¡La suerte está echada! Con esta expresión griega —según relataron algunos de sus soldados— Julio César selló su destino y el de la república de Roma al cruzar el río Rubicón con su ejército. Aquel gesto, en abierto desafío a la ley y al senado romano, desencadenó de manera irreversible una guerra civil que terminaría por coronarle dictador y, en última instancia, precursor del futuro Imperio.
César sentía que su vida y su reputación estaban en peligro. Debía demostrar que no iba a dejarse amedrentar, fuera cual fuera el precio. Acompañado por una sola legión, se puso en camino y, cuando se disponía a cruzar el río Rubicón, que separaba su provincia de Italia, alguien lo oyó pronunciar el viejo dicho griego: “¡La suerte está echada!”.2
Pues bien, si me permite la semejanza, hoy podríamos estar asistiendo al momento en que las principales compañías tecnológicas de Estados Unidos cruzan su propio Rubicón. El volumen de inversiones anunciado por los grandes actores del sector no deja de crecer y, sin exagerar, el calificativo de estratosférico empieza a quedarse corto. Estos desembolsos se destinan, principalmente, a levantar gigantescos centros de datos que alimenten los servicios en la nube y, muy especialmente, a cubrir las crecientes necesidades de computación que exige la inteligencia artificial.
¿Por qué digo que “estratosférico” puede resultar insuficiente? Porque las inversiones previstas por los llamados grandes hiperescaladores —Amazon, Microsoft, Alphabet y Meta— se han multiplicado por seis en los últimos cinco años, hasta alcanzar los 365.000 millones de dólares. Para ponerlo en perspectiva, la gestora de private equity Blackstone recordaba recientemente que esta cifra supera el presupuesto combinado de la NASA, el Departamento de Energía y el Departamento de Estado de EE.UU. O, dicho de otro modo, equivale nada menos que al 1% del PIB estadounidense.3 Y lo más relevante es que esto parece solo el principio. A estos volúmenes habría que añadir los cerca de 40.000 millones de dólares que Oracle podría invertir el próximo año y los 60.000 millones previstos para 2027.4 Con semejante caudal de recursos, la magnitud de esta apuesta ya no compite con empresas o sectores, sino con la capacidad de inversión de naciones enteras.
Empero, el despliegue de inversiones vinculadas a la inteligencia artificial no termina en los grandes hiperescaladores. Otros eslabones clave de esta cadena de valor también están protagonizando movimientos de enorme calado. Un ejemplo claro lo vimos a finales de agosto, cuando la fabricante de semiconductores Intel anunciaba la entrada del gobierno de Estados Unidos en su capital, con una inyección cercana a los 9.000 millones de dólares a cambio de alrededor del 10% de su accionariado.5 Más allá de valoraciones, este paso refleja con nitidez la intención de la Administración Trump de blindar la cadena de suministro de chips, pieza estratégica en la carrera tecnológica y en la propia seguridad nacional.
Pero las sorpresas no acaban ahí. A comienzos de septiembre, Oracle comunicaba en la presentación de sus resultados trimestrales un megaacuerdo con OpenAI (responsable de ChatGPT), por el que esta última contratará capacidad computacional en Oracle valorada en 300.000 millones de dólares entre 2027 y 2032.6 Una cifra descomunal que, de ejecutarse, marcaría un antes y un después en la historia de la industria tecnológica. Sin embargo, por si no hubiera ya suficiente carne en el asador, faltaba por entrar en la ecuación el pez más grande de todos: NVIDIA. El líder indiscutible mundial en la fabricación de GPU —chips esenciales para la inteligencia artificial— sorprendía en la segunda mitad de septiembre con un doble movimiento. Por un lado, anunciaba una inversión de 5.000 millones de dólares por aproximadamente el 4% del capital de su histórico rival Intel (¿un gesto de concesión al gobierno estadounidense?).7 Por otro, revelaba su compromiso de invertir hasta 100.000 millones de dólares en OpenAI, a cambio de que esta contrate 10 gigavatios de capacidad computacional que utilicen los chips de NVIDIA.8 Una maniobra que no solo consolida su dominio en el mercado, sino que reconfigura las piezas de la carrera global por la inteligencia artificial.
Lejos de frenarse este desenfreno de anuncios e inversiones potenciales, a comienzos de octubre el otro gran fabricante estadounidense de GPU, AMD, anunciaba un acuerdo similar con OpenAI. En este caso, la compañía de inteligencia artificial se compromete a contratar hasta 6 gigavatios de capacidad computacional en los próximos años, basada en chips de AMD. Además, OpenAI adquirirá warrants (derechos de compra sobre acciones) que podrían permitirle hacerse con hasta el 10% del capital de AMD. 9 Sin duda, una estrategia de diversificación por parte de OpenAI y un importante espaldarazo para el negocio futuro del fabricante de chips.
En definitiva, estamos ante una oleada de inversiones que rivaliza con la capacidad de un Estado y que amenaza con transformar, a una velocidad sin precedentes, la infraestructura digital del planeta. Si el cruce del Rubicón cambió para siempre la historia de Roma, la apuesta sin retorno de estas compañías por la inteligencia artificial podría estar marcando un antes y un después para sus negocios, sus accionistas y la economía global. El problema es que aún no está claro si el desenlace será igual de beneficioso para todas las partes.
Artículo escrito por Javier Ruiz, director de Inversiones en Horos AM.
2 Osgood, J. (2024). César contra Catón. La rivalidad que destruyó la república romana. CRÍTICA.
3 The Transcript [@TheTranscript_] (28 de septiembre de 2025). $BX Blackstone President: «Since 2020, CapEx spend in hyperscalers is up sixfold with just four companies, Microsoft, Meta, Google, Amazon, to $364 billion… X. https://x.com/TheTranscript_/status/1972360680759337404
4 Chang, A. y T Tsui, D. (24 de septiembre de 2025). Oracle Inc. ‘BBB’ Ratings Affirmed; Outlook Negative; New Debt Rated ‘BBB’. S&P Global.
5 Ruwitch, J. (6 de septiembre de 2025). The U.S. government is taking a stake in Intel. It’s rare — and it has some risks. NPR.
6 Jin, B. (10 de septiembre de 2025). Oracle, OpenAI Sign $300 Billion Cloud Deal. The Wall Street Journal.
7 Whelan, R., Ramkumar, A., Thomas, L. y De Avila, J. (18 de septiembre de 2025). Nvidia to Invest $5 Billion in Intel, Furthering Trump’s Turnaround Plan. The Wall Street Journal.
8 (22 de septiembre de 2025). OpenAI y NVIDIA anuncian una alianza estratégica para la implementación de 10 gigavatios de sistemas NVIDIA. OpenAI. 9 Cherney, M. (6 de octubre de 2025). AMD signs AI chip-supply deal with OpenAI, gives it option to take a 10% stake. Reuters.




