No se trata simplemente de otro ciclo de mercado; estamos ante una reconfiguración estructural. En este texto, analizamos cómo una estrategia activa, basada en la calidad, puede resistir las disrupciones y descubrir oportunidades.
Un resumen rápido
- Estamos en una nueva era de disrupción persistente, impulsada por el proteccionismo, la incertidumbre política y el cambio de alianzas globales. En este entorno, la posición a largo plazo importa más que las predicciones a corto plazo.
- Las desalineaciones del mercado a menudo crean desajustes en los precios, proporcionando oportunidades para que la gestión activa asigne capital estratégicamente basándose en fundamentos, no en titulares.
- Nuestros portafolios están bien diversificados: combinamos calidad defensiva para la estabilidad, generadores de crecimiento duradero para un crecimiento constante y motores de crecimiento selectivos para el potencial alcista.
- Nos enfocamos en el proceso en lugar del ruido del mercado. Esto significa que invertimos en empresas con ganancias predecibles y fundamentos sólidos, realizando cambios solo cuando están claramente justificados por la relación riesgo/recompensa.
No hay precedentes modernos que puedan compararse con el nivel actual de perturbación. El ritmo del cambio -desde aranceles de represalia hasta alianzas cambiantes y declaraciones oficiales contradictorias- ha sido implacable. Los mercados están inundados de ruido y la volatilidad ha vuelto, no en episodios breves, sino en oleadas sostenidas que afectan a todas las clases de activos y regiones.
Es probable que se trate de algo más que una perturbación a corto plazo. La convergencia del proteccionismo global, el nacionalismo económico y las tensiones geopolíticas se ha cristalizado ahora en forma de políticas. Estamos entrando en un mundo con mayores barreras comerciales, cadenas de suministro interrumpidas y una formulación de políticas cada vez más impredecible. Los inversores deben actuar con cautela a la hora de tomar decisiones a corto plazo: lo que hoy parece racional, dada la dinámica actual del mercado y la política, podría parecer irracional una semana después. La pregunta clave para los inversores no es si la incertidumbre persistirá, sino cómo se pueden construir las carteras para resistirla. No es el momento para apuestas macroeconómicas ni rotaciones reaccionarias. Más bien, es un momento para la humildad, la disciplina y un proceso de inversión claro.
Lo que realmente importa
Se ha hablado mucho sobre el excepcionalismo estadounidense y, durante años, la fuerte innovación, los profundos mercados de capitales y la rentabilidad corporativa proporcionaron un terreno fértil para los inversores. Sin embargo, la historia reciente pone de relieve el coste de la complacencia. En 2022, la renta fija flaqueó, mostrando una falta de flexibilidad. Este año, los índices bursátiles mundiales, en gran medida representativos de las megacapitalizaciones estadounidenses, pusieron de manifiesto sus debilidades. Estas estrategias prosperaron cuando el dólar subía y la tecnología estaba en auge, pero se están produciendo cambios.
El año 2025 ha puesto de manifiesto lo frágil que se ha vuelto el sistema mundial. A pesar del escepticismo actual hacia Estados Unidos, muchas de estas empresas siguen ofreciendo un potencial de rentabilidad compuesto excepcional. El factor clave es la calidad, no la geografía. El lugar en el que cotiza una empresa importa menos a cómo y dónde obtiene sus ingresos.
Para nosotros, crear equilibrio en el delicado equilibrio de la renta variable mundial requiere una diversificación deliberada en tres áreas de interés:
- La calidad defensiva: es el contrapeso que proporciona estabilidad en mercados difíciles. Se trata de empresas con balances sólidos, ingresos recurrentes y flujos de caja estables a lo largo del ciclo económico, que ofrecen preservación del capital y resiliencia.
- Las empresas con crecimiento compuesto duradero: son el motor que impulsa el crecimiento a largo plazo. Estas empresas cuentan con ventajas competitivas estratégicas, una asignación disciplinada del capital y un fuerte potencial de reinversión, lo que les permite crear valor de forma constante a lo largo de los ciclos.
- Los motores de crecimiento selectivos: proporcionan opcionalidad y añaden potencial alcista. Centradas fuera del sector tecnológico estadounidense de gran capitalización, que está sobrevalorado, se trata de empresas con un alto potencial, fundamentos sólidos, modelos escalables y exposición a temas estructurales, cuidadosamente seleccionadas y con un tamaño adecuado.
No se garantiza que ninguna inversión vaya a obtener o pueda obtener beneficios o pérdidas similares a los obtenidos en el pasado, ni que se vayan a evitar pérdidas significativas.
Estas acciones representan participaciones en todo el espectro de la cartera. No se trata de una recomendación de compra, venta o mantenimiento de ningún valor en particular. La cartera puede cambiar significativamente en un breve espacio de tiempo.
Una exposición equilibrada mitiga el riesgo de un solo factor o regional, lo que permite a las carteras resistir la volatilidad y aprovechar las oportunidades. Es importante destacar que esta estructura debe ser flexible y adaptarse adecuadamente para gestionar la dinámica cambiante del mercado.
La calidad como eje central
En mercados volátiles, la calidad es clave. Las empresas que conservan el capital —y salen fortalecidas— son aquellas con poder de fijación de precios, baja intensidad de capital, una sólida gobernanza y una clara ventaja estratégica.
Este es el tipo de empresas que priorizamos en nuestra cartera Global Franchise. En lugar de perseguir el impulso, buscamos franquicias resilientes con ganancias predecibles, una asignación de capital disciplinada y una relevancia duradera.
Las empresas de calidad suelen mostrar ganancias más resilientes debido a las ventajas estructurales que les ayudan a resistir las crisis económicas y de mercado. Estas empresas suelen tener fuertes ventajas competitivas, poder de fijación de precios y bases de clientes leales, lo que les permite mantener ingresos estables incluso en épocas de recesión. Su asignación disciplinada del capital, sus bajos niveles de deuda y sus modelos de activos ligeros también proporcionan una mayor flexibilidad financiera, mientras que las fuentes de ingresos recurrentes, a menudo a través de suscripciones o servicios esenciales, crean previsibilidad. Para los inversores, unos ingresos resilientes significan menos sorpresas, menores caídas y una capitalización más constante a lo largo del tiempo.
Es importante destacar que muchas de estas empresas están intrínsecamente protegidas del impacto de los riesgos relacionados con los aranceles. Nuestras carteras se inclinan hacia negocios orientados a los servicios y basados en suscripciones, como el software, las finanzas y los servicios al consumidor, con una exposición limitada a sectores intensivos en capital como el automóvil, la maquinaria o las materias primas.
Resistencia gracias a flujos de ingresos de mayor calidad
Los balances sólidos y la resiliencia inherente de los beneficios ayudan a limitar los efectos secundarios de la debilidad económica relacionada con los aranceles. Esta resiliencia ya es evidente en el rendimiento del mercado. Durante las ventas masivas provocadas por los aranceles, el fondo ha experimentado caídas menores que el mercado en general, lo que demuestra su fortaleza defensiva.
Disciplina en medio del ruido
El entorno actual sigue siendo fluido y complejo, marcado por la incertidumbre de las políticas y los cambios macroeconómicos. La claridad y la disciplina prevalecen sobre la rapidez.
No sabemos cuándo remitirá esta última oleada de volatilidad. Nadie lo sabe. Pero sí sabemos que es probable que los mercados sigan inestables, ya que se están reescribiendo las normas comerciales, la inflación se mantiene alta y las políticas son cada vez más impredecibles.
Ahora no es momento para el exceso de confianza, sino para mantener carteras que puedan absorber las sacudidas, seguir siendo ágiles y mantenerse ancladas en los fundamentos. La resiliencia no es opcional, es esencial. Dicho esto, seguimos muy atentos a la identificación de oportunidades y dispuestos a inclinarnos por exposiciones más dinámicas, especialmente después de que nuestras posiciones defensivas hayan proporcionado una protección eficaz frente a las caídas.
Tribuna de Clyde Rossouw, codirector de calidad de Ninety One.