan mayores dividendos, las estrategias de dividendos deberían tener otras ventajas en el entorno actual. Para los inversores centrados en las rentas, hay un nivel de protección contra la inflación incorporado, ya que los dividendos deberían aumentar con los beneficios de las empresas. Y a medida que los mercados se vuelven más volátiles y menos direccionales, el único elemento de la rentabilidad total de la renta variable sobre el que existe una buena visibilidad es el pago de dividendos. En un mercado maduro como el europeo, los dividendos representan alrededor del 40% de la rentabilidad total a largo plazo.
El enfoque de los dividendos
Sin embargo, no basta con apuntar a las acciones de alto rendimiento. Los bond proxies, que se definen como empresas de sectores caracterizados por un crecimiento constante pero lento de los beneficios y, por tanto, por dividendos estables, pueden ver erosionada su ventaja de rendimiento con la inflación y los tipos de interés más altos. Esto puede frenar a sectores como el de la sanidad, en el que el precio de los medicamentos es bastante independiente de las tendencias económicas, con el riesgo de que el crecimiento de los dividendos vaya por detrás del aumento de la inflación.
En otros valores, las rentabilidades por dividendo más elevadas pueden ser un signo de riesgo y es mejor evitarlas: un indicio de que el mercado piensa que la empresa será incapaz de mantener los niveles actuales de pago.
NN IP se centra en los dividendos de calidad pagados por empresas que generan flujos de caja crecientes y con un historial de devolución de efectivo a los accionistas, pero también de reinversión para el crecimiento. Hoy en día, esto también requiere encontrar empresas con un fuerte poder de fijación de precios que puedan repercutir en los clientes el aumento de los costes de los insumos.
«Dentro del espacio de consumo, hemos aumentado la exposición al sector del lujo. Mientras que los productores de alimentos pueden tener dificultades para repercutir el aumento de los costes de los insumos, como la energía y las materias primas agrícolas, las empresas de artículos de lujo parecen tener pocos problemas para aumentar el precio de un bolso de diseño o de un reloj de alta gama en un 10% más», señala Davis.
Este enfoque en la calidad también permite al fondo integrar métricas medioambientales, sociales y de gobernanza. Los aspectos sociales y de gobernanza pueden ser difíciles para los fondos de valor y de dividendos, que pueden estar sesgados hacia las empresas de la «vieja economía». Davis subraya que su objetivo es una intensidad de CO2 inferior a la de sus índices de referencia.
«Al poseer empresas mejor calificadas en materia de ASG y menos contaminantes en nuestras estrategias, podemos incluso sobreponderar sectores como el de la energía y mantener una huella de CO2 inferior a la del índice general», destaca.
Pixabay CC0 Public DomainMarkus Winkler. Markus Winkler
La imagen que se utiliza habitualmente para representar el riesgo de los bonos es la de un sube y baja, el columpio que se encuentra en los parques infantiles en el que cuando un lado baja, el otro sube. Hace unas décadas, solían estar colocados sobre un suelo de hormigón; entonces los niños estaban hechos de una pasta más dura, por mucho que los recuerdos de rodillas y codos magullados atestigüen lo contrario. Actualmente, los planificadores urbanos son más atentos y la arena blanda o la goma amortiguan cualquier caída.
Asumir el impacto
Normalmente, el sube y baja se utiliza en el debate sobre los precios de los bonos: cuando los rendimientos de los bonos suben, los precios bajan y viceversa. Pero para los bonos corporativos high yield también es una imagen útil para dos de los riesgos clave a los que se enfrentan los bonos: el riesgo de tipos de interés y el riesgo de crédito. En un momento en que los bancos centrales están endureciendo el tono y subiendo o planteándose subir los tipos (aumento del riesgo de los tipos de interés), ¿puede la mejora de las condiciones corporativas (reducción del riesgo de crédito) amortiguar el impacto de la subida de tipos?
En primer lugar, es importante dejar claro que los bonos high yield suelen ser menos sensibles a las variaciones de los tipos de interés que los mercados de deuda pública y de bonos corporativos investment grade. Esto tiene un componente estructural; los inversores han estado tradicionalmente menos dispuestos a prestar a emisores de mayor riesgo durante largos periodos, por lo que los bonos high yield suelen tener vencimientos más cortos; al fin y al cabo, ¿por qué dar lugar a un riesgo de vencimiento adicional (esperar el reembolso de la inversión al valor nominal al vencimiento) cuando un inversor ya asume un mayor riesgo a nivel de crédito? Y en parte refleja los mayores rendimientos de los bonos high yield, que básicamente aceleran el ritmo de reembolso de la inversión de un inversor, sobre todo porque el valor real de los pagos de cupones disminuirá con el tiempo en un entorno inflacionista. Juntos, los vencimientos más cortos y los rendimientos más altos dan lugar a una menor duración (sensibilidad a los tipos de interés) media de los bonos high yield (véase el gráfico 1).
Recordemos que una duración efectiva de 3,5 años supone que, si se produjera una variación del rendimiento de 100 puntos básicos, o un 1%, cabría esperar que el precio del bono variara un 3,5%. Recuerden: cuando los rendimientos de los bonos suben, los precios de los bonos bajan y viceversa, por lo que, en un entorno de tipos al alza, una menor duración puede resultar favorable.
La alta inflación es una preocupación evidente para los bancos centrales y está motivando sus decisiones de subir los tipos de interés, pero también hay pruebas de la recuperación de las economías, que ya no requieren apoyo de emergencia. Los mercados laborales muestran una gran pujanza, los beneficios aumentan y las cadenas de suministro empiezan a recuperarse. Los mercados de activos tienden a predecir el futuro y los mercados de bonos high yield llevan tiempo registrando esta mejora. Los diferenciales de crédito (el rendimiento adicional sobre la deuda pública con un vencimiento similar) se han reducido considerablemente desde sus máximos registrados en los momentos de mayor temor sobre la pandemia de covid-19, pero siguen ofreciendo margen para una mayor reducción (véase el gráfico 2).
Al reducirse, los diferenciales de crédito pueden asumir parte del aumento de los rendimientos de la deuda pública. El año pasado también argumentamos que la mejora de la calidad en el mercado high yield, junto con un entorno de baja morosidad, podrían permitir que los diferenciales superasen sus mínimos. Las agencias de calificación de crédito esperan que la tasa de impagos a nivel mundial se mantenga bajo; por ejemplo, S&P Global Ratings prevé que la tasa de impagos global de la categoría especulativa roce los mínimos históricos en la primera mitad de 2022 ―posiblemente por debajo del 2%―, para aumentar a medida que avance el año, aunque solo levemente (1).
Lógicamente, somos conscientes de que el mercado high yield está a merced de los acontecimientos. De momento, dado el aumento de la aversión al riesgo debido a la geopolítica y a la política de los bancos centrales, la reducción de los diferenciales se enfrenta a un obstáculo. Los bancos centrales se han visto sorprendidos por una inflación más alta y persistente de lo que esperaban. Al haber podido ser lentos a la hora actuar, ahora pueden sentirse presionados para que se vea que están haciendo algo. En el caso concreto de la Reserva Federal estadounidense, tras dar un giro tan brusco en el cuarto trimestre de 2021, es poco probable que modere su nuevo tono duro en los próximos meses, a no ser que haya señales evidentes de continuación de los datos económicos o la inflación. Esto podría dar lugar a unos meses de inestabilidad en los mercados, aunque esto no tiene por qué ser malo para un inversor activo, ya que puede generar oportunidades.
Fundamentos sólidos
La pandemia fue un golpe que obligó a muchos emisores a recurrir a los mercados de capitales en busca de financiación, pero los fundamentos de crédito subyacentes de los emisores de high yield han mejorado sustancialmente desde entonces. El ratio de apalancamiento ―la deuda total dividida entre los beneficios antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones (ebitda)― se disparó inicialmente, al aumentar los préstamos y caer los beneficios. Esta dinámica se ha dado la vuelta ahora, ya que las empresas están pagando la deuda y los beneficios van en aumento. El apalancamiento neto (la deuda total menos efectivo y equivalentes a efectivo del balance) también ha disminuido, ya que el efectivo de emergencia originalmente destinado a cubrir los costes del déficit de ingresos se ha convertido en efectivo de precaución. La mejora ha sido tal que Morgan Stanley señaló que el apalancamiento del high yield en EE. UU. nunca ha sido más bajo al inicio en un ciclo de endurecimiento monetario en las últimas dos décadas (véase el gráfico 3)
Dada la mejora de los beneficios y los bajos costes de financiación, el ratio de cobertura de intereses (ebitda/gastos totales de intereses) sigue rozando máximos, por lo que prevemos que la mayoría de las empresas estarán en muy buenas condiciones para pagar su deuda, incluso cuando los tipos de interés suban. En término medio, la cobertura de intereses de las empresas high yield estadounidenses es de 4,9 veces (0,8 más que un año antes) (2). Además, muchos emisores high yield han refinanciado su deuda para asegurarse tipos bajos. Aunque se espera que la oferta de nueva deuda siga siendo elevada este año, creemos que sea menor que la del año pasado, en un momento en que probablemente continuará la demanda de rendimientos, por lo que las perspectivas técnicas parecen favorables.
No todo es de color de rosa. Las medias de los índices pueden camuflar los problemas subyacentes, por lo que sigue siendo clave evaluar los fundamentos del crédito. Las tensiones continúan centradas en los créditos de menor calidad (véase el gráfico 4). Los niveles de apalancamiento en gran parte del mercado más allá de la calificación CCC han vuelto a los niveles anteriores a la covid-19, pero los niveles de cobertura de intereses van a la zaga de la mejora de los niveles de apalancamiento.
Esto coincide con nuestra opinión de que los bonos con calificación BB pueden ser el segmento high yield que ofrece los mejores rendimientos ajustados al riesgo, no solo por sus fundamentos de crédito más sólidos, sino porque es probable que esa calificación siga siendo popular entre los inversores investment grade que buscan un rendimiento adicional, además de ser una fuente de estrellas ascendentes, es decir, emisores que pasar a ser investment grade.
¿Es mala la inflación?
Con su mandato de mantener la estabilidad de los precios, los bancos centrales están respondiendo a la inflación con una política monetaria más estricta, pero la inflación no tiene por qué ser negativa para los inversores. Las fuentes de inflación son importantes. El universo high yield ha tenido históricamente una importante ponderación en los emisores de materiales y energía, por lo que, a la larga, el aumento de los precios de las materias primas puede ayudar al flujo de caja de estas empresas. Lógicamente, habrá sectores del mercado para los que el aumento de los costes de los insumos sea mayor que su capacidad de repercutir dichos costes, por lo que es importante buscar empresas con capacidad de fijación de precios.
Históricamente, entre las principales clases de activos de renta fija, el high yield ha demostrado ser una buena inversión en un entorno inflacionista (véase el gráfico 5). Sin embargo, es probable que cada episodio de inflación sea diferente, por lo que los inversores no deben confiar en que las tendencias pasadas se van a repetir.
La moraleja del cuento
En definitiva, no existe una respuesta de manual sobre cómo responderán las economías al dejar atrás la pandemia ni sobre si los bancos centrales están evaluando correctamente las perspectivas de inflación actuales. Un posible riesgo es que, si la política monetaria se endurece demasiado, podría provocar una recesión. Lo que está claro es un cambio de ánimo entre los responsables de los bancos centrales ahora que el apoyo de emergencia que ha marcado los dos últimos años llega a su fin.
Volviendo a nuestra metáfora inicial, la retirada de la liquidez no implica que los responsables de los bancos centrales vayan a sustituir por hormigón el suelo de goma del sube y baja, pero los inversores deberán tener más cuidado. Las caídas podrían ser más dolorosas, como demuestra la volatilidad de los mercados en enero de 2022, tanto en la renta variable como en la renta fija. En el caso del high yield, nos tranquiliza el hecho de que las subidas de tipos también indican una mayor confianza en la capacidad de la economía para valerse por sí misma. Creemos que la disminución del riesgo de crédito entre determinados emisores de bonos high yield podría ayudar a compensar parte de la presión del aumento de los rendimientos de la deuda pública.
Tribuna de Tom Ross y Brent Olson, gestores de carteras de crédito corporativo de la plataforma High Yield Global de Janus Henderson Investors.
Anotaciones:
(1) Fuente: S&P Global Ratings, Perspectivas de crédito global de 2022, diciembre de 2021. Los pronósticos son estimaciones y no están garantizados.
(2) Fuente: Morgan Stanley, Cobertura de intereses del segmento high yield de EE. UU. en el tercer trimestre de 2021, 21 de enero de 2021.
Glosario de términos
Riesgo de crédito: riesgo de que un deudor incumpla sus obligaciones contractuales con los inversores, al no realizar los pagos de la deuda requeridos. Todo lo que mejore las condiciones de una empresa puede contribuir a reducir el riesgo de crédito.
Bonos corporativos: valor de deuda emitido por una empresa. Los bonos ofrecen una rentabilidad a los inversores mediante pagos periódicos y la eventual devolución del dinero original invertido en la emisión.
Diferencial de crédito: el rendimiento adicional (normalmente expresado en puntos básicos) de un bono corporativo (o índice de bonos) sobre un bono gubernamental equivalente.
Impago: el incumplimiento por un deudor (como un emisor de bonos) de su obligación de pagar intereses o reembolsar la cantidad original prestada a su vencimiento. La tasa de impagos mide los impagos durante un periodo determinado como porcentaje de la deuda emitida originalmente.
Duro: describe a los responsables de los bancos centrales favorables a una política monetaria más estricta (como unos tipos de interés más altos) para mantener la inflación bajo control.
High yield:bono con una calificación crediticia más baja que un bono investment grade. A veces se le denomina bono sub-investment grade. Estos bonos conllevan un mayor riesgo de que el emisor incurra en impago, por lo que normalmente se emiten con un cupón más alto para compensar el riesgo adicional.
Inflación: tasa de variación anual de los precios, normalmente expresada como porcentaje.
Riesgo de tipo de interés: riesgo que puede suponer para los inversores de renta fija la fluctuación de los tipos de interés. Cuando los tipos de interés suben, los rendimientos de los bonos de tipo fijo se vuelven relativamente menos atractivos, por lo que los precios de los bonos disminuyen.
Investment grade: bono emitido normalmente por gobiernos o empresas de los que se considera que tienen un riesgo relativamente bajo de impago de su deuda. La mayor calidad de estos bonos se refleja en su mayor calificación de crédito.
Apalancamiento: el nivel de deuda de una empresa.
Política monetaria: las políticas de un banco central, para tratar de influir en el nivel de inflación y crecimiento de una economía. Incluye el control de las tasas de interés y la oferta monetaria.
Calificación/rating de crédito: puntuación otorgada a un prestatario según su solvencia. Puede aplicarse a un gobierno o empresa, o a una de sus deudas u obligaciones financieras específicas. Las entidades que emiten bonos investment grade tendrían normalmente una mayor calificación crediticia que las que emiten bonos high yield. La calificación suele ser otorgada por las agencias de calificación de crédito, como S&P Global Ratings; dentro de los bonos high yield, por ejemplo, un bono con calificación BB se considera de mayor calidad que un bono con calificación B, que se considera de mayor calidad que un bono con calificación CCC o inferior.
Taper: la reducción del ritmo del programa de compra de bonos (expansión cuantitativa) de un banco central. Se habla de endurecimiento cuantitativo cuando el banco central reduce activamente el tamaño de sus posiciones de bonos.
Volatilidad: el ritmo y la medida en que sube o baja el precio de una cartera, un título o un índice de mercado.
Rentabilidad: el nivel de ingresos de un valor, expresado normalmente como tipo porcentual. Para un bono, se calcula dividiendo el cupón anual pagado entre el precio actual del bono.
Información importante:
Los puntos de vista que aquí figuran corresponden a la fecha de publicación. Se ofrecen exclusivamente con fines informativos y no deben considerarse ni utilizarse como asesoramiento de inversión, jurídico o fiscal ni como oferta de venta, solicitud de una oferta de compra o recomendación para comprar, vender o mantener ningún valor, estrategia de inversión o sector de mercado. Nada de lo incluido en el presente material debe considerarse una prestación directa o indirecta de servicios de gestión de inversión específicos para los requisitos de ningún cliente. Las opiniones y los ejemplos se ofrecen a efectos ilustrativos de temas más generales, no son indicativos de ninguna intención de operar, pueden variar y podrían no reflejar los puntos de vista de otros miembros de la organización. No se pretende indicar o dar a entender que cualquier ilustración/ejemplo mencionado forma parte o formó parte en algún momento de ninguna cartera. Las previsiones no pueden garantizarse y no es seguro que la información proporcionada sea completa o puntual, ni hay garantía con respecto a los resultados que se obtengan de su uso. A no ser que se indique lo contrario, Janus Henderson Investors es la fuente de los datos y confía razonablemente en la información y los datos facilitados por terceros.La rentabilidad histórica no predice las rentabilidades futuras. La inversión conlleva riesgo, incluida la posible pérdida de capital y la fluctuación del valor.
No todos los productos o servicios están disponibles en todas las jurisdicciones. El presente material o la información contenida en él podrían estar restringidos por ley y no podrán reproducirse ni mencionarse sin autorización expresa por escrito, ni utilizarse en ninguna jurisdicción o en circunstancias en que su uso resulte ilícito. Janus Henderson no es responsable de cualquier distribución ilícita del presente material a terceros, en parte o su totalidad. El contenido de este material no ha sido aprobado ni respaldado por ningún organismo regulador.
Janus Henderson Investors es el nombre bajo el cual las entidades que se indican ofrecen productos y servicios de inversión en las siguientes jurisdicciones: (a) En Europa, Janus Capital International Limited (n.º de registro 3594615), Henderson Global Investors Limited (n.º de registro 906355), Henderson Investment Funds Limited (n.º de registro 2678531), Henderson Equity Partners Limited (n.º de registro 2606646), (cada una de ellas registrada en Inglaterra y Gales en 201 Bishopsgate, Londres EC2M 3AE y regulada por la Autoridad de Conducta Financiera) y Henderson Management S.A. (n.º de registro B22848, en 2 Rue de Bitbourg, L-1273, Luxemburgo y regulada por la Commission de Surveillance du Secteur Financier) ofrecen productos y servicios de inversión; (b) En EE. UU., los asesores de inversión registrados ante la SEC filiales de Janus Henderson Group plc; (c) En Canadá, a través de Janus Henderson Investors US LLC, solo para inversores institucionales de determinadas jurisdicciones; (d) En Singapur, Janus Henderson Investors (Singapore) Limited (número de registro de la sociedad: 199700782N). Este anuncio o publicación no ha sido revisado por la Autoridad Monetaria de Singapur; (e) En Hong Kong, Janus Henderson Investors Hong Kong Limited. Este material no ha sido revisado por la Comisión de Valores y Futuros de Hong Kong («SFC»); (f) En Taiwán (República de China), Janus Henderson Investors Taiwan Limited (con funcionamiento independiente), Suite 45 A-1, Taipei 101 Tower, No. 7, Sec. 5, Xin Yi Road, Taipéi (110). Tel.: (02) 8101-1001. Número de licencia SICE autorizada 023, emitida en 2018 por la Comisión de Supervisión Financiera; «(g) En Corea del Sur, Janus Henderson Investors Limited (Singapur), exclusivamente para Inversores profesionales cualificados (según se definen en la Ley de servicios de inversión financiera y mercados de capitales y sus subreglamentos); (h) En Japón, Janus Henderson Investors (Japan) Limited, regulada por la Agencia de Servicios Financieros y registrada como Entidad de servicios financieros que realiza actividades de gestión de inversión, asesoramiento de inversión y actividad de agencia y actividades de instrumentos financieros de tipo II; (i) En Australia y Nueva Zelanda, por Janus Henderson Investors (Australia) Limited ABN 47 124 279 518 y sus entidades relacionadas, incluida Janus Henderson Investors (Australia) Institutional Funds Management Limited (ABN 16 165 119 531, AFSL 444266) y Janus Henderson Investors (Australia) Funds Management Limited (ABN 43 164 177 244, AFSL 444268); (j) En Oriente Medio, Janus Capital International Limited, regulada por la Autoridad de Servicios Financieros de Dubái como Oficina de representación. No se realizarán transacciones en Oriente Medio y cualquier consulta deberá dirigirse a Janus Henderson. Las llamadas telefónicas podrán ser grabadas para nuestra mutua protección, para mejorar el servicio al cliente y a efectos de mantenimiento de registros reglamentario.
Fuera de EE. UU: Para uso exclusivo de inversores institucionales, profesionales, cualificados y sofisticados, distribuidores cualificados, inversores y clientes comerciales, según se definen en la jurisdicción aplicable. Prohibida su visualización o distribución al público. Comunicación Publicitaria.
El escenario al que los consultores geopolíticos asignaban una probabilidad de incidencia de menos de 10% parece estar consolidándose, en línea con lo telegrafiado por Joe Biden y su equipo las últimas semanas. El catalizador ha sido el reconocimiento ruso de la independencia para las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk y la excusa el envío de tropas para evitar «un genocidio».
El pasado jueves despertamos con las noticias de bombardeos en Kiev, y aunque la información es difusa y no del todo uniforme, todo apunta a una ocupación a gran escala con despliegue de tropas y columnas de tanques desde norte, sur y este. El objetivo final de Vladimir Putin sigue sin desvelarse del todo, pero el desarrollo de los acontecimientos se asemeja a lo sucedido en Georgia en 2008.
Rusia sigue manteniendo que sus planes no pasan por ocupar territorio o causar daño a la población. Putin afirmó el 24 de febrero que «las Fuerzas Armadas rusas no están lanzando ningún ataque con misiles o artillería sobre las ciudades de Ucrania. Las armas de alta precisión destruyen la infraestructura militar: campos de aviación militar e instalaciones de defensa aérea de las Fuerzas Armadas de Ucrania. La población civil no corre peligro».
Su objetivo, dijo, es desmilitarizar a los pro-ucranianos para proteger a las regiones insurgentes, aunque las primeras incursiones de tropas desde Bielorrusia no apoyan esta tesis. Según explica este artículo, el escenario, ahora más probable, de invadir y someter a un país de 44 millones de habitantes y fracturado ideológicamente puede acarrear un coste que Putin aún no esta dispuesto a asumir. Tampoco queda claro si la sustitución del gobierno actual por otro más afín a los intereses de la Federación Rusa no terminará en un quebradero de cabeza por una hipotética “balcanización” del país. No olvidemos lo que sucedió hace no tanto cuando Moscú intentó imponer a un presidente “marioneta” (Viktor Yanukovich, 2014).
La situación es muy fluida y puede dar un giro con rapidez. En el momento de redactar estas líneas, todavía desconocemos las sanciones que en unas horas anunciará Biden –que probablemente no sean demasiado onerosas y se centren en la congelación de activos de personas y entidades de interés o restricciones al acceso de productos de alta tecnología– ni cómo reaccionará Moscú (que con superávits gemelos y 630.000 millones de dólares en reservas puede aguantar el tirón). Y tampoco tenemos datos suficientes para estimar las probabilidades de una ola masiva de refugiados hacia el oeste (que EE.UU. cifra en hasta 5 millones de ucranianos), la reacción de países occidentales como Polonia (que recientemente ha encargado a EE.UU. tanques por valor de 6.000 millones de dólares), los países bálticos o Rumanía, que pueden sentirse amenazados y militarizar sus fronteras, la incorporación de Finlandia y/o Suecia a la OTAN (avivando los temores rusos), o la disrupción resultante en flujos de turistas y mercancías.
Adicionalmente, teniendo en cuenta la merma en la capacidad de maniobra de los bancos centrales a nivel global –inmersos en apagar el fuego de la inflación–, es probable que los próximos días seamos testigos de revisiones a la baja en estimados de crecimiento en PIB que afectarán al optimismo de analistas y estrategas de renta variable.
Todo lo anterior invita a tener paciencia antes de aprovechar el río revuelto.
No obstante, hay argumentos para mantener una visión constructiva a medio plazo:
A pesar del rally en bonos largos, la pendiente de la curva estadounidense (38 pbs.) y alemana (56 pbs.) disipan el riesgo de contracción económica en 2022. Utilizando datos históricos del S&P 500 desde 1970, mercados bajistas en la bolsa norteamericana (entendidos como caídas desde máximos iguales o superiores al 20%) han precedido o coincidido (excepto en 1987) con episodios de recesión. Rusia y Ucrania solo representan un 2% del PIB global; una crisis macro en estos dos países no sería suficiente para precipitar una recesión global.
La corrección ha llevado a los índices a la sobreventa técnica, y a los termómetros de sentimiento inversor (institucional y minorista) a lecturas próximas al pánico.
De los más de 80 eventos de carácter geopolítico (guerras, ataques terroristas y crisis políticas y económicas) ocurridos desde 1930, la media de rentabilidad de aquellos no globales, circunscritos a un país o región, y sin participación directa estadounidense o aliada, resultaron en pérdidas de 8% a 10% de media. Aunque lo más interesante es que 3,6 y 12 meses después de la fecha de inicio del evento, la rentabilidad media es positiva (2%, 5% y 10%, respectivamente. La rentabilidad media anual del S&P 500 desde 1930 es de 8,3%)
Como hemos comentado en anteriores entregas, los mercados en EE.UU. y Europa ya han puesto en valor un tensionamiento en política monetaria mucho más agresivo (sobre todo en EE.UU.) del comunicado por sus respectivos banqueros centrales. El mercado de futuros estadounidense sigue defendiendo subidas del 1,57% desde marzo hasta diciembre, mientras que el europeo apuesta por tres subidas (septiembre, octubre y diciembre). Es prácticamente imposible que Powell no aumente el precio del dinero en su reunión del próximo 16 de marzo, pero sí es más probable –si las caídas continúan tensionando las condiciones financieras– que sugiera una aproximación más amable para los mercados respecto a la fecha de inicio y volumen de drenaje mensual de sus activos en balance. Esta junta, además, incorpora la actualización del resumen de proyecciones económicas y de su “mapa de puntos”, que podría señalar una hoja de ruta, en cuanto a subidas se refiere, menos restrictiva que la que descuentan los inversores. Este escenario es más plausible si consideramos que los futuros de eurodólar dan por hecho que las subidas de la Fed serán rápidas pero concentradas entre marzo de 2022 y septiembre de 2023.
El riesgo más relevante (sobre todo para Europa) radica en la perturbación en el abastecimiento de energía. La ayuda de Australia, Japón, y la cercanía de la primavera son factores positivos; adicionalmente la economía global es cada vez menos dependiente del consumo de petróleo y, a la vista de las sanciones y de acuerdo con Bloomberg, ni EE.UU. ni Europa tienen intención de llevar a sus respectivas economías a la recesión.
Con la volatilidad aumenta también la dispersión. Hace unas semanas hablábamos del mercado bajista encubierto y cómo, a pesar de caídas moderadas (ahora menos) en los índices, algunos de sus componentes habían sufrido fuertes castigos. A cierre de la semana pasada y a pesar de rentabilidades acumuladas desde enero del -10% y -16% respectivamente, un 20% de las acciones del S&P 500 y un 65% de las del Nasdaq presentaban caídas iguales o superiores al 25% respecto a sus máximos de 52 semanas.
Pixabay CC0 Public Domain. Julius Baer vende parte de su partición en NSC Asesores a Stratos Wealth Partners y se queda solo con el 19,9%
Como parte de una revisión de sus participaciones estratégicas, Julius Baer ha decidido vender el 50,1% de su participación en NSC Asesores a Stratos Wealth Partners, firma asesora de inversiones registrada en Estados Unidos. Según ha explicado la entidad, conservará una participación del 19,9% como reflejo de su compromiso con el mercado mexicano de gestión patrimonial.
Desde Julius Baer han señalado que esta transacción se produce tras una revisión de las participaciones estratégicas del Grupo y la conclusión de que NSC Asesores puede desarrollarse y crecer mejor bajo una estructura de propiedad diferente. Los actuales socios gestores de NSC Asesores seguirán manteniendo el 30% y Stratos Wealth Partners será el nuevo propietario mayoritario de la empresa.
En este sentido, Julius Baer conservará una participación minoritaria del 19,9% y mantiene su compromiso con el mercado mexicano, que representa un mercado importante para el Grupo. Según matizan en un comunicado hecho público, la transacción se firmó y cerró el mismo día.
NSC Asesores es una de las mayores empresas independientes de gestión patrimonial de México que, a 31 de diciembre de 2021, gestionó activos de clientes por valor de más de 4.000 millones de dólares.
FE fundinfo y la Bolsa de Luxemburgo (LuxSE) han anunciado una nueva asociación que dará lugar a la adquisición por parte de FE fundinfo de Fundsquare, un proveedor líder de servicios de registro y regulación de fondos en Luxemburgo. Fundsquare es una filial propiedad de LuxSE y, como parte del acuerdo, LuxSE se convertirá en inversor de FE fundinfo.
Fundsquare es un proveedor europeo de servicios de registro de fondos y de información reglamentaria, con sede en Luxemburgo, que presta servicios a las principales gestoras de la industria, así como a proveedores de servicios del sector de los fondos. La firma fue creada por LuxSE en 2013 para facilitar la distribución transfronteriza de fondos a través de la recopilación y distribución de datos e información de alta calidad de manera rentable.
En la actualidad, la empresa ofrece servicios que agilizan, estandarizan y facilitan la distribución transfronteriza de fondos de inversión desde su inicio hasta su presentación y distribución. Ubicada en las instalaciones de LuxSE, y apoyada y desarrollada por la bolsa, Fundsquare ha experimentado un fuerte crecimiento en los últimos años y actualmente cuenta con 65 empleados.
Tras la adquisición, Fundsquare participará de la operativa y crecimiento de Fe fundinfo en Luxemburgo, que actualmente da soporte a publiFund, una plataforma centralizada de datos y documentos que conecta todo el ecosistema de un fondo y permite a los gestores de fondos globales gestionar el funcionamiento del fondo durante todo su ciclo de vida.
Según explican en un comunicado, la combinación de los servicios de Fundsquare y FE fundinfo es una oportunidad única para combinar dos negocios complementarios y crear un campeón paneuropeo en datos, informes e infraestructura de fondos. Además, como parte de la adquisición, FE fundinfo establecerá un centro de excelencia para la información reglamentaria, con sede en Luxemburgo.
La compañía añade que esta adquisición también ofrece una oportunidad para que LuxSE y FE fundinfo exploren oportunidades conjuntas en productos y servicios relacionados con ESG, aprovechando la experiencia de LuxSE en este ámbito y las propias capacidades de FE fundinfo en materia de ESG a partir de su adquisición de CSSP.
“La reputación de Fundsquare como líder independiente de registro de fondos y de información regulatoria es reconocida en toda Europa. Creemos que nuestros servicios son altamente complementarios y el acuerdo reunirá a dos líderes de la industria en datos e informes de fondos. Al combinar nuestros servicios, el alcance para una mayor eficiencia e innovación de productos aumentará dramáticamente y la industria se beneficiará en gran medida de la integración mejorada de productos y servicios. Luxemburgo albergará nuestro centro de excelencia para la presentación de informes reglamentarios, con una amplia cobertura de las principales jurisdicciones europeas en materia de fondos. Esperamos trabajar juntos para mejorar nuestros servicios y satisfacer las necesidades de toda la cadena de valor de la gestión de inversiones, incluidos los gestores de fondos, los distribuidores, los proveedores de servicios de fondos, los reguladores y los inversores”, ha señalado Hamish Purdey, director general de FE fundinfo.
Por su parte Julie Becker, directora general de LuxSE, ha añadido: “Fundsquare es una empresa de gran éxito, y estamos muy orgullosos de lo que el equipo ha logrado hasta ahora. Para seguir apoyando el crecimiento futuro de Fundsquare y, especialmente, su expansión internacional, decidimos asociarnos con un actor fuerte capaz de proporcionar los recursos, las competencias y la red necesarios. Hemos encontrado el mejor socio en FE fundinfo y estamos seguros de que esta nueva estructura de propiedad aportará al equipo de Fundsquare muchas nuevas oportunidades de innovación, crecimiento y escala en un entorno que cambia rápidamente. La Bolsa de Luxemburgo seguirá involucrada a través de su participación en el grupo FE fundinfo, y estamos encantados de formar parte activa en el ambicioso viaje de crecimiento de la compañía, tanto en Luxemburgo como más allá”.
En opinión de Maxime Aerts, director general y director de Operaciones de Fundsquare, la creciente digitalización, combinada con la constante evolución de la normativa específica del sector, ha dado lugar a un crecimiento exponencial de los datos, lo cual explica esta operación. “La creciente competencia en el sector de los fondos, junto con la necesidad definitiva de una gobernanza más precisa y la mitigación de los riesgos, exigen una sólida capacidad de gestión y divulgación de datos. Vemos un enorme potencial para que Fundsquare amplíe su alcance más allá de lo que ya hemos logrado. Estamos deseando formar parte del grupo FE fundinfo y estamos ansiosos por explorar nuevas oportunidades para nuestros clientes y nuestra gente. Compartimos la visión y las ambiciones globales de FE fundinfo, y nos entusiasma estar en el centro de la estrategia de crecimiento del grupo para nuestro sector”, ha destacado Aerts.
Pixabay CC0 Public Domain. ¿Será 2022 un año más “débil” en términos de negocio para las gestoras?
Tras un 2021 positivo para la gestión de activos europeos impulsada por la recuperación y el fuerte apetito por el riesgo, los analistas de Bank of America consideran que 2022 será «más difícil” debido a los mensajes contradictorios sobre los mercados, el crecimiento, la inflación, los tipos y al COVID-19. Ante este escenario, apuestan por ser defensivos en esta fase del ciclo y favorecer “los valores que se benefician del crecimiento estructural (pasivos, activos privados), así como la exposición a la rentabilidad absoluta/total, entre otros”, según explican en su último informe sobre las perspectiva del sector europeo de gestión de activos.
Los analistas consideran que el sector es procíclico, lo que explica que los rendimientos del mercado sean menores ya que, según los estrategas de la entidad, se prevén vientos en contra para el crecimiento de los activos, de los flujos de inversión y de los márgenes para el negocio de las gestoras.
“La valoración del sector de 14×2022 PE es optimista, ya que está por encima de la media a largo plazo e implica la continuación de las tendencias de 2021. Aunque un rendimiento del 5% es favorable, existe un riesgo a la baja para las valoraciones, dada la correlación a largo plazo entre los mercados, los flujos y la valoración. Preferimos ser defensivos en esta fase del ciclo y favorecer los valores que se benefician del crecimiento estructural (pasivos, activos privados), la exposición a la rentabilidad absoluta/total, las bases de activos estables (patrimonio) y el control de costes demostrado”, señala en informe en sus conclusiones.
Sobre los beneficios en el sector, y tras haber aumentado un 45% a lo largo de 2021, el documento prevé una caída para este año del 5%, ya que los márgenes operativos se reducirán en 1 y 2 puntos por la normalización del crecimiento de los costes tras el cierre de las economías, el menor crecimiento de las comisiones y un menor crecimiento de “dinero nuevo” destinado a las inversiones.
En este sentido, los analistas de la entidad estiman un crecimiento del flujo neto del 3% en 2022, frente al 4%-5% de 2021. “Dado el carácter procíclico del sector y la presión esperada del mercado, también existe un riesgo a la baja para la valoración. Esperamos un amplio rango de valoración entre las firmas que logren unos flujos de entrada sólidos y las que no”, matizan.
De cara a 2022, los analistas destacan cuatro temas clave: el crecimiento estructural de los activos privados de los activos privados, ya que los tipos se mantienen cerca de niveles históricamente bajos y los inversores buscan una mayor rentabilidad a través de una prima de iliquidez; un aumento de la demanda de rentabilidad absoluta/total a través de los hedge funds para preservar el capital y diversificar en función de los riesgos del mercado; la rotación hacia los fondos pasivos (incluidos los ESG) después de un buen año para los activos; y la importancia de la de los costes para mantener los márgenes operativos, dadas las presiones de los ingresos. Identificamos los valores más expuestos a estos temas.
El informe no dibuja un escenario negativo, sino que esperan que los motores de crecimiento estructural superen a los cíclicos en 2022, a medida que aumenta la incertidumbre macro y la beta del mercado se ve presionada. “Preferimos los valores defensivos de alta calidad; nuestras calificaciones de compra tienen un potencial de rentabilidad total medio del 27%. Nuestras principales selecciones son los gestores de activos alternativos y privados, los recopiladores de activos italianos y las empresas diversificadas con mayor exposición pasiva. Nuestras calificaciones de underperform son ABDN, JUP y ASHM, que se enfrentan a la presión de los flujos de salida. Creemos que sus múltiplos están limitados hasta que los flujos se modifiquen. Tenemos calificaciones neutrales para SDR, DWS, N91 y Baer”, concluyen.
Pixabay CC0 Public Domain. Xtrackers lanza un nuevo ETF con exposición a bonos corporativos de corta duración con criterios ESG
Xtrackers, la plataforma de ETFs de DWS, ha lanzado un nuevo ETF que proporciona exposición a bonos corporativos de corta duración con grado de inversión denominados en dólares que cumplen con criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG).
Según explica la firma, el ETF Xtrackers ESG USD Corporate Bond Short Duration UCITS sigue los índices Bloomberg MSCI USD Corporate Sustainable e SRI 0-5 años, que refleja el rendimiento de más de 1.000 bonos corporativos de corta duración con grado de inversión y denominados en dólares (con al menos un mes y hasta cinco años del vencimiento, pero sin incluirlos), excluyendo los valores que no cumplen con los criterios específicos ESG.
Además, el índice implementa estrictos criterios ESG, en línea con la metodología ISR (inversión socialmente responsable) del MSCI, por lo que excluye a las empresas que tienen una calificación BB o inferior por parte de MSCI ESG Research, los emisores con una puntuación MSCI ESG Controversies menor a uno, los clasificados como infractores de ciertos límites en actividades controvertidas, y empresas implicadas en el sector de la defensa. Desde la gestora indican que esto supone la eliminación de aproximadamente el 30% de los emisores del índice original.
Por último, señalan que el nuevo ETF se creó para reemplazar el índice que seguía el ETF Xtrackers UCITS iBoxx USD Corporate Bond Yield Plus UCITS existente. Según indican, este cambio también contempla una reducción en la comisión anual global del ETF del 0,25% al 0,16%. La divisa del fondo es el dólar pero también está disponible con cobertura en euros (la comisión total anual para la clase de acciones con cobertura en euros es del 0,21%).
“Ofrecemos a los inversores exposición a bonos corporativos de corta duración con grado de inversión denominados en dólares a través de este nuevo ETF de Xtrackers a un precio altamente competitivo. Estamos muy satisfechos de poder expandir aún más nuestra gama de productos ESG para satisfacer la actual demanda. Al aumentar los filtros ESG se crea un sesgo de calidad, ayudando a mejorar el perfil de riesgo del producto a un costo de rendimiento moderado”, ha explicado Michael Mohr, Head of Passive Products, en DWS.