El peso mexicano continúa consolidándose como una de las divisas emergentes de mejor desempeño en 2025. En la última semana, el tipo de cambio cerró en 18,03 unidades por dólar, marcando un nuevo nivel mínimo en el año, en un contexto de mayor apetito por riesgo global y tras el reciente recorte de tasas por parte de la Reserva Federal.
El movimiento responde, principalmente, a la persistencia de flujos asociados a estrategias de carry trade, favorecidas por un diferencial de tasas que sigue siendo atractivo frente a Estados Unidos. En términos diarios, la moneda mexicana registró una apreciación de 0,81%, reflejando una demanda sostenida por activos denominados en pesos.
Diferenciales de tasas y flujos hacia mercados emergentes
Desde una perspectiva de asignación de activos, el entorno de rendimientos continúa respaldando a la moneda. El bono del Tesoro estadounidense a diez años opera en torno al 4,10%, mientras que su par mexicano se mantiene cercano al 8,97%, reforzando el atractivo relativo de la deuda local y sosteniendo los flujos hacia mercados emergentes con fundamentos macroeconómicos sólidos.
Este escenario no solo beneficia al peso, sino que se inscribe en una dinámica más amplia de fortalecimiento de divisas emergentes, impulsada por una expectativa de política monetaria menos restrictiva en Estados Unidos y una mayor búsqueda de rendimiento por parte de los inversores institucionales.
Señales técnicas y posibles ajustes de corto plazo
No obstante, desde el análisis técnico, comienzan a observarse señales que invitan a la cautela. Algunos indicadores sugieren que el peso se encuentra cerca de niveles de sobrecompra, lo que podría limitar el recorrido adicional de apreciación en el corto plazo.
En este contexto, no se descarta que el mercado aproveche niveles no observados desde mediados de 2024 para tomar utilidades, implementar coberturas cambiarias o anticipar compras de dólares, lo que podría derivar en episodios de corrección técnica sin que ello implique un deterioro de los fundamentos de fondo.
Comparativa regional y lectura para portafolios
En la última jornada, el desempeño del peso se alineó con el avance de otras monedas emergentes relevantes. El real brasileño lideró las apreciaciones, seguido por divisas como el peso colombiano y el peso chileno, en una señal consistente con la rotación hacia activos de mayor rendimiento.
Para los gestores de portafolio, el comportamiento del peso mexicano refuerza su rol como activo táctico dentro de estrategias de carry, aunque con un balance cada vez más fino entre rendimiento y riesgo cambiario. Hacia adelante, la atención estará puesta en la evolución de la política monetaria estadounidense, la dinámica de flujos globales y la capacidad del mercado para absorber eventuales correcciones sin alterar la tendencia de mediano plazo.
Sobre el autor: Juan Pablo Demichelis es presidente del capítulo mexicano de Society of Trust and Estate Practitioners (STEP) y se desempeña como Legal Counsel en un grupo empresarial, liderando la División de Cumplimiento y Patrimonial – Family Office, supervisando sus transacciones y operaciones locales e internacionales.




